\V2s_2. El caballo
oS sabia relinchar
Griselda Gambaro.
Nustraciones de Naney FioriniEl caballo que no sabia relinchar
Hihabia una vez un caballo que no sabia relinchar. Cuando
quer boca de un
caballo. Algunos wuuh, varios jcuac!, pero de ningtin modo un
relincho.
Se quedaba con el animo por el suelo. Qué humillacién.
Su dueno lo montaba en escasas ocasiones. Sentfa vergiienza
de este caballo tan torpe de quicn todos se burlaban. Lo miraba
con malos ojos y hasta pensaba venderlo.
‘Cuando salfa a la calle, los habitantes del pueblo corrian hacia
el caballo.
hacerlo, emitia los sonidos mas extrafios ¢—A ver, un rlinchito, Pepino le decian a propésito, y
stunque Pepino queria complacerlos, munca le sala un relincho.
Todos relan a carcajadas. Pepino bajabalarestur, muy allio, y
su duefo, enojado, le davaba las esputas y lo devolvin al estab,
‘Una tard, en la que se creia solo y con esfverz0 iniiles
probabs a relinchar como los dems caballos, unos chicos
pegaron Ja oreja.ala puerea del establo. Cuac, euac, uuu,
toyeron, y se doblaron de risa.
;Cuae, cuae! Sos un pato, no un caballo! —gritaron,
El hubiera podido agarraros a coces, pero eraincapaz de
pgarlea nadie, y los chicos lo sabfan. Uno se acercd, le tocé el
anca y grt6:
—jTiene plumes js un puto!
Pepino empujé a los chicos, euidando sin embargo de no
Jascima a ninguno, y huy6 al galope con ligrimas en los ojos
Auravess has calles del pueblo, salté una pequefialoma, ¥ se
divigié a campo abierto.
Por suerte, en el camino no encontré a nadie. Sélo se cruzi
tun caballo blanco que llevaba a pasear a una hormiga negra
ellome.
6caballo blanco relinché al vero se detuvo.
Pepino le pregune:
—:Cémo acts?
—Césn hago que
inchar.
El no sabe —tercé a hormiga negra sefalando a Pepino
om una pata.
No sé? —prguns el calla blan leno de
szombro—. Fs muy fi. Yo il pienso, Abo Laboeay ya ex
¥en demesraci abr la boca mostrando sus grandes
lentes, coreoves y lana un alegre rlincho.
El corcoveo —pregunté Pepino después de un instance—
ses necesario?
—Ayuda —aijo el caballo blanco y siguié su imino
mientras la hormiga negra se despedia de Pepino agitando un
patucico,
‘Aenado con la informacién que habia abtenido,Pepino
gop por el campo hasta un lugar que le ast, con un bol
Y una aguada ‘
Se deeavo bajo érbol. No observé que es as ramas mis
alesse encentrabaunalechuz. Sélo vio nas vaca distantes
que dormian la siesta acostadas 2s sombra.
8sta ver logratia el relincho,pens6 Pepino. La gente lo ponia
ne-vioso, siempre esperando que metiera la pata, que sokara un
ceuaco1un hum, Pero hor, e1 sledad y 2 campo abiert.
€6mo era? Abr la boca, mostrar los diemesy lanza el
relincho.
Asi de Fc
Decidido, esperanzado, Pepino abr la boca.
{Qué decepcin te
Lanai un mugido.
Las vacas que dorm la siesta, se despertaron,levantaron
las cabeas ye contestaron: muuts, mu.
Pepino rumié su deslusin un momenco y luego reaccioné.
{Se habia obidado del corcoveo!
‘Ayuda. As haba dicho el caballo blanco. ¥ debia de tener
razén porque su relincho era sober.
Asi, con renovada confianza a pesar de sus facass, Pepino se
Se oyé un sonido. Reson legs muy lejos? Fue un elineho?
No, no.
Emits algo ast como un cacao de gallinasdisputindose
lombrices en la tierra del gallinro,
10Qué mal se sini el cabal! Para colmo, hasta entonces
‘nunc habla cacacado como las gllinas.¥ exo agregab us
sentimientos una nueva human.
“Tistemenc, ba la cabeza. Mordisqued un poco de paso
peo su deseno era tan gran que sigur tenia ganas de
come. Silo epreocupas una eos: zeuindo, cuindo
conse lincha?
En ese momento lechuza que dormia sobre el bol se
espets. En ade, la habla despertao dl caarco de epino
Vio igrimas en sus ojos.
