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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTIN DE AREQUIPA

FACULTAD DE DERECHO

“LA ACCION PENAL”

DOCENTE: DR JOAQUIN TICONA RONDÁN

INTEGRANTES:

CACYA MAMANI, JOEL


CHOQUEHUAYTA PACHARI, ABEL
DIAZ GOMEZ, DARWIN
SIHUINTA CHIPANA, LUIS CARLOS

AÑO Y SECCIÓN:

- 4TO “C”

AREQUIPA – PERÚ

2019
INDICE

LA ACCIÓN PENAL
I. MARCO TEORICO.....................................................................................................................1
1. Concepto y fundamento...............................................................................................................1
2. Contenido de la acción.................................................................................................................2
4. La acción en la Escuela Italiana (Chiovenda, Carnelutti, Calamandrei, Rocco).....................3
2.1 CASACIÓN N.º 66-2018........................................................................................................5
2.2 CASACIÓN N° 332-2015.......................................................................................................8
2.3 R. N. N° 4344-97-CALLAO DEL 28-10-97 (DATA 45,000. G.J.).....................................12
2.4 EJECUTORIA SUPREMA DEL 16-09-91 (CARO CORIA. P. 238.)..............................13
III. JURISPRUDENCIA INTERNACIONAL.............................................................................15
3.1 Costa Rica.............................................................................................................................15
3.1 México:..................................................................................................................................17
IV. Conclusiones.............................................................................................................................20
V. Sugerencias................................................................................................................................22
VI. Referencias bibliografia...........................................................................................................23
I. MARCO TEORICO

1. Concepto y fundamento

La primera concepción de la acción vino determinada, en sus orígenes, por su


indisoluble unión al derecho material, la acción, en tanto que derecho al ejercicio de la
actuación jurisdiccional no era sino una prolongación o manifestación del derecho material,
entendido, en el momento del conflicto, como un «derecho en pie de guerra».

Los conflictos los resuelve el estado a través de su función jurisdiccional, en la


medida que un sujeto formule un pedido, pues el proceso funciona a pedido de parte, según
el principio romano “nemo iudex sine actore”.

En consecuencia, la acción no es otra cosa que reclamar un derecho ante el órgano


jurisdiccional, dándose inicio al proceso, el mismo que debe culminar con una sentencia. Es
decir que la acción nos permite tener acceso al órgano jurisdiccional, más ello no significa
que la parte accionante sea la vencedora, pues eso depende del amparo o rechazo de la
pretensión, lo que sucede cuando se dicta sentencia.

La acción se materializa con la presentación de una demanda o de una denuncia, que


viene a ser el primer acto procesal del proceso postulado por el titular de la acción.

Luego también tenemos que la acción surge necesariamente como consecuencia de


la preexistencia de una relación jurídico-material. La relación jurídico-material, de la que
participan dos o más sujetos, está compuesta por un número indeterminado de acciones,
según cual sea la naturaleza de su relación (así, a modo de ejemplo, desde una compraventa
hasta un homicidio frustrado). La relación jurídico-procesal puede estar compensada (así, el
comprador paga el precio y el vendedor entrega la cosa), en cuyo caso cada sujeto ha
llevado a cabo las «acciones» materiales que debía y no resulta precisa la actuación del
derecho en su vertiente judicial. La relación jurídico-procesal, sin embargo, puede estar
descompensada (así, el vendedor que ha entregado la cosa, frente al comprador que no ha
pagado el precio o, en su caso, la víctima del homicidio frustrado frente al agresor).

1
2. Contenido de la acción

En la actualidad es pacífico admitir que la acción no debe confundirse con la


pretensión. Esta última es el derecho concreto, y aquella es el derecho abstracto. La
pretensión es entonces el contenido de la acción, su desarrollo concreto. La acción es el
derecho a poner en actividad el aparato jurisdiccional, en tanto que la pretensión es el
derecho a obtener todos los actos procesales necesarios para el reconocimiento del derecho,
lo que comprende la sentencia y su ejecución.

Si la pretensión es el desarrollo concreto del derecho de acción, las formas clásicas


de clasificar a la acción, también le resultan aplicables. De esta manera podemos hablar de
las siguientes clases de pretensiones:

 Pretensión de cognición: conforman la fase dialéctica, de discusión del conflicto


transformado en litigio. Con ellas, el actor pide que se le reconozcan un derecho o
interés jurídico; la parte pasiva tiene la posibilidad de oponerse y resistirse a la
pretensión.
 Pretensión de ejecución: con las que el actor pretende ejecutar un derecho
reconocido a su favor en algún título ejecutivo o de ejecución
 Pretensiones cautelares: son instrumentales, pues tiene por finalidad asegurar la
pretension de fondo que se discute en un proceso principal o de ejecucion.

3. Extinción de la acción penal

 La autoridad de la cosa juzgada. El artículo 90° del Código Penal declara que
«Nadie puede ser perseguido por segunda vez en razón de un hecho punible sobre el
cual se falló definitivamente». De esta manera el legislador nacional ha regulado la
garantía procesal del ne bis in ídem. La cual, nos vincula con la autoridad de la cosa
juzgada.
 La amnistía. Es una causal de origen político. Surge de las decisiones que adopta el
Estado frente al tratamiento de determinados delitos, para los cuales estima
innecesario mantener la punibilidad o la punición. Por consiguiente es, en esencia,
una causal de aplicación coyuntural.

