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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA


VICERRECTORADO ACADÉMICO
ESCUELA DE PSICOLOGÍA
VALLE DE LA PASCUA ESTADO: GUÁRICO
CURSO: PSICOLOGIA DE LA ADICCION Y LA DEPENDENCIA

PSICOLOGIA DE LA ADICCION Y LA DEPENDENCIA

Facilitadora: Participante:

Jairo Molina Br. González Álvarez, Mileska

C.I: 27.664.701

Junio, 2021

INTRODUCCION
El momento histórico actual presenta una gran interés por el fenómeno de las
drogas. No son pocas las áreas del saber humano en las que hoy en día se hace
referencia a este fenómeno, así nos lo indica el profesor Javier Gafo: "El tema del
consumo de drogas se ha convertido en uno de los más candentes y dramáticos
de nuestro tiempo, en el que inciden elementos claramente nuevos. " Las drogas
tienen tras de sí una ya larga historia que se remonta a los primeros escritos
históricos que conocemos. Desde tiempos muy antiguos está atestiguado el
recurso a las drogas con diversos fines: rituales, iniciación, diagnósticos,
terapéuticos, se afirma que "estos usos, para unos fines y otros, estaba bastante
normalizado por la sociedad. " Se considera que las culturas china, egipcia,
romana y árabe, utilizaron las drogas con fines religiosos, mágicos y en la
iniciación de misterios cúlticos.

Un momento importante en la historia de las drogas tiene lugar en 1806, cuando


Friedrich Setümer logra aislar el alcaloide más importante y activo del opio, la
morfina• Los médicos no tardan en comenzar a usarla como calmante aplicado a
los heridos de guerra franco-prusiana. Afios después, en 1898, H. Dreseer,
trabajando en la policlínica Bayer, en la Universidad de Berlín, logra sintetizar un
derivado de la morfina y más potente que ésta, al que llamó heroína, cuyo poder
analgésico era muy superior al de la morfina.

En el presente trabajo vamos a conocer más a fondo las drogas como cannabis,
cocaína heroína y el licor, cual es su historia, como es el uso de consumo y como
se puede evitar y tratar esta adicción.

La historia del Cannabis se remonta al mundo antiguo; se cree que se ha venido


usando desde hace más de 8.000 años, hace su aparición en medio de la
cordillera del Himalaya, ubicada en Asia. El Cannabis ha viajado por todo el
mundo y su uso ha variado dependiendo de las culturas y los momentos históricos
por los cuales ha pasado, por ejemplo En el herbario Pen Ts’ao Ching ya se hace
una clara mención de las propiedades psicotrópicas del cáñamo, el cannabis como
cáñamo en tejidos, también se menciona su uso en la medicina como psicotrópico,
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, se trata de la sustancia
ilícita más utilizada en el mundo. En la actualidad se usa principalmente para
controlar las náuseas extremas derivadas de la quimioterapia del cáncer o
del sida.

El cáñamo adquirió la mayor importancia social y ritual en el mundo árabe,


siendo Marco Polo el primero que dirigió la atención de los europeos hacia el uso
del cáñamo entre los árabes del siglo XIII. Polo habló de un misterioso “viejo de la
montaña” que poseía un fantástico jardín lleno de delicias, entre ellas mujeres
jóvenes y bellas hacia las que llevaba a los hombres drogados convenciéndoles
así de que poseía la llave del paraíso.

En la historia de la humanidad, el cáñamo ha estado presente desde el 12.000 a.c.


– 8.000 a.C.

Desde ese entonces, ha viajado por todo el mundo y su uso ha variado


dependiendo de las culturas y los momentos históricos por los cuales ha pasado.

En el pasado, lo hemos usado para hacer ropa, papel, cuerdas, vasijas, aceites y
alimentos.

En la actualidad, lo usamos como material de construcción, aislante térmico y


acústico, biomasa para la fabricación de biocombustibles, insumo para la
elaboración de microfibras e ingrediente en aplicaciones médicas.

Su nombre deriva de Cannabis: nombre genérico, sativa: palabra latina que


significa "cultivada"
Cannabis sativa es conocida en español como mariguana o marihuana, hierba,
bangue de la India, bareta, cáñamo, mota, , juanita mora, nena, soñadora, Rosa
María, Juana, morisqueta, shora, maripepa, tirsa y pajuela.

Modos de consumo:

Inhalada/fumada

Casi con total seguridad, es el modo más conocido y extendido por todo toda la
sociedad. Una de las maneras de consumir marihuana es en forma de porro o en
una pipa o cachimba y aspirar el humo.

Bebida, otra de las maneras de consumir marihuana:

Infusiones: Otra manera de consumir marihuana puede ser mediante la bebida,


diluyéndolo con té y leche, ya que son las dos formas más habituales de hacerlo.

Por todos es conocido que las infusiones son la mejor manera de extraer los
beneficios de las plantas para beberlas y, claro está, que con el cannabis también
lo podemos hacer.

Alcohol

Dejar ablandar el nuestra hoja de cannabis seca dentro de una botella de licor
(wiski, ron u orujo) es otro de los métodos de empleo a tener en cuenta.

