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Análisis Económico
Núm. 74, vol. XXX
Segundo cuatrimestre de 2015
Resumen
Este artículo presenta una teoría alternativa con respecto al tipo de cambio real México-Estados Unidos. Nuestro enfoque tiene una
perspectiva a largo plazo y emplea un marco de economía política clásico desarrollado por Anwar Shaikh. A diferencia de las teorías
dominantes que se centran en los precios relativos al consumidor o al productor, argumentamos que los costos laborales unitarios relativos
de los sectores manufacturero de México y Estados Unidos es un buen indicador del tipo de cambio real. Además, exploramos el papel del
gasto público y los flujos netos de capital a México en la determinación del tipo de cambio real. Los métodos empíricos utilizados en este
Palabras clave: Teoría de la competencia no neoclásica, costos laborales unitarios reales relativos, tipo de cambio real,
modelos ARDL-ECM.
*
Catedrático de Economía de la Universidad Estatal de Nueva York en New Paltz, NY, Departamento de Economía de EE. UU. <
martinef@newpaltz.edu >.
8 Martínez
Introducción
La historia reciente de la economía mexicana ha demostrado que sus peores crisis económicas se han debido
a problemas de balanza de pagos, que eventualmente conducen a crisis cambiarias (1976-1977, 1982,
1986-1988 y 1994-1995). Aunque los modelos convencionales de tipos de cambio sostienen que, a largo plazo,
los tipos de cambio reales se moverán de tal manera que los países sean igualmente competitivos, este
argumento está lejos de ser cierto porque en realidad los países son desigualmente competitivos. En el caso de
México (Mex), es necesaria una evaluación clara y completa de la determinación del tipo de cambio real y su
relación con la balanza de pagos, especialmente con la cuenta corriente, que ha sido negativa desde fines de la
década del cuarenta a pesar de las devaluaciones de la moneda.
Por un lado, la teoría del comercio internacional postula que si uno se abstrae de diversas fuentes de
flujos financieros y la intervención del gobierno en el mercado de divisas, los tipos de cambio se moverán hacia sus
niveles de equilibrio cuando alcancen sus valores de compensación del mercado. Es decir, a una tasa de cambio de
equilibrio que refleje los niveles de precios relativos de los socios comerciales y de la economía nacional. Esto
conduce entonces a la proposición central de la teoría del comercio exterior, a saber, que bajo estas circunstancias,
los tipos de cambio nominales se mueven automáticamente para hacer que el equilibrio del comercio sea igual a
cero. En esta línea de pensamiento, se sigue que los déficits y superávits comerciales son el resultado de
desviaciones de corto plazo de los tipos de cambio de sus niveles de equilibrio (Antonopoulos, 1997; Ruiz-Nápoles,
1996).
Por otro lado, la teoría neoclásica del comercio asume que la competitividad entre países está
determinada por el principio de costos comparativos. Así, según este principio, cualquier país siempre
encontraría al menos una industria en la que sea competitivo. De ahí que, si se gestiona adecuadamente el
tipo de cambio para lograr y mantener dicha competitividad, el comercio exterior tenderá a estar equilibrado
(Ruiz-Nápoles,
2010). En otras palabras, este punto de vista asume que los tipos de cambio reales a largo plazo eventualmente
eliminarán las diferencias competitivas, sin requerir ningún cambio en los salarios, la productividad y los cambios
técnicos.
No obstante, es importante señalar que, a pesar de que los dos principios anteriores son adoptados
con demasiada frecuencia por los análisis académicos y económicos
Una teoría alternativa del intercambio real ... 9
Responsables políticos; Los datos históricos han proporcionado un amplio testimonio de la persistencia de los
desequilibrios comerciales [incluso bajo regímenes de tipo de cambio fijos y flexibles, bajo gestión (flotadores sucios),
entre países y en el tiempo]. Es importante destacar que los modelos actuales del tipo de cambio funcionan bastante mal
a nivel empírico (Harvey, 1996; Kruger, 1983; Stein et al., 1995). Por tanto, los modelos convencionales pueden ser guías
poco fiables para la política económica. Este artículo tiene como objetivo presentar una teoría alternativa de la
determinación del tipo de cambio real del peso mexicano con respecto al dólar estadounidense (dólar estadounidense).
Nuestro modelo se basa en un enfoque clásico de la teoría de la competencia desarrollada en Shaikh (1980, 1991,
1999b y 2013).
Según esta teoría de la competencia, que tiene su origen en los trabajos de Marx y Keynes (Milberg,
1994), la competitividad internacional de un país, o industria, se basa principalmente en su ventaja absoluta en
términos de tecnología de producto y productividad laboral. Este marco sostiene que es la posición competitiva de un
país, medida por el costo laboral unitario real de su sector transable, lo que determina el centro de gravedad del tipo
de cambio real. Es decir, las diferencias entre los costos reales de producción de las naciones determinan sus
términos de intercambio internacional y, por tanto, sus tipos de cambio reales a largo plazo. Nuestro enfoque
alternativo también sostiene que los flujos internacionales de dinero ocasionados por los desequilibrios de la balanza
comercial no cambian los niveles de precios como afirma la teoría cuantitativa del dinero, sino que cambian las tasas
de interés como Marx, Keynes y Harrod afirman. Esto significa que las ventajas de costos absolutas no son
eliminadas por los flujos de dinero, por lo que continúan dominando. También significa que el libre comercio dará
lugar a desequilibrios comerciales que serán automáticamente cubiertos por los correspondientes flujos de capital, de
modo que un país con una balanza comercial deficitaria podría terminar como deudor internacional.
Tres propuestas clave se derivan de nuestro enfoque alternativo. En primer lugar, los tipos de cambio reales
pueden determinarse mediante las relaciones de los costos laborales unitarios reales integrados verticalmente de los
sectores comerciables de los países que realizan la transacción. En segundo lugar, los superávits y déficits comerciales no
son anomalías de un sistema de mercado mundial internacional que funcione de manera competitiva, ni necesitan ser
temporales. En tercer lugar, las devaluaciones no tendrán un efecto duradero en las balanzas comerciales, a menos que
vayan acompañadas de cambios fundamentales en los salarios reales o la productividad nacionales.
