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CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

SALA CIVIL PERMANENTE

CAS. N° 5531-2009
JUNÍN

Lima, veintiuno de octubre de dos mil diez.-

LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE


JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: con los acompañados, vista la causa
número cinco mil quinientos treinta y uno guión dos mil nueve en
audiencia pública llevada a cabo en el día de la fecha, y producida la
votación con arreglo a Ley, emite la siguiente sentencia:

1. MATERIA DEL RECURSO:


Se trata del recurso de casación interpuesto por la actora Enma Berlinda
Chamorro Balvín contra la Sentencia de Vista obrante a fojas quinientos
setenta y nueve, su fecha dieciocho de septiembre de dos mil nueve,
emitida por la Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de
Junín, que confirma la sentencia apelada que declara fundada la
demanda de divorcio por la causal de adulterio y fundada la reconvención
por la causal de imposibilidad de hacer vida en común, en consecuencia,
disuelto el vínculo matrimonial de la recurrente con Fernando Roger Haro
Vivas, celebrado el diecinueve de septiembre de mil novecientos noventa
y siete ante la Municipalidad Distrital de El Tambo, Provincia de
Huancayo, Departamento de Junín, con lo demás que contiene.

2. FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO


PROCEDENTE EL RECURSO:
Mediante la resolución de fecha veintiocho de abril último se ha declarado
procedente el recurso por la infracción normativa de carácter sustantivo
del artículo 333 inciso 11 del Código Civil, modificado por el artículo 2 de
la Ley 27495, aduciendo la recurrente que la correcta interpretación para

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dar lugar al divorcio por la causal de imposibilidad de hacer vida en


común, se sustenta en la tesis del matrimonio desquiciado o dislocado,
vale decir, la desavenencia entre los cónyuges debe alcanzar tal punto a
fin que no pueda alentarse esperanza alguna de reconstrucción del hogar
conyugal; según la causal de divorcio culpable regulada en la referida
Ley, la imposibilidad de hacer vida en común importa gravedad en la
intensidad y trascendencia de los hechos producidos que hace imposible
al cónyuge ofendido el mantenimiento de la convivencia y su
imputabilidad al otro consorte, quien con discernimiento y libertad frustra
el fin del matrimonio; agrega que el órgano superior para confirmar la
sentencia de primera instancia, únicamente se refirió al supuesto engaño
de la edad de la demandante al momento de celebrar el matrimonio civil,
respecto del cual asevera no hay prueba en absoluto de que tal alteración
pueda haber sido acto propio de la recurrente, sin embargo, fue el propio
reconviniente –llevado por el interés de contraer matrimonio con una
persona más joven- quien alteró la edad de su pareja en el expediente
prenupcial obrante en la Municipalidad Distrital de Tambo, situación que
acreditó con la partida de bautizo corriente a fojas ciento veinticinco y con
la declaración jurada del Reverendo Párroco de San Jerónimo que consta
a fojas ciento setenta y siete, de los que aparece que fue el reconviniente
quien alteró la edad de la impugnante, con lo cual se configura lo
dispuesto por el artículo 335 del Código Civil, que prescribe que ninguno
de los cónyuges puede fundar la demanda en hecho propio.

1. CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, en este caso, la demandante pretende el divorcio por la
causal de adulterio, mientras el cónyuge emplazado formuló reconvención
de divorcio por la causal de imposibilidad de hacer vida en común,
debidamente probada en un proceso judicial. Las instancias de mérito han

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declarado fundada tanto la pretensión invocada en la demanda como la


pretensión contenida en la reconvención, declarando disuelto el vínculo
matrimonial de la pareja. Sólo es objeto de impugnación el amparo de la
reconvención.
SEGUNDO.- Que, la reconvención sustentada en la causal de divorcio por
imposibilidad de hacer vida en común, debidamente probada en un
proceso judicial, tiene los siguientes fundamentos: el engaño que le hizo
la reconvenida sobre su real edad al momento de contraer matrimonio
civil, así se casó con ésta en el entendido que tenía treinta y uno y no
treinta y ocho años de edad; que producto de ello ha sido víctima de
indirectas y bromas de parte de sus familiares, amigos y compañeros de
trabajo, además el año mil novecientos noventa y nueve se produjo un
desencuentro generacional tanto de pensamiento, de actitud familiar y
vida activa sexual con la reconvenida, tornándose en insoportable la
relación matrimonial a partir del año dos mil, porque su cónyuge se
encontraba en la etapa de menopausia y climaterio; enfatiza que la
reconvenida ha tenido actitudes narcisistas; asimismo, aduce que los
sentimientos de venganza de su esposa lo ha indispuesto injustamente
ante las autoridades de sus centros de trabajo; también refiere que la
demandante inscribe su Documento Nacional de Identidad el treinta de
octubre de mil novecientos noventa y siete declarando su estado civil
como soltera y la ha promovido varios juicios, uno de ellos de alimentos
simulando no tener ingresos, a pesar de tener dos profesiones, así como
otros procesos penales de lesiones y falsedad genérica.
TERCERO.- Que, en la sentencia apelada, sobre la causal de
imposibilidad de hacer vida en común, debidamente probada en un
proceso judicial, se establece que el reconviniente al tomar conocimiento
de la edad real de la reconvenida, se encontró en una situación que ha
sido un motivo de resquebrajamiento de la relación conyugal y que se

