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COCINA Y CONSERVACIÓN

DE ALIMENTOS
EN EL SIGLO XIX
DE LA COCINA TRADICIONAL AL HORNO ELÉCTRICO adquiría en el mercado o con los vendedores am-
Hasta fines del siglo XIX, las cocinas de la clase me- bulantes.
dia de la región central del país fueron similares a las Al finalizar el siglo, en algunas casas ricas o en el
de la época colonial. Si observamos los cuadros ti- norte del país se podían encontrar las nuevas coci-
tulados Cocína mexicana de Agustín Arrieta o de An- nas alemanas y norteamericanas de hierro colado,
tonio Serrano, o las Cocínas poblanas pintadas por que convivían con los tradicionales fogones. Poco
Eduard Pingret, e incluso las obras de pintores cu- después aparecieron las primeras estufas y hornos
yos nombres quedaron en el anonimato, podremos eléctricos .
ver hasta qué punto se parecen este tipo de cocinas.
Se conservó el poyo de cemento con dos o tres fo- HELADOS y BOTE DE HIELE RAS
gones, que podía tener un hueco semicircular en la Cuando las cumbres nevadas no eran muy distan-
parte inferior, donde se guardaba la leña o algunos tes, el hielo se llevaba desde ahí hasta las ciudades,
enseres culinarios, yen algunos casos, sobre otro como era el caso de la ciudad de México . La nieve y
poyo, podía haber un pequeño horno de bóveda he- el hielo continuaron manejándose por medio de es-
cho de barro. tancos, esto es, se daban permisos como prerroga-
Las mujeres de la casa tiva a ciertos comerciantes,
tenían a su cargo encender que daban a cambio un im-
el fuego desde muy tem-
prana hora, para preparar
1!la~ U~.
(onserve los Alimentos Puros e;adO puesto al gobierno federal.
Hacia 1860 se fundó la
I
Ot usando uno nueslros REFRIGERADORES SANITARIOS
cuya cOtlllrveci6n es colmo de '- pcrfa:ci6a.
ti
el atole o el café del desa- V. de tanque 6t hielo
provisto
permltetenerio lim,*, tn lodo tiempo.
11ft lo que
rtOIOvible. primera fábrica de hielo, y

I
!I
yuno, y 10 mantenían en-
cendido para el almuerzo , ;;;
~
II cOIIltlnle clrculldo" 6e . Ire relri,,,...60, impi4e la
ulslelKiI 4t mttroWos 11

Estos Refrigeradores
conservan los alimentos
Icnporeu.cualquier desde entonces este pro-
ducto empezó a ser tan di-

i hacia las 10, al que seguía


la comida de las 2 de la tar-
~ .
.~
~
I
siempre puros y ape-
. titosos.
fundido, que pronto apare-
cieron, alternándose con

I
Ahora flVHtro surtido es , .pktlsbno. luto en REFRtQERA,OORES propios para ct5l!
de. Se finalizaba con la me- ¿g ¡ priv.us. WfDO ,.... at&blecmientOl
de btbkIas.
cGllWtílibla y los cafés, las neverías a la
rienda o con la cena, que PR(;GIO: usanza italiana, en las que

ii se servía entre 8 y 10 de
la noche . Para cocinar los
consistentes pucheros u
ollas, en los que se combi-
3 DESDE 37 PESOS EN ADELANTE.
MOSL.E!R:. OO,,",BN & COOK, 8UCR.
Apartado 0158. 2 ••
se ofrecían helados, nieves
o sorbetes, para placer de
d. tan f'ran ol.oo. Ver.ara '1 Cinco da Ma yo. M'"lco, D. ,.,
niños y adultos . En los re-
cetarios de la época se re-
I naban verduras con carnes Anuncio de refrigerador que apareció en un diario gistra un buen número de
I
!I
de res, carnero y pollo, era nacional de fines del siglo XIX. Se reprodujo de
necesaria una buena canti- Cristina Barros y Marco Buenrostro, Vida cotidiana. tes, hechos con diversas
recetas de helados sorbe-

i dad de carbón, el cual se Ciudad de México. 1850-1910, México, 1996, p . 86. frutas, verduras y flores .

l·....
Para elaborarlos había que contar con una sorbe-
tera, garrafa o garrafón de hojalata, aunque era más
apreciado el estaño , porque éste, al transmitir más
lentamente el frío , dejaba tiempo para agitar la mez-
cla de frutas, agua o leche , para obtener así una tex-
tura cremosa, razón por la cual se les llamaba tam-
bién mantecados . Se recomendaba que en el caso
de las frutas o flores cuyo color era alterado por el
estaño, o bien cuando los ingredientes eran muy áci-
dos , se utilizaran garrafas o botes de plata. Para man-
tener el hielo o la nieve a baja temperatura, para que
de esta forma durase más tiempo , se le añadía una
tercera parte de su peso de sal común, aunque tam-
:1 bién podía añadirse sosa o nitro.
Hacia fines del siglo aparecieron los llamados re-
frigeradores o hieleras - un lujo sólo asequible para
) las familias de mayores ingresos-, que solían ser de
3 madera de encino americano . Los de uso domésti-
co podían medir hasta dos metros de alto, tenían
compartimientos de lámina de estaño y, en la parte
superior, un contenedor, en el que se colocaban las
marquetas o grandes trozos de hielo . Éste se entre- Cocina poblana, óleo pintado por Eduardo Pingret en
gaba a domicilio en transportes adecuados . 1854. Colección del Museo Nacional de Historia, INAH.
{

Después de haber llenado las garrafas con los jugos


de las frutas o de las preparaciones ... se colocaba en
3. medio de las vasijas destinadas a contenerlas ... que
{ se construyen de madera de encina u otra, más altas
que las garrafas, de seis a ocho pulgadas cuando me-
nos, con un agujero en el fondo, tapado con un tapón
(j-.J SUPERMATIC®
r -O ~ tu lúrea
..
o bitoque, para abrirle cuando se haya menester; se
1 ponen algo separadas unas de las otras y se llenan con
3. hielo machacado con un mazo y mezclado con sal,
~ cuya cantidad se aumenta o dobla según la tempera-
5 tura, y para acelerar la confección de los helados; se
~ agitan fuertemente y se dan vueltas a las garrafas me-
neando y despegando con una espátula de hojalata lo
que contienen, y no sacándose sino para servirse in-
~ mediatamente en vasos o copas de cristal.

5 Nuevo cocinero mexicano


en forma de diccionario, 1888 GRUPO VITRO
COllsejo Naciollal para la ClIltllra y las Artes
Presi dente: RAFAEL T OVAR y DE T ERESA
Il1stitllto Naciollal de Antropología e Historia
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Editorial Raíces, S.A. de C. V,


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M URIEL, ENRIQUE NALDA, MARÍA NIEVES NORIEGA DE AUTREY, JOSÉ EMILIO PACHECO, SEPTIEMBRE- ÜCTUBRE DE 1999 - VOLUMEN VII, NÚMERO 39
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XA VIER L OZOYA, LAURA PARRILLA, L UIS j A VI ER PECHlR, DOSITELA RODRÍGUEZ, Para las culturas del México antiguo, el conocimiento y el uso de
PACHELA ROVIROSA DE GAUDlANO, VÍCTOR H UGO VALENCIA
las plantas curati vas y alimenticias fue un elemento fundamental
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ÑA~ ~~~¡~~5~RND~E~~~~1~~E~~~ mS~~9 México antiguo .
s u M A R I o
Representación 24 Investigación 54 ETNOBOT ÁNICA
de algunas reciente sobre plantas
plantas medicinales medicinales mexicanas
en la a rqueología Érika Ri vera Arce De hierbas y herbolarios 60
Ano Ma. L. Velasco Lo:ano en el México actual
La investi gación científica so- Palll Hersc/¡ Mar/íne:
Las plantas curati vas fueron bre plantas med icinales ha te-
plasmadas en diversos obje- ni do un a ampli a trayec toria a En el uso empírico de la herbo-
tos cerám icos, en esc ultu ras y lo largo de la histori a de M éx i- laria mexicana se ex presan no
pinturas mura les, así como en la co. Ac tu almente se llevan a ca- só lo la di vers idad natu ra l y cul-
arquitectura preh ispán ica. Todos bo estud ios para el desarro ll o y tural de Méx ico, sino también la
ellos constituyen test imonios de uso de medi camentos a base de inventi va y riqueza de l saber
información muy valiosa. plantas . popular.

HISTORIA

Usos de las plantas medicinales mexicanas 30


Carlos Viesca Trevi¡/o Los curanderos y la 68
flora medicinal de Hidalgo
El aprovechamiento de Miguel Ángel Villavicencio NielO,
la notable variedad de Blanca Es/ela Pérez Escandón,
plantas medicinales que Alfredo Ramírez Aguirre
ofrece el suelo mex ica-
no, es fruto de una ances- En el estado de Hidalgo, el cono-
tral relación de l hombre cimiento y la ex peri encia tradi-
de estas tierras con la cionales de los curanderos acer-
natura leza. ca de las pl antas medici nales,
FUENTES han contribuido a preservar este
Plantas ine~icana s en 38 saber, así como a fo mentar su
Europa en el siglo XV I uso y conservación.
José Luis Fresqlle/ Febrer. Libellus de 22
María LII: Lópe: Terrada Medicinalibus
Indorum Herbis Cartas 2
La introducción en Europa, a partir del o Códice Badiano Numeralia 45
siglo XVI, de plantas de origen meso a-
mericano, fue un factor determinante Historia de las cosas 36 Xochipilli 52
para el desarro ll o de la medici na y de la de Nueva Espaíia Jardín Botánico 66
historia económica, social y cu ltural del (Códice Florentino )
Remedios 72
viejo continente.
Historia natural 37 Noticias 74
Médicos y farmacéuticos 46 de Nueva España Reseñas 76
mexicanos en el siglo XIX
Eisa Mal vido, Sil via del A lila Elaboración del Códice 23 Bibliografía 77
Badiano (siglo XVI) Índice de imágenes 77
Debido a las difíci les circunstancias de la época, los méd icos del
siglo XIX mexicano tuvieron que recurrir a las hierbas nativas , q ue Primera cátedra de 44 http://www.arqueome x.com
habían estado abandonadas, para elaborar med icamentos. botánica (siglo xvm ) arqueomex @arq ueomex .com
ACLARACIÓN SOBRE EL TETZCOTZINCO

aftas
Mucho agradecería aclarar la procedencia
de las fotografías del Tetzcotzinco que apa-
recen en las pp. 52 Y53 del núm. 38 de la
revista Arqueología Mexicana.
Éstas fueron tomadas hace tres años
como parte de un estudio llevado a cabo
por Protetzcotzinco, A. C. , una organiza-
Los MAPAS DE CUAUHTlNCHAN de Cuauhtinchan 3 y Mapa de Cuauhtin- ción no gubernamental dedicada al resca-
chan 2) y 23 (sección B3 del Mapa de te del sitio de los antiguos jardines del rey
En el artículo sobre los Mapas de Cuauh- Cuauhtin chan 2). Ofrecemos aquí, con una Nezahualcóyotl. Amablemente, su mesa
tin chan de la doctora Keiko Yoneda, pu- disculpa a la autora, la versión correcta. directiva concedió el permiso para publi-
blicado en el núm. 38, aparecieron algunas Asimismo, en la p. 23, donde dice : "de carlas y así ilustrar el artículo de Rodrigo
imprecisiones en la ubicación de los ele- acuerdo con el 1", debe decir: "de acuerdo Martínez Baracs.
mentos de los mapas de las pp. 19 (Mapa con el Mapa de Cuauhtin chan 2" . Michael Calderwood

Dos VAS[JAS

En mi última visita a México adquirí un


ejemplar de Arqueología Mexicana , núm.
31. En el artículo de Patricia R. Anawalt,
"Los conejos y la embriaguez" , se mues-
tran, en la p. 7 1, dos ilustraciones de re-
cipientes para pulque. El pie de foto se li-
mita a señalar que se trata de dibujos de
Graciela León/ Raíces. Estas imágenes es-
tán basadas en las fotografías de mj traba-
jo publicado en Basilea, Suiza, en 1984:
"Ometochtecomatl. Ein altemexicanisches
Pulquegefass" , Verhandlungen der Natur-
forchenden Gesellechaft in Bassel, 94 ,
pp. 307-319. Ambos objetos aparecieron
1. Chicomóztoc. 2. Matl alcueye (La Mal inche). 3. Citlaltépec (Cerro Pinal). 4. Pico de Orizaba.
ahí con fines comparativos . La vasija pe-
5. Sierra Amozoc-Tepeaca. 6. Cordillera Tentzon. 7. lztaccíhuatl. 8. Popocatépetl.
FOTO: CNCA-INAH-MEX-FEANANOO OSOAIO y FERNANDA VALVERDE-ACERVO FOTOGAAFICO DE LA BNAH queña (fig. 9a) pertenece a la colección et-
nográfica del Museo Reiss, en Mannheim,
Alemania, y el recipiente de piedra es par-
te de la antigua colección del Museo Etno-
gráfico de Berlín.
En mi trabajo incluí cinco recipientes
de piedra y dos vasijas trípodes. Dos de los
recipientes provienen del Templo Mayor
y de las excavaciones de 1948. Anterior-
mente han sido publicadas por Noemí Cas-
tillo Tejero y Felipe R. Solís Olguín en
"Ofrendas mexicanas en el Museo Nacio-
nal de Antropología" , Corpus Antiquita-
tum Americanensium, vol , VIII, México,
1975. Sorprende leer, entonces , en el ar-
tículo de Anawalt: " . . . había vasijas indi-
viduales también llamadas ometochtecó-
marl, de las que al menos se han encontrado
dos en sitios arqueológicos" (figs . 9a y 9b,
pp. 69-70). Parece ser que más reciente-
mente se han encontrado vasijas semejan-
l. Sierra Amozoc. 2. Sierra Tepeaca. l. Matlalcueye (La Mal inche). tes en las excavaciones del Templo Mayor
3. Cordillera Tentzon. 2. Dios Xipe-Tótec. (Ofrenda 12). Para terminar, quisiera ha-

2 / AR QUEOLOG íA MEXICANA
cer notar que la manta con dibujos de la va- CIUDADES MAYAS Borgia, el Laud, el Féjérváry Ma yer, el
sija 2 conejo, según Sahagún, en náhuatl es Nuttall, los cuales son verdaderamente
ometoctecomayo ti/matl¡, y no meramen- Quiero enviar una cordial felicitación a hermosos . Poseo la tercera parte del Có-
te ometechtecomayo, como se acota equi- todo el equipo que integra la revista Ar- dice Madrid en un facsímil que recibí de
vocadamente en las figuras 10 Y 11 . queología Mexicana , especialmente a los obsequio en una revista sobre arqueolo-
Ulf Bankmann, Berlín, Alemania arqueólogos José Huchim y Lourdes Tos- gía. ¿Sería posible que Arqueología Me-
cano, por el artículo del núm . 37 sobre la xicana, como suplemento o de cualquier
CÓDlCEARAO restauración del Cuadrángulo de los Pája- otra forma , presentara facsímiles de có-
ros, en Uxmal. dices para el público interesado? Sería
En relación con la espléndida edición so- Soy estudiante y me parece muy im- extraordinario. También me uno a la pro-
bre códices coloniales de A rqueología Me- portante que las personas jóvenes, como , puesta de una lectora que en un número
xicana , núm . 38, y con el fin exclusivo de yo, conozcan más y con mayor claridad so- pasado hace una sugerencia, en el sentido
actualizar la información , quiero referir- bre las culturas mesoamericanas, especial- de que el náhuatl sea la segunda lengua
me mu y brevemente al cuadro titulado mente sobre la cultura maya. Me siento or- oficial de nuestro país: eso nos identifica-
"Códices coloniales (selección)", que tie- gulloso de que su prestigiada publicación ría auténticamente como mexicanos .
ne información de la maestra Perla Valle muestre y estudie nuestro legado cultural. J. Antonio López Romo,
(pp. 14-15). En el recuadro sobre Michoa- Cabe señalar que los trabajos arqueológi- Acaponeta, Nayarit
cán, el último de los códices mencionados cos que se realizan en la zona maya son de
se titula Tributos de Tzintzuntzan y Tlal- gran importancia, porque se dan a conocer RECTIFICACIONES
pujaua. Sin duda, esta denominación se nuevos secretos y se destacan investiga- SOBRE "Los MA YAS"
debe a los autores Glass y Robertson , am- ciones y hechos pasados.
pliamente conocidos, la cual se registra en Como ejemplos quiero citar la llamada Corregimos algunas imprecisiones que
su obra que aparece en la sección "Para leer Liga de Mayapán , la cual es mencionada aparecieron en la nota sobre la exposición
más ... " (p. 75) , del mismo número. Ahora en di versas crónicas indígenas y por mu- titulada "Los mayas", la cual se publicó
bien, en junio de 1994 tuve la oportunidad chos investigadores, y la restauración y en el núm. 38, p. 76.
de participar en el Segundo Simposio de conservación de edificios realmente be- Dice: " .. .comprende 540 piezas ... ",
Códices y Documentos sobre México (Ha- llos, como los de Uxmal. debe decir: " ... comprende 557 piezas ... "
cienda del Chorrillo, Taxco, Guerrero), en Oj alá publicaran un artículo sobre Dice:" ... documenta el desarrollo de 20 si-
donde presenté un trabajo en el que, preci- los trabajos que se hacen en Guatemala, Be- glos de civilización ... ", debe decir: " ... do-
samente, planteaba una revisión a la deno- lice, Honduras y El Salvador para rescatar cumenta el desarrollo de más de 20 siglos
minación de ese códice, señalaba los erro- muchas ciudades que tu vieron relaciones de civilización ... " Dice: " . ..a través de un
res de paleografía de Pablo Beaumont, la con sitios de la zona maya de México. recorrido temático en el cual se explican
inexacta traducción de Glass y Robertson Iván Garduño Toledo, detalladamente las distintas fases - origen,
del español al inglés, y proponía su rein- Ecatepec, estado de México florecimiento y decadencia- de este sin-
terpretación bajo el nombre de Códice gular pueblo", debe decir: "a través de un
Arao (se presentaba ahí mismo otro docu- FACSÍMILES DE CÓDICES recorrido temático en el cual se muestran
mento muy relacionado con éste, llamado los logros culturales de este singular pue-
Códice Cutzio , ambos de lugares cercanos Expreso mi más sincero aprecio por el tra- blo ... " Dice: "La escritura es otro aspecto
a Huetamo, Michoacán ; véase Arqueolo - bajo que realizan en cada revista. A lo lar- particular en el que se concentran muchas
gía Mexicana , núm .19, p. 35). Este traba- go de los años en que ésta ha circulado, he de las investigaciones actuales, y se ofre-
jo fue publicado después en las memorias logrado ver la grandeza que estaba ente- ce un estudio detallado del calendario
del simposio con el título de Códices y do- rrada y casi olvidada de tantas muestras de maya .. . ", debe decir: "La escritura es otro
cumentos sobre México. Segundo Simpo- la maestría indígena en todas las manifes- aspecto particular en el que se concentran
sio, vol. 11, Salvador Rueda Smithers Ced.), taciones del arte. muchas de las investigaciones actuales en
pp. 397-413, INA H, 1997 . Denominación Es un verdadero orgullo formar parte las que se realiza un estudio detallado del
semejante fue la que le atribuyó José Luis de este pasado y lo es más la labor de la calendario maya ... " Dice: " ... lamayorpar-
Martínez Hernández a este códice bajo el revista que ustedes editan, difusora direc- te de los objetos datan del periodo Preclá-
título Tributos de Tzintzuntzan en el cua- ta del conocimiento de nuestros antepasa- sico, que finalizó hacia el año 150 d. C. ",
dro de su artículo "Lorenzo Boturini y su dos: que así sea para siempre. Poseo todas debe decir: " ... la mayor parte de los obje-
Museo Hi stórico Indiano", Arqueología y cada una de sus publicaciones, y me han tos datan del periodo Clásico, que finalizó
Mexicana, núm. 15, 1995. Reitero que el impactado las que muestran los murales, hacia el año 900 d. C."
objetivo de la presente es con fines infor- los códices, la arquitectura, la escultura y
mati vos e invitaría a los interesados a con- la cerámica. • Arqueología Mexicana se reserva el derecho de
edi ción de las cartas por razones de espacio y con-
sultar dicho artículo, ¿o es que los códices Deseo a manera de sugerencia que en
tenido. Pedimos atentamente a quienes envíen sus
coloniales de Michoacán no entran en la alguna edición especial se aborden temas cartas que éstas no excedan una cuartilla, y que nos
atención mesoamericana? sobre los códices, en particular los de fac- proporcionen sus datos completos: nombre, direc-
Dr. Carlos S. Paredes Martínez, CIESAS tura realmente indígena, como el Códice ción y teléfono.

CARTAS / 3
Plantas
medicinales
del México
prehispánico
R OBERT B YE, EDELMIRA LINARES

Para las culturas del México


antiguo las plantas, generosas
proveedoras de alimentos y
sustancias curativas, fueron
un elemento fundamental de la
vida cotidiana. Para comprender
el papel que desempeñaron en
la época prehispánica y el
que tienen en el presente, es
Nacimiento de una deidad.
La planta de la que emerge, necesario recurrir a fuentes de
representa un PhilodelldrOll
spp. Cultura maya. Clásico. información arqueológica,
Jaina, Campeche.
FOTO: M!CHEL ZABE I RA feES histórica y etnológica.
4/ ARQUEOLOGíA M EX ICANA
a salud entre los nahuas, los ma-

L yas y otras culturas del México


antiguo se obtenía a partir de un
equilibrio entre fuerzas corpora-
les , naturales y sobrenaturales. Las plantas
medicinales desempeñaron un importante
papel en este equilibrio y proporcionaron
elementos para las prácticas preventivas y
curativas que se aplicaron tanto a indi-
viduos como a la sociedad (conj untos de
individuos). En el caso de aquéllos, por
ejemplo, se atendían tanto los centros aní-
micos mayores como los menores, y las
fuerzas vitales (López, 1984).
Entre los aztecas, los tres centros aními-
cos principales eran la región de la cabeza
(tonalli) , la región del corazón (teyolia) y
la región del hígado (ihíyotl) . Una acumu-
lación de flemas en el pecho, por ejemplo,
podía causar locura, estupidez, desmayos
o epilepsia al afectar el teyolia. Se supone
que la mayor parte de las sociedades prehis-
pánicas de México, compartieron dichas
creencias hasta cierto punto (López, 1984;
Ortiz de Montellano, 1990). Las causas y
remedios de algunas enfermedades podían
buscarse mediante la intervención del mun-
do espiritual. Con frecuencia se utilizaron
ciertas plantas con poderes de transforma-
ción, que alteraban la propia percepción y
conducían al hombre o a la mujer a otros
mundos , donde se podía obtener informa-
ción sobre esas causas y remedios.
A pesar de que la medicina tradicional
no comparte los principios de la medici-
na institucional moderna, su sustrato em-
pÚ'ico-científico es racional. Utilizando el
punto de vista nahua sobre la enfermedad,
se realizó una evaluación empírica de 118
plantas medicinales aztecas identificadas
en documentos coloniales tempranos , lo
cual reveló que casi 85 % de los remedios
vegetales contienen sustancias bioquími-
cas que producirían el efecto curativo
deseado. Si comparamos esto con los con-
ceptos de la medicina institucional con-
temporánea, encontramos que 60% de
esas mismas plantas medicinales pueden
considerarse eficaces (Ortiz de Montella-
no, 1990). La mayor parte de las plantas
utilizadas como enteógenos - sustancias
que, al ingerirse, producen vivencias di-
vinas-contienen alcaloides que actúan so-
bre el sistema nervioso de tal manera que
los sentidos se alteran y sensibilizan fren-
te a estímulos distintos (Schultes y Hof-
mann, 1980; Wasson , 1980).
EVIDENCIAS DIRECTAS E CONTEXTOS ARQUEOLÓGICOS medicinal (Montúfar, 1985). Plantas de la misma familia, abun-
dantes en la región , se utilizan aún como remedios: el toronjil
El hallazgo de evidencias directas de plantas medicinales, es (Agastache spp.) y el orégano (Monarda austromontana) sir-
decir, de las partes de la planta preparadas para usarse, recupe- ven para curar el espanto, los nervios, el insomnio, la indiges-
radas en un contexto curativo, es excepcional en el registro ar- tión y el dolor de estómago.
queológico. Actualmente, los fragmentos disponibles son par- En el estrato correspondiente al periodo Cave-Maker de una
te de restos conservados en condiciones especiales, y han sido cueva al poniente de Chihuahua, se recuperaron raíces secas de
encontrados por los arqueólogos mientras exploraban otro tipo sangre grado (Jatropha spp.), consideradas hoy como un pode-
de vestigios culturales menos perecederos. Mientras que algu- roso laxante (Zingg, 1940). También en las cuevas de Tehuacán
nos de estos restos muestran manipulación por parte del hom- (Smith, 1967) se hallaron frutos y semillas de esta planta, usada
bre, otros se hallan mezclados en las diversas capas excavadas. en el tratamiento de granos, estreñjmiento, muelas picadas, vá-
Los tallos enredados de tumbavaquero (Cissus sp.) recupe- rices, caída de pelo y golpes. Los fragmentos de doradilla (Sela-
rados en Cueva de las Ventanas, en Chihuahua, hacen suponer ginella sp.) encontrados en Chihuahua (Montúfar, 1985) y
que se les recolectaba y preparaba para un uso futuro , tal vez Tehuacán (Smith, 1967), tal vez sirvieron como remedio para la
para el tratamiento de granos y trastornos gastrointestinales, cistitis, la inflamación de estómago, las úlceras, los cálculos bi-
como se usan actualmente. El atado de tallos de una menta (La- liares y la bilis. Es posible que las semillas de kasalaka (Fim-
miaceae) encontrado en el mismo sitio indica su posible uso bristylis sp.) de Cueva de las Ventanas, en Chihuahua (Montú-
far, 1985), se guardaran para utilizarse posteriormente en el tra- En ciertas cuevas del río Bravo, tanto en la vertiente de Coa-
tamiento de problemas pulmonares, mismo propósito que tienen huila como en la de Texas, se han encontrado restos de plantas
los tarahumaras en la actualidad al recolectarlas y almacenarlas. de peyote (Lophophora williamsii), así como semillas de colo-
La presencia de botones florales de la llamada flor de mayo rín (Sophora secundijlora) y de monillo (Ungnadia speciosa),
(Plumeria rubra val'. acutifolia) en las cuevas de Tehuacán que corresponden a fechas que van desde 7500 a. C. hasta 570
(Smith, 1967) parece indicar que esas flores se usaron con fines d. C. (Adovasio y Fry, 1976). Los poderes mágico-terapéuti-
ceremoruales y para tratar el dolor de oído, los granos, la infla- cos del peyote y las propiedades visionarias del colorín son bien
mación de la piel y las heridas. Las semillas de venenillo (The- conocidos. Su presencia junto al monillo parece indicar que
vetiaperuviana), planta muy afín alaanterior, quizá fueron guar- éste pudo haberse usado como medicina sagrada (Schultes y
dadas en las cuevas de Tehuacán (Smith, 1967) con la finalidad Hofmann, 1980), aunque no existe evidencia contemporánea
de utilizarlas en la curación de llagas, úlceras y dolor de muelas, de su uso con fines curativos.
uso que se les da en la actualidad. Semillas parecidas a las de la En los reportes arqueoetnobotánicos usualmente se clasifi-
planta llamada cinco llagas (Tagetes spp.) fueron halladas en el can los restos de plantas en los rubros convencionales de co-
Templo Mayor en un contexto ceremonial (Montúfar, 1998), mida, leña, textil, combustible, y así sucesivamente. Pero es
y es posible que se emplearan para sanar cólicos, dolor de es- posible que algunas de esas plantas fueran también empleadas
tómago, enfermedades renales, tos y flujo vaginal. Las partes con propósitos medicinales, como es el caso de muchas espe-
aéreas de la planta se utilizaron en el tratamiento de diarreas. cies comestibles hoy en día.
La existencia de vainas de guaje (Leu-
caena esculenta) en las cuevas de Tehua-
cán no sólo indica su importancia en la
dieta de los habitantes (Smith, 1967),
sino también que pudieron utilizarse
como se hace ahora, para al i viar el dolor ·
de estómago y para eliminar las amibas.
Los abundantes depósitos de semillas
de aguacate (Persea americana) y de za-
pote blanco (Casimiroa edulis) en las
cuevas de Coxcatlán, El Riego y Purrón,
no sólo dan cuenta de la importancia
de su consumo y cultivo en el valle de
Tehuacán (Smith, 1967). Es posible que
las semillas de aguacate se usaran para
evitar la caída del pelo, para las reumas
y contra la tiña, y las de zapote para in-
ducir el sueño, calmar los nervios y
aliviar el dolor de cabeza. Las mismas
interpretaciones medicinales pueden
hacerse respecto de otras plantas co-
mestibles: las hojas de maguey (Agave
spp.) se usaron para tratar los granos en-
terrados, las heridas, el dolor de espal-
da, la tos , la gastritis y la bilis; los fru-
tos del tejocote (Crataegus pubescens)
se emplearon con fines diuréticos y ade-
más para aliviar la tos, los padecimien-
tos respiratorios , las enfermedades del
riñón y las várices; las pepitas (semillas
de Cucurbita spp.) se utilizaron para eli-
minar los parásitos intestinales y para
aliviar la inflamación de las encías; las
semillas y hojas del epazote (Teloxys
ambrosioides) se emplearon contra los
parásitos, el espanto, la inflamación del
estómago y problemas menstruales; las
tunas y xoconostles (frutas de Opuntia
spp.) se usaron para tratar problemas di-
gestivos y renales, así como en padeci-
mientos pulmonares y como auxiliares
en el parto; el maíz (pelo de elote, Zea
mays) se utilizó en males digestivos y
renales; los frutos de la granadilla (Pa-
ssiflora spp.) se usaron como analgé-
sicos y para atender padecimientos del
corazón, los nervios, la presión, el estó-
mago, y los riñones , así como en las úl-
ceras gastrointestinales; las semillas de
chía (Salvia spp.) se utilizaron contra
los trastornos estomacales, las infeccio-
nes de los ojos y para ayudar en los par-
tos difíciles.
Ciertas plantas ceremoniales fueron
usadas también con fines curativos,
como el copal (resina de Bursera spp.),
que se utilizó para aliviar los dolores del
cuerpo y para tratar enfermedades res-
piratorias. Frutos utilitarios como la jí-
cara (Crescentia spp.) se emplearon tam-
bién en la preparación de remedios para
tratar enfermedades respiratorias, el
asma, los golpes, las fiebres, los dolores
de oído, las enfermedades del riñón, las
várices y la caída del pelo. Además de
proporcionar fibra, el algodón (Gossy-
pium spp.) pudo haber sido utilizado me-
dicinalmente y sus semillas usadas como
remedio de los granos, las llagas, la sar-
na y el catarro (Montúfar, 1998).