Con el fin de contrastar las principales hipótesis del modelo de Shaikh para la economía mexicana,
en la primera sección de este trabajo se revisan los principales modelos de determinación del tipo de cambio,
poniendo especial énfasis en su punto de acuerdo (PPA). En la segunda sección desarrollamos los puntos
principales de los trabajos del Shaikh e incorporamos algunas adiciones menores a su modelo formal de tipo de
cambio real de largo plazo (entradas netas de capital y gasto público). La tercera sección presenta el
10 Martínez
metodología utilizada para construir la serie temporal de costo laboral unitario relativo (RULCUS-Mex). La cuarta sección
presenta un modelo econométrico de la determinación del tipo de cambio real a largo plazo. Las observaciones finales
se incluyen en la conclusión.
Como es bien sabido, la hipótesis de la PPA tiene su fundamento en la Ley del Precio Único (en adelante, LOP), cuyo
argumento principal afirma que si se abstraen los aranceles y los costos de transporte, el comercio sin restricciones
de bienes debería garantizar precios idénticos entre países. Por lo tanto, si esta ley es válida para cada bien
individual, se deduce inmediatamente que debe ser válida para cualquier canasta de productos idéntica. En otras
palabras, la LOP no es una teoría del tipo de cambio, 1 sino más bien una prueba de eficiencia de mercado en la
medida en que independientemente de las condiciones locales de producción y del costo individual del productor, sus
precios de venta deben ser aproximadamente iguales (Antonopoulos, 1997; Ruiz-Nápoles, 1996).
La PPA es una teoría de la determinación del tipo de cambio, ya que afirma que los tipos de
cambio nominales en general se mueven en la dirección adecuada para igualar los niveles de precios relativos
entre dos países. Por lo tanto, aunque a menudo no es explícito qué mecanismo subyacente sería necesario
para crear un nivel común particular de precios, para los partidarios de la hipótesis de la PPA, los movimientos
del nivel de precios están dominados por factores monetarios en el sentido de que si la oferta monetaria
aumenta, entonces también el nivel de precios lo haría en la misma proporción (Dornbusch, 1988; Froot y
Rogoff, 1994; Rogoff et al., 2001). Más específicamente, para la teoría del comercio que sustenta la hipótesis de
la PPA, el mecanismo a través del cual las exportaciones igualan las importaciones en el largo plazo es el
mismo mecanismo que garantiza que los niveles de precios serán igualados entre dos países que comercian
entre sí. Este principio se conoce como mecanismo precio-especie-flujo de Hume (Antonopoulos, 1997;
Ruiz-Nápoles, 1996; Shaikh, 1980).
De acuerdo con este principio, es la cantidad de dinero en circulación que varía con la balanza
comercial lo que hace que cambie el nivel de precios (Ruiz-Nápoles, 2004). Es decir, para los principales teóricos
del comercio (y la teoría del comercio de Ricardo) en un modelo de dos productos básicos, dos países, el
comercio solo puede tener lugar en términos de precios monetarios. Entonces, partiendo de una situación en la
que un país ha
1 Vale la pena señalar que, dado que en sí mismo, el LOP no implica un tipo de cambio real de equilibrio de largo plazo (en el que la balanza comercial
sería igual a cero), es posible que el LOP prevalezca incluso cuando hay un intercambio comercial. superávit o déficit comercial (Antonopoulos, 1997).
Una teoría alternativa del intercambio real ... 11
ventaja absoluta en la producción de ambas materias primas (por mayor productividad y mejor tecnología), lo
pagarían sus exportaciones con dinero. Entonces, la entrada neta de dinero hace que su precio suba hasta
que desaparece una de las dos ventajas absolutas, a través de la teoría cuantitativa del dinero.
Simultáneamente, la salida neta de dinero en el país menos eficiente hace que sus precios bajen hasta que
uno de ellos sea relativamente más bajo para que el bien sea atractivo para la importación del exterior. Aquí
es el flujo de dinero el que hace una especie de transformación de ventajas absolutas en relativas (Shaikh,
1980).
En esta línea y dejando de lado las políticas de esterilización, la teoría estándar espera que el
tipo de cambio real de largo plazo gravite alrededor de ese nivel que equilibra el comercio. Al respecto, la
estructura formal de la hipótesis de la PPA propone que el tipo de cambio nominal entre las monedas de
dos países es la relación de precios de los dos países (ver ecuación 1):
e=P/P* (1)
Dónde, mi es el tipo de cambio nominal, PAG es el nivel de precios del país A y PAG* del país
B. Esta es la hipótesis de la PPA absoluta (o fuerte). La versión relativa de esta afirmación, conocida como
hipótesis de PPA relativa (o débil), establece que el tipo de cambio nominal, en lugar de ser igual a, tiene una
relación proporcional constante con la relación de precios de los dos países (ver ecuación 2):
e = k (P / P *) (2)
Dónde, k es un parámetro constante que refleja los obstáculos dados al comercio. No obstante, en la
medida en que se produzca un cambio en la relación de precios, también cambiará el tipo de cambio nominal. Por lo
tanto, podemos reescribir el tipo de cambio real de la siguiente manera (ver ecuaciones 3 y 4):
mi r = e (P * / P) o mi r = e (P * / kP) (3 y 4)
12 Martínez
La ecuación 4 implica que el tipo de cambio real, mi r, es invariante en el tiempo, ya que un cambio
opuesto y equivalente en el tipo de cambio nominal, mi, Alabama-
formas coincide con un cambio en P * / P como se sugiere en las ecuaciones [1] y [2] (Stein et al.,
1995). Como resultado de este mecanismo monetario, la hipótesis de la PPA afirma que se espera que los tipos de
cambio reales se mantengan estacionarios a corto y largo plazo.
