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Generalidades

Semiología. —(onueov, signo; Aoyoc, trata- Status praesens. Es la descripción y el diag-


do) o semiótica. Es el capítulo de la patología nóstico del estado del enfermo, cuando por pri-
general que se ocupa del estudio de los signos y mera vez le ve el autordela historia clínica.
síntomas de las enfermedades, y de sus conse-
cuencias. Catamnesis. Es el conjunto de datos que
pueden suministrarse de un enfermo una vez
Signos. Son manifestaciones objetivas, físi- concluido su estudio y tratamiento.
cas (exantemas, dilatación cardíaca, modificacio-
nes del pulso, etc.) o químicas (albuminuria, hi-
perglucemia) que se reconocen al examinar al MW EXPLORACIÓN
enfermo.
Para ser completa (a capite ad calcem, decían
Síntomas. Son los trastornos subjetivos los clásicos), la exploración de los enfermos
(molestias, dolor, etc.) que el paciente experi- debe ser ordenada y seguir un orden lógico.
menta y el médico no suele percibir o le es difícil Comprende:
comprobar, y a cuyo conocimiento llega sobre
todo por medio del interrogatorio. 1. Interrogatorio o anamnesis.
2. Inspección.
Sindrome. Es la serie de signos y síntomas
que existen en un momento dado y definen un a) Somática general. Actitud, facies, piel, esta-
estado morboso, por ejemplo, síndrome esofági- do de nutrición, hábito corporal (biotipo morfo-
co, cerebeloso, de Millard-Gubler. Todos ellos se lógico), talla y otros datos biométricos, marcha,
encuentran entrelazados genética, etiológica o movimientos, etc.
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

patogénicamente. b) Somática local. Tórax, abdomen, etc.

Signo patognomónico o patognóstico. Palpación. Superficial, profunda.


NATA

Es aquel que demuestra de una manera absoluta Mensuración. Hiper e hipoplasias.


la existencia de una enfermedad. Percusión. Torácica, abdominal.
Auscultación. Torácica, cardíaca.
Semiotecnía o propedéutica clínica. Es el Métodos complementarios.
conjunto ordenado de métodos y procedimientos
de que se vale el clínico para obtener los sínto- a) Analítica:
mas y signos y con ellos elaborar el diagnóstico.
— Hematológicos. Morfología y número de
Diagnóstico. Consiste en la identificación los elementos hemáticos, mielograma, etc.
de una enfermedad para deducir su pronóstico e — Químico-plasmáticos. Proteínas, calcemia,
indicación terapéutica. etcétera.
2 Semiología médica y técnica exploratoria

— Serológicos y bacteriológicos. Hemoculti- terrogatorio vale más que diez horas de explo-
vos, urocultivos, desviaciones del complemen- ración». «Apenas hay omisión que suela vengar-
to, etc. se más amargamente que un interrogatorio in-
suficiente del enfermo» (Krehl). Está en lo cierto
b) Radiología. Radioscopias y radiografías, Padilla cuando dice: «La anamnesis es la base
ecografía, TAC, etc. fundamental e insustituible del diagnóstico. Es
c) Endoscopias. Laringoscopia, broncoscopia, la parte del examen clínico a la que nunca se
gastroscopia, colonoscopia, cistoscopia, etc. debe escatimar tiempo y la que exige mayor
d) Histología. Biopsias, frotis. ciencia y experiencia del médico». «Cuanto más
e) Sondajes y cateterismos. Gástrico, vesical. sabe el facultativo tanto más datos le proporcio-
f) Punciones. Ascitis, pleural, abscesos, etc. na la anamnesis de sus enfermos y tanto más
g) Pruebas cutáneas. Punturas, escoriaciones, puede apreciar su extraordinaria importancia»
etcétera. (Siebeck). «Quien se dedique al estudio de la
anamnesis con, digámoslo así, cierto entusias-
Una vez obtenidos todos los datos, y proce- mo deportivo, llevando siempre la dirección de
diendo concriterio clínico, elaboramos un juicio sus diálogos con el enfermo con fino tacto y
diagnóstico. «Qui bene diagnoscit, bene curat», afir- sentido clínico, llegará a ser el mejor de los mé-
maba Leube y puede suscribirse hoy. dicos», dice Von Bergmann.
Unaexploración clínica concienzuda y deteni- La relación entre médico y enfermo se desa-
da, además de suministrarnmos más datos útiles rrolla como un acto cerrado en el espacio y en el
para el diagnóstico (pues es norma general jamás tiempo. Es un coloquio singular, un diálogo entre
desmentida: «Cuanto más cuidadosa es la explo- dos únicos personajes. Comienza por una conli-
ración, tanto más signos se obtienen» [Hánell], y dencia, por una confesión, prosigue con un exa-
«Busca hechos y tendrás ideas» [Kant]), aumenta men y finaliza en la prescripción de un tratamien-
nuestro prestigio y autoridad ante el enfermo, to, El clínico, por consiguiente, no debe tener al
quien ansía ser bien atendido y curado. Es pre- enfermo como puro objeto de estudio o de inves-
ceptivo compartir el pensamiento de Riesmann: tigación, y adoptar ante él una postura factual,
«El enfermo debe salir del consultorio con la sen- fría y desapasionada; debe considerarlo sujeto de
sación de que el examen ha sido el más completo pasión, paciente que sufre y ante el cual, el prácti-
que jamás le hicieron». El práctico debe poner co se siente como persona, espiritualmente vincu-
todo su empeño en dominar la técnica explorato- lado. Es la convivencia cordial de dos almas, de
ria. Pascal decía: «La mayor parte de los errores dos personas.
de los médicos proviene no de malos raciocinios
basados en hechos bien estudiados, sino de ra-
ciocinios bien establecidos basados en hechos Características que intervienen
mal observados». De igual manera se expresa en la presencia del paciente
Babinski: «Sans erreur de semiologie, il ny auratt en la consulta médica
presque jamais d'erreur de diagnostic» («Sin error se-
miológico, casi nunca habrá errores de diagnósti- El hecho de asistir el paciente a la consulta
co.»). solo (teniendo parientes) o acompañado, depen-
de de varios factores:

E INTERROGATORIO 1. fndole de la dolencia. Enfermedades venéreas;


psíquicas (neuróticos obsesivos y de situación,
Es el primer acto médico que conduceal diag- así como los esquizofrénicos en su comienzo,in-
nóstico. Se basa en el contacto interpersonal, cluso a veces, con nombrefalso).
protagonizado por el enfermo que sufre y por el 2. Costumbre de cada país. En que cada cón-
médico en quien aquél confía, y al que acude yuge conserva sus bienes separados y en que la
para que cure O alivie sus dolencias. Todos los enfermedad pertenece sólo al paciente. Patriarca-
prácticos destacan su valor clínico. do o matriarcado.
La frase de que «Una buena anamnesis repre- 3. Fortaleza de los lazos familiares. En el medio
senta la mitad del diagnóstico» (Komer) es casi rural, donde el sentido de clan pesa tanto, suelen
siempre exacta. Sterch afirma por su parte: asistir con el enfermo todos sus parientes próxi-
«Para el diagnóstico, una hora de cuidadoso in- mos.
Generalidades 3

En ocasiones, el acompañante manifiesta su la sintonización afectiva indispensable para que


antagonismo latente, corrigiendo continuamente la relación del médico con el enfermo sea fructí-
cuanto aquél expone. Tras una discusión, a me- fera. Es de muy mal efecto reiterar preguntas ya
nudo áspera, y en la cual el médico se mantiene contestadas, por cuando esto significa falta de
al margen, el enfermo dice: «Bueno, me callaré», atención.
o bien: «O te callas o mecallo». A lo que replica 4. Al escuchar al enfermo hay que hacerlo sin
el acompañante: «No, no, habla. El que calla soy prisas, con detención. El tiempo que se emplea en
yo». ello nunca está perdido; por eso decía Marañón,
que el aparato que más había hecho progresar a
la medicina era la silla. Incluso en las afecciones
Directrices que condicionan de más clara organicidad y de tratamiento ma-
el interrogatorio nual evidente, hay que prestar atención a lo que
nos dice el enfermo. El médico ha de ser un buen
El interrogatorio debe llevarse de acuerdo con interrogador, pero también ha de saber ser un ex-
las siguientes directrices o dictados: traordinario oyente.
5. El médico se sentará frente al enfermo y escu-
1. Dejar que el enfermo exponga libremente sus chará su relato mirándole la cara, sin mostrar impa-
molestias. El médico sigue la exposición con los ciencia. Su interés ha de ser real, pero también ha
ojos y los oídos, valorando, entre otras cosas, las de hacerse aparente, visible. El enfermo ha de
anomalías de la voz (afonías) o del lenguaje (di- sentir que el médico concentra toda su atención
sartria, afasias); así como el nivel intelectual del en el relato de su proceso. Decía Jiménez Díaz
sujeto, cosa fácil atendiendo a su léxico y manera que antes de la inspección, la percusión y la aus-
de presentar la información de la enfermedad. La cultación, el médico ha de saber efectuar la «es-
riqueza mímica es abundante en los neuróticos y cuchación»; el médico debe saber escuchar, no
sujetos de tono vital alto (hipertiroideos), y muy oír.
pobre en los addisonianos, hipotiroideos, caquéc- Nada más fatal para la medicina de nuestros
ticos, etc. días que la conducta atropellada y el apremiante
2. Intervención del médico ante un paciente poco angor temporís con que se procede al interroga-
explícito. Cuando el enfermo se detiene por no sa- torio de tantos enfermos asistidos en los dis-
ber ya qué decir, interviene el médico (interroga- pensarios o policlínicas de los seguros sociales.
torio dirigido) con la finalidad de aclarar y com- Muchas veces, el médico de estos centros no
pletar lo expuesto, consultandolos datos aislados consigue olvidar el numeroso grupo de los que
que ha estado anotandoen la hoja clínica. aguardan turno en la antesala de su despacho, y
3. Escuchar con atención e impasibilidad benévo- entonces no dedica al interrogatorio del enfermo
la. Sobre todo ante las apreciaciones etiológicas y todo el tiempo que precisa, queriendo compen-
circunstancias extravagantes e imprecisas. «Saber sar la desorientación que de su estudio defectuo-
escuchar con bondad al que sufre, siempre un so nace, pidiendo infinidad de pruebas comple-
poco prolijo al referir los accidentes que experi- mentarias que tras un buen interrogatorio, la
menta, es, en parte, aliviarlo» (Cabanis). Guenau mayoría de las veces, se hubieran juzgado inne-
de Mussy decía del gran clínico francés Chomel, cesarias. Lamentable es el comentario que Jimé-
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

que bastaba oírlo interrogar y escuchar a sus en- nez Díaz oyó decir a un médico de cierta noto-
fermos, para comprender la confianza que inspi- riedad: «Hoy me han visto cuarenta enfermos».
raba. Nadie quizá como Siebeck enseñaba a sus De todos modos, es aplicable a muchos médicos
alumnos a ser hombres de paciencia y a escuchar de hoy endía.
sosegadamente el relato de las molestias de sus Nada hay más deprimente para el paciente
enfermos. Por el contrario, si el paciente se da que comprobar que el médico no le presta la de-
cuenta de que nuestra atención está ausente y bida atención en lo que másle atañe.
ocupada en otros menesteres, como hojear pape- El no saberestar siempre en su lugar de mane-
les de la mesa, acudir a las llamadas telefónicas ra debida explica el hecho tan conocido de que
(más frecuentes ciertamente en las horas de con- médicos muy doctos no tienen ni los éxitos ni el
sulta, por cuanto los que nos buscan saben que renombre de otros que, con menos preparación,
es el momento en que pueden encontrarnos con pero más humanos, logran éxitos profesionales
seguridad), dar órdenes a la enfermera, etc., pier- muy superiores a los que podría esperarse de sus
de la confianza, el interés se retrae y nose llega a conocimientos. Recordemos la contestación de
4 Semiología médica y técnica exploratoria

E. Schweninger al príncipe Otto von Bismarck, sobre el estado de sus principales funciones, e in-
canciller alemán, cliente suyo, que rehuyó darle terrogarlo sobre el apetito, peso, sueño, dolores,
la información pedida porfalta de tiempo, orde- fuerza muscular, micción, defecación, disnea de
nando a aquél que prosiguiera su exploración sin esfuerzo, tos, hemorragias, edemas y fiebre, sin
preguntarle más cosas: «Vuecencia debería con- olvidar preguntar a las mujeres si tuvieron un
sultar con un veterinario, porque éste no pregun- aborto reciente y el mes de la última regla (¡em-
ta nada a sus enfermos». barazos confundidos con tumores abdominales o
6. Hacer las preguntas con orden lógico y llaneza en presuntas vírgenes!).
de lenguaje. Esta condición está impuesta por lo 8. Decir al paciente la verdad o se le dice una
cerrado del tecnicismo médico; vale más pregun- verdad a medias. Decidir si el enfermo tiene o no
tar por la «boca del estómago» que por el epigas- derecho a conocer la verdad absoluta sobre su si-
trio, por el «bocado de Adán» que porel cartílago tuación es un problema que ha sido abordado
cricoides, etc. Se harán pausas entre las preguntas desde varios puntos de vista (filosófico, moral, ju-
para que el enfermo pueda contestarlas con tran- rídico, médico y simplemente humano) sin haber
quilidad y sin que se vea abrumado por el interro- sido posible fijar de forma absoluta la conducta
gatorio, y con una prudente indeterminación que seguir. Entre las dos posturas extremas, decir
cuando nos referimos a sensaciones. En lugar de siempre la verdad o no decirla nunca, hay toda
decir: «Lo que usted siente, »es como punzadas?», una serie de matices con los que la actuación del
diremos: «sA qué se parece el dolor que tienet». médico puede ir paulatinamente sugiriendo la
En el primer caso, puede el enfermo contestar que verdad, sin suprimir del todo la esperanza. Se
sí, no siendo cierto el hecho; en el segundo, lo puede, así, respetar el derecho del enfermo a co-
que conteste será siempre lo más aproximadoa la nocer la realidad de su estado, y se cumple el de-
verdad, precisamente porque le hemos puesto, ber moral de no proporcionarle de forma adicio-
merced a nuestra indeterminación, en la necesi- nal a sus sufrimientos el que para la mayoría
dad de formary emitir juicio propio. supone enfrentarse con la idea de un fin próximo.
7. Siempre que sea posible, las anamnesis deben Por supuesto que la verdad desnuda, salvo en
ir animadas de una orientación o intención diagnóstica, casos de individuos de excepcional entereza, no
omitiendo detalles sin sustancia. Procede evitar que se puede comunicar de sopetón; hay que ir crean-
los enfermos, al referirnos sus molestias, nos do poco a poco el clima adecuado para que sea el
cuenten sólo, y con infinidad de detalles, lo que propio enfermo el que llegue a conocer su situa-
les dijo don Fulano o don Mengano,las terapéu- ción.
ticas inútiles que han efectuado, o bien sólo nos En una amplísima encuesta de Pemberton en-
hablen de lo que creen padecer, o se pierdan con- tre desahuciados por cáncer, la mayoría sabían
tándonos afecciones de parientes o amigos que por propia deducción que morirían pronto, y tras
creen afines a la propia, actitud que, en ocasio- haber tenido entre tres y diez «cambios de im-
nes, se empeñan en mantener bajo el pretexto presiones» con su médico aceptaban plenamente
de que nos están contando algo muy importante su situación. Los problernas surgen cuando el
que puede tener relación con sus trastornos, cáncer que se logró ocultar es «descubierto» por
cuando, en realidad, es casi siempre una labor el propio enfermo, entonces sí que se producen
dispersiva del diagnóstico. Entre estos enfermos, reacciones violentas.
suelen contarse muchos ansiosos que acuden a la Resulta, pues, evidente que el enfermo quiere
consulta con la clásica cartilla u hoja anotada, en todo momento conocer su estado real, y que
que repasan constantemente, para no olvidar de- la perfecta información no sólo es necesaria para
talles que ellos creen decisivos. A estos pacien- que conserve hasta el final su estimación porel
tes, sin brusquedades, y tras haberles dejado ha- médico, sino para llevarlo al convencimiento de
blar un rato (el suficiente para poder entablar el que sólo con su cooperación puede tener éxito
indispensable contacto afectivo entre médico y un tratamiento, con el que no se pretende otra
enfermo), es necesario orientarles de inmediato cosa que ahorrarle sufrimientos.
el interrogatorio, dirigiéndolo sistemáticamente a La beligerancia que concedemos al paciente
descubrir los grandes síndromes o enfermedades depende de su edad, estado de lucidez (si es pre-
orgánicas y nunca considerarlos, desde un prin- ciso acudimos [anamnesis extraña] a los parien-
cipio, simples neuróticos intrascendentes. Para tes o allegados), carácter (abierto, hermético, des-
conseguirlo, sobre todo si el enfermo es pocoin- confiado, irascible), índole de su dolencia (no es
teligente o distraído, es fundamental preguntarle conveniente una conversación larga con enfer-
Generalidades 5

mos con hemoptisis, hematemesis o agotados 10. El interrogatorio debe continuar durante el
por una larga y grave enfermedad; el dolor inten- examen físico (interrogatorio visceral). Durante la
so produce incapacidad para la concentración exploración física las manipulacines semiológicas
mental), sensibilidad (el cuadro clínico que nos permiten indagar y/o ampliar ciertos datos (do-
presenta una enfermedad depende, en gran parte, lor, náuseas, limitaciones de la movilidad articu-
de la sensibilidad del paciente; los sujetos hiper- lar, etc.) que no habían sido aportados en la
sensibles suelen exagerar sus molestias, que no anamnesis.
rara vez corresponden a causas mínimas; en los
hiposensibles, por el contrario, no es raro obser-
var lesiones orgánicas sorprendentemente bien M HISTORIA CLÍNICA
toleradas), inútil decir que la anamnesis es muy POR APARTADOS
pobre en lus casos de insensibilidad congénita al
dolor, y sospecha de mala fe?.
9. El médico debe dar siempre sensación de segu- FILIACIÓN Y ANTECEDENTES
ridad. Ha de permanecer impasible, con la cara INDIVIDUALES
inescrutable, procurando que no trasluzca el pe-
simismo ni revele en sus facciones nada que pue- Nombre y apellidos. Etiquetan la historia
da alarmar al enfermo. La duda, la incertidum- clínica. Es útil añadir la dirección y número de te-
bre, el temor, la impresión de gravedad han de léfono. Orientan sobre la nacionalidad y grupo
permanecer ocultas e indescifrables para los que étnico.
le rodean. Si da a entender que vacila o duda,
deja inquietos al enfermoy allegados. Grupo étnico? Es conocida la incidencia
racial de algunas enfermedades. Según Cuatrefa-
ges: «Cada raza tiene sus características patoló-
'Libmann ha ideado una prueba (prueba del dolor provoca-
do) útil para formarse un criterio sobre la sensibilidad general gicas de la misma manera que presenta sus pe-
del paciente. Con el pulgar de la mano derecha se presiona el culiares rasgos físicos». Insistiremos sobre el
borde anterior de la apófisis mastoides, en dirección hacia la particular al ocuparnos en la exploración de los
estiloides. Se oprime una rama del nervio auricular mayor.
distintos sistemas o aparatos.
Según el grado de reacción dolorosa, se dividen las perso-
nas en:
1. Sensibles, Acusan dolor moderado, pero no lo manifies-
tan físicamente. ?El manifiesto constante que, según las latitudes, presentan
2. Hipersensibles. Dolor vivo acompañado de señales de su- ciertos caracteres físicos en el hombre (color de piel, facciones,
frimiento físico. La mayoría (80-90 %) de los habitantes de las talla, índices cefálico y nasal, etc.) ha servido a los antropólogos
grandes ciudades pertenecen a éste grupo. para caracterizar las razas, es así como se distinguen las razas
3. Hiposensibles. No perciben molestia alguna. En éstos, blanca, amarilla, roja o cobriza y negra. Fueron los etnólogos los
las afecciones dolorosas adquieren escaso relieve; pertenecen a primeros en descubrir la insuficiencia de los caracteres diferen-
este grupo el 20 % de las personas. Libmann y Da Silva en- ciales puramente físicos para establecer una clasificación de los
cuentran altos porcentajes en los indios americanos (80 %), xa- grupos humanos, recurriendo a otros criterios de selección, en-
vantes (estado de Matto-Grosso [Brasil]) y araucanos. tre ellos el lenguaje, una mismacultura, un origen común, deter-
minado grupo sanguíneo, etc. El nombre de grupo étnico es
Sin llegar a casos extremos, recordaremos el de Cayo Mu- dado a este conjunto, diferente de la raza o grupo físico.
cío Escévola, que al fallar en su intento de apuñalar al tirano Los antropólogos se han interesado por descubrir la forma
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

etrusco Porcena(siglo vi a. de J.C.) dejó quemar su manodies- en que surgieron a partir de un troncoinicial las diferencias en-
tra en un brasero; o la apendicectomía sin anestesia que Gaus- tre los grupos humanos y cómose transformaron en caracteres
sen realizó en el faquir Ivon Yva (23/5/1956, en Burdeos) en la distintivos de poblaciones determinadas. Se ha prestado aten-
que éste últimorelataba lo que sentía. ción a dos factores, los dependientes del medio físico («el hom
Es evidente que el estado de ánimo cuenta frente al dolor. bre criatura del medio ambiente»), y genéticos, por selección de
Gurfinkel recuerda que la mentira es utilizada por los enfer variantes nuevas producidas por mutación, selección y deriva
mos como una forma de fraude exteriorizado mediante el len-
genética.
guaje; hay exageración al presentar con mayor intensidad y au- Acaso convenga una definición de estos últimos términos:
mentar los síntomas clínicos de una enfermedad preexistente;
hay pretexto al referir una sintomatología procurando demostrar 1. Mutación. Modificación repentina y transmisible del
su incompatibilidad con determinadas funciones; la imitación patrimonio hereditario. Generalmente, de un solo gen fpoint
consiste en que el presunto enfermo imita a otro en sus actitu- mutation) pero también se refiere al cambio de estructura de los
des, aparentando una enfermedad que no tiene; cuando no cromosomas. Es una alteración química de unatripleta.
consigue ejecutar una cosa a semejanza de otra, pero finge ha- 2. Selección natural. Transformación de las especies a tra-
cerlo, hay simulación, cuando se oculta al examen somático una vés de la selección de las más perfectas.
afección verdadera que perturba las funciones biológicas hay 3. Deriva genética Cambio por azar de la frecuencia de ge-
disimulación. Para aclarar todas estas situaciones es fundamental nes, no lógica ni estadística en poblaciones pequeñas y ais-
una prolija anamnesis y una meditada interpretación. ladas.
6 Semiología médica y técnica exploratoria

Edad. Anotaremos la real o cronológica y, muchas veces, el convivir con un cónyuge de


entre paréntesis, la aparente. Cotejando am- carácter e impulso sexual distintos, tiene que
bas, nos daremos cuenta de si el sujeto lleva ser considerado una institución beneficiosa
bien los años o está envejecido. Existe una evi- (pero cuyas ventajas exigen algunos sacrificios;
dente relación cronológica entre la mayoría impide a veces el logro de las aspiraciones per-
de las enfermedades y los diferentes períodos de sonales y limita la libertad individual) por cuan-
la vida, los cuales, a su vez, imprimen a aqué- to cumple ciertas necesidades fundamentales,
llas un curso evolutivo distinto; recuérdese, como amor, compañía, perpetuación en los hi-
por ejemplo, el mejor pronóstico de las enfer- jos, necesidades económicas y emocionales, de-
medades exantemáticas, glomerulonefritis agu- sarrollo de la personalidad y relativa satisfac-
da, hepatitis vírica y neumonía y, por otro ción sexual. El matrimonio ideal estimula en
lado, el curso acelerado de los procesos malig- cada componente el interés por los dernás y un
nos y leucemias en la infancia y adolescencia sentimiento de importancia con respecto al res-
en relación con las edades adulta y senil. to de la comunidad. La longevidad es uno de los
Como regla general, en la que caben muchas aspectos que interviene de una manera mucho
excepciones, diremos que en la infancia y ado- más intensa en la evolución de la felicidad con-
lescencia predominan las enfermedades agudas yugal. Hacerse mayores juntos plantea, con fre-
inflamatorias (exantemáticas, glomerulonefritis cuencia y de manera dramática, el problema de
agudas, hepatitis vírica, reumatismo poliarticu- la comunicación. Son muchas las parejas madu-
lar agudo, parotiditis epidémica, tuberculosis ras que permanecen unidas únicamente por la
pulmonar y de las serosas, etc.); en la adulta o fuerza de la costumbre.
viril, las metabólicas (diabetes, litiasis renal o Tanto el hombre como la mujer acaban vol-
biliar, etc.) y profesionales, y en la vejez, los viendo a su aislamiento. Es lo que Pequignot lla-
procesos vasculares, atróficos (craurosis, pruri- mó síndrome de Tolsloi. No es raro en ellos el há-
to senil) y tumorales malignos. bito y costumbre de manteñér por sistema,
ideas contrarias a las del otro cónyuge. Este
Sexo. En la mayoría de los países, los hom- modo de reacción tan frecuente como poco es-
bres viven menos que las mujeres. Como causas tudiado, «el espíritu de contradicción en los ma-
se citan la mayor incidencia de enfermedades y trimonios viejos», tiene consecuencias desastro-
taras hereditarias, forma de vida tensa, abuso de sas en todos los aspectos (familiar, social,
alcohol y tabaco y condiciones biológicas, si bien profesional) acentuando las crisis depresivas se-
es cierto que las mujeres enferman con más fre- niles,
cuencia también lo es que se recuperan con ma- En los matrimonios fracasados, lo lógico es el
yor rapidez. En el varón, son frecuentes los pro- divorcio o la separación. Conel divorcio o la se-
cesos coronarios, respiratorios, gástricos y paración, cabe la posibilidad de un nuevo ritmo
hepáticos crónicos. En las mujeres, privan los vital con todas sus consecuencias humanasy psi-
procesosbiliares, bocio, anemia hipocroma, po- cológicas.
liartritis crónica primaria, distonía neurovegetati- El principal problema de la mayoría de las
va e hipertensión esencial. La frecuencia delitia- viudas es la soledad y el desamparo. En las casa-
sis urinaria es triple en el varón. En lo que das sin ninguna formación profesional, les resul-
concierne a la pielitis y pielonefritis, el predomi- ta muy duro el encuentro con la realidad de la
nio del sexo varía según la edad; en la niñez exis- viudez con pocos medios. El traumaes vital e in-
te igual proporción en ambos sexos, desde los 15 tenso.
a los 50 años existe un claro predominio del sexo La mujer soltera propende a trastornos ansio-
femenino (vida sexual activa), posteriormente a sos si, por su carácter tímido y reservado, no
partir de los 50 años, la preponderancia es mas- sabe «vivir su vida».
culina, la mayoría de las veces por problemas
prostáticos. Ocupación. Enfermedades profesionales
son aquellas que se adquieren en el curso deltra-
Estado civil. El celibato, matrimonio, pa- bajo realizado por cuenta ajena; las lesiones, casi
reja, viudez y divorcio significan modos de vivir siempre de tipo traumático corporal, por el mis-
distintos, que cuentan en la génesis de muchos mo motivo son definidas por la ley como acci-
trastornos funcionales e incluso orgánicos. El dentes del trabajo. Hay algo de trágico y, en gra-
matrimonio, pese a la desventaja que significa, do sumo, de injusto, en que el hombre adquiera
Generalidades 7

una enfermedad o invalidez, e incluso la muerte, LUGAR DERESIDENCIA.


en el lugar de trabajo. HABITOS DE VIDA
Los ejemplos son numerosísimos y resultan
de la acción nociva de los agentes climáticos; de Se conoce de antiguo la acción biotrópica de
microtraumatismos repetidos; de contacto con los elementos físicos del mundo que nos rodea.
sustancias nocivas, radiactivas, alergénicas, O Al valorarlos, es preciso diferenciar los que se de-
todas ellas; de una excesiva tensión psíquica por ben al clima de aquéllos motivados por perturba-
exceso de competencia, responsabilidad o inse- ciones atmosféricas”.
guridad laboral; de ruidos continuos; de heridas; Ya es conocida la distribución geográfica de
de la alteración del ritmo circadiano (del latín ciertas enfermedades, como los focos endémi-
circa die) o diario, motivo del llamado síndrome cos bociógenos en algunas comarcas montañosas
de los husos horarios, propio del personal de las (Alpes, Pirineos, etc.) y algunas costeras (Nápo-
aeronaves que realizan vuelos transoceánicos”, les, Sicilia, Argelia, litoral de Noruega e Inglate-
etcétera. rra, bahías de Manila y St. Lawrence) o zonas del
La pérdida de empleo en las personas añosas, interior (lago Tchad, oasis del Sahara); hemo-
así como la jubilación, provoca grandes desazo- globinopatías (talasemia, favismo) en la cuenca
nes dentro del contexto individual, familiar, o mediterránea; paludismo, bilharciosis, disentería
ambos, muchas veces ligadas a problemas econó- amebiana, etc., en los países cálidos; tuberculo-
micos, y alecciones orgánicas (se reactivan las sis, brucelosis, turalemia y triquinosis entre los
preexistentes) en el individuo sujeto a esta margi- esquimales y lapones, etc.
nación. La práctica tan divulgada del doble em- A la peculiar textura de su suelo, se atribuye la
pleo (búsqueda de ingresos adicionales) agota al existencia de áreas o zonas nocivas. Las selenífe-
sujeto. ras de Haiderabad (el exceso de selenio del suelo y
agua) facilita la caries dental; las ricas en flúor, en
el Colorado (EE.UU.), Argelia y Marruecos (signos
dentarios y óseos); la vasta y rica zona agrícola y
ganadera de Córdoba (Argentina) con exceso de
3La Tierra está dividida, teóricamente, en 24 husos, limita- arsénico puro o arsenito disódico, causa de intoxi-
dos por meridianos que se unen en ambos polos y están sepa-
tados por 11? de longitud. Convencionalmente, se toma como
cación arsenical crónica (arsenicismo).
origen o «longitud cero» al meridiano que pasa por el observa-
torio de Greenwich, cerca de Londres. A cada huso correspon-
de una hora distinta; como la rotación terrestre es de oeste a
este, la hora de los husos sucesivos crece siguiendo esta misma “El clima de un lugar determinado de la superficie terrestre
dirección para disminuir en igual grado en la opuesta, este-oes- depende de varios factores, unos constantes, como latitud, re-
te. Si un vehículo se desplaza siguiendo un paralelo, o sca, per- lieve (altitud, orientación), suelo arenoso, arcilloso, de aluvión,
pendicularmente a los meridianos, debe ajustar su cronómetro etc., y otros variables, como temperatura, precipitaciones (Uu-
cada vez que cruza un huso horario. En un viaje largo, esto aca- via, nieve, rocío, niebla), nubosidad, presión atmosférica, ioni-
ba produciendo unconsiderable trastorno de adaptación a los zación, vientos, El clima, situación ambiental hasta cierto pun-
nuevos horarios locales, con la consiguiente disritmia sueño-vi- to estática, ejerce su acción biotrópica a través de factores
gilia, acompañada de una serie de alteraciones psicosomáticas telúricos, atmosféricos y cósmicos. Las acciones meteorológi-
traducidas por variaciones dela tensión arterial, astenia, insom- cas (influjos atmosféricos y cósmicos) son difíciles de conside-
nio nocturno con somnolencia diurna, dispepsias, trastornos de rar habida cuenta su caracter dinámico y complejidad de los
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conducta (irritabilidad, bradipsiquia, decisiones inadecuadas y elementos que los componen. Aunque cada uno de éstos, tem-
falta del sentido de responsabilidad). Además del número de peratura, grado de humedad o ionización, viento, etc., actúan
husos horarios cruzados, influye el sentido del vuelo, siendo como agentes biotropos, lo que se valora, en un momento
más nocivo el oeste-este (el de la rotación terrestre) que el este- dado, es su conjunto, y precisamente cuando actúan de modo
oeste. El «síndrome de los husos horarios» sólo se observa en acusado relativamente brusco, en ocasión de lo que en meteo-
los vuelos este-oeste y oeste-este; en un viaje norte-sur o sur- rología se denomina cambio de frente, bien sea éste frío o ca-
norte a lo largo del mismo meridiano sólo provoca la conocida liente y en las llamadas oclusiones. Cabe señalar que el mo-
fatiga de vuelo y la desadaptación al cambio climático, con mento de su traducción clínica no es durante la acción de estos
trastorno de vías respiratorias si se va hacia latitudes más frías elementos, sino en momentos previos, o sea, en las llamadas si-
y procesos digestivos, por exceso de ingesta de líquidos, si el tuaciones prefrontales, es decir, antes de que se enfrenten las
desplazamiento es hacia zonas más cálidas, masas de aire de características y procedencia distinta, de
Todo lo considerado, aunque en grado mucho menor, pue- modo que los efectos aparentan preceder a sus causas. De ahí
de aplicarse a los obreros que trabajan habitualmente de noche; que los individuos meteorosensibles (casi todos con inestabili
antes de acostumbrarse a ello pasan por una molesta fase de dad vegetativa congénita o adquirida) sean capaces de presa-
adaptación. Las horas ideales de sueño son las nocturnas. Si di- giar el tiempo y que sea precisamente en este momento cuan-
vidimos el día en tres períodos de unas ocho horas dedicadas a do aparecen trastornos o determinadas emergencias en ciertos
trabajo, ocio y sueño, no tiene importancia el orden en que se enfermos. Este fenómenose relaciona con la propagación ultra-
suceden; pero sí la tiene que el sueño sea nocturno. rrápida de ondas electromagnéticas e ionización del aire.
8 Semiología médica y técnica exploratoria

La polución del aire en las áreas urbanas (an- El edema agudo del pulmón por las grandes al-
hídrido sulfuroso + monóxido de carbono + óxi- titudes se observa tanto en los sujetos que ascien-
dos nitrosos y nítricos) facilita las bronconeumo- den por primera vez como en los andinos que des-
patías. Su acción nociva aumenta en las nieblas pués de permanecer algún tiempo en el llano
bajas (smog o brumazón) ya que éstas retienen retornana sus lares; las probabilidades de que apa-
los productos citados. rezca disminuyen a partir del tercer día y son re-
Los habitantes de las altiplanicies tienen un motas después del décimo. El cuadro clínico es el
aspecto peculiar. Se distinguen de los llaneros propio de esta neumopatía (los signos de fallo car-
por ser más bajos, robustos y con un gran tórax díaco son mínimos o ausentes) observándose en la
redondo. Unos 25 millones de hombres habitan radiografía de tórax congestión hiliar, gran disten-
en la cordillera de los Andes y en los altiplanos sión de la pulmonare infiltración edematosa, sobre
del Himalaya. De ellos, más de 10 millones viven todo enlas regiones apicales; el electrocardiograma
en altitudes superiores a 3.600 m, y hay morado- evidencia sobrecarga aguda del ventrículo derecho.
res en las grandes elevaciones del Perú que dia- Los factores que desencadenan el cuadro son el
riamente van a trabajar en minassituadas a 5.770 ejercicio físico (mayor consumo de oxígeno), la hi-
metros. Su estado físico y mental son normales. poxemia (motiva vasoconstricción a nivel venular
Cuando falla el mecanismo de adaptación o pulmonar, de preferencia en las zonas inferiores, a
compensación denominado «aclimatación»?, se través del hipotálamo), la hiperproducción de hor-
observa el mal de montaña crónico o enfermedad mona antidiurética (por la hipoxia) y la reducción
de Monge; el cuadro se inicia insidiosamente con de la policiternia compensadora con hipervolemia.
cefalea, insomnio, precordialgias, disnea de repo-
so (hipertensión pulmonar), astenia, artralgias, al-
teraciones digestivas, nerviosas y disminución de SEMIOLOGÍA DEL DEPORTE
la capacidad mental; la rubicundez del rostro se
torna cianótica al menor esfuerzo. Estas anomalías La práctica del deporte, en sus justos límites y
desaparecen en cuanto el sujeto desciende al como distracción, es muy loable. El ejercicio físi-
llano, pero si no lo hace, pueden ocurrir acciden- co, además de acrecentar la personalidad de quie-
tes graves, como trombosis y hemorragias cere- nes lo practican, retrasa la aparición de enfe-
brales o fallo cardíaco. rmedades involutivas cardiovasculares, activa la
fibrinólisis (acción antitrombosis), la combustión
de las grasas (evita el sobrepeso) y glucosa (acción
antidiabética). Son numerosos los diabéticos que
"La «aclimatación» a las grandes alturas es posible gracias combaten su handicap conel ejercicio físico.
a la puesta en marcha de una serie de mecanismos que aumen-
tan la capacidad de la sangre para transportar oxígeno y mejo- Los profesionales (fútbol, tenis, golf, boxeo,
ran el intercambio de gases en los pulmones y tejidos: etc.) deben someterse a normas de vida muyse-
1. Aumento de la volemia y número, volumen y cantidad veras si quieren estar en forma (capacidad óp-
de hemoglobina de los hematíes. Esta poliglobulia de altitud tima de actuación Física) y no enfermar. Cabe
(Viault, 1907) aumenta en un 30 % la captación de oxígeno. señalar que la práctica deportiva causa de nume-
2. Hiperventilación pulmonar, gracias a la hiperpnea, po- rosas lesiones.
sición inspiratoria del tórax, dilatación de los alvéolos y atonía
de la musculatura bronquial. La eliminación aumentada de CO, La administración de una sustancia extraña al
altera la relación ácido carbónico-bicarbonato disueltos en la organismo para estimular el vigor y retrasar la
sangre, de lo que resulta la llamada «alcalosis de las alturas». sensación de fatiga (dopaje) es una práctica ilegal
3. Corazón voluminoso con bombeo lento y respuesta muy utilizada entre los que participan en prue-
paradójica al esfuerzo (bradicardia en vez de taquicardia). Exis
ten numerosas comunicaciones arteriolovenulares al final de bas deportivas; además de hallarse en franca con-
sus anchas y robustas extremidades lo que les permite andar tradicción con los principios de lealtad y juego
descalzos y con las manos descubiertas a temperaturas tan ba- limpio que constituyen la esencia del verdadero
jas que ningún llanero, por sano que fuera, podría soportar. deporte, es muy nociva y motivo de accidentes
4. Retención hística de sodio y agua por hiperproducción
de hormonaantidiurética. Evita la deshidratación consecuente graves y aun mortales (recuérdese el que sufrió el
a la sequedad del aire (15 % de humedad relativa a 5.500 me- ciclista Simpson por las rampas del Mont Ven-
tros de altura). toux en el Tour de Francia de 1968; en su bolsillo
S. Adaptación hística. Mayor actividad oxidativa del se encontró un tubo de anfetaminas a medio
músculo con menor elevación de los ácidos láctico y pirúvico
postesfuerzo. Se admite que la hipoxia hística estimula los cen- consumir). Las causas principales del dopaje pa-
tros vegetativos y éstos, a su vez, la corteza y medula suprarre- recen ser la pereza en someterse a los entrena-
nales, con descarga de adrenalina y corticosteroides. mientos, el ansia de triunfar, el afán de lucro y la
Generalidades 9

desmedida admiración que hoy se tributa a las alta que en el ligero, superando claramentelas le-
hazañas deportivas. siones articulares (44,46 %) a las ligamentoso-
musculares (7,75 %). Las estadísticas más fre-
cuentes sobre localización de las lesiones reve-
Lesiones más frecuentes lan: hombro (20,94 %), rodilla (17,84 %), codo
en los distintos deportes (13,18 %), tórax (11,63 %), tibia (5,81 %), rnufie-
ca (4,26 %), abdomen (3,86 %), dedos del pie
Cabe señalar que la mayoría de investigado- (3,86 %), dedos de la mano (3,49 %), pie (1,16 %)
res están de acuerdo en que existe un tipo de in- y pelvis (0,39 %).
dividuo que, por torpeza o descuido, es excep-
cionalmente propenso a los accidentes: 1. Halterofilia. Artrosis de la columna verte-
bral y fibrositis lumbar. A veces, fracturas por
Alpinismo. Heridas y abrasiones en las arrancamiento de las apófisis espinosas de las
manos por las cuerdas. Tendosinovitis aquílea vértebras cervicales inferiores y torácicas supe-
(1,41 %). Congelación de las partes distales. riores.
2. Lucha. Alteración morfológica de la arti-
Atletismo ligero. Son lesiones producidas culación acromioclavicular, que produce una de-
por microtraumas y por exceso de entrenamien- formación gibosa típica de los hombros; no es
to, cuando no se toman las medidas oportunas dolorosa ni limita los movimientos. No son raros
para evitar la sobrecarga: el llamado «hombro del luchador» (con alteración
posicional de la escápula y dificultad para levan-
1. Carreras de fondo. Es específico el llamado tar y girar el brazo) y la apofisitis espinosa cervi-
«pie de marcha» con fuertes dolores y edema del cal a veces con dolores y rigidez.
dorso del pie. Son frecuentes el hallux valgus,
aplanamiento del pie y tendosinovitis aquílea. Automovilismo y motorismo. Son fre-
2. Carreras de velocidad. Tendosinovitis aquí- cuentes las lesiones del plexo braquial a conse-
lea y de los flexores plantares; tarsalgias y meta- cuencia de distensiones musculares por caída so-
tarsalgias por aplanamiento del arco plantar. bre el hombro e hiperextensión del cuello y
3. Saltos. Torceduras y esguinces del pie y cabeza en sentido contralateral; estas lesiones se
una serie de molestias que se resumen en el sín- producen cuando el piloto, proyectado con vio-
drome «del seno del tarso», secuela, a menudo, lencia hacia delante, tropieza con el cuerpo y el
de torceduras ligeras. Lumbalgias agudas (por un hombro en el volante. Las lesiones de los con-
esfuerzo violento con contracción muscular), en ductores de coches (el 65 % de las lesiones co-
especial con la técnica Fosbury. responden al conductor, el 28 % al pasajero de
4. Lanzamiento de disco, peso, martillo. Artrosis delante y un 8 % a los de los asientos posterio-
escapulohumerales, periartritis del hombro y do- res) suelen asentar en la rodilla al chocar contra
lores epitrocleares. En los lanzadores de peso, el panel del coche y por transmisión de fuerzas a
son típicas las fracturas por arrancamiento de la la cadera (fractura, dislocación o ambas), tórax
apófisis espinosa de las últimas cervicales y pri- (choque contra el volante) y cabeza.
meras dorsales, así como de las tuberosidades El cinturón de seguridad ejerce su acción de
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mayor y menor del húmero. contención y desaceleración manteniendola pel-


Característico del atletismo ligero, en general, vis fija con respecto al chasis del vehículo. Esta
es el número relativamente escaso de lesiones, de acción puede dar lugar a lesiones de la pelvis, ab-
las que el 50 % corresponden a procesos muscu- domen y columna lumbar si la desaceleración
lares y tendinosos achacables, por regla general, es muy brusca. Además, si el cinturón está colo-
a una mala técnica o un entrenamiento insufi- cado muy alto, pueden observarse lesiones de la
ciente. Por orden de frecuencia, ocupanel primer columna dorsal y las costillas.
lugar las lesiones de la cadera (19,2 %), siguién- Las lesiones de los accidentes de moto pueden
dole las de la tibia (16,20 %), rodilla (15,2 %), pie ser desde simples erosiones cutáneas superficia-
(5,3 %), hombro (5,3 %), antepié (4 %), codo les hasta las multiplejías, llegando en caso extre-
(3,6 %), mano (2,6 %) y antebrazo (2 %). mo a la muerte.

Atletismo pesado. En el atletismo pesado Baloncesto. Fracturas y luxaciones de las


la frecuencia media de accidentes es mucho más falanges (eventualmente con desinserción de los
10 Semiología médica y técnica exploratoria

tendones extensores a nivel de la última falange b) Artrosis digital postraumática. Nudosidades


del dedo) y lesiones en las articulaciones de la ro- de Heberden y de Bouchard.
dilla y del pie por sobrecarga. Son frecuentes los c) Desviación «pura» de las falanges. Es fre-
esguinces (48 %), a los que hay que añadirlas le- cuente a nivel del meñique.
siones de la muñeca (12 %) y dedos(8,05 %).
Béisbol. En el lanzador o pitcher, son fre-
Balonmano. Predominanlas lesiones delas cuentes el desprendimiento de fragmentos de
articulaciones de la rodilla y tobillo (50 %). En cartílago o hueso de la cabeza del radio, «codo
las manos, artrosis metacarpofalángica a nivel del del lanzador», y la rotura de los extensores de los
pulgar y desprendimiento del tendón extensor dedos en la proximidad de su inserción en la fa-
del anular (provocado por el choque contra la pe- lange ungueal (dedos de béisbol). El cuadro cono-
lota) que obliga al dedo a flexionarse cuando el cido como «hombro de béisbol» consiste en el
tendón extensor se halla en tensión. Ambas le- dolor difuso en el hombro que se intensifica al
siones, junto a luxaciones y esguinces de los de- efectuar movimientos semejantes al lanzamiento
dos, conducen a las alteraciones morfológicas in- de la pelota y que remite al inmovilizar el hom-
cluidas como «dedos de balonmano». bro.

Pelota a mano desnuda. Produce una va- Boxeo. Son frecuentes la tendosinovitis tri-
riada patología de la mano multitraumática cipital, la subluxación de las articulaciones con-
(mano de los pelotaris). La pelota, cuyo peso va- drocostales (especialmente a cargo de las costillas
ria entre 90-107 g, es golpeada con la mano V, VI, VI y VII, el síndrome delas apófisis espi-
abierta, dedos en extensión o algo flexionados nosas (síndrome de Baastrutp) con dolores a ni-
«en cuenco». El punto de impacto se sitúa en los vel de la columna lumbar, la osteocondrosis dise-
relieves que cubren las articulaciones metacarpo- cante de la articulación del codo, la artrosis
falángicas, en la cara palmar de las falanges de carpometacarpiana del pulgar y la carpocifosis
los tres dedos medios, o en ambos, y, a veces, so- («muñeca de boxeador»). Rara vez se producen
bre las falanges distales en la volea. La pelota lesiones en los miembros inferiores. Una secuela
puede cogerse de rebote o al vuelo, muy cerca típica del boxeo es la encefalopatía, con deterioro
del frontón o hasta a 30 metros de éste. La afec- intelectual progresivo y apatía.
tación de las partes blandas motiva:
Ciclismo. El 77,2 % de lesiones se deben a
1. Hinchazón roja de la mano. Con turgencia fracturas, contusiones y heridas por caídas o
del sistema venoso superficial; proporciona una choques. Son frecuentes la condromalacia de la
hipoestesia necesaria para los golpes violentos. rótula, la tendosinovitis tibial y aquílea, roturas
2. Hiperqueratosis. En los puntos de contacto musculares, la contractura dolorosa del trapecio
de la pelota; adquiere una dureza leñosa. y las molestias vertebrales de tipo lumbálgico o
3. Hematomasde los pliegues de flexión y de las lumbociático. No son raras la cifosis localizada
extremidades digitales. El más frecuente asienta en en la columna torácica inferior (debida a la posi-
el pliegue de flexión del pulgar. ción encorvada habitual), las lesiones del peri-
4. Grietas. En la cara dorsal de los espacios neo por caída sobre el cuadro dela bicicleta (po-
interdigitales. sibilidad de heridas uretrales) y las lesiones
5. Dedos blancos isquémicos. El índice y el me- cutáneas por fricción contra el sillín (piodermi-
dio son los más afectados. Puede complicarse tis).
con trastornos tróficos.
6. «Clavo» (itzia, en vasco). Aparece a nivel de Deportes acuáticos. Las lesiones abarcan
las articulaciones metacarpofalángicas de los tres varias posibilidades, desde una simple aspiración
dedos medios. Se comporta como un neuroma. de líquido hasta la muerte por gran traumatismo:
7. Manifestaciones osteoarticulares. Se presen-
tan con los siguientes signos: 1. Natación. Manifestaciones de desgaste en
las articulaciones de la raíz de los miembros (en
a) Desviación axial de las falanges. Una de las los que practican el estilo braza, con fuerte ab-
formas es la inclinación de la falangeta del meñi- ducción de las extremidades) y una actitud vicio-
que hacia el eje de la mano y la centrífuga de la sa en posición erecta por hipotonía y relajación
falangeta del anular. muscular; la cifosis dorsal se prolonga, transfor-
Generalidades 11

mándose en unacifosis total que interesa tanto la Esgrima. Produce lesiones en el codo por
columna torácica como la lumbar, que se apoya epicondilitis y la fatiga de los músculos rectos
mal, porasí decirlo, en el macizo sacro. Posibles del abdomen (pubialgia). También produce al-
calambres musculares (permanencia prolongada teraciones de la columna vertebral (escoliosis
en agua fría), muerte súbita (inhibición cardio- dorsolumbar), por la hipertrofia de los múscu-
rrespiratoria al zambullirse) y accidentes por pe- los de los canales vertebrales, y talalgias (el ta-
ces o animales marinos. lón del pie anterior golpea con fuerza y reitera-
2. Waterpolo. Artrosis de los dedos y lesio- damente el suelo durante el combate). Son
nes de la muñeca, codo y hombro (12 %) y con infrecuentes, aunque no excepcionales, los acci-
relativa frecuencia procesos musculares y tendi- dentes graves, incluso con resultado de muerte;
nosos. recordemos el fallecimiento del ruso Vladimir
3. Salto, Contusiones abdominales, rotura Smirnov (campeón olímpico y mundial) al pe-
del tímpano y fracturas de la columna cervical netrarle un fragmento distal de florete de su
(casi siempre a nivel de la C5). oponente, por la órbita, y lesionarle seriamente
4. Piragúismo y remo. Calambres musculares la masa cerebral.
de las manos y piernas. Es frecuente el llamado
«lumbago de los remeros». Esquí. Son frecuentes las luxaciones y frac-
5. Motonáutica. La especial posición del ti- turas. En el 60-70 % se afectan las extremidades
món en las lanchas con el motor fuera borda es inferiores. La articulación tibioperoneotarsiana
causa, con cierta frecuencia, de lesiones artrósi- (27-28 %) es la más afectada.
cas de la rodilla, debido a que ésta se halla ex-
puesta a todos los contragolpes producidos por Fútbol. La mayoría de las lesiones (se exclu-
las oscilaciones de la lancha. No son raros tam- ye el guardameta) recaen en las articulaciones de
poco en este deporte los dolores lumbares de la rodilla y tobillo. Ambas suman el 55 % del to-
gran intensidad. tal.
En las lanchas motoras, sus sacudidas violen- En la primera, son frecuentes las lesiones liga-
tas interesan a toda la columna vertebral, con la mentosas, meniscales y rotuliana, con rápida re-
consiguiente fatiga de los músculos que se inser- acción sinovial. También se observan fracturas
tan en ella. Esto explica la fácil aparición de lum- de la base del quinto metatarsiano y osteoartro-
balgias y discopatías, sobre todo en adultos. Para patía degenerativa de la sínfisis pubiana. En los
practicar este deporte son aconsejables los coji- porteros, el eje se desplaza hacia las manos, mu-
nes especiales para apoyar la rodilla y las fajas ñecas, codos y hombros. En ellas se dan la fractu-
ortopédicas. ra de la clavícula y la tumefacción dolorosa de la
6. Esquí acuático. Son frecuentes las torcedu- inserción tendinosa del tríceps braquial en el olé-
ras y distensiones de tobillo y rodilla, fractura es- cranon.
piral de tibia con luxación de tobillo, ducha vagi-
nal (posible salpingitis) y rectal (ambos evitables Gimnasia. Las manos muestran callosida-
con pantalones protectores de goma), rotura del des e induraciones debidas a las intensas presio-
tímpanoy sinusitis. nes y fricciones que tienen que soportar. Son
Las más graves son las lesiones vertebrales raras las discopatías y lesiones artrósicas verte-
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cervicales (motivo de tetraplejías) y los desgarros brales.


por la hélice de la lancha a veces con arranca-
miento de miembros. Golf. Luxaciones del hombro, hernias disca-
7. Submarinismo. Otopatías y sinupatías ba- les, esguinces de la rodilla con rotura del menisco
rotraumáticas, borrachera de las profundidades y desprendimiento o fracturas de la eminencia
(Dumas, 1943), y accidentes neurológicos y osteo- intercondílea.
articulares por embolias múltiples si la descom-
presión se realiza de forma inadecuada. Patinaje y hockey. Prevalecen las fracturas
(24 %) y las contusiones (21 %). Las partes más
Equitación. En los que montan desdesu ju- afectadas son la cabeza, cuello y hombros. Con
ventud, se observa una artrosis secundaria de la relativa frecuencia, heridas lacerocontusas de la
rodilla. Calcificaciones y osificaciones en los ab- cara, como también el hundimienio de la arcada
ductores del muslo y cuádriceps y bursitis fre- superciliar y la fractura de los huesos nasales. Se
cuentes. registran luxaciones de los dedos.
12 Semiología médica y técnica exploratoria

Rugby. Su patología es comparable a la del apoya la culata del arma. Heridas por perdigón,
fútbol. Lesiones en la columna vertebral y tórax, ortigas, zarzas, espinas y posibles mordeduras de
producidas, por lo general, en la melée, tanto perros o animales dañinos.
abierta como cerrada, y en los llamados «paque-
tes de delanteros», debido a la aglomeración de Paracaidismo. Dolores vertebrales sin frac-
elementos de los equipos contendientes. tura visible o secuentes a fracturas en la región
dorsolumbar (76,3 %) o en la región cervical
Tenis. Las lesiones típicas son la tendosino- baja.
vitis de la porción larga del bíceps, carpometacar-
popatía, «síndrome del latigazo» (por trombosis El deporte femenino plantea una serie de proble-
de las venas profundas con espasmode las arterias mas por motivos obvios. Mientras el embarazo
de la pierna), «brazo de tenis» (molestias a nivel del aconseja reposo, la menstruación normal no mo-
supinador largo y extensores radiales del carpo), difica el rendimiento deportivo, tanto más cuan-
«talón de tenis» (más frecuente en pista dura y za- to que los tapones intravaginales aumentan la
patillas ligeras), la lesión afecta la inserción poste- sensación de seguridad. La maternidad no es obs-
rior de la aponeurosis y de los músculos en la tu- táculo para la deportista. En los combates (catch)
berosidad del calcáneo. femeninos (de origen remoto; recuérdense las
El codo de tenis (4,48 %) es típico de los que amazonas que habitaban las orillas del Termo-
practican este deporte y el de la esgrima; se trata don, en Capadocia, y las historias bíblicas de
de una epicondilitis humeral. Se supone quela le- mujeres que han luchado y perecido para salvar
sión de los tejidos articulares y periarticulares se su dignidad y el honor nacional), los accidentes
produce por las violentas contracciones muscula- no presentan ninguna particularidad, tanto más
res durante los frecuentes movimientos de hipe- cuanto las lesiones mamarias son evitadas de co-
rextensión del codo, a través de un mecanismo de mún acuerdo.
repetidos microtraumas, agravado por una técnica En el deporte femenino cuenta el problema
defectuosa. de la intersexualidad. Se trata de determinadas
El dolor localizado en el epicóndilo o en la in- formas muy adecuadas para el deporte de resis-
terlínea radiohumeral es, en sí, poco acentuado, tencia, por ejemplo, el seudohermafroditismo
pero se exacerba con determinados movimientos masculino y la feminización testicular. Desde
y remite al inmovilizar el brazo. Al progresar la los Juegos Olímpicos de 1968, en México, son
enfermedad, el dolorirradia hacia arriba, a lo largo obligatorios los controles del sexo. No se tiene
del borde exterior del húmero, y sobre toda hacia en cuenta que hay «mujeres» que según el sexo
abajo, a lo largo de la fascia lateral del antebrazo, nuclear son hembras, pero producen hormonas
acompañándose de una sensación de pesadez en sexuales masculinas en mayor cantidad y tie-
la articulación, hasta producirse una impotencia nen características corporales masculinas,
funcionalcasi total. como, por ejemplo, el síndrome adrenogenital.
Comosignos objetivos cabe apuntar la tume- A mayor virilización, mayor resistencia física.
facción moderada en la región del epicóndilo, Se puede hablar de una especie de dopaje endó-
fuertes dolores a la presión sobre éste, dolor a la geno.
extensión activa de la mano y a la supinación acti-
va del antebrazo con la articulación del codo en
extensión. HÁBITOS ALIMENTARIOS
Otras afecciones son las roturas subcutáneas
del tendón de Aquiles y del tríceps sural, desga- En lo que se refiere a los hábitos alimentarios,
rros musculares, desprendimientosy la fractura de se sabe que el estudio de la dieta elegida espon-
la costilla XII derecha por contracción muscular táneamente por una persona puede decirnos mu-
repentina y violenta. No son raras las lesiones de cho sobre ésta, por cuanto, en la mayoría de los
la rodilla y tobillo, afectándose igualmente múscu- casos, no es la consecuencia de un proceso edu-
los y tendones. cativo, sino, por el contrario, el resultado de fac-
tores fisiológicos involuntarios que dirigen nues-
Caza. Hematomas en la base del dedo me- tros gustos por encima de hábitos y
dio (si se aprieta muchas veces el gatillo), ante- convenciones. Los hábitos alimentarios son, en
brazo (si se lleva el arma sin portafusil), deltoi- buena parte, una respuesta a las exigencias fisio-
des, pectoral mayor e incluso mejilla en que se lógicas del organismo. Las preferencias por unos
Generalidades 13

u otros alimentos constituyen, en cierta medida, miento de que algunos caracteres de determina-
una expresión de la existencia de ciertas desvia- dos pueblos, atribuidos históricamente a factores
ciones de la composición bioquímica de nuestros raciales, solamente son consecuencia directa de
humores y tejidos. Las predilecciones alimenti- una mala alimentación. No olvidemos que sólo
cias muy marcadas proporcionan al médico ave- una cuarta parte de la humanidad disfruta de una
zado datos diagnósticos valiosos. alimentación suficiente. ¡Centenares de millones
Sabores y olores son desagradables o no, se- de personas luchan simplemente para no morirse de
gún los gustos de cada raza; así, en Indochina, hambre!
gustan del pescado salado y putrefacto; un nige- Sin llegar a estos casos extremos, señalaremos
riano, del casabe semilíquido y negruzco por el el papel de la desnutrición (casi siempre asociada
Spergillus niger, y nosotros de un rochefort, un a las malas condiciones de la vivienda [hacina-
gorgozola o un camembert. miento], enolismo y a la convivencia con anima-
Los alimentos pueden ser nocivos bajo las si- les vectores de enfermedades) en las avitamino-
guientes circunstancias: sis, difusión de la tuberculosis (en distintas
formas), litiasis renal, hipotensión arterial, tifus
1. Ingesta de alimentos excesivamente calientes o exantemático, esteatosis hepática y cirrosis, so-
fríos. Las repetidas agresiones en la boca y esófa- bre todosi existe enolismo.
go por el paso de los alimentos o bebidas (café, Si la hipoalimentación ocurre desde la infan-
té) muy calientes explican la elevada morbilidad cia, limita, hasta cierto punto, el desarrollo cor-
por cáncer bucofaríngeo y del esófago en los chi- poral. Chadwick (siglo XIX) señala que la pobreza
nos de antaño (las esposas comían a continua- y la enfermedad forman un círculo vicioso: la
ción los manjares más fríos) y vaquerosde ciertas gente enferma porque es pobre, se empobrece
regiones de Argentina. Los helados y bebidas todavía más con la enfermedad y este aumento
muy frías castigan el estómago e intestino, desa- de la miseria se traduce en una agravación de las
consejándose su uso en los gastrópatas y por su enfermedades.
acción peristaltógena enlos enfermos enterocolí- Cabe hablar de una «patología de la pobreza»
ticos, bien distinta de la de los sujetos que viven en la
2. Preparación o conservación en recipientes ina- abundancia.
decuados. La intoxicación accidental por plomo 5. Excesiva abundancia (hiperalimentación
ha sido señalada tras el consumo de vino casero global). Las colaciones escasas pero copiosas so-
conservadoen tinajas vidriadas. Los vinosacidifi- brecargan los aparatos digestivo y circulatorio,
cados, a consecuencia de su mala conservación liberando una cantidad excesiva de insulina con
en estas vasijas, difíciles de cerrar herméticamen- hipoglucemia secundaria e introducción reactiva
te, disuelven los compuestos de plomo que se de catecolaminas en la circulación. El número
utilizan al pintar su interior. Este mecanismo de comidas debe ser, aproximadamente, de 6 al
(descubierto por Baker, 1767, y conocido como día, subdivididas en 3 comidas principales y 3
«cólico epidémico» de Devonshire) ha motivado tentempiés, eventualmente también nocturnos,
numerosas intoxicaciones. Se han señalado gas- especialmente en la angina de pecho, que en
troenteritis agudas con el agua de Seltz y por parte sería debida a descensos nocturnos de la
productos conservados en botes o envueltos en glucemia. La cena copiosa es reprobable: «Come
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

papeles de estaño. poco y cena más poco, que la salud de todo el


3. Presencia de micotoxinas por enmohecimiento cuerpo se fragua en la oficina del estómago»,
durante su almacenamiento. Como ejemplo de into- decía Don Quijote a Sancho Panza.
xicación por micotoxinas, en alimentos averiados La dieta vegetariana exclusiva tiene la ventaja
en el curso de su almacenamiento, citaremos la de su alta tasa en minerales, en especial potasio y
del yellow rice o arroz amarillo, observada en el magnesio (poco sodio), vitaminas y enzimas; es
Japón. Su causante es el Penicillium islandicum, rica en fitosterol, capaz de disminuir el colesterol
el cual contiene varios tóxicos, uno de ellos la is- de la sangre; tiene los inconvenientes de su esca-
landicina (del grupo de las antraquinonas), con so aporte proteico y riqueza en ácidosfítico (des-
un cuadro clínico agudo y grave, con adinamia, mineralizante), oxálico (interfiere la utilización
hipotensión, hemorragias difusas, ictericia y a del calcio), antiniacina (destruye la niacina [pela-
veces nefritis. gra]), dicumarol (antivitamina K), ascorbioxidasa
4. Insuficiente cantidad (hipoalimentación glo- (col, pepino, calabacín, calabaza), etc.; puede
bal). Los antropólogos han llegado al convenci- producir meteorismo y diarreas.
14 Semiología médica y técnica exploratoria

6. Transmisores de agentes morbosos. Ya sea las mujeres con cánceres viscerales y portadores
porque estén contaminados por gérmenes (estafi- de la enfermedad de Hodgkin.
lococo dorado, salmonelas; parásitos (triquino- El abuso de las drogas es una verdadera plaga
sis); contengan sustancias tóxicas animales (pes- social. Se le ha llamado el «cáncer de la juven-
cados, mariscos), o vegetales (setas, almortas tud» por ser la gran mayoría de los adictos me-
[latirismo], habas [favismo]), o exceso de condi- nores de 25 años. El aumento del consumo de
mentos (mostaza) o productos químicos acciden- drogas es multifactorial, destacando una auténti-
tales (pescado recogido en aguas contaminadas ca crisis de valores de todo tipo. Existen cerca de
por residuos industriales, como mercurio, ácidos un centenar de productos naturales, sintéticos U
resinosos) o incorporados con intención (food ad- semisintéticos catalogados como drogas estupe-
ditives) ya sea para mejorar su gusto (edulcoran- facientes, o ambos, sometidos a control interna-
tes, aromatizantes), aspecto (colorantes), modifi- cional. Unas se consumen puras (opio, morfina,
car su consistencia (hidratantes, emulsionantes), heroína, cocaína, hachís, LSD), otras en prepara-
evitar alteraciones perjudiciales (antioxidantes, dos farmacéuticos (anfetaminas, barbitúricos), y
antibióticos). otras son sintéticas. Unas causan dependencia fí-
7. Mala tolerancia. Ya sea por alergia o ma- sica, otras psíquica y algunas ambas dependen-
labsorción por carencias o anomalías enzimáti- cias a la vez.
cas de la célula intestinal. Citaremos las estoma-
titis, gastritis, enteritis tras la ingesta de nueces,
higos, fresas, carne de cerdo. Las grasas se tole- ANTECEDENTES FAMILIARES
ran mal en los procesos hepatobiliares, pancreá-
ticos y en la esprue, enfermedad de Whipple y Todos aceptamos que el proceso que da lugar
amiloidosis. Cuando existe un déficit de lactasa a que los seres humanos coincidan en ciertos de-
(esta enzima se halla en la superficie del ribete talles morfológicos o funcionales con sus antepa-
en cepillo de las células epiteliales que recubren sados se denominao esla herencia biológica.
las vellosidades intestinales) la lactosa de la le- Las dificultades de análisis en este tema son
che queda en el intestino, produciendo una dia- muchas, por razón de que la disposición heredi-
rrea acuosa de tipo osmótica con pH enlas he- taria de las células reproductoras con su capital
ces bajo. potencial (genotipo, de Johannssen) está bajo la in-
8. Enlos enfermos tratados con inhibidores de la fluencia constante de la circunstancia y el medio
monoaminooxidasa (IMAO)o en el síndrome carcinoi- ambiente (perístasis, de Fischer).
de (productor de serotonina). La ingesta de ali- El estudio de la genética clínica encuentra su
mentos ricos en tiramina (originada en la decar- lugar en este capítulo. Ésta, como rama particular
boxilación de la tirosina), entre ellos quesos de la medicina interna, utiliza las técnicas semio-
termentados, ciertas cervezas y vinos (chianti), lógicas comunes a las demásdisciplinas clínicas y
motiva crisis hipertensivas. se aprovecha de todos los avances que la tecno-
9. Abuso del tabaco, alcohol y drogas. El uso logía ofrece a la medicina en general.
es bueno, lo que convierte el uso en malo es el Ahora bien, no hay duda de que el enfoque
abuso. genético de una enfermedad o enfermo en con-
Para el primero, y refiriéndonos a los fumado- creto no se centra solamente en el caso aislado,
res «en cadena», citaremos los procesos irritati- sino que amplía su visión hacia toda la circuns-
vos gástricos con las consecuencias que conlle- tancia que rodea al paciente, tanto en el ambien-
van sobre la dinámica digestiva, amén de las te del momento, como en la prolongación fami-
alteraciones de las vías respiratorias altas, enfer- liar que antecede y sigue al caso concreto objeto
medades coronarias y arteriopatías periféricas, del estudio.
que repercuten indirectamente sobre la mentada La humanidad es un poo! de genes que debe-
dinámica digestiva. mos estudiar simultáneamente en diversas gene-
El alcohol, sobre todo en ayunas y en sujetos raciones. De ahí que la genética clínica deba
con hipoalimentación global, es causa de gastritis insistir en algunos puntos semiológicos para ob-
(pituitas matutinas), esteatosis hepática, hepatitis tener datos que nos ayuden a identificar el carác-
alcohólica y cirrosis hepática, trastornos nervio- ter hereditario de una determinada enfermedad,
sos y psíquicos que culminan en las crisis de deli- o bien que nos permitan establecer un pronósti-
rium tremens. Refuerza, en gran manera, la acción co, importantísimo en el momento del consejo
de sedantes y barbitúricos, y es mal tolerado por genético.
Generalidades 15

Árbol genealógico la izquierda. El probando o propósito (enfermo


estudiado) se indica con una flecha. El orden de
Todos los genetistas están de acuerdo en que los hijos se indica con cifras arábigas e igualmen-
el estudio minucioso de los antecedentes familia- te las distintas generaciones se pueden designar
res mediante el árbol genealógico constituye la medianteletras:
pieza fundamental de la semiología genética.
Tanto es así que todas las demás técnicas, inclui- A, hermanos del probando.
do el cariotipo, son meros auxiliares de los que B, hermanosdel padre.
se puede prescindir en numerosos casos. Por el C, hermanos de la madre.
contrario, la construcción y valoración de todo D, hermanosdel abuelo, etc.
el esquema familiar constituyen la base de la in- A, hijos del probando.
vestigación y del pronóstico genéticos, por cuan-
to nos permiten llegar a descubrir las formas de Existen algunos casos especiales que precisan
transmisión de una determinada enfermedad y, una notación particular:
conocidas éstas, hacen posible emitir un pronós-
tico respecto al siempre angustiante consejo ge- a) Doble matrimonio 119
nético.
En todo estudio familiar, debemos seguir dos b) Unión de pareja
etapas:
c) Consanguinidad 59 O
1. Primera etapa. Construcción técnica del ár-
bol mediante una buena anamnesis de todos los 3. Código patológico. El familiar o probando
miembros afectos y sanos. que presenta la enfermedad completa se indica
2. Segunda etapa. Estudio de estos documen- rellenando todala figura: O.
tos para poder deducir el máximo de conclusio-
nes, mediante su adecuada valoración. Si existe prácticamente certeza, aunque no se
haya confirmado, se indica (0), y si el estudio
Para su expresión gráfica, existe una serie de lí- clínico o interrogatorio sólo permite suponer la
neas y figuras geométricas (no internacionaliza- enfermedad (0D).
das) que permiten, con una simple visión de con-
junto, orientar la genealogía del paciente. Son las En árboles genealógicos que se remontan a
siguientes: varias generaciones, los casos comprobados por
el investigador se marcan con un aspa.
1. Símbolos de los individuos: Cuando existen varias enfermedades de posi-
ble herencia y susceptibles de relacionarse desde
a) VarónOd el punto de vista genético, se construye un códi-
b) Hembra O 2 go especial que sea práctico para el investigador
c) Sexo indeterminado 9 O y para los que estudien el caso, utilizando signos
d) Embarazo geométricos especificados al margen del árbol
e) Número de hijos o hijas BIO genealógico.
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

f Gemelosbivitelinos o dicigotos > La construcción de un árbol genealógico co-


g) Gemelos univitelinos o monocigotos “ft rrecto no es fácil. En primer lugar, el problema
h) Nacido muerto O D 2 del tiempo no nos permite estudiar personalmen-
i) Mortalidad perinatal Y te más de tres generaciones, y los datos del inte-
) Abortoj rrogatorio de los familiares, a excepción de datos
muy concretos (sindactilia, sordera, etc.) deben
2. Símbolos de relación. Están constituidos por tomarse con mucha prudencia. En otras ocasio-
líneas horizontales o verticales. nes, el hecho de que los familiares vivan en luga-
res distintos y alejados hace lentísimo el estudio
4)
b)
Línea de padres
Línea de hermanos sha
A
y nos obliga, a veces, a desplazamientos muy en-
gorrosos.
Finalmente, no debemos olvidar nunca que la
Las generaciones pueden numerarse con cifras inscripción de una dolencia en el árbol exige un
romanas y es preciso colocar al varón siempre a estudio clínico, radiológico, humoral, etc., extra-
16 Semiología médica y técnica exploratoria

ordinariamente detenido y minucioso, por cuan- consultan al tener el primer hijo enfermo. Es muy
to un error diagnóstico puede invalidar cualquier difícil entonces valorar la frecuencia o incidencia
estudio genético al incluir enfermedades no cier- de una enfermedad. En segundo lugar, la pene-
tas o fenocopias, que no tienen nada que ver con trancia y expresividad de algunos rasgos, la heren-
el problema genético que se está investigando. cia poligénica, la posible aparición de fenocopias
y, finalmente, la confusión de microsíntomas(for-
mas heterocigóticas) con parasíntomas (enferme-
Historia clínica genética dades semejantes, pero totalmente independien-
tes) nos llevan a la conclusión de que el análisis
Deben constar los siguientes datos, que tienen del árbol genealógico no es nada sencillo,
un interés extraordinario:
El primer paso es reconocersi una enfermedad es
1. Edad de los padres en el momento de nacer el hereditaria o simplemente si se trata de una fenoco-
probando. La edad materna influye en la frecuen- pia ambiental:
cia de determinadas enfermedades (síndrome de
Down). 1. La enfermedad se transmite por herencia auto-
2. Orden de nacimiento de los hijos. Las primí- sómica dominante. Si al estudiar un árbol genealó-
paras dan a luz a hijos con permeabilidad del gico descubrimos que la enfermedad aparece en
conducto arterioso o estenosis pilórica más fre- todas las generaciones sin saltarse ninguna; que
cuentemente que las multíparas. las personas sanas no transmiten el carácter a sus
3. Consanguinidad. Ya que hace posible la descendientes y que el paciente transmite la en-
aparición, con mayorfrecuencia, de homocigotos fermedad a la mitad de sus hijos sin que el sexo
de genes recesivos. intervenga (varones o hembras afectos indistinta-
4. Abortos y mortinatalidad. Es sabido que los mente).
abortos dependen de malformaciones congénitas 2. La enfermedad se transmite con carácter auto-
letales y que las malformaciones congénitas sue- sómico recesivo. Si en los padres fenotípicamente
len estar rodeadas de abortos o mortinatalidad. sanos existe consanguinidad y la enfermedad
De ahí la importancia de consignarlo enel árbol. aparece sólo en los hermanos y no en otras gene-
5. Datos negativos (ausencia de enfermedad) raciones, en la proporción de una cuarta parte,
en los distintos familiares. Comprobados minucio- sin distinción de sexo. Los estudios bioquímicos
samente, tienen valor en genética clínica. Debe pueden mostrar en los padres el trastorno quími-
concretarse, por tanto, el diagnóstico, una época co, pero no la enfermedad, como ocurre en nu-
de aparición, datos necrópsicos o clínicos, etc. merosos errores congénitos del metabolismo, de
carácter recesivo.
Una vez dibujado el árbol familiar, comienza 3. La enfermedad se transmite con herencia rece-
la segunda fase del estudio. Su valoración es im- siva ligada al sexo. En estos casos, la enfermedad
portante y persigue varios objetivos, así, recono- aparece con mayorfrecuencia en los varones. Las
cer la forma de transmisión de una determinada hijas transmiten la enfermedad, sin sufrirla, a la
enfermedad, predecir el nacimiento de hijos sa- mitad de sus hijos varones, aunque no existan
nos o enfermos con una probabilidad más o me- problemas de consanguinidad. En este tipo desta-
nos aproximada, datos sobre alelismo y liga- ca cómo la enfermedad salta las mujeres para
miento. afectar a los varones, y su reconocimiento es más
Para la valoración de un árbol, no hay duda de sencillo que en los otros tipos de transmisión.
que no es suficiente ser un buen clínico, sino que 4. La enfermedad se transmite con herencia do-
deben conocerse a la perfección todas las leyes y minante ligada al sexo. Los criterios para reconocer
posibilidades de transmisión hereditaria. En suma, este tipo de herencia son muy patentes.
es preciso ser un buen genetista clínico. La aplica- En efecto, los varones enfermos transmiten la
ción de los conocimientos sobre las formas de enfermedad a todas sus hijas, pero los hijos varo-
transmisión hereditaria culminan y se ponen a nes nunca están enfermos.
prucba al estudiar un árbol genealógico. Aquí em- Por el contrario, si la mujer es la enferma,
piezan a surgir los problemas. En efecto, las fami- transmite la enfermedad indistintamente a varo-
lias humanas (y mássi tienen ya con anterioridad nes y hembras, como si fuera una enfermedad
un hijo enfermo) suelen ser cortas, y esto compli- dominante no ligada al sexo. En dichos casos, de-
ca el cálculo de probabilidades. Muchas de ellas ben investigarse los antecedentes familiares en
Generalidades 17

busca de un varón enfermo, y ver cómose trans- ción indefinida de los dibujos, su inmutabilidad
mitió la enfermedad en su descendencia. durante la vida y la sencillez de su registro.
5. Los rasgos y enfermedades que se transmiten Por tener caracteres propios en algunas cro-
por herencia poligénica. Son los que se presentan mosomopatías, los dermatoglifos pueden contri-
con mayorfrecuencia en la práctica clínica. buir a su diagnóstico y permiten seleccionar los
En efecto, la talla, la inteligencia (como rasgos casos en que sea conveniente el estudio del cario-
normales); la hipertensión, obesidad (como enti- tipo.
dades nosológicas), son ejemplos de tal tipo de Una premisa esencial del estudio dermatoglífi-
transmisión. co es considerar que ninguna de las imágenes ha-
En este tipo de herencia, el carácter no depen- lladas debe calificarse de patológica o anormal por
de de un solo gen individual y concreto (como en sí misma, ya que puedetratarse de un dato fami-
los tipos de herencia mendeliana), sino de una liar sin mayor importancia; únicamente cuando
batería o tren de genes. no existe la correlación familiar esperada podrá
aceptarse como anomalía. De ahí la necesidad del
Enla herencia mendeliana (dominante o rece- examen dermatoglífico de los consangíneos del
siva), el rasgo aparece o no, según el individuo probando.
haya recibido el gen dominante o la pareja de ge- En el examen dermatoglífico, es básico locali-
nes recesivos. Por esto, la transmisión es de tipo zar los llamados trirradios o deltas, que son el
cualitativo y el rasgo o enfermedad se presenta punto de confluencia de tres grupos de crestas
en unos familiares y en otros no. papilares.
Por el contrario, en la herencia poligénica, el En el pulpejo de los dedos, se dibujan las si-
rasgo aparece en mayor o menor cantidad (más guientes imágenes según el número detrirradios:
talla o más hipertensión) según el número de ge-
nes recibidos. Es, por tanto, más cuantitativo que 1. Arco. No existe trirradio alguno.
cualitativo. En una familia de hipertensos, el gra- 2. Bucle (también llamado presilla, asa, coca o
do de enfermedad oscila según la batería de ge- rizo). Sólo hay untrirradio, y se distingue el bucle
nes heredados y por tanto es variable en cada radial, si la imagen se abre hacia el lado externo de
miembro. Hay familiares muy hipertensos, otros la mano, porestarel trirradio en el lado interno, y
menos y otros normales. Todos son incluidos en el bucle ulnar,si se abre hacia el lado cubital.
una curva de Gauss. 3. Vorticilo (o torbellino). Existen dos trirra-
La cantidad de genes recibidos está relaciona- dios, y en el centro del pulpejo se dibuja una
da con el índice de parentesco o la correlación imagen de arcos concéntricos. En ocasiones, el
parental. Sabemos que el grado de correla- vorticilo no queda cerrado y en realidad es un
ción parental puede detectarse con las huellas doble bucle.
dactilares que se heredan con carácter poligénico.
A pesar de este esquema simple, la herencia En genética, más que el tipo de imagen,tiene
poligénica no está desprovista de problemas y interés el cómputo del número de crestas (nú-
persisten numerosos puntos sin aclarar. mero dactilar) que separan el trirradio del cen-
tro de la figura, por un valor numérico e inde-
Dermatoglifos (examen lofoscópico). El pendiente de la edad (tamaño); para ello se
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

término dermatoglifo se debe a Cumming (gly- traza una recta que una estos dos puntos y se
phe: escritura, grabado) y se refiere a las líneas cuentan las crestas cortadas o que contacten con
dermopapilares que se dibujan en los pulpejos de esta línea, sin tener en cuenta la cresta que for-
los dedos, las palmas de las manos y las plantas ma parte del trirradio ni la última si constituye
de los pies; como dato accesorio se incluye el es- el centro del dibujo.
tudio de los pliegues de flexión de estas zonas. Tratándose de un arco, el cómputo será 0. En
El interés semiológico de esta exploración se los vorticilos se trazan dos líneas y sólo se valora
fundamenta en el carácter genético de las imáge- la que dé el cómputo más elevado.
nes dermatoglíficas, en cuya determinación feno- Si en una población normal se ordenan de
típica intervienen casi exclusivamente factores mayor a menor los valores medios obtenidos
hereditarios. Se ha señalado la ausencia congéni- para cada dedo, queda la secuencia l, IV, V, III, IL,
ta y familiar de huellas digitales. en ambas manos.
Es conocida su utilidad para la identificación La suma dactilar de los diez dedos, o número
personal (huellas digitales), a causa de la varia- dactilar total, es el dato más valioso en los estu-
18 Semiología médica y técnica exploratoria

dios genéticos, y su valor medio en una población


normal ha sido establecido por Holt en 144,98
para los varones y 127,73 para las mujeres.
La suma dactilar de los dedos de la mano de-
recha suele ser algo superior a la de la izquierda.
En la palma de la mano, se distinguen cinco
trirradios; cuatro de ellos se localizan, respectiva-
mente, en la base de cada uno de los últimos cua- A B C
tro dedos y se designan con las letrasa, b, c, d.
En la zona proximal de la palma, cerca del Fig. 1-1. Los pliegues palmares normales (A) son
pliegue de la muñeca, se halla el llamado trirra- transversales (proximal y distal); el pliegue simiano
(B) es un pliegue transversal único, formado por la
dio axial (t); habitualmente su posición no rebasa
fusión de los pliegues proximal y distal; el pliegue
el 40 % dela distancia entre el citado pliegue y la Sydney (C) está formado por la extensión del plie-
base del dedo medio. gue proximal hasta el borde cubital de la mano.
De lostrirradios situados en la base de los de-
dos parten líneas que se conocen con las corres-
pondientes letras en mayúscula: A, B, C, D. Lalí-
nea A se extiende hasta el borde cubital de la funden en uno solo, que se denomina pliegue si-
palma, enmarcando las demás; éstas, en un tra- miano (fig. 1-1 B).
yecto breve, se dirigen a los espacios interdigi- Asimismo, se considera atípico (4-7 %) que el
tales. pliegue transversal proximal se extienda hasta
En la región hipotenar, se aprecian imágenes el borde cubital de la palma; Purvis-Smith y
en un 30-50 % de la población normal, siendo Menser han propuesto denominarlo pliegue (o lí-
excepcional hallarlas en la región tenar. nea) Sydney (fig. 1 1 C).
Tiene importancia el estudio de la goniometría Los patrones dermatoglíficos puedenser tan
palmar. característicos que incluso pueden sustituir al ca-
Trazando tectas entre los puntos a-t y t-d, se riotipo como confirmación diagnóstica.
forma un ángulo «atd» cuyo valor determina la En diversas malformaciones congénitas sin al-
posición del trirradio t, de gran interés en genéti- teración cromosómica conocida (polidactilia, fo-
ca. Se designa comot* si el ángulo no rebasa los comelia), se han comprobado anomalías de los
45%; t' hasta los 70%; t” hasta los 100% y t” si es patrones cutáneos.
superior a los 1007; en estas tres últimas eventua- Se conocen algunos patrones dermatoglíficos
lidades se habla detrirradio t distal. La frecuencia típicos. Cabe recordar que las muestras de laslí-
de la posición t” en la población normal oscila neas papilares se desarrollan antes del cuarto mes
entre 80-92 %. de la vida fetal y es, por tanto, en el primer tri-
El valor del ángulo «d» (formado por las rectas mestre de desarrollo cuando actúan las causas
t-d y d-a) define la situación medial (tm) o lateral que las configuran.
del trirradio t; se denomina tu (ulnar), si este án-
gulo supera los 86”; tm entre los 76-85”, tr (ra- 1. Síndrome de Down. Existe el pliegue simia-
dial) si es inferior a 75". no o palmar transverso en el 75 % de los casos,a
veces limitado al quinto dedo. Disminución del
Pliegues palmares. Otras líneas más grose- número de trirradios y gran abundancia de bu-
ras que merecen cierto interés son las depresio- cles ulnares; a menudo ausencia absoluta de im-
nes que se forman en las zonas sometidas a re- presiones en las yemas de los pulgares.
petidos movimientos de flexión (pliegues de 2. Síndrome de Turner. Abundantes vorticilos
flexión). En la palma se dibujan un pliegue longi- t ligeramente desplazados(t”).
tudinal oblicuo que enmarca la región tenar, y 3. Trisomía 13. Abundancia de arcos. Plie-
dos pliegues transversales, uno distal que se ini- gues en el dedo V (como en el síndrome de
cia en el borde cubital y se dirige hacia el II espa- Down). En la palma pocos datos de interés.
cio interdigital y otro proximal que nace con el 4. Leucemias. Puede aparecer un aumento de
longitudinal en el borde radial y suele terminar bucles radiales en los varones (49 %; 29 % en los
en el eje del IV dedo(fig. 1-1 A). controles) y de vorticilos (43 %; 29 %) en las
En un pequeño porcentaje (1-4 %) de la po- mujeres, y Purvis-Smith y Menser observan la in-
blación normal, los dos pliegues transversales se cidencia elevada de pliegues simiano (16 %; 6 %
Generalidades 19

en los controles), dato confirmado por Carvalho estos cromosomas los brazos cortos son extre-
y Sydney (20 % y 7 % en los controles). madamente reducidos y a veces difícilmente
apreciables. En algunos de los cromosornas acro-
También se han citado anomalías de las hue- céntricos los brazos cortos se prolongan median-
llas dictilopalmares, en la esquizofrenia (gran can- te dos pequeñas masas de cromatina que se de-
tidad de arcos tectiformes, con aumento del nú- nominan satélites. Son típicamente acrocéntricos
mero de vorticilos); enfermedad de Wilson (alta los pares 13, 14 y 15, que constituyen los acro-
incidencia de verticilos en los dedosl, IL, IV); co- céntricos grandes, y los pares 21 y 22 que forman
rea de Huntington (claro aumento de vorticilos los acrocéntricos pequeños. El cromosoma Y es
[imagen frecuente en el dedo III de la mano iz- también un cromosoma acrocéntrico de tamaño
quierda], con arcos en los dedos 1V y V); cardio- semejante al de los pares 21 y 22, aunque a veces
patías congénitas (los arcos son abundantes en la es ligeramente más largo. No posee satélites, y
comunicación interauricular, y los vorticilios, en en general sus brazos largos se sitúan paralela-
el Fallot y la estenosis y coartación aórticas). mente de una forma característica que permite
distinguirlo de los restantes acrocéntricos peque-
Cariotipo. El conjunto de cromosomas de ños.
una célula en mitosis debidamente clasificados y
ordenados se denominancariotipo. Éste hace siem- Para la confección del cariotipo, los cromosomas
pre referencia a una célula concreta, mientras que se disponen por parejas en orden decreciente de
el idiotipo a idiogramaes la representación esque- tamaño, siendo el más grande el par 1 y el más
mática de la dotación cromosómica de una espe- pequeñoel par 22.
cie determinada. Según su tamaño y la situación del centróme-
Durante la metafase, los cromosomas presen- ro, se distinguen 7 grupos cromosómicos, que re-
tan un aspecto en su mayoría característico, con únen los 22 pares de autosomas. Los grupos cro-
dos brazos cortos y dos brazos largos unidos en- mosómicos de los autosomas se reconocen por
tre sí por el centrómero. El brazo corto y el brazo las letras mayúsculas del alfabeto, de la A a la G
largo de un mismo lado constituyen conjunta- inclusive,
mente un cromátide. Cada uno de los cromátides Al mismo tiempo, cada par cromosómico re-
dará lugar, normalmente, a un cromosoma hijo. cibe un número del 1 al 22.
Por consiguiente, la división normal del centró- El par de cromosomas sexuales o heterocro-
mero es siempre longitudinal. mosomas no recibe numeración, sino que se dis-
El centrómero es el punto de unión de los dos tingue con las letras XX en la mujer y XY en el
cromátides del cromosoma en metafase. varón.
Segúnla posición del centrómero, podemos divi- Asimismo, el número de los cromosomas, de-
dir los cromosomas en distintos tipos morfoló- masiados o insuficientes, determinan las anorma-
gicos: lidades. Cuando existen tres en lugar de dos cro-
mosomas de un mismo grupo, nos hallamos ante
1. Metacéntricos. Son los cromosomas que una trisomía. Cuando, porel contrario, encontra-
presentan el centrómero situado centralmente. mos un solo cromosoma de un mismo grupo, te-
En estos casos, ambos pares de brazos son apro- nemos una monosomía. Teóricamente, deberían
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ximadamente iguales, aunque a veces se distin- existir 23 trisomías posibles y otras 23 monoso-
gue un par más corto. Son típicamente metacén- mías posibles, también, cada una dando lugar a
tricos los pares 1, 3, 16, 19 y 20. un cuadro clínico característico.
2. Submetacéntricos. Son aquellos cromoso- Sin embargo, en clínica se conoce una sola
mas cuyo centrómero se halla algo desplazado monosomía, la del cromosoma X o síndrome de
hacia un extremo. En estos casos, existe clara- Turner, en el que encontramos un solo cromoso-
mente un par de brazos cortos y un par de bra- ma X y que, corrientemente, se denomina «mo-
zos largos. Son típicamente submetacéntricoslos nosomía XO».
pares 2, 4, 5, 9, 11, 12, 17 y 18. Los pares 6, 7, 8, Las posibles monosomías de los autosomas
10 y el cromosoma X poseen su centrómero en son, aparentemente, de gran letalidad. Con toda
posición submetacéntrica, aunque a veces pue- verosimilitud podemos creer que se producen,
den parecer casi metacéntricos. pero deparan un aborto precoz.
3. Acrocéntricos. Son los cromosomas, cuyo Además de la del cromosoma X, se conocen
centrómero se halla situado en un extremo. En las trisomías de tres grupos de autosomas:
20 Semiología médica y técnica exploratoria

1. Trisomía del cromosoma 21, que provoca el tos dos óvulos por dos espermatozoos distintos
síndrome de Down. dará lugar a dos embriones que, desde el punto
2. Trisomía del cromosoma 18, origen de un de vista de su constitución genética serán tam-
complejo específico de malformaciones. bién distintos, de modo similar a la diferencia
3. Trisomía de un cromosoma de los grupos 13-15 que existe habitualmente entre hermanos y her-
(hay inseguridad sobre el cromosoma exacto), manas nacidos en diversos embarazos. Por tra-
que determina otro grupo específico de malfor- tarse de dos espermatozoos distintos, el sexo de
maciones. los gemelos dicigóticos podrá ser el mismo o di-
ferente.
Una vez más, las trisomías de otros cromoso- En los gemelos monocigóticos, existe una sola
mas mayores que los citados parecen ser letales fecundación de un solo óvulo por un único esper-
al producir un aborto precoz. matozoo, dando lugar a un cigoto que se escinde
Se conocen, además, otras tres formas de tri- en dos en una fase muy precoz de su desarrollo;
somías de los cromosomas sexuales: la forma esta escisión precoz originará dos individuos ge-
XXY, que origina el síndrome de Klinefelter; la melos cuya constitución genética será idéntica ya
forma XXX, causante de pocas anormalidades que proceden del mismo cigoto. Por tal motivo,
específicas, aunque parece ser común en los afec- los gemelos monocigóticos siempre serán del mis-
tados una tendencia al retraso mental y a la es- mo sexo.
quizofrenia, y la forma XYY, que motiva, según Los estudios genéticos en gemelos se basan en
parece, una talla muy superior a la normal y una controlar una serie de gemelos mono y dicigóti-
conducta de gran agresividad. cos, de los cuales al menos uno está afectado por
Las anormalidades de los cromosomas, ade- un rasgo o una enfermedad determinada. Si el
más de numéricas, pueden ser morfológicas. Dos gemelo correspondiente presenta el mismo rasgo
causas principales de anormalidades morfológi- o enfermedad se considera concordante para este
cas parecen ser la transposición y la pérdida de rasgo; si no lo presenta se considera discordante.
un segmento de cromosomas. En algunos casos Suponiendo que las diferencias ambientales son
de síndrome de Down, aunque el número de cro- semejantes tanto para los monocigóticos como
mosomas del paciente sea sólo de 46, el cariotipo para los dicigóticos, una mayor concordancia con
presenta un cromosoma 21 «extra» fusionado respecto a un rasgo en los gemelos monocigóti-
con otro, probablemente del grupo 13-15 o del cos que en los dicigóticos indicará que el rasgo o
21-22; por ello, diremos que tienen síndrome de enfermedad estudiada está, al menos en parte,
Down típico, aunque su número de cromosomas determinado genéticamente. Cuanto mayor sea
sea sólo de 46. el «índice de concordancia» entre los gemelos
A veces, en este tipo de síndrome de Down, monocigóticos tanto mayor será la importancia
se encuentra que un progenitor (normalmente la de los factores genéticos en la determinación de
madre), aunque es normal, tiene sólo 45 cromo- aquel rasgo o enfermedad.
somas, uno de los cuales está constituido por la
fusión de uno de sus cromosomas 21 con otro de Los grupos sanguíneos como trazadores.
los mencionados, creandoasí la base para la apa- Los grupos sanguíneos son de gran valor para la
rición del futuro síndrome de Down familiar. genética, ya que permiten, de una forma sencilla,
Una forma de pérdida de un segmento cro- comprobar los mecanismos hereditarios mende-
mosómico que parece ser relativamente frecuen- lianos. En general los antígenos hemáticos son
te es la de uno de los brazos cortos del cromoso- codominantes. En los estudios genéticos, los gru-
ma 5, lo que clínicamente se traduce por el pos sanguíneos constituyen los markers o marca-
sindrome llamado del maullido de gato (cri-du- dores genéticos más frecuentemente empleados,
chat, Lejeune), que consiste en retraso mental, por la facilidad con que se determinan los geno-
microcefalia y en la capacidad de proferir un gri- tipos.
to muy semejante al maullido del gato (en la pri
mera infancia).
ANTECEDENTES PATOLÓGICOS
Los gemelos como indicadores genéticos. O ENFERMEDADES ANTERIORES
Los gemelos dicigóticos se orientan por la fertili-
zación independiente de dos óvulos que han ma- Preguntaremos: +Ha tenido alguna enferme-
durado simultáneamente. La fertilización de es- dad semejante a la actual? ¿Cuándo y cómo evo-
Generalidades 21

lucionós ¿Qué otras dolencias ha sufridos Antes zó?, veremossi la dolencia se inició lenta y pau-
de anotar un dato proporcionado por el enfermo, latinamente o de una manera brusca. Atendiendo
indagaremos sobre éste hasta formarnos, en lo a la evolución precisaremos si la enfermedad
que cabe, una opinión propia. Y si ello no es po- transcurre por crisis (asma, colecistopatía, angina
sible, dejaremos la pregunta en interrogante. Vale de pecho, etc.), períodos (úlcera gastroduodenal),
como ejemplo, si el enfermo nos dice que tuvo sigue un curso progresivo (procesos malignos),
reumatismo, preguntaremos cuánto duró, si fue regresivo (inflamatorios) o con brotes y remisio-
febril, qué articulaciones se afectaron, si eran nes (esclerosis en placas).
siempre las mismas o se sucedían, cuál fue la me- En la terminación de la enfermedad, caben tres
dicación y su eficacia, etc. El interrogatorio sobre posibilidades:
este punto es muy útil, por cuanto la enfermedad
actual puede ser consecuencia de otra anterior, 1. Restitutio ad integrum o curación completa.
de la medicación empleada e incluso del método 2. Vita deficiens o curación con defecto.
exploratorio. 3. Exítus letalis o muerte del enfermo. En tal
caso, la historia clínica termina con el protocolo
de la inspectio cadaveris.
COMIENZO Y EVOLUCIÓN
DE LA ENFERMEDAD ACTUAL El aumento progresivo de la vida media (pro-
medio de los años de existencia de todos los ha-
Es la parte más importante de la anamnesis. bitantes de una región, desde la cunaa la sepultu-
El interrogatorio debe empezar por la enfer- ra), en especial en los países en pleno desarrollo,
medad actual. El enfermo desea, naturalmente, ha motivado el envejecimiento de la población y
que el médico se entere, ante todo, del mal que la aparición de la multimorbilidad gerontológica
lo lleva a solicitar asistencia, y sólo después de y, a su vez, el notable desarrollo de la geronto-
eso accederá a suministrar datos alejados o de fa- logía.
milia. Además, empezando por estos últimos, Es clásico, y tiene gran valor didáctico, que
nos exponemos a perder mucho tiempo con es- delante de un paciente problema, el médico tien-
casísimo provecho, mientras que ya con una im- da a integrar toda la sintomatología en un diag-
presión o hipótesis diagnóstica dada por la nóstico clínico. Ello, que es viable y casi obligado
anamnesis próxima, el interrogatorio de los ante- en los sujetos jóvenes, no ocurre en los ancianos, en
cedentes personales, de familia y hereditarios se que los síntomas suelen obedecer a diversas afec-
hace mucho más eficaz y se orienta más fácil- ciones simultáneas.
mente en relación con el padecimiento actual.

