En esta conferencia, presentada en el Congreso Continental de Teo-
logía en 2012 con motivo de los 50 años del comienzo del concilio Va- ticano II y los 40 de la teología de la liberación, el autor expone algu- nos de los elementos esenciales de la trayectoria de esta teología. Re- cuerda la centralidad y vigencia de la pregunta: ¿cómo decir al pobre e “insignificante” que Dios lo ama? Y reivindica el papel de la teolo- gía de la liberación ante los retos más importantes a los que se en- frenta la fe en este momento.
Páginas 38 (2013) 14-29.
DOS PROCESOS CONVERGENTES
Hacia la década del 60 se di- pueblos. Esa situación empezó a
bujan con nitidez dos aconteci- modificarse, germinal pero visi- mientos que resultaron decisivos blemente, hace unas décadas, y no para la reflexión teológica latinoa- solo entre nosotros, también a es- mericana y caribeña. cala mundial. A mediados de la década del 50, se viven en el continente fuer- La irrupción del pobre tes tensiones sociales y se inicia una desbordante inmigración a las Los pobres han sido (lo son to- ciudades. Un conjunto de reclamos davía) los grandes ausentes de la exigiendo cambios, el surgimien- escena histórica de la humanidad, to de organizaciones que comba- anónimos durante sus vidas, tam- ten por los derechos de los secto- bién lo son después de la muerte. res pobres de la población, las Salvo esporádicos casos, parecen reivindicaciones de los pueblos au- pasar por la existencia sin dejar tóctonos del continente… Estos huella. Sus sufrimientos, su mar- pueblos, que en su día fueron des- ginación, como también sus valo- pojados de sus tierras y expulsa- res culturales, sueños y alegrías, dos de su tiempo, comenzaron a los hicieron tomar no las grandes tener un lugar significativo en el avenidas, sino las vías laterales, ámbito político y a hacerse presen- las trochas rurales y los callejones tes, movidos por sus valores cul- sin salida de la vida de nuestros turales y religiosos, en la defensa 208 del medio ambiente. También la breza es una situación inhumana población afrodescendiente empe- e injusta de rostros diversos. Es un zó a hacer oír su voz a través de hecho complejo que no se limita a reclamos y de la afirmación de sus su vertiente económica, por im- derechos. A esto se añade el justo portante que sea. Es también au- rechazo de la mujer a la situación sencia del reconocimiento de su de marginación y maltrato de que dignidad humana y de su condi- son víctimas y en defensa de su ción de hijas e hijos de Dios, sea dignidad como seres humanos. Y, por razones económicas, raciales, en nuestros días, apoyada en anti- de género, culturales, religiosas u guas raíces, se ha hecho urgente otras. la reivindicación de campesinos De otro lado, la pobreza tiene sin tierras, muchos de ellos de ori- causas. No es una fatalidad, es una gen indígena. condición; no es un infortunio, es Este movimiento, que llama- una injusticia. Es el resultado de mos la “irrupción del pobre”, con estructuras sociales y categorías todos los logros y frustraciones, mentales y está ligada al modo en mantiene su vigor y está tomando que se ha construido la sociedad sendas variadas. Es un movimien- en sus diversas manifestaciones. to que se expresa en formas diver- Su abolición se halla también en sas, como dice Mario Benedetti en nuestras manos y es una obliga- su poema: “El sur también existe”. ción intentar eliminar lo que da lugar a ese estado de cosas. Esta presencia es un fenómeno de alcance internacional y conti- La pobreza y la opresión lan- nental, pero se da igualmente en zan un cuestionamiento radical y el interior de cada una de nuestras global a la conciencia humana, y naciones, porque en ellas hay tam- a la manera de vivir y de aproxi- bién un “sur” olvidado y maltra- marse a la fe cristiana, que ve en tado que busca hacerse oír. Un el rechazo al amor al otro -en el “sur” que se encuentra, asimismo, pecado- la raíz última de la pobre- en las minorías de los países del za y la deshumanización. hemisferio norte que han apresu- rado el paso de sus