En efecto, ambas versiones de la hipótesis de la PPA (fuerte y débil) esperan que en el corto y el
largo plazo la tasa de variación del tipo de cambio nominal compense la tasa relativa de inflación. Por tanto, desde
esta perspectiva, los tipos de cambio reales permanecen prácticamente inalterados a lo largo del tiempo. Sin
embargo, para diferentes países y diferentes períodos de tiempo, los datos empíricos y las pruebas econométricas
han demostrado que los tipos de cambio reales simplemente no son estacionarios ni a corto ni a largo plazo
(Antonopoulos, 1997; Harvey, 1996; Stein et al., 1995; Shaikh et al., 2012).
Por un lado, la PPA no se acepta a corto plazo, ya que se supone que los precios son rígidos; por
lo tanto, el exceso no solo es posible, sino predecible (Antonopoulos,
1997). Además, quizás debido al crecimiento de los flujos de capital a través de los mercados financieros y la
especulación, y la volatilidad del tipo de cambio nominal; Estos modelos han tendido a aceptar que el PPP no se
aplica a corto plazo. No obstante, los seguidores continúan creyendo que la PPA se aplica a largo plazo como
resultado natural de los tipos de cambio flotantes (Stein et al., 1995).
Por otro lado, las pruebas empíricas realizadas durante un período de 50 años del período de
posguerra también confirman que bajo tipos de cambio flotantes se rechaza la hipótesis de la PPA (Froot y Rogoff,
1994). Esta última dificultad ha obligado a los partidarios de la hipótesis del PPP a argumentar que cualquier
convergencia que pudiera existir debe ser extremadamente lenta (Rogoff et al., 2001), requiriendo quizás 75 o
incluso 100 años de datos para hacerse evidentes (Froot y Rogoff, 1994).
Al respecto, hay que tener en cuenta que a pesar de las notables diferencias entre los modelos
de tipo de cambio clásicos 2 y los modelos netaristas, a saber, enfoques de mercado de activos para el tipo de
cambio con expectativas racionales y optimización intertemporal, ambos grupos de modelos se basan en gran
medida en el supuesto de estacionariedad de la serie del tipo de cambio real (versión débil de la hipótesis de
la PPA). Por tanto, la existencia de una serie no estacionaria del tipo de cambio real invalidaría todos ellos
(Stein et al., 1995).
Para el caso mexicano, nuestras propias estimaciones muestran que el tipo de cambio real del peso
mexicano con respecto al dólar estadounidense, para datos anuales para el período 1970-2011, también es un proceso no
2 Aquí nos referimos al enfoque de elasticidad, el enfoque de absorción y el enfoque clásico de balanza de pagos.
Una teoría alternativa del intercambio real ... 13
el tipo de cambio real mexicano [ADF, PP y, la prueba KPSS], en general, no rechaza la hipótesis nula
de la presencia de una raíz unitaria. Por lo tanto, para este período, esta serie sigue un proceso no
estacionario, I (1) (ver tabla 1 y figura 1).
tabla 1
Prueba de raíz unitaria
Nota: Δ Indica diferencias, LRXRI representa el logaritmo del índice de tipo de cambio real, 1988 = 100. Conclusiones: LRXRI ~ I
(1)
El modelo A agrega una constante y una tendencia, el modelo B agrega solo una constante y el modelo C no incluye nada. Los cuadrados en negrita
indican el rechazo de la hipotesis nula a un nivel de significancia del 5%.
η metro y η τ representan las estadísticas de la prueba KPSS, donde la hipótesis nula considera que las series son estacionarias en niveles o alrededor de tendencias
deterministas, respectivamente.
Fuente: Elaboración propia en base a Eviews 8.
El objetivo de esta sección es desarrollar los puntos cruciales de la teoría alternativa de la determinación del
tipo de cambio real de Shaikh (1980, 1991, 1999b y 2013), que se basa en una teoría de la competencia no
neoclásica y el principio de ventaja absoluta como el principal determinante de la competitividad internacional.
Por tanto, el punto de partida del modelo de Shaikh es la teoría clásica de la competencia, que se remonta a
los escritos de Smith, Ricardo y Marx. Este enfoque considera la competencia como una rivalidad entre
empresas, en el sentido clásico en el que todos los productores intentan obtener una parte de su mercado
reduciendo los costos.
precios en la que cada empresa intenta rebajar los precios de los competidores. Esta
14 Martínez
La rivalidad se lleva a cabo, por regla general, mediante la introducción (a intervalos) de mejores técnicas de
producción con el claro objetivo de reducir el costo unitario de producción (inversiones). Shaikh supone que
los precios de cualquier economía industrial están determinados por un proceso de competencia dual,
intraindustrial e interindustrial.
Por un lado, la competencia en una economía de mercado generalizada se refiere principalmente a la
competencia de diferentes capitales. Una vez que ha tenido lugar la producción, los productores de bienes
individuales son disciplinados por el mercado para no cobrar un precio arbitrario, sino el precio de venta
determinado por las mejores condiciones de producción. Es decir, el precio que prevalece en un mercado en
particular no es el precio promedio de la industria sino el precio menor costo precio determinado por el productor
más eficiente de esa industria. Este precio se llama regulando precio y el productor es el regulando el capital, a
diferencia del precio promedio y del capital promedio (Ruiz-Nápoles, 1996; Shaikh, 1999b). A su vez, “los capitales
no reguladores se verán obligados por la competencia a vender al mismo precio y, por lo tanto, tendrán una
variedad de tasas de ganancia determinadas por sus propias condiciones de producción” (Shaikh, 1999b: 2).
Por otro lado, la competencia entre industrias significa que, en la medida en que una industria sea
capaz de obtener tasas de rendimiento más altas que la tasa promedio prevaleciente de otras industrias, más
capital podrá atraer porque otros capitales envidiosos entrarán en ese mercado en particular, o porque la
empresa rentable podrá expandirse más rápidamente reinvirtiendo y, por lo tanto, ampliando su propia
formación de capital. En tales circunstancias, es la libre movilidad de un factor (s) de producción lo que produce
la tendencia a una igualación aproximada de las tasas de ganancia entre los sectores de ganancia previamente
desiguales (Antonopoulos, 1997). Por lo tanto, las tasas de ganancia que son igualadas por los flujos de capital
son las tasas de ganancia de nuevas inversiones en las condiciones reguladoras de producción (Shaikh,
1999b). En otras palabras, La regulación de los precios de producción en cada industria no es otra cosa que la
encarnación de las técnicas reguladoras de la producción. Como tales, incorporan la tasa de ganancia vigente y
actúan como el centro de gravedad de los precios de venta. Por lo tanto, es la mejor tecnología generalmente
disponible para una nueva inversión que forma las condiciones reguladoras (Shaikh, 1999b).
