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EL TESTIMONIO
COMO GÉNERO LITERARIO
Novela testimonio o Novela no ficción es un género literario híbrido que
mezcla la novela tradicional y el discurso testimonio (proveniente de
los estudios de historiografía). Al igual que otros géneros literarios de
la posmodernidad, la novela testimonio presenta características de
ambos géneros. También se lo ha llamado Relato Real, o "relato meta
ficcional". En definitiva, es un relato literario pero de factura
periodística.
El testimonio latinoamericano de prisión política y tortura ha sido abordado desde distintos puntos de vista
disciplinares: psicológico, literario, etnográfico, antropológico, filosófico e histórico. La perspectiva literaria
ha sido una de las más productivas, no obstante, a pesar de haber logrado importantes avances, se
detuvo ante ciertas dificultades teóricas específicas, dejando en ciernes varias líneas de interpretación del
corpus testimonial. El rescate de esas líneas hace necesario abordar el testimonio desde una apertura
interdisciplinaria que, partiendo del análisis textual, se desplace hacia otros niveles de lectura, como el
histórico y el filosófico. Para ello propongo considerar el testimonio de prisión política y tortura como un
texto portador de sentidos, no solo a través de los hechos que
narra, sino especialmente de las formas escogidas por quien
testimonia para dar un cauce significativo a su experiencia. Esto
implica comprenderlo, más que como un transmisor o vía de acceso
expedita al referente, como un operador de estructuras narrativas,
facultad que le que permite dar contorno a situaciones extremas
para las cuales la pura denotatividad del lenguaje no es nunca
suficiente.
El testimonio literario cobró centralidad en los círculos académicos latinoamericanos a finales de la década
de 1980. Pese a lo cuantioso de la crítica dedicada desde ese momento al género, su discusión básica, en
torno a su estatuto y al corpus textual que delimitaría, no se encuentra saldada. Así, se atribuye al
testimonio una notoria flexibilidad en la descripción de materiales textuales y de los procesos históricos a
que estos reenvían.
Una definición del testimonio debería tal vez apuntar hacia la peculiaridad de su origen. Es, casi siempre,
una imagen narrativizada que surge, de una atmósfera de represión, ansiedad y angustia, como también
en momentos de exaltación heroica, en los avatares de la organización guerrillera, en el peligro de la
lucha armada. Más que una interpretación de la realidad esta imagen es, ella
misma, una huella de lo real, de esa historia que, en cuanto tal, es inexpresable.
La imagen inscrita en el testimonio es un vestigio material del sujeto.
Mabel Moraña es una de las teóricas que mejor ha sabido recoger, desde mi
punto de vista, los aspectos distintivos del género. Tan sólo señala tres
características, pero son tan generales que comprenden tanto a los testimonios
mediatos cuanto a los testimonios de denuncia y los que tienen una mayor
elaboración literaria.
Por último, el tercer rasgo constitutivo es la “relación ficción/realidad”, ineludible al referirse al “valor de
verdad, que se otorga en el pacto de lectura al enunciado testimonial”. Me temo que este aspecto podría
escindirse en dos polémicas creadas en torno al género: la ficcionalización de la memoria y la participación
del testimonio en el ámbito de lo literario, y el valor histórico que lo convierte en un documento
imprescindible para hacer justicia y completar la interpretación histórica que se hace de una época.
Pese a la necesidad de ir matizando los asertos señalados por Mabel Moraña, a mi parecer, logra recoger
los rasgos distintivos de la modalidad discursiva testimonial en
cualquiera de sus tipologías. Aun así, será necesario ahora
analizar las distintas genealogías que se han propuesto para
justificar el testimonio como un género inscrito en la evolución
histórico literaria de Latinoamérica.
La propuesta taxonómica
D. Una vertiente testimonial que aprovecha más abiertamente los recursos, medios y métodos de
otros géneros y aún de otras formas artísticas.
La novela testimonial
La novela testimonial tiene un carácter historiográfico, pero a la vez subjetivo: es
un alto en la historia para apreciar un fragmento individual y contextualizado de
ella en su desnudez: es una expedición hacia la verdad de un asunto, en forma de
lucha personal, donde el “Yo” cobra una importancia vital en su elaboración,
creando así un género literario que mezcla ficción e historia, mediante vivencias
personales de un personaje, de forma que se crea una historia valorativa, casi
siempre de carácter aflictivo, rememorando una época difícil, y a menudo con fines
catárticos, bien para el escritor o bien para los lectores.
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1. ¿Por qué actualmente se considera al testimonio como género literario?
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2. De acuerdo a lo leído, Realice una definición del testimonio y el testimonio como género literario.
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3. Menciona las 3 características esenciales sobre este el testimonio como género literario.
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6. Realiza una breve entrevista a alguien de tu familia y con los resultados obtenidos redacta un breve
relato (en tu cuaderno)