DE ALIMENTOS
EN EL SIGLO XIX
DE LA COCINA TRADICIONAL AL HORNO ELÉCTRICO adquiría en el mercado o con los vendedores am-
Hasta fines del siglo XIX, las cocinas de la clase me- bulantes.
dia de la región central del país fueron similares a las Al finalizar el siglo, en algunas casas ricas o en el
de la época colonial. Si observamos los cuadros ti- norte del país se podían encontrar las nuevas coci-
tulados Cocína mexicana de Agustín Arrieta o de An- nas alemanas y norteamericanas de hierro colado,
tonio Serrano, o las Cocínas poblanas pintadas por que convivían con los tradicionales fogones. Poco
Eduard Pingret, e incluso las obras de pintores cu- después aparecieron las primeras estufas y hornos
yos nombres quedaron en el anonimato, podremos eléctricos .
ver hasta qué punto se parecen este tipo de cocinas.
Se conservó el poyo de cemento con dos o tres fo- HELADOS y BOTE DE HIELE RAS
gones, que podía tener un hueco semicircular en la Cuando las cumbres nevadas no eran muy distan-
parte inferior, donde se guardaba la leña o algunos tes, el hielo se llevaba desde ahí hasta las ciudades,
enseres culinarios, yen algunos casos, sobre otro como era el caso de la ciudad de México . La nieve y
poyo, podía haber un pequeño horno de bóveda he- el hielo continuaron manejándose por medio de es-
cho de barro. tancos, esto es, se daban permisos como prerroga-
Las mujeres de la casa tiva a ciertos comerciantes,
tenían a su cargo encender que daban a cambio un im-
el fuego desde muy tem-
prana hora, para preparar
1!la~ U~.
(onserve los Alimentos Puros e;adO puesto al gobierno federal.
Hacia 1860 se fundó la
I
Ot usando uno nueslros REFRIGERADORES SANITARIOS
cuya cOtlllrveci6n es colmo de '- pcrfa:ci6a.
ti
el atole o el café del desa- V. de tanque 6t hielo
provisto
permltetenerio lim,*, tn lodo tiempo.
11ft lo que
rtOIOvible. primera fábrica de hielo, y
I
!I
yuno, y 10 mantenían en-
cendido para el almuerzo , ;;;
~
II cOIIltlnle clrculldo" 6e . Ire relri,,,...60, impi4e la
ulslelKiI 4t mttroWos 11
Estos Refrigeradores
conservan los alimentos
Icnporeu.cualquier desde entonces este pro-
ducto empezó a ser tan di-
I
Ahora flVHtro surtido es , .pktlsbno. luto en REFRtQERA,OORES propios para ct5l!
de. Se finalizaba con la me- ¿g ¡ priv.us. WfDO ,.... at&blecmientOl
de btbkIas.
cGllWtílibla y los cafés, las neverías a la
rienda o con la cena, que PR(;GIO: usanza italiana, en las que
ii se servía entre 8 y 10 de
la noche . Para cocinar los
consistentes pucheros u
ollas, en los que se combi-
3 DESDE 37 PESOS EN ADELANTE.
MOSL.E!R:. OO,,",BN & COOK, 8UCR.
Apartado 0158. 2 ••
se ofrecían helados, nieves
o sorbetes, para placer de
d. tan f'ran ol.oo. Ver.ara '1 Cinco da Ma yo. M'"lco, D. ,.,
niños y adultos . En los re-
cetarios de la época se re-
I naban verduras con carnes Anuncio de refrigerador que apareció en un diario gistra un buen número de
I
!I
de res, carnero y pollo, era nacional de fines del siglo XIX. Se reprodujo de
necesaria una buena canti- Cristina Barros y Marco Buenrostro, Vida cotidiana. tes, hechos con diversas
recetas de helados sorbe-
i dad de carbón, el cual se Ciudad de México. 1850-1910, México, 1996, p . 86. frutas, verduras y flores .
l·....
Para elaborarlos había que contar con una sorbe-
tera, garrafa o garrafón de hojalata, aunque era más
apreciado el estaño , porque éste, al transmitir más
lentamente el frío , dejaba tiempo para agitar la mez-
cla de frutas, agua o leche , para obtener así una tex-
tura cremosa, razón por la cual se les llamaba tam-
bién mantecados . Se recomendaba que en el caso
de las frutas o flores cuyo color era alterado por el
estaño, o bien cuando los ingredientes eran muy áci-
dos , se utilizaran garrafas o botes de plata. Para man-
tener el hielo o la nieve a baja temperatura, para que
de esta forma durase más tiempo , se le añadía una
tercera parte de su peso de sal común, aunque tam-
:1 bién podía añadirse sosa o nitro.
Hacia fines del siglo aparecieron los llamados re-
frigeradores o hieleras - un lujo sólo asequible para
) las familias de mayores ingresos-, que solían ser de
3 madera de encino americano . Los de uso domésti-
co podían medir hasta dos metros de alto, tenían
compartimientos de lámina de estaño y, en la parte
superior, un contenedor, en el que se colocaban las
marquetas o grandes trozos de hielo . Éste se entre- Cocina poblana, óleo pintado por Eduardo Pingret en
gaba a domicilio en transportes adecuados . 1854. Colección del Museo Nacional de Historia, INAH.
{
ARQUEOLOGÍA MEXICA~A
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ÑA~ ~~~¡~~5~RND~E~~~~1~~E~~~ mS~~9 México antiguo .
s u M A R I o
Representación 24 Investigación 54 ETNOBOT ÁNICA
de algunas reciente sobre plantas
plantas medicinales medicinales mexicanas
en la a rqueología Érika Ri vera Arce De hierbas y herbolarios 60
Ano Ma. L. Velasco Lo:ano en el México actual
La investi gación científica so- Palll Hersc/¡ Mar/íne:
Las plantas curati vas fueron bre plantas med icinales ha te-
plasmadas en diversos obje- ni do un a ampli a trayec toria a En el uso empírico de la herbo-
tos cerám icos, en esc ultu ras y lo largo de la histori a de M éx i- laria mexicana se ex presan no
pinturas mura les, así como en la co. Ac tu almente se llevan a ca- só lo la di vers idad natu ra l y cul-
arquitectura preh ispán ica. Todos bo estud ios para el desarro ll o y tural de Méx ico, sino también la
ellos constituyen test imonios de uso de medi camentos a base de inventi va y riqueza de l saber
información muy valiosa. plantas . popular.
HISTORIA
aftas
Mucho agradecería aclarar la procedencia
de las fotografías del Tetzcotzinco que apa-
recen en las pp. 52 Y53 del núm. 38 de la
revista Arqueología Mexicana.
Éstas fueron tomadas hace tres años
como parte de un estudio llevado a cabo
por Protetzcotzinco, A. C. , una organiza-
Los MAPAS DE CUAUHTlNCHAN de Cuauhtinchan 3 y Mapa de Cuauhtin- ción no gubernamental dedicada al resca-
chan 2) y 23 (sección B3 del Mapa de te del sitio de los antiguos jardines del rey
En el artículo sobre los Mapas de Cuauh- Cuauhtin chan 2). Ofrecemos aquí, con una Nezahualcóyotl. Amablemente, su mesa
tin chan de la doctora Keiko Yoneda, pu- disculpa a la autora, la versión correcta. directiva concedió el permiso para publi-
blicado en el núm. 38, aparecieron algunas Asimismo, en la p. 23, donde dice : "de carlas y así ilustrar el artículo de Rodrigo
imprecisiones en la ubicación de los ele- acuerdo con el 1", debe decir: "de acuerdo Martínez Baracs.
mentos de los mapas de las pp. 19 (Mapa con el Mapa de Cuauhtin chan 2" . Michael Calderwood
Dos VAS[JAS
2 / AR QUEOLOG íA MEXICANA
cer notar que la manta con dibujos de la va- CIUDADES MAYAS Borgia, el Laud, el Féjérváry Ma yer, el
sija 2 conejo, según Sahagún, en náhuatl es Nuttall, los cuales son verdaderamente
ometoctecomayo ti/matl¡, y no meramen- Quiero enviar una cordial felicitación a hermosos . Poseo la tercera parte del Có-
te ometechtecomayo, como se acota equi- todo el equipo que integra la revista Ar- dice Madrid en un facsímil que recibí de
vocadamente en las figuras 10 Y 11 . queología Mexicana , especialmente a los obsequio en una revista sobre arqueolo-
Ulf Bankmann, Berlín, Alemania arqueólogos José Huchim y Lourdes Tos- gía. ¿Sería posible que Arqueología Me-
cano, por el artículo del núm . 37 sobre la xicana, como suplemento o de cualquier
CÓDlCEARAO restauración del Cuadrángulo de los Pája- otra forma , presentara facsímiles de có-
ros, en Uxmal. dices para el público interesado? Sería
En relación con la espléndida edición so- Soy estudiante y me parece muy im- extraordinario. También me uno a la pro-
bre códices coloniales de A rqueología Me- portante que las personas jóvenes, como , puesta de una lectora que en un número
xicana , núm . 38, y con el fin exclusivo de yo, conozcan más y con mayor claridad so- pasado hace una sugerencia, en el sentido
actualizar la información , quiero referir- bre las culturas mesoamericanas, especial- de que el náhuatl sea la segunda lengua
me mu y brevemente al cuadro titulado mente sobre la cultura maya. Me siento or- oficial de nuestro país: eso nos identifica-
"Códices coloniales (selección)", que tie- gulloso de que su prestigiada publicación ría auténticamente como mexicanos .
ne información de la maestra Perla Valle muestre y estudie nuestro legado cultural. J. Antonio López Romo,
(pp. 14-15). En el recuadro sobre Michoa- Cabe señalar que los trabajos arqueológi- Acaponeta, Nayarit
cán, el último de los códices mencionados cos que se realizan en la zona maya son de
se titula Tributos de Tzintzuntzan y Tlal- gran importancia, porque se dan a conocer RECTIFICACIONES
pujaua. Sin duda, esta denominación se nuevos secretos y se destacan investiga- SOBRE "Los MA YAS"
debe a los autores Glass y Robertson , am- ciones y hechos pasados.
pliamente conocidos, la cual se registra en Como ejemplos quiero citar la llamada Corregimos algunas imprecisiones que
su obra que aparece en la sección "Para leer Liga de Mayapán , la cual es mencionada aparecieron en la nota sobre la exposición
más ... " (p. 75) , del mismo número. Ahora en di versas crónicas indígenas y por mu- titulada "Los mayas", la cual se publicó
bien, en junio de 1994 tuve la oportunidad chos investigadores, y la restauración y en el núm. 38, p. 76.
