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Una de las mayores dificultades que se presentan en el análisis de los

valores es esencialmente la propia definición de valor. La axiología entraña una


diversidad de corrientes que conciben de manera distinta el concepto de valor, y
desde cada una de sus perspectivas de análisis presentan enfoques respetables,
pero cuando se trata de definir el concepto de valor, son poco satisfactorias sus
definiciones, cuando no resultan evasivas sus explicaciones.

El asunto no debe extrañarnos porque la Axiología, o teoría de los valores,


es una disciplina relativamente reciente que se inicia formalmente en las últimas
décadas del siglo XIX y todavía sus alcances son limitados. Antes de esa época
poca claridad había sobre el concepto de valor, los filósofos ni siquiera reparaban
en la noción de valor, tenían escasa conciencia de su importancia y normalmente
se percibían de manera confusa: la belleza con la bondad y el valor con la utilidad,
en cuanto eran comprendidos de manera aislada y asistemática y aún su noción
estaba aferrada al campo de la economía que quizás es el más frecuente en
nuestra sociedad, para referirse al precio de una mercancía pero también se usa
en otros contextos: el valor de una obra de arte o el valor en sentido moral que es
el que ocupa desde un punto de vista filosófico.

El concepto de valor aparece ya en muchas doctrinas filosóficas desde la


antigüedad. Fue muy común en la antigüedad equiparar “ser” con “valor”, el ser
verdadero con el valor. Para Platón, por ejemplo, el verdadero ser: las Ideas
poseen la máxima dignidad y son por ello valiosas.

Como “teoría de los valores” tiene sus orígenes en Nietzsche cuando habló
de “valores” y de “inversión de todos los valores”. La “teoría de los valores” como
disciplina filosófica relativamente autónoma surgió en los siglos XIX y XX con
autores como Brentano, Lessing, etc. Siguiendo esta línea destacan por su
influencia M. Scheler (1874-1928) y N. Hartmann (1842-1906).
Teoría de los valores
La “teoría de los valores” es un movimiento eminentemente germánico, que ha
ejercido una cierta influencia en los países de lengua española a través de las
obras de los filósofos Scheler y Hartmann.

En español, existe el término sinónimo “axiología” (del griego “axios” –valioso-


y “logos”, estudio o tratado de los valores). La cuestión fundamental gira en torno,
pues, del valor y los valores.

“Valor” tiene un significado económico, estético y moral. Ahora bien, en cuanto


concepto capital de la “teoría de los valores” o “axiología”, se estudia en un sentido
filosófico general para determinar la naturaleza y carácter del “valor” y de los
llamados “juicios de valor”. La axiología es el sistema formal para identificar y
medir los valores, es la estructura de valores de una persona la que le brinda su
personalidad, sus percepciones y decisiones.

Entre los muchos antecedentes de teorías sobre el valor, podemos aducir a


Nietzsche y su “transvaloración” donde ya se descubre el valor como fundamento
de las concepciones del mundo y de la vida. Marx también basa buena parte de
sus análisis socioeconómicos en el concepto de valor y plusvalía. Otra corriente
preparatoria de la “teoría de los valores” es el utilitarismo.

Sin embargo, hay que llegar a los siglos XIX y XX para que llegue a ser una
disciplina filosófica relativamente autónoma, con autores como Brentano, Lessing
o Meinong, y que culminará como tal con autores como Max Scheler, Hartmann o
Lavelle, que recurren para ello en parte a la fenomenología.

Scheler ha indicado que todas las teorías de los valores existentes hasta
entonces pueden dividirse en tres tipos:

1. Teoría platónica del valor: el valor es algo absolutamente independiente


delas cosas, en el cual las cosas valiosas están fundadas. Los valores son
entidades ideales, existentes, perfecciones absolutas.el valor es
absolutamente independiente de las cosas y está sitiuado en una esfera
metafísica y aun mitológica.
2. Nominalismo de los valores: el valor es relativo al hombre, se funda en la
subjetividad, en el agrado o desagrado, en el deseo o la repugnancia. Los
valores consisten en el hecho de causar agrado, deseo, etc.
3. Teoría de la apreciación: niega como el nominalismo la independencia
delos valores pero a diferencia de éste afirma que el valor radica en la
apreciación subjetiva de algo como valioso.

Scheler no admite ninguna de estas teorías, pues busca una “axiología pura” o
una “teoría pura de los valores”, similar a la “lógica pura”: los valores son captados
por una intuición emotiva, distinta de una mera captación psicológica.