Con respecto a la competencia internacional, el modelo de Shaikh asume que, dado que las
técnicas de producción utilizadas por las empresas dentro de una nación difieren, uno esperaría que las técnicas
de producción de cualquier Industria mundial, donde las empresas individuales se distribuyen en varios países,
varíen de una nación a otra según bien. Los salarios reales, en general, también diferirán entre países
(especialmente entre países desarrollados y en desarrollo). Por lo tanto, el menor costo unitario de producción
resultante, que se puede medir como el total (integrado verticalmente) coste laboral unitario ulc),
y así, ampliar su participación en el mercado o, quizás, vender temporalmente al precio de mercado vigente y obtener una
mayor ganancia por unidad vendida. En cualquier caso, el resultado es el mismo: las empresas reguladoras internacionales
estarán en condiciones de obtener más beneficios en comparación con otras empresas internacionales que producen
bienes similares y, por lo tanto, se involucrarán más rápidamente en más I + D. Los ganadores son aquellas empresas
internacionales capaces de mantener una ventaja de costes absoluta frente a su competidor. Por el contrario, las empresas
que sufren una pérdida de participación de mercado y una reducción de las ganancias desventaja absoluta
(Antonopoulos, 1997).
En su modelo, Shaikh sigue la tradición de Ricardo-Marx de relacionar los precios con los costos relativos de los insumos
laborales (Shaikh, 1980), adoptando el modelo de Pasinetti (1977). Por lo tanto, Shaikh parte de una economía cerrada,
donde los precios relativos de dos materias primas
i, j están dominados por los precios relativos de los capitales reguladores ( pag yo*, pag j *), cuales
ellos mismos están sujetos a sus propios costos laborales unitarios integrados verticalmente ( v yo*, v j *).
(5)
En cualquier industria, el precio de mercado predominante de un producto básico ( pag*) está regulado por
el costo de la empresa reguladora, que puede expresarse como el salario nominal integrado verticalmente ( w *) la
empresa reguladora está sujeta y el requisito de trabajo integrado verticalmente ( λ *), dictado por la tecnología que utiliza
esta firma reguladora, en el sentido de Sraffa y Pasinetti. 3 Si el salario nominal ( w *) se divide por el índice de precios al
consumidor ( cpi), y dejando que el subíndice r designe medidas reales en lugar de nominales, entonces
el salario real w r *) es igual a w * / cpi. De ello se deduce que el coste laboral unitario real integrado verticalmente
será igual a w r *, λ *, que en la ecuación 6 se reflejará como v r *.
• •• •• •• •
=̃ • •• • λ • • ≡• •• • λ •• ≡ (6)
• •
•• λ • • •• λ •
3 Para Sraffa y Passinetti, existe un conjunto único de tipos de cambio entre los productos básicos que está determinado únicamente por la tecnología y que
debe adoptarse para mantener el sistema en un estado de auto sustitución. Sraffa especialmente
dieciséis Martínez
La competencia impulsa a las empresas a introducir tecnologías más eficaces. A medida que el
capital regulador de un sector reduce su costo relativo real, la competencia agresiva también reducirá el
precio relativo del sector. Así, se espera que su propio poder adquisitivo, frente al resto de bienes, se
deprecie cuando mejore su posición competitiva.
Según el modelo de Shaikh, cuando el CLU de uno de los dos bienes disminuye, la posición
competitiva del país que produce ese bien mejora y, por lo tanto, se produce una depreciación real de su
moneda. El modelo de Shaikh también asumió un modelo de dos países, dos bienes, bajo especialización
completa, por lo que las exportaciones de cada país deben ser iguales a las importaciones del otro país.
Además, la especialización implica que cada país contiene exclusivamente una de las dos capitales reguladoras,
ya que cada país es el único productor de uno de los dos bienes que se comercializan.
Ahora, en la ecuación 7, el tipo de cambio nominal de un país mi ab se define como el número de unidades
monetarias una por una unidad de moneda segundo. Por lo tanto, un aumento en el
el tipo de cambio corresponde a una depreciación de la moneda una, ya que se necesitan más unidades para una unidad
de moneda extranjera:
moneda una
mi ab = (7)
moneda b
Finalmente, la ecuación [8] da una definición general de los términos de intercambio del país. una relativo al
Combinando las ecuaciones [6] y [8], los términos de intercambio se pueden reescribir como
sigue:
(9)
señala que estos tipos de cambio podrían llamarse indistintamente "precios naturales", o "precios de producción" o "valores". Precisamente de forma
paralela, la relación en el sistema de precios no va –como diría el análisis marginal tradicional– de las preferencias de los consumidores finales a los costes
“imputados”. Como siempre ha afirmado el análisis clásico, va desde los costos de producción hasta los precios "naturales" (ver Pasinetti, 1992).
Una teoría alternativa del intercambio real ... 17
En este punto, Shaikh asume la simplificación de que ambos países consumen canastas
similares de bienes de consumo transables. Entonces, de acuerdo con el ley
de un precio, pc Ta = ordenador personal Tuberculosis mi ab, dónde ordenador personal es el precio de los bienes de consumo y el
subíndice ( T) significa comerciable. Por tanto, la ecuación [9] se puede transformar en
(10)
ecuación 11.