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acredita con el informe psicológico obrante a fojas ciento cincuenta y


cinco del Expediente número dos mil tres guión mil setecientos cincuenta
y tres, sobre violencia familiar; también se valora el informe psicológico
practicado sobre la actora en el mismo Expediente acumulado con el
Expediente número dos mil tres guión dos mil ciento doce, sobre violencia
familiar. Asimismo, con posterioridad al retiro del hogar conyugal del
demandado, ocurrido el doce de septiembre de dos mil dos, la actora ha
propiciado que éste afronte no sólo problemas laborales en sus centros
de trabajo de la UPLA y ULADECH, como se indica en el escrito de
reconsideración obrante a fojas sesenta y cuatro y el oficio de
agradecimiento por servicios prestados corriente a fojas sesenta y siete,
sino también diversos procesos judiciales como el de alimentos a favor de
aquélla, la cual ha sido declarada infundada, y una denuncia por el delito
de falsedad genérica, que no generó la apertura de instrucción; que si
bien estos últimos actos no son susceptibles de ser considerados en la
causal invocada, dado que el demandante ya había incurrido en la causal
de adulterio, corrobora el proceder errado que ha tenido la reconvenida
contra el reconviniente. La sentencia de vista, además de reiterar lo
precedente, enfatiza que los maltratos físicos y psicológicos alegados por
la recurrente no tienen como causante al demandado, sino a factores
concomitantes de los que inicialmente generó la misma cónyuge
demandante, conforme quedó acreditado con el engaño de su edad,
siendo un factor subsecuente y adicional, la existencia de conflictos
provocados por el adulterio del demandado.
CUARTO.- Que, no constituye un motivo suficiente para sustentar el
divorcio por la causal de hacer vida en común, que la reconvenida
hubiese inducido a error en su edad al reconviniente, porque es obvio que
conocía de su identificación con la tramitación del expediente matrimonial
y la celebración misma del matrimonio. Inclusive el error en la edad de los

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contrayentes tampoco es motivo de anulabilidad del matrimonio, según se


infiere de lo estipulado por el artículo 277 inciso 5 del Código Civil.
QUINTO.- Que, en efecto, la causal de divorcio por imposibilidad de hacer
vida en común, debidamente probada en un proceso judicial, regulada por
el artículo 333 inciso 11 del mencionado Código Sustantivo, incorporado
por el artículo 2 de la Ley 27495, está referida a aquellas circunstancias
que debidamente advertidas y merituadas por el juez, determine la
imposibilidad de hacer vida en común, sustentándose en la inexistencia
de un clima de respeto y armonía que debe reinar en toda sociedad
conyugal. Se trata de la recepción legislativa, en nuestro sistema jurídico,
de la tesis del matrimonio desquiciado o dislocado. La casuística es
variada, como son los abusos de uno de los cónyuges contra el otro:
como no permitirle la entrada al hogar; actitudes impropias de un casado,
como las ausencias periódicas sin ánimo de abandonar el hogar
conyugal; cuestiones sexuales: ocultamiento de una esterilización
después del matrimonio; incumplimiento de deberes del matrimonio: falta
de sostenimiento económico por holgazanería (Alex Placido Vilcachagua:
Código Civil comentado por los cien mejores especialistas, Tomo II, editorial
Gaceta Jurídica, Lima, dos mil tres, página quinientos veintidós).
SEXTO.- Que, nuestro sistema jurídico no consagra el divorcio por
incompatibilidad de caracteres, sino que el cónyuge perjudicado podrá
invocar el divorcio por la causal de imposibilidad de hacer vida en común,
debidamente probada en un proceso judicial. En efecto, en la Casación
número 4895-2007 Lima, de fecha veinticinco de marzo de dos mil ocho,
publicada en el Diario Oficial El Peruano con fecha treinta de junio de ese
mismo año, este Supremo Tribunal ha señalado que debe tenerse
presente que los hechos con los que se pretende acreditar la causal de
imposibilidad de hacer vida en común, introducida por la Ley 27495, sólo
pueden ser invocados por el cónyuge agraviado, y no por el que los