de participar en el Segundo Simposio de conservación de edificios realmente be- Dice: " .. .comprende 540 piezas ... ",
Códices y Documentos sobre México (Ha- llos, como los de Uxmal. debe decir: " ... comprende 557 piezas ... "
cienda del Chorrillo, Taxco, Guerrero), en Oj alá publicaran un artículo sobre Dice:" ... documenta el desarrollo de 20 si-
donde presenté un trabajo en el que, preci- los trabajos que se hacen en Guatemala, Be- glos de civilización ... ", debe decir: " ... do-
samente, planteaba una revisión a la deno- lice, Honduras y El Salvador para rescatar cumenta el desarrollo de más de 20 siglos
minación de ese códice, señalaba los erro- muchas ciudades que tu vieron relaciones de civilización ... " Dice: " . ..a través de un
res de paleografía de Pablo Beaumont, la con sitios de la zona maya de México. recorrido temático en el cual se explican
inexacta traducción de Glass y Robertson Iván Garduño Toledo, detalladamente las distintas fases - origen,
del español al inglés, y proponía su rein- Ecatepec, estado de México florecimiento y decadencia- de este sin-
terpretación bajo el nombre de Códice gular pueblo", debe decir: "a través de un
Arao (se presentaba ahí mismo otro docu- FACSÍMILES DE CÓDICES recorrido temático en el cual se muestran
mento muy relacionado con éste, llamado los logros culturales de este singular pue-
Códice Cutzio , ambos de lugares cercanos Expreso mi más sincero aprecio por el tra- blo ... " Dice: "La escritura es otro aspecto
a Huetamo, Michoacán ; véase Arqueolo - bajo que realizan en cada revista. A lo lar- particular en el que se concentran muchas
gía Mexicana , núm .19, p. 35). Este traba- go de los años en que ésta ha circulado, he de las investigaciones actuales, y se ofre-
jo fue publicado después en las memorias logrado ver la grandeza que estaba ente- ce un estudio detallado del calendario
del simposio con el título de Códices y do- rrada y casi olvidada de tantas muestras de maya .. . ", debe decir: "La escritura es otro
cumentos sobre México. Segundo Simpo- la maestría indígena en todas las manifes- aspecto particular en el que se concentran
sio, vol. 11, Salvador Rueda Smithers Ced.), taciones del arte. muchas de las investigaciones actuales en
pp. 397-413, INA H, 1997 . Denominación Es un verdadero orgullo formar parte las que se realiza un estudio detallado del
semejante fue la que le atribuyó José Luis de este pasado y lo es más la labor de la calendario maya ... " Dice: " ... lamayorpar-
Martínez Hernández a este códice bajo el revista que ustedes editan, difusora direc- te de los objetos datan del periodo Preclá-
título Tributos de Tzintzuntzan en el cua- ta del conocimiento de nuestros antepasa- sico, que finalizó hacia el año 150 d. C. ",
dro de su artículo "Lorenzo Boturini y su dos: que así sea para siempre. Poseo todas debe decir: " ... la mayor parte de los obje-
Museo Hi stórico Indiano", Arqueología y cada una de sus publicaciones, y me han tos datan del periodo Clásico, que finalizó
Mexicana, núm. 15, 1995. Reitero que el impactado las que muestran los murales, hacia el año 900 d. C."
objetivo de la presente es con fines infor- los códices, la arquitectura, la escultura y
mati vos e invitaría a los interesados a con- la cerámica. • Arqueología Mexicana se reserva el derecho de
edi ción de las cartas por razones de espacio y con-
sultar dicho artículo, ¿o es que los códices Deseo a manera de sugerencia que en
tenido. Pedimos atentamente a quienes envíen sus
coloniales de Michoacán no entran en la alguna edición especial se aborden temas cartas que éstas no excedan una cuartilla, y que nos
atención mesoamericana? sobre los códices, en particular los de fac- proporcionen sus datos completos: nombre, direc-
Dr. Carlos S. Paredes Martínez, CIESAS tura realmente indígena, como el Códice ción y teléfono.
CARTAS / 3
Plantas
medicinales
del México
prehispánico
R OBERT B YE, EDELMIRA LINARES
EVIDENCIAS INDIRECTAS
EN CONTEXTOS ARQUEOLÓGICOS
.... AGUACATE
• Auacaquáhuitl .... BRASIL
• Persea americana • Tlah cuilolquáuitl
• Semillas, hojas, cáscaras • Haematoxylum brasiletto
• Tomada en infusión, • Madera
aplicada localmente • Tomada en infusión
• Cabello reseco, padecimientos • Diarrea, nervios, circulación
de la piel, disentería, parásitos
intestinales, inducción del parto
CEMPASl'Cl-nL ~ COCOLMECA ~
• Cel11poalxóchitl • Cozolmécatl
• Tagetes erecta • Sl11ilax spp,
• Flores, hojas • Raíz
• Tomada con pulque • Tomada en infusión
yen infusión • Para purificar la
• Inflamación del sangre, sobrepeso
estómago, fiebre, diarrea
PERICÓ' ~
GU\.\BA ~
• Yauhtli
• Xalxócotl • Tagetes lucida
• Psidiulll guajava • Parte aérea
• Frutos, hojas. corteza • Tomada en infusión,
• Tomada en infusión fomentos
• Bilis, disentería, • Dolor de vientre, diarrea,
vómito, sarna fiebre, tos
ESTAFIATE ~ T ORONJ IL ~
'/ztáuhyatl • Tlalahuéhuetl
• Artelllisia mexicana • Agastache mexicana
• Parte aérea • Toda la planta
• Tomada en infusión o • Tomada en infusión
masticada • Susto, indigestión, nervios,
• Cólicos, dolores de intestino, corazón, insomnio, úlceras
disentería, vómito, bilis
..
12/ ARQUEOLOGÍA MEXICANA
S MEXICANAS *
.... CAPLLí~
.... CACHA~I • Capolin
• Péyotl • Prunus sero/ina spp. capuli
?tia • Roldana sessilifolia • Frutos, hojas, corteza, raíz
• Raíz • Tomada en infusión
• Tomada en infusión • Cólicos intestinales,
• Tos, fiebre, esterilidad estreñimiento, padecimientos
respiralorios, tos
EPAZO"IE ~ TOLOACHE ~
• Epázotl • Toloa
• Teloxys ambrosioides • Da/ura s/ralllonillln
• Toda la pl anta • Parte aérea
• Tomada en infusión • Aplicada localmente
• Asma, disentería, parásitos • Fiebre, inflamación,
intestinales, desalojo dolores reumáticos,
de lombrices hemorroides, várices
PNiLICA ~ POLEO ~
• TOlllázquirl • Aróchierl
• Arcrosraphylos punge/IS • Cunila Iyrhrifolia
• Toda la pl anta • Parte aérea
• Tomada en infusión • Tomada en infusión,
• Diurético, padecimientos inhalación del vapor
renales, catarro, inflamación • Catarro, bronquitis,
del vientre ronquera
y ULOSUCHIL ~ O~TIGA ~
• Yolloxóchirl • Tzi/zicaz/Ii
• Talalllna mexicana • Urtica dioica
• Flores, semillas, corteza • Parte aérea
• Tomada en infusión • Tomada en infusión,
• Diurético, fiebre , corazón, aplicada localmente
circul ación, nervios • Reuma, mala circulac ión
• En orden consecutivo, se consigna: nombre común, nombre indígena, nombre científico, partes utilizadas, forma de aplicación y usos contemporáneos más comunes. INFORMACiÓN: ROSERT BYE
, (''''~lF
'f""" .7iI?lr '~~!
can es muy parecida a ésta.
Sigo aqu í las investigaciones de Doris Heyden, quien bus- '" _ ......
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có descifrar la identidad de esta figura. La autora señala, en .-
, ,. ,.",..;, '
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apoyo a la posibilidad de que el Tl alocan esté presidido por una
primera o antiquísima Xochiquétzal, que el cronista Diego Mu- ,., y' ~.: ",,;;"" ";.
~{.
ñoz Camargo hace en su Historia de Tlaxcala una descripción .0, ., • .,Oco,
14. En el mural conocido como de la ciencia médica, en Tepantitla, se observa que varios individuos, pintados de igual manera
que en el mural del Tlalocan, son tratados de diversas enfermedades o lesiones. Reproducción en la Sala Teotihuacan, ~1NA.
20 I ARQUEOLOGíA M EX ICANA
A mí me parece que esa fig ura representa al árbol que los En la parte inferior aparecen plantas floridas que se diferen-
morelenses llaman hoy casahuate, el Ipomea arborea, que po- cian por el glifo que tienen en la base de su tallo. La identifica-
see dos características interesantes : la primera, que es un árbol ción de estas plantas es sumamente difícil , ya que varias pre-
considerado mágico hasta nuestros días en todo el altiplano me- sentan prácticamente el mismo dibujo: un vegetal de un solo
xicano, por el hecho, nada insignificante, de que florece -con tallo (¿árboles?), con ramas y hojas a los lados que terminan en
vistosas flores blancas acampanadas- precisamente en la épo- flores de cuatro pétalos (fig. 12). La excepción es aún más in-
ca del año en que menos agua hay en la zona, con lo que "anun- trigante: en ese mismo lugar se observa una figura humana acos-
cia" -según la creencia popular- la llegada de las lluvias mien- tada, pintada de azul, que tiene en la cabeza un tocado de pa-
tras se nutre, él solo, del "agua profunda". La segunda es que, pel. Junto a ella se representa una planta de varios tallos y con
al ser alucinógenas, sus flores se usan en la medicina popular flores diferentes a las antes mencionadas (fig. 11 ). Una peque-
aplicadas sobre el cuerpo para tratar padecimientos "del agua ña figura sedente sostiene una sonaja en una mano, mientras
y el frío", de manera semejante a como se utilizan las Datura. sopla a través de un tallo de la misma planta algo que se derra-
Como dato complementario cabría señalar que este árbol está ma·sobre el personaje pintado de azul.
siempre cubierto de insectos, sobre todo arañas y mariposas, Para agregar entusiasmo a la especulación (y con ello inte-
que encuentran sustento en él, pues rés a quienes se propongan en el
resiste esplendorosamente cuando futuro seguir estudiando este ma-
el altiplano se torna árido y sin vida. ravilloso mural) , agregaré el dato
En el mural del Tlalocan, la de que debajo de la hilera de plan-
planta a la que me estoy refirien- tas que podrían ser medicinales se
do, que a mi juicio es un árbol más observa una banda, a todo lo largo
que una enredadera, se representa del fragmento del mural, que con-
con abundantes flores blancas y tiene parcelas (¿cultivos?) que for-
numerosos insectos recorren sus man un tablero, del cual se ven sur-
ramas. Por otra parte, es bien sabi- gir, en perspectiva aérea, plantas
do que las plantas medicinales más cuyas cabezuelas semejan las típi-
importantes del mundo prehispá- cas del género Papa ver (fig. 13).
nico, y que hoy entran en la cla- La posibilidad de que esto sea así
sificación de alucinógenas, eran es interesante, porque mucho se ha
usadas en un contexto médico ori- discutido si el Papaver somnife-
ginal integrado a la religión, por lo rum (opio), o algunas de sus va-
que no es extraño que correspon- riedades, existieron o no en el te-
dan a las pocas representaciones rritorio mesoamericano, y con ello
con que se cuenta en sitios consi- el conocimiento de potentes anal-
derados sagrados. gésicos. Aparte de las Argemo-
ne, género perteneciente a la fa-
MURAL DE LA MEDICINA milia de las papaveráceas y cuyo
principal exponente en nuestra
En otra sección del mismo patio, flora medicinal actual es el chica-
se rescató un fragmento de un mu- lote, no se conocen especies me-
ral más pequeño, en el que perso- dicinales nativas con las caracte-
nas dibuj adas de igual manera a las 15. Personaje que recibe atención por una lesión en la boca.
rísticas del opio.
que se ven en el mural de Xochi- Mural de la ciencia médica. La información sobre medici-
quétzal, son atendidas de diversas na herbolaria prehispánica me-
enfermedades o lesiones (fig. 14). No está claro si este frag- diante la simbología presente en murales de templos y recintos
mento pertenece al conjunto que denominamos Tlalocan, o si arqueológicos está aún muy lejos de ser dilucidada, pero ofre-
al estar en algún otro de los muros del recinto cumplía un dife- ce la posibilidad de obtener una visión más integral del pensa-
rente propósito ilustrativo. En él se observan escenas que re- miento médico. Es un hecho, corroborado por los cronistas de
construyen tratamientos curativos (fig. 15); unos a otros, los la época, que los antiguos mexicanos trasmitían el conocimien-
individuos se aplican emplastos en diversas partes del cuerpo. to mediante pinturas murales realizadas en los centros de edu-
Este fragmento es importante porque, además del valor plás- cación. Suponemos que en esas pinturas los eruditos resumie-
tico de las imágenes (muchas de ellas más cerca de nuestra per- ron los mensajes formativos con toda la intensidad y el
cepción del arte contemporáneo), contiene información expre- sincretismo requeridos. ¿En alguno de los cientos de sitios ar-
sada con símbolos, quizá nombres que hacen referencia a plantas queológicos aún por desenterrar estará algún calmécac espe-
que están colocadas precisamente en el sitio donde se practica- rando ser redescubierto en el siglo XXI? ~
ban las curaciones. Esto me hace suponer que esas plantas son
específicamente medicinales. De ser así, éste sería el registro Xavier Lozoya. Médico e investigador en plantas medicinales del Centro Mé-
más antiguo de un herbario medicinal en Mesoamérica. dico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social.
