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Universidad de Margarita

Alma Mater Del Caribe

Decanato de Ciencias Políticas y Jurídicas

Internacional Privado

M-01

Profe; Yosneiry Pernia

COVERGENCIA DE NORMAS PROCESALES DE


FIJACION DE COMPETENCIA, COOPERACION JUDICIAL
INTERNACIONAL EN COMPETENCIA

Integrante: Gabriela Rodríguez C,I. 28.105.511.


Normas procesales que fijan la competencia: para que el poder judicial pueda fallar con
validez un litigio o ejecutar la sentencia dictado por otro, es necesario que
independientemente detener jurisdicción, actué dentro de las funciones comendada por la
ley. Es decir, dentro de su competencia, que es límite de su jurisdicción. Las normas
procesales que terminan la competencia de los tribunales se clasifican en objetivas y
subjetivas.

Objetivas: Son las que fijan los límites impuestos al órgano jurisdiccional y se dividen en:

1. Directas. Señalan los casos en que la autoridad pueden conocer y resolver con
fuerza vinculativa para las partes uno controversia que se pretende someter a
proceso. Se consideran cuatros criterios: grado, materia, cuantía y territorio.
Respecto al territorio algunos elementos en que se fundamenta estas normas son
A) nacionalidad de la parte actora
B) domicilio del acto.
C) lugar de ubicación del inmueble
D) lugar y ejecución del acto.
E) Lugar de celebración del acto
F) Domicilio del propietario del bien mueble.

Subjetivas: Son las que establece los limites impuesto al titular al órgano jurisdiccional en
un momento dado, al señalar en qué casos está impedido para conocer y resolver con fuerza
vinculativa para la parte un asunto concreto debido a su caracterizas personales con
relación a las partes con relación a las partes, que puedan afectar su imparcialidad.

Carácter Nacional de las normas procesales: El derecho procesal pertenece a la rama del
derecho público. No obstante que el derecho procesal civil está dirigido a regular relaciones
jurídicas en que se discuten cuestiones de derecho privado, la inclusión del derecho
procesal dentro de aquel cuadro de las disciplinas jurídicas está dada por la posición
preeminente que en el proceso asume el Estado a través de sus órganos jurisdiccionales, de
ahí su naturaleza pública e indisponible de dichas normas procesales, como regla.

A pesar de la naturaleza pública del proceso, aun las partes mantienen ciertas facultades de
disposición de ciertos actos, manifestación del Derecho Privado y de la autonomía de la
voluntad, en los que, por más Derecho Público o intereses públicos de que trate el proceso,
se les reconoce con preminencia su carácter dispositivo, en los términos y manifestaciones
del principio dispositivo.

Pueden ser: a) Negativos: En los conflictos negativos las normas jurídicas de Estados
diversos en las que se indica la competencia de sus órganos jurisdiccionales, le niegan
competencia a sus propios órganos jurisdiccionales, es decir "cuando no es competente juez
alguno"

b) Positivos: En los conflictos positivos, dos o más órganos jurisdiccionales de diversos


Estados tienen asignadas facultades para conocer de una sola situación concreta, es decir
"puede establecerse competencia a favor de varios jueces.

Estos conflictos negativos y positivos de competencia judicial pueden presentarse entre dos
o más órganos jurisdiccionales de Estados diversos, entonces tendrán el carácter de
"internacionales". Pero, si se plantean entre órganos jurisdiccionales de diversas entidades
de un solo Estado, entonces tendrán el carácter de "interprovinciales".

Solución de conflictos internacionales: Las relaciones internacionales entre los sujetos del
Derecho Internacional Público son de índole económicas, políticas, sociales, culturales,
religiosas. En muchas ocasiones estas relaciones presentan marcadas diferencias que son
necesarias controlar y conciliar para que la comunidad internacional cumpla con sus fines
comunes de garantizar «la paz y seguridad internacional». Cuando se origina un conflicto
internacional siempre se teme por las consecuencias que se desencadenan, entre las cuales
se encuentra la violación de los derechos humanos, como la más frecuente y trascendente.
Lo deseable es que cuando se presente un conflicto entre los Estados éste se resuelva
conforme a los medios pacíficos de solución de conflicto.

Es por ello que, el Derecho Internacional Humanitario contiene un conjunto de normas


jurídicas convencionales y consuetudinarias destinadas a proteger a las personas y a los
bienes por razón de humanidad cuando existe un conflicto bélico.

Solución de conflictos nacionales: A finales del siglo XIX y principios del XX se va


planteando que los conflictos «nacionales» sobre la delimitación territorial no se resuelvan
mediante guerras sino a través de una «autodeterminación» en la que la ciudadanía de un
territorio decida mayoritariamente sobre su adscripción a uno u otro Estado o su
constitución como un Estado independiente. No obstante, la aplicación del derecho de
autodeterminación se realiza de forma desigual, en un mundo en el que persisten
monarquías como residuos històricos, complementadas o no con formas democráticas.

Así, Rusia rechazó la autodeterminación de Chechenia y posteriormente apoyó la de


Crimea.