E INSPECCIÓN
Preguntas base
Es el examen del enfermo por medio de la vis-
¿Qué le pasat ¿Cúando comenzó la enferme- ta. En ella se basaban para el diagnóstico los mé-
dad actual ¿Cómo comenzót ¿Cómo ha evolucio- dicos antiguos, que tenian tan desarrollada la fa-
nado hasta la fechal Es útil preguntar cuál fue, o cultad de la observación. Se divide en directa o
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

es, para el enfermo la causa aparente de su esta- inmediata, e instrumental o mediata.


do. Por el primer extremo nos daremos cuenta de La inspección no se reduce a echar un ojeada
si el padecimiento es agudo (duración no supe- al enfermo, sino que hay que observar todos los
rior a tres meses), subagudo (más de tres meses y detalles revelables a la vista. De ahí la necesidad
menos de 1 año), subcrónico (más de 1 año de una técnica correcta. «Ver es, en algunos as-
y menosde cinco) o crónico (más de cinco años). pectos, un arte que debe ser aprendido.» «Cuan-
Á menudo, la fecha o momentos señalados como do mejor se mira, más cosas se ven.» «Por una
de principio de una dolencia corresponden en equivocación producida por no saber, decenas de
realidad a la exageración de síntomas preexisten- ellas por no mirar.» «El médico debe esforzarse
tes o a la aparición de otros más molestos o más en dominarel difícil arte de mirar y ver.»
aparatosos. Se evita este error formulandola si- La inspección comienza tan pronto nos en-
guiente pregunta: «Antes de la fecha que usted frentamos con el enfermo. Lo observamos duran-
señala, sestaba completamente sano o ya tenía te el interrogatorio y cuando, después de éste, se
alguna molestia?». Preguntando ¿cómo comen- prepara para ser reconocido.
22 Semiología médica y técnica exploratoria

CRITERIOS BÁSICOS y corte caprichoso. El traje de la mujer resultaba


antaño, en casi todos los casos, una especie de
Para practicar el examen de forma adecuada, el retrato moral; así, las hombrunas propenden a
observador precisa de tres circunstancias: los trajes varoniles, y las de carácter rígido, in-
flexible, a los de líneas rectas, en contraste con
1. Buena luz. A ser posible luz natural. Una el exceso de adornos de las instintivamente co-
luz mala podría ser causa, por ejemplo, de que quetas.
pasara inadvertido un tinte ictérico de la piel. Con el nombre de travestismo (Hirschfeld) o
2. Posición correcta del enfermo. Una posición eonismo, se designa una situación que consiste en
impropia del enfermo pudiera hacer que fallara la vestirse con trajes del sexo opuesto. El travestis-
observación de una masa en el epigastrio, por mo lleva consigo una tensión emocional compul-
ejemplo, en un enfermo apoyado en un codo y siva fuerte, así como la existencia de una satis-
con los músculos abdominales en tensión. facción sexual, si no fuera así, se trataría sólo de
3. Atención concentrada y penetrante. La con- una «camavalada» sin significación afectiva. Es
centración necesaria del observador no requiere poco frecuente y suele referirse más a pacientes
comentarios. masculinos que se visten de mujer (como el caba-
llero D'Eon, agente secreto de Luis XV de Fran-
El enfermo debe desnudarse parcial o de for- cia, que se presentó en la corte rusa vestido de
!
ma honestamente completa. Corvisart, Bayle y mujer) o de niño, que a mujeres con atavíos mas-
después Chomel fueron los primeros en señalar culinos (como Catalina de Erauso, la monja alfé-
las ventajas de examinar a los enfermos con poca rez, que después de huir del convento se enroló
ropa, así como los inconvenientes que resaltan en la milicia para combatir a los indios de Chile y
cuando el médico, llevado de un falso pudor y Perú bajo el nombre de Alfonso Díaz Ramírez de
por excesiva condescendencia o prisa, no recurre Guzmán, siendo promovida al rango de alférez
a este requisito. por su valor). Carece de significación el travestis-
Nos ocuparemos primero en las particularida- mo en masa actual de las deportistas con prácti-
des de orden general, como son la vestimenta, ac- cos atuendos masculinos.
titud o postura, facies, hábito corporal (o biotipo El desaliño en el vestir, en personas de suyo ase-
morfológico), talla, estado de nutrición, marcha, adas y pulcras, induce a pensar en procesos orgá-
movimientos, etc., para centrar luego nuestra nicos, como tumores malignos graves, esclerosis
atención en el órgano supuesto enfermo (inspec- vascular cerebral, parálisis general progresiva,
ciónlocal). etc, Los obesos tienen tendencia a escoger trajes
oscuros que sientan mala los delgados.
El examen de la ropa interior, prendas ínti-
HÁBITOS Y VESTIMENTA mas e incluso de las sábanas, no sólo interesa en
medicina legal (manchas de semen, sangre [la
El examen de las prendas de vestir tiene gran costumbre de mostrar la sábana como testimo-
importancia semiológica. Creado el vestido para nio de la consumación nupcial ha persistido has-
proteger contra el frío y agentes climáticos, ha ta hace poco en algunos pueblos de España], se-
sufrido variaciones según las épocas (recuérdense creciones), sino también al práctico cuya labor
los fastuosos del Renacimiento italiano y corte semeja la de un detective cuando se trata de bus-
papal, como signo distintivo de la calidad de las car signos de orientación diagnóstica. En los
personas), profesiones (militares, clérigos, etc.), paños higiénicos, se estiman los loquios (hemá-
manera de ser y estado de ánimodelas personas, ticos los cinco días subsiguientes al parto; sero-
constituyendo a manera de un retrato moral. La hemáticos durante los días quinto y octavo,
chaqueta roja de Teófilo Gautier, destinada a y luego serosos, con olor sui generis, pero nunca
épater le bourgeois y el girasol que llevaba Oscar fétidos), leucorrea, flujo menstrual. La orina pig-
Wilde en sus trajes de etiqueta, para destacar la mentada puede manchar la ropa interior de co-
personalidad. lor amarillo (ictericias), oscuro (alcaptonuria, por
El desprecio de los viejos artistas por la bur- oxidación del ácido homogentísico; melanuria),
guesía, y de la juventud inconformista, se mani- azul (blue draper Syndrome, enfermedad de los
fiesta con los sombreros flexibles, de amplias pañales azules, por el indicán que se oxida al
alas, muchas veces rotos y sucios, larga melena aire), sonrosado (porfiria congénita), gris verde
y barba poblada, atuendos de colores llamativos (maple syrup disease, enfermedad del jarabe de
Generalidades 23

arce, por el ácido hidroxifenilpirúvico), etc. Es ACTITUD


conocida la emisión involuntaria de orina y he-
ces en las crisis convulsivas epileptógenas, lo Su examen tiene gran valor. Los enfermos
que no suele ocurrir en las debidas a otras cau- adoptan, instintivamente, la que hace su mal más
sas. En el taponamiento cardíaco, ya sea porcre- llevadero. Si se tiene cierto hábito, es posible de-
cimiento rápido de un derrame o por hemoperi- ducir la naturaleza de este mal mediante el exa-
cardio traumático, es casi constante la presencia men de aquélla.
(80 %) de defecación espontánea (reflejo por vía Mientras en castellano se emplean indistinta-
eferente vagal), cosa que jamás ocurre, en los mente los términos actitud, postura o posición,
traumatismos pleuropulmonares u abdomina- otros idiomas admiten la diferencia entre posi-
les altos. En la pancreatitis crónica, son frecuen- ción o postura, cuando es pasiva, sin esfuerzo
tes las pérdidas rectales oleosas que manchan las muscular o con un esfuerzo mínimo, y actitud,
prendas íntimas, sábanas y papel sánico. Estas que representa actividad o acto preparatorio de
manchas son de ácidos grasos libres, colesterol un determinado movimiento, la puesta en ten-
libre y esterificado y triglicéridos. El signo «del sión de la máquina orgánica presta a realizar su
falso amigo» (salida de excrementos que ensu- funciónS.
cian la ropa interior en lugar de supuestas vento-
sidades) es sospechoso de cáncer del recto.
El examen del calzado puede ser útil. Los zapa-
*Hewes, en un curioso estudio sobre antropología postural,
tos (en especial los no fisiológicos de punta afila- recoge las principales posturas estáticas que ha adoptado el
da y tacón alto) son motivo de durezas, callos hombre desde los tiempos más remotos. Las reúne en cuatro
dolorosos, deformidades persistentes (los pue- grupos fundamentales, las demás son variaciones:
blos primitivos mo conocen el hallux valgus) y 1. Posición sentada. La posición sentada es ignorada, al me-
dermatitis, y al alterar la estática del cuerpo, de nos pur una cuarta parte de la humanidad. las características
molestias a nivel de las articulaciones de las rodi- de la silla tienen una importancia considerable. Para que los
músculos estén distendidos y el raquis lumbar se halle coloca-
llas, caderas, región dorsolumbar e incluso cervi- do entre las posiciones extremas de cifosis y lordosis, la posi-
cal. Las dermatitis causadas por el calzado tienen ción no debe ser demasiado baja (la hiperflexión de las articula-
características muy definidas y tendencia a la ciones coxofemorales bascula la pelvis hacia atrás) dejando un
cronicidad. La mayoría de los casos se deben a intervalo suficiente (17-20 cm) entre el asiento de la silla y el
respaldo para que puedanalojarse las nalgas y la columna lum-
aceleradores químicos usados en la vulcanización bar pueda hallar el apoyo del respaldo. La forma de este último
de la goma; el aspecto clínico es bastante caracte- y su consistencia son igualmente importantes para que se
rístico, con lesiones eccematosas bien delimita- adapten a las curvaturas del raquis en la región lumbar y dorsal.
das en el dorso de los pies, acentuadas en las zo- Las posturas incorrectas castigan la columna dorsolumbar y
motivan estasis venosa pélvica y compresión de la vena safena,
nas de mayor presión de calzado; parte interna motivo de trombosis, y formaciones varicosas; estas últimas,
dorsal de pies y dedos, especialmente el dedo raras entre los japoneses y pueblos orientales que acostumbran
gordo; en general, toma configuración de conca- sentarse en el suelo, se previenen, en parte, levantando algo los
vidad superior; la localización plantar se hace en pies apoyándolos sobre un tabureteo silla baja.
Comovariante de la posición sentada, citaremos:
forma difusa con resequedad y fisuración de toda
la zona pero respetando la parte del arco plantar a) Sentarse en el suelo. Habitualmente, con las piernas cru-
zadas, de la que hay ocho a diez variedades, algunas de ellas
donde el peso del cuerpo, por la disposición ana-
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

prácticamente limitadas a los adeptos especialmente entrena-


tómica, no se hace sentir. Cabe destacar que la dos en estas posturas, como sucede en los templos hindúes,
larga evolución de este eccema explica la auto- budistas, etc. Ésta es la forma predominante de sentarse entre
medicación y el uso de innumerables aplicacio- pueblos situados en el gran arco que va desde África del Norte
a través de Oriente Próximo, India, sudeste de Asia e Indone-
nes tópicas que complican, alteran y, en ocasio- sia, con pueblos aislados en el Asia central, Corea, Japón, Mi-
nes, agravan el cuadroclínico. cronesia y Polinesia.
El desgaste de la suela y tacón orientan sobre En el mundo occidental hay una minoría de adultos (con la
las anomalías de la marcha debidas a causas suficiente flexibilidad articular y tendinosa) que se sientan de
esta forma, bien en el trabajo o en juegos y fiestas campestres;
congénitas o adquiridas. El rozado de la punta pero los vestidos y ciertus convencionalismos sociales restrin-
se observa en las marchas espasmódicas y equi- gen su empleo. La mujer, al sentarse en el suelo, lo hace con las
na, y el del tacón (parte posterior), en el pie piernas plegadas a un lado o extendidas o cruzadas en los tobi-
talo. En los pies planos valgos no compensados, llos, posturas típicamente femeninas. Las razones de esta unión
al sexo no son claras, aunque es probable que al menos una de
destaca el roce del borde interno de las suelas y ellas sea que en esta postura pueden fácilmente lactar a un niño
tacones, y en el equino varo, el del tacón y suela y hacer labores, como tejer esteras, cestas, etc., y otras simila-
externos. res efectuadas por las mujeres en la sociedades primitivas.
=>
24 Semiología médica y técnica exploratoria

El modo como los enfermos se sostienen en


pie y su forma de caminar son valorados por el
médico, puesto que la estática y la deambulación
no sólo ponen de manifiesto el estado general del
individuo, sino también la perfecta coordinación Escalenos
de una serie de factores óseos, articulares, mus-
culares y nerviosos cuya alteración puede refle-
jarse en el andar o en el modo de tenerse en pie.
Músculos de los
canales vertebrales
—_—

Tipos de actitud
Recto del
La actitud erguida, propia de la especie huma- abdomen
na, es posible gracias a la angulación sacroverte-
bral (promontorio) y la lordosis lumbar. No es

b) Sentarse sobre los talones. Habitualmente con las rodillas


descansando en el suelo. Es típica del Japón. Se trata de una
postura mixta de rodillas y sentada, y la adoptan también el
mundoislámico durante la oración y otras culturas de Asia. En Ligamento
México e Indonesia, es una postura utilizada principalmente sacroilíaco
por mujeres.

2. Posición en cuclillas. La posición en cuclillas profunda es


tan extendida como la de sentarse en la silla. Es similar a la ha- Aductor mayor
bitual de reposo del chimpancé, que para el mundo occidental Bicepscrural
resulta indecorosa y sólo se utiliza, exceptuando los niños muy (porción larga)
pequeños, en muy específicas ocasiones. Este baldón es más —> ,
Bicepscrural
antiguo que la civilización occidental, ya que los griegos la con-
(porción corta)
sideraban grosera, como lo demuestra el hecho de que los sáti-
1os se sentaban de esta postura cuando tocaban la flauta del
dios Pan. Actualmente, se encuentra muy extendida en Asia,
África, América latina y Oceanía, en donde la gente trabaja y
descansa ordinariamente en esta posición.
3. Posición de rodillas. La posición semiarrodillada, con una
rodilla en alto y la otra en tierra, data de la antigiedad. En las Fig. 1-2. Grupos musculares anteriores y posteriores
pinturas rupestres de las cuevas de Altamira y otras, se observa que mantienenel equilibrio del cuerpo.
esta posición, e igualmente en las esculturas de la antigua Gre-
cia, y la adoptaban los arqueros para disparar el arco. Rara vez
se encuentra en mujeres.
4. Posición de pie. Es una posición universal. Posición erec- una postura estática, sino un estado de equilibrio
ta ordinaria con los brazos colgando a los lados del cuerpo o entre la acción de la gravedad, que tiende, cual
con las manos cruzadas por delante o por detrás. Comovarie- un peso que colgara del esternón, a desplomarel
dad de postura en pie, destaca la posición nilótica, semejante a la
de la cigueña y consistente en permanecer en pie sobre una
cuerpo hacia delante, y otras fuerzas que obran
pierna, estando la planta del otro pie apoyada en una zona pró- en sentido opuesto, y que se encuentran repre-
xima la rodilla. Era la posición favorita de los altos hombres sentadas (fig. 1-2) por:
de las tribus del Nilo superior, y se ve también en el Sudán me-
ridional y, a menudo, en otras partes de África, en las colinas
de la India, en los aborígenes de Australia y entre las tribus in- 1. La contractura tónica de los músculos lla-
dias de América del Sur. Se trata de una postura rara y curiosa, mados antigravitativos, como son los de la nuca,
inadaptable para el hombre vestido y calzado. los de los canales vertebrales, los glúteos y los
En la evolución de los distintos hábitos posturales, intervie- extensores de las extremidades inferiores.
ne un complejo conjunto de factores anatómicos, fisiológicos,
psicológicos, culturales, ambientales y tecnológicos. Influyen el 2. La presencia del cojinete gaseoso abdominal,
sexo, el vestido, la vivienda, el suelo (frío, húmedo, de vegeta- colocado a manera de un balón entre el diafrag-
ción alta o baja, etc.) y las actividades laborales, vehículos, ins- ma y suelo de la pelvis, y bien tenso por la con-
trumentos, etc. La forma como nos sentamos, arrodillamos o tracción de la musculatura abdominal.
estamos en pie, está determinada, fundamentalmente, por la
cultura; de ahí que el estudio de los hábitos posturales sea una
3. La aorta repleta de sangre y adosada como
de las fuentes más importantes del conocimiento de las cos- un tallo de apoyo a la columnavertebral.
tumbres de un pueblo. 4. El freno pasivo de las articulaciones.
Generalidades 25

Si en un sujeto en pie dejamos que la columna


vertebral vaya aumentando sus curvaturas por la
sola acción de la gravedad, llegará un momento
en que las incurvaciones ya no aumentan más,
pues los cuerpos vertebrales contactan unos con
otros, los ligamentos se ponen tensos y el movi-
miento se frena en ausencia de toda acción mus-
cular.

Actitud de pie

<<
Entre las actitudes que se han descrito como
las habituales adoptadas por el individuo en pie,
figuran las siguientes:

1. Actitud erguida normal. El plano de la pelvis


forma un ángulo de 30? con la horizontal. La lí-
nea de gravedad pasa por las articulaciones del
hombro, cadera, rodilla y pies (fig. 1-3 A). Es una
actitud que, teóricamente, no necesita esfuerzo
muscular; pero es tan inestable que sólo puede A

m
ser mantenida breves momentos o utilizando
una pierna en actitud normal y la otra más sepa- Fig. 1-3. Actitudes habituales adoptadas por el indi-
rada, para conservar el equilibrio, como se ve en viduo en pie. A) Actitud normal. B) Actitud descanso o
cómoda. C) Actitud de firmes.
las esculturas griegas.
Cada individuo tiene, entre ciertos límites,
una actitud peculiar consecuencia de varios fac-
tores, así, talla, hábito corporal, tono vital, hábito ción de las caderas. La lordosis lumbar disminu-
deportivo, etc. Contrasta la manera de mantener- ye, la cifosis dorsal se acentúa, y puede llegarse a
se en pie de los pícnicos y atléticos (y los sujetos la fijación pasiva de la columna por tensión de
de corta talla) con la de los longilíneos y asténi- los ligamentos vertebrales y contacto anterior de
cos, que la hacen incurvándose y adoptando la las vértebras; de ahí el trabajo casi nulo de la
posición de reposo. Como ejemplos de actitudes musculatura vertebral.
viciosas en posición erecta debidas al abuso del 3. Actitud erguida forzada «militar de firmes (Lig.
deporte citaremos a los nadadores (cifosis total 1-3 C). Hay una fuerte contracción de los mús-
dorsolumbar por hipotonía y relajación muscu- cuos espinales, de los extensores de la cadera y
lar), ciclistas (cifosis localizada en la columna to- de los flexores plantares. La contractura del cuá-
rácica inferior relacionada con la posición encor- driceps no es necesaria, ya que la línea de grave-
vada durante la carrera y la tracción ejercida por dad pasa por delante de la rodilla y a unos 10 cm
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

los miembros superiores e inferiores hacia abajo), de los maléolos. Es una actitud que no puede
esgrimidores (esclerosis dorsolumbar por la hi- mantenerse largo tiempo.
pertrofia de determinados músculos), equitación 4. Posición de Meyer. Aprovechando el freno
(incurvación de las extremidades inferiores), etc. articular, la cadera y la rodilla se colocan en ex-
No hay que estar de pie inútilmente. El abuso tensión. La línea de gravedad pasa por detrás de
de esta postura facilita la aparición de varices y la cadera, por delante de la rodilla y a unos 4-10 cm
pies planos, y repercute sobre la columna verte- por delante de los maléolos.
bral y diversos órganos, como el estómago y la
musculatura lumbar.
2. Actitud erguida cómoda (o de descanso [figu- Actitud en decúbito
ra 1-3 BJ). Requiere poco esfuerzo muscular. La
pelvis en las articulaciones de las caderas se incli- La actitud o manera espontánea de estar acos-
na hacia atrás, de modo que el centro de grave- tado el enfermo se llama «decúbito». Distingui-
dad se encuentra por detrás del punto de rota- moslos siguientes:
26 Semiología médica y técnica exploratoria

1. Decúbito dorsal o supino”. El cuerpo descan-


sa sobre el dorso. Es el más antifisiológico. Nin-
gún animal lo adopta para dormir. El descanso
nocturno en esta posición motiva:

a) Descenso de la mandíbula. Por su peso y


por la masa de la musculatura lingual que se en-
cuentra relajada.
b) Semiapenura de la boca. En esta posición
no se puede deglutir. La flora bacteriana crece
con rapidez sobre la seca superficie mucosa de
las cavidades bucal y nasal.
d) Presión en dirección dorsal. El peso que ejerce la
musculatura lingual hace que la laringe se desplace
hacia la columna vertebral, con lo que se consigue
un estrecho contacto entre la comisura posterior de
la laringe y las paredes de la faringe. Las secrecio-
nes, que contienen bacterias, pueden descender B
hasta este punto desde el espacio nasofaríngeo y la
Fig. 1-4. Decúbito ventralfisiológico. A) Gracias al peso
cavidad bucal, a lo largo de las amíigdalas y de la fa- de la columna vertebral, de la musculatura dorsal, etcéte-
ringe. Al alcanzar esta posición, permanecen deteni- ra., el tórax resulta comprimido. Además, los órganos in-
das, dado que, mientras se duerme con la boca testinales se ven apretadosen dirección torácica. Así se fa-
abierta, el acto de la deglución no se desencadena. vorece la espiración, siendo la inspiración más superficial.
Desde esta localización, las secreciones son aspira- B) Las flechas de la tráquea señalan la dirección de la co-
das hacia la laringe durante la inspiración que pro- rriente secretora «cuesta abajo» provocada porloscilios.
duce los ronquidos laringofaríngeos. De este modo,
las infecciones pueden pasarde la faringe, a lo largo
de la laringe, hasta la tráquea y alcanzar y atacar las comatosos yacen en cama en actitud flácida ou
vías aéreas más profundas, condicionando las más laxa, siguiendo su cuerpo y miembros las leyes
diversas afecciones de las vías respiratorias (llama- de la gravedad. No son capaces de variarla porsi
das, generalmente, «catarros descendentes»). mismos, aunque les resulte incómoda.
6. Decuúbitos forzados. En ocasiones, los enfer-
2. Decúbito veniral o prono. Es la actitud que, mos adoptan posiciones que, aunque realizadas
filogenéticamente, corresponde para dormir (fig. voluntariamente, nada tienen que ver con la pos-
1-4 A), aunque actualmente hay controversia so- tura normal. Su causa es la evitación del dolor o
bre si es la ideal para el descanso de los bebés o de algún síntoma molesto y que, por tanto, tie-
no. La compresión de las vísceras abdominales y nen considerable valor clínico. Aunque su esta-
del tórax facilita la eliminación de gases y la espi- dio compete al de cada aparato en particular, ci-
ración (muy útil en asmáticos y enfisematosos), taremos para ilustrar el concepto, la actitud en
así comoel trabajo del epitelio ciliar de los bron- gatillc de fusil propia de los procesos meníngeos,
quios y tráquea (fig. 1-4 B). la ortopneica de los enfermos disneicos, la genu-
3. Decúbito lateral derecho (u oblicuo derecho). pectoral o en plegaria mahometana en los gran-
Evita el peso del hígado y favorece el sentido dela des derrames pericárdicos, etc. Por ejemplo,enel
circulación del contenido gástrico al duodeno. tétanos y otras enfermedades, existen contractu-
4. Decúbito lateral izquierdo (u oblicuo iz- ras tónicas dolorosas que cuando se generalizan
quierdo). Mal soportado excepto por los porta- el paciente puede adquirir posiciones variadas:
dores de hernia hiatal por disminuir el ángulo a) Obpistótonos. En que el enfermo aparece en
cardioesofágico de His. forma de arco de concavidad posterior por contrac-
5. Decúbitos pasivos (se oponen a los antes tura de los extensores, descansando en la cama
descritos o activos). Los enfermos adinámicos o sólo porla cabeza y los pies. A veces sólo se afecta
el cuello, lo que constituye el opistótonos cervical.
"Del latín supinare o pedir. Los pedigiieños solicitaban la
b) Pleurostótonos derecho o izquierdo. Cuando
dádiva con la palma de la mano (cara ventral) dispuesta hacia el cuerpo se flexiona sobre uno u otro lado. Es la
arriba. variedad más rara (tétanos lateral de Sauvages).
e

Generalidades 27

c) Emprostótonos o tétanos en bola. El enfermo tarias, sino perturbaciones de los órganos inerva-
está incurvado hacia delante, en posición de feto, dos por los nervios correspondientes (corazón,
por contractura de los flexores. estómago); se producen, además, deformaciones
d) Ontostónos (tétanos recto de Larrey). El en- torácicas y abdominales, causa de trastornos car-
fermo aparece en actitud recta; se puede levantar diopulmonares y digestivos.
de una pieza. Esta rigidez tónica es interrumpida 2. Todos los órganos cuya capacidad de acción
porcrisis convulsivas. depende de la actividad fisica, así, respiratorios
(la hipoventilación predispone a infecciones
Algunos enfermos, en vez de guardar siempre broncopulmonares y, junto al fallo cardíaco, a
la misma postura, tienen que cambiarla a cada neumonías hipostáticas); circulatorios (fallo car-
instante. Esta agitación o inquietud física (inquies) díaco, edemas maleolares, trombosis venosas, a
se suele observar casi siempre en las afecciones su vez motivo de embolias, etc.); digestivos, con
febriles de comienzo agudo. digestiones penosas, estreñimiento rectal (dis-
quecia), hemorroides, hernias por atrofia de la
pared, etc.
Reposo prolongado 3. Las partes del cuerpo que descansan sobre el
lecho, debido a atrofia por compresión y úlceras
El individuo enfermo siente casi siempre la de decúbito. La presión ejercida sobre las tubero-
necesidad imperiosa de acostarse. El hombre ha sidades isquiáticas en la posición sentada (algo
conservado este instinto que también poseen los menos en la supina) es de unos 300 mm Hg,
animales. Indudablemente, la posición horizontal mientras que la presión capilar oscila entre 16 y
ejerce un efecto terapéutico por sí misma. 33 mm Hg.
Es de criticar el «reposo por prescripción», a 4. El psiquismo. El reposo prolongado en
menudo, durante demasiado tiempo después de cama desencadena, como primera reacción, una
haber vencido una enfermedad aguda. Muchas situación de angustia. Un enfermo encamado es
veces el entrenamiento se ha antepuesto al repo- un hombre derrotado que, en vez de vivir su
so, por ejemplo, en el caso de los cardiópatas o vida, la ve pasar desde su lecho. En general, esta
después de intervenciones quirúrgicas. Al igual angustia de ser colocado «fuera de circulación»
queel día y la noche, la vida y la muerte, el repo- desaparece antes en el hospital que en el hogar,
so y el movimiento se completan entre sí ineludi- donde el enfermo pretende en vano seguir ac-
blemente. El reposo en cama constituye sólo una tuando o vigilando su profesión.
parte de este par de antagonistas y no es posible
prolongarlo impunemente más de lo necesario. La actitud que los sujetos sanos adoptan du-
Tan pronto como una enfermedad se convierte rante la noche (dormir de espaldas, boca abajo,
en crónica, el reposo prolongado en cama pasa a con las piernas encogidas, abrazado a la almoha-
ser un factor patógeno y comienzan a presentar- da, de costado sobre un hombro) es indiferente.
se efectos perjudiciales, al igual que sucede en Guarda cierta relación con hábitos adquiridos
toda clase de sobrecargas debidas a la rotura de desde la infancia y son valorados como índice de
una polaridad. El reposo en cama constituye para su carácter y personalidad. l.os enfermos adop-
los ancianos el principio del fin. tan una postura fija con el fin de hacer su mal
(O MASSON, S.A. Fotocopíiar sin autorización es un delito.

Un encamamiento demasiado prolongado per- más llevadero.


judica diversas estructuras Orgánicas: Los pleuríticos con un derrame copioso, así
como los portadores de abscesos o cavidades tu-
1. El aparato locomotor (atrofia por inactividad berculosas o bronquiectásicas, duermen semiin-
de los músculos), huesos (osteoporosis dolorosa), corporados y reclinados sobre el lado de la le-
articulaciones (artrosis, deformaciones), la piel se sión, con lo que calman el dolor, disminuyen la
arruga, engruesa, edematiza y se altera la secre- disnea y evitan el paso de secreciones al árbol
ción sudoral. Debida a la presión ejercida por la bronquial, motivo del molesto reflejo tusígeno.
ropa de la cama sobre los pies, se observa, des- Los enfisematosos y bronquíticos crónicos
pués de una clinoterapia prolongada, el «pie prefieren el decúbito ventral con lo que logran
equino debido a las ropas de cama». La deforma- presionar el diafragma, cuya cúpula es desplaza-
ción de la columna vertebral (se adapta a la da hacia arriba al ser comprimido el contenido
cama, curvándose hacia fuera donde tendría que del abdomen; disminuir la inspiración profunda,
ser cóncava) no sólo motiva neuralgias segmen- porla resistencia que ofrece el diafragmasosteni-
28 Semiología médica y técnica exploratoria

do por los órganos abdominales; favorecer y


reforzar mecánicamente la espiración, por el
peso que ejercen sobre el tórax la columna ver-
tebral, la musculatura dorsal y los grandes vasos
(fig. 1-4).
El decúbito lateral izquierdo es mal tolerado
cuando el ventrículo homónimo inicia la des-
Dpto vrune tudo Traudi-
ca el corazón derecho. Sólo un individuo con vo-
razón sano puede dormir de ambos lados sin
molestias.
En la hernia del hiato diafragmático con reflu-
jo gastroesofágico, la horizontalidad (y el decúbi-
to lateral derecho) favorecen la regurgitación y
pirosis, al igual que en las estenosis esofágicas; el
Fig. 1-5. Tipo pícnico.
enfermo duerme semiincorporado (o en decúbito
lateral izquierdo) por colocación de unos tacos
de madera en la cabecera de la cama, pues si lo
incorporamos con almohadas la leve cifosis dor-
sal favoreceel reflujo.
La dificultad para dormir en uno de los decú-
bitos laterales puede obedecer a que con la almo-
hada se ocluya la ventana nasal que trabaja en
buenas condiciones, poniéndose de relieve el de-
fecto funcional de la otra ventana nasal; asimis-
mo, los enfermos con hipoacusia o hiperacusia
dolorosa unilateral evitan ocluir el oído sano.
Los sujetos ancianos y esclerosos gustan deal-
mohadas delgadas, pues la posición horizontal
favoreceel riego sanguíneo cerebral.

FACIES

En la cara, cuya extremidad frontal tiene la Fig. 1-6. Tipo asténico; leptosómico.
significación más noble, se reflejan las reaccio-
nes provocadas por el mundo exterior (interés,
miedo, repugnancia, etc.), así como las excita-
ciones que tienen su origen en el propio indivi- color fresco de la piel y sienes notablemente des-
duo, ya sean estados de ánimo(alegría, tristeza, pejadas (fig. 1-5).
preocupación, angustia, etc.) o en trastornos Los leptosómicos tienen el contorno frontal
funcionales de las vísceras provocados por da- de la cara ovoideo, con el eje corto (fig. 1-6).
ños de cualquier índole. En todos los casos, y En los atléticos, el contorno de la cara es ovoi-
por vía nerviosa, se produce, a la par, la contrac- deo, alargado,sin perfil característico (fig. 1-7).
tura de determinados músculos faciales y fenó- Los gestos de la cara (apretar los labios, frun-
menos en la irrigación de la piel (palidez, rubor, cir el ceño, adelantar la barbilla; sonrisa ancha
sudación), que dan a la cara un aspecto que per- con elevación de las cejas, etc.) son como unse-
mite al observador experto apreciar la causa que máforo revelador de un gran número de emocio-
lo motiva. nes e incluso de estados no expresados por el
En los sujetos sanos, el aspecto de la cara va- lenguaje. Los gestos de la cara adquieren mayor
ría según múltiples factores. Citaremos la edad, significado si se acompañan de otros de la cabe-
la raza y el estado de ánimo. za, cuello y cuerpo.
En los sujetos pícnicos, la cara tiene el contor- Las enfermedades graves se reflejan en la ex-
no pentagonal o en forma de escudo ancho, con presión entera de la cara y sobre todo en la de los
Generalidades 29

sionales (áurica, plúmbica y mangánica) y aberra-


ciones cromosómicas (síndromes de Down y del
maullido de gato [deleción del brazo corto del cro-
mosoma 5)) y, poralteración de los cromosomas
sexuales o gonosomas, las de los síndromes de Kli-
nefelter (disomía o polisomía en el varón) y Turner.

HÁBITO CORPORAL
Desígnase como hábito corporal (o biotipo
morfológico) el aspecto particular del cuerpo de-
pendiente de la especial combinación morfológica
de sus segmentos. Siendo parte de la constitución
Fig. 1-7. Tipo atlético.
total, su estudio tiene notorio interés práctico. Los
médicos antiguos, a partir de Hipócrates, señala-
ban una correlación entre la figura corporal y la
A aparición y curso evolutivo de las enfermedades.
rl Precisando más, se debe a Rostán la noción de que
los cuatro tipos morfológicos (muscular, respirato-
a | | or, rio, digestivo, cerebral) corresponden al predomi-

Ak nio de uno u otro de los aparatos orgánicos sobre
los restantes y que tal primacía no sólo predispone
al individuo al padecimiento de ciertas enferme-
dades, sino que también imprime modalidades a
su curso que habrán de tenerse en cuenta en el tra-
tamiento y en el juicio pronóstico.
La tendencia universal en medicina de buscar
una relación entre la morfología y el funcionalis-
mo, la comodidad que supone el adquirir un co-
nocimiento mediante la simple inspección y la
exactitud numérica de las medidas empleadas, en
Fig. 1-8. Arrugas mórbidas de Jadelot.

¿Comono ignoraban los clásicos, ciertas partes de la cara ex-


presan, sobre todo porla intervencióndel sistema vegetativo, las
ojos. Reciben diversas calificaciones en relación alteracionesfísicas que corresponden a enfermedades determina-
con el nombre del autor que las ha descrito (facies das. Estos datos constituyen el fundamento de las arrugas mórbi-
das de Jadelot (fig. 1-8). Se distinguen tres trazos principales:
hipocrática, de Spencer Wells, de Corvisart, etc.),
según el signo principal que manifiestan (facies ic- 1. Oculocigomático. Trazo o arruga, parte del ángulo exter-
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

no del ojo y va a perderse un poco por debajo del saliente for-


térica, anémica, etc.) o el órgano enfermo(facies
mado por el hueso malar en la cara. Se relaciona con las enfer-
cardíaca, ovárica, hepática, etc.). medades del cerebro.
Los procesos dolorosos de larga duración (así 2. Nasolabial. Comienza en la parte superior del ala de la
como los estados de ánimo sostenidos) motivan nariz y rodea en semicírculo más o menos completola línea
externa de la comisura de los labios. En muchas ocasiones, se
la reiteración de un mínimo gesto (fruncir el en-
une a otro trazo (llamado genal) que viene de la mejilla. Jadelot
trecejo, arrugar la frente, rictus bucal) que, a la ha señalado la correlación que tiene con las enfermedades del
larga, acaba por fijarse confiriendo a la cara un aparato respiratorio.
aspecto peculiar, valgan como ejemplos las facies 3. Labial. Comienza en el ángulo de los labios y termina
en la parte baja de la cara; no es muy profundo, y los clásicos lo
ulcerosas gástrica y lamímica «en omega» (0)
hanrelacionado con las enfermedades del abdomen.
propia de los abscesos y tumores cerebrales”.
Son de valorar las modificaciones de las facies El arte de descubrir la significación de los rasgos de la cara
se designa fisiognomía. Existen personas llamadas fisonomistas,
consecutivas a la toma de determinados fármacos que tienen facilidad natural para interpretar el lenguaje del ros-
(facies yatrogénicas; facies cortisónicas, discinésica tro. Las facies sólo hablan, permíitasenos la expresión, a los
por derivados fenotiacínicos), intoxicaciones profe- acostumbrados a verlas.
30 Semiología médica y técnica exploratoria

contraste con la vaguedad de los datos que pro- diátesis o predisposiciones, como las diátesis
porciona el examen del funcionalismo interno, alérgicas, la braditrófica, la neurodistónica vege-
explican la predilección de los autores en el em- tativa (vago) y simpaticotónica.
pleo del estudio del hábito corporal para conocer
la constitución de un individuo determinado. El conjunto del hábito corporal (o constitu-
En todo individuo (fenotipo) hay una serie de ción morfológica), el temperamento (o consti-
caracteres constitucionales transmitidos por he- tución psíquica) y la capacidad reactiva (o cons-
rencia (genotipo) más o menos modificados porla titución reactiva) integran la constitución total, la
acción del mundo externoo perístasis (fenotipo = cual puede definirse como «la resultante de la in-
genotipo + perístasis). Las disposiciones heredita- tegración de factores morfológicos, psíquicos y
rias (más influyentes que los factores ambientales) funcionales, producto de la reacción entre las in-
son eternas y el individuo las transmite a su des- fluencias peristáticas y la base hereditaria de de-
cendencia en virtud de la famosa ley de la «conti- terminado individuo»?.
nuidad del plasma germinal»; las adquiridas por Numerosas escuelas han pretendido clasificar
acción del medio (perístasis) no se transmiten, a el fenotipo. Sin dejar de reconocer la utilidad de
menos que éstas seas intensas (radiaciones ¡oni- muchas ellas, sólo nos detendremos con cierta ex-
zantes) y que a la par de las células somáticas se tensión en las de Kretschmer, Sheldon y Stevens.
afecten las germinativas (entre 30.150 nacidos en Cabe señalar que los antecedentes de todas estas
Hiroshima inmediatamente después de la II Gue- escuelas se remontan a Hipócrates, quien, más de
rra Mundial, no menos de 4.282 eran anormales). cuatro siglos antes de J.C., ya definió magistral-
mente los dos fenotipos extremos, a los que deno-
minó«tísico» y «apoplético». Correspondenal pre-
Aspectos semiológicos del fenotipo dominio de los diámetros vertical o sagital en la
morfología corporal y están en correlación positi-
Procede diferenciar en el fenotipo o maniles- va con los denominados temperamentos esquizo-
tación externa de la constitución total, tres secto- tímico y ciclotímico de la tipología kretschmeria-
res O aspectos: na, como se comenta a continuación.

1. Hábito corporal (somático o biotipo morfo-


lógico). Según las distintas escuelas se distinguen Tipología de Kretschmer
diferentes formas fundamentales.
2. Temperamento o ánimo. Estructura psíquica Este autor ha demostrado quela estructura físi-
primaria que imprime dinamismo a la constitu- ca de una persona se asocia, a menudo, concierto
ción y determina la conducta vital emotivoafecti- tipo de personalidad, y en caso de enfermedades
va. Apenas es influido por el ambiente y educa- psiquiátricas, con una perturbación peculiar. Co-
ción, más eficaces sobre el carácter, espíritu o menzó admitiendo dos tipos polares, el pícnico
estructura psíquica secundaria de Adler. Procede (compacto) y el asténico (llamado después lepto-
distinguir, con Kretschmer, las siguientes varie- somático); pero, posteriormente, introdujo un ter-
dades temperamentales: cer tipo que denominóatlético. Más tarde, añadió
el grupo inclasificable de los displásicos. Todos
a) Esquizotímica. De tendencia impulsiva O ellos son desviaciones del biotipo normal (o nor-
del todo indiferente y con vida afectiva pobre. motipo), caracterizado por no ofrecer ningún de-
b) Ciclotímica. Intensamente afectiva con os- talle disonante en su morfología, que se adapta a
cilaciones entre la exaltación y la depresión. los cánones clásicos; los datos biométricos (talla,
c) Enequética o viscosa. De conducta y afectos
perseverantes, iterativos, minuciosos.
"Vicente Espinel expresó con mano maestra, a principios
del siglo xvII, cuanto acabamos de decir: «Los grandes médicos
3. Capacidad reactiva. Es el tercer componen- que yo he conocido y conozco, en llegando al enfermo, procu-
te integrante de la constitución. Determina el ran con gran cuidado saber el origen, causa y estado de la en-
modo de reaccionar y el funcionalismo de cada fermedad, y el humor predominante del paciente, para no curar
sujeto ante las diversas situaciones y estrés de la al colérico como al flemático, y al sanguíneo como al melancó-
lico; y, aún, si es posible, aunque no hay ciencia de particula-
vida. Está en relación con la herencia, sistema res, saber la calidad oculta del enfermo, y de esta manera se
neurohormonal y temperamento. Atendiendo a acierta la cura y se acreditan los médicos». (Vida del escudero
la capacidad reactiva, se han distinguido diversas Marcos de Obregón. Descanso IV.)
Generalidades 31

peso, superficie corporal en relación con aquellos,


proporciones mutuas de las medidas segmenta-
rias, etc.) son los que corresponden a su edad y
sexo; hay también un desarrollo armónico de los
grandes sistemas orgánicos, así como de las activi-
dades metabólicas y psíquicas(fig. 1-9).

Tipo pícnico (de mkvol, compactos). Su ar-


quetipo es la figura Sancho Panza. En él predorni-
na el diámetro anteroposterior abdominal. Cara,
pecho y abdomen anchos y gruesos; miembros
cortos y más bien gráciles. Manos anchas y cortas,
articulaciones delicadas, cabeza algo hundida en-
tre los hombros, piernas delgadas. La cara del píc-
nico, propendeal enrojecimiento, y la grasa tiende
a concentrarse especialmente debajo del mentón.
8
Los hombres pícnicos son calvos precoces, por se-
borrea, desde jóvenes se inicia en ellos la «curva
Fig. 1-9. Índices de armonía morfológica. Tipo nor-
de la felicidad» (embonpoint, de los franceses; barri- mal.
ga, de los españoles). Si a lo expuesto se asocia
una facies rubefacta, cianótica, con las conjuntivas
inyectadas y vasos flexuosos en mejillas, sienes y En él, predomina el diámetro longitudinal,
partes descubiertas, queda constituido el hábito vertical, sobre los dernás. Se trata de sujetos del-
apoplético de los clásicos (fig. 1 5). gados, de hombros estrechos, pecho largo y apla-
La textura orgánica de estos sujetos, se relacio- nado, vientre sin grasa y caderas poco prominen-
na con una «fórmula endocrina» peculiar, con hi- tes. La cara es también alargada, estrecha y
perfunción hipofisogonadal (de ahí la talla corta pálida, con frente inclinada hacia atrás, gran na-
por hipoplasia de las extremidades inferiores; el riz y micrognatia, que produce un perfil angular
buen desarrollo de los genitales externos; menar- (cara de pájaro). El perímetro craneal es escaso,
quia precoz) y de las glándulas suprarrenales (hi- se ensancha por encima de las orejas y aparece
pertonía arterial, hirsutismo), con bajo tono del ti- cubierto de un pelo fuerte, con largas cejas muy
roides. Propenden a la neoformación del tejido unidas. Las extremidades son largas y delgadas
conjuntivo y a la reacción inflamatoria. En ellos (excepto en las formas mixtas astenico-atléticas),
son frecuentes las enfermedades cardiovasculares con tendencia a cianosis de manos y pies. Hay
(arteriosclerosis, hipertensión arterial con sus com- predisposición a ptosis visceral y al corazón pén-
plicaciones, angina de pecho, varices, etc.), de la
nutrición (diabetes, gota,litiasis biliar o renal, etc.)
reumáticas (del tipo cronicodegenerativo), respira- Tabla 1-1. Relación entre epilepsia, esquizofre-
nia y psicosis maniacodepresiva y los diferentes
torias (bronquitis crónica, enfisema, asma bron
hábitos corporales
quial, etc.), así comola cirrosis hepática, la nefros-
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

clerosis, la pancreatitis, los tumores malignos, etc. 100 %


Los pícnicos se relacionan con el tempera-
80 %
mento ciclotímico, con predisposición a la psico-
sis maniacodepresiva y resistencia a la esquizo- 60 %
frenia y epilepsia (tabla 1-1). 40 %
20%
Tipo leptosomático (A.erol, estrecho; Gwpa,
cuerpo) o asténico. En Kretshmer, este último 0%
Epilépticos Esquizofrénicos Maniaco-
término se refiere a todo el conjunto de caracteres
(1.505 casos) (5.233 casos) depresivos
somatoscópicos y dimensionales del tipo, que no (1.361 casos)
implican necesariamente un tono morfológico «as-
ES Atípicos WN Leptosomáticos
ténico», pese a que la mayoría de casos realmente Displásicos Wi Pícnicos
lo sean. Es superponible al clásico hábito tísico de MN Atléticos
Stiller. Su arquetipoes la figura de Don Quijote.
32 Semiología médica y técnica exploratoria

dulo o en gota, y signos frecuentes de hipoplasia reves del esquizotímico, Propenden, como los
e hipofunción genital. En las mujeres, es frecuen- píenicos, a la psicosis maniacodepresiva y a la
te que resulten también pequeñas las medidas epilepsia.
longitudinales (tipo asténico hipoplásico).
Kretschmer concede gran importancia, como Subtipo asténico-atlético. Con caracteres
signo de estigma biológico, al envejecimiento imbricados de los.tipos anteriores; en general, los
prematuro de este biotipo. Señala además que su individuos pertenecientes a este subtipo produ-
característica dinámica es el ritmo acelerado de cen la impresión de asténicos artificialmente de-
sus funciones, pero con valores bajos de tuno € sarrollados por el ejercicio muscular activo,
intensidad y poca resistencia a la fatiga (fig. 1-6).
La constitución asténica tiene por esquera en Tipo displásico. Se señala en los sujetos
docrino la debilidad hipolisaria y suprarrenal y la cuyas anomalías morfológicas son tan patentes
energia tirvidea. Según el predominio respectiva, que no permiten encasillaldos en ninguno de los
tenemos los asténicos con tendencia depresiva y grupos anteriores. Según Krerschmer, presenta
los irritables. En ellos, son frecuentes la tuberculo- tres variedades:
sis en sus diversas formas y localizaciones, la úl-
cera gástrica, las ptosis viscerales y hernias, y la Gigantes eunocoides.

Po
jaqueca. La hipoplasia o debilidad constitucional Eunocoides y obesos pluriglandulares.
del mesénquima los aleja de las enfermedades Hipoplásicos e infantiles,
que determinan neolormación del tejido conjunt-
vo; cirrosis hepática, neltusclerosis, esclerosis vas- bodas ellas tenen en comúnla lalta de cuzril
cular, etc. mia, su desproporción y tosquedad (en realidad,
El hábito leptosómicose relaciona con el tem etiológicamente, displásicu significa mal confor
peramento esquizotímico y aboca con frecuencia mado), es decir, su falta de armonía intrínseca
a la esquizofrenia. Un individuo displásico parece haber sido consti-
tuido aprovechando un molde desfigurado o mal
Tipo atlético. Llama la atención el fuerte configurado. Los displásicos, en todas sus vatian-
desarrollo del esqueleto y de la musculatura, y el tes corporales conocidas, se encuentran a menu-
hecho de que las extremidades sean más bien lar- do en la epilepsia (más que los pícnicos y lepto-
gas. Destaca el imponente tórax, ricamente mus- somáticas) y en la esquizolrenia (siguen a lus
culado, que distrae la atención de la parte inferior leptosomáticos y aventajan a los picnicos), pero
del cuerpo, que se adelgaza considerahlemente, faltan casi por completo (0,4 %) en la psicosis
así comola pelvis estrecha y las piernas delgadas, maniacodepresiva.
conjunto de caracteres que dotan al contorno
frontal del tronco de una forma trapezoide. La
armazón ósea es compacta y sólida, particular- Tipología de Sheldon y Stevens
mente en las regiones escapulobumerales y en
las partes distales de los miembros superiores € Distinguentres tipos, basados en las medidas
inferiores; los músculos, recubiertos de piel elás- corporales, cada uno con su temperamento pro-
tica y pobre en grasa, se hallan magníficamente plo.
desarrollados y exhiben fuertes relieves plásticos.
Sobre el cuerpo elevado y sólido, descansa una Endomórficos. De baja ustatura y obesidad
cabeza firme, alargada, con un rostro igualmente manifiesta, son viscerotónicos. Su característica
alargado ensu parte media y mentón y relieves fundamental es que la vida parece que gira en
óseos acentuados. El contorno de la cara es de ellos alrededor del instinto de nutrición, siendo
forma ovoide, alargado, sin perfil característico, y su mayor placer el de la hora de las comidas.
el cráneo es alto y estrecho (fig. 1-7). Simpáticos para todo el mundo, son de gran su
Se relaciona con el temperamento viscoso, de ciabilidad, siendo escasa su combarividad y agre-
Kretschmer (o enequético, de Mauz), cuyo rasgo sividad, precisando ayuda de los demás, para re-
más peculiar es la escasa reacción a los estimu- solver problemas de cierta gravedad. lDesean
los, así corno la adherencia o perseveración en el cubrir sus necesidades con el minimo esfuerzo,
funcionamiento psíquico. Corresponde al maovi- por lo que su ideal consistiría en vIvIT siempre en
miento seguro y vigoroso, pera no diestro ni pró la infancia. La sexualidad ocupa en ellos un lugar
digo, de mayor fuerza y masa que precisión, al secundario,
Generalidades 33

Mesomórficos o somatotónicos. —lienen y algunas visibles, de acuerda con la ley de la


un relativo predominio de los órganos mesodér- multiplicidad de las anomalías congénitas.
micos (esqueleto, musculatura, aparato circula-
torio) con un físico pesado, duro, atlético, de
perfil rectangular, giran vitalmente alrededor del ESTADO DE NUTRICIÓN
instinto de poder. Su placer estriba en el hacer,
en desplegar una actividad máxima, de aquí que Se estima con la inspección y se confirma con
la fase más apreciada de la curva vital sea la ju- la pesada. Es útil realizar esta última periódica-
ventud por ser en ella donde mejor se manifies- mente en una báscula de confianza, y en las mis-
ta su potencia física. De una agresividad compe- mas condiciones; mejor al levantarse en ayunas,
titiva manifiesta, carecen de piedad y presentan con el mismo atuendo y después de haber orina-
una gran resistencia para el dolor físico y tam- do y defecado.
bién un instinto sexual poderoso y sin inhibicio- La obesidad, siempre debida a una exceso de
nes. grasa, resulta o de un apetito excesivo (obesidad
exógena, nombre poco apropiado por cuanto la
Ectomoórficos o cerebrotónicos. Se acom causa que motiva este apetito reside en el propio
pañan de una corporalidad con predominio de individuo, a veces como estigma familiar) o de
los órganos ectodérmicos, asi, tepumentos, Ór- un retardado merabolismo en relación con un
ganos de los sentidos, sistema nervioso y aspec- trastorno de las glándulas endocrinas (obesidad
to delicado, longuilíneo, asténico; siendo su pe- endógena).
culiaridad más destacable la inhibición en todos Todas los obesos, AUNQUE M0 CONTIATL erre RC E
los ámbitos de su fisiologismo. De apariencia 30 en comparación con Otras personas, ingieren
juvendl largamente conservada) son hipersensi- más de lo que nucusitan.
bles al dolor; con tendencia a la soledad, a la Debemos siempre pensar en la retención de l-
intimidad, escasean en comunicabilidad senti- quidos o edema, sobre todo en enfermos cardía-
mental, tratando de orientarse más en la rela- cos, renales o diabéticos no tratados con insulina.
ción histórica que con la actualidad. De pen- La delgadez es el estado opuesto a la obesidad
samiento profundo, gustan de disquisiciones y, como esta última, puede ser exógena (por h1-
sobre el sentido de la vida, estructura del Uni- poalimentación absoluta o relativa en relación al
verso y problemas de este tipo, por eso la edad ejercicio o trabajo producido) o endógena. Hay
que más les satisface es la de la madurez, cuan- individuos en quienes la delgadez es un estado
do creen que pueden encontrar respuestas a las familiar; son los llamados magros o enjutos. Ge-
preguntas que se formulan. De psicosexualidad neralmente, pertenecen al hábito corporal lepto-
precoz y viva, adquiere un predominio sobre somático o asténico, y pueden considerarse sa
los instintos de poder y nutrición, causante de nos, pues comen con envidiable apelilo. Los
perturbaciones juveniles por las inhibiciones y sujetos que, porla causa que sea, han enflaqueci-
timidez propias que dificultan el trato con el do se denominan delgados o flacos.
sexo opuesto, La pérdida continuada de peso es propia de
Estas tres tipologías pueden combinarse entre sí. los procesos dilatados y graves, aunque las situ
ples picocupaciones, con su sucucla común de
SMASSON, S.A. Fetocopiar sin aulerización es un Jelito.

anorexia e insomnio, dan lugar, con frecuencia, a


Anomalías morfológicas una notable disminución del peso corporal, Cila
remos la diabetes mellitus, el hipertiroidismo, al-
1. Visibles. Se lasifican, según su intensidad, gunas formas del sindrome de Shechan (caquexia
en simples anomalías, malformaciones y mons hipofisaria), la arterioscleros:s generalizada, la tu-
truosidades. Pueden ser hereditarias o secuentes berculosis pulmonar avanzada, los procesos neo
a causas nocivas durante el desarrollo del em- plásicos malignos, la esclerosis lateral amio
brión (embriopatías). $u impartancia práctica ra- trófica, la distrolia muscular, elo. La rápida
dica en que crean complejos de indenlurlidad y un desaparición de los cdermnas cardíacos y renales
que se trata de sujetos con escasa resistencia a las mouva también una súbita pérdida de peso.
noxas exógenas, lo que explica los elevados indi- La caquexía (xoxof, malo, ¿E1L, estado) es una
ces de morbimortalidad. farma de desnutrición en la que a la pérdida ex
2. Ovnllas. Suelen coincidi con Olas ano tema de peso y destudratación, sc anade una
malías ocultas (espina bilida, valvulopatias, ete.) gran postración física y debilitamiento mental.
34 Semiología médica y técnica exploratoria

El peso normal para cada individuo guarda rela- cnanos son de talla normal al crecer. El deseyuili
ción con la edad, sexo y talla y desarrollo esque- brio hipofisario que detiene stí crecimiento pue-
lético. de ocurrir en cualquier momento desde la infan-
El panículo adiposo representa las 2/3 partes de cla. 5e desanollan normalmente en cuanta a le
la masa total de grasa, la cual se estima midiendo sexual. Retienen algunas características iban
el espesor de la capa adiposa a nivel del Licups les, como escasez O atiseñcia de pibosidad Lucial y
braquial, cresta ilíaca, abdomen, parte anterior del púbica, extremidades cortas, y anos y pics des-
muslo, lado derecho del tórax (en los varonus) par- proporcionadamente pequeños, 5u voz gucle
te posterior del muslo (cn las mujeres) y, final- conservar un tono iulantil, Alta actividad rro
mente en la espalda, debajo del omáóplato. Las ci- dea, lo que configura su carácter activo. En gene-
fras obtenidas permiten calcular el desarrollo de ral, se sienten constantemente impelidos a pro
musculatura y huesos. Existen compases apropia- bar que soniguales o superiores a personas de
dos. Normalmente, basta medir el espesor del tamaño normal, en lo que se refiere al arta se
pliegue hacia la mitad del tríceps en la mujer y en xual y en otros aspectos, Han pasado a la historia
la región subescapular, por debajo del ángulo del por su tamaño exiguo y preclaro ingenio, Sir Jef-
omóplato, en el varón. Lrey Hudson(56 cn a los 30 años) a quien Carlos!
ennobleció, y el general Washington Hull, que
sólo alcanzó 73 cra.
TALLA Y OTROS DATOS Una vez pesado y tallado el individuos, es pro
BIOMÉTRICOS vechoso estudiar las proporciones de las grados
partes del cuerpo (somatoametrda 0 arto pone bia
Atendiendo a su estatura O alrura, clasifica externa), procediendo a compararlas entre sj y
mos a los indidivuos en dos grupos: también con las medidas estándar de la publa-
ción de su entorno.
1. De talla normal (altos y bajos).
2. De talla anormal (gigantes y enanos).
Somatometría
Quienha de ser medido, una vez descalzo, se
coloca con los talones juntos sobre un piso bien ls muy útil para el diagnóstico de las enfer
plano y con la espalda apoyada contra una regla medades del sistema endocrino. En la práctica,
métrica; contra ésta y sobre la cabeza del sujeto bastan unas pocas medidas, por otra parte fáciles
se apoya una escuadra, evitando el encogimiento de obtener, pues sólo requieren la cinta métrica y
y las posiciones violentas; el oído y las ventanas el compás de espesores (fig. 1-10). Son las si
de la nariz se han de encontrar a la misma altura. guientes:
La talla normal suele variar según las familias,
razas, ambiente social, profesión, etc. 1. Talla o altura. Desde el vércex al suelo o
La talla disminuye, desde que el individuo se le- peana,

vanta de la cama hasta cinco horas después, en 1 2 cm 2. Alura en posición sentada dongitud Supe-
y debido a los grandes esfuerzos hasta 4 cm, sobre rior).
todosise trata de sujetos jóvenes y altos, 3. Longitud de las piernas o inferior, Medida
Hablamos de gigantismo, cuando la cstalura como diferencia entre la altura del cuerpo y la al
excede considerablemente a la considerada rura en posición sentada,
como máxima en cl ambiente donde vive el su- 4. Braza. Distancia entre los dactilios (borde
jeto; el verdadero (macrosomía esencial) mues- anterior y más bajo de la yema del dedo medio),
tra entre sus partes corporales la debida propor- extendiendo los brazos en cruz.
ción. Existe hiperproducción de hormona del 9. Distancia vértex-sinfisio (borde superior de
crecimiento (GH) o hipersensibilidad del cartíla- la sínfisis pubiana).
MASSON =a

go articular. Tiroides y gónadas subactivas, lo 6. Distancia sinfisio-suelo. Distancia entre la


cual explica la frecuente combinación de talla sínfisis pubiana y el suelo.
gigante y pesadez o lentitud (según la Biblia, la 7. Altura del trocánter. Desde su punto más
talla de Goliat era de «seis codos y una braza» o alto al suelo; se encuentra con facilidad encogien-
sea 297 cm). do algo el muslo.
En el enanismo,la talla es inferior a 130 cm en 8. Anchura de los hombros. Se colocan las pun-
el varón y 120 cms en la mujer. Los verdaderos tas del compás de espesores en el punto másla-
35


A Cabeza (por las cejas)

— Envergadura -.. s3£

$57
23 $
Torax (por los 25 $
pezones o por q 3 y
el IV interespacio) E 23
Abdomen 2 3
(por el ombligo)
Caderas y
(por los trocántores) Á

Bsi
sida
3E 2igi
Bso
3238
¿33
' y
Fig. 1-10. Principales medidas antropométricas.

teral del acromion de cada lado, estando los bra-


zos caídos.
9. Anchura de las caderas. Tomando como
puntos de referencia el más lateral del trocánter
de cada lado; en la mujer, es mayor que el bia-
cromial; en los hombres, sobre todo en los de há-
bito atlético, ocurre lo: contrario.
10. Perímetro torácico. Se mide con la cinta
métrica horizontal bajo las tetillas, haciendo que
el individuo que ha de ser medido tenga los bra-
zos en cruz o las manos sobre la cabeza, inspire
con fuerza y cuente hasta diez en vozalta, con lo
que se consigue hacer la medición en un estado
O MASSON, S.A. Fotocopiar sín autorización es un delito,

intermedio entre la inspiración y la espiración; es


recomendable medir junto a la axila, para que en
la medición en las mujeres no influya el desarro-
llo de las mamas. Si lo que interesa es la ampli-
tud respiratoria, el volumen de las mamas carece
de importancia, pudiendo hacerse la mesura a ni-
vel de los pezones (fig. 1-11 A y B). El perímetro
del tórax del adulto normal debe ser superior a la
mitad de la talla (leyde Daly).
11: Perímetro de la cintura. A la altura del om-
bligo o debajo de las costillas donde sea menor y
del muslo, pierna y brazo.
12. Palmo. Mide, en el adulto, alrededor de Fig. 1-11. Mensuración torácica. A) En espiración
20 cm. máxima. B) En inspiración máxima.
36 Semiología médica y técnica exploratoria

Las diferentes medidas, consideradas aislada- Lesiones cutáneas elementales


mente unas de otras, de poco pueden servir para
apreciar las diferencias de forma; solamente El estudiante debe familiarizarse con el cono-
comparándolas entre sí ayudan a precisar el jui- cimiento de ciertos procesos cutáneos comunes y
cio. De estas comparaciones, las principales son no ignorar que todas las dermatosis comunes se
las llamadas proporciones, que relacionan longitu- producen por combinación de lesiones elementa-
des o alturas de partes con el todo o con otras les primarias o secundarias:
partes, y los llamados índices, que relacionan an-
chura con longitud o con altura, o recta con cur- 1. Lesiones primarias. Son las formas origina-
va, £n la misma parte del cuerpo. les en que aparecen las diversas lesiones:

a) Mácula. Constituye una mancha cutánea


PIEL Y FANERAS' circunscrita sin elevación ni depresión.
b) Pápula. Es una formación cutánea patoló-
Su examen tiene gran valor para el clínico. La gica, sólida y elevada, no mayor que medio gui-
piel ha sido descrita muy adecuadamente como sante.
el «espejo del organismo», pues se presenta alte- c) Vesícula. Es una formación cutánea pato-
rada no sólo en las enfermedades cutáneas, sino lógica y elevada, del mismo tamaño que la pápu-
también en muchísimas afecciones de los órga- la y que contiene un líquido seroso.
nos internos. d) Pústula. Es una formación cutánea patoló-
El examen de la piel se realiza con los senti- gica y elevada, y que contiene un pus.
dos de la vista y del tacto, aprovechando la luz e) Ampolla. Es una elevación dela piel mayor
del día, debido a que algunos tintes (el amarillo que medio guisante, que contiene líquido libre.
ictérico y ciertas tonalidades débiles) pueden es- PD Nódulo. Es una formación cutánea patoló-
caparal reconocimiento con luz artificial. Es con- gica y sólida cuyo tamaño varía entre el de me-
veniente una habitación caldeada, a fin de evitar dio guisante y el de una avellana.
el súbito escalofrío del cuerpo, lo cual puede cau- g) Tumor. Es una formación patológica sólida
sar una contracción involuntaria de los músculos dela piel, de mayor tamaño que una avellana.
cutáneos y la alteración del aspecto de la erup- h) Roncha. Es una elevación cutánea transito-
ción, porla anemia y el moteado resultantes, ria y circunscrita producida por edemadel corion.
Es una buena práctica examinar toda la super-
ficie del cuerpo para determinar la extensión y 2. Lesiones secundarias. Son aquellas que se
carácter de una erupción. Las simples modilica- desarrollan a partir de las primarias, ya como re-
ciones del color rosado de la piel se observan casi sultado de una transformación ulterior, ya por
siempre con gran facilidad en la cara, porque en agentes secundarios que actúan sobreellas:
ésta es mucho más característico también el co-
lor en estado normal. En cambio, otras modifica- a) Exfoliación. Está constituida por una masa
ciones del color de la piel por pigmentaciones pa- de epidermis descamada o en descamación.
tológicas se reconocen mejor en el resto del b) Costra. Es una masa que se forma sobre
cuerpo, porque enél, el tinte más pálido de la en- la superficie de la piel, debida a la acumulación
voltura cutánea estorba menos dicha obser- de cxudados desccados o de otros restos patológi-
vación. Muchos fallos diagnósticos en derma- cos.
tología son debidos no a lesiones difíciles de d) Excoriación. Es una abrasión superficial de
descubrir, sino simplemente al hecho de haber la piel.
pasado inadvertidas. d) Fisura. Es una grieta de la piel, que de or-
dinario se extiende por la epidermis hasta el seno
del corion.
“Con esta palabra, debida a Blainville, se designa el con-
junto de los órganos defensivos que sobresalen en la superficie
e) Úlcera. Es una pérdida cutánea de sustan-
de las membranas tegumentarias dermopapilares. Se incluyen cia, circunscrita, que se extiende desde la epider-
las uñas y los pelos, que están constituidos (prescindiendo de mis hasta el corion; tiene por causa un proceso
su órgano productor) por elementos de procedencia epidérmi- patológico.
ca y no tienen en la dermis más que simples relaciones de ve-
cindad. En este lugar, sólo nos ocuparemos en las uñas; la pili-
PD Cicatriz. Es una formación de tejido con-
ficación y sus anomalías serán tratadas con detalle en otro juntivo que sustituye a una pérdida anterior de
capítulo. sustancia del corion.
Generalidades 37

g) Queloide. Es una cicatriz exuberante. Cabe señalar que existen individuos (a veces
h) Mancha. Se debe, de ordinario, a un depó- agrupados en familias), que muestran una pali-
sito, anómalo de sustancia colorante, comoresul- dez seudoanémica de matiz terroso, sin que el
tado de un proceso patológico. examen de sus órganos ni de su sangre señale
i) Erupción. Es el resultado de la combinación nada de particular, Esta anomalía no tiene im-
de algunas de estas lesiones elementales, que so- portancia alguna. Presentan las mucosas bien
breviene en un caso dado. irrigadas y son capaces de enrojecimientos súbi-
tos por cualquier causa (dolor, rubor, vergúen-
za, etc.).
Color

Depende del grado de transparencia de la epi- Coloración de la piel


dermis y capas superficiales de la dermis, de la
cantidad y color de la sangre contenida en los va- Obedece a un amplio abanico causal.
sos cutáneos y de la presencia de pigmentos!?,
Coloracion rojiza. Puede ser por exagera-
da finura y transparencia constitucional de la
Decoloración de la piel piel, hipervolemia pletórica (hipertensión), polici-
temia vera y secundaria, etilismo crónico.
Generalizada:
Crisis congestivas transitorias (flush). En
1. Transitoria. Se observa por la acción de un cara, cuello y parte superior del tórax, se obser-
influjo emocional intenso, crisis hipertensiva, sa- van en el síndrome carcinoide (productor de se-
turnina, feocromocitoma, etc., colapso o shock; rotonina), en la proyección de sentimientosal te-
cuando es por infarto de miocardio, es frecuente gumento (pudor, ira), en el síndrome climatérico
un leve tinte cianótico en los labios. y tras esfuerzos corporales violentos. Enrojeci-
2. Permanente. Es propia de las anemias gra- mientos circunscritos definen las facies mitral,
ves, del reumatismo cardíaco evolutivo (palidez neumónica y las palmas hepáticas.
cérea), de la endocarditis maligna lenta (llamada
por este motivo, y con razón, endocarditis páli- Cianosis (Baumes). Se designa de este mo-
da), de las valvulopatías aórticas con insuficien- do la coloración azulada de la piel y de las mu-
cia (cardíacos blancos, de Leségue), de la hiper- cosas. Depende de la cantidad absoluta de hemo-
tensión maligna (o pálida), procesos neoplásicos, globina reducida existente en la sangre capilar,
etc. no teniendo importancia la cifra de oxihemoglo-
bina. Aquélla se produce aun en los casos de po-
Circunscrita. Cuando se halla limitada a liglobulia, cuya riqueza en hemoglobina es tal
las partes distales (lóbulo de la oreja, punta de la que la sangre tiene mayor capacidad de transpor-
nariz, extremidades de los dedos delos pies, etc.) te de oxígeno, por su riqueza en hematíes, y por
orienta hacia un trastorno de la circulación peri- tanto de hemoglobina; alrededor de 30 volúme-
férica. Asimismo, se acompaña de frialdad. nes en lugar de 20 (cifra normal). La cianosis se
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

produce cuando la insaturación llega a 7 mil, te-


niendo en su sangre 23 volúmenes, es decir, una
cantidad de oxígeno superior a la de una persona
"El color rosado, sui generis, de la piel de los sujetos de raza
blanca (que los pintores denominan «carnación») depende, ex-
normal. Inversamente, un anémico que no tenga
cluidos los pigmentos hemáticos, de la presencia de carotenos más que el 30 % de hemoglobina y, por consi-
(sustancias asociadas a las grasas, no esteroides) y de la melani- guiente, sólo una capacidad de transporte máxi-
na (sustancia orgánica derivada de la tirosina y fenilalanina) en ma de oxigeno de 5,4 volúmenes %, no tendrá
gránulos finísimos en los melanocitos (células constituyentes
jamás cianosis. La cianosis puede afectar a todo
de la capa basal de la epidermis) y gruesos en los melanóforos,
células ramificadas que existen en la dermis. el cuerpo o limitarse a determinados segmentos
La melanogénesis está regulada por factores hereditarios y (cianosis local o periférica).
familiares, raciales, geográficos, nutritivos, hormonales y ner- Es debida a un cambio en el carácter de la
viosos. La carencia absoluta de melanina (el melanocito es inca-
paz de sintetizar tirosinasa), motiva el albinismo (acromoder
sangre circulante y, por ello, la manifestación
mia) con una blancura anormal, pero no patológica, de la piel, cromática desaparece con la «maniobra de vitro-
cabellos y ojos. presión».
38 Semiología médica y técnica exploratoria

Se distinguen diferentes variedades de ciano- — Cortocircuito venoso o arterial. Hay ciano-


sis: sis si la sangre arterial se mezcla, por lo menos, con
35 % de sangre venosa (comunicación interauricu-
1. Cranosis centrales. La sangre pasa por el lar o interventricular, aorta nacida en el ventrículo
pulmón aireado, pero la hemoglobina de la san- derecho,fístula arteriovenosa pulmonar, etc.).
gre arterial está insuficientemente oxigenada. La — Paso de la sangre por zonas pulmonares
coloración suele repartirse de una manera unifor- no aireadas. Hay cianosis, si por lo menos un 40
me, pero se percibe más en las zonas cutáneas de % de la sangre venosa pasa por el pulmón sin
piel fina y muy vascularizada, como son los la- oxigenarse (neumonía, atelectasia, congestión
bios, lóbulos de la oreja, punta de la nariz, pó- cardíaca o de otra causa, edema, etc.).
mulos, mejillas, lengua, extremidad distal de los La administración de oxígeno no mejora estas
dedos y lecho ungueal. Como quiera que la san- formas de cianosis. La temperatura de la piel es
gre venosa no tiene el color azulado característi- la normal.
co que observamos en las regiones cianóticas,
hemos de admitir que son las capas de la epider- 2. Clanosis periféricas. La sangre circula con
mis situadas sobre los vasos las que producen lentitud en los capilares y pierde mucho oxígeno.
esta modificación del matiz del color de la san- Se observa en todos aquellos casos en que, ya
gre. sea por dilatación capilar o por un obstáculo en
la circulación venosa de retorno, la sangre circula
a) Por disminución de la tensión del oxígeno del con parsimonia y pierde oxigeno en exceso. Se
altre: señala en:

— Gases inertes o mezclados con poco oxí- a) Insuficiencia cardíaca congestiva. La plétora
geno. venosa retarda la circulación por los capilares a
— Recintos cerrados en los que se consume su vez dilatados(asistolia congestiva con cianosis
oxígeno. distales frías al tacto).
— Disminución barométrica (altura, cámaras b) Cuando hay un obstáculo en la circula-
de hipopresión, etc.). ción de retorno por oclusión (flebitis) o compresión
de un tronco venoso. Si el obstáculo radica en el
b) Por hipoventilación alveolar: mediastino, la cianosis incluye la cabeza, cuello,
brazos y parte superior del tórax.
— Respiración superficial (postoperatorio, c) Por trastornos vasomotores. Cianosis en la
afecciones dolorosas del tórax o del diafragma, fase asfíctica de la enfermedad de Raynaud.
histeria, encefalitis, neumopatías agudas, granu- d) Por angostamiento de un tronco arterial (trombo-
lia, etc.). angitis). La sangre llega con poca fuerza, por lo cual
— Insuficiencia respiratoria (narcosis, encefa- disminuye el vis a tergo; de ahí la rémora capilar y
litis). la cianosis. En la coartación de la aorta, se observa
— Dificultad del paso del aire por obstruc- la cianosis del hemicuerpo inferior, que puede ir
ción de las vías aéreas altas o extrapulmonares acompañada de la del miembro superior izquierdo
(boca, laringe, tráquea, bronquios [asma, edema cuandose afecta la arteria subclavia de este lado.
de glotis], etc.). La administración de oxígeno no mejora estas
— Disminución importante de la expansión cianosis. La piel es fría (cianosis frías) por cuanto
pulmonar (narcóticos, enfisema, esclerosis, neu- la cantidad de sangre que circula por unidad de
motórax, etc.). tienpo es menor que la normal.

c) Por alteración de la permeabilidad del endote- 3. Cianosis por alteración de la hemoglobina. Ci-
lio pulmonar o vascular. taremos:
En todos estos tipos de cianosis, la adminis-
tración de oxígeno mejora la cianosis, la tempe- a) Metahemoglobinemia. Cuando la metahe-
ratura de la piel es normal por el hecho de serlo moglobina alcanza la proporción del 20 % de la
la cantidad de sangre que circula por la piel en la hemoglobina total en vez del 12 %. Puede deber-
unidad de tiempo. se a tóxicos exógenos (anilina, nitritos, fenaceti-
d) Presencia de cortocircuito no aireado entre la na, bromuro de metilo, etc.) o endógenos (nitri-
sangre venosa y arterial: tos producidos en el intestino).
Generalidades 39

hb) Hemoglobinopatías M. Casos congénitos en rada proporción de los componentes pigmenta-


algunos familiares. rios normales o a la presencia de pigmentos ex-
c) Sulfohemoglobinemia. Como en el «síndro- traños), citaremos:
me de Stokvis-Tolam» y en la intoxicación por
hidrógeno sulfurado (cianosis autotóxica endó- 1. Melanosis addisoniana. Tono oscuro particu-
gena). lar, más manifiesto en las partes descubiertas, si-
tios de roce, cicatrices y en las zonas normalmente
Ictericia. Es la coloración amarilla de la piel ya pigmentadas (areola mamaria y pezón, escroto,
que suele ser debida a la extravasación de la ma- pliegues articulares, etc.). Respeta las palmas de las
teria colorante de la bilis. Cuando los pigmentos manos, las plantas de los pies y las uñas. Afecta a
quela tiñen no son dela bilirrubina, hablamos de las mucosas vaginal, anorrectal y bucal.
seudoictericias. 2. Hlemocromatosis. Ya sea idiopática (tipo
Recordaremos que debe buscarse siempre con Sheldon), secundaria (poshemopatías [tipo Heil-
luz diurna, puesla luz artificial la atenúa y aunla meyer] o cirrógena [tipo Castleman])), motiva una
borra, y en sitios de elección, como son la con- coloración melánica de tono metálico brillante o
juntiva escleral (a este respecto, evítese tomar bronceado, de predominio en las zonas descu-
como señal de ictericia el tinte amarillento de la biertas, expuestas a roces, o ya usualmente más
grasa subconjuntival, muy acentuado sobre todo pigmentadas. En la piel se encuentran hemoside-
en los individuos caquécticos y en los alcohóli- rina, hemofuscina y melanina.
cos; la diferenciación es casi siempre fácil si re- Debe diferenciarse de la hemosiderosís por de-
cordamos que el color amarillo de la ictericia es pósito férrico hístico por transfusiones repetidas,
también visible en la parte de la conjuntiva des- hemorragias (hemosiderosis pulmonar en los mi-
provista de grasa, mientras que la grasa subcon- trales; en las extremidades inferiores, por hemo-
juntival se acumula en los bordes de la conjunti- rragias capilares originadas por la estasis venosa)
va, limitándose a las regiones denominadas o exceso de hierro en la dieta o agua de bebida.
pliegues conjuntivales); también cabe confusión El tono es pardo o negruzco.
con la pinguécula, que no es más que una peque- 3. Porfirias. En la forma cutánea crónica, la
ña formación amarillenta situada en el ángulo in- piel adquiere un típico color castañonegruzco.
terno del ojo debida a la degeneración hialina de 4. Metales pesados. Citaremos las debidas a
la conjuntiva; la cara, sobre todo en la región la plata (argiria; tono grisazulado que se exagera
frontotemporal; paladar óseo; la base de la len- por la exposición al sol), sales de oro (crisociano-
gua; la parte anterior del tórax, y la palma de la sis; difusa, grisazulada o azulverdosa), bismuto
mano. Se vuelve más patente comprimiendo un (grisazulada), mercurio (pizarrosa o parda en los
momento estos puntos con un dedo para dismi- sitios donde se aplican cosméticos que lo contie-
nuir su contenido en sangre. nen; es muy rara la pigmentación difusa por in-
Comoejemplos de coloración seudoiciérica, cita- yección intramuscular), plomo(tinte gris lívido o
remos la debida al ácido pícrico o trinitrofenol grisamarillento, color plúmbico), arsénico (grisá-
(piel + esclerótica + mucosas), dinitrotenol, dini- cea difusa o moteada, con los arsenicales inorgá-
trortrocresal, santonina, azafrán (piel y mucosas nicos), etc.
con este último), quinacrina (piel + escleróticas; a 5. Síndrome de Albricht y neurofibromatosis de
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

veces asociada a bandas negroazuladas en el le- von Recklinghausen. La acumulación circunscrita


cho ungueal, paladar y en torno a nariz y orejas; de pigmento en una pequeña zona se denomina
la combinación de estos tipos de pigmentación genéricamente mancha pigmentaria. Entre las que
se considera patognomónico del uso prolongado orientan hacia padecimientos de índole general,
de este fármaco), carotinemia (color amarillo ca- citaremos las manchas de «café con leche» propias
nario, limón o anaranjado de palmas, piantas y de estos síndromes; las que corresponden al últi-
pliegues nasolabiales, ausente en la esclerótica mo, tienden a ser generalizadas, abundantes y de
y mucosas), licopenemia (amarillo naranja de la disposición irregular, además de la característica
piel) y xantomatosis (amarillo oro gamuza, que pigmentación en forma de pecas en las axilas y la
respeta la esclerótica), etc. En todos los casos ci- coexistencia de tumores cutáneos y nerviosos.
tadosla «cifra de bilirrubina sérica es normal». 6. Cloasma. Suele afectar al rostro, en espe-
cial frente y mejillas; la coloración oscila entre el
Anomalías cromáticas generalizadas. amarillo ligero y pardo oscuro y es más o menos
Entre las principales anomalías (debidas la alte- simétrica. En los casos por embarazo («máscara o
40 Semiología médica y técnica exploratoria

forro de las embarazadas»), obedece a un exceso transparencia. Se puede plegar como el papel de
de la hormona estimulante de los melanocitos fumar y los billetes de banco; estos pliegues vuel-
(MSH) y en las enfermedades abdominales y ute- ven lenta y difícilmente a su posición inicial.
roováricas, a estímulos sobre el sistema croma- En los ancianos, sobre esta piel ajada se obser-
fín. van verrugas seborreicas, queratomas seniles y
7. Acantosis nigricans. Pigmentación verrugo- estados preepiteliales, manchas melánicas y pur-
sa negra o parda en las axilas, cuello y regiones púricas (púrpura senil de Bateman), «seudocica-
submamarias, cubital o genitocrural; el tipo juve- trices estelares espontáneas», etc.
nil suele ir asociado a trastornos endocrinos y La atrofia macular localizada puede ser una se-
malformaciones congénitas; el adulto (> 40 años), cuela de diversas dermatosis, como granulomas
a neoplasias del estómago, hígado, páncreas (sífilis, tuberculosis, carcinoma, lepra), lupus eri-
y pulmón. tematoso, esclerodermia, radiodermitis, xeroder-
8. Síndrome de Peutz-Jeghers. Manchas melá- ma pigmentoso, etc.
nicas en los labios y mucosa bucal con poliposis La fusión de la grasa subcutánea en zonas limi-
intestinal. tadas es posible tras inyecciones de insulina.
9. Melanoma maligno. De aspecto granular
verrugoso en pequeñas áreas negras, junto a
otras tostadas o parduscas, con posibles metásta- Temperatura
sis linfáticas regionales y distantes en el hígado,
cerebro, pulmones, etc. Guarda relación con la cantidad de sangre que
circula en unidad de tiempo. Se mide por medio
de termómetros cutáneos. La determinación se
Consistencia y elasticidad realiza en zonas simétricas que deben ser isotér-
micas.
Es laxa y elástica (piel de goma) en el síndrome
de Ehlers-Danlos!? e hipopituitarismo, y gruesa y
rígida en la acromegalia, mixedema y síndrome de Pilificación
Cushing, en el que se añade a este dato el de la
presencia de estrías cianóticas. La piel tensa, por Con sus anomalías, nos ocupará con detalle
edema, se deprime al ser comprimida con la punta en otro capítulo.
del dedo, dejando una huella persistente (signo de
la fóvea) y la por enfisema subcutáneo, despierta a
la presión la sensación de crepitación nívea?. Humedad
La piel atrófica difusa se observa en los proce-
sos consuntivos, carenciales graves y senilidad; Depende dela perspiratio insensibilis ajena a las
se inicia en las partes descubiertas; pierde su co- glándulas sudoríparas y casi sin pérdida de elec-
lor rosado y grosor con los vasos visibles por trólitos, y del sudor, producto de la secreción de
las glándulas sudoríparas, que se encuentran en
todas partes, excepto en los labios, lecho de las
El síndrome de Ehlers-Danlos junto con el de Marfan,el
uñas y glande.
seudoxantoma elástico y el cutis laxo, integran el grupo de las Las glándulas sudoríparas se dividen en:
llamadas «elastopatías sistémicas». Se afecta el tejido conjunti-
vo y sus fibras elásticas y colágenas. Se cree que se debe a un 1. Glándulas ecrinas. Predominan en las pal-
déficit enzimático que altera, más que la cantidad, el funciona-
miento de estas fibras. El tejido elástico y colágeno afectado
mas de las manos y plantas de los pies, y en una
con mayor intensidad es el correspondiente a la piel, vasos, li- zona relativamente pequeña de la bóveda axilar;
gamentos, tendones y cápsulas articulares y en mucho menor son tubulares (con un espiral secretorio y un con-
proporción, el de las vísceras. ducto excretor) e independientes del folículo
La presencia de gas en el plano subcutáneo puede ser debi-
do a una causa bacteriana (gangrena gaseosa, por gérmenes ana-
piloso; son activas desde el nacimiento y de iner-
erobios o aerobios en diabéticos) o traumática. Es casi constante vación simpática, aunque de respuesta farmaco-
en las heridas penetrantes del tórax y no raro en las de los miem- lógica colinérgica; su secreción, ligeramente alca-
bros, incluso poco extensas; los músculos, durante sus movi- lina e inodora, tiene un peso específico de 1.004,
mientos, actúan como bomba aspirante-impelente forzando la
entrada de aire a través de la piel. T'ambién cuentan las heridas,
2. Glándulas apocrinas. Relacionadas con el
aun mínimas, en las manos de los obreros que manejan equipos sexo, se abren en un folículo piloso y tienen una
con aire a presión o mezclas polvorientas efervescentes. distribución limitada a las axilas, región pubiana,
Generalidades 41

zona anogenital y areolas mamarias. No se desa- 2. Perturbaciones neurocirculatorias, endocrinas y


rrollan hasta la pubertad, cuando comienzan a melabólicas. Obesidad (la pérdida del calor por
secretar un líquido oleoso de olor peculiar que irradiación se halla disminuida en virtud de la
desempeña su papel en la atracción sexual, Se capa aislante de la grasa); climaterio (crisis sim-
atrofian, en parte, en la senectud. paticotónica con sudación como contrarregula-
ción); hipertiroidismo; crisis hipoglucémicas (en
La sudoración termorreguladora está controloda el coma diabético, la piel suele estar seca); aste-
por el hipotálamo y ocurre, principalmente en la nia neurocirculatoria; síndrome ortostático; infar-
cara y parte superior del tronco y, en menor gra- to de miocardio (a veces acompañada de náuseas
do, por todo el cuerpo incluyendo las palmas de y vómitos); crisis hipertensivas del feocromocito-
las manos y las plantas de lospies. ma; shock (sudor frío y pegajoso), etc.
La estimulación mental motiva secreción difusa 3. Procesos digestivos. En el dumping syndrome;
con predominio en las palmas de las manos y como signo indicador de una hemorragia digesti-
plantas de los pies. va copiosa; teniasis (es valiosa su asociación con
La hiperhidrosis gustativa es provocada por cier- cefaleas + vértigos + prurito nasal + dolores ab-
tos alimentos ácidos o muy sazonados (queso). dominales), etc.
La sudación se localiza de preferencia en la re- 4. Intoxicaciones y agentes físicos. Salicilatos, in-
gión infraorbitaria, labio superior y punta de la secticidas a base de fosfato de alquilo, agárico,
nariz, aunque puede alcanzar la frente, cráneo e amanita faloides (después de un período de laten-
incluso cuello y hombros. Este fenómeno muy cia prolongada [1-24 h]; se acompaña de vómitos
molesto y que embaraza socialmente a quien lo copiosos, diarreas profusas con el sensorio conser-
sufre (prefiere comer sin testigos) se produce por vado); esfuerzos prolongados en ambientes cáli-
una neuropatía de los nervios de la parótida (sín- dos, trabajo en altos homos o industrias afines, etc.
drome del auriculotemporal), simpaticectomía
cervical o por conexiones anormales vago-gan- La sudación circunscrita a determinadas áreas
glio cervical superior. orgánicas se observa de preferencia en las palmas
La cantidad del sudor está sujeta a fuertes varia- de las manos y de los pies y axilas en la distonia
ciones, pudiendo ocasionar, en condiciones pato- nerovegetativa y estados emotivos (la piel apare-
lógicas, pérdidas muy importantes de líquido. Se ce enrojecida por la vasodilatación, mientras que
puede contar que la pérdida total de agua por las la sudación debida a otras causas puede acompa-
vías respiratorias y porla piel (normalmente 500- ñarse de palidez cutánea); en la región cefálica,
1.000 ml/24 h) se aumenta en un 30 % por cada en la estenosis ístmica de la aorta; en la cabeza y
grado de subida de la temperatura corporal en nuca (empapan la almohada) en el raquitismo; en
exceso de los 37 *C. las palmas de las manos (mano hipogenital'*) y
La hiperhidrosis es la piel húmeda por exceso plantas de los pies en la acrocianosis, y sólo en
de sudor, y se observa por múltiples causas. Pue- estas últimas, en la tromboangitis y pies planos.
de ser generalizada o circunscrita a un determi- Algunos hemipléjicos o con parálisis medulares,
nado segmento orgánico. sudan más en la zona afecta. Lo propio sucede en
Los sudores difusos y repetidos se señalan en casos de heridas del nervio facial o trigémino. Ya
múltiples procesos. Debe precisarse si se produ- hemoscitado la hiperhidrosis gustativa limitada
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cen desde hace tiempo y si se acompañan o no de manera casi exclusiva al labio superior, región
de elevación térmica. Citaremos: infraorbitaria y punta de la nariz.
El sudor es inodoro; cuando noés así, habla-
1. Procesos infecciosos e inflamatorios. Tubercu- mos de brombidrosíis, casi siempre asociada a una
losis (suelen ser nocturnos o con el descenso tér- sudoración excesiva. La forma localizada que
mico matutino en la fase inicial); melitococia suele limitarse a los pies, huecos axilares y región
(con predominio a veces casi exclusivo en el he
micuerpo superior); enfermedad de Bang; reuma- MMarañón describió la «mano hipogenital» caracterizada
tismo poliarticular agudo (suele tener olor ácido); por acrocianosis y humedad permanente. Produce al estrechar-
endocarditis bacteriana (soplos cardíacos + esple- la una sensación de viscosidad poco agradable, comparable a la
nomegalia + embolias cutáneas [panadizo de Os- de coger un sapo. En ocasiones, acompleja a su portador, indu-
ciéndole a secársela de continuo evitando el darla a los demás.
ler] y viscerales), toxoplasmosis; leptospirosis; en el más simbólico acto de sociabilidad o dando sólo rápida-
linfogranuloma maligno (prurito + adenopatías + mente la punta de los dedos (hidrosisfobia). Tiene tratamiento
leucopenia), etc. quirúrgico con división de ciertas ramas simpáticas.
42 Semiología médica y técnica exploratoria

genitocrural, es de origen bacteriano; la generali- ácido acetilsalicílico, sulfamidas, yoduros, fena-


