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Los diferentes tipos de acalculia

Las acalculias se dividen en dos grandes grupos según las capacidades


alteradas y las zonas dañadas. Por lo general, el hemisferio afectado es el
izquierdo, encargado del razonamiento ló gico. Igualmente, la clasificació n de las
acalculias dependerá tanto de la zona del hemisferio izquierdo afectada como del
grado en el que las habilidades estén alteradas.

Acalculia primaria

La acalculia primaria es un defecto en las habilidades de cálculo no


vinculada a otros trastornos. Los pacientes pierden la capacidad de
comprender los conceptos numéricos y por ende combinarlos.

Los principales fallos se ven en la ejecución de operaciones y en cuestiones


más abstractas, como el uso y la interpretación de los signos. Las lesiones se
asocian al ló bulo frontal del hemisferio izquierdo. Este ló bulo es considerado el
director de orquesta en nuestro cerebro, por lo que su alteració n conlleva una
incapacidad de alternar los conceptos matemá ticos. Entonces podemos
diferenciar dos síntomas claros de la acalculia primaria:
 Anarimética. Imposibilidad para realizar cá lculos aritméticos.
 Asintáctica. Pérdida del sentido computacional.

Acalculia secundaria

La acalculia secundaria consiste en la alteración de las habilidades


matemáticas en asociación con otros trastornos neuropsicológicos.
Entonces la acalculia secundaria puede derivar de un déficit lingü ístico, espacial
y de las funciones ejecutivas en general. De manera resumida, podemos
agruparlas en las siguientes categorías:
 Acalculia afásica. Los defectos en el cá lculo provienen de alteraciones
lingü ísticas. La incapacidad de comprender y codificar el lenguaje numérico
deriva en una incapacidad para poder operar con el mismo.
 Acalculia aléxica. Principalmente vinculada a los problemas de lectura y
reconocimiento de los símbolos numéricos. El paciente no puede comprender
a través de la lectura.
 Acalculia agráfica. La agrafía es la incapacidad de comunicarse y
expresarse a través de la escritura. Dicho trastorno no proviene de la
incapacidad de ejecutar el movimiento, sino de la incomprensió n del acto de
escribir a nivel simbó lico. En consecuencia, el paciente es incapaz de escribir
nú meros.
 Acalculia frontal. Quizá s la má s comú n entre las acalculias. Está
estrechamente ligada con trastornos atencionales. Dichos pacientes tienden a
perseverar, lo que consiste en repetir los errores de forma sistemá tica. Esta
condició n se produce por la incapacidad para identificar los errores y plantear
nuevas estrategias de solució n.
 Acalculia semántica. Es una dificultad en el manejo de los conceptos de
relació n. Un ejemplo claro sería la incapacidad de asociar problemas
matemá ticos con las operaciones necesarias para su solució n.
 Acalculia espacial. Sería consecuencia de una lesió n en el hemisferio
derecho. La dificultad para realizar cá lculos aritméticos se asocia con
problemas en el procesamiento espacial.

¿Cómo se diagnostica una acalculia primaria?

Lo má s importante es observar que los síntomas se expresen tanto de forma oral


como escrita. La acalculia primaria consiste en una pérdida del concepto
numérico, que en ocasiones se puede confundir con distintos síntomas
afá sicos. Es necesario comprobar que el déficit se debe a la pérdida del
concepto y no a un fallo en la comprensión verbal de las consignas.

¿Por qué los pacientes con lesiones frontales fracasan en tareas


numéricas?

En primero lugar, la resolució n de tareas numéricas requiere un plan en el que


estén integrados diferentes conceptos matemá ticos. Para resolver una suma, por
ejemplo, es necesario entender el concepto de aditividad. En segundo lugar, la
mayoría de problemas matemá ticos requieren un razonamiento abstracto. La
falta de inhibición en síndromes propios de una lesión frontal, dificulta
este proceso al fallar la concentración.

Finalmente, tanto la atenció n selectiva como la integració n secuencial que


requieren las operaciones numéricas se ven afectadas por la pobre integración
de los estímulos visuales y/o auditivos. Como mencionamos anteriormente, el
ló bulo frontal es el director de la orquesta cerebral; si este presenta fallos, será
má s complicado disponer la informació n de una manera que favorezca la
resolució n del problema.
Acalculia y otras afecciones
La acalculia puede verse en sujetos afásicos en tanto se vean afectadas sus
capacidades lingüísticas. En la afasia de Broca, por ejemplo, el déficit se
manifiesta en la sintaxis aplicada al cá lculo. En la acalculia aléxica, por su parte,
el déficit se correlaciona con dificultades de lectura.

Un ejemplo má s explicativo es la alexia pura, donde las dificultades para la


interpretación verbal y literal del lenguaje escrito se evidencian en la
interpretació n erró nea de los nú meros, magnitudes y jerarquías.

Otras formas de detectar acalculia

En la agrafía, la acalculia puede aparecer relacionada con la incapacidad de


escribir cantidades. Así, el tipo de acalculia dependerá del tipo de agrafía.

En la afasia de Wernicke, por ejemplo, el paciente presenta errores en la


copia de números al dictado. Para saldar ese déficit de comprensió n verbal,
dichos pacientes suelen inventar los nú meros y asignarles un orden propio.

El abordaje de la acalculia

Lo principal es entender que es un trastorno muy diferente a la discalculia, que


consiste en un problema de desarrollo y aprendizaje, y por ende requiere de
otras estrategias en la intervenció n. Por su parte, el diagnóstico de las
acalculias suele estar en manos de los neuropsicólogos, quienes emplean
diversas pruebas. En las mismas, la persona tiene que realizar operaciones
aritméticas mentales, escritas, operaciones sucesivas, interpretació n de signos
aritméticos y alineació n de nú meros en columnas.

El tratamiento de la acalculia primaria dependerá del tipo de lesió n y su


gravedad. Dado que no puede recuperarse el tejido nervioso perdido, la
rehabilitación suele enfocarse en un objetivo: enseñar nuevas estrategias
basadas en la neuroplasticidad.

Si bien la recuperació n nunca será total, deben otorgarse herramientas que


mejoren la adaptació n de la persona. Por otro lado, el tratamiento de las
acalculias secundarias variará segú n el trastorno asociado. El avance de la
tecnología brinda herramientas informáticas y aplicaciones que son una
esperanza para los pacientes.

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