2
 La prescripción. puede definirse como el transcurso del tiempo que extingue la
persecución de un delito o la ejecución de una pena. No obstante, en un plano más
técnico se identifica a la prescripción como la pérdida, por parte del Estado, de la
facultad de ejercitar en un caso concreto el jus puniendi.
 La muerte del autor o partícipe del delito. Esta causal obedece a una razón
natural y jurídica. La acción penal y la pena tienen su realización en una persona.
 El derecho de gracia. en beneficio de los procesados en los casos en que la etapa
de instrucción haya excedido el doble de su plazo más un ampliatorio». Justamente,
la exigencia de un plazo de duración exagerado en la investigación judicial del
delito, y que opera como presupuesto de su concesión,

El Código Penal incluye también causales de extinción que se vinculan con una
declaración de voluntad del afectado por el delito, de no incoar o mantener la acción penal,
cuando ésta es de ejercicio privado. Estas causales son el desistimiento y la transacción.

 Desistimiento. Peña Cabrera estima que «Si la parte agraviada decide no continuar
con el proceso surge la causal de extinción de responsabilidad penal. El ofendido
renuncia a la facultad que le otorga el derecho».
 La transacción. gira en cambio sobre un acuerdo bilateral de voluntades entre la
víctima y el autor del delito para concluir, bajo ciertas condiciones, el proceso
incoado contra el segundo.

4. La acción en la Escuela Italiana (Chiovenda, Carnelutti, Calamandrei, Rocco)

Se suele señalar la mítica fecha del 3 de febrero de 1903 como el día del nacimiento
del derecho procesal, como rama del derecho público y por tanto desligada del derecho
civil, a partir del estudio de la acción por un joven profesor de nombre Giuseppe Chiovenda
que asumía la cátedra de derecho procesal civil en Bolonia, dando lectura, con dicha
ocasión, a su prolusión La acción en el sistema de los derechos (L’azione nel sistema dei
diritti). Esto dio paso a configurar 1la acción como derecho potestativo de carácter concreto
y por tanto un poder (i) puramente ideal, (ii) de actuación de la ley, (iii) de creación,
modificación o extinción de situaciones jurídicas 2o (iv) de generación de efectos jurídicos

1
8 Chiovenda (1940) pp. 32 y ss.
2
Carlos (1981) p. 265.

3
que se ejercita a través de una declaración de voluntad relativa a lo que se pretende y que
requiere una demanda judicial para mantener a lo largo del proceso la voluntad de actuar la
ley. Siendo así la acción asume la naturaleza del interés que se pretende tutelar y que es
contenido de un derecho con el que frecuentemente se identifica, por lo que la acción no
solo puede ser pública o privada, patrimonial o no patrimonial, sino cedible, transmisible,
prescriptible y renunciable, considerándose intransmisibles cuando los intereses a los que se
coordina la acción son inherentes a la persona.

Si bien la configuración chiovendiana de la acción permaneció estática con


Calamandrei, ocurrió lo contrario con el genio de Carnelutti que en su pensar científico
entendió la acción como un “derecho subjetivo del individuo como ciudadano” —
adviértase su formulación como derecho abstracto y cívico— para obtener la composición
estatal del litigio por lo que requiere un interés colectivo distinto al particular, es decir, que
se dirige no al adversario sino al juez, explicándose más adelante 3 la procesalidad de ese
derecho subjetivo y la condición de parte en el proceso de ese individuo como ciudadano.

II. ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL NACIONAL

2.1 CASACIÓN N. º 66-2018

i) Datos importantes de la sentencia

Ubicación: CUSCO

Magistrado: JUEZ SUPREMO PRÍNCIPE TRUJILLO.

Sala: CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA PENAL PERMANENTE

Referencia: CASACIÓN N.º 66-2018

Fecha: Lima, 15 de octubre de 2018

ii) Sujetos del conflicto.

3
Carnelutti (1959) p. 316.

4
AGRAVIADA: Fabiola Noguera Lagos.

IMPUTADO: John Max Noguera Orihuela

iii) Problema jurídico.

si la acusación directa suspende o no el plazo de la prescripción de la misma forma


en que lo hace la formalización de la investigación preparatoria, conforme a lo
regulado por el numeral 1 del artículo 339 del Código Procesal Penal.

iv) Hechos por los cuales se da el problema jurídico.

la defensa del acusado dedujo excepción de prescripción por considerar que desde la
comisión de los hechos había transcurrido más del tiempo contemplado para la
prescripción extraordinaria.

v) Fundamentos de ley que se hacen presentes en el problema jurídico.

el articulo 339 en el inciso 1 que prescribe; “la formalización de la investigación


suspenderá el curso de la prescripción de la acción penal”

vi) solución de la sentencia.

En el considerando VIGESIMONOVENO el colegiado supremo concluye, “este Colegiado


Supremo se encuentra convencido de que, en vista de que la acusación directa cumple con
las mismas funciones que la formalización de la investigación preparatoria, y que ambas
representan comunicaciones directas con el juez penal, resulta adecuado y proporcional
establecer que los efectos de la prescripción que le atañe la norma procesal a la
disposición de la formalización de la investigación preparatoria también deban ser
extendida para la acusación directa.”

