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Los miomas son tumores benignos que se producen en la matriz útero que pueden
variar en sus formas, tamaños y ubicaciones; es decir que son crecimiento anormales en el
útero que no siempre son cancerosos pero si dolorosos o con sangrados abundantes. En la
mayoría de las situaciones se realizan intervenciones quirúrgicas para extirparla
porque generalmente este se vuelve a regenerar, entonces para evitarlo se extrae el
órgano dañado.
Si bien hay medicación que pueden disminuir el tamaño del mioma y alivian los indicio,
teniendo en cuenta que la medicación debe estar controlada por el ginecólogo porque su uso
es limitado, así mismo uno de los motivos por los cuales puede ser causado es por una
excesiva estimulación de los estrógenos que actúan en las fibras musculares del útero que
responden de modo extrema; entonces se reproducen y se forma el tumor. Los síntomas
van a depender de la ubicación, tamaño y cantidad de tumores:
• subserosos esto es cuando comprimen órganos de la zona
• intramurales al comprimir los plexos arteriales producen abundantes hemorragias o
menstruaciones y en algunos casos tiene relación con la esterilidad
• cervicales cuando se producen dentro del útero
• intreligamentarios está dentro de los ligamentos que sostienen el útero
• submucosos al deformar la cavidad uterina ocasionan una hiper-poli menorrea.
Acorde a los indicios que le has comentado, el profesional realiza un tacto vaginal para
comprobar el aumento del tamaño del útero y la irregularidad en la superficie; a su
vez se complementa con estudios de laboratorio con la ecotomografía (la clásica
transabdominal o la transvaginal) luego de esto se decidirá si se le realiza a la paciente la
extirpación del útero (matriz) o se aplican otros tratamientos previos a quitar el órgano
afectado son:
• dieta sin grasas, con abundantes fibras y ejercitación leve para reducir el tamaño del
mioma
• dispositivo europeo para disminuir tamaño e impedir el crecimiento en volumen o
cantidad con la liberación del nervonegestrel (mirena)
• combinación de ginseng con hierbas de ruibarbo, canela y algas marinas
• complementar la vitamina E con el anamu
• acupuntura etc.
Entre el 30y 40 % de las mujeres padecen miomatosis uterina, no hay causas médicas que
las investigaciones puedan certificar porque ciertas mujeres lo padecen y otras que lo
tienen en los genes no lo desarrollan; en determinados organismos la anemia u otras
razones psicológicas activan células que clínicamente no lo harían. La transformación del
quiste deriva en complicaciones que hacen que un tratamiento quirúrgico por vía
laparotómica o videolaparoscópica.
Imagen: Drbatiza
Los miomas uterinos pueden presentarse de formas muy distintas en diferentes mujeres; por
ello, el tratamiento debe ser individualizado y consensuado entre el médico y la paciente,
valorando todas las ventajas e inconvenientes en cada caso. Pero de forma general, los
distintos tratamientos disponibles sería:
1- Conducta expectante y observación:
Cuando los miomas son de pequeño tamaño (menor de 5cm) y la mujer está asintomática
(con reglas normales y sin dolores), se puede hacer un tratamiento consevador, acudiendo
una vez al año a revisiones con un riguroso control clínico y ecográfico.
Hay que advertir a la mujer de los posibles síntomas que pueden aparecer y aconsejarla que
acuda a revisiones anuales aun cuando no los presente.
Existe también un tratamiento médico sintomático, cuando sólo aparecen leves alteraciones
menstruales o molestias pélvicas pero que no repercuten en la calidad de vida y el mioma es
pequeño (menor de 5-6cm). Consistiría en tratar con inhibidores de la fibrinolisis para
evitar la hipermenorrea (regla muy abundante), si existe anemia suplementar con hierro y
ácido fólico y uso de AINEs (antiinflamatorios no esteroideos p.ej. ibuprofeno) si presenta
molestias pélvicas.
2- Tratamiento quirúrgico: Existen dos vertientes del mismo
La histerectomía (quitar el útero), que supone la pérdida de la capacidad reproductiva pero
que evita la recurrencia de miomas.
La miomectomía (quitar sólo el mioma), que permite a la mujer poder quedarse embarazada
pero con el riesgo de una posible recurrencia de los miomas. Estudios han comprobado que
tras la miomectomía el 50% de las mujeres quedan gestantes, en el 15% recurren los
miomas y el 10-11% volverán a reintervenirse.
Hoy la miomectomía de pequeños miomas puede realizarse por laparoscopia (cirugía
endoscópica) y algunos pequeños submucosos pueden quitarse por histeroscopia (a través
del cuello del útero), sin someterse al riesgo de una laparotomía (cirugía abierta).
3- Tratamiento médico:
Ha ido evolucionando pero hoy podemos hablar de los análogos de la GnRh. Éstos, dados
de forma continua (sin pulsos) desensibilizan el gonadotropo disminuyendo la síntesis de
LH y FSH produciendo un cuadro de amenorrea e hipogonadismo (disminución de
estrógenos y progesterona) que se podría traducir como un estado de “menopausia”.
