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“MALENTENDIDO”

Había empezado a tener miedo,

sentir mi frustración sobre el pecho,

Que mi ego se echaba a correr

y que de mi muerte llegaba el lecho.

Había empezado a mi alma desatar,

ignorar que de bueno algo hicieron

aquellos que iban llegar.

Pensaba en el pasado triste que fue,

pensaba que había vuelto a soñar

aquel sueño triste

que me hacía enloquecer

mientras corría el tiempo

y quería despertarme,

mas aquello no podía lograr,

porque pensaba en la destreza,

en la desdicha, porque pensaba en la tristeza

de aquel momento repleto de nostalgia y de furor,

momentos sin dulzor, momentos de amargor...

Momentos en las constancias del dolor,

al tiempo que el amor,


por los agujeros carcomidos partía

desconociendo su regreso, la empatía

de volver a respirar la libertad

que antes en aquellos había hospedado.

La igualdad sin exceptos, sin distintos,

que la nuestra humanidad requería

la presencia de aquellos extintos...

No pensaba en aquello olvidar,

solo de la historia lo malo quería recordar,

llorar todas las noches sin estrellas

y preguntar: ¿por qué volvías a someterte

en un mundo en Ahogadillas?

¿por qué volver a dejarse acorralado entre murallas.

¿Por qué volver a brindarle la leña al fuego?

¿por qué aquella criatura

otra vez su cuerpo tenía que arder,

y en las llamas abrasado perder su alma,

el juego habiendo terminado,

por qué volver a despedir la calma?

...Y me despertaba, y me despertaba

y nada era real,


que todo había sido tan solo un pensar,

un pensar amargo que invadía mi moral.

Que de modo alguno de nuevo

a emprender iban sus piernas y llegar,

y volver a implantar

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