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PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA.
Así como para los funcionarios públicos, la ley establece un régimen de inhabilidades,
incompatibilidades y prohibiciones, tanto en el nivel constitucional como legal, al Presidente de
la República, que también se ve cobijado por estos estatutos de la administración pública. La
inhabilidad se la ha definido como “aquellas circunstancias creadas por la Constitución
Nacional o la ley que impiden o imposibilitan que una persona sea elegida o designada en un
cargo público y, en ciertos casos, impiden que la persona que viene vinculada al servicio
público continúe en él; y tienen como objetivo primordial lograr la moralización, idoneidad,
probidad e imparcialidad de quienes van a ingresar o ya están desempeñando empleos
públicos.
Las inhabilidades del Presidente se pueden identificar en la Carta Política, en su título VII
capítulo I. Es el artículo 197 el que dispone las inhabilidades genéricas del mandatario, a saber:
EJECUTIVA:
Ministro de despacho
Gobernador de departamento
Alcalde mayor de Bogotá
ORGANO DE CONTROL.
Procuraduría general
Defensor del pueblo
Contralor general
JUDICIAL.
Magistrado de la corte suprema de justicia.
Magistrado de la corte constitucional.
Miembro del consejo superior de la judicatura
Consejero de estado
Fiscal general de la nación.
AUTORIDADES ELECTORALES.
La Constitución Nacional no hace un listado expreso de las incompatibilidades que son propias
del Presidente de la República, sin embargo, el artículo 197, inciso 2 ibídem; no permite que
sea elegido para tal cargo el ciudadano que haya violado el régimen de inhabilidades
consagrado en el artículo 197, numerales 1, 4 y 7 ibídem; el cual hace alusión a los
congresistas.
- De carácter ético: y ligada al aspecto familiar, la que prohíbe nombrar personas que
estén con respecto al funcionario en cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad
o primero civil. Así mismo si los vincula el matrimonio o la unión permanente. De igual
manera, tampoco puede designar un funcionario que tenga esos mismos lazos con
respecto a otro servidor público que sea competente para su designación.
También le está prohibido tomar parte en las actividades de los partidos y movimientos y
en las controversias políticas, aunque esto no coarta su derecho al sufragio de forma
secreta.
A estas incompatibilidades se las ha agrupado así porque buscan limitar los ingresos
económicos de los servidores públicos que de una u otra forma provengan o se efectúen
gracias a su condición en el empleo público, y que puedan comprometer su probidad e
idoneidad, como el tesoro de la nación.
Como se dijo ya, el régimen de incompatibilidades que rige para los congresistas se entiende
extensivo al presidente de la república. Desde esta óptica, el artículo 180 de la Constitución
Nacional preceptúa que a los congresistas les están impedidas unas acciones que básicamente
ya se enunciaron al hablar del régimen general de incompatibilidades de los funcionarios
públicos. No obstante, las que quedan por indicar, son las siguientes:
-Gestionar en nombre propio asuntos ante entidades públicas o ante las personas que
administren tributos.
-Ser miembros de juntas o consejos directivos de entidades oficiales descentralizadas de
cualquier nivel o de instituciones que administren tributos (Acto legislativo 01 de 2.003, artículo
2).
-Realizar gestiones con personas naturales o jurídicas de derecho privado que administren,
manejen o inviertan fondos públicos o sean contratistas del Estado o reciban donaciones de
éste. Se exceptúa la adquisición de bienes o servicios que se ofrecen a los ciudadanos en
igualdad de condiciones.
Sin embargo, cabe aclarar que por disposición del parágrafo primero de este artículo
constitucional, está fuera del régimen de incompatibilidades el ejercer la cátedra universitaria. A
nuestro juicio, esta permisión está bien fundamentada, pues a la actividad científico-académica
debe permitírsele su desarrollo al máximo.
El análisis anterior corresponde a las normas de nivel constitucional que contienen las
incompatibilidades del presidente de la república; sin embargo, su desarrollo en el ámbito legal
se encuentra en la ley 5 de 1.992 y la ley 734 de 2.002, que proceden a ser analizadas a
continuación.
El numeral noveno de este artículo también lo habilita para participar en los organismos
directivos de los partidos o movimientos políticos que hayan obtenido personería jurídica de
acuerdo con la ley.
La ley 5 de 1.992 señala que las incompatibilidades se mantienen vigentes durante el periodo
constitucional respectivo, pero en caso de que el funcionario renunciare a su labor faltando un
tiempo superior a un año para que cumpla su periodo, las incompatibilidades se mantendrán
vigentes durante ese año. Además, señala la aludida ley que el mismo régimen será aplicable
para quien reemplace al funcionario saliente en caso de tener que hacerlo, y regirá a partir de
su posesión. Lo curioso de estas últimas observaciones es que no hacen sino repetir lo
consagrado en el artículo 181 de la Constitución Nacional.
