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Desde mucho tiempo los seres humanos han creado la incertidumbre de saber
en manos de quien quedaran sus bienes después de su muerte, por lo cual
nuestro estado se ha visto en la obligación de incorporada dentro de del código
civil figuras jurídicas como es la sucesión que consiste en la acción voluntaria
que tiene la persona de trasmitir sus bienes a otros, y que estos harán uso
después de su muerte; dentro de esta figura jurídica se desprenden dos clases
como son la intestada que es aquella que es otorgada de acuerdo a ley y que
se aplica en caso no exista voluntad por parte del causante de otorgar sus
bienes, y por otro lado tenemos la sucesión testamentaria, que es aquella
figura en la que los bienes del causante son otorgados a voluntad del mismo
mediante la existencia testamento por parte del causante. Partiendo de esta
premisa y con la finalidad de que la voluntad del causante sea cumplida a
plenitud el Código civil peruano ha establecido el denominado albacea que
según[ CITATION NIC13 \l 10250 ] “Es aquella persona que designada por el
testador en su testamento con el fin de que observe y ejecute de manera fiel el
cumplimiento de la voluntad del causante”; es decir el albacea es la persona
que el autor ha encargado la obligación de custodiar los bienes hereditarios y
que este los distribuya de acuerdo a la voluntad señalada en el testamento a
sus herederos o legatarios.
Ahora bien, cabe plantarse la interrogante si ¿todas las personas sin excepción
pueden ser nombrados albaceas?, pues [CITATION CCP157 \l 10250 ] señala que
“No puede ser albacea el que está incurso en los artículos 667, 744, 745 Y
746. “, los mismos que establecen conductas antijurídicas como son la
indignidad y los supuestos de desheredación para sus diferentes sucesores
sean estos descendientes, ascendientes y el cónyuge.