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LA VIGENCIA DE LAS NUEVAS NORMAS Y LOS PROCESOS EN TRAMITE Selva Klett Sumario I, La vigencia de las nuevas normas y los procesos en trémite. II. Aplica- cién de los normos procesales. 1. Aplicacién de la norma procesal en el tiempo. 2. La aplicacién de la norma procesal en el espacio, 3. Interpre- tacion de la norma procesal. 4. Integracién de las normas procesales. III, El Tribunal, 1. Principios de ongat mn. 2. Criterios bésicos res- pecto a la comy ii IV, El Ministerio I. La vigencia de las nuevas normas y los procesos en tramite. Ante la aprobacién del Cédigo General del Proceso, nos veremos enfren- tados a resolver varios problemas respecto a la vigencia de sus normas: 1) Sa- ber qué preceptos estan vigentes y cudles han sido derogados. 2) Determinar si existe algan régimen de excepcién y qué procesos abarca. 3) Establecer desde cudndo rige la nueva normativa. 4) Qué sucede con los procesos pen- dientes, 5) Cual es el régimen intermedio. 1) Respecto del primer punto el art. 544 establece las derogaciones: el C.P.C., sus modificaciones y todas las disposiciones legales que establezcan procedimientos diversos a los previstos en el Codigo en estudio. Este es el principio general e implica que en todo lo atinente al procedi- miento tige el nuevo Cédigo; en consecuencia quedan derogadas las leyes de abreviacién de los juicios, el Decreto-Ley 14.861, el Cédigo del Nifio, en cuanto regula los procedimientos alli establecidos (pérdida de la patria po- testad, investigacion sumaria de la paternidad) y el Decreto-Ley 14.188 en materia de proceso laboral. Esta enumeracion no pretende ser exhaustiva. El ordinal 2 del art. 544 consagra las excepciones al principio general an- tes sefialado. Simplemente Jas mencionaremos indicando algin ejemplo: a) “requisitos especificos previos para la valida proposicin de la pretension” Ja conciliacién administrativa en materia laboral. b) “las que determinan cali- dades 0 condiciones especiales en materia de capacidad o legitimacion””: la regulacién del art. 9 del Decreto-Ley 14.188 en materia laboral y la del art. 144 de la Ley No. 15.750, en el proceso de regulacin de honorarios. c) “las 22, SELVA KLETT que limitan las defensas 0 excepciones admisibles”: juicio ejecutivo cambia- rio y tributario. d) “las que prescriben para casos especiales, la inadmisibili- dad de ciertas pruebas o determinan las exclusivamente admisibles”: la regu- lacién del objeto de la prueba en materia de acciones posesorias o la de la prueba instrumental; e) “las que asignan efectos particulares a la sentencia”: la dictada en un proceso de investigacion sumaria de la paternidad del Cédi- go del Nifio. Por su parte el ordinal 3 del mismo articulo declara vigentes las normas que otorgan competencia a la Suprema Corte de Justicia en materia de orga- nizacion, Este Codigo, fuera de algunas normas de caricter general, no inci- de en materia de organizaci6n judicial. 2) Respecto del segundo punto, los arts. 545 y 546 establecen los regi- menes de excepci6n. Asi el art. 545 expresa que: “Tramitardn por los procedimientos estable- cidos en las leyes especiales pertinentes: a)_ los procesos preventivos, correctivos y educativos de competencia de los Tribunales de Menores (arts. 119 a 142 del Cédigo del Nino); b) los procesos por infracciones aduaneras (Ley No. 13.318 del 28/12/64 y sus modificativas); c) los procesos de competencia del T.C.A. (Decreto-Ley 15.524); 4) los procesos de divorcio por mutuo consentimiento y por sola volun- tad de la mujer (art. 187 C.C.). e) el procedimiento para la obtencién de segundas copias (Ley No. 11.759 del 19/11/951). E] art. 546 ordinal 1, por su parte declara que “quedan en vigor todas las disposiciones de las leyes de arrendamientos urbanos y rurales con las modifi- caciones que establecen los ordinales siguientes en materia de procedimiento, tema que sera objeto de un estudio por separado. Respecto a los procesos regulados por los arts. 545 y 546, cabe pregun- tarse qué régimen procesal se aplica en general, asi por ejemplo en materia de recursos. Entendemos que en toda materia en que no exista una norma especial correspondera aplicar el C.G.P., por tratarse del instrumento proce- sal que el legislador considerd més idéneo y a fin de uniformar los diversos procesos. 