Comida

Consumir el cannabis junto a ciertos alimentos provoca un efecto potente en la


persona, pues es mucho más duradero.

En los países donde la marihuana está legalizada, son muchos los médicos que
recomiendan este tipo de consumo para ciertas enfermedades crónicas.

Vaporizada
El consumo del cannabis a través de la vaporización también es muy recurrente,
ya que la maría no afecta a los pulmones, sino que el vapor que inhalamos es
mucho más limpio y, además, su sabor es más vivo.

La inhalación tiene su efecto a los quince minutos de consumirlo y puede durar


hasta un máximo de tres horas.

Efectos por consumo:

El efecto más claro para la salud a corto plazo en relación a la intoxicación de


cannabis se caracteriza por alteraciones en el nivel de conciencia, la cognición, la
percepción, el afecto o el comportamiento, y otras funciones de respuesta
psicofisiológicas.

El consumo de esta droga aumenta el riesgo de padecer enfermedades mentales


como la esquizofrenia o distintos tipos de psicosis, altera la percepción de la
realidad, en algunas ocasiones desmotiva a la persona, afecta la coordinación
motora.

 Los síntomas principales son ansiedad, irritabilidad, falta de apetito, sacudidas


musculares, ánimo y humor alterados, sudoración, taquicardia y a veces diarrea.

Síntomas psicológicos:

Irritabilidad.

Reacciones súbita de agresividad.

Sensación de ansiedad.

Sensación de tristeza o depresión.

Alteraciones del sueño (insomnio, pesadillas, etc).

Cansancio o fatiga extrema.

Disminución del apetito.


Síntomas físicos

Cefaleas.

Sudoración excesiva.

Dolor de estómago.

Náuseas y vómitos.

Espasmos musculares.

Fiebre.

De todos estos síntomas, el insomnio y la depresión son los más


característicos del síndrome de abstinencia a la marihuana, así como las
pesadillas y la irritabilidad.

En cuanto a los síntomas físicos, las cefaleas suelen ser comunes y pueden llegar
a permanecer durante semanas.

Mediante la sudoración excesiva, el organismo trata de eliminar las toxinas que


esta sustancia infiere en el cuerpo de forma natural.

Como se percibe su consumo en la actualidad:

Se ha reportado además la relación entre el consumo de cannabis, la psicosis y la


depresión, pudiendo su consumo precipitar cuadros psicóticos agudos e
incrementar el riesgo de esquizofrenia crónica en personas vulnerables,
exacerbando por lo general los síntomas.

Hay datos considerables que sugieren que los estudiantes que fuman marihuana
tienen resultados educativos más pobres que sus pares que no fuman. Por
ejemplo, un análisis de 48 estudios pertinentes halló que el consumo de
marihuana está asociado con menos logros educativos (es decir, menos
posibilidades de graduarse).

Historia de la heroína
Es sintetizada por primera vez por el químico inglés C.R. Alder Wright en 1874. El
objetivo era encontrar una sustancia menos adictiva que la morfina. Era la época
en que se descubrió el potencial adictivo de la morfina.  

De hecho se utilizó para tratar a los pacientes adictos a la morfina pensando que
la heroína no lo era. Se hizo popular posteriormente cuando los laboratorios
Bayer la resintetizaron dándole el nombre de heroína, en alemán, por el efecto que
tenía sobre el consumidor y cómo la decribían los que la tomaban, se empezó a
comercializar.  

Recomendada como medicamento para la tos, fue legal durante los primeros 50


años de su existencia y se le otorgó el valor de medicina milagrosa. Incluso se
hizo una campaña para administrarla a los niños, ya que la tuberculosis era una de
las principales causas de muerte infantil en esta época. 

La empresa Bayer, que llegó a venderla como la droga maravilla, dejó de


comercializarla en el año 1913, cuando se descubre que es más adictiva todavía
que la morfina y que no resulta inocua. A partir de ahí se restringió en todo el
mundo la distribución legal de los opiáceos. 

En España esta droga se popularizó como droga recreativa en los años 80, de una
forma alarmante y con consecuencias devastadoras hasta tal punto que esos años
se identifican con la heroína. En los primeros meses del año 1989 se registraron
más de 177 personas muertas, un 70% más que en el año anterior. 

Sustancia pues con uso farmacoterapéutico, hoy día, el uso terapéutico ha sido
sustituido por otros analgésicos menos dañinos y está prohibida en casi todos los
países del mundo.

Efectos de la heroína
Es un depresor del sistema nervioso central, la droga por excelencia, tiene una
acción sedante y analgésica.  

Al principio tiene un efecto psíquico muy fuerte que va a bajando poco a poco, lo
primero que se siente es una oleada explosiva de bienestar y euforia, parece difícil
describir el estado de intenso placer y sedación mezclado con la euforia que
provoca.

Efectos negativos:   

Sequedad bucal

Pesadez en las extremidades

Náuseas

Picor

Vómitos. 

Pasados los primeros efectos, a continuación se siente:

 Somnolencia durante horas 

 Funciones mentales perturbadas

 El ritmo respiratorio se enlentece

 Baja la frecuencia cardíaca

 Se puede llegar al coma. 