EVIDENCIAS INDIRECTAS
EN CONTEXTOS ARQUEOLÓGICOS

Los objetos asociados a las prácticas cu-


rativas nos pueden brindar una eviden-
cia indirecta sobre el uso medicinal de
las plantas. Los tubos de carrizo (Phrag-
mites sp.) utilizados por los chamanes
para inhalar, encontrados en el estrato
del periodo Cave-Maker en una cueva
del oeste de Chihuahua (Zingg, 1940),
son semejantes a los usados hoy en día
por los curanderos de la Tarahumara,
aunque los aparatos actuales están he-
chos con el carrizo de una planta intro-
ducida (Arundo donax). La inhalación
de plantas pulverizadas es una práctica
muy difundida en las ceremonias ritua-
les y adivinatorias asociadas al diagnós-
tico y al tratamiento de las enfermeda-
des. La parafernalia vinculada con las
prácticas chamánicas incluye pipas para
inhalar con formas de animales, así como
fig urillas con pipas, como las proceden-
tes de Colima, Guerrero, Nayarit y Oa-
xaca (Furst, 1974). No sabemos exacta-
mente cuáles plantas se inhalaron con
estos instrumentos, pero seguramente
incluyeron las del tabaco (Nicotiana ta-
bacum) y el piciete (Nicotiana rustica),
de las que tenemos documentación so-
bre su uso, especialmente fumadas , en
todo México.
La iconografía sobre las plantas es
otra ev idencia indirecta de remedios
medicinales vegetales. La reinterpreta-
ción de las plantas labradas sobre el cuer-
po de Xochipilli, "el príncipe de las flo-
res", muestra el gran aprecio que tuvo la
aristocracia náhuatl por las plantas "que
alteran la mente" y que, posiblemente,
e usaron en rituales curativos y en prác-
ticas adivinatorias. Entre ellas se en-
cuentran : las flores de tabaco (Nicotia-
na tabacum), el ololiuhqui (Turbina
corymbosa) , el sinicuichi (Heimia sali-
cifolia) y la flor de cacao (Quararibea
funebris). Esta última tal vez sea aque-
lla poyomatli a la cual cantaron los poe-
tas mexicas prehispánicos. En las rocas
de Baja California (Hambleton, 1979) se
halla una pintura de la jojoba (Simmod-
sia chinensis), cuyos frutos se usan ac-
tualmente para evitar la caída del pelo,
para aliviar irritaciones de la garganta y
los ojos, como auxiliares en el parto, para
combatir la retención de la orina y para
cicatrizar las llagas. Se creía que el hua-
calxóchitl (Philodendron spp.) aliviaba
la fatiga de los administradores y de la
gente con cargos públicos ; esta caracte-
rística flor, similar al alcatraz, aparece
como petroglifo en Santa Cruz Acalpix-
can, Distrito Federal, y en figuras de ce-
rámica de J aina, Campeche (Piña, 1968).
La llegada de los españoles modificó
radicalmente la medicina nativa y los
usos de las plantas medicinales . Diver-
sos documentos coloniales tempranos ,
como los de Martín de la Cruz y Juan Ba-
diano, Bernardino de Sahagún y Fran-
cisco Hernández, nos permiten observar
esas transformaciones , que van del uso
de remedios vegetales bajo conceptos
médicos nativos consignados en el Libe-
llus de Medicinalibus lndorum Herbis,
de Martín de la Cruz y Juan Badiano, a
la concepción europea acerca de la ac-
ción y utilidad de las plantas medicina-
les mexicanas plasmada en la Historia
de las cosas de Nueva España, de Saha-
gún. De cualquier forma, el proceso de
aculturación permitió la permanencia
de muchas plantas que ahora usamos de
modo similar a como se hacía en la épo-
ca prehispánica. Los remedios prehispá-
nicos a base de hierbas se asociaron con
frecuencia a deidades aztecas. Con el
cristianismo, las curas se atribuyeron a
santos católicos, como se muestra en el
Florilegio medicinal de todas las enfer-
medades de Juan de Estenyeffer, que sir-
vió de manual en casas y dispensarios re-
ligiosos desde 1712 hasta este siglo.
Algunos remedios nativos fueron sus-
tituidos por hierbas europeas (Ortiz de
Montellano, 1990). Tal es el caso del
yauhtli o pericón (Tagetes lucida) , utili-
zado para los trastornos digestivos, los
desórdenes ginecológicos, las reumas,

10 / ARQUEO LOG ÍA M EX ICANA


los cólicos, las inflamaciones y el es-
panto, que tras la Conquista fue susti -
tuido por la ruda (Ruta chalepensis) . El
iztáuhyatl o estafiate (Artemisia mexi-
cana) fue remplazado por el romero
(Rosmarinus officinalis) como remedio
contra el dolor de estómago, la bilis, el
empacho, el susto, problemas menstrua-
les y padecimientos respiratorios.
El uso de algunas plantas cayó en el
olvido o se volvió clandestino debido a
las pesquisas represivas de la Iglesia en
busca de plantas diabólicas, como el
peyote. La presencia de semillas de
monillo junto con otras plantas medici-
nales parece indicar su importancia má-
gico-terapéutica, aunque no se tiene no-
ticia de su uso en la actualidad. La hierba
de la pastora o pipiltzintzintli (Salvia di-
vinorum) sólo fue reconocida reciente-
mente por la ciencia, aunque su uso
como planta adivinatoria sin duda se
remonta a tiempos prehispánicos. El
ololiuhqui (Turbina corymbosa) que
adorna el cuerpo de Xochipilli fue fre-
cuentemente mencionado en documen-
tos coloniales tempranos y fue identifi-
cado botánicamente hace 70 años.

PERSPECTIVA DE LAS INVESTIGACIONES

El escaso registro de plantas curativas en


contextos arqueológicos se debe a la po-
bre preservación de éstas y a la falta de
atención en las investigaciones arqueo-
lógicas. Hasta la fecha, la mayoría de los
estudios que intentan interpretar las
plantas medicinales prehispánicas se ba-
san en documentos coloniales tempra-
nos . Sin embargo, existe información de
distintos tipos, directa o indirecta, en
contextos culturales. Las investigacio-
nes por realizar, con una selección y ex-
cavación cuidadosa del sitio, y con una
interpretación (y reinterpretación) de los
datos dirigida hacia esa temática, nos
permitirán apreciar las raíces prehispá-
rucas de la medicina tradicional contem-
poránea, así como identificar sus pérdi-
das y transformaciones. ~

• Robert Bye. Biólogo y doctor en etnobotánica


por la Universidad de Harvard. Investigador del
Instituto de Biología y director del Jardín Botáni-
co de la UNAM .
• Edelmira Linares. Bióloga. Investigadora dellns-
tiruto de Biología de la UNAM. Prepara su tesis doc-
toral sobre plantas medicinales.
PLANTAS MEDICINALES

.... AGUACATE
• Auacaquáhuitl .... BRASIL
• Persea americana • Tlah cuilolquáuitl
• Semillas, hojas, cáscaras • Haematoxylum brasiletto
• Tomada en infusión, • Madera
aplicada localmente • Tomada en infusión
• Cabello reseco, padecimientos • Diarrea, nervios, circulación
de la piel, disentería, parásitos
intestinales, inducción del parto

CEMPASl'Cl-nL ~ COCOLMECA ~
• Cel11poalxóchitl • Cozolmécatl
• Tagetes erecta • Sl11ilax spp,
• Flores, hojas • Raíz
• Tomada con pulque • Tomada en infusión
yen infusión • Para purificar la
• Inflamación del sangre, sobrepeso
estómago, fiebre, diarrea

.... FLOR DE MANIT A .... GORDOLOBO


Macpalxóchitl • Tzonpotónic
• Chiranthodendron • Gnaphalium spp,
pentadactylol1 • Parte aérea
• Flores • Tomada en infusión
• Tomada en infusión • Tos, bronquitis, empacho
• Nervios, corazón, disentería

PERICÓ' ~
GU\.\BA ~
• Yauhtli
• Xalxócotl • Tagetes lucida
• Psidiulll guajava • Parte aérea
• Frutos, hojas. corteza • Tomada en infusión,
• Tomada en infusión fomentos
• Bilis, disentería, • Dolor de vientre, diarrea,
vómito, sarna fiebre, tos

.... SI E\ IPREVf\' A .... TE DE MONTE


• Texíyotl • Atóchietl
• Sedwn praealtul/l • Satureja macrostel11a
• Flores, hojas • Parte aérea
• Tomada en infusión, • Tomada en infusión
aplicada localmente • Flatulencia, dolor de
• Inflamación de la boca estómago, enfermedades
y los ojos, quemaduras, gastrointestinales
encías, fiebre

ESTAFIATE ~ T ORONJ IL ~
'/ztáuhyatl • Tlalahuéhuetl
• Artelllisia mexicana • Agastache mexicana
• Parte aérea • Toda la planta
• Tomada en infusión o • Tomada en infusión
masticada • Susto, indigestión, nervios,
• Cólicos, dolores de intestino, corazón, insomnio, úlceras
disentería, vómito, bilis

..
12/ ARQUEOLOGÍA MEXICANA
S MEXICANAS *
.... CAPLLí~
.... CACHA~I • Capolin
• Péyotl • Prunus sero/ina spp. capuli
?tia • Roldana sessilifolia • Frutos, hojas, corteza, raíz
• Raíz • Tomada en infusión
• Tomada en infusión • Cólicos intestinales,
• Tos, fiebre, esterilidad estreñimiento, padecimientos
respiralorios, tos

EPAZO"IE ~ TOLOACHE ~
• Epázotl • Toloa
• Teloxys ambrosioides • Da/ura s/ralllonillln
• Toda la pl anta • Parte aérea
• Tomada en infusión • Aplicada localmente
• Asma, disentería, parásitos • Fiebre, inflamación,
intestinales, desalojo dolores reumáticos,
de lombrices hemorroides, várices

.... ZAPOTE BLA:-'CO .... MllTLE


• Cochi/zápo/I • Mohui/Ii
• Casillliroa edulis • Jusricia spicigera
• Frutos, hojas • Parte aérea
• Tomada en infusión, • Tomada en in fusión
aplicada localmente • Disentería, fluj o menstrual
;ho • Insomnio, diarrea, excesivo, dolor de
úlceras, presión estómago, nervios

PNiLICA ~ POLEO ~
• TOlllázquirl • Aróchierl
• Arcrosraphylos punge/IS • Cunila Iyrhrifolia
• Toda la pl anta • Parte aérea
• Tomada en infusión • Tomada en infusión,
• Diurético, padecimientos inhalación del vapor
renales, catarro, inflamación • Catarro, bronquitis,
del vientre ronquera

...... TEJOCOTE ...... TLA~CHICHIi'OLE


• Texócotl • Tochomixóchirl
• Cra/aegus pubescens • Kohleria deppeana
• Toda la planta • Parte aérea
• Tomada en infusión • Tomada en infusión,
• Diurélico, tos, aplicada localmente
les padecimientos respiratorios, • Enfermedades gastrointestinales,
enfermedades de los úlceras, llagas, heridas,
riñones, várices hemorroides, afecciones renales

y ULOSUCHIL ~ O~TIGA ~
• Yolloxóchirl • Tzi/zicaz/Ii
• Talalllna mexicana • Urtica dioica
• Flores, semillas, corteza • Parte aérea
• Tomada en infusión • Tomada en infusión,
• Diurético, fiebre , corazón, aplicada localmente
circul ación, nervios • Reuma, mala circulac ión

• En orden consecutivo, se consigna: nombre común, nombre indígena, nombre científico, partes utilizadas, forma de aplicación y usos contemporáneos más comunes. INFORMACiÓN: ROSERT BYE

P LANTAS MED ICINALES MEX ICANAS / 13


Un paraíso
de plantas
medicinales
X A V1ER L OZOY A

En la historia del conocimiento


sobre las propiedades curativas
de las plantas, el mural de
Tepantitla, en Teotihuacan,
que representa al Tlalocan o
paraíso de Tláloc, constituye
un importante testimonio
en el que se pueden apreciar
plantas medicinales utilizadas
en el México antiguo. Sin
embargo, sigue siendo difícil
interpretar la información
que brinda el mural, así
como la de otros edificios
y objetos prehispánicos.
1. Parte inferior izquierda del fragmento del mural de Tepantitla
por motivos relacionados con los dioses del agua (ahogados,

14/ ARQUEOLOGÍA M EX ICANA


¡titIa :;ue representa el Tlalocan o paraíso de Tláloc, lugar en el que abundaban el agua, los animales y las plantas, y adonde llegaban los muertos
Idos, ?Uf" rayo o por "enfermedades acuáticas"), para curarse y tener vida eterna. Tlalocan. Reproducción en la Sala Teotihuacan, MNA.

UN PARAÍSO DE PLANTAS MEDICINALES / 15


a tomado casi todo el si- se conoce sobre la medicina herbolaria

H glo xx reponernos del trau-


ma que representa consta-
tar que el pueblo europeo
conquistador de Mesoamérica en el si-
glo XVI, hizo un enorme esfuerzo para
que prevaleció en el mundo de los azte-
cas. El marco conceptual que dio funda-
mento a la terapéutica es plenamente des-
conocido, y hoy sólo es posible hacer
algunas especulaciones con base en los
destruir, intencional y sistemáticamen- recursos mencionados en las fuentes bi-
te, el conocimiento acumulado por las bliográficas.
grandes civilizaciones que se habían de- Los libros antiguos que existen sobre
sarrollado en México. Existen escasos este tema provienen todos del siglo XVI
ejemplos de esta índole en la historia del y son el resultado del trabajo de unos
mundo. Pocas veces se ha visto tanto en- cuantos españoles que, con diversos pro-
tusiasmo por borrar la memoria de otros, pósitos, intuyeron la necesidad de regis-
acumulada durante milenios. El conoci- trar el saber de los habitantes de una re-
miento sobre la forma de conservar la sa- gión del mundo que se transformaba en
lud y curar las enfermedades entre los an- sus costumbres a gran velocidad, como
tiguos mexicanos no fue la excepción en resultado de la colonización. La cultura
2. Fragmento del mural del Tlalocan en el
este proceso de borrarlo todo. que agonizaba tenía construida una in-
que se aprecia, en la parte superior, a una
Los fundamentos teóricos de la me- deidad (¿Xochiquétzal?) y, en la parte terpretación propia sobre la vida y la
dicina de los habitantes del mundo pre- inferior, a los hombres que disfrutan de ese salud; los médicos indígenas habían sis-
hispánico y el uso que hacían de los re- paraíso. Tlalocan. Sala Teotihuacan, MNA. tematizado el conocimiento sobre las
cursos curativos, principalmente de las propiedades de las plantas y su aplica-
plantas, fueron constantemente impug- ción en el tratamiento de las enfermeda-
nados por los españoles debido a que eran des de acuerdo con esa conceptualiza-
parte inseparable de la religión indíge- ción médica. Sin embargo, estos aspectos
na que se decidió erradicar. Esta cues- no fueron considerados al rescatar la in-
tión no deja de ser absurda, ya que en formación sobre el uso de las plantas, ya
otros momentos de la historia de Occi- que los compiladores no reconocieron en
dente, en los cuales ocurrieron cruentas los informantes indígenas las mismas
guerras que provocaron grandes cam- condiciones intelectuales que en los mé-
bios en la organización social y cultural dicos europeos.
de los pueblos confrontados, no se dese- En ciertos casos, como el de los escri-
chó ni destruyó el conocimiento médico tos de Sahagún, la información sobre la
de los vencidos. flora medicinal de los indios formaba
Después de la expulsión de los infie- parte de un conjunto de datos que inte-
les de la peninsula ibérica, por ejemplo, graban un voluminoso tratado general,
la teoría médica árabe y sus recursos cu- el cual serviría, primordialmente, como
rativos no fueron destruidos ni prohibi- 3. Un recién llegado al Tlalocan. En su mano una herramienta lingüística de los evan-
dos en España; por el contrario, fueron lleva la rama que significa que ha resucitado. gelizadores para conocer mejor el idio-
Mientras canta o recita, llora emocionado.
incorporados a la medicina de los si- ma náhuatI y los puntos clave de una
guientes siglos y llegaron a formar parte cosmovisión que se buscaba erradicar.
de la cultura del nuevo dominio español. En otros casos, como en el de la obra del
¿ y qué decir del conocimiento médico médico español Francisco Hernández, se
de las épocas clásicas griega y romana buscó contar con un inventario preciso
que sirvió de base al desarrollo de la me- de los recursos vegetales americanos sus-
dicina europea durante el Renacimien- ceptibles de ser incorporados a la prácti-
to? ¿Acaso fue un impedimento la con- ca médica, pero sin aceptar el funda-
dición religiosa de Hipócrates, Galeno , mento teórico de la medicina indígena de
Dioscórides o Avicena para incorporar donde provenían . En otros más, el pro-
sus propuestas médicas y la terapéutica pósito fue ilustrar la riqueza botánica del
que diseñaron a la medicina de los pue- Nuevo Mundo y la potencialidad de su
blos europeos? explotación puramente comercial, de
acuerdo con las necesidades médicas y
FUENTES SOBRE LA HERBOLARIA alimentarias de los europeos. No deja de
4. Entre las plantas más representadas
ser sorprendente que las hoy llamadas
Hoy hemos tenido que aprender a leer en- en el mural se encuentra el maíz, sustento "fuentes históricas" de la herbolaria
tre líneas la poca información escrita que básico de la dieta prehispánica. prehispánica vieran la luz pública y fue-

16/ ARQUEOLOGfA M EX ICANA


ran estudiadas hasta el siglo xx, ya que vestres rodeadas de una nueva flora que
ninguna de ellas fue utilizada en su tiem- ha adquirido certificado de nacionalidad.
po. En su momento, estas fuentes no fue- Aunque los expertos no se ponen de
ron concebidas por los autores para pre- acuerdo en la cifra, se estima que entre
servar, conocer y utilizar la medicina el 50 y el 70% de la herbolari a medici-
herbolaria indígena. nal actualmente usada por los mexicanos
Por otra parte, aunque la información ha sido introducida desde Europa en los
etnobotánica medicinal de los habitan- últimos cinco siglos, y con ella las ideas
tes del México actual es muy valiosa, y prácticas de muchas otras culturas del
debe ser vista como el resultado de 500 '" crisol ibérico.
años de un complejo proceso de combi- .~
nación de ideas de origen indio con otras ~
.~
EL MURAL DE TEPANTITLA
de origen médico europeo. Este sincre- ::>

tismo ocurrió en condiciones desventa-


josas de interculturación, ya que el co- i
o
Recientemente se ha intentado el estudio
de algunos de los sitios arqueológicos
nocimiento médico autóctono no tuvo ~¡ ~~ que pudieran proporcionar información
acceso a los medios de transmi sión for- 5. En el Tlalocan se representaron sobre la herbolaria medicinal de épocas
mal del conocimiento; es decir, durante plantas de ornato, como la oceloxóchitl, muy remotas. Tal es el caso de los frag-
todo este tiempo no existieron escuelas, a la que se acerca una mariposa.
mentos del mural de un edificio ubicado
libros u organizaciones profesionales de en Tepantitla, el cual forma parte del con-
medicina indígena que fueran reconoci - junto histórico de una cultura que alcan-
dos formalmente, mientras que la medi- zó su mayor esplendor en los primeros
cina española gozó de todos los privile- siglos de la era cristiana: la cultura teo-
gios legales y profesionales. Para decirlo tihuacana. Se cree que este recinto, que
más claramente: la medicina indígena no consta de varias habitaciones en torno a
tuvo acceso a la imprenta hasta finales un patio central, fundamentaba el mito
del siglo xx. de Tl áloc, el dios de la lluvia. El conjun-
Fue también en este siglo cuando los to está integrado por cuatro muros que
arqueólogos mexicanos y de otras na- dan a un patio, dos de los cuales poseen
cionalidades se abocaron a la tarea de de- pórticos que comunican con otros espa-
sentrañar la información sobre la flora cios. En la reconstrucción actual no que-
registrada en algunos templos y edificios da claro cuál era la función del edificio,
de los antiguos mesoamericanos. En es- pero es evidente que los muros que cir-
te sentido, el problema de su interpreta- cundan el patio y forman corredores que
ción sigue siendo grande, ya que a la fal- se sostienen por columnas estuvieron
6. Representación estilizada
ta de información sobre el marco teórico de una planta de cacao. totalmente decorados. Desafortunada-
que regía su uso ritual, se agrega la difi - mente, se conservan sólo fragmentos de
cultad que representa la identificación la pintura mural ; una sección que forma
taxonómica de las plantas presentes en parte de un muro con pórtico es la mejor
algunos murales, relieves, esculturas, preservada, mientras que de las demás
vasijas, etcétera. paredes sólo se conservan fragmento s en
Como seres vivos que son, las plantas la parte inferior de los muros. En la sala
medicinales autóctonas han vuelto a na- teotihuacana del Museo Nacional de An-
cer una y otra vez en los sitios donde en tropología existe una excelente copia de
los últimos 500 años se han construido esta sección (fig. 1), así como algunos
otras ciudades, se han diseñado jardines otros fragmentos , los cuales se copiaron
con otras especies introducidas y se han posiblemente durante el rescate y la re-
producido otros alimentos y medicinas . ~ construcción del sitio.
Como vestigios de un paraíso perdido, § Al igual que otros pueblos del mun-
las plantas medicinales autóctonas que ~ do, los habitantes de Teotihuacan imagi-
en otra época integraron jardines y co-
lecciones escrupulosamente cuidados, I naron la existencia de un paraíso en la
tierra, al que se llegaba después de la
que se cultivaron con propósitos curati- ~ muerte. El paraíso de los antiguos mexi-
vos específicos, y cuya producción per- ~ canos, el Tlalocan, era un jardín, mora-
mitió el abastecimiento de mercados para 7. Estos individuos llevan ramas en
da de Tláloc. Allí abundaba el agu.a , ga-
el ejercicio formal de la medicina indí- las manos, símbolo de que han rantía para la permanente presencia de
gena, hoy se detectan como especies sil- despertado a otra vida mejor. plantas y animales, fuera de la interfe-

UN PA RAÍSO DE PLANTAS MEDIC INALES / 17


rencia de otras fuerzas del mundo real, como son las inunda-
ciones, las sequías, los terremotos, las epidemias y las guerras.
Para el hombre intemporal todo paraíso es un jardín: sitio de
descanso, de alegría y tranquilidad, porque la naturaleza per-
manece estable, armoniosa y deleitable gracias a la benevo-
lencia de algún dios inventado por la bondad de los mismos
hombres.
Según lean Baudrillard, la fe religiosa es un desafío a la exis-
tencia de dios; es un reto bidireccional: del hombre hacia dios
y de dios hacia los hombres. En el primer caso el desafío es
aceptar la existencia misma de la divinidad ; en el segundo, con-
siste en descifrar su existencia mediante el aprendizaje del len-
guaje y de las formas en que se manifiesta al hombre. Acepta-
da la ecuación, el hombre convierte a la naturaleza en un
conj unto de signos, que son el lenguaje de dios y la única for-
ma de comunicarse con él. El conocimiento del lenguaje sim-
bólico requiere de instrumentos que el hombre crea y transfie-
8. El floripondio fue utilizado como planta medicinal y ritual. re a los demás a través de las formas plasmadas en la pintura y
El hombre que aparece sentado debajo de ésta, canta o recita,
la escritura. Visto así, el paraíso de Tláloc adquiere la condi-
como lo indica la vírgula que sale de su boca.
ción de un espacio ritual y educativo en el que los sacerdotes
de Tláloc aprendían a descifrar el lenguaje del dios. Este dios
dueño del agua y, por tanto, de la reproducción de la vida, es-
taba directamente relacionado con la salud y con la medicina.
Aunque casi mil años después de pintado el mural de Tepanti-
tia los informantes mexicas de Sahagún refirieron la ex isten-
cia de otros dioses vinculados a la medicina, el dios Tláloc si-
guió siendo indispensable para entender el ciclo de la naturaleza
que propicia la vida, la abundancia de plantas medicinales y la
curación de las enfermedades. Según las mismas fue ntes, los
mexicas creían que al Tlalocan tenían acceso los que morían
de enfermedades "acuosas", aquellos cuyos cuerpos se llena-
ban de agua (hidrópicos, que hoy llamamos cardiópatas), quie-
nes durante su mortal enfermedad se les forma ban en el cuer-
po bolsas de agua, hinchazones, quistes, pústulas, etc. Tláloc
era también el responsable de producir la muerte mediante la
calcinación por rayo, el ahogamiento en ríos y lagunas, y todas
las posibilidades imaginables de morir en condiciones relacio-
9. Se ha intentado la identificación de esta planta -que aparece nadas con el agua.
atrás y arriba de la diosa Xochiquétzal- debido
Estos muertos no eran quemados ; se les enterraba con el
a su relación con el dios de la lluvia.
cuerpo pintado de color azul añil, con la cabeza envuelta en pa-
peles azules y con ramas o semillas en el cuerpo. Dispuestos
para emprender el largo viaje hasta el Tlalocan a través de una
ruta subterránea imaginaria, se encaminaban hacia una región
que los aztecas ubicaban en la costa este, quizá en la región tro-
pical del actual golfo de México, una zona húmeda rica en ríos
y plantas. DeCÍan que la señal inequívoca de que los muertos
llegaban al Tlalocan era cuando de las ramas que portaban bro-
taban retoños y las semillas germinaban. Entonces el cuerpo
resucitaba también: con el calor y la humedad del sitio los muer-
tos despertaban a la vida eterna y se encontraban en el jardín
del Tlalocan (fig. 7).
Son estos momentos del relato mítico -repito: registrado por
Sahagún y otros cronistas más de mil años después por infor-
mación de los aztecas-los que se representan en Tepantitla. La
10. A la orilla de un canal, se representan varias plantas sección del mural mejor conservada muestra en su parte supe-
floridas cuya identificación botánica sugiere que rior a una deidad acuática, con forma humana, a la que se le ven
corresponden al pericón o yalllztli, del género Tagetes. sólo la cabeza enmascarada, que porta orejeras, un antifaz rec-

18/ ARQ UEOLOGÍA MEXICAN A


tangular y un a nari guera de mari posa, y de cuya boca brotan
cuatro ondul ados chorros de ag ua. Los brazos, en los que lleva
pul seras, están extendidos hacia los lados, mientras que de las
manos escurre n grandes gotas de ag ua (fig. 2). A los flancos de
la deidad hay dos figuras humanas de perfil , completas, aun-
que de menor tamaño, como si fueran enanos, ataviados con
un penacho de quetzal y con la mitad superior del rostro pinta-
da de col or roj o. Estos ay udantes de la deidad, posiblemente
tlaloques, extienden un brazo, mi entras que en el otro portan
un incensario para derram ar ag ua y plantas acuáticas pareci-
das a lirios, que caen hacia el plano inferior del dibujo.
En la parte de abajo, las figuras humanas cambian de escala
y aparecen en escenas donde una multitud de pequeños hom-
bres desnudos, portando sus taparrabos (todos son hombres, no
se ve una so la muj er), j uegan, reposan, cantan, se divierten o
nadan en los canales , rodeados de mariposas y di versas pl an-
tas que han surgido de un mananti al. Para algunos investiga- 11. La figura acostada y pintada de azul lleva un tocado mortuorio de
dores la figura central de la parte de arriba es la representación papel azul. Otro personaj e (¿tlaloque? ) sopla algo a través del tallo de
una planta, que se esparce sobre el primero. Mural de la ciencia médica.
de Tl áloc, mientras que para otros corresponde a una diosa, un
antecedente de Xochiquétzal (ya que, según Doris Heyden, no
se pueden aplicar con seguridad los nombres del Posclásico a
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~. .::,",:J~ ...' ..f ~l"~;'~~;'~, -
los del Clás ico). En los códices, muy posteriores a la época en
que se realizó el mural, Xochiquétzal aparece con un tocado de
un gran quetzal y fl ores, con una narig uera de mariposa, con
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orejeras y con otros atributos. La imagen que preside el Tlalo- . .\ .

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can es muy parecida a ésta.
Sigo aqu í las investigaciones de Doris Heyden, quien bus- '" _ ......
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có descifrar la identidad de esta figura. La autora señala, en .-
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apoyo a la posibilidad de que el Tl alocan esté presidido por una
primera o antiquísima Xochiquétzal, que el cronista Diego Mu- ,., y' ~.: ",,;;"" ";.
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ñoz Camargo hace en su Historia de Tlaxcala una descripción .0, ., • .,Oco,

de la diosa Xochiquétzal que bien podría aplicarse a la obser-


vada en el Tl alocan, cuando dice: " .. .vivía en lugares muy de-
leitables y de muchos pasatiempos ... en grandes deleites y re- 12. Plantas medicinales que se diferencian por el glifo de su tallo. Sus
ramas terminan en flores de cuatro pétalos. Mural de la ciencia médica.
galos de fuentes, ríos, florestas de grandes recreaciones sin que
le faltase cosa alguna ... estaba guardada y encerrada que hom-
bres no la podían ver y en su servi cio había un gran número de
enanos y corcovados, truanes y chocarreros que le daban solaz
con grandes músicas y bailes y danzas". Continúa diciendo el
croni sta: " ...Ilaman al cielo do nde esta diosa estaba, el lugar
Tamoahuan (Tamoanchan) y es asiento del árbol florido, árbol
de Xochitlicacan, del que se dice que el que alcanzaba de esta
flor o de ell a era tocado que era di choso y fiel enamorado" .
Cabe aqu í añadir que, según otras fuentes, la di osa Xochi -
quétzal estaba casada con Tláloc y que, de acuerdo con la mi-
tología mex ica, fue raptada por el dios Tezcatlipoca, lo que
llevó a Tl áloc a sustituirl a por otra hermosa diosa, Matlacue-
ye. De una fo rma u otra, para los mexicanos del siglo XV I las
deidades acuáticas eran Tl áloc, Xochiquétzal y Matlacueye.
En tiempos teotihuacanos, el Tl alocan bien pudo haber esta-
do representado por Xochiquétzal, e n una forma más primiti -
va a la descrita tiempo después por los mex icas, y ser esta dei -
dad la que acogía en su jardín a los muertos por el agua, que,
como lo muestra una figura humana ubicada en el extremo iz-
quierdo del mural, llegan al paraíso portando sus ramas re- 13. Parcelas que forman un tablero del cual se ven surgir, en
verdecidas y cantan (lo cual es represe ntado por el artista perspectiva aérea, plantas cuyas cabezuelas semej an las típicas
teotihuacano medi ante vírgul as fl oridas) o rec itan bellos men- del género Papa ver u opio. Mural de la ciencia médica.

U N PARAÍS O DE PLANTAS MEDIC INA LES / 19


sajes (lenguaje florido o poético) (fig. 3) en agradecimiento ma de trompeta que cuelgan hacia abajo. Según fuentes escri-
por su incorporación al paraíso, donde se ocuparán, por el res- tas del siglo XVI, estaban vinculadas a los tratamientos para ali-
to de la eternidad, en jugar, cantar, nadar y disfrutar de la be- viar el dolor de brazos y piernas entumecidos por el frío y el
lleza del jardín. dolor de las articulaciones por reumatismo o enfriamiento, así
como a la curación de otros padecimientos igualmente asocia-
LAS PLANTAS DEL MURAL dos al dios de la lluvia. Como es sabido, estas plantas son, ade-
más , alucinógenas, y forman parte de las especies ampliamen-
No es fácil identificar las plantas que se encuentran en esta pin- te usadas en Mesoamérica para inducir estados de comunión
tura, ya que están estilizadas (fig. 10). Sin embargo, hay con- con la deidad del agua.
senso en la representación del maíz (figs. 4 y 5), del árbol del Otra planta cuya identificación se ha intentado es la que se
cacao (fig. 6) Yde los tules a la orilla de los canales. Por lo que yergue detrás de la diosa Xochiquétzal, porque guarda directa
se refiere a las plantas medicinales, se observa una en el mural, relación medicinal con padecimientos que se vincularán siglos
el floripondio (Brugmansia) (fig. 8), al pie del cual aparece una después con el dios de la lluvia (fig. 9). Según Peter T. Furst se
figura humana sedente que emite un sonido o canto, según lo trata de la enredadera alucinógena llamada en náhuatl ololiuh-
indica la vírgula que sale de su boca. Esta solanácea, junto con qui (Turbina corymbosa), famosa entre los sacerdotes cristia-
algunas variedades del género Datura, formaban en la medici- nos por considerarla diabólica y provocadora de idolatrías y
na mexica -como ha sido propuesto por Robert Bye- un gru - que se usaba en la medicina mexica para aliviar los padeci-
po-género medicinal de primera importancia. Todas estas plan- mientos provocados por el frío , la lluvia y los males de agua.
tas, a las que también pertenecen el legendario toloache (Datura Su mención en las fuentes históricas es constante debido al uso
stramonium) y el tlápatl (Datura metel), poseen flores en for- ritual y medicinal que hacían de ella los mexicas.

14. En el mural conocido como de la ciencia médica, en Tepantitla, se observa que varios individuos, pintados de igual manera
que en el mural del Tlalocan, son tratados de diversas enfermedades o lesiones. Reproducción en la Sala Teotihuacan, ~1NA.