Puesto que los miomas uterinos son estrógenos- dependientes, con este tratamiento
disminuyen su volumen a la mitad y mejora la clínica, pero tienen dos inconvenientes:
- Recidivan al cesar el tratamiento, por lo que deberían darse los análogos indefinidamente
- Pero no se puede mantener a una mujer joven en un estado de “menopausia” durante
mucho tiempo (no más de 4 meses) porque sufren los efectos secundarios de la misma
(sofocos, nerviosismo, sequedad vaginal, alteraciones oseas…)
Por tanto, sólo están indicados durante un corto perido de tiempo (por ejemplo previo a la
cirugía para facilitarla) y sólo a largo plazo en casos muy seleccionados (alto riesgo
quirúrgico o edad perimenopáusica y algo de riesgo).
4- Novedades:
Para evitar los efectos secundarios de un estado menopáusico, se ha estudiado administrar
los análogos de GnRh durante dos meses, hasta que disminuye el tamaño del mioma y
luego establecer una terapia suplementaria (Add-Back-Therapy) que mantiene el mioma con
un tamaño reducido.
Por otro lado, la embolización de las arterias uterinas mediante angiografía está teniendo
buenos resultados y muchos de ellos desaparecen. El único inconveniente es que la necrosis
del mioma es muy dolorosa y se ha de mantener la epidural unos dias para evitarlo.
Los miomas uterinos pueden presentarse de formas muy distintas en diferentes mujeres; por
ello, el tratamiento debe ser individualizado y consensuado entre el médico y la paciente,
valorando todas las ventajas e inconvenientes en cada caso. Pero de forma general, los
distintos tratamientos disponibles sería:
1- Conducta expectante y observación:
Cuando los miomas son de pequeño tamaño (menor de 5cm) y la mujer está asintomática
(con reglas normales y sin dolores), se puede hacer un tratamiento consevador, acudiendo
una vez al año a revisiones con un riguroso control clínico y ecográfico.
Hay que advertir a la mujer de los posibles síntomas que pueden aparecer y aconsejarla que
acuda a revisiones anuales aun cuando no los presente.
Existe también un tratamiento médico sintomático, cuando sólo aparecen leves alteraciones
menstruales o molestias pélvicas pero que no repercuten en la calidad de vida y el mioma es
pequeño (menor de 5-6cm). Consistiría en tratar con inhibidores de la fibrinolisis para
evitar la hipermenorrea (regla muy abundante), si existe anemia suplementar con hierro y
ácido fólico y uso de AINEs (antiinflamatorios no esteroideos p.ej. ibuprofeno) si presenta
molestias pélvicas.
2- Tratamiento quirúrgico: Existen dos vertientes del mismo
La histerectomía (quitar el útero), que supone la pérdida de la capacidad reproductiva pero
que evita la recurrencia de miomas.
La miomectomía (quitar sólo el mioma), que permite a la mujer poder quedarse embarazada
pero con el riesgo de una posible recurrencia de los miomas. Estudios han comprobado que
tras la miomectomía el 50% de las mujeres quedan gestantes, en el 15% recurren los
miomas y el 10-11% volverán a reintervenirse.
Hoy la miomectomía de pequeños miomas puede realizarse por laparoscopia (cirugía
endoscópica) y algunos pequeños submucosos pueden quitarse por histeroscopia (a través
del cuello del útero), sin someterse al riesgo de una laparotomía (cirugía abierta).
3- Tratamiento médico:
Ha ido evolucionando pero hoy podemos hablar de los análogos de la GnRh. Éstos, dados
de forma continua (sin pulsos) desensibilizan el gonadotropo disminuyendo la síntesis de
LH y FSH produciendo un cuadro de amenorrea e hipogonadismo (disminución de
estrógenos y progesterona) que se podría traducir como un estado de “menopausia”.
Puesto que los miomas uterinos son estrógenos- dependientes, con este tratamiento
disminuyen su volumen a la mitad y mejora la clínica, pero tienen dos inconvenientes:
- Recidivan al cesar el tratamiento, por lo que deberían darse los análogos indefinidamente
- Pero no se puede mantener a una mujer joven en un estado de “menopausia” durante
mucho tiempo (no más de 4 meses) porque sufren los efectos secundarios de la misma
(sofocos, nerviosismo, sequedad vaginal, alteraciones oseas…)
Por tanto, sólo están indicados durante un corto perido de tiempo (por ejemplo previo a la
cirugía para facilitarla) y sólo a largo plazo en casos muy seleccionados (alto riesgo
quirúrgico o edad perimenopáusica y algo de riesgo).
4- Novedades:
Para evitar los efectos secundarios de un estado menopáusico, se ha estudiado administrar
los análogos de GnRh durante dos meses, hasta que disminuye el tamaño del mioma y
luego establecer una terapia suplementaria (Add-Back-Therapy) que mantiene el mioma con
un tamaño reducido.
Por otro lado, la embolización de las arterias uterinas mediante angiografía está teniendo
buenos resultados y muchos de ellos desaparecen. El único inconveniente es que la necrosis
del mioma es muy dolorosa y se ha de mantener la epidural unos dias para evitarlo.