1. La cultura es un sistema de interiorización de lenguajes, normas y valores que colabora
para la cohesión de grupos de individuos, comunidades locales, regionales, nacionales y globales. 2. La instalación de una cultura en una época y territorio determinado da lugar a la aparición, desarrollo, consolidación y crisis de una civilización. 3. Los análisis culturales, tanto desde la inicial antropología hasta los recientes estudios culturales han privilegiado la significación de las prácticas por sobre sus determinaciones materiales y sociales. 4. La sociología de la cultura proyecta sobre las prácticas culturales los lugares sociales y de clase, privilegiando la importancia de las desigualdades entre los niveles de cultura por sobre las diferencias que cada cultura establece para su reconocimiento. 5. La tensión modernidad/posmodernidad tiene su correlato respectivo en el énfasis que cada perspectiva pone en lo social/desigual y en lo diferente/cultural. En donde lo social fractura, lo cultural cohesiona. 6. Las clasificaciones de la cultura reconocen distintos parámetros o criterios. La caracterización de que todo es cultura permite la extensión a todas las prácticas y al mismo tiempo implica un problema para el análisis. 7. Tanto desde un criterio diacrónico-histórico como sincrónico- analítico, una clasificación posible establece la distinción entre una cultura “alta” o legitimada, una cultura “media” o masiva, vinculada con los efectos de los sistemas de reproducción de las industrias culturales y una cultura “baja” o popular, que resulta muchas veces de un contexto de conflicto cultural o censura. 8. A los fines del análisis, los esquemas clasificatorios suelen ser orientaciones que puestos en acción permiten advertir distintos tipos de funcionamientos entre los niveles de cultura: transposiciones, préstamos, reconversiones, inversiones de sentido, resignificaciones, recuperaciones, etc. 9. Un análisis dinámico de la cultura reconoce prácticas subculturales y contraculturales que suponen, por una parte, recortes al interior de una hegemonía cultural y, por la otra, una oposición con aspiraciones de, por lo menos, poner en cuestionamiento esa misma hegemonía. Según los contextos históricos y sociales, ambas tendencias, la subcultural y la contracultural, pueden transformarse mutuamente. 10. Un acercamiento dinámico al funcionamiento cultural permite advertir la presencia de tradiciones culturales selectivas, instituciones que afirman y reproducen legados culturales y formaciones que generalmente cuestionan la hegemonía cultural. Todo funciona en el marco de las denominadas políticas culturales.