I e ¡f!or/ .
[~ ,:!{jmnfnk. cm!.; 71)J1/J,,~,L. Mli!<mh~'5 r.,4tx
'jT1I17"5 fr.,;;' -nfo/Tnlú'?fo<to IN""fi"t>á"" nco""",t"iIL I
r,,,,, ~"¡;·o rhill. 7/1,, 11d &orfHlC.f!$... f{¡'C"""lC1/H.:ror~ifl·1ur~
a~ftjJrr7~!flr . l'nrtJNl u c.;=rrfú
:xoXÍrJ,6tpu 7Na fraCroc-kiFf .
Éste es un libro manuscrito, elaborado en México en 1552, que consta de dibujos a color de cerca de 150 plantas medici-
nales autóctonas, los cuales están acompañados de textos en latín en que se refieren sus propiedades curativas. Este "her-
bario" medicinal de clásico estilo europeo medieval, s~ hizo con la intención de mostrar al rey de España la habilidad ar-
tística y los avances en el conocimiento del latín de los indios que eran alumnos del Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco,
en la ciudad de México. Un médico indígena de edad avanzada, Martín de la Cruz, oriundo de Tlatelolco, fue llamado por
los directivos del colegio para que contara en lengua náhuatllo que sabía sobre algunas hierbas medicinales. Juan Badia-
no, unjoven indio alumno del mismo colegio, tradujo del náhuatl al latín la información, al tiempo que otros alumnos di-
bujaban las plantas documentadas para mostrar su habilidad en el estilo artístico europeo. Elaborado de prisa y enviado a
España con el hijo del virrey Antonio de Mendoza, el libro nunca fue visto por el rey, y luego de truculentas decisiones
quedó archivado en la biblioteca del Vaticano en Roma, sin que se divulgara su contenido. El "librito" fue redescubierto
hasta el siglo xx por historiadores norteamericanos, quienes lo confundieron con un códice azteca prehispánico y lo lla-
maron Códice De la Cruz-Badiano o simplemente Códice Badiano. La obra, que es el primer herbario colonial, ha sido
motivo de varios estudios artísticos y médicos que lo han convertido en la fuente bibliográfica más antigua sobre herbola-
ria medicinal indígena de México. Actualmente se encuentra en el Museo Nacional de Antropología.
Xavier Lozoya
Las representaciones de
algunas plantas medicinales
en la escultura, la pintura
y la cerámica proporcionan
valiosa información sobre las
especies utilizadas por los
pueblos mesoamericanos,
entre las que destacan
el maíz, el cacao, el
cempoalxóchitl y el peyote.
Xochipilli es transportado en
una litera adornada con tallos
y mazorcas de maíz. Nahua.
Códice Magliabechiallo , f. 35r.
AEPAOGRAFfA: MARCO ANTONIO PACHECO I RA leES
EL CACAO
EL CEMPOALXÓCHITL y EL PE RI CÓN
28 / ARQUEOLOGíA M EX ICANA
za, y por vía oral se usaba para los dolo-
Plato policromo con la res de estómago. El pericón ha tenido
representación de una calabaza. muchas aplicaciones medicinales y má-
Cultura maya. Clásico. gicas, ya que sirve para bajar la fieb re,
Procedencia desconocida. resolver problemas menstruales, com-
FOTO: e MICHEL ZABÉ I RIZZOLl -INAH
batir la diarrea, como protección al cru-
zar un río, contra los aires, para resguar-
do de la milpa, y para curar heridas de
rayo y empacho. Enestas plantas noexis-
te una barrera entre lo mágico, lo sagra-
do y lo puramente curativo.
EL PEYOTE
.
-·'\49~W
.¡....~"", ,~
..;;:.,....~ Otras plantas de características psico-
.~~,~: ~ ....'" activas, consideradas sagradas y medi-
' 'i'~'..
....~. '.
-l.~¡, ,.
,....~~
"
El aprovechamiento de la
notable variedad de plantas
que ofrece el suelo mexicano
es el fruto de una ancestral
relación del hombre de estas
tierras con la naturaleza, de la
que se derivó el conocimiento
preciso de las características
El cozolmécatl, utilizado para tratar la sífil is, era una de las plantas
y efectos de numerosas mexicanas relacionadas botánica mente con la za rzapar rilla. Francisco
Hernández, Historia Natural de Nueva Espaiia. lib. V. cap. LXXII.
plantas medicinales. DIGITALIZACiÓN. RAICES
30 I ARQUEOLOGfA M EXICAN A
as plantas medicinales son un patrimonio reconocido FUENTES ESCRITAS DEL SIGLO XVI
La qllalllztlacallzllaztli fue renombrada por su utilidad para curar todo tipo de sa rna, incluida
la llamada "sarna de la tierra", que era el mal de bubas o sífilis. Se decía que también
purificaba la orina. Códice Florenti1lo, libro XI, f. 156v.
El fraile franciscano Bernardino de Sahagún (1499-1590) dedicó cerca de 40 años de su vida en México a recopilar infor-
mación sobre las antiguas costumbres de los indios de la cultura náhuatl. Siguiendo una minuciosa técnica de encuesta ob-
tuvo, de los viejos de numerosas poblaciones indias, informes sobre varios aspectos de la vida de una civilización que se
extinguía rápidamente después de la Conquista española. En un voluminoso compendio que se dividió en 12 libros, reali-
zado a partir de 1558 y concluido hacia 1577, Sahagún proporciona información -en textos escritos en náhuatl y en espa-
ñol y acompañados de ilustraciones- sobre la historia, la religión, la organización social y política, el comercio y las cos-
tumbres en general de los mexican9s. Confiscados por el Santo Oficio, los materiales sahaguntinos quedaron archivados
en diversas bibliotecas de España e Italia. El legajo de Florencia (llamado después Códice Florentino) era el más comple-
to, y Sahagún lo consideró la versión más acabada para que sirviera de base en la edición de su Historia de las cosas de
Nueva España. Como en otros casos, la obra no se conoció públicamente en su tiempo. La primera edición la realizó en
1830 Carlos María de Bustamante y sirvió como punto de partida para ediciones posteriores. En la actualidad sigue siendo
materia de estudio y es considerada la fuente escrita más importante sobre el mundo prehispánico mexica. El libro XI está
dedicado a las plantas, a los animales y a diversos aspectos de la medicina antigua. Contiene informació n sobre cerca de
250 plantas medicinales, con numerosas ilustraciones. Sahagún reconoce en el texto que esta parte de la información
le fue proporcionada por Gaspar Matías, Pedro de Santiago, Francisco Simón, Miguel Damián , Felipe Hemández, Pedro
de Raquena, Miguel García y Miguel Motolinía, todos ellos médicos indios de Santiago Tlatelolco.
Xavier Lozoya
36 / ARQUEOLOG fA MEXICANA
· FUENTES DEL SIGLO XVI
El médico español Francisco Hernández (¿1517?-1587) fue comisionado por el rey Felipe II para llevar a cabo una expe-
dición que diera cuenta de las riquezas naturales del territorio conquistado en México. De 1571 a 1577, Hernández reco-
rrió la región central del país y recolectó plantas y animales que describió en una obra titulada Historia natural de Nueva
España. Su contenido es monumental y en ella se describen cerca de 2 000 plantas, la mayor parte medicinales y muchas
de ellas dibujadas por tlacuitos nativos. El manuscrito original con sus ilustraciones fue entregado al rey por el propio Her-
nández. Sin embargo, el libro no corrió con suerte porque su edición se aplazó, tanto por lo voluminoso de la obra como
por las no pocas intrigas palaciegas de las que el médico fue víctima. Murió sin ver publicado su trabajo y un incendio en
El Escorial destruyó los dibujos originales de la colección. En las postrimerías del siglo XVIII se redescubrió el manuscrito
original en una biblioteca jesuita en Madrid, y la corona española procuró con relativo éxito publicar parcialmente la obra.
Sin embargo, el trabajo de Hernández se conoció íntegro hasta el siglo xx, cuando se publicaron en México las obras com-
pletas del ilustre personaje. Los estudios de Germán Somolinos hicieron posible la edición ilustrada de los dos volúmenes
que conforman la Historia natural, hoy considerada la visión española de la herbolaria medicinal indígena de México y la
fuente colonial más completa sobre el tema.
Xavier Lozoya
a asimilación de las plantas del Nuevo especies vegetales americanas. Sin duda alguna, de
Mundo en Europa fue un complejo proce- todas esas plantas, y centrándonos en el ámbito meso-
so que condujo a profundos cambios en la so- americano, hay que destacar el maíz, el frijol, el chile o
ciedad y en la cultura europeas. Su introducción ají, el camote o batata y el cacao, tanto por su papel en la
y uso dieron lugar a importantes transformaciones en la dieta prehi spánica, como por la importancia que lue-
alimentación y en los medicamentos hasta entonces go tuvieron en la cultura alimentaria europea.
utilizados por los europeos, pero también en los jar-
dines y en el paisaje, en las drogas y los venenos, EL MAÍZ
en los colorantes y en muchas otras cosas. Algu-
nas de las nuevas plantas pasaron a un primer pIa- El maíz (Zea mays L.), cuya domesticación al pa-
no en la actividad económica y política, al mismo recer se produjo en Mesoamérica, se cultivaba en
tiempo que iban incorporándose a la ciencia, el casi todo el continente a la llegada de los españo-
arte y la literatura, las creencias y prácticas reli- les, pero era absolutamente desconocido para un
giosas, la magia y las supersticiones. europeo de finales del siglo XV, pese a los intentos
Evidentemente, analizar cuál fue el impacto que se hicieron para encontrarle semejanzas con
que tuvieron las plantas indígenas americanas en algún cereal conocido, como el panizo. Sin em-
la cultura europea es una tarea inmensa; una breve re- bargo, fue quizás la planta americana que más rá-
visión no permitiría, quizás, ni siquiera hacer men- pidamente se difundió en Europa. El propio Cris-
ción de cada una de ellas. Por eso, en t{Ste trabajo tóbal Colón, en el diario de su tercer viaje (1498),
vamos a limitarnos a tratar brevemente lb que repre- escribió: "maíz, que es una simiente que haze una
sentaron para la alimentación y la medicina europeas espiga como una maºorca, de que llevé yo allá, y
de la época del descubrimiento y la conquista. ay ya mucha en Castilla".