Según la teoría de los valores, nos hallamos rodeados por un cosmos de


valores que no producimos, sino que tenemos que reconocer y descubrir. Estos
valores se caracterizan por:

a) El valor es un nuevo tipo de ser: no es el ser real, ni el ser ideal, sino el ser
valioso.
b) Los valores son objetivos: no dependen de las preferencias individuales
sino que mantienen su valor más allá de toda apreciación.
c) Los valores se presentan siempre frente a un aspecto negativo: belleza-
fealdad.
d) Son totalmente independientes de la cantidad, por eso no pueden
establecerse relaciones cuantitativas entre actos valiosos.
e) Puede establecerse una jerarquía entre los valores de lo agradable, de lo
bello, de lojusto y de lo religioso(Scheler).

Concepto de valor

La palabra valor viene del latín valor, valere que significa fuerza, tener
salud. Los valores no son más que principios éticos con respecto a los cuales las
personas sienten un fuerte compromiso emocional, por lo tanto sirven de
referencia para juzgar conductas. Además se pueden interpretar como aquellos
que dan sentido y significado a los acontecimientos de la vida, el encuentro
preferencial para orientar al hombre en el mundo y fundamentar en ellos su
proyecto de vida. Son inspiraciones de juicios, perspectivas, visiones, objeto de
intuición, plasmados a través de las actitudes. A este respecto los valores dicen lo
que es ético, bueno, valido, competitivo, adecuado o deseable y se van generando
y reforzando a lo largo de la vida. La práctica del valor desarrolla la humanidad de
la persona, mientras que el contravalor lo despoja de esa cualidad.

Valores en general y valor moral

El valor en general es una cualidad que logra atraer la atención y la


inclinación de las personas que lo perciben, es pues una especie de imán que
poseen algunos entes. El valor reside en las cosas, y consiste en una cualidad por
la cual esas cosas son preferibles al hombre, a sus facultades, a su naturaleza.

El valor moral se puede afirmar que son aquellos que fortalecen al hombre
en su calidad humana y en su relación con otros hombres, aquellos que
constituyen al hombre como un ser ejemplar entre otros seres. Muchos de ellos
tienen que ver con la pertenencia del hombre a un entorno familiar o social y se
vinculan al respeto, la tolerancia, la honestidad, la lealtad, el esfuerzo, la
responsabilidad, la solidaridad y la dignidad.

Los valores morales surgen primordialmente en el individuo por influjo y en


el seno de la familia. Para que se de esta transmisión de valores son de vital
importancia la calidad de las relaciones con las personas significativas en su vida,
sus padres, hermanos, parientes y posteriormente amigos y maestros.
Posteriormente estos valores morales adquiridos en el seno de la familia ayudaran
a insertarnos eficaz y fecundamente en la vida social.
Características de los valores

Absolutos: Son los que no están condicionados o atados a ningún hecho


social, histórico, biológico o individual. Un ejemplo pueden ser los valores
como la verdad o la bondad.
Inagotables: No hay ni ha habido persona que agote la nobleza, la
sinceridad, la bondad, el amor. Por ejemplo, un atleta siempre se preocupa
por mejorar su marca.
Objetivos y verdaderos: Los valores se dan en las personas o en las
cosas, independientemente que se les conozca o no. Un valor objetivo
siempre será obligatorio por ser universal (para todo ser humano) y
necesario para todo hombre, por ejemplo, la sobrevivencia de la propia
vida. Los valores tienen que ser descubiertos por el hombre y solo así es
como puede hacerlos parte de su personalidad. Sin embargo, a valoración
es subjetiva, es decir, depende de las personas que lo juzga. Por esta
razón, muchas veces creemos que los valores cambian cuando en realidad
lo que sucede es que las personas somos quienes damos mayor o menos
importancia a un determinado valor.
Durabilidad: Los valores se reflejan en el curso de la vida. Hay valores que
son más permanentes en el tiempo que otros.
Dinámicos: Se transforman conforme pasa el tiempo.
Complejidad: Los valores obedecen a causas diversas, requieren
complicados juicios y decisiones.
Subjetivos: Los valores tienen importancia al ser apreciados por la
persona, su importancia es solo para ella, no para los demás. Cada cual los
busca de acuerdo con sus intereses.
Graduales o flexibles: Es la gama de variaciones por las que puede pasar
el valor de una persona o cosa. Los valores cambian con las necesidades y
experiencias personales. Ejemplo: excelente, muy bueno, regular, malo,
pésimo.
Jerarquizados: Hay valores que son considerados superiores (dignidad,
libertad) y otros como inferiores (los relacionados con las necesidades
básicas o vitales), así se constituye una tabla de valores. Las jerarquías de
valores no son rígidas ni predeterminadas; se van construyendo
progresivamente a lo largo de la vida de cada persona.
Transcendencia: Los valores transcienden el plano concreto; dan sentido y
significado a la vida humana y a la sociedad.
Aplicabilidad: Los valores se aplican en las diversas situaciones de la vida;
entrañan acciones prácticas que reflejan los principios valorativos de la
persona.