Cooperación Judicial Internacional en Competencia

Cooperación judicial internacional en materia civil y mercantil: El tratado de


Ámsterdam supuso un cambio radical para la cooperación judicial en materia civil. El
tratado de Lisboa introduce en su capítulo III una nueva regulación de la cooperación
judicial en materia civil. Un análisis de dicha regulación nos muestra que el tratado de
Lisboa tan solo pretende introducir un cambio sosegado, moderado, en esta materia. El
tratado de Lisboa pretende dar un paso más aunque firme, en su consolidación pero no
reformar sustancialmente su contenido. El objetivo de este estudio es mostrar la política del
paso a paso adoptada por la Unión Europea en relación con el ámbito de la cooperación
judicial en materia civil, así como el sendero de las instituciones comunitarias se proponen
seguir en un futuro próximo. El tratado de Lisboa (al igual que ocurrió con el tratado de
Ámsterdam) considera clave para la consecución de un auténtico espacio de libertad,
seguridad y justicia en el seno de la UE, favorecer la cooperación judicial internacional en
sus distintas vertientes por un lado, en lo civil y mercantil y, por otro lado, en penal y
policial. Ellos están en sintonía con la idea de que para que la libre circulación de persona,
mercancía, servicios y capitales sea plena, es imprescindible crear un verdadero especio
Europeo de justicia (de aplicaciones en los actuales 27 de estados miembros) en el que los
ciudadanos de la UE ( asi como las empresas en ella establecidas) puedan hacer valer sus
derechos en otro estado, miembros como lo hace en el país en el cual tienen su residencia
habitual ( o, en el caso de sociedades y personas jurídicas, su establecimientos profesional)
para la creación y consolidación de este espacio judicial Europeo es prioritario facilitar el
acceso a la justicia en condiciones de igualdad ( de hecho, garantizar un mejor acceso a la
justicia constituye uno de los objetivo básicos de la política comunitario para crear un
espacio europeo de libertad, seguridad y de justicia.

Cooperación internacional en materia penal: La movilidad internacional del modus


operandi de la criminalidad contemporánea genera frecuentes problemas de ubicuidad a la
actividad funcional y operativa de las autoridades judiciales encargadas de su persecución y
sanción penal. En efecto, a menudo se detecta en la investigación o juzgamiento de los
delitos, que las fuentes, medios y órganos de prueba que son necesarios para los fines del
proceso se encuentran físicamente en otro país, donde el operador jurisdiccional no tiene
jurisdicción ni competencia. Como consecuencia, pues, de esa necesidad práctica y política,
en las ˙últimas décadas se han suscrito y consolidado un importante conjunto de convenios
y tratados internacionales, regionales y bilaterales, que están orientados al objetivo común
de crear condiciones propicias y vinculantes para la acción coordinada de los Estados en
favor de la eficacia de la justicia penal interna de cada país.

Reconocimiento de validez y ejecución de sentencias y laudos arbitrales extranjeros: la


sentencia, en principio como expresión de voluntad soberana, solo puede ser ejecutada
dentro del territorio del estado que le ha dictado.

Por razones de conveniencias y necesidad, apuntalados por tratados internacionales en


muchos casos, se aceptan validez (satisfaciendo terminado requisitos) de una sentencia
pronunciada por un juez extranjero.

No significa menoscabo de la soberanía: no se acepta la jurisdicción extrajera.

Simplemente se reconoce, en determinadas condiciones y con limitaciones, el acto


decisorio.

Cuando la sentencia de un país se pretende ejecutar en otro. Debe someterse a un examen


judicial previsto, en general, por los códigos procesales. El examen judicial tiene por objeto
el reconocimiento como similar a un acto como del país en que se requiere ejecutar.

Chiovenda hable de “nacionalizar las sentencias” con base en un procedimiento


denominado exequatur. El reconocimiento es de jure (se circunscribe a cuestiones de
derecho) y se sintetiza en el examen que hace el juez competente del título de ejecución
especialmente de su forma a efectos de determinar la decisión no vulnera el llamado
derecho público interno.

Convención Internacional sobre eficacia extraterritorial de las sentencias y laudos


arbitrales extranjero: Los gobiernos de los estados miembros de la organización de los
estados americanos considerando:

Que la administración de justicia de los estados americanos requiere su mutua cooperación


para los efectos de asegurar la eficacia extraterritorial de la sentencia y laudos arbitrales
dictados en sus respectivas jurisdicciones territoriales, han acordado lo siguiente:

Artículo 1, la presente cooperación se aplicara a la sentencia judiciales y laudos arbitrales


dictados en proceso civiles, comerciales o laborales en uno de los estados partes, a menos
que al momento de la rectificación algunos de estos haga expresa reserva delimitarla a la
sentencia de condena en materia patrimonial.

Exhortos en materia penal: El trámite de los exhortos o cartas rogatorias, lo conseguimos


en el artículo 185 COPP, establece que corresponde al fiscal del ministerio público solicitar
y ejecutar exhortos o carta rogatoria, lo cual realizara conforme a las previsiones del código
de procedimiento civil, y de los tratados y convenios internacionales suscritos y rectificados
por la Republica. Por ello, nos vamos a revisar el procedimiento establecido en nuestros
CPC. Allí dispone el artículo 188 del código de procedimiento civil, lo siguiente: “Los
actos del tribunal Se realizaran también por escrito, bajo el dictado a las instrucciones del
juez, en términos claros y precisos y lacónicos. Las observaciones, reclamaciones,
salvedades o recursos de quienes intervinieron en el acto, se manifestaran al juez, quien
redactara sustancialmente el acta, sin alterar la verdad de lo que haya pasado, si omitir nada
de lo expuesto.
Bibliografía

http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-
62682005000300004#:~:text=Es%20por%20ello%20que%20el,y%20los%20medios
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