Hay que tener en cuenta que el proceso de in-
Los ALIMENTOS troducción del maíz se facilitó tanto por la impor-
tancia de los cereales -a los que se añadió en la ali-
La alimentación, como parte de la cultura de una so- mentación europea- como por las características
ciedad, es un elemento indispensable en el análisis propias de esta planta, en especial su capacidad de
histórico, especialmente en un tema como el que adaptación a cualquier tipo de clima y forma de
nos ocupa, puesto que los alimentos vegetales de cultivo, además de su gran productividad por gra-
origen mesoamericano cambiaron en gran medida no sembrado .
las costumbres alimentarias de los europeos a par- Esta rapidísima difusión provocó que du-
tir del siglo XVI. rante la primera mitad del siglo XVI el verdadero
Ya en los primeros escritos europeos sobre el origen del maíz fuera desconocido para los euro-
Nuevo Mundo aparecen descripciones de los ali - peos y, como se tenía conciencia de que era algo
mentos americanos, muchos de los cuales eran ab- nuevo y exótico, se pensara que procedía de
solutamente distintos a los que se conoCÍan. En Oriente, como lo atestiguan las denominacio-
estas primeras relaciones se llegaron a describir al- nes que recibió en diferentes lenguas. Esta
rededor de 67 alimentos desde diferentes puntos confusión se reflejó incluso en los trata-
de vista. Unas veces se encuentran en relatos de dos botánicos de la época, en concreto
las costumbres y usos de las culturas con las en los que han sido considerados por
que iban tomando contacto; otras, en las na- la historiografía tradicional como los
rraciones de las propias experiencias, es de- primeros renovadores de la botánica, los
cir, en las informaciones sobre aquello de que, entre otras cosas, se proponían es-
Tlaolli o maíz. Fray Juan de Navarro,
lo que tuvieron que alimentarse; por últi- tudiar las pl antas que creCÍan o eran culti-
Historia lIatural o Jardín americallo, f. 231r.
mo, se encuentran en las descripciones de AEPROGRAFiA: MARCO ANTONIO PACHECO { RAreES vadas en el ámbito alemán.
~~
Chilli o chile. Según Francisco Hernández, además de condimento alimenticio, el chile servía para curar el estómago
y provocar la orina y la menstruación. Francisco Hernández, Historia natural de Nueva Espaíia , lib. lIT, cap. CLlIl.
DIGtT ALl ZACIÓN. RAleEs
Apoyomatli, planta medicinal Hoayacan o palo santo. Hernández afirmaba Copalquáhxiotl o árbol leproso,
para curar el mal de ijada o que curaba enfermedades venéreas, pero que uno de los va rios árboles del copal
de estómago. Historia Ilatural era necesario confirmarlo. Historia natural de o incienso de Indias. Historia
o Jardíll americano, f. 17Sr. Nueva Espalia , lib.IX, cap. LXXXVII. Ilatural o Jardín americano, f. lSIr.
REPROGRAFíA: MARCO ANTONIO PACHECO I RAíCES DIGITALIZACiÓN: RAfeES REPROGRAFíA: MARCO ANTONIO PACHECO I RAfeES
tó su vida hacia el Nuevo Mundo. Mandaba muchas Y t:rU.15 y Pla.:'itJ.s, Simientes,)' L icores:
J
también a su virtud expectorante, que cree
~'1 \1 e !lH p ~ r t ~s,dc
q u e IIUCUlm Cll [C h J¡\ ve ndo de gra n.
traer grana, cueros y plantas, entre ellas las de s \irr ude !, y ma raUlllo ro! cfo::co!. puede aprovecharse aspirando el humo. Sin
rJ Hl~h() flJr ({!Doélor Ñ[Q/lJfJu: A1dico de Stui!l:t.
medicinales, y enviaba tejidos y esclavos , embargo, critica a los que "toman el humo
con la misma frialdad que si se tratara de otro del tabaco" como un "pasatiempo" o para
producto comercial. Durante este periodo "emborracharse" . También anota que los in-
aprovechó para estudiar los productos me- dios lo emplean como narcótico, "para qui-
dicinales americanos, como hemos dicho. En tar el cansancio", así como en ceremonias
1565 publicó los primeros resultados en la religiosas y en la vida cotidiana. En este con-
primera parte de su obra, y en 1574 apareció texto, como lo ha destacado López Pi ñero,
la obra completa. Si en la primera parte la Monardes ofrece uno de los estudios más
mayoría de las drogas a las que hace refe- tempranos sobre las toxicomanías, entre las
rencia procedían de Nueva España y las An- que se ocupa de la adicción al bague o Can-
tillas, las de la última venían de Perú. Lo. nabis indica L. y al opio.
Desde el primer momento fueron plagia- Monardes aborda el estudio de cada uno
Arriba: Grabado que representa a
dos algunos fragmentos de la obra de Mo- de los productos americanos, como era ha-
Nicolás Monardes, el cual figura en su
nardes, pero también se tradujo ésta a otros Historia lhedicillal de las cosas que se bitual en aquellos momentos en Europa. En
idiomas, total o parcialmente. Las reedicio- traen de lluestras Indias Occidentales, algunos pasajes aparece muy explícita su
nes fueron sucediéndose en Italia, Francia editado en Sevilla, España. mentalidad renacentista, pero no se enfrenta
e Inglaterra. Hay que señalar que uno de los Abajo: El extenso capítulo sobre el tabaco abiertamente a la autoridad de los clásicos.
es una de las grandes contribuciones
más importantes traductores al latín de los Clasificó cada droga o planta americana se-
de Nicolás Monardes a la
textos de Monardes fue el médico y botáni- farmacognosia (conocimiento gún la doctrina galénica de las cualidades y
co flamenco Charles de l'Escluse o Carolus de las sustancias curativas). sus grados, y de acuerdo con la versión pro-
Clusius, cuyo prestigio contribuyó a la di- pia de la corriente humanista . Amparándose
fusión de las obras del médico sevillano. en estas teorías, encontró nuevos u os a la plantas del Nuevo
En cuanto a las plantas, en la primera parte de su libro Mo- Mundo o interpretó, con arreglo al i tema de conocimiento en-
nardes se ocupa de las resinas, de los purgantes, de tres "medi- tonces vigente en el Viej o Mundo. las aplicaciones que se les
cinas celebradas en todo el mundo" (el guayaco, la china - Smi- daban en el nuevo continente. Se entiende así que en algún mo-
fax pseudo-china L.- y la zarzaparrilla -varias especies, como mento afirmase que las práctica indígenas se ejecutaban sin
la Smilax medica Schlecht-), así como del bálsamo de Perú "orden ni medida" y no eran racionale . aunque ello no es obs-
Sasafrás. Era utilizado para Picietlo tabaco. Esta planta fue Quáuhyetlo tabaco. Dibujo del Códice
aliviar los cólicos intestinales. usada para aliviar, entre otras Pomar (ca. 1590) que procede de la expedición
Historia natural de Nueva enfermedades, el asma. Historia de Francisco Hernández. Biblioteca de la
Espmla, lib. 11, cap CLXIX. natural o Jardíll americano , f. 212r. Universidad de Valencia, España.
DIGITALIZACiÓN: RAleES REPROGRAFíA: MARCO ANTONIO PACHECO I RAicES REPROGRAFiA: JOSÉ LUIS FAESQUET FEBRE A
En 1788 llegaron a la ciudad de México los primeros científicos "ilustrados" en botánica medicinal, que eran miem-
bros de la Real Expedición Botánica de Nueva España. Ellos fundaron la primera cátedra de botánica y formaron a los
primeros "naturalistas" novohispanos, quienes estaban fascinados con la nueva medicina experimental. La ilustración
recrea un gabinete de la ciudad de México, en el que Vicente Cervantes, maestro de botánica, español de 40 años de
edad, dicta clase a los mexicanos. Ahí llegaban frascos con animales raros, cajas con insectos, aves disecadas, semi-
llas, resinas, flores secas, etc. , producto de las colectas de la mencionada Real Expedición Botánica de Nueva España.
Entre los alumnos de la primera cátedra de botánica estuvieron los criollos Mariano Mociño -quien se convertiría en
el científico más importante de su tiempo-, Juan de la Cerda y José Maldonado, y como dibujantes había alumnos
mestizos de la Academia de San Carlos, expertos en el dibujo botánico. También asistieron, como invitados, algunos
de los expedicionarios españoles y Martín de Sessé, director de la expedición.
Xavier Lozoya
N UMERALlA / 45
édicos y
farmacéuticos
•
meX1canos en
el siglo XIX
ELSA MALVIDO, SlLVlA DEL AMO
~ I ARQUEOLOGíA MEXICANA
situación que se dio en forma más constante en la época inde- yock, a quien el populacho bautizó como "merolico". De ori-
pendiente, al no tener que pasar ya por la censura del Tribunal gen judío-polaco, apareció en la ciudad de México en 1879, y
de la Santa Inquisición. trepado en una carroza muy adornada, en plazuelas ofrecía a
Ahora eran los libreros quienes importaban los avances y las gritos curas milagrosas con compuestos "específicos", en par-
modas francesas, españolas, inglesas, alemanas y norteameri- ticular de hierbas como el malvavisco (Hibiscus biseptus), y
canas, para facilitar la entrada de México al mundo de la investi- aguas pintadas o polvos inocuos, que ·supuestamente servían
gación moderna . Había enciclopedistas mexicanos que, alre- para aliviar una gran cantidad de enfermedades, desde expul-
dedor del Museo Nacional, se reunían en sociedades y colegios sar las tenias hasta quitar los callos. Su mayor éxito consistía
para discutir sobre geografía, matemáti- en sacar muelas al tiempo que disparaba
cas, zoología y botánica, sin que importa- un balazo ante el susto del paciente y del
ra su profesión, pues eran grandes sabios. público, que festejaba con aspavientos la
En ese terrible siglo XIX, en vista de que ejecución. La riqueza que acumuló con
el nuevo país se debatía en guerras inter- los ingenuos mexicanos fue cuantiosa, y
nas e invasiones extranjeras y que las ins- un buen día, tal y como llegó, desapare-
tituciones educativas médicas se abrían o ció. Lo que no supo es que su apellido, me-
cerraban temporalmente según lo dispo- xicanizado, pasaría al habla coloquial
nía cada presidente o emperador en el po- como sinónimo de médico farsante: "me-
der, se desarrollaron las patologías colo- rolico".
niales heredadas: la viruela, el sarampión,
la tosferina, la varicela y las paperas. Asi- LA ENSEÑANZA MÉDICA
mismo, se desarrollaron las nuevas que lle- EN SUS PEORES MOMENTOS
garon con el libre comercio, ya no en bar-
co desde España, sino por tierra y por la Los cambios políticos dejaron su huell a
frontera con Estados Unidos: la difteria, en la enseñanza médica, y ésta no tuvo un
la fiebre escarlatina y el calera morbus. A lugar dónde ejercerse ni presupuesto per-
éstas se unió la patología endémica agu- La Aristolochia, una especie abundante en manente durante 20 años. Las condici o-
dizada por las tensiones sociales, la extre- México, llamó la atención de los estudiosos, que nes para estudi ar medicina eran las mi s-
la utilizaban para obtener antiespasmódicos.