Análisis

La acción penal es importante para encontrar la verdad, objeto del código penal, lo que no
quiere decir que sea ilimitado, esto en el sentido que esta búsqueda de la verdad no puede
trascender en el tiempo indeterminadamente, sino que el agraviado debe presentar su

5
denuncia en el momento en que sufrió ese agravio, y no cuando él crea conveniente salvo
excepciones, de allí que el legislador haya establecido la prescripción de la acción penal
como un límite y derecho de todo procesado, así el artículo 80 del Código Penal establece
que “la acción penal prescribe en un tiempo igual al máximo de la pena fijada por la ley
para el delito, si es privativa de libertad”. De la misma forma, con el artículo 83 del código
penal, se introdujo la figura de la “interrupción de la prescripción de la acción penal” así, se
entiende que la prescripción se interrumpe por las actuaciones del Ministerio Público o de
las autoridades judiciales. Existe una prescripción ordinaria y otra extraordinaria por lo que,
para el presente caso, si el delito de omisión a la asistencia familiar se encuentra sancionado
con una pena privativa de la libertad no menor de tres años, entonces la prescripción
ordinaria (según el artículo ochenta del Código Penal) se cumplía al cabo de tres años
contados desde la fecha de consumación del hecho imputado, ello en tanto que no
intervenga ninguna autoridad fiscal o judicial; sin embargo, de suceder lo último descrito,
se debería contabilizar la prescripción en su forma extraordinaria, es decir, tras el paso de
cuatro años y medio, pero siempre desde la fecha de consumación de los hechos.

La prescripción de la acción penal, por lo expuesto, también se vería suspendido si en lugar


de formalizar la investigación preparatoria se interpone la acusación directa, ya que este
cumple la misma función que la primera, es decir la comunicación del hecho delictivo ante
el juez de garantía, además es razonable que si la disposición de formalización de la
investigación preparatoria suspende la acción penal teniendo este un grado de relevancia
menor que el requerimiento la acusación directa, además que, en este último el fiscal ya se
encuentra convencido de la responsabilidad del imputado por existir prueba suficiente que
es presentada ante el juzgado; mientras que en la disposición de formalización de la
investigación preparatoria se comunica al juez de la existencia de una investigación en la
que aún se están recabando pruebas, lo cual no es nada concreto aun, por lo que existe
cierta ilogicidad en que la acusación directa no pueda suspender la acción penal. Lo
expuesto anteriormente generaría un conflicto, pues, ni en nuestro código procesal penal, ni
en el código sustantivo se prescribe de manera clara y objetiva que la interposición de la
acusación directa suspende también la prescripción de la acción penal, así la prescripción
de la acción penal no solo puede ser suspendido de acuerdo a lo establecido en el artículo
339 en el inciso 1 que prescribe; “la formalización de la investigación suspenderá el curso

6
de la prescripción de la acción penal” sino que también se suspende la prescripción, si se
interpone una acusación directa, ya que como se señaló anteriormente se entiende que este
último cumple la misma finalidad que la formalización de la acusación.

2.2 CASACIÓN N° 332-2015

i) Datos importantes de la sentencia

Ubicación: DEL SANTA

Magistrado: JUEZ SUPREMO NEYRA FLORES.

Sala: CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA PENAL PERMANENTE

Referencia: CASACIÓN N° 332-2015

Fecha: miércoles 14 de marzo de 2018

ii) Sujetos del conflicto.

AGRAVIADOS: Rully Alexander Paredes Cabrera, Kenny Vega Cadillo y Juan


Carlos Vásquez Imán;

IMPUTADOS: Juan Carlos Chuquiruna Padilla y Jeancarlos Miguel Escribano


Calderón,

iii) Problema jurídico.

Definir si la palabra suspensión del curso de la acción penal contenida en el artículo


trescientos treinta y nueve, inciso uno, del Código Procesal Penal debe interpretarse
como una interrupción.

iv) Hechos por los cuales se da el problema jurídico

La defensa técnica de los imputados, teniendo en cuenta lo que prevé el artículo 83,
84 y el 80 del Código Penal y lo que establece el Acuerdo Plenario número 3-2012,
en concordancia con la casación número 383-2012 de La Libertad, que conforme al

7
artículo 9 del Código Penal que la acción se cometió el tres de diciembre de dos mil
once, y a la fecha han transcurrido tres años con veintiséis días, ha operado el plazo
de la prescripción extraordinaria, previsto en el artículo ochenta y tres del Código
Penal.

Que invocan como doctrina penal la casación jurisprudencial vinculante, y el


artículo 352, inciso 4, del Código Procesal Penal; solicita que se proceda a dictar
un sobreseimiento de oficio, teniendo en cuenta el artículo 344, inciso 2, párrafo c,
del citado Código, en concordancia con el artículo 80 y 83 del Código Penal.

v) Fundamentos de ley que se hacen presentes en el problema jurídico.

sí debe interpretarse la palabra suspensión del curso de la acción penal contenida en


el artículo 339, inciso 1, del Código Procesal Penal como interrupción, con
relación a la causal prevista en el inciso 2, del artículo 429, del Código Procesal
Penal

vi) Solución de la sentencia.