20 I ARQUEOLOGíA M EX ICANA
A mí me parece que esa fig ura representa al árbol que los En la parte inferior aparecen plantas floridas que se diferen-
morelenses llaman hoy casahuate, el Ipomea arborea, que po- cian por el glifo que tienen en la base de su tallo. La identifica-
see dos características interesantes : la primera, que es un árbol ción de estas plantas es sumamente difícil , ya que varias pre-
considerado mágico hasta nuestros días en todo el altiplano me- sentan prácticamente el mismo dibujo: un vegetal de un solo
xicano, por el hecho, nada insignificante, de que florece -con tallo (¿árboles?), con ramas y hojas a los lados que terminan en
vistosas flores blancas acampanadas- precisamente en la épo- flores de cuatro pétalos (fig. 12). La excepción es aún más in-
ca del año en que menos agua hay en la zona, con lo que "anun- trigante: en ese mismo lugar se observa una figura humana acos-
cia" -según la creencia popular- la llegada de las lluvias mien- tada, pintada de azul, que tiene en la cabeza un tocado de pa-
tras se nutre, él solo, del "agua profunda". La segunda es que, pel. Junto a ella se representa una planta de varios tallos y con
al ser alucinógenas, sus flores se usan en la medicina popular flores diferentes a las antes mencionadas (fig. 11 ). Una peque-
aplicadas sobre el cuerpo para tratar padecimientos "del agua ña figura sedente sostiene una sonaja en una mano, mientras
y el frío", de manera semejante a como se utilizan las Datura. sopla a través de un tallo de la misma planta algo que se derra-
Como dato complementario cabría señalar que este árbol está ma·sobre el personaje pintado de azul.
siempre cubierto de insectos, sobre todo arañas y mariposas, Para agregar entusiasmo a la especulación (y con ello inte-
que encuentran sustento en él, pues rés a quienes se propongan en el
resiste esplendorosamente cuando futuro seguir estudiando este ma-
el altiplano se torna árido y sin vida. ravilloso mural) , agregaré el dato
En el mural del Tlalocan, la de que debajo de la hilera de plan-
planta a la que me estoy refirien- tas que podrían ser medicinales se
do, que a mi juicio es un árbol más observa una banda, a todo lo largo
que una enredadera, se representa del fragmento del mural, que con-
con abundantes flores blancas y tiene parcelas (¿cultivos?) que for-
numerosos insectos recorren sus man un tablero, del cual se ven sur-
ramas. Por otra parte, es bien sabi- gir, en perspectiva aérea, plantas
do que las plantas medicinales más cuyas cabezuelas semejan las típi-
importantes del mundo prehispá- cas del género Papa ver (fig. 13).
nico, y que hoy entran en la cla- La posibilidad de que esto sea así
sificación de alucinógenas, eran es interesante, porque mucho se ha
usadas en un contexto médico ori- discutido si el Papaver somnife-
ginal integrado a la religión, por lo rum (opio), o algunas de sus va-
que no es extraño que correspon- riedades, existieron o no en el te-
dan a las pocas representaciones rritorio mesoamericano, y con ello
con que se cuenta en sitios consi- el conocimiento de potentes anal-
derados sagrados. gésicos. Aparte de las Argemo-
ne, género perteneciente a la fa-
MURAL DE LA MEDICINA milia de las papaveráceas y cuyo
principal exponente en nuestra
En otra sección del mismo patio, flora medicinal actual es el chica-
se rescató un fragmento de un mu- lote, no se conocen especies me-
ral más pequeño, en el que perso- dicinales nativas con las caracte-
nas dibuj adas de igual manera a las 15. Personaje que recibe atención por una lesión en la boca.
rísticas del opio.
que se ven en el mural de Xochi- Mural de la ciencia médica. La información sobre medici-
quétzal, son atendidas de diversas na herbolaria prehispánica me-
enfermedades o lesiones (fig. 14). No está claro si este frag- diante la simbología presente en murales de templos y recintos
mento pertenece al conjunto que denominamos Tlalocan, o si arqueológicos está aún muy lejos de ser dilucidada, pero ofre-
al estar en algún otro de los muros del recinto cumplía un dife- ce la posibilidad de obtener una visión más integral del pensa-
rente propósito ilustrativo. En él se observan escenas que re- miento médico. Es un hecho, corroborado por los cronistas de
construyen tratamientos curativos (fig. 15); unos a otros, los la época, que los antiguos mexicanos trasmitían el conocimien-
individuos se aplican emplastos en diversas partes del cuerpo. to mediante pinturas murales realizadas en los centros de edu-
Este fragmento es importante porque, además del valor plás- cación. Suponemos que en esas pinturas los eruditos resumie-
tico de las imágenes (muchas de ellas más cerca de nuestra per- ron los mensajes formativos con toda la intensidad y el
cepción del arte contemporáneo), contiene información expre- sincretismo requeridos. ¿En alguno de los cientos de sitios ar-
sada con símbolos, quizá nombres que hacen referencia a plantas queológicos aún por desenterrar estará algún calmécac espe-
que están colocadas precisamente en el sitio donde se practica- rando ser redescubierto en el siglo XXI? ~
ban las curaciones. Esto me hace suponer que esas plantas son
específicamente medicinales. De ser así, éste sería el registro Xavier Lozoya. Médico e investigador en plantas medicinales del Centro Mé-
más antiguo de un herbario medicinal en Mesoamérica. dico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social.

UN PARAÍSO DE PLANT AS MEDICINALES / 21


!fUENTES DEL SIGLO XVI

Libellus de Medicinalibus Indorum


Herbis (Librito de las yerbas medicinales
de los indios) o Códice Badiana

I e ¡f!or/ .
[~ ,:!{jmnfnk. cm!.; 71)J1/J,,~,L. Mli!<mh~'5 r.,4tx
'jT1I17"5 fr.,;;' -nfo/Tnlú'?fo<to IN""fi"t>á"" nco""",t"iIL I
r,,,,, ~"¡;·o rhill. 7/1,, 11d &orfHlC.f!$... f{¡'C"""lC1/H.:ror~ifl·1ur~
a~ftjJrr7~!flr . l'nrtJNl u c.;=rrfú
:xoXÍrJ,6tpu 7Na fraCroc-kiFf .

Representación del xaltómatl y el matlalxóchitl. Libelllls


de Medicillaliblls Illdorlllll Herbis o Códice Badiano, f. lOv.

Éste es un libro manuscrito, elaborado en México en 1552, que consta de dibujos a color de cerca de 150 plantas medici-
nales autóctonas, los cuales están acompañados de textos en latín en que se refieren sus propiedades curativas. Este "her-
bario" medicinal de clásico estilo europeo medieval, s~ hizo con la intención de mostrar al rey de España la habilidad ar-
tística y los avances en el conocimiento del latín de los indios que eran alumnos del Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco,
en la ciudad de México. Un médico indígena de edad avanzada, Martín de la Cruz, oriundo de Tlatelolco, fue llamado por
los directivos del colegio para que contara en lengua náhuatllo que sabía sobre algunas hierbas medicinales. Juan Badia-
no, unjoven indio alumno del mismo colegio, tradujo del náhuatl al latín la información, al tiempo que otros alumnos di-
bujaban las plantas documentadas para mostrar su habilidad en el estilo artístico europeo. Elaborado de prisa y enviado a
España con el hijo del virrey Antonio de Mendoza, el libro nunca fue visto por el rey, y luego de truculentas decisiones
quedó archivado en la biblioteca del Vaticano en Roma, sin que se divulgara su contenido. El "librito" fue redescubierto
hasta el siglo xx por historiadores norteamericanos, quienes lo confundieron con un códice azteca prehispánico y lo lla-
maron Códice De la Cruz-Badiano o simplemente Códice Badiano. La obra, que es el primer herbario colonial, ha sido
motivo de varios estudios artísticos y médicos que lo han convertido en la fuente bibliográfica más antigua sobre herbola-
ria medicinal indígena de México. Actualmente se encuentra en el Museo Nacional de Antropología.
Xavier Lozoya

22/ ARQUEOLOGÍA MEXICANA


La imagen recrea el año de 1552, en un salón del Colegio de Santa Cruz de Tlatelo1co, donde un fraile dirige a los
alumnos indios en la confección de un libro. Dos o tres dibujan a petición del fraile-maestro las plantas que se trajeron
del mercado. Martín de la Cruz - un indio anciano, médico, vestido a la usanza antigua-, sentado frente a los jóvenes
discípulos, hijos de la aristocracia india, los instruye acerca de las plantas. Por su parte, Juan Badiana, alumno que do-
minaba el náhuatl, el latín y el español, traduce al fraile lo que opina el anciano. El religioso censura y decide el con-
tenido del texto plasmado en el papel.
La labor se realizó con entusiasmo y prisa, pues había que aprovechar el viaje del hijo del virrey Antonio de Men-
daza a Madrid para enviar el libro al rey, objeto precioso, ejemplo estético de la refinada educación que el colegio pro-
porcionaba a los indios y para el cual solicitaban más presupuesto. Así, quedaba demostrado que los jóvenes indios
aristócratas estaban totalmente cristianizados, y que sabían pintar al estilo renacentista y hablar y escribir en latín. El
libro que hoy conocemos como Libellus de Medicinalibus lndorum HerNs (Librito de las yerbas medicinales de los
indios) o Códice Badiana, no es un códice mesoamericano, es un libro típico del medioevo europeo, un herbario o li-
bro de plantas medicinales, semejante, quizás, a algunos de los que conservaban los mismos frailes para el estudio de
las plantas curativas de la flora española que estaba en proceso de introducción en América.
Xavier Lozoya

ELABORACiÓN DEL C6DICE B ADIANO /23


Rep esentación de algun
pla tas med· cinales
en la ar ueología
A NA M A. L. VELASCO L OZANO

Las representaciones de
algunas plantas medicinales
en la escultura, la pintura
y la cerámica proporcionan
valiosa información sobre las
especies utilizadas por los
pueblos mesoamericanos,
entre las que destacan
el maíz, el cacao, el
cempoalxóchitl y el peyote.

Xochipilli es transportado en
una litera adornada con tallos
y mazorcas de maíz. Nahua.
Códice Magliabechiallo , f. 35r.
AEPAOGRAFfA: MARCO ANTONIO PACHECO I RA leES

24/ ARQUEOLOGÍA MEXICANA


esde los albores de la historia de la humanidad, la flora ha sido su
acompañante vital y trascendental. El hombre, al igual que el resto de
los seres vivos, tiene la necesidad de alimentarse y reproducirse, y ha
encontrado en las plantas uno de los medios más importantes para nu-
trirse. Al conocerlas y manipularlas mejor, ha ido descubriendo sus propie-
dades, entre ellas las curati vas, y las ha empleado tanto para aliviar sus do-
lenci as como para sati sfacer su hambre . Sus propiedades mágicas, en
tanto reveladas por las deidades, le han permitido predecir, entre otras
cosas, la enfermedad (con sus diversas prácticas en conjuros, in-
vocaciones, augurios y encantamientos) . Del mismo modo, las
ha utilizado para confeccionar diferentes objetos artesanales,
y muy pronto aprendió a conservarlas como ornato y para de-
leitarse con su olor. A muchas de ellas las consideró plan-
tas sacramentales, e inclu so llegó a deificarlas, como en
el caso de algunas aquí mencionadas.
Esta gama de múltiples y combinados usos de los
vegetales , sobre todo en la antigüedad , hace difícil
abordar exclusivamente su as pecto medicinal. El
alimento, por ejemplo, formaba parte de la con-
cepción de la salud en la antigua Mesoamérica,
puesto que las plantas alimenticias eran conside-
radas como un medio para conservar o acceder
a la salud. A ellas se debía en gran parte el
bienestar y equilibrio que se lograba en
el cuerpo, gracias a la naturaleza que
se creía poseían los alimentos consu-
midos. Éstos se clasificaban (como el
resto de la naturaleza) en categorías
duales y opuestas, entre ell as : frío-
caliente, ligero-pesado, hembra-ma-
cho, húmedo-seco, calidades que in-
fluían en el tipo de alimento que
determinada persona debía ingerir,
de acuerdo con su edad, sexo, es-
trato social y tipo de trabajo de-
sempeñado.
Por otro lado, al tratar de inter-
pretar el significado de las repre-
se ntac iones fitomorfas mesoa-
mericanas se presentan algunos
problemas, pues no siempre se
puede deducir de q ué planta se tra-
ta. Por lo general, esas represen-
taciones no tienen un estricto apego
a las características de las especies bio-
lógicas, pues suelen ser simbólicas y te-
ner signos o glifos que transmiten una o va-
rias ideas y conceptos. Ejemplo de esto es el
difundido motivo de flores cuadripétalas, que sue-
le tener varios significados: los cuatro rumbos del uni-
verso y el centro, el aUn o el glifo calendárico del día kin ,
entre otros. Sin embargo, hay casos en que es posible relacionar
esas representaciones con formas botánicas reales, al poderse iden-
tificar, sin perder de vista el contexto histórico y cultural, ciertos rasgos re-
Mazorca. Cultura
presentativos . Por lo tanto, con base en las reflexiones anteriores, analiza-
olmeca-xicalanca.
Epiclásico. Cacaxtla, Tlaxcala. remos algunas representaciones de flora en la escultura, en la pintura mural
FOTO: MARCO ANTONIO PACHECO I RAicES yen la cerámica de algunas sociedades mesoamericanas.

PL ANTAS M EDICINALES EN LA ARQUEOLOGÍA / 25


EL MAÍZ

El maíz (Zea mays L.) ha desempeñado


un papel fundamental en la historia de la
alimentación americana, y se ha conver-
tido en mantenimiento de gran parte de
la humanidad. En un mito se menciona
que los dioses se lo dieron al hombre en
Tamoanchan para robustecerlo y darle
el aliento de la vida. Desde la cultura 01-
meca (Preclásico Medio) se le ha rendi-
do veneración y culto, en una tradición
que continuaron las culturas posteriores:
mayas , zapotecos, teotihuacanos y me-
xicas, y que persiste hasta nuestros días,
aunque expresada en diferentes formas
Tláloc carga canastas con mazorcas de maíz. Cultura y lenguajes. Fue deificado y se le dio una
teotihuacana. Clásico. Teotihuacan, estado de México.
FOTO: MARCO ANTONIO PACHECO I AAicES
gran variedad de usos cotidianos y ritua-
les; formó parte del atavío de los dioses ;
se le presentó como ofrenda en diferen-
tes formas y guisos, y se le integró en
cultos vinculados con lo sobrenatural.
En las curaciones, que se hacían
Mazorcas acompañadas de ceremonias, se les daba
de maíz cónico.
FOTO: GERARDO MONTIEL I RAfCES
a los enfermos, por ejemplo, tostado y
molido en forma de atole y acompañado
de diferentes hierbas , según su padeci -
miento ; crudo, molido y con agua -be-
bida que los mexicas denominaban yó-
latl, o sea "agua vital"- se daba a los que
se desmayaban . Sus semillas se utili za-
ron ("en seco o en agua", refiere Jacinto
de la Serna) para pronosticar diferentes
Glifo con mazorcas.
cosas, entre ellas la naturaleza y la cau-
Cultura mixteca.
Posc\ásico. Códice sa de alguna enfermedad. Para los sorti-
Vindobonensis. legios y conjuros el sacerdote sólo em-
pleaba los granos de maíz que nacen en
la base de la mazorca.

EL CACAO

En general, el cacao ha sido representa-


do muy poco. En los murales de Tepan-
titla, en Teotihuacan, se observa un mo-
tivo que posiblemente se refiera a esta
planta esterculiácea, yen el que las vai-
Dios L con plantas nas están mal colocadas en las ramas.
de maíz y cacao. Esa imagen es muy semejante a la de un
Cultura olmeca-
relieve grabado en una vasija de la fase
xicalanca. Epic\ásico.
CacaxtIa, Tlaxcala. Xolalpan (Angulo. 1996), al parecer pro-
FOTO: IGNACIO GUEVAAA I RA feES veniente de la costa del golfo de Méx i-
co, en la que e aprecian una figura hu-
mana y un árbol de cacao en donde se
posa un ave. y en la que el hombre, con
ayuda de un palo. trata de bajar las vai-
nas que crecen. como debe ser, adheri-
das al tronco del cllallh cacáoatl. Sus se-

_6 .-\ RQL"EOLOG iA MEXICANA


millas , molidas y tostadas (Th eobroma
cacao, principalmente), fueron emplea- Altorrelieve con personaje alado
das en especial para preparar diferentes de cuyos brazos extendidos se
bebidas (acompañadas de chile, miel, desprende cacao. Cultura maya.
Posclásico. Chichén Itzá, Yucatán.
maíz, flores , achiote, etc.) que eran con- FOTO: MARCO ANTONIO PACHECO I RAic ES

sumidas en Tenochtitlan por los pipiltin,


quienes por desempeñar un cargo públi-
co las requerían para dar vigor a su co-
razón. Según Alfredo Barrera, una de las
variedades del cacao, el T. bicolor, es lla-
mado balamté en maya (1976) , lo que
significa "árbol del jaguar o árbol del
brujo, del que anda escondido", debido
a que eran conocidas sus propiedades
como estimulante o estupefaciente.
Aunque por lo general no podían be-
berlo, los macehualtin mexicas tomaban
el cacao con fines medicinales en forma
de xocóatl, para lavarse la boca y aliviar
los "callos en la lengua". Lo usaban tam-
bién contra la enfermedad de orina, para
lo cual preparaban una infusión de ca- Cacao.
cao junto con una raíz . Se tomaba asi- FOTO: MARCO ANTO NIO
PACHECO I RAleES
mismo con la flor conocida como tlilxó-
chitl (la vainilla), en una especie de
chocolate para la gente que ya no podía
comer. Entre los mayas esta bebida se
ingería para curarse de la evacuación de
heces con sangre (disentería).
En el llamado Templo de la Agricul-
tura de Teotihuacan hay varios murales
con representaciones de plantas con se-
millas y tallos verdes, de los que penden
flores de cuatro pétalos y capullos, que
han sido identificadas por Emily Mc-
Clung de Tapia como amamalócotl (Hy-
Vasija con glifos que
drocotyle spp.). Esta hierba, como seña- hacen referencia al cacao.
la la autora, es común en las zanjas y áreas Cultura maya. Clásico.
pantanosas en las orillas de poca pro- Acanceh, Yucatán.
FOTO: e MICHEl ZABE I RI ZZOlHNAH
fundidad . Aunque se usó como alimen-
to, Francisco Hernández nos dice que se
empleaba para controlar la fiebre y como
remedio para los males del hígado.
En lafachada surdel mural 7 del Tem-
plo de los Frescos o Estructura 16 de Tu-
lum, Quintana Roo, cuyas pinturas son
de tema religioso, se aprecia una parte
correspondiente a un tema acuático, en
el que se observan algunos batracios.
Asimismo aparecen varios motivos
con flores y capullos, algunos de los cua-
les , según Martine Fettweis, pueden
corresponder a la especie de las morá-
ceas conocida como Dorstenia contra-
yerva L. , que de acuerdo con Barrera tie- Llano de cacao. Cultura mixteca. Posclásico. Códice Villdobollensis.
ne un uso medicinal en esta región. En REPROGRAFiA: MARCO ANTONIO PACHECO I RAl e ES

maya se le llama ixkabalhaw, cuya tra-

PL ANTAS ME DI C INA LES EN LA ARQUEOLOG ÍA / 27


ducción es "la que está volteada ahí aba-
jo, sobre el suelo". De acuerdo con José
Ramírez y Alcocer, probablemente se
trate de la especie conocida en náhuatl
como tuzpatli, "medicamento de loro
amarillo" , planta medicinal también en-
tre los nahuas, según el protomédico de
Felipe n, Francisco Hernández.

EL CEMPOALXÓCHITL y EL PE RI CÓN

Una planta siempre presente en el ámbi-


to cultural mesoamericano es la Tagetes
en sus dos especies: T. maxima y T. lu-
cida, la primera conocida como cem-
poalxóchitl, veinte flores , flor de muer-
to o clavel de la India, y la segunda como
pericón, yerbanís o yauhtli. Las dos tu-
vieron usos variados, entre los que pre-
dominaron el ritual, el mágico y el me-
dicinal, en parte debido a su fuerte olor
y llamativo color.
Al cempoalxóchitl se le puede obser-
var en los tocados que portan las dos re- Coyolxauhqu i. En el tocado porta una fl or de celllpoalxóchitl.
presentaciones de la Coyolxauhqui más Cultura mexica. Posclásico. Centro de la ciudad de México.
FOTO: MARCO ANTONIO PACHECO I RA feES
conocidas: la del Museo Nacional de An-
tropología y la del Templo Mayor. En la
primera, la gran cabeza de piedra verde
sin duda alguna lleva el cempoalxóchitl
en su cabellera. Doris Heyden (1989) ha
analizado su uso simbólico en rituales y
fiestas mexicas, entre ellas en las cere-
monias relacionadas con los señores y Celllpoalxóchitl.
en las dedicadas a los muertos y a Huit- FOTO: MICHAEL CALDEAWOOO

zilopochtli , pero sobre todo lo relaciona


con el fuego, el agua y la vegetación, ya
que una de sus hipótesis es que en tiem-
pos remotos la Coyolxauhqui pudo ha-
ber sido diosa de los mantenimientos.
Asimismo, esta flor aparece en varias
vasijas-efigie femeninas de uso ceremo-
nial encontradas en Tlatelolco, a princi-
pios de siglo, y en el Templo Mayor
(1978-1982) . No se sabe con certeza a
qué diosas representan, pues varias de
sus características son atribuibles a la
fertilidad agrícola y a deidades del agua
como Chalchiuhtlicue (que lleva un tla-
quechpániotl y algunos chalchihuites),
Chicomecóatl o Xochiquétzal , quienes
también portan, cada una, cuatro de es-
Deidad dela
tas flores (unas en los pectorales y otras vegetación. Porta
a los lados y al centro de su cuerpo). varias mazorcas y flores de
Entre los mayas , el cempoalxóchitl celllpoalxóchitl. Cultura mexica.
fue usado en terapias: se le preparaba Posclásico. Tlateloico, D.F.
FOTO- MAACO AWONK) PAOiECO RAÍCES
como infusión y se inhalaba el olor de la
pócima para combatir el dolor de cabe-

28 / ARQUEOLOGíA M EX ICANA
za, y por vía oral se usaba para los dolo-
Plato policromo con la res de estómago. El pericón ha tenido
representación de una calabaza. muchas aplicaciones medicinales y má-
Cultura maya. Clásico. gicas, ya que sirve para bajar la fieb re,
Procedencia desconocida. resolver problemas menstruales, com-
FOTO: e MICHEL ZABÉ I RIZZOLl -INAH
batir la diarrea, como protección al cru-
zar un río, contra los aires, para resguar-
do de la milpa, y para curar heridas de
rayo y empacho. Enestas plantas noexis-
te una barrera entre lo mágico, lo sagra-
do y lo puramente curativo.

EL PEYOTE

El péyotl, "el resplandeciente" o "el ca-


pullo", es una cactácea que por sus pro-
piedades psicoactivas se ingería para
adivinar, con ayuda de lo sagrado, la en-
fermedad , su evolución y su tratamien-
"~ to. Se ha considerado que el peyote
(Lophophora lewinii), como otras plan-
~ .~. "l1~:~:;;. :. '.~
~
1, ...•....
~ '1/""'~~:';'
1l;.,' '~.'. . . . .~.
....., . ~ . . .. ,
tas mágicas y sagradas, poseía una natu-
raleza caliente, por lo que se le utilizó
.1, ~.. . . . . .,}.,. '.' :'~\' . .:. para tratar los males de naturaleza fría.
¡ '''1i :l<}': ! "!._.~ Personaj e con una hoj a
de Datllra sp. en la mano,
Para aliviar las calenturas intermitentes,
~<~~ . v. Cultura zapoteca. Clásico. Serna refiere que: "sólo algo, sólo una
Monte Albán, Oaxaca. poq uita se come, se bebe", Para el diag-
DIBUJO: GRACIELA ROOAfGUEZ I RAlcES
nóstico de enfermedades, se empleaba el
Olla adornada con peyotes. peyote junto con el tabaco y el ololiuh-
Cultura de las Tumbas qui. Entre los mayas se usaba para curar
de Tiro. Clásico. J alisco. las heridas, y actualmente unadesus apli-
FOTO: MARCO ANTONIO PACHECO I RAfeES
caciones es como analgésico local.
p'.,1","
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P LANTAS SAG RADAS

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-·'\49~W
.¡....~"", ,~
..;;:.,....~ Otras plantas de características psico-
.~~,~: ~ ....'" activas, consideradas sagradas y medi-
' 'i'~'..
....~. '.
-l.~¡, ,.
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"