zada puede derivar de la ingesta y excreción de cetina; colagenosis (poliarteritis de Kussmaul-
ciertos alimentos (ajos, cebollas, trufas, alcohol, Meier; son hipodérmicos); metastásicos de neo-
etc.), fármacos (preparados azufrados, aceite de plasias malignas profundas (suelen ser numero-
hígado de bacalao, etc.) o presentarse en el curso sos, no ulcerados, ni costrosos, y del tamaño de
de ciertos procesos morbosos. un grano de mijo o lenteja. Se conocen comole-
Los clásicos han valorado, desde antiguo, el de tálides. Su significado es ominoso).
la fiebre reumática (ácido), fiebre tifoidea, melito- 5. Calcificaciones:
cocia (como paja mojada), mucoviscidosis (pecu-
liar y penetrante), linfogranulomatosis maligna a) Metastásicas. A veces, en tejidos con per-
(recuerda al del esputo purulento), tuberculosis fecta conservación de su vitalidad.
(ácido, en especial a nivel axilar). La secreción de b) Tróficas. En tejidos necrosados o muy des-
las glándulas sudoríparas apocrinas sufre cambios vitalizados, sin alteración previa del equilibrio
cíclicos, en lo que atañe a su cantidad y fragancia, fosfocálcico.
en relación con la actividad sexual femenina. c) Generalizadas:
La piel seca se observa en la ictiosis, diabetes,
nefritis crónica, mixedema, avitaminosis A (en — Sobre lesiones tumorales inflamatorias o
que se acompaña de hiperqueratosis [queratosis neoplásicas.
pilar)). En la parálisis del facial y de los nervios — Secundarias a una alteración del metabo-
periféricos, a menudo se halla disminuida la se- lismo del calcio.
creción sudoral del lado afecto. — Metabólicas por alteración local del calcio
La anhidrosis se observa cuandofalta la secre- (esclerodermias, dermatomiositis, etc.).
ción sudoral, como ocurre en la agenesia congé-
nita de las glándulas sudoríparas, ictiosis, esclero- 6. Estrías atróficas. Por causas fisiológicas
dermia y síndrome de Sjógren. (embarazo [90 % de los casos], obesidad) o pato-
lógicas (síndrome de Cushing, diabetes, desnutri-
ción pronunciada, enfermedades infecciosas cró-
Piel y enfermedades sistémicas nicas [tuberculosis| o prolongadas [tifus].
También se han observado (amplias y de color
En la piel y en relación con procesos de índole rojo oscuro) tras la aplicación más o menos pro-
general o distantes, cabe señalar la presencia de: longada de pomadas o cremas a base de corticos-
teroides. En su génesis, al factor mecánico se
1. Manchas. Unas son congestivas y desapa- añade la perturbación enzimática del sistema
recen con la vitropresión (roséola tifóidica), hialurónico-hialuronidasa y grupos sulfhídricos
mientras que otras persisten (manchas de pig- de las fibras elásticas.
mento ou hernorrágicas) y son, a veces, indelebles 7. Cicatrices hipertróficas y queloides (más fre-
(discromías como secuelas de procesos anterio- cuentes en la raza negra). Son, a veces, descarta-
res, comosífilis, herpes zoster, etc.). das las causas locales, manifestaciones de la diá-
2. Dermografismo. En muchas personas sanas tesis queloidea de Schridde, probablemente, no
con piel «sensible», se produce un dermografismo son más que un mismo proceso evolutivo patoló-
no pruriginoso por la acción sobre la piel de un gico de la cicatriz, con la diferencia de que el
roce o contacto; el fenómeno suele ser más acen- queloide no acaba de completar dicho proceso
tuado en personas de temperamento neuropático, evolutivo y se detiene en un estado u fase de
así como en los hipertiroideos y en afectos de va- evolución permanente, mientras que la cicatriz
rias enfermedades neurológicas (tabes dorsal, par- hipertrófica, prosiguiendo en su evolución, invo-
kinsonismo, etc.). Si se acusa una sensación de in- luciona y se estabiliza?”
tenso ardor, cabe pensar en una urticaria «facticia». 8. Ulceras. En ellas, precisaremos:
3. Placas celulíticas. Su aspecto puede ser de
piel de naranja; dolorosa a la presión, al tacto se
perciben gránulos. Las pérdidas de tejido, para recibir el nombre de úlceras,
4. Nódulos. Tipo Meynet en la carditis ret- necesitan ser consecutivas a un proceso morboso persistente
que las haya originado, puesto que cuando la destrucción hísti-
mática y poliartritis crónica primaria; eritema nu- ca que acarrea la pérdida de sustancia es consecutiva a un trau-
doso por tuberculosis, infecciones estreptocóci- matismose la califica de herida. Cuando la lesión es muy super-
cas, sarcoidosis, lepra; ciertos fármacos, como ficial y sólo alcanza, total o parcialmente, la epidermis, se
>
Generalidades 43

a) Topografía. Orienta, muchas veces, sobre d) Viíbices. Son hemorragias lineales, ya sean
su causa. La úlcera varicosa asienta en el 75-80 % consecutivas a un traumatismo de esta forma o
de los casos a nivel del maléolo tibial interno; la por generarse en el lugar donde la dermisse fija a
debida a arteriolitis en los grandes hipertensos, la hipodermis, como en los pliegues de flexión.
en el tercio medio de la pierna (cara anteroexter-
na); la de las vasculitis nodulares y tuberculosis, 10. Hematoma. Cuando la hemorragia ocurre
en la cara posterior de la pierna; la de la enferme- en el tejido celular subcutáneo, y es copiosa, lle-
dad de Raynaud, en la punta de los dedos de am- ga a formar un tumor prominente.
bas extremidades; la debida a isquemia (trombo-
angitis, arteriosclerosis), en el borde anterior de
la tibia y ambos maléolos; la sifilítica, en la raíz UÑAS Y PELOS
del miembro, etc.
b) Número. Única o múltiples, como en las Sus anomalías son del mayor interés. Nos
vasculitis nodulares. centraremos en las primeras, ya que la pilifica-
c) Caracteres de los bordes. Cortados a pico, ción será estudiada en otro capítulo.
irregulares, desprendidos, blandos o endurecidos. La uña es una placa rígida ligeramente curva-
d) Profundidad y estado del fondo (necrótico, da, formada por células epidérmicas especial-
limpio, granuloso, hemorrágico). La úlcera pióge- mente cornificadas a partir de una raíz (invagina-
na es superficial; la sifilítica, profunda. La piel cir- ción epidérmica) o matriz que comprende 8-10 mm
cundante aparecerá, según los casos, edematosa, desde el extremo proximalal distal de la cutícula.
pigmentada, cianótica o normal. Si las úlceras Fuertemente adherida a su lecho, con la excep-
asientan en las extremidades, es preciso descartar ción del extremolibre, se fija a un marco epidér-
su origen arterial o venoso. mico lateral parecido a la lente de unas gafas de
estrucura peculiar.
9. Púrpura. Se denominaasí la extravasación Toda la uña de un dedo de la mano se re-
de sangre bajo la piel caracterizada por: nueva por completo en el plazo de unos 6 me-
ses; el crecimiento es más lento en invierno qué
a) Comienzo brusco, a veces acompañado de en verano, aumentando en un 20 % en los indi-
hemorragias en las mucosas y órganos internos viduos que se las muerden (onicofagia). Las
(púrpura hemorrágica). uñas de los pies crecen a ritmo mucho más len-
b) Variabilidad en el tamaño de las lesiones, to, necesitando un año entero para su total re-
en relación con su causa y localización. novación.
c) Cambios decoloración según la edad de las
lesiones.
d) Persistencia y no desaparición por vitro- Lesiones ungueales
presión.
Puede adoptar diferentes formas: Son poco variadas, ninguna de ellas es carac-
terística de una etiología específica. Consisten en
a) Petequias. Son las lesiones purpúreas más cambios de color, forma, grosor, estriación, etc.
pequeñas, redondeadas y del tamaño de una ca- Cada uña consta de lámina, lúnula, matriz,
(O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

bezade alfiler. lecho, pliegue ungueal y cutícula. La sustancia


b) Púrpura pilar. Cuando centran un folículo ungueal en sí se compone, principalmente, de
piloso, como en el escorbuto. queratina y cistina; sus lípidos naturales son, bá-
c) Equimosis. Son amplias lesiones, de bordes sicamente, colesteroles.
irregulares y de 6-15 cm? de superficie.
Malformaciones congénitas:

denomina erosión. Cuando además comprende el cuerpo capi- 1. Anoniquia. Ausencia de uñas. Se trata de
lar, merecerá el calificativo de excoriación o de wlceración, según un defecto genético que suele ir acompañado
que su mecanismo de producción haya sido externo (traumáti- de otros trastornos ectodérmicos hísticos, como
co) o profundo (dermatológico). Cuando la úlcera tenga un cur-
ausencia O hipoplasia de glándulas sudoríparas
so evolutivo crónico y sea de larga duración dará lugar a la flce-
ra propiamente dicha; cuando la evolución sea más rápida y su y sebáceas, alopecia, defectos dentarios. En to-
gravedad menor, se designará con el término de ulceración (úlce- dos los dedos o en varios de ellos (índice y me-
ra varicosa, ulceración chancroide). dio de ambas manos) faltan por completo; in-
44 Semiología médica y técnica exploratoria

cluso el lecho está ausente y recubierto de piel, en «palillo de tambor» (o hipocráticos) con uñas
con limitación de la movilidad entre falangina y en «cristal de reloj».
falangeta. 2. Cardiopatías y vasculopatías:
2. Síndrome uña-rótula. Se trata de una ónico-
osteoartrodisplasia hereditaria autosómica domi- a) Uñas cianóticas a veces acompañadas de
nante. Se integra de anomalías ungueales (agené- dedos hipocráticos y uñas en cristal de reloj.
sicas; hipoplásicas; con surcos longitudinales, b) Hemorragias puntiformes y lineales finas,
etc.) + ausencia o meros residuos de rótula + dis- «en astilla» subungueales.
plasia de la pelvis. cd) Líneas o surcos transversales de Reil-Beau.
3. Onicocauxis. Hipertrofia ungueal. Al engro- Al cabo de un cierto tiempo de un infarto de
samiento de la placa ungular (los grados extremos miocardio, cabe observar su aparición dandoa la
le confieren un aspecto de zarpa [onicogrifosis]), uña un aspecto ondulado. Son ocasionadas por
se añaden hiperqueratosis palmoplantar y trastor- la súbita suspensión de la función de la matriz de la
nos vasculares, desórdenes nerviosos o deficien- uña con alteración de su producción normal
cias endocrinas. (queratinización). Afecta a todas o sólo a algunas
uñas. Surgen por debajo del repliegue subungue-
Traumatismos. Pueden motivar: al y avanzan hacia su borde libre.
d) Hiperqueratosis subungueal (espesamiento
1. Onicorrexis. Estrías longitudinales con o córneo debajo de su borde libre). Se observa en
sin fisuras. la tromboangitis obliterante, junto a cambios de
2. Leuconiquia. Punto o estrías blancas, por la color y onicorrexis a veces sólo en los dedos co-
entrada de aire entre las células de la lámina; es rrespondientes a la arteria digital afecta; en el sín-
rara la leuconiquia total. drome de Raynaud, las uñas de las manos apare-
3. Onicoatrofía y hematoma subungueal. Muy cen rajadas transversalmente y tan sutiles que
doloroso, pues la sangre queda acumulada en un son más coloreadas que las normales.
espacio estrecho y rígido entre la uña y su lecho;
color azulnegruzco. 3. Sistema nervioso central (tabes, siringomie-
4. Onicofagía. El hábito de morderse las uñas lia) o periférico (neuritis). Suelen limitarse al terri-
es un microtraumatismo local constante y persis- torio afecto; leuconiquia total, en bandas y punti-
tente que motiva el desgaste de su borde libre y forme; onicorrexis; onicogrifosis; onicólisis.
la presencia de padastros (colgajos de los pliegues 4. Procesos digestivos. En la hepatitis crónica,
supraungueales) causa frecuente, a su vez, de pe- colitis crónicas, esprue, es posible observar dedos
rionixitis aguda. hipocráticos con uñas en cristal de reloj, manchas
5. Onicólisis. En los sujetos con pruritos acrómicas puntiformes y mengua de la lúnula
violentos que inducen a un furioso rascado, so- (buscarla en el pulgar) por disproteinemia. En la
bre todo durante la noche, las uñas están gas- degeneración hepatolenticular de Wilson, apare-
tadas y pulidas en toda su superficie; su borde cen teñidas de azul por depósito de cobre.
libre dibuja, con frecuencia, una curva cónca- 5. Procesos reumáticos. Uñas muy frágiles que
va. La exposición prolongada de las manos a la se doblan y rompen con mucha facilidad en la
acción del frío (meses invernales) compromete poliartritis crónica; con oquedades del mismo ta-
la nutrición de la matriz ungueal, con el resul- maño que las semillas de adormidera (uña puntea-
tado de la aparición ulterior de un surco pro- da, semejante a la picada por gusanos) en la ar-
fundo y transverso a nivel de las uñas. Citare- tropatía psoriásica. El brote de reumatismo po-
mos la fragilidad de las uñas y la separación liarticular agudo puede motivar la presencia delí-
distal de la lámina y su lecho en las mujeres a neas transversales o surcos de Reil-Beau.
causa de traumatismos físicos asociados a la 6. Dolencias endocrinas y metabólicas. Uñas
frecuente inmersión de las manos en aguas ja- frágiles, secas, a veces con estriaciones transver-
bonosas que empapan e hinchan la sustancia sales o longitudinales en la hipofunción tiroidea,
ungueal. tetania paratiroideopriva y diabetes mellitus; en
la insuficiencia suprarrenal, puede aparecer pig-
Alteraciones sintomáticas: mentación en bandas longitudinales (coincidien-
do con la cutáneomucosa) que desaparecen con
1. Procesos broncopulmonares. En los crónicos el tratamiento. En el escorbuto, son posibles he-
son frecuentes, aunque no exclusivos, los dedos morragias subungueales puntiformes, lineales o
Generalidades 45

difusas; en la malnutrición crónica disproteiné- cerebro frontal, considerado el mantenedor de la


mica, aparecen, junto con la reducción dela lú- estación bípeda y de la marcha.
nula, bandas longitudinales pigmentarias, negras El hombre, de pie, moviéndose en terreno pla-
o de color gris oscuro, en las uñas de las manos y no, puede avanzar, retroceder, desplazarse hacia
pies, muy frágiles, y se acompañan de una pig- derecha e izquierda, en línea recta u oblicua, dar
mentación oscura del dorso del dedo, mano, y media o un cuarto de vuelta y volver a partir.
aun codo, al revés de lo que ocurre en la pelagra, Estudiar el paso de una persona consiste en exa-
dondela piel es lisa. Esta «uña cebrada» se obser- minar, en el plano sagital y en el plano frontal, al
va en el 5 % de los casos y desaparece con lenti- sujeto que evoluciona, es decir, visto de perfil o
tud al mejorar la dieta. viniendo de frente, pero también en observar
7. Intoxicaciones. En la arsenical, la uña brilla ciertos movimientos giratorios del busto y de la
y, así como en la intoxicación portalio, aparecen pelvis que se verifican en el plano horizontal.
unas estrías grisáceas transversales de 1 mm de Aunque estos movimientos giratorios encuentran
anchura, dispuestas en toda la amplitud de la uña su expresión máxima en las medias vueltas y en
y que avanzan con el crecimiento de ésta (bandas la marcha oblicua, deben estar igualmente inclui-
de Mces). La ingesta excesiva de clorhidrato de dos en la marcha normal en línea recta.
quinacrina provoca manchas negroazuladas en el Portanto, la evolución de la persona en terre-
lecho ungueal, paladar y en torno de las conjunti- no plano está, en realidad, regida por un compo-
vas, nariz y orejas. Esta combinación cromática nente de movimientos íntimamente ligados en
tiene valor patognomónico. En la argirosis, el le- los tres planos y que conducea la armoniosa pro-
cho ungueal se tiñe de azul ceniciento. En un gresión en los diferentes modos de andar.
caso de intolerancia al ginergeno observamosin-
tensa cianosis ungueal. Terminaremos citando
como noxas lesionantes las sustancias empleadas Sistemas de paso conjugado
en la manicura, como lacas y disolventes, algu-
nos álcalis y herbicidas a base de dipiridilio (Gra- Describiremostres sistemas conjugados en la
moxone [paraguat)). El pirogalol (revelador foto- marcha:
gráfico) adelgaza, estría y tiñe de oscuro las uñas.
La manipulación mecánica de las uñas, a efectos 1. Sistema de paso sagital. Las articulaciones de
estéticos, favorece la infección de los pliegues su- amplia movilidad (tibiotarsiana, rodilla, cadera)
bungueales y periungueales (perionixis). son impulsadas hacia la progresión por los múscu-
los más importantes de la economía por su fuerza
y volumen,así el tríceps, cuádriceps, glúteo mayor.
MARCHA 2. Sistema de paso lateral. Necesario en la
marcha bípeda, por desplazarse alternativamente
Los trastornos de la marcha orientan hacia de- de derecha a izquierda y de izquierda a derecha
terminados padecimientos, sobre todo delos sis- el centro de gravedad del cuerpo. Participan las
temas nervioso y locomotor. articulaciones de la pronación subastragalina y
La marcha es la resultante de una serie de ac- cadera (músculos glúteos mediano y menor), con
tos coordinados de iniciación voluntaria, y que exclusióndela rodilla.
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

se realizan posteriormente de forma automática. 3. Sistema giratorio en el plano horizontal. Ani-


Requiere, por tanto, un elemento determinativo mado por los músculos de orientación en el
y un elemento cerebrospinal ejecutivo y coordi- plano horizontal (fibras superiores del glúteo ma-
nador. yor, transverso y oblicuo del abdomen, retroma-
La marcha en el hombre se basa en la actitud leolares) precisa el viraje astragalino por encima
vertical. del calcáneo, un avance pelviano oblicuo alrede-
En el recién nacido, no es posible, a causa del dor de la cabeza femoral y un giro de la cintura
predominio del tono de flexión. escapular inverso al de la pelvis.
La marcha cuadrúpeda aparece con la toniza-
ción de la musculatura de extensión, hecho rela- Durante la marcha, los dos miembros inferio-
cionado con la actividad funcional de la esfera res se separan a la manera de las ramas de un
mesencefálica. compás, la cadera posterior junto con el miem-
El paso de la fase cuadrúpeda a la marcha ver- bro rezagado, y la cadera anterior, con el situado
tical está ligado al desarrollo de ciertas partes del delante. Se observa rotación cotiloidea por enci-
46 Semiología médica y técnica exploratoria

pular, de lo que resulta una marcha agitada, en


contraste con los altos, cuyo eje pelviano trans-
verso se mantiene casi perpendicular a la línea de
progresión, usando muy poco la compensación
escapular.
Fig. 1-12. Componente pelviano del paso. Proyec-
ción cefalocaudal.
Semiología de la marcha

Para explorar la marcha, se hace andaral sujeto,


ma de las cabezas femorales, que se encuentran, ligero de ropa, en una habitación espaciosa, bien
la anterior en rotación externa, y la de atrás en iluminada y caldeada. Se examina de perfil, vi-
rotación interna, con una oblicuidad variable del niendo de cara y alejándose del observador. Nos
eje transverso de la pelvis; es el denominado paso fijaremos en si mira adelante, comoes habitual, al
pelviano de Ducroquet (fig. 1-12). suelo (con la vista en los movimientos de sus pies
El giro pelviano aparece exactamente com- y donde pisa) o a un punto fijo situado a media
pensado por otro inverso de la cintura escapular, altura («muletas oculares»); si la marcha es rápida
transmitido por un movimiento axial vertical de y decidida o lenta y torpe, sin la apostura y gallar-
las articulaciones vertebrales, junto con un viraje día naturales; si sigue una línea recta o se desvía;
astragalino sobre el calcáneo (fig. 1-13). si separa en exceso los miembros inferiores en

-
Los sujetos de corta talla usan al máximo el busca de una mayor base de sustentación o, por
paso pelviano y el giro inverso de la cintura esca- el contrario, los aproxima en demasía; si existe o

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Fig. 1-13. Paso pelviano. 1, participación subastragalina; 2 y 3, estudio del giro pelviano alrededor de la cabeza
femoral en el curso del paso pelviano; 4, compensación escapular por giro inverso.
Generalidades 47

no la basculación anteroposterior de la pelvis y la cinético); las causas que los modifican (si aumen-
compensación escapular; si los brazos pendulan tan al moverse, si disminuyen con la realización de
normalmente (el derecho avanza cuando lo hace movimientos voluntarios, etc.).
el pie izquierdo, y viceversa), permanecen rígidos En caso decrisis convulsiva, y una vez liquida-
y pegados al cuerpo o, por el contrario, se separan do el episodio agudo, indagaremos sus secuelas;
en busca de puntos de apoyo o se muevensin fi- equimosis, mordeduras de lengua, hemorragias
nalidad alguna, comoenlos coreicos. conjuntivales, emisión involuntaria de orina y he-
En el examen de perfil, observaremosel juego ces, anamnesis residual, estado crepuscular, etc.
de los muslos sobre el tronco, de las rodillas y to- En el capítulo de neurología, nos ocuparemos
billos y de los pies, precisando cuál es la parte con detalle en los principales movimientos in-
que primero llega al suelo, el talón o la punta, y voluntarios, como convulsiones, movimientos
los puntos de apoyo. coreicos, balismo y hemibalismo, atetosis, tics,
Se termina el examen, haciéndole andar cierto espasmos musculares, mioclonías, temblor y
número de pasos hacia delante y otros tantos ha- miocimias.
cia atrás, primero con los ojos abiertos y luego Enlos estados febriles graves, se observa un mo-
cerrados, así como detenerse bruscamente y vol- vimiento oscilatorio de los músculos y tendones,
ver sobre sus pasos a una señal convenida, para en especial en la muñeca, conocido comosubsal-
ver si lo hace con seguridad o tambaleándose. to tendinoso (subsaltum tendinum), acompañado,
La marcha propia de los distintos padecimien- en fase preagónica, de un movimiento continuo
tos orgánicos o funcionales se describe más ade- de los dedos como de «hilar copos de lana» (Hi-
lante. pócrates) o de recoger o frotar las ropas de la
cama o de asir algo, frecuentemente los órganos
genitales (carfología o crocidismo).
MOVIMIENTOS En el coma urémico en fase terminal, se observa
un signo facial, que consiste en la presencia de
En estado de salud, el cuerpo y las extremida- movimientos espasmódicos moderados de pro-
des se encuentran en reposo, excepto cuando se yección o de succión delos labios; carecen de rit-
realizan movimientos voluntarios. Los movimien- mo; el intervalo entre un movimiento y el si-
tos involuntarios son desviaciones de la normali- guiente oscila entre 2 seg y 9 min.
dad y ocurren cuando la persona se halla cons- Es llamativo del precoma hepático, un temblor a
ciente o inconsciente. El diagnóstico de estos sacudidas basto, irregular y bilateral, pero no bi-
últimos es posible basándose en el interrogatorio lateralmente sincrónico, de flexión-extensión de
(del propio enfermo; de los parientes que convi- la muñeca, con desviación cubital algunas veces
ven conél; de los testigos de las crisis, si las hubo) (aleteo hepático o flapping tremor); la mejor mane-
y en los datos aportados por el examenclínico. El ra de observarlo es haciendo que el enfermo ex-
primero servirá para precisar en qué momento y tienda sus manos y efectúe la flexión dorsal de
en qué condiciones empezaron a manifestarse las muñecas o intentando la dorsiflexión con el
(después de un proceso infeccioso, traumatismo, antebrazo fijado contra el borde de una mesa o
shock emocional, accidente vascular agudo, etc.; en de un almohadón (fig. 1-14); el temblor puede
los motivados por un tumor, el enfermo sólo nos afectar también a la lengua, los párpados y las
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

refiere que fueron precedidos o acompañados de piernas, pudiendo coincidir, preceder o seguir a
cefalalgias, y los familiares, de posibles trastornos la confusión mental. No es específico del coma
en la conducta) y si existen o no antecedentes fa- hepático, pues también se observa en la uremia,
miliares, como en ciertos temblores, epilepsia ge- insuficiencia respiratoria y cardíaca congestiva,
nuina, corea de Huntington, etc. hipocaliemias y gran desnutrición.
Durante el examen, nos fijaremos en el asiento En la enfermedad de Wilson y en la seudosclerosís
y características de los movimientos. Si afectan a de Wesiphal-Strtimpell, se observan con frecuencia
toda la musculatura, la mitad del cuerpo, un miem- sacudidas y movimientos similares a los que se
bro (porción distal o proximal), un grupo de mús- llevan a cabo en el acto de remar («aletazos»).
culos, o un músculo o algunas fibras de un múscu- Enel enolismo crónico, el temblor de las comisu-
lo si agitan o no el miembro; si el movimiento es ras bucales (a veces acompañado del del ala pal-
rápido o lento (contaremosla frecuencia por minu- pebral o del músculo orbicular) y lengua, se
tos o segundos); si rítmico o arrítmico; las condi- acompaña de temblor de los dedos, con un ritmo
ciones de su aparición (temblor estático, emotivo, de 6-7 oscilaciones por segundo, y a menudo de
48 Semiología médica y técnica exploratoria

como palpar de buenas a primeras la parte enfer-


ma, sin haberla precedido de una atenta y deta-
llada inspección. La palpación complementa la
inspección; en ningún caso la sustituye.
2. Manos tibias y con las uñas cortadas. Se co-
locan de plano, como acariciando, sobre la pared.
El frío embota todas las formas de sensibilidad, y
el contacto de la manofría en la superficie cutá-
nea provoca por vía refleja la contractura de los
músculos subyacentes y el aumento de la tensión
parietal, con el consiguiente desmedro de la pal-
pación. El calentamiento de las manos se consi-
Fig. 1-14. Temblor «a sacudidas» desencadenado al gue frotándolas entre sí o aproximándolas a una
intentar la flexión dorsal de la muñeca teniendo fijo el
fuente de calor. Se considera que están en condi-
antebrazo (flapping tremor).
ciones térmicas adecuadas cuando no provocan
sensación de frío al poner los dedos en contacto
conel cuello del explorador.
tirones verticales o ligeros movimientos de rota- 3. Todo va mejor cuanto más se palpa y menos
ción o pronosupinación. se comprime. Se debe evitar el hundir la mano en
En la drogadicción, se señala un movimiento el abdomen que se explora, ya que la reacción de
anormal de la boca, como de masticación, con defensa del paciente impide que la palpación
frotamiento repetido de la lengua con la cara in- posterior sea lo suave que debe ser. El palpar
terna dellabio inferior. suavemente, «como acariciando el vello», y pro-
curando molestar lo menos posible a los enfer-
mos, es lo que ha creado el calificativo de «tiene
M PALPACIÓN buenas manos», que todo médico debe esforzar-
se en merecer. «Hay que evitar que las manos, al
Es el método de exploración que se vale del sen- palpar, parezcan garras».
tido del tacto. Permite el examen de las partes nor- 4. Suavidad de la superficie que se explora. Los
males o patológicas colocadas bajo la piel o en detalles profundos se perciben mejor espolvo-
cavidades naturales de pared flexible, como el ab- reando la piel de la zona correspondiente con
domen y el escroto, por la aplicación metódica de polvos de talco o untándola con vaselina, lo que
los dedos o la mano sobre la superficie cutánea. disminuye las asperezasdela piel, facilita el des-
Ademásdela palpacióndirecta, se practica la palpa- lizamiento de los dedos y embota menos la sen-
ción indirecta, por medio de instrumentos; esta últi- sación táctil.
ma permite explorar los conductos y las cavidades
naturales o accidentales en las que no puede pene-
trar el dedo del médico. Puede decirse que los ins- TIPOS
trumentos con que se practica esta exploración
están destinados, esencialmente, a prolongar los La palpación puede ser uni o bimanual, según
dedos del práctico o, mejor dicho, son continua- se acuda a una o ambas manos, y uni o bidigital,
ción del tacto. Dichos instrumentos reciben nom- según se investiguen puntos dolorosos, coleccio-
bres diversos, como sondas,catéteres, estiletes, etc. nes fluctuantes u orificios (herniarios, etc.).

1. Palpación unimanual. Es útil para explorarla


TÉCNICA región precordial, las paredes torácicas, la tensión
del vientre y algunos órganos abdominales (híga-
Aunque varía según el órgano que se vaya a do, bazo, ciego, colon sigmoideo) que asientan en
explorar y la finalidad que se persiga, conviene la línea media, en los hipocondrios o en las fosas
que se adapte a unas sencillas normas generales que ilíacas, lugares donde existe un plano posterior de
es útil recordar: apoyo resistente; en estos casos, la mano palpato-
ria o mano activa deprime los tegumentos de una
1. Debe seguir a la inspección. Nada revela manera progresiva y permanente, aprovechando
tanto la deficiente educación clínica del médico las fases espiratorias para aumentar la presión; en
Generalidades 49

cambio, cuando se explora la movilidad respirato-


ría de las vísceras del abdomen, sobre todo hígado
y bazo, la mano aplicada sobre la estructura que
se explora o inmediatamente por debajo de ella
permanece quieta, para así poder advertir el des-
plazamiento de las formaciones subyacentes; por
eso se la denomina «mano en acecho».
2. Palpación bimanual. Ambas manos pueden
ser activas como, por ejemplo, en la maniobra de
la «amplexación» de Laségue, en que, compren-
diendo entre ellas sucesivamente ambas mitades
del tórax, permiten apreciar las diferencias de vo-
lumen, especialmente en los derrames y en las sín-
fisis pleurales, y reconocer por una presión subi-
ciente la existencia de fracturas costales, gracias a
la crepitación ósea y al dolor provocado(fig. 1-15),
y en la palpación bimanual de la pared abdominal
(fig. 1-16) o bien una activa y otra pasiva, ya sea:

a) Para relajar la pared. La mano pasiva se


apoya sobre la superficie abdominal a poca dis-
tancia de la mano activa y hace presión sobre
ella, con el «talón» de la mano (maniobra de
Obrastzow [fig. 1-17 A] o con la cara palmar de
los dedos (maniobra de Galambos (fig. 1-17 BJ)
se denomina «manode relajación».
b) Para crear un apoyo resistente. Como ocurre Fig. 1-15. Maniobra para apreciar la elasticidad pul-
cuando se coloca la mano en la región lumbar monar (amplexación).
para palpar el riñón o el colon ascendente o pal-
pación oponente; se denomina «mano de sostén» gue este fin sobreponiendo la mano pasiva (que
(fig. 1-18). hace solamente fuerza) encima de la activa; se
d) Para ayudar o favorecer la penetración de la denomina «manode presión» (fig. 1-19).
mano activa. En el caso de abundante panículo d) Para investigar el signo de la «oleada ascítica»
adiposo o de gran desarrollo muscular, se consi- o de Morgagni (v. más adelante).
OMASSON, SA Fotocopíar sin putorización es un delito.

Fig. 1-16. Palpación bimanual con dos manos activas. A) Modo correcto de colocar los extremos digitales. Los
pulpejos de los dedos forman una línea recta (levantando un poco ambos Índices), cuyos distintos puntos en un
instante dado reciben simultáneamente las sensaciones de lo que se toca, y por un fenómeno de suma,la percep-
ción se amplifica; lo que no ocurre colocando las manos en contacto con los bordes radicales de los índices (B),
puesla línea dipalpatoria es quebrada.
50 Semiología médica y técnica exploratoria

Fig. 1-17. Palpaciónbimanual con una mano activa y otra pasiva. Para relajar la pared, la mano pasiva se apoya
sobre la superficie abdominal, a poca distancia de la mano activa, y hace presión sobre ella, ya sea con el «talón» de
la mano, maniobra de Obrastzow (A), o con la cara palmar de los dedos, procedimiento de Galambos (B).

Fig. 1-18. Palpación oponente. La mano auxiliar de Fig. 1-19. Palpación con manos sobrepuestas. Útil en
sostén crea un apoyo resistente en la. región. lumbar caso de abundante panículo adiposo o de gran desarro-
para palparel riñón o el colon ascendente. - llo muscular. La mano pasiva hace fuerza sobre la acti-
va (mano auxiliar de presión).

Tacto
Al palpar, debe colocarse al enfermo en la po-
sición más adecuada para cada órgano, es decir,
Es la palpación digital de una cavidad natural
en aquella en que la relajación de la pared es má-
con uno o más dedos. Puedeser:
xima y el órgano se hace más abordable.
El médico debe evitar que asome a su rostro 1. Simple. Si se limita a una cavidad (faringe,
la impresión que le produce el hallazgo de un vagina, recto).
dato de gran interés o la desorientación de una 2. Doble, Si alcanza dos al mismo tiempo
búsqueda infructuosa; el enfermo, en estos mo- (vagina y recto).
mentos, está espiando su expresión y, además, 3. Combinado. Si estando el dedo o dedos de
la familia dudará de él si lo que dice no se halla una mano en la vagina o recto, los dedos de la
en consonancia con lo que expresó antes su ros- otra mano deprimen el abdomen por encima de
tro. la sínfisis del pubis en busca o no de aquéllos.
Generalidades 51

M PERCUSIÓN percutir las clavículas durante el examen de los.


pulmones (percusión directa y suave con el dedo)
Este método semiológico, debido a Auen- y al iniciar la percusión del tórax, para darnos
brugger (1761) y vulgarizado media centuria des- cuenta rápida de si las bases se encuentran ocu-
pués por Corvisart (1808), fue estudiado con padas(fig. 1-20).
basecientífica a partir de Piorry (inventor del ple- 2. En eresorte». Es una variante de la anterior,
símetro), Wintrich, Skoda y Traube. en la cual el dedo medio o índice flexionados o
Consiste en golpear. suavemente la superficie bien los dedos agrupados, se disparan contra la
del cuerpo con el fin de obtener sonidos cuyas pared abdominal (fig. 1-21). Es muy útil para el
cualidades permiten reconocer el estado- físico diagnóstico de un derrame peritoneallibre.
del órgano subyacente. Á esta percusión, llamada 3. Medial o digito-digital, de Gerhardt. Es la
comparativa porque por medio de ella compara- más usada; se interpone entre el dedo que golpea
mosel sonido que se obtiene con el que normal- (dedo percutor) y la superficie del cuerpo, un
mente se encuentra en esta misma región, se dedo (medio o índice) de la otra mano (dedo ple-
opone la topográfica, que sirve para limitar los símetro). Este método tiene una serie de venta-
contornos de los órganos. El procedimiento es jas, como son su comodidad, pues no requiere
exactamente el mismo (salvando las distancias) instrumento alguno, da sonidos de una gran pu-
que el empleado por los taberneros (el padre de reza y completa la sensación auditiva con una
Auenbrugger lo era) para determinar, por medio táctil particular (percusión palpatoria, de Ebs-
de golpes dados con los dedos o con un martillo, tein), que difiere si la zona sobre la que actúa es
el nivel del contenido de sus barriles. mate o sonora (fig. 1-22).
El dedo plesímetro se apoya con cierta firmeza
sobre la zona que explorar, adaptándolo a las de-
MÉTODOS sigualdades de la superficie para eliminar la inter-
posición de aire entre éste y la piel.
Son plurales y adecuados a cada zona a percutir: 4. Con la faceta dorsal de los dedos, Con los
dedos ligeramente flácidos, se golpea rítmica-
1. Inmediata o directa. Era la que usaba Auen- mente y con suave energía la superficie que estu-
brugger, golpeando directamente con los dedos diar. Es un método excelente para determinarla
de una mano dispuestos en forma de gancho o presencia de ascitis en voluminosos abdómenes
mano de comadrón. Esta percusión apenas se con gran distensión aérea (fig. 1-23).
usa, pues en las regiones blandas el sonido que 5. Puntiforme. Es la aplicación solamente del
produce es muy apagado y pococlaro. Sólo recu- extremo de la falange terminal del dedo plesíme-
rrimos a ella para valorar el clapoteo gástrico, tro, estando los restantes dedos levantados y sepa-
O MASSON, SA. Fotocopiar sin autorización es un delo.

Fig. 1-20. A) Percusión directa o inmediata del tórax (método de Auenbrugger). Los cuatro dedos de la mano se
disponen reunidos y encorvados de manera que sus yemas queden en un mismoplano vertical y formando con la
palma de la mano un ángulo agudo; se percute sobre el tórax merced a movimientos de charnela de la articulación
de la muñeca. Este proceder es útil para darse cuenta rápida, al comenzar la percusión, de si las bases pulmonares
se encuentran ocupadas. B) Lo mismo vale para la ascitis.
Semiología médica y técnica exploratoria

Fig. 1-23 A y B.

Fig. 1-24 A y B. Percusión puntiforme. El dedo plesímetro puede estar a plano o doblado por la primera y
segunda falanges, apoyando en la zona la punta del dedo.
Generalidades 53

| Fig. 1-26 A-C. Percusióna saltos.

rados de la piel con la finalidad de no amortiguar


las vibraciones producidas y de restringir al máxi-
mo la superficie plesimétricadel dedo (Ag. 1-24).

|
6. Onopercusión digital, de Plesch. Es otra técni-
ca consistente en flexionar en ángulo recto la
II falange del dedo percutido sobre la 1, aplicarlo
apoyándolo en la extremidad distal de la ll falan-

p
ge, colocada verticalmente a continuación de la ll,
y percutir sobre la interlínea articular entre la | y Il
falanges (fig. 1-25). Se emplea para demarcar zonas
1-25. Ortopercusión digital, de Plesch. A, B) de reducida y limitada extensión, en las que a ve-
Ápex izquierdo, C, D) Ápez derecho. ces es difícil colocar el dedo plano (regiones supra-
54 Semiología médica y técnica exploratoria

clavicular y axilar). El extremo del dedo percutor, Los sonidos corresponden a un conjunto de vi-
con la uña cortada al rape, golpea de tal manera braciones formadas por la superposición de un
que la dirección del golpe es perpendicular al dedo tono fundamental y de tonos secundarios,de fre-
plesímetro, cosa que se consigue flexionándolo de cuencia múltiple, llamados «armónicos»!*,
modo que su falange terminal se halle en ángulo Los ruidos están formados por muchos soni-
recto con el hueso metacarpiano; este golpe per- dos y resulta una suma de vibraciones de aspecto
pendicular es una de las principales condiciones irregular y aperiódico. Si producen una sensación
para obtener un buen sonido regular, si bien ofrece desagradable se califican de «estridentes».
ciertas dificultades para el principiante. Los movi- Las terminaciones del nervio auditivo son ex-
mientos de la mano que percute deben efectuarse citadas por vibraciones cuya frecuencia se sitúa
a nivel de la articulación metacarpofalángica, per- entre 20-20.000 ciclos/s o hertzios; por debajo de
maneciendo el antebrazorígido e inmóvil. 20 hertzios hablamos de infrasonidos (y llamamos
7. Percusión a saltos, de Neumann. Es muy ondas infrasonoras a las ondas porellas produci-
aconsejable este método, que consiste en golpear das), y por encima de 20.000 hertzios, de ultraso-
rápidamente y retirar con presteza el dedo per- nidos y ondas ultrasonoras.
cutor una vez obtenido el sonido. El golpe será
ligero, seco, elástico. Procedemos en la misma
forma que lo hacen los martillos del piano al CARACTERÍSTICAS
separarse de las cuerdas, o como cuando desea- DE LOS SONIDOS
mos obtener un tonoclaro al percutir en un gong
(fig. 1-26 A-C). Percutiendo las distintas regiones del cuerpo,
se auscultan sonidos de características diferentes:
Debe percutirse siempre sobre el mismo dedo
y a golpes espaciados y no, como se suele hacer, 1. Sonido mate. Se obtiene sobre órganos sin
sobre el índice o medio indistintamente y a gol- aire, como las grandes masas musculares de los
pes repetidos. No debemos olvidar que se trata muslos (sonido femoral). El término matidez es
de obtener un sonido y no una sucesión deellos, absoluto y no necesita adjetivos. Los frecuente-
a veces contradictorios, cuando no se toman las mente empleados, «matidez de madera», «mati-
precauciones debidas. dez pétrea», «matidez hídrica», tienen por objeto
evidente describir tanto la nota oída comola re-
sistencia percibida por el dedo.
CARACTERÍSTICAS El sonido mate es débil (pues las vibraciones
producidas son poco amplias); cuando se percute
Debeser suave, superficial y siempre de igual in- el tórax de un paciente con un derramepleural, el
tensidad. Los principiantes suelen hacerla con ex- sonido claro pulmonar lo oyen bien todos los
cesiva energía («sus manos parecen un martillo presentes, mientras que el mate del derrame
neumático») y olvidan que aun la percusión lla- pleural es audible solamente por los que están
mada fuerte debe ser relativamente ligera, es de- cerca del paciente, al ser de tonalidad (frecuencia)
cir, que no se ha de percibir a gran distancia. alta y de duración breve.
Al percutir, ponemos en vibración cuerpos 2. Sonido timpánico. Se obtiene sobre el estó-
elásticos que emiten ondas sonoras, las cuales, magoe intestino. Las vibraciones son sencillas, re-
propagándose a través de un medio elástico (ge- gulares, con ausencia casi completa de sobretonos
neralmente aire), llegan a nuestro oído y produ- o armónicos. Se distinguen un sonido timpánico
cen en él la sensación de sonido. agudo y otro grave, con una serie de sonidos inter-
Las ondas sonoras pueden representarse por medios entre ambos extremos, en relación con la
líneas onduladas y en ellas cada vibración equi- tensión del gas contenido en la cavidad. Si ésta es
vale a una porción de la onda que comprende excesiva, la percusión obtiene un sonido mate.
dos salientes sucesivos. La distancia entre los 3. Sonido claro o resonante pulmonar. Se ubtie-
puntos que limitan dicha porción se denomina ne porla percusión del pulmón y resulta de la vi-
longitud de onda, y la que media entre un saliente bración del aire situado entre las lengietas tensas
y un entrante, amplitud de onda (fig. 1-27 A). El
tiempo que tarda la onda de propagación en
'*«Armónicos» son sonidos cuya frecuencia es múltiplo de
avanzar una longitud de onda se llama período, y la de otros denominados «fundamentales», y que se producen
el número de vibraciones por segundo,frecuencia. simultáneamente con éstos.
Generalidades 55

«-—— Longitud de onda + Sonido débil Sonido agudo


«——— Amplitud ———= 3 Y
'
l p |
!
I
'
!
'
bromo

Sonido grave
1
1 !
1 |
' l
L 1
Sonido fuerte
A Y Tiempo correspondiente=periíodo B c

Fig. 1-27. A) Longitud y amplitud de las ondas sonoras. B) Sonido fuerte y débil; depende de la intensidad de las
vibraciones producidas. C) Altura o tono; dependede la frecuencia.

del parénquima. Es fuerte, resonante, de baja tona- del tórax o de la boca. Este sonido puede obtener-
lidad y rico en armónicos, que determinan su cuali- se también por medio de la percusión del tórax de
dad o timbre. un niño mientrasllora.
4. Sonido metálico (resonancia anfórica). Se
asemeja al timpánico, excepto en que la nota es
más resonante y como haciendo eco, y tiene una CUALIDADESDE LOS SONIDOS
calidad claramente metálica. Se oye sobre cavi-
dades de paredes lisas de no menos de 4 cm de Las cualidades sónicas dependen de las vibra-
diámetro y en el neumotórax a gran tensión. Nos ciones, frecuencia, intensidad y elasticidad de las
haremos una idea aproximada escuchando el so- estructuras (fig. 1-27 B y C):
nido que produce la percusión suave de uno de
nuestros carrillos convenientemente dilatado por 1. Intensidad. Guarda relación con la ampli-
insuflación. También vale sostener contra la ore- tud de las vibraciones producidas. Depende dela
ja una pelota pequeña de goma, a la que se per- fuerza con que se golpea (un diapasón produce
cute con la uña. Esta nota se compone de armó- siempre el mismo sonido, pero más o menos in-
nicos altos con un tono furidamental bajo. Su tenso según la mayor o menor energía empleada
duración es mayor que la del tono timpánico. para ponerlo en movimiento), así como de la
5. Ruido de olla cascada (bruit de pot felé, de los masa y constitución física particular del órgano
autores franceses). Fue descrito primero por Laen- percutido. Con un golpe de la misma fuerza,el
nec al percutir el tórax de tuberculosos. Tiene gran tórax de un adulto da una nota más intensa que
semejanza acústica con el sonido que resulta de un tórax infantil; asimismo, en iguales condicio-
percutir ligeramente una olla cascada o rajada o la nes, la nota del pulmón es más intensa que la del
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

pera de un pulverizador. También vale el siguien- hígado, porque el pulmón, con su contenido aé-
te artificio, se unen las palmas de las dos manos reo, es un órgano mucho más elástico y vibra,
sin comprimirlas y de modo que quede un peque- por tanto, con mayorfacilidad. Los sonidos pue-
ño espacio de aire entre ellas, y con el dorso de den ser, según su intensidad, fuertes y débiles.
una de las dos se dan ligeros golpes sobre la rodi- 2. Altura o tono. Depende de la frecuencia. Se
lla, de forma que a consecuencia del golpe brusco expresa en ciclos por segundo o hertzios. Los so-
el aire contenido en la cavidad se escape por los nidos de gran frecuencia son agudos o altos; los
lados. Es un ruido estenótico que se produce cuan- de poca frecuencia, graves o bajos. Será de utili-
doel aire contenido en una cavidad se ve obligado dad para el estudiante recordar que cuanto más
a salir de ella bruscamente a través de una abertu- mate es la nota, más alto es el tono, y comparar
ra estrecha o pequeña hendidura. Se oye mejorsi las diferentes notas de un dispasón de 256 vibra-
se percute durante la espiración y manteniendo el ciones por segundo con las de otro de 128.
sujeto la boca abierta. Se aconseja poner el oído o 3. Timbre. Cualidad del sonido en virtud de
el pabellón del estetoscopio lo más cerca posible la cual el oído distingue dos sonidos del mismo
56 Semiología médica y técnica exploratoria

tono € intensidad al ser producidos por diversos


instrumentos (piano y violín). Este carácter
guarda relación con los sonidos armónicos que
acompañan al fundamental y cuyo número e in-
tensidad varían según el instrumento de donde
proceden.
4, Duración. Guarda relación con la intensi-
dad y amplitud de la vibración inicial y la elasti-
cidad del tejido presentado. Así la nota mate del
hígado, considerando iguales los demás factores,
no sólo es menos intensa que la nota pulmonar,
sino de una menor duración.

Al ocupamos en la percusión del tórax insisti-


remos sobre la vibración simpática o consonancia
(con + senare = sonar con), cuya importancia ya
fue subrayada por Skoda.

a AUSCULTACIÓN
La auscultación, como método de exploración
clínica, consiste en aplicar el sentido del oído
para recoger todos aquellos sonidoso ruidos que
se producen en los órganos.
Estos ruidos pueden ser originados por el pro-
pio órgano (contracción cardíaca; borborigmos
intestinales) o en el órgano mismo, pero sin que
Fig. 1-28. Auscultación inmediata. La oreja del médi-
éste tome una participación inmediata en su pro- co se aplica sobre el cuerpo del individuo examinado in-
ducción (soplos intracardíacos). terponiendo un lienzo fino, no almidonadoni de seda.
Aunque Hipócrates ya conocía no sólo el rui-
do de sucusión que lleva su nombre, sino tam-
bién los roces pleuríticos, que él comparaba al enfermo; el localizar con poca exactitud el lugar
crujido de un trozo de cuero, debe atribuirse el donde radica la lesión (el tamaño reducido del es-
descubrimiento de la auscultación a Laennec tetoscopio permite señalar el sitio preciso); el no
(1781-1826), también el primero en emplear el ser posible en ciertas regiones anatómicas cir-
estetoscopio. La obra del gran clínico francés ha cunscritas, como supraclaviculares o axilares, en
sido perfeccionada por gran número de autores, las que no cabe aplicar el pabellón de la oreja, ni
entre los que citaremos, limitándonos a los clási- aconsejable en el plano anterior del tórax en la
cos a Skoda, Wintrich, Traube y Gerhardt. mujer, por razones obvias. Mantiene su vigencia
para las bases del pulmón en el plano posterior.
2. imbivase (medina En fun, se escucha
TIPOS mediante un aparato llamado estetoscopio o fonen-
doscopio". Es el método más empleado por eludir
La auscultación, como la percusión, puede ser: muchos de los inconvenientes que hemos señala-
do para la auscultación directa, pero el estudiante
l. Directa (inmediata). En ella se aplica la debe familiarizarse con esta última para los casos
oreja, ejerciendo cierta presión, directamente so- en que, por motivos imprevistos, no lleve su fo-
bre el cuerpo del examinando, con interposición nendoscopio o se vea obligado a auscultar a un
de un ligero paño de hilo (fig. 1-28). Es de técnica
fácil (no requiere instrumental) y obtiene los rui-
WEstetoscopio: instrumento a modo de trompetilla acústica
dos intensos y puros, evitando los parásitos debi- . Fonendoscagís: aparato semejante al es-
dos al roce del fonendoscopio con la piel. Sus in- tetoscopio más perfeccionado (con membrana, campana, o am-
convenientes son la excesiva proximidad del bas) y para audición biauricular.
Generalidades 57

niño al que puede suscitar temores el aspecto del vo de Piedrahita (el primero en Europa que intenta
aparato. demostrarla posibilidad del diagnóstico y pronós-
Para que la auscultación con un fonendoscopio tico por el olor y sabor que ofrecen los líquidos
resulte eficiente, influyen, aparte la pericia y oído orgánicos), J. L. Petit, Langer, Landré, Beauvais,
musical del práctico, el hábito de utilizarlo, así Hipp, Cloquet, Monin y Menini, entre otros.
comoel realizarla en un ambiente silencioso, cosa De la misma manera que en la inspección, co-
más factible en el consultorio del médico que en menzaremos a recoger nuestras impresiones ol-
los medios hospitalarios con rumores de fondo, fatorias cuando entremos en la habitación del
debidos a factores humanos o instrumentales, que enfermo o cuando en la clínica hospitalaria nos
alcanzan niveles de 60-70 decibelios. Se debe te- acerquemos a la cabecera de éste. El número de
ner en cuenta que un sonido cardíaco apenas per- datos positivos obtenidos depende de la memoria
ceptible en completo silencio debe tener una in- olfatoria del médico, adquirida con la práctica.
tensidad 12 veces superior para ser oído con la El olor que se percibe en los enfermos suele
misma claridad en la sala del hospital. ser complejo y resulta de la mezcla del produci-
do por el aire espirado, sudor, emanaciones de
No hay que olvidar que, para sacar buen las cavidades naturales (nariz, boca, vulva y va-
partido a un fonendoscopio, lo primero que hace gina, ano y recto [gases intestinales, etc.]), se-
falta es saber auscultar. creciones purulentas (fístulas) o exudados(úlce-
ras secretantes cutáneas), etc. En algunas
La parte más importante de todo el sistema ocasiones, como venenos volátiles (anhídrido
auscultatorio es lo que queda entre los auricula- sulfuroso, ácido cianhídrico, plomo, tetraetilo,
res del fonendoscopio. etcétera), es útil fijarse en el olor de la ropa im-
pregnada por el tóxico.
El olor de las secreciones cutáneas es característico
E OLFATO* en algunas enfermedades. Citaremos el propio del
sudor de los tíficos; de la melitococia (como paja
La aplicación del sentido del olfato, en clínica, mojada); de los reumáticos; de la linfogranuloma-
comienza con Hipócrates, al que siguen Teofrasto tosis maligna (recuerda el del esputo purulento di-
de Efeso («Todo es más o menos odorífero», escri- luido), de la acidemia isovaleriánica (como queso
bía en su tratado de 14 capítulos De odoribus), Bra- agrio); mucoviscidosis; de los tuberculosos (el su-
dor, sobre todo el axilar, es muy penetrante). En
'El hombre pertenece a los llamados microsmatos, mientras
los niños con raquitismo, los sudores noctumos de
que el corzo, perro y otros mamíferos se encuentran entre los cabeza y nuca que empapan la almohada despi-
macrosmatos. En comparación con los animales, el sentido del den un olor peculiar y penetrante.
olfato en el hombre es débil, pero frente a otros de sus sentidos El aire espirado huele, a veces, de manera ca-
es muy sensible.
La olfatometría sirve para medir, definir y valorar el sentido
racterística, impregnando en ocasiones el am-
del olfato en el individuo. Puede ser subjetiva y objetiva; esta biente. Citaremos el olor a fruta fresca (como
última no forma aún parte de la práctica habitual. Dos factores manzana) o heno recién cortado del coma diabé-
importantes son el umbral olfativo (olfatometría cuantitativa) y tico; el sui generis del alcohólico; el de ajos en las
la discriminación (valiéndose de sustancias odoríferas estables,
intoxicaciones por selenio o telurio; el de almen-
MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

perfectamente definidas, no absorbibles).


Es bien conocido el hecho de que la especie humana posee dras amargas en la intoxicación por nitrobence-
tres zonas cutáneas especialmente dedicadas a producir alores, no (esencia de mirhana); el penetrante en la into-
las cuales están dotadas de pelos para mantenerlos, son las axilas, xicación yódica, fenólica, por tetracloruro de
región anogenital y la areola del pezón.
En las axilas, son las glándulas sudoríparas apocrinas las ge-
neradoras de olores y en la región anogenital, aparte el sudor, davía es corriente la depilación del área genital por parte de las
contribuyen al olor el esmegma en el hombre y las secreciones mujeres) y la aplicación de desodorantes y perfumes por parte
vulvares y vaginales en la mujer. El lactante huele intensamente de la mujer y la circuncisión en el hombre. La pregunta es. si
la areola del pezón, y ello le atrae. ello, a la larga, podrá tener una repercusión sobre la sexualidad.
No hay que encarecer la importancia del olfato en la con- Creemos que el asunto es muy discutible. La verdad es que por
ducta de los animales (incluido el homo sapiens) en lo tocante a muchas feromonas que emitan hombres y mujeres. nada supe-
la atracción sexual. Todos secretan unas sustancias odoríficas ra a la vista, por lo que a la atracción sexual se refiere (y una
de origen hormonal (feromonas) excitantes sexuales, al ser cap- axila depilada es a la vista de muchos más atractiva). y por lo
tadas por la pituitaria de individuos del sexo opuesto. que toca a los olores, un buen perfume o simplemente el olor
Llama la atención el hecho de que nuestra actual civiliza- «a limpio» tienen para cualquier persona medianamente culti-
ción trata de suprimir los olores corporales mediante el rasura- vada, un poder erotizante muy superior a ciertos olores, por
o do de axilas (del mismo modo que en el mundo musulmán to- muy «naturales» que sean.
58 Semiología médica y técnica exploratoria

carbono o debido a procesos que radican en la rado de la orina de los diabéticos. Los pacientes
nariz (ocena), boca (dientes, amígdalas), vías aé- nos refieren, con frecuencia, el gusto amargo de
reas superiores (abscesos y, sobre todo, gangrena los vómitos biliosos; el ácido de los gástricos; el
pulmonar, bronquitis fétidas, etc.), esófago (cán- fecal de las crisis obstructivas intestinales y el sa-
cer, megaesófago, divertículos), estómago (gas- lado en las vómicas por quiste hidatídico abierto
tritis, cáncer, úlcera), hígado (hepatitis graves, en el árbol respiratorio.
necrosis, recuerda el mercaptano; foetor hepati- El gusto es percibido por una serie de papilas
cus), intestino (colitis, estreñimiento [aliento es- más abundantes en la lengua, pero también pre-
tercoráceo]), etc. sentes en el paladar, faringe y laringe. Cuentan
El olor de la orina, es aromático y, a veces, mo- también el sentido del olfato y el tacto.
dificado por ingesta de algunos alimentos, como Se pueden detectar cuatro sabores fundamenta-
espárragos, coles, cebollas, ajos. Es amoniacal (en les, así, dulce, salado, ácido y amargo.
la orina recién obtenida), en los casos de reten-
ción con infección urinaria; fétido (como podri-
do), en las orinas albuminosas; de manzanas, Alteración específica
orujo o hierba cortada, en la diabetes descom-
pensada (por la acetona); de jarabe de arce (maple Se ha observado que diferentes enfermedades
syrup disease), en la leucinosis; de flores de lúpulo pueden alterar el sentido del gusto, haremos una
O apio en las orinas ricas en fenilalanina y ácidos pequeña reseña de carácter específico:
fenilpirúvico y fenilacético; estercoráceo, en las
fístulas vesicorrectales. La trementina, copaiba, 1. Lesiones bucales extensas. Algunas actúan
azafrán y valeriana originan un sutil olor a vio- comosi se anestesiara la lengua y el paladar. Las
letas. dentaduras colocadas entre el paladar duro y el
El olor de las heces normales se debe a la pre- blando tapan las papilas ubicadas en este lugar.
senciade escatol. En la dieta cárnea y dispepsia de Se observa disminución de la sensibilidad para el
putrefacción es pútrido (por la gran cantidad ácido y amargo.
de indol, escatol y anhídrido sulfuroso), y agrio, 2. Discinesia gonadal cromatinnegativa. Sensi-
como manteca rancia, en la de fermentación. bilidad normal para el dulce y el salado; niveles
Muy repugnante (pero muy característico) es el muy elevados para el amargo.
de la melena y cáncer ulcerado del recto'”, 3. Seudohipoparatiroidismo. Menor sensibili-
A veces, los gases emitidos, además de odorí- dad gustativa para el amargo y para el ácido, nor-
feros, son inflamables, lo que propició que el em- mal para el dulce y salado.
pleo de aparatos electroquirúrgicos ocasionase 4. Síndrome de Riley-Day. Disminución muy
explosiones durante su manejo (cirugía del tubo intensa o abolición absoluta de la sensibilidad
digestivo). gustativa. La mayoría de estos pacientes son in-
capaces de distinguir el agua de las soluciones
con diferentes sabores, aun a concentraciones
E SENTIDO DEL GUSTO fuertes.

El gustoes el sentido que, en sí, directamente,


tiene menos importancia en clínica. El afán de MN TERMOMETRÍA CLÍNICA
llegar al diagnóstico llevó a los médicos hipocrá-
ticos a investigar el sabor dulce o amargo del ce- Tiene por objeto el estudio de la temperatura
rumen (mereciendo por ello el nombre de «co- del cuerpo, la cual se altera en el curso de múlti-
prófagos» por parte de los autores satíricos), el ples procesos patológicos.
acre duradero de las partes necrosadas, el azuca- Se aconsejan dos tomas diarias en el mismo
sitio. Por existir un ritmo nictemeral (con dos
máximos a las 9 y 18 h y dos mínimos a las 3 y
'Citaba Von Hochenegg la siguiente anécdota personal: 12 h, aun estando el sujeto encamado) se aconse-
«Con ocasión de una excursión de caza se vio obligado a esca- ja hacerlo en las dos primeras. La temperatura
lar una montaña detrás de un cazador al que conocía hacía axilar fisiológica no suele superar los 37 *C, la in-
años. El extraño olor nauseabundo de los gases intestinales del
que le precedía, le indujo a reconocer al cazador en una choza,
guinal los 37,2 *C, la bucal los 37,4 *C y la rectal
confirmándose su sospecha de que éste padecía un carcinoma los 37,8 *C. Es preferible confiar en las vías axi-
de la porción alta del recto». lar, bucal y rectal.
Generalidades 59

TERMÓMETRO 2. Boca. El bulbo del termómetro se coloca


debajo de la lengua. Los labios se mantienen ce-
Aparato inventado por Galileo, es el útil idó- rrados. Existen unas delgadas cubiertas de plásti-
neo para verificar la temperatura corporal. Instru- co cambiables para evitar el contacto, a veces
mento de aplicación habitual en la práctica clínica séptico, entre la boca y el cristal del aparato.
desde hace algo más de un siglo. La primera gráfi- 3. Recto. Se obtienen cifras constantes pese a
ca térmica fue publicada por Traube en 1851. la presencia de escíbalos, malos conductores del
El termómetro más usado consta de un tubo calor. Están influidas por el ejercicio físico (mar-
capilar cerrado, de vidrio, ensanchado en la parte cha) y procesos inflamatorios pelvianos. En los
inferior a modo de pequeño depósito, que con- recién nacidos pueden producirse ulceraciones
tiene un líquido, por lo común mercurio, el cual, hemorrágicas y perforaciones rectales, por lo que
dilatándose o contrayéndose por el aumento o deben utilizarse termómetros con bulbo en vez
disminución del calor, señala los grados de tem- de puntiagudos.
peratura en una escala colocada al lado o grabada 4. Vagina. Pese a su evidente incomodidad,
sobre el tubo. Por motivos prácticos, suele com- da valores estables.
prender de 35-42 *C. Los anglosajones se mantie- 5. Conducto auditivo. Ofrece datos térmicos
nen fieles a la escala de Fahrenheit. Existen tam- muy exactos y constantes. Los termómetros de-
bién termómetros metálicos garantizados para ben adaptarse por medio de un bulbo distal. Si
una precisión de 0,2 *C y electrónicos con már- no se es prudente, hay riesgo de perforación del
genes de error de 0,1 *C. tímpano. Tienen gran predicamento los termó-
Se comienza limpiando el termómetro, sobre metros electrónicos.
todo cuando vamos a ponerlo en la boca. Se han 6. Pliegue inguinal. Es aplicable la técnica de
observado vulvitis y gonococias rectales (estas la toma en axila.
últimas en niñas hospitalizadas) consecutivas al
uso de un termómetro no desinfectado y común
para toda una sala de enfermos, por lo que es CARACTERÍSTICASDE LA
exigencia el personalizar el termómetro. TEMPERATURA CORPORAL
Se observasi la columna de mercurio está cerca
del depósito. De no ser así, se la hace bajar sacu- Cabe señalar que, en un cierto número de su-
diendo el aparato. En caso de que se rompala co- jetos sanos, la temperatura basal axilar excede los
lumna de mercurio, bastará con calentar el depósi- 37 *C («floridez térmica»).
to hasta lograr unir la parte que asciende con la El estudio comparativo entre las temperaturas
rota. Una vez juntas, bastará sacudir y todo el mer- axilar y rectal tiene notoria utilidad clínica para el
curio bajará, dejando el termómetro en condicio- diagnóstico de los procesos sépticos pelvianos
nes de ser utilizado. Debe ponerse en cada ocasión (anexitis, pelviperitonitis), y apendiculares agu-
una sola vez, y no menosde 2 ni más de 3 rin. dos, en la que la diferencia puede alcanzar hasta
2 *C a favor de esta última. Este dato clínico es
muy estimable. En el colapso, baja la temperatu-
LUGAR DE TOMA ra de la piel (hasta menos de 34 *C en las formas
DE LA TEMPERATURA álgidas) y se mantiene la del recto. En la isque-
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

mia intestinal de origen vascular, la temperatura


Es conveniente tomarla en los orificios natura- rectal es muy baja.
les, reflejo fiel de la interna, en lugar de la cutá-
nea, mucho más variable. En una habitaciónfría,
por ejemplo, la temperatura de la piel puede des- TIPOS SEMIOLÓGICOS
cender notablemente, sin que se altere para nada
la interna. Se aconsejan: Interesa precisar el alcance de los términos hipo-
1. Cavidad axilar. Si la toma se realiza en termia, distermia, febrícula, hipertermiay fiebre.
este punto, la mano del lado correspondiente
se ha de aplicar sobre el hombro del lado
opuesto con el fin de comprimir la axila en es- Hipotermia
tudio. Son inconvenientes, la excesiva descar-
nación de los sujetos emaciados y el exceso de La temperatura rectal es inferior a 35 *C. Exis-
pilosidad. ten varios niveles:
60 Semiología médica y técnica exploratoria

1. Hipotermia ligera entre 28-34 *C, Es fre- rregulador hipotalámico + ausencia de la fosfori-
cuente por la acción combinada del frío y tóxicos lación oxidativa a nivel mitocondrial + elevación
depresores del sistema nervioso central y perifé- de la cantidad celular de adenosinmonofosfatocí-
rico (fenotiacinas). clico. Existen grupos familiares portadores de
2. Profunda. Entre los 17-28 *C. una afección muscular sensible a la succinilcolina
3. Muy profunda. Inferior a los 17 *C. Se y al halotano; al parecer, presentan de una mane-
emplea en la cirugía cardíaca a cielo abierto y en ra congénita una elevación de la creatinfosfocina-
neurocirugía. sa y del pirofosfato inorgánico.
Si la temperatura es inferior a 30 “C aparece
rigidez global, midriasis bilateral arreactiva, livi-
deces y una cianosis en placas; la bradicardia es Fiebre
extrema. Se comprende la importancia de practi-
car un examen electrocardiográfico prolongado Es una compleja reacción del organismo, ca-
en presencia de esta muerte aparente; la real ocu- racterizada por la elevación de la temperatura
rre por fibrilación ventricular. corporal y motivada por causas múltiples, la ma-
yoría infecciosas?. Al ascenso térmico acompa-
ñan síntomas y signos diversos a cargo del apara-
Distermia to circulatorio (taquicardia, hipotensión, soplos
cardíacos sistólicos [ruidos febriles)), respiratorio
Es un neologismocaro a los clínicos españoles. El (polipnea), digestivo (lengua saburral, anorexia,
aumento de la temperatura corporal (> 38 *C), que sensación de plenitud gástrica, sed excesiva, etc.),
no obedece a causa orgánica o infecciosa, es funcio- nervioso (cefalalgia, abatimiento general, insom-
nal pura. Por tal motivo, es bien tolerada siendolas nio a sueño intranquilo, excitabilidad general e
pruebas de laboratorio mudas. Es más frecuente en incluso convulsiones [más frecuentes en niños
sujetos lábiles vegetativos. Son posibles signos de entre Ó meses y 4 años y en crisis tónicas más
estirpe diencefálica, como obesidad, delgadez, ano- que tonicoclónica] y a veces trastornos psíquicos
rexia, trastornos del metabolismo hídrico o de los
hidratos de carbono,alteraciones del sueño, etc.
“"La toxina de los gérmenes patógenos contiene un lipopo-
lisacárido termostable capaz de producir al ser inyectado, y
después de un período de latencia de cerca de una hora, una ca-
Febrícula racterística elevación difásica de la temperatura corporal aso-
ciada a leucopenia inicial seguida de leucocitosis; las inyeccio-
nes sucesivas de este «pirógeno exógeno» microbiano provocan
Estado febricular o subfebril. Fiebre modera- reacciones febriles cada vez menos acentuadas (tolerancia).
da, entre 37-38 *C, ligada a la existencia de esta- Actúa sobre el sistema nervioso directamente, y sobre todo
dos organolesionales o de naturaleza infecciosa por intermedio de un pirógeno endógeno liberado bajo un estí-
mulo a nivel de las células de los tejidos agredidos y leucocitos
de larga duración. Es acusada por el sujeto; pali- polinucleares, lo que explica el período de latencia antes citado
dez anémica, cansera, pérdida de peso, etc. Exis- Este pirógeno endógeno es una proteína termolábil que pasa al
ten signos biológicos reveladores. suero y provoca una rápida reacción febril, la cual se produce
también si este suero se inyecta a otro paciente; el pirógeno en-
dógeno es, pues, transferible. Puede ser obtenido de los leuco-
citos no sólo jn vivo sino in vitro, poniéndolos en contacto con
Hipertermia las endotoxinas bacterianas.
La normal actividad del centro hipotalámico y del sistema
Es el aumento súbito e intenso de la tempera- autónomo simpático son necesarios para que la reacción febril
de los pirógenos exógenos se verifique; al simpático cabe atri-
tura corporal (> 41 ”C) por motivos múltiples. En
buir la vasoconstricción periférica que constituye el momento
la forma maligna, se acompaña de rigidez mus- inicial de la reacción fébril (clínicamente traducida por la sensa-
cular difusa con fasciculaciones (se inician a nivel ción de frío) reduciendo la termodispersión y favoreciendo el
de los maseteros), taquicardia sinusal extrema, aumento de la temperatura corporal. A propósito de este au-
mento debe recordarse que se verifica sobre tudo a cargo de los
hipotensión sistémica y gran polipnea, con aci-
órganos internos supra e infradiafragmáticos y cerebro, mien-
dosis y piel seca. Se observa tras anestesias gene- tras que la temperatura de los tejidos superficiales, especial-
rales (1 x 10.000), golpes de calor y bajo la acción mente de las extremidades, puede mantenerse casi normal c in-
del nitrofenol etiocolanona, hormona tiroidea, cluso baja. Esto tiene importancia en lo que se refiere a la
exactitud de la termometría; los valores de la temperatura axi-
«fiebre del cinc» o «de los fundidores», paradóji-
lar e inguinal son influidos por la de los tejidos de las extremi-
camente tras la toma de ácido acetilsalicílico, etc. dades; en cuanto a la termometría oral, sus cifras se ven afecta-
Se cree que obedece a un fallo del sistema termo- das por la vasoconstricción de los tejidos mucosos.
Generalidades 61

[delirio febril). La piel se percibe caliente y hr- aún más días. Se observa en las llamadas fiebres
meda, enrojecida, sobre todo en la cara (enrojeci- recurrentes (española, africana), sodoku y menin-
miento febril) y sudada, especialmente después gococemias crónicas.
del escalofrío, que constituye el momentoinicial 3. Fiebre ondulante. Series de ondas febriles
de la reacción febril. Ésta es producida por la va- separadas por intervalos de apirexia o febrícula.
soconstricción cutánea a cargo del sistema autó- Es propia de la melitococia, endocarditis lenta y
nomo simpático. Determina la intensa y fugaz enfermedad de Hodgkin (fiebre de Pel-Ebstein).
sensación de frío, con tiritera, castañeteo de
dientes, horripilación y favorece la elevación de
la temperatura corporal al reducir la termodisper-
sión. En procesos sépticos, los escalofríos se repi-
ten con frecuencia durante el curso febril. Exis-
ten, además, oliguria (la orina febril es concen-
trada [color oscuro, peso específico elevado]) y
aumento del metabolismo basal, con proteólisis
excesiva y combustión aumentada de hidratos de
A (3141414 004041314
carbono y grasas; por consiguiente, en las enfer-
medades infecciosas de larga duración siempre
sobreviene un intenso adelgazamiento.
En ocasiones, existe, más o menos acentuado,
el síndrome subjetivo de la fiebre sin elevación
térmica; se habla entonces de «fiebre sin hiper-
termia», de observación frecuente en individuos
con distonía neurovegetativa.
B Lo 44 44 1

Semiológicamente, distinguiremos con arreglo


al aspecto de la curva térmica reflejada en la grá-
fica (fig. 1-29), los siguientes tipos de fiebre:

1. Fiebre continua. Las oscilaciones diarias,


máxima y mínima, no llegan a 1 *C; así ocurre en
la neumonía neumocócica, fiebre tifoidea no tra-
tada, etc. Cc Codos a 44 4
2. Fiebre remitente. Oscilaciones diarias supe-
riores a 1 *C, sin alcanzar en ningún momento la
normal; encontramos este tipo en supuraciones,
bronconeumonía, etc.
3. Fiebre intermitente. Se encuentra apirexia
entre los accesos febriles. La temperatura sube
bruscamente después de un escalofrío, y descien-
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

de también rápidamente a la normal o subnor-


mal, acompañándose de abundante sudación. Se
observa en las septicemias, sepsis urinaria y bi-
liar, absceso del hígado y en el paludismo con ac-
cesos cotidianos (fiebre cotidiana), a días alternos
(terciana) o después de los dos días de apirexia
(cuartana). La fiebre quintana (lamada también «de
los cinco días») se observa en la enfermedad pro-
ducida porla Rickettsia quintana, transmitida por
los piojos.
E Airis arrssrrassanss
4. Fiebre recurrente. Caracterizada por alter-
nancia de períodos de fiebre continua en meseta, Fig. 1-29. Distintos tipos de fiebre. A) Continua.
que duran 2, 5 o más días, seguidos de una fase B) Remitente. C) Intermitente. D) Fiebre palúdica ter-
de remisión apirética que persiste otros tantos o ciana con acceso cada «tercer» día. E) Fiebre recurrente.
62 Semiología médica y técnica exploratoria

6. Fiebre en «dromedario», en «joroba de camello» tica, con sedantes; la de origen hipertiroideo,


o en «silla de montar». En la poliomielitis anterior con yodo y antiroideos; la del «síndrome pos-
aguda, caracterizando los estadios inicial, de la- tinfarto de Dressler» (febrícula + eosinofilia),
tencia, preparalítico y paralítico. La fiebre en consalicilatos y cortisona; la de la exbolia pul-
«dromedario» invertida se observa en las leptos- monar (y de otros procesos venosos trombosan-
pirosis. tes), con heparina (resiste a los antibióticos;
7. Fiebre inversa. Cifras máximas durante la dato clínico valorable) y la que acompañaa al-
noche y por la mañana. Se ha señalado en la gra- gunas crisis graves de hipoglucemia, a la perfu-
nulina tuberculosa, cáncer de estómago, vegeta- sión de glucosa.
ciones adenoideas, enfermedad de Basedow y fi-
lariasis.
8. Fiebre héctica. Se observan grandes oscila- M MÉTODOS
ciones diarias muy irregulares. Propia de tubercu- COMPLEMENTARIOS
losis avanzadas y sepsis hepatobiliar.
9. Fiebre periódica o familiar mediterránea. Inte- Los métodos complementarios, como su nom-
gra una serie de trastornos que reciben el nombre bre indica, completan la exploración clínica facili-
de «enfermedad periódica», descrita por Reimann tando el diagnóstico. Se distinguen los análisis de
(1948), en sujetos jóvenes de raza judía o, en su laboratorio y los métodosgráficos.
defecto, de tronco mediterráneo, a veces con ca-
rácter familiar. Esencialmente, se caracteriza por Los métodos complementarios complemen-
una poliartritis con signos inflamatorios y ede- tan, de ningún modo suplenla clínica.
matosos en varias articulaciones, un cuadro peri-
tonítico benigno y un síndrome febril de aspecto Existen un cierto número de exámenes de la-
seudopalúdico, en crisis de hipertermia de escasa boratorio cuya investigación es obligada en to-
duración. Cada episodio morboso dura varias dos los pacientes que acuden a la consulta mé-
horas o pocos días, y aparece nuevamente a los dica, sobre todo, si es por vez primera. Un
7, 14, 21, 28 o cualquier múltiplo de 7 días des- hemograma completo, glucemia, perfiles lipídi-
pués de su acceso anterior. Puede durar décadas, co, renal y hepático, y un análisis básico de ori-
pero también puede ser motivo de muerte por na. Si el aspecto del paciente y la primera im-
colapso, nefrosis o amiloidosis. presión diagnóstica tras la anamnesis y la
10. Fiebre catamenial. Así se denominala ele- exploración física orientan hacia determinada
vación térmica febricular que experimentan mu- patología, es preceptivo pedir los análisis espe-
chas mujeres algunos días antes de la menstrua- cíficos orientados a determinadas alteraciones.
ción y que suele cesar en cuanto aparece la Es absolutamente indefendible pedir una batería
menstruación o pasada ésta. Es signo de labilidad de análisis «para ver lo que encuentro» y de este
neurovegetativa en relación con actividad lesio- modo orientar el diagnóstico; si no se tiene la
nal o de resorción de hormonas ováricas. más mínima orientación diagnóstica, se debe
11. Fiebre de origen indeterminado. Son fiebres reiniciar la anamnesis o consultar con otro cole-
persistentes no diagnosticadas. La mayoría de es- ga los datos recogidos en el interrogatorio y ex-
tos pacientes no sufren enfermedades raras, sino ploración; de este modo, es mucho más fácil pe-
manifestaciones atípicas de procesos corrientes, dir los análisis correctos evitando tener muchos
como infecciones con predominio de la tubercu- datos en la mano y no saber dónde y cómo co-
losis, neoplasias, colagenosis, etc. locarlos.
En los demás exámenes de laboratorio, el pa-
pel del médico se limita a interpretar los datos
Prueba terapéutica del analista.
(diagnóstico ex juvantibus) Se podría incluir en este capítulo una explica-
ción sobre las bases de los numerosos métodos
Ocasionalmente, puede ser de gran ayuda complementarios de diagnóstico (endoscopias,
para el clínico; la fiebre de origen infeccioso ecografías, TAC, etc.), pero hemos preferido ha-
cede con los antibióticos; la colagenótica y tu- cerlo de forma sucinta en algunos capítulos como
moral, a los corticoides y antiblásticos; la neuró- forma específica de exposición
2

Neumología

E INTERROGATORIO lo que se relaciona con su pubertad más precoz y


rápido desarrollo corporal, junto con las vicisitu-
FILIACIÓN Y ANTECEDENTES des de la vida sexual. Los varones, sobre todo los
INDIVIDUALES que realizan trabajos mecánicos y están expues-
tos a los agentes climáticos o fuman en exceso,
Grupo étnico. Los sujetos que pertenecen a propenden a las bronconeumopatías agudas
la raza negra, así como los mulatos y mestizos, (5:1), neumoconiosis y neumotórax espontáneo
propenden más a la tuberculosis que los asiáti- (77,9 %). En lo referente a los carcinomas bron-
cos, y todos ellos más que los de raza blanca. copulmonares primitivos, la mayor incidencia re-
cae en los varones fumadores.
Edad. Se relacionaron ciertos procesos bron-
copulmonares, cuyo curso evolutivo guarda rela- Ocupación. Todos aquellos oficios en que
ción con la edad. Las neumopatías agudas suelen el obrero trabaja al aire libre y expuesto a los
darse en todo tiempo, señalándose la frecuencia agentes atmosféricos facilitan los procesos agu-
de las de tipo bronconeumónico en la infancia y dos delas vías respiratorias (rinitis, traqueobron-
vejez y la neumonía en la edad adulta. La edad quitis) y pulmón. La inhalación de gases nitrosos
de aparición de las primeras crisis de asma bron- y clóricos (industrias de nitrocelulosa, explosivos,
quial suele oscilar entre los 10-30 años. El carci- etcétera) causa neumonitis químicas gravísimas
noma broncopulmonar primitivo tiene su fre- y, al cabo de años, cáncer broncopulmonar pri-
cuencia máxima entre los 50 y 60 años. mitivo; y la de polvos de metales (níquel, berilio,
Por lo que se refiere a la tuberculosis, los lac vanadio, cromo, uranio, torio, etc.), fenómenos
tantes y los niños pequeños están especialmente de irritación bronquial aguda y lesiones cutáneas
amenazados, en tanto que los niños de edad pre- de tipo granulomatoso (en la beriliosis), que se
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito,

escolar y escolar ofrecen una resistencia acrecida; confunden con la sarcoidosis y cáncer bronquial.
en la pubertad, la incidencia tuberculosa aumen- La entrada continua de polvo enlas vías respi-
ta bruscamente, porque a los factores externos ratorias motiva una fibrosis pulmonar linfoectási-
desfavorables del cambio de medio y a unos es- ca llamada «neumoconiosis» (término propuesto
fuerzos físicos e intelectuales mayores, se añaden por Zenker, 1867, de: pneumón, pulmón; konis, pol-
las influencias endógenas nocivas del crecimien- vo). Los polvos inhalados pueden ser inorgánicos
to. Después de los 25 años, la amenaza se atenúa y orgánicos. Las coniosis más importantes produ-
lentamente, para reaparecer en los últimos años cidas por los primeros son la silicosis (dióxido de
de la vida con la tuberculosis senil. sílice puro y libre), la asbestosis (silicato magnési-
La edad media del cor pulmonale crónico es de co: amianto o asbesto), la talcosis (silicato magné-
58 años. sico hidrolado: talco), la caolinosis (silicato de alú-
mina: caolín), la esquistosis (polvo de pizarra), la
Sexo. En la juventud, enferman de tubercu- antracosis (polvo de carbón), la siderosis (soldado-
losis pulmonar más mujeres que hombres (2:1), res de metales ferrosos), la beriliosis (polvo de be-

63
64 Semiología médica y técnica exploratoria

rilio), la aluminosis (bauxita), la estannosis (esta- nas particularidades corporales que predisponen
ño), la baritosis (polvos de bario), etc. Entre las a ellas, ya por una modalidad peculiar de reac-
neumoconiosis por polvos orgánicos citaremos la ción a la infección. En lo que se refiere a la tuber-
bisinosis (debida al algodón), la tabacosis (polvo culosis pulmonar, cabe señalar la importancia de
de tabaco), la bagazosis (polvo de caña de azúcar), las influencias exógenas (hipoalimentación, ma-
la amilosis (harinas), la suberosis (corcho), la can- las condiciones de la vivienda, promiscuidad,
nabiosis (polvo de cañamo), etc. drogadicción, etc.).
El pulmón del granjero o trillador se observa Existen antecedentes familiares de cáncer
en agricultores en contacto con heno o paja al- broncopulmonar. Es válido el concepto de la
macenados húmedos. La inhalación de esporas «predecesión»; se trata de familias en las que se
de hongos termófilos se presenta bajo una forma observa una localización tumoral concreta, que
aguda (alveolitis hiperérgica) con frecuencia re- aparece en sucesivas generaciones en edades
versible o crónica, esclerógena, difícil de diferen- cada vez más precoces.
ciar de una broncopatía crónica. Lo propio ocurre En los asmáticos, es frecuente la incidencia
con la enfermedad de los silos, por inhalación de dentro de la familia de esta misma enfermedad u
bióxido de nitrógeno ensilos recién llenados. otras de índole alérgica, como rinitis, traqueítis,
Enel riesgo silicógeno cuentan la edad, facto- eccemas, colitis mucomembranosa.
res genéticos (diátesis queloidea); constitución
linfática y la eficacia del filtro nasal y linfático
pulmonar, este último alterado en las enfermeda- ANTECEDENTES PATOLÓGICOS
des previas cardiopulmonares. O ENFERMEDADES ANTERIORES
Los médicos, enfermeras y personal subalter-
no que conviven con tuberculosos propenden a Valoraremos las sufridas en la infancia, ya que
contagiarse si no toman las medidas oportunas algunas de ellas (neumonía, bronconeumonía,tos
para evitar el contagio. ferina, etc.) dejan secuelas (bronquiectasias) o
predisponen a sufrir otras; así, las bronquitis de
Lugar de residencia, vivienda, alimenta- repetición figuran, con notable frecuencia, en los
ción, hábitos de vida. Los climas húmedos antecedentes de los enfermos enfisematosos y
(puertos de mar, vecindad de los ríos) no son cancerosos bronquiales.
convenientes a los bronquíticos crónicos, asmáti- Existe cierto número de enfermedades que fa-
cos, enfisematosos y tuberculosos. vorecen la aparición de la tuberculosis pulmonar
La polución del aire de los núcleos urbanos es (sintrópicas), tales como la diabetes, linfogranu-
nociva para las vías respiratorias, sobre todo en loma de Hodgkin, gripe, tos ferina, esquizofre-
las nieblas bajas (smog). Los irritantes carcinoge- nia, sarampión, SIDA,etc., y otras que presentan
néticos (hidrocarburos policíclicos y aromáticos, cierto rechazo (distrópicas), las adenitis supura-
benzopireno, etc.), a partir de calles y carreteras das tuberculosas curadas, las enfermedades alér-
asfaltadas, industrias, motores de combustión, gicas y reumáticas inflamatorias, ctc.
etcétera, explican la relación cáncer broncopul- Los pacientes con esclerodermia difusa gene-
monar y densidad urbana. ralizada pueden presentar alteraciones pulmona-
La hipoalimentación sostenida crea una espe- res características, bajo la forma de una fibrosis
cial labilidad para la tuberculosis. intersticial (pulmón de la esclerodermia), con un
El fumar en exceso es nocivo, irrita las vías aéreas síndrome grave de bloqueo alveolocapilar.
superiores, acarreando laringitis con edema uni o Es frecuente la relación entre asma bronquial
bilateral de las cuerdas vocales, así como bronquitis y parasitosis intestinal.
espástica con disnea y tendencia a infecciones res
piratorias. Existe una relación directa entre el hábito
de fumary la frecuencia del cáncer de pulmón. COMIENZO Y EVOLUCIÓN
DE LA ENFERMEDAD ACTUAL
ANTECEDENTES FAMILIARES Existen una serie de síntomas que, aislados o
en grupo, orientan hacia un proceso respiratorio,
Destaca, en ocasiones, y de manera induda- como son el dolor torácico, disnea, cianosis, tos,
ble, la acumulación de ciertas neumopatías en expectoración, vómica, hemoptisis, fiebre, anore-
determinadas familias, ya sea por heredarse algu- xia, astenia, trastornos menstruales y dolores os-
Neumología 65

teoarticulares. En fase avanzada, puede observar- organización segmentaria. Se trata de un dolori-


se la llamada encefalopatía respiratoria. miento sordo (como el que se obtieneal pinzar el
vientre muscular entre dos dedos) sentido pro-
fundamente en el cuerpo, y difuso o escasamente
Dolor limitado. Cuando es intenso se acompaña de:

Es un síntoma muy valioso y valorado por los a) Dolor sordo difuso a la palpación profunda.
enfermos, quienes creen que mientras persiste, lo Que no debe ser interpretado como testigo del
hace también la enfermedad. En ocasiones, es asiento de la lesión.
tan específico en su forma de presentarse y cali- b) Sensibilidad cutánea refleja con discreta hipe-
dad subjetiva, que adquiere un máximo valor restesía. Sobre todo en las enfermedades viscera-
diagnóstico. les, dando lugar a las conocidas zonas de Head
Antes de entrar en materia y adelantando ideas, (fig. 2-1), de límites imprecisos.
vamos a ocuparnos del dolor somático en sus c) Trastornosviscerales. Así, el dolor torácico in-
tres tipos: tenso motiva una sensación de sofocación y cons-
tricción, y el abdominal, de náuseas, plenitud y
1. Local. Se circunscribe donde radica la cau- aun vómitos. No existen apenas trastornos moto-
sa y no se irradia, aumentando con la presión res ni verdadera atrofia, por cuanto los nervios se
directa y en los intentos de movilizar la parte da- limitan a transportar los impulsos dolorosos sin es-
ñada. tar afectados por ningún proceso irritativo, como
2. Írradiado o transmitido. Es consecuencia dela hemosvisto que ocurre en el dolor irradiado.
irritación de una rama o tronco nervioso, por pro-
cesos inflamatorios o tóxicos (neuritis) o compre- Las vías de la sensibilidad dolorosa de las pare-
sivos (tumores, hernia discal, etc.). Es vivo, en un des torácicas y pleura parietal pasan por las raí-
solo plano, en descargas (neurálgico) y se proyecta ces dorsales posteriores; la región superior del
a lo largo de la zona de inervación del nervio o cono torácico recibe fibras del plexo cervical. El
rama afectos (neuralgia segmentaria). pericardio depende del nervio frénico, y el dia-
3. Referido o reflejo'. Es un dolor profundo, fragma, de éste y de los últimos nervios intercos-
que se proyecta a distancia de la zona estimula- tales (17-T12) en su tercio posterior. La sensibili-
da, siguiendo en esta proyección las leyes de la dad del árbol respiratorio es transmitida
esencialmente por los nervios vagos, así como
por los ramos comunicantes de las cadenas sim-
'El organismo, a pesar de su unidad, presenta un profundo páticas paravertebrales.
metamerismo, por lo que puede considerarse dividido en una
serie de segmentos, cada uno derivado de un par de somitas
embrionarias. Cada somita, al evolucionar, se diferencia en tres El parénquima pulmonar, los bronquíolos y
porciones: la pleura visceral carecen de sensibilidad dolo-
1. Externa o dermatoma. Que dará lugar al corian dérmico, rosa.
y del que tomará su inervación la piel procedente del ectoder-
mo. Muchos procesos patológicos que afectan la
2. Interna o miotoma. De la que proceden los músculos es-
pleura o los pulmones no son dolorosos (neumo
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

queléticos.
3. Medial o esclerotoma. Origen de los huesos, cartílagos y o hidrotórax, tumores e incluso inflamaciones
otras estructuras del esqueleto. necrosantes con destrucciones extensas).
El dermatoma, el miotoma y el esclerotoma procedentes de Unalesión pulmonar es dolorosa:
un mismo somita reciben la incrvación sensitiva de una misma
raíz nerviosa posterior procedente del correspondiente segmento
neurológico. El miotomarecibe, además, una raíz Imotora. 1. Si se extiende hasta la pleura parietal o dia-
La distribución segmentaria de los dermatomas se observa fragmática.
mejor en el tórax y abdomen, donde se distribuyen en estre-
chas bandas circulares alrededor del tronco. No obstante, tam-
bién en los brazos, si éstos se mantienen horizontales, se ob-
serva que los dermatomas corren paralelos de dentro afuera, y Las vísceras no se desarrollan a partir de los somitas. No
lo mismo ocurre en las extremidades inferiores, aun cuando en obstante, su inervación sensitiva se hace, igualmente que en las
éstas la distribución está enmascarada por la subsiguiente rota- estructuras somáticas, por fibras procedentes de las raíces pos-
ción que sufren durante el desarrollo embrionario, de tal mane- teriores, aunque le llegan a través de los ramos comunicantes
ra que siguen un curso espiral alrededor del miembro de arriba blancos simpáticos, por todo lo cual las visceras muestran tarm-
abajo y de fuera adentro en la cara anterior, y de dentro afuera bién, a través de su inervación, una cierta distribución segmen-
en la cara posterior(fig. 2-2). > taria.
66 Semiología médica y técnica exploratoria

Estómago MIT] Apéndice


ES Hígadoy vesícula biliar Corazón

Fig. 2-1. Localización del dolor visceral (zonas de Head).