En el considerando NOVENO indica; “El Acuerdo Plenario número uno-dos mil diez se
encarga de esclarecer que la palabra suspensión contenida en el artículo trescientos
treinta y nueve, inciso uno, del Código Procesal Penal no puede estar referida a un
supuesto de interrupción, sino más bien a uno de suspensión, como refiere su tenor literal;
y que en el Acuerdo Plenario número tres-dos mil doce se determina que el plazo máximo
que durará la suspensión de la prescripción de la acción penal será de un periodo
equivalente a la prescripción extraordinaria.”

Análisis

La presente jurisprudencia tiene como contenido principal, la correcta interpretación


respecto a la suspensión de la prescripción de la acción penal del artículo 339, inciso 1, del
Código Procesal Penal. Ya que puede interpretarse como a un supuesto de interrupción del
plazo prescriptivo de la acción, o entender como suspensión propiamente dicho. Para lo
cual primeramente diferenciemos de manera clara cada termino ¿Qué se entiende por

8
interrupción y que se entiende por suspensión? “La interrupción hace perder todo el tiempo
corrido a favor del procesado y comienza a prescribir nuevamente, a partir de la misma
fecha, la acción penal […]. En cambio, la suspensión consiste solamente en un intervalo
que no se computa; cesada la causa de la suspensión, se cuenta el tiempo anterior a ella, si
lo hubo, y sigue corriendo el termino originario”.4

Considerando ello y la postura de la jurisprudencia no debe interpretarse como


interrupción, lo cual implicaría empezar el conteo del plazo prescriptivo de la acción penal
de nuevo, en términos simples, iniciar de cero. Lo que quiere decir este artículo es detener
el conteo del plazo de la prescripción y no deja sin efecto el tiempo que haya transcurrido
hasta la formalización de la investigación preparatoria, sino que conlleva que se comience a
contar un nuevo plazo que tiene como máximo al de la prescripción extraordinaria, tras el
cual se reactiva el plazo suspendido hasta que se cumpla con el plazo pendiente.

Ahora respecto a la interrupción relacionado con la prescripción extraordinaria, que la


jurisprudencia indica que siempre será igual al máximo de la pena fijada, más la mitad.
Existe una crítica a esa interpretación, el Fiscal Adjunto Superior de la 3º Fiscalía Superior
Penal de Apelación de Arequipa. Roberto Carlos Reynaldi Román e indica que “El último
párrafo del artículo 83, lo único que hace es fijar una garantía frente al exceso, pues lo que
quiere comunicar, es que, en ningún caso, el plazo de prescripción puede sobrepasar el
máximo más la mitad. Ello por poner un límite temporal razonable. Pongamos el ejemplo
del homicidio (art. 106 CP), que prevé una pena de 6 a 20 años. El plazo ordinario, será de
20 años, pero si se interrumpe dicho plazo, comenzará uno nuevo, es decir, otros 20 años y
no –sumados– 30, como erróneamente se cree. Aquí viene la diferencia. Si, por ejemplo, el
plazo se interrumpe a los 5 años, el delito prescribirá a los 25 años, por cuanto la
consecuencia de la interrupción es la de comenzar a correr un nuevo plazo, es decir, esperar
los 20 años como límite máximo de pena legal establecida. Pero si la interrupción se da a
los 15 años, no debemos esperar otros 20 años (que al final sumarían 35 años) como dice la
regla, sino que, en este caso, la prescripción se dará a los 30 años (plazo máximo más la

4
BRAMONT ARIAS, Luis Alberto. Derecho penal peruano/ Parte general. Lima: Editorial San Marcos, 2004, p.
513. Citado en la jurisprudencia de CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA PENAL PERMANENTE, CASACIÓN N°
332-2015 DEL SANTA

9
mitad), como garantía temporal impuesta por el legislador.” 5 Lo que sucede es que ni
siquiera se entiende la naturaleza jurídica de la interrupción de la prescripción, cual es la de
dejar sin efecto el tiempo transcurrido al momento de presentarse la causal de interrupción,
implicando el comienzo de un nuevo plazo. Debe entenderse que esta es la regla y no como
–equivocadamente– opina la doctrina y jurisprudencia dominantes, que la prescripción
extraordinaria siempre será igual al máximo de la pena fijada, más la mitad.

2.3 R. N. N° 4344-97-CALLAO DEL 28-10-97 (DATA 45,000. G.J.)6

2.3.1 Jurisprudencia:

La ley considera varias razones que permiten extinguir la acción penal, en virtud de
las cuales el Estado autolimita su potestad punitiva: pueden ser causas naturales
(muerte del infractor), criterios de pacificación o solución de conflictos sociales que
tienen como base la seguridad jurídica (cosa juzgada o prescripción) o razones
sociopolíticas o de Estado (amnistía).

