Está en la página 1de 7

GUSTAVO GUTIÉRREZ

LA TEOLOGÍA LATINOAMERICANA Y CARIBEÑA.


TRAYECTORIA Y PERSPECTIVAS

En esta conferencia, presentada en el Congreso Continental de Teo-


logía en 2012 con motivo de los 50 años del comienzo del concilio Va-
ticano II y los 40 de la teología de la liberación, el autor expone algu-
nos de los elementos esenciales de la trayectoria de esta teología. Re-
cuerda la centralidad y vigencia de la pregunta: ¿cómo decir al pobre
e “insignificante” que Dios lo ama? Y reivindica el papel de la teolo-
gía de la liberación ante los retos más importantes a los que se en-
frenta la fe en este momento.

Páginas 38 (2013) 14-29.

DOS PROCESOS CONVERGENTES

Hacia la década del 60 se di- pueblos. Esa situación empezó a


bujan con nitidez dos aconteci- modificarse, germinal pero visi-
mientos que resultaron decisivos blemente, hace unas décadas, y no
para la reflexión teológica latinoa- solo entre nosotros, también a es-
mericana y caribeña. cala mundial.
A mediados de la década del
50, se viven en el continente fuer-
La irrupción del pobre
tes tensiones sociales y se inicia
una desbordante inmigración a las
Los pobres han sido (lo son to- ciudades. Un conjunto de reclamos
davía) los grandes ausentes de la exigiendo cambios, el surgimien-
escena histórica de la humanidad, to de organizaciones que comba-
anónimos durante sus vidas, tam- ten por los derechos de los secto-
bién lo son después de la muerte. res pobres de la población, las
Salvo esporádicos casos, parecen reivindicaciones de los pueblos au-
pasar por la existencia sin dejar tóctonos del continente… Estos
huella. Sus sufrimientos, su mar- pueblos, que en su día fueron des-
ginación, como también sus valo- pojados de sus tierras y expulsa-
res culturales, sueños y alegrías, dos de su tiempo, comenzaron a
los hicieron tomar no las grandes tener un lugar significativo en el
avenidas, sino las vías laterales, ámbito político y a hacerse presen-
las trochas rurales y los callejones tes, movidos por sus valores cul-
sin salida de la vida de nuestros turales y religiosos, en la defensa
208  
del medio ambiente. También la breza es una situación inhumana
población afrodescendiente empe- e injusta de rostros diversos. Es un
zó a hacer oír su voz a través de hecho complejo que no se limita a
reclamos y de la afirmación de sus su vertiente económica, por im-
derechos. A esto se añade el justo portante que sea. Es también au-
rechazo de la mujer a la situación sencia del reconocimiento de su
de marginación y maltrato de que dignidad humana y de su condi-
son víctimas y en defensa de su ción de hijas e hijos de Dios, sea
dignidad como seres humanos. Y, por razones económicas, raciales,
en nuestros días, apoyada en anti- de género, culturales, religiosas u
guas raíces, se ha hecho urgente otras.
la reivindicación de campesinos
De otro lado, la pobreza tiene
sin tierras, muchos de ellos de ori-
causas. No es una fatalidad, es una
gen indígena.
condición; no es un infortunio, es
Este movimiento, que llama- una injusticia. Es el resultado de
mos la “irrupción del pobre”, con estructuras sociales y categorías
todos los logros y frustraciones, mentales y está ligada al modo en
mantiene su vigor y está tomando que se ha construido la sociedad
sendas variadas. Es un movimien- en sus diversas manifestaciones.
to que se expresa en formas diver- Su abolición se halla también en
sas, como dice Mario Benedetti en nuestras manos y es una obliga-
su poema: “El sur también existe”. ción intentar eliminar lo que da
lugar a ese estado de cosas.
Esta presencia es un fenómeno
de alcance internacional y conti- La pobreza y la opresión lan-
nental, pero se da igualmente en zan un cuestionamiento radical y
el interior de cada una de nuestras global a la conciencia humana, y
naciones, porque en ellas hay tam- a la manera de vivir y de aproxi-
bién un “sur” olvidado y maltra- marse a la fe cristiana, que ve en
tado que busca hacerse oír. Un el rechazo al amor al otro -en el
“sur” que se encuentra, asimismo, pecado- la raíz última de la pobre-
en las minorías de los países del za y la deshumanización.