• •• •
••• • (11)
• •• •
Aquí, si tomamos la inversa de la ecuación [11], entonces obtenemos una definición de tipo de
cambio real (deflactado por los precios de exportación), que según la ecuación 12, tiende a seguir la trayectoria
de largo plazo del ratio de CLU real verticalmente integrado ajustado por el ratio de bienes no transables /
transables:
• •• •• •
• •• •• • (12)
• •• •• •
En términos simples, podemos reescribir la ecuación [12] como se indica en la ecuación [12b]
(12b)
Dónde T = Pc / P Connecticut
• • ••
• • • • (13)
• • ••
18 Martínez
Finalmente, la posición de Shaikh es que, en cualquier caso, ni las variaciones flexibles ni las fijas del tipo de
competencia nacional porque los determinantes de los términos de intercambio ( w r *, y λ *) no tienen la libertad de moverse
La modernización generalizada de la tecnología, para aumentar la productividad y reducir los costos laborales
unitarios, es la única solución a largo plazo al problema de la desventaja competitiva. Más precisamente, una
reducción de costos sólo puede producirse mediante la introducción de tecnologías más eficientes o, en el corto plazo,
mediante la reducción del salario real.
Esta sección describe la metodología y la construcción de las variables necesarias para estimar el modelo
alternativo de determinación del tipo de cambio real de Shaikh. Además, discutimos por qué además de la
relación de costo laboral unitario relativo US-Mex (que afirmamos es el principal determinante de la trayectoria
de largo plazo del tipo de cambio real), agregamos a nuestro modelo las siguientes variables: ( 1) entradas
netas de capital a México y (2) gasto en consumo final real del gobierno mexicano.
El presente trabajo empírico se basa principalmente en datos del sector manufacturero porque existen
numerosos problemas en la disponibilidad de datos del sector exportador manufacturero, especialmente para la
economía mexicana. En otras palabras, dado que no todos los datos requeridos estaban disponibles para el período
en estudio, en su lugar calculamos los costos laborales unitarios directos en el sector manufacturero como un proxy
del costo laboral unitario en el sector exportador manufacturero.
Si bien nuestro análisis empírico cubre el período 1970-2011, vale la pena mencionar que
para construir la serie 1970-2011 para el CLU real mexicano, utilizamos cuatro encuestas de
manufactura con diferentes años base calculadas por la autoridad estadística mexicana (INEGI). El
primero va de 1970 a 1982 (1970 = 100), el segundo va de 1980 a 1993 (1980 = 100), el tercero va de
1988 a 2004 (1993 = 100) y el último va de 2003 a 2011 ( 2008 = 100). Si bien estas cuatro encuestas
calculan los mismos datos de producción, salarios y empleo del sector manufacturero, estas cuatro
encuestas no son homogéneas porque las dos últimas encuestas toman en cuenta una gran cantidad
de sectores productivos. En términos de un número índice, podríamos esperar un gran salto de 1987 a
1988, debido únicamente al cambio de una encuesta a otra.
dónde,
1) El tipo de cambio real, rxr, es igual al tipo de cambio nominal deflactado por
la relación de precios del país extranjero ( j) al país doméstico (i):
(dieciséis)
2) rulcr ij * representa una relación de costo laboral unitario real *, y es igual a la rulc j del
país extranjero ( j) dividido por el rulc yo del país doméstico yo)
rulcr * ij (17)
3) rulc yo, j representa la remuneración total real en la industria manufacturera en moneda local
Vied por la productividad. Es decir, el costo laboral unitario real se define como el costo laboral total
(18)
4) En el nivel más general, las dos series que deben desarrollarse son el costo laboral unitario real (RULC)
del sector manufacturero de México y el de Estados Unidos. Así, si sustituimos la ecuación que define
la relación del costo laboral unitario real
tio * ( rulcr yo * j) en la ecuación [16], obtenemos la ecuación [19], que propone una relación similar a la
ecuación [12]:
(19)
20 Martínez
5) ncf yo representa las entradas netas reales de capital a México y considera depósitos, préstamos y créditos a bancos
comerciales y públicos en México, así como a bancos no bancarios.
sectores público y privado; inversión extranjera, que incluye inversión directa e indirecta; valores
emitidos en el exterior, tanto públicos como privados; y los errores y omisiones netos en la balanza de
pagos.
6) gramo yo representa el gasto en consumo final real del gobierno general de la economía mexicana.
Descripción de datos
El período del presente estudio se extiende desde 1970-2011. Todos los deflactores de precios son 1988 = 100 y
cada variable monetaria se mide en la moneda local correspondiente. Como mencionamos anteriormente, para
realizar la estimación de este modelo alternativo, asumimos que el sector manufacturero representa la mayoría de los
bienes transables, lo cual es correcto para todos los países industrializados y algunos semi-industrializados. En el
caso de México, el comercio de manufacturas ha cobrado importancia y actualmente representa el 90 por ciento de
las exportaciones totales y el 87 por ciento de las importaciones totales (Fujii, 2000; Martínez, 2003; Ruiz-Nápoles,
1996). Además, Estados Unidos es el principal socio comercial de México. Las exportaciones e importaciones de
Estados Unidos representan el 75 por ciento del comercio exterior total de México.
