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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales


Ezequiel Zamora
(UNELLEZ)
Doctorado en Gerencia Avanzada.

Los principios de la complejidad

Facilitadora:
Dra. Mariela Raimundo

Autoras:
MSc. Virginia Gutiérrez
C.I: 15.018.764
MSc. Nancy Torres
C.I: 10.324.401

San Carlos, junio 2021


República Bolivariana de Venezuela
Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales
Ezequiel Zamora
(UNELLEZ)
Doctorado en Gerencia Avanzada

Resumen

El objetivo de este ensayo es plantear de una práctica, sencilla y ecología de


saberes sobre los principios de la complejidad y su conexión con los paradigmas
considerados como tradicionales. En primera instancia se ofrece una perspectiva
de lo que se entiende por complejidad, seguida de un breve abordaje sobre la
sistematización de conceptos entre los principios de la complejidad. Como método
de investigación se utilizó la hermenéutica. En conclusión, el documento integra un
diálogo epistemológico que guía a repensar sobre lo que es el pensamiento
complejo y sus principios, desde una perspectiva compleja y transdisciplinar.
Introducción

Hoy en día, la sociedad ha incrementado la complejidad del mundo.


Comprenderlo, analizarlo y vivirlo implica construir, desde la alteridad, una nueva
forma de pensar lo pensado. Es evidente la necesidad de un mundo y sociedad que
permita re-aprender conocimientos apegados a la realidad en la que se vive, que
logre comprender este mundo cambiante y complejo, porque a partir de la
complejidad de los sujetos u objetos se puede empezar a reorganizar desde un
enfoque sistémico, transdisciplinar y crítico, con la finalidad de poner en práctica
una enseñanza y aprendizaje que no mutile el conocimiento y enseñe a convivir en
un ambiente de armonía.

El autor Edgar Morín considera que la base de la crisis que está atravesando la
humanidad es una crisis cognitiva, por lo que afirma que “nuestro modo de
conocimiento no ha desarrollado suficientemente la aptitud para contextualizar la
información e integrar en un conjunto que le dé sentido” (Morin, 1994). Se considera
crisis cognitiva, puesto que no se tiene la capacidad de abordar un determinado
problema desde diferentes perspectivas. Esto se debería a la sobreabundancia de
información, a la fragmentación, a las disciplinas que no se comunican, a un
predominio de la hiperespecialización, que rompe el tejido complejo de lo real, y con
un predominio de lo cuantificable que solo busca asegurar en el sistema de
Educación lo que algunos llaman cientificidad a través de la medición.

Para iniciar la construcción de este camino regenerador de procesos, se


considera oportuno ayudarse de paradigmas como el crítico, complejo, sistémico,
que conduzcan hacia la creación de un pensamiento transdisciplinar, dinámico,
abierto a nuevos desafíos, que trascienda el paradigma de la simplificación y
disyunción. Se tiene claro que el cambio de paradigma crea la necesidad de una
transformación metodológica, empezando desde la redefinición y planificación de
las diferentes formas de pensamiento, desde un enfoque sistémico, con la finalidad
de crear conexiones entre el individuo y la sociedad, para construir aprendizajes
significativos que ayuden a resolver los problemas de la vida real.
El paradigma de la complejidad

El indetenible paso del tiempo nos ha dejado como legado un sin fin de
desarrollos del conocimiento, las distintas disciplinas han evolucionado abriendo
paso a formas alternativas de pensar, sometiendo a crítica el paradigma de la
ciencia clásica, el cual se ha caracterizado predominantemente por el
reduccionismo y el determinismo, surgiendo producto de estas diatribas el
paradigma de la complejidad.
Para el autor Roa (2006), el comportamiento de la sociedad cambia, así como
también la forma de elaborar conocimiento en las investigaciones (…) el ritmo
acelerado de producción de conocimiento, las ideas de formación en valores,
competitividad, globalización, interdisciplinariedad, transdisciplinariedad y
metadisciplinariedad. Para este autor “Existe complejidad cuando no se pueden
separar los componentes diferentes que constituyen un todo (como lo económico,
lo político, lo sociológico, lo psicológico, lo afectivo, lo mitológico) y cuando existe
tejido interdependiente”.
El paradigma de la complejidad se ha manifestado como un nuevo lineamiento
en la forma de pensar el mundo, orientando el conocimiento de la realidad y la
formación de criterios que permiten cambiarla, ofreciendo nuevas maneras de
sentir, actuar y pensar. Al mismo tiempo refleja una ideología orientadora de valores,
a través de una perspectiva ética de pensamientos, por medio de la construcción
del conocimiento y de acciones.
Morín, citado por Elorriaga, Lugo y Montero (2012) señala que:

El paradigma de la complejidad se refiere a un pensamiento que relaciona e


integra las partes con el todo, de manera que el objeto de conocimiento se
concibe dentro de la globalidad a la que pertenece. En ésta, todos los
eventos están conectados e interactúan; se produce una continuidad: en la
realidad todo sucede y fluye, evoluciona, toda conclusión pasa a ser un
principio. En el proceso de búsqueda de la verdad, al generar conocimiento
también se genera desconocimiento, incertidumbre, ignorancia; esta verdad
no es definitiva, será superada por otra, es una verdad momentánea.
Transcurría el año 1994 cuando Morín establece tres principios que, según él,
nos ayudarían a pensar en la complejidad, estos principios son: el dialógico,
recursivo y hologramático. En el primero, la dimensión dialógica: las partes dialogan
entre ellas, se relacionan; el segundo es el de la recursividad: todas las acciones
logran mantenerse en el sistema y se revierten; por último, el principio
hologramático, o de implicación, que corresponde a la integración del todo en cada
parte y viceversa.

Principio dialógico

Este se encuentra referido al diálogo, a la relación que se establece para buscar


entendimiento entre las partes. Para Llarandi (2018) el principio dialógico “Consiste
en asociar dinámicamente factores que son al mismo tiempo contradictorios y
complementarios y no ver entre ellos una incoherencia insuperable.” es decir, se
refiere a la relación entre términos opuestos, pero que a la vez pueden, en algún
momento, ser compatibles y coexistir, permitiendo establecer relaciones complejas.
En lo dialógico, la complementariedad se define sobre la base de la conexión, la
contribución, la cooperación, lo que uno que tiene le aporta al otro que no tiene; esta
complementariedad se basa en la asociación compleja de elementos que se
necesitan mutuamente para la existencia, el funcionamiento y el desarrollo de un
fenómeno organizado. Elorriaga, Lugo y Montero (2012).
A criterio de Morin (1994), en el principio dialógico están asociados dos términos
complementarios y antagonistas, permitiendo mantener la dualidad dentro de la
unidad, como la existencia simultánea y complementaria del orden y el desorden, lo
que hace factible la información que lleva a la organización; presenta la
complementariedad entre la permanencia y el cambio, posibilitando la estabilidad.
El conocimiento es el resultado de una dinámica constante, que se deriva de un
diálogo continuo entre los individuos y el entorno, sujeto siempre a la incertidumbre.
Principio de recursividad organizacional

La recursividad se genera cuando el efecto influye en la causa que lo ha


producido. La idea recursiva es, una idea que rompe con la idea lineal de
causa/efecto, de producto/productor, de estructura/superestructura, porque todo lo
que es producido reentra sobre aquello que lo ha producido en un ciclo en sí mismo
auto constitutivo, auto-organizador, y autoproductor. A decir de Morin (1994) “El
proceso sexual produce individuos, los cuales producen al proceso sexual” y “los
individuos producen la sociedad que produce a los individuos”, son buenos ejemplos
para comprender el principio de recursividad.
El principio de recursividad es, pues, un principio de pensamiento fundamental
no solo para asir la retroacción de los productos sobre el productor, sino también
para reconocer y traducir, en términos de la teoría, aquellas entidades y
características que son productos a la vez que productores y causas del mismo
proceso que las produce: esto es un bucle recursivo.
Principio hologramático.

El principio hologramático nos guía y nos permite concebir una de las


características más sorprendentes e importantes de las organizaciones complejas:
En una organización, el todo está inscrito en cada una de sus partes. “El todo está
en la parte que está en el todo” (Morín) por ejemplo, una simple célula (parte) de un
organismo (todo), contiene toda la información esencial del mismo de tal forma que
podemos conocer todo el organismo en lo fundamental conocida la célula. Entonces
podemos enriquecer al conocimiento de las partes por el todo y del todo por las
partes, en un mismo movimiento productor de conocimientos.
Principio del bucle retroactivo o retroalimentación