hemisferio norte que han apresu-
rado el paso de sus demandas y
derechos debido a la ineluctable El acontecimiento conciliar y
realidad de la migración. Con to- la perspectiva de la Iglesia de
do, la “irrupción del pobre” no só- los pobres
lo comporta reclamos y sufri-
mientos, sino también sencillas
Desde América Latina es legí-
alegrías y esperanzas, y expresio-
timo entender por acontecimiento
nes culturales y religiosas de amor
conciliar el conjunto de tres ele-
a la vida.
mentos: Juan XXIII y sus inter-
Destaquemos dos notas. La po- venciones en los dos años previos
La teología latinoamericana y caribeña. Trayectoria y perspectivas   209
a la apertura del concilio; los do- Evangelio” (n. 4). Se trata de uno
cumentos conciliares elaborados; de los puntos más importantes del
y, finalmente, la conferencia epis- acontecimiento conciliar y de re-
copal de Medellín. Algunos pun- verberaciones mayores en la teo-
tos del acontecimiento que desea- logía de la liberación y, sobre to-
ría destacar son los siguientes: do, en las conferencias episcopales
latinoamericanas, empezando por
1) Un mes antes de la apertura
Medellín. El discernimiento de los
del concilio, Juan XXIII recordó
signos de los tiempos abre a la va-
el estrecho lazo entre el mensaje
loración de la historia humana y
evangélico y la pobreza en el mun-
entronca con la encarnación del
do, lo planteó como un tema para
Hijo de Dios que revela en la his-
ser debatido en la asamblea con-
toria el amor de Dios por el géne-
ciliar, abriendo una pista decisiva
ro humano. Desde un principio,
y fecunda al hablar de la “Iglesia
quedó claro que los acontecimien-
de los pobres”. El papel de los po-
tos históricos a discernir no son
bres acentúa la dimensión libera-
solo los positivos sino también los
dora del mensaje evangélico y
opuestos a los valores del Reino
constituye una llamada a la justi-
(como la pobreza en tanto que si-
cia y a la fraternidad. El enuncia-
tuación inhumana).
do del Papa fue significativo, y aún
hoy suena novedoso: “frente a los 3) El concilio ahondó y dio im-
países subdesarrollados, la Iglesia pulso al movimiento bíblico que,
es y quiere ser la Iglesia de todos, desde el inicio del siglo XX, venía
y particularmente la Iglesia de los afirmando la importancia de la Es-
pobres”. Sin embargo, este asunto critura en la vida de la Iglesia y en
no tuvo un papel relevante en los la de cada cristiano. La constitu-
textos conciliares, pese al empeño ción Dei Verbum fue clave en este
de un buen número de obispos y proceso y, gracias a ello, la lectu-
teólogos firmemente comprometi- ra de la Biblia tiene hoy una pre-
dos con el tema. sencia de la que carecía en siglos
anteriores. Vigencia aún insufi-
2) Inspirándose en Mateo, Juan
ciente, pero activa en la vida coti-
XXIII lanzó otra pista fecunda pa-
diana de los cristianos y muy in-
ra la vida de la Iglesia y para la re-
fluyente en la reflexión teológica
flexión teológica. Debemos -de-
que intentamos en América Lati-
cía- estar atentos a la historia
na y el Caribe.
“haciendo nuestra la recomenda-
ción de Jesús de saber distinguir 4) La noción de pueblo de
«los signos de los tiempos»” (Mt Dios, introducida en la constitu-
16, 2-3). La Gaudium et spes pro- ción Lumen Gentium, subraya la
fundizó el tema en estos términos: idea de la Iglesia como un pueblo
“es deber permanente de la Iglesia fundamentalmente de iguales, que
escrutar a fondo los signos de la camina tras los pasos de Jesús, sig-
época e interpretarlos a la luz del no y sacramento del Reino. En el
210  Gustavo Gutiérrez
contexto histórico, social y ecle- lio, carta de legitimidad y un no-
sial de nuestro continente, hablar table impulso. Tanto en el mismo
de pueblo de Dios, sin omitir otras concilio como en Medellín, parti-
denominaciones, es motivador, ciparon activamente un buen nú-
significativo y tiene una resonan- mero de representantes de diferen-
cia profética. tes iglesias cristianas. Lo mismo
5) También el movimiento ecu- sucedió en Puebla, Santo Domin-
ménico alcanzó, gracias al conci- go y Aparecida.

¿CÓMO DECIR AL POBRE E “INSIGNIFICANTE”


QUE DIOS LO AMA?