2. Si alcanza la tráquea o grandes bronquios. por el nervio frénico) se produce dolor referido
3. En caso de espasmo vascular sobreañadi- en el cuello y hombro, y en la zona de distribu-
do, como en las embolias pulmonares. ción cutánea de los segmentos C3-C5. El tercio
4. A consecuencia de cambios en las relaciones posterior del diafragma, en relación con los últi-
de presión intrapulmonar e intrapleural, directa- mos nervios intercostales, proyecta su dolor so-
mente o por el desplazamiento concomitante de bre la pared en el límite toracoabdominal. En el
las estructuras torácicas. Tal ocurre en la esteno- síndrome diafragmático global, se asocian los dos
sis bronquial con acción valvular, en la atelecta- focos de proyección dolorosa.
sia masiva por obstrucción de un bronquio prin- El dolor que se acusa a nivel de tórax puede ser
cipal, en el neumotórax y en el derrame pleural de origen parietal (fractura u osteítis costal, peri-
copioso, etc. condritis, miositis, neuralgia intercostal, nódulos
miosíticos), proceder de vísceras contenidas en él
La estimulación de la pleura parietal sucle (tráquea, bronquios, mediastino, pericardio, cora-
producir dolor exactamente localizado sobre la zón) o ser irradiado o referido de órganos vecinos
zonairritada; pero, en ocasiones, no sucedeasí, y o distantes (vesícula biliar, páncreas, esófago, es-
aquél rebasa este límite alcanzando partes dis- tómago), lo que no debe olvidar el práctico, quien
tantes, cosa que es preciso conocer para evitar de inmediato frente al dolor, imagina toda la ana-
errores diagnósticos. Tal ocurre con ciertos pro- tomía visceral de la región (tabla 2-1).
cesos del vértice del pulmón que engloban los En el árbol traqueobronquial, los procesos agu-
nervios del plexo braquial, con dolores intensos dos se manifiestan por una sensación molesta de
en la parte anterior del tórax, espalda y brazos, sequedad, quemazón o escozor retrosternal, que
y en algunas neumonías en la infancia, que irri- empeora con la tos, inhalación de aire frío o va-
tan a través de los nervios intercostales, con loca- pores irritantes y deglución, aliviándose en am-
lización abdominal del dolor. Cuando se afectala bientes húmedos y cálidos, y al aparecer la ex-
parte central de la pleura diafragmática (inervada pectoración.
Neumología 67

Tabla 2-1. Exposición tabular de las relaciones entre las zonas de hiperalgesia y los órganos internos

Corazón C3-C4 a T1-T8 = C3-C4 a T1-T5


Aorta descendente C3-C4 a T1-T3 = C3-C4 a T1-T3
y cayado aórtico
Aorta torácica = 14-17
Pleura — — 12-112
Pulmones C3-C4 a T3-T9 — C3-C4
Esófago (15)-T8 T5-T6 (14) T5-T8
Estómago C3-C4 a (16) 17-T8 T6-T8 (T9) (T5) T6-T9
Hígadoy vías biliares C3-C4 a 17-110 T9-T10 (15) T6-T9 (T10)
Páncreas — T8 T6-T9
Intestino T9-T12
Intestino delgado = T9-T10 T9-T11
Intestino grueso = T11-T12 —
Colon transverso o T9-T10
Colon descendente — — T11-T12
Recto S2-S4
Riñón y uréter T10-L1 (L2) Ti1 T10-L1
Anexos T9-L1 T12 11 -
Peritoneo — — T5-T12

La pleuritis aguda motiva un dolor brusco, in- En el neumotórax espontáneo, es de carácter


tenso, en la región mamaria o submamaria del pleural, se irradia casi siempre al cuello y hom-
lado afecto, conocido como «punzada (o punta) bro del mismo lado, aunque puede referirse al
de costado». Aumenta, por distender la hoja pa- cuadrante inferior del abdomen o epigastrio;
rietal, al inspirar profundo, toser, estornudar; y oscila entre un carácter terebrante y una sensa-
disminuye al aparecer el derrame y en aquellas ción de pesadez. No hay relación entre el grado
maniobras (decúbito lateral sobre el hemitórax de colapso pulmonar y la intensidad del dolor;
enfermo, respiración abdominal) o artificios (fija- en cambio, sí influye la rapidez con que se pro-
ción del hemitórax enfermo mediante vendaje duce.
compresivo o fajín elástico) que inmovilizan la
parrilla costal. Si la pleuritis es interlobular, el do-
lor en capa o en faja acompañael trayecto de las
cisuras pulmonares, partiendo generalmente de
la columnaentre las apófisis espinosas de las vér-
tebras T3-T4 y terminando en la extremidad es-
ternal de la VI costilla. A la derecha, puede acom
pañar el recorrido de la cisura superior, siguiendo
entonces la IV costilla.
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

La pleura mediastínica motiva molestias retros-


ternales irradiadas y dolores al cuello, no agrava-
dos por la tos ni la respiración.
En la pleuritis diafragmática, el dolor, muy agu-
do sobre todo al inspirar y toser, se experimenta
en el límite toracoabdominal, con irradiaciones, a
través del nervio frénico, al cuello y hombro
(segmentos cervicales 3-5).
Las plenritis residuales con adherencias son causa
de molestias sordas, gravativas y de localización
fija. Aumentan a veces durante los movimientos
respiratorios amplios, en las inflamaciones, aun Fig. 2-2. Distribución radicular de los dermatomas
triviales, del tramo respiratorio y con los cambios (cuando en la figura aparece D, se refiere a T, como en
climáticos. el texto).
68 Semiología médica y técnica exploratoria

En la neumonía fibrinosa, el dolor suele tener la


agudeza y situación propias de la punzada (o
punta) de costado. Si aquélla es central, el dolor
es tardío, pues sólo aparece cuando al aumentar
el tamañodel foco se alcanzala pleura parietal.
En los niños, es posible que el dolor sea senti-
do en el hemiabdomen correspondiente, que in-
cluso aparece contraído (lo que se explica por la
dirección oblicua de los nervios intercostales),
con la posibilidad de desviar la atención sobre el
tórax y enfocarla hacia un padecimiento digesti-
vo. Cuando el proceso afecta al lóbulo superior o
medio derecho (fig. 2-3), el dolor suele localizar-
se en el cuadrante superior derecho del abdo-
men, y cuando afecta al lóbulo inferior, puede
asentar en la fosa ilíaca derecha.
El dolor de la atelectasia es parecido al de la
neumonía fibrosa; unas veces es agudísimo, otras
moderado. Este dolor se atribuye a la tracción
que el parénquimaretraído ejerce sobrela pleura,
sin que llegue a superar la adherencia de las hojas
pleurales. En las inferiores, casi siempre muy do-
lorosas, representan un papel importantelas trac-
ciones del músculo diafragmático y desviaciones
de los órganos mediastínicos. Fig. 2-3. Localizaciones abdominales del dolor en la
En el cáncer primitivo del pulmón, el dolor sigue neumonía.
en frecuencia a los síntomas tos y expectoración
y precede a la hemoptisis. El precoz es por ate-
lectasia de una vasta zona de parénquima pul- con sangre roja y fresca en los casos en que haya
monar, las más de las veces, un lóbulo. Enla neo- infarto pulmonar, cosa que sólo ocurre en el
plasia central, el dolor es tardío y sólo aparece 50 % de los casos.
cuandoal crecer, el tumor alcanzala pleura y pa- En los cardíacos (muchas veces se trata de
red costal y compromete los nervios intercosta- trombosis por la estasis), el dolor adquiere un ca-
les. La afectación del vértice del pulmón (tumor de rácter vago y suele faltar la expectoración he-
Pancoast) motiva dolores en el hombro y cara in- moptoica (30 %), siendo casi constantes la fiebre
terna del brazo, algias radiculares violentas, lan- y la disnea más o menos intensa, acompañada de
cinantes, a lo largo del plexo braquial, al que in- una sensación molesta de opresión torácica.
vade y, además, síntomas simpáticos, ya sean de En los procesos mediastínicos, el dolor es retros-
excitación («síndrome de Pourfour de Petit», con ternal o interescapular, con irradiaciones a dis-
midriasis, exoftalmia y aumento de la hendidura tancia. Es muy intenso en la mediastinitis aguda
palpebral) o de parálisis («síndrome de Bernard- (se acompaña de disfagia, tos, disnea y fiebre), y
Horner», con miosis, enoftalmía y disminución poco manifiesto en los tumores benignos, salvo
de la hendidura palpebral). si aumentan bruscamente de volumenal sangrar,
Las embolias pulmonares de tamaño mediano se infectan o malignizan. En la infiltración del
(el embolismo mínimo es poco aparente) se ma- mediastino superior (casi siempre por cáncer
nifiestan por dolor casi siempre intenso y brusco, bronquial), el dolor fijo y agudo se percibe en la
disnea progresiva que no se explica con los sig- parte anterosuperior del tórax, irradiándose hacia
nos físicos encontrados, aceleración del pulso y el cuello, la mandíbula y el oído, al toser, respirar
angustia con estado sincopal, tanto más llamati- profundamente o estornudar(fig. 2-4).
va cuanto que falta en los restantes estados agu- En los linfomas malignos (sobre todo hodgki-
dos pulmonares o pleurales, como si el enfermo nianos), la ingesta de alcohol, aun a dosis mode-
sintiera que su vida está seriamente amenazada. radas (basta un vaso de cerveza), puede ir segui-
Horas después se presentan fiebre de intensidad da a los pocos minutos de la aparición o del
variable y rebelde a los antibióticos y esputos aumento de molestias en las regiones retrosternal
Neumología 69

Este curioso fenómeno, descrito por Hoster


(1950), es un síntoma valioso y precoz.

Dolor torácico de origen musculosquelético


y nervioso
Es tan frecuente como poco valorado. Nos
ocuparemos, con cierto detalle, en sus causas
principales.

Neuralgia intercostal. La irritación de las


raíces dorsales posteriores o de los nervios inter-
costales es motivo de un dolor vivo, urente, su-
perficial, con exasperaciones pulsátiles a lo largo
del tronco afecto. Se agrava durante la noche y
aumenta en las respiraciones profundas y con el
esfuerzo. Hay hiperestesia cutánea y dolor ex-
quisito a la presión a nivel de unos puntos de
elección, en los cuales el nervio (o una de sus ra-
mas) se torna superficial y puede ser comprimido
contra un plano óseo subyacente (puntos de Va-
lleix); el vertebral o apofisario junto a la columna
vertebral, donde emerge el nervio del canal; el la-
Fig. 2-4. Irradiación del dolor mediastínico. teral, en la mitad del espacio intercostal, en el si-
tio en que la rama colateral perforante lateral se
irradia por los tegumentos, y el esternal, junto al
esternón, donde la rama perforante anterior atra-
e interescapular, con posibles irradiaciones al viesa la capa muscular (fig. 2-5).
cuello, la espalda o a lo largo de los brazos. Los
linfoganglios supraclaviculares, axilares e ingui- Ganglionitis posterior aguda. Conocida
nales, pueden hacerse también más sensibles. como herpes zoster (palabra griega, esta última,

A
ES

M. recto ant.
abdom. Esternón
M. triangul. del esternón
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M. intercost.int.
M. transverso abd.

N M. oblicuo menor M. intercost. medio


O E| M. oblicuo mayor M, intercost. externo
Peritoneo Pleura
M. espinal
R. posterior
R. anterior

Línea auxiliar posterior

Fig. 2-5. Los nervios intercostales en relación con las estructuras del abdomen(A) y conla del tórax (B).
70 Semiología médica y técnica exploratoria

que significa cinturón) o zona (expresión derivada La hinchazón local aparece rápidamente al
de la palabra latina cingulum, de igual significado), mismo tiempo que dolores circunscritos, a veces
motiva dolores neurálgicos intensos acompaña- bastante intensos tras la tos. Se trata de una pro-
dos de una erupción sobre una base eritematosa minencia fusiforme bien visible con luz que lo
de pápulas, papulovesículas o vesículas, distribui- haga resaltar, prolongada varios centímetros, fir-
das a lo largo del nervio intercostal afecto, sin que me y muy sensible a la presión digital, sin colora-
llegue a rebasar la línea mediosternal. Casi siem- ción de la piel ni calor local. Predomina en la arti-
pre es unilateral. culación condrocostal, a veces en la articulación
condrosternal, y puede durar varias semanas O
Fracturas costales. Pueden ser traumáticas meses antes de retroceder lentamente. No existe,
o causadas por violencia muscular indirecta, habitualmente, ningún signo radiológico; el ex-
como en la tos o estornudo. El sitio habitual de tremo anterior de la costilla implicada puede
fractura es la unión de los tercios medio y ante- aparecer ensanchado, porótico o condensado. Es
rior de las costillas V a X. También se han señala- frecuente en las neumopatías crónicas tusígenas.
do fracturas de las primeras costillas, en la hipe- Nunca supura, lo que lo diferencia de las osteo-
rextensión súbita de los músculos de la cintura condritis costales sépticas.
escapular, y de las situadas bajas, en el embara-
zo, en que el desarrollo del útero somete al tórax Síndrome de Cyriax (u del noveno cartí-
a un esfuerzo constante. El dolor aparece a la lago costal). Producido por el deslizamiento o
presión en un punto limitado (o zona extensa si subluxación del extremo anterior del novenocar-
son varias las costillas afectas), con sensación de tílago costal, el cual se desplaza en dirección dor-
crepitación o desplazamiento (salvo en las fractu- sal y se coloca por detrás del octavo. Entre el ex-
ras en tallo verde); si se comprimeel tórax en di- tremo puntiagudo y ligeramente incurvado hacia
ferentes planos, las molestias se notan siempre arriba del novenocartílago y la cara posterior del
en el mismositio, contrariamente a lo que suce- octavo, queda pellizcado el octavo nervio inter-
de en una contusión simple; si se invita al pacien- costal, que pasa entre ambos.
te a levantar un peso, se percibe un dolor violen- Aunque con menor frecuencia, la subluxación
to en el punto de fractura (maniobra de Brandel). puede presentarse en el octavo cartílago, en el
La radiografía puede ser muda en las fracturas séptimo o en el décimo; el cartílago afecto se
en tallo verde sin desplazamiento, hasta que desplaza hacia atrás con respecto al cartílago si-
haya transcurrido tiempo suficiente para que el tuado por encima, quedando pinzado, entre am-
callo se calcifique, y entonces sólo nos puede bos, el nervio intercostal suprayacente al cartíla-
ayudar para el diagnóstico retrospectivo. go luxado. La afección puede aparecer indis-
tintamente en uno o en otro lado. La unión oste-
Neoplasias malignas primarias o metastá- ocondral de los extremos anteriores de los cartí-
sicas. Conrelativa frecuencia, se observa dolor lagos nunca se afecta. Sean traumatismos direc-
parietal, por afectación de las costillas, esternón tos o indirectos, siendo más frecuente en deter-
o vértebras. El diagnóstico es difícil hasta que el minadas profesiones, como administrativo, cami-
foco es lo bastante grande para percibirse por llero, zapatero, carpintero, deportistas (tenis,
palpación, producir fracturas patológicas o verse golf), etc.
en las radiografías; asimismo, duelen los proce- El síntoma cardinal del síndrome es el dolor
sos inflamatorios agudos (tifóidicos, tubercu- que, de ordinario, se presenta en forma aguda, de
losos, sépticos, así como en las periostitis sifilíti- aparición súbita y se acompaña de impotencia
cas secundarias); las costillas y el esternón son, funcional completa. Se localiza en el extremo an-
junto al cráneo la tibia, las localizaciones prefe- terior del cartílago costal luxado. En algún caso,
ridas, capaces de producir salientes seudoexostó- el dolor es tan agudo y violento, que se acompa-
ticos de evolución gomosa. ña de un cuadro de shock. En sus accesos, el dolor
puedeirradiar al hombro y al brazo homolateral.
Síndrome de Tietze. Se caracteriza por En algunos pacientes, aparece con los caracteres
una tumefacción dolorosa de uno o varios cartí- del dolor de una crisis cardíaca o el de un neu-
lagos costales. Es frecuente en el adulto de edad motórax espontáneo. Con menor frecuencia, el
media. El segundo cartílago costal es el que se cuadro clínico se presenta como un dolor local
afecta con más frecuencia, y a veces el tercero o sordo, que sufre accesos de exacerbación que van
el cuarto. recidivando durante años.
Neumología 71

En ocasiones, el dolor es desencadenado por las costillas adyacentes, cartílagos costales y es-
una inspiración profunda seguida de una espira- ternón, y observar las respuestas del paciente.
ción violenta, como en el estornudo; en otros ca- A continuación, procediendo con suavidad, se
sos, se presenta a consecuencia de movimientos palpa el cartílago xifoides en su cara anterior y en
del tronco o de las extremidades superiores. So- sus bordes, pero haciendo la compresión con
bre todo, se exacerba cuando el paciente se incli- mucha menor intensidad que en la exploración
na hacia delante doblando el tronco, como si sa- de los elementos vecinos. Cuando existe el sín-
ludase. Por palpación, se halla un punto de dolor drome, puede delimitarse una zona de hiperalge-
electivo a la presión, que corresponde al extremo sia acusada sobre una porción del cartílago xifoi-
del novenocartílago costal luxado. Si con los de- des y, más frecuentemente, a lo largo de un
dos se intenta desplazar este cartílago hacia arri- borde. En ocasiones, una vez retirada la compre-
ba, aproximándolo más al octavo, se despierta un sión digital, el dolor local y el reflejo persisten
dolor vivo, debido al pinzamiento de la parte an- desde algunos minutos a varias horas. Incluso se
terior del VIII nervio intercostal, en su trayecto da el caso de que algunos pacientes se nieguen a
entre los dos cartílagos. A veces, al efectuar esta ser explorados de nuevo, debido al mal recuerdo
maniobra, se obtiene una sensación de frote o de que les ha dejado la primera exploración; ellos
resalte. mismos se palpan el cartílago xifoides con gran
La radiografía es completamente negativa. No cuidado y aprensión.
aporta más ayuda al diagnóstico que la de excluir El comienzo y la desaparición del dolor no
otras posibles afecciones. son instantáneos. Su duración varía entre algunos
minutos a varias horas y presenta recidivas a in-
Xifoidinia o xifoidalgia. Consiste en la per- tervalos de minutos, horas o días. Lo más co-
cepción de dolor espontáneo o a la presión sobre rriente es que el dolor recidive varias veces du-
el cartílago xifoides. Se denomina también «sín- rante el día. Si no se somete a tratamiento, el
drome del xifoides hipersensible». Es de observa- cuadro puede persistir durante semanas o meses,
ción frecuente; suele incidir entre los 40-60 años. más raramente años; no obstante, es frecuente
El dolor xifoideo varía considerablemente en que, por sí sólo, tienda a involucionar. En algún
cuanto a localización, calidad, intensidad, dura- caso, después de muchos meses o años, puede
ción y agente desencadenante, pero incluso en un reaparecer.
mismo paciente puede mostrar, en el curso del Las causas desencadenantes suelen ser oscu-
tiempo, respuestas diferentes. Las más de las ve- ras, y varían de un enfermo a otro. Las que más a
ces, el sufrimiento se experimenta como una sen- menudo se observan son el agacharse para reco-
sación dolorosa profunda, situada inmediatamen- ger un objeto, doblarse hacia delante, levantar
te detrás del esternón, que puede irradiar al pesos, volverse de lado en la cama, andar (sobre
epigastrio, espalda, hombros, brazos o región pre- todo cuesta arriba), o la ingestión de una comida
cordial. Es frecuente después de cirugía cardíaca. abundante.
En cuanto a su tonalidad, el dolor tiene un ma- La xifoidalgia puede ser primaria (no se acom-
tiz especial; el paciente lo describe como unalgia paña de otra enfermedad); postraumática, posla-
nauseosa, parecida a la que se experimenta, a ve- parotomía media supraumbilical, postesterno-
ces, tras un golpe en el plexo celíaco. Puede ser li- tomía media, esencial; y secundaria a procesos
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

gera o intensa, pero nunca llega a ser terebrante o digestivos, cardioangiopáticos y asmáticos.
en puñalada. Son muy frecuentes las algias reumáticas de
Cuando se presenta por la noche, es frecuente los cartílagos costales y condrosternales, así como
que impida el sueño, ya sea por su intensidad o las esteroclaviculares y manubriosternales en ca-
porque el matiz visceral provoca en el enfermo sos de artrosis; no rara vez coinciden con nódulos
miedo o aprensión, que son los que le impiden fibrosíticos y placas celulíticas, manifestación de
conciliar el sueño. inflamaciones tórpidas que afectan al tejido fibro-
El hecho fundamental que permite afirmar la so que encapsula los nódulos de grasa.
existencia del síndrome es la reproducción o exa- En los capítulos correspondientes, nos ocupa-
cerbación de las molestias espontáneas, al efec- remos del dolor irradiado o referido a la pared
tuar una presión digital ligera sobre el cartílago costal procedente de estructuras osteoarticulares
xifoides. vecinas (columna cervical, hombro); de vísceras
Antes de comprimirel xifoides, el que explora intratorácicas ajenas al aparato respiratorio (esó-
debe, sistemáticamente, comprimir con fuerza fago, pericardio, corazón y grandes vasos) o de
72 Semiología médica y técnica exploratoria

órganos abdominales (estómago, vesícula biliar, respiratoria (respiración superficial o corta) o de su


páncreas, etc.). aumento (polipnea).
La respiración superficial o corta (en los suje-
tos sanos se observa después de grandes esfuer-
Disnea zOS O traumas emotivos) se señala en las insufi-
ciencias pulmonar y cardíaca. La diferenciación
Es un sintoma de observación frecuente en entre estas dos últimases difícil, siempre y cuan-
clínica, por causas diversas. En lo que atañe al do no sean tomadas en consideración la anamne-
aparato respiratorio, es el más impresionante sis y las condiciones de su presentación. La dis-
desde el punto de vista subjetivo y el que más nea por enfermedad pulmonarse intensifica con
llama la atención objetivamente. la sobrecarga física, pero apenas por los cambios
La palabra disnea significa, etimológicamente, de posición. El enfermo puede dormir con una
«respiración difícil». En la disnea, aparte de este sola almohada; la de origen cardíaco acrece,
aspecto subjetivo (sed de aire) hay otro objetivo, comola anterior, con elejercicio (disnea de esfuer-
evidenciado por anomalías en la amplitud, fre- z0), pero opuestamente a la motivada por una le-
cuencia y ritmo de los movimientosrespiratorios. sión pulmonar, se intensifica con el decúbito (or-
En los sujetos en coma, el ansia de aire no topnea) y, a menudo, durante la noche una vez
puede ser percibida y sólo son las anomalías en conciliado el sueño. Clínicamente, en ambas la
la amplitud y ritmo de los movimientos torácicos espiración se encuentra alargada de manera idén-
los que traducen el trastorno respiratorio. tica, no siendo rara la demostración de estertores
El ejemplo más conspicuo es la «respiración secos (sibilancias). Es característico y casi exclusi-
acidótica de Kussmaul» con un llamativo contras- vo del fallo cardíaco, la presencia de estertores
te entre la rapidez y energía de las excursiones húmedos(crepitaciones) más o menos abundantes,
respiratorias y el aspecto tranquilo del sujeto, sin auscultables en una o ambas bases pulmonares.
signo subjetivo alguno de obstáculo al respirar. Comoejemplo de respiración rápida y amplia
La disnea, como el dolor, dependen, en gran (polipnea), citaremos la de Kussmaul, propia del
parte, de la sensibilidad general del individuo. coma diabético acidótico (no del hiperosmolar) y
Existen sujetos muy sensibles a la anoxia, en los urémico.
cuales una ligera alteración en el transporte del Algunas disneas presentan características pro-
oxígeno y del anhídrido carbónico, se sigue de pias que las definen, tal ocurre conla llamada «de
graves trastornos, en contraste con otros capaces esfuerzo», ausente en el reposo; la ortopnea, sólo
de una vida activa, casi normal, a pesar de un gra- patente en la posición horizontal; la trepopnea o
ve fallo en la función oxigenatriz; casos de este gé- intolerancia para un decúbito lateral (casi siem-
nero, aunque no frecuentes, son patrimonio de la pre el izquierdo), por la existencia de un derrame
experiencia de todo médico práctico. Una notable pleural contralateral o de una excesiva distopia
tolerancia frente a la hipercapnia y anoxia se seña- postural del corazón; las paroxísmicas (asma bron-
la en la lamada «encefalopatía respiratoria». quial o cardiógeno, edema agudo del pulmón);
La disnea se manifiesta por anomalías de los las periódicas, como la de Cheyne-Stokes (ciclop-
movimientos respiratorios en frecuencia, ampli nea) y de Biot (o meningítica), etc.
tud, ritmo y duración de las fases inspiratoria y La disnea psicógena es taquipneica (hasta 60 o
espiratoria. La dificultad respiratoria, en un pri- más respiraciones por minuto) y suspirosa o no;
mer tiempo, puede tener el aspecto de la llamada si persiste, da lugar a hiperventilación con des-
disfrenia, para convertirse más tarde en una dis- censo del CO,de la sangre y alcalosis secundaria
nea auténtica; el paciente tiene la impresión de con manifestaciones tetánicas, cardíacas (precor-
no poder acabar de respirar hasta el fondo y dialgias, taquicardia) y psíquicas (abatimiento,
de quedar tan sólo satisfecho cuando practica confusión mental), integrando el llamado «sín-
“una respiración consciente y activa. drome de hiperventilación»,
La disnea con respiración lenta (bradipnea) se
observa en la estenosis de las vías aéreas altas y en
el asma y enfisema obstructivo broncógenos; en el Disneas de causarespiratoria
primer caso, a expensas de la inspiración que se
alarga, y en el asma y enfisema, de la espiración. Ciñéndonosa las disneas cuya causa radica en
La taguipnea o respiración rápida suele ir las vías aéreas o en el pulmón(inútil decir que en
acompañada de la disminución de la amplitud la mayoría de los casos se suman varios de estos
Neumología 73

factores), podemos considerar una serie de sub- acostado sobre el lado afecto que en la posición
grupos según sean los factores etiopatogénicos de pie. Se observa en la tuberculosis bronquial
que intervengan: con retracción de los bronquios de un cierto cali-
bre, aunque se puede escuchar en todos los pro-
Estenosis de las vías respiratorias. La cesos estenóticos cuando la lesión es limitada o
causa de la disnea radica en un trastorno de la parcial y no difusa. La retención de secreciones a
ventilación pulmonar (disneas aerógenas). La di- nivel de la zona afecta produce remolinos aéreos
fícil llegada del aire a los alvéolos motiva en ellos en sentido ascendente. La gorguera desaparece
el descenso de la tensión parcial del O,, con au- después de uno o varios accesos de tos, para vol-
mento de la del CO,, causas a su vez de anoxe- ver a aparecer de nuevo en un intervalo más o
mia e hipercapnia con insuficiente aporte de oxí- menos largo, según la intensidad y rapidez en la
geno a los tejidos para sus procesos oxidativos formación de secreciones.
(hipoxia o anoxia). El wheezing es un término anglosajón, algo pa-
En ciertos procesos nasofaríngeos infantiles recido a la gorguera, pero de tono no tan alto,
(pólipo nasal gigante, hipertrofia adenoidea [las mássibilante, en relación con estenosis más am-
vegetaciones presionan sobre el velo del paladar plias y, sobre todo, en bronquios de calibre me-
bloqueando la entrada de aire], amígdalas hiper- nor. También desaparece con los accesos de tos,
tróficas, etc.), se produce un estridor (ruido áspe- haciéndose de nuevo audible con la nueva acu-
ro y audible a distancia) que puede ser inspirato- mulación de secreciones.
rio, espiratorio o de ambos tiempos. La dificultad 3. Tos. Es tanto más intensa cuanto más alta
inspiratoria es grande (el niño respira con la boca es la estenosis. Adquiere un tono perruno cuan-
abierta y la cabeza extendida hacia atrás) y la hi- do se origina en bronquios gruesos, y metálico
poxia e hipercapnia profundas pueden conducir cuando el obstáculo es traqueal. Es persistente e
al coma. La hipertensión pulmonar secundaria a incluso paroxísmica, muy grave, en caso de cuer-
la mala oxigenación sobrecarga al corazón dere- pos extraños, sobre todo de origen vegetal.
cho que puede claudicar. 4. Expectoración. Es un signo directo de la es-
Si la causa radica en la laringe (lesiones infla- tenosis, que interrumpe el mecanismo normal de
matorias [laringitis en todas sus variedades y drenaje. Su tipo depende de los distintos proce-
etiológicas], tumores, espasmos [en el curso de sos que originan la estenosis y la retención su-
una tetania mientras el niño llora], etc.), existen bestenótica.
trastornos en la fonación, estridor doble y gran 5. Dolor. Los cuerpos extraños producen mo-
dificultad respiratoria. lestias retrosternales parecidas a la dificultad que
La cabeza extendida facilita la visión del as- ocasiona un cuerpo extraño en el esófago. Puede
censo y descenso de la laringe al compás de la ser intenso, por la atelectasia secundaria o porla
respiración. La presión intratorácica inspiratoria compresión que sobre los vasos y nervios pue-
negativa no es compensada con rapidez suficien- den ejercer las masas tumorales en crecimiento.
te, por lo que se produce una succión con depre-
sión de las partes blandas a nivel de las fosas yu- La oclusión total de un bronquio lobular o me-
gular, supra e infraclaviculares, espacios inter- nor se compensa con los territorios pulmonares no
costales y hueco epigástrico (tiraje). Puede produ- afectos, pero si la supresión de la ventilación es
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cirse tos y aleteo nasal con cianosis. muy intensa (atelectasia masiva por oclusión de
un tronco bronquial), la reducción del campo
En las lesiones traqueobroncotronculares, se Ob- de hematosis produce insuficiencia respiratoria, y
serva: dado que además persiste la circulación por el te-
1. Disnea inspiratoria. Salvo en las distonías rritorio no ventilado, la sangre no se oxigena, y
de tipo hipotónico («síndrome de Lemoine-Her- por consiguiente llega a las venas pulmonares con
zog-Nissen» y de traqueo-bronquiomegalia) en composición de sangre venosa y en éstas se mez-
que es espiratoria y a veces con crisis de sofoca- cla con la sangre arterializada que proviene de los
ción, y con tiraje torácico parcial o total. territorios pulmonares aireados (cortocircuito).
2. Respiración ruidosa. Que puede ir del «ja- Esto da lugar a una «mezcla venosa» en la sangre
deo» inspiratorio, a veces ruidosísimo, a los fenó- arterial, con saturación oxihemoglobínica baja,
menos de «gorguera» y wheezing. aumento de CO, y posible cianosis.
La gorguera es un estertor oral generalmente En la obstrucción de los bronquios terminales
grave en su tono. Es más audible con el enfermo y bronquíolos (asma, bronquiolitis, etc.), la dis-
74 Semiología médica y técnica exploratoria

nea es espiratoria y de ritmo lento a expensas de bulos del pulmón e irregular distribución de los
la espiración alargada, la cual se acompaña desi- volúmenes respiratorios); el tórax rígido (por pa-
bilancias, a veces audibles a distancia. A ello se quipleuritis), la obesidad, elevación del diafrag-
añade tos quintosa, que aumenta la disnea, y ex- ma y todos los procesos que motivan dolor torá-
pectoración viscosa escasa y adherente, que se cico, ya sean por lesión parietal (fractura costal,
torna más fácil y fluida al terminar la crisis dis- neuralgia intercostal, etc.) pleural (pleuritis, neu-
neica asmática. motórax) o pulmonar (infarto, neumonía, etc.).

Reducción de la superficie alveolar. Hay


un trastorno de ventilación, pues el aire no llega Cianosis
hasta los alvéolos por hallarse éstos ocupados
(neumonía, tuberculosis), o colapsados (derrame Sólo nos ocuparemos, en este lugar, de la cia-
pleural, neumotórax). La frecuencia de la respira- nosis pulmonar, la cual es centrógena, y debida a
ción y la cianosis guardan relación con la ampli- una o varias de estas causas:
tud delos territorios no ventilados, con la persis-
tencia o no de la circulación (cortocircuito) y con 1. Bloqueo alveolocapilar. Como en las fibrosis
la agudeza del síndrome. El edema pulmonar pulmonares difusas.
agudo difuso se acompaña de un grave cuadro de 2. Disminución de la tensión del O, alveolar.
insuficiencia respiratoria global aguda. Comoenel asma, enfisema, atelectasia, procesos
infiltrativos extensos.
Disminución o pérdida de la elasticidad 3. Cuando existe un territorio pulmonar sín ven-
pulmonar”. Es mixta con predominio espirato- tlación y, en cambio, persiste la circulación. La sangre
rio, no ortopneica, mejorando en posición clinos- que pasa por dicho territorio no se oxigena y se
tática, por la elevación del diafragma y disminu- mezcla, en las venas pulmonares, con la sangre
ción del volumen residual. Es de esfuerzo, casi oxigenada procedente de las regiones pulmona-
nunca de reposo. El enfermo duermesin ninguna res sanas, bien aireadas, produciendo lo que se
molestia con una sola almohada; su suplicio co- llama «mezcla venosa por cortocircuito vascular».
mienza al levantarse y realizar esfuerzos, tan le- 4. Por conservarse la irrigación de alvéolos mal
ves, como el de ponerse los pantalones o calzarse ventilados. En este caso, existe aire alveolar que
los zapatos. En los casos graves, sobre todo en el no puede ser útil para la hematosis, por no estar
momento de la agudización de la participación en contacto con la sangre capilar.
bronquial, casi no puede dar un paso.
En los dos primeros casos, con la inhalación
Trastornos de la permeabilidad. El blo- de oxígeno puro, la cianosis disminuye o cesa, lo
queo alveolocapilar disminuye el tiempo de con- que no ocurre en los dos últimos.
tacto entre el aire alveolar y la sangre capilar,
como se señala en la fibrosis pulmonar difusa. La
disnea es, primero, de esfuerzo, más tarde apare- Tos
ce incluso en reposo, se acompaña de cianosis.
La tos es un signo inespecífico que aparece en
Anomalías de la caja torácica. Citaremos casi todas las afecciones del aparato respiratorio.
la cifoscoliosis (por desigual movilidad de los ló- Se trata de un reflejo defensivo que tiende a cste-
reotiparse porfacilitación y causas psíquicas.
La tos consiste en una espiración forzada con
la glotis cerrada al principio, que después, cuan-
“En el proceso obstructivo, intervienen varios mecanismos:
do se ha alcanzado cierto grado de presión, se
1. Espasmo bronquiolar difuso. Produce aumento del volu- abre, expulsándoseel aire a gran velocidad y pro-
men residual con el que debe diluirse el aire inspirado. Altera-
ción del O, y CO, del aire alveolar y de su gradiente de tensión
duciendo el ruido característico.
con la sangre capilar. Todo el complejo mecanismo de la tos está
2. Disminución de la superficie de contacto alveolocapilar. Por regulado por su centro, llamado «centro tusíge-
destrucción y rotura de tabiques, y formación de ampollas y no», situado cerca del respiratorio en el bulbo ra-
quistes.
3. Hipertensión en la circulación menor. Por hipoventilación
quídeo, el cual recibe estímulos del cerebro (tos
alveolar («reflejo de Euler»), que repercute sobre el corazón de- voluntaria) y de determinadas zonas (zonas tusí-
recho, el cual, a la larga, claudica. genas) radicadas, casi en su totalidad, en el apara-
Neunmologia 75

Vía centrifuga

N. laríngeoinferior

sm
0" rh
011%
Sl 0.)

Fig. 2-6. Punto de partida y vías centripeta y centrifugas del reflejo tusigeno.

to respiratorio, sobre todo en la pared posterior encontrándose la glotis cerrada, sólo se logra un
de la laringe (región interaritenoidea), en la mitad aumento considerable de la presión intratorácica;
inferior de las cuerdas vocales y de la tráquea (ca- acto seguido, se abre la glotis y se eleva el velo
rina y bronquios); en cambio, la excitación del del paladar, con lo que se cierra la comunicación
parénquima pulmonar no producetos, lo que ex- con las fosas nasales y el aire es expulsado, en-
plica la existencia silenciosa de cavernas, quistes tonces, con violencia y con una velocidad de
e incluso abscesos. 100 m/s(en vez de los 2,5 m/seg en la espiración
Las sinusitis, vegetaciones adenoideas y amig- normal), arrastrando los cuerpos extraños que
dalofaringitis crónicas son, asimismo, causas de encuentra en su camino.
toses rebeldes. Cabe señalar que la función defensiva de la
Existe una variedad de tos llamada refleja o tos se encuentra favorecida por la secreción de
simpática, cuyo estímulo parte de un órganoleja- moco; por el movimiento incesante, día y noche,
no. No es muy frecuente, pues en el 90 % de los de los cilios vibrátiles (empujan las partículas a
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

casos se debe a una excitación de las vías respira- una velocidad de 0,25 a 1 cm/min) y por las con-
torias y siempre es seca, pues por estar los bron- tracciones de los músculos bronquiales.
quios sanos no hay motivo de hipersecreción
bronquial (fig. 2-6). Tipos de tos. Los principales son:
Los estímulos procedentes del centro tusígeno
alcanzan la glotis (nervio laríngeo inferior), los 1. Tos seca. Característica de la bronquitis
músculos torácicos (intercostales, diafragma, dor- catarral simple y pleuritis. Rara vez es neurógena
sal largo) y rectos del abdomen (nervios frénico y o refleja (auditiva, ovárica, hepática, etc.). Es una
raquídeos). tos clara, a oponer a la tos perruna ronca, áspera,
La tos se inicia con un movimiento de inspira- oscura.
ción previa (no indispensable), seguido del cierre 2.. Tos crasa o húmeda. De timbre grave y
inmediato de la glotis; a continuación, se produ- burbujosa, que se convierte en productiva cuan-
ce un movimiento espiratorio brusco que tiende do hay expectoración. Mientras el esputo de ori-
a expulsar el aire de las vías respiratorias, pero gen infraglótico es proyectado con fuerza por la
76 Semiología médica y técnica exploratoria

corriente espiratoria de aire de la tos hasta la fa- endobronquial (+ 500 veces superior a la normal)
ringe, donde aparece de forma brusca, y desde explica la presencia de neumotórax espontáneo por
dondese elimina al escupir; el esputo laríngeo, es rotura alveolopleural y de bronquiectasias, enfi-
decir, la secreción que se origina en el espacio sema y quistes aeríferos en los tosedores habi-
glótico o por encimade él, pero siempre en la en- tuales.
dolaringe, precisa la ayuda del «carraspeo» para Al aumento súbito de las tensiones arterial,
ser eliminado una vez terminadala crisis de tos. venosa y del líquido cefalorraquídeo se atribuyen
Si no hay carraspeo, las secreciones laríngeas pa- la cefalea tusígena, de aparición brusca y breve du-
san directamente del espacio interaritenoideo a ración; el síncope por la tos, sólo se produce des-
la boca esofágica y son deglutidas. pués de repetidos y violentos golpes de tos no in-
3. Tos apagada. Débil, de anciano, por pare- terrumpidos por una inspiración, y la epilepsia
sia de la musculatura respiratoria. tusígena.
4. Tos acoplada. Propia de la tos ferina, salvo:
Origen de las crisis tusígenas. Atendien-
a) Enlos primeros días del período catarral. do a los caracteres de la tos, es posible precisar,
b) Enlas formas muyleves. hasta cierto punto, dónde radica el estímulo que
c) En las atípicas de los lactantes, sobre todo. la motiva.
Cada acceso (quinta, ataque o paroxismo) se Las sinusitis, vegetaciones adenoideas y amigdalo-
ofrece con dos aspectos característicos muy nota- faringitis crónicas son motivo de tos seca, especial-
bles: mente en decúbito, al drenar las secreciones ha-
cia las vías respiratorias.
— En forma de series de golpes de tos; dos, En la laringitis aguda simple, se oye una toseci-
tres o más; reiterada, inmediatamente una tras lla seca, continua, cuyo sonido se parece a la arti-
otra; con un intervalo muy breve entre ellas, de culación de la sílaba «hem». En fase más avanza-
ordinario sólo algunos segundos; es decir, en for- da, la tos es «áfona». Si el timbre aumenta un
ma de repris. poco de intensidad se obtiene la tos «velada».
— Dato aún de mayor valor que el anterior En las laringitis agudas estenosantes, semeja el
es que está constituida cada repris por varios croar de las ranas (de ahí el nombre de crup dado
golpes de tos seguidos (cuatro, cinco o más), sin por Home, en 1765, a las diftéricas) o el ladrido
inspiración entre ellos, acoplados, en stacatto de un perro (tos «perruna»).
(«chec, chec, chec»). Al final, se añade una inspira- La tos bitonal se encuentra en la primera infan-
ción prolongada con «estridor laríngeo» (gallo o cia, cuando existen adenopatías que comprimen
hipido) muy característico. Por «ferinoide» que la tráquea, y en los adultos por aneurisma del ca-
sea una tos (gripe, adenopatías traqueobron- yado aórtico o tumores mediastínicos con paráli-
quiales, bronquitis asmatiforme), nunca presen- sis del recurrente. Se trata de una tos chillona,
ta los caracteres antes descritos, sobre todo el seca, que puede o no presentarse por accesos y
acoplamiento. que resulta de la superposición de dos ruidos
producidos al mismo tiempo. Uno grave, velado,
5. Tos emetizante. Se atribuye a la estimula- y el otro agudo. Al escuchar esta tos parece que
ción directa de los esputos sobre la mucosa farín- el paciente tiene doslaringes.
gea, o al alcanzar el estímulo tusígeno el centro En latos ferina, es característica la «tos acopla-
bulbar del vómito. da» recién descrita; este carácter, exclusivo, sirve
6. Tos contenida. Dolorosa, seca, muy breve para su diferenciación de las toses «ferinoides» de
y superficial a causa del dolor; propia dela irrita- otro origen (adenopatías hiliares, gripe, bronqui-
ción pleural. tis asmatiforme).
En la traqueobronquitis, la tos es, al comienzo,
Efectos secundarios a los accesos de tos. entrecortada, seca y paroxismal, más tarde ad-
La tos puede ser causa de trastornos. Graves fue quiere el timbre grave y burbujoso de la tos crasa
el primero en señalar la posibilidad de fracturas o húmeda, que se convierte en productiva cuan-
costales sin necesidad de invocar un aumento de do comienza la expectoración.
la fragilidad ósea. Suelen ser únicas (sitio habi- Enlas broncorreas, la tos es un signo muy im-
tual, las costillas medias a nivel de la línea axilar portante, pero está lejos de ser proporcionala la
posterior); más raramente múltiples o acompaña- cantidad de secreción. Suele haber una tos alta,
das de fracturas del esternón. La intensa presión tos «de garganta», debida a la acumulación de
Neumología 77

mucosidades, más acentuada por la mañana al do asegurar que tiene un valor parejo al de la
hacer lo que se ha dado en llamar la «toilette bron- biopsia pulmonar.
quial». La presencia de esputos supone siempre algún
Enel cáncer broncógeno, la tos es el síntoma ini- proceso anormal en el sistema broncopulmonar.
cial más frecuente (40,5-57 %). Al principio, es La secreción bronquial habitual (< 100 ml/24 h)
seca, y a medida que el tumor progresa adquiere no motiva expectoración alguna, al ser deglutida
sonoridad metálica («broncínea») y se asocia con de manera inconsciente. Es transportada porel
disnea y expectoración hemática. batido ciliar, cuando se halla tapizando la pared
En las fístulas esofagotraqueobronquiales (la ma- bronquial, en forma de película y proyectada ha-
yoría tumorales malignas, abarcando tráquea o cia el exterior por un golpe de tos cuando está
bronquio izquierdo), la ingesta de alimentossóli- formando acumulaciones.
dos o líquidos motiva accesos de tos con expul- El esputo es un espejo de los fenómenos biológicos
sión de partículas alimentarias, sangre o moco. Si que se realizan en el interior del bronquio. La
la comunicación es muy pequeña, sólo los líqui- bacteriología del esputo muestra el agente infec-
dos determinan tos, ya que los sólidos no pasan cioso agresor; su bioquímica refleja cómose rea-
porel orificio. liza la defensa orgánica y cómo están desarro-
Por sí mismo, el parénquima pulmonares aje- llándose los fenómenos alternativo y exudativo
no al reflejo que nos ocupa. Esto explica la exis- de la inflamación; su estudio fisicoquímico nos
tencia silenciosa de cavernas, quistes e incluso da la clave del porqué de su viscosidad y de su
abscesos con líquido. La tos se despierta si la se- mayor o menorfacilidad para expulsarlo.
creción pasa al árbol bronquial o si existe una
sensibilidad anormal de la mucosa bronquial
afecta de un proceso flogótico. Obtención del esputo
Conocida es la «tosecilla» que de una manera
tan pertinaz, como molesta, presentan precoz- El esputo debe ser recogido en un recipiente
mente los enfermos tuberculosos. Con frecuen- estéril. Se aprovechan las primeras horas de la
cia, el tuberculoso sólo tose por la mañana (toilet- mañana. El examen se realiza lo antes posible. Si
te de su cavidad). La tos vespertina suele su obtención es difícil por ser escaso y viscoso,
coincidir con la elevación de la fiebre, por lo que se acude a varias técnicas:
pudiera pensarse en una mejor irrigación de las
lesiones tuberculosas como causa productora. La 1. Rápidas percusiones torácicas (clapping), que
tos fundamentalmente nocturna aparece, a veces, se efectúan con el borde cubical de una mano so-
en los tuberculosos con manifestaciones circula- bre el dorso de la otra aplicada plana sobre la es-
torias o con insuficiencia nasal, por lo que se ven palda.
obligados a respirarel aire frío por la boca. La tos 2. Presionar simultáneamente con ambas
posprandial aparece durante las comidas y a cau- manos opuestas el tórax durantela espiración.
sa de la sumación de estímulos al paso del bolo 3. Drenaje postural aprovechando la acción
alimenticio por el esófago. Si no termina hasta de la gravedad.
haber provocado el vómito, hablamos de «tos
emetizante» (mortonismo), ya descrita. a) El de los lóbulos superiores se obtiene con
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

En la pleuritis de la gran cavidad, la tos es seca, la posición semisentada y la rotación sobre un


dolorosa y modificable por los cambios de posi- flanco, de modo que el lóbulo a drenar se en-
ción. Si se trata de la pleura diafragmática, es ade- cuentre más alto que la bifurcación de la tráquea.
más breve, incompleta, tímida, en virtud de que b) El drenaje de los lóbulos inferiores se obtie-
el diafragma no puede contraerse con energía. ne con el enfermo extendido sobre la cama, con
la cabeza más baja que los pies.

Expectoración Lassesiones de drenaje postural, deben ha-


cerse antes de las comidas, porque después
Se denomina expectorar al acto de arrancar y pueden provocar regurgitaciones y vómito.
arrojar por la boca las flemas y secreciones que
se depositan en la laringe, tráquea y bronquios. 4. Sondaje gástrico. En determinadoscasos, se
El producto obtenido se llama esputo, cuyo exa- acude a la «escupidera natural» representada por
men tiene gran valor clinicodiagnóstico, pudien- el estómago; el producto obtenido por medio del
78 Semiología médica y técnica exploratoria

sondaje gástrico se centrifuga y examina. Esta líquidos (edema agudo de pulmón, bronquitis pi-
técnica es aconsejable para la investigación del tuitosa, etc.). Los llamados esputos «numulares»
bacilo de Koch. son planos, purulentos, redondeados y de bordes
recortados e individuales entre sí, gracias a la cu-
Para el diagnóstico de carcinoma bronquial, es bierta de moco que los rodea y aísla. Deben re-
corriente el estudio citológico de las secreciones cogerse en un recipiente seco, pues muchos es-
obtenidas por aspiración, a través del broncosco- putos proyectados en uno con agua, adquieren
pio, del bronquio correspondiente a la región un aspecto parecido a los verdaderos numulares.
sospechosa de hallarse afectada. Significan la presencia de una cavidad pulmonar,
El empleo por la vía oral o aerosol de sustan- y resultan de que la secreción se rodea de moco
cias broncodilatadoras, mucolíticas o suero fisio- al pasar por el árbol bronquial.
lógico caliente favorecen la eliminación de un es- 2. Viscosidad. Guarda relación con la fase fi-
puto tenaz. brorreticular tridimensional del esputo con fibras
mucoproteínicas, mucopolisacarídicas neutras y
ácidas oxirribonucleicas; estas últimas, sólo pre
Examen de los esputos sentes en condiciones inflamatorias. Se estima de
manera grosera, levantando el esputo con una
Comienza en sus caracteres físicos y entre ellos pinza; los muy viscosos caen aplomados a la ma-
por su cantidad. Puede ser muy escasa (en algunos nera de una masa homogénea y pesada y se ad-
asmáticos, se obtiene tras grandes esfuerzos un hieren al recipiente tembleteando comola gelati-
esputo pequeño, denso, consistente y perlado, o na; los esputos purulentos, sin consistencia ni
unos filamentos de igual constitución) OU muy viscosidad, se aplanan.
abundante (> 400/500 mi por 24 h), en este caso 3. Olor. Falta en los esputos recién obtenidos;
hablamos de broncorrea. La expulsión brusca o más tarde lo adquieren a causa de gérmenes que
masiva de gran cantidad de pus o líquido acom- obran sobre su material proteico. Es fétido, cada-
pañada de violentos golpes de tos se llama vómica: vérico, y perceptible a distancia en la gangrena
del pulmón, y como queso envejecido en esputos
1. Color. Puede variar desde un moco incolo- que proceden de bronquiectasias infectadas o de
ro y translúcido, hasta una masa purulenta opaca. vómicas, consecutivas a pleuresías purulentas. En
Es blanco o ligeramente amarillo en las bronqui- las bronquiectasias no complicadas, recuerda al
tis agudas o en la tuberculosis incipiente; amarillo del yeso mojado. En los casos de quiste hidatídico
verdoso en la bronquitis crónica, abscesos pul- no supurado, abierto en los bronquios, se percibe
monares o tuberculosis avanzada; francamente un olor como el de la compota de ciruelas.
verde en las ictericias, en la neumonía caseosa O 4. Sabor. Es apreciado porel enfermo. El espu-
en los padecimientos sangrantes, a los pocos días to del catarro bronquial simple y del quiste hidatí-
del accidente hemorrágico; ceniciento en los abs- dico no supurado es salado, y de sabor amargo en
cesos de pulmón; de polvo de ladrillo, en la neu- los procesos hepáticos fistulizados a bronquio.
monía por bacilos de Friedlánder, etc. La presen- 5. Aire incluido en los esputos. Si es abundante,
cia de sangre conferirá al esputo, según su señala que éste es poco consistente y que proce-
cantidad, toda una gama de colores, comoel rojo de de bronquios finos, habiendo recorrido un lar-
rutilante (incluso con pequeños coágulos), en ple- go trecho impulsado porel aire.
na hemoptisis; rojo comojalea de ciruelas, en al
gunos tumores bronquiales; rojo claro (en un me-
dio espumoso), en el edema agudo del pulmón; Examen macroscópico del esputo
como herrumbre, en la neumonía fibrinosa e in-
farto pulmonar; achocolatado, cuando un absceso Examinando el esputo en una cápsula de Petri,
amebiano hepático se abre en un bronquio. haciéndolo deslizar en capa delgada y colocando
La infección por Serratia marcescens produce alternativamente el recipiente sobre un fondo
esputos rosados seudohemáticos con una tonali- blanco o negro con luz diurna, podremos apre-
dad que se intensifica a las 24-48 h. ciar:
La forma depende de sus componentes princi-
pales, el moco y el pus. El esputo mucoso es glo- 1. Moldes bronquiales. Se observan en las
boso (esputo perlado) y el purulento plano, sin in- bronquitis fibrinosas (o plásticas), sintomáticas
dividualidad, como también ocurre con los muy (sarampión, tuberculosis, espiroquetósicas O
Neumología 79

idiopáticas). Se presentan como moldes ramifi- 8. Quiste hidatídico. En los casos de quistes
cados, de color blancorrosado o ambarino y con- hidatídicos abiertos a bronquio, pueden expul-
sistentes, resbalando al intentar aplastarlos. sarse vesículas enteras o rotas (como pieles de
También pueden observarse en los trastornos uva) y aun pedazos de membrana o la membrana
del aparato circulatorio (cardiopatías, después de entera, «como un calamar», en medio de un líqui-
la extracción de grandes trasudados y exudados do fluido, y de saborsalado.
pleurales, tras grandes pérdidas hemáticas) y por 9. Restos alimenticios groseros. Pueden proce-
diversas causas físicas y químicas, como inhala- der del estómago, si al expectorar se producen
ción de veratrina, amoníaco, gasolina, colas, pe- arcadas, o de restos adheridos a los dientes o en
gamentos, humos calientes, aspiración de sus- la cavidad bucofaríngea o del esófago a través de
tancias cáusticas, así como tras la ingesta de una fístula esofagotraqueal. Pueden ser conside-
yoduro potásico. rados elementos patológicos en una observación
Los moldes bronquiales tras la hemoptisis, descuidada.
constituidos por sangre coagulada, son fáciles de
distinguir.
2. Tapones o trombos de Dittrich. Se presentan Examen microscópico del esputo
como pequeñas masas de 7-10 mm, de color
amarillento y olor nauseabundo. Al microscopio, El examen microscópico, primero sobre mate-
se observan cristales de ácidos grasos (agujas) rial fresco y luego en la preparación teñida, ilus-
que rodean un núcleo central formado por célu- tra sobre elementos difíciles de etiquetar a sim-
las epiteliales. Se hallan en la gangrena y absce- ple vista. Podemos observar:
sos de pulmón, bronquitis fétida y rara vez en la
tuberculosis. 1. Fibraselásticas y cristales:
3. Granosriciformes (o lentes). Son formacio-
nes parecidas a las anteriores. Se diferencian por a) Fibras elásticas. Aparecen comofibrillas in-
su forma achatada o biconvexa e inodora. Están coloras o ligeramente amarillas, mostrando un
constituidos porfibras elásticas entremezcladas y doble contorno. Su forma es ondulada, con ex-
son ricos en bacilos de Koch. tremos incurvados. Significan que existe un pro-
4. Espirales de Curschmann. Son una especie ceso destructor (absceso, gangrena, tuberculosis),
de vainas o tubos retorcidos en espiral con los que necrosa el pulmón y destruye su estructura,
extremos deshilachados, transparentes, con pe- disgregando su armazón alveolar constituido,
queñas burbujas de aire en su interior (o sin fundamentalmente por las fibras elásticas que
ellas), de coloraciones grisáceas o amarillentas y aparecen en los esputos.
de una longitud que alcanza o rebasa los 2 cm, b) Cristales. Entre las diferentes variedades,
en contraste con su anchura de pocos milímetros. citaremos los de:
Al microscopio, con débil aumento, se observa
un filamento central claro u oscuro (según el foco — GCharcot-Leyden. Como octaedros alarga-
con que es examinado) rodeado por otros arrolla- dos, y derivados de las granulaciones proceden-
dos, que lo envuelven siguiendo su eje. Á gran tes de los leucocitos polinucleares que abundan
aumento, resaltan elementos celulares (células en el esputo de los asmáticos.
GQ MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

eosinófilas y cristales de Charcot-Leyden) sobre — Hematoidina. Pequeñas tableras rómbicas


todo en las espirales de color amarillento, que y cortas agujas de color ladrillo.
son precisamente las vías más viejas. Están pre- — Bilirrubina. Cristales romboidales, de agu-
sentes en la bronquitis asmática y en el edema jas irregulares o pequeños gránulos de color ama-
agudo de pulmón. rillo naranja.
9. Cálculos pulmonares (neumolitos). Son con- — Colesterina. Placas o láminas rectangulares
creciones calcáreas constituidas por carbonato y con tendencia a superponerse.
fosfato cálcico. Proceden de antiguas lesiones tu- — Oxalato cálcico. Incoloros, brillantes y en
berculosas calcificadas y reactivas. forma de sobre de carta.
6. Parásitos intestinales. Ascaris lumbricoides. — Fosfato amonicomagnésico. En forma de
Fáciles de identificar por sus características. tapa de ataúd, etc.
7. Fragmentos de tejidos orgánicos. Se observan
en la gangrena de pulmón y en el carcinoma 2. Células faringeas. Son de gran tamaño,
bronquial. como tres veces el de un granulocito neutrófilo y
80 Semiología médica y técnica exploratoria

de forma poliédrica u oval, con el núcleo central ción de los exámenes y dela localización del cán-
y pequeño en relación con el protoplasma. cer; en los bronquios grandes, el porcentaje de
3. Células bronquiales: positividades es muy alto; en los demás, este
porcentaje aumenta a medida que se repiten los
a) Célula bronquial adulta (o típica). Propia de exámenes. No obstante, el 12-16 % de resultados
la capa superficial del epitelio traqueobronquial, son falsamente negativos. Son muy raras (2 %)
tiene forma alargada o en tronco de cono en cuya las citologías falsamente positivas.
base se implantan cilios vibrátiles y un vértice 6. Bacterias. La tinción con el método de
que a veces es bífido. El núcleo es muy volumi- Gram es muy útil como orientación, y la fucsina
noso y de un violeta rojizo, y el protoplasma se fenicada, para el bacilo de Koch. Debe tenerse en
tiñe de violeta. Se las encuentra en afecciones cuenta que algunos gérmenes tienen un alto sig-
muy agudas (al comienzo de traqueítis y bron- nificado, como el neumococo, Haemophylus in-
quitis), o cuando un esputo líquido es expectora- fluenzae y Staphylococcus aureus; mientras que el
do en cantidad y con violencia, como en el caso grupo de las enterobacterias debe valorarse en las
de edema agudo de pulmón. bronquitis crónicas con gran cautela. Tiene gran
b) Célula bronquial joven (o de reemplazo). valor el cultivo de los esputos que, en condicio-
De las capas medias de la mucosa traqueobron- nes óptimas, debe realizarse previo a toda anti-
quial. Tiene aspecto de un linfocito grande y for- bioterapia.
ma esférica u oval. El protoplasma, ocupado en 7. Hongos. Para las micosis del pulmón(acti-
sus dos tercios por el núcleo, es granuloso, opaco nomicosis, nocardiosis, etc.), vale el examen mi-
(debido a su espesor); el núcleo, redondeado, croscópico, cultivo, inoculación al cobayo y sero-
oval, escotado triangular o cuadrangular, tiene aglutinaciones.
una gruesa red de cromatina muy densa.
c) Célula alveolar grande (o macrófago endo-
telial). Salvo en el tamaño que es mayor, presen- Examen bioquímico del esputo
ta caracteres tintoriales de protoplasma y núcleo
parecidos a los de la célula alveolar pequeña. El El estudio del esputo, desde el punto de vista
núcleo, oval, escotado o en media luna, suele ser bioquímico e inmunológico, es fundamental. De
en ocasiones central y a veces múltiple; cuando él extraemos:
contiene pigmento carbonoso bajo la forma de
pequeños gránulos que aumentan la opacidad del 1. Aguay sales. Procedentes de la saliva y del
protoplasma, se denomina «célula del polvo», y trasudadocapilar.
si contiene gránulos parduscos de hemosiderina 2. Fermentos. De origen vario. Ptialina (sali-
distribuidos irregularmente en su citoplasma, val); N-acetil-B-glucosaminidasa, N-acetil-B-ga-
«célula de insuficiencia cardíaca», signo de mu- lactosaminidasa, galactosidasa-P, flucosidasa-a y
chos episodios de hemoptisis con acumulación las llamadas arylsulfatasa A y B (proceden de la
intraalveolar de hematíes. actividad celular bronquial y son los degradado-
res fisiológicos de la mucina); calicreína (procede
4. Células hemáticas. En los esputos con san- de las glándulas y de los macrófagos y leucocitos
gre, predominan los hematíes; en los purulentos, polinucleares); cininógeno (del plasma sanguíneo
los leucocitos polinucleares neutrófilos y, en el en casos de inflamación y alergia con hiperper-
asma bronquial y broncopatías alérgicas, leucoci- meabilización capilar); peroxidasas, fosfatasas y
tos polinucleares eosinófilos. lactodeshidrogenasas (el aumento de esta última
5. Células neoplásicas. Aparecen cuando el es testimonio fidedigno de bronquitis; tasa nor-
tumor se ulcera. Se caracterizan por el tamaño mal: 800 U/1 1 de esputo). Al destruirse los leuco-
del núcleo y citoplasma; porlas irregularidades y citos neutrófilos liberan de su protoplasma fer-
distorsiones nucleares; por las condensaciones mentos proteolíticos, lipolíticos y amilolíticos;
masivas de cromatina distribuidas irregularmen- sustancias procedentes de la secreción bronquial
te; por la presencia de mitosis, y por su tendencia (lisocima y la lactoferrina), participantes en elsis-
a agruparse. Los resultados obtenidos dependen tema de defensa bronquial; ésta, junto con la
del modo de recoger los esputos (el más simple properdina y la interferona, son los representan-
consiste en expectorar directamente en un frasco tes de la inmunidad congénita. La inmunidad ad-
de boca ancha conteniendo alcohol de 50* y rea- quirida está representada por las opsoninas espe-
lizar el análisis antes de las 24 h), de la reitera- cíficas y la IgA.
Neumología 81

3. Proteínas plasmáticas. La albúmina apenas sensación de macidez muy acusada; es decir,


se encuentra (1 %) en la secreción bronquial; en la apenas contiene burbujas de aire, como sucede
reacción alérgica, y sobre todo en las bronquitis con los de los sectores bajos, en los que la secre-
agudas, se asiste a una auténtica plasmorragia en ción tuvo tiempo y ocasión de mezclarse íntima-
el esputo, incluso con globulinas y fibrinógeno en mente con el aire, que en una y otra dirección
las formas graves. Entre las globulinas y, tenemos pasa por los dispositivos tubulares del árbol res-
la IgG e IgA. La relación IgG/IgA es de 0,4 o me- piratorio bajo. En la laringe, esto no puede suce-
nos en el asma y 0,05-1 en la bronquitis. El epite- der, porque la secreción depositada sobre la mu-
lio bronquial secreta un líquido seroso tensoacti- cosa es arrastrada de cuajo bien por el aire
vo, compuesto de tensoactivo y glucoproteínas espirado, bien por el movimiento vibratorio que
ligeramente ácidas. Este tensoactivo, análogo al imprime el carraspeo en todaella.
que tapiza el endotelio alveolar, está formado por 2. Bronquitis aguda. Primero son mucosos,
fosfolípidos que tienen un grupo polar hidrófilo fluidos y transparentes, (sputum crudum) pero en
aplicado sobre las células, y otro hidrófobo libre seguida se tornan mucopululentos, de color ama-
en la luz bronquial o alveolar. Lo secretan las célu- rillo verdoso, espesos (sputum coctum) de fácil ex-
las de Clara de los bronquíolos. Su papel es opo- pulsión. Hay abundante y variada flora. En caso
nerse al colapso reduciendola tensión superficial. de cromobacterias, el esputo aparece teñido, ya
4. Mucina. Es el resultado de la actividad se- sea de color verdeazulado (Pseudomona pyocya-
cretora de las células caliciformes y de las glán- nea) o rojizo (Serratia marcescens), etc.
dulas seromucosas. Insoluble en el agua, puede 3. Bronquitis crónica. La expectoración puede
separarse por lavado del esputo y luego solubili- ser muy escasa, caracterizando la bronquitis seca
zarse con acetilcisteína y mercaptoetanol. Su pa- (o «catarro seco» de Laennec), pero más frecuente
pel fundamental es la protección del epitelio con- es la mucopurulenta, en donde el esputo, mezcla
tra los agentes irritantes mecánicos y químicos, y de moco y pus, es globuloso, de color amarillo o
la fijación de partículas extrañas o microorganis- grisverdoso e inodoro. Contiene abundantes fi-
mos y detritos orgánicos. Representa el conjunto bras y mucopolisacáridos ácidos y microorganis-
de una serie de glucoproteínas separadas, por su mos con predominio del Haemophylus influenzae,
selectividad tintorial, en mucopolisacáridos neu- neumococos y Staphylococcus aureus.
tros, tingibles por el PAS, y mucopolisacáridos Si la mucosa está conservada, hay células
ácidos, ricos en ácido siálico, tingibles por azul bronquiales adultas y de reemplazo, y leucocitos
cian y azul de toluidina. Según el predominio de aislados o incluidos en grandes retículos muco-
unos u otras, las glucoproteínas del moco se cla- sos; en fase avanzada, al destruirse la mucosa de-
sifican en glucoproteínas ricas en fucosa, sulfo- saparccen las células bronquiales y aumentala ci-
glucoproteínas y sialoglucoproteínas. Estas dos fra de leucocitos. Esta expectoración purulenta
últimas son los mucopolisacáridos ácidos que se puede, incluso, en casos raros, ser fétida. En el
tiñen con azul de toluidina. Las sialomucinas se catarro bronquial crónico, la expectoración es
sintetizan en las células mucosas de las glándulas muy abundante, de 200 a 500 ml diarios, mucosa
mixtas (actividad de una sialiltransferasa), mien- y muy filante. Suele coincidir con violentísimas
tras las sulfomucinas se sintetizan en las células crisis de tos. Algunas veces, las secreciones bron-
caliciformes (actividad de una sulfotransferasa). quiales se solidifican formando moldes bronquia-
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Las primeras abundan más en bronquios finos, y les de fibrina o mucina, que se expulsan tras una
las segundas, en bronquios grandes. crisis aguda de tos y disnea. Son las bronquitis fi-
brinosas, seudomembranosa o plástica.
4. Tosferina. Gracias a la vacunación infantil,
Esputo y enfermedades respiratorias ha pasado casi a la historia, pero todavía se debe
pensar en ella en zonas escasamente desarrolla-
Las características de los esputos varían en las das. La crisis termina en un fenómeno excepcio-
diversas afecciones del aparato respiratorio: nal en el niño; una expectoración viscosa, glero-
sa, como clara de huevo, tan difícil de desprender
1. Laringitis. El esputo laríngeo es mucoso o de la garganta y de los labios, que a menudo se
mucopurulento en los procesos inflamatorios con hace necesaria la intervención de los dedos o del
integridad del revestimiento epitelial, y más o pañuelo.
menos teñido de sangre cuando hay una solución >. Bronquiectasias. La expectoración suele ser
de continuidad superficial o profunda. Da una abundante, aunque puede faltar, constituyendo
82 Semiología médica y técnica exploratoria

las formas secas. El olor es de yeso mojado li- mayoría de las veces (95 %), no ofrece nada ca-
geramente fétido, por la putrefacción del esputo racterístico; en el 5 % restante, adopta el clásico
en la bolsa bronquial. Contiene células bronquia- aspecto de «jalea de grosella», que resulta de san-
les degeneradas, cristales de ácidos grasos, glóbu- gre mezclada intimamente con moco. La hemop-
los de pus y flora bacteriana saprofita muy abun- tisis se presenta sobre todo en los tumores de los
dante. grandes bronquios, y por ulceración y destruccio-
6. Asma bronquial. En las formas puras y al nes necrobióticas del tumor. En ciertos casos, los
final de la crisis, se obtiene un esputo adherente, esputos arrastran restos de tumor, semejantes a
brillante, transparente o poco menos (esputo per- fragmentos de cerebro.
lado), constituido por moco, leucocitos polinu- 12. Quiste hidatídico. Si se vacía en un bron-
cleares eosinófilos, con algunas «espirales de quio, pueden expulsarse vesículas enteras o rotas
Curschmann»y «cristales de Charcot-Leyden». (como «hollejos de uva»), fragmentos de mem-
7. Bronconeumonía. Expectoración mucopuru- brana y aun toda la membrana entera, «como un
lenta con numerosos gérmenes, y abundantes cé- calamar», en medio de un líquido fluido y de sa-
lulas bronquiales y alveolares. Ausencia de fibras bor salado.
elásticas. 13. Tuberculosis pulmonar. El diagnóstico de
8. Neumonía. En la neumonía neumocócica la naturaleza de la afección lo da la presencia del
(neumonía crupal), el esputo es viscoso y pegajo- bacilo de Koch; la citología señala el origen de los
so. Se desprende con dificultad de la boca y de esputos y las lesiones que los producen:
los labios, y se adhiere a las paredes o fondo del
recipiente, que puede invertirse sin que aquél se a) En las formas fibrocascosas, es mucopuru-
desprenda. Al principio, contiene sangre roja ru- lento y contiene bacilos de Koch, muy poca flora
tilante como un esputo hemoptoico, o adquiere bacteriana y fibras elásticas. Hay células bron-
un colorido bermellón anaranjado (color de yema quiales más o menos degeneradas y polinuclea-
de huevo) típico del llamado «esputo herrumbro- res bien conservados (por reacción bronquial so-
so». Después del tercer día, se vuelve más amari- breañadida), al mismo tiempo que células
llento o verdoso, o sea más purulento, reflejando mononuclares de origen alveolar y algunos he-
lo que sucede en el interior del bloque neumóni- matíes.
co. En la neumonía por Staphylococcus o Strepto- b) En los cavitarios, el esputo es numular (o
coccus, la expectoración es más purulenta y me- en forma de moneda), purulento, con granos rici-
nos viscosa y pegajosa, tomando un color de formes o lentes, constituidos casi exclusivamente
«polvo de ladrillo». Microscópicamente, se obser- por bacilos y fibras elásticas que significan la
van abundantes leucocitos, masas de moco y una destrucción del alvéolo.
flora casi exclusiva del germen causal. No hay Éi- c) En las formas fibrosclerosas, la expectora-
bras elásticas. ción es la propia de la bronquitis crónica avanza-
9. Absceso. Expectoración purulenta de color da, con dilatación bronquial. No existen células
ceniciento, abundante, con numerosa flora, fibras alveolares que puedan señalar la adición de lesio-
elásticas y cristales de hematoidina en tabletas nes del parénquima, porque el alvéolo está des-
romboidales o en finas agujas de color pardoscu- truido por la fibrosis; si ésta es antracótica (mine-
ro; muchas veces se evacúa en forma de vómica. ros), se presenta el «esputo negro» cuyo valor,
10. Gangrena. El esputo es gris verdoso o cuando esta coloración es muy subida, es patog-
grisáceo, y tan fétido que incluso repugna al pro- nomónico. A veces se observa la expulsión de
pio enfermo e imponeel diagnóstico casi sin ver- cálculos (neumolitos) de tamaño variable, pero
lo, con sólo entrar en la habitación. Recuerda el no superior al de un garhanzo, que proceden de
olor de la descomposición cadavérica. Se exhala una cavidad primaria, de nódulos intraparenqui-
especialmente al toser, en la espiración y en el matosos o de ganglios perforados en bronquios.
momento de expectorar. Contiene trozos de teji- Su salida puede acompañarse de un ligero dolor
do necrosado. Esta expectoración contiene abun- torácico, de bloqueo obstructivo de la respiración
dante flora bacteriana, y, además, espirilos, baci- y de hemoptisis. Su presencia es, en todos los ca-
los fusiformes y gérmenes anaerobios. sos, índice de un brote evolutivo, pues no se con-
11. Tumores. Los benignos (fibromas, lipo- cibe su expulsión sin síntomas de actividad local.
mas, neurinomas, etc.) motivan una expectora-
ción mucosa o mucopurulenta, a veces con es- 14. Edema agudo del pulmón. Expectoración
trías de sangre. En los malignos, carcinoma la muy abundante, serosa, de color rosado, muy
Neumología 83

fluida, casi transparente y muy aireada, conte-


niendo gran cantidad de albúmina.
15. Congestión pasiva pulmonar. La expectora
ción es abundante (la insuficiencia cardíaca la fa-
vorece) y mucosa; a veces, hemática, con células
alveolares con hemosiderina en forma difusa o
granular (célula cardiopática). Si aparece una
franca hemoptisis, cabe pensar en una trombosis
por estasis o en una embolia.
16. Embolía pulmonar. Si se sigue de infarto,
lo que ocurre en el 50 % de los casos, hay expec-
toración hemoptoica, casi siempre, poco abun-
dante (50-100 ml). En los días sucesivos, los es-
putos adquieren un color ocre o de zumo de
regaliz, que se atenúa con lentitud.

Vómica

Es la expulsión brusca y masiva, por la boca,


de una cantidad grande de pus o líquido. Se reali-
za a bocanadas, con violentos golpes de tos. Pue-
de llegar a provocar sofocación y aun asfixia. Si
se realiza a intervalos, se trata de una «vómica
fraccionada», como ocurre con frecuencia en el
absceso y el quiste de pulmón. Fig. 2-7, Origen de las vómicas: 1, absceso o quiste
La vómica auténtica debe diferenciarse de la pulmonar; 2, empiema enquistado; 3, absceso hepático.
seudovómica, por el aumento accesional de la ex-
pectoración que presentan los broncorreicos y
bronquiectásicos, sobre todo en fase de agudiza-
ción. La distinción es fácil; en la vómica verdade- pretado, ya que no todo sujeto que dice haber
ra, el producto tiene aspecto homogéneo, como expulsado sangre por la boca ha tenido una he-
de puré, y su eliminación va seguida del descen- moptisis. La hemorragia expulsada por vía bucal
so de la temperatura, que vuelve a ascender a medi- puede tener, frecuentemente, otros orígenes, así,
da que el pus se va formando y se acumula de nue- las fosas nasales, encías u otras estructuras de la
vo en la cavidad abscesal (fiebre de retención); en la misma boca, faringe, esófago o estómago.
seudovómica, el producto se dispone en capas y Se valoran para el diagnóstico de la hemopti-
la intensidad de la fiebre guarda relación conel vo- sis dos signos:
lumen de la expectoración (fiebre de secreción).
La vómica verdadera puede ser torácica y extrato- 1. La hemorragia produce carraspeo ytos.
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

rácica (fig. 2-7). La primera se señala en el absceso 2. La sangre es clara, rutilante y con burbujas de
o quiste del pulmón, en la pleuresía purulenta aire (espumosa).
enquistada y en la mediastinitis supurada; y la
segunda, en los abscesos póttico, subfrénico y El interés práctico del terna merece un estudio
hepático abiertos en los bronquios. En este últi- detenido:
mo caso, el pus es fétido, de sabor amargo, y con
el aspecto y color de la «salsa de anchoas». 1. Hemorragías de origen nasal (epistaxis). In-
fluye la postura del individuo. En las que se pro-
ducen en decúbito supino, como a veces en el
Hemoptisis sueño, la sangre, por la fuerza de la gravedad, se
desliza hacia atrás y se expulsa por la boca. Al in-
Es la expulsión de sangre que procede de las corporarse, empezará a salir también por la na-
vías respiratorias o del pulmón. Es un signo de riz, sobre todo en el acto de sonarse. La sangre es
gran valor semiológico si es correctamente inter- roja rutilante u oscura, no espumosa, con coágu-
84 Semiología médica y técnica exploratoria

los o sin ellos. La rinoscopia anterior señala su cia, se produce durante la noche, el enfermo ex-
origen, casi siempre en la llamada «área de Kies- pectora, al despertar, una mucosidad sanguino-
selbach», región muy rica en capilares. Exami- lenta y maloliente por la pululación microbiana.
nandola faringe, se ve cómola sangre desciende 5. Procedencia esofágica o gástrica. Casi siem-
por la pared posterior, a modo de cortina, distri- pre por rotura de varices en los hipertensos por-
buyéndose en grumos gruesos. tales o úlcera péptica, neoplasia, etc. En estos ca-
2. Succión repetida de las encías. A veces como sos, hablamos de hematemesis cuya presencia
un «tic» en sujetos con tachas nerviosas, motiva motiva el diagnóstico diferencial, de gran interés
una saliva sanguinolenta de olor desabrido y con práctico, con la hemoptisis. Éste es posible valo-
abundantes células epiteliales pavimentosas de la rando los datos del interrogatorio, el aspecto de
boca. El examen visual revela las encías tumefac- la sangre y la evolución de la hemorragia:
tas, dondeal efectuar presión (o invitar al pacien-
te a que realice movimientos de succión), apare- a) Signos premonitorios:
cen puntos o zonas sangrantes.
3. Rotura de varices superficiales de la base de la — En la hemoptisis, la sangre motiva con re-
lengua. Ya sean reveladoras de una disposición lativa frecuencia, al atravesar bronquios gruesos
flebectosante hereditaria, como en la enfermedad y tráquea, una sensación que muchos describen
de Rendu-Osler, o de un retraso en la circulación como cosquilleo (que induce a carraspear y toser)
venosa, como en las tumoraciones mediastínicas o de que pasa algo caliente, acompañándose o no
altas, procesos fibrosos apicales con peripleuritis de un ruido estertoroso. Excepcionalmente, se
esclerosa, estasis cardíaca, etc. La hemorragia percibe a lo largo de las vías respiratorias desde
puede ser mínima (si se produce por la noche, se el sitio de la hemorragia, que se puede señalar
manifiesta solamente por un esputo negruzco con precisión. El esputo tiene sabor de sangre.
por la mañana) o copiosa. La sangre aparece — En la hematemesis, el vómito va precedi-
pura, rutilante, en bocanada, y precedida de una do de náuseas, salivación excesiva, malestar ge-
sensación de estorbo y picor en la garganta. Casi neral con sudor frío (si la hemorragia es copiosa)
siempre, en el primer momento, aparece sin tos y náuseas, es decir, movimientos incoordinados
y sólo después puede provocar ésta, al descender de los músculos respiratorios, coincidiendo la
la sangre por la laringe, observándose algunas ve- contracción del diafragma con la de los músculos
ces un estertor traqueal al penetrar la sangre en el respiratorios.
árbol respiratorio. El esfuerzo es casi siempre el
desencadenante de la hemorragia (hablar en de- b) Examen de la sangre:
masía y forzar la voz, acción de recoger un obje-
to del suelo, etc.), aunque aquélla puede también — En la hemoptisis, la sangre es clara, ruti-
aparecer espontáneamente. Suele continuar en lante, espumosa y sin restos alimentarios ni coá-
forma decreciente, a veces durante varios días. gulos.
El examen local permite ver las varicosidades. — En la hematemesis, es negruzca o de color
Éstas son superficiales, uni o bilaterales, en for- café oscuro (como «poso de café», según la ex-
ma de abanico con convergencia inferior, por en- presión clásica) o pardo y mezclada con residuos
cima de la fosa supracpiglótica, extendiéndose de alimentos.
con frecuencia por toda la amígdala lingual, en
ocasiones hasta el sulcus terminalis. Sus excepciones son las hemorragias esofago-
Aparecen unas veces finas, otras veces engrosa- gástricas copiosas en que la sangre es vomitada
das y abollonadas. Llegando a producirse peque- con su color natural (hematemesis roja) y aque-
ños aneurismas venosos que pueden alcanzar el llas que se fraguan en una cavidad pulmonar, to-
tamaño de una alverja y hasta más grandes. Explo- tal o parcialmente bloqueada, sufriendo la acción
radas en la fase de hemorragia, sangran de manera de bacterias que transforman la sangre. Cuando
continua. Otras veces se han hallado pequeños coá- ésta es expulsada más tarde, al permcabilizarsc cl
gulos adheridos fuertemente a una dilatación vari- bronquio obstruido anteriormente, aparece como
cosa. En las épocas de quietismo, se hacen menos de color pardo castaño o café. En estos casos,
aparentes, como sucede en las hemorroides. aparte de la tos, la sangre arrojada suele tener un
4. Vegetaciones adenoideas y faringitis crónicas. olor putrefacto, aunque a veces sea poco notable,
La hemorragia suele ser mínima y no acompaña- lo que no ocurre en la sangre de igual aspecto
da de tos irritativa. Si, como ocurre con frecuen- que procede del estómago.
Neumología 85

c) Evolución: c) Pulmón. Sus condiciones anatómicas son


ideales para ello; basta considerar que existe una
— La hemoptisis va seguida de esputos he- enorme cantidad de capilares separados del exte-
moptoicos que se espacian progresivamente has- rior sólo por una finísima capa de células alveola-
ta desaparecer. res. Como sea que las arteriolas y venillas bron-
— En la hematemesis, no hay expectoración quiales aumentan de calibre al acercamos al
sanguinolenta, parada brusca o recidiva de la hilio, se deduce lógicamente que las hemorragias
misma gravedad. serán tanto más copiosas cuanto más central sea
la lesión que las motiva y, sobre todo, destructi-
d) Exámenes complementarios: va de mucho parénquima, muchos bronquios y
septos, como en la tuberculosis caseosa extensa,
— Radiología. Nos orienta sobre el estado del gangrena o absceso pulmonar, neoplasia avanza-
pulmón, corazón, esófago y estómago. da, etc.:
— Esofagogastroduodenoscopia. Nos pone
de manifiesto las posibles lesiones sangrantes di- — Tuberculosis. Entre las causas determinan-
gestivas altas. tes de hemoptisis de origen parenquimatoso pul-
— Broncoscopia. Es imprescindible en los en- monar, citaremos la tuberculosis en sus diversos
fermos con hemoptisis repetidas, que sobrevie- tipos anatomoclínicos, caseosa, fibrocaseosa y fi-
nen en el curso de afecciones pulmonares cróni- brosa evolutiva o no. En esta última, la hemorra-
cas (bronquitis, bronquiectasias, tuberculosis, gia suele repetirse motivando anemia, pero sin
neoplasias), si el examen radiológico es negativo signo alguno de impregnación tóxica, por lo que
o poco claro, y para confirmar el diagnóstico. cabe pensar que alrededor de los focos fibrosos
muy vascularizados se producen descargas va-
6. Lugar de origen de la hemoptisis. La hemop- somotoras a causa de traumatismos psíquicos,
tisis puede ser pequeña y fraccionada (expectora- cambios climáticos, menstruación, etc. La he-
ción hemoptoica), o súbita e intensa (hemoptisis moptisis de los cavitarios puede ser debida a la
en bocanadas). La lesión que la motiva puede ra- rotura de un «aneurisma de Rasmussen» o de un
dicar en: vaso parietal. Puede ser copiosísima y aun causa
de muerte fulminante por una anemia aguda; un
a) Laringe. La pérdida de sangre suele ser es- síncope por brusco descenso de la presión, aun
casa. Se observa en sujetos sanos en ocasión de siendo la efusión sanguínea no tan exagerada, y,
un esfuerzo vocal, y en las laringitis varicosas, tu- finalmente, por una inundación masiva del árbol
berculosa ulcerada, tumoral, etc. En estos casos, bronquial con producción de asfixia,
hay molestias locales (picor, sensación de cuerpo — Quiste hidatídico. Sangra con facilidad y a
extraño y aun dolor), distonía y en fase avanza- veces intensamente, aunque no invada ni destru-
da, disfagia. ya tejido pulmonar comoel carcinoma; la sangre
b) Tráquea y bronquios. Sangran con facilidad. procede de la zona periquística (pulmón colapsa-
El número de hemoptisis clasificadas de «esen- do alrededor de la membrana) sobre todo si está
ciales» ha disminuido notablemente desde que, inflamada, y de los bronquios vecinos comprimi-
frente a un resultado negativo de la radiografía dos y desviados por la tumoración.
(O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

de tórax, se practica habitualmente la broncosco- --- Procesos necrotizantes del pulmón(absce-


pia. Generalmente, se trata de una expectoración so, gangrena). Pueden sangrar copiosamente por
hemoptoica, aunque pueden verse hemoptisis afectar a vasos bronquiales de un cierto calibre y
francas. septos.
Sus causas más frecuentes son los tumores be- — Procesos inflamatorios pulmonares exten-
nignos y malignos (en estos últimos es destaca- sos. Por ejemplo, neumonías; la pérdida es míni-
ble su persistencia y continuidad sin eclipses); las ma, motivando la sangre al mezclarse con el
bronquiectasias; las lesiones inflamatorias cir- moco, los conocidos «esputos herrumbrosos».
cunscritas o difusas a todo el sistema bronquial; Esto obedece a que sólo se afectan los alvéolos
las varices (más frecuentes en la parte inferior de cuyos vasos inmediatos son de ínfimo calibre,
la tráquea o en las dos caras del espolón traqueal); precapilares, capilares y poscapilares, y además
los cuerpos extraños; adenopatías hiliares con estos vasos finísimos se ocluyen, por lo menos
periadenitis adheridas a la tráquea cuya pared funcionalmente, y la sangre deriva a otros territo-
aparece congestiva en este punto, etc. rios.
86 Semiología médica y técnica exploratoria

— Estados congestivos del parénquima pul- 1. Bronquitis aguda. La fiebre es alta, con es-
monar. Por estasis en la pequeña circulación (es- calofríos y se acompaña de tos y dolor retroster-
tenosis mitral), se producen esputos hemoptoi- nal. Hacia el cuarto o quinto día, la temperatura
cos y aun francas hemoptisis por alteraciones desciende, la tos es menos penosa y la expectora-
infárticas. ción más fácil. Si la inflamación desciende a los
— Edema agudo de pulmón. No existe real- bronquios finos (bronquitis capilar) la fiebre al-
mente hemorragia; precisamente, la despropor- canza cifras muy elevadas, la tos aumenta y con
ción entre la salida de plasma y los elementos ella la expectoración (lo que es más característi
formes es la característica principal, por ello la co) aparecendo disnea y cianosis. Si se complica
expectoración aparece, todo lo más, ligeramente con bronconeumonía (eventualidad frecuente), la
manchada, como rosada. fiebre aumenta con remisiones matutinas y osci-
— Embolia pulmonar. Es causa de hemoptisis laciones en relación con la producción de nuevos
si hay infarto, lo que sólo ocurre en el 50 % de focos. Termina en la mayoría de los casos en lisis
los casos (con previa alteración de la circulación lenta, pero puede hacerlo también en crisis. En
menor o sin ella). En el embolismo recidivante, los ancianos, es posible un curso febricular u api-
es posible la aparición de un «corazón pulmonar rético.
crónico embólico», con hemoptisis de repetición 2. Bronquitis crónicas y bronquiectasias. El cur-
como su signo más característico. so es apirético, salvo en fases de agudización, en
— Síndrome de Goodpasture (1929). La aso- que también aumenta la expectoración (fiebre de
ciación de neumonitis hemorrágica y glomerulo- secreción).
nefritis focal se observa con relativa frecuencia 3. Asma infeccioso broncopático. El estado fe-
en las enfermedades del colágeno afines a la pe- bricular o febril va a cargo de los gérmenes de
riarteritis nudosa. En esta dolencia, la hemoptisis asociación o productores del cuadro; si se trata
es el signo predominante (81 %) con importante de asma alérgico puro, se piensa en una reacción
anemia hipercroma (98 %) y signos de fallo re- distérmica de origen anafiláctico, y en el asma con
nal, hematuria, proteinuria, uremia y, a veces, hi- influjos alérgicos e infecciosos, en la suma de ambos
pertensión. factores.
— Hemoptisis neurovegetativas. Las lesio- 4. Neumonía fibrinosa aguda. El comienzo es
nes pulmonares son nulas o mínimas bajo la brusco y precedido de un fuerte escalofrío; la as-
forma de restos fibrosos cicatrizales a cuyo al- censión febril es rápida, alcanzando grados de hi-
rededor se produce la descarga vasomotora. Se perpirexia que persiste con muy ligeras remisio-
señalan con mayor frecuencia en las mujeres y nes hasta que aparece la crisis, o sea el descenso
suelen ser poco intensas. Es más corriente ver brusco no sólo de la hipertermia, sino de todos
esputos teñidos de sangre que verdaderas he- los signos febriles, cosa que suele ocurrir al sépti-
moptisis. Citaremos las hemoptisis menstrua- mo día de evolución. A veces, este descenso se
les, las del embarazo (siguiendo el ritmo de hace algo más gradual, pero siempre en pocos
la desaparecida menstruación), las del climate- días. Si la fiebre persiste o reaparece en plena
rio que, como las anteriores, a veces son ritma- convalecencia, debe pensarse en una complica-
das, las motivadas por traumatismos psíquicos. ción supurada, especialmente un empiema meta-
Cuentan también como factores determinantes neumónico.
los cambios de estación (se ha descrito un tipo 5. Colecciones purulentas pulmonares (absceso,
primaveral otoñal y mixto) y las mutaciones gangrena). En su primera fase o prevómica, la fie-
climáticas. bre, de altura variable, puede ser de tipo con-
— Hemoptisis alérgicas. Raras, se presentan tinuo, neumónico o bien remitente o irregular.
al manipular sustancias alergénicas y cursan con Una vez producida la vómica, si ésta es tan com-
crisis de asma y esputos con sangre. pleta que implica la curación del proceso, la fie-
bre desciende con rapidez y cesa. Si permanece
elevada e irregular y la expectoración es abun-
Fiebre dante, ello revela que el proceso persiste. Des-
pués de descensos febriles, no es raro observar
Todos los tipos de fiebre pueden ser observa- elevaciones bruscas coincidiendo con disminu-
dos en las diversas enfermedades del aparato res- ción de la expectoración; son debidas a retención
piratorio. En algunas de ellas, lo peculiar del tra- de la secreción por dificultad de desagúe (fiebre de
zado tiene un valor semiológico considerable: retención).
Neumología 87

6. Carcinoma broncopulmonar primitivo. La d) Eiebre irregular. Muestra ascensiones tér-


fiebre es un síntoma bastante constante, de tipo micas irregulares, no diarias; la diferencia entre
intermitente e irregular e intensidad variada mañanay tarde puede alcanzar hasta 1 *C.
(37,5-38 *C). La supuración de la neoplasia se e) Fiebre inversa. La elevación térmica es más
manifiesta por la variación del tipo febril, que manifiesta por la mañana; señálase en algunos
puede adoptar carácter hético. sujetos granúlicos y en los portadores de caver-
7. Embolia pulmonar. Con sin infarto, la fie- nas secretantes. La temperatura desciende cuan-
bre es continua; no obedece a los fármacos bac- do con la tos se ha evacuado su contenido.
teriostáticos y apenas a los corticosteroides, pero D) Eiebre héctica. Ascensiones térmicas vesper-
sí a la heparina. tinas, que suelen ofrecer una diferencia de 1-2 *C
8. Tuberculosis pleuropulmonar. Tiene gran va- con respecto a la temperatura matinal. Es intermi-
lor el curso de la temperatura corporal, tanto tente y suele descender al final de la noche, con
para el diagnóstico como para comprobarla ten- sudores profusos. La presentan los tuberculosos
dencia evolutiva del proceso. Puede adoptar los crónicos, caquécticos, cavitarios, con abundantes
siguientes tipos: secreciones. Caracteriza muchas veces a enfer-
mos en período terminal; por consiguiente, es de
a) Distérmica o febricular. Con temperaturas pronóstico ominoso.
vespertinas discretas (inferiores a 38 “C), pero g) Fiebre posprandial. Como indica su nom-
acrecidas con pequeños esfuerzos, por ejemplo, bre, aparece después de las comidas (a las 2-3 h).
tras un paseo (fiebre tuberculosa de esfuerzo); la Significa una localización digestiva del proceso
temperatura se toma al cabo de media hora del tuberculoso. Esta fiebre es proporcional, hasta
paseo y cuando el paciente está de nuevo en cierto punto, a la cuantía de la ingesta, y así, falta
cama. Cabe señalar que más que la elevación de o es poco elevada si el paciente come frugalmen-
la temperatura, se ha de valorar la tardanza con te o ayuna.
que una «termólisis perezosa»restituye la tempe-
ratura normal, cosa que el sano logra con rapi-
dez. Anorexia
b) Fiebre ondulante. Consiste en una fiebre
que comienza con un tipo subfebril y variaciones Es síntoma casi constante en los procesos neo-
vespertinas, va aumentando progresivamente plásicos, sépticos, tuberculosos avanzados y fi-
hasta constituir una fiebre de tipo intermitente brosis intersticial difusa. Sus causas son la intoxi-
que dura de 8-10 días, para declinar nuevamente cación y la incidencia de factores psíquicos que
al mismo ritmo que ascendió, y tras unos días de incrementan la causa inicial. Junto a la fiebre, la
apirexia vuelve a establecerse, dibujando unas toxiinfección y eventuales trastornos digestivos,
ondas que suelen llegar a ser 4 o 5 en pocos me- conducen a una rápida pérdida de peso corporal,
ses. Lo característico es, precisamente, que cuan- llegando a extremos de emaciación en fases
do comienza a manifestarse la fiebre, el enfermo avanzadas o terminales.
conserva el buen estado general y su apetito, la
tos es la habitual y la expectoración no aumenta.
Sin embargo, al llegar a los valores de la fiebre in-
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

termitente, el estado general se altera, aumenta Astenia


notablemente la tos con expectoración abundan-
te, y hay quebrantamiento general y dolores to- Es un síntoma de observación frecuente en los
rácicos, hasta que aparecen sudores abundantes enfermos tuberculosos, neoplásicos, portadores
y sobreviene la defervescencia; la fiebre vuelve a de bronconeumopatías sépticas y fibrosis inters-
sus valores distérmicos y el enfermo recobra la ticiales difusas. Se confunde con la fatiga y por
sensación de bienestar, como si entrara en con- este motivo el enfermo la traduce como sensa-
valecencia. Transcurridas una o dos semanas se ción de cansancio. En su génesis, influyen la alte-
repite la onda, comosi cesara la inmunidad tran- ración del metabolismo de la musculatura esque-
sitoria que la hizo descender. El pronóstico de lética y causas psiquicas, así como la leve
este tipo de fiebre es de gravedad. insuficiencia suprarrenal o hipoadrenalismo pro-
c) Fiebre regular. La gráfica da cifras poco ele- pia de los procesos sépticos de larga duración.
vadas, y la diferencia entre los valores matinales El paciente tuberculoso suele sentirse con po-
y vespertinos no excede de medio grado. cas fuerzas (asténico) al levantarse, y va mejoran-
88 Semiología médica y técnica exploratoria

do su estado a medida que avanza el día, para des laboriosas); un síndrome miasténico (múscu-
encontrarse bien a media tarde, muchas veces los de las cinturas escapular y pelviana respetán-
coincidiendo con la elevación de la temperatura dose los músculos oculares externos, masticado-
corporal. res, faríngcos y laríngeos); degeneración
La astenia del neoplásico persiste inmodifica- cerebelosa cortical; meningosis con un síndrome
da o aumenta, comola fatiga normal, a medida meníngeo asociado a un cuadro polirradiculo-
que avanzael día. neurítico con alteraciones motoras (paraplejía flá-
cida y amiotrofia), sensitivas (parestesias y dolo-
res radiculares, a veces de tipo ciático), y
trastornos de los esfínteres superponibles al sín-
Síntomas gastrointestinales dromede la cola de caballo.
2. Anomalías osteoarticulares. Aquí, citaremos
Son frecuentes en la tuberculosis pulmonar y
las polialgias difusas casi siempre asociadas a
enfisema. En los primeros, se observa acidosis,
malestar general y anemia; un cuadro de artritis
pesadez gástrica posprandial e irregularidad en
reumatoidea con infiltración periarticular, y a ve-
las deposiciones, que a veces es debida a una po-
ces hidrartrosis (se ha descrito en la neumoconio-
sible localización del proceso en el intestino; en
sis y en el cáncer bronquial, al que puede prece-
los enfisematosos, sus síntomas más molestos
der en meses o semanas remitiendo, a veces, con
son distensión epigástrica posprandial, a veces
la extirpación del tumor) y la ostevartropatía hi-
con vómitos, dolor epigástrico (ligero o intenso)
pertrófica tóxica.
después de la comida y anorexia con pérdida de
peso, lo que no pocas veces hace sospechar la
existencia de una enfermedad de carácter ma-
ligno.
Encefalopatía respiratoria'
Se observa en la insuficiencia respiratoria
avanzada.
Trastornos menstruales La encefalopatía respiratoria es un cuadro clí-
nico complejo, con una rica sintomatología neu-
Son, a veces, precoces. En la tuberculosis, se ropsíquica:
deben a la impregnación tóxica general o a la
concomitancia, nada rara, de lesiones genitales 1. Cefalea. A veces se asocia a vómitos y es-
bacilares. Se manifiestan por la ausencia de la tasis papilar. Es persistente, de carácter sordo y
menstruación (amenorrea), por su escasez (hipo- localizada en las regiones frontal y occipital. Au-
menorrea) o por su retraso (oligomenorrea). menta por la noche y al despertar; se atribuye a
vasodilatación cerebral y meníngea por la hiper-
capnia, y la estasis papilar, a ésta y a la hipoxia,
que motivan hipersecreción del líquido cefalorra-
Trastornos neurológicos quídeo y edema del tejido cerebral. Se puede
y osteoarticulares confundir con un tumorcerebral.
2. Somnolencia. Guarda relación con el conte-
Se observan (70-80 %) en el cáncer bronquial
nido de CO,, y O,, en la sangre. Conduce al
microcelular (oat-cell) y mesoteliomas pleurales. coma con mayorfacilidad en los sujetos ancianos
Preceden al descubrimiento del malignoma o se con esclerosis vascular. Independientemente de
manifiestan con plenitud en la fase evolutiva ella, se observa incapacidad para prestar atención
avanzada. y concentrarse; pérdida de la memoria, sobre
todo para los acontecimientos recientes; deso-
1. Síndromes neurológicos paraneoplásicos (no
debidos a metástasis). Entre ellos, citaremos, las
polineuritis (sensitivas o sensitivomotoras); mio- “La encefalopatía respiratoria, también llamada «hipercáp-
patías (no asociadas a lesiones cutáneas, como en nica o carbonarcótica», puede definirse como un cuadro mor-
la dermatomiositis, ni nerviosas) con debilidad, boso con sintomatología neurológica y psíquica, provocado por
la hipercapnia, hipoxia y otros desórdenes bioquímicos, directa
reducción de la masa muscular y dolores a nivel o indirectamente, dependientes de la deficiente ventilación al-
de los músculos próximos al tronco (el subir es- veolar. Este desorden metabólico del tejido nervioso es irrever-
caleras y el levantarse de unasilla, son activida- sible en fase avanzada.
Neumología 89

rientación en el tiempo, y espacio; menos veces buscan alivio en actitudes forzadas y a veces pe-
existe irritabilidad, agitación psicomotriz e inclu- culiares, como inclinar el tronco hacia delante
so manifestaciones psicóticas maníacas O para- apoyándose en un soporte; en esta posición, el
noides en sujetos psicolábiles. mediastino bascula hacia delante con una mejor
3. Manifestaciones motoras. Temblor fino, de ventilación de la base del pulmón.
carácter intencional; temblor amplio idéntico al El decúbito en cama es indiferente en los en-
flapping tremor descrito por Adams y Foley, en la fermos broncopulmonares puros. Llama la aten-
fase inicial del coma hepático; mioclonías, que ción que cianóticos y disneicos puedan dormir
coinciden con la fase apneica de la respiración de con una sola almohada (cosa imposible en las
Cheyne-Stokes (frecuente en estos enfermos), y restantes disneas, en especial por insuficiencia
crisis convulsivas epileptiformes en caso de hipo- cardíaca) o sin ella en decúbito dorsal o mejor
xia aguda transitoria por una momentánea obs- ventral.
trucción de las vías aéreas. El decúbito lateral sobre el lado enfermo es de
rigor en las supuraciones pulmonares y bron-
quiectasias, con la finalidad de dificultar el paso
E INSPECCIÓN de las secreciones al árbol bronquial y evitar así
la molesta tos nocturna; en la neuralgia intercos-
Se realiza de una manera ordenada. En un pri- tal, pleuritis seca y neumotórax espontáneo, para
mer tiempo, se examina al enfermo(inspección so- inmovilizar el hemitórax y disminuir la intensi-
mática general); luego, se centra la atención sobre dad del dolor, y en la neumonía, para aprovechar
el tórax en reposo (inspección local estática) y du- al máximo el pulmón sano.
rante los movimientos respiratorios (inspección lo- Si la lesión es bilateral (derrame, focos bron-
cal dinámica). coneumónicos en ambos pulmones) es obligada
la posición semisentada, reclinándose algo sobre
el lado más afecto.
INSPECCIÓN SOMÁTICA GENERAL

La inspeccción somática general comprendeel Facies


examen de la actitud, facies, constitución, estado
de nutrición, piel y faneras. Las facies más características son las siguien-
tes:

Actitud 1. Facies adenoidea. Por la ocupación farín-


gea con respiración bucal. La boca se mantie-
La actitud que adopta el enfermo suministra ne entreabierta, primero sólo durante el sueño
datos muy valiosos. La mayoría tienen una finali- cuando el niño se halla en decúbito supino, y
dad antiálgica o buscan un alivio de la disnea. después durante el día. El labio superior es cor-
El examen en la posición erguida no suele ser to y no recubre por completo los incisivos supe-
muy demostrativo. En los procesos consuntivos riores; los pómulos sc hallan aplanados, de
(tuberculosis, cáncer, etc.), llama la atención una manera que el plano del párpado inferior se
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito,

flojedad general y un andar cansino. En ciertos continúa con el del pómulo, sin línea de demar-
casos, la contractura muscular refleja ocasiona la cación; los ojos son saltones, la mirada adorme-
contorsión homolateral del tronco, con inclina- cida, y la fisonomía inexpresiva y abotargada.
ción de la cabeza hacia el lado afecto (signo de La nariz está deprimida transversalmente en
Bosco). toda su extensión y disminuida de volúmen,
En ciertas neoplasias bronquiales, el enfermo con los orificios pequeños y estrechos. El inte-
puede adoptar un aspecto endocrinopático prece- rior de la boca es elevado y angosto, con la hó-
diendo durante meses a la identificación del pro- veda palatina de forma ojival; esto hace que el
ceso maligno causal, como aspecto cushingoide, extremo anterior del arco dentario y los incisi-
así como cuadros hipotiroideos y ginecomastia vos sobresalgan «en punta de almendra». Si ob-
uni o bilateral poco dolorosa y nunca galactorrei- servamos al enfermo de frente, llama la aten-
ca (con o sin acropaquía). ción en algunos casos el desarrollo relativo del
Los enfermos disneicos graves (enfisemato- maxilar inferior, con aumento del diámetro
sos, silicóticos) después de un esfuerzo físico transversal inferior de la cara.
90 Semiología médica y técnica exploratoria

2. Facies disneica. Es muy dermostrativa en el cuello, parte superior del tórax y ambos brazos
obstáculo de las vías altas (crup, edema de la glo- (edema en esclavina) o limitado sólo a la cara,
tis) y en el asma bronquial. En el primer caso, el cuello o fosas supraclaviculares; cianosis de los
aspecto de la cara es de angustia o susto (facies labios y extremidades digitales o de la cara, cue-
ansiosa), con los ojos muy abiertos y las venta- llos y miembros superiores, y gran ingurgitación
nas de la nariz dilatadas e inmóviles. La cianosis de las venas yugulares.
de los labios y lóbulos de las orejas contrasta con 8 Facies escrofulosa. Se describe aquí habida
la palidez del resto de la facies. La boca permane- cuenta de la relación de la escrófula con la tuber-
ce entreabierta, como parafacilitar la entrada del culosis. Los elementos que la caracterizan resi-
aire. La presencia de un tiraje de predominio alto den en los ojos, nariz y labios. Los ojos, a causa
(regiones suprasternal, supra e infraclaviculares, de la conjuntivitis con formación de flictenas,
epigástrica y espacios intercostales inferiores) y aparecen hinchados y entornados, con el borde
la audición de un ruido inspiratorio grave (corna- de los párpados enrojecido; la abundante secre-
je) o de tono alto (estridor) completan el conjun- ción nasal seropurulenta (debida a la rinitis cróni-
to. En el asma bronquial, la cara está abotargada, ca con gran hipertrofia y tumefacción de la mu-
cianótica, perlada de sudor; las venas cervicales cosa) excoria las ventanas de la nariz y engruesa
son prominentes; las sibilancias respiratorias se el labio superior. La irritación crónica que produ-
oyen a distancia. ce la secreción lagrimal y nasal es causa de un ec-
3. Facies tosferinosa. Durante la crisis y en el cema impetiginoso, el cual se sitúa casi exclusi-
momento de la apnea, la cara y los ojos aparecen vamente en la línea media de la cara. El cuello
inyectados, las venas turgentes, la lengua abar- aparece engrosado por la tumefacción de los gan-
quillada y propulsada. No rara vez está teñida de glios cervicales”.
un leve tinte azul. Fuera de las crisis, persisten el 9. Facies tumoral cerebral. Puede obedecer a
abotargamiento facial, sobre todo palpebral, el una metástasis precoz (20-35 %) de un tumor
lagrimeo y la quemosis conjuntival. maligno bronquial, con el posible diagnóstico
4. Facies neumónica y bronconeumónica. En la erróneo de un tumor cerebral primario. Signos
neumonía, es vultuosa, congestionada pero no cerebrales (o meníngeos difusos) se han señalado
cianótica. Hay aleteo nasal por la intensa polip- en los abscesos pulmonares piógenos y micóti-
nea. Las hendiduras palpebrales abiertas dan la cos, en especial por la Nocardia asteroides.
falsa sensación de procidencia de los globos ocu-
lares. Las conjuntivas se encuentran inyectadas y
a veces con un discreto tinte subictérico. En la Constitución
neumonía caseosa, en vez del aspecto vultuoso y
congestivo del neumónico común, se observa pa- La tuberculosis, como infección, es capaz de
lidez, acentuada por las facciones afiladas y los atacar a todos los humanos, dependiendo su de-
ojos hundidos. Los labios muestran leve cianosis. sarrollo de las posibilidades de infección de la
El rostro del bronconeumónico es algo angus- reiteración en el contagio, de la potencia del
tioso, con cianosis lívida más o menos intensa agente contagiante, de la virulencia del bacilo, de
según la gravedad del proceso, y abundante su- los factores sociales y del ambiente (alimenta-
dor en la cabeza. ción, vida higiénica, drogadicción, hacinamiento,
5. Facies tuberculosa. A veces es poco demos- promiscuidad, profesión, etc.). Existe un grupo
trativa. En las formas caseosas más graves, se de individuos, precisamente aquellos clasificados
presenta el aspecto llamado hético, con palidez como leptosomos o asténicos, que son más vul-
alabastrina de la piel, cierta rubicundez de las nerables a la infección tuberculosa. En ellos, se
mejillas (a menudo con tinte cianótico) y ojos desarrolla frecuentemente, con el cuadro que
brillantes. se conoce clásicamente como «tisis». Por el con-
6. Facies cianótica. Se observa en las bronco- trario, en los sujetos calificados por los pediatras
patías crónicas con enfisema y fallo cardíaco de-
recho. Vultuosa con el tinte más acusado en los
labios. “La denominación de escrófula (Hufeland, Virchow)se apli-
7. Facies mediastínica. Se observa a conse- ca a una forma de tuberculosis cuyas peculiaridades radican en
que la infección recae en un terreno exudativolinfático. Enella,
cuencia de la estasis venosa a nivel de la vena las reacciones tuberculinicas son intensamente positivas. Los
cava superior por un proceso mediastínico casi sujetos escrofulosos ofrecen cierta resistencia a las formas gra-
siempre tumoral. Se observa edemade la cara, ves de la tuberculosis del adulto.
Neumología 91

como diatésicos exudativolinfáticos, la tubercu- sucede en los que muestran predisposición, a ve-
losis tiene más dificultades para desarrollarse. ces familiar, a las cicatrices fibrosas y exuberan-
En el asma bronquial, al lado del alergeno, tes («diátesis queloidea» de Schridde). En éstos es
cuenta el «terreno orgánico». frecuente, si acostumbran a inhalar polvo, la apa-
A igualdad de circunstancias, se observa que rición de neumoconiosis.
la neumoconiosís es más frecuente en los sujetos de En la insuficiencia respiratoria crónica, la piel sue-
hábito pícnico que en los asténicos leptosomos. le tomar, con frecuencia, los caracteres de la piel
Influye en ello la hiperactividad del tejido con- senil. El espesor de la dermis es muy reducido y
juntivo (muy frecuente de los pícnicos), que tien- la colágena se altera tanto en su estructura como
de hacia la fibrosis y el enquistamiento delas le- en sus caracteres tentoriales. El conjunto de estos
siones del pulmón. datos la semejan, sin confundirla, con la del «sín-
drome de la piel transparente».
En la embolia grasa del pulmón, casi siempre se-
Estado de nutrición cuente a fractura de huesos largos (los cuales tie-
nen un elevado contenido de grasa), aparecen
Los tumores malignos, supuraciones crónicas, junto con las manifestaciones cerebrales (ansie-
colagenosis y tuberculosis pulmonar, desnutren y dad, confusión, coma) y pulmonares, un rash pe-
a la larga pueden caquectizar al sujeto. No debe tequial situado, preferentemente, en el pliegue
olvidarse que ciertas formas hematógenas mono- axilar anterior y en el saco conjuntival inferior.
viscerales (renales) son compatibles con un buen Este rash petequial es patognomónico del síndro-
estado de nutrición. me, pero puede no aparecer hasta fases avan-
zadas.