cinales, son el tabaco, el toloache, el


'.:t~ . . .~
~·;tf;~ r~
', ..."' ~"'\"'. -
. .-
-
~~~i.r
l'l,l
,
Flor de cuatro pétalos.
Cultura teotihuacana .
Clásico. Teotihuacan,
ololiuhqui y ciertos hongos denomina-
dos teonanácatl, entre otras. Muchas de
éstas han sido identificadas como parte
~"
1 • .
./
'.. " - -. estado de México. de los atributos que presenta en su
FOTO: MARCO ANTONIO PACHECO I RAíCES
Contrayerba (Dorstellia cuerpo la célebre efigie de la deidad del
cOlltrayerva L.). canto, la danza y las flores: Xochipilli,
FOTO: MARCO ANTONIO PACHECO I RAfees
que ha sido estudiada exhau stivamente
por varios autores como Furst, Wasson,
Graves, Heyden y otros, por lo que aquí
sólo nos queda citar la exi stencia de esta
notable escultura mexica.

Caj ete con ama11lalócotl.


Cultu ra teotihuacana.
Clásico. Teotihuacan,
estado de México. Ana M aría L. Vel asco L ozano. Investi gadora de
AEPROGAAFiA; MARCO ANTONIO PACHECO I RAtCES la Direcci ón de Etnologí a y Antropología Soc ial
deII NA H, Maestra en ciencias antropológicas con
especialidad en etnohi storia. Reali za in vestigaci o-
nes sobre etnobi olog ía.

PLANTAS MEDICINALES EN LA ARQUEOLOGÍA / 29


u sos de las plantas
medicinales mexicanas
C ARLOS VlESCA TREVI ÑO

El aprovechamiento de la
notable variedad de plantas
que ofrece el suelo mexicano
es el fruto de una ancestral
relación del hombre de estas
tierras con la naturaleza, de la
que se derivó el conocimiento
preciso de las características
El cozolmécatl, utilizado para tratar la sífil is, era una de las plantas
y efectos de numerosas mexicanas relacionadas botánica mente con la za rzapar rilla. Francisco
Hernández, Historia Natural de Nueva Espaiia. lib. V. cap. LXXII.
plantas medicinales. DIGITALIZACiÓN. RAICES

30 I ARQUEOLOGfA M EXICAN A
as plantas medicinales son un patrimonio reconocido FUENTES ESCRITAS DEL SIGLO XVI

L de las culturas del México prehispánico y constituyen


una riqueza ancestral producto de una inmensa varie-
dad de climas y altitudes, lo cual se traduce en una
pluralidad de nichos ecológicos. El conocimiento preciso de
sus características y de sus efectos, fruto del ejercicio de una
Cuando los ojos maravillados de los primeros españoles que
llegaron a México-Tenochtitlan recorrieron los espacios del
mercado de la vecina ciudad de Tlatelolco, no dejaron de ad-
vertir que había una "calle de herbolarios" en la que se vendía
observación tan detallada como cuidadosa de la naturaleza, hace todo género de plantas útiles en medicina. Años después, el cu-
que las plantas, y en este caso particular las medicinales, se ins- rioso médico sevillano Nicolás Monardes se quejaba de que no
criban en un sitio de privilegio entre las culturas mesoame- había médicos que fueran a los tianguis de la Nueva España a
ricanas . El origen de la medi- preguntar a los médicos indí-
cina, según la tradición , se genas qué plantas había allí y
remonta a tiempos míticos. En para qué servían. Este tem-
efecto, antes de que los dioses prano interés por conocer las
creadores hicieran los dife- plantas medicinales de las
rentes cielos e inframundos, culturas prehispánicas permi-
al centro de los cuales se lo- tió que se registrara un consi-
calizaba la superficie de la derable acervo de informa-
Tierra, dieron el ser a una pri- ción, y que desde el siglo XVI
mera pareja humana, que en- se iniciara una tradición es-
tre otras cosas inventó el arte crita de estudios al respecto.
de curar. En un principio, la El primero de estos textos,
diosa Cipactónal utilizaba los fundamental para el estudio
granos de maíz, planta pri- tanto de la medicina náhuatl
mordial simbólica de huma- como del mestizaje médico
nidad y civilización, para adi- que se produjo en esos años
vinar, pronosticar el curso de centrales del siglo XVI , es
las enfermedades y hacer he- el Libellus de Medicinalibus
chicería. En este sentido, el Indorum Herbis , documento
Ccnn"tl j'o!fh,:;.ú Iu::x';',fl'm '7JJ1r'Yrn .
maíz era una planta que no mejor conocido como Códi-
sólo se convertía en la carne ce De la Cruz-Badiano, por
de los humanos, como nos lo ~lo fer/u! L711oJrIllJlnolo '1l1trTft,~1 uZl'k/¡(mc. amDri'jlfl los apellidos de su autor y de
relatan algunos mitos acerca tm: ,cOtlrflnfl1r. R"d,x ;faI,'//(,{(O(u " 1It1l C~(,j4 kllU'i/l su traductor. Escrito en 1552
de la creación del hombre, a.1 ,fe hinC' fer¡dl1 r. 51/(.(/fIIl mod;i:c 6ifcrf ¡;WIl cfofcrc con la intención de regalarlo
sino que también representa- rahens. Ea IIPW11f' f"himc L!tICd(""Jh1:;ir elt(!J/lt' 115 al rey de España, es una obra
ba los efectos benéficos del con pinturas de calidad ex-
e..rrúkral¡t-.
mundo vegetal y la posibili- cepcional sobre algunas de las
dad de aprovecharlos a través plantas medicinales mexica-
del conocimiento. De tal ma- nas más importantes y repre-
nera, las plantas y el arte de sentativas.
curar están ligados desde los Otro texto -o mejor dicho
olígenes de la humanidad. grupo de textos- de gran in-
Ya dentro de una tradición terés es el derivado de la obra
histórica, los informantes in- El tlatlacótic es una de las plantas con efectos paradójicos. Martín de fray Bernardino de Saha-
de la Cruz la recomienda para curar la luxación de la mandíbula,
dígenas de fray Bernardino de gún , la Historia general de las
pues la contracción y el arqueo derivados del intenso vómito
Sahagún le comentaban a me- que provoca, hacen que la quijada regrese a su lugar. cosas de Nueva España, en
diados del siglo XVI que los Libellus de Medicinalibus Jlldorllm Herbis , f. 27r. cuyos libros X y XI de la ver-
chichimecas habían contri- sión final aparecen , respecti-
buido a la cultura del Centro de México con su gran conoci- vamente, importantes capítulos sobre las enfermedades y su
miento de las plantas alucinógenas. Esto indica que incluso es- tratamiento, y acerca de las plantas medicinales y el uso que se
tos grupos seminómadas habían alcanzado un alto grado de daba a cada una de ellas.
conocimiento de los recursos vegetales y animales que les po- También a la década de 1570, al igual que la última redac-
dían brindar las regiones desérticas en las que vagaban, y que ción de la Historia .. ., pertenece el monumental trabajo de Fran-
habían otorgado a algunos de esos recursos un papel central en cisco Hernández, médico de Felipe n, que vino a México a es-
sus culturas. La relación hombre-planta en Mesoamérica es un tudiar plantas, animales y minerales, principalmente con el fin
hecho cultural de primordial importancia, por lo que no debe de averiguar sus propiedades curativas. Hernández recopiló in-
extrañar que nuestros antepasados prehispánicos tuvieran un formación y estudió cerca de 2 000 plantas con efectos medici-
amplio y profundo conocimiento al respecto. nales que eran bien conocidas por los médicos y curanderos in-

Usos DE LAS PLANTAS MEDI C INA LES /3 1


dígenas, a quienes recurrió para obtener datos y para identifi- dines sus palacios, como los de Atempan y Tezcotzinco, en los
car a las plantas. El resultado de sus investigaciones fue una que reunieron plantas de ornato de los más variados géneros y
monumental obra conocida ahora como Historia natural de procedencias, así como aquellas a las que se atribuían caracte-
Nueva España, la cual fue publicada íntegramente hasta 1790, rísticas especiales. Años más tarde, cuando Moctezuma I1hui-
es decir, poco más de dos siglos después de la muerte de su au- camina se había establecido como un poderoso señor, no dejó
tor. Cabe señalar que la única edición que existe de las obras de crear sus propios jardines, tanto en su palacio de México-
completas de Francisco Hernández fue publicada por la UNA M Tenochtitlan como en Oaxtépec. A este lugar, debido a su cli-
entre 1959y 1985. ma cálido y benévolo, llevó y logró aclimatar árboles y flores
La mayor parte de los autores de libros sobre medicina es- propios de las regiones costeras del golfo de México, como el
critos en México dentro de la tradición europea mencionan e yolloxóchitl (Talauma mexicana ), el cacaloxóchitl (Plumeria
incorporan a su terapéutica un gran número de plantas mexica- acutifolia) y el cacahuaxóchitl (Quararibeafunebris) . Orde-
nas. Lo mismo sucede con otras obras en las que se describe la nados de acuerdo con la procedencia y cualidades de las plan-
naturaleza novohispana, como la Historia natural y moral de tas , estos jardines mexicanos aparecieron muchos años antes
las Indias de Joseph de Acosta, o que los jardines botánicos euro-
el Teatro mexicano de Agustín de peos, los cuales se originaron en
Vetancourt, publicado a fines del Padua ya entrado el siglo XVI.
siglo XVII. En la actualidad se acepta que
los antiguos mexicanos tenían un
EL CONOC IMIENTO INDÍGENA conocimiento sistematizado de las
plantas; que distinguían árboles de
Revisemos ahora algunos aspectos arbustos, cactos, magueyes y hier-
importantes del conocimiento que bas efímeras, por ejemplo, y que
tenían los médicos indígenas acer- clasificaban dentro de dichas gran-
ca de estas plantas medicinales . des categorías a los que tenían flo-
Del análisis de las fuentes exis- res como característica principal,
tentes se desprende que un buen a los que daban frutos y a los que
médico nahua, tarasco, zapoteca o ofrecían olores diferentes. Por
maya conocía y manejaba un nú- ello, Franci sco del Paso y Tronco-
mero que variaba entre las 50 y las so hablaba, desde fines del siglo
200 plantas medicinales , aunque pasado, de una "botánica" nahua
los repertorios de plantas arrojen que había resistido incluso los em-
cifras elevadas, como el de Her- bates de las clasificaciones mo-
nández, que registra casi 2 000, las dernas derivadas de la de Linneo,
cuales corresponden a la suma de en las que se incorporó el conoci-
las que conocían y estaban a dis- miento sobre los géneros de los za-
posición de numerosos médicos. potes, los tomates y los nopales,
Tales cifras no son diferentes a por mencionar sólo algunos de los
las manejadas en otras culturas y más conocidos. Pero, más allá de
épocas: no son más numerosas las esto, también se tomaron en cuen-
plantas que empleaban los médi- El tlatlallcuaye era una planta ampliamente utilizada para ta las diferencias entre las plantas
cos de las escuelas griegas con- tratar las enfermedades en que hay innamación y las acuáticas y las procedentes de lu-
producidas por el frío. Códice Florelltillo , libro XI, f. 166r.
temporáneas de Hipócrates o de los gares más secos; entre las de re-
españoles del siglo XVI, con ex- giones cálidas y las de zonas frías ,
cepción de quienes recopilaban en sus obras el total de. da- o entre las de las montañas y las de los valles y costas. También
tos de un saber universal, es decir, de aquellos que redactaban se hicieron distinciones más sutiles entre los tipos de olor y la
obras de carácter enciclopédico, como Dioscórides en el mun- forma en que éstos aparecían.
do romano tardío, Avicena y Al Qaswimi entre los árabes, y Así, por ejemplo, se afirmaba que los aromas de la vainilla
Andrés Laguna o Próspero Alpino en el Renacimiento. Visto (mecaxóchitl) - la cual teníaJama de poseer efectos tonifican-
así, el repertorio de plantas consignado por Martín de la Cruz tes sobre el sistema nervioso central- y del necuxóchitl-p lan-
o por los médicos mexicas y tlatelolcas que informaron a Saha- ta con efectos psicotrópicos no identificada botánicamente-
gún es de primer orden. podían llegar a emborrachar. De tal manera, la clasificación
El amoroso interés por las plantas que, además, eran de in- que se hacía de las plantas no se limitaba a considerar géne-
mensa utilidad, hizo que en el México prehispánico se desarro- ros y especies en función de sus características morfológicas
llara una tradición sobre el cultivo de algunas de ellas y sobre o de su forma de reproducción , sino que se abarcaba una vi-
el cuidado de huertos y jardines. El cronista Fernando de Alva sión mucho más ampl ia, en la que se trataba de extraer todo
Ixtlilxóchitl relata cómo, recordando los antiguos jardines de tipo de relaciones que la planta pudiera tener con otros secto -
Tollan, Ixtlilxóchitl y su hijo, Nezahualcóyotl, rodearon de jar- res del universo.

32/ A RQUEOLOG íA ME XICANA


PLANTAS y DIOSES ontológica a los espíritus que moran dentro de ellos o cuyas fuer-
zas se expresan a través de ellos. En el caso de los alucinógenos
Había algunas plantas que se relacionaban con los dioses. El que eran utilizados con fines terapéuticos, estos seres invisibles
quetzalmízquitl (Parkinsonia aculeata), una cactácea que se y las fuerzas que los hacían evidentes cobraban sentido al cons-
distingue de las demás de su género porque tiene hojas largas tituirse en los "principios activos" de las plantas, los animales y
que parecen plumas, era considerada sa- los minerales, para garantizar así sus
grada y se creía que estaba relacionada efectos. El grupo de alucinógenos que la
con Quetzalcóatl. Tláloc también tenía antropología moderna ha relacionado
sus plantas, entre las que destacan el .~ con procedimientos chamánicos y ha
iyauhtli (Tagetes lucida), conocida po- ~ asociado a situaciones de curación reli-
pularmente como pericón; el ololiuhqui ~ giosa, era considerado por las culturas
(Turbina corymbosa), y algunos lirios o~ prehispánicas como celeste y de natura-
con propiedades alucinógenas que, por ~ leza caliente, a pesar de que algunos de
crecer en sitios muy húmedos y de pre- ~ ~
ellos fueran plantas acuáticas. Por ello,
ferencia dentro del agua, fueron aso- ~ además de por sus efectos sobre la men-
ciados con el señor de las lluvias. Más ~ te, eran ampliamente utilizados en el tra-
tarde, un sacerdote perseguidor de ido- ~ [ - - J tamiento de las enfermedades febriles ,
latrías, Hernando Ruizde Alarcón-her- Los médicos indígenas recomendaban el especialmente de aquellas en que había
mano del famoso dramaturgo del mis- ocopiaztli para tratar las hinchazones por calosfrío intenso, y para aliviar proble-
mo apellido-, afirmaría que los indios calor. Códice Florentino , libro XI, f. 159v. mas reumáticos.
adoraban "objetos",comoesa planta lla-
mada ololiuhqui, a la que consideraban como un dios en virtud ACCiÓN TERAPÉUTICA DE LAS PLANTAS
de los poderes que tenia.
Esta concepción, que se presentó a lo largo de toda la época Por mucho tiempo, la opinión de los estiJdiosos se dividió en-
colonial, es muestra de un tipo de pensamiento denominado ge- tre quienes sostenían que los maravillosos efectos terapéuticos
néricamente como animismo, segú n el cual los seres y las co- de las plantas medicinales eran una realidad, así como la exis-
sas, que siendo animadas son siempre seres, deben su realidad tencia de un conocimiento al respecto, producto de la observa-

La qllalllztlacallzllaztli fue renombrada por su utilidad para curar todo tipo de sa rna, incluida
la llamada "sarna de la tierra", que era el mal de bubas o sífilis. Se decía que también
purificaba la orina. Códice Florenti1lo, libro XI, f. 156v.

Usos DE LAS PLANT AS MEDIC INA LE S / 33


el tratamiento de las enfermedades del corazón. El origen de su
uso tiene que ver con la forma de su flor que, vista de perfil,
con sus tres grandes pétalos, recuerda la forma del corte sagi-
tal del corazón, tal y como era representado en los códices y
pinturas prehispánicos. Esta primera justificación de su uso por
la similitud de su forma es claramente mágica. Pero lo intere-
sante es que el cocimiento de la planta ayudaba a dar fuerza al
latido cardiaco y a regular el pulso, signos indudables de una
acción farmacológica que fue complementada con una detalla-
da observación: en el Códice De la Cruz-Badiano se prescribe
el yolloxóchitl para provocar la orina, medida muy justificada
ya que, en los casos de insuficiencia cardiaca, se retienen lí-
quidos debido a la pobre capacidad de bombeo del corazón.
A pesar de estar muy lejos de la cosmovisión y del entendi-
miento de las bases culturales que servían de sostén a las me-
dicinas prehispánicas, estos efectos son fácilmente compren-
sibles para cualquier lector al que hoy le sería muy difícil avalar
ese otro tipo de procedimientos médicos. Es por ello que me he
referido intencionalmente a acciones medicamentosas que re-
percuten directamente sobre situaciones biológicas en las que
un cambio orgánico es el común denominador, sin que impor-
te el tipo de explicación culturalmente establecido que le die-
ran los médicos prehispánicos ni el que, seguramente diferen-
te, pudiera darle un médico actual. Así, la efectividad de la
aplicación de una bizma hecha con pencas de maguey cocido
sobre las heridas ha resultado cOlToborada por investigaciones

Elyolloxóchitl era una flor utilizada para fortalecer el corazón; los


médicos mexicas notaron que también tenía efectos diuréticos.
Recientemente se han efectuado numerosos estudios en el Instituto
Nacional de Cardiología que parecen confirmar la acción tonicardiaca
de esta planta. Libelllls de Medicillaliblls IlIdorllm Herbis, f. 53v.

ción y la experiencia, y aquellos que consideraban que a lo más


se trataba de un burdo empirismo insertado en culturas que no
habían sido capaces de derivar un conocimiento de sus mitos.
A mi entender, la primera opción es la adecuada; por ejemplo,
el peyote o el ololiuhqui no sólo eran consideradas plantas di-
vinas, de origen celeste y con efectos al ucinógenos, sino que
también se experimentó con ellas y se les encontró otro tipo de
acciones medicinales.
Pero consideremos otros ejemplos. Las zarzapalTillas (Smi-
lax sp.), así en plural, pues hay varias especies de origen ame-
ricano, eran utilizadas en el tratamiento de las fiebres y de los
problemas relacionados con el mal de bubas, que fue como se
denominó en un principio a la sífilis. Catalogadas como ca-
lientes y capaces de producir y de -al provocar sudoración-
quitar la fiebre, se mostraron sumamente eficaces cuando, tras
la Conquista, la sífilis azotó fuertemente a los europeos. Diré
al margen que el aumento de la temperatura provocado por la
zarzapalTilla da lugar a un mecanismo biológico de elimina-
El qlletzalmízqllitl debía su nombre a su tipo de hojas, que
ción del treponema pálido, germen causal de esa enfermedad,
semejan estar cubiertas con plumas. Se utilizaba para tratar
que es sumamente sensible a los cambios de temperatura. las recaídas de cualquier enfermedad debidas a los
Otro ejemplo interesante es el uso del yolloxóchitl, una va- desmanes cometidos por el paciente cuando se sentía
riedad mexicana de las magnolias, como medicamento útil en aliviado. Códice Florentillo, libro XI, f. 167v.

34 / ARQ UEOLOG íA MEXICANA


actuales, al descubrirse en las pencas de mag uey un microrga-
nismo, la Pseudomona lindneri. que actúa contra los gérmenes
que comúnmente causan infecciones en las heridas. Lo mismo '1'(C.rc (,1/ {( e .
sucede con las tortill as húmedas que se dejan a la intemperie
hasta que se llenan de moho, y que después, pulverizadas, se
aplican sobre las heridas en las que hay supuración, lo que cons-
tituye un empleo empírico pero bien sistematizado de antibió-
ticos, muchos años antes de que se tuviera idea de la existe ncia
de gérmenes patógenos y de sustancias que detuvieran su cre-
cimiento o los mataran.
Otras veces el empleo de las plantas obedece a razones que
son ajenas a nuestra forma actual de ver las cosas. Por ejemplo,
el uso del tlacopahtli (Aristolochia sp.) para curar la luxación
de la mandíbula no se basa en su acción sobre la articulación o
los ligamentos, si no en que, al provocar un violento vómito, el
arqueo y la contracción hacen regresar el cóndilo a su lugar. En
un artículo ya clásico, publicado en la revista Science hace dos
décadas , Bernardo Orti z de Montellano llamaba la atención
sobre el hecho de que, al tratar de explicarnos la validez de la
acción terapéutica de las recetas -no de las plantas- prehispá- 00

nicas , debemos preguntarnos siem pre cuál era el efecto espe- I


~
rado por los médicos indígenas. Pl antas a las que no se ha en-
contrado un efecto lógico segú n el pen samiento moderno,
o
resultan activas y efecti vas cuando nos damos cuenta de que lo
que se buscaba era movili zar alguna sustancia. Por ejemplo, las ~
llamadas aláhuac, diversas secreciones pegajosas o resbalo- ~
~
5
lonfra Jah wm i~¡;'re.TrL-
I
~ L-
I ____________________________________________________________ ~

El tolohuaxíhllill o toloache y el llexéllllac, dos pla ntas del géner o de las


Dafuras, las cuales tienen efectos psicotr ópicos, de ma nera que lo que se
d ice de ellas en el sentido de atontar o volver loca a la gente es cierto.
Se conocía n bien sus efectos analgésicos y se prescribía n cont ra el dolor
de costado. Libelbls de Medicinalibus Indortlm Herbis, f. 29r.

sas, se usaban para purgar o provocar diuresis, ambos efectos


muy buscados en aquellos tiempos .
Vale la pena recordar el uso frecuente y preciso del cilma-
patli (Montanoa tomentosa), que es una planta con un podero-
so efecto ocitócico, es decir, que provoca fuertes contraccio-
nes uterinas en el momento del parto, al grado de que una
sobredosis puede provocar tetania en la matri z y la muerte de
la mujer. Sin embargo, bien dosificada tiene el mismo efecto
microabortivo de los anticonceptivos modernos, que impiden
la implantación del óvulo fecundado en el interior de la matriz,
y las mismas cualidades farmacológicas que la ocitocina u otros
modernos estimulantes de la contracción uterina'.
Sirvan los ejemplos mencionados para destacar la riqueza
de la flora medicinal mexicana y el amplio y bien fundado co-
nocimiento que los médicos indígenas, nuestros antepasados,
tuvieron de ella. ~

En esta página del Libel/us se reunió un grupo de plantas q ue


aparentemente tenían el efecto de dar fuerza y restablecer el tOllalli.
Algunas eran empleadas para tratar la fatiga de los gobernantes. Nótese la Carlos Viesca Treviño. Médico por la UNAM, Jefe e investigador del Departa-
forma de representar cada planta: con raíces, llores, hojas e incluso el tipo mento de Hi storia y Filosofía de la Medicina de la Facultad de Medicina de la
de suelo en el que creCÍa. Libelllls de Medicillaliblls Illdorllln Herbis, f. 39r. UN AM . Miembro de la Academia Nac ional de Medicina y del SN I.

Usos DE LAS PLANT AS MEDIC INALES / 35


FUENTES DEL SIGLO XVI

Historia de las cosas de Nueva España


(Códice Florentino)

Representación del oquiclzpatli, "medicina para el varón".


Códice Flormtillo, lib. XI, f. 175v.

El fraile franciscano Bernardino de Sahagún (1499-1590) dedicó cerca de 40 años de su vida en México a recopilar infor-
mación sobre las antiguas costumbres de los indios de la cultura náhuatl. Siguiendo una minuciosa técnica de encuesta ob-
tuvo, de los viejos de numerosas poblaciones indias, informes sobre varios aspectos de la vida de una civilización que se
extinguía rápidamente después de la Conquista española. En un voluminoso compendio que se dividió en 12 libros, reali-
zado a partir de 1558 y concluido hacia 1577, Sahagún proporciona información -en textos escritos en náhuatl y en espa-
ñol y acompañados de ilustraciones- sobre la historia, la religión, la organización social y política, el comercio y las cos-
tumbres en general de los mexican9s. Confiscados por el Santo Oficio, los materiales sahaguntinos quedaron archivados
en diversas bibliotecas de España e Italia. El legajo de Florencia (llamado después Códice Florentino) era el más comple-
to, y Sahagún lo consideró la versión más acabada para que sirviera de base en la edición de su Historia de las cosas de
Nueva España. Como en otros casos, la obra no se conoció públicamente en su tiempo. La primera edición la realizó en
1830 Carlos María de Bustamante y sirvió como punto de partida para ediciones posteriores. En la actualidad sigue siendo
materia de estudio y es considerada la fuente escrita más importante sobre el mundo prehispánico mexica. El libro XI está
dedicado a las plantas, a los animales y a diversos aspectos de la medicina antigua. Contiene informació n sobre cerca de
250 plantas medicinales, con numerosas ilustraciones. Sahagún reconoce en el texto que esta parte de la información
le fue proporcionada por Gaspar Matías, Pedro de Santiago, Francisco Simón, Miguel Damián , Felipe Hemández, Pedro
de Raquena, Miguel García y Miguel Motolinía, todos ellos médicos indios de Santiago Tlatelolco.
Xavier Lozoya

36 / ARQUEOLOG fA MEXICANA
· FUENTES DEL SIGLO XVI

Historia natural de Nueva España

Diversos tipos de cempoalxóchitl. Francisco Hernández,


Historia lIatural de Nueva EspUlia, t. 11, vol. 1, p. 219.

El médico español Francisco Hernández (¿1517?-1587) fue comisionado por el rey Felipe II para llevar a cabo una expe-
dición que diera cuenta de las riquezas naturales del territorio conquistado en México. De 1571 a 1577, Hernández reco-
rrió la región central del país y recolectó plantas y animales que describió en una obra titulada Historia natural de Nueva
España. Su contenido es monumental y en ella se describen cerca de 2 000 plantas, la mayor parte medicinales y muchas
de ellas dibujadas por tlacuitos nativos. El manuscrito original con sus ilustraciones fue entregado al rey por el propio Her-
nández. Sin embargo, el libro no corrió con suerte porque su edición se aplazó, tanto por lo voluminoso de la obra como
por las no pocas intrigas palaciegas de las que el médico fue víctima. Murió sin ver publicado su trabajo y un incendio en
El Escorial destruyó los dibujos originales de la colección. En las postrimerías del siglo XVIII se redescubrió el manuscrito
original en una biblioteca jesuita en Madrid, y la corona española procuró con relativo éxito publicar parcialmente la obra.
Sin embargo, el trabajo de Hernández se conoció íntegro hasta el siglo xx, cuando se publicaron en México las obras com-
pletas del ilustre personaje. Los estudios de Germán Somolinos hicieron posible la edición ilustrada de los dos volúmenes
que conforman la Historia natural, hoy considerada la visión española de la herbolaria medicinal indígena de México y la
fuente colonial más completa sobre el tema.
Xavier Lozoya

F UENTES DEL SIGLO XVI / 37



Planta mex ana en

Eu opa e el 1 oxv
JosÉ L UIS FRESQ UET FEBRER, MARÍA L uz LÓPEZ TERRADA

a asimilación de las plantas del Nuevo especies vegetales americanas. Sin duda alguna, de
Mundo en Europa fue un complejo proce- todas esas plantas, y centrándonos en el ámbito meso-
so que condujo a profundos cambios en la so- americano, hay que destacar el maíz, el frijol, el chile o
ciedad y en la cultura europeas. Su introducción ají, el camote o batata y el cacao, tanto por su papel en la
y uso dieron lugar a importantes transformaciones en la dieta prehi spánica, como por la importancia que lue-
alimentación y en los medicamentos hasta entonces go tuvieron en la cultura alimentaria europea.
utilizados por los europeos, pero también en los jar-
dines y en el paisaje, en las drogas y los venenos, EL MAÍZ
en los colorantes y en muchas otras cosas. Algu-
nas de las nuevas plantas pasaron a un primer pIa- El maíz (Zea mays L.), cuya domesticación al pa-
no en la actividad económica y política, al mismo recer se produjo en Mesoamérica, se cultivaba en
tiempo que iban incorporándose a la ciencia, el casi todo el continente a la llegada de los españo-
arte y la literatura, las creencias y prácticas reli- les, pero era absolutamente desconocido para un
giosas, la magia y las supersticiones. europeo de finales del siglo XV, pese a los intentos
Evidentemente, analizar cuál fue el impacto que se hicieron para encontrarle semejanzas con
que tuvieron las plantas indígenas americanas en algún cereal conocido, como el panizo. Sin em-
la cultura europea es una tarea inmensa; una breve re- bargo, fue quizás la planta americana que más rá-
visión no permitiría, quizás, ni siquiera hacer men- pidamente se difundió en Europa. El propio Cris-
ción de cada una de ellas. Por eso, en t{Ste trabajo tóbal Colón, en el diario de su tercer viaje (1498),
vamos a limitarnos a tratar brevemente lb que repre- escribió: "maíz, que es una simiente que haze una
sentaron para la alimentación y la medicina europeas espiga como una maºorca, de que llevé yo allá, y
de la época del descubrimiento y la conquista. ay ya mucha en Castilla".
Hay que tener en cuenta que el proceso de in-
Los ALIMENTOS troducción del maíz se facilitó tanto por la impor-
tancia de los cereales -a los que se añadió en la ali-
La alimentación, como parte de la cultura de una so- mentación europea- como por las características
ciedad, es un elemento indispensable en el análisis propias de esta planta, en especial su capacidad de
histórico, especialmente en un tema como el que adaptación a cualquier tipo de clima y forma de
nos ocupa, puesto que los alimentos vegetales de cultivo, además de su gran productividad por gra-
origen mesoamericano cambiaron en gran medida no sembrado .
las costumbres alimentarias de los europeos a par- Esta rapidísima difusión provocó que du-
tir del siglo XVI. rante la primera mitad del siglo XVI el verdadero
Ya en los primeros escritos europeos sobre el origen del maíz fuera desconocido para los euro-
Nuevo Mundo aparecen descripciones de los ali - peos y, como se tenía conciencia de que era algo
mentos americanos, muchos de los cuales eran ab- nuevo y exótico, se pensara que procedía de
solutamente distintos a los que se conoCÍan. En Oriente, como lo atestiguan las denominacio-
estas primeras relaciones se llegaron a describir al- nes que recibió en diferentes lenguas. Esta
rededor de 67 alimentos desde diferentes puntos confusión se reflejó incluso en los trata-
de vista. Unas veces se encuentran en relatos de dos botánicos de la época, en concreto
las costumbres y usos de las culturas con las en los que han sido considerados por
que iban tomando contacto; otras, en las na- la historiografía tradicional como los
rraciones de las propias experiencias, es de- primeros renovadores de la botánica, los
cir, en las informaciones sobre aquello de que, entre otras cosas, se proponían es-
Tlaolli o maíz. Fray Juan de Navarro,
lo que tuvieron que alimentarse; por últi- tudiar las pl antas que creCÍan o eran culti-
Historia lIatural o Jardín americallo, f. 231r.
mo, se encuentran en las descripciones de AEPROGRAFiA: MARCO ANTONIO PACHECO { RAreES vadas en el ámbito alemán.

3 I ARQUEOLOGíA MEXI CANA


Por ejemplo, Leonhart Fuchs , en su De historia stirpium na aclimatación permitió que se le cultivara fácilmente en la
( 1542), afirmaba lo siguiente sobre el maíz: "este grano, como península ibérica, desde donde se propagó rápidamente por toda
otras muchas cosas, pertenece al género de las que nos han la cuenca mediterránea y Europa oriental.
llegado de otros lugares. Ha venido a Ale- Aunque no tan rápido, algo similar pasó
mania desde Grecia y Asia, por lo que se lla- con el camote o batata (Ipomea batatas L.
ma Turcicum frumentum, ya que actual- Poir. ), conocido y consumido por los es-
mente la cruel Turquía ocupa toda Asia. Los pañoles desde los primeros contactos pues
alemanes, teniendo también en cuenta los formaba parte de la dieta habitual de los po-
lugares de donde procede lo denominan bladores de las Antillas, y que casi inme-
Türckisch Korn". diatamente fue cultivado con éxito en la pe-
Fue hasta la segunda mitad del siglo XVI nínsula. En un principio se le describió como
cuando - al menos en los ambientes donde una raíz semejante al nabo, con sabor a cas-
se culti vaba la botánica-, gracias a la publj- tañas, de la que se alimentaban los indios,
cación de la obra de Gonzalo Fernández de pero hay muchas evidencias de que ya en la
Oviedo y, posteriormente, de la de Nicolás primera mitad del siglo XVI se cultivaba y
Monardes a través de Carolus Clusius, se consumía en Castilla, aunque no como ali-
dejó de lado esta confusión y se habló ya de l mento bás ico. Por ejemplo, en 1535 Fer-.
ori gen americano del maíz. No obstante, nández de Oviedo escribía que "es muy gen-
desde e l punto de vista del cultivo real, aun- til fruta para los christianos, porque como
que no existe un estudio sistemáti co, son no la comen por principal y ordinario man-
mu y numerosas las notici as que nos indi can jar si no de quando en quando sabe mejor:
la expan sión de esta planta por toda Europa assados y con vino son muy cordiales de no-
ya desde la primera mitad del sig lo XV I, al che sobre la mesa ; yen la olla son buenos ;
grado de que llegó a converti rse en mono- y hazen las mugeres de Castilla buenos po-
culti vo en algunas zonas. tages y aun fruta de sartén destos ajes" . Casi
medio siglo después, en 1580, Nicolás Mo-
~ nardes daba noticia de la expansión de su
ASIMILACIÓN DE PLANTAS
-G:
~ cultivo: "ay tantas en España, que traen de
Sin embargo, la planta americana que más i~ C ' " . "] ) , Velez Málaga cada año aquÍ a Sevilla, seis
extensa mente se aclimató, e incluso se asil- _ y doce carabelas cargadas della".
vestró en todo el Mediterráneo y ll egó a con- Arbol pal-a s~ldar las que~rad~ras (arriba ) Muy distinto fue el proceso a partir del