ma pobreza, el hambre y la sed: el tifo, la mas que imperaron durante la Colonia:
tifoidea, la sífilis, la gonorrea y otras en- había que ser europeo, con pureza de san-
fermedades venéreas , las infestaciones gre de tres generaciones, católico y por
de parásitos internos y externos, más las añadidura rico, puesto que en el tiempo
enfermedades producidas por la guerra en el que estuvieron cerrados los estable-
misma, como las heridas causadas por di- cimientos médicos de enseñanza, la op-
versas armas, y las enfermedades infecto- ción fue ir a estudiar a Francia. Obvia-
contagiosas. Estos padecimientos fueron mente, fueron pocos los que cumplían
atendidos en los hospitales o en las casas con estas condiciones, y por lo tanto esos
de los enfermos, la mayor parte de las ve- mecanismos representaban una especie
ces en forma experimental , con fal sifica- de selección para ingresar a la enseñanza
ciones o similares, pues se suponía que si superior.
se trataba de una hierba de la misma fami- En este contexto histórico, en 1854 se
lia, debía contener los mismos principios " "y abriría por fin la Escuela Nacional de Me-
curativos de las especies originales, lo que Durante la Colonia y el siglo XIX se registraron dicina, en la cual los estudiantes de medi-
llevó a resultados casi siempre fatales, y a numerosos vegetales mexicanos, como cina y farmacia, al término de sus estu-
algunos verdaderamente milagrosos. este agave, observado por el naturalista dios, debían realizar una tesis obligatoria
Todos esos fracasos llevarían a los francés L. Née en Hidalgo. para poder ejercer la profesión. Cerca de
médicos a unir sus esfuerzos con far- cien estudiantes abordaron el tema de la
macéuticos, botánicos y químicos para crear una farmacopea herbolaria, y conscientes de sus necesidades, estudiaron no sólo
con plantas medicinales mexicanas, en la que se integrarían to- las plantas mexicanas y europeas, sino también las sudameri-
dos los avances de esas especialidades. Con el fin de compro- canas, asiáticas e incluso australianas .
bar si su uso empírico en los periodos prehispánico y colonial Dichos estudios dejan ver muy claramente no sólo los
había sido acertado, se buscaron los principios activos de cada distintos intereses, sino también los métodos de investigación,
planta y se evitaron las adulteraciones, para así poder eval uar las técnicas utilizadas y los problemas que tuvieron que en-
los riesgos de su aplicación. frentar un grupo y otro. De esta manera, mientras que los far-
Mientras tanto, la sociedad mexicana recurrió a los curan- macéuticos - más bien químicos- buscaban descomponer los
deros indígenas, a los charlatanes, nacionales y extranjeros, y elementos de las plantas y detectar en laboratorios los grandes
a la herbolaria empírica para aliviar sus males . Un caso que grupos con acción farmacológica, los médicos continuaban en
vale la pena recordar es el del famoso doctor Rafael Meraul- la tradición galénica: clasificaban las plantas en alimentos , me-
~o ,-\RQL'EOLOG íA MEXICANA
ticos fueron el cem- CONCLUSIONES
poalxóchitl o Tagefes
erecta, algunas espe- Hemos olvidado que
cies de Aristolochia y la mayoría de los me-
la Punica granatum. dicamentos proviene
Fue un hecho que ni más ni menos que
la separación de la de las plantas.
Iglesia y el Estado Si aceptamos una
dej ó beneficios tam- curiosa teoría que es-
bién a la ciencia, pues tá de moda y según la
liberó al cuerpo de la cual las plantas ali-
idea de ser parte de menticias también son
Dios y abrió las puer- medicinales, parece-
tas a la investigación, ría entonces que Ga-
lo que a la postre per- leno sigue vigente.
miti ó, sin que hubiera Uno de los paradig-
tantas limitaciones ni mas de las ciencias en
prejuicios, hacer au- el siglo XIX proponía
topsias o experimen- recuperar las plantas
tar en el cuerpo sin que ell o se con- nacionales para abaratar los costos
siderara pecado. de los medicamentos, en tanto que
Una meta común fue formar el otro buscaba contar con una far-
catálogo de la flora medicinal me- macopea efectiva en la que se com-
xicana para integrarla a la farma- probaran los usos prehi spánicos y
copea, para lo cual se identificó a coloniales de las mismas plantas,
las plantas y se les clasificó de además de que se conocieran su
acuerdo con Linneo, como era la vida y lugares de reproducción para
moda. De esta forma se comprobó poder abastecerse de ellas.
que su uso prehispánico y colonial El nuevo país demandaba un
había sido acertado. Además, se conocimiento del espacio, del
determin aron los principi os acti- hombre y de las riquezas animales
vos de las plantas, se buscaron los y botánicas. Éste era el fin de la in -
sustitutos mexicanos y, además , vestigación en un contexto nacio-
se evaluaron las adulteraciones y nalista y laico. A pesar de los apor-
sus riesgos. tes de la química y la botánica a la
Sin embargo, la inestabilidad farmacopea mexicana, el grupo
política de México en el siglo XIX médico mantuvo su fuero sobre
provocó que la pobl ación mexica- estas ciencias y no fue sino hasta
na y sus "científicos" se incorpo- el siglo xx cuando se pudo abrir
raran siempre con retraso al trabajo la Escuela Nacional de Ciencias
de investigación, mientras en las Químicas y Farmacia, institución
boticas se seguía ejerciendo de ma- independiente de la Escuela de
nera irresponsable, a pesar de los Medicina.
artículos del Código Penal en los
que se exigía que hubiera en ellas
un profesor responsable. Si bien
cada médico hacía sus fórm ulas si n
ningún control, todos recurrían a la
nueva Farmacopea mexicana, pu-
• EIsa Malvido. Hi storiadora. Investigado-
blicada conjuntamente por botáni- ra del INAH, en donde desde hace 30 años
cos, farmacéuticos y médicos en El camino al cabal aprovechamiento de las plantas mexicanas coordina el Seminario de Demografía His-
1874. El conocimiento herbolario pasa ba por su conocimiento metódico. Durante el siglo XIX, tórica, el Taller de Estudi os sobre la Muer-
di versos estudiosos registraron un buen número de especies, a te y el Proyecto de Salud-Enfermedad de la
fue incrementándose poco a poco, Prehistoria al Siglo XX.
las que describían con detalle y procuraban ilustrar lo mejor
y tanto los libros y manuales porfi- • Si lvia del Amo. Doctora en biología por la
posible. De ello dan cuenta estos dos ejemplos de UNAM. Especialista en regeneración y ma-
rianos como los de nuestro siglo si- representaciones de cacao (arriba) -que se muestra clasificado nejo de los recursos naturales y plantas me-
guen en deuda con los estudios pio- de acuerdo con su calidad : 1) cacao superior, 2) cacao ordinario dicinales. Presidenta del Programa de Ac-
neros de esos hombres del siglo XIX. y 3) cacao híbrido- y de Aristolochia de Acapulco (abajo ). ción Forestal Tropical.
54 / ARQUEOLOGíA M EX ICANA
can : Sinonimia vulga r y científica de las plantas de México, del ción sanitario de alcance mundial bajo el lema de "Salud para
doctor Alfonso Herrera; Lecciones de fannacología , del doc- todos en el año 2000" . La propuesta de la OMS fue utilizar la
tor Leonardo Oliva; Repertorio de plantas medicinales indíge- medicina herbolaria tradicional con el fin de generar recursos
nas y materia médica mexicana, del doctor Fernando Altami- baratos y cultural mente apropiados para la población, a fin de
rano, y varios más, en los que se intentó establecer las bases cumplir con los objeti vos propuestos de elevar la condición mé-
para el desarrollo de una industria farmacéutica nacional. dico-sanitaria de los países más pobres. Uno de los ejemplos
Por otra parte, en la Escuela Nacional de Medicina de prin- más representativos de esta estrategia se dio en la República
cipios de siglo el tema principal para la titulación fue el es - Popular China, entonces habitada por más de 800 millones de
tudio de las propiedades de las plantas medicinales . En esos personas. Ese país había resuelto sus problemas básicos de sa-
años se realizaron más de 85 tesis de licenciatura sobre la ma- lud al combinar todos sus recursos médicos, es decir, usando
teria, entre las que sobresalen estudios sobre la gobernadora, los procedimientos curativos de la medicina occidental y tam-
la raíz escarzonera, el zoapatle, el chicozapote y la marihua- bién los de su propia medicina tradicional. Su exitoso modelo
na, entre otras. influyó en los países en desarrollo, que fundaron diferentes ins-
tituciones científicas para estudiar y corroborar el uso que ha-
EL INSTITUTO MÉDICO NACIONAL cían de las plantas los llamados médicos tradicionales .
56 / A RQL"EOLOGiA MEXICANA
mica de las plantas útiles, con una metodología que daría paso Sobre el zoapatle se han realizado numerosos estudios de
a la creación de fitofármacos, es decir, de productos hechos a tipo botánico, agronómico, toxicológico, farmacológico, clí-
base de plantas medicinales, nuevo concepto en el desarrollo y nico y químico, que han permitido corroborar su utilidad me-
uso de medicamentos a base de plantas. dicinal. Sin embargo, aún no se conoce con exactitud su me-
En el año de 1980 ellmeplan pasó a formar parte del Siste- canismo de acción. Las parteras tradicionales lo siguen
ma de Investigación Médica del Instituto Mexicano del Segu- utilizando como recurso popular para regular el ciclo mens-
ro Social y dio origen a la Unidad de Investigación en Medici- trual , como abortivo y para facilitar las contracciones uterinas
na Tradicional y Herbolaria, del IMSS (1981-1985), que unos durante el parto. Su efecto farmacológico es complejo y en él
años después se convertiría en el Centro de Investigación en participan varios componentes presentes en la planta, de los
Plantas Medicinales del mismo IMSS (1985-1999), el cual tiene cuales algunos han sido investigados en pacientes, aunque no
sus nuevas instalaciones en Xochitepec, Morelos. Es impor- se ha logrado producir el efecto observado con el extracto me-
tante señalar que no todos los científicos que originalmente tra- dicinal. Su acción se atribuye a un conjunto de hormonas ve-
bajaron en el Imeplan se incorporaron al IMSS. Se produjo una getales cuyo efecto sobre el músculo uterino ha sido amplia-
diáspora interesante de especialistas, procedentes del Imeplan, mente comprobado.