Su mecanismo de acción trabaja adhiriéndose a los receptores específicos


opiáceos del cerebro y activándolos. Estos receptores regulan el dolor, la
sensación de bienestar y la liberación de hormonas. 

Debilita la respiración al modificar la actividad neuroquímica en el tronco del


encéfalo, donde se controlan funciones automáticas como la respiración y la
frecuencia cardíaca. 
Afecta a las zonas del sistema límbico del cerebro que se te controla las
emociones. Aquí se encuentra el motivo por el que se hace tan imperioso volver a
repetir la experiencia obtenida de drogarse.

Bloquea los mensajes de dolor que el cuerpo transmite a través de la médula


espinal y de ahí viene su potente efecto analgésico.  En los últimos años se ha
dado un incremento del consumo de analgésicos opioides con receta
médica. Estos fármacos también abren la puerta finalmente al consumo de
heroína, al ser más fácil de conseguir que lo recetado y más barata. En España se
ha duplicado el uso de opioides entre 2000 y 2017. 

El trastorno por consumo de heroína es tratable, la combinación de


medicamentos, ya que se han desarrollado muchos para tratar esta adicción, y de
terapias conductuales han demostrado ofrecer los mejores resultados en la
superación de esta adicción. 

El nombre de heroína proviene del término alemán: héroisch, debido a los


supuestos efectos energéticos que se le atribuían.

Los síntomas de abstinencia pueden presentarse unas pocas horas después del


último consumo de la droga. Estos síntomas incluyen inquietud o desasosiego,
dolor muscular u óseo, insomnio, diarrea, vómitos, escalofríos con "piel de gallina"
y movimientos de las piernas.

Cuando la persona deja de tomar las drogas, el cuerpo necesita tiempo para
recuperarse. Esto provoca los síntomas de abstinencia. La abstinencia de los
opiáceos puede ocurrir en cualquier momento en que se detenga o se reduzca el
consumo prolongado.

El síndrome de abstinencia, que puede conllevar insomnio, irritabilidad, ataques de


pánico y alucinaciones visuales, entre otros síntomas, cuando el paciente deja de
consumir heroína como problemas sociales: problemas financieros, desempleo,
pérdida de hogar, problemas en las relaciones, problemas con el sistema judicial:
delitos y robo, tolerancia, que es la necesidad de consumir cada vez mayores
cantidades de la droga, pérdida de control.

LA COCAÍNA

Lo que empezó como una tradición religiosa en los Andes, se ha convertido en un


abuso a lo largo del mundo.

La coca es uno de los estimulantes de origen natural más antiguos, más potentes
y más peligrosos que existen. Tres mil años antes del nacimiento de Cristo, los
antiguos Incas en los Andes mascaban hojas de coca para acelerar el latido de
sus corazones y de su respiración, para contrarrestar de esta manera los efectos
de vivir escasos de aire en las montañas.

Los nativos peruanos mascaban hojas de coca sólo durante ceremonias


religiosas. Este tabú se violó cuando los soldados españoles invadieron Perú en
1532. Los indios que trabajaban a la fuerza en las minas de plata españolas eran
mantenidos con suministros de hojas de coca, porque les hacía más fáciles de
controlar y explotar.

La cocaína fue por primera vez sintetizada (extraída de las hojas de la coca) en
1859 por el químico alemán Albert Niemann. No fue sino hasta 1880 cuando
empezó a hacerse popular en la comunidad médica.

Psicoanalista austriaco Sigmund Freud. (Créditos fotográficos: Biblioteca de Fotos


del Museo de Freud)

Psicoanalista austriaco Sigmund Freud. (Créditos fotográficos: Biblioteca de Fotos


del Museo de Freud)

El psicoanalista austriaco Sigmund Freud, quien usaba la droga personalmente,


fue el primero en promover el uso de la cocaína en forma general como un tónico
para curar la depresión y la impotencia sexual.

En 1884, publicó un artículo titulado “Über Coca” (Sobre la Coca) en el cual


promovía los “beneficios” de la cocaína, llamándola una sustancia “mágica”.
Freud, sin embargo, no era un observador objetivo. Consumía cocaína
regularmente, la prescribía a su novia y a su mejor amigo y la recomendaba para
uso general.

Aunque observó que la cocaína había conducido a la “decadencia física y moral”,


Freud continuó promoviendo la cocaína entre sus amigos cercanos, uno de los
cuales terminó sufriendo de alucinaciones paranoicas con “serpientes blancas que
se arrastraban por su piel”.

También creía que, “Para los humanos la dosis tóxica (de cocaína) es muy alta, y
no parece haber una dosis mortal”. Al contrario de esta creencia, uno de los
pacientes de Freud murió por una sobredosis que él le prescribió.

En 1886, la droga logró mayor popularidad cuando John Pemberton incluyó las
hojas de coca como ingrediente en su nuevo refresco: la Coca-Cola. Los efectos
eufóricos y vigorizantes sobre el consumidor ayudaron a elevar la popularidad de
la Coca-Cola a comienzos de siglo.