y tunal (abaJo ), dos especies diferentes de
vertirse en un elemento esencial del paisa- cua Ised 'leron e l conocimiento
.. y l a ut!'1'Iza-
nopales. Gonzalo Fernández de Oviedo,
je, fue otra de origen mesoamericano: el Historia gelleral y lIalllral de las IlIdias. ción por parte de los europeos de las di stin-
nopal (Opuntia sp.) . También el chile, ají o tas especies americanas de Phaseolus (fri-
pimienta de las Indias (Capsicum sp.) fue mu y pronto comer- jol o ayocote). La razón fundamental fue la existencia y el
cializado y consumido en Europa, en donde se incorporó a la consumo habitu al en Europa de otras especies de Phaseolus,
coc ina como sustituto de la pimienta oriental. Además, su bu e- además de los de vegetales muy similares, como el haba (Vicia

~~

Chilli o chile. Según Francisco Hernández, además de condimento alimenticio, el chile servía para curar el estómago
y provocar la orina y la menstruación. Francisco Hernández, Historia natural de Nueva Espaíia , lib. lIT, cap. CLlIl.
DIGtT ALl ZACIÓN. RAleEs

PLANTAS MEX ICANAS EN EUROPA /39


faba L.). Este hecho supuso una rápida asimilación , era habitual en la América colonial desde principios de
sin que hubiera un proceso previo para tratar la centuria. En cualquier caso, perdió el impor-
de conocer algo absolutamente desconocido tante valor ritual y el uso como moneda que
como había OCUITido con el maíz, el camote o le dieron las culturas mesoamericanas.
la yuca (Manihot esculenta Crantz, y especies
afines) . Así, en los primeros textos euro- Los MEDICAMENTOS
peos sobre América no se citan nunca las
denominaciones indígenas de la infinita varie- A lo largo del siglo XVI la medicina occidental
dad de especies americanas de frijoles, sino que experimentó no pocas novedades . La morfo-
casi siempre se empleó el término grecolatino logía, la patología y la clínica, la cirugía y la far-
de frísol , contrariamente a lo que ocurre en estos macoterapia, sufrieron cambios decisivos . Entre los
mismos textos respecto de otras plantas. Además, hay una factores que influyeron podemos mencionar el huma-
ausencia de descripciones de esas especies, pese a ser pro- nismo, que contó con un poderoso nuevo recurso,
fusamente citadas, ya que era algo perfectamente cono- la imprenta, y el descubrimiento del Nuevo Mundo, así
cido y similar a las consumidas en el Viejo Continente, como como la penetración colonial en las zonas no europeas
indicó el botánico Kaspar Bahuin en 1623. del Viejo Mundo.
En esos momentos hablar de farmacoterapia equivalía
EL CACAO a hacerlo sobre "materia médica". El médico de en-
tonces contaba, para curar las enfermedades, con
Aunque sin una importancia en la dieta un rico repertorio de productos procedentes
comparable a la de los productos que de los tres reinos de la naturaleza. La ma-
acabamos de mencionar, el cacao es, sin yoría pertenecía al de los vegetales. Todo
duda, otra de las más considerables apor- Cacahuaquáhuitlo árbol del cacao. lo relativo a las plantas se hallaba en los
taciones americanas a la alimentación eu- Con semillas de cacao se preparaba una textos recuperados de la antigüedad clási -
ropea. A la llegada de los españoles se cul- bebida de gra n aceptación en la Colonia, la ca, así como en los llamados "nuevos her-
cual, mezclada con hule, era recomendada
tivaba únicamente en Mesoamérica, y fue barios". Entre los primeros destaca, poren-
para curar la disentería. Historia natural o
llevado a las Antillas hasta el siglo XVI. La Ja rdín americallo, f. 190r. cima de todos, la Materia médica de
primera mención europea del cacao se en- REPROGRAFiA: MARCO ANTONIO PACHECO I AA icES Pedacio Dioscórides, uno de los libros mé-
cuentra en las Cartas de relación de Her- dicos más reeditados a lo largo de la histo-
nán Cortés, cuando se vio en la necesi- ria. Entre los segundos, que recogieron la
dad de describir aquel fruto tan común tradición clásica, la medieval y los resulta-
en la zona de la que estaba hablando: el "ca- dos de las observaciones y estudios realiza-
cao es una fruta como almendrasqueellos dos en la época, podemos mencionar los de
venden, y tiénenla tanto, que se trata por Otto Brunfels, Leonhart Fuchs y Hyeroni-
moneda en toda la tierra, y con ella com- mus Bock.
pran todas las cosas necesarias en los mer- El descubrimiento del Nuevo Mundo sig-
cados y en otras partes" . Fue Pedro Mártir de nificó un importante enriquecimiento del ar-
Anglería el primero que informó con todo de- senal terapéutico. Productos vegetales, ani-
talle a los habitantes del Viejo Mundo qué era y males y minerales fueron introducidos poco
cómo se cultivaba y consumÍa el cacao en México, a poco en la medicina occidental. La tarea de
además de hablar de su uso como moneda y tributo. explicar cómo sucedieron estos acontecimientos
Al margen de estas primeras noticias y descripciones, el no es nada fácil, ya que en su desaITollo confluyeron muchos
estudio de la difusión del cacao en Europa es un tema enor- factores. A esto se une la doble dificultad que supone no dis-
memente complejo, dada la gran cantidad de literatura de poner de trabajos rigurosos sobre algunos temas, por una par-
todo tipo que provocó -fundamentalmente desde la primera te, y la existencia de muchos tópicos, por otra.
mitad del siglo XVII- su consumo masivo en forma de cho- Ya hemos visto cómo algunas plantas alimenticias ameri-
colate. Se puede afirmar que el consumo de cacao por los es- canas se introdujeron muy pronto en Europa. El fenómeno se
pañoles que estaban en América no se produjo al asimilar las dio también en el campo de la medicina. Las ediciones rena-
formas indígenas de preparación del producto, sino cam- centistas de la Materia médica de Dioscórides (siglo I
biando la condimentación para adaptarla al gusto europeo, d. C.), que contenían abundantes comentarios de los médi-
aunque parece que en un principio se continuó aña- cos que se encargaban de su estudio y publicación, ya
diéndole algunas especies autóctonas, lo que dio lu- ,¿'J~~~~ recogían noticias de las plantas americanas. Una de las
gar a numerosas recetas para la elabora- más popul ares en España fue la versión cas-
ción del chocolate. Su consumo, y por tanto Árbol de la nuez índica o coco. El tellana que hizo el médico segoviano An-
el comercio, por ser imposible su cultivo j ugo extraído de la pulpa del coco se drés Laguna (1 510- 1559), que se editó en
usaba como vermífugo. Historia Ilatural
en Europa, se generalizó más tardíamente, de Nueva España, lib. IV, cap. XVI. 1555. En sus comentarios se refirió a la pi-
ya en el último tercio del siglo XVI, aunque DIGITALIZACiÓN. RA fe ES mienta de las Indias . a los bálsamos deNue-

o A RQL'EO LOGíA M EXJCANA


va España, al coco índico, al estoraque, a los frijoles, a la cala- rumbo a México junto con el oidor Zurita, y según dice, allí es-
baza, al nopal , al maíz y al guayaco (Guaiacum officinale L. ). tuvo durante ocho años al frente de un hospital que se dedica-
En ciertos casos la información sobre la procedencia de algu- ba a la curación del morbo gálico o sífilis. Con toda seguridad
na especie es confusa, como hemos visto en el caso del maíz. se trataba del Hospital del Amor de Dios, del que todavía hoy
Del guayaco se ocupa con amplitud. Posi- puede contemplarse su estructura. Hacia
blemente las opiniones de Laguna influye- ffSecreros de Chirurgia. efpecial de 1564 debió de regresar a España. Se insta-
las enfermedades de Morbo g.lico y Láparoncs
ron mucho en el hecho de que esta planta y .M irrarchia,y a(si mifmo la m~neC3como re 'u ló en Toro, Zamora, donde siguió ejercien-
se convirtiera en una de las más usadas du- un los Indios de JI.g.s y herid .. s y otras paCsio do la cirugía a la vez que preparaba la edi-
ne¡en las Indias.mllY v,il y prollechofop.ra en
rante mucho tiempo contra la sífilis, lo que Efpaña y otlOs muchos fecretos de chiru~ ción de su única obra.
gia hafiHgora no efcriptos,
reportaría a algunos -como la familia de El interés del libro de Benavides resi-
banqueros y comerciantes alemanes Fug- 'IJirjgitlo ,,/ ~rm¡(j¡;no y Efcl~ufhrio J ",sY de en su contenido y en el modo de expo-
"lto :1pod~rofo J'dtor don 0lr/os princrF tlci4s
ger- importantes beneficios económicos. E/P"iÜs,Cl'c. Sdíor "Urj}TC.
nerlo. Se consagra al estudio del morbo
Aunque la utilidad del guayaco fue puesta gálico y de otras enfermedades, conse-
en duda por varios médicos, como Para- cuencia o no de aquélla. El texto está re-
celso, se le consideró como una nueva me- pleto de noticias y datos que proceden de
dicina para combatir la sífilis . El hecho su propia experiencia durante el ejercicio
-asumido en la época- de que tanto la en- de su profesión en tierras americanas. Po-
fermedad como su remedio procedieran de demos afirmar que los antepone a la auto-
América, fue interpretado como una prue- ridad de los clásicos, a los que apenas se
ba de que la providencia divina no abando- Compue(lo PIJ,. ~lZJDE!or 'I'dr.tri,4s ¡eftNl<lui refiere. Una buena parte de la obra inclu -
J~s Petfno y 'Mtsr4l ddt Ciuri"d de 7k..,
naba a los seres humanos en sus problemas ye información sobre las plantas ameri-
más graves. 1 ~prcfTo m V .;lIadolid po1" F "ncifco F m:t~d« de canas y unas pocas europeas que ya se
Cordoaa J "'prd1ordela M .gefud R"'¡
COpr~Hil/~gia) 'I'ttJFdo " ruly md¡Q m !~~¡, habían aclimatado en aquellas tierras. Es-
Año-l ~ 67.
LAS OBRAS DE B ENAV ID ES y MONARDES tudia la cebadilla, la hierba hedionda, la
Portada de los Secretos de chirurgia (15 67 ), hierba para el mal de ijada y la orina,
de Pedro Arias de Benavides, cirujano que
En 1567 se publicó en Valladolid una obri- la zarzaparrilla, el guayaco, el mechoa-
ejerció durante muchos años en Santo
ta que tiene mucho interés: los Secretos de Domingo, Honduras, Guatemala y México. cán, la higuera del infierno, el bálsamo de
chirurgia de Pedro Arias de Benavides, au- las Indias, el liquidámbar, la tacamaca, el
tor sobre el cual tenemos muy pocos datos . Debió de formarse incienso de Indias y el maguey.
como cirujano en Castilla, y entre 1545 y 1550 se embarcó ha- La información que proporciona sobre ellas es una mezcla
cia América. Estuvo en Santo Domingo, Honduras y Guate- de la que le dieron los indígenas americanos y la que recibió de
mala, donde permaneció unos cuatro años . Después marchó los médicos y cirujanos que le habían precedido. Cuando se es-

Apoyomatli, planta medicinal Hoayacan o palo santo. Hernández afirmaba Copalquáhxiotl o árbol leproso,
para curar el mal de ijada o que curaba enfermedades venéreas, pero que uno de los va rios árboles del copal
de estómago. Historia Ilatural era necesario confirmarlo. Historia natural de o incienso de Indias. Historia
o Jardíll americano, f. 17Sr. Nueva Espalia , lib.IX, cap. LXXXVII. Ilatural o Jardín americano, f. lSIr.
REPROGRAFíA: MARCO ANTONIO PACHECO I RAíCES DIGITALIZACiÓN: RAfeES REPROGRAFíA: MARCO ANTONIO PACHECO I RAfeES

PL ANTAS MEX ICANAS EN E UROPA / 41


tudia con detalle y se le compara con la que ofrecen otros auto- (Myroxylon bafsamum L.). Incluye también alguna noticia so-
res que jamás estuvieron en América, se encuentran no pocas bre los "palos medicinales" y sobre los pimientos.
diferencias. Los casos más evidentes son los del guayaco y la La segunda parte la consagra a abordar en forma extensa el
zarzaparrilla. Benavides nunca creyó que el palo santo o gua- tabaco, el sasafrás, el "cario santo" (quizás alguna especie de
yaco fuera útil contra la sífilis; siguió prefiriendo el uso del mer- Aristolochia) y la cebadilla. También se ocupa, aunque bre-
curio, que continuó aplicando en el Hospital del Amor de Dios. vemente, de otras plantas y añade información complementa-
Sin temor a equivocarnos, podemos afirmar ria sobre la zarzaparrilla, las resinas y los
que estaba en lo cierto. No sabemos la re- purgantes.
percusión que tuvo la obra de Benavides, La tercera parte la dedica a las plantas se-
pero algunas frases de su libro se reprodu- mejantes a las euroasiáticas o de origen eu-
cen en los textos de otros médicos y ciruja- roasiático pero cultivadas en América, y a
nos que sí alcanzaron mayor popularidad. los productos americanos introducidos como
La obra que contribuyó en forma decisi- alimentos. También ofrece datos que com-
va a la difusión de la materia médica ameri- plementan lo expuesto en las otras partes.
cana en Europa fue la Historia medicinal de El extenso capítulo sobre el tabaco es una
las cosas que se traen de nuestras indias Oc- de las grandes contribuciones de Nicolás
cidentales (1565-1574), de Nicolás Monar- i Monardes a la farmacognosia (conocimien-
des. Este médico sevillano aprovechó las ex- ~ to de las sustancias curativas). Su descrip-
cepcionales oportunidades que entonces ~ ción botánica - la mejor estructurada de toda
~.'!7~~~~
ofrecía la ciudad de Sevilla, "como puerto y ~ ~W"&~~ la obra- corresponde a la especie Nicotiana
escala de todas las Indias Occidentales", para .~ E. LOG 1 OH ECH O POR. EL tabacum L. Se refiere a sus virtudes, espe-
llevar a cabo este trabajo, considerado como i
l LLV S T. S. G O N G, ALO G, A Tl.
etO de Moli n;¡ II R Ctrl W del Autor que
1
cialmente las que poseen las hojas que se
el primer estudio médico sistemático sobre ~ re vee , en[u Muíeo.
A , aplican calentadas localmente contra los do-
el tema que alcanzó una enorme influencia ii! L....._ _ _ _ __ _ _ __ _ _ _ n..J lores de cabeza, estómago, ijada, muelas y
y se convirtió en el punto de partida y en re- otras partes del cuerpo; contra las afeccio-
;,
ferencia obligada de los trabajos posteriores ~ S E G V N D A P A R T E :<¡'f nes articulares y las heridas recientes, y con-
D el LIbro , de h s cor., que [. trae n de
en torno a la materia médica americana. fl udrias Ind¡.15 O ccid! lH ,ll~s> que nnlcn
tra las lombrices a través de enemas pre-
A mediados del siglo XVI Monardes orien- alvfodc medicina.DcJe tr ata de lT "bacD, parados con sus cocimientos. Se refiere
y dell SalT.1frJ.s del C~r1o rallto: y de Otr.1S
J }'

tó su vida hacia el Nuevo Mundo. Mandaba muchas Y t:rU.15 y Pla.:'itJ.s, Simientes,)' L icores:
J
también a su virtud expectorante, que cree
~'1 \1 e !lH p ~ r t ~s,dc
q u e IIUCUlm Cll [C h J¡\ ve ndo de gra n.
traer grana, cueros y plantas, entre ellas las de s \irr ude !, y ma raUlllo ro! cfo::co!. puede aprovecharse aspirando el humo. Sin
rJ Hl~h() flJr ({!Doélor Ñ[Q/lJfJu: A1dico de Stui!l:t.
medicinales, y enviaba tejidos y esclavos , embargo, critica a los que "toman el humo
con la misma frialdad que si se tratara de otro del tabaco" como un "pasatiempo" o para
producto comercial. Durante este periodo "emborracharse" . También anota que los in-
aprovechó para estudiar los productos me- dios lo emplean como narcótico, "para qui-
dicinales americanos, como hemos dicho. En tar el cansancio", así como en ceremonias
1565 publicó los primeros resultados en la religiosas y en la vida cotidiana. En este con-
primera parte de su obra, y en 1574 apareció texto, como lo ha destacado López Pi ñero,
la obra completa. Si en la primera parte la Monardes ofrece uno de los estudios más
mayoría de las drogas a las que hace refe- tempranos sobre las toxicomanías, entre las
rencia procedían de Nueva España y las An- que se ocupa de la adicción al bague o Can-
tillas, las de la última venían de Perú. Lo. nabis indica L. y al opio.
Desde el primer momento fueron plagia- Monardes aborda el estudio de cada uno
Arriba: Grabado que representa a
dos algunos fragmentos de la obra de Mo- de los productos americanos, como era ha-
Nicolás Monardes, el cual figura en su
nardes, pero también se tradujo ésta a otros Historia lhedicillal de las cosas que se bitual en aquellos momentos en Europa. En
idiomas, total o parcialmente. Las reedicio- traen de lluestras Indias Occidentales, algunos pasajes aparece muy explícita su
nes fueron sucediéndose en Italia, Francia editado en Sevilla, España. mentalidad renacentista, pero no se enfrenta
e Inglaterra. Hay que señalar que uno de los Abajo: El extenso capítulo sobre el tabaco abiertamente a la autoridad de los clásicos.
es una de las grandes contribuciones
más importantes traductores al latín de los Clasificó cada droga o planta americana se-
de Nicolás Monardes a la
textos de Monardes fue el médico y botáni- farmacognosia (conocimiento gún la doctrina galénica de las cualidades y
co flamenco Charles de l'Escluse o Carolus de las sustancias curativas). sus grados, y de acuerdo con la versión pro-
Clusius, cuyo prestigio contribuyó a la di- pia de la corriente humanista . Amparándose
fusión de las obras del médico sevillano. en estas teorías, encontró nuevos u os a la plantas del Nuevo
En cuanto a las plantas, en la primera parte de su libro Mo- Mundo o interpretó, con arreglo al i tema de conocimiento en-
nardes se ocupa de las resinas, de los purgantes, de tres "medi- tonces vigente en el Viej o Mundo. las aplicaciones que se les
cinas celebradas en todo el mundo" (el guayaco, la china - Smi- daban en el nuevo continente. Se entiende así que en algún mo-
fax pseudo-china L.- y la zarzaparrilla -varias especies, como mento afirmase que las práctica indígenas se ejecutaban sin
la Smilax medica Schlecht-), así como del bálsamo de Perú "orden ni medida" y no eran racionale . aunque ello no es obs-

.t2 / ARQUEOLOG íA M EXICANA


táculo para que conceda gran importancia a su estudio y llegue John Ray incluyó numerosos capítulos y un resumen completo
a manifestar su admiración por tanta experiencia reunida por de la edición romana, y afirmó que la obra de Hernández cons-
los sanadores indígenas . tituía uno de los principales fundamentos de su tratado, que fue
el más importante en la botánica prelineana.
LA OBRA DE FRANCISCO HERNÁNDEZ El estudio del contenido científico de la Historia natural de
Nueva España y su influencia en la constitución de la botánica
Entre 1571 Y 1577 se llevó a cabo la que puede considerarse la y la medicina modernas, han puesto de manifiesto que la gigan-
primera expedición científica moderna. Fue ordenada por Fe- tesca aportación hernandina fue el resultado más impoltante en
lipe II con la intención de que se estudiara la historia natural el terreno científico del mestizaje cultural característico de la
americana. Su director fue Francisco Hernández (1517-1587), Nueva España. Hernández no sólo utilizó la terminología botá-
un convencido seguidor del humanismo de corte erasmista, que nica amerindia, especialmente la nahua, sino que asimiló la ta-
tenía una sólida formación intelectual y científica y una men- xonomía nahua, que en muchos aspectos era superior a la euro-
talidad abierta a las novedades , como ha afirmado López Piñe- pea.·Hernández rompió totalmente con la tradición taxonómica
ro . La intención de la obra que escribió Hernández, la Historia procedente de Teofrasto, y realizó clasificaciones con criterios
natural de Nueva España, no era, como en el caso de la de Mo- estrictamente fitológicos, conforme a una pauta precisa, en los
nardes, de tipo farmacognósico. Su propósito explícito fue, so- que combinó puntos de vistas nahuas y europeos.
bre todo, de carácter botánico. No sólo se centró en el estudio Como se ha visto, la introducción en Europa, desde el siglo
de las plantas, de las zonas y de las condiciones en las que cre- XVI, de los alimentos , las drogas y las medicinas vegetales del
CÍan o se cultivaban, sino que intentó agruparlas bajo cliterios Nuevo Mundo, fue un proceso de gran importancia para el
puramente fitológicos . desarrollo de la ciencia, la farmacia y la medicina, y también
Aunque no llegó a ver su obra impresa, durante la primera para la historia económica, social y cultural. Sólo un enfoque
mitad del siglo XVII la mayor parte de su contenido se difundió integral y multidisciplinario puede ayudar a comprenderlo.
a través de varias ediciones, la más importante de las cuales fue
la publicada en Roma por la Accademia dei Lincei (1628-1651 ). • José Lui s Fresquet Febrer. Doctor en medicina. Profesor de hi stori a de la cien-
Su influencia fue muy importante en el desarrollo posterior de cia en la Uni versidad de Val enc ia.
• María Luz López Terrada. Doctora en histori a. In vestigadora del Instituto de
la botánica y la zoología, y llegó hasta Linneo y Buffon. Basta Hi stori a de la Cienc ia y Documentac ión "López Piñe ro" en la Uni versidad
citar como ejemplo que en su Historia Plantarum ( 1686-1704) de Valenci a.

Sasafrás. Era utilizado para Picietlo tabaco. Esta planta fue Quáuhyetlo tabaco. Dibujo del Códice
aliviar los cólicos intestinales. usada para aliviar, entre otras Pomar (ca. 1590) que procede de la expedición
Historia natural de Nueva enfermedades, el asma. Historia de Francisco Hernández. Biblioteca de la
Espmla, lib. 11, cap CLXIX. natural o Jardíll americano , f. 212r. Universidad de Valencia, España.
DIGITALIZACiÓN: RAleES REPROGRAFíA: MARCO ANTONIO PACHECO I RAicES REPROGRAFiA: JOSÉ LUIS FAESQUET FEBRE A

P L ANT AS MEXICANAS EN E URO PA / 43


PRIMERA CÁTEDRA DE BOTÁNICA (SIGLO XVIII)

En 1788 llegaron a la ciudad de México los primeros científicos "ilustrados" en botánica medicinal, que eran miem-
bros de la Real Expedición Botánica de Nueva España. Ellos fundaron la primera cátedra de botánica y formaron a los
primeros "naturalistas" novohispanos, quienes estaban fascinados con la nueva medicina experimental. La ilustración
recrea un gabinete de la ciudad de México, en el que Vicente Cervantes, maestro de botánica, español de 40 años de
edad, dicta clase a los mexicanos. Ahí llegaban frascos con animales raros, cajas con insectos, aves disecadas, semi-
llas, resinas, flores secas, etc. , producto de las colectas de la mencionada Real Expedición Botánica de Nueva España.
Entre los alumnos de la primera cátedra de botánica estuvieron los criollos Mariano Mociño -quien se convertiría en
el científico más importante de su tiempo-, Juan de la Cerda y José Maldonado, y como dibujantes había alumnos
mestizos de la Academia de San Carlos, expertos en el dibujo botánico. También asistieron, como invitados, algunos
de los expedicionarios españoles y Martín de Sessé, director de la expedición.
Xavier Lozoya

~ I ARQ UEOLOG ÍA M EX ICA NA


Numeralia
X A VIER L OZO YA y ÉRIKA RI VER A

1. Especies botánicas medicinales utilizadas por la medicina tradicional mexicana: 5 000


2. Porcentaje de plantas medicinales de mayor uso autóctonas de México : 25 %
3. Porcentaje de plantas medicinales de mayor uso en México que fueron introducidas
desde Europa: 65 %
4. Especies medicinales autóctonas utilizadas por la medicina tradicional mexicana que
han sido estudiadas científicamente en el siglo xx, y cuyas propiedades curativas se han
corroborado: 16
5. Herbarios de plantas medicinales existentes en México : 1
6. Especímenes botánicos que crecen en México y son colectados en el Herbario Medicinal
del IMSS: 11 000
7. Proporción promedio de terapeutas herbolarios respecto a médicos en las áreas rurales
de México: 4 al
8. Máximo de nombres populares que tiene una misma planta medicinal en México: 13
9. Promedio de nombres populares que tiene una misma planta en México : 5
10. Plantas medicinales mexicanas de las que se han deri vado nuevos fitofármacos nacionales: 1
11. Plantas medicinales de otros países de los que se han derivado nuevos
fitofármacos: 40
12. Fitofármacos recientes para el tratamiento del
cáncer de mama: 1
13. Fitofármacos recientes para el tratamiento
del cáncer de la próstata: 1
14. Fitofármacos recientes para el tratamiento
del cáncer de la piel: 1
15. Fitofármacos recientes para estimular
el sistema inmunológico: 3
16. Porcentaj e de investigadores mexicanos que
realizan trabajos sobre plantas medicinales
y que pertenecen al Sistema Nacional de
Investigadores: 0.5 %
17. Millones de dólares producidos anualmente por
la venta de Ginkga bilaba, fitofármaco usado
para tratar la demencia senil: 250
18. Promedio de publicaciones científicas
sobre plantas medicinales editadas al año
en M éxico: 15
19. Medicamentos a base de plantas desarrollados
en China en los últimos 20 años: 300
20. Medicamentos a base de plantas desarrollados
Guayaba (Psidium guajava). Única
en E.U.A. en los últimos 20 años: 2 planta med icinal mexicana que es
utilizada para elaborar fitofármacos.
ILUSTRACiÓN: HECTOR CRUZ

N UMERALlA / 45
édicos y
farmacéuticos

meX1canos en
el siglo XIX
ELSA MALVIDO, SlLVlA DEL AMO

Obligados por las difíciles


circunstancias de la época, los
médicos del siglo XIX mexicano
decidieron, finalmente, recurrir a
las hierbas nativas para elaborar
medicamentos. Se buscaba así
abaratar los costos y, principalmente,
dar lugar a una farmacopea en la
que se combinaran, de manera
efectiva, los saberes de las
épocas prehispánica y colonial.
Recreación de la

-16 / A RQUEOLOG ÍA M EX ICA NA


tiea Esesarte de Oaxaca. Se localiza en el Museo de la Medicina de la UNA M , en la ciudad de México.

MÉDICOS y FARMACÉUTICOS EN EL SIGLO X IX /47


n medio del caos que significó para México el mo- pios nativos y eran usados por los protomédicos para curar a
vimiento de Independencia, habrá que considerar el los mismos indios. Mientras que estas hierbas se utilizaban en
impacto que tuvo la suspensión del comercio de la atención de "los otros", al mismo tiempo se observaban sus
plantas medicinales, un tema poco trabajado tanto resultados y, comprobados sus efectos benéficos, se incluye-
por los historiadores como por los biólogos. ron en el acervo de la cultura occidental, aun cuando se daba
A lo largo de la Colonia, el mercado de hierbas curativas por entendido que los organismos de los indios y de los espa-
constituyó uno de los múltiples monopolios de la corona es- ñoles no eran iguales y que, por lo tanto, había que "irse con
pañola, motivo por el cual se prohibió el cultivo de las espe- pies de plomo" en su aplicación, ya que las reacciones podían
cies medicinales europeas en ser diferentes en unos y otros.
los jardines mexicanos , y tan
sólo se permitió que las órde- LA BÚSQUEDA DE REMEDIOS
nes hospitalarias tuvieran sus
huertos de drogas en conven- Con estos antecedentes, los
tos y nosocomios. médicos y boticarios mexi-
Unos años antes de la In- canos del siglo XIX tuvieron
dependencia, las reformas bor- que recurrir a cuatro opcio-
bónicas permitieron el libre ~ nes : la primera fue conseguir
comercio en la Nueva Espa- ~ semillas para iniciar ellos
ña, y en éste se incluyeron las ~ mismos sus cultivos, como
plantas. Así, se fundó el Real ª sucedió con la belladona
Jardín Botánico, en el que, j (Atropa belladona), de la que
con un afán de experimenta- ~ se obtuvieron resultados muy
ción, se conjuntaron la botá- ~ exitosos, aunque fueron po-
nica, la farmacéutica, la me- ~ cos. La segunda consistió en
dicina y la química, que de ~ 1-_=::siII~¡¡¡r::::=;!___ abastecerse de las plantas que
"artes" empíricas pasaron a Instrumentos y objetos utilizados en la farmacopea mexicana del siglo XlX.
venían de España, gracias a
ser ciencia comprobada. los intermediarios que pro-
El Real Tribunal del Pro- veían a otras colonias y lo-
tomedicato y la Universidad, graban penetrar en México,
que habían sido las institu- si bien esas plantas sufrían
ciones coloniales que regula- los mismos problemas que
ban la formación y práctica de en épocas anteriores, pues no
médicos y boticarios, desapa- siempre lograban llegar en
recieron junto con todo el si s- .~ buen estado después de tres
tema español. Quienes se ha- ~ meses de travesía marítima y
bían preparado en ellas sabían § otros tantos de viaje terrestre.
utilizar, principalmente, las ~ La tercera fue recurrir al mer-
propiedades terapéuticas de ~ cado negro, que introducía
los productos que venían des- ~ ~
sólo especies muy costosas,
de España, sin dejar de lado ~ de gran demanda, que sin em-
plantas americanas que por ~ bargo no eran confiables y
el buen éxito de su aplicación ~ propiciaron la venta de falsi-
en los 300 años de dominio Como sus congéneres europeos, representados aquí en una tertulia, ficaciones con terribles con-
habían demostrado su efica- los enciclopedistas mexicanos se reunían en el Museo Nacional secuencias para los enfer-
cia. De hecho algunas de esas para discutir sobre temas variados. mos. La última, y la más
plantas llegaron a constituir- sencilla aparentemente, con-
se en productos de exportación muy buscados, como la quina sistió en sustituir las plantas europeas por otras de la herbola-
(Cinchona succirubra) y la coca (Eritroxylon coca) peruanas, ria mexicana.
yel cacao (Theobroma cacao) y la raíz de Jalapa (lpomoea Esta última opción se vio favorecida por acontecimientos
purga) mexicanos. ocurridos en Europa, como fueron las discusiones y debates
Sin embargo, este tipo de plantas fueron las menos, pues en entre galenistas y paracelsistas, o entre alquimistas y quími-
su soberbia de considerarse seres superiores, los españoles no cos, los cuales se venían dando desde el siglo XVII y sirvieron
aceptaron los conocimientos curativos de los indígenas ameri- para que en nuestro país en transición se empezara tímidamen-
canos, y aún menos los de los africanos y asiáticos. te a investigar, en laboratorios más cercanos a la metalurgia
Entre los elementos de la farmacia del Hospital Real de In- que a la química.
dios se encontraban diversas plantas y compuestos de especies A cuentagotas, los libros sobre estos temas de la ciencia mo-
mexicanas , los cuales habían sido recomendados por los pro- derna llegaron a México gracias a los ilustrados del siglo XVl1J ,

~ I ARQUEOLOGíA MEXICANA
situación que se dio en forma más constante en la época inde- yock, a quien el populacho bautizó como "merolico". De ori-
pendiente, al no tener que pasar ya por la censura del Tribunal gen judío-polaco, apareció en la ciudad de México en 1879, y
de la Santa Inquisición. trepado en una carroza muy adornada, en plazuelas ofrecía a
Ahora eran los libreros quienes importaban los avances y las gritos curas milagrosas con compuestos "específicos", en par-
modas francesas, españolas, inglesas, alemanas y norteameri- ticular de hierbas como el malvavisco (Hibiscus biseptus), y
canas, para facilitar la entrada de México al mundo de la investi- aguas pintadas o polvos inocuos, que ·supuestamente servían
gación moderna . Había enciclopedistas mexicanos que, alre- para aliviar una gran cantidad de enfermedades, desde expul-
dedor del Museo Nacional, se reunían en sociedades y colegios sar las tenias hasta quitar los callos. Su mayor éxito consistía
para discutir sobre geografía, matemáti- en sacar muelas al tiempo que disparaba
cas, zoología y botánica, sin que importa- un balazo ante el susto del paciente y del
ra su profesión, pues eran grandes sabios. público, que festejaba con aspavientos la
En ese terrible siglo XIX, en vista de que ejecución. La riqueza que acumuló con
el nuevo país se debatía en guerras inter- los ingenuos mexicanos fue cuantiosa, y
nas e invasiones extranjeras y que las ins- un buen día, tal y como llegó, desapare-
tituciones educativas médicas se abrían o ció. Lo que no supo es que su apellido, me-
cerraban temporalmente según lo dispo- xicanizado, pasaría al habla coloquial
nía cada presidente o emperador en el po- como sinónimo de médico farsante: "me-
der, se desarrollaron las patologías colo- rolico".
niales heredadas: la viruela, el sarampión,
la tosferina, la varicela y las paperas. Asi- LA ENSEÑANZA MÉDICA
mismo, se desarrollaron las nuevas que lle- EN SUS PEORES MOMENTOS
garon con el libre comercio, ya no en bar-
co desde España, sino por tierra y por la Los cambios políticos dejaron su huell a
frontera con Estados Unidos: la difteria, en la enseñanza médica, y ésta no tuvo un
la fiebre escarlatina y el calera morbus. A lugar dónde ejercerse ni presupuesto per-
éstas se unió la patología endémica agu- La Aristolochia, una especie abundante en manente durante 20 años. Las condici o-
dizada por las tensiones sociales, la extre- México, llamó la atención de los estudiosos, que nes para estudi ar medicina eran las mi s-
la utilizaban para obtener antiespasmódicos.
ma pobreza, el hambre y la sed: el tifo, la mas que imperaron durante la Colonia:
tifoidea, la sífilis, la gonorrea y otras en- había que ser europeo, con pureza de san-
fermedades venéreas , las infestaciones gre de tres generaciones, católico y por
de parásitos internos y externos, más las añadidura rico, puesto que en el tiempo
enfermedades producidas por la guerra en el que estuvieron cerrados los estable-
misma, como las heridas causadas por di- cimientos médicos de enseñanza, la op-
versas armas, y las enfermedades infecto- ción fue ir a estudiar a Francia. Obvia-
contagiosas. Estos padecimientos fueron mente, fueron pocos los que cumplían
atendidos en los hospitales o en las casas con estas condiciones, y por lo tanto esos
de los enfermos, la mayor parte de las ve- mecanismos representaban una especie
ces en forma experimental , con fal sifica- de selección para ingresar a la enseñanza