los cuales pasaron a formar nuevos grupos en otras institucio- Zapote blanco (Casimiroa edulis). Los antiguos mexicas lo
nes. Algunos se integraron al Instituto Nacional Indigenista llamaban cochitzápotl, que significa "fruto que produce sue-
(lNI), en donde continuaron promoviendo la investigación de ño". En la bibliografía del siglo XVI se refiere el uso del zapote
la medicina tradicional , y otros a la Universidad Nacional Au- blanco como antidiarreico, cicatrizante y somnífero. Francis-
tónoma de México (UNAM), principalmente para difundir el es- co Hernández, en su Historia natural de Nueva España , afir-
tudio de la etnobotánica, la química y la farmacología. En la ma que las hojas machacadas curan las cámaras, es decir, las
actualidad, el Instituto Mexicano del Seguro Social cuenta con evacuaciones diarreicas; que las semillas, quemadas y pulve-
seis grupos bien consolidados para realizar la investigación rizadas, sanan las llagas, y que la ingestión del fruto ayuda a
científica de las plantas medicinales, en los aspectos etnobotá- conciliar el sueño. En la medicina tradicional actual, las semi-
nicos, de farmacología experimental, de farmacología clínica llas y las hojas se preparan en forma de infusión, como reme-
y recientemente en biotecnología. dio para curar la hipertensión y para inducir el sueño. El zapo-
5 I ARQCEOLOGíA MEXICANA
Tepescohuite (Mimosa tenuiflora). Esta planta es utilizada Sosa (Solanum crysotrichum). Esta especie medicinal es muy
popularmente para curar las quemaduras y facilitar la cicatri- uti¡jzada por las comunidades indígenas de los Altos de Chiapas
zación de las heridas de la piel. Las propiedades medicinales como remedio popular contra la tiña de la piel y el pie de atleta
de esta especie tuvieron un gran impacto comercial y social a (los tipos de micosis más comunes en México). Se realizó una
partir de su uso en la curación de las personas que sufrieron valoración clínica en 28 pacientes con diagnóstico de tiña. La
quemaduras en la explosión de San Juan Ixhuatepec, en el es- mitad de ellos recibió tratamiento con el medicamento habitual
tado de México. Algunas recibieron tra- (miconazol), y los demás fueron tratados
tamiento a base de la corteza pulveri- con una pomada de sosa. Al término del
zada del tepescohuite, lo cual dio a tratamiento se observó una recuperación
conocer su efecto notablemente benéfi- total en 42% de la población que recibió
co en la cicatrización e hizo que se pu- sosa, y también que durante la primera se-
sieran en marcha una serie de estudios mana de aplicación disminuyeron nota-
acerca de las propiedades de esta espe- blemente los síntomas característicos de
cie vegetal. Los primeros , realizados la micosis , en comparación con los pa-
para obtener datos botánicos, indicaron cientes a los que se aplicó el miconazol.
que Chiapas es el estado en el que con Calderona amarilla (Galphimia glau-
mayo r frecuencia se utiliza este reme- ca). Planta nativa que crece en Guerrero,
dio para curar las heridas y quemadu- Michoacán, San Luis Potosí, Morelos,
ras. Tradicionalmente la planta es utili- Chiapas y Sonora, y que es apreciada por
zada en dos formas. En la primera, se sus propiedades sedantes. La historia me-
cuece la corteza deshidratada de la plan- dicinal de esta planta es antigua y su uso
ta para obtener un concentrado, que se se haido modificando. De acuerdo con las
utiliza para aplicar compresas en el área referencias históricas, era utilizada para
lesionada, o bien como enjuague bucal combatir la fiebre y los transtomos diges-
en el caso de algunas lesiones en la boca. tivos. Hernández señala que: " ... cura, un-
En la segunda, la corteza es deshidra- tada al cuerpo, los fríos de las fiebres in-
tada al sol durante varios días o en un termitentes y fortalece a las parturientas,
horno convencional, para después con- contiene las diarreas; quita el empacho y
vertirla en un polvo que se aplica direc- cura las disenterías". Juan Navarro, en su
tamente sobre la piel o mezclado con Historia natural o Jardín americano, dice
grasa animal. que: "sus hojas son calientes, secas y as-
Investigadores del IMSS se dieron a la tringentes ; arrimadas al cuerpo curan los
tarea de desarrollar una serie de estudios fríos de las calenturas, en ayunas curan la
para explorar las posibles propiedades disentería". Sin embargo, durante el siglo
antimicrobianas de la corteza pulveriza- xx los estudios etnobotánicos mostraron
da. Los resultados obtenidos mostraron que la planta es generalmente utilizada
que en la corteza existen compuestos an- como un sedante del sistema nervioso.
timicrobianos y que también inducen la Crece en la región del Bajío, y se toma, en
regeneración celular de la piel. Estos es- forma de infusión, como remedio sedan-
tudios permiten concluirqueel podercu- te y tranquilizante, así como en el tra-
rativo del tepescohuite se debe al efecto tamiento de la psicosis, la ansiedad, las
combinado de una acción antibiótica y convulsiones, la hiperexcitabilidad y el
otra que induce la regeneración celular. insomnio. Los estudios químicos y far-
'd I . t ' . l ' El análisis químico de la guayaba ha permitido
macológicos sobre esta especie se han de-
D e b loa gran 111 eres comercia y clen- Ia'Idenh
' f iIcaclon
" y el als
' lamIento
. d e d 'Iversos
tífico que se ha despertado en torno compuestos, los cuales son importantes por su sarrollado en el IMSS. Se logró aislareiden-
al tepescohuite, se han creado nuevas acción medicinal. Arriba: Corte transversal tificarel compuesto que produce su efecto
metodologías con el fin de obtener la ma- de una hoja de guayaba en el que se muestran sedante, al cual se le llamó galphirnina B.
teria prima necesaria para el posible de- los tricomas y la empalizada celular del borde La administración de este producto pro-
de la hoja. A bajo : Corte longitudinal de
sarrollo de un fárm aco a partir de esta duce sedación y sueño a los animales y
una hoja de guayaba en que se muestran
planta. Científicos del Centro de Inves- las células parenquimatosas, continúa la investigación sobre su posi-
tigación Biomédica del Sur, del IMSS , ble utilización como sedante en la medi-
han obtenido cultivos celulares de la planta en los cuales se cina moderna. El uso de plantas medicinales y fitofármacos debe
producen-los compuestos responsables. A partir de estas cé- hacerse bajo prescripción de especialistas en la materia. ~
lulas vegetales de tepescohuite, se pueden lograr por propa-
gación cultivos de la planta en gran escala. El di seño y ela- Érika Ri vera Arce.Licenciada en dietética y nutrición. Estudiante de pos grado
en biología experimental. In vestigadora del IM SS en el Laboratorio de Plantas
boraci ó n de un fitofármaco a partir de la Mimosa tenuiflora Medicinales de la Unidad de Investigación en Enfermedades Neurológicas ,
continúan en estudio. Centro Médico Nacional Siglo XXI .
El mercado de plantas medicinales de Sonora es,después de los de China, el más grande del mundo. Las plantas
se pueden adquirir ya sea secas y envasadas o frescas , lo que depende de la enfermedad que se quiera atacar.
BOTAXICUS 'PICE
TE BmRE
Preparation as a beverage:
Put 2 tablespoons in a quart of
boiling water, boíl for 2 minutes, DORAdillA
strain, and serve in a 8 oz . glass 2 HdíANThLS C"NAdENS
hours before meals. drink hot or
cold.
INGREDIENTS
Shave grass (cola de caballo),
Uva ursi leaf (hoja de pingüica),
Dandelion (diente de león) . Caterach
n~h,.in .. li., (doradilla), (Guata) .
En Estados Unidos se venden algunas plantas medicinales mexica nas. Algunas veces, en "compuestos" como el té diure (izquierda), elaborado
con distintas plantas silvestres, y otras en form a individual, como la doradilla (der echa ), útil, entre otros usos, para tratar enfermeda~es del riñón.
D E HIE RB AS Y HERBOLARIOS / 61
ral , enlazando tiempos y espacios. Cabe za de recursos con que trabajan nuestros
entonces desgranar algunas de sus diver- curadores populares refleja la variedad
sas facetas y expresiones. de regiones fisiográficas existentes en
La herbolaria actual tiene, de entrada, México. Así, existen cerca de 30 000
una dimensión hi stórica . Constituye un diferentes especies de plantas con flor,
vestigio vigente de ese mundo prehispá- de las cuales se ha calculado que no me-
nico, desdibujado pero palpable, que in- nos de una quinta parte cuenta con pro-
tentamos asir en la búsqueda de nuestra piedades medicinales significativas.
identidad. Sin embargo, lo que hoy co- La herbolaria mexicana es también un
nocemos como herbolaria no es sinóni- referente as istencial y sanitario, al for-
mo de medicina prehispánica. El fuerte mar parte de un dispositivo sociocultu-
impacto de la Conquista trajo consigo la ral de respuesta a la enfermedad en el
desarticulación de esa medicina, la pér- que ha reparado poco la medicina mo-
dida de sus registros escritos, la desapa- derna. La trascendencia asistencial yepi-
rición de sus escuelas, la afectación irre- demiológica de la herbolaria radica en
versible de sus condiciones funcionales, que responde, con mayor o menor grado
y la persecución y marginación de sus de eficacia, a problemas de salud insufi-
curadores. A pesar de todo lo anterior, cientemente atendidos e incluso no reco-
diversos elementos, provenientes de las nocidos como tales. Asimismo, delimita,
civilizaciones prehispánicas, operan aún en racionalidades y lenguajes divergen-
en el sistema conceptual de la herbolaria tes a los dominantes, modalidades y di-
yen su acervo de recursos, en la taxono- mensiones del daño a la salud que care-
mía de los padecimientos en que se ba- cen de registro oficial. Esto hace también
san los terapeutas populares y las amas de la herbol aria un referente epistemoló-
de casa para atender a sus familiares y gico, pues las plantas se emplean fre-
pacientes, y también en la materia médi- En Hueyapan, Morelos, la raíz del caxallcapatle cuentemente, a nivel popular, para tratar
ca que emplean. se usa seca, molida y mezclada con sebo de padecimientos no reconocidos como ta-
A lo anterior se han añadido paulati- venado para curar infecciones de la piel. les en la clasificación de enfermedades
namente ideas y medios provenientes de propia de la medicina moderna, padeci-
otras culturas, de lo que ha resultado un mientos que reflejan, por ejemplo, la re-
registro donde las diversas estrategias levancia de los estados emocionales y de
contra la enfermedad -dominantes yofi- las relaciones humanas en la salud.
ciales un tiempo, y luego dominadas y Sin embargo, el conocimiento herbo-
oficiosas- aparecen combinadas en la lario sigue siendo descalificado por su
superficie cotidiana ante el hecho con- adscripción soc ial y por su naturaleza
creto de la salud alterada. Las diferentes empírica. Desde la Conquista, el afán por
maneras de explicar los padecimientos y modernizar al país, por adjudicarle mo-
de combatirlos, y la diversidad de recur- delos de desarrollo externos, tiene aún a
sos empleados, se encuentran hoy fun- los saberes populares como creencias
cionando de manera simultánea en la "primitivas", como rasgos prescindibles.
herbolaria, resintetizados, reformulados, No figura en ese panorama la razón de
sincretizados. ser y persistir de esos saberes, si es que
y es que la herbolaria mexicana ac- se les considera como tales y no como
tual no constituye un cuerpo homogéneo meras supercherías.
de saberes, prácticas y recursos, sino una
expresión de la diversidad étnica y cul- ASPECTOS IL USTRATIVOS
tural de nuestro país; a las diferentes her-
bolarias indígenas que sin embargo se El uso que de ella se hace ilustra la
encuentran enlazadas por elementos co- diversidad de elementos que entran en
munes, cabe añadir las prácticas citadi- juego en la cultura popular de la flora me-
nas, las mestizas, las proclives a incor- dicinal. Una mi sma planta puede expre-
porar con mayor dinamismo elementos sar varios rasgos esenciales de la prác-
provenientes de otras culturas médicas. tica herbolaria actual. Tomemos por
La práctica herbolaria constituye a su ejemplo el caso de la doradilla, denomi-
vez un referente biológico, al expresar en En Tlatempa, Hueyapan y Tepoztlan,
nada en términos científicos Sellagine-
su materia vegetal la diversidad botáni- Morelos, la lentejilla se utiliza para curar la !la lepydophila. En la herbolaria actu al,
ca y ecológica de nuestro país. La rique- diarrea, el empacho y el catarro constipado. esta planta se emplea contra enfermeda-
D E HlERB AS y HERBOLARIOS / 63
na, aún muy requeridas en el extranjero; el chaparro amargo- parates, ya sea banal izada como mercanCÍa o potencial izada,
so, el cuachalalate y la gobernadora, cuya demanda se limita lo que no depende de tisanas, sino del derrotero de la sociedad
básicamente al ámbito nacional y su exportación es menor; que la hace posible. La fuerza de la herbolaria radica en la asis-
el caxancapatle, la lentejilla y tlazoltomate, que ejemplifican tencia que ofrecen curanderos, hueseros y parteras en el ámbi-
a las especies de uso regional y local, con un rango menor de to de la denominada medicina tradicional , y también en la que
comercialización. se brinda en los hogares con la medicina doméstica. Desde es-
tos dos espacios esenciales, la herbolaria
Los TERAPEUTAS plantea un desafío por el aporte potencial
que implican algunas pautas propias de la
Los practicantes de la herbolaria mexica- práctica de sus terapeutas, de los esquemas
na actual son también muy diversos entre nosológicos con que trabajan, y de la ma-
sí. El trabajo de quien trata una "descon- teria médica que aplican.
