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I.- DEFINICIÓN:
EMPODERAR
Empoderar es hacer poderosa o fuerte a una mujer o al grupo social femenino desfavorecido.
DEFINICION
Doctrina y movimiento social que pide para la mujer el reconocimiento de unas capacidades y
unos derechos que tradicionalmente han estado reservados para los hombres.
Cuando nació esta corriente se luchaba por una equidad laboral, tanto en oportunidades, trato y
salario a los de un hombre; el derecho al voto o la posibilidad de elegir un oficio diferente a las
tareas del hogar y acceder a la educación universitaria; de igual manera, la lucha contra la
violencia a la mujer que ha logrado importantes avances.
FEMINIDAD VS FEMINISMO
El feminismo, de acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española (RAE) se entiende como el
principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre, mientras que la feminidad se refiere a
lo perteneciente o relativo a la mujer.
La primera ola se extiende desde la Revolución Francesa hasta mitad del siglo XIX.
Surge en contraposición a la deriva de exclusión que estaba tomando la Revolución. Las mujeres, a
pesar del gran protagonismo que adquirieron en el proceso revolucionario (véase como ejemplo el
asalto de las pescaderas de París al palacio de Versalles), fueron totalmente excluidas en las
conquistas revolucionarias.
Las demandas principales bajo este periodo fueron el acceso a la educación, inspirado
principalmente por Mary Wollstonecraft, y el sufragio femenino.
Este periodo ocupa desde mediados del siglo XIX hasta mediados del XX, esta ola también es
llamada como sufragismo.
El documento principal que inspira esta fase es La declaración de Sentimientos, suscrito por
hombres y mujeres, y surgido en la convención de Seneca Falls. En él, se denunciaban las
desigualdades sociales entre hombres y mujeres.
En este periodo se consigue el sufragio femenino. Nueva Zelanda es el primer país que lo aprueba,
en 1893. Posteriormente, le siguen países como Estados Unidos y Reino Unido. En España, por
ejemplo, hubo que esperar hasta la Segunda República para ver efectivo este derecho; y ello, de la
mano de feministas como Clara Campoamor.
Además, durante esta época, y con la explosión de las dos guerras mundiales, las mujeres tuvieron
que ocupar numerosos puestos de trabajo que hubieran sido propios de hombres, esto también
ayudó en ese proceso de emancipación.
La tercera ola feminista se sitúa en los años sesenta del siglo XX, teniendo como punto de partida
dos obras muy importantes: La mística de la femineidad y el segundo sexo, de Betty Friedan y
Simone de Beauvoir, respectivamente.
El feminismo ha sido, como movimiento social, una de las manifestaciones históricas más
significativas de la lucha emprendida por las mujeres para conseguir sus derechos. Aunque la
movilización a favor del voto, es decir, el sufragismo, haya sido uno de sus ejes más importantes,
no puede equipararse sufragismo y feminismo. Este último tiene una base reivindicativa muy
amplia que, a veces, contempla el voto, pero que, en otras ocasiones, también exige demandas
sociales como la eliminación de la discriminación civil para las mujeres casadas o el acceso a la
educación, al trabajo remunerado.
FILOSOFIA
POSTULADOS
El feminismo es un movimiento político y social, una teoría política y una perspectiva filosófica que
postula el «principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre». El feminismo lucha por el
reconocimiento de las mujeres como sujetos humanos y sujetos de derecho y sostiene que ningún
ser humano debe ser .
El feminismo, como movimiento que busca la equidad de género, ha degenerado en grupos con
ideologías extremistas conocido como “Feminazismo”, siendo producto de una deformación social
adoptada por hombres y mujeres.
La libertad sexual ha sido y sigue siendo uno de los principales reclamos de la lucha feminista. Los
continuos casos de violaciones y otros ataques contra la libertad sexual de mujeres en todo el
mundo mantienen la necesidad de los reclamos por una igualdad entre hombres y mujeres,
también en el aspecto sexual.
Numerosas agrupaciones feministas y ONGs piden que, para abordar de manera integral la
violencia sexual, el consentimiento se ponga en el centro de la ley. Según Amnistía Internacional,
cualquier acto de naturaleza sexual no consentido o que condicione el libre desarrollo de la vida
sexual en cualquier ámbito público o privado debe considerarse violencia sexual y no abuso sexual.
Este último es considerado un delito menor , hecho que ha originado múltiples y multitudinarias
protestas en las calles debido a su controversia.
La teoría política feminista abarca un amplio abanico de enfoques. Se superpone con áreas
relacionadas, incluyendo la jurisprudencia feminista/ la teoría feminista legal; filosofía política
feminista; la investigación empírica en ciencias políticas; y métodos feministas de investigación
para su uso en la ciencia política. Los especialistas señalan que, al igual que en la mayoría de
teorías feministas, esta "demuestra la forma en que la política, entendida como las relaciones de
poder, está presente en nuestra vida cotidiana," por lo que uno podríamos "describir la teoría
feminista en su conjunto como una especie de filosofía política".1 Lo que con frecuencia distingue
a la teoría política feminista del feminismo en términos generales, es el examen específico del
estado y su papel en la reproducción o la corrección de la desigualdad de género.1 Además de ser
amplio y multidisciplinario, el campo es relativamente nuevo y se encuentra todavía en expansión;
la Stanford Encyclopedia of Philosophy explica que "la filosofía política feminista sirve como un
campo para el desarrollo de nuevos ideales, prácticas y justificaciones de cómo las instituciones y
prácticas políticas deben organizarse y ser reconstruidas.
Cuando nació esta corriente se luchaba por una equidad laboral, tanto en oportunidades, trato y
salario a los de un hombre; el derecho al voto o la posibilidad de elegir un oficio diferente a las
tareas del hogar y acceder a la educación universitaria; de igual manera, la lucha contra la
violencia a la mujer que ha logrado importantes avances.
Las redes sociales son un instrumento valioso para educar; sin embargo, se han convertido en
palestra de opiniones superficiales y radicales que están llevando a que nuestros hijos tengan una
concepción errada de lo que es ser varón, mientras el hecho de ser mujeres nos hace impunes.
Feminismo significa buscar igualdad de oportunidades, no ser oportunista; significa tener derechos
y obligaciones equitativas, no valernos de nuestra condición de mujer para manipular y degenerar
esta emblemática lucha. Lo que necesitamos es una trasformación social. El empoderamiento de
la mujer, no requiere la degradación del hombre, nuestra capacidad, educación y destrezas son los
únicos caminos que nos pueden llevar a alcanzar equidad, una educación incluyente y tolerante.
No nos convirtamos en lo que estamos tratando de erradicar. Los términos de igualdad se están
pervirtiendo a favor de la superioridad de la mujer y la discriminación del hombre.