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miércoles, 20 de julio de 2011

JEANNE BARET - EL MISTERIOSO AYUDANTE DE


COMMERSON
On ne nait pas femme: on le devient.
[No se nace mujer: se hace]

Simone de Beauvoir - 'Le deuxieme sexe' (1949) vol. 2, pt.


1, ch. 1

Buscando el comienzo de esta historia, al fin una


historia de amor que se relaciona un poco con
nuestras islas Malvinas, tenemos
que remontarnos a la Edad Media. Hacia la
segunda mitad del siglo VI un joven religioso
bretón oriundo de Raux, Francia, llamado Maló o
Maclovio se encontraba paseando por la playa y
se recostó a descansar. Como no regresara a su
monasterio, fue buscado infructuosamente por sus
cofrades, pero recién lo hallaron al día siguiente,
dormido sobre las algas que flotaban sobre el mar,
notando con sorpresa que pese a ello su ropa
permanecía seca. Dice la leyenda que más tarde,
en ese lugar se se formó un islote que fue
bautizado con el nombre de Saint Maló, ya que el
monje, había llegado a ser el primer obispo de
Aletè (Aletum) y había sido canonizado como
Saint Maló. Años después, los habitantes de Aletè,
hostigados por los piratas, se trasladaron a dicho
islote, donde podían defenderse mejor y llevaron
consigo las reliquias de su santo patrono. Este
puerto y ciudad que aún existe en el
departamento Ille et Vilaine, está ubicado sobre
la ría del río Rance, y se vincula con tierra
mediante un delgado istmo.
Los habitantes de Saint Maló o malouines
se destacaron por su espíritu marinero y
aventurero, fueron activos corsarios y
participaron de los viajes de descubrimiento al
Nuevo Mundo, organizados por la Compañía
Francesa de Indias. Cincuenta y tres colonos
malouines viajaron en 1763 con el capitán Louis
Antoine de Bougainville y fundaron el puerto de
Saint Louis (actual Puerto Soledad) en las islas
llamadas desde entonces por ese motivo
Malouinas o Malvinas.
Más tarde por motivos diplomáticos y para
evitar enemistarse con España el rey Louis XV
ordenó a Bougainville desmantelar la colonia
que ya contaba con 150 habitantes y vender las
islas a los españoles en 603.000 libras. Para
cumplir con esta orden Bougainville recibió del
rey el permiso para realizar un viaje alrededor
del mundo, haciéndose cargo de los gastos la
Compañía de Saint-Malo. Una parte del grupo
partiò de Brest el 15 de diciembre de 1766 a
bordo de la fragata Boudeuse, y otra parte, en la
urca (buque de carga) L'Étoile, partió de
Rochefort el 1º de febrero de 1767, reuniéndose
ambos buques en Río de Janeiro.
La expedición contaba con un equipo de
científicos: el astrónomo Véron, el naturalista y
botánico Philibert Commerson y un artista, que a
falta de fotografías en esa época, era el encargado
de documentar el andar de la
expedición. Commerson (o Commerçon), había
estudiado en la famosa facultad de medicina de
Montpellier. Tenía un carácter muy apasionado,
de manera que solía discutir con sus profesores y
especialmente con los jardineros a los que les
sacaba plantas para sus herbarios, por lo cual le
prohibieron el ingreso al jardin botánico de la
facultad. Sin embargo Philibert no se resignó sino
que por el contrario solía escalar los muros del
jardín por la noche, a riesgo de ser expulsado si
era descubierto. Uno de sus profesores, Antoine
Gouan lo presentó a Linneo, quien le pidió
clasificar los peces del Mediterráneo que se
encontraban en el museo de Estocolmo y su
trabajo allí fue tan bueno que le valió las
felicitaciones de la reina de Suecia y sirvió de
base para la obra Histoire des Poissons (Historia
de los Peces) de Bernard de Lacépède.
En 1756 Commerson volvió a su ciudad
natal, Châtillon-sur-Chalaronne, donde creó su
propio jardin botánico, siendo responsable de la
introducción de las hortensias (Hydrangea) en
Francia. Mientras tanto realizaba viajes cada vez
más arriesgados para herborizar, generalmente
solo, casi sin dinero ni provisiones. A menudo
regresaba de sus salidas enfermo, herido,
golpeado por las frecuentes caídas, y extenuado
por lo duro de las marchas. Una vez, en Dauphiné,
fue mordido en la pierna por un perro que en un
primer momento se pensó que estaba rabioso,
debiendo guardar cama durante tres meses.
En 1760 Commerson se casó con la hija del
notario real, pero dos años después su esposa
lamentablemente falleció de parto y como