ciones o similares, pues se suponía que si superior.
se trataba de una hierba de la misma fami- En este contexto histórico, en 1854 se
lia, debía contener los mismos principios " "y abriría por fin la Escuela Nacional de Me-
curativos de las especies originales, lo que Durante la Colonia y el siglo XIX se registraron dicina, en la cual los estudiantes de medi-
llevó a resultados casi siempre fatales, y a numerosos vegetales mexicanos, como cina y farmacia, al término de sus estu-
algunos verdaderamente milagrosos. este agave, observado por el naturalista dios, debían realizar una tesis obligatoria
Todos esos fracasos llevarían a los francés L. Née en Hidalgo. para poder ejercer la profesión. Cerca de
médicos a unir sus esfuerzos con far- cien estudiantes abordaron el tema de la
macéuticos, botánicos y químicos para crear una farmacopea herbolaria, y conscientes de sus necesidades, estudiaron no sólo
con plantas medicinales mexicanas, en la que se integrarían to- las plantas mexicanas y europeas, sino también las sudameri-
dos los avances de esas especialidades. Con el fin de compro- canas, asiáticas e incluso australianas .
bar si su uso empírico en los periodos prehispánico y colonial Dichos estudios dejan ver muy claramente no sólo los
había sido acertado, se buscaron los principios activos de cada distintos intereses, sino también los métodos de investigación,
planta y se evitaron las adulteraciones, para así poder eval uar las técnicas utilizadas y los problemas que tuvieron que en-
los riesgos de su aplicación. frentar un grupo y otro. De esta manera, mientras que los far-
Mientras tanto, la sociedad mexicana recurrió a los curan- macéuticos - más bien químicos- buscaban descomponer los
deros indígenas, a los charlatanes, nacionales y extranjeros, y elementos de las plantas y detectar en laboratorios los grandes
a la herbolaria empírica para aliviar sus males . Un caso que grupos con acción farmacológica, los médicos continuaban en
vale la pena recordar es el del famoso doctor Rafael Meraul- la tradición galénica: clasificaban las plantas en alimentos , me-

MÉDICOS y FARMACÉUTICOS EN EL SIGLO XIX / 49


dicamentos y venenos, y utilizaban para la experimentación en México como ocitócico, estimulante del útero para inducir
animales vivos, y a veces sus propios cuerpos, aunque sin un el parto, fue el zoapatli o chocolate de las soldaderas, especie
control estricto. Los más apegados a la clínica aplicaban los que constituyó el sustituto perfecto para el cornezuelo de cen-
compuestos en hospitales o en poblaciones en las que se pa- teno utilizado en la farmacopea europea, ya que el zoapatli no
decían ciertos males. Sin embargo, el problema era el mismo causaba las hemorragias que, como efecto secundario, provo-
que en nuestros días: la dosificación. caba el cornezuelo después del parto. Cabe decir que todavía
en nuestros tiempos, la especie Montanoa tomentosa , de la fa-
LA HERBOLARIA milia de las compuestas, es utilizada por las parteras empíri-
cas. Para conocer los efectos de esta planta se elaboraron por
Entre los objetivos que se buscaron en la herbolaria se encuen- esos años tres tesis, basadas en observaciones de laboratorio y
tran los efectos catárticos y purgantes de varias plantas, como en estudios de pacientes del Hospital de la Mujer, con las que
los de la familia de las convolvuláceas: la Ipomoea purga o raíz se comprobó su efectividad en la contracción del útero y como
de Jalapa, que era tal vez la más conocida de las mexicanas, emenagogo.
aunque también se reconocieron otras llamadas genéricamen- De las especies tintóreas, se estudiaron elllorasangre o Bo-
te "jalapas", como la de Michoacán (lpomoea machorhiza), la cconiafrutescens; el Bombax ellipticum, que actúa como cur-
macho (lpomoea mestlitanica), o la purga de ánimas (lpomoea tidor y colorante de vinos, y el pipitzahóac o Euphatorium
spp.); la de Querétaro (Convolvulus queretanensis), o la falsa , sessilifolium, los cuales también se aprovecharían para limpiar
Xalapa ipomoea, y la o desinfectar.
-.;.....·"tnhl rkl :#rli.°lliJ dCJtífll¿, /mm. 7ñnhiJ _ /~l,dltlll;Cl" UJlllcui.do rTtlUIo" ,)hT IAlzQ/in.r dd J'a.;r-o lI#nNJ tlr . '/'~'W.JI'¡.
Hura crepitans, todas -..:~ r.rI (I:;t~, la CfI!;;:mk,¡ d ... rl..ar'/fr!,U uf Jj¡~ J la .!Z'fuia rlr J arlrlN ,J f.rte
(lml /OM ".,-Ir ,41/# Mll ti/¡. l",tlP.I 'lm,d",d-T,f. En la concepción
ellas utilizadas por los galénica los venenos
""
' ,:: .~;~' = ...- ,; ;. -- " " "
indígenas de diversas eran importantes, y
regiones del país. \~7:.....;_'~~. : : entre ellos destacaba
-~ 'r..

También se usaron la Erytrina, que no es


como purgantes lachi- otra cosa que el famo-
rimoya o Annona pa- so colorín mexicano.
lustris, especie tro- En la búsqueda de
pical de la familia de E alcaloides , de la fa-
las anonáceas. La Eu- ~ fu, milia de las legumi-
phatorium sessilifo- ~ nosas se descompuso
lium, de la familia de ~ el Lupinus elegans , el
1as compuestas, tema ' g cual es conocido vul-
:¡ U'mk ""CK<I,,/;,~'f'''
. . b UJ:,,!,.J , y /'.,/...., .JI" lA.- r¡s~a,r¡rnJ
aSImIsmo una uena i;'o .' , 7'",""«,1,,, 2.
r0 "- 1"' «~u<Á~. ','.". garmente como gar-
• '" ~ .&. '1:;.J::,~dr;;,q'¡lk.
reputaclOn como pur- i ";.7':íin:;¿7'''''''~'' ".b ,,~ d, bancillo. Asimismo, se
gante entre los indíge- 8 investigaron otras es-
nas, al igual que el pi- ~ ~~ =
' ~_____________________________~_~_W_d_~_'_~_ Jr_!.'_
rn____________________~ pecies, como la Oxy-
ñoncillo (Euphorbia En el Real Jardín Botánico de México, fundado en la época previa a la tropis lamberti o hier-
lathyris o Exogonium Independencia, se conjuntaron, con un afán experimental, la botánica, ba loca, también de la
arenaruim). Dentro de la farmacéutica, la medicina y la química. familia de las legumi-
la familia de las Eu- nosas, una especie al-
phorbias también se investigaron dos especies de Jatropa. De tamente tóxica que causaba parálisis en el ganado. En casos de
, este grupo de purgantes fue del que se obtuvo mayor informa- atrofia muscular se detectó la que era producida por el capu-
ción en relación con el uso que les daban los indígenas. lincillo de Querétaro, cuyos efectos eran acumulativos. Tam-
El tema del tratamiento de úlceras fue prioritario. Se estu- bién se revisó la Physostigma venenosum o haba de calabar,
diaron el Arbutus mexicana o guayuba del país, la Annona pa- que provocaba terribles desórdenes musculares y neuralgias.
lustris o chirimoya, el Plumbago scandens, el tlachinole o cola Hay que sumar a esta lista de plantas tóxicas al Senescio tolu-
de pescado, y el Penstemum barbatus o hierba mataperros. canus, que arrojó la presencia de toxjsenecina, y finalmente la
Asimismo, se insistió en la búsqueda de drogas que alivia- famosa tullidora o Rhamnus humboldtianum, cuya semilla pro-
ran algunas afecciones del sistema nervioso central, como la duce efectos paralizantes.
morfina en la Argemone mexicana o chicalote, de la misma Entre las enfermedades que causaban mayor preocupación
familia del Papaver somniferum, ambas plantas extraordina- estaban las hoy conocidas como infectocontagiosas, que no son
riamente comunes en todo el país, de las cuales se obtuvieron curables. Sin embargo, algunos de sus síntomas se aminoraban
resultados benéficos. con preparados de plantas. Para curar el tifo, mal endémico pa-
En México, otra especie abundante es la de las Aristolochia, decido por la tropa y por los pobres, el cual provocaba grandes
conocidas como tlacopatli o raíz para el flato. De entre ellas, epidemias, se investigó el Helenium mexicanum.
la especie mexicana fue frecuentemente estudiada para obte- Para tratar algunas parasitosis, como las provocadas por
ner antiespasmódicos y emenagogos, que son remedios que lombrices y piojos, se indagó sobre la hierba mataperros, Penste-
provocan y regulan la menstruación. El grupo más conocido mum barbatus, de la familia de las compuestas. Otros antihelrnín-

~o ,-\RQL'EOLOG íA MEXICANA
ticos fueron el cem- CONCLUSIONES
poalxóchitl o Tagefes
erecta, algunas espe- Hemos olvidado que
cies de Aristolochia y la mayoría de los me-
la Punica granatum. dicamentos proviene
Fue un hecho que ni más ni menos que
la separación de la de las plantas.
Iglesia y el Estado Si aceptamos una
dej ó beneficios tam- curiosa teoría que es-
bién a la ciencia, pues tá de moda y según la
liberó al cuerpo de la cual las plantas ali-
idea de ser parte de menticias también son
Dios y abrió las puer- medicinales, parece-
tas a la investigación, ría entonces que Ga-
lo que a la postre per- leno sigue vigente.
miti ó, sin que hubiera Uno de los paradig-
tantas limitaciones ni mas de las ciencias en
prejuicios, hacer au- el siglo XIX proponía
topsias o experimen- recuperar las plantas
tar en el cuerpo sin que ell o se con- nacionales para abaratar los costos
siderara pecado. de los medicamentos, en tanto que
Una meta común fue formar el otro buscaba contar con una far-
catálogo de la flora medicinal me- macopea efectiva en la que se com-
xicana para integrarla a la farma- probaran los usos prehi spánicos y
copea, para lo cual se identificó a coloniales de las mismas plantas,
las plantas y se les clasificó de además de que se conocieran su
acuerdo con Linneo, como era la vida y lugares de reproducción para
moda. De esta forma se comprobó poder abastecerse de ellas.
que su uso prehispánico y colonial El nuevo país demandaba un
había sido acertado. Además, se conocimiento del espacio, del
determin aron los principi os acti- hombre y de las riquezas animales
vos de las plantas, se buscaron los y botánicas. Éste era el fin de la in -
sustitutos mexicanos y, además , vestigación en un contexto nacio-
se evaluaron las adulteraciones y nalista y laico. A pesar de los apor-
sus riesgos. tes de la química y la botánica a la
Sin embargo, la inestabilidad farmacopea mexicana, el grupo
política de México en el siglo XIX médico mantuvo su fuero sobre
provocó que la pobl ación mexica- estas ciencias y no fue sino hasta
na y sus "científicos" se incorpo- el siglo xx cuando se pudo abrir
raran siempre con retraso al trabajo la Escuela Nacional de Ciencias
de investigación, mientras en las Químicas y Farmacia, institución
boticas se seguía ejerciendo de ma- independiente de la Escuela de
nera irresponsable, a pesar de los Medicina.
artículos del Código Penal en los
que se exigía que hubiera en ellas
un profesor responsable. Si bien
cada médico hacía sus fórm ulas si n
ningún control, todos recurrían a la
nueva Farmacopea mexicana, pu-
• EIsa Malvido. Hi storiadora. Investigado-
blicada conjuntamente por botáni- ra del INAH, en donde desde hace 30 años
cos, farmacéuticos y médicos en El camino al cabal aprovechamiento de las plantas mexicanas coordina el Seminario de Demografía His-
1874. El conocimiento herbolario pasa ba por su conocimiento metódico. Durante el siglo XIX, tórica, el Taller de Estudi os sobre la Muer-
di versos estudiosos registraron un buen número de especies, a te y el Proyecto de Salud-Enfermedad de la
fue incrementándose poco a poco, Prehistoria al Siglo XX.
las que describían con detalle y procuraban ilustrar lo mejor
y tanto los libros y manuales porfi- • Si lvia del Amo. Doctora en biología por la
posible. De ello dan cuenta estos dos ejemplos de UNAM. Especialista en regeneración y ma-
rianos como los de nuestro siglo si- representaciones de cacao (arriba) -que se muestra clasificado nejo de los recursos naturales y plantas me-
guen en deuda con los estudios pio- de acuerdo con su calidad : 1) cacao superior, 2) cacao ordinario dicinales. Presidenta del Programa de Ac-
neros de esos hombres del siglo XIX. y 3) cacao híbrido- y de Aristolochia de Acapulco (abajo ). ción Forestal Tropical.

MÉDICOS y FARMACÉUTICOS EN EL SIGLO XIX/ S I


Investigación
reciente sobre plantas
medicinales mexicanas
ÉRIKA RI VERA ARCE

Zapote blanco (Casillliroa


edlllis) . Los mexicas lo
llamaban cochitzápotl,
"el fruto que produce sueño".
FOTO: MARCO ANTONIO PACHECO I RAlcES

a investigación científica sobre plantas En esa institución

L medicinales ha tenido una amplia trayec-


toria a lo largo de la historia de México. Sin
embargo, las investigaciones químicas y far-
macológicas han sido relativamente escasas, lo que ha
impedido la incorporación de las plantas como medi-
se realizaron trabajos sobre
la flora mexicana que incluye-
ron la recolección y clasificación
botánica de algunas plantas medici-
nales, lo cual dio como resultado una
camentos en la medicina moderna. La investigación mé- compilación sobre las propiedades far-
dica formal de estos recursos se inició durante la época macológicas de las plantas mexicanas más impor-
del Porfiriato, en las dos últimas décadas del siglo XIX. tantes. También se realizaron algunas exposiciones botáni-
Así, como parte de la reforma educativa promovida por cas en Europa, que fueron muy exitosas debido a la gran variedad
el gobierno, se fundó la Sociedad Mexicana de Histo- de especies nativas que se presentaron, las cuales podían ser de
ria Natural, la cual estuvo integrada por destacadas gran utilidad para la naciente industria farmacéutica de la épo-
personalidades médicas del ámbito de la investi- ca. Es por ello que en los últimos decenios del siglo XIX se es-
gación de la flora y la fauna nacionales. cribieron diversos trabajos sobre el tema, entre los que desta-

54 / ARQUEOLOGíA M EX ICANA
can : Sinonimia vulga r y científica de las plantas de México, del ción sanitario de alcance mundial bajo el lema de "Salud para
doctor Alfonso Herrera; Lecciones de fannacología , del doc- todos en el año 2000" . La propuesta de la OMS fue utilizar la
tor Leonardo Oliva; Repertorio de plantas medicinales indíge- medicina herbolaria tradicional con el fin de generar recursos
nas y materia médica mexicana, del doctor Fernando Altami- baratos y cultural mente apropiados para la población, a fin de
rano, y varios más, en los que se intentó establecer las bases cumplir con los objeti vos propuestos de elevar la condición mé-
para el desarrollo de una industria farmacéutica nacional. dico-sanitaria de los países más pobres. Uno de los ejemplos
Por otra parte, en la Escuela Nacional de Medicina de prin- más representativos de esta estrategia se dio en la República
cipios de siglo el tema principal para la titulación fue el es - Popular China, entonces habitada por más de 800 millones de
tudio de las propiedades de las plantas medicinales . En esos personas. Ese país había resuelto sus problemas básicos de sa-
años se realizaron más de 85 tesis de licenciatura sobre la ma- lud al combinar todos sus recursos médicos, es decir, usando
teria, entre las que sobresalen estudios sobre la gobernadora, los procedimientos curativos de la medicina occidental y tam-
la raíz escarzonera, el zoapatle, el chicozapote y la marihua- bién los de su propia medicina tradicional. Su exitoso modelo
na, entre otras. influyó en los países en desarrollo, que fundaron diferentes ins-
tituciones científicas para estudiar y corroborar el uso que ha-
EL INSTITUTO MÉDICO NACIONAL cían de las plantas los llamados médicos tradicionales .

El impulso mayor en este campo del conocimien-


to se dio en 1888, cuando se creó, por órdenes del
presidente Porfirio Díaz, el Instituto Médico Na-
cional, que tuvo como objetivo llevar a cabo el
estudio de la flora medicinal mexicana para su incor-
poración en la terapéutica nacional. El equipamiento
del instituto se realizó con los aparatos más mo-
dernos de la época, traídos para este fin desde
Europa, y el estudio sobre las plantas medi-
cinales que se llevó a cabo en él abarcó des-
de sus aspectos botánicos hasta la identi-
ficación y purificación de los compuestos
químicos con propiedades curativas. Los estudios de
los extractos vegetales se efectuaron tanto en mo-
delos animales como en humanos. También se rea-
lizó una gran cantidad de in vestigaciones sobre el me-
dio ambiente del país y sus repercusiones sobre
la salud. Fueron numerosos los estudios
científicos que se llevaron a cabo du-
rante los 27 años de existencia del
instituto. Desafortunadamente, el 6
de septiembre de 1915 este organis-
mo fue clausurado. En ese año el her-
bario medicinal mexicano contaba con
14000 especies clasificadas, y aproxi-
madamente con 1 000 compuestos quí-
micos obtenidos de las plantas. Este
pelÍodo de finales del siglo XIX fue
uno de los de mayor desarrollo en
la investigación de la flora me-
dicinal mexicana, y sirvió como
antecedente organizativo de
las actividades que se llevarían
a cabo durante el presente siglo.
Fue hasta la década de los se-
tenta cuando se retomó la organi-
zación multidisciplinaria de la investigación en la flo- Zapote blanco (Casimiroa edulis).
ra medicinal. Un hecho muy importante que sirvió de En la medicina tradicional actual, las
semillas y las hojas se preparan en forma
impulso para reiniciar el estudio científico de las plantas
de infusión, como remedio para curar
medicinales en todo el mundo, fue el que la Organiza- la hipertensión y para provocar el sueño.
ción Mundial de la Salud (OMS) lanzara un plan de ac- ILUSTRACiÓN. HECTOR CRUZ

IN VESTIGAC IÓN DE PL ANTAS MEDICINAL ES / 55


EL IMEPLAN

En México, el entonces presidente Luis


Echeverría creó, en marzo de 1975, el Insti-
tuto Mexicano para el Estudio de las Plantas
Medicinales (Imeplan), que estuvo bajo la di-
rección del doctor Xavier Lozoya. El objetivo
principal de este instituto fue llevar a cabo el es-
Zoapatle (Molltalloa tomelltosa ). Los nahuas
tudio científico de la medicina tradicional indí- lo conocían como cihuapatli, "medicina
gena y propiciar el aprovechamiento de los o remedio para la mujer". Las parteras
recursos naturales, sobre todo de las plantas, tradicionales lo siguen usando para regular el
para la producción de fármacos nacionales. Con ciclo menstrual, como abortivo y para facilitar
las contracciones uterinas durante el parto.
el fin de alcanzar sus objetivos, la institución pro- FOTO: MARCO ANTONIO PACHECO I RAfeES

cedió a recopilar información sobre el uso de las


plantas medicinales entre la población del país, y a promover
la creación de programas en los que participaran profesiona- dicina Tradicional (12 números); las Monografías Cientí-
les jóvenes. Así, se integraron grupos interdisciplinarios ficas Imeplan, conformadas por tres volúmenes: Índice y
formados por botánicos, médicos , antropólogos, sinonimia de las plantas medicinales de México y Usos de
químicos y farmacólogos, para que realizaran el las plantas medicinales de México -editados por un gru-
estudio de las plantas medicinales más frecuen- po de investigadores dirigidos por José Luis Díaz-, así
temente usadas por la población mexicana. Esta como la Bibliografía comentada de la medicina tradi-
estrategia tenía como propósito el poder contar con cional, 1900-1975, y la colección Estudios de Etnobo-
una industria farmacéutica estatal que desarrollara medica- tánica y Antropología Mexicana, dirigida por Carlos
mentos nacionales a base de plantas comúnmente conocidas Viesca, que constó de cuatro volúmenes. Entre los li-
por la población. bros más importantes que se publicaron figuran: Esta-
El Imeplan estuvo constituido por especialistas que estu- do actual del conocimiento en plantas medicinales me-
diaron diferentes aspectos del fenómeno cultural que represen- xicanas, de Xavier Lozoya y otros autores; Tesis de la
ta la medicina tradicional: en el antropológico, participaron Car- Facultad de Química relacionadas con plantas medici-
Ias Zolla, Phillipe Lamy, Maritza Zurita, Carlos Viesca y Luis nales, de Raúl Ibarra, y Psicotrópicos de origen vege-
Vru·gas; en lo que se refiere a la química de las plantas, Raúl En- tal, sus implicaciones históricas y culturales, de varios
ríquez, Mariana Meckes, Carlos Vargas, Rafael Ibáñez Cama- autores.
cho, Laura Escobar y Jesús Ortega; en lo que respecta a la far- Con la creación del Imeplan se reactivó la investiga-
macología de los productos naturales, José Luis Díaz, Xavier ción sobre las plantas medicinales en México, campo prác-
Velázquez, Santiago Obeti, Miguel Cervantes, Raúl Ibarra y ticamente abandonado después de la desaparición del Insti-
Xavier Lozoya, y en los aspectos botánicos de la herbola- tuto Médico Nacional, y se logró difundir la nueva estrategia
ria, Miguel Ángel Martínez Alfaro y Abigaíl Aguilar. multidisciplinaria que permitiera el estudio moderno de la flo-
Además, a este grupo de especialistas se incorpora- ra curativa. El instituto inició la formación de un herbario me-
ron estudiantes de licenciatura y posgrado. dicinal, actualmente conocido como Herbario Medicinal del
Durante la corta existencia del Imeplan IMSS, que está ubicado en el Centro Médico acional Siglo XXI.
(1975-1980) aparecieron varias publica- SU acervo abarca más de 120000 especímenes, yen él se esta-
ciones, entre las que destacan: la revista Me- blecieron las bases para la investigación farmacológica y quí-

56 / A RQL"EOLOGiA MEXICANA
mica de las plantas útiles, con una metodología que daría paso Sobre el zoapatle se han realizado numerosos estudios de
a la creación de fitofármacos, es decir, de productos hechos a tipo botánico, agronómico, toxicológico, farmacológico, clí-
base de plantas medicinales, nuevo concepto en el desarrollo y nico y químico, que han permitido corroborar su utilidad me-
uso de medicamentos a base de plantas. dicinal. Sin embargo, aún no se conoce con exactitud su me-
En el año de 1980 ellmeplan pasó a formar parte del Siste- canismo de acción. Las parteras tradicionales lo siguen
ma de Investigación Médica del Instituto Mexicano del Segu- utilizando como recurso popular para regular el ciclo mens-
ro Social y dio origen a la Unidad de Investigación en Medici- trual , como abortivo y para facilitar las contracciones uterinas
na Tradicional y Herbolaria, del IMSS (1981-1985), que unos durante el parto. Su efecto farmacológico es complejo y en él
años después se convertiría en el Centro de Investigación en participan varios componentes presentes en la planta, de los
Plantas Medicinales del mismo IMSS (1985-1999), el cual tiene cuales algunos han sido investigados en pacientes, aunque no
sus nuevas instalaciones en Xochitepec, Morelos. Es impor- se ha logrado producir el efecto observado con el extracto me-
tante señalar que no todos los científicos que originalmente tra- dicinal. Su acción se atribuye a un conjunto de hormonas ve-
bajaron en el Imeplan se incorporaron al IMSS. Se produjo una getales cuyo efecto sobre el músculo uterino ha sido amplia-
diáspora interesante de especialistas, procedentes del Imeplan, mente comprobado.
los cuales pasaron a formar nuevos grupos en otras institucio- Zapote blanco (Casimiroa edulis). Los antiguos mexicas lo
nes. Algunos se integraron al Instituto Nacional Indigenista llamaban cochitzápotl, que significa "fruto que produce sue-
(lNI), en donde continuaron promoviendo la investigación de ño". En la bibliografía del siglo XVI se refiere el uso del zapote
la medicina tradicional , y otros a la Universidad Nacional Au- blanco como antidiarreico, cicatrizante y somnífero. Francis-
tónoma de México (UNAM), principalmente para difundir el es- co Hernández, en su Historia natural de Nueva España , afir-
tudio de la etnobotánica, la química y la farmacología. En la ma que las hojas machacadas curan las cámaras, es decir, las
actualidad, el Instituto Mexicano del Seguro Social cuenta con evacuaciones diarreicas; que las semillas, quemadas y pulve-
seis grupos bien consolidados para realizar la investigación rizadas, sanan las llagas, y que la ingestión del fruto ayuda a
científica de las plantas medicinales, en los aspectos etnobotá- conciliar el sueño. En la medicina tradicional actual, las semi-
nicos, de farmacología experimental, de farmacología clínica llas y las hojas se preparan en forma de infusión, como reme-
y recientemente en biotecnología. dio para curar la hipertensión y para inducir el sueño. El zapo-

VIGENCIA DE LAS PLANTAS MEDICINALES

A continuación se presenta una síntesis de los estudios más


relevantes sobre plantas medicinales efectuados en elIMss,
los cuales han permitido corroborar el uso que la medici-
na tradicional ha hecho de estos recursos durante siglos.
Zoapatle (Montanoa tomentosa). Los antiguos nahuas lla-
maban a esta planta cihuapatli, que significa "medicina o re-
medio para la mujer", de cíhuatl, mujer, y patli, medicina. En
uno de los primeros escritos antiguos sobre herbolaria mexica-
na, el Libellus de Medicinalibus Indorum Herbis o Códice Ba-
diano , se hace referencia al uso de esta especie y se señala que
se daba a beber una infusión de las hojas de la yerba "cuando
una mujer tiene dificultad para eliminar el feto , o simplemen-
te, para facilitar el parto ... "
Ya en el siglo XIX los médicos mexicanos tenían un
amplio conocimiento sobre el uso del cihuapatli o
zoapatle. En ese mismo siglo se iniciaron las investi-
gaciones científicas sobre las propiedades de la plan-
ta, entre las que podemos mencionar los trabajos reali-
zados por los doctores Agustín Reza (1896), Federico
Cota (1897) Y Pascual García Peña (1897), quienes de- Nopal COpUlltia streptacantlza).
Se ha comprobado que el nopal
mostraron que un extracto acuoso de las hojas dado a beber a produce una disminución del
la parturienta provocaba el alumbramiento con facilidad y efi- colesterol y de los triglicéridos
cacia. En otros estudios de orden químico realizados por los y es utilizado como auxiliar para
doctores Francisco Río de la Loza (1895) y Alfonso Herrera la pérdida de peso corporal.
ILUSTRACiÓN: HECTOR CRUZ
(1921), se buscó identificar y aislar el compuesto responsa-
ble del efecto inductor del parto. En el presente siglo se reto-
maron en el IMSS las investigaciones acerca del cihuapatli, dado
que el interés principal era explorar su utilidad como agente
contraceptivo.

I NVESTIGAC iÓN DE PLANTAS MEDIC INALES / 57


te blanco es una de las plantas sobre las cuales, en el siglo XlX , como coadyuvante alimenticio en el tratamiento de la diabetes,
se realizaron numerosos estudios científicos en el Instituto Mé- las hiperlipidemias (altas concentraciones de grasas en la san-
dico Nacional, en los que se comprobaron sus propiedades se- gre) y la obesidad. No obstante todo lo anterior, no existe aún
dantes . Los datos quedaron plasmados en la Farmacopea na- un medicamento eficaz hecho a base de nopal. En estudios con
cional (1903) , obra en la que se resume gran parte de las pacientes se ha observado que los productos comerciales ela-
investigaciones sobre plantas medicinales realizadas en esa borados con nopal (tabletas, cápsulas y polvos
época. La farmacología moderna ha permitido deshidratados) no poseen efecto alguno, debi-
descifrar la forma en que actúa el zapo te blan- do a que, al ser sometida a temperaturas altas
co: en las semillas del fruto se identificó un com- para poder deshidratar el producto, la fibra se
puesto llamado dimetilhistamina, el cual disminu- desnaturaliza y pierde sus propiedades.
ye la presión arterial y en consecuencia produce un Guayaba (Psidiumguajava). El conoci-
efecto de sedación. miento sobre el uso de esta especie me-
Nopal (Opuntia streptacantha). De acuerdo dicinal se remonta al siglo XVI: en el
con datos provenientes de la medicina prehis- Códice Badiano (1552) se menciona por
pánica, el uso principal del nopal ha sido siem- primera vez que las hojas de un árbol llama-
pre el de alimento. Sin embargo, en algunas do xalxócotl son útiles para curar la disentería.
fuentes bibliográficas antiguas se refiere su Otra referencia histórica muy importante sobre este
utilidad en el tratamiento de padecimientos árbol se encuentra en la ya mencionada Historia natu-
de la piel , en el caso de golpes , contusiones y ral de Nueva Espaíia de Francisco Hernández: "de las
quemaduras, y también como antinflamatorio. A hojas se hace un jarabe bonísimo para curar las cá-
finales de los años setenta y principios de los maras y tan eficaz como el que se hace de las
ochenta los investigadores dellMss detectaron rosas secas". De acuerdo con la etimología
que la población mexicana utiliza el nopal para náhuatl,xalxócotl significa fruto arenoso, de
el tratamiento de la diabetes . La infor- xalli, arena, y xócotl, fruto (pequeño,
mación procedió de la medicina tradi- duro, astringente). El origen de la pa-
cional de Xochimilco, región pro- labra "guayaba" es controvertido, ya
ductorade la planta. Quizáeste uso tuvo que algunos opinan que proviene de la
su origen en el hecho de que esta especie lengua caribe, mientras que otros afir-
es rica en fibra y suculenta, al igual que la sá- man que procede de la palabra náhuatl
bila, planta que se utiliza para combatir la cuayahua (cuáhuitl, árbol, y tlacoyahua,
obesidad y aliviar los síntomas de la diabetes. descortezado), que se habría deformado fonética-
La población ha venido usando el nopal para mejo- mente a "cuayava" o "guayaba". La especie clasi-
rar la condición general del diabético desde hace ficada de la guayaba es originaria de Mesoamérica. En
poco tiempo. Se prepara en forma de licuado o bien la actualidad, entre la población mexicana se prepara
se comen las pencas asadas . una tisana con las hojas del guayabo, la cual, adminis-
Estos reportes dieron lugar a una serie de estudios trada por vía oral, es útil en el tratamiento de la diarrea,
químicos para conocer la sustancia responsable del en la distensión abdominal, como antinflamatorio, y
efecto y su posible mecanismo de acción. En el LMSS se en el cólico intestinal. El uso medicinal de la guayaba se
formaron dos grupos de estudio, uno que abordó las ha difundido a otros países del mundo en donde la planta
investigaciones de carácter farmacológico y químico, ha sido introducida, como Ruanda, Nueva Guinea, Madagas-
y otro más que realizó los ensayos con pacientes dia- car, Malasia, Bahamas, Perú, Senegal, Ghana y China.
béticos. Como resultado de estos trabajos se pudo con- Debido a sus propiedades medicinales, la guayaba ha sido
cluir que la ingestión de extractos licuados o de frag- materia de nuevos estudios. Su análisis químico ha permüido
mentos de la penca fresca del nopal , produce la identificación y el aislamiento de diversos
en las personas diabéticas una disminución en En la actualidad, entre la población compuestos, entre los cuales los flavanoides ,
la concentración de glucosa sanguínea. Dicho mexicana, la guayaba (PsidiulIl gllajava) por su acción medicinal, son los más impor-
efecto es provocado por la fibra o mucílago o xalxócotl es útil en el tratamiento tantes . A la quercetina que contiene la hoja se
de la diarrea, en la distensión
presente en la penca, que inhibe la absorción abdominal, como antinnamatorio
le atribuye el efecto terapéutico antidiarreico
de glucosa en el intestino y aumenta la sensi- yen el cólico intestinal. que posee el té de hojas de guayaba. Los es-
bilidadde las células hacia la insulina para que FOTO: MARCO ANTONIO PACHECO I RAfeES
ILUSTAACIÓN HECTQR CRUZ
tudios realizados en animales de laboratorio
adq uieran la gl ucosa sanguínea circulante. En y las diversas observaciones en humanos lle-
un estudio comparativo con otras fibras comerciales, se ha de- vadas a cabo en ellMss han permitido concluir que el efecto
mostrado que el nopal posee un efecto superior. Por otro lado, medicinal de la guayaba se debe a dos factores principales: el
se ha comprobado que produce una disminución del colesterol primero es la acción antidiarreica, y el segundo es la acción an-
y de los triglicéridos y que induce la pérdida de peso corporal. timicrobiana que tienen varios de sus compuestos sobre la flo-
Es importante enfatizar que la ingestión de pencas de nopal fres- ra bacteriana patógena, que es el origen de la dialTea infeccio-
co. en jugo, no cura la enfermedad, pero es posible utilizarlo sa más común.

5 I ARQCEOLOGíA MEXICANA
Tepescohuite (Mimosa tenuiflora). Esta planta es utilizada Sosa (Solanum crysotrichum). Esta especie medicinal es muy
popularmente para curar las quemaduras y facilitar la cicatri- uti¡jzada por las comunidades indígenas de los Altos de Chiapas
zación de las heridas de la piel. Las propiedades medicinales como remedio popular contra la tiña de la piel y el pie de atleta
de esta especie tuvieron un gran impacto comercial y social a (los tipos de micosis más comunes en México). Se realizó una
partir de su uso en la curación de las personas que sufrieron valoración clínica en 28 pacientes con diagnóstico de tiña. La
quemaduras en la explosión de San Juan Ixhuatepec, en el es- mitad de ellos recibió tratamiento con el medicamento habitual
tado de México. Algunas recibieron tra- (miconazol), y los demás fueron tratados
tamiento a base de la corteza pulveri- con una pomada de sosa. Al término del
zada del tepescohuite, lo cual dio a tratamiento se observó una recuperación
conocer su efecto notablemente benéfi- total en 42% de la población que recibió
co en la cicatrización e hizo que se pu- sosa, y también que durante la primera se-