chavadura" no seasemeja al dequien acom- A pesar del discurso sobre la riqueza y
paña a la recién parida o al de aquel que la diversidad de la flora medicinal mexica-
atiende al afectado de "aigre". La partera na, y sobre el sano cometido nacional de
que acomoda a la criatura, el curandero que aprovecharla para beneficio de la pobla-
"quita o pone males", el pulsador, el gra- ción, cierto realismo de oportunidad ha lle-
nicero, la sobadora, ocupan todos su pro- vado a considerar hoy, también en este cam-
pio espacio en la demanda de atención, una po, a nuestra subordinación económica e
demanda heterogénea y cambiante en la ideológica como una especie de destino
que algunos usuarios tradicionales han de- manifiesto. Esto, por supuesto, no consti-
jado su lugar a los entusiastas del naturis- ~ tuye pecado ajeno, sino motivo de ver-
mo . Cuando unos pudieron acceder a la ~ güenza propio: atestigua nuestra incapaci-
medicina moderna en alguna de sus muy ~ dad política, científica y tecnológica para
diversas calidades, otros ocuparon su es- t optimi zar las estrategias de la herbolaria,
pacio en busca de la limpia: aquellos que, ~ así como para mejorar el desempeño de sus
pudiendo atenderse a la moderna, o tal vez il' L -_ _ _ _ _ __ =-=::....<::..!Lc~'__':L.L<.a...!..U agentes y la aplicación de sus recursos. En
precisamente por eso, han preferido recu - La doradilla era conocida y empleada por los este contexto, por ejemplo, la ausencia de
médicos indígenas de la Colonia. Libellus
rrir a los tratos herbolarios. una sólida industria farmacéutica nacional
de Medicillalibus llldorum Herbis, f. 36v.
Los terapeutas populares ha sido determinante.
ejercen su oficio en un con- La herbolaria no era pre-
texto local y regional , pero caria; adquirió esa condición,
presentan a menudo ciertas y la mantiene, como efecto
pautas comunes, como la reflejo de su adscripción de
accesibilidad cultural y aun clase y de cultura. La preca-
económica de sus servicios, riedad de la herbolaria es un
la naturaleza empírica de su producto social , no un sim-
práctica, la marginación con ple hecho natural o fortuito .
respecto al sistema oficial Proscrita de la prescripción y
asistencial y educativo, así también de la producción, si-
como la interlocución privi- gue esperando condiciones
legiada con sus pacientes, al inclusivas para revelar su po-
compartir con ellos códigos tencial , inclusivas no sólo
culturales. Con frecuencia , con respecto a la flora en sí,
los curadores en la herbola- sino a la población, que re-
ria ofrecen, sin reparar mu- quiere una terapéutica con-
cho en ello, una atención no formada en función de sus ne-
burocratizada: sus pacientes La doradilla es una planta que se utiliza seca o fresca. Entre otros nombres cesidades y no en función de
pueden ser aun ellos mismos recibe el de tequequétzal, que significa "plumaje de la tierra". los requerimientos mercanti-
en mayor o menor grado, y les que, si bien respetables,
no se ven obligados a participar en el a veces kafkiano diver- claman por una sociedad que los acote y oriente.
timento de las citas a largo plazo ante situaciones de apremio . Hemos pensado a la herbolaria como un proceso que expre-
sa relaciones sociobiológicas, y no como un mero cúmu lo de
PERSPECTIV AS recetas y procedimientos ancestrales. La herbolaria expresa una
relación; es una obra donde los escenarios biológicos han en-
La herbolaria no sólo tiene una perspectiva histórica. El reto es trado de lleno en un diálogo ininterrumpido con lo social, que
imaginarla hacia el futuro : ya sea extinta y confinada en esca- reflej a el juego entre las vicisitudes vegetales y las humanas.
Si aludimos hoya la herbolaria no es para proyectar una vi- Su fantasía, ciertamente, no es cuantificable ni luce en los in-
sión idealizada de la misma. La herbolaria como la conocemos formes, pero en la herbolaria encuentra respuesta, y a veces una
hoy no es la mejor expresión de su potencial terapéutico y asis- cura eficaz. ~
tencial. No se trata de prescindir de los avances científicos para
abrazar la precariedad tecnológica, como tampoco de optar por
la precariedad cualitativa de la medicina moderna, manifiesta
en la escasa consideración respecto a la adscripción cultural, al Pau l Hersch Martínez. Médico y doctor en ciencias sociales y salud. con estu-
nivel de ingresos y a la subjetividad del paciente. El enfermo, dios en fitoterapia c línica y en metodología de investigac ión. In vesti gador del
INA H, donde está a cargo del proyecto Actores Soc iales de la Flora Medicinal
hoy, incluso el que tiene la desgracia de enfermarse de algo que en México y del Museo de Medicina Tradicional y Herbolari a. Profesor en la
no existe, tiene aún la desmedida pretensión de que se le cuide. ENA H e integrante del SNI.
l Jardín Etnobotánico es un museo vivo producto compromiso adquirido ante la Asociación Mexicana de Jar-
J ARDfN ETNOBOTÁNlCO / 67
Los curanderos y la flora
medicinal de Hidalgo
MIG UEL Á GEL V ILLA VICE CIO NIETO, B LANCA ESTELA P ÉREZ E SCANDÓN, ALFREDO R AM íREZ A GU IRRE
C URANDEROS DE HIDALGO / 69
conjuntas relacionadas con las plantas: recorridos de campo Los CURANDEROS
para localizar especies de plantas; observaciones de hojas, ta-
llos, flores y frutos ; fotografiar y recolectar muestras, así como La primera curandera que conocimos en el curso de nuestro tra-
efectuar reuniones para intercambiar puntos de vista, revisar bajo de investigación de las plantas medicinales de Hidalgo fue
recetas y planear actividades. Alejandra GómezMunguía, co-
También hemos asistido adi- nocida por la gente como Ale-
versas reuniones de curanderos, jandrita. Vi vía en una localidad
organjzadas por distintas insti- del municipio de Omitlán, en
tuciones de gobi erno en varias una casa situada en medi o de
regiones del estado, como Te- un bosque de encinos y pinos.
nango, Huejutla, Ixmiquilpan, Nos come ntó que era una her-
Cardonal y Pachuca. Como re- bolaria y que el conoc imi ento
sultado de todo lo anterior, de las hierbas lo heredó de su
nuestro trabajo de investigación madre, quien también curaba.
se ha enriquecido, ya que los cu- Alejandrita nos enseñó el uso de
randeros han compartido con más de 100 especies de plantas
nosotros sus conocimientos y medic inales de la región y nos
experiencias acerca de las plan- habló sobre ellas cuando reco-
tas medicinales (fig. 4). 3. Procesión del domingo de ramos en TehuetIán, Hidalgo. Las rríamos el bosque de los alrede-
El objetivo de este artículo es palmas, teñidas de colores muy encendidos, están acompañadas dores de su casa. Una de sus
dar un testimonio de las aporta- con ramos de llores de varias especies de la región. plantas medicinales favoritas
ciones que han hecho los curan- era la Santa Martha (Helianthe-
deros al estudio y documentación de la flora medicinal del es- mun glomeratum) , que utilizaba para tratar una gran variedad
tado de Hidalgo, por medio de las experiencias que tuvimos de padecimientos como la inflamación del hígado y para evi-
con cuatro de estos personajes. tar la caída del cabell o. También aprendimos el uso del simo-
C URANDEROS DE HIDALGO / 71
CRISTINA B ARROS , MARCO B UENROSTRO
DORADILLA y PINGÜICA
Para irritaciones leves de las vías urinarias,
se recomienda hervir en un litro de agua una
doradilla, 20 pin güicas y lo que se toma con
tres dedos de cabellitos de elote. Esta infusión
se toma durante el día como agua de tiempo o
de uso.
PENCA DE MAGUEY
Encontramos la siguiente cita en la Historia gene-
raL .. de Sahagún : "la penca de maguey nuevo, asa-
da en el rescoldo, el zumo deste maguey o el agua
dél que se coció hervida con sal, echado en la llaga
del... herido de cualquier herida sana". Actualmen-
te se aplican las pencas de maguey abiertas y asadas
en el comal o en los rescoldos para cicatrizar heri-
das leves, y puestas en el pecho, para desinflamar los
bronquios.
FOTOS MARCO ANTONIO PACHECO J RAicES
.._~-~
JABON VEGETAL
cncnllunnnnCIIE
-~ -
AUXl1.lAA ..".,,"
H ERBOLARIA ENVASADA
En las farmacias , tiendas naturis-
tas y mercados se encuentran di-
versos productos hechos con hier-
bas de origen mexicano: jabón de
cacahuananche para prevenir la
caída del pelo y pomadas de resi-
na de ocote para dolores muscula-
res e inflamación de los tendones ,
entre otros.
o lelas
en es piral", en la que se mos traron algun os
de los más importantes hall azgos llevados
a cabo en fec has rec ientes en e l área maya,
así como obj etos y tex tos procedentes de si-
ti os co mo Palenque, Tonin á, Calakmul , C hi -
chén Itzá y Ox kintok.
Jorge Pérez de Lara
- -l / Ap.QL·EOLOGiA MEXICANA
Tumba con forma de cripta hallada en Colima. La tapa de la tumba fue formada con rocas; los cabezales fueron construidos con metates.
cual cuenta con 5 963 m' y está ubicado en avenida Juárez núm. 70. un cuchillo de obsidiana, objeto que es raro encontrar en esta zona de-
El arqueólogo Cuauhtémoc Domínguez, encargado de los trabajos de bido al fuerte saq ueo que han sufrido los entierros prehispánicos.
rescate, explicó que gracias a algunos documentos se sabe que en ese Algunas de las tumbas que se descubrieron están cubiertas por ro-
lugar se localizaba un patio del hospicio, institución de asistencia des- cas y cerradas en los extremos por piedras de metate. Tienen forma de
tinada a la protección de huérfanos. Domínguez lamentó no precisar cripta, a diferencia de la mayoría de las tumbas encontradas en Coli-
más sobre el hospicio debido a que, desafortunadamente, no se tienen ma, que son "de tiro" .
niveles de piso y sólo se cuenta con las líneas en donde iban los mu- Se trata de tumbas fabricadas con piedra y lodo, con dos hiladas de
ros. En cambio, se recuperaron muchos tepalcates. Afirma el arqueó- piedra y con metates en los cabezales. Los individuos sepultados es-
logo: "Suponemos que era un basurero, en el cual encontramos alre- tán orientados hacia el vo lcán de Colima, lo cual es una muestra más
dedor de 50 o 60 piezas semicompletas que pueden ser restauradas", del valor simbólico que tenía el volcán para esta cultura.
entre las que hay algunas de la cerám ica blanca conocida como ma- Gracias a la identificación de los materiales cerámicos asociados a
yólica. Las piezas localizadas por el equipo de la DSA son básicamen- los entierros , se presume que és tos corresponden a una etapa que va
te de tres tipos: platos, tazones y aguamaniles. Este conjunto de cerá- del año 600 al 750 d. C. Hasta el momento las excavaciones conti -
mica mayólica estaba acompañado por candeleros vidriados y bacines núan , y se tienen detectadas más tumbas sin explorar.