A partir de la década de 1850 hasta principios de 1900, personas de todas las


clases sociales comúnmente usaban elixires con cocaína y opio (pociones
mágicas o médicas), tónicos y vinos. Celebridades que promovieron los efectos
“milagrosos” de los tónicos y elixires de cocaína, incluyeron al inventor Thomas
Edison y la actriz Sarah Bernhardt. En esa época, la droga llegó a ser popular en
la industria del cine mudo y los mensajes a favor de la cocaína que salían de
Hollywood influenciaron a millones de personas.

El consumo de cocaína aumentó en la sociedad y los peligros de la droga poco a


poco se volvieron más evidentes. La presión pública obligó a que en 1903 la
compañía Coca-Cola eliminara las hojas de coca de su refresco.

En 1905, se volvió popular esnifar cocaína y en menos de cinco años, los


hospitales y médicos comenzaron a informar en su literatura, de casos de daño
nasal causados por el uso de esta droga.
En 1912, el gobierno de los Estados Unidos informó de 5 mil muertes relacionadas
con la cocaína en un año; y para 1922 la droga fue prohibida oficialmente.

En la década de los 70, la cocaína surgió como la nueva droga de moda para los
artistas y hombres de negocios. Parecía la compañera perfecta para un viaje por
el carril de alta velocidad. Suministraba “energía” y ayudaba a la gente a
permanecer “alerta”.

En algunas universidades norteamericanas, el porcentaje de estudiantes que


habían experimentado con cocaína se incrementó diez veces entre 1970 y 1980.

A finales de 1970, los traficantes de drogas empezaron a establecer una


elaborada red de contrabando de cocaína en los Estados Unidos.

Tradicionalmente, era una droga de hombres ricos, debido al alto costo para
mantener el hábito de cocaína. A finales de los 80, la cocaína ya no fue más una
alternativa para los ricos. Para entonces, tenía la reputación en Norteamérica de
ser la droga más adictiva y peligrosa, ligada a la pobreza, el crimen y la muerte.

A principios de los 90, los carteles de la droga producían y exportaban de 500 a


800 toneladas de cocaína al año, que la embarcaban no sólo a los Estados Unidos
sino también a Europa y Asia. Los carteles más grandes fueron desmantelados
por los organismos de cumplimiento de la ley a mediados de los 90, pero fueron
reemplazados por grupos más pequeños, con más de 300 organizaciones que se
sabe que están activas en el contrabando de drogas actualmente.

Hacia 2008, la cocaína se había convertido en la segunda droga ilegal más


traficada en el mundo.

Modo de Consumo:

Las principales vías de administración de la cocaína son orales, nasales,


intravenosas y pulmonares. La forma de administración nasal, conocida como
“esnifar” o “snorting”, es el proceso de inhalar la cocaína en polvo por la nariz, de
donde pasa directamente a la sangre a través de las membranas nasales.
También se puede aplicar la droga directamente sobre las mucosas. La inyección
o la administración intravenosa transporta la droga directamente a la sangre
aumentando así la intensidad de su efecto. Al fumar, se inhala el vapor o el humo
de la cocaína a los pulmones, donde la sangre lo absorbe a la misma velocidad
que cuando se inyecta. El efecto eufórico resultante es casi inmediato, y es la
razón por la cual la popularidad del crack aumentó enormemente a mediados de
los años ochenta.

El consumo de cocaína puede ir desde su uso ocasional a un consumo repetido o


compulsivo, con una variedad de patrones entre estos dos extremos. Fuera de su
uso para fines médicos, no existe una manera segura de consumir cocaína.
Cualquier método de consumo puede causar la absorción de cantidades tóxicas
de la droga, con la posibilidad de que ocurra una emergencia aguda de tipo
cardiovascular o cerebrovascular y convulsiones, cualquiera de las cuales puede
ocasionar la muerte súbita.

Efectos Por Consumo:

La cocaína aumenta los niveles de dopamina (un mensajero químico natural o


neurotransmisor) en los circuitos del cerebro que participan en el control del
movimiento y la recompensa.

Normalmente, la dopamina se recicla nuevamente en la neurona de la cual salió,


cancelando así la señal entre las neuronas. Sin embargo, la cocaína evita el
reciclamiento de la dopamina, lo que genera la acumulación de grandes
cantidades del neurotransmisor en el espacio que se encuentra entre dos
neuronas, interrumpiendo así la comunicación normal entre ellas. Este aluvión de
dopamina en el circuito de recompensa del cerebro refuerza poderosamente la
conducta de consumir la droga. Con el consumo continuado, el circuito de
recompensa puede adaptarse y volverse menos sensible a la droga. El resultado
es que las personas consumen dosis más altas y con mayor frecuencia para
intentar sentir la misma euforia y aliviar los síntomas de abstinencia.

Efectos a corto plazo


Los efectos a corto plazo del consumo de cocaína incluyen:

Energía y felicidad extremas

Alerta mental

Hipersensibilidad a la luz, el sonido y el tacto

Irritabilidad

Paranoia (desconfianza extrema e injustificada de los demás)

Algunas personas hayan que la cocaína las ayuda a realizar simples tareas físicas
y mentales más rápidamente, mientras que en otras el efecto es el opuesto.
Grandes cantidades de cocaína pueden originar comportamientos violentos,
extraños e impredecibles.