sieran en marcha una serie de estudios mana de aplicación disminuyeron nota-
acerca de las propiedades de esta espe- blemente los síntomas característicos de
cie vegetal. Los primeros , realizados la micosis , en comparación con los pa-
para obtener datos botánicos, indicaron cientes a los que se aplicó el miconazol.
que Chiapas es el estado en el que con Calderona amarilla (Galphimia glau-
mayo r frecuencia se utiliza este reme- ca). Planta nativa que crece en Guerrero,
dio para curar las heridas y quemadu- Michoacán, San Luis Potosí, Morelos,
ras. Tradicionalmente la planta es utili- Chiapas y Sonora, y que es apreciada por
zada en dos formas. En la primera, se sus propiedades sedantes. La historia me-
cuece la corteza deshidratada de la plan- dicinal de esta planta es antigua y su uso
ta para obtener un concentrado, que se se haido modificando. De acuerdo con las
utiliza para aplicar compresas en el área referencias históricas, era utilizada para
lesionada, o bien como enjuague bucal combatir la fiebre y los transtomos diges-
en el caso de algunas lesiones en la boca. tivos. Hernández señala que: " ... cura, un-
En la segunda, la corteza es deshidra- tada al cuerpo, los fríos de las fiebres in-
tada al sol durante varios días o en un termitentes y fortalece a las parturientas,
horno convencional, para después con- contiene las diarreas; quita el empacho y
vertirla en un polvo que se aplica direc- cura las disenterías". Juan Navarro, en su
tamente sobre la piel o mezclado con Historia natural o Jardín americano, dice
grasa animal. que: "sus hojas son calientes, secas y as-
Investigadores del IMSS se dieron a la tringentes ; arrimadas al cuerpo curan los
tarea de desarrollar una serie de estudios fríos de las calenturas, en ayunas curan la
para explorar las posibles propiedades disentería". Sin embargo, durante el siglo
antimicrobianas de la corteza pulveriza- xx los estudios etnobotánicos mostraron
da. Los resultados obtenidos mostraron que la planta es generalmente utilizada
que en la corteza existen compuestos an- como un sedante del sistema nervioso.
timicrobianos y que también inducen la Crece en la región del Bajío, y se toma, en
regeneración celular de la piel. Estos es- forma de infusión, como remedio sedan-
tudios permiten concluirqueel podercu- te y tranquilizante, así como en el tra-
rativo del tepescohuite se debe al efecto tamiento de la psicosis, la ansiedad, las
combinado de una acción antibiótica y convulsiones, la hiperexcitabilidad y el
otra que induce la regeneración celular. insomnio. Los estudios químicos y far-
'd I . t ' . l ' El análisis químico de la guayaba ha permitido
macológicos sobre esta especie se han de-
D e b loa gran 111 eres comercia y clen- Ia'Idenh
' f iIcaclon
" y el als
' lamIento
. d e d 'Iversos
tífico que se ha despertado en torno compuestos, los cuales son importantes por su sarrollado en el IMSS. Se logró aislareiden-
al tepescohuite, se han creado nuevas acción medicinal. Arriba: Corte transversal tificarel compuesto que produce su efecto
metodologías con el fin de obtener la ma- de una hoja de guayaba en el que se muestran sedante, al cual se le llamó galphirnina B.
teria prima necesaria para el posible de- los tricomas y la empalizada celular del borde La administración de este producto pro-
de la hoja. A bajo : Corte longitudinal de
sarrollo de un fárm aco a partir de esta duce sedación y sueño a los animales y
una hoja de guayaba en que se muestran
planta. Científicos del Centro de Inves- las células parenquimatosas, continúa la investigación sobre su posi-
tigación Biomédica del Sur, del IMSS , ble utilización como sedante en la medi-
han obtenido cultivos celulares de la planta en los cuales se cina moderna. El uso de plantas medicinales y fitofármacos debe
producen-los compuestos responsables. A partir de estas cé- hacerse bajo prescripción de especialistas en la materia. ~
lulas vegetales de tepescohuite, se pueden lograr por propa-
gación cultivos de la planta en gran escala. El di seño y ela- Érika Ri vera Arce.Licenciada en dietética y nutrición. Estudiante de pos grado
en biología experimental. In vestigadora del IM SS en el Laboratorio de Plantas
boraci ó n de un fitofármaco a partir de la Mimosa tenuiflora Medicinales de la Unidad de Investigación en Enfermedades Neurológicas ,
continúan en estudio. Centro Médico Nacional Siglo XXI .

I NVESTIGAC iÓN DE PLANTAS MEDICINALES / 59


De hierbas y herbolarios
en el México actual
P AUL H ERSCH M ARTÍNEZ

El mercado de plantas medicinales de Sonora es,después de los de China, el más grande del mundo. Las plantas
se pueden adquirir ya sea secas y envasadas o frescas , lo que depende de la enfermedad que se quiera atacar.

En el uso empírico de la flora medicinal se expresan no


sólo la diversidad natural y cultural de México, sino también
la inventiva y riqueza del saber popular. La herbolaria
mexicana sigue esperando condiciones para revelar su
potencial y atender a la población en función de sus
necesidades y no de requerimientos mercantiles
60 / ARQCEOLOGÍA M EX ICANA
punto de terminar este pecu - intentan defender a su fami li a con lo que

A liar sig lo, las plantas medici-


nales atraen a di versos secto-
res sociales , tanto en nuestro
país como en el extranjero. Varios son
los moti vos de este interés , entre ellos , el
pueden, aplica lo que sabe y lo que tie-
ne frente a los padeci mientos que per-
sisten, rebeldes a las estrategias a menu-
do discursivas con que se los pretende
erradicar; c uando la hierbera, la coma-
sano propósito de retornar a la naturale- dre o la vecina preparan su jarabe para
za, y también el no tan sano de continuar la tos , están, sin saberlo, mezclando el
expl otándola con fines lucrati vos . Sin nuevo, el viej o y otros mundos posibles
embargo, la herbolaria, es decir, el uso en su cazuela: el eucalipto proveniente
empírico de las hierbas para el trata- de Australia con la canela originaria de
miento de las enfermedades , existió an- Sri Lanka, el gordolobo de México co n
tes de estos objetivos. el ajo mediterráneo, la bugambilia del
La herbolaria constitu ye un amplio sur americano con la muy nacional raja
campo de conocimientos y prácticas, en de ocote.
el que un conj unto heterogéneo de per- En el uso empírico de la flora medici-
sonas recurre a las hierbas para tratar do- nal se encuentran no sólo las hierbas con
lencias de muy di versa índole. Y es que quienes las recomiendan y las usan, sino
las plantas no son sólo estructuras bi oló- los diversos Méxicos de ayer y hoy. A
gicas: adquieren sentido a través de la so- través de ese uso se expresan la diversi-
ciedad humana. dad natural y cul tural del país, las insu-
fic iencias de la asistencia médica oficial
L A HERBOLARIA en asentamientos urbanos y ru rales, y
COMO RE FERENTE MÚLTIPLE también la inventiva y riqueza del saber
popular. La herbolaria forma parte del
En el estado de Morelos el copalchi
Cuando doña Pachi ta, que no es necesa- es utilizado para curar el paludismo. México que se niega a ser globalizado, y
riamente una afamada cura ndera, sino En el extranjero es muy requ erido, emerge como un elemento operativo
una de las numerosas mujeres que hoy aunque para otros usos. y viviente de nuestro patrimoni o cultu-

BOTAXICUS 'PICE
TE BmRE
Preparation as a beverage:
Put 2 tablespoons in a quart of
boiling water, boíl for 2 minutes, DORAdillA
strain, and serve in a 8 oz . glass 2 HdíANThLS C"NAdENS
hours before meals. drink hot or
cold.

Su preparacion como bebida: NET WT. 1 OZ.


Poner 2 cucharadas soperas en
un cuarto de galón de agua a hervir
por 2 minutos y se deja reposar
otros 15. Se toma un vaso de 8
onzas 2 horas antes de los
alimentos. FRIO o CALIENTE.

INGREDIENTS
Shave grass (cola de caballo),
Uva ursi leaf (hoja de pingüica),
Dandelion (diente de león) . Caterach
n~h,.in .. li., (doradilla), (Guata) .

En Estados Unidos se venden algunas plantas medicinales mexica nas. Algunas veces, en "compuestos" como el té diure (izquierda), elaborado
con distintas plantas silvestres, y otras en form a individual, como la doradilla (der echa ), útil, entre otros usos, para tratar enfermeda~es del riñón.

D E HIE RB AS Y HERBOLARIOS / 61
ral , enlazando tiempos y espacios. Cabe za de recursos con que trabajan nuestros
entonces desgranar algunas de sus diver- curadores populares refleja la variedad
sas facetas y expresiones. de regiones fisiográficas existentes en
La herbolaria actual tiene, de entrada, México. Así, existen cerca de 30 000
una dimensión hi stórica . Constituye un diferentes especies de plantas con flor,
vestigio vigente de ese mundo prehispá- de las cuales se ha calculado que no me-
nico, desdibujado pero palpable, que in- nos de una quinta parte cuenta con pro-
tentamos asir en la búsqueda de nuestra piedades medicinales significativas.
identidad. Sin embargo, lo que hoy co- La herbolaria mexicana es también un
nocemos como herbolaria no es sinóni- referente as istencial y sanitario, al for-
mo de medicina prehispánica. El fuerte mar parte de un dispositivo sociocultu-
impacto de la Conquista trajo consigo la ral de respuesta a la enfermedad en el
desarticulación de esa medicina, la pér- que ha reparado poco la medicina mo-
dida de sus registros escritos, la desapa- derna. La trascendencia asistencial yepi-
rición de sus escuelas, la afectación irre- demiológica de la herbolaria radica en
versible de sus condiciones funcionales, que responde, con mayor o menor grado
y la persecución y marginación de sus de eficacia, a problemas de salud insufi-
curadores. A pesar de todo lo anterior, cientemente atendidos e incluso no reco-
diversos elementos, provenientes de las nocidos como tales. Asimismo, delimita,
civilizaciones prehispánicas, operan aún en racionalidades y lenguajes divergen-
en el sistema conceptual de la herbolaria tes a los dominantes, modalidades y di-
yen su acervo de recursos, en la taxono- mensiones del daño a la salud que care-
mía de los padecimientos en que se ba- cen de registro oficial. Esto hace también
san los terapeutas populares y las amas de la herbol aria un referente epistemoló-
de casa para atender a sus familiares y gico, pues las plantas se emplean fre-
pacientes, y también en la materia médi- En Hueyapan, Morelos, la raíz del caxallcapatle cuentemente, a nivel popular, para tratar
ca que emplean. se usa seca, molida y mezclada con sebo de padecimientos no reconocidos como ta-
A lo anterior se han añadido paulati- venado para curar infecciones de la piel. les en la clasificación de enfermedades
namente ideas y medios provenientes de propia de la medicina moderna, padeci-
otras culturas, de lo que ha resultado un mientos que reflejan, por ejemplo, la re-
registro donde las diversas estrategias levancia de los estados emocionales y de
contra la enfermedad -dominantes yofi- las relaciones humanas en la salud.
ciales un tiempo, y luego dominadas y Sin embargo, el conocimiento herbo-
oficiosas- aparecen combinadas en la lario sigue siendo descalificado por su
superficie cotidiana ante el hecho con- adscripción soc ial y por su naturaleza
creto de la salud alterada. Las diferentes empírica. Desde la Conquista, el afán por
maneras de explicar los padecimientos y modernizar al país, por adjudicarle mo-
de combatirlos, y la diversidad de recur- delos de desarrollo externos, tiene aún a
sos empleados, se encuentran hoy fun- los saberes populares como creencias
cionando de manera simultánea en la "primitivas", como rasgos prescindibles.
herbolaria, resintetizados, reformulados, No figura en ese panorama la razón de
sincretizados. ser y persistir de esos saberes, si es que
y es que la herbolaria mexicana ac- se les considera como tales y no como
tual no constituye un cuerpo homogéneo meras supercherías.
de saberes, prácticas y recursos, sino una
expresión de la diversidad étnica y cul- ASPECTOS IL USTRATIVOS
tural de nuestro país; a las diferentes her-
bolarias indígenas que sin embargo se El uso que de ella se hace ilustra la
encuentran enlazadas por elementos co- diversidad de elementos que entran en
munes, cabe añadir las prácticas citadi- juego en la cultura popular de la flora me-
nas, las mestizas, las proclives a incor- dicinal. Una mi sma planta puede expre-
porar con mayor dinamismo elementos sar varios rasgos esenciales de la prác-
provenientes de otras culturas médicas. tica herbolaria actual. Tomemos por
La práctica herbolaria constituye a su ejemplo el caso de la doradilla, denomi-
vez un referente biológico, al expresar en En Tlatempa, Hueyapan y Tepoztlan,
nada en términos científicos Sellagine-
su materia vegetal la diversidad botáni- Morelos, la lentejilla se utiliza para curar la !la lepydophila. En la herbolaria actu al,
ca y ecológica de nuestro país. La rique- diarrea, el empacho y el catarro constipado. esta planta se emplea contra enfermeda-

6~ .-\ RQL"EOLOG íA M EXICANA


des de los riñones, contra el mal de orín, demanda tanto extranjera como nacio-
contra el orín que arde, lo cual implica nal , esta última debida a las restricciones
frecuentemente una infección de vías uri- cuantitativas y cualitativas en el acceso
narias. Sin embargo, los motivos de su a la asistencia médica moderna y a sus
uso son diversos, pues también se em- medicamentos, y también a la búsqueda
plea para tratar la bilis y los cálculos bi- de alternativas naturales de cura. Final-
liares , la bronquitis y las indigestiones. mente, la doradilla es también represen-
La doradilla es también conocida como tativa de la difu sión de las especies pro-
flor de piedra, flor de peña, cresta de pie- cedentes de México, pues se vende como
dra, tequequétzal ("plumaje de la tierra"), planta ornamental en Europa con el nom-
turicuritu y siempreviva, lo que ilustra la bre de flor de Jericó, y es expOItada tam-
diversidad de nombres que recibe una bién a Estados Unidos.
misma especie, relativos a su aspecto, al
tipo de lugares donde crece, e incluso a GRADOS DIVERSOS
su capacidad para adaptarse a las condi- DE CIRCUNSCRIPCIÓN
ciones de humedad en su entorno. Y TRANSFORMAcrÓN
Las plantas utilizadas en la herbolaria
mexicana actual tienen diversa prove- La raigambre prehispánica de las prácti-
niencia. Así, encontramos especies de cas herbolarias y de su evolución en el
origen europeo, como la manzanilla o la contexto actual se manifiesta también en
hierbabuena; asiático, como el anís es- dos singulares remedios de origen nahua
trella; africano, como la sábila; sudame- aún en uso : el tlanechicolpahtle y el pah-
ricano, como el boldo o el piru!. En este tlapozon, ambos utilizados en padeci-
sentido, la doradilla forma parte de las mientos propios del ciclo reproductor fe-
especies que ya estaban en uso antes de menino. El tlanechicolpahtlees un polvo
la Conquista, y fue consignada como te- La corteza del cuachalalate es empleada negro en cuya composición entran más
xóchitl yamanqui en el famoso Códice principalmente para sa nar heridas de de 10 diferentes especies, y se le utiliza
Badiano o Libellus de Medicinalibus In- la piel y úlceras estomacales. para tratar desórdenes menstruales di-
donun Herbis de Martín de la Cruz. La versos. Al ser incorporado a circuitos co-
planta fue bautizada como "doradilla" merciales ajenos a su entorno original,
posiblemente por su parecido con un he- se le dotó de una imagen " moderna", y
lecho mediterráneo del mismo nombre. ahora se le encuentra disfrazado, en ca-
La doradilla es propia de la llamada jitas y estantes -y no en un lienzo ten-
selva baja caducifolia, la cual ocupa casi dido en el piso- , como Ovaricol y Ova-
una quinta parte del territorio nacional riton, nombres de medicamentos que
no urbanizado, y es característica porque alguna vez estuvieron en boga. Justa-
sus árboles pierden las hojas en tiempo mente, la eficacia empírica de la herbo-
de secas. Esta adscripción a un tipo par- laria es la que permite a este preparado
ticular de vegetación permite la existen- prosperar en medios di versos.
cia de culturas herbolarias locales, de A diferencia del tlanechicolpahtle,
conjuntos articulados de saberes y recur- su primo, el pahtlapozon, se emplea
sos regionales. de manera precautoria en el puerperio
De hecho, los recolectores reconocen (tiempo que sigue al parto). Esta combi-
dos tipos de doradilla: la blanca y la roja. nación, que también incluye a una dece-
La primera es la más solicitada para su na de especies, no sólo permanece re-
comercio, en tanto que la segunda es más cluida en su ámbito regional morelense,
pequeña y de hoj as más duras, con un sino que está amenazada por el desuso ,
tono rojizo en sus partes tenninales. Yes dada la transformación registrada en la
que otro rasgo que hace representativa a demanda de atención y en la práctica y
la doradilla es su condición silvestre. En perfil de las parteras.
efecto, sean nativas o introducidas, la ma- Así, existen diversos grados de co-
yor parte de las plantas medicinales a que mercialización. Están, por ejemplo, el
recurre nuestra población provienen de guayacán y la zarzaparrilla o guaco, plan-
la colecta y no son cultivadas. Esta si- tas altamente solicitadas en la época co-
tuación implica su vulnerabilidad ecoló- El agua que resulta del cocimiento
lonial, aunque hayan perdido luego mu-
gica creciente, que ya ha empezado a ser de la raíz de la valeriana se utiliza chas de sus atribuciones y de su demanda;
documentada, dado el incremento en la para tratar el insomnio. la raíz de Jalapa, el copalchi y la valeria-

D E HlERB AS y HERBOLARIOS / 63
na, aún muy requeridas en el extranjero; el chaparro amargo- parates, ya sea banal izada como mercanCÍa o potencial izada,
so, el cuachalalate y la gobernadora, cuya demanda se limita lo que no depende de tisanas, sino del derrotero de la sociedad
básicamente al ámbito nacional y su exportación es menor; que la hace posible. La fuerza de la herbolaria radica en la asis-
el caxancapatle, la lentejilla y tlazoltomate, que ejemplifican tencia que ofrecen curanderos, hueseros y parteras en el ámbi-
a las especies de uso regional y local, con un rango menor de to de la denominada medicina tradicional , y también en la que
comercialización. se brinda en los hogares con la medicina doméstica. Desde es-
tos dos espacios esenciales, la herbolaria
Los TERAPEUTAS plantea un desafío por el aporte potencial
que implican algunas pautas propias de la
Los practicantes de la herbolaria mexica- práctica de sus terapeutas, de los esquemas
na actual son también muy diversos entre nosológicos con que trabajan, y de la ma-
sí. El trabajo de quien trata una "descon- teria médica que aplican.
chavadura" no seasemeja al dequien acom- A pesar del discurso sobre la riqueza y
paña a la recién parida o al de aquel que la diversidad de la flora medicinal mexica-
atiende al afectado de "aigre". La partera na, y sobre el sano cometido nacional de
que acomoda a la criatura, el curandero que aprovecharla para beneficio de la pobla-
"quita o pone males", el pulsador, el gra- ción, cierto realismo de oportunidad ha lle-
nicero, la sobadora, ocupan todos su pro- vado a considerar hoy, también en este cam-
pio espacio en la demanda de atención, una po, a nuestra subordinación económica e
demanda heterogénea y cambiante en la ideológica como una especie de destino
que algunos usuarios tradicionales han de- manifiesto. Esto, por supuesto, no consti-
jado su lugar a los entusiastas del naturis- ~ tuye pecado ajeno, sino motivo de ver-
mo . Cuando unos pudieron acceder a la ~ güenza propio: atestigua nuestra incapaci-
medicina moderna en alguna de sus muy ~ dad política, científica y tecnológica para
diversas calidades, otros ocuparon su es- t optimi zar las estrategias de la herbolaria,
pacio en busca de la limpia: aquellos que, ~ así como para mejorar el desempeño de sus
pudiendo atenderse a la moderna, o tal vez il' L -_ _ _ _ _ __ =-=::....<::..!Lc~'__':L.L<.a...!..U agentes y la aplicación de sus recursos. En
precisamente por eso, han preferido recu - La doradilla era conocida y empleada por los este contexto, por ejemplo, la ausencia de
médicos indígenas de la Colonia. Libellus
rrir a los tratos herbolarios. una sólida industria farmacéutica nacional
de Medicillalibus llldorum Herbis, f. 36v.
Los terapeutas populares ha sido determinante.
ejercen su oficio en un con- La herbolaria no era pre-
texto local y regional , pero caria; adquirió esa condición,
presentan a menudo ciertas y la mantiene, como efecto
pautas comunes, como la reflejo de su adscripción de
accesibilidad cultural y aun clase y de cultura. La preca-
económica de sus servicios, riedad de la herbolaria es un
la naturaleza empírica de su producto social , no un sim-
práctica, la marginación con ple hecho natural o fortuito .
respecto al sistema oficial Proscrita de la prescripción y
asistencial y educativo, así también de la producción, si-
como la interlocución privi- gue esperando condiciones
legiada con sus pacientes, al inclusivas para revelar su po-
compartir con ellos códigos tencial , inclusivas no sólo
culturales. Con frecuencia , con respecto a la flora en sí,
los curadores en la herbola- sino a la población, que re-
ria ofrecen, sin reparar mu- quiere una terapéutica con-
cho en ello, una atención no formada en función de sus ne-
burocratizada: sus pacientes La doradilla es una planta que se utiliza seca o fresca. Entre otros nombres cesidades y no en función de
pueden ser aun ellos mismos recibe el de tequequétzal, que significa "plumaje de la tierra". los requerimientos mercanti-
en mayor o menor grado, y les que, si bien respetables,
no se ven obligados a participar en el a veces kafkiano diver- claman por una sociedad que los acote y oriente.
timento de las citas a largo plazo ante situaciones de apremio . Hemos pensado a la herbolaria como un proceso que expre-
sa relaciones sociobiológicas, y no como un mero cúmu lo de
PERSPECTIV AS recetas y procedimientos ancestrales. La herbolaria expresa una
relación; es una obra donde los escenarios biológicos han en-
La herbolaria no sólo tiene una perspectiva histórica. El reto es trado de lleno en un diálogo ininterrumpido con lo social, que
imaginarla hacia el futuro : ya sea extinta y confinada en esca- reflej a el juego entre las vicisitudes vegetales y las humanas.

64 / ARQUEOLOG ÍA M EXl CANA


Al mercado de Sonora de la ciudad de México llegan, en grandes cantidades, plantas medicinales
de todo el país. La mayor parte de las que se recolectan son silvestres.

Si aludimos hoya la herbolaria no es para proyectar una vi- Su fantasía, ciertamente, no es cuantificable ni luce en los in-
sión idealizada de la misma. La herbolaria como la conocemos formes, pero en la herbolaria encuentra respuesta, y a veces una
hoy no es la mejor expresión de su potencial terapéutico y asis- cura eficaz. ~
tencial. No se trata de prescindir de los avances científicos para
abrazar la precariedad tecnológica, como tampoco de optar por
la precariedad cualitativa de la medicina moderna, manifiesta
en la escasa consideración respecto a la adscripción cultural, al Pau l Hersch Martínez. Médico y doctor en ciencias sociales y salud. con estu-
nivel de ingresos y a la subjetividad del paciente. El enfermo, dios en fitoterapia c línica y en metodología de investigac ión. In vesti gador del
INA H, donde está a cargo del proyecto Actores Soc iales de la Flora Medicinal
hoy, incluso el que tiene la desgracia de enfermarse de algo que en México y del Museo de Medicina Tradicional y Herbolari a. Profesor en la
no existe, tiene aún la desmedida pretensión de que se le cuide. ENA H e integrante del SNI.

D E HIERB AS Y HERBOLAR IOS / 65


El Jardín Etnobotánico
de Cuernavaca, Morelos
LIZANDRA SALAZAR GOROZTlETA

Además de la exhibición propiamente dicha de las distintas colecciones, en el Jardín


Etnobotánico se desarrollan programas para la propagación de las plantas medicinales.

l Jardín Etnobotánico es un museo vivo producto compromiso adquirido ante la Asociación Mexicana de Jar-

E de las investigaciones hechas por el antropólogo


Bernardo Baytelman sobre medicina tradicional
y etnobotánica en el estado de Morelos. Está cons-
tituido por una sala introductoria y por colecciones de plan-
tas vivas, que se han ido enriqueciendo con el apoyo de cu-
dines Botánicos de mantener y conservar la flora medicinal
de nuestro país. En el jardín se localizan plantas herbáceas,
la mayoría con un ciclo de vida corto, así como arbustos y
árboles de vida más larga. Cada ejemplar tiene una cédula
informativa con su nombre común en náhuatl (si es nativa)
randeros, hueseros, parteras, amas de casa, campesinos y y su nombre científico, familia botánica, forma biológica y
vendedores de hierbas medicinales , que así comparten su uso. Existen plantas reportadas en códices y en fuentes his-
sabiduría y experiencia tradicionales. tóricas que remarcan la riqueza cultural y biológica del Mé-
En la actualidad el jardín cuenta con 650 especies que se xico prehispánico, así como especies de importancia actual.
agrupan en cinco colecciones. Formada por 450 especies na- Además de las colecciones, el jardín posee otras áreas de
tivas e introducidas, la de mayor importancia es la Colec- apoyo y de mantenimiento, como el herbario, el área de pro-
ción,Nacional de Plantas Medicinales, que fue creada por el pagación y la colección de semill as.

66/ ARQ UEOLOG íA MEXICANA


Herbario. Aquí se hace la clasificación taxonómica de las bién dos especies importantes que se consideran prehistóri-
especies. Cumple con una función importante, ya que cons- cas por pertenecer al género Peréskia.
tituye el respaldo científico de las plantas vivas del jardín. Colección de plantas comestibles y condimenticias. En
Área de propagación. Su función es la de ofrecer las con- esta área se localizan plantas que se usan como alimento y
diciones necesarias para la reproducción constante de las es- otras que se emplean en la cocina para condimentar la co-
pecies, así como para el mantenimiento, conservación yen- mida. La mayoría fueron introducidas y tienen un uso mile-
riquecimiento de las colecciones. naTio. A un gran porcentaje de las especies de esta colección
Coleéción de semillas. Se reúnen aquí las semillas que se se les atribuye un uso medicinal, como en los casos de la pi-
recolectan tanto de las plantas del propio jardín y las de los mienta, la chaya, la acelga, el rábano, la papa, la cebolla, el
campos del estado de Morelos, como las que se recogen en ajo, la canela, el pistache, el achiote, la mejorana, el tomi-
el resto del país. Su función es mantener las semillas en con- llo, la fresca, el cebollín y el chile.
diciones adecuadas para su reproducción. Colección de plantas ornamentales. Está integrada por
Colección de plantas medicinales. Constituye el eje prin- plantas originarias de nuestro país e introducidas, la mayo-
cipal de las investigaciones actuales. Está formada por 450 ría de las cuales están distribuidas en diferentes áreas ver-
especies de uso médico popular y tradicional, con plantas des del jardín. Entre este tipo de plantas destacan la lantana,
que se desarrollan tanto en Morelos como en otros estados el ave del paraíso, el moco de guajolote, la oreja de elefan-
de la República. Las especies que se encuentran aquí se uti- te, la rosa, el tulipán, la camelia, la nochebuena, la cruceta,
lizan para curar enfermedades y padecimientos de los dife- la azucena, el croto, el lirio y muchas más.
rentes sistemas y órganos del cuerpo humano. Por ejemplo,
para el estómago: albahaca, istafiate, hierbabuena, hinojo, C ENTRO lNAH M ORELOS

eneldo y té limón. Para los riñones: cola de caballo, níspero,


cuajilote, malva y chayote. El toronjil, la magnolia, la pa-
sionaria, la valeriana y los azahares de varios cítricos son ex-
celentes para el sistema nervioso. Como cicatrizantes se usan I I I M USEO DE
M EDICINA
el cuachalalate, el tepescohuite, el árnica y el axíhuitl. En T RA DICIONAL
y H ERBOLARIA
enfermedades respiratorias: el gordolobo, la bugambilia y
el eucalipto. Entre las hierbas que tienen funciones múlti-
CACTÁCEAS
ples está el pericón, que se usa como medicina, condimen- 13 I FORO
to, insecticida y colorante, así como en ceremonias. ABIERTO

Colección de orquídeas silvestres. Es de gran importancia


conservar las plantas de esta familia ya que muchas de ellas,
a causa de la sobrecolecta para la comercialización y por la
deforestación de los bosques, están amenazadas o en peli- AMPLIACiÓN
DE
COLECCIONES
gro de extinción. En el jardín se desarrollan entre 40 y 50 ti-
pos de plantas diferentes, las cuales se han obtenido en los
estados de México, Morelos, Guerrero, Michoacán y Vera-
cruz. Las plantas de esta colección carecen de cédulas; es-
tán numeradas sólo con una etiqueta para llevar el registro y
seguimiento de su desarrollo. La mayoría de los ejemplares
no tienen nombre común, pues la gente les llama por el nom- --l------I----- T Au..ERES DE
~ 1 J MUSEOGRAFÍA
bre de la familia a la que pertenecen. Hay especies impor-
tantes que se han utilizado desde la antigüedad como ali-
mento, como medicina, como pegamento, en ceremonias, y
sobre todo como adorno. Información general. El Jardín Etnobotánico se localiza en
Colección de cactáceas. Esta colección es importante por- la calle de Matamoros núm. 14, Col. Acapatzingo, frente
que se trata de una familia de amplia distribución y con una a la antigua iglesia de San Miguel. Días de visita: lunes a do-
gran riqueza de especies en México. Sin embargo, también mingo, de 9 a 17 horas. Servicios: biblioteca, auditorio (foro
presenta problemas de sobrecolecta y saqueo en sus hábitats abierto), cursos y talleres de plantas medicinales, propaga-
naturales. Las cactáceas se usan como medicina, como pe- ción, horticultura infantil , bonsai y arreglos florales. Tam-
gamento, como colorante, como ornamento, y además son bién hay exposiciones temporales y visitas guiadas.
comestibles. La colección está formada por 50 variedades,
entre ellas el nopal biznaga, la reina por una noche, el órga- Li zandra Sa lazar Goroztieta. Bi óloga. Investigadora del Centro INAH
no de tres costillas, los viejitos y la pitahaya. Contiene tam- More los.

J ARDfN ETNOBOTÁNlCO / 67
Los curanderos y la flora
medicinal de Hidalgo
MIG UEL Á GEL V ILLA VICE CIO NIETO, B LANCA ESTELA P ÉREZ E SCANDÓN, ALFREDO R AM íREZ A GU IRRE

1. José Luis Santos Hernández, curandero de Tlalnepanco, muestra


un ejemplar de una especie de Salix y da instrucciones sobre su uso.

En el estado de Hidalgo, el conocimiento y experiencia tradicionales


de los curanderos acerca de las plantas medicinales han contribuido
a preservar este saber, así como a fomentar el uso racional
y la conservación de la flora medicinal.
68/ ARQUEOLOGíA M EXICANA
idalgo es un estado con una

H gran diversidad biológica:


en su territorio crecen alre-
dedor del 20% de las espe-
cies conocidas de la República Mexica-
na. La gente que vi ve en regiones con esa
diversidad desarrolla un amplio y pro-
fundo conocimiento tradicional en cuan-
to al uso de la flora y de la fauna. En el
caso de las plantas, se estima que la po-
blación hidalguense utiliza poco más de
la mitad de las especies locales , lo que
quiere decir que la flora útil del estado
está representada por unas 2 000 espe-
cies de plantas, la mayor parte de las cua-
les tienen un uso medicinal.
La gente que vive en el medio rural
del estado de Hidalgo, en especial los
indígenas y los campesinos, es la princi-
pal depositaria del conocimiento tradi -
cional acerca de la utilización de la flo-
ra (fig. 3), en particular de la de uso
medicinal. Sin embargo, son los curan-
deros quienes poseen el conocimiento
especializado de las plantas medicinales
(fig. 5). Curandero es una denominación
genérica de aquellos hombres y mujeres
que contribuyen, con sus prácticas, a
mantener y recuperar la salud de la po-
blación (fig. 2). Por lo general son per-
sonas a las que se les considera dotadas
con un don o conocimiento especial que,
por ejemplo, se revela en sueños , y que
es adquirido en un periodo de aprendi-
zaje con otro practicante, o les es otor-
gado por Dios o el Espíritu Santo, entre
otros medios. Es necesario señalar que
los curanderos integran un sector cuya
importancia e impacto social no se ha va-
lorado por completo.
En el Centro de Investigaciones Bio-
lógicas de la Universidad Autónoma del
Estado de Hidalgo se desarrolla el Pro-
yecto Etnobotánica del Estado de Hi-
dalgo, con el cual se pretende conocer
cuáles especies de plantas utilizan los ha-
bitantes del estado, con un énfasis espe-
cial en las plantas medicinales.
De las 2 000 plantas útiles que espe-
ramos encontrar, a la fecha se han detec-
tado unas 600 especies, de las cuales al-
rededor de 450 tienen un uso medicinal.
En este proceso de investigación, los
curanderos han desempeñado un papel
fundamental. Con algunos hemos man- 2. Arriba: Curandera de la Huasteca hidalguense haciendo una "barrida", término