2.3.2 Análisis Jurisprudencial:

En la presente jurisprudencia señala las razones mediante el cual la ley permite


extinguir la acción penal, entonces, dichas razones constituyen básicamente las
causales de extinción de la acción penal, pero como podría extinguirse una acción
penal, ya que si nos ceñimos a la recomendación de Ángel Gustavo Cornejo que
según el análisis de Víctor Prado Saldarriaga cuando menciona que “Resulta
anecdótico recordar la preocupación que mostraba Cornejo en torno a que las
causales que analizamos no podían extinguir la acción penal, por lo que su
denominación correcta debería ser causales de extinción del delito: la acción no es
susceptible de extinción, y que no puede impedirse su ejercicio aun cuando llegare a
faltar el fundamento de la pretensión correlativa. Cuando la ley penal o civil habla
de la extinción de la acción, entiende referirse, no a la facultad de pretender un
derecho, sino a la relación jurídica objeto de la pretensión; o al delito (si se trata de
relación personal) pero no como hecho que históricamente no puede suprimirse sino

5
https://legis.pe/la-prescripcion-extraordinaria-siempre-sera-igual-al-maximo-la-pena-fijada-mas-la-mitad/
6
GACETA JURIDICA. CODIGO PENAL EN SU JURISPRUDENCIA. Pg. 212.

10
como ente jurídico, según la concepción de Carrara. Esto equivale a decir que lo que
propiamente se extingue es la relación de que el delito como ente, es elemento”.7

De lo anterior el mismo Saldarriaga da una definición enmarcada más como una


figura de responsabilidad penal, que la extinción de la acción penal propiamente
dicha : “Se trata de un conjunto de circunstancias diferentes de carácter político,
legal, natural o privado, que son ajenas al hecho punible, pero que extinguen su
posibilidad de persecución (acción penal) o de sanción efectiva (ejecución de la
pena). Corno afirma Cuello Calón: “Las causas de extinción de la responsabilidad
penal son determinadas circunstancias que sobrevienen después de la comisión del
delito y anulan la acción penal o la pena. Se diferencian de las causas de exención
de responsabilidad penal en que estas son anteriores a la ejecución del delito (corno
la infancia, la locura), o coetáneas, es decir, surgen en el momento de su realización
(v. gr., la legítima defensa), mientras que las causas de extinción de la
responsabilidad penal sobrevienen no sólo después de delito sino aún después que la
justicia ha comenzado su persecución y, en ciertos casos, con posterioridad a la
sentencia condenatoria”. Precisando más tales diferencias Roy Freyre ha sostenido
también que: «la diferencia está en que las causas "extintivas" cancelan una
responsabilidad penal que se supone ya surgida o que se tuvo por incuestionable;
por tanto, miran al pasado. En cambio, las causas "eximentes" impiden el
nacimiento de una responsabilidad penal; en consecuencia, tienen en perspectiva el
futuro”8.

Ahora bien, nuestro código ha optado por esta denominación (Causales de extinción
de la acción penal y de la ejecución de la pena), al igual que mucho otros así, por
ejemplo, el Código Penal Argentino se refiere a Extinción de Acciones y Penas
(Título X del Libro Primero) y el Código Penal Colombiano de 1980 trataba De la
Extinción de la Acción y de la Pena (Capítulo V, del Título IV del Libro Primero).
En cambio, el Código Penal mejicano adopta el término Extinción de la

7
PRADO SALDARRIAGA, VÍCTOR. Causales de extinción de la acción penal y de la ejecución de la pena.
DIALNET. Lima. Pg. 907. que a la vez es cita de: “Angel Gustavo Cornejo. Parte General de Derecho Penal.
Tomo Primero. Librería e Imprenta de Domingo Miranda. Lima, 1936, p. 306.”
8
PRADO SALDARRIAGA, VÍCTOR. Causales de extinción de la acción penal y de la ejecución de la pena.
DIALNET. Lima. Pg. 906.

11
Responsabilidad Penal (Título Quinto del Libro Primero), denominación que en mi
opinión sería más conveniente.

2.4 EJECUTORIA SUPREMA DEL 16-09-91 (CARO CORIA. P. 238.)9

2.4.1 Jurisprudencia:

Si de la partida de defunción aparece que el acusado ha fallecido, debe declararse


extinguida por muerte la acción penal incoada contra el referido encausado, tal y
como lo prevé el art. 78.1 del Código Penal Vigente.

2.4.2 Análisis Jurisprudencial:

Antes de empezar con el análisis de la presente jurisprudencia, es preciso aclarar


que la figura de la muerte del condenado, recibe una doble función operativa (en
tanto pueden extinguir la acción como el derecho de ejecución de la pena). Ahora
bien, con respecto a esta figura muerte del imputado como causal de extinción de la
acción penal y ejecución de la pena, Saldarriaga nos indica que “Esta causal
obedece a una razón natural y jurídica. La acción penal y la pena tienen su
realización en una persona. Conforme a nuestra legislación civil se deja de ser
persona con el suceso biológico-social de la muerte (Cfr. Artículo 61 o del Código
Civil). Por lo demás, el contenido de la punibilidad y de la punición se orientan a
retribuir un mal a una persona, a la cual se le va a privar o restringir determinados
bienes jurídicos. Y desde una perspectiva funcional preventiva, la pena sólo puede
promover efectos utilitarios en una persona viva. Como explica Bustos Ramírez
“Desde la perspectiva del principio de la dignidad de la persona, el derecho penal
aparece con un carácter estrictamente personal e intransferible en su contenido; de
ahí que la muerte del reo le signifique al derecho penal la pérdida de su función y
sentido. La intervención del Estado más allá de la vida no tiene ninguna
legitimación posible”10.