La construcción del RULC del sector manufacturero mexicano se llevó a cabo con los datos proporcionados por Inegi y
por el Banco Central de México. El producto interno bruto en el sector manufacturero se deflactó utilizando los precios
implícitos del sector manufacturero. Los sueldos y salarios totales fueron deflactados por el índice de precios al
consumidor (1988 = 100). También consideramos el número total de trabajadores en la industria manufacturera. Por
lo tanto, los costos laborales unitarios reales son los sueldos y salarios pagados en la industria, multiplicados por el
número de trabajadores en la industria y dividido por el producto interno bruto real en la industria:
rulc Mex = ( ℜ salario Mex + ℜ sueldos Méx) * [( empleo Méx) / ( ℜ salida Mex)] (20)
La construcción del RULC del sector manufacturero de Estados Unidos se realizó con datos
proporcionados por el Departamento de Comercio (BEA). Interno Bruto
Una teoría alternativa del intercambio real ... 21
el producto en el sector manufacturero se deflactó utilizando los precios implícitos de los índices de bienes duraderos y no
duraderos (promedio). Los sueldos y salarios totales fueron deflactados por el índice de precios al consumidor (1988 =
100). También consideramos el número total de trabajadores en la industria manufacturera. Por lo tanto, para la economía
de los EE. UU., El costo laboral unitario real también es igual a los sueldos y salarios reales pagados en la industria,
multiplicado por el número de trabajadores en la industria y dividido por el producto interno bruto real en la industria:
rulc US = ( ℜ salario Nosotros + ℜ sueldos EE. UU.) * [( empleo NOS)/( ℜ salida NOS)] (21)
La construcción de las entradas netas de capital a México se realizó con datos proporcionados por el Banco de
México. Una vez construida, esta serie fue deflactada por el índice de precios al consumidor de Estados Unidos
(base 1988 = 100). Consideramos esta variable en la medida en que el gobierno mexicano ha implementado
desde fines de la década de 1980 varias políticas de atracción de capital extranjero con el fin de estabilizar el
tipo de cambio y financiar el déficit en cuenta corriente (Martínez, 2003). Por lo tanto, suponemos que una
oferta continua de divisas (dólares) podría, tarde o temprano, disminuir el precio del tipo de cambio nominal ( mi),
lo que a su vez podría terminar apreciando el tipo de cambio real. Por el contrario, una reducción significativa
del tipo de cambio podría incrementar el precio del tipo de cambio nominal ( mi), que a su vez podría terminar
depreciando el tipo de cambio real. No obstante, cabe mencionar que estas últimas situaciones podrían ocurrir
sin que necesariamente tengan un fuerte impacto en los precios y costos internos. Más precisamente, aunque
el tipo de cambio nominal podría tener un impacto en los precios y costos internos, nuestro marco teórico afirma
que la dirección principal de la causalidad a largo plazo va de los costos laborales unitarios reales a los precios,
y no al revés. Regresaremos a este punto cuando analicemos nuestros resultados econométricos en la
siguiente sección. La relación entre el tipo de cambio real y las entradas netas de capital reales se muestra en
el gráfico 1.
En el gráfico 1, el índice de tipo de cambio real indica una depreciación real cuando su valor es
superior a 100 y una apreciación real cuando su valor es inferior a 100. Existe una covariación negativa entre las
dos variables, lo que permite la posibilidad de que los flujos netos de capital (oferta de dólares) podría explicar
hasta cierto punto la desviación del tipo de cambio real del peso mexicano respecto de su determinante primario
teórico propuesto (centro de gravedad), a saber, la razón del costo laboral unitario real. Finalmente, como
resultado de esta correlación negativa, esperaríamos un signo negativo entre estas variables en nuestro modelo
econométrico.
22 Martínez
Figura 1
Índice de tipo de cambio real y entradas netas de capital reales, 1970-2011
120 25000
Millones de Daollares
20000
100
15000
80
Índice
10000
60
5000
40
0
20 - 5000
0 - 10000
1970 1974 1978 1982 1986 1990 1994 1998 2002 2006 2010
La construcción del gasto en consumo final de las administraciones públicas ( gramo) en dólares
constantes se realizó con datos proporcionados por el Banco Mundial (WDI). Una vez que obtenemos el
PIB real mexicano en dólares de 1988, multiplicamos este PIB real por el gasto en consumo final del
gobierno general como porcentaje del PIB mexicano.
Incluimos el gasto público real en nuestro modelo de determinación del tipo de cambio real
debido también a su probable impacto en el tipo de cambio nominal ( mi).
Es decir, el gasto público ha sido financiado, en un grado importante, por los ingresos petroleros en las
cuentas fiscales, que por sí mismas han representado alrededor del 34-37% de los ingresos totales del
sector público, o alrededor de 6,8 puntos porcentuales del PIB en los últimos años. 20 años. (Martínez y
Herrera, 2006). Por tanto, suponemos que la cantidad de ingresos en divisas de las exportaciones de
petróleo tiene un doble efecto sobre el nivel del tipo de cambio nominal. Por un lado, un mayor nivel de
exportaciones de petróleo (que se correlaciona con un mayor nivel de gramo) implica un aumento en la oferta
de divisas que podría presionar a la baja el tipo de cambio nominal ( mi), es decir, una apreciación del tipo de
cambio real, ceteris paribus. Por el contrario, una disminución en el nivel de exportaciones de petróleo (que
se correlaciona con un menor nivel de gramo) implica una disminución en la oferta de divisas que podría
presionar al alza el tipo de cambio nominal ( mi), es decir, una depreciación del tipo de cambio real, ceteris
paribus. Es decir, el gasto público es una “variable instrumental” que nos ayudó a enfrentar el problema de la
causalidad bidireccional contemporánea entre las exportaciones de petróleo y el tipo de cambio nominal y
real.
Una teoría alternativa del intercambio real ... 23
Finalmente, otro canal de transmisión del gasto público real al tipo de cambio nominal podría
provenir de las variaciones de la tasa de interés nominal. Es decir, si los ingresos fiscales no son
suficientes para financiar el presupuesto del gobierno o si un determinado nivel de gasto público
contribuye a generar un mayor nivel inesperado de demanda agregada, entonces cualquiera de estos dos
escenarios podría llevar a la emisión de más bonos del Tesoro a una tasa de interés más alta. Así, si el
aumento de la tasa de interés interna genera un atractivo diferencial de tasa de interés, entonces este
diferencial de tasa de interés podría desencadenar una importante entrada de capitales al país, lo que
contribuiría a generar una mayor oferta de divisas, que tarde o temprano podría terminar presionar a la
baja el tipo de cambio nominal ( mi), es decir, apreciando el tipo de cambio real, ceteris paribus.
Figura 2
Índice de tipo de cambio real y gasto real del gobierno mexicano,
1970-2011
Millones de dolares
100
30000
80 25000
Índice
60 20000
15000
40
10000
20
5000
0 0
1970 1974 1978 1982 1986 1990 1994 1998 2002 2006 2010
Fuente: Elaboración propia con base en datos de Banco de México y Banco Mundial (WDI).
La relación entre el tipo de cambio real y el gasto público real se muestra en el gráfico 2.
En el gráfico 2, si bien el gasto público sigue una tendencia ascendente casi durante todo el
período, se puede ver una correlación negativa entre estas dos variables, por lo que cabría esperar
una signo negativo entre la relación de estas variables en nuestro modelo econométrico.