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cometió. Asimismo, a pesar que la ratio legis de la norma fue la de


identificar y encasillar esta nueva causal con la incompatibilidad de
caracteres o de personalidades, se comprueba que ella no puede ser
invocada de esa manera, por cuanto los factores que determinan la
incompatibilidad no son exclusivamente de uno de los cónyuges sino de la
pareja, por lo que no puede pretenderse la incompatibilidad de caracteres,
pues se estaría vulnerando el articulo 335 del Código Civil.
SÉTIMO.- Que, en suma, se corrobora la Infracción Normativa Sustantiva
del artículo 333 inciso 11 del Código Civil, modificado por el artículo 2 de
la Ley 27495.

4. DECISION:
Por estos fundamentos:
a) Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto a fojas
seiscientos cuatro, en consecuencia, NULA en forma parcial la
Sentencia de Vista obrante a fojas quinientos setenta y nueve, su
fecha dieciocho de septiembre de dos mil nueve, que confirma la
sentencia apelada que declara fundada la demanda de divorcio por
la causal de adulterio y fundada la reconvención por la causal de
imposibilidad de hacer la vida en común, con lo demás que
contiene.
b) Actuando como sede de instancia: REVOCARON la sentencia
apelada corriente a fojas cuatrocientos ochenta y cinco, de fecha
doce de junio de dos mil ocho, en el extremo que declara fundada
la reconvención por la causal de imposibilidad de hacer la vida en
común, REFORMANDO la recurrida en dicho extremo, declararon
INFUNDADA la precitada reconvención; CONFIRMARON el
extremo que declara fundada la demanda de divorcio por la causal

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de adulterio, en consecuencia disuelto el vínculo matrimonial, con


lo demás que contiene.
c) ORDENARON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Enma Berlinda Chamorro Balvín, con Fernando Roger Haro Vivas y
el Ministerio Público, sobre Divorcio por Causal; y los devolvieron;
interviniendo como Juez Supremo ponente el señor Álvarez
López.-
SS.
ALMENARA BRYSON
LEÓN RAMIREZ
VINATEA MEDINA
ÁLVAREZ LÓPEZ
VALCÁRCEL SALDAÑA

hmf/svc

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LA PONENCIA DEL SEÑOR ÁLVAREZ LÓPEZ ES COMO SIGUE:-


LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPÚBLICA: con los acompañados, vista la causa número cinco mil
quinientos treinta y uno guión dos mil nueve en audiencia pública llevada a
cabo en el día de la fecha, y producida la votación con arreglo a Ley, emite
la siguiente sentencia:
1. MATERIA DEL RECURSO:
Se trata del recurso de casación interpuesto por la actora Enma Berlinda
Chamorro Balvín contra la Sentencia de Vista obrante a fojas quinientos
setenta y nueve, su fecha dieciocho de septiembre de dos mil nueve, emitida
por la Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Junín, que
confirma la sentencia apelada que declara fundada la demanda de divorcio
por la causal de adulterio y fundada la reconvención por la causal de
imposibilidad de hacer vida en común, en consecuencia, disuelto el vínculo
matrimonial de la recurrente con Fernando Roger Haro Vivas, celebrado el
diecinueve de septiembre de mil novecientos noventa y siete ante la
Municipalidad Distrital de El Tambo, Provincia de Huancayo, Departamento
de Junín, con lo demás que contiene.
2. FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO
PROCEDENTE EL RECURSO:
Mediante la resolución de fecha veintiocho de abril último se ha declarado
procedente el recurso por la infracción normativa de carácter sustantivo del
artículo 333 inciso 11 del Código Civil, modificado por el artículo 2 de la Ley
27495, aduciendo la recurrente que la correcta interpretación para dar lugar
al divorcio por la causal de imposibilidad de hacer vida en común, se
sustenta en la tesis del matrimonio desquiciado o dislocado, vale decir, la
desavenencia entre los cónyuges debe alcanzar tal punto a fin que no pueda
alentarse esperanza alguna de reconstrucción del hogar conyugal; según la
causal de divorcio culpable regulada en la referida Ley, la imposibilidad de
hacer vida en común importa gravedad en la intensidad y trascendencia de
los hechos producidos que hace imposible al cónyuge ofendido el
mantenimiento de la convivencia y su imputabilidad al otro consorte, quien
con discernimiento y libertad frustra el fin del matrimonio; agrega que el
órgano superior para confirmar la sentencia de primera instancia,
únicamente se refirió al supuesto engaño de la edad de la demandante al
momento de celebrar el matrimonio civil, respecto del cual asevera no hay
prueba en absoluto de que tal alteración pueda haber sido acto propio de la
recurrente, sin embargo, fue el propio reconviniente –llevado por el interés
de contraer matrimonio con una persona más joven- quien alteró la edad de
su pareja en el expediente prenupcial obrante en la Municipalidad Distrital de
Tambo, situación que acreditó con la partida de bautizo corriente a fojas
ciento veinticinco y con la declaración jurada del Reverendo Párroco de San
Jerónimo que consta a fojas ciento setenta y siete, de los que aparece que