Examendela piel y faneras Osteoartropatía hipertrófica tóxica (OHT)


y dedos en palillos de tambor. Se trata de
Es llamativo el tinte amarillogrisáceo de los un síndrome de hipertrofia dolorosa ósea y de las
tuberculosos cavitarios, y su palidez extrema des- partes blandas de las extremidades debido a cau-
pués de hemoptisis copiosas. sas múltiples.
En el cáncer bronquial, aspergilosis pulmonar Los dedos en «palillo de tambor o hipocráticos»
primaria y tuberculosis hematógena diseminada, pueden aparecer aislados o preceder al desarrollo
pueden observarse nódulos cutáneos con tenden- de la OHT. En el primer caso, se consideran
cia a supurar y ulcerarse o sin ella. Las lesiones como una forma abortiva o frustrada de esta últi-
cutáneas tuberculosas (tubercúlides) se acompa- ma. Se caracterizan por la existencia de una de-
ñan de un curso evolutivo tórpido de las pulmo- formación que consiste en una incurvación en
nares. sentido longitudinal y transversal de las unas
El eritema nudoso motiva una erupción simétri- (uñas en cristal de reloj) aislada o asociada a unahi-
ca de nódulos subcutáneos ovalados, rojos, duros pertrofia, en forma de maza, de las partes blan-
al tacto, localizados en las espinillas, en la super- das de las falangetas (dedos hipocráticos; en palillo
ficie de extensión de los brazos y en las nalgas. de tambor). Más frecuentes en los varones (8:1),
Después de dos o tres días, las lesiones comien- suelen comenzar por los dedos pulgar y gordo
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

zan a desaparecer con un cambio gradual de co- para extenderse luego a los restantes. Evolucio-
lor, pasando del rojo vivo al violeta y al amarillo nan lenta y solapadamente en el curso de años en
(eritema contusiforme); es frecuente que sigan algunos casos, sin embargo, en otros casos se for-
brotando nuevos elementos durante varias sema- man con rapidez, en pocos meses, acompañán-
nas. Las lesiones nunca supuran ni ulceran. La dose de sensación de calor e incluso dolor. La
erupción va precedida o acompañada de signos anomalía acostumbra ser bilateral y simétrica,
generales, como fiebre, artralgias, trastornos di- aunque no es raro que esté más acentuada en un
gestivos, etc. solo lado y, especialmente, en el que reside la
Los sujetos portadores de cicatrices en la región afección neoplásica pleuropulmonar o cuando
cervical procedentes de una tuberculosis cutánea hay un aneurisma en el cayado aórtico, tronco
(escrofuloderma) curada, rara vez enferman de braquiocefálico, subclavia o axilar.
tuberculosis pulmonar (ley de Marfan) y si ello El dedo hipocrático único ha sido hallado en
ocurre, el proceso evoluciona, casi sin excepción, pacientes con gota, sarcoidosis o después de un
hacia las formas fibrosas menos graves; lo propio traumatismo. El diagnóstico de esta anomalía no
92 Semiología médica y técnica exploratoria

Dedos
hipocráticos
(en maza)
>160" Métodocorrecto
Normal La
160*
yan

Muy ligero

160?

Moderado
Método incorrecto

Dedo normal
con curvatura ungueal

Avanzado

Fig. 2-8. Comparación entre un dedo normal y un Fig. 2-9. Examen de los dedos en palillo de tambor;
dedo en maza o hipocrático; el ángulo ungueodigital es la palpación debe efectuarse en sentido distal. El borde
más abierto en este último. Normalmente, la uña for- de la uña se aprecia claramente.
ma con el dedo un ángulo de 160*.

ofrece dificultad alguna; en caso de duda, portra- maleolar está engrosada y, a veces, la tumefac-
tarse de un estadio incipiente se valora el «signo ción se extiende al tercio inferior de la pierna.
del perfil» (fig. 2-8) y los datos aportados por la Con frecuencia se observan trastornos vasomo-
palpación posterior de la uña, cuya raíz, clara- tores, que se manifiestan en forma de calorlocal,
mente apreciada, aparece como fluctuante en los edema, cianosis, hiperhidrosis.
tejidos blandos que la circundan (fig. 2-9). La OHT, tanto en estadio precoz (uñas en
El hipocratismo digital familiar se observa en cristal de reloj, dedos hipocráticos) como avanza-
sujetos de familias completamente sanas. Este de- do, es una afección hasta cierto punto reversible;
fecto estético heredado, se instaura alrededor de la al suprimir la causa (neumectomía por neopla-
pubertad. Evolucionasin signos inflamatorios. sia), las lesiones desaparecen en semanas o me-
En la OHT, la manifestación objetiva primor- ses. A veces, a las pocas horas de la intervención
dial es el aumento de volumen, casi siempre si- el paciente encuentra un gran alivio de sus mo-
métrico, que experimentan las partes distales de lestias.
las extremidades. Las manos son de gran tama-
ño, con los dedos gruesos en forma de palillo de
tambor y uñas en cristal de reloj. La región meta- INSPECCIÓN DEL TÓRAX
carpiana está también hipertrofiada, aunque me-
nos que los dedos. Las muñecas se hallan engro- Se divide en estática y dinámica, según se
sadas, lo que produce en la parte inferior del examine el tórax en reposo o durante los movi-
antebrazo un rodete transversal. La piel es rugo- mientos respiratorios.
sa, comosi el revestimiento cutáneo fuera exce- Antes de comenzar la exposición del tema, es
sivo respecto a la parte interesada. Los pies pre- conveniente recordar algunas líneas y puntos de re-
sentan igual deformación que las manos; los ferencia, que son necesarios para la localización
dedos, en forma de badajo de campana, tienen topográfica de los procesos patológicos pleuro-
las uñas gruesas y en vidrio de reloj. La región pulmonares.
Neumología 93

La «jaula» o caja torácica se encuentra limitada


porlas costillas, las cuales tienen una fuerte direc-
ción oblicua de atrás adelante y de arriba abajo,
hasta el punto de que una horizontal que pase
por la extremidad anterior del primer cartílago
costal alcanza, en la espalda, el nivel de la IV cos-
tilla. La abertura superior del tórax es también
fuertemente oblicua y contiene la zona del vértice
pulmonar, que, especialmente en su parte ante-
rior, es completamente extratorácica, ya que as-
ciende de 2-4 cm por encimadela clavícula.
El límite inferior del tórax parte de la base del
apéndice xifoides (que señala el punto de inser-
ción del VII cartílago costal), sigue la arcada cos- Fig. 2-10. Técnica para buscar el ángulo de Louis.
tal y termina a nivel de la T12 siguiendo el borde Por corresponder exactamente a la inserción del segun-
superior de la última costilla. El cartilago de las do cartílago costal en el esternón, constituye un exce
lente punto de referencia para contar las costillas y los
VITIX-X costillas (la Xi y la X1 son flolantes) se
espacios intercostales.
une con el del lado opuesto a la altura del apén-
dice xifoides limitando el «ángulo epigástrico o
de Charpy»el cual tiene, en los sujetos normales,
un valor de 70-80".
En la unión del mango con el cuerpo del ester- cuello y el tórax. Sirve como punto de partida
nón,se aprecia una arista horizontal llamada «án- para numerar las vértebras dorsales. Se hace más
gulo esternal» (o de Louis), la cual corresponde palpable inclinando la cabeza hacia delante. Si
exactamente a la inserción del Il cartílago costal son dos las vértebras prominentes, la inferior es
en el esternón. Es un punto de referencia muy la buscada; si tres, la del medio es la C7.
valioso para contar las costillas y los espacios in-
tercostales. Líneas de referencia. Las más usadas en
Se procede, comprendiendo entre el pulpejo clínica, son las que a continuación citamos (figu-
de los dedos medio e índice, la arista menciona- ra 2-11):
da (cuando hay dos, la superior es la que marca
la inserción del II cartílago costal); luego, desli- 1. Mediosternál. Desciende a lo largo del eje
zándose a derecha o izquierda, estos dedos cir- medio del esternón, desde la fosa yugular hasta
cunscriben la II costilla, por encima y por debajo el apéndice xifoides. Divide la pared anterior del
de la cual se encuentran el [ y Il espacios inter- tórax en dos mitades simétricas.
costales, respectivamente (fig. 2-10). Una vez re- 2. Parasternal. Parte de la articulación ester-
conocida la II costilla y el 1 y Il espacios, los res- noclavicular y sigue todo el borde esternal.
tantes se cuentan de arriba abajo tomando cada 3. Mamilar. Es la vertical que pasa por el pe-
costilla entre el pulgar y el índice, teniendo cui- zón y, aproximadamente, a unos 10 cm del bor-
dado de hacerlo siguiendo la línea vertical que de esternal.
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

pasa por el mamelón. Este recuento resultaría di- 4. Línea medioclavicular. En las mujeres, por
fícil si se tratara de hacerlo junto al esternón, por- razones obvias y por ser el punto de referencia
que en este lugar los cartílagos costales, sobre muy variable, la línea mamilar no nos sirve; se
todo los inferiores, se encuentran muy próximos recurre entonces a la mediclavicular, la cual
entre sí y unidos íntimamente por ligamentos. Si queda señalada por la vertical, que se tira desde
no se sigue esta técnica es fácil equivocarse al la mitad de la distancia entre las articulaciones
contar las costillas y los espacios intercostales, esternoclavicular y acromioclavicular media
pues aquéllas quedan recubiertas por la extremi- a lo largo de la clavícula, o mejor, a lo largo de
dad interna de la clavícula y no son accesibles a la horizontal que pasa por la T articulación es-
la palpación. La primera costilla palpable es, numéri- ternocostal. Dista 7-10 cm de la línea medios-
camente, la Il. ternal.
En el plano posterior, el borde superior de la 5. Axilar anterior. Desciende verticalmente
escápula corresponde a la II costilla, y el ángulo del punto en que el borde inferior del músculo
inferior a la VII. La C7 señala el límite entre el pectoral mayor forma un ángulo con la pared la-
94 Semiología médica y técnica exploratoria

10. Escapulospinal. Es una horizontal que si-


gue la espina de la escápula, trazada desde la lí-
nea vertebral, Señala, al cruzar la columna verte-
bral, la apófisis espinosa de T3. Es un punto de

H
referencia del origen de las cisuras pulmonares.
11. Infrascapular. Es una horizontal que pasa
por el ángulo inferior de la escápula, corta la co-
lumna entre las apófisis de T7-T8.
12. Basilar. Señala la base del pulmón. Co-
rresponde a T12. Se busca, a cuatro dedos, por
debajo del ángulo de la escápula.
13. Basal de Mouriquand. Corresponde al lí-
mite del fondo de saco costodiafragmático, y es
el máximo nivel alcanzado por el pulmón en la
inspiración forzada. Se obtiene uniendo con una
horizontal el punto en que la XII costilla corta la
masa lumbar. Se busca haciendo inclinarel suje-
to hacia delante.
14. De Piorry. Une la articulación esternocla-
Fig. 2-11. Líneas convencionales y regiones de la vicular izquierda con la extremidad libre de la X1
parte anterior del tórax. Líneas: 1, clavicular; 2, tercera costilla del mismo lado. Tiene cierto valor, como
costal; 3, sexta costal; 4, parasternal;, 5, medioclavicu- consideraremos más adelante, para la limitación
lar; 6, esternal; 7, mediosternal. Regiones: E, esternal; topogrática del bazo.
H, hipocondrio; IC, infraclavicular, M, mamaria; 5€, su-
praclavicular
Regiones anatómicas del tórax y órganos
contenidos en ellas. Señalaremos los más im-
portantes:
teral del tórax permaneciendo el brazo horizon-
tal. Entre ambaslíneas axilares anteriores se limi- 1. Supraclavicular, Resulta limitada por la cla-
ta la pared anterior del tórax. vícula, el borde superior del músculo trapecio y
6. Axilar media. Desciende vertical a partir el borde posterior del músculo esternocleidomas-
del vértice de la axila. toideo (fig. 2-11 SC). Desde el punto de vista
7. Axilar posterior. Corresponde a la dirección anatomotopográfico, corresponde al vértice del
de una plomada que cae desde el borde inferior pulmón, el cual sobresale 2-4 cm por encima de
del músculo gran dorsal, permaneciendo hori- la clavícula. En su parte interna, y en el ángulo
zontal el brazo. Entre la línea axilar anterior y la formado por la clavícula y la cabeza medial del
posterior, se limita la pared lateral del tórax, y músculo esternocleidomastoideo, se encuentra el
entre ambas líneas axilares posteriores, la pared «punto de auscultación del asma», de Guttmann.
torácica posterior. 2. Suprasternal. Corresponde al borde ante-
8. Vertebral. Es una vertical que sigue las rior de ambos músculos esternocleidomastoideos
apófisis espinosas de las vértebras. Se determina y al superior de :a horquilla esternal. Contiene la
marcandoconel lápiz dermográfico una serie de laringe, parte de la tráquea y la glándula tiroides.
puntos correspondientes al vértice de cada una 3. Infraclavicular. Se encuentra comprendida
de las apófisis espinosas y reuniendo después, entre el borde inferior de la clavícula, el superior
con un trazo único, la serie de índices así obteni- de la II costilla, la línea mediosternal por dentro,
dos; o también frotando rápida y vigorosamen- y la axilar anterior por fuera (fig. 2-11 IC). Co-
te, en sentido descendente, con la uña del pulgar rresponde en el lado derecho a la proyección de
o un objeto romo, las eminencias óseas que se la mayor parte del lóbulo superior derecho, y en
presentan; el frote determina a los pocos segun- el izquierdo, a la mitad superior del lóbulo supe-
dosla aparición de una línea eritematosa que in- rior del pulmónde este lado.
dica, con suficiente exactitud, la dirección del eje Presenta una ligera depresión debajo de la cla-
vertical. vícula, más acentuada en su parte externa, donde
9. Escapular. Es una vertical que pasa por el se dibuja una fosita de forma triangular con la
borde interno del omóplato. base a nivel del tercio externo de la clavícula, y el
Neumología 95

vértice en la unión del músculo pectoral mayor


con el músculo deltoides, llamada «fosa de Moh-
renheim».
4. Mamaria. Está limitada, por arriba, por el
borde inferior de la región infraclavicular y por
abajo, por una horizontal trazada a la altura de la
inserción esternal de la VI costilla. En ella se en-
cuentra la mama (fig. 2-11 M). En los hombres
musculados, se hace ostensible un surco que si-
gue el borde inferior del pectoral. Corresponde,
en el lado derecho, en su mayor parte, al lóbulo
medio del pulmón derecho, y hacia afuera y aba-
jo, a una pequeña parte del lóbulo inferior. En el
lado izquierdo, corresponde a la porción inferior
del lóbulo superior, y en su parte inferior y exter-
na, a una pequeña porción inferior del lóbulo in-
ferior.
5. Hipocondrios (derecho e izquierdo). Entre
las horizontales que corresponden a la VIcostilla
por arriba y la X por abajo. Su límite externo es
la línea axilar anterior, y el interno, la línea me-
diosternal y reborde de las falsas costillas (figu-
ra 2-11 H). Contienen órganos abdominales (higa-
do en el lado derecho, bazo y estómago en el iz Fig. 2-12. Líneas convencionales y regiones de la
quierdo) y el seno costodiafragmático inferior, parte lateral del tórax. Líneas: 1, axilar anterior; 2, sexta
que se halla ocupado por las bases pulmonares costal; 3, axilar media; 4, axilar posterior; 5, prolonga-
durante las inspiraciones profundas. ción de la línea esternal. Regiones: A, axilar; lA, infra-
6. Axilar. Está limitada por las dos líneas axi- axilar.
lares, anterior y posterior, siendo su límite supe-
rior el hueco axilar y el inferior, la línea de la VI
costilla (fig. 2-12 A). Se estrecha a medida que se
asciende, a causa de los relieves que forman las delgadez, no cuentan), constituye un sitio apro-
masas musculares del pectoral por delante y del piado para abordar el pulmón subyacente. Existe
gran dorsal por detrás. Debido a que esta región la posibilidad de alcanzar el Il espacio intercostal
se encuentra desprovista de espesores muscula- si tenemos la precaución de auscultar o percutir
res (las digitaciones del gran dorsal, por su gran sobre el vértice de la axila, haciendo que el enfer-
mo levante el brazo y lo dirija muy hacia atrás.
7. Infraaxilar. Esta región, situada entre el lí-
mite inferior de la anterior y el reborde de las fal-
“Es preciso hacer hincapié sobre la especial disposición ana-
sas costillas, es convexa de arriba abajo y en sen-
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

tómica de esta región. La clavícula, que se articula en su extre-


midad interna con el esternón, por encima de la articulación de tido transversal (fig 2-12 IA). Corresponde a la
la I costilla, se dirige transversalmente hacia fuera en busca del base del pulmón derecho, y a la base del pulmón,
omóplato. La caja torácica, por el contrario, muy angosta a este seno costodiafragmático, estómago (espacio de
nivel, sólo conserva brevemente esta dirección transversal no
tardando en dirigirse hacia atrás, alejándose por tanto de la ula-
Traube) y bazo, en el izquierdo.
vícula y del plano transversal correspondiente a la pared cutá- 8. Suprascapular (o supraspinosa). Tiene for-
nea a este nivel. Al mismo tiempo, y como consecuencia de la ma triangular. Está limitada por la columna dor-
oblicuidad de las costillas hacia arriba y atrás, las dos primeras sal, espina del urmóplato y el borde superior del
costillas y el primer espacio limitado son cruzados, a la manera
de un puente, por la clavícula. De ahí que la exploración del
hombro por fuera (fig. 2-18 SEE y SED. Se halla
vértice del pulmón en esta región sólo sea posible en la parte en relación con el lóbulo superior del pulmón y
superior e interna. Si intentamos percutir el vértice pulmonar y con la proyección de la tráquea en su parte inter-
lo hacemos algo por fuera, la dirección anteroposterior de las na. En ella, se encuentra la llamada zona de alar-
costillas, en contraste con la transversal de la piel, hace que el
resultado sea poco preciso, a menos que se tome la precaución
ma de Chauvet, uno de los sitios más aptos para
de aplicar estrechamente y con fuerza el dedo plesímetro con descubrir por auscultación el comienzo apical de
el fin de aproximarse lo más posible a la caja ósea. la tuberculosis pulmonar. Se encuentra en la mi-
96 Semiología médica y técnica exploratoria

Proyección de los órganos torácicos en las principa-


les líneas y regiones(figs. 2-14 y 2-15):

1. Tráquea. Penetra en la caja torácica por


detrás de la horquilla esternal, y en su línea me-
dia. Á poco se divide en los dos bronquios, el de-
recho y el izquierdo. La tráquea, en su bifurca-
ción, corresponde exactamente al ángulo de
Louis por delante y al disco intervertebral entre
T4-T5 pordetrás.
2. Pulmones. Tienen la forma semicónica, de
base inferior, en relación con el músculo diafrag-
ma, y vértice superior,
El pulmón derecho presenta en su cara exter-
na dos surcos profundos o cisuras pulmonares,
que lo dividen en tres lóbulos, el superior, medio
e inferior.
Fig. 2-13. Líneas convencionales y regiones de la
parte posterior del tórax. Líneas: 1, escapulospinal;
El pulmón izquierdo sólo presenta una cisura,
2, vertebral; 3, escapular; 4, infrascapular; 5, axilar pos- y por tanto dos lóbulos, el superior y el inferior.
terior; 6, duodécima dorsal. Regiones: E, uscapular; EV, es- Al precisarla situación topográfica de este ór
capulovertebral; IEE, infrascapular externa; IEl, in- gano, consideraremos sucesivamente la de su
frascapular interna; SEE, suprascapular externa; SEl, vértice, bordes, base, cisuras, lóbulos y la de
suprascapular interna. la túnica serosa que lo envuelve, es decir, de la
pleura:

tad de la línea trazada desde el espacio que existe a) Vértices. Se extienden por delante 2-4 cm
entre las apófisis espinosas de C7 y T1 hasta la por encima del borde superior de la clavícula, y
prominencia, muy aparente y fácilmente palpa- por detrás hasta el nivel de la apófisis espinosa
ble, situada hacia la parte media de la espina de de la C7. El vértice derecho está más próximo a
la escápula, que se conoce con el nombre de «tu- la tráquea, pues entre ésta y aquél no se interpo-
bérculo del trapecio». ne la arteria subclavia, como ocurre en el lado iz-
9. Escapular, Se encuentra limitada por arri- quierdof,
ba y abajo por las horizontales que pasan por la b) Bordes. Comprendeel anterior, posterior e
espina y ángulo inferior de la escápula, respecti- inferior:
vamente. Su límite interno es el borde dela escá-
pula y el externo la línea axilar posterior (figu- —- Anterior. Parte de la articulación esterno-
ra 2-13 E). Es de escasa importancia semiológica, clavicular y sigue un trayecto oblicuo hacia abajo
pues el plano óseo de la escápula y las masas y adentro hasta encontrarse con el del lado
musculares que la recubren constituyen un obs- opuesto a la altura del «ángulo de Louis». De ahí
táculo casi insuperable para la exploración física. desciende paralelamente hasta el IV cartílago,
10. Escapulovertebral. Entre el borde interno donde diverge. En la margen derecha, desciende
de la escápula y la columna dorsal, en la porción aún, verticalmente, hasta el V cartílago, desvián-
comprendida entre las apófisis espinosas de T3-
T7. Sus límites superior e inferior son las hori-
zontales que pasan por la espina y ángulo infe- * Los límites de la proyección de los vértices en la superficie
rior de la escápula (fig. 2-13 EV). Está en relación de la base del cuello son, por delante, una línea que partiendo
con el lóbulo superior e inferior del pulmón y de la articulación esternoclavicular se dirige verticalmente hacia
arriba hasta 2-4 cm a lo largo del músculo esternocleidomastoi-
con el bronquio principal. deo. De esta altura, la línea se encorva hacia abajo y afuera y
11. Infrascapular. Por debajo de la horizontal va a cruzar la clavícula a la altura de la unión del tercio interno
que pasa porel ángulo de la escápula (fig. 2-13 IEl con el tercio medio. En el plano posterior, los límites son una
e IEE). Su exploración es fácil y útil, pues aborda- línea que partiendo a 3 cm de la línea vertebral, a la altura de la
apófisis espinosa de T3, se dirige hacia arriba hasta la vértebra
mos directamente el lóbulo inferior del pulmón y prominente, donde se inflexióna hacia abajo y afuera para cru-
el fondo de saco inferior de la pleura. «Es la re- zar la espina de la escápula en la unión del tercio interno con el
gión más sonora del plano posterior». tercio medio.
Neumología 97

Vértice del pulmón Vértice del pulmón

Cisura
interlobular

Bordeinferior Bordeinferior
pulmón pulmón

Límite inferior Límite inferior


pleura derecha pleura izquierda

Fig. 2-14. Lítites del pulmón y de la pleura, vistos Fig. 2-15. Lírmtes del pulmón y de la pleura, visto
por el lado derecho. por el lado izquierdo.

dose entonces hacia fuera para continuarse, a ni- cardíaca», que corresponde al área desnuda del
vel de la extremidad esternal de la VI costilla, con corazón. A nivel del VI espacio, se continúa con
el borde inferior. En el lado izquierdo, el borde el borde inferior (fig. 2-16).
anterior describe, a la altura de los IV y V espa- — Posterior. Es redondeado y transcurre por
cios intercostales, una curva, llamada «incisura el canal costovertebral desde T1 a T12 (fig. 2-17).

Vértice pulmón derecho Vértice pulmón izquierdo

X,

Límite anterior pleura der. 4 - Límite anterior pleura izq.

| Borde anterior pulmón izq.


O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Borde anterior pulmón der. ...

X;

- Escotadura cardíaca

Borde inferior pulmón der. Borde inferior pulmón izq.

Seno diafragmático Seno diafragmático


Límites pleurales
inferiores

Fig. 2-16. Límites de los pulmones y de la pleura, vistos por delante.


98 Semiología médica y técnica exploratoria

Vértice pulmón izquierdo

SN]
Borde inferior pulmón izq. LJ Borde inferior pulmónder.

Límite interior pleura izq. | Límite inferior pleura der


y)

Fig. 2-17. Imagen posterior de los pulmones. Límites inferiores pulmonar y pleural.

— Inferior. Comienza a nivel de la extremi- e) Lóbulos. Tres de ellos corresponden al pul-


dad interna del VI cartílago; de allí se dirige hacia món derecho y dos al izquierdo. Recordandola
atrás y abajo cruzando el VI espacio a nivel de la disposición de las cisuras, podemos darnos cuen-
línea mamilar, el VII sobre la línea axilar, la IX ta de cómo queda constituida la cara posterior
costilla en la línea axilar posterior y la X costilla del tórax en ambos lados; por la cara poste-
sobre la línea escapular. Alcanza el raquis a nivel rior del lóbulo superior, la porción que queda por
de la apófisis espinosa de 111. Desciende de 3- encima de la 1 costilla, aproximadamente a ni-
4 cm durante la inspiración, ocupando entonces vel de la espina de la escápula, y por la cara pos-
el espacio que le ofrece el seno costodiafragmáti- terior del lóbulo inferior, la porción que queda
co vacío. por debajo de dicha costilla. En la cara anterior, a
la izquierda, el lóbulo superior; a la derecha, el
c) Base. Se adapta a la convexidad del dia- lóbulo superior y el lóbulo medio. En la región
fragma. La base del pulmón derecho se encuentra lateral del tórax, lado derecho, se encuentran los
más elevada a causa de la presencia del hígado, el tres lóbulos; en el izquierdo, sólo dos.
cual empuja hacia arriba el hemidiafragma co- ) Región hiliar. El hilio del pulmón se en-
rrespondiente. cuentra situado en la cara interna de los pulmo-
d) Cisuras. Corresponden, dos al lado dere- nes, en la unión del tercio posterior con los dos
cho y una al lado izquierdo. La cisura principal tercios anteriores, y a media distancia de la base
parte de la columna vertebral, a la altura de la y del ápice. La región hiliar corresponde, por de-
apófisis espinosa de T3. Se dirige oblicuamente lante, al IIl espacio intercostal, junto al esternón,
hacia delante, abajo y afuera; cruzala línea axilar y por detrás al V espacio intercostal en las proxi-
posterior, a la altura de la V costilla, para termi- midades de la columna vertebral.
nar, en la línea medioclavicular a nivel de la VÍ cos- g) Pleuras. Sus límites rebasan ligeramente
tilla. La cisura principal derecha emite, en el pun- los márgenes pulmonares, constituyéndose los
to en que cruza la línea axilar posterior, una «espacios pleurales complementarios» o de reser-
rama (cisura accesoria o secundaria), la cual des- va, el más importante es el complementario infe-
pués de un trayecto horizontal, va a terminara la rior, que corresponde al seno costodiafragmático.
derecha del esternón, a la altura del IV cartílago Comienza a nivel de la extremidad interna del
costal. VI cartílago costal, de allí, dirigiéndose hacia
Neumología 99

atrás, cruza la X costilla sobre la línea axilar, la XI Es muy útil la retención de esta topografía, en
a 10 cm de la línea mediospinal, a la que alcanza profundidad, de los Órganos, porque su superpo-
a nivel del borde inferior de la XII costilla. Este sición hace que, a un mismonivel, una alteración
seno diafragmático, lleno durante la inspiración determinada de la exploración física pueda ser
por descenso de las lengúetas pulmonares, se en- referida a varios Órganos, y además modifica los
cuentra vacío sobre unos 3-5 cm durantela espi- signos físicos de exploración; así, la proximidad
ración. de la tráquea al vértice pulmonar, especialmente
a la derecha, hace que el ruido respiratorio que se
Puntos de referencia para localizar las es- ausculta tenga un carácter bronquial; los ruidos
tructuras profundas. Terminaremos insis- de deglución pueden ser oídos en el área posver-
tiendo sobre la utilidad de tomar como puntos tebral, especialmente a la izquierda, debido a la
de referencia el «ángulo de Louis», la clavícula, la proximidad del esófago; un desplazamiento del
escápula y la columna vertebral, para la localiza- hígado dará una oscuridad percutatoria en la
ción de los órganossituados en la profundidad: base; una hipertrofia de los ganglios traqueales
puede dar una matidez paravertebral, etc.
1. Ángulo de Louis. Nos señala:

a) El nivel donde se une el II cartílago costal Inspección estática de la pared


con el esternón, lo cual nos permite fácilmente del tórax
contar una costilla determinada en la cara ante-
rior del tórax. Es necesaria una buena luz y que las superfi-
b) El punto de bifurcación traqueal y el punto cies objeto del examen se encuentren completa-
más elevado del cayado aórtico. mente expuestas a la vista. La inspección debe
c) El punto inferior del vértice pulmonar. efectuarse con el paciente de pie, sentado o echa-
d) El punto en el cual ambas pleuras se ponen do en la cama, si su estado es grave y no puede
en contacto en la línea media anterior. incorporarse. La observación en dos o tres de es-
tas posiciones puede reportar ventajas.
2. Clavícula. Dividida idealmente en tres ter-
cios, sólo el tercio interno está en relación topo- Recordaremos que las inspecciones parciales
gráfica con el vértice pulmonar, mientras se halla llevan a resultados incompletos y son fértiles en
en contacto directo con la pleura; el tercio medio errores.

se relaciona con el plexo braquial y con los vasos


axilares, y el externo solamente con la articula- Para los planos anterior y posterior, el enfer-
ción del hombro. motiene el tórax erguido, con los brazos colgan-
3. Ángulo superior de la escápula. Corresponde do pasivamente a lo largo del cuerpo; para el exa-
a la II costilla, a nivel de la II apófisis espinosa. La men de las regiones axilar e infraaxilar, coloca la
base de la espina de la escápula está en el Ill es- mano sobre la nuca o cabeza, mientras dirige el
pacio, o sea, donde parte la cisura principal. hombro hacia atrás.
4. Columna vertebral. Los puntos de referen- Aportan datos valiosos la inspección desde los
cia relacionados con la columna vertebral se indi- pies y la oblicua desde arriba (Lig. 2-18). Para la pri-
O MASSON, S.A, Fotocopiar sin autorización es un delito.

can en la tabla 2-2. mera, el enfermo con el torso desnudo se dispo-

Tabla 2-2. Puntos de referencia relacionados con la columna vertebral

Vértebras Cara anterior Cara posterior

TaT3 Vértice del lóbulo superior. Ramas Tráquea y ganglios bronquiales. Esófago.
ascendentes de los bronquios Arco aórtico

T4aT7 Vértice del lóbulo inferior. Base Bifurcación de la tráquea. Aurículas,


anterior de los pulmones corazón, aorta y esófago

T8 a T11 Bases pulmonares. Ramas Los ventrículos llegan hasta la T9,


bronquiales descendentes al igual que el estómago y esófago
100 Semiología médica y técnica exploratoria

riores de los individuos bien nutridos no se ven,


pero aparecen en la parte inferior y laterales del
tórax, donde la musculatura es más débil. Las re-
giones supra e infraclaviculares tienen que for-
mar con la clavícula casi. un plano. A nivel de la
Y costilla de cada lado, se encuentran los pezo-
nes. La VII costilla suele sobresalir más que las
otras en la parte posterolateral del tórax; el hecho
de que sobresalga exageradamente es tan anor-
mal comosi lo hace insuficientemente,
El plano posterior del tórax presenta un abom-
bamiento discreto estando las escápulas aplicadas
de plano y de manera simétrica, cubriendo la II a
la VI costillas. En el hombre con musculatura bien
desarrollada, el tórax tiene forma cónica, con el
vértice dirigido hacia el abdomen y la base hacia
el cuello. En la mujer, es más cilíndrico.
Dentro de la normalidad, la forma del tórax
varía en relación con los distintos tipos constitu-
cionales. En los asténicos, es alargado, estrecho,
con las costillas muy oblicuas y la X flotante; en
los pícnicos, es corto y globuloso, con las costi-
llas casi horizontales, y en los atléticos, llama la
atención el grosor de las partes musculares y
la robustez de las óseas(fig. 2-19).

Fig. 2-18. Inspección del tórax, Oblicuamente desde Deformidades del tórax
arriba,
Pueden ser congénitas o adquiridas. Tanto en
uno como en otro caso, pueden alcanzar el tórax
ne en decúbito dorsal y luego ventral. El médico, en su totalidad o limitarse a una de sus partes.
situado a la distancia aproximada de 1 m, dirige
la visual a lo largo de la línea media anterior del Deformidades congénitas. Se observan
tórax o de la columna vertebral. Estos métodos en un 0,06 %, siendo cuatro veces más frecuen-
son útiles para evidenciar las asimetrías estáticas tes en el sexo masculino:
y dinámicas del tórax normal.
El tórax normal exige una simetría de las dos 1. Tórax paralítico. Es plano y largo, con las
mitades, tanto en su volumen como en su con- costillas muy oblicuas hacia abajo, «ángulo epi-
formación. La pared anterior presenta un ligero gástrico de Charpy» agudo, hombros caídos y es-
abombamiento; se levanta desde la clavícula a la cápulas lateralizadas y dispuestas en forma de
IV costilla y disminuye de aquí en adelante. En la alas (escápula alada). Frecuentemente, falta el
parte media del tórax, aparece un surco vertical cartílago de la X costilla, Dado que la musculatu-
desde la articulación del mango con el manubrio ra es pobre y el panículo adiposo escaso, estas
esternal (arista esternal o de Louis) hasta la apófi- personas, por lo general altas y delgadas, dan la
sis xifoides, y a veces otro transversal, por la de- impresión de ser débiles, habiéndoselas cataloga-
presión del VI y VII cartílagos costales (donde se do dentro del llamado «hábito asténico o de Sti-
inserta la porción anterior del músculo diafrag- ler»,
ma), conocido como «surco de Harrison». El án- 2. Tórax acanalado. Discreto hundimiento
gulo formado porlos dos rebordes costales ante- longitudinal del esternón sin trastorno alguno. Se
riores, al encontrarse con el apéndice xifoides observa en un 1,5 % de los sujetos examinados.
(ángulo epigástrico o de Charpy), debe ser casi 3. Tórax en embudo (pectus excavatum). Predo-
recto (80%). Los espacios intercostales suelen ser mina en el sexo masculino (83,7 %). Adopta dos
algo hundidos, y en las dos terceras partes supe- formas, una circunscrita, recta, y Otra más am-
Neumología 101

4d E)
Infantil Esténico
(Normal)
Hiposténico
(Normal)
Hiperesténico
(Normal)

(DOEnfisematoso Aplanamiento
debido a fibrosis
pleuropulmonar
Pectus
excavatum
(Tórax
acanalado)
Pectus
carinatum
(Tórax
en quilla)

Fig. 2-19, Esquema de los tipos constitucionales del tórax.

plia, casi siempre combinada con un tórax plano estrechez de la abertura torácica inferior. Se ob-
(25,5 %). Por lo general, la parte craneal del es- serva en individuos visceroptósicos con actividad
ternón no participa en la deformación. La retrac- diafragmática deficiente.
ción más notable suele encontrarse junto al bor- 6. Tórax de Davies. Se entiende como tal,
de esternal inferior. El tramo caudal del embudo, una prominencia torácica anterior, bilaleral y si-
por lo menos en su porción periférica, está cons- métrica, de ordinario situada hacia arriba y
tituido a menudo por las partes blandas de la pa- acompañada de una depresión costal en las re-
red abdominal anterior. La distancia esternover- giones submamarias. Esta deformación se obser-
tebral, que normalmente es de unos 20 cm en el va, sobre todo, en la hipertensión pulmonar hi-
adulto, puede haber quedado reducida incluso a percinética, en la estenosis mitral congénita y en
muy pocos centímetros. Cuando la malforma- el corazóntriauricular. Suele producirse en los re-
ción es muy acentuada, el abdomen aparece muy cién nacidos y en la infancia, a consecuencia de
abultado. La musculatura abdominal es débil. La una disminución de la distensibilidad pulmonar.
respiración diafragmática desplaza notablemente 7. Tórax de la disostosis cleidocraneal de Pierre
las vísceras abdominales en sentido caudal. Con Marie-Sainton (displasia o aplasia de la clavícula,
relativa frecuencia, se advierten otras malforma- asociada a lesiones óseas craneales y defectos es-
ciones, a nivel de la columna vertebral; aparte de queléticos). Puede observarse la ausencia bilate-
incurvaciones laterales y deformaciones de los ral del tercio externo de ambas clavículas (en
cuerpos vertebrales, a menudo desaparece la ocasiones, el defecto es unilateral), con una con-
lordosis lumbar, y la columna vertebral dorsal figuración especial del tórax; los hombros se en-
adopta una posición máserecta, llegando a adop- cuentran desviados hacia abajo, adelante y aden-
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

tar incluso a veces una postura de lordosis com- tro, y los segmentos claviculares lo están hacia
pensadora. arriba por la tracción de los músculos esternoclei-
Desde el punto de vista funcional, se obser- domastoideos no contrarrestada por los medios
van trastornos respiratorios (bronquitis, bronco- de fijación que mantienen normalmente la claví-
patías agudas) y circulatorios (el corazón se des- cula. Empujándolos hacia dentro, ambos hom-
plaza hacia el lado izquierdo [62,8 %)). bros llegan casi a tocarse. Como forma incom-
Se atribuye a una disarmonía en el crecimien- pleta de esta displasia, se admite la ausencia
to de las estructuras óseas del tórax. unilateral total o en su porción medial o acro-
4. Tórax piramidal. Prominencia de la parte mial, de una clavícula.
anteroinferior de la caja torácica a la altura del 8. Estenosis relativa de la abertura torácica supe-
apéndice xifoides, por excesivo desarrollo costal. rior. Es de origen congénito, a consecuencia del
5. Tórax piriforme. Recuerda una pera con el hundimiento progresivo del tórax en relación con
pedículo dirigido hacia abajo. El abovedamiento la edad, acentuándose la estasis venosa a nivel de
de la parte superior contrasta con la ostensible la vena cava superior.
102 Semiología médica y técnica exploratoria

Deformidades adquiridas. Son cada vez da. Proyección hacia delante del esternón, con
menos frecuentes, por la posibilidad de prevenir aumento de la abertura torácica inferior, y por
las causas que las motivan: consiguiente del ángulo epigástrico. Cuando esta
propulsión es exagerada, hace prominencia cl
1. Tórax en la obstrucción nasal crónica (casi apéndice xifoides, a veces doloroso. Desapari-
siempre por vegetaciones adenoideas). El pulmón ción de las fosas claviculares, que están por el
se ventila mal, aumentando la presión negativa contrario abombadas, en forma de almohadilla,
endotorácica. Esto motiva actitudes viciosas di- acentuada en los golpes de tos. Relieves muscula-
versas (el sujeto se inclina hacia delante con ele- res, originados porel sobreesfuerzo que las resis-
vación exagerada de los hombros) al mismo tencias respiratorias obligan a los músculos auxi-
tiempo que se observa la depresión del VI y VI liares de la respiración (escalenos, esternoclei-
cartílagos costales (simétrica o con predominio domastoideos, intercostales, trapecio).
de un lado) a causa de la tracción del músculo Los habitantes de las altiplanicies presentan,
diafragma (surco de Harrison). por factores ecológicos, un voluminoso tórax con
2. Tórax raquítico. Las costillas blandas y grandes pulmones y amplio fuelle pulmonar, este
poco elásticas se deprimen proyectando el tórax último dato es el más valorado para diferenciarlo
hacia delante, sobre todo en su parte media; el del gran tórax enfisematoso hipofuncional.
engrosamiento de la unión condrocostal motiva 6. Tórax tuberculoso. En las formas consunti-
una serie de prominencias esféricas palpables, y vas avanzadas, la atrofia de las partes blandas
aun visibles, escalonadas hacia abajo y afuera acentúa cl relieve de las óseas y de la parrilla cos-
(«rosario raquítico»). El abdomen es voluminoso. tal. Las fosas supra e inflaclaviculares son muy
3. Tórax en carena (pectus carinatum). Se carac- profundas, y en la espalda, se dibuja con nitidez
teriza por la protrusión simétrica del esternón, la escápula, cuyo borde interno se separa de la
que muestra un saliente angular y mediano, pared costal (escápula alada). La atrofia predomi-
mientras que los costados se continúan con él a na en el lado más afecto.
la manera de grandes guías que levantan los te- 7. Tórax pleurítico. La anomalía suele ser uni-
gumentos, recordando el «armazón de un navío lateral. En el derrame pleural, el tórax abumba
en el astillero». Se atribuye a crecimiento uni o por el lado correspondiente. Este saliente depen-
bilateral exagerado de los cartílagos costales, em- de tanto de la proyección hacia delante y afuera de
pujando el esternón hacia fuera, o haciéndolo ro- las costillas del lado afecto y de su rotación sobre
dar sobre su eje longitudinal. Según los casos, la su eje fisiológico ficticio, como del traslado del
proyección del esternón y cartílago es uniforme, esternón hacia el lado enfermo, con aplanamien-
o lo proyectado son sólo los cartílagos de uno o to relativo del lado sano. Tal deformación se ori-
de amboslados. Se observa con frecuencia en as- gina especialmente a expensas de las regiones
máticos juveniles. anteriores y laterales del tórax, pues la posterior
4. Tórax en falda. Se caracteriza por un estre- está casi inmóvil durante los movimientos respi-
chamiento circular en «golpe de hacha» a la altu- ratorios. En el lado enfermo, los cartílagos costa-
ra de los pectorales, que contrasta con la disten- les abomban y las costillas quedan en posición
sión globulosa del sector suprayacente y la fija de rotación respiratoria; en el lado sano los
repentina y gran oblicuidad hacia abajo y hacia cartílagos se aplanan y las costillas, arrastradas
afuera, del segmento subyacente, que toma un por el esternón desviado hacia la mitad enferma,
aspecto muy ensanchado. Se asocia a cifosis ra- ejecutan un movimiento inverso al del lado
quídea, a uncierto grado de debilidad general del opuesto.
esqueleto torácico y a veces a un retraso global En el empiema pleural crónico con sínfisis
del crecimiento; es propio, comoel anterior, de pleural, cl hemitórax correspondiente se retrae e
asmáticos jóvenes. inmoviliza; los espacios intercostales se estre-
5. Tórax enfisematoso. Forma globosa del tó- chane incluso llegan a desaparecer, disponiéndo-
rax por el aumento de sus diámetros anteropos- se las costillas comolas tejas de un tejado. Simul-
terier y transverso, rígido y en posición inspirato- táneamente, se produce lordosis con la conve-
ria, que se le ha calificado de «tórax en tonel». xidad dirigida hacia el lado enfermo.
Aumento del relieve costal, con horizontalidad 8. Tórax en la atelectasia pulmonar masiva.
de las costillas y ensanchamiento de los espacios Casi siempre por obstrucción neoplásica de un
intercostales, y que cuando se acompaña de cier- bronquio, el hemitórax aparece inmóvil y retraí-
to grado de cifosis aparece con la espalda redon- do, con los espacios intercostales estrechos y de-
Neumología 103

primidos, y hundidas las fosas supra e infraclavi- pleura (empiema), o pulmón, o de naturaleza sifi-
cular. La columna vertebral puede estar incurva- lítica, tuberculosa, etc. Si son viciosas, hipertrófi-
da hacia el lado afecto. Estos signos de retracción cas o queloideas, permiten formular un pronósti-
rara vez alcanzan la intensidad de las retraccio- co favorable cuando en el momento del examen
nes por esclerosis pulmonar o por paquipleuritis. el sujeto sufre un proceso tuberculoso activo,
9. Tórax cifoscoliólico. La deformidad, sea si- pues son indicio de una capacidad reactiva inten-
métrica O no, es muy patente. El tórax así confor- sa del tejido conjuntivo.
mado, no sólo predispone al enfisema (enfisema 4. Estrías lineales (vinosas si son recientes, O
toracógeno), sino también, por la elevación del anacaradas si son antiguas). Propias de los proce-
diafragma y la discolocación de los grandes va- sos que motivan la distensión exagerada del re-
sos, a complicaciones cardíacas. vestimiento cutáneo de un hemitórax en intensa
10 Tórax escafoideo. Se observa en la siringo- función vicariante.
mielia. Se caracteriza por el hundimiento de la 5. Vesículas. Si están a lo largo del trayecto
parte superior del esternón, acompañado a veces de un nervio intercostal (sin rebasar la línea me-
de subluxación de ambasclavículas. dia), son propias del herpes zoster (al curar pue-
11. Tórax de polichinela. Es propio de sujetos den dejar manchas acrómicas indelebles y man-
acromegálicos. Llama la atención del observadorel chas de color «café con leche» como en el sín-
enorme desarrollo total, con cifosis cervicodorsal, drome de Albricht y neurofibromatosis).
robustísimas clavículas y estemón prominente. 6. Equimosis. Si están en la raiz del tórax con
12. Tórax telescopado. Es propio de los suje- tendencia a difundirse, por traumatismo medias-
tos con enfermedad de Paget. Corresponde a un tínico; o un rash petequial en el pliegue axilar an-
acortamiento del tórax, al que se suma la promi- terior y saco conjuntival inferior, en la embolia
nencia de ambas clavículas y una cifosis acentua- grasa del pulmón, secuente a fracturas de los
da. Ello, junto con la gran incurvación de los huesos largos.
miembrosinferiores, tiene como consecuencia el 7. Eritema ab igne (cutis marmóreo). Limita-
que los brazos aparezcan comocolgantes, llegan- do a una zona, viene indicado por un proce-
do sus extremos hasta las rodillas. so duluroso que ha requerido la frecuente aplica
ción de calor local, a por el excesivo uso de lám-
paras de luz ultravioleta para conseguir un bron-
Observaciones derivadas de la inspección ceado cutáneo artificial.
estática de la pared del tórax 8. Dermografismo rojo o blanco. La inestabili-
dad vasomotora es causa de la aparición de una
Comienza con los signos cutáneos. Á conti- roncha lineal roja al rascar la piel con la uña o
nuación, y ayudados por el tacto, nos daremos con un objeto romo.
cuenta del estado de las masas musculares, del 9. Csinecomastia. Las afecciones torácicas se si-
grosor del panículo adiposo, de las anomalías es- túan en el segundo lugar entre los factores etioló-
queléticas, de la existencia de adenopatías, del gicos de las ginecomastias, después de las afeccio-
aumento o angostura de los espacios intercosta- nes testiculares; el aumento del tamaño de las
les, etc. mamas es moderado, bilateral (si es unilateral es
más frecuente en el lado izquierdo) e indoloro. La
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Anomalías de la piel del tórax. Limitán- causa más comúnes el cáncer de pulmón y el co-
donos a las vinculadas a la patología del aparato rioepitelioma, sin olvidar, a notoria distancia, las
respiratorio, citaremos: bronquiectasias y tuberculosis pulmonar, en espe-
cial tras tratamiento prolongado con hidracidas.
1. Nevos. Revelan una inferioridad contitu- 10. Latidos arteriales. En la coartación aórtica
cional de los órganos (si muestran una topografía del adulto, a medida que va haciéndose más pa-
unilateral no es raro que, en este lado del tórax, tente la circulación colateral, se palpan, y a veces
se localicen preferente o exclusivamente los pro- se ven, latidos arteriales a nivel de los «puentes
cesos tuberculosos). de compensación» (regiones supraclavicular, pa-
2. Acné. En la región escapulovertebral, sig- rasternal, interescapular, intercostal, etc.), en
no de una sugestiva mayor resistencia orgánica donde se pueden también palpar frémitos y aus-
frente a la tuberculosis. cultar soplos.
3. Cicatrices. Ya sean consecutivas a inter- 11. Síndrome de la vena cava superior. En la
venciones quirúrgicas sobre las costillas (osteítis), ocupación mediastínica (tumores, adenopatías
104 Semiología médica y técnica exploratoria

malignas, Hodgkin, linfo o reticulosarcoma, El edema inflamatorio, al contrario, es rojo,


aneurisma aórtico, mediastinitis crónicas), se ob- caliente y doloroso.
serva este síndrome con su tríada clásica, de ede- 15. Enfisema. Es la infiltración subcutánea de
ma en esclavina (cara, cuello y ambos brazos), aire y se reconoce con facilidad por la leve crepi-
cianosis en manos y cara, y circulación comple- tación que la presión suave causa en las partes
mentaria toracobraquial. Esta circulación com- hinchadas (diríase que se aplastan una serie de
plementaria puede traducirse por la presencia de vesiculitas secas y friables); porla flojedad y elas-
auténticas varicosidades; la circulación de la san- ticidad de los tegumentos dilatados, que ceden
gre se realiza en sentido descendente (hacia el sin dificultad a la presión del dedo sin conservar
abdomen), ya que la derivación de la sangre ve- su huella, y por el aumento de sonido a la percu-
nosa se verifica por el territorio de la cava infe- sión.
rior. 16. Empiema necessitatis. Cuando un empie-
12. Procesos infiltrativos apicales. Casi siempre ma pleural se abre al exterior a través de un espa-
de origen tuberculoso, se observa con cierta fre- cio intercostal, forma previamente un tumor pro-
cuencia, sobre todo si existen adherencias pleura- minente, oval, de tamaño variable y que al tacto
les, la dilatación varicosa de los finos troncos ve- produce sensación de pastosidad fluctuante. Si
nosos superficiales colaterales de la vena cava recae en el lado izquierdo, cerca del corazón,
superior. Estas estrías venosas sintomáticas debi- puede pulsar («empiema pulsátil»).
das a la relación (a través de las adherencias pleu- 17. Atrofia de las partes blandas. Se reconoce
rales) de las venas pulmonares con las de la der- por su depresión con exageración de los relieves
mis se perciben preferentemente a ambos lados óseos, y a la palpación por el menor grosor del
del manubrio del esternón y en la región infracla- pliegue dela piel y la débil resistencia que ofrece
vicular («estrías venosas» de Kuthy); tienen gran el músculo a la presión suave. Manifiestas atro-
valor semiológico. fias simétricas y disminución de la fuerza en los
13. Estrías o arañas vasculares (vascular spiders, músculos esternocleidomastoideo, brazo y cintu-
de los autores anglosajones). Es frecuente su apari- ra escapular, han sido señaladas frecuentemente
ción coronando las vértebras T2-T3 («zona varico- en miopatías sintomáticas de procesos neoplási-
sa de alarma», de Lombardi), en el asma y bron- cos bronquiales o de órganos distantes.
quitis asmática de los niños, y que se extienden a 18. Aumento de tamaño de los ganglios linfáti-
veces hasta los hombros, en forma de mariposa, cos. Se señalan en determinadas afecciones pleu-
en el asma inveterado de los adultos. Estas estre- ropulmonares. Cabe observarlo en el cuello, re-
llas vasculares, constituidas por minúsculas dilata- giones supra e infraclavicular, axilar y lateral del
ciones capilares en forma de estrella, aisladas o cuello. Aunque suelen verse bien, se estudian
confluentes, pueden también observarse en el cue- mejor combinando la inspección con la palpa-
llo y parte anterosuperior del tórax. ción, la cual precisa sus características físicas.
14. Edema. Aparece cuando el tejido celular
subcutáneo se encuentra infiltrado de serosidad, Anomalías de la pilificación. No insistire-
aumentando de grosor y borrando las estructuras mos sobre el valor diagnóstico y pronóstico de
anatómicas subyacentes. Puede ser de naturaleza estas las anomalías, pues nos ocuparemos de ellas
mecánica o inflamatoria. en otro capítulo.
El edema mecánico, debido a una dificultad
en la circulación venosa de retorno, se reconoce Anomalías del esqueleto óseo. La inspec-
por ser indoloro, pálido (siendo la piel semitrans- ción ayudada por la palpación aporta datos de
parente), y por dejar huella («fóvea») a la presión notorio interés. Las anomalías pueden señalarse
con el pulpejo del dedo. Aunque esta depresión en el esternón y apéndice xifoides, en la clavícu-
no se perciba algunas veces a simple vista, no la, en las costillas, en las articulaciones esterno y
hay más que pasar ligeramente la yema del dedo costocondrales y en la escápula, y ser de natura-
porel sitio donde se ha hechola presión y se dis- leza congénita, inflamatoria o tumoral.
tinguirá al tacto un leve hundimiento. Asimismo,
se reconoce, incluso en grado mínimo, cuando se 1. Esternón. Podemos encontrar:
puede pellizcar la piel con los dedos, pues el plie-
gue que de este modo se forma tiene un grosor a) Anomalías congénitas. Acanalado, bífido
superior al que muestra en las partes no edema- (ambas bandas hemiesternales tienen una forma
tosas. curva, más separadas en la parte superior que en
Neumología 105

la inferior), ausente total o en un solo lado, lo


cual es causa de que las costillas de este lado ter-
minen libremente, quedando el defecto de sus-
tancia ósea revestido de una membrana que se
curva hacia fuera durante la espiración y se de-
prime durante la inspiración.
b) Procesos inflamatorios. Osteítis piógenas (su
asiento predilecto es el mango), tuberculosas
(casi siempre a focos múltiples), sifilíticas (esta
periostitis suele afectar también el cráneo y
tibias) capaz de producir salientes seudoexostóti-
cos de evolución gomosa. Los procesos reumáti-
cos asientan en las articulaciones esternoclavicu-
lar y condrosternales. Fig. 2-20. Signo de la plomada o de Pitres. C, colum-
c) Nódulos neoplásicos. Son frecuentes en la na vertebral
enfermedad de Hodgkin (su lugar predilecto es el
mango esternal) y micloma (suclc acompañarse
de focos múltiples costales). Ocasionalmente, el Cuentan la ausencia total (rara) o parcial (medial;
primitivo puede permanecer mudo. acromial) de la clavícula; en el grupo de la ausen-
d) Fracturas. Pueden ser traumáticas y espon- cia parcial y medial, hay casos en que ambos ex-
táneas, por accesos violentos de tos. tremos claviculares quedan unidos por un tejido
fibroso blando y flexible (sindesmosis clavicular) y
2. Apéndice xifoides. Se encuentra situado a lo otros en que no existe tejido de unión y el extre-
largo de la línea media esternal. Puede ser perfo- mo esternal se eleva por la acción del músculo
rado, bífido o luxado por un traumatismo o con- esternocleidomastoideo. Otras anomalías intere-
génitamente. Su falta (axifoidia) es interpretada santes, son la hipoplasia total o parcial de la cla-
comosigno de heredosífilis. Su desviación lateral vícula, casi siempre de su extremo esternal (floa-
(fácil de apreciar por medio de una plomada que ting clavicle o clavicula mobile) y la disostosis
pende del hueco suprasternal) se observa en el cleidocraneana.
derrame pleural, pues el abombamiento del he-
mitórax enfermolo arrastra consigo (signo de Pi- b) Anomalías adquiridas. Las clavículas apare-
tres, [fig. 2-20]), y en el cáncer broncógeno, en cen gruesas, robustas, pero de morfología normal
que se aleja de la lesión por retracción del hemi- y proporcionadas al volumen del cuerpo del suje-
tórax enfermo y dilatación del sano, en su fun- to y desarrollo de los restantes huesos del tórax,
ción vicariante (signo de Pitres invertido o de en la acromegalia. Los abultamientos circunscri-
Novaro). Puede ser motivo de dolores espontá- tos corresponden a lesiones inflamatorias (osteí-
neos o provocados (xifoidalgia). tis tuberculosa, por gérmenes piógenos, sifilítica),
3. Clavícula (a veces apreciables por inspec- traumáticas o tumorales.
ción y siempre por palpación). Sus anomalías
pueden ser congénitas o adquiridas: 4. Anomalías de las costillas. Señalaremos su
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

falta congénita, ya sea en todo su trayecto, ya en


a) Anomalías congénitas. Pueden ser por exce- alguna de sus porciones. Tiene importancia por
so y por defecto: su frecuencia la llamada costilla cervical, en rela-
ción con C7, la cual puede ser uni v bilateral. Su
— Anomalías por exceso. Citaremos la c/aví- conocimiento es útil, pues puede falsear el resul-
cula uncinada, de menor longitud que la del lado tado de la percusión del vértice del pulmón y ser
normal, pero con una prolongación de 3-4 cm la- causa de dolores toracobraquiales (Thoracic outlet
teralmente a la articulación acromioclavicular,;la Syndrome):
hipertrofia del tercio interno, que se relaciona con
la heredosífilis tardía, soliendo coincidir con a) Tumores costales. Pueden ser primitivos o
otros signos de lúes congénita y la bifurcación cla- secundarios. Los primeros resultan poco frecuen-
vicular, ya sea acromial, esternal o medial. tes, y en el 80 % de los casos son de naturaleza
— Anomalías por defecto (casi siempre maligna, sobre todo sarcomas. Los tumores se-
acompañadas de otras malformaciones óseas). cundarios revelan la existencia de una neoplasia
106 Semiología médica y técnica exploratoria

distante. En ambos casos, la neoformación se 5. Anomalías de la escápula. Es una dismorfia


manifiesta bajo la forma de nódulos dolorosos y congénita habitual, en la que una escápula (casi
de crecimiento rápido. La costilla es frágil a su ni- siempre la izquierda) se encuentra situada 2-3 cm
vel y pronta a la rotura. Cabe señalar que es posi- más alta que la otra, sin que pueda demostrarse
ble, aunque muy raro, el mieloma costal solita- anormalidad alguna en la columnavertebral ni en
rio, el cual evoluciona más lentamente. el tórax.
b) Procesos inflamatorios agudos (osteítis tifódi-
ca, tuberculosa, por gérmenes sépticos, etc.).
Ocasionan un abultamiento más o menos cir- Inspección dinámica de la pared
cunscrito, que llega a supurar y aun fistulizarse. del tórax
Son tanto más dolorosos cuanto más se afecta el
periostio. Como punto de predilección se seña- Sirve para precisar las características de los
lan las extremidades costales anteriores, los cartí- movimientos respiratorios en lo que se refiere a
lagos y las articulaciones esterno y costocondra- su frecuencia, ritmo, amplitud y simetría.
les y esternoclavicular. La sífilis es capaz de
producir salientes seudoexostósicos de evolución Respiración normal. Consiste de la suce-
gomosa. sión rítmica y fluida de los movimientos de ex-
c) Fracturas costales. Pueden ser traumáticas pansión (inspiración) y de retracción (espiración
(si son múltiples o bilaterales trastornan la fun- torácica), sin que el ojo pueda observar ningún
ción respiratoria) o espontáneas, por una violen- intervalo entre el final del uno y el comienzo del
ta contracción muscular al toser y estornudar, y otro. Representando por 10 todo el tiempo ocu-
en las embarazadas en ocasión de un esfuerzo, pado porel acto respiratorio y la pausa que le si-
debido a que en ellas el tórax está sometido a gue, podría considerarse la duración de la inspi-
una tensión continua por el desarrollo del útero. ración igual a 5, la espiración a 4, y la pausa que
En las costillas, el sitio habitual de fractura es a le sigue, a 1”.
la altura de la línea axilar anterior, en la inter-
sección de los músculos serrato mayor y obli- Tipos respiratorios. En estado normal (figu-
cuo mayor del abdomen. Para el diagnóstico, es ra 2-21), se observan dos tipos?:
decisivo el dolor circunscrito sobre un punto
costal (que puede crepitar a la presión), y que al 1. Toracoabdominal. Propio del sexo masculi-
comprimir el tórax en diferentes planos los do- no, la contracción enérgica del diafragma motiva
lores se presentan localizados en el mismo sitio,
contrariamente a lo que sucede en una contu- "Sibson ha dado una descripción clásica del movimiento
sión; si se invita al paciente a levantar un peso, del tórax en el acto respiratorio: «Durante la imspiración, se le-
se percibe un dolor violento en el punto de frac- vantan las primeras costillas y las clavículas, y por medio de és-
tas, el esternón y todas las costillas conectadas con él. Las costi-
tura (maniobra de Brandel). Recordaremos que llas superiores convergen; las inferiores divergen. Los cartílagos
cuando se halla fracturada sólo una costilla, se costales superiores forman un ángulo recto con el esternón, y
produce, en virtud del apoyo de las costillas ve- los inferiores, a partir del VII se separan de los del lado opues-
cinas, únicamente una hendidura fina, demos- to, como si quisieran ampliar el espacio abdominal entre ellos
justamente debajo del cartílago xifoides, siendo el efecto que se
trable radiológicamente sólo cuando el rayo amplifique la base del tórax. El cuello se acorta y el abdomen
central se halla con exactitud en el plano de la aparentementese alarga. :
fractura. A veces puede hacerse su diagnóstico En la espiración, el esternón y las costillas descienden. Las
retrospectivo por el callo que se forma al conso- costillas superiores divergen y las inferiores convergen. Los car-
tíilagos superiores forman un ángulo más obtuso conel ester-
lidarse la fractura. nón, y los cartílagos superiores de las partes opuestas se apro-
d) Cartílagos costocondrales. Pueden ser asien- ximan como si quisieran estrechar el espacio abdominal entre
to de procesos inflamatorios o traumáticos, en ellos, justamente debajo del xifoides, siendo el efecto que todo
ocasión de esfuerzos excesivos y repetidos. el tórax baje y se estreche. El cuello se alarga y se acorta el ab-
domen». Añadiremos, que existe un balance normal entre los
e) Espacios intercostales, Se angostan, llegando movimientos respiratorios Lorácicos y los correspondientes del
incluso a desaparecer en los casos extremos, por abdomen, con retracción de este último en la inspiración y dila-
disponerse las costillas como las tejas de un teja- tación en la espiración.
do, en la sínfisis pleural, atelectasia y tuberculo- “Estos tipos respiratorios son conocidos desde tiempo in-
memorial pues ya fueron descritos por el filósofo chino Lao-
sis crónica. Lo contrario sucede en el enfisema,
Tsé quinientos años antes de Jesucristo, sugieren un carácter
derrame pleural reciente, neumotórax y parálisis sexual secundario que no se modifica durante la evolución nor-
de los músculos intercostales. mal del individuo.
Neumología 107

la dilatación inspiratoría de la parte inferior del


tórax y abdomen.
c
2. Costal superior. Propio del sexo femenino.
La acción de los músculos de la cintura escapular,
sobre todo escalenos y esternocleidomastoideos,
desplaza hacia arriba y adelante la parte superior
del tórax, con un máximo a nivel de la Ill y IV
costillas.

La respiración toracoabdominal (o masculina)


se observa en la mujer con procesos doloro-
sos del tórax o con signos de virilización; la in-
versión del tipo respiratorio en el hombre, dáse
en casos de feminización, asma bronquial y pro-
cesos abdominales (ascitis, peritonitis, tumor
voluminoso).

Frecuencia respiratoria. Es el número de


actos respiratorios por minuto; varía por múlti-
ples causas, entre las que cuentan los esfuerzos
físicos, las excitaciones psíquicas, el trabajo di-
gestivo, el tono vegetativo del sujeto y sobre
todo la edad. En condiciones basales, la frecuen- Fig. 2-21. Tipos respiratorios. La mujer respira prin-
cia al nacer es de 44 respiraciones por minuto; de cipalmente por la parte superior del tórax. En el hom-
26, a los 5 años; de 20, a los 15-20 años; de 18, a bre tiene gran importancia la respiración por el diafrag-
los 20-25 años; de 16, a los 25-30 años, y de 18, ma y el abdomen.
por encima de los 40 años. Se explora colocando
la mano sobre el pecho del enfermo y contando
las respiraciones por minuto. La relación entre el
ritmo de la respiración y el del pulso es aproxi- es por consiguiente más correcto hablar de bradi-
madamente de la 4, batipuea.
El aumento de las necesidades respiratorias se
compensa, en el sujeto normal, acrecentando la
amplitud de los movimientos respiratorios sin Trastornos del ritmo respiratorio
modificación ostensible de su número (batipnea),
como es frecuente en los deportistas entrenados, Los más interesantes son los que a continua-
o elevando su frecuencia, caso corriente (taquip- ción vamos a considerar:
nea). Ambas representan modalidades reactivas
normales y son, como la respiración del sujeto Respiración de Cheyne-Stokes (ciclopnea
sano, actos inconscientes, o sea, no asociados a [Letamendi]). Considerada por Traube una
0 MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

signos de fatiga respiratoria. Si la demanda de respiración propia del automatismo bulbar, su


oxígeno es muy acusada, estos acrecentamientos mecanismo íntimo no se conoce por completo; lo
en el número y amplitud resultan insuficientes y que sí sabemos es que dos factores son necesa-
la compensación, sin menoscabo de la hemato- rios para que se produzca, el déficit irrigatorio
sis, se consigue por un aumento considerable de cerebral y la hipoexcitabilidad del centro respira-
la frecuencia respiratoria, con conservación dela torio. Se caracteriza por una fase de apnea, de
amplitud normal (taquipnea simple), con disminu- duración variable (10-30 seg) seguida de una se-
ción de dicha amplitud (respiración superficial), O rie de respiraciones, que progresivamente van
con aumento de la amplitud (polipnea). aumentando en amplitud y frecuencia para luego
La disminución de la frecuencia respiratoria se volver a decrecer hasta una nueva fase apneica, y
llama bradipnea, puede alcanzar cifras muy bajas, así periódica y sucesivamente (fig. 2-22).
hasta de 6 respiraciones por minuto en atletas Durante el período de apnea o interrupción de
entrenados y en reposo. Como sea que al mismo la respiración, el CO, se acumula en la sangre y
tiempo está aumentada la amplitud respiratoria, gradualmente estimula el centro respiratorio has-
108 Semiología médica y técnica exploratoria

===. ==m-o-—-.
Respiraciones amplias y ruidosas Respiracion Apnea — 10s, 15 s más.
superficial y Somnolencia o inconsciencia
silenciosa miosis, cianosis, descenso dela
tensión arterial

Fig. 2-22. Esquemadela respiración de Cheyne-Stokes.

ta que éste alcanza un máximo de actividad, pro- 5. Intoxicaciones (morfínica, barbitúrica). En


duciendo una serie de respiraciones profundas. las que disminuye la excitabilidad del centro res-
Esta respiración forzada elimina su exceso, con piratorio.
lo que desaparece la estimulación del centro res- Durante el sueño profundo de algunas perso-
piratorio y la respiración cesa de nuevo hasta que nas ancianas, y en menor número en niños, pue-
la reacumulación del CO,, lo vuelve a activar. de observarse una «respiración cíclica» que ofrece
La respiración de Cheyne-Stokes no es una cierta semejanza con la que nos ocupa.
verdadera disnea, ya que no constituye una res-
piración penosa para el enfermo, pues éste no se Respiración «grande» de Kussmaul. De-
da cuenta de ella por estar más o menos incons- pende de una estimulación enérgica del centro res-
ciente. piratorio por acidosis. Es propia del coma urémico
Este tipo de respiración se observa en: y del diabético clásico (el hiperosmolar no cetoaci-
dótico tiene disnea, pero no deeste tipo). Consiste
1. Afecciones vasculares esclerosas del cerebro, en una inspiración profunda y ruidosa seguida de
Muchas veces acompañadas de hipertensión ar- una pausa, y de una espiración rápida separada
terial. por un intervalo de la inspiración quela sigue. Es
2. Insuficiencia cardíaca izquierda. Por miocar- llamativo el contraste entre la energía de las excur-
diosclerosis asociada con una afectación vascular siones respiratorias y la debilidad general del suje-
general con aumento de la tensión arterial o sin to, que permanece tranquilo y quieto sin mostrar
ella. Esto último explica que nunca se observe en disnea ni signo alguno de obstáculo en la respira-
las lesiones valvulares, en las que faltan los facto- ción. Durante esta inspiración el pulso es siem-
res locales cerebrales; cuando coincide con pulso pre dícroto, se regulariza al cesar y vuelve a hacer-
alternante y ritmo de galope («tríada de Scherf»), se dícroto en la inspiración siguiente.
tiene un significado ominoso.
3. Algunas neuropatías orgánicas tumorales, He- Respiración de Biot. Consiste en breves
morragia cerebral, meningoencefalitis, etc. pausas apneicas sucesivas, si bien en los períodos
4. Respirando el aire enrarecido de las grandes intermediosla respiración es regular y de profun-
altitudes. Somervell y Pugh-Ward la observaron, didad normal. Es índice de lesión del centro res-
respectivamente, a partir de los 5,200 m, en los piratorio (meningitis, tumores, hematoma extra-
miembros de las expediciones de Bruce (1922) y dural) (fig. 2-23).
de Hunt (1953) al Everest, aunque siempre estan-
do dormidos y acostados y jamás en vigilia o en Respiración paradójica. Cuando las frac-
posición sentada o erguida. En el propio Edmund turas costales son múltiples o bilaterales, o la
Hillary, el primero que llegó a la cumbre del Eve- costilla se fractura en dos o más puntos, o se aso-
rest, el ciclo respiratorio consistía en dos respira- cian a fracturas del esterrión, se puede perder la
ciones cada una de las cuales duraba 3 s, seguidas estabilidad de la pared torácica con grave trastor-
por una pausa de 10 s; y en Lowe, otro miembro no para la función respiratoria. Esto es lo que se
de la misma expedición, en tres respiraciones conoce con el nombre de «volet costal» (flail chest,
profundas con una pausa intercalar de igual dura- tórax en postigo, flacidez o inestabilidad de la
ción. pared torácica). Durante la inspiración, y como
Neumología 109
y Í l

1 Apnea de |. Respiración de I
l duración variable | amplitudigualo 1
! 5sa30s l desigual '
]
1 ! 1
' l I
! | !
| | 1
! ' ¡

| | |
) 1 1

I 1
| '
|1

Fig. 2-23. Esquema dela respiración periódica de Biot.

consecuencia de la presión negativa intratorácica, das seguidas de una espiración rápida, motivo de
las costillas fracturadas se deprimen hacia el tó- un ruido particular conocido como «suspiro».
rax, interfiriendo con la expansión del pulmón Acompañada de una sensación angustiosa de so-
subyacente. El pulmón es incapaz de expandirse foco y ansiedad, puede durar varias horas, y cede
vicariando la inspiración en el contralateral (res-
piración pendular). En la espiración sucede lo
contrario; cuando la caja torácica se deprime, el
«volet» es lanzado hacia el exterior.
Algo similar ocurre con el mediastino durante
la inspiración, es atraído hacia el lado sano, y en la
espiración, hacia el patológico (balance mediastí-
nico). La circulación de retorno al corazón queda
dificultada(fig. 2-24).

Respiración alternante. Descrita por Galli


(1918) y Netousek (1925), consiste en la sucesión
alternada de una respiración grande y de otra pe-
queña; es un fenómeno idéntico al del pulso al-
ternante, con una sístole fuerte seguida de otra
pequeña, y así sucesivamente. Se observa en su-
jetos desnutridos o caquécticos.
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Respiración en escalera. Se observa a con-


tinuación de un esfuerzo fisico intenso y prolon-
gado, y en ocasiones tras practicar la clásica
prueba de Valsalva. Las respiraciones son cada
vez más profundas hasta uncierto límite, a partir
del cual disminuye la amplitud. Se atribuye al au-
mento de la tensión endocraneal durante el es-
fuerzo, la cual compromete la circulación y con-
secutiva nutrición del tejido nervioso; con el
ritmo escaleriforme ascendente, cesa esta anó-
<S
mala situación.
Fig. 2-24. «Volet costal» o flail chest mostrando la res-
Respiración suspirosa (o disfrénica). Se piración paradójica externa (B), comparada con la respi-
caracteriza por una serie de inspiraciones profun- ración normal (A).
110 Semiología médica y técnica exploratoria

más o menos temporalmente después de una ins- 1. Primera fase. Es activa inspiratoria. Se ob-
piración y espiración completas, logradas al cabo serva la apertura progresiva de la boca, la dilata-
de varios intentos. Es frecuente en sujetos jóve- ción de la porción laríngea de la faringe y la dis-
nes (sobre todo mujeres, con una historia de ten- tensión del tórax con descenso del diafragma. La
sión emocional crónica, conflictos espirituales y dilatación de la faringe es enorme, alcanzando
casi siempre con una vida asociada a una frustra- tres O cuatro veces su calibre normal. Hay tam-
ción progresiva). bién descenso de la lengua y hueso hivides. Du-
rante esta fase, la hipotensión torácica aspira la
Respiración jadeante. Es entrecortada y sangre de las venas corporales hacia el corazón,
teatral. La inspiración, ruidosa y rápida, se sigue por lo cual impulsa la circulación sanguínea. La
de una espiración violenta. El sujeto está agitado compresión de las venas yugulares origina estasis
y siente que le falla el aire, se senala después de venosa cefálica.
ejercicios físicos y de excitaciones psíquicas. El 2. Segunda fase. Corresponde al acmé inspi-
«jadeo» constituye la representación típica de la ratorio. Estos fenómenos de distensión alcanzan
pasión sexual al acercarse el clímax u orgasmo. su máximo en este período, en que es posible,
en sujetos predispuestos, la luxación de la mandí-
Hipo. Es una convulsión inspiratoria brus- bula.
ca, determinada por la contracción mioclónica 3. Tercera fase. Es pasiva espiratoria. Está
del diafragma acompañada de disminución del marcada por una espiración lenta y ruidosa; un
calible de la glotis, lo que produce un ruido gutu- bostezo rara vez se presenta aislado; a veces se
ral característico. Entre la forma aislada y el hipo acompaña de flexión pronta y luego extensión
persistente (mal hipante), existe una forma inter- lenta y graduada de los miembros, en particular
media de hipo o «fluttern diafragmático (corea de los pectorales (desperezo).
diafragmática) con sacudidas clónicas, cuya fre-
cuencia llega a 60 por minuto, mientras que la Las causas desencadenantes del bostezo son múl-
del hipo es baja, del orden de 15. tiples:
Se trata de un reflejo visceromotor con un
centro nervioso coordinado (bulbopontino, en la 1. Fisiológicas. Citaremos la somnolencia, así
vecindad del respiratorio y del vómito), y vías como el despertar de un sueño profundo, aburri-
aferentes y eferentes constituidas por los mismos miento, hambre, plenitud gástrica posprandial,
nervios (vago y frénico). Hay dos tipos de hipo: etcétera. Puede ser contagioso, sin ser exclusivo
(también el reír, sonreír o llorar son factores de
1. Central. Puede aparecer en los tumores imitación). Á veces, la fatiga excesiva y el emba-
pontocerebelosos o de la medula espinal, en la razo son su causa. Se puede provocar voluntaria-
hidrocefalia, en los abscesos cerebrales, meningi- mente el bostezo con cuatro o cinco aperturas de
tis tuberculosa y, en general, en todos los síndro- la boca.
mes de hipertensión craneal, así como en la ence- 2. Patológicas. Las más importantes son las
falitis epidémica, en la tabes, en la epilepsia y en lesiones del tronco cerebral, siendo signo de gra-
la hemorragia cerebral. También en ciertas into- vedad, y como secuela respiratoria de la encefali-
xicaciones endógenas (uremia, coma diabético, tis letárgica, asociado a suspiros e hipo de tipo
coma hepático) o exógenas (digital, yohimbina, espasmódico. También se ha señalado en la his-
alcohol, etc.). En las personas nerviosas, se regis- teria, miastenia grave, epilepsias diencefálicas,
tra un hipo de origen central ante cualquier estrés hemiplejía (en que puede observarse el bostezo
emocional, A veces, adquiere la forma de un «tic» acompañado de la extensión del brazo paraliza-
ruidoso (tic eructante). do), en la corea, etc. Es frecuente en la convale-
2. Periférico. Tiene su origen en vísceras di- cencia de las entermedades de larga duración.
gestivas, torácicas (tumores y adenopatías me- Los hipnóticos favorecen su aparición.
diastínicas, pericarditis con derrame, etc.) o lesio-
nes de la región cervical, como espondilitis, El bostezo es atribuible a una descarga en la es-
fracturas, metástasis óseas, etc. tructura motriz bulbocerebral, despertada por un
estado de excitabilidad particular del sistema reti-
Bostezo. Situado entre los reflejos automá- culado ascendente, correspondiendo a una baja de
ticos y los movimientos expresivos, consta de la vigilancia precediendo al sueño; además, o en
tres fases: vez de, a disminución de la excitabilidad de los
Neumología

E IN
111

centros nerviosos inferiores, con liberación de los


subyacentes a fin de restablecer la circulación ce-
rebral insuficiente para mantenerel estado de vigi-
lia, provocando una hipertensión venosa.