Los efectos de la cocaína aparecen casi de inmediato y duran entre pocos minutos
y una hora. La intensidad y el tiempo de duración de los efectos dependen del
método de consumo. La cocaína que se inyecta o fuma produce una euforia más
intensa y rápida que la que produce la droga inhalada, si bien dura menos tiempo;
la euforia que causa la inhalación de cocaína puede durar entre 15 y 30 minutos,
mientras que la euforia que se genera al fumar la droga puede durar entre 5 y 10
minutos.

Otros efectos del consumo de cocaína incluyen:

Restricción de los vasos sanguíneos

Dilatación de las pupilas

Náuseas

Aumento de la temperatura corporal y la presión arterial

Aceleración o irregularidad del ritmo cardíaco

Temblores y espasmos musculares


Inquietud o desasosiego

Efectos a largo plazo

La cocaína, el VIH y la hepatitis

Hay estudios que indican que el consumo de cocaína acelera la infección del VIH.
Según las investigaciones, la cocaína debilita el funcionamiento de los inmunocitos
(células inmunitarias) y promueve la reprodución del virus de inmunodeficiencia
humana (VIH). Las investigaciones también sugieren que las personas que
consumen cocaína y están infectadas con el VIH pueden ser más susceptibles a
contraer otros virus como el de la hepatitis C, que afecta el hígado. Infórmese más
sobre la conexión entre la cocaína y estas enfermedades en nuestro informe de
investigación sobre la cocaína.

Algunos de los efectos a largo plazo de la cocaína dependen del método de


consumo e incluyen los siguientes:

Si se inhala: pérdida del olfato, hemorragias nasales, nariz con goteo frecuente y
problemas para tragar.

Si se fuma: tos, asma, dificultad para respirar y mayor riesgo de contraer


enfermedades como la neumonía.

Si se ingiere por la boca: marcado deterioro del intestino debido a la reducción del
flujo de sangre.

Si se inyecta con aguja: mayor riesgo de contraer el VIH, hepatitis C y otras


enfermedades que se transmiten por la sangre; infecciones de la piel o de los
tejidos blandos; cicatrices; colapso de las venas.

Sin embargo, aun las personas que consumen cocaína sin emplear agujas están
en riesgo de contraer el VIH porque la cocaína reduce la capacidad de juicio, lo
que puede llevar a conductas sexuales arriesgadas con una pareja infectada (ver
recuadro La cocaína, el VIH y la hepatitis).
Otros efectos a largo plazo de la cocaína incluyen malnutrición (debido a que la
cocaína disminuye el apetito) y trastornos del movimiento, incluida la enfermedad
de Parkinson, la cual puede presentarse después de muchos años de consumo.
Además, las personas reportan irritabilidad e inquietud por los atracones de
cocaína y algunas experimentan episodios de paranoia intensa en los que pierden
el contacto con la realidad y tienen alucinaciones auditivas, es decir, oyen voces
que no son reales. La sobredosis ocurre cuando se consume una cantidad de
droga suficiente para producir efectos adversos graves o síntomas que ponen en
peligro la vida o causan la muerte. Una sobredosis puede ser intencional o
accidental.

La muerte por sobredosis puede ocurrir la primera vez que se consume cocaína o
en forma imprevista más adelante en cualquier momento que se consume la
droga. Muchas personas que consumen cocaína también beben alcohol al mismo
tiempo, lo cual es especialmente riesgoso y puede causar una sobredosis.
También hay quien mezcla la cocaína con heroína, otra combinación peligrosa y
fatal.

Algunas de las consecuencias más comunes y graves de la sobredosis son


irregularidad de la frecuencia cardíaca, ataques al corazón, convulsiones y
embolias. Otros síntomas de la sobredosis de cocaína incluyen dificultad para
respirar, aumento de la presión arterial y la temperatura corporal, alucinaciones y
ansiedad o agitación extremas.

Consecuencias por la abstinencia

La abstinencia de cocaína ocurre cuando alguien que ha usado mucha cocaína


reduce o abandona el uso de esta droga. Los síntomas de abstinencia pueden
suceder incluso si el usuario no ha abandonado por completo la cocaína y aún
tiene un poco de la droga en la sangre.

Causas
La cocaína produce una sensación de euforia (modo de elevación extremo) al
hacer que el cerebro libere cantidades mayores de las normales de algunos
químicos. Sin embargo, los efectos de la cocaína en otras partes del cuerpo
pueden ser muy graves e incluso mortales.

Cuando se suspende el consumo de la cocaína o cuando se termina su efecto, se


presenta un derrumbamiento casi inmediatamente. Durante dicho
derrumbamiento, el consumidor de cocaína tiene un deseo vehemente de más
cocaína. Otros síntomas incluyen fatiga, ausencia de placer, ansiedad, irritabilidad,
somnolencia y en ocasiones agitación, o paranoia o sospecha extrema.

La abstinencia de la cocaína a menudo no tiene síntomas físicos visibles, como los


vómitos y el temblor que suelen acompañar la abstinencia de la heroína o del
alcohol.