Morín, citado por Estrada (2020), destaca que “la causa actúa sobre el efecto y
el efecto sobre la causa, como un sistema de calefacción en el que el termostato
regula el trabajo de la caldera”, en otras palabras, este principio facilita ver como la
causa actúa sobre el efecto; rompiendo la idea de la causalidad lineal, permitiendo
la expansión de la creación del conocimiento y la sistematización de los métodos.
Es por ello, que este principio guía a la observación de la causalidad circular
retroactiva del proceso de regulación de la dinámica estructural en el sistema
educativo, en donde los componentes educativos estarán en la capacidad de auto-
organizarse, involucrando diferentes aspectos que contribuirían a la transformación
educativa y, por ende, a la formación integral de los actores sociales inmersos en el
proceso de enseñanza y aprendizaje.
También, hay que mencionar, que se considera la realimentación como el
conocimiento de los procesos auto-reguladores que rompe con la causalidad lineal:
la causa actúa sobre el efecto y el efecto sobre la causa, es una causalidad circular
retroactiva. Este principio es comparable al homeostasis que se pudiera producir en
un organismo vivo, debido a que existe un proceso de autorregulación donde se
llega a un punto cero de equilibrio o hay una exageración de ciertos niveles del
mismo.

Principio de autonomía y dependencia


El ser humano pretende ser independiente sin perder la conexión con la
sociedad, cultura y la naturaleza; por ello Morín también lo denomina principio de
auto-eco-organización. Morín (1994) expone trae al caso la frase de Heráclito “vivir
de muerte, morir de vida”, según lo cual los seres vivientes se regeneran a partir de
la muerte de sus células para darle origen a otras nuevas, y así mantener el
equilibrio biológico; este principio pone en evidencia que los seres vivos tenemos la
capacidad de poder desarrollarnos con autonomía.
Por consiguiente, se considera que la sociedad del conocimiento debe pensar
una metodología que integre saberes científicos y no científicos como los artísticos,
ancestrales, religiosos, entre otros; que ayude a crear proyectos que den solución
a las problemáticas de la actualidad; una de las más abordadas en los últimos años
es el cambio climático y la sobreexplotación de los recursos naturales, problemas
que parecen ser cada día más grandes y no tener una solución efectiva. Ante estos
problemas existe la necesidad de cambiar la forma de pensar de la sociedad, y esto
se logra a través del cambio en el área educativa.
Es por ello que es evidente, que la sociedad no está siendo educada desde la
parte humanista, con una conciencia que invite a reflexionar de que todos somos
seres vivos y debemos aprender a convivir; de ahí nace la urgencia de plantear un
diálogo de saberes sobre la Educación que nos hace falta en este siglo XXI, la que
dé respuestas a la diversidad de interrogantes que la sociedad se plantea, con base
en diversidad, sostenibilidad, economía y calidad de vida, (Estrada, ob.cit.).

Principio reintroducción del sujeto


Este principio del que se conoce en todo conocimiento. Indica que todo
conocimiento es una reconstrucción/traducción que una mente/cerebro hace en una
cultura y un tiempo determinados. Es aquí donde la reintroducción del conocimiento
en todo conocimiento, se refiere a la restauración del sujeto como elemento central
en los procesos cognoscitivos. Para Morín (ob.cit.) “todo conocimiento es
reconstrucción/traducción por un espíritu/cerebro dentro de una cultura y un tiempo
dado”.
Este principio resulta principal, pues sintetiza todos los aportes de la
epistemología contemporánea que se expresan a través de una teoría del
observador, quien desde su condición biológica, espiritual y social reconstruye la
realidad de manera diversa. Bajo el nombre de constructivismo, esta modalidad
epistemológica será desarrollada más extensamente en un punto posterior del
trabajo, como consecuencia fundamental del pensamiento complejo propuesto por
Morín.
Finalmente es el propio Morín quien explícita su deuda con un conjunto de
disciplinas que le han permitido desarrollar su paradigma complejo; en este sentido,
señala: este pensamiento se elabora en la intersección de las disciplinas, a partir de
pensadores matemáticos (Wiener, Von Neumann, Von Foerster), termodinámicos
(Prigogine), biofísicos (Atlan), filósofos (Castoriadis). Este pensamiento ha sido
estimulado por las dos revoluciones científicas del siglo. La primera revolución
introdujo la incertidumbre con la termodinámica, la física cuántica y la cosmo-física,
ocasionando las reflexiones epistemológicas de Popper, Kuhn, Holton, Feyerabend,
que mostraron que la ciencia no era la certeza sino la hipótesis, que una teoría
probada no lo estaba definitivamente y permanece falsificable, que hay no-ciencia
(postulados, paradigmas, temáticas) en el seno de la cientificidad misma, (Estrada,
Ob.cit.).
Desde esa sensibilidad, previa a los postulados formales, este paradigma
explícito es una invitación a la reflexión sobre el futuro de la humanidad, como
proyecto que intenta alcanzar la paz entre los seres humanos y con el mundo natural
que los cobija. Proyecto que también hacía suyo la modernidad, pero que la
evidencia de la historia, sobre todo del siglo XX, se encarga de mostrar como
fracasado, en medio de guerras, exterminios étnicos, un desarrollo no regulado de
la técnica, y el predominio del sistema económico neoliberal como forma única de
un mal entendido progreso del hombre en sociedad.