Fenómenos como éste son los que hacen cobrar validez a la afirmación de que la actividad
legislativa en Colombia es abundante pero poco fructífera, pues a nuestro concepto, el repetir
los preceptos que consagra nuestra Carta Política en el nivel legal sólo contribuye a
incrementar la ya bastante grande inflación legislativa. Esto por cuanto el cometido de la ley es
desarrollar la Constitución y no repetirla.
Por otro lado, también podríamos confirmar la crítica hecha a nuestro Estatuto Superior en el
sentido de que es uno de los más extensos del mundo. Lo cierto es que en alguno de los dos
textos: el constitucional o el legal, está sobrando la redacción de las mismas prohibiciones que
están contenidas en el otro.
Por su parte la ley 734 de 2.002 (Código Disciplinario Único) en cuanto a incompatibilidades se
refiere, sólo se limita a mencionar en su artículo 36 que se entienden incorporadas a ese
código las que señalen la Constitución y la ley. Es decir que se pondrá en marcha la
jurisdicción disciplinaria en contra de quien viole los preceptos normativos de los Artículos 126,
127, 128, 129 y 180 de la Constitución Nacional y el artículo 282 de la Ley 5 de 1.992 con los
comentarios ya hechos.
-JEFE DE ESTADO.
Anteriormente las funciones del presidente como jefe de estado las asumían los reyes, como
aun sucede en algunos países como España, pero en Colombia, que tiene un régimen
presidencialista, el presidente como jefe de estado, tiene a su cargo el manejo de las
relaciones exteriores de la república y velar por la seguridad exterior de la nación, defendiendo
su independencia y la inviolabilidad de su territorio.
-JEFE DE GOBIERNO.
La función de jefe de gobierno hace referencia a la suprema conducción política del Estado,
mediante el ejercicio de potestades discrecionales, que le permiten -sin apartarse de los fines
señalados por la constitución- escoger por ejemplo entre un repertorio de soluciones la que
estime mas justa para asegurar los fines del estado. Las funciones del presidente como jefe de
gobierno se pueden dividir en dos conforme lo estipulan los artículos 200 y 201 de la C.N.
- Prestar a los funcionarios judiciales, con arreglo a las leyes, los auxilios necesarios
para hacer efectivas sus providencias.
- Conceder indultos por delitos políticos, con arreglo a la ley, e informar al Congreso
sobre el ejercicio de esta facultad. En ningún caso estos indultos podrán comprender la
responsabilidad que tengan los favorecidos respecto de los particulares. El indulto es un
beneficio otorgado por el presidente de la república, mediante el cual se extingue la
punibilidad en relación con delitos políticos por los que se haya proferido sentencia
condenatoria. Los indultos presidenciales son una especie de delegación del legislador a
favor de la rama ejecutiva, buscando siempre los dos precedentes forzosos, primero que se
trate de delincuentes políticos y segundo de personas afectadas por una condena. El
indulto no extingue la responsabilidad civil que deriva del hecho punible cometido por la
persona favorecida Estas funciones pueden ser delegadas por el presidente de acuerdo a
lo dispuesto en el artículo 209 de la C.N y la ley 489 de 1998.
Otra de las funciones del presidente como jefe gobierno es la de declarar los estados
excepción que son los de guerra, de conmoción interior y el estado de emergencia, de acuerdo
a lo estipulado en los artículos 212, 213, 214 y 215 de la carta política, esta atribución permite
al presidente, si este las interpreta y aplica bien, conservar y restablecer el orden al interior del
Estado. Los llamados estados de excepción cuya declaración le confiere atribuciones de alta
policía y legislativas al gobierno, pueden tener peligrosas incidencias tanto en la vida
democrática de la nación como en los derechos y libertades de las personas ya que estos se
ven restringidos pudiendo ser vulnerados muchos derechos so pretexto de restablecer el orden
público.