Síntomas

Los síntomas de la abstinencia de cocaína pueden incluir:

Agitación y conducta inquieta

Desánimo

Fatiga

Sensación de molestia general

Aumento del apetito

Sueños demasiado intensos y desagradables

Disminución de la actividad

El deseo vehemente y la depresión pueden permanecer por meses luego de


suspender el consumo intenso por un período prolongado. En algunas personas,
los síntomas de la abstinencia también pueden asociarse con ideas suicidas.
Durante la abstinencia, pueden presentarse deseos poderosos e intensos de
consumir cocaína. La sensación de "bienestar" asociada con el consumo continuo
puede tornarse menos y menos placentera. Puede ocasionar una experiencia de
temor y paranoia más que de euforia. Aun así, los deseos pueden seguir siendo
intensos.

Como se percibe su consumo en la actualidad

La cocaína es en la actualidad la droga ilegal que genera un mayor volumen de


problemas, tanto por la relación de su consumo con diversas patologías o
enfermedades orgánicas y psicológicas, como con la mortalidad asociada a las
drogas y a la comisión de actos violentos y delictivos.

Todos los indicadores manejados por el OED son consistentes a la hora de


mostrar el aumento del consumo. Los consumos de cocaína estarían creciendo
de forma notable en España en los últimos años y, de manera particular, entre los
grupos de edades más jóvenes.

La prevalencia anual de consumo entre la población de 15-64 años pasó de 1,8%


en 1995 al 3,0% en 2005.

Entre los estudiantes de Enseñanzas Secundarias de 14-18 años de 1,8% en


1994, al 7,2% en 2004.

El número de tratados por primera vez en la vida por cocaína pasó de 932 en 1992
a 15.258 en 2005.

La proporción de urgencias hospitalarias directamente relacionadas con drogas


ilegales en que se menciona cocaína pasó de 26,1% en 1996 a 63,4% en 2005.

La proporción de muertes por reacción aguda a drogas ilegales en que se detecta


cocaína y no opioides pasó de 0%-2% en la década de los ochenta a 20,6% en
2005.

La mayoría de los consumidores de cocaína son también consumidores de otras


sustancias, fundamentalmente alcohol, tabaco y cannabis, pero también
anfetaminas, éxtasis, benzodiazepinas y alucinógenos. Así, según la última
Encuesta EDADES, en la población general de 15 a 64 años que había consumido
cocaína en los últimos doce meses, un 98,6% había consumido también alcohol,
un 85,1% tabaco, un 81,6% cannabis, un 29,6% anfetaminas, un 27,5% éxtasis y
un 20,8% alucinógenos. Muchas personas dependientes de la heroína consumen
con relativa frecuencia cocaína.

El perfil general de los consumidores de cocaína se corresponde con el de


personas jóvenes que cuentan, en general, con unos aceptables niveles de
integración social y que desarrollan estilos de vida normalizados. Estas serían sus
principales características: varón, con un nivel de instrucción/académico medio y
residente en núcleos urbanos. No hay especiales diferencias en los niveles de
consumo según el tipo de ocupación y la clase social.

Aunque el consumo de cocaína es una conducta mayoritariamente masculina, su


uso se está extendiendo entre las mujeres jóvenes. De hecho, entre los
estudiantes de Secundaria el porcentaje de chicas consumidoras es ligeramente
superior al de los chicos.

El licor

La producción de licores data desde tiempos antiguos. Los documentos escritos


se lo atribuyen a la época de Hipócrates quien decía que los ancianos destilaban
hierbas y plantas en particular por su propiedad de cura de enfermedades o como
tonificantes.

La historia de los licores como los conocemos se remonta al siglo XIII cuando
fueron desarrollados por físicos, alquimistas y monjes como remedios medicinales,
pociones amorosas, afrodisíacos y cura problemas. A mediados del siglo XIV la
peste negra acabó con un tercio de la población europea en tan sólo siete años.
Esta catástrofe impulsó la demanda de medicina en toda Europa forzando la
creación de centros de aprendizaje y aumentando la producción para satisfacer las
demandas de los monasterios, centros de fundamentales de curación de la época.
Junto con este incremento también fue en alza el conocimiento de la destilación y
con el tiempo traspaso las barreras de los centros y monasterios para ir al mundo
comercial.

En el siglo XV son los italianos los que mantienen la vanguardia de la producción


de licores, este impulso va de la mano de las casas nobles. Es gracias a una de
esta noble llamada Catalina de Médici y su matrimonio con Enrique II de Francia
que se introduce en la corte francesa el consumo de licores, llevando a este país a
ser una potencia de la industria.

Durante la época victoriana, siglo XIX, beber licores al final de la comida se hizo
muy popular y los fabricantes empezaron a producir una gran variedad de tipos
utilizando frutas, especias y flanes. Es a mediados del siglo XX cuando aparece,
gracias a los avances tecnológicos, una explosión de licores de colores brillantes y
nuevos sabores o licores con base de crema de leche.

En la actualidad el universo de los licores es ilimitado, es la imaginación en si de


los creadores más todo el potencial de posibles elementos que se puedan utilizar
para generar aromas y sabores.

Origen del Nombre

La palabra Licor proviene del latín liquor o liquoris que significa cualquier producto
líquido. Mantiene un origen común con el verbo liquare que significa disolver.
Ambos conceptos están directamente relacionados con el proceso que envuelve la
creación de los licores como los conocemos hoy en día, la disolución y maceración
de aromas de frutas, flores, hierbas, semillas, cortezas, raíces, bayas, jugos u
otras sustancias aromatizantes naturales.