veremos esta desgracia tuvo importancia decisiva
en la historia que estamos contando. En efecto,
tras la muerte de su esposa, se trasladó a Paris
donde fue muy bien recibido por los botánicos de
la ciudad que apreciaron mucho sus
conocimientos. El abate Lachapelle lo presentó al
duque de Praslin, el ministro de marina, quien
estaba organizando la expedición a los mares
australes junto con Bougainville. Commerson
preparó y presentó al ministro un proyecto de
investigación de ciencias naturales para ese viaje.
Pero a causa de una pleuresía, tuvo que partir en
el segundo barco, L’Etoile.
Estando la expedición reunida, como
vimos, en Brasil fue asesinado el capellán de la
nave y aporovechando ese suceso, el virrey
portugués, temeroso de la escuadra francesa
anclada en el puerto de Rio de Janeiro, estuvo a
punto de encarcelar a Bougainville, por lo que
tuvieron que partir apresuradamente. En dicha
ciudad, Commerson descubrió la planta que
bautizó en honor del capitán, Bouganvillea,
nuestra conocida “santa rita”, cuya flor envió
como obsequio a la primera esposa de Napoleón,
Josefina. Finalmente llegaron a Buenos Aires
donde tuvieron que detenerse en Barragán para
reparar a L'Etoile. Commerson estuvo
coleccionando aves allí entre el 10 de septiembre
y el 31 de octubre de 1767. La expedición pasó
luego al Pacífico, llegó a Tahiti, atravesando el
océano Indico exploraron las islas Mauricio
y Madagascar, donde Commerson permaneció ,
falleciendo en Mauricio el 13 de marzo de 1773. El
resto de los viajeros había regresado a Francia en
1769.
Commerson hizo durante el viaje numerosas
observaciones, dibujos y colecciones,
especialmente botánicas, que no pudo terminar
de ordenar debido a su muerte, perdiéndose parte
de sus trabajos. Para asistirlo durante el viaje,
Commerson había contratado en Brest como
valet a un joven llamado Baret. La tripulación se
burlaba de este muchacho por su voz afeminada,
su falta de barba, y porque no quería bañarse a la
vista de los demás ni se desvestía delante de otros,
usando siempre ropas muy amplias.
Cuando llegaron a Tahití en abril de 1768,
estando reunida la tripulación en el salón mayor
del buque, un nativo llamado Aotourou, empezó
agritar “¡ayene !” , es decir “muchacha”. Todo el
mundo miró hacia donde estaba el armero
Labarre, que era afeminado, pero Aotourou
señaló sin dudar al ayudante de Commerson, que
turbado abandonó el lugar. Al día siguiente, el
botánico y su ayudante desembarcaron para
herborizar. Un grupo de nativos se les acercó
acosando a Baret y uno de ellos al grito de
“¡ayene!”, la tomó en sus brazos, intentando
llevársela. Entonces tuvo que intervenir el oficial,
Bournand, quien a punta de espada logra liberar
a la muchacha. Commerson, para calmar a los
indígenas, les dio regalos y les dijo que la “ayene”
era su esposa. Al parecer ellos habían percibido
mediante su agudo olfato que Baret era una
mujer.
Según relata Bougainville “Con lágrimas en
sus ojos Baret confesó que era una muchacha, que
había engañado a su patrón (Commerson)
vistiendo ropas de hombre, que era una huérfana
de Burgundy, que un juicio la había reducido a la
pobreza, y que al enterarse de un viaje alrededor
del mundo había despertado su curiosidad.
Consideré que su caso era único y admiré su
coraje e inteligencia. Tomé medidas para que
nada desagradable le sucediera. Pedí que la
Corte Real perdonara su transgresión de las
normas. No era ni fea ni linda y apenas tenía 25
años.” Al quedar descubierta su verdadera
condición fue trasladada a la Boudeuse.
Jeanne Baret o Baré, que tal era su verdadero
nombre, había mentido delante del capitán para
proteger a Commerson ya que, tras enviudar, éste
la había contratado para cuidar de su hijo de dos
años por lo cual obviamente conocía su verdadero
sexo. Al parecer eran amantes, y sus familiares y
vecinos desaprobaban esa relación, ya que nunca
se casaron, por eso cuando Jeanne quedó encinta,
en 1764, ambos se mudaron a París para escapar
de las habladurías. El hijo de ambos, Jean-Pierre,
falleció al poco tiempo, y quizás eso decidió a
Jeanne a embarcarse con Philibert, disfrazada de
muchacho y con el nombre de Jean Baret de
Bonnefoy. Seducido por la inteligencia y la buena
disposición de la muchacha, Philibert, le enseñó
botánica y la transformó en una hábil
preparadora de herbarios.