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fue el reconviniente quien alteró la edad de la impugnante, con lo cual se


configura lo dispuesto por el artículo 335 del Código Civil, que prescribe que
ninguno de los cónyuges puede fundar la demanda en hecho propio.
1. CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, en este caso, la demandante pretende el divorcio por la
causal de adulterio, mientras el cónyuge emplazado formuló reconvención
de divorcio por la causal de imposibilidad de hacer vida en común,
debidamente probada en un proceso judicial. Las instancias de mérito han
declarado fundada tanto la pretensión invocada en la demanda como la
pretensión contenida en la reconvención, declarando disuelto el vínculo
matrimonial de la pareja. Sólo es objeto de impugnación el amparo de la
reconvención.
SEGUNDO.- Que, la reconvención sustentada en la causal de divorcio por
imposibilidad de hacer vida en común, debidamente probada en un proceso
judicial, tiene los siguientes fundamentos: el engaño que le hizo la
reconvenida sobre su real edad al momento de contraer matrimonio civil, así
se casó con ésta en el entendido que tenía treinta y uno y no treinta y ocho
años de edad; que producto de ello ha sido víctima de indirectas y bromas
de parte de sus familiares, amigos y compañeros de trabajo, además el año
mil novecientos noventa y nueve se produjo un desencuentro generacional
tanto de pensamiento, de actitud familiar y vida activa sexual con la
reconvenida, tornándose en insoportable la relación matrimonial a partir del
año dos mil, porque su cónyuge se encontraba en la etapa de menopausia y
climaterio; enfatiza que la reconvenida ha tenido actitudes narcisistas;
asimismo, aduce que los sentimientos de venganza de su esposa lo ha
indispuesto injustamente ante las autoridades de sus centros de trabajo;
también refiere que la demandante inscribe su Documento Nacional de
Identidad el treinta de octubre de mil novecientos noventa y siete declarando
su estado civil como soltera y la ha promovido varios juicios, uno de ellos de
alimentos simulando no tener ingresos, a pesar de tener dos profesiones, así
como otros procesos penales de lesiones y falsedad genérica.
TERCERO.- Que, en la sentencia apelada, sobre la causal de imposibilidad
de hacer vida en común, debidamente probada en un proceso judicial, se
establece que el reconviniente al tomar conocimiento de la edad real de la
reconvenida, se encontró en una situación que ha sido un motivo de
resquebrajamiento de la relación conyugal y que se acredita con el informe
psicológico obrante a fojas ciento cincuenta y cinco del Expediente número
dos mil tres guión mil setecientos cincuenta y tres, sobre violencia familiar;
también se valora el informe psicológico practicado sobre la actora en el
mismo Expediente acumulado con el Expediente número dos mil tres guión
dos mil ciento doce, sobre violencia familiar. Asimismo, con posterioridad al
retiro del hogar conyugal del demandado, ocurrido el doce de septiembre de
dos mil dos, la actora ha propiciado que éste afronte no sólo problemas

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laborales en sus centros de trabajo de la UPLA y ULADECH, como se indica