Qt te pase, caball?—pregums—.;Poe qué lori?
Que toner! Quin lor? —negs el caballo
recuperando su orgullo,
qué exis iste emtonces?
=o wise? Que romeral —repiti el call, ¥ peg una
coven suelo Le dio la espalday decid seit con sus
ruebas, aunque es lechza de bilanes os atone a
incornodaba. Peto ella no se habia burlado del cacareoy parecta
tuna crituraamable,
epi bb en In aguads para acararse I wor y lana lo que
cota vert ia ser un relincho.
La ecuza sales del boy vino hacia
2Oh, qué hermoso! —exclams com aspaviento— Qué
hermoso Al otl, sentfcampanitas de plata en el corazén.
caballo la mins severamente.;Se estaba burlando? Porque
Pepino no habia proferido el dscado relincho, no, no.
‘abia graznado un eu y dos cua, cua.
‘Sin embargo, ls lechuza estaba como loca de admiracibn,
aplaudia con las pats, no se quedaba quiet,
Después se encarams de nuevo al dbo
—Vengan a et! Vengan a ofr! —gritab, aungue no habia
nadia su alrededor. Se calmé un poco y se drigié a Pepino—.
‘Vamos, vamos. Todos deben ot. ‘Reins otra vex por vor!
Cac! Oc! —profirié el caballo.
La lechuza stb de nuevo del drbol yo abrazé con sus alas.
Caballo, caballo! Sos marailloso —ijo—. ;Mds, mis!
Cue, equetecuae! Muu, mu.
Y¥ por primera ver, Pepino vio a alguien que se exasiaba ante
su Yea, aunque 5 vor no relinchaba.
~{V¥syamos al pueblo! —propuso la lechuza con
cntusiasmo—. fTodos tienen que ott!
Va me oyeton —repuso el caballo débilmente.
AY qué sucecis?
Nada —contesté Pepino, quien se guard paras las
humillaciones saidas.
Mi—,Cémo nada? ;Estis seguro? {Tienen que ote! jEs
extordinario, notable, excepcional, emocionante!
—enuoeraba la lechuza, los ojos saltones relucientes de
admiracién—. |Vayamos! —y lo picoteaba en las ancas
porque el caballo, desconfiado, no se movia
‘Como la lechuza insstia¢ insistia, Pepino pregunté al
—{e parece? No sé relinchar.
—2Lo que of no era un selincho? —se sorprendlié a
Jechura—, 2Y qué importa un telincho cuando podés lanzar
tamtos csc, cc, 0c, requetecuac? ;Cacarcos de gallina jY hasta
mmugidos de vaca!
—Se burlarin —adijo el caballo, ain desconfiado, pero ya
con un destello en los ojos.
—iNadie se burlara! ;Quién puede sacar de su garganta
10s sonidos? ;Oh, si yo pudieral
Poco a poco el caballo se convencié, tan inteligentemente
hhablaba la echuza que ademés tenia fama de sabia. Ir ll
pucblo era otro asunto. Ati tenia miedo Pepino de que se
mofaran de él. Pidié un tiempo para pensar,
Pero la lechura sentia tal impaciencia que no pudo
aguardar, Se fue volando al pueblo. Golpeé las puertas y
convoed a los vecinos.
16‘Cuando ellos oyeron sus elogios a Pepino, primero la
romaron a chacota, pero después le prestaron arencidn. La
Techuza hablaba con tal convencimiento, se deshacia en tantas
Jas, compataba a Pepino con los patos que sélo deeian cuac,
ccuac, con las vacas que s6lo decian muuu, mutt mientras
Pepino decia esto y mucho més,
La lechuza argument con diferentes rszones. ¥ patatio,
ppatatero, as fue que los vecinos comenzaron a preguntarse si
ro se habian equivocado al juzgar que el caballo era na bestia,
ridicula,
‘Mientras la lechuza hablaba, anochecié,
—Masiana les traceé al caballo —dijo—. Vengan a ofrlo—y
‘todos, aun los mis recelosos, prometieron asistencia,
La lechusa volé de nuevo al campo y se poss en el
mismo drbol.
Pepino ya dormia después de mirar la luna.
sa noche la lechuza deseans6 porque canto it y venir del
campo al pueblo y del pueblo al campo le habia provocado una
fatiga enorme.
‘Ala mafiana siguiente chisté a Pepino. Por amistad, ell, que
dormia de di, alteraba sus costumbres,
18—jReflexionasee?’ —pregunté,
Yi, cl caballo habia reflexionado, Pens en a buena opinién