demandas y derechos debido a la ineluctable El acontecimiento conciliar y realidad de la migración. Con to- la perspectiva de la Iglesia de do, la “irrupción del pobre” no só- los pobres lo comporta reclamos y sufri- mientos, sino también sencillas Desde América Latina es legí- alegrías y esperanzas, y expresio- timo entender por acontecimiento nes culturales y religiosas de amor conciliar el conjunto de tres ele- a la vida. mentos: Juan XXIII y sus inter- Destaquemos dos notas. La po- venciones en los dos años previos La teología latinoamericana y caribeña. Trayectoria y perspectivas 209 a la apertura del concilio; los do- Evangelio” (n. 4). Se trata de uno cumentos conciliares elaborados; de los puntos más importantes del y, finalmente, la conferencia epis- acontecimiento conciliar y de re- copal de Medellín. Algunos pun- verberaciones mayores en la teo- tos del acontecimiento que desea- logía de la liberación y, sobre to- ría destacar son los siguientes: do, en las conferencias episcopales latinoamericanas, empezando por 1) Un mes antes de la apertura Medellín. El discernimiento de los del concilio, Juan XXIII recordó signos de los tiempos abre a la va- el estrecho lazo entre el mensaje loración de la historia humana y evangélico y la pobreza en el mun- entronca con la encarnación del do, lo planteó como un tema para Hijo de Dios que revela en la his- ser debatido en la asamblea con- toria el amor de Dios por el géne- ciliar, abriendo una pista decisiva ro humano. Desde un principio, y fecunda al hablar de la “Iglesia quedó claro que los acontecimien- de los pobres”. El papel de los po- tos históricos a discernir no son bres acentúa la dimensión libera- solo los positivos sino también los dora del mensaje evangélico y opuestos a los valores del Reino constituye una llamada a la justi- (como la pobreza en tanto que si- cia y a la fraternidad. El enuncia- tuación inhumana). do del Papa fue significativo, y aún hoy suena novedoso: “frente a los 3) El concilio ahondó y dio im- países subdesarrollados, la Iglesia pulso al movimiento bíblico que, es y quiere ser la Iglesia de todos, desde el inicio del siglo XX, venía y particularmente la Iglesia de los afirmando la importancia de la Es- pobres”. Sin embargo, este asunto critura en la vida de la Iglesia y en no tuvo un papel relevante en los la de cada cristiano. La constitu- textos conciliares, pese al empeño ción Dei Verbum fue clave en este de un buen número de obispos y proceso y, gracias a ello, la lectu- teólogos firmemente comprometi- ra de la Biblia tiene hoy una pre- dos con el tema. sencia de la que carecía en siglos anteriores. Vigencia aún insufi- 2) Inspirándose en Mateo, Juan ciente, pero activa en la vida coti- XXIII lanzó otra pista fecunda pa- diana de los cristianos y muy in- ra la vida de la Iglesia y para la re- fluyente en la reflexión teológica flexión teológica. Debemos -de- que intentamos en América Lati- cía- estar atentos a la historia na y el Caribe. “haciendo nuestra la recomenda- ción de Jesús de saber distinguir 4) La noción de pueblo de «los signos de los tiempos»” (Mt Dios, introducida en la constitu- 16, 2-3). La Gaudium et spes pro- ción Lumen Gentium, subraya la fundizó el tema en estos términos: idea de la Iglesia como un pueblo “es deber permanente de la Iglesia fundamentalmente de iguales, que escrutar a fondo los signos de la camina tras los pasos de Jesús, sig- época e interpretarlos a la luz del no y sacramento del Reino. En el 210 Gustavo Gutiérrez contexto histórico, social y ecle- lio, carta de legitimidad y un no- sial de nuestro continente, hablar table impulso. Tanto en el mismo de pueblo de Dios, sin omitir otras concilio como en Medellín, parti- denominaciones, es motivador, ciparon activamente un buen nú- significativo y tiene una resonan- mero de representantes de diferen- cia profética. tes iglesias cristianas. Lo mismo 5) También el movimiento ecu- sucedió en Puebla, Santo Domin- ménico alcanzó, gracias al conci- go y Aparecida.
¿CÓMO DECIR AL POBRE E “INSIGNIFICANTE”
QUE DIOS LO AMA?