en el escrito de reconsideración obrante a fojas sesenta y cuatro y el oficio
de agradecimiento por servicios prestados corriente a fojas sesenta y siete,
sino también diversos procesos judiciales como el de alimentos a favor de
aquélla, la cual ha sido declarada infundada, y una denuncia por el delito de
falsedad genérica, que no generó la apertura de instrucción; que si bien
estos últimos actos no son susceptibles de ser considerados en la causal
invocada, dado que el demandante ya había incurrido en la causal de
adulterio, corrobora el proceder errado que ha tenido la reconvenida contra
el reconviniente. La sentencia de vista, además de reiterar lo precedente,
enfatiza que los maltratos físicos y psicológicos alegados por la recurrente
no tienen como causante al demandado, sino a factores concomitantes de
los que inicialmente generó la misma cónyuge demandante, conforme quedó
acreditado con el engaño de su edad, siendo un factor subsecuente y
adicional, la existencia de conflictos provocados por el adulterio del
demandado.
CUARTO.- Que, no constituye un motivo suficiente para sustentar el divorcio
por la causal de hacer vida en común, que la reconvenida hubiese inducido
a error en su edad al reconviniente, porque es obvio que conocía de su
identificación con la tramitación del expediente matrimonial y la celebración
misma del matrimonio. Inclusive el error en la edad de los contrayentes
tampoco es motivo de anulabilidad del matrimonio, según se infiere de lo
estipulado por el artículo 277 inciso 5 del Código Civil.
QUINTO.- Que, en efecto, la causal de divorcio por imposibilidad de hacer
vida en común, debidamente probada en un proceso judicial, regulada por el
artículo 333 inciso 11 del mencionado Código Sustantivo, incorporado por el
artículo 2 de la Ley 27495, está referida a aquellas circunstancias que
debidamente advertidas y merituadas por el juez, determine la imposibilidad
de hacer vida en común, sustentándose en la inexistencia de un clima de
respeto y armonía que debe reinar en toda sociedad conyugal. Se trata de la
recepción legislativa, en nuestro sistema jurídico, de la tesis del matrimonio
desquiciado o dislocado. La casuística es variada, como son los abusos de
uno de los cónyuges contra el otro: como no permitirle la entrada al hogar;
actitudes impropias de un casado, como las ausencias periódicas sin ánimo
de abandonar el hogar conyugal; cuestiones sexuales: ocultamiento de una
esterilización después del matrimonio; incumplimiento de deberes del
matrimonio: falta de sostenimiento económico por holgazanería (Alex Placido
Vilcachagua: Código Civil comentado por los cien mejores especialistas, Tomo II,
editorial Gaceta Jurídica, Lima, dos mil tres, página quinientos veintidós).
SEXTO.- Que, nuestro sistema jurídico no consagra el divorcio por
incompatibilidad de caracteres, sino que el cónyuge perjudicado podrá
invocar el divorcio por la causal de imposibilidad de hacer vida en común,
debidamente probada en un proceso judicial. En efecto, en la Casación

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publicada en el Diario Oficial El Peruano con fecha treinta de junio de ese
mismo año, este Supremo Tribunal ha señalado que debe tenerse presente
que los hechos con los que se pretende acreditar la causal de imposibilidad
de hacer vida en común, introducida por la Ley 27495, sólo pueden ser
invocados por el cónyuge agraviado, y no por el que los cometió. Asimismo,
a pesar que la ratio legis de la norma fue la de identificar y encasillar esta
nueva causal con la incompatibilidad de caracteres o de personalidades, se
comprueba que ella no puede ser invocada de esa manera, por cuanto los
factores que determinan la incompatibilidad no son exclusivamente de uno
de los cónyuges sino de la pareja, por lo que no puede pretenderse la
incompatibilidad de caracteres, pues se estaría vulnerando el articulo 335 del
Código Civil.
SÉTIMO.- Que, en suma, se corrobora la Infracción Normativa Sustantiva del
artículo 333 inciso 11 del Código Civil, modificado por el artículo 2 de la Ley
27495.
4. DECISION:
Por estos fundamentos:
a) Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto a fojas
seiscientos cuatro, en consecuencia, NULA en forma parcial la
Sentencia de Vista obrante a fojas quinientos setenta y nueve, su
fecha dieciocho de septiembre de dos mil nueve, que confirma la
sentencia apelada que declara fundada la demanda de divorcio por la
causal de adulterio y fundada la reconvención por la causal de
imposibilidad de hacer la vida en común, con lo demás que contiene.
b) Actuando como sede de instancia: REVOCARON la sentencia
apelada corriente a fojas cuatrocientos ochenta y cinco, de fecha doce
de junio de dos mil ocho, en el extremo que declara fundada la
reconvención por la causal de imposibilidad de hacer la vida en
común, REFORMANDO la recurrida en dicho extremo, declararon
INFUNDADA la precitada reconvención; CONFIRMARON el extremo
que declara fundada la demanda de divorcio por la causal de
adulterio, en consecuencia disuelto el vínculo matrimonial, con lo
demás que contiene.
c) ORDENARON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Enma
Berlinda Chamorro Balvín, con Fernando Roger Haro Vivas y el
Ministerio Público, sobre Divorcio por Causal; y los devolvieron;
interviniendo como Juez Supremo ponente el señor Álvarez López.-
Lima, 21 de octubre de 2010.
S.
ÁLVAREZ LÓPEZ
hmf/svc

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