Anomalías de la amplitud y simetría de los


movimientos respiratorios
Fig. 2-25. «Puntos de apoyo» de la mirada en la ins-
Las más notorias son las siguientes:
pección dinámica del tórax en los planos anterior y
posterior.
Aumento bilateral y simétrico de la am-
plitud respiratoria. Puede producirse sin mo-
dificación de la frecuencia respiratoria (batipnea), cipal (tumoral o no) y en la hemiplejía (signo de
con disminución de ella (bradibatipnea) o con su Egger) aun en coma.
aumento (polipnea). Las dos primeras son pro-
pias de algunos sujetos (deportistas bien entrena- Aumento o disminución circunscritos de
dos) para compensar sus necesidades respirato- la expansión inspiratoria. El primero es pro-
rias, o de algunas variedades de disnea. La pio de aquellas zonas limitadas cuyo pulmón
respiración «grande» de Kussmaul es el ejemplo subyacente suple por otras vecinas enfermas,
más conspicuo de polipnea. como el vértice en un derrame de la base, y esta
última en los procesos apicales. La disminución
Reducción bilateral y simétrica de la am- se señala en el segmento de pared torácica en re-
plitud respiratoria. Se observa en aquellas lación con una lesión pleural o pulmonar subya-
formas de disnea en que la sucesión rápida de los cente que limita su expansión normal.
movimientos respiratorios se opone a su ampli-
tud (respiración superficial o corta), así como en Inspección de las regiones apicales. Para
la espondiloartritis anquilosante (afectación de su estudio, el enfermo se sienta con el tórax des-
las pequeñas articulaciones) y poliomielitis (pará- nudo y con la cabeza ligeramente inclinada hacia
lisis de los músculos intercostales). En la fibrosis delante y abajo. El observador se coloca inmedia-
pulmonarintersticial difusa, al inspirar hondo, se tamente detrás del paciente y explora desde arri-
percibe un momento antes de llegar al final de la ba visualmente y comparandolas líneas externas
inspiración, la sensación de que ésta es detenida; del tórax, la forma, tamaño y depresión inspira-
este paro inspiratorio se debe a pérdida de la toria de las fosas supraclaviculares y el juego de
elasticidad del pulmón. las paredes torácicas en el movimiento de la res-
piración. En pacientes poco o nada colaboradores
Aumento o disminución unilateral de la resulta de ayuda para el examen de las zonas api-
expansión inspiratoria. Son fáciles de apreciar cales el descenso ligeramente forzado de la cabe-
examinando al enfermo mientras respira, y toman- za, según la técnica de Loewenberg. (fig. 2-26).
do cumplida nota de los «puntos de apoyo dela
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

mirada»(fig. 2-25). El aumento se observa en aquel Inspección de los espacios intercostales.


hemitórax cuyo pulmón, en función vicariante, su- Puede evidenciar su fuerte hundimiento(tiraje) en
ple el déficit funcional del pulmón del lado opues- los casos en que existe dificultad para la entrada
to enfermo (atelectasia masiva, derrame pleural, de aire en el pulmón, y su anormal abombamien-
neumonía lobular, etc.). La distensión exagerada to en las crisis de disnea espiratoria (asmática).
del revestimiento cutáneo puede ser causa, en cier-
tos sujetos, de estrías cutáneas lineales. La menor Inspección de la movilidad del diafragma.
expansión de un hemitórax en relación con el Se explora colocando al enfermo en decúbito su-
opuesto normal o distendido (por función vicarian- pino. Observaremos que al contraerse el diafrag-
te) se observa en procesos pleuropulmonares agu- ma y hundirse en la cavidad abdominal, provoca
dos (pleuritis, neumonía) o crónicos (tuberculosis, un vacío en la cavidad pleural, con lo cual la pre-
sínfisis pleural), en las afecciones dolorosas (pleu- sión atmosférica produce la depresión de los últi-
rodinia, miositis reumática, fractura costal), en la mos espacios intercostales (fenómeno diafragmá-
atelectasia masiva por oclusión del bronquio prin- tico de Litten). La movilidad diafragmática puede
112 Semiología médica y técnica exploratoria

Fig. 2-26 A y B. Técnica de Loewenberg para examinar la movilidad de las regiones apicales,

estar alterada en las afecciones pulmonares y PARTES BLANDAS Y CAJA


pleurales de la base, en el absceso subfrénico, en TORÁCICA
la miositis primaria del diafragma, en las perito-
nitis y ascitis. En el enfisema broncógeno avan- La mano aplicada llana y muy abierta se pasea
zado, puede darse el fenómenoinverso, o sea,la sobre todas las regiones torácicas; luego, con una
aspiración del diafragma durante la inspiración palpación más profunda y metódica, se precisan
(prueba de Staehelin). los detalles que han llamado la atención en el
curso del examen.
En los sujetos sanos, el tórax no duele al ser
NM PALPACIÓN palpado. Si esto ocurre, debe buscarse dónde re-
side la causa algiógena, ya sea en las partes blan-
Una vez efectuada la inspección del tórax, se das (piel y tejido celular subcutáneo, músculos
procede a su palpación; confirma y completa [miositis)), en los huesos (costillas, esternón, vér-
muchos de los datos obtenidos por la primera, tebras dorsales) y en los cartílagos condrocostales
pero de ninguna manera la sustituye. Requiere o en las articulaciones.
una cierta educación del tacto, fácil de adquirir La sensibilidad aumentada de la piel (se ex-
con la práctica. plora tirando de un pelo, pellizcándola sin brus-
Nos proporciona datos sobre las partes blan- quedades o arrastrando la punta de una aguja)
das y caja torácica; ganglios del cuello, axilas y cuando no es por una causa local, por otra parte
tórax; movimientos respiratorios; frémito pecto- fácil de observar, se debe a un «reflejo viscero-
ral o vocal; elasticidad pulmonar; frémitos larin- sensitivo» (casi siempre acompañado de un ere-
gotraqueal, brónquico, cavernoso y pleural; Éluc- flejo visceromotor», causa de contractura muscu-
tuación torácica; laringe y tráquea. lar) a partir de la pleura, pulmón, corazón o
Neumología 113

grandes vasos enfermos. La zona sensible guarda En la neuralgia frénica por irritación de este
relación con la topografía apical o basilar del pro- nervio (pleuritis mediastínica o diafragmática,
ceso; así, cuando se afecta la parte central del pericarditis, inflamaciones peritoneales, en las
diafragma (inervada por el nervio frénico), se cuales puede estar afectado el diafragma [absceso
produce dolor referido en el cuello y hombros, hepático, úlcera gastroduodenal perforada, etc.)),
en la zona de distribución cutánea de los seg- existen unos puntos dolorosos a la presión, que
mentos cervicales I-V. El tercio posterior del son los siguientes:
diafragma, en relación con los últimos nervios 1n-
tercostales, proyecta su dolor sobre la pared en el 1. Entre dos haces claviculares del músculo es-
límite toracoabdominal. En el síndrome diafrag- ternocleidomastoideo, en donde el nervio frénico
mático global, se asocian los dos focos de pro- cruza el músculo escaleno anterior.
yección dolorosa. 2. En el EI espacios intercostales, junto al es-
La palpación delas fosas supra e infracalvicula- ternón.
res, es dolorosa en los procesos apicales tuber- 3. En la línea parasternal a nivel del X cartíla-
culosos, tumorales (Pancoast), síndrome de la go («botón diafragmático anterior»).
entrada del tórax (thoracic outlet) y pleuritis del 4. Enla inserción diafragmática con la pared
vértice. En el primer caso, el dolor mengua, cesa torácica.
o aumenta según la evolución del proceso, lo 5. Ala salida de los nervios cervicales en el cue-
cual le confiere carácter pronóstico relativo. En llo, junto a las vértebras cervicales; el dolor en
el carcinomaapical, existe un leve abultamiento esta región es referido al área supraclavicular.
o al menos una discreta reducción de la profun- 6. En el XI espacio intercostal, junto a la colum-
didad de la fosa supraclavicular del lado afecto. na vertebral («botón diafragmático posterior»).
En estos casos, la escasa retracción de esta fosa 7. Al lado del apéndice xifoides, entre éste y el
durante la «maniobra de Múller» y su poca ex- espacio intercostal («punto epigástrico»).
pansión en la espiración forzada (Valsalva), afir-
man el diagnóstico. Al explorar la sensibilidad ósea presionando
La profundidad de la fosa yugular guarda rela- con el pulpejo del dedo, podemos encontrar que
ción con la del tórax. Es notable en el enfisema, el punto doloroso corresponde a una lesión ana-
los sujetos desnutridos y en los portadores de tómica bien definida, como un foco de fractura (a
una gran masa en el mediastino anterior; dismi- veces con crepitación), osteítis, tumor, o que al
nuye en las lesiones retrotraqueales que ensan- tacto no revela anormalidad alguna. En este últi-
chanel espacio prevertebral en la raíz del cuello, mo caso, hablamos de «ostealgia», la cual puede
proyectando la tráquea hacia delante comoenlas observarse en zonas limitadas o comprender toda
mediastinitis, acalasia y en el aneurisma aórtico, la extensión del hueso. Las costillas (ostealgia cos-
en el cual la punta del dedo situada detrás de la tal) y el esternón (esternalgia) duelen a la presión
horquilla percibe un impulso sincrónico con digital o a la percusión ligera y en relación con la
la sístole. Esto es más patente en los sujetos píc- sobreactividad de la médula ósea en las leuce-
nicos y durante la espiración forzada. mias, en la anemia perniciosa, en la mononucleo-
Enla neuralgía intercostal, hay una franja cutá- sis infecciosa, en el mieloma múltiple, en la enfer-
nea hipersensible y un dolor exquisito a la pre- medad de Gaucher, en la endocarditis maligna
O MASSON, S.A. Fotocopíiar sin autorización es un delito.

sión (a veces se irradia a lo largo de su trayecto), subaguda y en la tripanosomiasis («signo de Ca-


en aquellos puntos donde el nervio o una de sus naris»). También es dolorosa la presión del ester-
ramas se torna superficial y puede ser comprimi- nón, en los tumores del mediastino y en los aneu-
do contra un plano óseo subyacente (puntos de rismas aórticos que comprimen su cara interna.
Valleix): Los cartílagos costales y el apéndice xifoides
pueden ser dolorosos, como se ha considerado al
1. El veriebral o apofisario, junto a la columna ocuparnos en los síndromes de Cyriax, Tietze y
vertebral, donde emerge el nervio del canal. xifoidinia.
2. El lateral, en la mitad del espacio intercos- El «signo de Petruschky» (o espinalgia) consis-
tal, en el sitio en que la rama colateral «perforan- te en el dolor provocado por la presión en las
te lateral» se irradia por los tegumentos. apófisis espinosas desde la T3 a la T7. Este signo
3. El esternal, donde el filamento terminal se encuentra en casos de adenitis traqueobron-
del nervio emerge junto al margen lateral del es- quiales agudas, bronquitis agudas y afecciones
ternón. mitrales descompensadas.
114 Semiología médica y técnica exploratoria

En la tromboflebitis de las venas que drenan mismos segmentos medulares. Si es el lóbulo su-
la mama, se aprecia una tumefacción dolorosa de perior el afectado, este reflejo visceromotor mo-
la parte inferoexterna del seno (más a menudo tiva la rigidez del trapecio, escalenos, elevador
del izquierdo) y el característico cordón tenso y del ángulo de la escápula, pectorales y diafrag-
sensible que sigue el trayecto de la vena inflama- ma del lado afecto; si la base (pleuritis aguda), la
da; suele tener de 20-30 mm de longitud y de 3- de la masa lumbar (signo de Ramond). Esta rigi-
8 mm de diámetro; se dirige inferiormente para dez no tiene nunca la intensidad de los músculos
perderse en reborde costal; su percepción se faci- abdominales en la peritonitis, pero es perfecta-
lita al levantar el seno y abducir el brazo; su evo- mente demostrable pinzando entre el índice y el
lución es benigna y persiste durante años bajo la pulgar una doblez muscular o colocando la punta
forma de una banda fibrosa submamaria; se atri- de los dedos perpendicularmente y apretando
buye a la presión ejercida por el sostén en el plie- primero con ligereza y luego más profunda-
gue submamario (en mujeres de senos volumino- mente, en una forma «vibratoria», prestando gran
sos) con compromiso del retorno venoso. atención al grado de resistencia encontrada,
La presencia de un absceso o de un empiema siempre superior a la de los músculos sanos que
necessitatis (cuando el pus de origen pleural atra- sirven como término de comparación. La rigidez
viesa los músculos intercostales y se colecciona del músculo diafragma se revela por la menor ex-
debajo de la piel para drenar al exterior) motiva cursión inspiratoria, que se pone de manifiesto
una tumoración, a veces animada de latidos si se porla falta del fenómeno diafragmático de Litten
encuentra cerca del área cardíaca (empiema pul- o por radioscopia. Si la enfermedad persiste, se
sátil), recubierta de una piel rosada, caliente y establece la atrofia muscular, que se comprueba
edematosa (se reconoce porque al comprimir comprimiendo con los dedos y comparando la
deja huella o fóvea) que presenta el «signo de la resistencia opuesta por el tono muscular con la
fluctuación»”, del lado opuesto.
En el enfisema pulmonar y asma bronquial,
Si existe aire en el tejido celular subcutáneo existen intensas contracturas musculares a nivel
(enfisema), abulta la parte afecta (en el mediasti- del hombro, cuello, partes torácicas paraverte-
nico propagado al cuello, las fosas supraclavicu- brales y ventrales de los músculos del pecho, y
lares forman como almohadillas gaseosas), cuyos sobre todo pectorales. A la palpación se encuen-
tegumentos ceden a la presión sin dejar huella, tran nódulos de miogelosis.
pero despertando una crepitación, como si com-
primiéramos entre los dedos un trozo de tejido
pulmonar que contiene aire. GANGLIOS DEL CUELLO, AXILAS
En la estenosis ístmica o coartación aórtica, a Y TÓRAX
medida que va haciéndose más patente la circu-
lación colateral, se palpan y a veces se ven, lati- Se alteran en algunos procesos de las vías res-
dos arteriales a nivel de los «puentes de compen- piratorias altas, así como de la pleura y pulmón;
sación» (regiones supraclavicular, parasternal, no olvidemos que a veces, a pesar de su topogra-
interescapular, intercostal, etc.), en donde se pue- fía, son sintomáticos de procesos generales o dis-
den palpar también frémitos y auscultar soplos. tantes (leucemias, morbus Hodgkin, neoplasias di-
Cuando el pulmón o la pleura se hallan afec- gestivas, etc.). Precisaremos su número (mono o
tos de un proceso inflamatorio agudo, se produce poliadenitis), tamaño, consistencia, sensibilidad,
una contractura de los músculos asociados al movilidad y características de las adherencias,
área común de inervación relacionada con los etc. La palpación se realizará simultáneamente
en amboslados, para establecer mejor compara-
ciones, siempre necesarias!”.
"Este signo se demuestra comprimiendo el tumor con un
dedo de la mano derecha, al mismo tiempo que otro de la
mano izquierda percibe una ligera elevación; desde el momen-
to en que el dedo derecho, sin moverse de su sitio, deja de "De los 400 a 700 ganglios que posee el organismo huma-
comprimir, pero continúa aplicado el izquierdo, aquél nota por no, un tercio de ellos se hallan situados en el cuello, es decir en
reflexión una pequeña oleada. Para que se produzca este fenó una región corporal tan al alcance de nuestra observación clíni-
meno es indispensable que la pared del tumor sea elástica y ca que su alteración puede verse, palparse y, por último, inves-
que la tensión del líquido no sea excesiva. Se evidencia mejor tigarse por medio de su extirpación y estudio histológico. Los
estando ambos dedos próximos y colocados de plano, no tan- ganglios más accesibles para la biopsia son los cervicales supe-
gencialmente (fig. 2-27). riores y los preescalénicos.
Neumología 115

Dedodetector Veg. adenoideas

y Amí
mígdala U E Región

; 3 gingivobucal
Ganelio anterior
o
yugular
superior > Región
Ganoli ! , i A gingivobucal
NY i lateral
angro
subángulo yisuemaxilar
maxilar ! NO Ganglio
eur MA submentoniano
Dedo de acción

Ganglio
Fig. 2-27. Método para buscar la fluctuación en las subánguto
pequeñas tumefacciones.

Para que ningún ganglio pase inadvertido es


útil palpar en sentido descendente (fig. 2-28):
Ganglio
1. Ganglio cervical superior. En la parte alta del Ganglios submaxilar
cadena Ganglio
surco retromandibulomastoideo. Recoge la linfa del espinal yugular
de la mucosa rinofaríngea y vegetaciones adenoi- medio
deas, y drena en la cadena ganglionar yugular. Su
presencia es constante en caso de adenoiditis.
Basta su palpación para establecer el diagnóstico.
2. Ganglio subangulomaxilar. Es grueso y pal- Ganglio
pable directamente bajo el ángulo de la mandíbu- subángulo
maxilar LE
la. Su palpación, como la de los restantes gan-
glios cervicales, se facilita poniendo la cabeza en
flexión moderada y relajada, y algo inclinada ha
cia el lado que se quiere explorar. Guarda rela-
ción con la región faringoamigdalar y bucogingi-
volingual de la parte posterior de la boca. Drena submentoniana

en la cadena ganglionar yugular. Cadena cervical anterior


3. Ganglio submaxilar. Alojado justamente y
bajo el punto medio de la rama horizontal de la y 3 cadenas: pre. sub. y retro
mandíbula. Está íntimamente unido a la glándula esternocleidomastoidea
Cadena cervical transversa
salival submaxilar. Se afecta en los abscesos den- Cc
tarios y gingivitis laterales. Algunas veces se en-
cuentra el llamado ganglio de Star sobre el borde Fig. 2-28. A) Ganglios satélite adenoideo, amigdali-
inferior de la mandíbula y al lado de la arteria fa- no y gingivobucal. B) Ganglios satélites homolaterales
de la lengua. C) Cadenas ganglionares cervicales.
cial, cuyos latidos, por el hecho de asentar sobre
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

un plano duro y ser yuxtaarterial, son transmiti-


dos y pueden inducir a errores.
4. Cadena ganglionar submentoniana. Bordea des del músculo esternocleidomastoideo. Son la
por debajo todo el arco mandibular y termina por preesternocleidomastoidea (a lo largo del borde
detrás en el ganglio submaxilar. Se afecta en los anterior del músculo); la retrosternocleidomastoi-
abscesos dentarios y gingivitis anteriores. Todos dea (a lo largo de su borde posterior), y la cadena
estos ganglios submentonianos y submaxilar ganglionar subesternocleidomastoidea (situada
vierten en la cadena ganglionar yugular. debajo del músculo y que se puede poner de ma-
5. Ganglio yugular medio. Pertenece a la cade- nifiesto abarcando los dos bordes del músculo
na yugular (en relación con la vena de este nom- entre los cuatro dedos y el pulgar). Los pulpejos
bre) y recibe los linfáticos de la base de la lengua. introducidos bajo la masa carnosa muscular diso-
La cadena yugular está constituida por otras tres cian muy bien las masas ganglionares subyacen-
paralelas que se disocian fácilmente por palpa- tes, que pasan fácilmente inadvertidas sin este
ción, sirviendo de puntos de referencia los bor- pequeñoartificio técnico.
116 Semiología médica y técnica exploratoria

6. Ganglio espinal medio, Es satélite de una le-


sión de la base de la lengua. Forma parte dela ca-
dena ganglionar del espinal, es vertical, y situada
en el triángulo delimitado por los dos músculos
estemocleidomastoideos y trapecio, por una par-
te, y la clavícula, por otra.
7. Cadena mucal. Igualmente vertical. Com-
pletamente posterior. Rara vez afectada por los
procesos tuberculosos o tumorales. Cuando está
toda tumefacta, cabe pensar en la mononucleosis
infecciosa.
8. Ganglios supraclaviculares. A lo largo del
borde superiorde la clavícula. Pertenecen a la ca-
dena cervical transversa que une de atrás adelan-
te, según la corrientelinfática, los ganglios poste-
riores y posterolaterales a los yugulares y
anteriores, para desembocar en el conducto linfá-
tico torácico a la izquierda, y directamente por la
gran vena linfálica en la subclavia, a la derecha.
El 80 % de estas adenopatías, homoo bilaterales,
corresponden a neoplasias del pulmón, y el resto
a tuberculosis o pleuritis apical.
El pulmónderechoy el lóbulo inferior del pul-
món izquierdo drenan con preferencia hacia la
fosa supraclavicular derecha; mientras que el ló-
bulo superior izquierdo lo hace hacia la fosa su-
praclavicular izquierda.
9. Ganglio de Troisier (de Virchow, para los au-
Fig. 2-29. Palpación de la fosa supraclavicular por
tores alemanes). De antiguo, se concede valor se- vía posterior. Localización del ganglio de Troisier o de
miológico. Designase comotal, un ganglio único, Virchow, Vía posterior.
o con una pléyade ganglionar satélite, del tama-
ño de una cereza, de una castaña o incluso a ve-
ces de un huevo de paloma, duro e indoloro, ra-
dicado en casi todos los casos en la fosa Desde el punto de vista clínico, se señalan un
supraclavicular izquierda, exactamente detrás del grupo central y otro pectoral, subescapular, cos-
ángulo que forman la clavícula con la inserción totoracoideo y en el hiato semilunar, repliegue
del músculo esternocleidomastoideo; se percibe aponeurótico que está constituido por la vena
mejor al final de una inspiración profunda y al basílica y el nervio braquial cutáneo interno al
toser. Se trata de una metástasis, a veces precoz, perforar la aponeurosis del brazo (fig. 2-30).
de una lesión maligna, casi siempre digestiva (es- La técnica palpatoria es la siguiente:
tómago, hígado), aunque puede asentar en el rec- La enferma deberá sentarse ligeramente hacia
to, próstata u ovario (fig. 2-29), la derecha, pero mirando al médico. La axila dere-
cha se palpa con la mano izquierda y viceversa.
Supongamosque se va a palpar la axila izquierda:
Palpación de los ganglios de la axila
1. Levántese el brazo de la paciente y llé-
Tiene gran valor, aun limitándose a los proce- vense los dedos de la mano derecha, extendidos
sos respiratorios; la presencia de infartos ganglio- hacia el vértice de la axila, dirigendo la palma ha-
nares indoloros, especialmente si son mayores cia la pared lateral torácica (fig. 2-31 A). El brazo
que un guisante, revela adherencias del proceso de la paciente es traido de nuevo hacia el costado
tuberculoso apical con la pleura parietal; por el y su antebrazo reposará sobre el del examinador.
contrario, en las formas exudativas no se encuen- Pídase a la enferma que deje reposar suavemente
tran; también se los percibe en los procesos ma- su brazo en esta posición (fig 2-31 B). Si se han
lignos bronquiales. cumplido estas instrucciones, la otra mano queda
Neumología 117

hacia arriba, hasta que el examinador esté seguro


de que ha alcanzado el límite superior; luego
(con los pulpejos aplicados a la pared lateral torá-
cica) se corren hacia abajo con un movimiento de
firme progresión. Si los ganglios axilares centra-
les están aumentados de tamaño, quedarán mo-
mentáneamente aprisionados entre el tórax y los
dedos que palpan; su número, tamaño y consis-
tencia son debidamente anotados.
2. Se examinan luego los ganglios del grupo
pectoral. Se levanta el brazo de la paciente y se
insinúan los dedos debajo del pectoral mayor. En
este momento, las yemasdigitales están dirigidas
hacia delante.
3. Los ganglios linfálicos subescapulares si-
tuados en el pliegue retroaxilar son examinados
mejor desde atrás (fig. 2-31 C). Estando de pie
detrás de la paciente, se palpa la cara anterointer-
na del dorsal ancho,y si los ganglios se hallan hi-
pertrofiados se les encontrará en el fondo del
pliegue,
4. El vértice de la axila puede ser palpado
Fig. 2-30. Ganglios axilares desde el punto de vista desde esta cara, que da un excelente acceso a los
clínico, A, Grupo central. B, Grupo pectoral. C, Grupo
subescapular, D, Ganglios alrededor del hiato semilu-
ganglios más posteriores del grupocentral.
nar, E, Grupocostocoracoideo. 5. Pálpese alrededor de la inserción del pec-
toral mayor y del hiato semilunar, por si hay
ganglios hipertrofiados sobre la tercera porción
de la arteria axilar,
libre para ser colocada sobre el hombro de la pa- 6. Aveces, los ganglios del grupo costocora-
ciente y sirve para reforzar y seguir las manio- coideo se encuentran bipertrobiados, en tanto
bras ulteriores. En la axila, los dedos se deslizan que los de la axila no lo están. Cabe sospechar

Fig. 2-31, Examen de la axila. A) El brazo está elevado y los dedos del médico se sitúan lo más alto posible.
B) Nótese que el brazo de la examinada descansa cómodamente sobre el brazo del examinador. C) Examinando
desdeatrás, los ganglios linfáticos subescapulares se encuentran en el pliegue posterior de la axila.
118 Semiología médica y técnica exploratoria

hipertrofias ganglionares situadas sobre la mem- coge los hombros con sus manos, colocadas en
brana costocoracoidea cuando existe una oblite- cierto modo a caballo sobre el trapecio, invitán-
ración del hueco infraclavicular. Además, puede dolo a respirar tranquilamente. La expansión ins-
haber una prominencia unilateral de las venas de piratoria es menor en el lado enfermo. Puede rea-
esta región. lizarse tanto porvía anterior o posterior.
2. Movilidad de las regiones infraclaviculares. Se
explora con la «técnica de Loewenberg» o. «de las
FRECUENCIA DE LA RESPIRACIÓN manos cruzadas» (fig. 2-33), o la «técnica de Ho-
Y MOVILIDAD RESPIRATORIA over» (fig. 2-34), en la cual, el enfermo se dispone
en la camilla de exploración en decúbito supino y
Para explorar la frecuencia respiratoria, se co- con el médico a su lado derecho; éste coloca la
loca la mano sobre el pecho del enfermo y se mano izquierda sobrela región infraclavicular iz-
cuentan las respiraciones por minuto, La frecuen- quierda, aplicando el dedo anular sobre la 11 cos-
cia puede ser la normal, puede estar disminuida tilla en la línea medioclavicular, el dedo medio
(bradipnea) o aumentada (taquipnea). La palpa- sobre la ll costilla, entre la línea medioclavicular
ción ayuda a la inspección, para poner de mani- y la axila anterior, y el dedo índice sobre la IV
fiesto las pequeñas anomalías en la amplitud y costilla, a la altura de la línea axilar anterior. Se
simetría de los movimientos respiratorios; a ve- repite la misma maniobra a la derecha, cambian-
ces es másútil que el sentidode la vista. do la posición y la mano que palpa. Normalmen-
te, en ambos lados,las costillas se mueven todas
1. Expansión de los vértices. Se explora con la al mismo tiempo y con igual amplitud. Cualquier
«maniobra de Rouault» (fig. 2-32). El enfermo es- anomalía en la expansión pulmonar, ya sea en
tará sentado con el tórax desnudo. El médico defecto (enfisema, neumotórax, procesos pleura-

Fig. 2-32. Maniobra de Rouault: Fig. 2-33, Exploración de la movilidad de la región


infraclavicular con la técnica de Loewenberg.
Neumología 119

Fig. 2-34, Exploración de la movilidad de la región Fig. 2-35. Exploración de la expansión de las bases
infraclavicular con la técnica de Hoover. desde el plano anterior, Los pulgares casi se juntan en
la línea media anterior a la altura de la VI articulación,
y los demás dedos, horizontalmente dirigidos hacia
fuera, llegan a la línea axilar media.
les [derrame, sinequias]), condensación pulmo-
nar), ya en exceso (pulmón en función vicariante
de partes vecinas enfermas), es percibida con fa-
cilidad.
3. Movilidad de las bases del pulmón. Se explo-
ra desde los planos anterior y posterior, inspiran-
do y espirando profundamente. En el plano ante-
rior, los pulgares casi se juntan en la línea media
a/la altura de la VI articulación y los demás de-
dos, horizontalmente dirigidos hacia fuera, lle-
gan a la línea axilar media (fig. 2-35). En.el plano
posterior, las manos aplicadas de plano alcanzan
desde la línea media posterior a la axilar media
(fig: 2-36).
Fig. 2-36. Exploración de la expansión de las bases
FRÉMITO PECTORAL O VOCAL desde el plano posterior. Las manos, aplicadas de pla-
(VIBRACIONES TORÁCICAS) no, alcanzan desde la línea media posterior a la axila
media.
Consiste en la vibración de las paredes del tó-
rax al hablar, cantar, gritar, y que percibe la
mano palpando al mismo tiempo.
Se pide al enfermo que con voz bien articula-
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización os un delito.

da, lentamente y con intensidad entre media y


fuerte, repita en el mismo tono y con la: misma
intensidad, una palabra en la que entre la letra «r»
(carro, guerra, burro) mientras el médico va apli-
cando la mano en distintos puntos del tórax, com-
parando la sensación táctil obtenida en puntos simétri-
cos; Las vibraciones transmitidas por el rumor
que se produce al carraspear son un buen proce-
dimiento.
»La:mano se dispone de distintas maneras. Así,
plana y ejerciendo una presión moderada con la
cara palmar de los cuatro dedos (método de Mon-
neres) (fig. 2-37); en forma de piña y aplicando el Fig. 2-37. Exploración de las vibraciones vocales con
pulpejo de los dedos (tétodo de Grancher), técnica la técnica de Monneret,
120 Semiología médica y técnica exploratoria

especialmente recomendable en las regiones api- bronquios con la pared explica que las vibracio-
cales, a causa de la configuración anatómica. Con nes sean más intensas en la región escapuloverte-
la técnica de Eichhorst, aprovechando la exquisita bral, sobre todo derecha, y en el plano anterior
sensibilidad de las regiones periarticulares, que que en el posterior.
permiten percibir indicios de vibración, se aplica e) Distinta resistencia y amplitud vibrátil de la
sobre el tórax, ejerciendo una presión mínima, el pared del tórax. El tórax de un joven vibra más
borde cubital de la mano, en las proximidades de que el de un anciano, en quien la rarefacción del
la articulación carpometacarpiana (fig. 2-38). parénquima pulmonar y sobre todo la osificación
de los cartílagos costales, lo convierte en un peto
1. Intensidad de las vibraciones. Depende de rígido. La disposición de los planos musculares
varios factores: motiva que la intensidad de las vibraciones dis-
minuya de arriba abajo en el plano anterior y de
a) Cualidades de la voz (intensidad, tono, abajo arriba en el posterior, La presencia de grasa
timbre). A igualdad de tono y timbre de la voz, dificulta su percepción.
las vibraciones guardan relación con su intensi- Detodolo dicho, se deduce que no existe un
dad, siendo más fuertes en un sujeto que habla tipo normal de vibración aplicable a todos los in-
con voz alta que cuando lo hace con voz normal dividuos, sino un tipo individual subordinado a
o cuchicheando. Por este motivo, disminuyen en la edad, sexo; timbre y tono de la voz, estado de
los ancianos y en las personas débiles o enfer- nutrición y configuración anatómica dela caja
mas. En las mujeres y en los.niños que tienen torácica.
voz aguda, de tono alto y fino, las vibraciones se
perciben con mayor dificultad y están aumenta- 2. Las vibraciones vocales aumentan de intensidad:
das en el vértice y disminuyen, hasta a veces des-
aparecer, a medida que se desciende hacia la a) Cuando el parénquima aparece condensado y
base. En los hombres de voz grave y fuerte, las sin aire. Lo que acrece su aptitud vibrátil (neumo-
vibraciones se aprecian bien en todo el tórax y nías en la fase de hepatización, bronconeumonía
son más intensas enla base; seudolobular, tumores, procesos tuberculosos
Si hacemos cantarla escala de notas a un suje- masivos, etc.).
to, nos daremos cuenta de que en las notas gra- b) En todos los estados patológicos del pulmón,
ves las vibraciones se perciben mejor en la base; que conducen a la formación de cavidades ampliamen-
a medida que la voz se va elevando, también lo te abiertas a los bronquios. Como son las cavernas
hacen las vibraciones, hasta el punto de que en tuberculosas y las dilataciones bronquiales (bron-
las notas agudas el frémito se percibe exclusiva- quiectasias), siempre que estas cavidades no es-
mente en las regiones infraclaviculares y en las tén recubiertas por una gruesa capa pleural capaz
fosas supraspinosas. de interceptar las ondas vibrátiles,
b) Diámetro mayor o menor de las vías respirato- e) Cuando el pulmón subyacente está sometido a
rías superiores. La proximidad de la tráquea y un funcionamiento exagerado por suplencia funcional.
El aumento del frémito unido a la respiración su-
plementaria y a la hipersonoridad percutoria (sko-
dismo) indican que la parte delpulmón en que se
perciben estos signos está sana; pero que existe en
otro punto un foco patológico al que compensa.

Ocasionalmente, el paciente percibe y localiza


con bastante facilidad, si se le llama la atención
sobre ello, una repercusión subjetiva de la voz,
como un estremecimiento, notando que el pul-
món vibra, que su voz resuena dentro de su pe-
cho (broncofonía subjetiva), coincidiendo el pun-
to donde el enfermo nota más: intensa esa:reper-
cusión con aquel en que se encuentran más au-
mentadas las vibraciones. Este síntoma podría te-
Fig. 2-38. Exploración de las vibraciones vocales con ner valor para revelar infiltraciones centrales no
la técnica de Eichhorst. accesibles a la percusión nia la auscultación.
Neumología 121

3. Las vibraciones vocales disminuyen de intensi- pequeñas vesículas; se aprecia con mayor inten-
dad: sidad en la inspiración. La difusión de este frémi-
to es limitada y significa tan sólo el movimiento
a) Enlas lesiones de la laringe (laringitis aguda del material líquido en una excavación pulmonar.
o crónica, parálisis de las cuerdas vocales, etc.). d) Frémito pleural. Se encuentra en las pleuritis
Las vibraciones producidas son mínimas y el es- secas o con secreción fibrinosa escasa, percibién-
tímulo transmitido a la pared débil o nulo. dose mejor en las bases y durante la inspiración.
b) En la ocupación bronquial. Por cuerpo extra-
ño, masa tumoral, compresión extrínseca, acu-
mulación de falsas membranas (bronquitis seu- ELASTICIDAD TORÁCICA
domembranosa), exudado fibrinoso (neumonía
masiva, etc.). Dificulta y aun impide la trans- Guarda relación con la de la pared ósea, su-
misión, en sentido descendente, de la columna mada a la de su contenido. Es mayor en los niños
aérea en vibración. y en las mujeres. Se aprecia aplicando la palma
c) Porla pérdida de elasticidad de la jaula toráci- de una mano en la cara anterior de un hemitórax
ca. Comoen el tórax senil. En el enfisema atrófi- y la otra en la pared posterior, diametralmente
co del anciano, se añade a la anterior, la mala dis- opuestas, mientras se realizan con ellas presiones
posición vibrátil del parénquimararefacto. de acercamiento (amplexación de Lasegue). Se
d) Porla interposición de un obstáculo entre el ór- comprueba la mayor o menorfacilidad con que
gano que vibra (pulmón) y la mano que palpa. De- la caja se deja deprimir. Efectuado el examen de
rrame pleural, adherencias pleurales, neumotó- un hemitórax, se procede de igual manera con el
rax, edema o enfisema subcutáneo, adiposis opuesto y, finalmente, se compara con puntos si-
excesiva de la pared. métricos de uno y otro lado.
En condiciones anómalas, disminuye en am-
El hecho paradójico que representa la presen- bos lados por igual en el tórax raquítico (osifica-
cia de vibraciones torácicas, incluso aumentadas ción de los cartílagos costales) y en el enfisemato-
de intensidad, a nivel de un derrame líquido o so, en el que la osificación de los cartílagos se
gaseoso, se explica por la existencia de las llama- añade a la pérdida de la elasticidad pulmonar. En
das «vibraciones indirectas o de retorno», las cua- la espondiloartritis anquilosante, la maniobra,
les, una vez han alcanzado las zonas pulmonares además de estar dificultada por la afectación de
del mismo lado o del opuesto en suplencia fun- las articulaciones costotransversales, es dolorosa
cional y, por tanto, en aumentada amplitud vi- por el mismo motivo. La disminución de la elasti-
brátil, ponen en conmoción la región que ha de- cidad de un hemitórax ocurre por densificación
jado de vibrar por su cuenta. del pulmón subyacente (neumonía, tumores,
quistes) o por la presencia de un derrame pleural.
4. Frémitos: La elasticidad aumenta en el neumotórax a poca
presión y en el pulmón sometido a hiperactividad
a) Frémito laringotraqueal. Apreciable sobre la funcional en suplencia del lado opuesto enfermo.
laringe y porción cervical de la tráquea, significa
obstrucción traqueal y falta en la bronquial, mo-
O MASSON, S.A. Fotocopiarsin autorización es un delito

tivo, a su vez, de un frémito, más palpable que FLUCTUACIÓN TORÁCICA


audible, persistente y localizado en un lado o re-
gión del tórax. Es propia de los quistes hidatídicos de la cara
b) Frémito bronquial. En las bronquitis con se- superior del hígado, y también del pía a hidro-
creción espesa y viscosa, es difuso y se percibe neumotórax sin exagerada tensión. Se basa en la
por igual en los dos tiempos de la respiración. La sensación de onda que percibe un dedo que pal-
mano experimenta la misma sensación que la pa un tumorlleno de líquido cuando es percuti-
que se obtiene al palpar una cuerda vibrante do, a pequeños choques, en un punto diametral-
(contrabajo). Desaparece cuando se fluidifica la mente opuesto. Se examina al enfermo, de pie,
secreción bronquial. con el tórax desnudo.
y) Frémito cavernoso. Se produce por la exis- Se coloca la mano izquierda horizontalmente
tencia de cavernas superficiales y de gran tama- sobre la parte posterior del tórax, por debajo de
ño, localizadas en el lóbulo superior. Parece que la punta del omóplato derecho, y se percute lige-
debajo de la mano estallan una gran cantidad de ramente con la mano derecha al nivel de las cos-
122 Semiología médica y técnica exploratoria

Fig. 2-39. Movimiento pendular de la tráquea. A) Desplazamiento a la derecha durante la cspiración en el enfi-
sema obstructivo o en el neumotórax al lado izquierdo. B) Retorno a la posición media durante la inspiración.
C) Desplazamiento a la izquierda durante la inspiración en la atelectasia del pulmón izquierdo.

tillas V y VI o espacios intercostales correspon-


dientes; la mano izquierda percibe entonces una
ondulación profunda y vibratoria, que parece
propagarse de delante atrás como una ola. La
percusión en sentido inverso da un resultado me-
nos neto.

EXAMENFÍSICO DE LA TRÁQUEA
Y LARINGE
Aporta datos valiosos para el diagnóstico de
procesos morbosos endotorácicos: Fig. 2-40. Fijeza de la laringe en los movimientos
verticales.
1. Movimiento pendular de la tráquea. La trá-
quea se mueve hacia el lado de la obstruccón tra-
queal en las inspiraciones profundas y en direc-
ción opuesta en la espiración. Se experimenta laringe se mantiene fija y es difícil moverla hacia
frémito a su nivel (fig. 2-39). arriba. Este signo, en ausencia de enfisema, seña-
2. Desviación lateral de la tráquea. Es dificíl su la un proceso mediastínico infiltrante (mediasti-
estimación a nivel de la fosa yugular; es mucho nitis, neoplasia) o un aneurisma aórtico montado
más aconsejable palpar el espacio traqueosterno- sobre el ángulo traqueobronquial (fig. 2-40).
cleidomastoideo. Se desvía hacia el lado enfermo 5. Pulsación laríngea. Se basa en que las pul-
en la parálisis de un hemidiafragma(signo de Pa- saciones impresas sobre el bronquio izquierdo
rodi), y en el neumotórax. o bifurcación traqueobronquial por un aneuris-
3. Fluctuación de la tráquea. En la acalasia, el ma del cayado, estenosis valvular aórtica o co-
esófago distendido por líquido y gas ocupa el es- razón agrandado, se transmiten a la laringe. Se
pacio traqueovertebral. La tráquea se hace más perciben bien, invitando al enfermo a que ex-
anterior y la fosa yugular menos profunda. La tienda la cabeza, con el fin de poner tenso el
tráquea se hunde con facilidad mediante la pre- cuello, mientras con el pulgar se presiona con
sión de un dedo en la fosa yugular, y recobra su suavidad sobre el cartílago cricoides hacia la ¡z-
posición inicial tan pronto se retira éste. quierda.
4. Fijeza dela laringe en los movimientos vertica-
les. Normalmente, la laringe puede ser elevada,
manteniendo el cuello vertical, gracias a la elasti- NW MENSURACIÓN TORÁCICA
cidad de la tráquea en toda su altura. Cuando la
tráquea está estirada hacia abajo por descenso Comprende ciertos procedimientos y deter-
del músculo diafragma, como en el enfisema, la minados instrumentos destinados a darnos a co-
Neumología 123

nocer la forma exacta y las dimensiones de las NM PERCUSIÓN


diversas partes del tórax.
El tórax es la parte del cuerpo que ofrece ma- Tiene una importancia semiológica considera-
yores dificultades para ser medido, a causa de ble. Nos orienta sobre el estado físico y límites
sus movimientos alternativos de dilatación y en- del pulmón subyacente. En el capítulo destinado
cogimiento, y de las variaciones de conformación a la parte general de la percusión, hemos mencio-
que suele tener. nado su técnica y las distintas variedades de so-
De una manera general, solamente conviene nidos que pueden obtenerse.
retener, en la práctica, estos tres procedimientos:

1. Mensuración perimétrica. Valora el períme- TÉCNICA PERCUTORIA


tro torácico. La cinta métrica rodea el tórax a la
altura de un plano horizontal situado por encima La más útil es la digitodigital de Gerhardt, apli-
de los pezones (v. fig. 1-11 A y B). La diferencia cando solamente sobre la piel el extremo de la
en centímetros entre la inspiración y espiración falange terminal del dedo plesímetro (percusión
máximas se llama amplitud respiratoria. Es difícil puntiforme), el cual es retirado con presteza una
precisar su cuantía en los sujetos sanos, por cuan- vez obtenido el sonido, con el fin de no amorti-
to influyen el sexo (12 cm a favor de los varo- guar las vibraciones producidas. El dedo percutor
nes), edad (disminuye al envejecer) y tensión psí- golpea en dirección perpendicular al dedo plesí-
quica. La amplitud respiratoria normal mínimaes metro, cosa que se consigue flexionándolo de
de 4 cm en el hombre y de 3 cm en la mujer. modo que su falange terminal se halle en ángulo
La medición comparativa de ambos hemitó- recto con el hueso metacarpiano (v. fig. 1-22). El
rax tiene gran valor para comprobar la conducta movimiento de la mano que percute se efectúa a
de los exudados pleurales (y la del neumotórax), nivel de la articulación metacarpofalángica, per-
acerca de cuya disminución o aumento da con maneciendoel antebrazo rígido e inmóvil.
frecuencia mejor idea que la percusión. Se mide La ortopercusión de Plesch (v. fig. 1-25) sirve
el perímetro torácico en el lado derecho o iz- para limitar zonas de reducida extensión en las
quierdo, tanto del extremo superior del esternón que a veceses difícil colocar el dedo plano (regio-
comoa nivel del apéndice xifoides. Sin embargo, nes supraclavicular y axilar).
fisiológicamente, se halla una diferencia de 0,5 a La percusión inmediata o directa de Auenbrugger
1,5 cm en favor del lado derecho en los indivi- es útil al comienzo de la exploración para darnos
duos diestros y una diferencia algo menor en los rápida cuenta de si las bases del pulmón se en-
zurdos. Es de observar, además, que cuando cuentran o no ocupadas(v. fig. 1-20).
existen grandes cantidades de aire o exudados en La percusión debe ser ligera, golpeándose
la pleura, aumenta también el perímetro del lado siempre con igual intensidad, y comparativa en
sano, a causa de la distensión vicariante del pul- zonas simétricas, que suelen ser isótonas. Es más
món normal. exacta si se aprovecha la misma fase respiratoria.
2. Mensuracion diamétrica. Se vale de un com- Al percutir el tórax, debe tenerse en cuenta
pás metálico de espesores. La distancia entre el que no se puede explorar con este método a ma-
esternón y el raquis es de 16 cm a nivel del ma- yor profundidad de 5 cm. Todos los procesos
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

nubrio y de unos 19 cm a nivel del extremo infe (neumonía central, tumores, aneurismas) situa-
rior del esternón, en el varón, y algo menor en la dos más allá de este límite no producen cambios
mujer. El diámetro transversal del tórax a nivel en la nota de percusión. Lo propio ocurre con las
de los pezones es de unos 26 cm en el varón y lesiones de menos de 2-3 cm de diámetro, y con
menor también en la mujer. Los diámetros obli- el líquido libre en la cavidad pleural cuyo volu-
cuos nos proporcionan una idea de las posibles men no exceda de 200-250 ml.
deformaciones dela caja torácica. La posición del enfermo durante el examen
3. Cirtometría. “Tiene por objeto obtener el será diferente según la región que se desee percu-
trazado de la sección horizontal del tórax a dife- tir. La mejor es la de pie o sentada, con los bra-
rentes alturas. El fijar gráficamente la deforma- zos caídos pasivos a lo largo del tronco, y las pal-
ción torácica tiene la ventaja de que nos permite mas de las manos sobre las rodillas a fin de
darnos cuenta de las variaciones que ésta sufre relajar la musculatura torácica.
en el transcurso de la enfermedad. Se emplean Para la percusión de la axila y paredes latera
con tal fin un simple hilo o unacinta. les, debe levantar el brazo del lado que se exami-
124 Semiología médica y técnica exploratoria

Fig. 2-41. Zonas de matidez producidas por el decú-


bito del paciente: 1, zona de matidez debida al efecto
amortiguador de un colchón; 2, zona de matidez debida
a compresión del tórax por el peso del cuerpo; 3, zona
de matidez debida a la aproximación delas costillas.

na y apoyar la mano sobre la cabeza, de manera


que la palma caiga sobre el parietal del otro lado.
A veces, portratarse de enfermos graves o con Fig. 2-42. Topografía de la percusión torácica en el
hemoptisis, la percusión ha de llevarse a cabo plano anterior. CL, sonido claro pulmonar; M, sonido
con el paciente acostado. En estas condiciones, pue- mate; T, sonido timpánico.
den cometerse errores, a menos que se recuerde
quela posición del paciente influye sobre la nota de
percusión. Esto es especialmente cierto examinan- cuyo esqueleto es muy rígido. El tono de una
do al paciente en decúbito lateral (ig. 2-41). persona delgada con poco desarrollo muscular es
más resonante que el de una persona musculosa,
con notables adiposidades o ambas.
Sonido percutorio Las características acústicas del sonido claro
pulmonar ya han sido descritas, por lo que no in-
El sonido que se obtiene durante la percusión sistiremos sobre ellas. Debemos observar que la
del tórax normal depende del lugar donde se
aplica el dedo plesímetro. La topografía de la per-
cusión debe ser conocida porel práctico a fin de
tener un patrón seguro para reconocer lo anor-
mal (figs. 2-42 y 2-43). Así, vemos que percutien-
do sobre la zona de proyección topográfica de
los pulmones se obtiene el ruido o sonido claro pul-
monar; sobre el corazón e hígado, matidez, y a
NA

nivel del espacio de Traube, timpanismo.


El sonido claro pulmonar resulta de la vibra-
ción simultánea del pulmón (integrado por una
serie de lengúetas tensas y elásticas con aire en-
tre ellas) y de las paredes del tórax. Los órganos
blandos que no contienen aire (hígado y el cora-
zón), los músculos y los líquidos, no entran en
vibración con los golpes ordinarios de percusión
y así actúan como amortiguadores. Esta serie de
factores explica que no exista un tipo normativo
que pueda aplicarse indistintamente a todos los
sujetos, y que cada uno muestre, dentro de cier-
YY
Fig. 2-43. Topografía de la percusión torácica en el
tos límites, un sonido que le es propio. plano posterior. Cl,, sonido claro menos evidente por
El tórax del niño da un sonido más intenso, la menor masa vibrante del pulmón y el mayor grosor
más resonante y de tonalidad más elevada que el de las masas musculares; Cl,, sonido claro pulmonar
tórax del adulto, y éste que el de los ancianos, muy patente; M, sonido mate.
Neumología 125

nota pulmonar normal no es la misma en todo el área, debe pensarse siempre que no existan alte-
pulmón. En los vértices, hay una cierta disminu- raciones de la columna vertebral, en procesos re-
ción de sonoridad, pues al desarrollo de las ma- tráctiles o infiltrativos del vértice pulmonar.
sas musculares se añade la menor cantidad de te- 2. Del plano posterior (fijándonos, sobre todo,
jido pulmonar vibrante, cosa fácil de comprender en la movilidad de las bases) y determinación de la
si consideramos que los pulmones llenos de aire expansión del pulmón en las bases. El sonido obte-
tienen forma de cono de vértice superior, de nido en este plano es de tonalidad algo más ele-
suerte que hay más pulmón en la parte inferior vada, por ser las costillas más robustas y obrar la
del tórax que en la superior. El sonido claro pul- columna vertebral y escápula con sus músculos
monar más puro se obtiene a nivel de ambas axi- como amortiguadores. No olvidemos que, por su
las, sobre todo la derecha; a ella siguen ambas forma convexa, la pared torácica posterior es me-
bases y las regiones infraclaviculares. noselástica, lo que motiva la pérdida de una par-
te de la fuerza empleada para percutir (acción de
Antes de comenzar la percusión, el médico las bóvedas). Se percute en sentido descendente
debe buscar esta nota fundamental, en la región a partir del vértice, pasando por la parte media
axilar derecha (o izquierda si la lesión se en- de la región escapulovertebral. La sonoridad del
cuentra localizada en el pulmón derecho) y tórax va aumentando gradualmente, siendo má-
comparar con ella los signos obtenidos en otras xima a nivel de las bases, a medida que disminu-
regiones. ye el grosor de las masas musculares y aumenta
la cantidad de pulmónvibrante.
Una vez alcanzado el límite inferior del pul-
Dinámica de la percusión pulmonar món(a la altura de una horizontal que pasa por la
apófisis espinosa de T10 o a unos cuatro dedos
La percusión del pulmón, para ser completa, por debajo del ángulo de la escápula), se procede
precisa la exploración sucesiva: al examen de la movilidad de las bases; se pide al
enfermo que contenga la respiración después de
1. Dellos campos apicales de Krónig. Se realiza si- una inspiración profunda, observandoel nivel has-
tuándose el médico detrás del paciente y empezan- ta el cual se extiende la resonancia pulmonar, acto
do a percutir entre el arranque del cuello y del hom- seguido, el paciente hace una espiración forzada y
bro hacia ambos lados, hasta encontrar el paso del se observa el nuevo límite. Normalmente, la dife-
sonido pulmonar al mate. Las percusiones deben rencia entre ambos es de 4-6 cm, siendo práctica-
hacerse con mediana intensidad. Se obtiene así un mente igual en los dos lados. Si la excursión de un
área percutoria de sonido bajo, fuerte y prolongado, lado se halla dificultada o impedida por adheren-
que aumenta de diámetro hacia delante y atrás. cias, pleuritis, procesos dolorosos del tórax, ctc.,
En el individuo sano, las franjas sonoras son este cambio de resonancia en la inspiración queda
iguales en ambos lados(fig. 2-44). Si en uno de abolido o disminuido, mientras que en el lado
ellos se observa un acentuado estrechamiento del normal encontramos la diferencia habitual.
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

E CEC ECC

A B

Fig. 2-44. Camposapicales de Krónig. A) Plano anterior. B) Plano posterior.


126 Semiología médica y técnica exploratoria

Antes de terminar la exploración del plano


posterior, percutiremos la columna vertebral dor-
sal en toda su longitud. La mínima pérdida de
tiempo que ello representa es compensada con
creces por los datos que se obtienen. En el sujeto
sano, la percusión es sonora en el tramo com-
prendido entre las apófisis espinosas de T1-T10.
A nivel de la zonahiliar (T4-T5) lo es algo menos,
sobre todo en los sujetos de hábito leptosomáti-
co. En circunstancias anormales, existe disminu-
ción de la sonoridad en las primeras vértebras, en
las adenopatías traqueobronquiales agudas y
en los tumores mediastínicos, y en las medias
y últimas vértebras, en los derrames pericárdicos
(frecuentemente de T4-T9) y pleural. Este dato Fig. 2-45. Espacio de Traube. Su límite superior se
semiológico sirve para diferenciar este último de encuentra en la línea que une la región de la punta car-
la paquipleuritis y de la atelectasia de los lóbulos díaca con el borde superior de la matidez esplénica. El
inferior es el borde costal. Por dentro, límites con el
basales o de todo un pulmón, en que la matidez
borde inferior del hígado y, por fuera, con la matidez
no alcanza la columna. El neumotórax puede
esplénica.
transformar en timpánica la sonoridad vertebral.
3. Del plano anterior. Se comienza a percutir
debajo de la clavícula, colocando el dedo plesí- 4. De las regiones axtlar y lateral. No debe
metro paralelamente a ésta y sobre un espacio omitirse nunca. Por la delgadez de la pared, son
intercostal. Al ir descendiendo, la sonoridad dis- muy útiles para explorar el pulmón subyacente.
minuye a causa de la presencia de los músculos El sujeto levanta el brazo del lado que se exami-
pectorales en el hombre, y de éstos y la mama en na y apoya la mano sobre la cabeza, de manera
la mujer. A nivel del V espacio intercostal dere- que la palma cae sobre el parietal del otro lado.
cho, comienza la matidez hepática. En el hemitó- Se percute de abajo arriba (o viceversa) siguiendo
rax izquierdo, se encuentra el corazón y por de- la línea axilar media. El dedo plesímetro se dis-
bajo, un espacio sonoro conocido como espacio pone paralelamente a los espacios intercostales,
semilunar de Traube, de notoria importancia se- excepto en el hueco axilar, en que, para eludirla
miológica (fig. 2-45)". dificultad que representa la prominencia de los
músculos pectorales por delante y del músculo
'ILas investigaciones de Traube (1868) pueden resumirse
en (textual):
1. La zona mencionada timpánica tiene una forma de me-
dia luna (observada en el hemisferio norte), limitada hacia aba- Jaccoud (1884) agregó, además, dos características semioló-
jo por el reborde costal y hacia arriba por una línea curva con la gicas fundamentales:
concavidad hacia abajo.
1. La falta total de vibraciones vocales en la zona del es-
2. El espacio así delimitado comienza hacia delante, de-
pacio semilunar.
bajo del quinto o en el sexto cartílago, y se extiende hacia atrás
2. Enla misma zona, por auscultación, se nota la ausencia
a lo largo del reborde costal hasta el extremo anterior de la IX o
de ruidos respiratorios
X costilla.
3. Su mayor anchura es de 7-8,5 cm. Según Neumann, el límite superior del espacio de Traube
4. El sonido de esta zona, en condiciones normales del es- corresponde a una línea que une la punta del corazón al borde
tómago e intestino grueso, se distingue no sólo por su timbre superior de la matidez esplénica; aconseja que el enfermo debe
timpánico, sino también por ser más alto que el sonido pulmo- estar semisentado en posición diagonal para que, tanto el bor-
nar situado más arriba. de del estómago como la cámara de aire ocupen la posición
5. En inspiración profunda, al descender el pulmón, se em- más alta y den a la percusión un buen timpanismo de esta re-
pequeñece considerablemente el espacio semilunar y es, por lo gión, y resurne sus opiniones diciendo que la matidez por de-
tanto, testimonio de la movilidad normal del borde pulmonar. bajo del límite superior del espacio de Traubesignifica derrame
6. Un significativo aumento del espacio semilunar con pleural y que, en cambio, la matidez por encima de dicho lími-
inamovilidad del borde inferior del pulmón izquierdo es un sig- te significa infiltración de la língula pulmonar.
no importante de la retracción de este último. A pesar de la radiología, el espacio de Traube es de utilidad
7. En un derrame pleural, el espacio semilunar puede de- para revelar la presencia de derrames pleurales de la pleura iz-
saparecer completamente y el comienzo de la resorción del quierda que, incluso, fueron inadvertidos por muy expertos ra-
derrame se manifiesta por una reaparición del espacio semilu- diólogos, lo cual ha sido corroborado repetidas veces y com-
nar. probado irrefutablemente por la toracocentesis.
=>
Neumología 127

gran dolsal por detrás, el dedo se coloca perpen- moiseau-Ellis». Si cambiamos de posición al en-
dicularmente o se recurre a la ortopercusión. El fermo, percutiéndolo primero sentado y luego en
límite inferior de la región lateral derecha es muy decúbitolateral, la línea de matidez se desplaza,
preciso, pues corresponde a la matidez hepática; aunque muy poco, siempre que la cantidad delí-
el de la región lateral izquierda resulta bastante quido no sea muy grande, caso en el cual no se
menos manifiesto, debido a que se continúa con modifica en absoluto. En los derrames enquista-
la hipersonoridad del espacio de Traube y con la dos, la zona mate guarda relación con la ocupada
matidez esplénica. La movilidad respiratoria del por el líquido, y en el interlobular, dibuja una
borde inferior del pulmón es máxima a nivel de franja oscura entre dos sonoras, especialmente
la región axilar, llegando incluso, si situamos al manifiesta en la región axilar.
paciente en posición lateral, a valores de 6-8 cm.
2. Aumento de la sonoridad a la percusión. Au-
La percusión del hueco axilar tiene valor menta en las siguientes circunstancias:
considerable para la exploración del vértice pul-
monar. Si percutimos en su porción más alta, a) Enfisema atrófico y compensador (o vicarian-
caemos sobre la parte lateral del segundo espa- te). En el primer caso, el abombamiento y rigidez
cio intercostal, del tórax, junto con la atrofia del tejido vibrátil
pulmonar, motivan aumento de resonancia y dis-
minución de tono con un timbre con cierto grado
REPERCUSIÓN DE LOS PROCESOS de timpanismo, «sonido de caja de cartón vacía».
RESPIRATORIOSEN EL SONIDO En el segundo caso, una porción de pulmón
PERCUTORIO sano trata de compensar otras enfermas y que,
por tal motivo, respiran mal (en el vértice, en las
Las enfermedades del aparato respiratorio ocupaciones de la base, en las bases en los proce-
suelen modificar los caracteres del sonido de per- sos apicales), la sonoridad aumenta sin adquirir
cusión. Sin embargo, esta regla no es absoluta y carácter timpánico, sino una resonancia aguda
escapan de ella las bronquitis agudas o crónicas, especial, con carácter de cosa hueca (resonancia
las bronquiectasias no complicadas, las sínfisis skódica o skodismo).
pleurales muy delgadas, los derrames pleurales b) Neumotórax espontáneo. El timbre del soni-
poco copiosos (menos de 250 ml) y las lesiones do es blando y su tonalidad percutoria, distinta se-
situadas profundamente (más allá de 3 cm) o gún la tensión a que está el aire dentro de la cavi-
poco extensas. dad pleural; si ésta aumenta fuertemente, el tono
se va haciendo cada vez más alto, pero sin perder
1. Disminución de la sonoridad a la percusión. su carácter timpánico; en estos casos, cabe obser-
Disminuye en las siguientes circunstancias: var un timbre anfórico del sonido percutorio.
Cuando se percute una caverna de un diáme-
a) En todas las condensaciones del parénquima tro superior a 4 cm radicada cerca de la pared y
pulmonar. Atelectasia masiva, procesos tumorales unida a ella por una franja de tejido pulmonar
y tuberculosos, neumonía. En esta última, la ma- hepatizado, el sonido es a menudo timpánico.
tidez suele acompañarse de unacierta resonancia No es raro, a la percusión fuerte, el ruido de «olla
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

debida a la distensión del tejido pulmonar que cascada».


circunda la parte afecta y a la vibración del aire
contenido enlos bronquios (matidez timpánica).
b) En los derrames pleurales. En el de la gran E AUSCULTACIÓN
cavidad, si la cantidad de líquido es considerable,
la matidez tanto en la nota como en el tacto (se Consiste en la exploración auditiva de los rui-
percibe un fuerte aumento de resistencia toráci- dos, normales o no, que se producen en el apara-
ca) es semejante a la que se obtiene percutiendo to respiratorio. Se efectúa directamente con la
las masas musculares del muslo. Es la «matidez oreja o por medio del fonendoscopio aplicados
hídrica» de los clásicos. El límite superior de esta sobre la piel del tórax. Ocasionalmente, este últi-
matidez, correspondiente al dcl derrame, sigue mo se coloca delante de la boca (auscultación
una línea de convexidad superior y vértice axilar preoral). En ocasiones, es suficiente hallarse al
(lugar donde el pulmón se colapsa con más facili- lado del enfermo (auscultación a distancia o ex-
dad) constituyendo la «curva parabólica de Da- traauscultación).
128 Semiología médica y técnica exploratoria

REQUISITOS PARA LA CORRECTA 4. No existe ningún motivo que justifique la


AUSCULTACIÓN respiración bucal o nasal para la auscultación. Hay
quien cree que es un error alterar el hábito del
La auscultación requiere ciertos requisitos que enfermo, pues si se le obliga a respirar diferente
a continuación consideramos: de como acostumbra, con facilidad altera los ca-
racteres de la respiración. Es mejor no hablar de
1. Debe practicarse en una habitación con esto al enfermo, dejándole que respire como sea
temperatura confortable, luz tenue y aislada de ruidos, su costumbre, recomendándole sólo que lo haga
para que nada externo distraiga nuestra atención. tranquila y normalmente, sin esfuerzo alguno y
Si el enfermo es ambulatorio, se le ha de aus- con la mayor regularidad posible, evitando que
cultar sentado, con la cabeza ligeramente flexio- haga sonidos guturales.
nada hacia delante, brazos caídos pasivamente a 5. El principiante en auscultación oye más bien
lo largo del tronco y las palmas de las manos so- demasiado que muy poco. Esto se debe a que no
bre las rodillas. Para la axila y regiones laterales, ha aprendido a prescindir de ciertos ruidos que
debe levantar el brazo del lado que se examina y no tienen importancia diagnóstica y a concen-
apoyar la mano sobre la cabeza, de manera que trar su atención sobre los sonidos que realmente
la palma caiga sobre el parietal del otro lado. la tienen. Es aconsejable considerar, en primer
Si se encuentra en cama, se dispone en decú- lugar, el murmullo vesicular haciendo caso omi-
bito dorsal y reclinado en almohadones para la so de los demás ruidos, y aun en aquél, sólo la
auscultación del plano anterior, y sentado con los fase inspiratoria, durante una serie de cuatro o
brazos hacia delante, para el plano posterior. Si cinco respiraciones; a continuación, se hace lo
el paciente está muy postrado, se le mantiene en propio con el ruido espiratorio, teniendo la pre-
esta posición con auxilio de un ayudante. caución de comparar puntos simétricos. Á ren-
2. El tórax debe estar desnudo. Una talla sobre glón seguido, se atiende a los ruidos anómalos
el pecho mientras se ausculta el dorso (y vicever- (estertores, soplos, frotes) reteniendo sólo aque-
sa) evitarán, si se trata de una mujer, toda inco- llos cuya evidencia sea absoluta. Siguiendo el
modidad subjetiva. En el caso de un sujeto con prudente consejo de Laennec, de vigencia ac-
mucho vello, que crepita al ser comprimido por tual: «Vale más dejar de etiquetar un ruido anómalo
el pabellón del fonendoscopio produciendo rui- dudoso, que caer en el error de asignarle un significa-
dos casi indiferenciales de los estertores secos, es do erróneo».
preciso auscultar con la campana o humedecer el 6. La auscultación del pulmón debe ser orde-
vello con agua y comprimirlo contra la piel. nada y completa. A partir del vértice y en sentido
Los ruidos producidos en las aponeurosis y descendente, comprende los planos anterior y
articulaciones suelen desaparecer cuando el suje- posterior (figs. 2-46 A y B), así comoel lateral.
to descansa en completa relajación muscular. De esta manera, evitaremos que alguna zona
También hay que mencionar los frotes motiva- pulmonar escape al examen. Existen algunos
dos al rozar la escápula con la pared torácica puntos cuya relación topográfica con los órganos
(«estertores escapulares» de Galvagni-Kúttner) o profundos les concede un significado semiológi-
al ejercer presión con el estetoscopio sobre regio- co particular:
nes del tórax que presentan gran cantidad deteji-
do adiposo, como, sobre la mama de la mujer. a) Punto de auscultación del asma, de Gut-
3. En caso de roces pleuríticos, no se debe de- mann. En la fosa supraclavicular, en el ángulo
sechar en absoluto la auscultación inmediata o directa, [formado por la clavícula y la cabeza medial del
sobre todo en la espalda y bases. La campana del músculo esternocleidomastoideo (ángulo asmáti-
fonendoscopio debe aplicarse con firmeza. Si se co). La auscultación de este punto permite, con
inclina de un lado ligeramente o no se excluye el mucha frecuencia, percibir los sonidos asmáticos
aire, podemos oír un rumor sordo y confuso se- bronquiales característicos con espiración alarga-
mejante al que se percibe cuando se aproximala da en un momento en que tales sonidos ya no
concha de un caracol grande al oído. Un ruido se- son audibles en cualquier otra región del tórax
mejante se oirá si las piezas auriculares del fonen- (fig. 2-47).
doscopio no ajustan a los oídos del observador o b) Zona de alarma, de Chauvet. En la mitad
si están puestas al revés. Evitaremos que la cam- dela línea trazada desde el espacio que existe en-
pana roce la piel del tórax. Esto da origen a ruidos tre las apófisis espinosas de C7 y T1, hasta la
secos semejantes a roces pleurales o pericárdiacos. prominencia muy aparente y fácilmente palpable
Neumología 129

coción
Be 4] E y

Fig. 2-46. La auscultación dede ser correcta y ordenada, empezando porlos vértices y descendiendo en zig-zag
hasta las bases, auscultando ambos campos pulmonares de forma simétrica y alternante. Si se empieza auscultan-
do el vértice izquierdo (A) terminará la auscultación en la base derecha (B) y viceversa. El fonendoscipio no debe
sufrir ningún tipo de roce para evitar ruidos sobreañadidos que puedan interferir la interpretación de los sonidos
que producen las zonas examinadas.

situada hacia la parte media de la espina de la es- ad) Punto de alarma basilar. Inmediatamente
cápula, que se conoce con él nombre de «tubér- por debajo de la escápula. Importante para el
culo del trapecio». Es uno de lossitios más ade- diagnóstico precoz de neumonías, bronconeu-
cuados para descubrir por auscultación el monías y corticopleuritis.
comienzo apical de la tuberculosis pulmonar. e) Punto cisural, Coincide con el borde inter-
d) Punto hiliar. Corresponde a la bifurcación no de la escápula, oblicuada al colocar la palma
de la tráquea, grandes bronquios y zona ganglio- de la mano del brazo del mismo lado sobre el
nar del hilio. En la región escapulovertebral, a la hombro opuesto. Corresponde a la cisura interlo-
altura de la apófisis transversa de T3. bular(fig. 2-48).
O MASSON, S.A. Fotocopíar sín autorización es un delo.

Fig. 2-47. Ángulo asmático de Gutmann (AAP,astlr- Fig. 2-48. Posición útil para poner en evidencia la ci-
ma auscultation poínt). sura interlobular.
130 Semiología médica y técnica exploratoria

PD Punto axilar. En lo alto de la axila. Alcanza tanto durante la inspiración como en toda la es-
la parte alta del lóbulo superior. piración, a nivel de la laringe, tráquea y esternón
(sobre todo en su borde derecho) y, por detrás, a
7. No debe terminarse jamás la auscultación lo largo de la columna vertebral y en la parte in-
torácica sin haber hecho toser al paciente. La inspira- terna de los espacios escapulovertebrales. Se imi-
ción que precede a la tos y la fuerte espiración ta bien, soplando en la mano doblada en forma
que la sigue pueden poner de manifiesto un so- de tubo o en uno de cartón o madera de calibre
plo latente, unos crujidos, un tintineo metálico, o mediano o cuando con la boca colocada como
pueden hacer desaparecer, al movilizar las secre- para pronunciar la letra «g», se inspira y espira
ciones bronquiales, unos roncus o unos ruidos si- con fuerza. Se debe a los grandes remolinos de
bilantes. Es conveniente avisar al enfermo para aire que se producen en la hendidura glótica. Las
que, en plena auscultación y a una señal conveni- cuerdas vocales que limitan el orificio están más
da, ensaye un golpe de tos único y seco, que re- juntas durante la espiración que durante la inspi-
petirá las veces que sean necesarias. Toda auscul- ración, lo que explica que el soplo espiratorio sea
tación sín este requisito es técnicamente defectuosa. más intenso y agudo que el inspiratorio. Entre
8. Es muy útil anotar gráficamente lo observa- los ruidos glóticos de uno u otro movimiento res-
do. Un buen paradigma es más demostrativo que piratorio hay un intervalo silencioso muy corto.
una larga explicación (v. cuadro de la pág. 186). Las vibraciones que llegan hasta las terminacio-
nes bronquiales en el parénquima pulmonar se
extinguen por difusión, refracción y reflexión,
Leyes para el diagnóstico entre los múltiples tabiques tensos y elásticos
por auscultación que existen en esta región.

Terminaremos indicando que para poner de


manifiesto las alteraciones pulmonares por me- Murmullo vesicular
dio de la auscultación, es preciso que se ajusten a
tres leyes: Se percibe en todas las partes en que el pul-
món está en contacto con la pared torácica, y con
1. Ley del volumen mínimo. Que sean lo bas- máxima pureza en las axilas, debajo de las claví-
tante voluminosas. culas y en las regiones infrascapulares. Es como
2. Ley de la profundidad mínima. Que estén un soplo muy suave, y que podría reproducirse
suficientemente superficiales. inspirando primero y espirando después suave-
3. Ley de la transmisión. Que se hallen situa- mente aire por la boca, habiendo dispuesto los
das en una región explorable. labios como para pronunciar la «v».
El murmullo vesicular es, esencialmente, un
ruido inspiratorio continuo (que se percibe du-
RUIDOS APRECIADOS rante toda la inspiración), ligero, dulce, suave,
POR AUSCULTACION puro, de una percepción agradable y ligeramente
musical; es más bien un soplo, pero de un tono
Si a un sujeto sano le aplicamos el fonendos- fijo. Resulta de la suma de los ruidos elementales
copio primero sobre la tráquea y luego en otro producidos por el aire al ser aspirado por millo-
punto del tórax, como en las regiones axilares, nes de alvéolos bruscamente distendidos en la
percibimos dos ruidos en todo diferentes, el la- inspiración. Es, por tanto, un ruido alveolar.
ringotraqueal y el murmullo vesicular. Un terce- El ruido de la fase espiratoria debido al paso
ro, llamado «respiración broncovesicular», resulta del aire por los tubos bronquiales es también
de la superposición de ambos ruidos en determi- continuo, pero menos intenso y un tono más
nadas zonas del pulmón. bajo (re a do) que el murmullo inspiratorio. Sólo
es audible al principio de la espiración.
Vemos como la impresión auditiva es opuesta
Ruido laringotraqueal a la visual y a los datos obtenidos por la palpa-
ción. Mientras que a la inspección y palpación,la
Conocido también como respiración bronquial, inspiración es más corta que la espiración como
de Laennec; soplo glótico, de Jumon. Es un ruido 1:2 o 3, en la auscultación los términos se invier-
soplante, de tonalidad elevada, que se percibe ten, pues la espiración, sólo audible en el primer
Neumología 131

tercio o poco más, dura menos que la inspira- piración y el comienzo del murmullo vesicular
ción, como 3:1. quele sigue.
En unciclo respiratorio completo, no se perci- 5. Simetría. El murmullo vesicular es simétri-
be en la inspección pausa alguna entre el final de co, es decir, se presenta con iguales caracteristi-
la espiración y el principio de la inspiración, lo cas acústicas (fuerza, timbre) en las partes simé-
cual no ocurre auscultando, pues entreel final del tricas de los pulmones. Sólo hay una excepción,
ruido espiratorio y el comienzo del murmullo ve- en la región escapulovertebral derecha y hacia la
sicular que le sigue existe un silencio que com- espina del omóplato la respiración es más fuerte
prende casi los dos tercios finales de la espira- o de un timbre bronquial más rudo que en la
ción. zona opuesta, debido al mayor grosor de los tu-
bos bronquiales a este nivel.

Cualidades del murmullo vesicular


Respiración broncovesicular
1. Intensidad. Guarda relación, habida cuenta
que el pulmón es un instrumento de viento, con Resulta de la superposición, en determinadas
la velocidad con que circula el aire, que a su vez zonas del pulmón, del ruido laringotraqueal y del
depende de la mayor o menor amplitud de los murmullo vesicular. Participa de las características
movimientos respiratorios, y con las condiciones de ambos, siendo su intensidad intermedia y su
de transmisión de la pared torácica. Se encuentra fase espiratoria más larga, intensa y aguda que la
aumentada, dentro de la normalidad, en los ni- correspondiente a la respiración vesicular. Se oye
ños, a causa del menor grosor de la pared toráci- en la región infraclavicular derecha, articulaciones
ca y de la mayorelasticidad del parénquima pul- esternoclaviculares y espacio escapulovertebral, en
monar, constituyendo la «respiración pueril» especial en el lado derecho, y a nivel de la bifurca-
(puer, niño) o suplementaria, llamada así por ser ción traqueal (13) y en el vértice derecho, por efec-
el tipo de murmullo que se percibe a nivel del to del mayor calibre del bronquio correspondiente.
pulmón que respira en suplencia funcional (en un
vértice, si hay derrame o condensación en la
base, o viceversa). La respiración pueril (o suple- AUSCULTACIÓN EN PATOLOGÍA
mentaria) no es una respiración ruda, pues con- RESPIRATORIA
serva la tonalidad y el timbre normales; sólo la
relación inspiración-espiración se encuentra lige- En la auscultación del tórax, en circunstancias
ramente modificada, igualándose la duración de patológicas, podemos darnos cuenta de las varia-
los dos tiempos por volverse audible, dada la ma- ciones del murmullo vesicular, de la existencia de
yor intensidad respiratoria, el último tercio de la ruidos adventicios o accidentales (soplos, esterto-
fase espiratoria, normalmente muda. res) y de la anormal transmisión de la voz hahla-
La intensidad del murmullo vesicular dismi- da o cuchicheada, o de los ruidos producidos en
nuye en los sujetos obesos y en los muy muscu- la superficie del tórax.
lados (por el grosor de la pared), en los asténicos
y sujetos de vida sedentaria (por poca energía de
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

los movimientos respiratorios), y en los ancianos Alteraciones patológicas


por rarefacción del parénquima pulmonar. del murmullo vesicular
2. Timbre. Depende de la naturaleza de las
partes vibrantes y de las condiciones de resonan- Los ruidos respiratorios pueden alterarse en
cia y de transmisión al oído. Normalmente, el so- uno o varios de sus caracteres, recibiendo en
nido es dulce, blando, musical y muy suave. cada caso una denominación distinta (tabla 2-3).
3. Tono. El tono del ruido inspiratorio es más Cabe señalar que el ritmo y la intensidad pueden
alto que el del ruido espiratorio; la inspiración da modificarse a voluntad. Por eso, se debe pedir al
un re de la cuerda libre del violín, y la espiración, enfermo que respire normalmente. La tonalidad,
el do bemol. el timbre y la simetría son fijos e independientes
4. Rítmo. Ya hemosinsistido en que, mien- de la voluntad, y todas sus modificaciones son
tras la inspiración es toda ella audible, la espira- siempre patológicas:
ción sólo lo es en sus comienzos. Esto motiva un
silencio de cierta duración entre el final de la es- 1. Alteraciones de su intensidad:
132 Semiología médica y técnica exploratoria

Tabla 2-3. Alteraciones patológicas del murmu- suave y toma un timbre seco, áspero y granulo-
llo vesicular so, aparece este tipo de respiración. Depende de
una congestión ligera del alveolo o de unairregu-
Alteraciones de su intensidad
Aumento del murmullo
laridad en la mucosa de los bronquíolos, que
Disminución o abolición del murmullo se encuentran parcialmente cerrados o abollados
Alteraciones de su timbre (o calidad) por la compresión de pequeñas formaciones in-
Respiración ruda flamatorias, desarrolladas en el tejido pulmonar
Alteraciones de su tono circundante. Señala precozmente una lesión con-
Respiración grave o baja gestiva o inflamatoria del aparato alveolobron-
Respiración aguda o alta quial.
Alteraciones de su ritmo No caeremos en la confusión de considerar
Inspiración acortada como términos sinónimosrespiración tuda y respi-
Espiración alargada
Respiración continua
ráción fuerte. Una es la alteración de timbre, otra
Respiración a sacudidas la intensidad. Si bien es frecuente encontrar res-
Respiración «en rueda dentada» piración ruda y fuerte, es asimismo posible hallar
respiración ruda y débil.
3. Alteraciones de su tono:

a) Aumento del murmullo. En ambos pulmo- a) Respiración grave o baja. Tiene escaso valor
nes, en las disneas centrógenas; cuando es locali- diagnóstico, no obstante, se encuentra al final de
zado, señala zonas pulmonares en suplencia fun- las bronquitis o al principio de la tuberculosis; su
cional (respiración suplementaria), siendo signo causa reside en la tumefacción de la mucosa
indirecto, y cierto, de una lesión que puede radi- bronquial o del endotelio alveolar, la entrada del
car en el mismo pulmón o en el pulmón opuesto. aire se hace a menorvelocidad, lo que da un rui-
b) Disminución o abolición del murmullo. Se se- do de tono bajo.
ñala en todos aquellos casos en que se encuentra b) Respiración aguda o alta. Marca la transmi-
alterada su normal producción o transmisión. Tal sión entre la respiración normal y el soplo. Se
sucede: manifiesta, al principio, sobre la fase espiratoria,
que se prolonga y aumenta de tono (el cual igua-
— Enla insuficiencia respiratoria nasal (ade- la y aun supera el del ruido inspiratorio), adqui-
noides, pólipos), en ambos pulmones o preferen- riendo un carácter soplante. Indica una conden-
temente en el vértice derecho. sación pulmonar incipiente y es, si se encuentra
— Por ocupación, angostamiento o destruc- localizada en un vértice, un buen signo de tuber-
ción del alveolo, con disminución o abolición de culosis apical.
su función (neumonía, bronconeumonía, esclero-
sis, neumoconiosis, cavernas, etc.). 4. Alteraciones de su ritmo. Pueden señalarse
— Por el aumento del obstáculo que se en- en la duración relativa de cada uno de los dos
cuentra normalmente entre el pulmón y el oído, tiempos de la respiración (inspiración acortada,
representado por la pared torácica y la pleura espiración alargada, respiración continua) o en su
(adherencias pleurales, derrame pleural, neumo- continuidad (respiración a sacudidas, en rueda
tórax). dentada):
— Por una menor velocidad del aire alveolar,
ya sea por enfisema (en esta afección se encuen- a) Inspiración acortada. Definida por su nom-
tra una esclerosis atrófica muy acentuada de la bre, se observa cn aquellos casos en que la ex-
trama conjuntivoelástica interalveolar, con difi- pansión normal del pulmón se encuentra dificul-
cultad de la sístole alveolar), por inmovilidad de tada; procesos dolorosos (pleurodinia, fisuras
un hemitórax a causa del dolor (neuralgia inter- costales), disneas con aumento de la frecuencia
costal, pleurodinia), por deformidades anatómi- respiratoria, etc.
cas (gibosidad, escoliosis, cifoscoliosis, etc.), o b) Espiración alargada. Consiste en que a la
por obliteración (neoplásica o no) de un bron- auscultación se torna perceptible una parte, ma-
quio. yor o menor, de la espiración, que en estado nor-
mal es muda. Puede alargarse hasta igualar o re-
2. Alteraciones de su timbre. Consideraremos basar la duración de la inspiración. La espiración
la respiración ruda. Si el ruido pierde su carácter alargada va siempre acompañada de alteración
Neumología 133

de los ruidos respiratorios, que se vuelven rudos ciones dolorosas torácicas, emociones, escalo-
y débiles en la inspiración, y de tonalidad eleva- fríos, etc.), que, ocasionando movimientos respi-
da con tendencia a soplante en la mayoría de los ratorios irregulares, hacen que el aire llegue a los
casos en la espiración. Se encuentra en: alvéolos por fracciones; se atribuye a la pérdida
de la elasticidad del pulmón, que hace que éste
— Enfisema. En grandes zonas o en todo el se dilate en diferentes tiempos en varias de sus
tórax, por rarefacción y esclerosis de la trama partes. Cuando va acompañada de otras altera-
conjuntivoelástica interalveolar. Se acompaña de ciones del murmullo vesicular y se encuentra en
murmullo vesicular débil y rudo. una región limitada, fija y persistente del vértice,
— Tuberculosis incipiente. Suele localizarse tiene valor para el diagnóstico precoz de la tuber-
en el vértice. Coincide con la disminución del so- culosis.
nido de percusión; cuando a la percusión ordina- e) Respiración «en rueda dentada». Es aquella
ria no se encuentra submatidez, si se busca por en que las interrupciones se suceden de manera
transonancia, no falta casi nunca. Esto indica que regular. Se atribuye a la misma causa que la ante-
la espiración alargada obedece, en estos casos, a rior.
condensación del parénquima.
— Asma bronquial. Por espasmo bronquiolar
que dificulta la salida del aire. En la obstrucción Soplos pulmonares
bronquial parcial y a nivel de la región corres-
pondiente, persiste el rumor espiratorio después Ya hemos visto cómo, gracias a la existencia
de una espiración forzada, en contraste conel si- entre la estrechez glótica y el oído de una serie
lencio del resto del pulmón. El rumor persiste de órganos representados por la tubería bron-
hasta la expulsión del aire retenido. quial, el tejido pulmonar, las hojas pleurales y la
pared torácica, pasamos del ruido de soplo larin-
c) Respiración continua. Se observa cuando gotraqueal (intenso, de tonalidad elevada y de
la espiración se alarga tanto que llega a juntarse timbre tubárico) a otro (poco intenso, de tonali-
con la inspiración siguiente. La «pausa-silencio» dad baja y de timbre vesicular), que constituye el
que normalmente sigue a la espiración, desapa- murmullo vesicular. Pero si el tejido interpuesto
rece, y se oye siempre ruido respiratorio. Éste, entre la estrechez glótica y la pared del tórax deja
que en los casos más característicos es igual du- de ser normal, ya sea por la presencia de un
rante la inspiración que en la espiración, es dé- bronquio dilatado, de una zona hepatizada, de
bil y rudo, no presentando ni el carácter del una cavidad en pleno parénquima, o de agua o
murmullo inspiratorio ni el del ruido espirato- gas entre ambas hojas pleurales, el soplo glótico,
rio. La intensidad presenta ligeras ondulacio- al propagarse, encontrará en su trayecto el bron-
nes. quio dilatado o la hepatización, o la caverna o la
En algunos enfermos, el carácter de la respira- colección líquida o gaseosa a que nos hemos re-
ción continua no cambia si hacen una respiración [erido y modificará sus caracteres de propaga-
profunda; en otros, al forzar la respiración, el rui- ción normal, de tal modo que, en lugar de produ-
do espiratorio se torna ligeramente traqueoglóti- cirse el murmullo vesicular normal, ocasionará
co; en otros, al forzar la respiración, el síntoma un murmullo vesicular patológico al que se deno-
(O) MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delita.

desaparece y se marcan los dos tiempos y la pau- minará «soplo pulmonar».


sa. Se encuentra especialmente en el vértice, en Vemos, pues, que el ruido de soplo resulta de
la región del hilio y, con menor frecuencia, en la la transmisión del ruido laringotraqueal o soplo
parte posterior de las bases en las infiltraciones glótico a través de un tejido pulmonar alterado,
tuberculosas. tanto en sus condiciones físicas como en su con-
d) Respiración a sacudidas. Consiste en que la ductividad sonora.
inspiración y, a veces, pero con mucha menor Para que este soplo se produzca, se precisan
frecuencia, la espiración, en lugar de verificarse dosfactores:
en un solo tiempo con una perfecta continuidad,
se realiza en varios tiempos (de dos a cinco) se- 1. Una condensación pulmonar capaz de pro-
parados por cortas interrupciones. El punto en ducir el soplo tubárico que, al ser modificado, ha
que mejor se aprecia esto es en la fosa infraclavi- de ocasionarel pleural.
cular. Desaparece a menudo en las respiraciones 2. Una cantidad suficiente de líquido en la plen-
profundas. Descartando aquellos estados (afec- ra para que dicho fenómeno se verifique. Por tal
134 Semiología médica y técnica exploratoria

motivo, se percibe en los derrames inflamatorios


(pleuritis) y falta en los de naturaleza mecánica
(hidrotórax), pues en el primer caso el pulmón
subyacente está siempre más o menos afectado,
mientras que en el hidrotórax es normal (figu-
ra 2-49).