3) Respecto al tercer punto en estudio, es decir establecer desde cudn- do rige la nueva normativa, debe sefalarse que de acuerdo a las normas de vigencia que ha establecido el propio Cédigo, existen dos momentos: el que el art. 547 denomina vigencia y el de la promulgacion, segun surge del art. 548.2 en su parte final. De acuerdo a lo estatuido por la norma citada en primer término, el C.G.P, se aplicaré a todos los procesos que se inicien a partir de la vigencia, con las excepciones que ya estudidramos, consagradas en los arts, 545 y 546. La definicién de vigencia ha sido realizada por el propio legistador en el art. 547 y al tenor de lo allf sehalado se produciré el dia 21 de julio del co- rriente aio. Sin embargo y a la luz de la solucién consagrada en el art. 548.2 parte final, se aplicaran a los procesos que se inicien a partir de la promulgacién, las normas del C.G.P. que establecen responsabilidades y sanciones distintas a las vigentes. LA VIGENCIA Y LOS PROCESOS EN TRAMITE 23 En primer lugar corresponde indicar qué se entiende por promulgacién. Nosotros entendemos con la doctrina més aceptada, que la publicacién de una ley hace parte integrante de la promulgacién, y que por consiguiente no esté promulgada mientras no esté publicada. Adin cuando se pudiera dis- crepar con la solucién adoptada en un plano estrictamente tedrico, conside- ramos que es la solucién més apropiada por tratarse de la aplicacién de nor- mas de indole sancionatoria. Por ello entendemos que este grupo de normas, se encuentra en vigor desde el dia 14 de noviembre del aio 1988, fecha de la publicacién en el Diario Oficial y para los procesos que se iniciaron con posterioridad a la misma. En segundo lugar, debe indicarse que cuando la ley hace referencia a san- ciones y responsabilidades diferentes a las vigentes, est aludiendo a la actua- cién de los sujetos, y no a las consecuencias derivadas de las omisiones en el cumplimiento de los actos. En tal sentido, y a via de ejemplo, entendemos en vigor desde la pro- mulgacién, las normas de los arts. 56 a 61 y 107.4 en lo que concierne a un nuevo régimen sancionatorio para las partes y profesionales. Asimismo y para los magistrados, los arts, 26, 210, 211, 212 y 213. Es importante sefialar, que estas normas de responsabilidad de los magis- trados pueden aplicarse sin aguardar la reglamentacién de la ley organica y ello de acuerdo al mandato constitucional (arts, 23, 72 y 332). En efecto, la norma citada en tiltimo término indica que “los preceptos de la presente constitucién que reconocen derechos a los individuos, asi como los que atri- buyen facultades e imponen deberes a las autoridades piblicas, no dejardn de aplicarse por falta de reglamentacién respectiva, sino que ésta sera suplida, recurriendo a los fundamentos de leyes andlogas, a los principios generales de derecho y a las doctrinas generalmente admitidas”. Esta es por lo demés la so- lucién que establece el propio Cédigo para la integracién de las normas pro- cesales en el art. 15. En sentido concordante la Acordada No. 6.995 del 23 de diciembre de 1988 de la Suprema Corte de Justicia que instaura el proce- dimiento mediante el cual se hard efectiva la responsabilidad de los jueces, menciona en su articulado los arts. 212 y 213 del Cédigo. 4) En cuanto al régimen de los procesos pendientes el principio general consagrado en el art. 547 es que el C.G.P. no se aplica. EI art. 548 establece las excepciones a dicho principio que refieren al procedimiento en materia de segunda instancia y casacin y a normas de ca- racter general, las que comenzaran a aplicarse a partir del 21 de julio préximo. ‘Antes de ingresar al estudio de las mismas, conviene destacar que proceso pendiente serfa aquél en que se ha presentado la demanda. La primera excepcién aparece regulada en el art. 548.1: “El procedimiento previsto en este Cdigo para la segunda instancia y pa- ra la casaci6n, se aplicaré a los asuntos que se hallaren en trémite al comenzar su vigencia con excepcidn de aquellos recursos en los que ya se hubiere dis- puesto el pasaje a estudio”. El momento preclusivo que excluye la aplicacién de estas normas es et pasaje a estudio para los organo colegiados; el legislador nada ha establecido para los tribunales unipersonales. Realizando una interpretacién arménica, debe entenderse que el momento preclusivo en tal caso lo fija el auto de cita- cién para sentencia. 