Como se mencionó anteriormente, usamos cuatro encuestas de manufactura para estimar el costo laboral unitario
real (RULC) para la economía mexicana. A partir de ahí, creamos tres
24 Martínez
cálculos de la razón del costo laboral unitario real (Estados Unidos-México) con diferentes años base y los
comparamos gráficamente con el tipo de cambio real para mostrar que la tendencia del tipo de cambio real está
estrechamente relacionada con los movimientos de la razón del costo laboral unitario real (US-Mex) (ver figura 3).
figura 3
Índice de tipo de cambio real e índice de razón de costo laboral unitario real (US-Mex)
ULCR real Tipo de cambio real ULCR real Tipo de cambio real
1970-1987: Índice del año base 1977 = 100 1988- 2004: Índice año base 1988 = 100
120
160
140 100
120
80
100
80 60
60 40
40
20
20
0 0 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004
1970 1972 1974 1976 1978 1980 1982 1984 1986
110
100
90
80
70
60
50
40
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
Fuente: Elaboración propia con base en datos del Banco de México, inegi, y el Departamento de Comercio de Estados Unidos (BEA).
Figura 4
Índice de tipo de cambio real e índice de razón de costo laboral unitario real (US-Mex)
200
150
100
50
0
1970 1974 1978 1986
mil novecientos 1990
ochenta y dos 1994 1998 2002 2006 2010
Fuente: Elaboración propia con base en datos del Banco de México, inegi, y el Departamento de Comercio de Estados Unidos (BEA).
4. Evidencia empírica de la determinación alternativa del tipo de cambio real utilizando un modelo
ARDL-ECM
En esta sección probamos dos hipótesis a través de técnicas econométricas: 1) nuestra hipótesis principal es que la
tendencia de largo plazo del tipo de cambio real del peso mexicano con respecto al dólar estadounidense está determinada
principalmente por los costos laborales unitarios reales relativos del país. Sectores manufactureros de Estados Unidos y
México; 2) nuestra segunda hipótesis es que los flujos reales netos de capital hacia México y los gastos de consumo final
del gobierno mexicano también contribuyen a explicar, pero en menor medida, una parte de la trayectoria de largo plazo
del tipo de cambio real mexicano. Para continuar con este análisis, primero reescribimos las ecuaciones 14 y 15,
Dónde: lrxri t, el logaritmo del índice del tipo de cambio real de pesos / dólar;
una, un término constante; T, una tendencia temporal; lrulcri t, el logaritmo del índice de trabajo unitario real
26 Martínez
relación de costos (US-Mex); nci Mext, entradas netas de capital a México en dólares estadounidenses constantes; 4
lg Mext, el logaritmo del gasto de consumo final del gobierno general en constante
Dólares estadounidenses; tu 1 t y tu 2 t, términos de error.
Tabla 2
Resultados de ECM para México-EE. UU., 1971-2011
Regresor Coeficiente T-radio [problema] F-Stat ARDL / DW / R-Bar-cuadrado
4 Los coeficientes de la especificación log-lineal, que son elasticidades y, por tanto, invariantes en la escala, son mucho más fáciles de interpretar. Sin embargo,
la serie para ncf no se calculó en forma logarítmica debido a la presencia de números negativos.
5 Cuanto mayor sea el coeficiente de corrección de errores (en valor absoluto), más rápido será el retorno de la economía a su equilibrio, una vez que sufra
una conmoción (Pesaran y Pesaran, 2009: 311). El ECC de la tabla 2, estimado en -0.62365 (0.13247) sugiere una velocidad moderada de convergencia al
equilibrio.
Una teoría alternativa del intercambio real ... 27
US-Mex ( lrulcri), es decir, de acuerdo con el vector de cointegración, un aumento de 1% en la razón del costo
laboral unitario real (US-Mex) tiende a incrementar en 0.8% el tipo de cambio real. Finalmente, la condición de
estabilidad del ECM se cumple ya que el ECC es menor que 1 y negativo, lo que sugiere que el lrulcri Granger
causa el lrxri.
Además, con la ecuación 22, a través de dos métodos diferentes, determinamos que lrulcri actúa
como la variable de 'forzamiento a largo plazo'. El primer método está representado por el ECM en la tabla 2,
donde la significancia del estadístico F cuando el lrcxri es la variable dependiente indica que lrulcri Causa de
Granger lrxri. Sin embargo cuando
lrulcri actúa como la variable dependiente en un ECM, las estadísticas F caen muy por debajo del límite inferior, lo
que indica que lrulcri es una variable endógena. El segundo método consistió en la aplicación de dos pruebas de
exogeneidad de Wu-Hausman. 6 La primera prueba de exogeneidad indica que lrcri es una variable exógena,
mientras que la segunda prueba de exogeneidad indica que lrulcri es una variable endógena. La conclusión de
estas pruebas econométricas es que para el período 1971-2011, la trayectoria de largo plazo del tipo de cambio
real se explicó por los cambios en la razón del costo laboral unitario real (US-Mex).
Tabla 3
Resultados de ECM para México-EE. UU., 1976-2011
Regresor Coeficiente T-radio [problema] F-Stat ARDL / DW / R-Bar-cuadrado
La tabla 3 muestra la relación de largo plazo o de cointegración junto con la ECC (velocidad de
ajuste) asociada a la ecuación 23. En la tabla 3 presentamos un período diferente (1976-2011) ya que no pudimos
encontrar un vector de cointegración significativo para la anterior períodos. Aquí nuevamente el logaritmo del índice
de tipo de cambio real ( lrxri) es la variable dependiente. Sin embargo, este es un modelo más general, donde los
signos esperados y la significancia estadística de los parámetros en el vector de cointegración indican una fuerte
correlación de largo plazo (elasticidad) entre el logaritmo del tipo de cambio real ( lrxri), el logaritmo de la relación
costo laboral unitario real US-Mex ( lrulcre), el capital neto
6 La prueba de exogeneidad de Wu-Hausman es un estadístico F bajo la hipótesis nula de exogeneidad. En el caso de la presente solicitud, la
primera prueba acepta la hipótesis nula, es decir, el estadístico F (0.279) indica que el lrulcri
es una variable exógena. Mientras que en la segunda prueba el estadístico F (7,65) indica que el lrxri es una variable endógena.