Los soplos pulmonares pueden ser:

1. Primarios o autóctonos. Resultan de un obs-


táculo patológico a nivel de la tráquea o bron-
quios.
En los casos de estenosis traqueal o bronquial,
la vena fluida que atraviesa la estrechez es una
vena fluida sonora, y comotal tiene una intensi-
dad, tonalidad y timbre en relación al distinto ta-
mañodel orificio y con su velocidad de paso. Fig. 2-49. Esquema de la producción del soplo pleu-
Si la estenosis traqueal o bronquial es muy rítico. La zona de rayas verticales señala el pulmón
condensado y comprimido; las rayas horizontales, el
angosta, el aire, al pasar por el orificio, vibra in-
lugar ocupado porel derramelíquido. El ruido laringo-
tensamente; la intensidad del soplo es elevada, traqueal, al encontrar el parénguima pulmonar compri-
y la tonalidad, aguda. En el límite extremo en- mido y condensado, toma las características del soplo
contramos los soplos de carácter silbante (estri- tubárico. Éste, al llegar al límite del derrame, disminuye
dor) o de carácter córneo (cornage, en francés, o de intensidad y cambia de timbre dando lugar al soplo
huélfago). El estridor y el cornage se perciben a pleurítico (o pleural).
distancia, y se suceden en las dos fases respira-
torias.
Si el orificio de la estenosis es amplio, la in- b) Una cierta velocidad y volumen del aire ins-
tensidad del soplo resulta débil, y la tonalidad, pirado. Por esto, los soplos desaparecen cuandoel
grave, siendo entonces difíciles de diferenciar del tórax se encuentra inmovilizado, ya sea por un
soplo glótico normal. dolor agudo, ya por parálisis diafragmática (desa-
Estos soplos tienen la característica de nacer y parición preagónica del soplo tubárico en la neu-
morir en el mismositio, es decir, de no propagar- monía), o cuando las vías aéreas se encuentran
se y de debilitarse a medida que, con el fonen- obstruidas por mucosidades, cuerpos extraños o
doscopio, nos alejamosdel hilio. Si el árbol hron- por un tumor.

quial se ocluye por completo, el aire no circula y c) Untejido pulmonar alterado y con unas pro-
no hay motivo alguno de soplo. piedades conductoras del sonido distintas de las
2. Secundarios o por transmisión. Aunque ori- que corresponden altejido pulmonar normal.
ginados a nivel de un estrechamiento en la tu-
bería traqueobronquial ya normal (esfínter gló- Entre las variedades más importantes de los
tico) ya patológico (estenosis bronquial), son soplos por transmisión, citaremos:
propagados a distancia y transmitidos al oído
por intermedio de un tejido densificado y buen a) Soplo tubárico. Consiste en la percepción,a
conductor del sonido (parénquima hepatizado, nivel de las paredes del tórax, del ruido laringo-
más rara vez un mazacote ganglionar); por esto, traqueal que, en los sujetos sanos, oímos exclusi-
se les conoce también como soplos por iransmi- vamente en la laringe, tráquea, esternón y espa-
sión o propagación. cio escapulovertebral. El pulmón homogéneo y
Son, con mucho, los más importantes. De sin aire, como en la neumonía, es un excelente
acuerdo con todo lo anteriormente dicho, señala- conductor de dicho ruido, con tal que los bron-
remos que para producirse requieren: quios sean permeables. Difiere de la respiración
laringotraqueal percibida en la tráquea tan sólo
a) La estenosis glótica normal. Capaz de oca- en que es menos intenso y de tono más alto, por
sionar el ruido que ha de constituir, al modificar- ser el calibre de los bronquios menor queel de la
se, el soplo que percibimos; éste falta, como es tráquea; pero tiene las mismas características
lógico, en los sujetos laringuectomizados. fundamentales de la pausa postinspiratoria y la
Neumología 135

duración e intensidad típica de la fase espiratoria, la modificación cavernosa, debe encontrarse ro-
en contraste con la del murmullo vesicular. Se deada de pulmón condensado. Una cavidad situa-
imita pronunciando en voz baja y de manera su- da en el centro de un pulmón sano y aireado, y
cesiva las vocales a, e, o. las hay, no produce respiración cavernosa, pu-
El foco de condensación pulmonar precisa te- diendo incluso ser silenciosa (fig. 2-51).
ner, para ocasionar el soplo que nos ocupa, un c) Soplo anfórico. Es, habitualmente, poco in-
grosor suficiente que le permita alcanzar, por lo tenso y presenta resonancia metálica. La mayor
menos, aquellos bronquios cuyo diámetro inter- parte de las veces debe buscarse con atención, y
no sea superior a 3 mm, pues en los tubos más en algunos casos sólo se percibe en las respiracio-
pequeños la conducción del sonido laringotra- nes profundas o haciendo toser al enfermo. Más
queal es mínima. Si recordamos que los bron- que un soplo, parece una resonancia; bourdonne-
quios de 3 mm están a 3 cm dela pleura, en las ment amphorique (zumbido anfórico), lo llamó La-
porciones superiores del pulmón, de 3,5-5 cm en ennec. Se imita bien, aplicando, sin apretar, el
las porciones basales y laterales, y de 1-2 cm pulpejo del dedo medio al orificio del conducto
en las proximidades de la columna vertebral, nos auditivo externo, de modo que quede cerrado
explicaremos que condensaciones de igual volu- por completo, y dando golpecitos sobre este
men y densidad puedan o no transmitir el soplo dedo con otro cualquiera. Se percibe:
según su nivel topográfico (fig. 2-50). — En el neumotórax espontáneo conel aire a
b) Soplo cavitario (o cavernoso). No es más tensión. Si hay adherencias que den lugar a neu-
que un soplo tubárico modificado en su timbre y motórax parciales, puede ser pococlaro o faltar.
en su intensidad por la presencia, en el interior — En las grandes cavernas pulmonares, de
del tejido pulmonar condensado, de una cavidad. paredeslisas, radicadas cerca de la pared, que co-
No se debe al aire que entra y sale de la cavi- munican ampliamente con los bronquios y están
dad, sino a la producción, en la cámara de reso- vacías O poco menos.
nancia de la cavidad, de armónicos que refuerzan — En los derrames pleuríticos abundantes,
determinadas vibraciones de los ruidos bronquia- que comprimen el pulmón contra el raquis. En
les, dando así un timbre alterado al ruido original.
Puede imitarse utilizando la boca como cámara
de resonancia y respirando con los labios dispues-
tos en forma de o. Para que una cavidad produzca
(O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Fig. 2-51. Esquema de la producción del soplo cavita-


rio. La zona señalada en negro indica tejido pulmonar
condensadoenel interior. La zona rayada, esclerosis peri-
Fig. 2-50. Esquema de las condensaciones pulmona- cavitaria. El ruido laringotraqueal al encontrar el parén-
res. A) condensación superficial que no alcanza hasta quima pulínonar aumentado de densidad tomalas carac-
los bronquios de 3 mm de diámetro; no hay, portanto, terísticas acústicas del soplo tubárico. Éste, a su vez, al
transmisión del soplo brónquico. B) condensación que llegar a la caverna, se modifica en su tonalidad y timbre
alcanza los bronquios de un calibre mayor de 3 mm,se adquiriendo una resonancia especial, hueca, que define
produce, pues, transmisión del soplo brónquico. el soplo cavernoso.
136 Semiología médica y técnica exploratoria

estos casos, el soplo se percibe en el espacio es- cados o no en sus caracteres. Unos se originan en
capulovertebral. los bronquios o en el pulmón (estertores pulmo-
nares propiamente dichos); otros, en la cavidad
d) Soplo pleurítico. Es un soplo tubárico modi- pleural (frotes pleurales). No hay unanimidad en
ficado en su intensidad y características acústicas su interpretación, ni tampoco sobre el criterio
por la presencia, entre el foco de condensación que debe presidir su clasificación (tabla 2-4). Es
pulmonar que lo produce y el oído del que aus- costumbre didáctica, clasificarlos atendiendo al
culta, de un derrame pleural. Se imita pronun- lugar dondese originan:
ciando en voz baja las letras e, 1. Es relativamente
inconstante. Al principio de la enfermedad, se 1. Estertor traqueal. Producido por las secre-
percibe en la base, cerca de la columna vertebral, ciones acumuladas en los bronquios gruesos,trá-
y es poco intenso, suave, como velado y prefe- quea y laringe, y que el paciente, a causa de su
rentemente espiratorio. A veces, sólo se percibe estado, es incapaz de eliminar. Cuando es muy
en las respiraciones profundas. Con frecuencia, intenso, motiva un sonido brusco, desapacible,
se tiene más la impresión de una respiración so- confuso, llamado «zurrido», audible a distancia.
plante que de un verdadero soplo, ya que no es 2. Roncosy sibilantes. Estos estertores, impro-
raro que el murmullo vesicular esté en parte con- piamente denominados secos, traducen la este-
servado. Cuando el derrame aumenta, el soplo, nosis parcial del árbol traqueobronquial en algu-
cuando existe, se oye en el límite superior dellí- na parte de su trayecto, ya sea por mucosidades
quido, en la zona donde el pulmón está habitual- espesas (como en la fase inicial de la bronquitis),
mente atelectasiado, motivo por el cual adquiere sea por espasmo de la musculatura bronquial y
características acústicas que recuerdan las del so- edema de la mucosa, como en el asma.
plo tubárico, aunque sin igualar su intensidad y Los roncos son estertores bronquiales de to-
con timbre distinto. nalidad grave y se originan en los bronquios
Los soplos pleuríticos, más o menos intensos grandes o en la tráquea. Cubren los dos tiempos
o velados, pueden percibirse en regiones bastan- de la respiración, con ligero predominio espirato-
te extensas, pero casi nunca o nunca pasan dela rio, se propagan a distancia y se modifican conla
línea axilar. En la cara anterior del tórax, no se tos; pueden acompañarse de una sensación táctil
oyen. El sitio en el que se perciben más clara- de frémito.
mente acostumbra ser la región donde el pulmón Los estertores sibilantas o estertores «piantes»
se halla rechazado entre la columna vertebraly el son de tonalidad aguda, se originan en los bron-
omóplato. Cuando la cantidad de líquido es quios de pequeño tamaño.
abundante, habitualmente no se percibe soplo ni
otro ruido respiratorio.
e) Soplo tubopleural. Se designa de este modo
Tabla 2-4. Tipo y origen de los estertores
a un doble soplo, tubárico en la inspiración y con
los caracteres del soplo pleural en la fase espira- Estertores cuyo origen se encuentra en la tráquea y
toria. Aparece en las esplenoneumonías y corti- bronquios
copleuritis. Traqueales
Roncos
Sibilantes
Estertores originados en los alvéolos
Estertores pulmonares” Crepitantes
Estertores que indican la presencia de moco y pús en
Son ruidos anómalos que acompañan a los los bronquíolos terminales o en el tejido pulmonar
ruidos respiratorios propiamente dichos, modifi- en vías de desintegración
Estertores subcrepitantes
De pequeñas burbujas
PLos estertores son ruidos de auscultación, que cuando se
De medianas burbujas
engendran en una zona pulmonar rodeada de tejido sano y, por
tanto, mal conductor, se perciben lejanos, apagados y poco re-
De grandes burbujas
sonantes; son los estertores 1o consonantes. En cambio, los Jla- Crujidos
mados consonantes, por producirse en un lugar rodeado de teji- Estertores cavernosos
do condensado, y por ello buen conductor, aparecen agudos y Gorgoteo
resonantes (con un tono alto que llega hasta el la), como si es- Estertores cuyo origen se encuentra en la pleura
tallaran en el propio oído. La consonancia es signo de condensación Frotes pleurales
pulmonar.
Neumología 137

3. Estertor crepitante. Se manifiesta al oído ces o de resquebrajar madera muy seca. A la


como una serie de crepitaciones breves, finas e auscultación, parecen constituidos por burbujas
iguales, que parecen proyectarse en racimo sobre más o menos grandes, poco numerosas, hetero-
la oreja al final de la inspiración. Han sido com- géneas, separadas entre sí por silencios irregula-
parados al ruido que produce el frote de un me- res. Aparecen en áreas circunscritas (general-
chón de cabellos cerca de la oreja. mente apicales) y se caracterizan por su
El valor semiológico del estertor crepitante estabilidad (pues persisten semanas y aun me-
es considerable. Señala la presencia de una alve- ses inmodificados), y por aparecer durante la
olitis fibrinoleucocitaria. El alvéolo, humedeci- inspiración (más raramente en la espiración) y
do y colapsado por el proceso inflamatorio que después de los esfuerzos de la tos. Se atribuyen
lo circunda, se despega bruscamente al final de a la presencia de una ulceración o caverna, con
la inspiración, generando el estertor que nos secreción muy viscosa, rodeada de parénquima
ocupa. pulmonar condensado. Los crujidos húmedos, en
Debemosdiferenciar el estertor crepitante de oposición a los anteriores, o crujidos secos, se
las crepitaciones, ruidos adventicios que aun pro- producen cuando la condensación pulmonar es
duciendo una impresión acústica parecida, tie- poco acentuada (formas fibrocaseosas de la tu-
nen significado distinto. Diferenciaremos por su berculosis). A veces, los crujidos se vuelven con-
grano más grueso y desigual las crepitaciones de fluentes (gorgoteo vesicular). Deben diferenciar-
decúbito en las personas sanas (que desaparecen se de los falsos chasquidos originados en los
con la respiración profunda o con la tos) y las músculos, aponeurosis y tendones.
de la atelectasía (cuando en una zona pulmonar 6. Estertores cavernosos. Se producen en un
insuficientemente ventilada [una base, después bronquio de cierto tamaño (bronquiectasias) o en
de la frenicectomía o un vértice por insuficien- una cavidad. Dan la impresión grosera de burbu-
cia respiratoria nasal] se produce una aireación jas. Cuando asientan en una cavidad de paredes
brusca). Al mismo mecanismo patogénico obe- induradas, son consonantes y a veces adquieren
decen las crepitaciones perifocales del infarto un timbre metálico.
pulmonar y de alguna hemoptisis. Las crepita- Un grado más avanzado lo representa el «gor-
ciones de la insuficiencia cardíaca y las del edema goteo cavitario», constituido por burbujas conso-
agudo de pulmón son, en realidad, un grado inter- nantes muy grandes, confluentes, perceptibles en
medio entre la verdadera crepitación y el ester- los dos tiempos de la respiración, remedando el
tor subcrepitante. ruido ocasionado por una jeringa que, a un mis-
4. Estertor subcrepitante. Se trata de un ester- mo tiempo, expulsa aire y agua, O al que se pro-
tor húmedo, comparado a pequeñísimas vesícu- duce al soplar con una paja en agua jabonosa. Es-
las removidas por el aire, el cual se percibe du- tas burbujas nacen en el propio bronquio de
rante toda la fase respiratoria, a diferencia del desague.
estertor crepitante, sólo audible al final de la 7. Frotes pleurales. Se originan por el roce de
inspiración. Se modifica con la tos que lo pone las dos hojas pleurales cuando, por un proceso
de manifiesto o lo hace desaparecer momentá- inflamatorio, han perdido su lisura normal. Son
neamente. Su causa reside en la inflamación de superficiales, más notorios al final de la inspira-
la envoltura de los últimos bronquíolos. La mu- ción, aunque se perciben en toda la respiración;
(O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delita.

cosa bronquiolar tumefacta y atónica contiene no se modifican con la tos, y sí con la presión del fo-
exudados que adhieren y aun obturan sus pare- nendoscopio o en aquellas posiciones forzadas
des, despegándose cuando son atravesados por del tronco que favorecen el contacto entre ambas
elaire. hojas pleurales. No se propagan; es decir, nacen
Según que la impresión recogida por el oído y mueren en el mismositio. Dan la sensación au-
parezca referirse a vesículas de tamaño pequeño, ditiva de pisar nieve recién congelada. Se imitan
mediano o grande, hablamos de estertores de pe- bastante bien colocando una mano de plano so-
queñas, medianas o grandes burbujas. Debemos bre el oído y frotando con la pulpa de un dedo de
dejar sentado, para ser más precisos, que esta cla- la otra sobrelos nudillos.
sificación en tres tipos, por el tamaño de las bur- El roce pleural típico casi no se percibe más
bujas, es sólo esquemática, pues existe toda una que en las partes inferiores del pulmón, desde T4
gama intermedia. hacia abajo; precisamente, en aquellas zonas
5. Crujidos. Por su timbre especial, han sido donde la excursión pulmonar es más amplia y el
comparados al ruido de agitar cáscaras de nue- contacto pleural más íntimo.
138 Semiología médica y técnica exploratoria

Ruidos adventicios duce una embolia gaseosa en el corazón. Se oye


en las cavernas de gran tamaño y que contienen
Son aquellos difíciles de incluir en las catego- aire y líquido, el cual entra en conmoción por los
rías precedentes. De aparición poco frecuente, movimientos cardíacos.
merecen ser conocidos, pues poseen un valor clí- 7. Ruido de fístula pulmonar. Aparece en pa-
nico no desdeñable: cientes con hidroneumotórax que tienen una fís-
tula pulmonar que se abre por debajo del nivel
1. Estertor secuela, Son ruidos inspiratorios del líquido. La respiración puede obligar a salir
agudos, como chirridos, comparados a los pro- burbujas en el líquido.
ducidos al comprimir un muelle metálico o al La presencia de blebs (cavidades subpleurales
estirar un pergamino arrugado. Se producen a por escape intersticial de aire) y bullas (cavidades
nivel de los bloques de tejido escleroso, resi- intraparenquimatosas por confluencia alveolar)
duos cicatrizales de antiguas lesiones inflama- es motivo, en ocasión de los movimientos respi-
torias curadas. El ruido es mezcla del producido ratorios, sobre todo si se ejerce presión con el fo-
por el frote de los tejidos indurados y por el nendoscopio, de una rica auscultación burbuje-
despegamiento de los alvéolos atelectásicos y ante y de tal consonancia que sugiere la exis-
esclerosos. tencia de licuación o fusión masiva.
2. Ruido de bandera. Análogo al de un estan-
darte flameando al viento, resulta producido por
la agitación ejercida por la corriente de aire respi- Resonancia vocal (auscultación
ratorio sobre membranas móviles existentes en de la voz)
la tráquea o bronquios, en donde se mantienen
adheridas por uno de sus extremos. Este ruido se Se explora auscultando el tórax de un sujeto
considera típico de traqueobronquitis seudomem- que habla repitiendo con igual intensidad y len-
branosa. tamente, una palabra rica en consonantes (ca-
3. Ruido de válvula. Es debido a la abertura rro, guerra, burro). En un sujeto sano, la auscul-
y cierre sucesivos de una cavidad, cuya comuni- tación de la voz, en todas las regiones en que
cación con los bronquios está encerrada por se percibe el murmullo vesicular, da una sensa-
una especie de tapón movible formando válvu- ción sonora poco intensa, confusa, como un
la. Este ruido es inconstante y, a veces, sólo eco borroso, que no permite distinguir las síla-
audible al final de las inspiraciones forzadas ca- bas. Es la llamada «broncofonía normal» (o fi-
paces de vencer la resistencia valvular. Se seña- siológica), más fuerte en las personas de tórax
la en las grandes cavernas y en los neumotórax delgado que en las gruesas y musculosas, y en
valvulares. aquellas con voz robusta.
4. Ruido en «tic-tac». Recuerda el ruido de un
reloj en marcha. Es sincrónico con los latidos car- 1. Broncofonía (sin epíteto). La voz llega al
díacos. Se observa en los grandes cavitarios, y en oído más intensa y resonante que en circunstan-
su producción intervienen tanto fenómenos de cias normales, pero sin poder reconocer con clari-
resonancia por la caverna como la existencia dad las palabras. Parece como si nos hablasen o
de una sínfisis pleuropericárdica, la cual produce gritaran de lejos. Se encuentra en las zonas de
la variación, sincrónica con el latido cardíaco, de la condensación pulmonar. Es muy patente en el
presión en el interior de la caverna, con la consi- período de condensación de la neumonía, lla-
guiente entrada y salida rítmica de aire a través mándose «tubárica» por acompañar y parecerse
de bronquios de desagúe. por su timbre al soplo tubárico. En las infiltracio-
5. Tintineo metálico. Ha sido comparado al nes tuberculosas ulceradas, puede tomar un tim-
ruido que hace un perdigón al caer en una copa bre cavernoso (broncofonía cavitaria).
de cristal. Tiene un timbre argentino característi- 2. Pectoriloquia. Como la anterior, se encuen-
co. Aparece en ambas fases respiratorias, a veces, tra en las zonas de condensación pulmonar. Se
sólo después de toser; en otras, tras un cambio diferencia de la broncofonía, en que se reconocen
de postura. Su aparición va ligada a la existencia con claridad las palabras. Al que ausculta, le pa-
de un neumotórax, con líquido o sin él, y, más rece que es el tórax del enfermo quien le habla
raramente, de una vasta caverna superficial. directamente al oído.
6. Ruido de molino. Sus características quedan 3. Pectoriloquia áfona. Consiste en que la voz
definidas por su nombre. Es análogo al que pro- cuchicheada llega a nuestro oído articulada lim-
Neumología 139

piamente, en contraste con lo que ocurre en los teando. En el espasmo, parálisis o edema de la
sujetos sanos, en quienes se percibe como un dé- glotis, se produce un ruido inspiratorio como el
bil ruido confuso, incaracterizado, que no permi- soplido del viento o estridor (respiración estridulo-
te distinguir palabras ni sílabas. Diríase que el sa). Cuando el obstáculo radica en la tráquea, la
enfermo habla en voz baja en nuestro oído. Suele respiración semeja un gruñido; si está llena de
observarse en la mayoría de las condensaciones mucosidades acumuladas a causa de la debilidad
pulmonares, incluso antes de que se altere la e insensibilidad del paciente, aquélla es muy rui-
transmisión de la voz normal, y en la pleuritis dosa, conociéndose como respiración estertorosa,
seca. En las cavernas de gran tamaño y paredes (cuyo ejemplo mástípico es el estertor agónico).
lisas, toma un timbre cavitario, y en el neumotó- La obstrucción bronquiolar propia del asma
rax a gran tensión, anfórico. bronquial motiva sibilancias, sobre todo espira-
Las anomalías de la voz cuchicheada son más torias (respiración sibilante). Especial mención me-
valiosas para el diagnóstico de los pequeños de- recen la respiración quejumbrosa, caracterizada por
rrames pleurales que la presencia de una mati- los quejidos que se oyen a cada inspiración, pro-
dez, y ambas que el examen radiológico. Permite pia de los procesos agudos y dolorosos del tórax
diferenciar con facilidad la matidez por derrame y de las pirexias; la suspirosa o disfrénica, ya des-
de la debida a una paquipleuritis, que produce crita, comola hiposa, y aquella entrecortada por
disminución de la sonoridad percutoria, pero sin frecuentes bostezos, a veces muy ruidosos.
alteración de la voz cuchicheada.
4. Egofonía. Consiste en una modificación
particular de la voz transmitida. Adquiere un NW PROCEDIMIENTOS DE
timbre especial, agrio, estridente, una tonalidad EXPLORACIÓN COMBINADA
aguda, y presenta un carácter tembloroso, como
por sacudidas. Puede imitarse contando «uno, Resultan de la combinación de auscultación
dos, tres...» y mientras se sigue contando cerrar con percusión.
súbitamente la nariz apretándola entre los dedos.
Este cambio a una calidad nasal acentuada, se 1. Prueba del diapasón. Se coloca un diapasón
asemeja a la alteración de la resonancia vocal vibrante sobre la parte alta del mango del esternón.
cuando el fonendoscopio pasa a una zona donde El ruido se difunde a ambos lados del tórax y es
se percibe egofonía. Se presenta casi exclusiva- captado por el estetoscopio. El tórax actúa como
mente en las pleuritis de magnitud moderada, caja de resonancia. Es útil para diferenciar los pro-
usualmente cerca del ángulo inferior de la escá- cesos condensantes, por ejemplo, neumonía (ruido
pula. A medida que el líquido aumenta, la egofo- acrecido) de la pleuritis (ruido disminuido) y ambas
nía se advierte más hacia el vértice, siempre co- del neumotórax espontáneo a presión (ruido anfó-
rrespondiendo al nivel superior del derrame. En rico). Es un buen método en los enfermos incons-
los derrames muy copiosos, puede desaparecer, cientes. Puede ser usado para estudiar la resonancia
para volverse a oír al resorberse (egofonía de re- vocal en mudos, afónicos, afásicos o con voz débil,
torno). En las corticopleuritis, la egofonía se da como en la atrofia muscular progresiva. Las vibra-
con menos pureza y asociada a la broncofonia, ciones del diapasón no son bastante intensas para
constituyendo la llamada «egobroncofonía». dar la sensación táctil de frémito pectoral.
€ MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

2. Auscultación plesimétrica del vértice del pul-


món (signo de Guéneau de Mussy). Sirve para
AUSCULTACIÓN A DISTANCIA darnos cuenta de las condiciones físicas del vérti-
(EXTRAUSCULTACIÓN) ce del pulmón. Se busca auscultando sobre dife-
rentes puntos del plano posterior, principalmente
Permite darnos cuenta de algunos fenómenos la fosa supraspinosa y el espacio interescapular;
relacionados con la respiración sin necesidad del el efecto acústico producido a través del tórax
empleo del fonendoscopio. Es suficiente hallarse por los choques determinados por la percusión
situado al lado del enfermo. directa de la clavícula del lado correspondiente y
En estado de salud, los ruidos respiratorios de la parte superior del esternón. La cúspide del
son suaves, casi inaudibles, pudiendo acompa- pulmón obra como caja de resonancia.
ñarse de ronquidos durante el sueño. Si hay obs-
trucción nasal, la respiración recuerda el agua El sonido que se percibe por transonancia en
que hierve, o parece que el enfermo esté olfa- un pulmón sano es claro, un poco vibrante y de
140 Semiología médica y técnica exploratoria

tonalidad media. La región esternal es un poco Posiciones radiológicas del tórax


más oscura. En condiciones anómalas, da,
como la percusión y en las mismas condiciones Las posiciones más adecuadas para observar
que ésta, o aumentos de la sonoridad, con ele- las distintas regiones torácicas son:
vación o no del tono, o disminución, con sub-
matidez o matidez. Pero tiene sobre la percu- 1. Amterior o dorsoventral. En la cual el tubo de
sión ordinaria la ventaja de que permite rayos X se coloca detrás del enfermo, a unos 2 m
distinguir pequeños y delicados matices del so- de distancia, y la placa en contacto con el ester-
nido pulmonar y es de una sensibilidad exqui- nón. La escápula, que constituye un estorbo, se
sita. aparta dirigiendo el hombro hacia delante, mien-
Percutiendo sobre la parte interna de la claví- tras se practica la rotación interna del brazo.
cula y, principalmente, sobre el esternón, se pue- 2. Oblicua anterior derecha (DAD). El enfermo
den apreciar oscurecimientos debidos, casi con está en contacto tangencial con la pantalla por la
seguridad, a infartos de los ganglios mediastíni- línea axilar derecha anterior. Es conveniente,
cos, que no llegan a modificar la percusión ordi- para facilitar la visión, levantar el brazo colocan-
naría (fig. 2-52). do la palma de la mano en la nuca,
3. Oblicua anterior izquierda (OA), La línea
axilar anterior izquierda toca la pantalla. Ambas
Mi EXPLORACIÓN RADIOLÓGICA posiciones oblicuas permiten ver los espacios pre
y retrocardíacos.
Tiene un gran valor diagnóstico, siendo el
complemento indispensable de la exploración clí-
nica. Imagen normal del tórax
En la posición anterior o dorsoventral, el tórax
EXAMEN SIMPLE presenta una sombra media y dos zonasclaras late-
rales (fig. 2-58). La sombra media, llamada «sombra
La radioscopia y la radiografía se complemen- mediastínica», es de una gran densidad por estar
tan. La primera permite un examen del conjunto constituida por la superposición de la columna ver-
del tórax en todas sus proyecciones y hace visi- tebral, el esófago y, por delante de éste, la tráquea
bles los movimientos torácicos, diafragmáticos y en la parte superior, los grandes vasos del pedículo
mediastínicos. También sirve para observar si los del corazón en la parte superior y media, y el propio
vértices se aclaran durante la inspiración o la tos corazón en la inferior y, finalmente, por el estemón.
y las variaciones de tamaño de las cavernas de En la parte superior, se ve comúnmente el es-
paredes delgadas con los movimientos respirato- pacio claro producido por la luz de la tráquea,
rios. La ventaja de la radiografía radica en el gran proyectándose encima de las primeras vértebras
detalle de sus imágenes. hasta el nivel de la articulación de T4-T5.

Fig 2-52 A y B.
Neumología 141

que ha sido llamada «cúpula: diafragmática». La


cúpula diafragmática derecha es visible en toda
su extensión; no así la izquierda, que, en su parte
interna, se confunde con la sombra del corazón
que yace encima.
La parte externa de ambas cúpulas forma con
la pared costal del lado respectivo un ángulo agu-
do o «seno costodiafragmático», y en la parte in-
terna, con la sombra cardíaca, los «ángulos car-
diofrénicos» correspondientes.
El ángulo cardiofrénico derecho se encuentra,
a veces, borrado por el borde externo de la vena
cava inferior, que forma prominencia en él. La
cúpula diafragmática derecha está, generalmente,
situada a un nivel más alto que la izquierda, de-
bido al hígado, situado debajo de aquélla; no
obstante, durante la repleción gástrica, puede es-
tar más alta la cúpula izquierda, viéndose gene-
Fig. 2-53. Tórax normal. ralmente en este caso la zona clara correspon»
diente a la cámara de gases del estómago.
En la parte media más interna de los campos
pulmonares, a un nivel situado poco más o me-
La sombra formada por el corazón y grandes nos entre las siluetas de las porciones posteriores
vasos sobresale en la parte media e inferior de la de las costillas VI-VIII y en estrecha conexión
constituida por el raquis y el esternón, principal- con la sombra mediastínica media, se hallan a
mente a la izquierda, donde procide el ventrículo cada lado las sombras correspondientes a los «hi-
izquierdo, lios», constituidas normalmente por una trama
Los campos pulmonares que quedan a los lados gruesa de escasa densidad y contorno difuso,
de la sombra media son diferentes en cada lado, mucho más visible en el lado derecho que en el
siendo el derecho más extenso a causa de que en el izquierdo, por hallarse éste oculto, en parte, por
lado izquierdo está oculto gran parte del tercio in- la sombra cardíaca. Estas sombras hiliares están
ferior por la sombra del ventrículo cardíaco. integradas por la proyección anatómica de bron-
Las'sombras de las costillas cruzan en toda su quios, ganglios y de las ramas de la arteria pul-
extensión estas áreas pulmonares, correspon- monar. Normalmente, hay espacios claros entre
diendo los espacios claros a los espacios intercos- los distintos elementos que integran el hilio. De
tales. La dirección de las costillas, en su tercio ellos parte una trama arborizada, en forma de
posterior, es oblicua hacia abajo y afuera; esta malla fina, la cual se acentúa hacia la periferia.
oblicuidad varía en los diversos tipos de tórax, Este retículo radiológico del pulmón, especial-
siendo menor en los anchos y enfisematosos, y mente ostensible hacia las bases, consta de vasos
muy acentuada en los estrechos de tipo asténico. sanguíneos,linfáticos y ramas bronquiales, junto
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

En su parte anterior, las siluetas costales son, ge- con el tejido conectivo que los acompaña.
neralmente, más anchas y están dirigidas hacia
abajo y adentro, sin llegar a unirse con el ester-
nón, ya que lo hacen mediante la interposición Regiones de las áreas pulmonares
de los cartílagos costales, transparentes a los Rx,
salvo en el caso de que se hallen osificados, En las áreas pulmonares, y desde el punto de
como sucede en personas de edad avanzada y en vista radiológico, distinguiremos las siguientes
algunos adultos. Las partes axilares laterales de regiones:
las costillas señalan los límites externo y superior
de los campos pulmonares. 1. Vénice o campoapical. Entendiendo como
En la parte media y externa de ellos, se pro- tal, todo aquel segmento que se proyecta radio-
yecta la sombra de la escápula. lógicamente por encima del borde superior de la
El diafragma constituye el límite inferior en sombra clavicular, estando la clavícula horizontal
cada lado con su silueta redondeada y oscura, y centrandoel tubo a nivel de T4; de este modo
142 Semiología médica y técnica exploratoria

coinciden en la placa la sombra de la clavícula y de pala de la extremidad anterior, imágenes anu-


la del extremo superior de la 1 costilla y el poste- lares en forma de ojal de la costilla (simula una
rior de la IV, y el vértice queda limitado por el cavidad pleural), cifoscoliosis, etc. Ácto seguido,
primer anillo costal y el mediastino. se pasa al estudio de la silueta mediastínica, en la
2. Región infraclavicular o campo superior del cual, aparte de la existencia de las deformaciones
hilio del pulmón. correspondientes a los diversos procesos cardio-
3. Región parahiliar o campo medio. Entre vasculares, podremos sorprender la existencia
dos líneas horizontales, correspondientes al ex- de anomalías debidas a tumoraciones de índole
tremo superior e inferior del hilio. diversa, así como a derrames pleurales o me-
4. Región de la base o campoinferior. Entre el diastínicos, abscesos osifluentes, etc.; igualmen-
extremo inferior del hilio y el diafragma. Esta te, después de cerciorarnos de que el enfermo
zona basal está oscurecida de manera uniforme se halla en correcta posición anteroposterior (lo
en las mujeres de gran desarrollo mamario, sobre que significa que la sombra esternal se confun-
todo a nivel de los fondos de saco pleurodiafrag- de totalmente con el conjunto mediastínico y
máticos cuando las mamas son péndulas; por que las extremidades internas de las clavículas
esto, es necesario apartarlas con el fin de evitar equidistan de la línea media), apreciaremoslas
posibles errores de diagnóstico, además de favo- posibles desviaciones de la sombra media, que
recer la visibilidad de la base pulmonar tanto al podrá estar rechazada hacia el lado opuesto por
practicar la radioscopia como para la radiografía. la presencia de un derrame o un neumotórax a
En algunos casos, puede aparecer también la si- gran presión en cualquiera de los lados, o bien
lueta del pezón, pero será fácilmente identificado atraída hacia el lado de la lesión en los casos de
por su contornoy situación. atelectasia pulmonar total o de un fibrotórax re-
sidual.
En un segundo tiempo, pasaremos a exami-
Metódica de estudio nar detenidamente las distintas regiones, utili-
zando el diafragma óptico con el fin de suprimir
Para que durante el examen no pasen por alto la mayor parte de radiación secundaria posible.
detalles de interés, procederemos metódicamen- Examinaremos primero los vértices, ambosa la
te. Dividimos mentalmente esta exploración en vez, comprobando su aclaramiento en la inspi-
cinco fases: ración, y la tos y las posibles diferencias que
puedan existir; luego, cada uno por separado,
Observación. Consideraremos primero y cuidando de apreciar el máximo detalle en el
de una rápida ojeada, la totalidad de la imagen examen de las lesiones que existan. Para lograr
torácica, y luego los detalles en sus distintas re- un campo apical grande, se invita al paciente a
giones, aconsejando para ello seguir una cierta que doble el cuerpo hacia delante, con lo cualla
rutina que cada observador ha de formarse con la clavícula hace lo propio. Luego, examinaremos
práctica. En un primer tiempo, manteniendo las zonas infraclaviculares, comparada y parti-
completamente separados los diafragmas, se pro- cularmente, haciendo toser al enfermo si sospe-
cede a una exploración general de orientación, en chamos la existencia de una caverna, con el fin
la que precisaremos el tipo torácico (tórax asté- de obtener la reducción del anillo cavitario du-
nico, pícnico, cilíndrico, enfisematoso, etc.), la rante la espiración forzada del golpe de tos, que
movilidad del conjunto, así como el grado de nos permitirá afirmar que, en efecto, se trata de
aclaramiento de los campos pulmonares en su to- una solución de continuidad en el interior del
talidad durante la inspiración normal forzada. tejido pulmonar.
Cabrá, asimismo, anotar en este primer tiem- Acto seguido, examinaremosla zona hiliar y
po, las diferencias de simetría o movilidad entre parahiliar, anotando las posibles distopias, en-
amboslados; el mayor o menor acercamiento de sanchamientos, etc., que puedan existir a su nivel
los arcos costales, que denotan procesos de re- y las lesiones perihiliares y parahiliares, tan fre-
tracción o dilatación de los órganos subyacentes; cuentes en la infancia. La situación delhilio hacia
las excursiones diafragmáticas, comparando uno arriba nos hará pensar en la existencia de un pro-
y otro lados; su sincronismo y las posibles defor- ceso de retracción apical o colapso lobular supe-
maciones óseas existentes, como costillas cervi- rior. Una imagen cisural lineal evocará una cisuri-
cales, hipoplasia de la l costilla, articulación de tis residual, y su distopia, una retracción lobular
las costillas entre sí, ensanchamiento en forma concomitante, que corresponderá al lóbulo supe-
Neumología 143

rior si es hacia arriba o al lóbulo medio si es ha- Los efectos de la respiración sobre las som-
cia abajo. bras cardíaca y mediastínica son también dig-
Finalmente, pasaremos a examinar sucesiva- nos de una cuidadosa observación. En el enfise-
mente ambas bases pulmonares, la persistencia ma obstructivo y en los colapsos lobulares, el
del ángulo costodiafragmático, o su ocupación corazón y las estructuras mediastínicas se des-
por exudados, o bien la falta de una correcta ex- plazan hacia el lado de la lesión durante la ins-
cursión diafragmática, así como el contorno de la piración y hacia el lado opuesto durante la fase
cúpula y la presencia de tumoraciones sospecho- espiratoria. Ello se debe al hecho de que la trá-
sas en su borde. quea y bronquios normalmente se distienden
durante la inspiración y se contraen durante la
Rotación. A continuación, rotando el enfer- espiración.
mo ligeramente (10-209) hacia uno u otro lado, En el enfisema obstructivo, el aire inspirado
podremos evidenciar la existencia de lesiones puede pasar el área de obstrucción bronquial
discretas que pueden ocultarse detrás de las som- pero luego queda parcialmente retenido en el
bras costales. Asimismo, podremos descartar fal- pulmón afectado durante la fase espiratoria,
sas sombras ganglionares producidas por la pro- cuando el bronquio enfermo se contrae. Ello hace
yección anteroposterior de los vasos hiliares, que que la tensión del pulmón enfermo se mantenga
desaparecen con la lateralización, y nos permitirá relativamente constante durante un ciclo respira-
obtener una idea bastante aproximada de la loca- torio, y durante la fase espiratoria, el mediastino
lización de las lesiones, teniendo en cuenta que se desplace hacia el pulmón contralateral que es-
las situadas hacia la parte anterior del pulmón se tará entonces a menor tensión. Durante la inspi-
mueven hacia el lado que alejamos de la pantalla, ración, cuando hay menor discrepancia de ten-
mientras que las lesiones situadas en el plano sión entre ambos pulmones, el mediastino se
posterior lo hacen hacia el lado que acercamosa reintegra a su posición inicial desplazándose en
ésta, y que las que están situadas hacia el centro la dirección del pulmón enfermo. Por el contra-
del parénquima sufren traslación mínima. rio, en presencia del colapso de un lóbulo (debi-
Finalmente, exagerando esta rotación de mo- do a neumotórax, obstrucción bronquial, etc.), la
do que sólo un lado del enfermo esté en contacto tensión diferencial es mayor durante la fase ins-
con la pantalla fluoroscópica, conseguiremos las piratoria, puesto que entra más aire en el pulmón
mencionadas posiciones OAD y OAI, que facili- normal que en el colapsado. Por ello, irrespecti-
tan el examen del mediastino posterior, sombra vamente de la posición inicial del mediastino
cardíaca y la posible existencia de derrames in- (que suele estar desplazado hacia el pulmón nor-
terlobulares, infiltrados cisurales y colapsos del mal en el enfisema obstructivo y hacia el lado
lóbulo inferior izquierdo, difícilmente visibles en enfermo en el colapso lobular):
la proyección posteroanterior.
La dirección del movimiento mediastínico
Respiración forzada. Es importante 'estu- durante la fase inspiratoria es siempre hacia el
diar los movimientos de cualquier sombra anor- lado de la lesión.
mal mientras el enfermo respira.
Durante la inspiración, la columna dorsal per- En el paciente normal, la silueta cardíaca pa-
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

manece relativamente inmóvil mientras las costi- rece disminuir durante la inspiración y aumen-
llas se mueven hacia arriba, el diafragma y los tar durante la espiración. Estos cambios parecen
campos pulmonares inferiores lo hacen hacia variar en proporción inversa a la edad del suje-
abajo y las sombras vasculares se distancian unas to, siendo muy marcados en la edad pediátrica
de otras. La cuidadosa observación de una lesión y menos en el adulto. Asimismo, el uso de la
o sombra pulmonar durante la alternancia de maniobra de Valsalva y de la los forzada pue-
movimientos respiratorios permite relacionarla den ayudar en la diferenciación entre una som-
con el mediastino, la pared torácica, el corazón, bra vascular y otra no vascular, puesto que la al-
el diafragma y el pulmón. Si ambas estructuras se teración de la presión intraalveolar a menudo
mueven al unísono, se puede postular una cone- produce cambios de tamaño en las estructuras
xión entre ambas, pero incluso la más ligera insi- vasculares. Estas técnicas tienen una utilidad es-
nuación de movimiento independiente indicará pecial en la diferenciación, entre los ganglios
que ambas estructuras no se hallan íntimamente linfáticos hiliares y mediastínicos, y las sombras
asociadas. vasculares.
144 Semiología médica y técnica exploratoria

Ingestión de medios de contraste. El es- sirve admirablemente para detectar la presencia


tudio de la ingestión de una cierta cantidad de de la mayoría de lesiones, y también será de gran
sulfato de bario es esencial en toda ocasión en ayuda para determinar qué estudios adicionales
que nos hallemos con el problema diagnóstico de pueden ser de utilidad.
una densidad intratorácica. Esta sombra anormal Naturalmente, la radioscopia y la radiografía
puede representar, en ocasiones, el mismo esófa- deben complementarse, y la obtención de placas
go o estómago; o en otros casos la presencia de radiográficas durante el examen radioscópico es
una insospechada anormalidad esofagogastroin- una parte importante de la exploración radiológi-
testinal puede ser la causa velada de una lesión ca del paciente. Las vistas radiográficas nos pro-
intratorácica, como en el caso de la neumonía veen de un documento permanente, que a veces
por aspiración secundaria a la presencia de una permitirá aclarar detalles adicionales difíciles de
acalasia o cáncer de esófago. ver en la radioscopia, y que podremos comparar
Asimismo, la evidencia de una compresión con exámenes futuros del mismo paciente, para
extrínseca o un desplazamiento en el esófa- seguir la evolución de su proceso patológico.
go ayuda a la localización de una masa mediastí- Son varios los métodos y las proyecciones ra-
nica. diográficas que están al alcance del clínico que
La huella de una compresión en la pared pos- persiga con tenacidad el diagnóstico de unale-
terior del esófago, por ejemplo, nos indicará una sión intratorácica.
lesión localizada en el mediastino posterior; y, en A continuación, expondremos las más útiles,
ocasiones, una indentación en la silueta esofágica y sus características principales:
puede ser el único signo radiológico que nos
haga sospecharla presencia de nódulos mediasti- l. Proyecciones transversas. Exponen las lesio-
nicos hipertróficos, la mayoría de las veces situa- nes pulmonares y mediastínicas que se hallan
dos junto a la carina. La combinación de tal in- ocultas por el corazón, diafragma y estructuras
dentación esofágica y de una lesión pulmonar es óseas en la proyección posteroanterior. La proyec-
sugestiva de la presencia de un carcinoma bron- ción transversa habitual será la lateral izquierda lado
cogénico en el paciente de edad, y de tuberculo- izquierdo del paciente junto a la placa), puesto
sis o de un proceso fungal en el joven. que en la proyección posteroanterior hay una ma-
yor porción oculta del pulmón izquierdo que del
Inclinación. En muchas ocasiones, es util derecho. Cuando se conoce o sospecha unalesión,
examinar al paciente en las posiciones prona, su- se escogerá naturalmente la vista lateral que la
pina, de Trendelenburg, lordótica, y en los diver- aproximará lo más posible a la placa radiográfica.
sos decúbitos. Estas diversas inclinaciones, que el 2. Proyecciones oblicuas. Al igual que en la ra-
enfermo puede adoptar con un mínimo de cola- dioscopia, estas proyecciones resultan útiles para
boración por su parte y con la ayuda de una localizar una lesión, visualizar todos sus bordes,
mesa móvil radiológica, pueden ofrecer sorpren- y separarla de las estructuras que la cubren. Las
dentes resultados. proyecciones oblicuas se prefieren a las transver-
Estos métodos gravitacionales tienen una uti- sas en el caso de procesos patológicos bilaterales,
lidad especial para confirmar la presencia de ni- ya que se evita la superposición de imágenes de
veles líquidos. Así, delineación de procesos pato- amboslados.
lógicos del lóbulo medio derecho; separación de 3. Proyección decúbita. Se toma normalmente
sombras pulmonares de las estructuras que nor- con el paciente en posición supina y con los ra-
malmente las cubren; y estudiar la localización yos X incidiendo anteroposteriormente. Es la
de derrames pleurales, que probaremos fehacien- preferida en enfermos graves encamados, a los
temente en la posición de decúbito sobre el pul- que cuesta mantener erguidos, y en los niños pe-
món enfermo, y que mostrará un aclaramiento queños, que colaboran mejor con el radiólogo
de la parte media Lorácica. cuando pueden ver cuanto sucede a su alrededor.
El foco de rayos X suele colocarse a 1 m del pa-
ciente para conseguir la debida penetración, lo
PROYECCIONES RADIOGRÁFICAS que causa mayor magnificación y menor nitidez
de las imágenes, pero ello se ve compensado por
En la mayoría de los pacientes con sintomato- las ventajas técnicas.
logía respiratoria, deberá obtenerse una telerra- 4. Proyecciones en decúbito lateral. Con el en-
diografía posteroanterior. Esta simple radiografía fermo apoyando un lado de su cuerpo en la mesa
Neumología 145

radiológica y el haz de rayos X incidiendo en di- pueden ser confundidos con infiltrados redon-
rección paralela a la mesa. Es la posición ideal dos), los músculos pectorales, el borde del mús-
para demostrar la presencia de fluido libre en las culo esternocleidomastoideo, el pliegue cutáneo
cavidades pleurales. Sirve también para compro- supraclavicular, etc. Asimismo, hay que conside-
bar la existencia de fluido y aire dentro de una rar las anomalías del esqueleto torácico, ya sean
cavidad (caverna) pulmonar. de índole congénita (costillas en espátula, ojal,
5. Proyección lordótica. Así llamada porque se hipoplasias, puentes intercostales, hundimiento
pide al paciente que se incline hacia atrás con su del esternón y los cartílagos en su mitad inferior
espalda arqueada en lordosis, de modo que sola- [tórax excavado], etc.) o adquiridas (cifoscoliosis,
mente toque la placa radiográfica con su región abscesos, tumores primitivos o metastásicos, etc.)
interescapular. Los hombros deberán estar rota- (fig. 2-54).
dos hacia delante. Por todo esto, veremos que el diseño pulmo-
En esta proyección, las clavículas se sitúan por nar puede alterase por la presencia de una serie
encima de los campos pulmonares, y las costillas de imágenes nuevas, las cuales pueden ser reuni-
se encuentran en un plano paralelo al suelo, de das en tres grandes grupos:
modo que sus segmentos anterior y posterior
aparecen superimpuestos. 1. Imágenes de opacificación (o de sombra ra-
diológica). Destacan sobre los campos claros pul-
La proyección lordótica nos proporciona una monares, y pueden ser debidas a exageración de
excelente visión de los ápices pulmonares con los dibujos normales, hiliar y de la trama o a imá-
un mínimo de interferencia de las estructuras
óseas.

Es, asimismo, muy valiosa para confirmar la

SNy
y

ÓNy
NS A
SS
Ñ
presencia de un proceso patológico en los lóbulos
SS
medio derecho y dela língula, ya que los rayos X
LE
QQ

RNP
atraviesan en esta posición el eje más largo de es- SN SSENS
tos lóbulos, y sus sombras aparecen más densas
ÍSE

en presencia de un infiltrado o colapso lobular.


$ONIS
UA
XÁXS

6. Proyecciones estereoscópicas. Consisten en


tomar dos radiografías del mismo sujeto desde
dos ángulos ligeramente diferentes, lo que permi-
te a veces que una lesión completamente oculta
en una de ellas se proyecte libre y con gran clari-
dad en la otra placa.
7. Espiración completa. En ciertas ocasiones,
un pequeño neumotórax puede pasar inadverti-
do en la radiografía torácica habitual tomada en
inspiración forzada. Por el contrario, en espira-
ción forzada, debido a que la presión intrapul-
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

monar disminuye, el aire que puede haber en la


cavidad pleural se expande y el neumotórax pue- Fig. 2-54. Esquema de las fuentes de error diagnósti-
de entonces hacerse visible. co: 1, costilla cervical; 2, contorno del esternocleido-
mastoideo; 3, sombra accesoria de la l y Il costillas;
4, lóbulos de la vena ácigos; 5, fractura ósea articular
IMÁGENES RADIOGRÁFICAS entre la l y II costilla; 6, fractura ósea consolidada de la
EN CONDICIONES PATOLÓGICAS VI costilla, porción posterior; 7, bifurcación de la HI
costilla; 8, línea interlobular entre el lóbulo superior y
Antes de seguir adelante, señalaremos que las el lóbulo medio; 9, línea interlobular accesoria profun-
da del vértice del lóbulo inferior; 10, lóbulo cardíaco;
partes blandas torácicas visibles, sobre todo fuera 11, pezones; 12, sombra de la mama; 13, arteria subcla-
de los campos pulmonares, pueden proyectar so- via; 14, cartílago costal calcificado (grumos, anillos,
bre éstos sombras susceptibles de inducir a error, abrazaderas); 15, surco costal; 16, línea interlobular de
como sucede, por ejemplo, con la opacidad y lí- un lóbulo medio izquierdo accesorio; 17, sombra del
mite inferior de las mamas, los pezones (que músculo pectoral; 18, borde de la escápula.
146 Semiología médica y técnica exploratoria

genes sobreañadidas, que a su vez son lineales, — Localización. Parietal, intrapulmonar, me-
nodulares y extensas O maculares: diastínica, diafragmática; los nódulos localizados
en el vértice pueden confundirse con ganglios
a) Acentuación de las sombras hiliares y del retícu- cervicales calcificados.
lo radiológico. Se observa en procesos inflamatorios — Número. Único o múltiples.
broncopulmonares y la estasis circulatoria. El hilio — Tamaño. Pequeño (menos de 2 cm), me-
aparece aumentado y su imagen homogénea (em- diano (2-4 cm) y grande (más de 4 cm).
pastamiento hiliar) en contraste con el hilio nor- — Densidad. Pequeña (muy inferior a la cos-
mal, que muestra espacios claros entre los distin- tal), mediana (algo menor que la costal), grande
tos elementos que lo constituyen. A partir del (igual o superiora la costal).
hilio, la trama aparece como un retículo arbores- — Estructura. Homogénea o heterogénea.
cente que se dirige a la periferia y alcanza hasta la — Contorno. Neto o borroso. Se admite que
pared lateral del tórax, lo que no sucede normal- una imagen de bordes bien cortados correspon-
mente. No olvidemos que, siendo la trama la ima- de a procesos tumorales o de escasa reacción in-
gen de los vasos pulmonares sanguíneos y linfáti- flamatoria (productivos, cicatrizales) y que, por
cos, su acentuación significa su repleción, como es el contrario, un borde difuso a la manera de un
propio de los procesos inflamatorios, de la estasis halo, a inflamatorios, exudativos. Esta regla tie-
carcinógena y de la linfangitis tuberculosa o neo- ne su única excepción en los casos de quistes y
plásica. de tumores desarrollados en el seno del pul-
b) Imágenes sobreañadidas. Son debidas a la món, que, por efecto de las zonas de atelectasia
presencia de exudados o neoformaciones en la que por compresión producen a su alrededor,
pleura o pulmón, cuando no a procesos atelec- pueden dar la impresión de un halo de tipo in-
tásicos. Como ejemplos de lineales, citaremos, flamatorio. Si los nódulos engloban varios áci-
aparte la acentuación de toda la trama vascular nos, el conjunto adopta la forma de corimbo o
del pulmón ya descrita, las que se observan en de hoja de trébol («focos acinoproductivos» de
los campos indurados residuales, la atelectasia Graff y Kupferle).
laminar de Fleichner, los engrosamientos pleu- — Evolución. Rápida o lenta.
rales, generalmente cisurales, líneas de Kerley,
etcétera. d) Sombras extensas, maculares. Se observan
c) Imagen nodular. Es de observación frecuen- en todos los procesos que suprimenel aire de los
te porser propia de múltiples procesos pulmona- alvéolos en zonas extensas por exudación, proli-
res. Los micronódulos o elementos miliares están feración o plegamiento, o bien cuando se inter-
bien limitados y a veces no son visibles a la sim- pone entre el pulmón y la pared del tórax una
ple radioscopia. Pueden estar diseminados en masa opaca comoenla pleuritis. Sus característi-
ambos campos pulmonares o localizados y agru- cas en lo que atañe a su densidad, homogenei-
pados en una zona del pulmón. Se observan en la dad, tamaño,etc., son variables.
tuberculosis, bronconeumonía y carcinosis milia- Según el tamaño, hablamos de pequeñosinfil-
res, así como en la neumoconiosis y en la hemo- trados cuando son semejantes a nódulos gruesos,
siderosis de los enfermos mitrales. y en este caso aparecen en el centro del campo
Los nódulos propiamente dichos tienen ma- pulmonar rodeados de tejido sano; de zonitis, si
yor tamaño. Pueden presentarse como pequeñas afectan una zona; y de lobulitis, si un lóbulo en-
manchas oscuras, sin límites precisos, como co- tero limitado porlas cisuras. En ocasiones, alcan-
pos pequeños, formados por focos inflamatorios zan todo el pulmón (atelectasia masiva). Las le-
exudativos limitados a ácinos pulmonares, rude- siones pleurales discretas dan sombras muy
ados de zonas claras; en caso de confluir, forman tenues denominadas velos, sólo identificables en
gruesos nódulos de tipo bronconeumónico. ocasiones por comparación con la zona simétrica
Otras veces sus bordes son más precisos y su for- del lado opuesto o por la falta de aclaramiento
ma redondeada y su tamaño variable. por la tos. La pleuresia de la gran cavidad, así
Como cabe asegurar que no existe enferme- como la interlobular, mediastínica y diafragmáti-
dad torácica que no dé también imágenes pare- ca dan imágenes características.
cidas, será muy útil, ante una radiografía con
opacidades o focos redondeados, realizar una es- 2. Imágenes de rarefacción (o exceso de clari-
pecie de taxonomía de los caracteres y modifica- dad de la imagen pulmonar). Se señala en el enfi-
ciones deella, del siguiente modo: sema atrófico, caso en el cual se extiende a todo
Neumología 147
el tórax y ambos campos pulmonares, en el neu- Neumotórax diagnóstico
motórax y en las cavidades abiertas en pleno pa-
rénquima, El aire insuflado en la pleura determina la lo-
3. Imágenes patológicas hiliomediastínicas. Las calización intra O extraparenquimatosa de una
más frecuentes son: tumoración. Ello es fácil en cuanto se ve el pul-
monar separado de la pared del tórax.
7 a) Cardiovasculares. Cardiopatias, aortitis, aneu-
rismas.
b) Ganglionares. Adenopatías, neoplasias, Neumoperitoneo
etc.
«) Endocrinas. Hiperplasia del timo, bocio re-
trostemal. Necesario en algunos casos de procesos de la
4) Pleurales. Pleuritis mediastínica.
base del pulmón, para definir su situación supra-
e) Vertebrales. Absceso póttico.
diafragmática o infradiafragmática, Puede tratar-
se de tumores pulmonares basales, pleuresías
P Esofágicas. Acalasia, divertículos.
diafragmáticas enquistadas, tumores subfrénicos,
gy Procesos tumorales mediastínicos,
abscesos, etc.
h) Deformidades cicatrizales. Secuela de proce-
sos, pulmonares, mediastínicos, hiliares, etc.

Neumomediastino
EXPLORACIONES RADIOLÓGICAS
CON MEDIOS DE CONTRASTE La inyección de aire en el mediastino (vías
transtraqueal, retrosternal [por detrás del manu-
Broncografía brio), retroxifoidea) seguida de radiografías en
distintos planos es útil para el diagnóstico de tu-
Ideada por Chevalier-Jackson, Forestier y Si- mores, masas ganglionares y malformaciones
card, Tiene por objeto la inspección visual del ár- vasculares, En las mediastinitis crónicas, es lla-
bol bronquial valiéndonos de un medio opaco in- mativa la falta de disociación gaseosa de los prin-
troducido en su interior porvía transglótica, con cipales órganos anatómicos.
anestesia de faringe y laringe, mediante una son-
da flexible con la extremidad opaca.
La imagen broncoscópica normal es caracte-
rística. Los grandes bronquios llenos tienen el as-
Gammagrafía pulmonar
pecto de «árbol en invierno», sin hojas, y los
bronquios pequeños y los alvéolos, el de árbol Permite la representación gráfica de los cam-
en primavera», con hojas. pos pulmonares basándose en la detección, des-
Las imágenes bronquiales que se observan de el exterior de la distribución intrapulmonar,
con mayor frecuencia son las estenosis y las de di- de un material marcado con un isótopo gammae-
latación (bronquiectasias).

5 Angioneumografía
3

La angioneumografía es uno de los tiempos


de la angiocardiografía. El contraste inyectado en
g una vena del codo o porcateterismo, después de
llenar la aurícula y ventrículo derecho, pasa a la
arteria pulmonar y sus ramas. Los documentos
obtenidos orientan sobre la repartición de las ra-
mas vasculares con posibles áreas hipervascu-
lares o avasculares. Anteriormente, nos ha ilus-
trado sobre el estado del corazón derecho, tan
vinculado a las neumopatias y sobre la existencia
o deuna embolia pulmonar(fig. 2-55),
148 Semiología médica y técnica exploratoria

misor. El material radiactivo suele ser administra- de manera evidente. Esta imagen es frecuente en
do por vía intravenosa con macroagregados de los bronquios de drenaje cavitario.
albúmina humana marcada con 1, Cr*?, cuyas
partículas tienen un tamaño suficiente para pro-
ducir un fugaz microembolismo pulmonar difu- Bronquiectasias
so. En el gammagrama normal, aparecen dos si-
luetas pulmonares, bien dibujadas, de aspecto El estudio radiológico puede ser normal, cuan-
homogéneo, apreciándose una zona inactiva do no hay lesiones importantes de la pared, ni
triangular central, que corresponde al corazón y del peribronquio o bien están situadas de manera
grandes vasos. Las densidades de la sombra son que la sombra cardíaca las oculta.
más débiles en los vértices, senos costodiafrag- Las cilíndricas o tubulares aumentan de mane-
máticos y zonas axilares debido al menor espe- ra tosca la trama basal, que muestra a manera de
sor del parénquima explorado. Esta técnica es tubos opacos si el bronquio está lleno de secre-
útil para el diagnóstico de la embolia pulmonar ción, o de líneas paralelas con un espacio inter-
(ausencia de fijación de toda el área del vaso medioclaro si están vacíos.
afecto). Las bronquiectasias ampollares dan imágenes de
tipo anular claras, de contorno policíclico y asiento
hiliar, parahiliar o basal. Si son congénitas, sus lími-
Tomografía axial computarizada tes son finos, precisos, y la pared delgada no está
rodeada de una zona oscura de peribronquitis. No
Es la prueba diagnóstica más importante en se modifican en el transcurso del tiempo.
patología respiratoria después de la radiografía
simple de tórax. Permite clarificar el diagnóstico
de procesos de la cavidad torácica, pleura, parén- Asma bronquial
quima pulmonar y mediastino. Resalta engrosa-
mientos, cavidades, estructuras sólidas y líqui- Enlas crisis se observa el tórax insuflado, con
das, y grado de infiltración de procesos invasi- las costillas horizontales, el diafragma aplanado
vos. Su aportación al diagnóstico en patología con movilidad reducida y el campo pulmonar
respiratoria ha sido decisivo y es una prueba que claro o leve y uniformemente velado, conlas re-
se debe realizar ante cualquier duda diagnóstica giones parahiliares oscurecidas. Fuera de ellas,
de la cavidad torácica. los signos radiográficos son los típicos de los pro-
cesos que motivan esta enfermedad (bronquitis
crónica, esclerosis pulmonar, etc.) o de las altera-
Resonancia nuclear magnética ciones sobrevenidas a consecuencia del asma,
como enfisema, zonas atelectásicas, etc.
Exploración poco efectiva en patología respi-
ratoria, salvo en aquellos casos en que las afec-
ciones están en la región próxima o interesan a la Estenosis traqueobronquial
columna vertebral.
En las acentuadas, se observa la desviación
del mediastino hacia el lado enfermo durante la
IMÁGENES RADIOLÓGICAS MÁS inspiración y en las de mecanismo valvular (el
NOTABLES EN LAS DIFERENTES aire entra bien, pero sale con dificultad), enfise-
ENFERMEDADES DEL APARATO ma del lado afecto con desviación del mediastino
RESPIRATORIO hacia el lado sano y descenso del diafragma du-
rante la espiración. Si la obliteración bronquial es
Traqueobronquitis total se produce una atelectasia con retracción
del pulmón,lóbulo o zona afectos.
Tanto en la forma aguda como en la crónica,
las imágenes son pobres y muestran un refuerzo
de la trama pulmonar por congestión de tipo in- Enfisema broncógeno
flamatorio. Cuando la pared del bronquio y su
periferia o peribronquio están afectados, las lí- La radioscopia debe ser dinámica y giratoria.
neas paralelas de sus paredes pueden ser visibles Mostrará una hiperclaridad, una mayor transpa-
Neumología 149
rencia pulmonar con resalte de hilios y arboriza-
ciones broncovasculares. Se observará también
una disminución de la movilidad costal y diafrag-
mática, con el aplanamiento de sus arcadas.
Cuando el enfisema alcanza cierto grado con re-
percusión ventricular, se nota un aumento del
arco medio de la silueta cardíaca izquierda, por
dilatación de la arteria pulmonar.
La radiografía confirma los signos observados
en la radioscopia. En ocasiones, evidencia imáge-
nes anulares finas, de tamaño vario o grandes ca-
vidades con el aspecto de quistes congénitos (en-
fisema ampolloso gigante).
El síndrome de Mac Leod; de Swyer y James; de
Jano (el personaje mitológico de las dos caras
[Bret)), consiste en la transparencia exagerada de
un hemitórax acompañada de su retracción. Esta Fig. 2-56. Atelectasia. Visión panorámica.
hiperclaridad tiene como características el que no
existe distensión, sino ligera retracción e incluso,
a veces, con desviación mediastínica y elevación
diafragmática; vascularización muy pobre; la ra-
dioscopia demuestra desplazamiento mediastíni-
co hacia el lado hiperclaro durante la inspiración
y su falta de oscurecimiento durante la espira-
ción; la broncografía señala la ausencia de este-
nosis de los grandes bronquios, las frecuentes
bronquiectasias y la falta de repleción de los
bronquios distales. La angioneumografía confir-
ma la rarefacción vascular.

Atelectasia

Motiva una opacidad homogénea a través de


la cual se distinguen las sombras costales (som-
bra de vidrio esmerilado o lechosa) y signos de Pig. 2-57. Atelectasia, Visión lateral.
retracción torácica, con acercamiento de las cos-
tillas entre sí, desviación del mediastino con dis-
topia del corazón y tráquea, y percepción de la
i columna vertebral. Hay disminución acentuada Heischner ha señalado la presencia de de «atec-
5 de la movilidad en la zona afecta y penduleo del tasias lineales» en forma de bandas horizontales
3 mediastino hacia el lado atelectásico durante la de un grosor de varios milímetros en las bases del
inspiración (signo de Holzknecht-Jacobson). Se- pulmón. No debidas a obstrucción bronquial, apa-
gún la extensión de la atelectasia, la sombra com- recen en casos de afecciones infradiafragmáticas,
prende un pulmón o un lóbulo (figs. 2-56, 2-57). comoabsceso subfrénico, tumores, cirrosis hepáti-
g Especial mención merece el llamado «síndro- cas, etc. En su producción cuenta, especialmente,
me del lóbulo medio», en que éste aparece con- un factor de hipoventilación por elevación del dia-
| densado en forma de un triángulo con vértice en fragma (fig. 2-58).
la periferia y base en el mediastino en la proyec-
y ción anterior, y con base anterior y vértice en el
S hilo, en la proyección lateral. Cuando se retrae, Fibrosis intersticial difusa
la sombra es de menor tamaño, bordes irregula-
res y en ocasiones queda reducido a múltiples En ambos pulmones, se observa una trama
o nódulos de tipo cordonal, gruesa y densa con nódulos de distintos tamaños
Neumología 151

difícil desagúe). El absceso siempre es subpleural;


de ahí que se acompañe con frecuencia de una
pleuritis localizada, con adherencias o derrame
(figs. 2-60, 2-61).
Radiológicamente, tanto el absceso como la
gangrena empiezan por un infiltrado: neumónico,
el cual, al reblandecerse, forma una cavidad soli-
taria cuyo contenido es expectorado a través del
bronquio. Esta cavidad muestra, algunas veces,
un nivel líquido y está rodeada de una zona infil-
trada, más o menos extensa, de neumonitis con-
densada (fig. 2-62). Su disposición basal o media
y la zona de infiltración diferencian la cavidad
del absceso del de la caverna tuberculosa. La ca-
vidad desaparece radiológicamente,si se llena de
exudado, porque desaloja el aire. Esto ocurre
cuando se obstruye el bronquio que conduce al
absceso, Si se produce un intenso derrame pleu-
ral, la imagen del absceso queda oculta.
En los abscesos metastásicos del pulmón (sepsis),
se observan opacidades redondeadas, densas, pa-
recidas a las de una siembra neoplásica.

Tumoraciones pulmonares
Las causas que pueden ocasionar la ocupación Fig. 2-61. Absceso pulmonar, Visión proximal.
de una zona más o menos extensa de tejido pul-
monar por una formación accidental, general-
. mente extraña a la estructura normal de la vísce-
ra, son múltiples. Se extienden desde la embrionarias (quistes dermoides), ya del desarro-
parasitación pura y simple (quiste hidatídico, cis- llo de neoplasias (fig. 2-63) del tipo diverso origi-
ticercosis), hasta el desarrollo de noviformaciones nadas en los mismos órganos respiratorios (ade-
procedentes, ya del crecimiento de inclusiones nomas bronquiales, carcinomas, epiteliomas
malpigianos, o más raramente, sarcomas), o bien
producidas por siembras metastásicas de neopla-
sias desarrolladas en otros órganos y verificadas
porlas vías linfática o sanguínea (carcinomas, sar-
comas, hipernefromas, etc.), e incluso por inva-
0 MASSON, 8.A; Fotocopiar sán autorización es un delito,

Fig2-60. Absceso pulmonar. Visión panorámica. Fig. 2-62. Absceso pulmonar. TAC torácica. L,iz-
quierda; R, derecha.
152 Semiología médica y técnica exploratoria

Fig. 2-63. Neoplasia broncopulmonar. “TACtorácica.


Hg. 2-64.
sión de tumores desarrollados en órganos conti-
guos (neoplasias del mediastino, esofágicas, tu-
mores de los huesos de la jaula torácica, etc.).

Tumores benignos. Dan imágenes nodu-


lares, lentamente progresivas, bien delimitadas,a
menos que acarreen lesiones de congestión o ate-
lectasia en el tejido vecino, caso en el cual sus
bordes aparecen esfumados.
Los quistes hidatídicos tienen una densidad uni-
forme. Si son grandes, provocan desviación tra-
queal o de los grandes bronquios hacia el lado
opuesto. Después de su rotura, se observa una
imagen cavitaria hidroaérea. Á veces, por encima
del nivel horizontal del líquido aparece una irre-
gularidad, comosiflotara en ellíquido un cuerpo
Fig. 2-65, Aspergilosis pulmonar. Visión proximal.
sólido, es la membrana hidatídica. Recuerda la
prominencia del camalote en el agua (signo del
«camalote»). Cuando desaparece el líquido, se
puede ver la membrana descendida y arrugada o policíclicos, en general son irregulares, deshila-
en el fondo de la cavidad. Algo semejante causa chados, resultando la imagen de «abanico» o de
el hongo Aspergillus (figs. 2-64, 2-65). «dedos separados». Al avanzar el proceso, puede
transformarse en una forma lobular o masiva.
Carcinoma broncopulmonar. primitivo. 3. Forma periférica circunscrita (nodular, quís-
Puede manifestarse de varias maneras: tica). Motiya una sombra densa, redondeada, de
límites precisos en pleno parénquima o próxi-
1. Forma endobronquial. Por una sombra ate- mo al mediastino y a la pared costal. Se diferen-
lectásica que alcanza un pulmón, un lóbulo o una cia de los infiltrados tuberculosos y quistes pul-
zona según el bronquio ocluido; es una forma de monares por la imagen redondeada y. límpida
comienzo frecuente (65: %) sobre todo en los tu- en estos últimos, mientras que el tumor presen:
mores de los bronquios inferiores; no rara vez se ta bordes irregulares tentaculares o al menos de
acompaña de derrame pleural. linfangitis neoplásica. Crece con rapidez y si se
2. Forma hiliar. Hay un engrosamiento hiliar necrosa, da lugar a la formación de cavidades
unilateral. Al crecer, proyecta una sombra de as- anfractuosas(fig. 2-66).
pecto redondeado, muy oscura y uniforme, cu- 4. Forma periférica invasora. La masa: tumoral
yos límites, si bien pueden ser nítidos, circulares ocupa todo un lóbulo, a menudoel superior, o todo
Neumología 153

35
¡Bv

Fig. 2-66. Neoplasia invadiendo todo un lóbulo.


TACtorácica. Fig. 2-67. Neoplasia broncopulmonar que invade un
lóbulo. Tubo de drenaje para aspirado del derrame
pleural paraneoplásico.
un hemitórax, provocando desviaciones mediastí-
nicas y dejando libre el seno costodiafragmático si quiste es único y gigante, puede simular un neu-
no es acompañado de derramepleural (fig. 2-67). motórax espontáneo total o parcial. Los múlti-
5. Tumor de Pancoast-Tobias. Es una modali- ples, más o menos redondeados o policíclicos, se
dad especial de los tumores periféricos. Asienta imbrican entre sí, y proyectan imágenes capricho-
en el vértice del pulmón con una opacidad densa, sas apanaladas, que comprenden todo el pulmón
homogénea, en la zona apical y, en ocasiones, o una parte, Cuando se infectan y contienenlí-
destrucciones óseas que interesan uno o dos ar- quido, dan una típica imagen hidroaérea con ni-
cos costales posteriores, alcanzando incluso a la vel horizontal líquido y claridad por encima. La
apófisis tranversa y su cuerpo vertebral. imagen broncográfica es una gran ayuda para di-
ferenciar las bronquiectasias alveoloagenésicas y
Metástasis pulmonares. Se manifiestan: congénitas (se llenan de contraste) de los quistes.

1. Por una o varias opacidades redondeadas. El


conjunto de focos redondos y densos se dispo- Tuberculosis
nen como globos al ser soltados (imagen en /a-
cher de ballons, de los autores franceses, o en La imagen radiológica depende de la fase en

:
«suelta de globos»). que se encuentre la enfermedad tuberculosa.
2. Por numerosos nódulos pequeños. En todose-

|
mejantes a los de la tuberculosis miliar (carcino- Primaria (o de primoinfección). La penetra-
sis miliar). ción del bacilo de Koch porvía aérea en el pulmón
3. Poruna imagen radiológica de trama gruesa. de una persona hasta entonces no infectado da lu-
¡De tipo linfático (linfangitis carcinomatosa), fre- gar ala aparición, en un punto limitado de éste, de
cuente en las metástasis del cáncer del estómago. un foco, mayor o menor, de neumonía caseosa

|
(«chancro de inoculación» foco de Ghon, o «foco
primario») rodeado de una amplia zona de infil-.
Enfermedad quística pulmonar

:
tración perifocal («infiltración primaria»). Al mis-
mo tiempo, se afectan los jos traqueo-
2 Da lugar a una imagenclara, sin trama pulmo- bronquiales correspondientes («adenitis tuberculosa
nar en su interior, redondeada, regular y limitada primaria»), a su vez rodeados de una zona infiltrati-
por un anillo fino y liso. A veces muestra un do- va («infiltración perihiliar primaria»). Al conjunto
ble contorno por la atelectasia periquística. Si el integrado porel foco primario y la adenopatía saté-
154 Semiología médica y técnica exploratoria

lite, se designa como «complejo primario». Al ceder casi sin excepción, en lactantes o niños expuestos
la intensidad de los procesos infiltrativos,la imagen a contagios masivos y repetidos, con coalicua-
radiológica adopta una disposición bipolar, con el ción y cavemización del foco primario («caverna
foco en un lado y los ganglios en el otro (fig. 2-68). primaria») y ulterior diseminación de los produc-
Cabe señalar que el chancro de inoculación pulmo- tos procedentes de ésta, con formación de focos
nar suele ser único y de disposición subpleural, bronconeumónicos homo y heterolaterales (tu-
asentándose con notable frecuencia en los lóbulos berculosis pulmonar primaria o infantil).
inferiores, sobre todo el derecho.
La evolución del complejo primario puede ser: Posprimaria o reactivada. Resulta del des-
pertar evolutivo de los restos radiográficos de la
1. Curar por completo. Es la forma habitual de primoinfección que parecían cicatrices, y que tan
evolución. Deja las siguientes lesiones residuales sólo eran formas intercalares capaces, por sí, de
de índole puramente radiológica: provocar nuevas formas evolutivas después
de un período más o menos largo de latencia y
a) Un nódulo denso de tamaño variable desde asintomático. Se manifiesta por:
el de un perdigón al de una avellana, el cual co-
rrespondeal «foco de Ghon»calcificado. 1. Reactivación del foco de Ghon. Es muy rara.
b) —Caleificaciones, induraciones fibrosas y ca- Aparece un halo inflamatorio que se resorbe o
llosidades de los ganglios correspondientes a la encapsula. Puede asociarse a reactivaciones de
adenitis tuberculosa primaria, los ganglios regionales y, además, a diseminacio-
e) Campos indurados pulmonares en forma nes hemáticas con siembras miliares.
de líneas exageradas. 2. Tuberculosis ganglionar reactivada. Sin foco
d) Lesiones residuales pleurales en forma de alguno pulmonar, se observa la reactivación de
líneas de cisura (la localización más frecuente es la las lesiones ganglionares primarias que, después
cisura derecha menor), líneas marginales, picos de curado el complejo primario, parecían haber
diafragmáticos, etc., si la infiltración ha alcanzado entrado en una fase de latencia.
por contigilidad la pleura, y nódulos como man- Los ganglios patológicos dan una sombra de
chitas oscuras, redondeadas o irregulares, localiza- opacidad variable, con bordes netos y contorno
das preferentemente en el vértice (nódulos de Si- discoideo u ovalado en-las vecindades del hilio
mon), residuos de la diseminación hematógena radiológico y junto a los bordes dela tráquea,
intrapulmonar benigna primaria (Éigs. 2-69, 2-70). cuya claridad puede faltar al ser encubierta por la
sombra adenopática.
2. Seguir una evolución maligna (tuberculosis En las proyecciones oblicuas o transversas,
primaria). Es la posibilidad más rara. La evolu- pueden destacar los ganglios de la bifurcación
ción maligna del complejo pulmonar se observa, traqueal.

Fig. 2-68. Tuberculosis pulmonar. Complejo prima- Fig. 2-69. Tuberculosis caseosa. Visión panorámica.
rio. Nódulo mediastínico.
Neumología 155

b) Su preferencia por las regiones apicales,


disminuyendo el número y tamaño de elementos
al acercarnos la base.
€ Su disimetría evolutiva, pues mientras las le-
siones de un pulmón se resorben e induran, algu-
nas de las del otro pulmón evolucionan hacia la
inflamación y caseosis, motivando cavidades se-
cas, circulares u ovales, casi sin anillo pericavita-
no («cavernas en ojal») y con escasa tendencia re-

d) Acompañarse de reacción adenopática hiliar


(incluso importante).
e) Acompañarse de participación: pleural, bajo
la forma de pleuritis adhesivas,

Aspectos radiológicos de la diseminación hemató-


gena:

a) Forma nodular fina o miliar. Las lesiones, de


Fig. 2-70. Tuberculosis caseosa. Visión lareal. un tamaño no superior a un grano de mijo, apa-
recen netamente diseñadas y de densidad varia-
ble, según la actividad del nódulo, En periodo de
Son excepcionales las formas tumorales, qui- reactivación, se rodean de un halo perifocal de li-
zá por la esclerosis parcial de las vías y ganglios gera opacidad grisácea (fig. 2-71).
linfáticos durante la evolución del complejo pri- b) Forma nodular gruesa. Del tamaño de un gra-
mario. Noes rara la presencia de una discreta in- no de trigo al de una avellana. Al principio, tiene
filtración perifocal, un halo inflamatorio con contornos borrosos que
3. Infiltración perihiliar secundaria. Se llama así al desaparecer deja una imagen que contrasta bien
por observarse en sujetos en la fase posprimaria. sobre la claridad de las regiones apicales.
Su causa es la reactivación de un ganglio o grupo e) Forma infiltrativa. Caracterizada por una
de ganglios hiliales. La infiltración, si es extensa, serie de manchas grandes y difusas, en la mitad
alcanza un lóbulo o todo el campo pulmonar. La superior de ambos campos pulmonares, con ten-
de extensión mediana proyecta sombras triangu- dencia a la formación de cavernas, que por dise-
lares con el vértice hacia la periferia del lado minación canalicular de su contenido pueden dar
afecto. Cuando se complica con pleuritis interlo- lugar a focos metastásicos múltiples.
bular, el vértice es agudo y se produce el llamado
triángulo de Sluka. Si falta el componente pleu- Reinfección. Comprende un conjunto de
ral, el vértice es romo, cupuliforme. Esta infiltra- lesiones que se presentan en individuos que ya
ción perihiliar es de breve duración, con escasa han superado la primoinfección y se encuentran
tendencia a la actividad, en estado anérgico, Resultan de un nuevo anida-

E
4... Tuberculosis hematógena. La diseminación miento bacilar eficaz, casi siempre de origen exó-
bacilar que se verifica por vía sanguínea puede geno.
alcanzar todo el organismo («tuberculosis hema-
tógena miliar generalizada») o limitarse al pul- 1. Infilirado precoz o inicial. Es una lesión infil-
món («tuberculosis pulmonar hematógena»). El trativa que muchas veces representa el brote ini-
foco de origen suele estar constituido por gan- cial de la tuberculosis del adulto. Se manifiesta

|
glios linfáticos hiliomediastínicos, menos veces como una sombra aislada, poco oscura, redondea-
por lesiones pulmonares o viscerales extrapulmo- da, homogénea o con aspecto nuboso, límites

E
pares (genitales, óseas). imprecisos y tamaño entre el de una avellana y
a de la siembra hematógena. Son las una ciruela, a la infiltración puede alcanzar
todo un lóbulo, constituyendo el «infiltrado pre-
coz lobulítico». Se localiza en las partes altas del
a)... Su simetría (invade a la vez ambos pulmo- pulmón, rara vez se observa en la región hiliar y
nes y si es parcial alcanza zonas simétricas). en los lóbulosinferiores.
156 Semiología médica y técnica exploratoria

Fig. 2-72. Infiltrado pulmonar tuberculoso que, even-


tualmente, dará lugar a complicaciones fibrosas masi-
vas.

Fig, 2-71. Tuberculosis miliar bilateral en un pacien-


te con SIDA. 3. Bronconeumonía caseosa. Es secundaria a
otras formas de tuberculosis pulmonar. Presupo-
ne una caverna, motivo de siembras broncóge-
nas. Da una imagen abigarrada, en la cual, junto
La evolución del infiltado precoz es distinta en re- a las lesiones crónicas, aparecen en ambos cam-
lación con la masividad de la infección y resisten- pos pulmonares una serie de manchas grandes
cia orgánica. Puede: con tendencia confluente, pero que se puedenin-
dividualizar bien. Su opacidad es mediana, sus
a) Reabsorberse por completo sin dejar huella contomos borrosos, y su forma irregular. Si la
(caso infrecuente) o dejando constancia de su paso evolución se prolonga, pueden aparecer cavernas
por líneas y nódulos indurados, en uno o varios elementos,
b) Transformarse en infiltrado redondo (o tuber- 4, Tuberculosis fibrocaseosa común (tuberculosis
culoma pulmonar), de forma circular y carácter común del adulto). Su síndrome radiológico es
estable. complejo y abigarrado. Suelen descubrirse retrac-
«) Reblandecerse con formación de cavernas, ciones de la pared de un hemitórax o de los dos,
eventualidad frecuente, con el peligro de metás- con desviación traqueal, mediastínica o ambas.
tasis bronquiales circunfocales y a distancia. Es- Los senos costodiafragmáticos a menudo están
tas últimas pueden ser de grano fino y distribu- borrados, el contorno del diafragma presenta den-
ción amplia y simétrica (recuerdan las granulias), tellones o deformidades y es frecuente ver la línea
siendo siempre posthemoptoicas, de nódulos pleural marginal. En los campos pulmonares, la
gruesos, y en forma de infiltrado, Estas metásta- distribución lesional rara vez es simétrica, siendo
sis últimas, así como las formadas por confluen- más extensa en un hemitórax. Comprende imáge-
cia de nódulos gruesos, se ulceran y se convier- nes cavitarias con anillo más o menos borroso -
ten a $u vez en fuente de nuevas metástasis (É- (figs. 2-73, 2-74), nivel líquido y sistema de drena-
gura 2-72). je situados preferentemente en las partes altas, y
2. Neumonía caseosa. Proyecta una sombra nódulos exudativos de localización pericavitaria o *
bastante regular y uniforme, al comienzo en un a distancia, constituyendo acumulaciones en for- :
solo lóbulo pulmonar, en general en el superior o ma de infiltrados (figs. 2-75, 2-76). En las fases fi- :
el medio derecho. La imagen es igual a la de todas nales, hay invasión de las zonas del parénquima
las lobulitis, pero con el detalle de la aparición pre- (antes indemnes) por numerosos nódulos exudati- *
coz de ulceraciones reveladas por unas zonas cla- vos más o menos grandes y dispuestos en acumu- +
ras de contomo irregular y grueso anillo pericavi- laciones, lo que revela su origen aspirativo. ]
tario, así como metástasis nodulares gruesas en el 5. Tuberculosis fibrosa. Según la extensión y e |
lado opuesto, que rápidamente confluyen y se ul- asiento de las lesiones fibrosas, se distinguen las -
ceran. siguientes formas:
Neumología 157

Fig. 2-73, Tuberculosis cavitaria, Atelectasia. Visión


panorámica, Fig. 2-74. Tuberculosis cavitaria. Visión lateral.

a) Difusa. Los elementos lesionales se repar-


ten simétricamente por ambos campos pulmona-
res, aunque con predominio apical. Hay ensan-
chamiento de los espacios intercostales, a veces
con retracción apical. La participación pleural se
manifiesta bajo la forma de casquetes en el vérti-
ce, cisuritis, adherencias de senos costodiafrag-
máticos, etc. (figs. 2-77 y 2-78).
La silueta cardíaca puede presentar el aspecto
del «corazón en gota» o mostrar un moderado
aumento de los diámetros transversales, en espe-
cial a expensas del corazón derecho.
El parénquima pulmonartiene los hilios opa-
cos, a veces con callosidades y, en general, algo
Fig. 2-75. Tuberculosis cavitaria, Visión proximal.
ascendidos. La trama es nítida. Existe hiperclari-
dad en el resto del parénquima, y diseminados
porél, hay nódulos duros en parte, muchas veces
caseificados, en otras ocasiones acompañados de
manchas irregulares, oscuras, bien definidas, que
representan zonas de fibrosis más extensas.
MASON, BA, Fotocopíar sin autorización es un delito.

Esta forma de tuberculosis fibrosa procede


de las diseminaciones nodulares hematógenas
productivas al involucionar(fig. 2-79).
b) Densa. Se aprecia opacidad en ambas
partes altas, que comprende, generalmente, los
vértices y las regiones subclaviculares, Dentro
de esta opacidad pueden observarse zonas más
oscuras que le confieren aspecto jaspeado, o es-
pacios claros en relación con cavernas. En el res-
to.de los campos pulmonares, los hilios están
algo ensanchados y, sobre todo, ascendidos.
Son frecuentes los dentellones diafragmáticos,
las líneas cisurales y la hiperclaridad de las ba- Fig. 2-76. Tuberculosis cavitaria, Visión proximal la-
ses por enfisema. El corazón tiene la silueta en teral.
158 Semiología médica y técnica exploratoria

Fig. 2-79. Tuberculosis fibrocaseosa difusa con ca:


verna apical,
Fig. 2-77. Fibrosis por tuberculosis antigua. Visión
panorámica.

Fig. 2-80, Tuberculosis fibrosa densa con cavitación


y opacidad en ambos vértices. Los hilios están elevados
y las bases son hiperclaras por enfisema,

Fig. 2-78. Fibrosis por tuberculosis antigua. Visión


lateral.
tre las cuales destacan las imágenes cavitarias.
Los hilios están desviados hacia arriba y las lí-
gota, característica de los enfisematosos, y en la neas broncovasculares son rectas en el campo in-
parte superior del mediastino, la tráquea suele ferior. Es frecuente la hiperclaridad de las bases.
estar desviada hacia uno u otro lado, Como la Esta forma puede darse por ulceración de la va:
forma anterior, la tuberculosis fibrosa densa es riedad fibrosa densa o a partir de lesiones de tipo
debida a una siembra miliar, bacilémica, que fibrocaseoso común, que tengan inicialmente un
confluye en ambos vértices, reactivación ín- situ origen nodular bacilémico, o a partir de un infil-
de nódulos indurados y procesos atelectásicos trado cualquiera.
que retraen los elementos más bajos hacia el 7. Fibrotórax. Hay una gran opacidad unifor-
vértice (fig. 2-80). me que ocupa todo un hemitórax retraído, con
imágenes cavitarias en forma de espacios claros
6. Ulcerocirrótica o ulcerofibrosa. En la parte en la parte superior. El mediastino y la tráquea
superior de los campos pulmonares, ocupando están muy desviados hacia el lado enfermo, pro-
aproximadamente un tercio del parénquima, hay yectándose esta última en forma de una cinta
masas oscuras, duras, no del todo uniformes, en- clara de trayecto flexuoso. No es raro observar
lesiones contralaterales, pero, salvo en períodos
de brote, tienen un aspecto duro y su evolución
hacia la actividad no es frecuente.

Neumoconiosis

Con este término se designa la fibrosis linfo-


ectásica que resulta de la inhalación sostenida
durante años, de diversas clases de polvos orgá-
nicos o inorgánicos. Conduce a la formación de
áreas de tejido fibroso intersticial denso, que al
reunirse motivan sombras extensas. No rara vez
Fig. 2-81. Fibrosis intersticial difusa (paciente que
se asocia con la tuberculosis (fig. 2-81). trabajaba en minas de oro). TAC torácica.L, izquierda;
Se pueden describir tres estadios: R, derecha.
1. Hay aumento de densidad de la sombra hi-
liar y reforzamiento de la trama radiológica del
dy semeja la imagen del pulmónde estasis. por necrosis celular, da lugar a la formación de
en nódulos de tamaño distinto una cavidad.
dd apto deadhs bdo un gui- 2. Insersticial. La forma intersticial terciaria
sante) en el entrecruzamiento de las estructuras origina un proceso indurativo crónico de los pul-
radiculares del pulmón; estos nódulos destacan mones y de la pleura, que en nada se diferencia
porla densidad de su sombra, por su número re- de la esclerosis pulmonar debida a otras causas.
lativamente escaso y por distribuirse simétrica-
mente en la parte media de ambos campos pul-
monares, respetando vértice y base; las Micosis
adenopatías hiliares son muy manifiestas.
3. Se caracteriza por la formación de masas Distinguimos la actinomicosis, la nocardio-
densas y extensas, las cuales se disponen, prefe- sis, la blastomicosis, la histoplasmosis, la cocci-
rentemente, en la parte lateral de la región infra- dioidomicosis, la aspergilosis y la esporotrico-
clavicular; hay intensas zonas de esclerosis alter- sis. Salvo la aspergilosis, que motiva una masa
nando con otras de enfisema; las anomalías redondeada, homogénea, de contornos regula-
diafragmáticas son frecuentes (púas, elevaciones res, que se mueve dentro de una cavidad clara
en forma de tienda, etc.). (fungus ball, de los anglosajones), las restantes
micosis carecen de signos» radiológicos típicos
La presencia de tuberculosis se reconoce por la (fig. 2-65).

|
formación de cavemas (la neumoconiosis pura Los lóbulos superiores suelen ser los más afec-
puede ulcerarse, pero lo hace raramente), porla tados, con imágenes inespecíficas sugerentes de
mE

asimetría de las lesiones, por la afectación de los procesos tuberculosos, neoplásicos, inflamato-
vértices y por la presencia de sombras disemina- rios. Tiene tendencia a recidivar y producir atro-

la
), polimorfas, correspondientes a sombras tu- fias pulmonares. Es frecuente la participación
sas broncógenas. pleural, sobre todo en la actinomicosis por trans-
misión directa del proceso.

1
A i li . j - ti

¿No existen signos radiológicos caracterís.


e distinguen dosformas fundamentales: Son de localizacion hiliar, bilateral, simétricas,

la
de gran tamaño y redondeadas, en «patata» o en
1. Gomosa o tumoral. El elemento característi- «gemelos de patata». El parénquima pulmonar
codela primera es la presencia de una formación suele ser normal. Si se asocian con eritema nudo-
más o menos redondeado (goma), la cual puede so y artralgias difusas, constituyen el síndrome de
adquirir el tamaño de una naranja, si se ulcera; Lóofgren (fig. 2-82).
160 Semiología médica y técnica exploratoria

plazamiento guarde relación exacta con la canti-


dad de líquido. Si la cavidad pleural está tabicada
por adherencias, se forman cavidades llenas de lí-
quido.
El derrame enquistado de la gran cavidad, ado-
sado a la pared torácica cuando asienta en la re-
gión axilar, proyecta una sombra densa con am-
plia base en la pared torácica y un límite
arqueado y bien deslindado respecto al campo
pulmonar claro. Cuando están situados en las pa-
redes anterior o posterior del tórax, aparecen ge-
neralmente en la radiografía frontal como una
sombra extensa, esfumada, fácil de confundir con
una condensación pulmonar, a menos que se exa-
mine al enfermo en proyección lateral, que evi-
dencia su condición de formaciones parietales.
La pleuritis enquistada interlobular o cisural
Fig. 2-82. Sarcoidosis. Adenomegalias hiliares bilate-
da una opacidad homogénea, bien deslindada
rales,
portodoslos lados.
La pleuritis de la cisura derecha, pequeña o
media, aparece como una sombra oscura más
Pleuritis. Pleuresía o menos fusiforme, bien limitada por arriba y
más difusamente por abajo, situada a nivel de la
La inflamación de las hojas pleurales puede IT o IV costilla por delante. Su imagen es bastante
ser seca o ir acompañada de derrame. La primera típica en la proyección anteroposterior.
forma, llamada también «fibroplásica», da una En la gran cisura derecha, los derrames ofre:
imagen radiológica muy pobre. Cuando se afecta cen en la proyección transversa, la imagen de
toda la pleura de la gran cavidad (pleuritis seca huso o lente biconvexa. Estos derrames pueden
generalizada), se observa un ligero velado difuso localizarse en la parte alta o baja únicamente.
e inmovilidad relativa de la parrilla costal y del Las pleuresías de la cisura interlobular izquier-
diafragma. Si se limita a un vértice (pleuritis seca da muestran en la proyección anteroposterior
apical), el velado se observa en éste, siendo la una gran sombra que deja únicamente libres el
sombra tan tenue que permite su aclaramiento vértice y el seno costodiafragmático. En la pro-
porla tos. En la pleuritis seca interlobular, la ima-
gen radiológica ofrece una sombra oscura, acin-
tada, triangular o lineal. La imagen triangular
muestra la base adosada al hilio, y el vértice se
prolonga con una línea hacia la periferia.
El signo radiológico más llamativo de la pleu-
ritis seca diafragmática es la paresia del diafrag-
pUOLIAIA Me) AAAa Ts

ma porla vecindad de la reacción flogística pleu-


ral.
En la pleuritis con derrame, la porción inferior
del campo pulmonar(en los derrames pequeños,
sólo la parte inferoexterna) está ocupada por una
zona de sombra densa y homogénea; ésta es más
elevada en la línea axilar, y su límite superior,
más o menos marcado, es cóncavo y borroso.
Los grandes derrames (fig. 2-83) pueden cubrir
todo el campo pulmonar de una sombra densa
Ls OTURA YO
6

que no permite ver las estructuras situadas deba-


jo (densidad hídrica, en oposición a la neumónica
o parenquimatosa). Con frecuencia desvían el co-
razón hacia el lado sano, sin que el grado de des- Fig. 2-83. Derramepleural masivo paraneoplásico.
Neumología 161

yección transversa, ofrecen una imagen fusifor- cias en forma de placas se observan sobre todo
me, dirigida de arriba abajo y de atrás adelante, en los vértices, entre el pulmón y el diafragma y
en el período inicial de la afección. Si el derrame entre el pulmón y el mediastino. En cambio,
es abundante, se producen atelectasias en las zo- entre el pulmóny la pared costal, son más fre-
nas pulmonares vecinas, y los bordes de la ima- cuentes las adherencias en forma de bridas. Las
gen pierden nitidez. adherencias mediastínicas y diafragmáticas apa-
La pleuresía diafragmática del lado izquierdo recen como deformidades, crestas, adherencias
motiva un aumento de la sombra diafragmática, del seno costodiafragmático, o como deformi-
que adopta la forma de hoz, más ancha en su dades dentelladas en el perfil del mediastino. En
parte media, En el lado derecho, el diagnóstico es el vértice, se observan velos e imágenes en «cas-
difícil por la opacidad hepática y la tendencia del quete pleural», con su borde irregular; pequeños
derrame a localizarse en el seno costodiafragmá- triángulos con base apical y el vértice en el pul-
tico posterior (fig. 2-84). món, etc. En el resto de la pared costal, sólo
Las pleuresías mediastínicas se caracterizan por aparece, y no siempre, una línea o banda margi-
una sombra en forma de banda adosada la silue- nal.
ta cardíaca, Cuando el derrame es abundante, b) En los espacios iniertobulares. En forma de
tiende a localizarse en las partes bajas, y la imagen líneas más o menos gruesas, que siguen la direc-
adopta una forma triangular, siendo muy difícil de ción de las cisuras y pueden aparecer arqueadas
distinguir de la pericarditis con derrame. o deformadas,si existen procesos parenquimato-
sos vecinos de tendencia retráctil.
) Entre las distintas partes de la pared. Como
Lesiones residuales de la inflamación pleural la adherencia y ocupación del seno costodiafrag-
mático consecutivo a un derrame o neumotórax.
Las inflamaciones de la pleura, tanto si son se-
cas como con derrame (sobre todo estas últimas), 2. Calificaciones pleurales. Como secuela de
pueden dar lugar a lesiones residuales de mayor pleuritis serofibrinosas o supuradas, o de un he-
o menor importancia. Éstas consisten en: motórax traumático, Su forma es variada, con
aspecto de racimos o arborizaciones de coral,
1. Adherencias en ambas hojas pleurales. Se en- placas anchas o alargadas a veces muy extensas
cuentran: (pulmón acorazado), en «chorreado de vela», en
estrías que remedan dicha imagen, «en hoz», etc,
a) Entre el pulmón y la pleura parietal. Pueden 3. Sínfisis pleural y paquipleuritis. La primera
ser en forma de placas o de bridas. Las adheren- consiste en la adherencia entre las hojas pleurales
de toda la cavidad secundaria a una pleuritis exu-
dativa con derrame abundante y desviación me-
diastínica, y la imagen opaca de la esclerosis pul-
monar, casi siempre asociada a esclerosis
pulmonar de origen pleural.
CO MASON, S.A. Fotocopíar sin autorización es un delito.

.
Neumotórax

Su signo más importante es el «borramiento»


de las estructuras del pulmónporel aire que cla-
rifica una porción más o menos amplia del hemi-
tórax. Puede ser total (el límite del pulmón colap-
sado destaca bien si la pleura visceral se
encuentra engrosada) o tabicado, por adherencias
que motivan la formación de cámaras (a veces
múltiples y con nivel líquido), que se visualizan
mejor en espiración forzada (fig. 2-85). Cuando
el neumotórax total se complica con derrame,
aparece una típica imagen hidrogaseosa con nivel
Fig. 2-84. Empiema pleural. horizontal (hidroneumotórax).
162 Semiología médica y técnica exploratoria

Procesos mediastínicos cicos y bocios aberrantes, adenoma paratiroideo,


timonas y paratimonas, teratodermoides y corio-
La mayoría son procesos neoformativos, ade- epiteliomas, higromacístico.
nopáticos o quísticos (fig. 2-86). El diagnóstico 2. El mediastino posterior. A este nivel se pue-
etiológico se basa, en gran parte, en su situación den encontrar una gran variedad de neoforma-
topográfica. En el mediastino, cabe distinguir las ciones quísticas o sólidas, siendo las más fre-
formaciones neoformativas (tumores verdaderos) cuentes las de origen neurogénico (neurinomas o
de los falsos tumores, grupo heterogéno que in- neurofibromas son los más frecuentes) a veces de
cluye anomalías cardiovasculares (aneurismas, gran tamaño. Algunas se prolongan a través del
arcos aórticos, etc.), y digestivas (acalasia, her- orificio de conjunción del cuerpo vertebral, dan-
nias diafragmáticas, etc.), carcinomas broncopul- do lugar al tumor en «reloj de arena».
monares propagados, procesos inflamatorios de 3. Cualquier nivel o en el mediastino medio. Tu-
etiología varia (mediastinitis agudas y crónicas, mores de origen vascular (hemangiomas, heman:
pleuritis mediastínicas), adenitis (la más frecuen- gioendoteliomas), broncógenos o ganglionares
te es la traqueobronquial tuberculosa), abscesos malignos (linfosarcoma, reticulosarcoma, enfer-
pótticos o amebianos,etc. medad de Hogdkin, etc.) o benignos (tuberculo:
La importancia de este grupo es notoria, al sos, sarcoidosis, duplicaciones quísticas del esó:
plantearse el diagnóstico diferencial, por cuanto fago o de los bronquios).
mochos de sus componentes constituyen forma-
ciones circunscritas torácicas, En las mediastinitis, se observa una borrosidad
patente de los límites de la sombra mediastínica y
el sombreado superior de la claridad normal del es-
Clasificación de los tumores mediastínicos pacio retrocardíaco, con la sombra circunscrita de
un absceso en caso de supuración;las crónicas (sifi-
Los tumores del mediastino se clasifican, se- líticas, tuberculosas, inflamatorias) se manifiestan
gún su localización, en: en forma de sínfisis pleurales (con retracciones y
distopias) que conducen a la «mediastinitis callosa»
1. El mediastino anterior (niveles superior me- de Kiissmaul o «mediastino acorazado».
dio o inferior). Bocios retrosternales o endotorá- En el enfisema mediastínico, la imagen radio-
lógica anteroposterior descubre una zona clara
entre el mediastino y el pulmón, a la inversa de
lo que sucede en el neumotórax.