Naturaleza del Valor

Al respecto existen numerosas respuestas:

 Teoría objetivista: El valor existe independientemente del sujeto o de una


conciencia valorativa. El valor existe antes de la valoración. Las variaciones
de los objetos nos obligan a variar nuestras apreciaciones.

 Teoría subjetivista: El valor depende el sujeto y no existe


independientemente de él. Su asistencia, su sentido su validez se debe a
reacciones fisiológicas o psicológicas del sujeto que valora. Los hombres
difieren en sus juicios de valor generando un desacuerdo permanente,
porque cada uno tiene sus gustos y preferencias.

 Materialismo: El propósito de la naturaleza del valor está en la capacidad


que tiene el ser humano de valorar el mundo objetivamente, es decir,
valorarlo tal como es, buscando no alterar ni deformar esta visión. De esta
forma, la naturaleza del valor es objetiva, pero el valor es interpretado
subjetivamente por la conciencia.
Para explicar la naturaleza de los valores, Scheler los comparara con los
colores para demostrar que, en ambos casos se tratan de cualidades que existen
independientemente de los respectivos depositarios.

Scheler supone que poseemos un conocimiento previo (como cualidad


inherente del ser humano), para establecer lo “bueno” y lo “malo” y escoger
determinadas acciones, lo que significa que la ética de este filósofo, si bien es una
ética “material” de los valores, no descansa sobre una base empírica, sino
apriorística.

RisieriFrondizi (1913-1983), para quien el valor surge de la relación entre el


sujeto y el objeto, y que esa relación axiológica origina una cualidad estructural
empírica; esta cualidad no se da en el vacío, sino que es una situación humana,
concreta. Tiene una posición diferente a los objetivistas y subjetivistas. Considera
este pensador que para formar el concepto de valor se requiere de la concurrencia
de dos factores, a saber: un sujeto (individual colectivo) y un objeto o actividad
que podemos denominar valoración.

Categorización de Max Scheler

Para abordar la teoría de los valores de Scheler, se hace necesario


primeramente resaltar su contexto desde el nacimiento, pues como dicen los
historiadores hay que estudiar el pasado para entender el presente; el filósofo
alemán Max Ferdinand Scheler nació en Múnich (Alemania) en 1874. Su padre fue
un campesino bávaro luterano; al casarse se convirtió al catolicismo, del lado
materno desciende de familia judía, lo que explica que en la época nazi  fueran
boicoteadas sus obras. En la adolescencia se convirtió al catolicismo, pero
abandonó esta religión progresivamente. Cuando la primera guerra mundial estalla
Scheler se ve influido por este drama apareciendo en su mente el ideal de “unidad
espiritual de Europa” basada en la solidaridad de los cristianos.En este ambiente
de desastre y tristeza, scheler desarrolla su teoría de los valores.
La doctrina de Scheler muestra un repudio por las éticas materiales
anteriores, que han sido éticas empiristas de bienes y de fines, y reafirma el
principio apriorístico establecido por Kant. Este principio es el punto de partida del
pensamiento de Scheler para refutar las corrientes subjetivistas y proponer
elaborados sistemas que apoyaran la objetividad del valor.

La tesis subjetivista de que los valores existen únicamente en la medida en


que son captados, es refutada por Scheler quien considera que hay un número
infinito de valores que nadie pudo hasta ahora captar ni sentir. Para que los
valores existan, no es necesario un sujeto que los aprehenda.

Los valores pueden ser captados por medio de una intuición


emocional básica, pero el que no seasentido o captado, no quiere decir que éstos
no existan; así, la desaparición del percibir sentimental, no suprime el ser del
valor.