- http://www.pays-de-bergerac.com/pages/culture-patrimoine/personnages-celebres/jeanne-
baret/index.asp
Una ordenanza real, del 15 de abril de 1689
prohibía a las mujeres embarcarse en los navíos de
la Marina Real. De modo que para evitar ser
descubierta durante el viaje y ser castigada,
Jeanne, como vimos, permanecía siempre vestida,
con el pecho fajado. Para mostrar su
“virilidad” acompañaba a Commerson en sus
herborizaciones, acarreando durante penosas
marchas, las provisiones, las armas y las carpetas
del herbario, con un coraje y una fuerza que le
valían el sobrenombre de “bestia de carga”.
Vivès, el cirujano mayor de a bordo, celoso de
Commerson, escribió en su diario: “El cuidado
particular que daba a su amo no parecía propio
de un hombre. Después del primer mes, la
tranquilidad que disfrutaban fue interrumpida
por un rumor, que corrió entre la tripulación, de
que, según decían, había a bordo una chica
disfrazada. Sin dudar, se puso la mirada sobre
nuestro hombrecito. Todo indicaba en él una
mujer: talla pequeña, baja y gruesa, caderas
anchas y pecho saliente, cabeza pequeña y
redondeada, cara teñida de cierto rubor, voz suave
y clara, hábil destreza y delicadeza ... era el retrato
de una muchacha bastante fea y contrahecha”.
El capitán no prestó atención estos rumores,
pero cuando los mismos se generalizaron, mandó a
Jeanne a servir con el personal auxiliar, dentro
del castillo de la nave, bajo la amenaza de ser
engrillada. Ante el acoso de sus camaradas ella
afirmaba no ser mujer sino un eunuco, y por las
dudas llevaba siempre un par de pistolas para
defenderse. Sin embargo, Commerson, quizás para
escapar de las críticas, afirmaba no conocer de
antemano el verdadero sexo de su ayudante, y la
describió como “Una valiente joven que,
adoptando la vestimenta y el carácter de un
hombre, tuvo la curiosidad y la audacia de viajar
por todo el mundo por tierra y mar
acompañándonos sin que supiéramos nada”.
Lo cierto es que ambos desembarcaron en la
colonia francesa de Mauricio, evitando una
sanción judicial en Francia. Allí Commerson le
dedicó un arbusto de la familia del
paraíso, Baretia bonnafidia, al parecer por tener
caracteres sexuales ambiguos. Posteriormente
dicha denominación cambió por Turraea
heterophylla. Tras la muerte de Commerson, a
quien asisitió fielmente hasta sus últimos
momentos, Jeanne sobrevivió abriendo un cabaret
y billar en Port-Louis, la capital de la isla
Mauricio. Un día fue condenada a pagar una
multa porque sirvió alcohol un domingo y sus
clientes llegaron ebrios a misa. El 17 de mayo de
1774 se casó con el oficial francés Jean Duberna o
Dubernat y, gracias a este matrimonio, obtuvo el
permiso para volver a Francia con su esposo.
Poco antes de partir de viaje Commerson
había redactado su testamento, en el que legaba
sus colecciones botánicas al Gabinete de
Estampas del Rey y 600 libras a “su gobernanta
Jeanne Baret, de Bonnefoi”. Cumpliendo con esa
voluntad Jeanne entregó las colecciones
formadas por unos 5000 ejemplares al Jardin du
Roi. Recibió su parte de la herencia y se radicaron
en Sainte-Aulaye, cerca de Périgueux, viviendo
en la tranquilidad del campo borgoñés. En 1785,
al enviudar, Madame Dubernat, recibió una
pensión real de 200 libras, presumiblemente por
mediación de Bougainville, en reconocimiento a
su tarea como botánica durante la expedición.
Jeanne falleció el 5 de agosto de 1807, dejando
todos sus bienes a Archambaud, el hijo legítimo
de Commerson.
Jeanne Baret fue la primer mujer en
circunnavegar el globo, por ello
su caso fue tomado como arquetipo por el
movimiento feminista. Su historia fue novelada
por Fanny Deschamps en el libro “La
Bougainvillée” (Albin Michel, Paris, 1982). En
2008, la municipalidad de Sainte-Aulaye la
homenajeó dando su nombre al salón de actos
municipal.
Alex Mouchard
REFERENCIAS
-Bougainville, L.A. de -1771 - Description d'un voyage autour du monde par
la frégate La Boudeuse et la flûte L'Étoile.
-Cap, P.A.-1860- Philibert Commerson, naturaliste voyageur. Journal de
Pharmacie et de Chimie, 3ª ser, vol 38, parte II.
-http://amis.univ-reunion.fr/Conference/presentation/288/
-http://fr.wikipedia.org/wiki/Jeanne_Barret
-http://srd.yahoo.com/goo/philippe+commerson/3/*htt
-http://www.pays-de-bergerac.com/pages/culture-patrimoine/personnages-
celebres/jeanne-baret/index.asp
-Jeanne Baré : aventurière et travestie. LUNES; nº 20 (juillet 2002), p. 41-49.
-Jeanne Barret, botaniste, aventurière et navigatrice - Cahiers du Feminisme.
Volume 17 nº 67/68 (pri 1994), p. 48-49

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