BRONCOSCOPIA
Es el método de exploración directa del árbol
traqueobronquial mediante el broncoscopio fle-
Pm ques

A l
Fig. 2-85. Necumotórax izquierdo. Desplazamiento Fig. 2-86. Quiste mediastínico. TAC torácica. L, iz-
mediastínico hacia el hemitórax sano. quierda; R, derecha.
Neumología 163

xible de fibras ópticas. La técnica broncoscópica preparar autovacunas y la instilación de sustan-


es sencilla y rápida en manos hábiles. Precisa de cias medicamentosas.
anestesia local de la faringe primero y de la trá-
quea y bronquios después. Con la broncoscopia Entre las contraindicaciones parciales de la
se estudian las alteraciones de las mucosas bron- broncoscopia, figuran la caquexia y las afeccio-
quial y traqueal, ya sean de orden inflamatorio nes cardiovasculares graves, las supuraciones
(edema, congestión, granulaciones vegetantes, acompañadas de gran reacción neumónica, las le-
úlceras, estenosis fibrosa, etc.) o de índole tumo- siones tuberculosas laríngeas ulceradas, las he-
ral; neoplasias benignas, sésiles o pediculadas, o moptisis recientes, la tuberculosis muy extensa y
malignas con aspecto ulcerado vegetante o ulce- la cifoscoliosis grave.
rovegetante. En las neoplasias peribronquiales,
hay deformidad del bronquio por compresión y
plegamiento vertical de la mucosa. PLEUROSCOPIA O TORACOSCOPIA
Indicaciones de la broncoscopia. Sus principales
indicaciones son: Permite la exploración visual de la cavidad
pleural, gracias a un aparato provisto de un dispo-
1. Sospecha de un tumor bronquial. Cuando sitivo óptico llamado pleuroscopio, el cual precisa
éste se localiza en la proximidad de la carina, en la existencia previa de un neumotórax que puede
los bronquios lobulares y en la entrada de los seg- ser creadoartificialmente en el momento del exa-
mentarios, aparece inmediatamente. Cuando es men. Sirve como complemento diagnóstico:
más distante, la decoloración de los segmentarios 1. En el neumotórax espontáneo. Para localizar
de los cuales es tributario y su inmovilidad, son sobre la superficie pleurovisceral la fístula, for-
signos indirectos de tumor maligno. De dicha in- maciones bulbosas subpleurales, etc., causantes
movilidad y de las distorsiones de la zona en que del accidente.
asienta la lesión, deducimos la masa de parénqui- 2. En las pleuritis de etiología imprecisa. Se
ma invadido o no aireado. El aumento del ángulo completa con una biopsia de la pleura parietal.
carinal significa adenopatías de la bifurcación tra- 3. Para fijar el tamaño y adherencias de un tu-
queal, de índole neoplásica o inflamatoria. Casi mor pulmonar cortical o mediastínico. Después de un
siempre se completa conla biopsia. neumotórax diagnóstico, ayudados por el colap-
En los tumores de los bronquios principales, so controlado de un pulmón, por medio de un
el resultado de la biopsia broncoscópica (si se ha tubo endotraqueal «doble», bajo el control de
obtenido correctamente) es positivo en todos los ca- un anestesista.
sos. En las de los lobulares inferiores, en el 88,6 %
del lado derecho y en el 86,4 % del lado izquier-
do. En las del bronquio del lóbulo medio, en el MEDIASTINOSCOPIA
57 %, y en los lobulares superiores, en el 58,7 %
del derecho y en el 32,6 % del izquierdo. Permite la exploración del mediastino supe-
2. Supuraciones broncopulmonares. Sirve para rior con biopsia de tejidos. Es útil para el diag-
su localización (labor facilitada por una radiogra- nóstico de los tumores mediastínicos, sarcoidosis
fía previa) y posible desagúc. y todas las neumopatías en las que participan los
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

3. Hemoptisis sin enfermedad pulmonar. La cau- ganglios linfáticos mediastínicos. Presenta venta-
sa puede ser una mucosa congestiva y sangrante, jas frente a la biopsia de los ganglios preescaléni-
un tumor benigno o maligno en sus estadios ini- cos, para diagnosticar y juzgar la operabilidad del
ciales o en la tuberculosis traqueobronquial ulce- carcinoma bronquial, aun cuando no es inocua y
rada, caso en el cual hay bacilo de Koch en la se- requiere manos expertas, técnica estéril y aneste-
creción. sia general en la mayoría de los casos. Es espe-
4. Atelectasias intermitentes o criptogenéticas y cialmente útil en las lesiones que afectan al me-
tos inexplicable aun al examen somático más detenido. diastino derecho.
3. Miscelánea. Este método es también útil
para el examen separado de la expectoración de
cada pulmón, para la exploración funcional PRUEBAS CUTÁNEAS
de cada pulmón en particular y para realizar el
desagúe de supuraciones, la extracción de cuer- Son importantes para el diagnóstico etiológico
pos extraños, la aspiración de secreciones para de diversos procesos respiratorios.
164 Semiología médica y técnica exploratoria

Reacción de Mendel-Mantoux (12-24 h) depende de las alhúminas hidatídicas


no parasitarias, por lo que es una reacción proteí-
Consiste en la inyección intradérmica de 0,1 ml nica no específica.
de una solución de tuberculina antigua de Koch,
a diversas diluciones (la OMS aconseja el empleo
de la tuberculina PPD /Protein Purificd Derivate] Test de Kwein
con el fin de unificar los resultados).
Si la reacción es positiva, se forma un infiltra- Se inyecta en la dermis una papilla de tejido
do palpable al cabo de 2-4 días, a veces con fenó- sarcoidótico, y la toma de una muestra, después
menos tóxicos generales (fiebre, malestar gene- de algunas semanas, del punto inyectado, mues-
ral, astenia). tra una reacción nodular epitelioide.
La reacción negativa (anergia positiva) se ob-
serva:
Pruebas cutáneas y mucosas
1. En los sujetos vírgenes de todo contagio o en en el asma alérgico
pleno período de incubación de la primoinfec-
ción, que en el hombre puede durar varias sema- Para la investigación de los posibles alergenos,
nas. causa de la aparición de anticuerpos o reaginas,
2. En los que han curado por completo sus le- se emplean una serie de pruebas cutáneas y mu-
siones, con destrucción total del bacilo. cosas, sin olvidar que unas pruebas positivas no
3. En portadores de bacilos e incluso de lesio- implican indefectiblemente que dicho alergeno
nes tuberculosas activas (anergia negativa); esto tenga importancia como factor causal del síndro-
sucede en los casos siguientes: me asmático. Asimismo, un resultado negativo
no excluye definitivamente el papel clínico del
a) En los individuos con inmunidad muy ele- alergeno estudiado.
vada, con potentes anticuerpos que neutralizan la
tuberculina antes de que pueda actuar.
b) Por falta de reacción cutánea en determi- PUNCIONES BIÓPSICAS Y BIOPSIAS
nados estados (embarazo, menopausia, senec- QUIRURGICAS
tud).
c) Por la extrema gravedad del proceso tubercu- Son muyútiles para el diagnóstico de los proce-
loso (anergia negativa final). sos pleuropulmonares circunscritos o diseminados:
d) Por la acción de ciertas enfermedades como
el sarampión, tos ferina, mononucleosis infeccio- 1. Punción pleural (toracocentesis). Permite la
sa, Hodgkin, sarcoidosis, hepatopatías (la reac- obtención del líquido pleural con finalidad diag-
ción a la tuberculina previamente positiva se nóstica y terapéutica.
vuelve negativa en el 47 % de las hepatitis leves, 2. Biopsia pleural. Tiene por finalidad extraer
en el 55 % de moderadas y en el 90 % de las se- un fragmento de pleura parietal para realizar su
veras), grave caquexia de cualquier origen. estudio histopatológico y bacteriológico. Este
e) A causa de ciertos fármacos (corticoides, vi- tipo de examen puede realizarse de tres maneras
tamina B,, vitamina C, inyecciones terapéuticas diferentes:
de tuberculina).
a) Durante el curso de una pleuroscopía
(biopsia dirigida). La toma se realizará con la pin-
Reacción de Casoni za introducida en la cavidad pleural a través de la
cánula del pleuroscopio. Es fácil en los casos en
Cuando es positiva, a los 15-20 min produce que es posible visualizar imágenes parietales ac-
una pápula roja edematosa, con seudópodos; ha- cesibles, como un nódulo o lesión circunscrita.
cia las 24 k los síntomas disminuyen y desapare- b) Durante el curso de unatoracotomía.
cen en pocos días. Es positiva en el 9U % de los c) Mediante punción por trocar especial. Se
quistes hidatídicos pulmonares. La reacción de emplean agujas de extremo romo. Sólo es acon-
Casoni sólo es específica si es precoz, pues está sejable en el caso de que exista un derramelíqui-
ligada a los polisacáridos propiamente parasita- do; la biopsia en las paquipleuritis secas expone a
rios del líquido hidatídico. En cambio, la tardía la perforación pulmonar.
Neumología 165

Las indicaciones de la biopsia pleural son las pulmones, con pinzas flexibles. Los peligros son
pleuritis sin etiología conocida, las paquipleuritis el neumotórax, enfisema mediastínico y subcutá-
en las que no se puede establecer una relación neo (sobre todo en pacientes tosedores) y hemo-
con enfermedades pleuropulmonares anteriores rragia.
y los tumores yuxtaparietales primarios o metas- 6. Biopsia de los ganglios prescalénicos. Tiene
tásicos. por objeto extraer el tejido celulograsoso com-
El valor de la punción biópsica en los derra- prendido entre los músculos esternocleidomas-
mes tuberculosos es superior a los métodos bac- toideo y escaleno, o sea la conjunción cervico-
teriológicos (cultivo de líquido pleural en el me- mediastínica. Esta lámina conjuntivoadiposa
dio de Lóewenstein). contiene una o varias formaciones linfáticas
3. Punción biópsica transparietal del pulmón. La que reflejan el estado de los ganglios mediastí-
aguja empleada es de bisel largo de 10 cm delon- nicos.
gitud y 10/10 de diámetro. Previa anestesia de La mayoría de las biopsias se efectúan en el
los tegumentos y del espacio intercostal justo por lado derecho; se considera que los linfáticos su-
encima del borde superior de la costilla indicada, praclaviculares de este lado drenan el pulmón de-
se practica la punción en dos tiempos, penetra- recho y el tercio inferior del pulmón izquierdo,
ción parietal seguida de la penetración rápida in- mientras que los linfáticos supraclaviculares iz-
tratorácica, advirtiendo en este momento que quierdos sólo recogen la linfa del tercio superior
el enfermo contenga la respiración. Se retrae el del pulmón izquierdo, cuyo tercio medio tiene
mandril, se adapta una jeringa y se aspira. El pro- un drenaje mixto.
ducto obtenido se extiende sobre un portaobje- Representa un paso firme y seguro en el diag-
tos que es debidamente coloreado. nóstico de neumopatías sarcoidóticas y tubercu-
Entre las complicaciones observadas, se señala losas, del cáncer broncopulmonar y de todas las
la producción en algún caso de un neumotórax imágenes pulmonares densas y de difícil filia-
parcial sin consecuencias. Sólo se puncionan las ción.
tumoraciones que miden un mínimo de 3 cm 7, Biopsia del ganglio mamario. Ayuda al diag-
de diámetro y que no sobrepasen los 9 cm de nóstico de los procesos pleurales. Se realiza con
profundidad, escogiendo las más accesibles de anestesia local, en el Il espacio intercostal del pla-
acuerdo con los datos proporcionados porlas ra- no torácico anterior, entre las líneas axilares an-
diografías de frente y de perfil. terior y media.
4. Biopsia pulmonar abierta. Posee la ventaja
de poner a disposición del anatomopatólogo
fragmentos pulmonares voluminosos escogidos MW EXÁMENES DE LABORATORIO
durante el acto operatorio. Si las lesiones pulmo-
nares son difusas, se practica una toracotomía Los datos más útiles para el diagnóstico de los
anterolateral de una longitud de 8-10 cm sin re- procesos respiratorios se obtienen examinando
sección costal, y si son circunscritas a una región los esputos, el líquido pleural (previa toracocen-
determinada, se actúa sobre ésta resecando un tesis) y la sangre en sus aspectos morfológico y
segmento de costilla, si son ello es necesario. La químico.
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito. *

cavidad pleural se drena con un tubo torácico.


Los incidentes o accidentes de este método
son raros; los casos de muerte han sucedido en EXAMEN DEL ESPUTO
personas con insuficiencias respiratoria, cardíaca
o coronaria grave o llegados a la fase final de una Ya ha sido comentado con detalle al inicio del
neoplasia. Las neumopatías parenquimatosas di- capítulo.
fusas (colagenosis, esclerodermia, neumoconiosis
atípicas, localización pulmonar de la enferme-
dad de Hand-Schúller-Christian, cáncer alveolar, EXAMEN DEL LÍQUIDO PLEURAL
etc.), y las lesiones más o menoslimitadas, pero
situadas profundamente, constituyen la principal Se obtiene por medio de una punción pleural
indicación de este método. (o toracocentesis), que salvo contraindicaciones
5. Biopsia pulmonar broncoscópica. Se obtienen excepcionales (sindrome hemorrágico, tratamien-
diminutas piezas (2-3 mm de diámetro) de más to anticoagulante) es obligada de manera categóri-
de un segmento, o incluso de cada uno de los ca a la menor sospecha de derrame.
166 Semiología médica y técnica exploratoria

El lugar de la punción se determina de acuet- b) Opalescente, con un aspecto entre jabono-


do con la percusión y examen radiológico (frente so y lechoso en ciertos procesos tumorales pleu-
y perfil). Se punciona en medio de la zona mate ropulmonares y mediastínicos, y secundariamen-
o sus partes declives (a veces se fracasa por ha- te en los tuberculosos.
cerlo demasiado bajo), después de limpiarla piel c) Turbio, homogéneo, amarillento con refle-
con un antiséptico y de anestesiar el área en jos verdosos y muy viscoso en los derrames pu-
cuestión. rulentos (piotórax o empiema) neumocócicos.
El sujeto se coloca sentado y confortablemen- d) Mal ligado y grumoso, en los estafilocóci-
te apoyado con los hombros hacia delante para cos y tuberculosos.
redondear la espalda y mover los omóplatos. e) Blancoamarillento, puriforme, viscoso O
Se emplea un trocar con mandril de longitud y pastoso, en la pleuritis colesterótica de origen tu-
grosor convenientes, después de haber comproba- berculoso, tóxico (alcohol), traumático (por
do si ajusta bien con el manguito de la jeringa y no transformación de la colección hemorrágica) o
está obturado. Se apoya el dedo en el espacio in- dismetabólico.
tercostal escogido (el mejorsitio para los derrames P En los derrames por gérmenes anaerobios,
libres son los espacios VU-VI!l, en la línea axilar el dato más llamativo es su olorfétido, pútrido, fe-
posterior) y se punciona perpendiculalmente a la caloideo,
pared, rozando el borde superior de la costilla in- g) Cuando un derrame pleural envejece, el
ferior para no herir el paquete vasculonervioso si- signo más conspicuo es la presencia de bilirrubina,
tuadoa lo largo de la parte superior del espacio in- y sobre todo de cristales de colesterina y gotas de
tercostal. Se comprueba la penetración de la aguja ácidos grasos.
por la sensación de atravesarla pleura parietal; en-
tonces se retira el mandril y se aspira con suavidad 2. Análisis químicos. En los líquidos pleurales,
con la jeringa. Se evitará el profundizar con exce- la cantidad de cloruros es más elevada que en la
so, así comoel inyectaraire. sangre, tanto para los exudados como para los
Recogido el líquido que se necesita, se coloca trasudados.
de nuevo el mandril (guardado durante la manio- El calcio (en su mayor parte, calcio difusible
bra en un espacio estéril) y se retira el trocar de no unido a proteínas) muestra cifras bajas para
un golpe seco. Se apoya y frota unos minutos so- los trasudados.
bre la herida con una torunda empapada con an- Es constante el aumento de potasio respecto
tiséptico y se ruega al paciente que guarde repo- al suero; esta diferencia es menos manifiesta en
so en cama el tiempo que precise, en el decúbito los trasudados y máxima en los derrames infla-
lateral opuesto. Si se extrae una cantidad excesi- matorios.
va de líquido, cabe la posibilidad de un edema La glucosa, en los trasudados, tiene valores
agudo de pulmón unilateral o una crisis vagal. análogos a los de la sangre; su descenso (< 40-
En el líquido pleural obtenido, se consideran 50 mg/dl) es propio de los derrames inflamato-
una serie de datos que completan la orientación rios y reumáticos. En los empiemas, no se en-
diagnóstica: cuentra glucosa o sólo en cantidades muy bajas.
En los tumores malignos, la cifra varia poco; exis-
1. Caracteres físicos. El derrame es de color te una fuerte probabilidad cuando el nivel es su-
ambarino, más o menos rosado en relación con perior a 80 mg/dl. No influye la administración
la diapédesis eritrocítica, y poco viscoso en el hi- de cortisona, cosa que no ocurre (descenso) en
drotórax mecánico, y de color más subido (re- las pleuresías de naturaleza tuberculosa.
cuerda el de la orina) y viscosidad elevada en la En cuanto al peso específico y proteínas, en el
pleuritis inflamatoria: trasudado, el primero, generalmente, es inferior a
1.018 y el segundo, menos de3 g/dl.
a) Aspecto sanguinolento (rara vez amarillo Loslípidos se elevan en los derrames quilosos
cítrico), en el carcinoma broncopulmonar, pleuri- y quilotórax (casi siempre en forma de grasas
tis tuberculosa y traumatismos, siendo preciso neutras) y de naturaleza reumática o tuberculosa.
asegurarse de que la sangre no procede de la he- La existencia de cristales de colesterol señala
rida accidentada de la pared en el curso de la de manera inequívoca que se trata de una efu-
punción, cosa fácil, pues ésta se coagula, mien- sión tuberculosa.
tras que se sedimenta sin coagular si se trata de La existencia de ácido hialurónico afirma, casi
un líquido hemorrágico. con certeza absoluta, un mesotelioma pleural.
Neumología 167

En lo referente a las enzimas, en las pancreati- puraciones pulmonares o tuberculosis de larga


tis agudas (con derrame pleural, generalmente iz- duración) sobre todo si han sangrado.
quierdo) la amilasa en el liquido pleural (amilo- En general, en los procesos agudos, es cons-
pleuria) alcanza siempre límites altos sin que por tante una mayor o menor leucocitosis, abun-
ello tenga valor patognomónico pues también se dando las formas en cayado (desviación a la iz-
encuentra (pero con cifras más bajas) en pleure- quierda) y las granulaciones tóxicas en su
sías neoplásicas en franca discordancia con la protoplasma; en las neumonitis víricas, existe
amilasemia normal. La actividad de la lactatodes- leucocitosis moderada con linfomonocitosis.
hidrogenasa (LDH) del líquido pleural no infla- La presencia de polinucleares eosinófilos es
matorio es más baja que la correspondiente al constante en el quiste hidatídico, síndrome de
suero, cosa que no ocurre cuando se trata de exu- Loffler, «neumonía eosinófila» de Meyenburg y
dados inflamatorios o de naturaleza maligna; la Sommer, y en el «edema primaveral alérgico del
estima de esta enzima es índice más fidedigno pulmón» de Engel.
quela cifra de proteínas para juzgar la naturaleza En la hidatidosis, sus valores son moderados
del derrame. (5-10 %) contrastando con los hallados en el sín-
3. Examen citológico. En que atañe a los ele- dromede Lóffler (68-70 %).
mentos formes sanguíneos, los polimorfonuclea- En la infección tuberculosa activa, hay leuco-
res señalan la presencia de un proceso inflamato- citosis con abundantes neutrófilos monononucle-
rio agudo; los linfocitos o monocitos, tuberculosis, ares y binucleares; al remitir el proceso se nor-
alguna entidad maligna o infección por hongos; y maliza la cifra de leucocitos con linfomonocitosis
los eosinófilos (> 10 %) un síndrome de Loffer, y eosinofilia.
periarteritis nudosa o enfermedad de Hodgkin. En las infecciones bacterianas y víricas, en la
Las células de aspecto atípico orientan, sin du- tuberculosis activa, y en los procesos neoplási-
da, hacia procesos malignos. Cabe señalar que la cos, es útil la investigación de la velocidad de se-
búsqueda es más fácil en aquellos tumores que dimentación globular y de la proteína C reactiva,
se descaman con mayor facilidad. Al objeto de tanto con finalidad diagnóstica y como pronósti-
aumentar el porcentaje de positividad, se reco- co, al comparar entre sí los resultados que se han
mienda mandar al laboratorio una cantidad im- obtenido en los exámenes sucesivos.
portante de líquido, y, a ser posible, de la parte En las afecciones víricas agudas, se buscan an-
más baja del derrame o al menosdel final dela ex- ticuerpos, aglutininas y crioaglutininas.
tracción y no como corrientemente se hace de su El estado de las inmunoglobulinas (Ig) séricas
comienzo. en el asma bronquial señala niveles elevados de
4, Citoquimia celular (o estudio de la compo- las IgA en las formas con factor infeccioso o
sición química intracelular). Señala que el hallaz- de etiología intrínseca, y de las IgE (con valores
go de LDH es un signo de malignidad y que la bajos de las IgA) en las alergénicas. Las reaccio-
presencia de fosfatasas ácidas en las vacuolas in- nes alérgicas son debidas a interacciones antíge-
traprotoplasmáticas sugiere metástasis pleural de no-IgE. Las IgG e IgM presentan variaciones den-
cáncer prostático. tro de los límites normales.
5. Examen bacteriológico. Se ve dificultado por En el infarto del pulmón de naturaleza embó-
la antibioterapia precoz, que ha disminuido la lica o trombótica, aumentan la LDH y bilirrubi-
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

frecuencia del hallazgo de gérmenes. En las pleu- nemia sérica con negatividad constante de la cre-
ritis tuberculosas, el examen directo es, casi sin atinfosfocinasa (CPK) y frecuente de la transa-
excepción, negativo. Con el cultivo y la inocula- minasa glutamicooxalacética (GOD), ambas de
ción al cobaya se obtienen un 15-50 % de resul- gran especificidad muscular. Estos datos se valo-
tados positivos, siendo más demostrativa la ino- ran frente al infarto de miocardio, cuya fórmula
culación que el medio de cultivo. enzimática es LDH, GOT, CPK, CK-mby tropo-
ninas elevadas, con bilirrubinemia sérica normal.

SANGRE (EXÁMENES.
MORFOLÓGICO, QUÍMICO MW EXPLORACIÓN FUNCIONAL
Y ENZIMÁTICO)
La exploración funcional pulmonar consiste
Existe anemia hipocroma en las neoplasias en un conjunto de métodos que permiten el aná-
pulmonares, y en todos los procesos sépticos (su- lisis y la medida de la función respiratoria del
168 Semiología médica y técnica exploratoria

pulmón. Su fin principal es apreciar la repercu- EXPLORACIÓN DE LA VENTILACIÓN


sión funcional de las neumopatías de cualquier
tipo, sea cual fuere su aspecto clínico, etiológico Se efectúa con espirómetros y espirógrafos.
y lesional. Estos últimos inscriben gráficamente los datos
La función respiratoria es un conjunto de pro- espirométricos. Con ellos se obtienen valores es-
cesos mecánicos, fisicoquímicos, nerviosos y hu- táticos (volúmenes, capacidades) y valores diná-
morales, cuyo fin primordial es la normal oxige- micos (ventilación minuto, capacidad respiratoria
nación de la sangre y eliminación del anhídrido máxima, etc.). Los coeficientes (reserva respirato-
carbónico procedente de la respiración hística. ria, índice de Tiffeneau, etc.) resultan de la rela-
Estos procesos pueden reunirse en cuatro grupos: ción mutua entre volúmenes, capacidades y valo-
res dinámicos obtenidos por espirometría.
1. Ventilación. Mantiene constante la compo-
sición del aire alveolar, y con ello asegura la he-
matosis gracias a la continua entrada y salida de Medidas estáticas
aire por los movimientos respiratorios.
2. Difusión. Tiene por finalidad el normalre- Comprenden la capacidad vital forzada (CVF),
cambio gaseoso alveolocapilar. el aire residual, la capacidad total, el espacio
3. Perfusión. Distribuye la sangre venosa muerto anatómico, y el espacio muerto fisiológi-
en los distintos territorios alveolares de los pul- co (fig. 2-87).
mones.
4. Circulación. Conduce los gases del pulmón Capacidad vital forzada. Es la más impor-
a los tejidos y de éstos al pulmón. tante. Viene definida como el volumen máximo
de aire obtenido en el decurso de una espiración
La función pulmonar, además de esta finali- forzada que sigue a una inspiración también for-
dad de intercambio gaseoso respiratorio, contri- zada (CVF). En síntesis, representa las posibilida-
buye al mantenimiento de la homeostasia del pH des de la mecánica ventilatoria exterior (caja to-
sanguíneo, tendiendo a compensarlas acidosis y rácica, diafragma, pared abdominal y pleuras).
alcalosis metabólicas, y a su vez, cuandola venti- Varía entre límites muy amplios, en relación con
lación se altera, origina las alcalosis y acidosis la edad, sexo, talla y posición, siendo mayor en
respiratorias según se desvía en el sentido de la la sentada que en la de pie y decúbito, por razón
hiper o de la hipoventilación. Como veremos,el de los cambios aportados por la posición al volu-
estudio del equilibrio ácido-básico tiene extraor- men sanguíneo intrapulmonar y a la dinámica
dinario interés en patología respiratoria, en espe- del fuelle toracodiafragmático.
cial en la clínica de los síndromes de insuficiencia Para juzgar la importancia de las modificacio-
respiratoria aguda comoguía. nes patológicas, es indispensable compararel va-

A CTA +

Volumen
de reserva
inspiratorio
Pp Capacidad
inspiratoria
Capacidad
vital Volumen
Capacidad pulmonar corriente
total oo -
Volumen
de reserva
espiratorio .
Capacidad
aA funcional
residual
Volumen residual

Yo A4
Fig. 2-87. Esquemade los volúmenes y las capacidades pulmonares.
Neumología 169

lor registrado por cada paciente, con el valor teó- bronquíolos, donde no tiene lugar el intercambio
rico calculado para él. La CV teórica es, en centí- gaseoso). El volumen fisiológico aproximado de
metros, el producto de la talla en milímetros por este espacio es de 150 ml en el hombre y 100 ml
2 en el hombre y 1,8 en la mujer. Una disminu- en la mujer.
ción superior al 15 % del valor teórico así logra-
do es signo de anormalidad. Se admite la relación Espacio muerto fisiológico. Es la suma
de 2,5 l/m dealtura en el hombre y 2 en la mujer. del espacio muerto anatómico más el volumen
La CVFresulta de la suma de los siguientes de aire que llega a alvéolos bien ventilados, pero
volúmenes respiratorios: no perfundidos o mal perfundidos. Normalmen-
te, su volumen es mínimo y se valora dentro del
1. Asrre corriente o circulante (volumen corrien- espacio anatómico, pero en el enfisema y la es-
te, volumen vital). Es la cantidad de aire que en- clerosis vascular pulmonar, el número de alvéo-
tra y sale de los pulmones durante un acto respi- los mal perfundidos es elevado.
ratorio normal y en reposo, 500 ml aproxima-
damente, es decir, un octavo de la CVF,
2. Aire complementario. Es la máxima cantidad Medidas dinámicas
de aire que puede penetrar en los pulmones por
una inspiración forzada, después de una inspira- Entre ellas cuentan las siguientes.
ción normal. Valor medio: 1.500-2.000 ri.
3. Aire de reserva. Es la máxima cantidad de Ventilación-minuto. Es el producto del aire
aire que puede salir de los pulmones por una es- corriente porla frecuencia respiratoria. Se suele re-
piración forzada, después de una espiración co- ferir a 1 min. Valor medio: 5.000-12.000 mi.
rriente. Valor medio: 1.000-1.500 ml. Estas cifras corresponden al volumen minuto
de ventilación pulmonar (también llamada exter-
Capacidad vital forzada (CVE) = aire corriente + aire na), que no siempre es paralela a la ventilación
complementario + aire de reserva alveolar.
La existencia del espacio muerto es el princi-
Aire residual. Es el que queda en los pul- pal factor de variación entre la ventilación pul-
mones tras una espiración forzada. Oscila entre monary la ventilación alveolar.
1.000 y 1.500 ml. Es el único valor que no puede Un ejemplo lo aclarará mejor: si en 1 min se
ser determinado por espirometría. Su estimación hacen 14 respiraciones de 500 mi, la ventilación
precisa métodos complejos y delicados, operan- minuto pulmonar es de 7 l, y la ventilación alveo-
do con mezcla de gases muy difusibles y que no lar será menor de 14 x 150 = 2.100 ml, o sea
se absorben en el pulmón (helio, xenón). Este 4.900 ml. Si se respira más profunda y lenta-
aire residual está especialmente aumentado en el mente, por ejemplo 10 veces por minuto 700 ml,
enfisema pulmonar; su aumento disminuye la la ventilación minuto será la misma de 7 l, pero
eficiencia ventilatoria, pues al tener que mezclar- la ventilación alveolar será mayor, ya que sola-
se el aire corriente con un mayor volumen de mente tendremos que restarle 10 x 150 = 1.500
aire contenido en el pulmón, su enriquecimiento ml, resultando 5.500 ml. Por el contrario, si la
en oxígeno queda relativamente disminuido o, lo respiración es más frecuente y menos profunda,
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

que es lo mismo, precisa de un mayor trabajo 20 respiraciones de 350 ml, la ventilación minu-
respiratorio para mantener las mismas concentra- to también será la misma, 20 x 350 = 7.000 mil,
ciones en el aire alveolar. pero la respiración alveolar será mucho menor
que en los casos anteriores, pues tendremos que
Capacidad total. Es el mayor volumen de restar 20 x 150 = 3.000 ml, quedando en 7.000-
aire que pueden contener los pulmones y las vías 3.000 = 4.000 ml, lo que demuestra lo antieco-
aéreas después de una inspiración máxima; es la nómico de la respiración rápida y superficial.
suma del aire residual y de la capacidad vital. Va- En aquellos procesos en que aumenta el valor del
lor medio: 4.000-5.000 ml. espacio muerto a expensas del crecimiento
del espacio muertofisiológico, como en el enfise-
Espacio muerto anatómico. Una parte del ma, se acentúan aún más las diferencias entre
volumen después de una inspiración normal que- ambas ventilaciones, pulmonar y alveolar.
da en las vías respiratorias altas (fosas nasales, También se ve afectada la ventilación alveolar,
boca, laringe, tráquea y bronquios y aun en los cuandola relación entre aire corriente y capacidad
170 Semiología médica y técnica exploratoria

funcional residual se altera por aumentar esta últi- la capacidad vital forzada. Si el VEMSes de 41 y
ma. Como se dijo anteriormente, al tratar del au- la CVFde 5 1, el índice es del 80 %.
mento del aire residual en el enfisema, es distinto En las personas normales, varía entre el 75 y
el enriquecimiento en O,, que producen estos 500 el 80 %. Este índice es independiente, en gran
ml de aire corriente si tienen que mezclarse con parte, de los factores torácicos, diafragmáticos,
2.500 ml de capacidad funcional residual, que si pleurales y mediastínicos, pero, en cambio, es in-
tienen que hacerlo con 4.000 ml, porejemplo. fluido por los trastornos de la elasticidad pulmo-
Con la traqueotomía, se reduce el espacio nar parenquimatosa y permeabilidad bronquial.
muerto, lo que por sí solo mejora la ventilación Cuandoeste índice es inferior al 55 %, existe un
alveolar, además de que facilita otras medidas te- trastorno enfisematoso. De ahí que la determina.
rapéuticas, como la aspiración de secreciones que ción de este coeficiente pueda sustituir la bús-
encharcan el árbol bronquial y la respiración asis- queda del volumen residual, el cual es de muy
tida a presiones positivas y negativas. delicada obtención.
Las determinaciones de la CVF, VEMSy ven-
Capacidad respiratoria máxima (CRM). tilación máxima (VM) deben ser repetidas des-
Es la cantidad de gas que penetra en los pulmo- pués de aerosoles farmacodinámicos broncodila-
nes cada minuto, mientras el sujeto respira con la tadores o broncoconstrictores. La prueba de la
amplitud y frecuencia máximas de que es capaz. aleudrina es positiva si después de la inhalación
Comoes fatigosa para el paciente, se puede de- el VEMS(prueba de Tiffeneau) aumenta, por lo
terminar únicamente durante medio minuto y menos, un 10 %; lo propio podemos decir de la
doblar la cifra obtenida: 80-120 1. Esta polipnea acetilcolina si el VEMS disminuye en igual pro-
artificial representa las posibilidades máximas porción.
del fuelle toracopulmonar. Haciendo inhalar alergenos (polvo, bacterias o
pólenes) observando la respuesta broncoconstric-
Volumen espiratorio máximo segundo tora, se estudia la hipersensibilidad específica del
(VEMS). Prueba de Tiffenean. Consiste en hacer agente causal,
practicar al paciente, después de una inspiración En caso de indicación quirúrgica en un en-
máxima, una espiración forzada tan completa, fermo cuya función global esté disminuida, es
rápida e intensa como sea posible. El trazado se útil medir el reparto de la función entre los dos
registra a gran velocidad y por su mediación se pulmones, merced a la broncoespirometría (méto-
determina el volumen expulsado durante el primer do de Jacobaeus). Utilizando una sonda de do-
segundo. Representa, en la práctica, las posibilida- ble luz se hace un registro separado y simultá-
des ventilatorias del parénquima pulmonar y nco de cada pulmón. En los individuos
bronquios. El valor normal equivale al 75-80 % normales corresponde un 55 % de la función
de la capacidadvital. global al pulmón derecho y el 45 % restante al
Multiplicando el VEMSpor 30 (Tiffeneau y Pi- izquierdo.
nelli) o 37 (Agusti), obtenemos de manera indirec-
ta la capacidad respiratoria máxima, tan fatigosa para
el paciente y que se presta a valores erróneos. Clasificación semiológica
de los trastornos
ventilatorios
Principales coeficientes
Por su equivalencia espirográfica, los trastor-
Resultan de la relación mutua entre volúme- nos ventilatorios pueden clasificarse esquemáti-
nes, capacidades y medidas dinámicas. Son los camente en dos grupos:
indicados a continuación:
1. Trastornos por amputación de volumen. La
1. Reserva respiratoria. Es la diferencia entre la disminución de la CVEes el signo esencial. La re-
CRMy la ventilación minuto. La reserva respirato- lación VEMS/CVF permanece normal y la VM
ria es del 92 %. Lacifra que se calcula como nor- suele estar bastante bien conservada. Este cuadro
mal oscila entre el 90-96 %. $51 desciende al 70 %, espirográfico de aspecto normal y con valores
el paciente ya tiene sensación subjetiva de disnea. disminuidos ha sido clasificado gráficamente de
2. Índice de Tiffeneau (coeficiente de la utiliza- «aspecto de pequeño rápido». Es propio de lasli-
ción de la capacidad vital). Relaciona el VEMS con mitaciones parietales, las exéresis y la existencia
Neumología 171

de territorios pulmonares excluidos de la ventila- asemeja al de los «pequeños rápidos». Por el con-
ción (atelectasia). trario, la saturación de oxihemoglobina en la san-
2. Trastornos por lentitud del flujo ventilatorio. El gre está disminuida, primero, por el esfuerzo y
signo mayor lo constituye la disminución de la luego, aun en reposo.
relación VEMS/CVF. Congran frecuencia, la CVF La difusión de los gases entre el aire alveolar y
está disminuida y, en mayor proporción, la VM. la sangre capilar está regida, en esencia, porlas le-
Este conjunto traduce un defecto difuso de la yes físicas de la solubilidad (fig. 2-88). Dependede:
permeabilidad bronquial (asma, enfisema) o una
estenosis bronquial localizada en un tronco im-
portante. Diferencias entre las presiones
Ni que decir tiene que estos dos tipos de tras- parciales de oxígeno (PO,)
tornos pueden asociarse en grado variable en un y de anhídrido carbónico (PCO,)
mismo paciente. en la sangre venosa mezclada
y enel aire alveolar
EXPLORACIÓNDE LA DIFUSIÓN Se encuentran indicadas en la tabla 2-5, toma-
da de Best y Taylor. Los valores para la sangre
Precisa de la medida de las concentraciones de venosa mezclada (valores medios) son de Wig-
oxígeno y de anhídrido carbónico contenidas en gers (referidos a 760 mm Hg).
la sangre arterial. Se recurre a las arterias femo- En la tabla 2-5, vemos que el O, del aire alve-
ral, humeral o radial. Estas dos últimas tienen la olar (tensión 103 mm Hg) pasa a la sangre venosa
ventaja de permitir la extracción de sangre en el (tensión 40 mm Ag) y eleva la tensión hasta lle-
curso de una prueba de esfuerzo, como pedalear gar a 100 mm Hg en la sangre arterial; a su vez,
sobre una bicicleta ergométrica. La función venti- el CO, de la sangre venosa (45 mm Hg) pasa al
latoria es cualitativamente normal, lo que permi- aire alveolar (40 mm Hg) y queda la sangre arte-
te afirmar que la composición del aire alveolar rial con una tensión de 40 mm Hg,igual al aire
también lo es. El espirograma no se altera o se alveolar.

ÓN
Alvéolo
Volúmenes
CO, 5 %
O, 14%
Tensiones
CO, 40 mm
O, 100 mm
GQ MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Capilar pulmonar
Corazón Corazón
derecho Sade) «— Presiones (sie izquierdo
Diástole 7 mm Hg Diástole 6

CO, 46 mm CO, 40 mm
0, 40 mn ) Tensiones» ( O, 92 mm
Sangre venosa

¡eusye a/Bues

55-60 ») — Saturaciones —| 96 %
oxihemoglobulina
CO, 58 % CO, 50-54 %
O. 14-15 5) —Votimenes—» O, 19 %
2

Capilar periférico

Fig. 2-88. Esquemade las tensiones parciales y de los volúmenes de O, y CO,en sangrearterial, aire alveolar y
sangre venosa.
172 Semiología médica y técnica exploratoria

Tabla 2-5. Diferencias entre las presiones par- La pared capilar.

ap
ciales de oxígeno (PO,) y de anhídrido carbónico Una pequeña capa delíquido que las separa.
(PCO,) en la sangre venosa y aire alveolar El plasma.
PO, PCO, Las membranas de los hematíes.

mmHg Vol% mmHg Vol%


Superficie y tiempo de contacto
Aire inspirado 158,25 20,94 0,30 0,04
Aire alveolar 103 14,2 40 5,5 La primera es de unos 100 m?, y disminuye
Sangre venosa
tanto en los síndromes de repleción alveolar
mezclada 40 12,5 45 O)
Sangre arterial 100 19 40 48
(neumonía) como en la destrucción de los tabi-
Aire espirado 116 16,3 28 4 ques alveolares (enfisema). El «tiempo de estan-
cia» de la sangre en los capilares pulmonares os-
cila entre 0,3-0,8 s. Su aumento por lentificación
de la corriente sanguínea no tendrá influencia so-
Llama la atención que el intercambio gaseoso se bre la oxigenación hemática, que nunca puede
efectúe normalmente, a pesar de que la diferencia ser superior a un cierto límite (95 %), según se
de tensiones (los llamados gradientes de tensión) entre deduce de la curva de disociación oxihemoglobí-
la sangre y el aire alveolar es muy distinta para el nica; en cambio, si el tiempo de contacto está
O,y para el CO,. Esto se explica porque el CO, es disminuido (corriente sanguínea rápida), se pro-
mucho más difusible (25 veces más) que el O, y, ducirá un déficit en la saturación de la oxihemo-
por consiguiente, un gradiente de tensión bajo ya es globina sin que afecte el paso de CO,alaire alve-
suficiente para asegurar la difusión. En cambio,el olar, gracias a su gran difusibilidad.
O,, menosdifusible, necesita un gradiente másalto. El estudio de la difusión no atañe, en realidad,
Otro hecho que llama la atención es que no más queal O,, ya que la del CO, jamáses pertur-
exista la misma tensión de O, en el aire alveolar bada por razón de su gran solubilidad (fig. 2-89).
(103 mm Hg) y la sangre arterial (100 mm Hg). La determinación del O, de la sangre combi-
Se debe a una pequeña cantidad de sangre veno- nado con la hemoglobina (una cantidad despre-
sa que, normalmente, no penetra en la zona de ciable, no superior al 0,3 ml %), se disuelve en el
los intercambios gaseosos gracias a un cortocir- plasma y, expresada corrientemente como «satu-
cuito anatómico (shunt) entre la circulación dere- ración oxihemoglobínica», se realiza mediante
cha y la izquierda (venas de Tebesio, que desem- aparatos manométricos.
bocan directamente en las cavidades izquierdas; Los valores oxímétricos normales son:
venas bronquiales distales, drenadas por las ve-
nas pulmonares) y la existencia de pequeñas zo- 1. 100 ml de sangre contienen 15 g de hemo-
nas poco o nada ventiladas (por desigualdad de globina.
ventilación) y en las que la circulación es normal. 2. 1 g de hemoglobina se combina con 1,34
Esta contaminación venosa representa, nor- ml de O.,.
malmente, el 5-6 % de la circulación global, lo 3. 100 ml de sangre contendrán (15 x 1,34)
que significa que la sangre de la circulación ma- 20,1 ml de O,; cifra nunca alcanzada, pues, en rea-
yor se compone de un 95 % de sangre arteriali- lidad no es superior a 19,
zada y de un 5 % de sangre venosa. Que es lo mismo que decir que 100 mi de
sangre contienen 19 volúmenes de O,; o sea, que
la sangre arterial contiene 19 volúmenes de O,.
Permeabilidad de la membrana Expresado esto en cifras de saturación, la sangre
alveolocapilar arterial tiene una saturación de 96 %.
En cambio, la sangre venosa contiene 14 volú-
Siendo un factor esencial para la hematosis, menes por 100 ml, que corresponden a un 75 %
comprenderemos la importancia de su alteración. de saturación (tabla 2-6).
Recordemos que comprende: Entre las causas de trastorno de la difusión ci-
taremos el enfisema (hipotensión de 0, alveolar
1. Epitelio alveolar recubierto de una mem- por aumento del aire residual y disminución de
brana hialina y de sustancias que disminuyen la la superficie de contacto) y ciertas enfermedades,
tensión superficial, llamadas «tensoactivas». como la fibrosis intersticial difusa primitiva de
Neumología 173

y difusión alveolares, sino que es necesario que


los alvéolos estén también correctamente perfun-
Inhalación de aire Inhalación de
didos de sangre venosa por oxigenar. Normal-
ambienteal nivel oxígeno al 100 % mente, cuando por el ejercicio físico aumentan
del mar a 3 atmósteras las necesidades de O,, se incrementa la ventila-
ción de los alvéolos y, a su vez, aumenta su per-
fusión, para que la relación ventilación/flujo sea
Sangre de arteriola Sangre dearteriola normal. Esta regulación se establece gracias al
contenido de O,: contenido de O,: «reflejo alveolo-capilar de von Euler», según sea
20 vol % 26 vol %
Hb: 97 %de saturación Hb: 100 % de saturación la tensión de O, alveolar. Cuando ésta aumenta
O, disuelto: 0,3 vol A F disuelto: 6 vol % por hiperventilación, crece paralelamente la per-
fusión alveolar, por abertura y dilatación de los
capilares alveolares. Inversamente, cuando dis-
Captación de oxígeno por las minuye la tensión de oxígeno en los alvéolos,
células de 5 a 6 ml por 100 ml de también se reduce la perfusión en los capilares,
sangre arterial (de 5 a £ vol %)
evitando así que la sangre que regresara de tales
alvéolos mal ventilados estuviera poco oxigenada
y aumentara el porcentaje de mezcla venosa o
cortocircuito venoarterial, que normalmente pasa
Sangre de vénula Sangre de vénula del 5 %, como se indicó anteriormente.
copo, de O,: contenido de O,: Cuando en algún territorio alveolar la perfu-
14 vol % 20 vol % 1
Hb: del 65 al 85 Hb: 100 % de saturación sión es deficiente, en general por esclerosis vascu-
| de saturación O,disuelto: insignificante lar, y la regulación porel «reflejo alveolocapilar de
O, disuelto: insignificante |
von Euler» no es eficaz poresta atrofia vascular, la
ventilación de estos alvéolos no consigue un inter-
Fig. 2-89. Esquema de la difusión del O, a tensión cambio gaseoso correcto, lo que origina un au-
ambiental de 1 y a 3 atmósferas. mento del volumen o espacio muerto fisiológico,
disminuyendola eficiencia de la ventilación.
Estos trastornos de la perfusión, que estable-
cen la llamada «ventilación con exceso de espa-
Hamman-Rich, la de la enfermedad de Besnier- cio muerto» (excessive dead-space ventilation), se
Boeck-Schaumann, la de la esclerodermia y de exploran analizando el aire alveolar que perma-
los rayos X, la adenomatosis pulmonar, miliares nece rico en oxígeno y pobre en CO,, como
tuberculosas y pocas más por bloqueo alveoloca- consecuencia de no haber podido efectuar el in-
pilar. En este último, la capacidad vital está muy tercambio gaseoso en estos territorios alveola-
disminuida, mientras que la ventilación minuto res bien ventilados y mal perfundidos (en la
conserva un alto valor, lo que la diferencia del sangre arterial hay hipoxia, generalmente con
enfisema. La única causa aguda y reversible del normocapnia o hipercapnia discreta). Esto es
trastorno de difusión es el edema agudo de pul- común en el enfisema organizado, embolia pul-
món. monar aguda y en aquellos procesos en que se
G MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

establezca atrofia o esclerosis vascular de la red


pulmonar. Acostumbra ser un proceso orgánico
EXPLORACIÓN DE LA PERFUSIÓN irreversible.

Para una hematosis pulmonar fisiológica, no


sólo es preciso que existan una buena ventilación EXPLORACIÓN DE LA CIRCULACIÓN
Dada la estrecha relación entre respiración y
Tabla 2-6. Valores oximétricos normales circulación, es indispensable el estudio de ciertos
factores circulatorios. Éstos son el débito cardía-
O, vol % Saturación OHb co, gasto cardíaco o volumen minuto (cantidad
de sangre expulsada por cada ventrículo en un
Sangre arterial 19 96
Sangre venosa 14 75 minuto), y las presiones de la circulación pulmo-
nar obtenidos por cateterismo cardíaco.
174 Semiología médica y técnica exploratoria

Los defectos de la oxigenación de la sangre quiridas cardiovasculares y neumopatías cianó-


por trastorno de la circulación pulmonar secun- ticas y disneizantes.
daria a cardiopatías, se observan por:

1. Reducción del flujo sanguíneo al pulmón. Es- ANGIOGRAFÍA PULMONAR


tenosis pulmonar, embolia pulmonar aguda, car- SELECTIVA
diopatías congénitas con derivación (shunt) dere-
cha-izquierda. Objctiviza el estado de la red vascular en las
2. Aumento del aflujo sanguíneo. Cardiopatías diversas neumopatías. El contraste se inyecta,
congénitas con derivación izquierda-derecha. por medio de un catéter, en una rama secundaria
3. Estasis retrógrada. Como en la estenosis de la arteria pulmonar.
mitral y en la insuficiencia cardíaca, dando lugar En las radiografías seriadas, se ven las rami-
a la insuficiencia respiratoria congestiva con dis- ficaciones de la arteria pulmonar normalmente
minución de la capacidad vital y de la capacidad profusas, en forma de «árbol en verano», con fi-
respiratoria máxima, por disminución del VEMS, nas ramificaciones que presentan una gradual
dado que este estado de ingurgitación vascular disminución de calibre, así como una angula-
no sólo disminuye el volumen alveolar, sino tam- ción obtusa en sus ramificaciones. Si existe es-
bién la elasticidad pulmonar. clerosis vascular, las ramificaciones son esca-
sas, los cambios de diámetros, bruscos y las
En otros casos, los trastornos circulatorios se ramificaciones, en ángulo recto dando, en su
producen en la propia red pulmonar, ya sea por conjunto, un aspecto de «árbol en invierno»,
esclerosis o fibrosis pulmonar (su reducción se deshojado. Entre estos dos aspectos existen fa-
acompaña de hipertensión pulmonar), por corto- ses intermedias.
circuito vascular (que origina territorios sin venti- Esta exploración angiográfica se completa con
lación, pero concirculación normal; la sangre que la obtención de placas, situando el catéter en el
pasa por dicho territorio no se oxigena y se mez- extremo final en que se detiene el catéter, si lo
cla en las venas pulmonares con la sangre oxige- hacemosprogresar dentro de la ramaarterial pul-
nada que viene de los territorios pulmonares sa- monar, abocando el medio de contraste casi di-
nos bien aireados, produciéndose lo que se llama rectamente en la fase precapilar. La inyección
«mezcla venosa», con el resultado de una sangre debe hacerse lenta y suavemente, para no provo-
con saturación del O, baja y aumento del conte- car roturas vasculares con extravasación del me-
nido en CO,), por hipertensión en la circulación dio de contraste. Las placas obtenidas en estas
capilar pulmonar a causa de hipoventilación al- condiciones (angiocardiografía en cuña o subseg-
veolar, Es un hecho comprobado que la disminu- mentaria) nos muestran la fase precapilar, capilar
ción de oxígeno en los alvéolos eleva la tensión y el retorno venoso.
arterial del círculo menor por encima de 30 mm Hg Asociando la filmación a la angiocardiografía
gracias a un reflejo vasoconstrictor descrito por pulmonar selectiva, se añaden a estos estudios el
Euler. Esta hipertensión es la principal responsa- conocimiento de los factores dinámicos dela ve-
ble del cor pulmonale. En estos casos, se produce locidad de circulación, muy retardados en las fa-
un trastorno de difusión por reducción del tiem- ses finales en los fibroenfisematosos crónicos ot-
po de contacto. ganizados, en especial cuando entran en la fase
En los gabinetes de hemodinamia, mediante de descompensación del corazón pulmonar.
el cateterismo cardiopulmonar, se obtienen las ci-
fras tensionales en la arteria y capilar pulmona-
res en reposo y tras esfuerzos (en un principio, GASOMETRÍA
sólo se eleva de manera anormal tras el esfuer-
ZO), y las cifras oximétricas a distintos niveles. Conel estudio de los gases O, y CO, en la
Con estos datos y conociendo el consumo de sangre, y de los volúmenes respiratorios por espi-
oxigeno pulmonar y de las tensiones parciales rometría, puede hacerse el diagnóstico diferen-
del O, y CO, en la sangre arterial, es posible cial de los tipos de insuficiencia respiratoria. El
determinar el débito pulmonar y los cortocir- estudio de los gases ha de realizarse no sólo en
cuitos arteriovenosos a distintos niveles utili- condiciones normales, sino también durante la
zando el «principio de Fick»; de ahí su utilidad respiración de oxígeno puro y ejercicio y respira-
en el estudio de las anomalías congénitas y ad- ción de oxígeno al 32-40 %.
Neumología 175

Cuando existe un trastorno de ventilación, la 3 volúmenes % de ácido carbónico, lo que equi-


tensión del CO, en la sangre arterial está aumen- vale a una proporción de 20:1, y aplicando a esta
tada; en cambio, es normal o está disminuida en mezcla la fórmula de Henderson-Hasselbach re-
el bloqueo alveolocapilar, en el caso de alvéolos sulta:
irrigados y no ventilados y en los cortocircuitos
venoarteriales. CO¿H' (bicarbonatos)
Cuando se aspira O, puro, la saturación pH = pXK+ log —_——_----——
oxihemoglobínica se eleva hasta el 99-100 % en CO¿H, (ácido carbónico)
los trastomos de ventilación, en el bloqueo alveo-
locapilar y en la irrigación de alvéolos no ventila- pK es una constante dependiente de la naturaleza
dos. Pero en las derivaciones venoarteriales, no del ácido, cuyo valor en este caso es de 6,1.
se eleva dicha saturación, sino que queda por de- El pH se mantendrá invariado, mientras la relación
bajo del 95 %. entre numerador y denominadorsea igual a 20:1,
La saturación oxihemoglobínica se eleva tras pudiendo compensarse el aumento o disminución
el ejercicio y respiración de O, al 32-40 %, en los de uno de sus términos, numerador o denomina-
trastornos de ventilación y en el bloqueo alveolo- dor, aumentando o disminuyendo a su vez el otro
capilar. En los primeros, las cifras oscilan entre término en la proporción necesaria para mantener
el 95-100 %. En el bloqueo llega al 99-100 %; en esta relación de 20:1. Cualquier variación que no
cambio, en la irrigación de alvéolos no ventila- reúna estas condiciones desviará el pH.
dos en la derivación venoarterial (shunt), la sa- Las alteraciones respiratorias pueden tender a
turación oxihemoglobínica queda siempre por la acidosis por retención de CO,, o la alcalosis
debajo del 95 %. por eliminación excesiva de CO,. En ambos ca-
sos, se afecta inicialmente el denominador de la
ecuación de Henderson-Hasselbach. Las acidosis
EQUILIBRIO ÁCIDO-BÁSICO y alcalosis metabólicas afectan el numerador, y
EN LAS ALTERACIONES de ellas nos ocuparemos en este capítulo.
DE LA FUNCIÓN RESPIRATORIA Comoquiera que de la sangre arterial, obteni-
da por punción, se mide el CO, total, e interesa
En el organismo, por los procesos metabóli- expresar el denominador de la fórmula de Hen-
cos, se producen constantemente hidrogeniones, derson-Hasselbach en p (presión) de CO,, si-
y por la alimentación o trastornos metabólicos, guiendo a Rossier puede adaptarse la siguiente
sustancias que tienden a desviar este equilibrio ecuación:
en sentido acidótico o alcalótico.
Para regular el pH, el organismo cuenta con (CO,) total
una serie de sistemas amortiguadores o tampo- H =pK1+log ATI
nes (buffer) en la sangre y líquidos intra y extrace- p P 8 0, 1316 a. PCO,
lulares, estando a cargo de los pulmones y riño-
nes el eliminar el exceso de hidrogeniones en en que pK1 es una nueva constante, y al, el coefi-
caso de acidosis, o retenerlos en la alcalosis. La ciente de solubilidad del CO, en el plasma.
acción reguladora de los sistemas tampones es Conesta fórmula, conociendo el pH dela san-
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

muy rápida, actúa en pocos segundos; la regula- gre y su contenido en CO,total, es posible deter-
ción pulmonar mediante la retención o elimina- minar la presión del anhídrido carbónico, PCO,
ción de CO, requiere minutos; la función renal es en mm de Hg, cuyo valor normal es de 40.
mucho más lenta, tarda incluso horas, pero es de El diagrama de Davenport nos da en forma fá-
efecto intenso y definitivo. cil y rápida la PCO,arterial. En sus abscisas figu-
El más importante de los sistemas tampón o ran los valores del pH, y en sus ordenadas, los
buffer del plasma está constituido por el ácido del CO, total en volúmenes por % o en miliequi-
carbónico y el bicarbonato sódico. valentes. La línea tope del plasma normal cruza
El CO, liberado de los tejidos, gracias a la en- en diagonal, y casi perpendicularmente a ésta, las
zima anhidrasa carbónica, se combina con el líneas de los valores de la PCO,arterial. El círcu-
H,O para formar el CO,H,, que se une a las ba- lo marca los valores normales.
ses y da bicarbonatos. La sangre para estas determinaciones se ex-
Se establece una mezcla tampón con unarela- trae de las arterias humeral o femoral, o por pun-
ción de 60 volúmenes % de bicarbonatos por ción capilar cuando se emplean micrométodos,
176 Semiología médica y técnica exploratoria

menos sensibles pero con grandes ventajas técni- SÍNDROMES RESPIRATORIOS


cas. Se determinan el pH, el CO, total y la satu- MÁS FRECUENTES EN CLÍNICA
ración de O,. Trasladados los valores del pH y
del CO,total al diagrama, nos da la PCO,arterial Son la acidosis respiratoria aguda, las acidosis
y señala gráficamente la situación ácido-básica respiratorias crónicas y la alcalosis respiratoria.
del paciente. Sólo con tal posesión de estos tres Las dos primeras constituyen situaciones funcio-
datos, el CO, total, pH y Sat (saturación) O,, se nales extremas dentro del cuadro clínico de las
puede saber la existencia e intensidad de una insu- insuficiencias respiratorias:
ficiencia respiratoria, grado de hipoxia, hipercap-
nia y equilibrio acido-básico, elementos indispen- 1. Acidosis respiratoria aguda. Se establece en
sables para un correcto diagnóstico y oportunas personas con insuficiencias respiratorias crónicas,
indicaciones teapéuticas. por caída brusca de la función respiratoria, en ge-
La hipoxia con hipercapnia es debida a hipo- neral por fallo de la ventilación alveolar, lo que de-
ventilación alveolar, ya que los trastornos de di- termina una hipoxemia arterial con hipercapnia y
fusión y perfusión pueden originar hipoxia, pero acidosis, precisamente porla retención del CO,.
no hipercapnia por la extrema difusibilidad del Clínicamente, se observa en las agudizaciones
CO,, que permite su correcta eliminación; inclu- de procesos broncopulmonares crónicos, como
so hiperventilaciones no suficientes para provo- bronquitis, enfisema, etc. En un porcentaje muy
car la hipoxemia pueden motivar hipocapnia, bajo, se señala en sujetos sin antecedentes respira-
con sus consecuencias sobre el equilibrio ácido- torios, siempre que, por cualquier motivo, se pre-
básico; estos desequilibrios son más fáciles de sente una limitación extrema de la ventilación pul-
producir cuando se aplican técnicas de respira- monar, ya sea por oclusión incompleta de las vías
ción asistida. respiratorias altas (difteria, edema de la glotis,
La simple determinación de la «reserva alcali- cuerpos extraños), ocupación pulmonar (edema
na» puede corresponder igualmente a una aci- agudo, atelectasias extensas, neumonía o bronco-
dosis respiratoria, por los mecanismos compen- neumonías masivas, neumotórax) o afectación de
sadores renales que luego citarernos, o a una los centros nerviosos (intoxicaciones por narcóti-
alcalosis metabólica, claro está que si aparece en cos, curare, poliomielitis, parálisis nerviosas, etc.).
un paciente con un cuadro de insuficiencia respi- La rápida retención de CO, motiva un descen-
ratoria, pensaremos en una acidosis respiratoria, so del pH (acidosis no compensada) y la estimu-
pero no nos aclarará el estado del equilibrio áci- lación de los centros respiratorios, con aumento
do-básico, ni su intensidad y grado de compensa- de la ventilación pulmonar al hacerse los mo-
ción. vimientos respiratorios amplios y profundos,
Enclínica, las alteraciones de la función respi- excepto en el caso de parálisis poliomielítica.
ratoria pueden originar varios cuadros sindrómi- También en el propio pulmón y estructuras vas-
cos, en los que el estudio de los electrólitos y del culares existen funciones reguladoras que au-
equilibrio ácido-básico nos sirve no sólo para el mentanla perfusión y la ventilación de territorios
diagnóstico del cuadro, sino del grado de intensi- de reserva, o el intercambio gaseoso, dando ma-
dad y sentido dela alteración de la función respi- yoreficacia a la relación ventilación-perfusión.
ratoria, así como de las posibles alteraciones se- Cuandoa pesar de estos mecanismos compen-
cundarias y su repercusión sobre diversas sadores siguen aumentando la retención del CO,,
homeostasias bioquímicas, a veces derivadas de su acción excitadora sobre el centro respiratorio
circunstancias especiales de cada enfermo o toma signo contrario, es decir, los inhibe en vez
de origen yatrógeno, fundamentalmente por el de estimularlos, con lo que la respiración y, a su
uso de medicamentos de acción enérgica (diuréti- vez, la ventilación pulmonar disminuyen y se en-
cos, corticoides, etc.) y de las técnicas físicas de tra en un círculo vicioso en que a mayor porcenta-
respiración asistida y oxigenoterapia, con los que je de CO,, menoractividad ventilatoria y, conse-
se puede, con facilidad, inducir a hipocapnias por cuentemente, nuevo aumento de la hipercapnia.
hiperventilación o a la disminución de reflejos, En esta situación, el análisis de la sangre seña-
cuyas consecuencias a veces aclaramos con los la aumento de la presión parcial del CO, (hiper-
datos de estos análisis del equilibrio electrolítico capnia), disminución de la presión parcial del O,
y del estado ácido-básico; su estudio debe formar (hipoxemia), disminución del pH (acidosis no
parte indiscutible de la exploración de la función compensada), ligera elevación de la reserva alca-
respiratoria. lina (aumento de bicarbonatos), aumento de K*
Neumología 177

(hipercaliemia) y ligera disminución de CI (hipo- pecial la concentración de NH*, y también de la


cloremia)'*. acidez titulable. La resorción de bicarbonatos
El sistema nervioso refleja estos profundos tiende a establecer una acidosis metabólica de
cambios, con obnubilación de la conciencia, y compensación, de tal forma que el incremento
después de una fase de excitación, se inicia un de los bicarbonatos plasmáticos suele restablecer,
precoma y, finalmente, coma acidótico, a veces a pesar del aumento de CO¿H,, una relación de
rápidamente mortal. 20:1 en la ecuación de Henderson-Hasselbach y
2. Acidosis respiratoria crónica. Se observa en se recupera así un pH normal (acidosis compen-
algunas enfermedades, comoel enfisema pulmo- sada). Esto supone un aumento dela reserva al-
nar. La alteración de la ventilación alveolar da lu- calina, y por la aumentada excreción de los clo-
gar a hipoxemia con hipercapnia, pero, dado que ruros desciende la concentración sérica de Cl
esta situación se establece con lentitud, permite (acidosis hipoclorémica).
la puesta en marcha de los mecanismos de com- En general, los equilibrios obtenidos no alcan-
pensación pulmonares y renales, evitando altos zan una perfecta normalidad, sino una anormali-
porcentajes de retención de CO, y sus desviacio- dad tolerable, y esto explica la posibilidad de si-
nes extremas del pH. tuaciones crónicas con ligera retención de CO,,
La compensación pulmonarse realiza por in- cierto grado de hipoxemia y un pH discretamen-
termedio de la estimulación de los centros respi- te ácido. Lo característico de estas situaciones,
ratorios, y de los factores vasculopulmonares so- que se califican de estadios de compensación incom-
bre la ventilación y perfusión regionales. pleta, es su inestabilidad, pues a estos valores, no
La hipercapnia persistente embota la sensibili- bien normales, se une el haberse consumido en
dad de los centros respiratorios (que apenas res- gran parte los tampones plasmáticos y aumen-
ponden a los nuevos aumentos de CO,), y ad- tando al máximo la excreción de acidez urinaria.
quiere importancia su estimulación a cargo de los Y aunque estas situaciones, de hecho, se mantie-
quimiorreceptores del seno carotídeo y aórtico, nen incluso años, cualquier modificación que
glomos yugular y de la pared dela arteria pulmo- empeore la ventilación (de causa broncopulmo-
nar, que responden, en parte, a las variaciones de nar o porinhibición de los centros) puede abocar
pH y de PCO,, pero principalmente al déficit de a la descompensación y al coma acidótico.
PO,, lo que establece en ocasiones situaciones Clínicamente, en estos enfermos se presenta
clínicas en que la actividad de los centros nervio- una semiología frustrada del cuadro acidótico y
sos respiratorios se mantiene principalmente por están somnolientos (a lo que ayuda también su
este mecanismo, lo que equivale a estar supedita- hiperglobulia), disneicos y cianóticos, pero en
dos más al grado de hipoxemia que al de hiper forma bien tolerada en reposo. Sus molestias van
capnia. siempre ligadasal esfuerzo.
La compensación renal, muy intensa, aumen- 3. Alcalosis respiratoria. En la mayoría de los
ta la resorción de bicarbonatos y la eliminación casos, la alcalosis respiratoria es debida a una hi-
por la orina de sales ácidas, que aumenta en es- perventilación con pérdida excesiva de CO,. En
clínica, tiene mucha menos importancia que las
acidosis, y así vemos alguna hiperventilación psi-
cógena, en el coma hepático por excitación de
GO MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delita.

Los iones H* en exceso, por su gran difusibilidad, pene-


tran en el interior de las células, donde son captadospor los sis- los centros respiratorios porla retención amonia-
temas tampones intracelulares (proteínas, fosfatos, etc.). Esta cal, en algunas intoxicaciones, y lesiones cerebra-
entrada, para mantenersela electroneutralidad, requierela sali- les; pero las formas que van cobrando importan-
da de otros cationes (Na*, K*) y la entrada de aniones (CI). La
salida del Na* intracelular afecta poco el porcentaje del mismo
cia son las provocadas por los distintos medios
en el líquido extracelular (140 m£Eq/l), pero no asi el del K*, de respiración asistida en los que es fácil provo-
cuya concentración normal es baja (4 mEq/1), originándose una car una ventilación excesiva.
hipercaliemia con sus consecuencias clínicas (trastornos del rit- En estos casos, al descender la concentración
mo cardíaco, fibrilación ventricular, paro cardíaco). También
del CO¿H, arterial, disminuye el cociente de la
en las acidosis, se ve disminuida la secreción renal del K', por
lo que aumenta más su retención. La citada desviación de los fórmula de Henderson-Hasselbach, por lo que el
cloruros inicia la presentación de hipocloremia que va acen- pH aumenta y se hace alcalino; esta desviación
tuándose al ponerse en marcha la compensación renal que tien- tiende a compensarse rápidamente mediante los
de a un aumento de su excreción. Así queda como una de las
características de la acidosis respiratoria el acompañarse de hi-
sistemas amortiguadores plasmáticos, extracelu-
podluremia, en uposición á las acidosis merabólicas, que suelen lares e intracelulares, en forma inversa a como lo
ser hiperclorémicas. hacían en la acidez.
178 Semiología médica y técnica exploratoria

La compensación respiratoria se basa en la in- durante la primera ocasión en que un neumópata


hibición de los centros respiratorios por la hipo- es visitado por el especialista; y para seguir el
capnia, provocando disminuciones de la ventila- progreso de un cierto tratamiento, por medio de
ción y aun apneastransitorias. determinaciones seriadas de aquellas pruebas
La compensaciónrenal tiende a la eliminación funcionales pulmonares que reflejarán más exac-
de hidrogeniones para rebajar el bicarbonato tamente las anormalidades fisiológicas en trata-
plasmático, disminuye la eliminación de cloro y miento.
la cloremia aumenta, con lo que aparece la carac- La selección de las pruebas funcionales pul-
terística «alcalosis hipoclorémica», que la diferen- monares variará de acuerdo con la patología fun-
cia de las alcalosis metabólicas, que son hiperclo- cional de la enfermedad subyacente.
rémicas. : A continuación se describen tres breves ejem-
De forma ocasional, pueden aparecer alcalosis plos de este tipo de decisión:
con hipercapnia o «alcalosis paradójicas», en las
que hay que admitir la unión de una acidosis res- 1. En el asma bronquial. El uso de corticoides
piratoria y una alcalosis metabólica, está indicado, ocasionalmente, debido a la natu-
En forma transitoria, pueden aparecer alcalo- raleza grave y persistente de la enfermedad; por
sis cuando, por medidas terapéuticas intensas, se otra parte, es imperativo mantener la dosis de es-
logre en una acidosis respiratoria eliminar rápida- teroides a un nivel mínimo efectivo para así dis-
mente el exceso de CO, por mejoría brusca de la minuir los efectos secundarios a su uso.
ventilación, y como sea que ese mecanismores- Un métodopara lograr este resultado consiste
piratorio, dada la gran difusibilidad de este gas, en administrar durante un período de control,
puede lograrse en unos minutos, entonces queda que puede durar más o menos una semana, una
en el plasma el exceso de bicarbonato que se dosis de 20 mg de prednisona al día, y medirel
acumuló para compensar la relación de la ecua- VEMSdiariamente. Á continuación, se sustituye
ción de Henderson-Hasselbach, y como su elimi- la prednisona por un placebo, y se sigue midien-
nación se hace por compensación renal y ésta es do el VEMSdiariamente para determinar la dura-
mucho más lenta, se explica la existencia de estas ción del efecto prednisónico. De esta forma, es
fases alcalóticas. posible decidir si se consigue un control adecua-
do del broncospasmo con dosis intermitentes de
prednisona, o si es preciso continuar con dosis
UTILIDAD PRÁCTICA diarias.
DE LAS PRUEBAS FUNCIONALES 2. Enla sarcoidosis y en otras neumopatías ca-
PULMONARES racterizadas por fibrosis pulmonar difusa. Algunas
veces, es necesario determinar si el tratamiento
En la clínica práctica ordinaria, las pruebas de esteroide es efectivo para contener el avance de
función pulmonar pueden utilizarse de dos for- la enfermedad. En tales condiciones, los volú-
mas: menes pulmonares, y especialmente la capaci-
dad vital, están característicamente disminui-
1. Para obtener un valor cuantitativo de una dos. Tras obtener una determinación inicial del
alteración funcional, que es fácil de reconocer valor de estas pruebas, puede iniciarse el trata-
por medios clínicos. miento corticosteroide. Nuevas determinacio-
2. Menos frecuentemente, como prueba auxi- nes a los 3-6 meses de iniciado el tratamiento
liar para el diagnóstico de ciertas neumopatías. mostrarán el efecto de la terapia sobre el pro-
greso de la enfermedad, y si hay necesidad o no
de continuar, y posiblemente de variar el trata-
Evaluación cuantitativa miento.
3. Enla insuficiencia respiratoria debida a obs-
En el tratamiento médico, estas pruebas pue- trucción de las vías respiratorias. El paciente sufre
den ser de utilidad para seguir el progreso clínico hipoxia y retención crónica de dióxido de car-
de pacientes afectos de neumopatías crónicas, ta- bono (CO,). Una corrección indiscriminada de
les como asma bronquial y otras obstrucciones la hipoxia por medio de mezclas de gases cada
crónicas (enfermedad pulmonar obstructiva cró- vez más ricas en oxígeno puede causar hipo-
nica [EPOC])) de las vías respiratorias; para deter- ventilación y, con ello, un indeseable incremen-
minar el estado básico de la función respiratoria to de la cantidad de CO, retenido (muchos de
Neumología 179

estos pacientes tienen su centro respiratorio a) La inhabilidad de realizar un ejercicio físi-


condicionado a responder al estímulo de la hi- co simple.
poxia, y no a un incremento de la hipercapnia, b) Un VEMS inferior a un 40 % del prees-
como sería lo normal). Para evitar que se pro- timado, de acuerdo con la altura y peso del pa-
duzca una hipercapnia peligrosa es necesario ciente.
medir la tensión parcial del CO, en la sangre ¿) Una tensión parcial del CO, (PCO,) en la
arterial (PCO,) antes de iniciar el tratamiento sangre arterial de más de 50 mm Hg.
con la mezcla de aire enriquecido con oxígeno,
y luego repetir estas mediciones a intervalos de Cuando la intervención quirúrgica es absolu-
12 h. tamente imprescindible, a pesar de una deficien-
Si la determinación de la PCO, nos indica que cia pulmonar grave, deberá realizarse tras prepa-
se está produciendo una retención excesiva de rar al paciente con fisioterapia, antibióticos y
dióxido de carbono, será entonces preciso dismi- broncodilatadores, para conseguir una función
nuir la concentración de oxígeno de la mezcla de pulmonar máxima. Durante el período postope-
gas inspirado (tabla 2-5). ratorio, mediciones seriadas de la PO, y de la
En el tratamiento quirúrgico, a menudo es difícil PCO, en la sangre arterial serán de gran valor
decidir si un paciente afecto de una neumopatía para darnos la voz de alarma en caso de que se
crónica puede tolerar o no cierta intervención produjera una insuficiencia respiratoria aguda.
quirúrgica electiva. El peligro consiste en la posi-
bilidad de que se produzca una insuficiencia res-
piratoria en el período postoperatorio, precipita- Pruebas auxiliares diagnósticas
da por la combinación de infección pulmonar,
atelectasia e hipoventilación alveolar. En tales ca- En ocasiones, al estudiar un cierto paciente
sos es importante conocer el grado de actividad con disnea, puede darse el caso de que, a pesar
física que el paciente puede tolerar antes de su de múltiples exámenes clínicos y radiográficos,el
intervención quirúrgica, y para ello puede bastar diagnóstico exacto resulte todavía algo nebuloso.
con someterlo a un procedimiento tan simple En tales casos, el estudio de un conjunto de prue-
como realizar un mínimo ejercicio físico. Con bas funcionales respiratorias puede ayudarnos a
ello, no es posible establecer un criterio estricto dilucidar su verdadero carácter (tabla 2-7).
para decidir si un paciente podrá o no tolerar un Al proceder de esta forma, una anormalidad
cierto procedimiento quirúrgico, pero la combi- en una de las pruebas de la función pulmonar ad-
nación de los factores siguientes puede ser razón quiere un significado adicional cuando se en-
suficiente para contraindicar una intervención cuentra concomitantemente con otra anormali-
quirúrgica: dad funcional.

Tabla 2-7. Correlación de pruebas funcionales entre dos tipos habituales de neumopatías

Prueba funcional Neumopatía obstructiva Neumopatía restrictiva


O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

1) Volúmenes pulmonares Capacidad total y capacidad vital Reducidos


normal o incrementadas;, volu-
men residual incrementado debi-
do a hiperinsuflación pulmonar
2) Ventilación espiratoria VEMS y VEMS/CVEx100 (índice de VEMS: reducido. VEMS/CVEFx100:
Tiffeneau) reducidos. Ventilación normal. Ventilación máxima: nor-
máxima: reducida mal o reducida
3) Resistencia respiratoria Reducida Normal
4) Elasticidad pulmonar Normal o incrementada Disminuida
5) Distribución de la ventilación Deficiente Deficiente
6) O,arterial PO, y saturación reducidas Normal en reposo; muy reducidas
tras ejercicio físico
7) CO,arterial PCO, normal o incrementada PCO, normal o reducida
8) pH arterial Decrecido durantelas crisis Normal
9) Pruebas de difusión Normal o reducidas Muy reducidas
180 Semiología médica y técnica exploratoria

ME SEMIOLOGÍA APLICADA movimientos del enfermo son signo cierto de de-


rrame libre, no tabicado. Por encima del derrame
La reunión de los síntomas funcionales, físicos se obtiene un sonido timpánico.
y radiológicos, que se recogen al explorar los en- d) Auscultación. Abolición del murmullo vesi-
fermos del aparato respiratorio, sirve para esta- cular. Soplo pleural, cuyas características depen-
blecer unos grandes cuadros sindrómicos cuya den del estado del pulmón subyacente. Los frotes
utilidad clínica es incuestionable. No tienen sig- pleurales, caso de existir, sólo se perciben en su
nificación etiológica, pero orientan sobre las con- límite superior; es más frecuente que precedan y
diciones físicas en que se encuentra el parénqui- sucedan al derrame.
ma pulmonar (condensación, rarefacción, etc.) o
la cavidad pleural (derrame, neumotórax). Su es- 3. Examen radiológico. Da lugar a una sombra
tudio conduce con facilidad desde la anamnesis y homogénea limitada al seno costal, con menor
la exploración hasta el diagnóstico. movilidad del diafragma en los derrames de me-
nor cuantía; en los medianos, la opacidad, más
intensa en la base, tiene un límite superior cónca-
DERRAME PLEURAL vo hacia arriba y afuera; en los grandes derrames,
la sombra densa alcanza todo el hemitórax.
Puede ser libre en la gran cavidad o enquista- 4. Punción pleural*. Afirma la presencia del
do; inflamatorio (pleuritis) o mecánico (hidrotó- derrame y orienta sobre su naturaleza.
rax). Al resorberse puede dejar engrosamientos
pleurales (paquipleuritis).

Ante un derrame pleural confirmado, es útil precisar su


Derramelibre cuantía, evolución (aumento, regresión, estado estacionario) y
en la gran cavidad naturaleza. Para el primer extremo, nos valemos de signos fun-
cionales indirectos (disnea, taquicardia, cianosis de las partes
distales), de la estimación del límite superior de la matidez y de
Precisa tener cierto volumen (más de 400 ml la distopia de los distintos órganos toracoabdominales vecinos,
en los adultos y de 120 ml en los niños) para ma- descenso del hígado y desplazamiento del corazón hacia la iz-
quierda en los grandes derrames de la pleura derecha; de la
nifestarse:
punta del corazón hacia la derecha con matidez del espacio de
Traube en los del lado izquierdo.
1. Síntomas funcionales. Son menos patentes Al resorberse el derrame (ocurre lo contrario cuando éste
en el hidrotórax. Consisten en dolor tenaz que crece) disminuyen la disnea, taquicardia y cianosis; desciende
él límite superior de la matidez, al mismo tiempo que se aclara,
aumenta en las inspiraciones profundas con irra-
se normalizan los signos auscultatorios, con la eventual presen-
diación basal, submamelonar o escapular; tos cia de frotes, y retornan a su lugar habitual los órganos despla-
breve, seca, quintosa, despertada por los cambios zados y la sonoridad del espacio de Traube. El signo más segu-
de posición; y disnea de intensidad proporcional ro es la disminución progresiva del perímetro torácico.
La naturaleza del derrame es precisada por el examen físi-
al volumen de la colección líquida y que obliga a
co, químico y bacteriológico del líquido obtenido por punción.
veces, para ser soportada, a un decúbito forzado. En ocasiones, se plantea la duda, en sujetos con ascitis, de
2. Examen clínico. si la matidez de la base del pulmón se debe a una verdadera co-
lección pleural o al líquido peritoneal que eleva el diafragma
(seudohidrotórax), cosa posible en derrames incluso de poca
a) Inspección. Abormmbamiento del hemitórax
cuantía, debido a las especiales condiciones de repartición de
afecto, con desviación del esternón hacia el lado los líquidos en la cavidad peritoneal.

opuesto y disminución de la movilidad respirato- Valoraremoslos siguientes signos:


ria. 1. El seudohidrotórax ascítico asienta más en el lado de-
b) Palpación. Vibraciones abolidas o muy recho; rara vez es bilateral.
disminuidas. 2. Zona de matidez basal, que disminuye con rapidez al
adoptar el enfermo la posición genupectoral; el verdadero de-
c) Percusión. Matidez intensa (hídrica), dato
rrame pleural lo hace en grado mínimo y con lentitud.
de valor estimable, superior incluso, para los de- 3. La auscultación permite percibir el murmullo vesicular
rrames pequeños, a la radiología. Su límite supe- en plena zona mate, lo que no ocurre en el verdadero derrame
rior es horizontal en los derrames pequeños; pa- pleural. La certeza se obtiene puncionando la pleura e insuflan-
do aire o 1 ml de una solución de azul de metileno al 1:100; la
rabólico, con vértice en la axila (línea de
radioscopia demostrará, en el primer caso, el asiento supra o
Demoiseau), en los medianos; en los muy abun- infradiafragmático del aire; así como la punción exploradora
dantes, la matidez alcanza todo el hemitórax. abdominalla presencia, en el segundo caso, de un líquido ascí-
Los desplazamientos de la zona mate con los tico coloreado.
Neumología 181

Derrames enquistados bronquiectasias del lóbulo inferior, por acompa-


ñarse estas últimas de reacciones esclerosas de la
Son debidos a que la colección líquida queda pleura mediastínica.
encerrada en una celda formada por las adheren-
cias de las hojas pleurales. Los síntomas fun- 3. Derrame enquistado interlobar o cisural. La
cionales, en relación con su topografía, y físicos presencia de derrames en las pleuras cisurales
presuponen su existencia, la cual debe ser confir- (pleuritis interlobular) provoca síntomas genera-
mada por el examen radiológico, de valor inesti- les y funcionales parecidos a los de la pleuresía
mable. de la gran cavidad. Es típica la matidez «suspen-
dida en franja» más o menos horizontal en la re-
1. Derrame enquistado diafragmático. Motiva gión de las cisuras, especialmente manifiesta en
dolor basal o del tipo de irritación frénica con la axila. Al principio, sólo se percibe una zona
irradiación alta y puntos de Guéneau de Mussy transversal de frotes o crepitaciones al final de la
dolorosos a la presión, disnea más o menos in- inspiración; luego, se van haciendo cada vez más
tensa y dolorosa, tos e hipo. Se aprecian dismi- patentes la matidez y los demás signos de derra-
nución de la movilidad respiratoria del diafragma me.
con la «maniobra de Litten», matidez basal (si el En la radiografía anteroposterior, el derrame
derrame es copioso), como si los límites pulmo- de la gran cisura (de disposición casi frontal) da
nares estuviesen elevados (no se modifica con la una sombra poco densa que respeta el tercio su-
inspiración profunda), y a veces roces pleurales. perior del campo pulmonar y el seno costodia-
Por los rayos X, se observa la inmovilidad dia- fragmático.
fragmática y una sombra encima de éste, de bor- La radiografía de perfil muestra una imagen
de superior convexo en forma de vidrio de reloj; en forma de huso o lente biconvexa. Las demás
cuando el derrame se localiza en el seno costo- cisuras sólo ofrecen imágenes típicas en las pro-
diafragmático posterior, se debe explorar al en- yecciones transversal u oblicua.
fermo en varias proyecciones y con rayos obli- 4. Derrame enquistado subcostal. Las pleuritis
cuos. La tomografía axial computarizada (TAC) enquistadas de la gran cavidad pueden ser apica-
es de gran ayuda parala localización del derrame les, axilares, basales o múltiples (caso de pleuritis
y planear su tratamiento. tabicada), y se presentan después de la resorción
2. Derrame enquistado mediastínico. Raro, pue- de una pleuritis libre de la gran cavidad o de un
de ser anterior, a los lados del corazón por delan- neumotórax.
te del ligamento triangular, o posterior, a nivel Su imagen radiológica es la de una sombra
del mediastino posterior. Á veces es asintomáti- bien limitada, adosada a la pared costal en todas
co (hallazgo radiológico) o determina un síndro las proyecciones en que se examine, lo que la di-
me mediastínico, anterior o posterior según su ferencia de los procesos pulmonares. Las supura-
localización, o un cuadro poco preciso: das pueden drenar en los bronquios, caso en el
cual aparece en la imagen radiográfica un nivel
a) Derrame mediastínico anterior. La percusión horizontal líquido, con posible confusión con el
descubre una zona mate a la derecha del ester- absceso pulmonar.
nón (casi siempre son de este lado), con disminu-
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ción del murmullo vesicular; a los rayos X, apare-


ce una sombra en forma de banda adosada la ENGROSAMIENTO PLEURAL
silueta cardíaca; cuando el derrame es abundan-
te, tiende a localizarse en sus partes bajas, y la El consecutivo a una pleuritis de la gran cavi-
imagen adopta una forma triangular, muy difícil dad motiva retracción torácica en el punto
de distinguir de la pericarditis. correspondiente, con movilidad respiratoria con-
b) Derrame mediastínico posterior. La percusión servada, vibraciones disminuidas o abolidas y
descubre una banda de matidez de formatrian- submatidez o matidez. El murmullo vesicular es
gular adosada a la colurmna vertebral, que corres- débil y en contraste con la gran amplitud de los
ponde a una sombra radiológica de igual topo- movimientos respiratorios (respiración discor-
grafía, con los catetos adosados a la columna dante de las grandes sínfisis), pudiéndose percibir
vertebral y diafragma, y la hipotenusa libre lin- algún frote o crepitación subpleural.
dando con la claridad pulmonar; es la llamativa A los rayos X se aprecian retracción costal a
imagen paramediastínica, igual a la debida a las menudo de los órganos mediastínicos y de la trá-
182 Semiología médica y técnica exploratoria

quea, y una sombra que va desde un tenue velo a 2. Síntomasfísicos:


una opacidad absoluta, con ocupación del seno
costal y ondulaciones o dentellados del perfil dia- a) Inspección. Abombamiento y disminución
fragmático. de la movilidad respiratoria en el lado correspon-
El engrosamiento uniforme de la pleura puede diente.
observarse como una línea paralela al límite lateral b) Palpación. Vibraciones abolidas.
del tórax, formado por las curvas costales como e) Percusión. Sonoridad timpánica, tanto rma-
una lámina pegadaa ellas (pleuritis marginal. yor cuanto menor sea la tensión del gas; si ésta
La imagen residual de una pleuritis enquistada es considerable, se vbtiene un sonido mate (seu-
del vértice es el «casquete apical», que se mani- domatidez de Besnier).
fiesta como una sombra que recubre todo el d) Auscultación. Abolición del murmullo vesi-
campo pulmonar situado por encima dela claví- cular, ocasionalmente «signo de Hamman» (ruido
cula y cuyo borde inferior llega hasta debajo del de «crujido» sobre el corazón) y síndrome anforo-
arco dela II costilla. metálico, integrado por soplo de timbre anfórico,
La de unapleuritis interlobular es una imagen con resonancia peculiar de la voz, de la tos, y de to-
lineal de cisuritis; si se trata de la cisura media dos los ruidos producidos en el pulmón colapsado
derecha (la más frecuente), el engrosamiento o durante la deglución esofágica, y además, retintín
reaccional se manifiesta por una línea transver- metálico y positividad del signo de Trousseau.
sal, a veces perfectamente horizontal, que cruza
la claridad pulmonar a nivel de la IV costilla por 3. Radiología. Señala si el neumotórax es total
delante. (con el muñón pulmonar adosado al mediastino) o
En la pleuritis diafragmática, se observan, parcial, uni o bilateral, puro o con líquido (opaci-
como en las de la gran cavidad, adherencias de dad de nivel horizontal y movible al desplazar el
los senos, deformidades (ondulaciones, dentella- tórax en la parte declive del derrame gaseoso).
dos) del perfil del diafragma, cuya movilidad se 4. Exploración manométrica. Nos orienta sobre
encuentra comprometida; y en las mediastínicas, la presión intrapleural.
imágenes dentelladas hiliares, ocupación del
seno cardiofrénico o persistencia del triángulo
- basal paramediastínico. De nuevo, la TAC es de- CONDENSACIONES PULMONARES
cisiva en el diagnóstico.
Cabe diferenciar las condensaciones retrácti-
les de las que nolo son.
NEUMOTÓRAX Las primeras, designadas atelectasias, dan
como signos directos la disminución de la super-
La presencia de aire en la cavidad pleural pue- ficie normal de proyección del territorio patoló-
de obedecer a fines diagnósticos, terapéuticos, O gico, con bordes precisos, teóricamente cóncavos
ser traumática o espontánea, porrotura de unave- en la pleura libre y rectilíneos en la pleura sinfisa-
sícula de enfisema subpleural o fistulización de un da; entre los signos indirectos, citaremos la atrac-
foco tuberculoso o no cortical. Puede ocupar toda ción de órganos vecinos (pinzamiento costal, as-
la cavidad pleural o una zona limitada por adhe- censión diafragmática, desviación traqueal y
rencias (enfisema parcial o localizado) y ser puro o mediastínica), con distensión de las partes veci-
ir acompañado de líquido seroso, purulento o he- nas sanas (con hiperclaridad); si la atelectasia es
mático (hidro, pio o hemoneumotórax). extensa y el mediastino movible, se observan los
movimientos pendulares de este último con
atracción inspiratoria hacia la zona afectada(sig-
Neumotórax espontáneo no de Holzknecht-Jacobson).
Las condensaciones no retráctiles (focos tu-
En él, encontramos: morales, neumónicos) no alteran el tamaño del
territorio afecto; no existe retracción de órganos
1. Síntomas funcionales. Dolor (98 %), por lo vecinos, ni atracción del mediastino durante la
común descrito como «agudo» o «cortante». Dis- inspiración:
nea (82 %), se relaciona con la estabilidad del
mediastino y con la reserva pulmonardel pacien- l. Síntomas funcionales. Polipnea y cianosis
te. Tos, quintosa y dolorosa. en relación con el número de alvéolos afectados,
Neumología 183

y con la reducción del campo pulmonar; dolor, si tálico (raro). Pectoriloquia o voz cavernosa, a ve-
la masa es periférica y afecta la pleura (foco neu- ces con resonancia metálica (metalofonía).
mónico, atelectasia aguda y extensa, etc.), tos y
expectoración. 3. Examen radiológico. Sombra uniforme, más
2. Síntomasfísicos: clara en el centro en las cavernas en formación;
imagen anular con nivel líquido sin él, y a ve-
a) Inspección. Movilidad respiratoria dismi- ces bronquio de drenaje.
nuida, con retracción del hemitórax o segmento Con frecuencia, el síndrome cavitario se redu-
torácico afecto sinella. ce a una zona muy localizada de matidez, exage-
b) Palpación. Vibraciones aumentadas (ex- ración de vibraciones vocales y estertores húme-
cepto en la atelectasia por oclusión bronquial, en dos; estos signos se relacionan con la condensa-
que están abolidas). ción pericavitaria. Los rayos X confirmanel diag-
c) Percusión. Sonoridad disminuida o ma- nóstico.
tidez.
d) Auscultación. Murmullo vesicular abolido.
Estertores crepitantes. Soplo tubárico. Broncofo- ENFISEMA
nía y pectoriloquia áfona, de intensidad tanto
mayor cuanto más denso y amplio es el bloque 1. Síntomas funcionales. Disnea, primero, de
de tejido indurado. esfuerzo; luego, continua, llegando a confinar al
3. Examen radiológico. Demuestra una opaci- sujeto a una inmovilidad casi absoluta; la tos y la
dad más o menos densa y extensa, de límites habi- expectoración no son signos de enfisema, pero
tualmente precisos que se confunden con los co- revelan la bronquitis asociada.
rrespondientes a los segmentos o lóbulos afectos. 2. Síntomas físicos:
4. Punción pleural. Es negativa; en los raros
casos en que existe líquido en la pleura; éste al- a) Inspección. Agrandamiento global del tó-
canza un nivel alto al percutir, aunque su cuantía rax, sobre todo en las partes altas, con cifosis
sea exigua; esto se debe a que el pulmón no se dorsal y curvatura anormal del esternón. Respira-
deja comprimir (pulmón flotante). ción rápida y muy superficial, con tensión de los
músculos respiratorios secundarios y tiraje su-
prasternal y clavicular, y a veces intercostal, con
CAVIDAD PULMONAR ascenso del plastrón esternocostal a la inspira-
ción. A la espiración [orzada sigue una precipita-
Sea cual fuere su causa (tuberculosa, absceso, da inspiración.
tumor necrosado, etc.) motiva un cuadro (síndro- b) Palpación. Vibraciones vocales disminui-
me cavitario) que depende del tamaño, topogra- das. Difícil percepción del choque de la punta
fía y estado físico del parénquima que rodea la cardíaca.
cavidad: e) Percusión. Hipersonoridad global, a veces
con un timbre especial (en caja de cartón). De-
l. Síntomas funcionales. “Tos y expectoración, saparición o gran reducción de la matidez car-
más acentuada en ciertos decúbitos; son signifi- díaca.
O MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cativos los esputos numulares. d) Auscultación. Disminución del murmullo


2. Síntomasfísicos: vesicular con sibilancias espiratorias. El grado de
gravedad del enfisema obstructivo se obtiene
a) Inspección. Retracción y disminución de la comparando la intensidad del murmullo vesicu-
movilidad respiratoria (en relación con el foco de lar y sibilancias espiratorias en las respiraciones
condensación del parénquima donde se fraguan); normal y forzada; si en esta última no aumentan
si son profundas, el examen visual es negativo. ambos, cabe pensar que existe una falta de venti-
b) Palpación. Vibraciones aumentadas. lación alveolar (fig. 2-90).
c) Percusión. Sonoridad disminuida; si la ca-
verna es muy grande y periférica; timpanismo 3. Examen radiológico. Hiperclaridad de los
que varía en los cambios de posición. campos pulmonares con rarefacción aparente de
d) Auscultación. Murmullo vesicular abolido. la trama vascular, en contraste, a veces, con las
Soplo tubocavitario, cavitario o anfórico. Esterto- gruesas arterias pulmonares. Horizontalidad del
res cavernosos y gorgoteo cavitario. Retintín me- diafragma y de las costillas, con aumento del diá-
ao A)
134 Semiología médica y técnica exploratoria

Ruido respiratorio
En reposo Respiración forzada

Normal

Bronquitis

Entfisema
<< N WWWWWWW>—NNWVWINANMA
destructivo

Fig. 2-90. Diagnóstico diferencial de la bronquitis crónica, con y sin enfisema destructivo, mediante la ausculta-
ción

metro vertical; el anteroposterior también lo está, más frecuentes (41,4 %) y en relación con la
por la cifosis dorsal y por la curvatura anormal compresión del árbol traqueal y, aunque en me-
del esternón. Disminución de amplitud de los nor grado, del propio parénquima pulmonar.
movimientos costodiafragmáticos, evidenciada El síntoma más frecuente es la tos seca,irrita-
por clisés en inspiración y espiración forzadas, de tiva, a veces quintosa, que en ocasiones se acom-
frente y de perfil, en esta última proyección, en paña de disnea accesional o de esfuerzo, a veces
espiración forzada, el tórax se oscurece por com- postural, y que puede acompañarse de cianosis.
pleto en los sujetos normales. La compresión traqueal origina un tipo de disnea
4. Examen funcional. Aumento del volumen inspiratoria muy característica, con cornage y tira-
residual, con trastomo ventilatorio obstructivo. je; y la traqueobronquial, cuadros de bronquitis
Son útiles la angioneumografía (reducción del le- uni O bilaterales, por fenómenos de retención o
cho vascular pulmonar), el cateterismo cardíaco bloqueo de los esputos, así como neumonías re-
(tensión arterial aumentada, que contrasta con cidivantes o crónicas.
una presión capilar pulmonar casi normal La compresión vascular en el área venosa se
y elevación del gradiente arteriocapilar), y el elec- observa con mayor frecuencia en los tumores del
trocardiograma(sobrecarga ventricular derecha). mediastino anterior y medio, en su estrato supe-
rior. En su grado máximo, motiva el síndrome de
la vena cava superior, con edema en esclavina
SÍNDROME MEDIASTÍNICO (cara, cuello, parte superior del tórax, ambos bra-
zos) o limitado a cara y cuello, y cianosis de la
El síndrome mediastínico se observa en pro- cara, cuello, miembros superiores o sólo de los
cesos tumorales malignos (70-80 %) o benignos labios y extremidades de los dedos de las manos,
(7 %), cardiovasculares (pericarditis, aneurisma y circulación colateral venosa. La estasis cefálica
aórtico) e inflamatorios, difusos agudos o cróni- es causa de somnolencia diurna, cefalea, vértigos,
cos específicos e inespecíficos. acufenose incluso crisis convulsivas.
Los síntomas y signos guardan cierta relación El dolor puede aparecer comoretrosternal, de
con la topografía y rapidez evolutiva del proceso espalda, angoroide con molestias de hombro
causal. Las manifestaciones respiratorias son las acreciendo, en ocasiones (así comoel estridor la-
Neumología 185

ríngeo inspiratorio, disnea, cianosis) al toser, res- 5. Cadena simpática superior. Síndrome de
pirar profundamente, estornudar y con el decúbi- Horner, enrojecimiento hemifacial, hemihiperhi-
to dorsal, aliviándose al sentarse, inclinarse hacia drosis, sialorrea.
delante y en la posición genupectoral. 6. Médula espinal. Déficit motor y sensitivo,
síndrome de sección transversa.

Causas del dolor La disfagia por compresión esofágica ha sido


señalada en las pericarditis exudativas con derra-
Ocasionalmente, el dolor es debido a la irrita- me copioso y tumores malignos.
ción de estructuras nerviosas: Cabe señalar que la clínica de los tumores me-
diastínicos es una de las más pobres. El «sínto-
1. Nervios intercostales. Neuralgias. ma principal» de los tumores benignos del me-
2. Ramassensitivas del nervio frénico. Dolor de diastino es la ausencia de síntomas durante largo
hombro, hipo, relajación diafragmática. tiempo.
3. Nervio recurrente. Ronquera, parálisis glóti- El examen radiológico directo (con empleo de
ca, voz bitonal. medios de contraste o sin ellos), neumomediasti-
4. Nervio vago. Bradicardia, atonía gastroin- no, TAC, mediastinoscopia con examen biópsico
testinal con estreñimiento, acidismo, cólicos he- y la pleuroscopia posneumotórax, completan el
páticos y renales. examen diagnóstico.
186 Semiología médica y técnica exploratoria

Cuadro. Representación esquemática de los signos físicos característicos de las principales afecciones
de las vías respiratorias

Percusión Palpación

Sonoridad normal Vibraciones normales

S. Sonorida disminuida Vibraciones disminuidas

S+ Sonoridad aumentada Vibraciones aumentadas


O rayado azul
So Sonoridad abolida (matidez) | o fondo azul Vibraciones abolidas
O rayadorojo

Auscultación

SSss Estertores roncus y sibilantes


PEOR a!”

Inspiración

Espiración 4444 Estertorés piantes


Respiración normal Estertores crepiantes

Respiración alargada Estertores subcrepitantes finos

Respiración débil
ogo Estertores subcrepitantes medios
oo
o
0g0 Estertores subcrepitantes grandes
Respiración abolida o0
o
Respiración exagerada (pueril) Soo Crujidos

Respiración entrecortada O O O Gargoteo

Respiración ruda E Frotes pleurales

Respiración soplante (soplo bronquial)

Soplo tubárico
PTA

Soplo pleural

Soplo cavernoso

Soplo tubocavernoso

Soplo anfórico

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