Entonces, según la presente jurisprudencia, para pedir el ejercicio de esta figura en


necesario presentar como medio para acreditar el fallecimiento del imputado o

9
GACETA JURIDICA. CODIGO PENAL EN SU JURISPRUDENCIA. Pg. 219.
10
Op. Cit., PRADO SALDARRIAGA, VÍCTOR. Lima. Pg. 911.

12
condenado la partida de defunción correspondiente. Es así que, en esta Ejecutoria
Suprema del 16 de setiembre de 1991, recaída en la causa No 160-91 y originaria
del Distrito judicial de Huánuco se declaró que “si se ha acreditado con partida de
defunción, instrumento público pertinente, la muerte del procesado, resulta
procedente declarar la extinción de la acción penal conforme a lo establecido en el
inciso 1 del artículo 78° del Código Penal”. Entendemos que en el caso de la muerte
clínica el documento pertinente para acreditarla será la declaración médica de dicho
estado.

III. JURISPRUDENCIA INTERNACIONAL.

3.1 Costa Rica

1 Datos Importantes de la Sentencia

TRIBUNAL DE CASACIÓN PENAL. Segundo Circuito Judicial de San José

EXPEDIENTE: 99-000052-0277-PE

SENTENCIA 984

Fecha: diez horas del veintitrés de septiembre de dos mil cuatro

2 Sujetos del conflicto

QUERELLADO: Alexander Peña Sequeira

3 Problema Jurídico

Diferencia entre los Delitos de Acción Privada y los Delitos de Acción Pública
Perseguibles a Instancia Privada

4 Hecho por los cuales se da el Problema Jurídico

El querellante y actor civil, Alexander Peña Sequeira, alega en su recurso de


casación que en este caso no se tomó en cuenta la presentación de la querella como causa
útil para interrumpir la prescripción de la acción penal. Basa su argumento en lo dispuesto

13
por el artículo 33 inciso b) del Código Procesal Penal y señala que: “El legislador no hace
diferencia entre delitos de acción pública a instancia privada y aquellos estrictamente de
acción privada, ya que no podría haber jurídicamente hablando, ninguna acción pública de
las que consigna el numeral 18 del Código Procesal Penal, sin la correspondiente instancia
o acción privada que la origine en su trámite procesal.” Añade que el juez no puede ni debe
diferenciar donde el legislador, en vez de hacer diferencia, más bien “…equipara y
condiciona la capacidad y constitución de nuestros Jueces de la República, a un accionar
privado y/o a una instancia privada.” Con base en lo anterior, invocando además el
principio de igualdad ante la ley, el recurrente pide que el fallo sea anulado totalmente

5 Fundamentos de Ley

La ley distingue con claridad entre “delitos de acción pública perseguibles sólo a
instancia privada” y “delitos de acción privada” (ver artículos 18 y 19 del Código Procesal
Penal). Los primeros, como su nombre lo indica, son delitos de “acción pública”, sólo que
el ejercicio de esta acción requiere que, de previo, se remueva un obstáculo procesal,
consistente en una actuación de la parte interesada. En efecto, el Ministerio Público sólo
puede ejercer la acción una vez que los sujetos legitimados para ello hayan formulado
denuncia ante una autoridad competente (artículo 17 del citado cuerpo legal). Cumplido ese
requisito, se sigue el trámite propio de los delitos de acción pública, sin que sea
estrictamente necesario que el ofendido (víctima) se constituya en parte querellante. En
cambio, en los delitos de acción privada la fiscalía no tiene ninguna intervención como
accionante, pues corresponde a los interesados ejercer directamente la acción penal,
mediante la formulación de la respectiva querella (doctrina de los artículos 72 y 380 del
Código Procesal Penal). Lo anterior demuestra que el punto de partida asumido por el
recurrente es equivocado, porque la ley sí distingue entre uno y otro tipo de delitos, de
modo que también los tribunales de justicia están obligados a hacer esa diferenciación.

6 Solución de la Sentencia

Ha dicho esta cámara que: “La conversión incide en el sujeto que ejerce la acción
penal, pero no transforma la naturaleza pública de la acción penal y por este motivo, el
delito sigue siendo de acción pública y no le es aplicable el apartado b- del artículo 33 del

14
c.p.p. La conversión significa que el actor privado sustituye al Ministerio Público, pero los
actos que realiza son los mismos que el acusador oficial, sin que el ilícito se convierta en un
delito de acción privada […] La privatización de la acción penal no modifica la naturaleza
jurídica de la pretensión punitiva, por esta razón, se siguen aplicando el régimen de actos
interruptores o que provocan la caducidad de la acción penal pública. No es admisible que
el régimen que regula una acción penal pública presente una dualidad, mezclando el
régimen público o privado a voluntad de las partes.” (Sic, voto 2003-0659, de las 16:25
horas del 14 de julio de 2003). Resuelto el único argumento en que se basa la parte
interesada y no habiéndose acreditado vicio alguno en el cómputo de la prescripción de la
acción penal, procede en el presente caso declarar sin lugar el recurso."