El momento y las condiciones La reflexión teológica que he-
de la irrupción del pobre nos die- mos hecho en América Latina y el ron una nueva percepción de lo in- Caribe busca responder a una pre- justa e indigna que es la pobreza, gunta que podemos formular de conduciendo a la solidaridad de varias maneras: ¿cómo decir al po- numerosos cristianos con los in- bre que Dios lo ama, cuando su vi- significantes y marginados, movi- da de marginación y olvido parece dos por su fe en el testimonio de negar esa afirmación? ¿Cómo re- Jesús. A ese enfoque contribuyó conocer el don gratuito de su amor grandemente la intuición de Juan y de su justicia desde el sufrimien- XXIII acerca de la Iglesia de los to del inocente? ¿Con qué lengua- pobres, así como el mensaje del je decirles que son hijas e hijos de Vaticano II. Así maduró una visión un Dios Padre y Madre? teológica que hizo tomar una nue- va conciencia de la estrecha rela- Son cuestiones fontales de una ción del reino de Dios y la justicia hondura y amplitud que superan y que, en consecuencia, colocó la nuestra capacidad de dar una res- cuestión del pobre real en el cora- puesta plena, pero que están ante zón mismo de la fe en Cristo. La nosotros. Sin pretensiones, pero teología de la liberación parte de con convicción y fe, debemos en- ese encuentro que revela la contra- frentarlas indagando en su mensa- dicción, en la práctica, entre un je y en su puesta en práctica. Nues- mundo que se dice cristiano pero tras palabras y obras y la solidari- que tiene a una gran parte de su dad con los que sufren injusticia y población viviendo en la pobreza olvido es la mejor respuesta que y la injusticia. podemos dar. A eso apunta la teo- logía surgida entre nosotros. “La fe opera por la caridad”, sigue di- Una pregunta radical ciendo Pablo.
La teología latinoamericana y caribeña. Trayectoria y perspectivas 211
Rasgos de esta perspectiva espiritualidad”. Ser discípulo es, teológica precisamente, insertarse en la práctica de Jesús. Una espirituali- 1) El mundo de los pobres es el dad que, en numerosos casos, lle- mundo de la insignificancia social. va el “signo martirial”, como decía Es el universo de quienes por ra- Óscar Romero. Éste fue su propio zones económicas, de cultura, de caso y el de muchos que buscaron género, de raza o de religión, y de ser solidarios con los marginados otras diversas discriminaciones, e insignificantes. apenas sí logran hacer oír su ver- 3) La Buena Nueva proclama- dadera voz incluso en la Iglesia. La da por Jesús es una palabra profé- sola condición de vida de los po- tica que proclama el amor de Dios bres es ya una interpelación al por toda persona y de modo prio- mensaje de la Biblia, que sostiene ritario por los insignificantes y que el ser humano está hecho a oprimidos. El compromiso por la “imagen y semejanza de Dios”, y justicia no agota el contenido de la que el respeto por la dignidad del evangelización, pero tampoco se ser humano es el requisito indis- encuentra solo en sus umbrales. Se pensable de la convivencia social. trata de un componente fundamen- Por ello, teológicamente podemos tal de la Buena Nueva y de la pre- afirmar que la pobreza es la nega- sencia del Reino. Esta perspectiva ción del don de la vida que expre- evita tanto empobrecedoras sepa- sa en la creación la voluntad del raciones como eventuales confu- Dios amor, y por ello interpela a la siones. vivencia e inteligencia de la fe. 4) La reflexión teológica hecha 2) El seguimiento de Jesús (se- en América Latina se presenta, gún Rm 8,4: “caminar según el es- desde sus primeros pasos y en píritu”) es la clave de bóveda de cuanto a lo fundamental, como todo discurso sobre la fe, su eje una obra comunitaria y ecuméni- vertebrador y su mordiente. Por es- ca. Es el resultado de la experien- to la espiritualidad está implicada cia y la elaboración de muchos en la opción y solidaridad con los cristianos y de numerosos movi- socialmente insignificantes, la con- mientos y comunidades eclesiales, dición de discípulo nutre el com- compartida en frecuentes reunio- promiso con el pobre, le da raíces nes desde mediados de la década profundas y lo invita a la creativi- del 60. Esta teología nació ecumé- dad. De ahí que, en primer lugar, nica. Este hecho ha marcado su la teología de la liberación se pre- trayectoria, al encontrarnos situa- senta como “una reflexión sobre la dos ante una misma realidad his- práctica a la luz de la fe” y como tórica, en la que asumimos la so- un “acto segundo”; y, en segundo lidaridad con los empobrecidos de lugar, sostenemos que “nuestra nuestros países. metodología teológica es nuestra 212 Gustavo Gutiérrez RETOS Y PERSPECTIVAS
Los esfuerzos de inteligencia de bién en un criterio para discernir