Definiendo Licores con más claridad diremos que son bebidas hidroalcohólicas
aromatizadas obtenidas por maceración, infusión, percolación o destilación de
diversas sustancias vegetales naturales con alcoholes destilados aromatizados o
por adiciones de extractos, esencias o aromas, o por la combinación de ambos,
coloreados o no, con una generosa proporción de azúcar.
La distinción entre licor y bebida alcohólica o espirituosa no es simple,
especialmente porque en la actualidad muchas bebidas espirituosas están
disponibles con sabores dulces. El contenido de alcohol tampoco es una
característica distintiva, la mayoría de los licores tienen menos grados alcohólicos
que los destilados, pero algunos licores pueden tener hasta 55 grados (absenta,
por ejemplo).

Se debe tener cuidado con la ingesta de este tipo de bebidas, ya que normalmente
su sabor y su contenido en azucares hace que quien la bebe no perciba su alta
graduación ni el aporte calórico.

Modo de consumo

Su forma de consumo es por vía oral, de forma que el alcohol es absorbido a


través del tracto gastrointestinal. Se estima que un 20% del alcohol ingerido será
absorbido al llegar al estómago y el porcentaje restante en el intestino delgado.

El alcohol es la sustancia que con mayor facilidad se puede hacer una


equivalencia de su consumo y los riesgos que tiene para el consumidor. Esto se
puede realizar gracias a que el alcohol se puede cuantificar en Unidades de
Bebida Estándar (UBE).

Efectos por consumo

El alcohol etílico es un depresor del sistema nervioso central, es decir, que


ralentiza las funciones vitales (que no es lo mismo decir que produce depresión
como un estado de salud mental). Por lo que ingiriendo grandes cantidades de
alcohol, los efectos depresores se agudizan apareciendo dificultades para hablar y
andar, vértigos, vómitos, temblores y disminución del nivel de conciencia, que
puede llevar eventualmente al coma y la muerte por parada cardiorrespiratoria).

Efectos inmediatos/corto plazo


Al cabo de los cinco minutos del consumo, el alcohol ya puede detectarse en la
sangre y alcanza los picos máximos de concentración entre los 30 y los 90 – 180
minutos.

En esta línea, el consumo de alcohol produce unos síntomas que se suceden en


un proceso en el que se distinguen varias fases:

Fase de excitación: Aparece al principio. Se caracteriza por euforia, facilidad para


expresar los sentimientos, pérdida de inhibiciones y locuacidad.

Fase hipnótica: A medida que vamos bebiendo y aumenta la concentración de


alcohol en sangre se produce descoordinación motora y alteraciones del equilibrio,
confusión mental, habla pastosa y no congruente, irritabilidad, mareos, náuseas,
vómitos, y un enlentecimiento de la respiración y el pulso cardíaco.

Estas dos primeras fases van también acompañadas de otras manifestaciones


físicas como enrojecimiento facial, dilatación de la pupila y sudoración.

Fase anestésica: Si se continúa bebiendo, hay una pérdida de la conciencia, de


los reflejos y del control de esfínteres; la debilidad muscular se va generalizando
así como las dificultades respiratorias llegando a un estado de aturdimiento y
coma.

Fase bulbar: Cuando la intoxicación alcohólica avanza puede producirse una


parada cardio-respiratoria y la muerte de la persona.

Los efectos de su consumo desaparecen, aproximadamente a las 6 horas, la


velocidad de eliminación depende de tu peso y sexo, pero suele ser de 1 copa por
hora.

INTOXICACIÓN AGUDA: En el momento en que alguno de los síntomas


mencionados anteriormente aparezcan, se debe parar de beber inmediatamente,
tomar vitamina B (zumos y fruta) y, en caso de que la persona se encuentre mal,
acudir inmediatamente al médico. Que no te de miedo llamar al médico o a una
ambulancia. La aparición de arcadas y/o vómitos significa que el organismo no
tolera más alcohol, por lo que si bebes tras vomitar, la noche puede acabar mal.

Efectos a largo plazo o crónicos

El consumo excesivo y recurrente de alcohol puede provocar importantes


problemas de salud, conflictos familiares y sociales. Estos efectos pueden
presentarse incluso en el caso de personas que no hayan desarrollado una
dependencia y, por tanto, no sean consideradas alcohólicas. Destacan los
siguientes:

 Hipertensión arterial
 Alteraciones del sueño
 Gastritis
 Agresividad
 Úlcera gastroduodenal
 Depresión
 Cirrosis hepática
 Disfunciones sexuales
 Cardiopatías
 Deterioro cognitivo
 Encefalopatías
 Demencia
 Cáncer
 Psicosis

Una de las consecuencias más graves del consumo excesivo de alcohol es el


alcoholismo o dependencia alcohólica. Se trata de una enfermedad caracterizada
por el consumo incontrolado de bebidas alcohólicas a un nivel que interfiere con la
salud física o mental de la persona y con sus responsabilidades familiares,
laborales y sociales.