28 Martínez
entradas a México nci), y el logaritmo del gasto en consumo final del gobierno general ( lg). Cabe señalar
dos diferencias importantes de este último modelo con el modelo anterior de la tabla 2, es decir, no solo el
coeficiente de la lrulcri reduce un poco (de 0.82 a 0.55) pero también el R-cuadrado ajustado aumenta
significativamente (de 0.33 a 0.73) cuando agregamos el logaritmo del gasto público y las entradas netas
de capital a México en el modelo, lo que significa que estas variables también contribuyen a explicar el
comportamiento de largo plazo del tipo de cambio real.
Cuadro 4
La Tabla 4 muestra otro modelo ARDL-ECM asociado a la ecuación 23 (similar a ese modelo de
la tabla 3) pero con un período diferente (1983-211) ya que no pudimos encontrar vectores de cointegración
más significativos para períodos anteriores o posteriores. Aquí es importante señalar dos cosas. Primero, en
las tablas 3 y 4 los coeficientes son casi iguales. Sin embargo, el R-cuadrado ajustado en la tabla 4 aumenta
un considerable 9% (de 0,728 a 0,818). En segundo lugar, los signos de los coeficientes son los mismos en
ambas tablas, lo que indica que lrxri y el lrulcri tener una relación positiva a largo plazo y una negativa con el lg
y el nci. En este modelo de la tabla 4, el vector de cointegración sugiere que un aumento del 1% en la lrulcri aumenta
en un 0,6% la
lrxri; también sugiere que un aumento del 1% en la lg Disminuye en 0.413% la lrxri; Con respeto a nci,
El vector de cointegración sugiere que un aumento de mil millones de dólares en un año tiende a
disminuir en 1.76% anual rxr. 7
Finalmente, para el período 1983-2011, decidimos ejecutar dos modelos ECM adicionales con
el fin de estimar, mediante un método de comparación entre los R-cuadrados ajustados de las tablas 4, 5 y
6, la contribución individual de la lrulcri, los
nci, y el lg a la explicación a corto y largo plazo de la lrxri. La Tabla 5 muestra un
7 El coeficiente del ncf es una semielástica, por lo que si multiplicamos este coeficiente por 100, obtenemos la tasa de crecimiento del rxr.
Una teoría alternativa del intercambio real ... 29
Modelo ECM-ARDL donde el lrulcri es la variable dependiente y la lrulcri son las variables
independientes. El cuadrado R ajustado de la tabla 5 indica que el lrulcri
explica en un 41,8% los cambios en la lrxri.
Cuadro 5
Tabla 6
Resultados de ECM para México-EE. UU., 1983-2011
Regresor Coeficiente T-radio [problema] F-Stat ARDL / DW / R-Bar-cuadrado
Observaciones finales
Este artículo presenta un enfoque alternativo para la determinación del tipo de cambio real. Nuestro método se
basa en el enfoque clásico de la teoría de la competencia desarrollado en Shaikh (1980, 1991, 1999b y 2013). De
nuestro marco teórico y evidencia empírica podemos concluir dos cosas: primero, que ni las versiones absoluta ni
relativa de la PPP se mantendrán en general; segundo, que las devaluaciones no tendrán un efecto duradero en
las balanzas comerciales, a menos que estén acompañadas de cambios fundamentales en los costos reales de
producción de las naciones (es decir, en los salarios reales y la productividad nacionales).
30 Martínez
Los resultados empíricos de nuestro modelo alternativo muestran que, en contraste con la hipótesis de
la PPA, el costo laboral unitario real del sector manufacturero entre las economías de Estados Unidos y México es una
buena aproximación para estimar el tipo de cambio real efectivo. Nuestros modelos econométricos muestran evidencia
de que estas dos variables, así como las entradas netas reales de capital a México y los gastos de consumo final del
gobierno, están relacionadas estructuralmente. Sin embargo, para el período 1983-2011, mostramos que la razón del
costo laboral unitario relativo real (US-Mex) es la variable más importante para explicar el comportamiento de largo
plazo del tipo de cambio real mexicano.
De nuestros modelos ARDL-ECM y análisis estadísticos también podemos sacar las siguientes
conclusiones. Primero el lrulcri y el lrxri están positivamente correlacionados pero el lrulcri actúa como una
variable exógena (variable de 'forzamiento a largo plazo'), que tiende a determinar la tendencia a largo plazo del lrxri.
Por tanto, podemos sugerir que la apreciación del tipo de cambio real que la economía mexicana ha observado
sistemáticamente en los últimos veinte años se ha debido, en gran medida, a la falta de capital (inversión) y
productividad suficiente en su sector manufacturero frente a -visto el sector manufacturero de los EE. UU. En
segundo lugar, los resultados econométricos también indican que un aumento (disminución) del gasto público
(que está altamente correlacionado con los ingresos de las exportaciones de petróleo) y las entradas netas reales
de capital a México tienden a apreciar (depreciar) el tipo de cambio real en el país. largo plazo.
La validación empírica de este modelo alternativo explica por qué, luego de las múltiples
devaluaciones dramáticas de la moneda mexicana (1976, 1982, 1986-88,
1994), este país, independientemente del régimen cambiario, no ha logrado mantener un nivel de
competitividad adecuado para equilibrar su comercio internacional. Nuestra teoría alternativa implica que, en
general, la posición competitiva de las empresas en la industria manufacturera mexicana ha estado muy lejos
de las empresas reguladoras internacionalmente en la industria manufacturera global (especialmente las de
China). Por lo tanto, mientras la economía mexicana no mejore sus condiciones técnicas generales de
producción, México estará estructuralmente en desventaja con respecto a los costos reales de producción de
sus industrias nacionales frente a su competidor y, como resultado, México tendrá un comercio permanente.
déficits.
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