El momento y las condiciones La reflexión teológica que he-


de la irrupción del pobre nos die- mos hecho en América Latina y el
ron una nueva percepción de lo in- Caribe busca responder a una pre-
justa e indigna que es la pobreza, gunta que podemos formular de
conduciendo a la solidaridad de varias maneras: ¿cómo decir al po-
numerosos cristianos con los in- bre que Dios lo ama, cuando su vi-
significantes y marginados, movi- da de marginación y olvido parece
dos por su fe en el testimonio de negar esa afirmación? ¿Cómo re-
Jesús. A ese enfoque contribuyó conocer el don gratuito de su amor
grandemente la intuición de Juan y de su justicia desde el sufrimien-
XXIII acerca de la Iglesia de los to del inocente? ¿Con qué lengua-
pobres, así como el mensaje del je decirles que son hijas e hijos de
Vaticano II. Así maduró una visión un Dios Padre y Madre?
teológica que hizo tomar una nue-
va conciencia de la estrecha rela- Son cuestiones fontales de una
ción del reino de Dios y la justicia hondura y amplitud que superan
y que, en consecuencia, colocó la nuestra capacidad de dar una res-
cuestión del pobre real en el cora- puesta plena, pero que están ante
zón mismo de la fe en Cristo. La nosotros. Sin pretensiones, pero
teología de la liberación parte de con convicción y fe, debemos en-
ese encuentro que revela la contra- frentarlas indagando en su mensa-
dicción, en la práctica, entre un je y en su puesta en práctica. Nues-
mundo que se dice cristiano pero tras palabras y obras y la solidari-
que tiene a una gran parte de su dad con los que sufren injusticia y
población viviendo en la pobreza olvido es la mejor respuesta que
y la injusticia. podemos dar. A eso apunta la teo-
logía surgida entre nosotros. “La
fe opera por la caridad”, sigue di-
Una pregunta radical ciendo Pablo.

La teología latinoamericana y caribeña. Trayectoria y perspectivas   211


Rasgos de esta perspectiva espiritualidad”. Ser discípulo es,
teológica precisamente, insertarse en la
práctica de Jesús. Una espirituali-
1) El mundo de los pobres es el dad que, en numerosos casos, lle-
mundo de la insignificancia social. va el “signo martirial”, como decía
Es el universo de quienes por ra- Óscar Romero. Éste fue su propio
zones económicas, de cultura, de caso y el de muchos que buscaron
género, de raza o de religión, y de ser solidarios con los marginados
otras diversas discriminaciones, e insignificantes.
apenas sí logran hacer oír su ver- 3) La Buena Nueva proclama-
dadera voz incluso en la Iglesia. La da por Jesús es una palabra profé-
sola condición de vida de los po- tica que proclama el amor de Dios
bres es ya una interpelación al por toda persona y de modo prio-
mensaje de la Biblia, que sostiene ritario por los insignificantes y
que el ser humano está hecho a oprimidos. El compromiso por la
“imagen y semejanza de Dios”, y justicia no agota el contenido de la
que el respeto por la dignidad del evangelización, pero tampoco se
ser humano es el requisito indis- encuentra solo en sus umbrales. Se
pensable de la convivencia social. trata de un componente fundamen-
Por ello, teológicamente podemos tal de la Buena Nueva y de la pre-
afirmar que la pobreza es la nega- sencia del Reino. Esta perspectiva
ción del don de la vida que expre- evita tanto empobrecedoras sepa-
sa en la creación la voluntad del raciones como eventuales confu-
Dios amor, y por ello interpela a la siones.
vivencia e inteligencia de la fe.
4) La reflexión teológica hecha
2) El seguimiento de Jesús (se- en América Latina se presenta,
gún Rm 8,4: “caminar según el es- desde sus primeros pasos y en
píritu”) es la clave de bóveda de cuanto a lo fundamental, como
todo discurso sobre la fe, su eje una obra comunitaria y ecuméni-
vertebrador y su mordiente. Por es- ca. Es el resultado de la experien-
to la espiritualidad está implicada cia y la elaboración de muchos
en la opción y solidaridad con los cristianos y de numerosos movi-
socialmente insignificantes, la con- mientos y comunidades eclesiales,
dición de discípulo nutre el com- compartida en frecuentes reunio-
promiso con el pobre, le da raíces nes desde mediados de la década
profundas y lo invita a la creativi- del 60. Esta teología nació ecumé-
dad. De ahí que, en primer lugar, nica. Este hecho ha marcado su
la teología de la liberación se pre- trayectoria, al encontrarnos situa-
senta como “una reflexión sobre la dos ante una misma realidad his-
práctica a la luz de la fe” y como tórica, en la que asumimos la so-
un “acto segundo”; y, en segundo lidaridad con los empobrecidos de
lugar, sostenemos que “nuestra nuestros países.
metodología teológica es nuestra
212  Gustavo Gutiérrez
RETOS Y PERSPECTIVAS

