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TAE de música
Cuarto semestre
Jessica Campa Cortés
Reseña de película
“El coro”
El maestro Carvelle
Ser evaluado como “sin talento” por quien es su mentor en la música no es nada
agradable. Puede ser la causa del abandono total de la música o que se convierta
en un maestro algún día, uno que aprende a valorar el talento y a que cuando tengan
ese regalo lo valoren y usen. ¿Qué perceptiva acerca de la música podría tener un
maestro que pasó por estás cosas? En el caso de Carvelle, ser un maestro
esforzado y también estricto con quienes poseen dicho talento.
La música no es un juego para nadie a quien le importa, pero ¿qué pasa cuando no
es así? O pero aún ¿qué piensa cuando alguien que la valora conoce a alguien que
al parecer no tanto? Si es un maestro seguro hará lo posible para hacer que su
alumno la valore o por lo menos decida si es mejor renunciar a ella.
No es que la odiara, más bien le molestaba el persistente interés por las personas
en su “talento”. Empezaba a parecer que la disfrutaba, pero no entendía como la
veían los demás y se burlaba de ello. Suena contradictorio que se esmeraba en
buscar alguien que le pudiera enseñar a leer música, practicaba demasiado en el
baño, en el balcón… pero pasaba algo y lo que era su consuelo se convertía en su
saco de box para desahogarse.
Algunos de los que lo rodeaban le ofrecían su apoyo, otros hacían lo posible para
ponerle trabas; nadie se ponía a pensar en lo doloroso de enfrentar solo la muerte
de su madre y el abandono de su padre. Sobre todo su maestro ¿qué quería
enseñarle?
La técnica que usó con él su maestro funcionó, le abrió los ojos a ver que la música
es para valorarse, compartirse. Stet era un niño muy poco expresivo, pero cuando
cantaba era diferente, él daba su mejor pese a todas las trampas de sus
compañeros envidiosos. Ahora sabía que la música vivía grabada en su mente y
corazón, no importaba que las partituras le fueran robadas si él recordaba esto,
además de observar los ojos de su director musical.
Es impresionante como con la ayuda de sus maestros, los que se preocupaban por
que su talento fuese apreciado logró alcanzar una nota tortura, una que pocos
alcanzaron por su dificultad: Re aguda.
Mi primer contacto con la música fue mi papá, él es trompetista y casi toda mi familia
paterna canta o toca algún instrumento. Aun así nunca me había acercado tanto a
la música que cuando empecé a ir al coro de mi Iglesia, me hizo aprender que es
importante transmitir lo que uno canta y esforzarse mucho, porque no porque sea
para la Iglesia significa que hay que hacerlo sin ganas o mal. Además aprendí ahí
mucho de la rítmica, algunos ejercicios de vocalización y a pararme con seguridad
ante un público, a disfrutar estar enfrente. Tiempo después empecé con el violín, mi
tío paterno me prestó su violín si realmente me gustaba y aprendería. Empecé a ir
a clases algunos meces y a falta de dinero tuve que salirme de las clases, pero
quedaron en mi las bases de postura y la escala de sol. Como no encontraba una
forma de avanzar en el instrumento compré un pandero, me encanta el ritmo y su
sonido vibrante, desarrollé más ritmo y resistencia al cansancio de mi brazo. Aunque
muchos menosprecien este instrumento para mí siempre será especial. He podido
seguir desarrollando mi voz a través de mi TAE de música, el coro de la preparatoria
y, principalmente, mi Iglesia.