24 SELVA KLETT Debe destacarse que lo que se aplica inmediatamente, a los procesos en trdmite, son las normas de procedimiento. Las normas sobre procedencia de un nuevo recurso o ampliacién de causales de alguno previsto, regiran a partir de la vigencia pero s6lo para los procesos que se inicien a partir de la misma; tal el caso del recurso de revision que se establece en el C.G.P. o la amplia- cién del régimen de la casacién (arts. 268 a 280). Es importante insistir en esta idea: lo que se aplica a los procesos pen- dientes son las normas de procedimiento: asi, la potestad del art. 200.2 del tribunal unipersonal de resolver en forma anticipada; la interposicion de los recursos deberd realizarse en concordancia con las nuevas normas; el recurso de apelacién incluiré la solicitud del diligenciamiento de los medios concre- tos de prueba que se pretenda utilizar en la segunda instancia (art. 253.2); el examen del recurso de casacin desde el punto de vista de su admisibilidad, serd resuelto por el érgano que dicté el fallo (art. 274); sin perjuicio del re- curso de queda respectivo; el 6rgano colegiado de alzada hard el pasaje a es- tudio en forma simulténea por reproduccién facsimilar (Art. 204.2) en los nuevos plazos establecidos, deberd producirse la prueba en audiencia y dic- tarse la sentencia segin lo preceptuado por los arts. 256, 344 y 346. ‘Ahora bien, si el recurso ya fue interpuesto, el régimen a aplicar es el an- terior; en tal caso deberd admitirse la prueba en segunda instancia de acuerdo a la norma del art. 51 de la ley No. 13.355 a fin de mantener la igualdad de las partes y su derecho a realizar pruebas, como manifestacién del debido proceso. Nos congratulamos con la posicin adoptada puesto que estas normas po- seen un mayor tecnicismo y posibilitaré ir uniformando la segunda instancia y procedimiento en casacion. La segunda excepcién se establece en el art. 548.2: “Las disposiciones del Libro I, hasta el Capitulo I del Titulo VI inclusive se aplicaran a los procesos en tramite, a la fecha de entrada en vigencia del Codigo...”. Dada la extensin de este trabajo, no podemos realizar el estudio porme- norizado de los ciento dieciséis articulos para explicar en cada caso si una norma concreta se aplica a un proceso pendiente y de qué manera. En esta materia debe tenerse presente como criterio rector que las nor- mas en estudio van a poder aplicarse, siempre que no se conculque algin de- recho, y siempre que sea posible. Nos referimos a que se trata de dos siste- mas basados en principios sustancialmente diferentes; ello puede determinar, que algunas normas que segiin este art. 548.2 deberian aplicarse a los proce- sos en trémite, en realidad no puedan aplicarse. Las normas referidas regulan todo lo atinente a principios generales, apli- cacién de la norma procesal, deberes, facultades y responsabilidades del tri- bunal en el proceso, partes, actos procesales, comunicaciones, nulidades. Existen algunas normas que no ofrecen dudas en la aplicacién inmediata; asi del elenco de potestades consagradas en el art. 24, la jurisprudencia pa- tria ya venfa aplicando algunas; la integracién correcta de la litis en caso de litisconsorcio activo o pasivo (art. 47); el plazo para plantear la demanda in- cidental de nulidad (art. 115.3); la liquidacién de la condena en costas apro- bada o corregida por el Secretario Actuario del Tribunal, que constituye ti- tulo de ejecuci6n contra el obligado a su pago (art. 56.2). LA VIGENCIA Y LOS PROCESOS EN TRAMITE 25 También y como consecuencia de la propia esencia de la funcién juris- diccional, los principios de inmediacién y de indelegabilidad son de aplica- cidn a los procesos pendientes, ya para los que tramitan en audiencia como los posesorios o de alimentos, ya ~ con caracter general-. para la recepcion de la prueba en cualquier proceso y al tenor de la clara redaccién del art. 8. Téngase presente, que en los Juzgados que se tramitan los asuntos ya inicia- dos, no ingresarén nuevos. En sentido contrario, y atin cuando se encuentren entre las normas a que se remite el art. 548.2, no pueden aplicarse los arts. 102, 103 y 76, que refie- ren a la forma del acta (resumida) y a la forma de notificacion de las provi- dencias pronunciadas en audiencia, respectivamente. En efecto, estas normas tienden su razén de ser en la nueva estructura de los procesos, en la diversa manera de actuaci6n de los sujetos procesales, fun- damentalmente del tribunal a quien compete la direccién del proceso (arts. 2, 3, 6, 24), y a quien corresponde, por ejemplo, interrogar personalmente a los testigos (art. 161). En un proceso llevado totalmente a cabo en consonancia con las nuevas normas sera relativamente sencillo realizar el acta resumida de que hablan los arts. 102 y 103; no sucederd lo mismo en los procesos —atin por audiencias— que se realicen de acuerdo a las viejas normas puesto que la forma de produc- cin de la prueba es absolutamente diferente. Lo mismo acontece con la notificacién en la audiencia