tenido una relación duradera, a lo largo que se utiliza en la región como sinónimo de limpia. Abajo: Sesión de curación.
de la cual hemos reali zado actividades Mediante granos de maíz, el curandero efectúa su diagnóstico.

C URANDEROS DE HIDALGO / 69
conjuntas relacionadas con las plantas: recorridos de campo Los CURANDEROS
para localizar especies de plantas; observaciones de hojas, ta-
llos, flores y frutos ; fotografiar y recolectar muestras, así como La primera curandera que conocimos en el curso de nuestro tra-
efectuar reuniones para intercambiar puntos de vista, revisar bajo de investigación de las plantas medicinales de Hidalgo fue
recetas y planear actividades. Alejandra GómezMunguía, co-
También hemos asistido adi- nocida por la gente como Ale-
versas reuniones de curanderos, jandrita. Vi vía en una localidad
organjzadas por distintas insti- del municipio de Omitlán, en
tuciones de gobi erno en varias una casa situada en medi o de
regiones del estado, como Te- un bosque de encinos y pinos.
nango, Huejutla, Ixmiquilpan, Nos come ntó que era una her-
Cardonal y Pachuca. Como re- bolaria y que el conoc imi ento
sultado de todo lo anterior, de las hierbas lo heredó de su
nuestro trabajo de investigación madre, quien también curaba.
se ha enriquecido, ya que los cu- Alejandrita nos enseñó el uso de
randeros han compartido con más de 100 especies de plantas
nosotros sus conocimientos y medic inales de la región y nos
experiencias acerca de las plan- habló sobre ellas cuando reco-
tas medicinales (fig. 4). 3. Procesión del domingo de ramos en TehuetIán, Hidalgo. Las rríamos el bosque de los alrede-
El objetivo de este artículo es palmas, teñidas de colores muy encendidos, están acompañadas dores de su casa. Una de sus
dar un testimonio de las aporta- con ramos de llores de varias especies de la región. plantas medicinales favoritas
ciones que han hecho los curan- era la Santa Martha (Helianthe-
deros al estudio y documentación de la flora medicinal del es- mun glomeratum) , que utilizaba para tratar una gran variedad
tado de Hidalgo, por medio de las experiencias que tuvimos de padecimientos como la inflamación del hígado y para evi-
con cuatro de estos personajes. tar la caída del cabell o. También aprendimos el uso del simo-

4. Grupo de curanderos. Para la investigación de plantas en el estado de Hidalgo, se realizan


frecuentes salidas para entrevistarse con los curanderos de la Huasteca hidalguense.

O/ ARQLlOOLOGÍA MEX ICANA


nillo (Conyzafilaginoides), la planta más po, recorremos los alrededores de Tlalne-
amarga que conocemos, usada para curar panco, vamos a Huazalingo, a Huautla y a
la bilis. Para el flujo vaginal recetaba un té otras localidades de la sierra y la Huaste-
de culantrill o (Thalictrum strigillosum). ca. Durante estas salidas nos enseña plan-
Recomendaba que los tés se tomaran en tas, nos dice el nombre de éstas tanto en es-
ayunas durante tres, seis o nueve días se- pañol como en náhuatl, y nos habla de los
guidos, de acuerdo con la gravedad del usos y de las creencias y tradiciones que se
caso. Cuando caminábamos por el bosque, tienen acerca de algunas especies. En San
de pronto se detenía y nos pedía que sin- Juan Huazalingo encontramos el añil, so-
tiéramos los "metales" que en ese momen- bre el cual comentó que es un arbusto que
to había detectado. Afirmaba que el dueño desde épocas prehispánicas se utiliza para
de esos metales era un duende a quien ella tratar problemas del sistema nervioso,
conocía personalmente. Alejandrita falle- como la epilepsia. Cuando vamos a San
ció cuando tenía cerca de 90 años de edad. Juan Huazalingo, visitamos a la señora Ca-
Belén Ramírez (fig. 7) es una curande- ritina Lara, quien es colaboradora de José
ra de una comunidad de Cardonal-uno de Luis y una excelente curandera. Por la for-
los municipios del valle del Mezquital-que ma en que trabaj a, José Luis Santos puede
se caracteriza por su clima semiárido y por 5. Una curandera muestra algunas ser considerado como un investigador, se-
plantas medicinales.
el predominio del matorral xerófilo. Cuan- gún los términos estipulados por la Orga-
do la conocimos en una reunión de curan- nización Mundial de la Salud.
deros, nos contó que años atrás había esta- A don Martín Butrón (fig. 6), curande-
do muy enferma porque, sin fijarse, quemó ro de Ahuacatlán, municipio de Calnali, lo
basura encima de un hormiguero, razón por conocimos gracias a una planta medicinal
la cual las hormigas la habían castigado y del bosque mesófilo de montaña, la cual no
habían hecho que le brotaran granos en todo hemos identificado. Justo después de co-
el cuerpo. La cura cons istió en elegir 12 lectar una muestra de esta planta encontra-
hormigueros y acudir diariamente a cada mos a don Martín , se la mostramos y nos
uno de ellos para dejar una ofrenda: una dijo que se ll amaba omexóchitl, que según
veladora prendida y un pedazo de pan o ga- él significa "flor que junta", tal y como nos
lletas. Cuando sanó, comprendió que su en- estaba "juntando" la planta en ese momen-
fermedad había sido una señal para que se to. Nos dijo que era curandero y nos invi-
dedicara a curar. Belén nos dio a conocer tó a su casa. A partir de entonces no hemos
el uso del ojo de gall o (Sanvitalia procum- dejado de vis itarlo, y él generosamente ha
bens), del nogal (Ca/'ya illinoensis) y del compartido con nosotros sus conocimien-
zapote blanco (Casimiroa edulis), entre tos sobre las plantas. Con estos testimo-
otras plantas. nios queremos poner de manifiesto la im-
En Tlalnepanco, municipio de Hueju- 6. Martín Butrón, curandero de AhuacatIán, portancia que han tenido los curanderos en
tIa, en la zona cálida-húmeda del estado, municipio de Calnali, Hidalgo. el desarrollo de la investigación etnobo-
vive José Luis Santos Hernández (fig. 1), tánica del estado de Hidalgo. Su saber,
uno de los curanderos más reconocidos de generosamente compartido con nosotros,
la región. Él prepara tinturas que da a sus ayuda a documentar el conocimiento tra-
pacientes en frascos goteros , después de dicional acerca de las plantas medicina-
estudiar cuidadosamente cada caso. En las les, con lo cual se espera contribuir a pre-
etiquetas de los frascos se leen, escritos a servar este conocimiento y fomentar el uso
mano, el nombre de la planta con la que se racional de la flora medicinal, así como su
preparó la tintura, la dosis y leyendas como conservación. ~
"tónico cerebral", "expulsa bacterias",
"crecimiento y desarrollo", "anemia, ra- • Todas las fotos de este artícu lo son de los autores.

quitismo y mareos", "depresión nerviosa",


"deshace coágulos" y otras más. José Luis • Miguel Ángel Villavicencio Nieto. Biólogo por la
es un sabio, un conocedor experto de la flo- Facultad de Ciencias de la UNAM. Director e investi-
ra de la región, aunque también conoce y gador del Centro de Investigaciones Biológicas de la
Universidad Autó noma del Estadode Hidalgo (UAEH).
utiliza plantas de otros ecosistemas del es- • Blanca Estel a Pérez Escandó n. Química por la UAEH .
tado, especialmente de las zonas semiári- In vestigadora del Centro de In vestigac iones Bioló-
das y templadas, las cuales además ha tra- gicas de la UAEH .
• A lfredo Ramírez Agu irre . Químico por la UAEH. In-
tado de aclimatar y propagar, con éxito, en 7, Belén Ramírez, curandera vestigador del Centro de Investigaciones Biológicas
su huerto. Con José Lui s salimos al cam- de Cardonal , Hidalgo. de la UAEH.

C URANDEROS DE HIDALGO / 71
CRISTINA B ARROS , MARCO B UENROSTRO

DORADILLA y PINGÜICA
Para irritaciones leves de las vías urinarias,
se recomienda hervir en un litro de agua una
doradilla, 20 pin güicas y lo que se toma con
tres dedos de cabellitos de elote. Esta infusión
se toma durante el día como agua de tiempo o
de uso.

PENCA DE MAGUEY
Encontramos la siguiente cita en la Historia gene-
raL .. de Sahagún : "la penca de maguey nuevo, asa-
da en el rescoldo, el zumo deste maguey o el agua
dél que se coció hervida con sal, echado en la llaga
del... herido de cualquier herida sana". Actualmen-
te se aplican las pencas de maguey abiertas y asadas
en el comal o en los rescoldos para cicatrizar heri-
das leves, y puestas en el pecho, para desinflamar los
bronquios.
FOTOS MARCO ANTONIO PACHECO J RAicES

T!. / ARQUEOLOGÍA MEX ICANA


CHAPARRO AMA RGOSO
Con una cucharada de pequeños
trozos de las ramas del chaparro
amargoso, se prepara un cocimien-
to en tres cuartos de litro de agua.
Se toma una taza en ayunas y otra
en la noche durante 12 días. Se des-
cansa por 15 días y se repite la do-
sis. Es antiamibiano, y lo hay tam-
bién en cápsulas.

.._~-~

JABON VEGETAL

cncnllunnnnCIIE
-~ -
AUXl1.lAA ..".,,"

H ERBOLARIA ENVASADA
En las farmacias , tiendas naturis-
tas y mercados se encuentran di-
versos productos hechos con hier-
bas de origen mexicano: jabón de
cacahuananche para prevenir la
caída del pelo y pomadas de resi-
na de ocote para dolores muscula-
res e inflamación de los tendones ,
entre otros.

R EMEDI OS DE LA MEDI CINA TRADIC IONAL / 73


• • co mo la epi grafía, la ico nografía, la antropo-
logía, la arqueología y la histori a.
Entre las acti vi dades co mpl ementarias de l
evento, se presentó la exposición " El ti empo

o lelas
en es piral", en la que se mos traron algun os
de los más importantes hall azgos llevados
a cabo en fec has rec ientes en e l área maya,
así como obj etos y tex tos procedentes de si-
ti os co mo Palenque, Tonin á, Calakmul , C hi -
chén Itzá y Ox kintok.
Jorge Pérez de Lara

R ESCATE ARQUEOLÓG ICO EN EL PRED IO


ESTUDIO SOBRE EL TEMPLO MAYOR caso Por último, en el capítul o 3 se trata de ve- QUE OCUPÓ EL H OTEL DEL P RADO
ri fi car esa hi stori a interpretada míti ca mente
El descubrimi ento y laexcavacióndesde 1978 en la ico nog rafía azteca medi ante los vesti- En el terreno donde es taba situado el Hote l
de l Te mpl o M ayor de Méx ico-Tenoc htitl an gios desc ubiertos en las excavacio nes del de l Prado, en el centro de la ciudad de Méx i-
han provocado un a verdadera ava lancha de Templ o Mayo r. Es así que Lévine pasa revis- co, fu eron ha llados recientemente unos pil o-
lib ros, estudi os e info rm es so bre es te sin gu- ta a la hi stori a del pueblo azteca y sigue, eta- tes de madera de aprox imadamente 1.20 m
lar y ex traordin ari o monume nto. E l último pa tras etapa, las siete por las que e l Templ o de a ltura, los cuales fo rm aban la parte infe-
que ha llegado a mis manos y, sin duda , un o M ayo r llegó a ser lo que era al llega r los es- ri or de la cimentac ión de lo que fue e l Hospi-
de los más ori ginales e importantes, es el del pañoles . Co mo e l propi o Dani el Lév ine di ce: cio de Pobres --edific io del sig lo XV III-, así
brill ante in vesti gador fran cés Danie l Lévine: "Cada edifi cio, cada escultura del recinto sa- co mo cerámi ca prehi spánica y colonial. Ade-
Le Grand Temple de Mexico. Du mylhe á la grado es la tra nsc ripc ión e n pi edra de l di s- más, se han detectado canales prehi spáni cos
réalilé: L 'hisloire des azleques entre J325 el curso ideológico fo rj ado por los mex icas, tras de 10 cm de profundi dad por 30 de ancho, que
J52 1, prefac io de Eduardo Matos, Éditi ons su victori a en 1428 sobre Azcapotza lco" . Nos seguramente aportará n dato s para confirmar
Artcom ' , Collecti on Archéo logie Améri cai- hall amos, pues, ante un gra n libro interpreta- o desmentir si antes de la Conqui sta la Al a-
ne , París, 1997. El lib ro de Lévi ne, lejos de ti vo de la hi stori a azteca, al que, en conjunto, meda era un a isla. Es tos desc ubrimi entos ,
ser una nueva desc ripción de l Templo Mayor hay qu e va lorar co mo un a de las aportac io- qu e se di ero n a co nocer a principios de j uni o,
o de sus excavac iones, es un a aproximac ión nes más importantes de los últim os años al se reali zaron durante las ex plorac iones qu e
ori ginal y penetrante a la interpretación de la co nocimi ento y comprensión de la c iviliza- la Dirección de Salva mento Arqu eo lóg ico
hi stori a azteca a través de los símbolos con- ción de ese puebl o. (OSA) de l Instituto Nac ional de Antropo logía
teni dos en las fuentes etn ohi stóricas y su co n- José Alcina Franch e Hi stori a ll evó a ca bo en dicho terreno , e l
trastac ión co n los hallazgos derivados de las
excavaciones de l templ o. Es así qu e es te li- 3A. MESA R EDONDA DE P ALENQUE
bro, que es de co rtas dimensiones, se ha co n- (NUEVA ~': POCA)
cebido co mo un tex to dividi do en tres partes
o ca pítulos: 1) registro de las ideo logías, Organi zadas a lo largo de 20 años ( 1973-
2) reescritura de la histori a y la ideología, 1993) por la incansable Merl e Gree ne Ro-
y 3) veri fi cación de la hi storia: los vesti gios bertso n, las Mesas Redo nd as de Pa le nqu e
del Templ o M ayor. En e l primero de esos ca- nac ieron co mo encuentros in formales de di-
p ítul os Lévine da cuenta de la pluralidad de versos estudi osos de la cultura maya . A lo lar-
culturas y de uni dades políti cas independien- go de ese lapso, las Mesas Redondas se con-
tes que se dio en e l Ce ntro de Méx ico antes virtiero n en un o de los eve ntos may istas de
de la unifi cación imperi al azteca, lo que se mayor presti gio en el mundo, entre otras co-
refl eja en la di versidad de tradi ciones hi s- sas porqu e e n e llas se di o e l desciframi e nto
toriográfi cas y cro nológicas co ntrapues tas fin al de la esc ritura maya, grac ias a l trabaj o
pero, sobre todo, a través de vari os eje mpl os, en equipo de figuras ya lege nd ari as co mo
demuestra qu e la hi stori a mex ica es un a hi s- Linda Schele y Floyd Loun sbury.
tori a ideológica y simbóli ca, más que un a En 1994, la orga ni zación de las Mesas Re-
hi stori a de acontecimientos al es til o de la hi s- dond as pasó a manos dell AH, instituc ión que
toriografía occident al. ha mantenid o la seried ad y el alto pres ti gio
En e l seg undo capítul o se abord a el tema de qu e gozaban estos encuentros, según pudo
de la reescritura de la hi stori a mexica con e l confi rmarse en el más reciente, qu e, coordi-
fi n de in ventar un a tradi ción i lustre que bon'e nado por la Dra. Vera Ties ler, tu vo lu gar en
los mu y humildes orígenes de la tri bu azteca; su sede trad ic ional de Pa lenque, Chi apas, en-
todo lo cual viene a representa rse ico nográ- tre el 27 de juni o y e l 10 de julio pasados.
ficame nte medi ante símbo los que transmiten La te máti ca ge neral que se trató en esta
una nueva ideo logía de l puebl o mex ica en su Mesa Redond a fu e la orga ni zac ión social de
fase imperi al, la que se ha lla por igual en los los mayas prehi spáni cos, co loni ales y co n-
mitos recogidos en las cró ni cas y e n los re- tem poráneos, tema qu e fue anali zado desde Cerámica prehispánica y colonial rescatada
prese ntados en las escu lturas y relieves azte- el punto de vista de dife rentes disciplinas, en el predio que ocupó el Hotel del Prado.

- -l / Ap.QL·EOLOGiA MEXICANA
Tumba con forma de cripta hallada en Colima. La tapa de la tumba fue formada con rocas; los cabezales fueron construidos con metates.

cual cuenta con 5 963 m' y está ubicado en avenida Juárez núm. 70. un cuchillo de obsidiana, objeto que es raro encontrar en esta zona de-
El arqueólogo Cuauhtémoc Domínguez, encargado de los trabajos de bido al fuerte saq ueo que han sufrido los entierros prehispánicos.
rescate, explicó que gracias a algunos documentos se sabe que en ese Algunas de las tumbas que se descubrieron están cubiertas por ro-
lugar se localizaba un patio del hospicio, institución de asistencia des- cas y cerradas en los extremos por piedras de metate. Tienen forma de
tinada a la protección de huérfanos. Domínguez lamentó no precisar cripta, a diferencia de la mayoría de las tumbas encontradas en Coli-
más sobre el hospicio debido a que, desafortunadamente, no se tienen ma, que son "de tiro" .
niveles de piso y sólo se cuenta con las líneas en donde iban los mu- Se trata de tumbas fabricadas con piedra y lodo, con dos hiladas de
ros. En cambio, se recuperaron muchos tepalcates. Afirma el arqueó- piedra y con metates en los cabezales. Los individuos sepultados es-
logo: "Suponemos que era un basurero, en el cual encontramos alre- tán orientados hacia el vo lcán de Colima, lo cual es una muestra más
dedor de 50 o 60 piezas semicompletas que pueden ser restauradas", del valor simbólico que tenía el volcán para esta cultura.
entre las que hay algunas de la cerám ica blanca conocida como ma- Gracias a la identificación de los materiales cerámicos asociados a
yólica. Las piezas localizadas por el equipo de la DSA son básicamen- los entierros , se presume que és tos corresponden a una etapa que va
te de tres tipos: platos, tazones y aguamaniles. Este conjunto de cerá- del año 600 al 750 d. C. Hasta el momento las excavaciones conti -
mica mayólica estaba acompañado por candeleros vidriados y bacines núan , y se tienen detectadas más tumbas sin explorar.
(bacinicas). El que de estos últimos objetos se hayan encontrado va- La arqueóloga Antonieta Moguel , quien ha participado en los tra-
rios de diversos tamaños, para niños y para adultos, se debe a que, se- bajos de rescate e investigación de los hallazgos prehispánicos en Co-
gú n Domínguez, además de haber albergado un hospicio de pobres, lima, señala: "Nadie conocía este tipo de sepulcros en el estado de
el edificio también fue un as ilo de ancianos y ancianas y tuvo una zona Colima. Además, entre los objetos encontramos una copa, lo cual nos
de maternidad. También se hallaron figuras totalmente indígenas aun- lleva a hacer más estudios para ampliar lo que sabemos de esa cultu -
que hechas con algunas técn icas europeas, es decir, se trata de piezas ra" . De acuerdo con los materiales encontrados en la ofrenda, la ar-
de la época del contacto. queóloga Moguel establece el año 750 d. C. como la fecha más pro-
Asimismo, se descubrieron muchos tricoles, elementos que sirven bable en que se realizaron los entierros.
para separar las vasijas en el momento de la cocción. Por e llo, y debi- En épocas antiguas, las elevaciones naturales de poca altura, co mo
do a que en el norte de la Alameda se reportaron unos hornos cerámi- las lomas, fueron utilizadas por los grupos prehispánicos de Colima
cos, se cree que e l terreno estaba en la zona de producción alfarera de para construir sus casas o para enterrar a sus muertos, y este hallazgo
la Colonia. Señala el arqueó logo Domínguez: "No hay asentamientos es prueba de tal afirmación. Se cree que los antiguos colimenses habi-
prehispánicos, pero en el fondo del lago hemos hallado algunos cana- taban las lomas para evitar las inundaciones, y que e l suelo de tepeta-
les de antes de la Conquista, que nos podrían indicar algún tipo de ac- te del terreno donde se asentaban resultaba ideal para la excavación
tividad rel acionada con chinampas o con sistemas de conducción de de tumbas de tiro que, gracias a su forma, se encontraban a sa lvo de
agua hacia otras zonas". los encharcamientos.
Con la información resultante de otras excavaciones, se podrá con- Con este hallazgo se corroboran las hipótesis de la doctora Isabel
tar con más datos para determinar si la Alameda era o no una isla. Con- Kelly en torno a la cronología de la cultura colimense, segú n las cua-
cluye el arqueólogo responsable: "Esta parte del sur de la Alameda les la fase conocida como Capacha (nombre tomado del poblado don-
casi no ha sido estudiada, por lo que los resultados son importantes de se realizaron las exploraciones) comenzó su desarrollo entre los
para reconstruir el ambiente del lago" . años 1800 y 1700 a. C. Vino después la etapa conocida como tradi-
ción de las Tumbas de Tiro, que consta de dos fases: la del inicio, lla-
SE LOCALIZA UN CEMENTE RIO PRE HISI'ÁNICO EN CO LIMA mada Órtices, que abarca hasta el 200 d. c., y la del máximo desarro-
llo, conocida como Comala, que va del año 200 al 600 d. C.
Al realizar tareas para la construcción del Tercer Anillo Periférico, al Posteriormente se establecieron las fases Colima, del año 600 al 750
norte de la ciudad de Colima y cerca de la zona arqueológica de La d. c. ; Armería, del 900 al 1100 d. c., y Chanal, del 1200 al 1450 d. C.
Campana, personal de la Dirección de Salvamento Arqueológico del La tradición de las Tumbas de Tiro entró en declive hacia el año 600
INA H localizó un cementerio prehispánico, el cual proporcionará in- d. c., en un contexto de reorganización económica, política y social
formación respecto a la cultura de ese estado. Se hallaron alrededor de que motivó una acelerada explosión demográfica.
40 tumbas, en las que se encontraron ofrendas formadas por vasijas, Columba Vérti z y Jorge Cisneros ,
figuras zoomorfas, metates con todo y "mano" para moler, así como Dirección de Medios de Comunicación dellNAH

NOTI CIAS /75


Re~eña~
La herbolaria en México Un día en la vida de conceptos de cultura y sociedad. resolver problemas de salud en-
Xavier Lozoya, una partera mexica El texto se acompaña de diferen- tre los niños . El trabajo se com-
Colección Tercer Milenio, en compañía de tes imágenes que representan a plementa con dos índices: uno
Conaculta, México, 1998 Alfredo López Austin la cultura mexica: códices, es- con los nombres científicos y el
La herbolaria, definida como "el Ilustraciones de Guillermo cu lturas de piedra, mapas, ilus- otro con los nombres populares
conjunto de conocimientos rela- Gante, Jaca Book/Conac ulta, traciones, lo cual, sin duda, es de las plantas medicinales que
tivos a las propiedades curativas México, 1999 muestra de la erudición del au- comprende este estudio.
de las plantas", ha tenido un de- Con una maravillosa hi storia, tor. Por último, se ofrece un glo-
sarrollo muy largo en México. que se vive en un día a través de sario muy útil con los princ i- Flora medicinal indígena
Gracias al amplio conocimiento las actividades de una abuela en pales términos de uso popular de México. 1
del autor, encontramos en este co mpañía de su nieta, López vinculados co n palabras deriva- Varios autores, Instituto
pequeño libro la histori a de di- Austin (q uizás inspirado en su das del náhuatl. Nacional Indigenista,
cha evolución, expresada de ma- propia nieta) aborda un tema México, 1994
nera sencilla, clara y preci sa. Su poco común en las hi storias in- Plantas medicinales El presente trabajo, por su gran
diseño, a manera de fichas y cua- fantiles: la vida, oficio e impor- del Herbario IMSS. relevancia y dada su extensión,
dros, y las imágenes que acom- tancia de "una partera". SU distribución está editado en varias partes: se
pañan a los textos facilitan su El autor imagina y recrea una por enfermedades com pone de un total de 32 cua-
comprensión. atmósfera de usos, costumbres y Abigaíl Aguilar-Contreras et al. , dernos, con 35 tipos de floras in-
A través de seis apartados, se tradiciones del México antiguo, IMSS/Grupo Rache Syntex dígenas, y está dividido en tres
recorre el pasado y presente de que permite apreciar la condi- de México, México, 1998. tomos . El que nos ocupa es el pri-
las plantas medicinales . El libro ción humana desde el nacimien- Este volumen es resultado de la mero, y está ded icado al norte.
se inicia con el origen del cono- to hasta el desarrollo en socie- sistematización de los datos de Su contenido fue elaborado
cimiento herbolario, las discipli- dad, el sentido que tiene la cada uno de los 5 000 ejempla- por etnobotánicos que organiza-
nas que lo estudi an, y una sínte- familia, las enseñanzas amoro- res botánicos que conforman la ron un grupo interdisciplinario,
sis de su historia en el México sas entre generaciones, así como colección del Herbario IMSS. integrado por médicos indíge-
antiguo, aunados a la mención de el entorno soc ial , ritual y labo- En una elegante edición , se nas, un traductor y un dibujante
tres libros clásicos sobre la her- ral cotidiano. Se recuerda que la ofrecen descripciones que inclu- de la localidad . Como los demás
bolaria prehispánica, que fueron vida se vive, y se vivió, día con yen el nombre científico de la volúmenes, este libro es un in-
elaborados en el siglo XVI. Sigue día, noche con noche. Todo o planta en cuestión, su familia bo- ventario de las plantas medicina-
con la "transculturación" en el nada pasa en "un día" . tánica, su nombre popular, loca- les que se utilizan en una locali-
conocimiento de las plantas en la Las ilustraciones de Guiller- lización geográfica, característi- dad determinada. Realizado con
época colonial (siglos XVI y XVII). mo Gante son de gran calidad, y cas generales, usos y, en algunos el testimonio directo de los mé-
Hay una sección para el siglo acompañan el relato, lo realzan casos, observaciones sobre el ori- dicos indígenas, presenta los con-
XV III y la Ilustración , y otra para y complementan. Se percibe una gen y/o forma de consumo . ceptos y giros idiomáticos de la
el XIX y el Positivismo, y su im- buena base documental para di- En este estudio se recaba par- lengua indígena. Los textos se
pacto en el estudio de la natura- bujar personajes y entornos de la te de la experiencia que el IMSS presentan en forma totalmente
leza y la herbolaria El sexto apar- época, de acuerdo con las fuen- ha acumu lado a lo largo de casi bilingüe. Además, se ofrece una
tado abarca el presente siglo, y la tes . A través de un tema univer- 14 años de trabajo en el campo de breve historia de la comunidad y
historia de las instituciones e in- sal , "el nacimiento y quienes la medicina tradicional. Las en- de la zona de estudio, un mapa de
vestigacio nes relacionadas con ayudan a ello", el autor aprove- fermedades se ordenaron según localización, así como informa-
el tema. Se aborda también la cha para relatar una histori a de la la información antropológica- ción sobre as pectos ecológicos .
etnobotánica y el uso de la her- condición humana y a la vez re- médica de campo proporcionada Sin perder por ello profundi-
bolaria por la llamada medicina crea un tiempo (fines del siglo por los investigadores médicos dad, abunda en datos sobre el uso
tradicional. Por último, se men- xV), un lugar (México-Tenochti- consultados, en relación con los medicinal de cada planta y deta-
cionan los experimentos recien- tlan) y una cultura (la mexica). usos que la población da a las lla las causas y síntomas de la en-
tes que dem uestran la compa- La segunda parte, quizás más plantas medicinales para resol- fermedad que se atiende con ella.
tibilidad celular entre el reino apropiada para padres y maes- ver problemas de salud. Asimis- Sin sacrificar el estilo de cada
vegetal y el animal, y sus posi- tros, da un contexto histórico, de mo, en la obra se seña la el con- uno de los autores gráficos, los
bles implicaciones para fines cu- tiempos y espacios, sobre la tra- tinuo esfuerzo de la medicina dibujos a línea, en blanco y ne-
rativos. Incl uye dos cuadros de dición mesoamericana del oficio tradicional para encontrar alter- gro, que ilustran este tomo se
plantas con sus usos y funciones, de una partera, a través de la cual nativas terapéuticas a enferme- concentran en mostrar las partes
una bibliografía y un glosario se muestran las concepciones de dades cada vez más frecuen tes en útiles de las plantas para ayudar
mu y instructivo. una época; es decir se definen los las comunidades rurales, para así a su comprensión.

- 6 1 ARQCEOLOGÍA M EXICANA
Para leer más ...
AGUI LAR, Abigan, Herbario medicinal del lnstÍfllfo Mexicano del Seguro Social, IMSS, Mé- KUMATE, 1.. et al. (coords.). La investigación científica de la herbolaria medicinalmexica-
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INA H/SEP, México, 1989. Nueva York, 1980.

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Indice de imágenes • ••• JI,"" lA. uJ.J..l.l..l.U.,

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• Todas las fotog rafías de plantas vivas tomadas por Marco UN PARA íso DE PLANTAS MEDICINALES 29. Plato; C ultura maya, Clásico. Procedencia desconoc ida. Ce-
Anton io Pacheco son de l Jardín Etnobotánico de l Centro INAH. 14. PaI1e inferior izquierda del mural del Tlalocan, Cultura teer rámica. 6.4 cm de altura por 34.5 cm de di ámetro, Museo
Morelos. tihuacana. Clásico. Reproducción de Agustín Vi llagra, Sala Arqueológico de Cancún. Flor de cuatro pétalos: Cult ura
PLANTAS MEDICINALES Teot ihu acan. MNA. leolihuacana, Clásico, Teotihuacan. estado de México. Ce-
DEL MÉXICO PREHJSPÁN ICO 16. Detalles del mural del Tlalocan. Reproducc ión de Ag ustín rámica y mica. 5.5 cm de di ámetro aprox. Ceramoteca de
4. Nacim iento de una deidad. Cultura maya. Clás ico. Jaina. Vi ll agra. Sala Teotihuacan. MNA. la zona arqueológica de Teotihuacan.
Campeche. Cerámica. 12 x 6.5 cm. Sala Maya. Museo Na- 17. Arriba y al ee/llra: delalles del mural del Tlalocan. Repro- MÉDICOS y FA RMACÉUTICOS
cio nal de Antropología (MNA). ducción de Agustín Villagra. Sala Teotihuacan. MNA. Aba- MEXJCANOS EN EL SIGLO XIX
5. Vasija: Cultura maya. Preclásico. Cuencas Cuyamel, Truji- jo: detalle de l mural del Tlalocan. Conjunto Tepantitla, 46-47. Botica. To mada de Efraín Castro Moral es et al,. Farma-
110 Colón, Honduras. Bodegas Centrales del Instituto Hon- Teoti huacan, Méx ico. cias y farmacéuticos en México. Casa Autrey. Méx ico.
dureño de Antropología e Histori a, Honduras. Cajele: Cul- 18. Detalles del mural del Tlalocan. Reprod ucción de Agustín 1992. p. 59. Foto: © Pablo Oseguera/Casa Autrey.
lura maya. Clásico. Noreste de Vucatán. Cerámj ca. 10.8 cm Vil lagra. Sala Teotihuacan. MNA, 48. Arriba: Instrumentos. Tomada de ibid. , p. 52. Foto: © José
de altu ra por 23 cm de diámetro. Museo Regional Palacio 19. Detalles de l llamado mural de la ciencia médica. Cultura teo- Ignac io Go nzálezlCasa Autrey. Abajo: TeI1uli a. Tomada
Cantón. Mérida, Yucatán. tihu acana. Clás ico. Reprod ucción de Agustín Vi ll ag ra. Sala de María de l Carmen Call eja Folguef3. ulfarmacia en la
6. Calabaza: C ultura mex ica. Posclásico. Procedencia desco- Teotihuacan, MNA. Ilustración. Col. Historia de la Cie ncia y de la Téc nica, 3 1.
nocida. Diorita. 16 x 36 cm. Sala Mexica, MNA. Vasija con 20. Mural de la ciencia médica. Reproducción de Agustín Vi- Ediciones Akal, Madrid. España. 1992. pp. 32-33.
forma de calabaza: Cultura maya. Clásico. Yaxcopoil. Yu- lIagra. Sala Teotihuacan. MNA. 49 . Arriba: Aristolochi a. To mada de José Antonio Amaya. Ce-
catán. Cerámica. 9.5 cm de altura por J 6.8 cm de diámetro. 21. Detall e del mural de la ciencia médica. Reproducción de lestillo MllIis y la expedición botánica, Edito ria l Debate,
Museo Regional Palacio Cantón, Mérid a Yucatán. Agustín Villagra. Sala Teotihuacan, MNA. Colombia. 1986, p. 74. Abajo: agave. Tomada de Virginia
9. Personaje dentro de una flo r. C ultura maya. Clásico. Jaina, REPRESENTACiÓN DE ALGUNAS González Claverán, Malasphw en Acapulen, Gobierno
Campeche, Ce rámica, 9.5 x 3.5 cm. Museo Histó ri co Fuer- PLANTAS MEDICINALES Constitucional del Estado de Guerrero/Tumer Libros! Es-
te de San Miguel. Campeche. EN LA ARQUEOLOGíA pejo de Obsidiana Ediciones, México. 1989, p. 132.
10. Vasij a con forma de calabaza: Cuhura maya. Preclásico. San 25. Mazorca. Cultu ra o lmeca-x icalanca. EpicJásico, Cacaxt la. 50. Jardín Botáni co de Méx ico. Tomada de Virginia Gonzá lez
Isidro. Chiapas. Cerámica. 14.4 x 15.8 cm. MNA. Hongos Tlaxcala. Cerámica. 20 x 12 cm. Museo de sitio de Cacaxtla. Clavemn,op. cit" p. 89. Arriba: cacao. To mada de MaI1ín
enteógenos: Cultura maya. Preclásico, Clásico y Preclás i- 26. Tláloc. Cultura teotihuacana. Clás ico. Teolihuacan. Méx i- Reyes Vayssade (coord ,). Cacao. historia, economía ycul-
co, respectivamente. Kaminaljuyú, Chimaltenago y Kami- co. 44 x 90 cm. Bodega del mna. tura, Co mpañía Nestlé/ Comun icación y Ed iciones Tlacui-
nalj uyú. Guatemala, respecti vamente. Piedra. 28.5 x 15.8 27. Vasija. Cultura maya. Clásico. Acanceh, Yucatán. Cerámi- lo. México, 1992, p. 156. Abajo: ArislOloclti". Tomada de
cm, 3 1.3 x 18 cm, y 29 x 13.6 cm. respectivamente. Museo ca. 14.1 cm de altura por 17.5 cm de diámetro. Museo Re- Virg ini a González Claverán. op. cit., p. 143.
Nacional de Arq ueología y Et nología de Guate mala. gional Palacio Cantón, Mérida, Yucatán.
11. Figurilla adornada con granos de cacao, Cultura maya. Clá- 28. Coyolxauhqui : Cultura mexica. Posc1ás ico. Templo Mayor.
sico. Costa sureste de Guatemala. Cerá mica. 32 cm de al- Piedra. 330 cl11 de diámetro. Museo del Templo Mayor. Dei-
tura por 42 cm de diámetro, Museo Nacional de Arqueoler dad: Cultura mex ica. Posclftsico. Tlatelo\co. D.E Cerámi- • S610 se incl uyen las imáge nes que poseen datos comple-
gía y Etnología de Guatemala. ca. 54 x 49 cm. Bodega del MNA. mentarios relevantes.

P ARA LEER MÁS · ÍND ICE DE IM ÁGENES / 77


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Mictlantecuhtli. El Zapotal, Vera"ruz.
POR LA CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO
NATURAL Y CULTURAL DE MÉXICO

ESPECIAL ;

a ueoo la MEXICANA--~
M.R.

FA U N A
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