ANALISIS

En el caso en mención, al referirse a un tipo de delito que, por no considerarse de


gravedad tal que afecte al orden público, no puede ser perseguido de oficio por los poderes
públicos, sino que es necesaria la intervención activa de la víctima como impulsora de la
acción de la justicia y como parte en el proceso judicial. Y en el caso de constituirse el
delito de acción semipúblico, siendo el ministerio publico quien se encargará de realizar las
investigaciones; y la naturaleza privada, no modificará la naturaleza jurídica de la
pretensión punitiva, y en el caso unas vez iniciada la acción semipública, este
procedimiento es autónomo de la víctima, no teniendo el derecho de desistir de su
acusación al constituirse en semipública, por lo que consideramos correcto que el momento
de la presentación de la querella, se toma en consideración este hecho como inicio del
cómputo para interrumpir la prescripción de la acción penal, y no desde su conversión a
acción semipública, en la que el ministerio publico asumirá el rol de investigación.

3.1 México:

1. Datos Importantes de la Jurisprudencia

Contradicción de tesis 317/2010

Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Cuarto Circuito y el Cuarto


Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito.

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Ponente: José Ramón Cossío Díaz

“De conformidad con la jurisprudencia 58/2006 emitida por esta Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación

CONTRADICCIÓN DE TESIS 317/2010. ENTRE LAS SUSTENTADAS POR EL


PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL CUARTO CIRCUITO Y
EL CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL SEGUNDO
CIRCUITO.

“ACCIÓN PENAL. EL DENUNCIANTE QUE NO TIENE EL CARÁCTER DE


VÍCTIMA U OFENDIDO, NI DEMUESTRA QUE SUFRIÓ UN DAÑO FÍSICO, UNA
PÉRDIDA FINANCIERA O EL MENOSCABO DE SUS DERECHOS FUNDAMENTALES,
NO TIENE INTERÉS JURÍDICO PARA PROMOVER JUICIO DE AMPARO INDIRECTO
CONTRA LA DETERMINACIÓN QUE CONFIRMA EL NO EJERCICIO DE LA ACCIÓN
PENAL DICTADO POR EL MINISTERIO PÚBLICO. De conformidad con la
jurisprudencia 58/2006 emitida por esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, tienen legitimación activa para interponer amparo por el no ejercicio de la
acción penal o el desistimiento de ésta, todas aquellas personas que hayan sufrido un daño
físico, una pérdida financiera o el menoscabo de sus derechos fundamentales, como
consecuencia de acciones u omisiones tipificadas como delitos. Por tanto, en el supuesto
de que una persona que, como denunciante, sólo dio noticia de la comisión de un delito a
la autoridad correspondiente, pero no concurren en él las calidades de víctima u ofendido
del hecho considerado delictivo y no demuestra que sufrió un daño físico, una pérdida
financiera o el menoscabo de sus derechos fundamentales, no cuenta con interés jurídico
para promover el juicio de amparo indirecto en contra de la determinación que confirma
el no ejercicio de la acción penal dictado por el Ministerio Público.”

ANÁLISIS

En México, el amparo indirecto es el que se promueve ante los jueces de Distrito y


no directamente ante la Suprema Corte de Justicia o ante los Tribunales Colegiados de
Circuito.

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Se diferencia del amparo directo en que éste se promueve ante la Corte o ante los
Tribunales Colegiados de Circuito.

En la jurisprudencia citada, menciona que la persona que solo es denunciante de un


hecho delictivo y que este no haya sufrido daño alguno, ya sea físico, financiero o
menoscabo de sus derechos fundamentales, no cuenta con interés jurídico para promover el
juicio de amparo indirecto en contra de la determinación que tome el ministerio publico
respecto del no ejercicio de la acción penal, por lo que estamos a favor de esta resolución,
dado que al constituirse el denunciante no afectado en contra de una resolución emitida por
el poder judicial que no le concierne, obstaculizaría la labor judicial, acrecentándola. Esto
no impide que se haga un cuestionamiento de la labor judicial, por lo que podrá
interponerse una demanda de amparo por la vulneración de derechos fundamentales del que
cuestione una sentencia o de ser el caso, un tercero ajeno al proceso que advierta de la
ineficacia de la labor judicial, podrá constituirse como amicus curiae en la demanda
presentada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, frente a la vulneración
de algún derecho por el presenciado y que dicha denuncia que no encontró justicia al
interior de un estado.

17
IV. Conclusiones

PRIMERA: el termino acción en el proceso tiene una concepción abstracta, pues tan solo es
pedir la tutela jurisdiccional ante el órgano competente, esta acción se concretiza en la
pretensión, ya sea en lo civil o penal; así mismo, en el punto del marco teórico también
pretendemos denotar las concepciones tanto de la escuela francesa como la italiana, donde
la ven de la siguiente forma “como un derecho subjetivo del individuo como ciudadano —
adviértase su formulación como derecho abstracto y cívico”, entre tantas otras definiciones.

SEGUNDA: La suspensión de la prescripción de la acción penal, no solamente se da con la


formalización de la investigación preparatoria, sino que también puede darse con la
interposición de una acusación directa, dado que ambas representan comunicaciones
directas con el juez penal. Y la forma correcta como debe interpretarse la palabra
suspensión del curso de la acción penal, es que se refiriere solamente en un intervalo que no
se computa; cesada la causa de la suspensión, se cuenta el tiempo anterior a ella. Y no que
se inicie el conteo del tiempo desde cero.