Scheler destaca cinco criterios para determinar una jerarquía axiológica:

1. Durabilidad del valor. Siempre se ha preferido, observa Scheler, los bienes


duraderos a los pasajeros y cambiantes. Sin embargo, no hay que confundir la
durabilidad del valor con la durabilidad de los bienes, y menos aún, de los
depositarios. Así, según Scheler, los valores más inferiores de todos, son los
valores esencialmente 'fugaces'; los valores superiores a todos, son, al mismo
tiempo, valores eternos.

2. Divisibilidad. La altura de un valor es tanto mayor cuanto menos divisible sea


el valor. A diferencia de los valores de lo agradable sensible, en donde la magnitud
del valor se mide por la magnitud del bien o del depositario, los valores que
suponen el gozo estético, o los valores espirituales, no suponen el mismo
comportamiento. Así, la mitad de una obra de arte, no corresponde a la mitad de
su valor total.

Los valores espirituales son indiferentes al número de personas que


participan de su goce, mientras que el goce de lo agradable sensible, exige el
fraccionamiento de los bienes correspondientes. De ahí que los bienes materiales
separen a las personas -al establecerse conflictos de intereses sobre su posesión-
mientras que los bienes espirituales unen a los hombres en una posesión común.

3. La fundación. Si un valor A, funda a un valor B, el valor A será más alto. Esto


significa que para que se dé el valor B, se requiere la previa existencia del valor A.
Así, lo agradable se apoya o se funda en lo vital.

Todos los valores se fundan, desde luego, en los valores supremos que
son, para Scheler, los religiosos. Al sostener esta tesis vuelve Scheler a un
monismo axiológico semejante al medieval que el desarrollo de la cultura moderna
parecía haber superado.

4. La profundidad de la satisfacción. Según este criterio, el valor más alto,


produce una satisfacción más profunda. Scheler aclara los conceptos de
"profundidad" y "satisfacción". La satisfacción ocurre en el tranquilo percibir
sentimental y en la posesión de un bien positivamente valioso; la profundidad, se
refiere al 'grado' de satisfacción.

5. La relatividad. La relatividad se refiere al ser de los valores mismos. Existen


valores que son 'relativos' a un individuo como es el caso del valor de lo
agradable, que es "relativo" a un ser dotado de sentimiento sensible.

Ahora bien, el hecho de que un valor sea "relativo", no lo convierte en


"subjetivo". Un objeto corpóreo que se presenta en la alucinación es "relativo" al
individuo, mas no es subjetivo en el sentido que lo es un sentimiento. También hay
valores "absolutos" que existen para un puro sentir, independiente de la
sensibilidad, como es el caso del preferir y el amar. Los valores morales
pertenecen a esta última clase.

Un valor es tanto más alto cuanto menos relativo es; el valor más alto de
todos es el valor absoluto.
Para Scheler, los valores se presentan objetivamente, esto es a priori, como
estructurados según dos rasgos fundamentales y exclusivos además de poderse
aplicar en cualquier ámbito del ser:

1. La polaridad, todos los valores se organizan como siendo positivos o


negativos. A diferencia de las cosas que sólo son positivas.

2. La jerarquía, cada valor hace presente en su percepción que es igual, inferior o


superior a otros valores. Esta jerarquía da lugar a una escala de valores que
Scheler ordena de menor a mayor en cuatro grupos:

A.  Valores de lo agradable y desagradable: dulce – amargo. Goce- sufrimiento,


que corresponden los estados afectivos del placer y el dolor sensibles.

B.  Valores vitales, representan una modalidad axiológica independiente e


irreductible a lo agradable y lo desagradable:

a. De sentimiento de la vida: sano – enfermo

b. Las reacciones sentimentales: Alegría- Tristeza

c. Las reacciones instintivas: Angustia, Venganza

C.  Valores espirituales, estos se dividen en:

a. estéticos: bello – Feo, y los demás puramente estéticos

b. jurídicos: justo – injusto, son independientes de cualquier legislación


creada por una sociedad, por lo que no hay que confundirlos con "lo recto" y
lo "no recto" del orden legal;

c. teóricos: verdadero – falso, tal como pretende realizarlos la filosofía, en


contraposición con la ciencia positiva que aspira al conocimiento con el fin
de dominar a la naturaleza.