Las atribuciones que tiene el presidente como suprema autoridad administrativa son: Nombrar
y remover libremente a sus agentes, Crear y suprimir empleos y fijar dotaciones y
emolumentos, Modificar a estructura de los ministerios y otras entidades, Suprimir y fusionar
órganos administrativos, distribuir negocios entre los ministerios, departamentos administrativos
y establecimientos públicos según la naturaleza de este negocio. Así mismo puede celebrar
contratos, ejercer control y vigilancia, por lo tanto le corresponde, de acuerdo a la ley,
inspeccionar y vigilar la prestación de servicios públicos y el control sobre las personas que
hacen actividades relacionadas con el manejo, aprovechamiento e inversión de recursos
captados al publico de igual forma sobre las entidades cooperativas y las sociedades
mercantiles. También tiene atribuciones con respecto al crédito público y otras materias
económicas y financieras, en este entendido, puede intervenir la actividad financiera, esta
intervención requiere para su ejercicio someterse a las leyes que dicte el congreso en materia
de intervención financiera del Estado. Además de las anteriores funciones del presidente como
suprema autoridad administrativa, se encuentra en la misma constitución (artículos 209, 210 y
211) la forma de cumplir la función administrativa, desarrollada a través de la ley 489 de 1998.
FUNCIONES EXTRAORDINARIAS.
Por la cual se dictan normas sobre la organización y funcionamiento de las entidades del orden
nacional, se expiden las disposiciones, principios y reglas generales para el ejercicio de las
atribuciones previstas en los numerales 15 y 16 del artículo 189 de la Constitución Política y se
dictan otras disposiciones.
-Dictar el régimen para la liquidación y disolución de entidades públicas del orden nacional.
-Es función del presidente de la república distribuir entre los ministerios y departamentos
administrativos, los asuntos de la nación, dependiendo de la naturaleza jurídica de las
entidades. EL Presidente de la República tiene competencia para celebrar contratos a nombre
de la nación, aunque esta función puede delegarla total o parcialmente en los servidores
públicos que desempeñen cargos a nivel ejecutivo o directivo, así como la realización de
concursos y licitaciones convenientes.
-Organizar y poner en funcionamiento el establecimiento público creado por esta ley, y en tal
virtud:
-Determinar los objetivos y funciones específicas de la red de solidaridad
-Determinar la conformación del patrimonio de la entidad;
-Establecer el régimen patrimonial, sus actividades y operaciones.
-Liquidar o fusionar las entidades públicas o programas presidenciales cuyas funciones sean
atendidas por la entidad que se crea en virtud de la presente ley.
-Organizar y poner en funcionamiento los fondos creados por esta ley, y en tal virtud:
a) Determinar los objetivos y funciones específicas de cada Fondo;
-Liquidar o fusionar los diferentes programas cuyas funciones sean atendidas por los
fondos que se crean en virtud de la presente ley.
-Es función del Presidente de la república promover programas especiales de apoyo a los
sectores más pobres, vulnerables y en condiciones de debilidad manifiesta, de la
población colombiana.
La Presidencia de la República.
La Vicepresidencia de la República.
Los Consejos Superiores de la administración.
Los ministerios y departamentos administrativos.
Las superintendencias y unidades administrativas especiales sin
personería jurídica.
VICEPRESIDENTE.
La Constitución de 1991 creó la figura del vicepresidente que había consagrado la Carta de
1886, pero fue suprimida por el acto legislativo Nº 5 de 1991, debido a la amenaza de golpe de
Estado propiciado por la persona que ocupaba el segundo cargo más importante del país.
La Carta Política de Colombia de 1991 en su artículo 202 establece que el vicepresidente será
elegido por votación popular el mismo día y en la misma fórmula del Presidente de la
República. Si hay lugar a una segunda vuelta, los candidatos deberán ser en cada fórmula
quienes integraron la primera. El Vicepresidente tendrá el mismo período del Presidente y lo
reemplazará en sus faltas temporales o absolutas, aun en el caso de que éstas se presenten
antes de su posesión.
En las faltas temporales del Presidente de la República, bastará con que el Vicepresidente
tome posesión del cargo en la primera oportunidad, para que pueda ejercerlo cuantas veces
sea necesario. En caso de falta absoluta el Vicepresidente asumirá el cargo hasta el final del
período.
Para ser elegido Vicepresidente se requieren las mismas calidades que para ser Presidente y
podrá ser reelegido para el período siguiente si integra la misma fórmula del Presidente en
ejercicio. Igualmente podrá ser elegido Presidente de la República para el período siguiente
cuando el Presidente en ejercicio no se presente como candidato.
CONCLUSION:
Presidencia de la República
Vicepresidencia de la República
BIBLIOGRAFIA:
PRESENTADO A:
CONSTITUCIONAL COLOMBIANO
24 de septiembre de 2009
UNIDAD 14 PRESIDENTE Y VICEPRESIDENTE
PRESENTADO POR:
CONSTITUCIONAL COLOMBIANO
24 de septiembre de 2009
ORGANIGRAMA DE LA ESTRUCTURA DEL PODER PÚBLICO EN
COLOMBIA.