El riesgo de desarrollar alcoholismo depende de varios factores, a destacar:


La vulnerabilidad individual: los hijos de padre o madre alcohólica tienen un mayor
riesgo de desarrollar problemas con el alcohol, sobre todo si son varones.
También tienen más riesgo aquellos que lo utilizan para aliviar el malestar
psicológico o superar sus problemas personales.

La edad de inicio: cuanto antes se empieza a beber, más riesgo existe de


desarrollar dependencia en la edad adulta.

La cantidad que se bebe: aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS)


indica que no hay una cantidad “segura” por debajo de la cual no haya riesgos, se
establecen tres categorías de bebedores en función de la cantidad ingerida: alto,
medio y bajo riesgo.

Consecuencias por la abstinencia

Se refiere a los síntomas que se pueden presentar cuando una persona que ha
estado consumiendo alcohol en exceso regularmente de pronto deja de beber
alcohol.

Causas

La abstinencia alcohólica se presenta con mayor frecuencia en adultos. Sin


embargo, puede darse en adolescentes o en niños.

Cuanto más beba usted regularmente, más propenso será a presentar los
síntomas de abstinencia alcohólica cuando deje de tomar.

Usted puede tener síntomas de abstinencia más graves si presenta algunos otros
problemas de salud.

Síntomas

Los síntomas de abstinencia del alcohol se presentan por lo regular al cabo de 8


horas después del último trago, pero pueden ocurrir días más tarde. Por lo
general, alcanzan su punto máximo en 24 a 72 horas, pero pueden continuar
durante semanas.
Los síntomas comunes incluyen:

 Ansiedad o nerviosismo
 Depresión
 Fatiga
 Irritabilidad
 Sobresaltos o temblores
 Altibajos en el estado de ánimo
 Pesadillas
 No pensar con claridad

Otros síntomas pueden incluir:

 Sudoración, piel fría y húmeda


 Pupilas agrandadas (dilatadas)
 Dolor de cabeza
 Insomnio (dificultad para dormir)
 Pérdida del apetito
 Náuseas y vómitos
 Palidez
 Frecuencia cardíaca rápida
 Temblor en las manos y otras partes del cuerpo

Una forma grave de abstinencia alcohólica llamada delirium tremens puede


causar:

 Agitación
 Fiebre
 Ver o sentir cosas que no existen (alucinaciones)
 Convulsiones
 Confusión intensa

Como se percibe su consumo en la actualidad.


El consumo de bebidas alcohólicas en las reuniones sociales es frecuente en
muchos lugares del mundo, pero puede tener consecuencias sanitarias y sociales
negativas relacionadas con sus propiedades tóxicas y la dependencia que puede
producir.

Además de las enfermedades crónicas que pueden contraer quienes beben


grandes cantidades de alcohol a lo largo de varios años, el consumo de alcohol
también se asocia a un aumento del riesgo de padecer afecciones agudas, tales
como las lesiones, y en particular las provocadas por accidentes de tránsito.

Explicación subjetiva 

El uso de la droga no es intrínsecamente ilícito. De tal manera es así que a veces


se permite el uso de la morfina para los enfermos graves y moribundos. Sin
embargo, es muy peligroso y no se puede recurrir a ella si no es por motivos muy
graves; nunca por simple placer o por deseo de evadirse de la realidad,
escapando de las responsabilidades propias. Hay que distinguir claramente el uso
terapéutico de la droga del uso llamado superfluo. - Uso terapéutico: Es lícito
suministrar dosis de narcóticos o de estupefacientes a un enfermo grave o
moribundo para aliviar sus dolores físicos y para animarlo moralmente. Como
condición, es importante que haya dado su consentimiento y haya previsto sus
propias obligaciones religiosas y sociales.
Además de ser estudiante de la carrera de psicología soy trabajadora en una
farmacia, el tema me intereso ya que se comenta acerca del uso por ejemplo de la
morfina para enfermos, y también cuando nombre en el trabajo acerca del
laboratorio Bayer el ser el que dio nombre a la heroína.

Desde mi punto de vista puedo decir que el conocer cada día mas acerca de las
drogas y el licor nos hace tener la información como para estar consientes al
momento de consumo, hoy en dia cada dia hay mas preocupaciones, estrés,
problemas familiares, depresión, motivos por el cual la gente puede ser la manera
de que se realice este consumo, yo soy partidaria de decir que el uso de estas
drogas son más los efectos negativos que los positivos de lo cual no estoy de
acuerdo en decir que es algo sano también es por ello que no se permite en
muchos países.

Todo aquel que cae ya sea en las drogas como mariguana, heroína, cocaína, o el
licor parte de algún vacio, de alguna herida no sanada, y tratan de ocultar ese
dolor o buscar una salida de esta manera, creyendo que esto va a mejorar su vida
cuando la verdad es que muchos como lo vimos en este trabajo terminan
padeciendo de muchas enfermedad y peor aun la muerte además del daño
cometido a la sociedad.

Como futura psicóloga me gustara ayudar a la gente que padece de este tipo de
adicción y me gustaría traer luz a sus vidas y claridad al mundo a que se radique
esto, si cada persona hablara así sea en tu comunidad en los daños del mismo, la
sociedad cambiaria.

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