Así como se van desarrollando muchas ciencias y competencias continuamente, también se van

desarrollando e incrementando los conocimientos científicos que estos puedan tener, generando así
justamente un progreso en la ciencia como disciplina, en base o por medio del método científico.

A lo largo de los años muchos inventos y descubrimientos se han ido desarrollando y fomentando más la
ciencia en el mundo entero, personajes importantes como Galileo Galilei, Anton Van Leeuwenhoek, John
Dalton; entre otros, han ido marcando el descubrimiento y la experimentación que constituye la base o el
inicio del conocimiento, desde la antigüedad encontramos también a Aristóteles, Augusto Comte, Andrés
María Ampere, entre otros; los cuales nos han ido mostrando propuestas clasificatorias de la ciencia a lo
largo del desarrollo de la historia de toda la humanidad, dentro de sus filosofías, las ciencias cosmológicas,
ciencias filosóficas, las ciencias aplicadas, entre otras; han ido complementando y definiendo las
características propias de la ciencia que conocemos hoy en día, buscando de esta manera encontrar un
método sistemático y ordenado para resolver problemas a través de distintas aplicaciones. Todo esto dado
justamente bajo el término de método científico, es así que conocemos a la ciencia como algo puramente
verificable, es decir algo exacto, también podemos indicar que todas sus conclusiones pueden comprobarse,
está abierta, es general, porque su fin siempre es la universalidad y los resultados obtenidos podrían
cambiarse o evolucionar con el tiempo. La ciencia le ha abierto sin duda al ser humano grandes campos de
conocimiento y experimentación que han ido dando resultados a lo largo de todo su proceso.

Los avances científicos han generado muchos beneficios en el ser humano, rescatando y haciendo notable
la importancia y el impacto que ha causado en la mejora de la calidad de vida de todas las personas, sobre
todo porque ha permitido que se creen nuevos conocimientos con el fin de solucionar problemas en la
sociedad.

Muchos de los descubrimientos científicos que conocemos a través de la historia como el uso del
microscopio, la penicilina, el ADN, u otras ciencias como la matemática, el uso de los logaritmos, el
descubrimiento del geomagnetismo, entre otros; han pasado sin duda por una serie de procesos dados por
la observación, la comprobación de hipótesis, la experimentación, el análisis de los resultados; entre otros,
han hecho que con el tiempo el conocimiento científico puede definirse como válido, objetivo y confiable.

Es incluso importante notar que los avances científicos siguen permitiéndole al ser humano el desarrollo y
la solución en distintos campos, un claro ejemplo de ello y debido a la problemática actual de salud por la
que el mundo entero pasa, es la vacuna contra la Covid-19.

Y sin duda así muchos más que se irán desarrollando a lo largo del tiempo, rescatando cada vez más la
importancia fundamental de la ciencia y la tecnología como medio de crecimiento y competitividad en los
Países y en el mundo entero, por tal, el conocimiento científico debe estar inclinado siempre a buscar el
bien común, el progreso y la resolución de problemas que puedan encontrarse en la comunidad y sin duda
uno de los mayores retos implica el lograr resultados cada vez más rápidos y exactos, generando soluciones
acertadas, fortaleciendo la vida de las personas y dando una seguridad no sólo presente, sino también futura
y sustentable que permita cada vez más el desarrollo y la prosperidad en cada generación.