la fe se encuentran estrechamente la fidelidad al mensaje cristiano. ligados a las preguntas que vienen de la vida y de los retos que con- fronta la comunidad cristiana en su La modernidad testimonio del Reino. Así la teolo- gía se vincula al momento históri- co y al mundo cultural en el que Hoy en día, buena parte de la surgen esas preguntas. Apuntemos humanidad vive bajo los principios algunas notas de los retos que la fe y pautas de comportamiento de la cristiana y el anuncio del evange- modernidad, situación acelerada lio experimentan en la actualidad: por el hecho que llamamos globa- lización o mundialización. Por ra- zones históricas, la mentalidad La pobreza en el mundo moderna es muy crítica con la pre- sencia histórica de las Iglesias cris- tianas, en particular la católica. El De la pobreza y de la diversi- Vaticano II fue un jalón relevante dad de situaciones de insignifican- en el proceso de diálogo entre teo- cia social ya hemos hablado en es- logía y modernidad, pero el diálo- tas páginas. A esta diversidad go sigue y las cuestiones plantea- corresponde la actual diversidad das son muchas y diversas: la vida de líneas teológicas que hoy tene- cotidiana, el individualismo, la se- mos. Son distintos modos de res- cularización, las libertades moder- ponder teológicamente a la margi- nas, la filosofía, las ciencias, la nación, el maltrato y la opresión bioética, la moral sexual, el indi- –realidades que niegan la condi- vidualismo, la vida política, el neo- ción de quienes padecen esas situa- liberalismo económico y muchas ciones. El diálogo, la complemen- otras expresiones del llamado “es- tación y hasta las correcciones tado adulto de la humanidad” mutuas entre esos variados acentos (Kant). En este diálogo, la teología nos ayudan a hacer más honda, au- que propugna una opción preferen- téntica y eficiente la solidaridad cial por los pobres tiene una pala- con los últimos de la sociedad, que bra que decir. deben ser siempre respetados en su condición de agentes de su destino. No obstante, la condición del po- Pluralidad de religiones bre no solo es un reto para la fe. Su importancia en la Biblia, su estre- cho lazo con el testimonio del Rei- La existencia de algunos miles no, hacen que el comportamiento de millones de seres humanos que hacia los pobres se convierta tam- encuentran en diversas religiones La teología latinoamericana y caribeña. Trayectoria y perspectivas 213 su relación con Dios, con un Ab- cara a la diversidad y a los núcleos soluto, o con un profundo sentido centrales de las grandes religiones de sus vidas, desafía a la teología de la humanidad. La cuestión cristiana en sus puntos centrales. apunta al significado del misterio El asunto más delicado, teológica- de la encarnación. mente hablando, gira en torno al tema de la unicidad y universali- En relación a religiones que dad del papel mediador de Jesús y congregan un menor número de cómo entenderlo en relación con personas (en África, en América esta problemática. Esto conduce a Latina y el Caribe, Oceanía), y que profundizar el aserto de la fe que han estado poco presentes en el se expresa en la fórmula: Jesús es diálogo interreligioso, aquí tam- el Cristo, el Hijo de Dios. Lo que bién debe dar su contribución una está en debate es comprender la teología que pone el acento en la singularidad del cristianismo de liberación del pobre.
CONCLUSIÓN
Si hubiera que encontrar una Dios” (Monseñor Romero). A eso
fórmula breve para hablar de la conduce la práctica de la opción teología hecha en Latinoamérica y preferencial por el pobre. el Caribe podríamos decir que es La teología es una hermenéu- una reflexión que llama a vivir una tica de la esperanza. Al dar razón bienaventuranza inspirada en el de ella (cf., 1Pe 3,5) estamos ha- evangelio de Mateo; y que en for- ciendo teología. La esperanza es ma de arco va de “dichosos los po- un don, una gracia: acoger ese don bres de espíritu” (Mt 5,3) hasta llama a forjar motivos para espe- “porque cuanto hicieron por mis rar. Esperar no es aguardar, supo- hermanas y hermanos más peque- ne una acción, una creación. Se ños, a mí me lo hicieron” (Mt trata de dar razón del amor de 25,40), de ellos es el Reino de los Dios. Desde su perspectiva, Wal- cielos (Mt 5,3). Los pobres de es- ter Benjamin decía que la utopía píritu son los que ponen su vida en de un mundo justo y fraterno vie- manos de Dios y, en consecuencia, ne más de la compasión por el su- viven la solidaridad con los pobres frimiento de tantos que de la segu- reales y salen de su camino -como ridad del futuro. Esa compasión es el samaritano- para atender a una una poderosa razón para crear en persona en necesidad, sea quien la historia motivos de esperanza. fuere. Eso son, y deben ser, los dis- A eso estamos llamados. cípulos. “Cerca del pobre, cerca de