Conclusiones

Las reflexiones que se ofrecen en este documento se sustentan en la necesidad


de repensar el pensamiento complejo y los principios que recaen sobre este,
específicamente el proceso de enseñanza y aprendizaje, puesto que este modelo
hacia la complejidad es unidireccional, considera un solo estilo de aprendizaje y
sobre todo conduce a una especialización en ciertas áreas de conocimiento, dando
lugar a la fragmentación de saberes.
Pues, se ve la necesidad de aplicar dicho modelo mediante un modelo flexible,
de diálogo, que permita a la persona ser el autor de su conocimiento, se toma como
fundamento el paradigma del pensamiento complejo, puesto que abre las puertas
al análisis y a la reflexión sobre la realidad de nuestro entorno, para a partir de ahí
crear nuevos constructos teóricos. También, invita a la sociedad a concientizar
sobre sus acciones, pues es necesario ya que, en la época actual, cada vez más se
pierden valores, ética y, en general, el sentimiento de solidaridad o compasión por
otros seres vivos; se considera que el cambio acelerado de este mundo ha dado
origen a seres humanos más individualistas y egoístas.
Para religar lo que está fragmentado y mostrar lo que ha ocultado el paradigma
cartesiano positivista (saberes no científicos), es necesario repensar la Educación
desde la filosofía y la cosmovisión, con la finalidad de pensar desde las mentes
creativas de los estudiantes, enfocados en la propia cosmología de los pueblos y
nacionalidades a los que pertenecen, sustentando este proceso en la epistemología
de la sabiduría, conocimiento, ciencia y tecnología.
El constante desafío es buscar las formas de llevar a la realidad humana hacia
los principios de la complejidad, y poder innovar el proceso de enseñanza y
aprendizaje, con la finalidad de enseñar a cuestionar la ‘verdad’, en este sentido
concordamos con Morín sobre el hecho de que ninguna verdad es absoluta, no
existe la única y última verdad, por lo que es necesario saber vivir con la
incertidumbre, con la posibilidad de que todo es posible según su contexto y la visión
del fenómeno. De ahí la necesidad de enseñar principios de estrategia que afronten
los riesgos, lo inesperado, lo incierto; pues es necesario aprender a navegar en un
océano de incertidumbres a través de archipiélagos de certeza y preparar nuestras
mentes para esperar lo inesperado y poder afrontarlo.
Referencias Consultadas

Elorriaga, Lugo y Montero. (2012) Nociones acerca de la complejidad y algunas


contribuciones al proceso educativo. [Consulta: 26 de junio de 2021]. Disponible
en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=99324907002
Estrada, A. (2020) Los principios de la complejidad y su aporte al proceso de
enseñanza. [Revista en línea]. [Consulta: 26 de Junio de 2021] Disponible en:
https://www.scielo.br/j/ensaio/a/b4CvmDH3fNCRvZT3K3MrQnj/?format=pdf&lan
g=es
Llarandi, C. (2018) Tres Principios de la Complejidad disponible en: [Consulta: 26
de Junio de 2021] Disponible en: https://profesionalesporelbiencomun.com/tres-
principios-del-pensamiento-complejo/
Morín, Edgar. (1994). Introducción al pensamiento complejo. Editorial Gedisa.
España.
Pereira, J. (2010) Consideraciones básicas del pensamiento complejo de Edgar
Morín, en la educación. [Revista en línea]. [Consulta: 24 de Junio de 2021]
Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4780956.pdf
Roa A. R. (2006). Formación de profesores en el paradigma de la complejidad.
[Revista en línea]. [Consulta: 25 de Junio de 2021] Disponible en:
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0123-
12942006000100010

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