D.  Valores religiosos: santo – profano, donde estarían la fe, la adoración y las
actitudes análogas, Como los valores en general son independientes de los bienes
y de todas las formas históricas, se comprende que Scheler reclame para los
valores religiosos completa independencia frente a lo que ha valido como santo a
lo largo de la historia. Los estados correspondientes a los valores religiosos son
los de éxtasis y desesperación, que miden la proximidad o el alejamiento de lo
santo.

Valores positivos

Estos valores son referentes, pautas que orientan al comportamiento humano


hacia la transformación social y la realización de la persona. Se puede decir que
dan determinada orientación a la conducta y a la vida de cada individuo y de cada
grupo social.

Valores negativos

Son valores positivos usados de forma incorrecta por la voluntad humana,


cometiendo un abuso o mal uso de cada cosa o bien.

Valores relativos

Son valores condicionados por la necesidad de un hombre en particular o de


un pequeño grupo; son llamados también valores de vivencia o de bienes. Son
todos aquellos elementos de baja intensidad y de permanencia temporal
aceptados por nuestros sentidos. No son absolutos ni universales, pero podemos
decir que sus elementos son básicos y elementales para conocer que es moral y
que es inmoral. A veces se confunden con los modales, porque nos ayudan
temporalmente a establecer el orden social en vista de que son normativos, pues
buscan, aunque débilmente, es bien personal y colectivo.

Es aquí donde entra la palabra “relativo”, ya que cada valor debe determinarse
en un contexto, haciendo imposible afirmar que lo que la mayoría opina es lo que
se debe hacer. Una sociedad siempre busca determinar estas “normas” o “valores”
por mantener un orden, pero, todos siguen la misma premisa: “Cada quien puede
hacer lo que quiera siempre que no afecte a los demás”.

De esta manera las distintas sociedades se vuelven factores influyentes en los


valores morales de cada individuo, y es que depende de él a que sociedad quiere
pertenecer y esto es lo que determinará sus valores relativos.

Valores auto-relativos

Forman parte de los valores condicionados por la necesidad. También


conocidos como valores subjetivamente importantes o simplemente valores
subjetivos, satisfacen las necesidades de su realizador y son fundamentalmente
renunciables por el individuo.

Esencia del bien moral y del mal moral de acuerdo con la teoría de
los valores

Es importante aclarar, la ética influye en las normas de conducta de una


sociedad. Por otro lado, la moral influye en las normas de conducta de una
persona.

El responder positivamente a las exigencias constituye la esencia del bien


moral. Así, moralmente bueno es el comportamiento que se corresponde a la
exigencia nacida de los valores objetivos; es decir, los respetamos en su
existencia y cuando se está en una determinada situación, comprometiéndonos a
su mantenimiento o a su realización. Es fácil inferir que lo contrario es mal moral.

El “bien” constituye entonces un valor positivo y el “mal” un desvalor. Estos


valores se adhieren esencialmente a la voluntad, y el mal moral suele surgir del
otorgamiento de una supremacía al amor propio; al egoísmo, en contra posición al
cumplimiento de un valor absoluto o de uno hetero-relativo. Por ejemplo: El
medico que no cumple con sus obligaciones contratadas en la institución pública
para irse temprano a una clínica privada donde obtiene beneficios económicos. En
este caso se está prefiriendo un valor subjetivo (sus ingresos económicos) en vez
de valores objetivos (cumplimiento de sus obligaciones en la institución pública).

Así de acuerdo con lo visto hasta ahora, el bien coincide con el respeto y la
entrega a los otros, o a una causa situada mucho másallá de nuestro propio
interés individual.

Realización de valores auto-relativos y subjetivos

Ahora bien, las tendencias egoístas, regidas por el amor propio, pueden ser
calificadas como buenas, indiferentes o malas, desde el punto de vista moral de
acuerdo con la situación en la cual se den y así podemos tener:

1. Con la realización de valores solo subjetivamente importantes servimos a la


vez a la conservación o realización de valores objetivos, nuestras acciones
tienen una significación moral positiva.
2. En la medida que al perseguir valores solo subjetivos no se perjudica
sustancialmente al mantenimiento o la realización de los valores objetivos
importantes, la tendencia egoísta no es calificable como moralmente mala,
quizás más bien como indiferente.
3. Cuando la persecución de nuestros fines egoístas entra en contradicción
con la realización o mantenimiento de valores objetivamente importantes,
nuestra conducta es moralmente mala.

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