(bacinicas). El que de estos últimos objetos se hayan encontrado va- La arqueóloga Antonieta Moguel , quien ha participado en los tra-
rios de diversos tamaños, para niños y para adultos, se debe a que, se- bajos de rescate e investigación de los hallazgos prehispánicos en Co-
gú n Domínguez, además de haber albergado un hospicio de pobres, lima, señala: "Nadie conocía este tipo de sepulcros en el estado de
el edificio también fue un as ilo de ancianos y ancianas y tuvo una zona Colima. Además, entre los objetos encontramos una copa, lo cual nos
de maternidad. También se hallaron figuras totalmente indígenas aun- lleva a hacer más estudios para ampliar lo que sabemos de esa cultu -
que hechas con algunas técn icas europeas, es decir, se trata de piezas ra" . De acuerdo con los materiales encontrados en la ofrenda, la ar-
de la época del contacto. queóloga Moguel establece el año 750 d. C. como la fecha más pro-
Asimismo, se descubrieron muchos tricoles, elementos que sirven bable en que se realizaron los entierros.
para separar las vasijas en el momento de la cocción. Por e llo, y debi- En épocas antiguas, las elevaciones naturales de poca altura, co mo
do a que en el norte de la Alameda se reportaron unos hornos cerámi- las lomas, fueron utilizadas por los grupos prehispánicos de Colima
cos, se cree que e l terreno estaba en la zona de producción alfarera de para construir sus casas o para enterrar a sus muertos, y este hallazgo
la Colonia. Señala el arqueó logo Domínguez: "No hay asentamientos es prueba de tal afirmación. Se cree que los antiguos colimenses habi-
prehispánicos, pero en el fondo del lago hemos hallado algunos cana- taban las lomas para evitar las inundaciones, y que e l suelo de tepeta-
les de antes de la Conquista, que nos podrían indicar algún tipo de ac- te del terreno donde se asentaban resultaba ideal para la excavación
tividad rel acionada con chinampas o con sistemas de conducción de de tumbas de tiro que, gracias a su forma, se encontraban a sa lvo de
agua hacia otras zonas". los encharcamientos.
Con la información resultante de otras excavaciones, se podrá con- Con este hallazgo se corroboran las hipótesis de la doctora Isabel
tar con más datos para determinar si la Alameda era o no una isla. Con- Kelly en torno a la cronología de la cultura colimense, segú n las cua-
cluye el arqueólogo responsable: "Esta parte del sur de la Alameda les la fase conocida como Capacha (nombre tomado del poblado don-
casi no ha sido estudiada, por lo que los resultados son importantes de se realizaron las exploraciones) comenzó su desarrollo entre los
para reconstruir el ambiente del lago" . años 1800 y 1700 a. C. Vino después la etapa conocida como tradi-
ción de las Tumbas de Tiro, que consta de dos fases: la del inicio, lla-
SE LOCALIZA UN CEMENTE RIO PRE HISI'ÁNICO EN CO LIMA mada Órtices, que abarca hasta el 200 d. c., y la del máximo desarro-
llo, conocida como Comala, que va del año 200 al 600 d. C.
Al realizar tareas para la construcción del Tercer Anillo Periférico, al Posteriormente se establecieron las fases Colima, del año 600 al 750
norte de la ciudad de Colima y cerca de la zona arqueológica de La d. c. ; Armería, del 900 al 1100 d. c., y Chanal, del 1200 al 1450 d. C.
Campana, personal de la Dirección de Salvamento Arqueológico del La tradición de las Tumbas de Tiro entró en declive hacia el año 600
INA H localizó un cementerio prehispánico, el cual proporcionará in- d. c., en un contexto de reorganización económica, política y social
formación respecto a la cultura de ese estado. Se hallaron alrededor de que motivó una acelerada explosión demográfica.
40 tumbas, en las que se encontraron ofrendas formadas por vasijas, Columba Vérti z y Jorge Cisneros ,
figuras zoomorfas, metates con todo y "mano" para moler, así como Dirección de Medios de Comunicación dellNAH
- 6 1 ARQCEOLOGÍA M EXICANA
Para leer más ...
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INA H/SEP, México, 1989. Nueva York, 1980.
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• Todas las fotog rafías de plantas vivas tomadas por Marco UN PARA íso DE PLANTAS MEDICINALES 29. Plato; C ultura maya, Clásico. Procedencia desconoc ida. Ce-
Anton io Pacheco son de l Jardín Etnobotánico de l Centro INAH. 14. PaI1e inferior izquierda del mural del Tlalocan, Cultura teer rámica. 6.4 cm de altura por 34.5 cm de di ámetro, Museo
Morelos. tihuacana. Clásico. Reproducción de Agustín Vi llagra, Sala Arqueológico de Cancún. Flor de cuatro pétalos: Cult ura
PLANTAS MEDICINALES Teot ihu acan. MNA. leolihuacana, Clásico, Teotihuacan. estado de México. Ce-
DEL MÉXICO PREHJSPÁN ICO 16. Detalles del mural del Tlalocan. Reproducc ión de Ag ustín rámica y mica. 5.5 cm de di ámetro aprox. Ceramoteca de
4. Nacim iento de una deidad. Cultura maya. Clás ico. Jaina. Vi ll agra. Sala Teotihuacan. MNA. la zona arqueológica de Teotihuacan.
Campeche. Cerámica. 12 x 6.5 cm. Sala Maya. Museo Na- 17. Arriba y al ee/llra: delalles del mural del Tlalocan. Repro- MÉDICOS y FA RMACÉUTICOS
cio nal de Antropología (MNA). ducción de Agustín Villagra. Sala Teotihuacan. MNA. Aba- MEXJCANOS EN EL SIGLO XIX
5. Vasija: Cultura maya. Preclásico. Cuencas Cuyamel, Truji- jo: detalle de l mural del Tlalocan. Conjunto Tepantitla, 46-47. Botica. To mada de Efraín Castro Moral es et al,. Farma-
110 Colón, Honduras. Bodegas Centrales del Instituto Hon- Teoti huacan, Méx ico. cias y farmacéuticos en México. Casa Autrey. Méx ico.
dureño de Antropología e Histori a, Honduras. Cajele: Cul- 18. Detalles del mural del Tlalocan. Reprod ucción de Agustín 1992. p. 59. Foto: © Pablo Oseguera/Casa Autrey.
lura maya. Clásico. Noreste de Vucatán. Cerámj ca. 10.8 cm Vil lagra. Sala Teotihuacan. MNA, 48. Arriba: Instrumentos. Tomada de ibid. , p. 52. Foto: © José
de altu ra por 23 cm de diámetro. Museo Regional Palacio 19. Detalles de l llamado mural de la ciencia médica. Cultura teo- Ignac io Go nzálezlCasa Autrey. Abajo: TeI1uli a. Tomada
Cantón. Mérida, Yucatán. tihu acana. Clás ico. Reprod ucción de Agustín Vi ll ag ra. Sala de María de l Carmen Call eja Folguef3. ulfarmacia en la
6. Calabaza: C ultura mex ica. Posclásico. Procedencia desco- Teotihuacan, MNA. Ilustración. Col. Historia de la Cie ncia y de la Téc nica, 3 1.
nocida. Diorita. 16 x 36 cm. Sala Mexica, MNA. Vasija con 20. Mural de la ciencia médica. Reproducción de Agustín Vi- Ediciones Akal, Madrid. España. 1992. pp. 32-33.
forma de calabaza: Cultura maya. Clásico. Yaxcopoil. Yu- lIagra. Sala Teotihuacan. MNA. 49 . Arriba: Aristolochi a. To mada de José Antonio Amaya. Ce-
catán. Cerámica. 9.5 cm de altura por J 6.8 cm de diámetro. 21. Detall e del mural de la ciencia médica. Reproducción de lestillo MllIis y la expedición botánica, Edito ria l Debate,
Museo Regional Palacio Cantón, Mérid a Yucatán. Agustín Villagra. Sala Teotihuacan, MNA. Colombia. 1986, p. 74. Abajo: agave. Tomada de Virginia
9. Personaje dentro de una flo r. C ultura maya. Clásico. Jaina, REPRESENTACiÓN DE ALGUNAS González Claverán, Malasphw en Acapulen, Gobierno
Campeche, Ce rámica, 9.5 x 3.5 cm. Museo Histó ri co Fuer- PLANTAS MEDICINALES Constitucional del Estado de Guerrero/Tumer Libros! Es-
te de San Miguel. Campeche. EN LA ARQUEOLOGíA pejo de Obsidiana Ediciones, México. 1989, p. 132.
10. Vasij a con forma de calabaza: Cuhura maya. Preclásico. San 25. Mazorca. Cultu ra o lmeca-x icalanca. EpicJásico, Cacaxt la. 50. Jardín Botáni co de Méx ico. Tomada de Virginia Gonzá lez
Isidro. Chiapas. Cerámica. 14.4 x 15.8 cm. MNA. Hongos Tlaxcala. Cerámica. 20 x 12 cm. Museo de sitio de Cacaxtla. Clavemn,op. cit" p. 89. Arriba: cacao. To mada de MaI1ín
enteógenos: Cultura maya. Preclásico, Clásico y Preclás i- 26. Tláloc. Cultura teotihuacana. Clás ico. Teolihuacan. Méx i- Reyes Vayssade (coord ,). Cacao. historia, economía ycul-
co, respectivamente. Kaminaljuyú, Chimaltenago y Kami- co. 44 x 90 cm. Bodega del mna. tura, Co mpañía Nestlé/ Comun icación y Ed iciones Tlacui-
nalj uyú. Guatemala, respecti vamente. Piedra. 28.5 x 15.8 27. Vasija. Cultura maya. Clásico. Acanceh, Yucatán. Cerámi- lo. México, 1992, p. 156. Abajo: ArislOloclti". Tomada de
cm, 3 1.3 x 18 cm, y 29 x 13.6 cm. respectivamente. Museo ca. 14.1 cm de altura por 17.5 cm de diámetro. Museo Re- Virg ini a González Claverán. op. cit., p. 143.
Nacional de Arq ueología y Et nología de Guate mala. gional Palacio Cantón, Mérida, Yucatán.
11. Figurilla adornada con granos de cacao, Cultura maya. Clá- 28. Coyolxauhqui : Cultura mexica. Posc1ás ico. Templo Mayor.
sico. Costa sureste de Guatemala. Cerá mica. 32 cm de al- Piedra. 330 cl11 de diámetro. Museo del Templo Mayor. Dei-
tura por 42 cm de diámetro, Museo Nacional de Arqueoler dad: Cultura mex ica. Posclftsico. Tlatelo\co. D.E Cerámi- • S610 se incl uyen las imáge nes que poseen datos comple-
gía y Etnología de Guatemala. ca. 54 x 49 cm. Bodega del MNA. mentarios relevantes.
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M.R.
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Imágenes de ayer y hoy
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