TECERA: Que si bien en el derecho penal peruano se ha optado por la denominación de


causales de extinción de la acción penal (y no como las causales de la extinción de la
responsabilidad penal como lo señala Saldarriaga o causales de la extinción de la
responsabilidad criminal como lo señala Bustos Ramírez), es así que tanto en el Código
Penal de 1924 (Título XV del Libro Primero) como en el de 1991 (Título V del Libro
Primero) el legislador nacional se ha referido a la extinción de la acción penal y de la pena
y que sólo en el Código Penal de 1863 el legislador no organizó estas causales bajo una
denominación común.

CUARTA: En los diversos ordenamientos penales, podemos advertir que se diferencia


tanto el ejercicio público (en los casos que corresponde al órgano persecutor ejercer de
oficio, o cualquier persona ya sea por acción popular o cualquier funcionario público o
servidor) así como privado (en cuyos casos corresponde accionar directamente al ofendido
del delito), siendo en el caso de la acción penal publica, el carácter público, siendo también
es indivisible, obligatorio, irrevocable e indisponible y en el caso de la acción privada, es

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voluntaria, renunciable, relativa, teniéndose en cuenta en ambos casos la relevancia
respecto a la afectación de el agraviado, víctima y el grado de peligrosidad que pueda
representar los diversos tipos de acciones en la sociedad, asimismo se admite el ejercicio
semipúblico de la acción penal, en los casos que se requiera la previa instancia del
directamente ofendido por el delito.

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V. Sugerencias

PRIMERA: Se considera menester ampliar la doctrina de este tema, pues la que se


encuentra es rica en conceptos mas es de autores ya del siglo pasado, y ahora en la
actualidad no es muy tratado por los juristas, ya sea por diferentes motivos, como la
aceptación de la antigua doctrina o por la poca intención de debatir respecto al tema, no
quitando el merito a los juristas que ya realizaron dicho trabajo.

SEGUNDA: se estima pertinente la modificación del artículo 339 inciso 1 que indica
únicamente a la formalización de la investigación como causal de prescripción de la acción
penal, sin embargo, según la casación N.º 66-2018, la interposición de la acusación directa
puede también suspender la acción penal, lo cual muchas veces se omite por el principio de
legalidad.

TERCERA: Es necesario encontrarle la denominación correcta a esta figura ya que lo que


realmente busca esta figura (en opinión propia) es extinguir la persecución penal (ius
punendi del Estado) mas no la acción penal en sí, ya que ¿cómo se podría extinguir la
acción penal? (como hecho), entonces lo único que busca determinar esta figura es la
responsabilidad penal (o la relación jurídico procesal o material según la óptica de
Cornejo), pero mas no la extinción de la acción penal tal y como lo determina el artículo 78
de nuestro Código Penal Vigente.

CUARTA: Hay un tema recurrente respecto a las sentencias que hemos podido advertir, es
sobre la prescripción de la acción penal, si bien es cierto el poner el conocimiento de la
conducta delictiva al órgano competente, estas no deberían acumularse o estancarse debido
a la falta de acceso o de proporcionar información a los fiscales o encubrimiento o
cualquier caso de obstaculización, o la falta de capacitación o excesiva carga procesal,
debería aperturarse mayores plazas fiscales y llevar un programa de cumplimiento de
objetivos y metas que sea efectivo bajo supervisión, asimismo debería de implementar y
dotar de un ambiente laboral que garantice un adecuado desempeño en la actividad fiscal,
ya que de esta primera actividad, dependerá el éxito de la investigación y acceso a la
justicia.

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VI. Referencias bibliografia

Savigny, Friedrich Carl von (1879): Sistema del derecho romano actual (Traducc. Jacinto
Mesía y Manuel Poley, Madrid, F. Góngora y Cía.) Tomo IV.

Von Tuhr, Andreas (1998): Derecho civil. Teoría general del derecho civil alemán
(Traducc. Madrid, Tito Ravá, Marcial Pons) Tomo I.

González Linares, Nerio (2003): Ensayos de derecho procesal (Cusco, IPIJ) 205 p

(2009b): Objeto y estructura del derecho procesal”, Revista de Derecho Procesal: pp. 539 -
592.

Suprema Corte de Justicia de la Nacion. Semanario Judicial de la Federacion y su Gaceta.


Primera Sala. Tomo XXXIII, Junio de 2011, Pagina 6. Extraído de:
https://sjf.scjn.gob.mx/sjfsist/paginas/DetalleGeneralScroll.aspx?
id=22891&Clase=DetalleTesisEjecutorias

Requerimiento de inaplicabilidad presentado por Patricio Rodrigo Meneses Farías respecto


del artículo 230, inciso primero, del Código Procesal Penal, en la causa RIT N° 179-2005,
RUC N° 0510001570-08, del Juzgado de Garantía de San Fernando. Extraido de:
https://www.tribunalconstitucional.cl/expediente

PRADO SALDARRIAGA, VÍCTOR. Causales de extinción de la acción penal y de la ejecución de la


pena. DIALNET. Lima.

GACETA JURIDICA. CODIGO PENAL EN SU JURISPRUDENCIA. Extraido de :


https://es.scribd.com/document/345107631/Codigo-Penal-en-Su-Jurisprudencia-doc?
fbclid=IwAR3j7_RCbQy4fWQe9QpJG6yBe_CgSW23xB7bFv7eC2nwFw1FbK8sxMdKLhI

https://laley.pe/art/5030/corte-suprema-reitera-los-limites-en-el-computo-del-plazo-de-la-
prescripcion-de-la-accion-penal

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