Los esfuerzos de inteligencia de bién en un criterio para discernir


la fe se encuentran estrechamente la fidelidad al mensaje cristiano.
ligados a las preguntas que vienen
de la vida y de los retos que con-
fronta la comunidad cristiana en su La modernidad
testimonio del Reino. Así la teolo-
gía se vincula al momento históri-
co y al mundo cultural en el que Hoy en día, buena parte de la
surgen esas preguntas. Apuntemos humanidad vive bajo los principios
algunas notas de los retos que la fe y pautas de comportamiento de la
cristiana y el anuncio del evange- modernidad, situación acelerada
lio experimentan en la actualidad: por el hecho que llamamos globa-
lización o mundialización. Por ra-
zones históricas, la mentalidad
La pobreza en el mundo moderna es muy crítica con la pre-
sencia histórica de las Iglesias cris-
tianas, en particular la católica. El
De la pobreza y de la diversi- Vaticano II fue un jalón relevante
dad de situaciones de insignifican- en el proceso de diálogo entre teo-
cia social ya hemos hablado en es- logía y modernidad, pero el diálo-
tas páginas. A esta diversidad go sigue y las cuestiones plantea-
corresponde la actual diversidad das son muchas y diversas: la vida
de líneas teológicas que hoy tene- cotidiana, el individualismo, la se-
mos. Son distintos modos de res- cularización, las libertades moder-
ponder teológicamente a la margi- nas, la filosofía, las ciencias, la
nación, el maltrato y la opresión bioética, la moral sexual, el indi-
–realidades que niegan la condi- vidualismo, la vida política, el neo-
ción de quienes padecen esas situa- liberalismo económico y muchas
ciones. El diálogo, la complemen- otras expresiones del llamado “es-
tación y hasta las correcciones tado adulto de la humanidad”
mutuas entre esos variados acentos (Kant). En este diálogo, la teología
nos ayudan a hacer más honda, au- que propugna una opción preferen-
téntica y eficiente la solidaridad cial por los pobres tiene una pala-
con los últimos de la sociedad, que bra que decir.
deben ser siempre respetados en su
condición de agentes de su destino.
No obstante, la condición del po- Pluralidad de religiones
bre no solo es un reto para la fe. Su
importancia en la Biblia, su estre-
cho lazo con el testimonio del Rei- La existencia de algunos miles
no, hacen que el comportamiento de millones de seres humanos que
hacia los pobres se convierta tam- encuentran en diversas religiones
La teología latinoamericana y caribeña. Trayectoria y perspectivas   213
su relación con Dios, con un Ab- cara a la diversidad y a los núcleos
soluto, o con un profundo sentido centrales de las grandes religiones
de sus vidas, desafía a la teología de la humanidad. La cuestión
cristiana en sus puntos centrales. apunta al significado del misterio
El asunto más delicado, teológica- de la encarnación.
mente hablando, gira en torno al
tema de la unicidad y universali- En relación a religiones que
dad del papel mediador de Jesús y congregan un menor número de
cómo entenderlo en relación con personas (en África, en América
esta problemática. Esto conduce a Latina y el Caribe, Oceanía), y que
profundizar el aserto de la fe que han estado poco presentes en el
se expresa en la fórmula: Jesús es diálogo interreligioso, aquí tam-
el Cristo, el Hijo de Dios. Lo que bién debe dar su contribución una
está en debate es comprender la teología que pone el acento en la
singularidad del cristianismo de liberación del pobre.

CONCLUSIÓN

Si hubiera que encontrar una Dios” (Monseñor Romero). A eso


fórmula breve para hablar de la conduce la práctica de la opción
teología hecha en Latinoamérica y preferencial por el pobre.
el Caribe podríamos decir que es
La teología es una hermenéu-
una reflexión que llama a vivir una
tica de la esperanza. Al dar razón
bienaventuranza inspirada en el
de ella (cf., 1Pe 3,5) estamos ha-
evangelio de Mateo; y que en for-
ciendo teología. La esperanza es
ma de arco va de “dichosos los po-
un don, una gracia: acoger ese don
bres de espíritu” (Mt 5,3) hasta
llama a forjar motivos para espe-
“porque cuanto hicieron por mis
rar. Esperar no es aguardar, supo-
hermanas y hermanos más peque-
ne una acción, una creación. Se
ños, a mí me lo hicieron” (Mt
trata de dar razón del amor de
25,40), de ellos es el Reino de los
Dios. Desde su perspectiva, Wal-
cielos (Mt 5,3). Los pobres de es-
ter Benjamin decía que la utopía
píritu son los que ponen su vida en
de un mundo justo y fraterno vie-
manos de Dios y, en consecuencia,
ne más de la compasión por el su-
viven la solidaridad con los pobres
frimiento de tantos que de la segu-
reales y salen de su camino -como
ridad del futuro. Esa compasión es
el samaritano- para atender a una
una poderosa razón para crear en
persona en necesidad, sea quien
la historia motivos de esperanza.
fuere. Eso son, y deben ser, los dis-
A eso estamos llamados.
cípulos. “Cerca del pobre, cerca de

Condensó: SANTI TORRES, S.J.

214  Gustavo Gutiérrez

También podría gustarte