Está en la página 1de 1

Cuando hablamos no tiempo no es exactamente relacionarla con alguna dimensión o instancia

de existencia sino más concretamente podría afirmar que el tiempo es relativo a las
circunstancias, es decir que el tiempo es como una catarata fluye, transcurre y corre
relacionada al espectador que lo dota de sentido más allá de un simple transcurrir y fluir de la
energía oral de las que se compone este plano, objetivamente el tiempo actúa de acuerdo a la
intensión y a la atención misma que los espectadores mismos le infligen, por decir así que uno
mismo es quien se conecta a ilusión del tiempo, si bien es cierto que todos estamos
conectados mediante la disponibilidad energética de nuestro biomecanismo de nuestro cuerpo
este no se determina el cierre de sus funciones con un tiempo sino con el fluir

Del paso de la vida, pero sin olvidar claro que somos amos de nuestro destino el punto final de
nuestra historia llegará de diferente intensidad de acuerdo con las interrelaciones que
llevemos de nuestra conexión en relevancia al plano llamado tiempo o existencia, para los que
vivan dependiente del tiempo su experiencia se acelera y corre con más constancia, pero a
contrario de quién existen sin ningún apuro el tiempo no existe y lo comprende como un
transcurrir, un fluir que el espectador de una catarata puede experimentar viendo correr el
agua pero sin la necesidad de detenerla pues comprender que intentar hacerlo solo es un
desperdicio de energía rodeado de irrelevancia y sentido.

La vida, está experiencia es lo suficientemente corta como para existir lo suficientemente


distraído y no percibir un solo instante de todas las maravillas que te rodéen…

También podría gustarte