a las partes (art. 76); no puede aplicarse, porque salvo excepciones (Decreto-Ley 14.384 en materia de revision de precios en arrendamientos rurales) la ley no ha estable- cido sanciones para la inasistencia de las partes a la audiencia; por tanto si no existe el deber de comparecer, tampoco puede aplicarse la consecuencia del incumplimiento mismo. Basten estos ejemplos para indicar que se debe ser sumamente cauteloso con la aplicacién de este art, 548.2. Asimismo no se pierda de vista que del elenco de estas normas (arts. 1a 116) quedaran fuera, aquellas que establecen sanciones y responsabilida- des diferentes a las vigentes que no se aplicaran a todos {os procesos pen- dientes, sino sdlo a los que inicien con posterioridad a la promulgacion (art. 548.2 in fine). 5) En cuanto al denominado régimen intermedio consagrado en el art. 549, entendemos que la soluci6n es simple: la ley faculta a la Suprema Corte de Justicia a determinar qué Juzgados continuaran con los asuntos pendien- tes y cudles comienzan aplicando el nuevo Cédigo; en ningiin tribunal de pri- mera instancia coexistiran los dos sistemas. Cuando los Juzgados que siguen tramitando los procesos pendientes vayan terminando con la 1a. instancia se volverdn a redistribuir los asuntos, y se decidir cuéles se irén incorporando al nuevo sistema. Al tenor de lo dispuesto por este art. 549 este régimen se aplicaba sélo a la primera instancia; aparentemente coexistian en los Tribunales de Apelacio- nes los dos tipos de procesos. Sin embargo la ley No. 16.002 en su art, 132 faculta a la Suprema Corte de Justicia para determinar “la fecha de cons- titucién de cad uno de ellos, (tribunales creados por esta ley) la materia que conoceran, el régimen de turnos en que actuarén en sus respectivas compe- 26 SELVA KLETT tencias y el sistema de distribucién de asuntos en trémite a la fecha de la efectiva constitucién de las nuevas sedes judiciales”. De acuerdo a la redaccién de la ley citada en ultimo término, entende- mos que la S.C. de J. puede aplicar un criterio similar al consagrado por el art. 549 del Cédigo para la segunda instancia ante érganos colegiados. Il. Aplicacion de las normas procesales. Este tema hace referencia a la aplicacién del Derecho Objetivo a casos singulares y plantea una serie de problemas. En primer término la eleccién de la norma y la determinacién de los sujetos a quienes comprende. Este tema serd estudiado por otros profesores determinando cuando procede cada una de las estructuras procesales creadas por el nuevo Cédigo y las diversas situaciones juridicas en que se encuentran los sujetos intervinientes. También comprende la consideracién acerca de si una norma se adecua o no a las normas constitucionales. Nosotros s6lo nos vamos a referir a la aplicacién de la norma procesal: —en el tiempo en el espacio, y a su — interpretacion —e integracion 1. Aplicacién de la norma procesal en el tiempo. Una de las cuestiones mas arduas que pueden surgir en el momento de la aplicacién, estriba en saber si una disposicién legislativa puede aplicarse a situaciones juridicas concretas, nacidas bajo el imperio de una ley anterior. Obviamente no se plantearé ningin problema en los procesos totalmente terminados a la entrada en vigencia de la ley procesal, ni con aquellos que se inicien a partir de este momento. El problema més complejo se centra en saber que régimen se aplica a los procesos en tramite, cuando sobreviene la vigencia de la nueva ley. Lo primero a sefialar es, que el tema del conflicto de leyes en el tiempo no ha sido objeto de regulacion de nuestra Carta Magna, y si solo de leyes. Por este motivo, enfrentados a una nueva ley procesal la primer investi- gacién del intérprete debe orientarse a saber si el legislador ha dispuesto cémo y cuando se aplica la nueva ley y de qué manera afecta a los procedi- mientos en curso. Es lo que venimos de hacer respecto del Codigo General del Proceso; vimos que éste consagra un régimen especifico respecto a su propia vigencia y a los procesos en tramite. El Cédigo Civil, tiene sus propias normas sobre vigencia, ain cuando en el titulo preliminar establecid algunas normas sobre aplicacién en el orden temporal, que se aplican con caracter general. En el régimen actual el principio que consagra la no retroactividad de la ley se encuentra en el art. 7 del C.C. Es comin que se sefiale que las normas procesales se aplican retroactiva- mente. A partir de un trabajo del jurista francés Rubier (El conflicto de leyes en el tiempo), se distingue con claridad aplicacién retroactiva y aplicacin inmediata, En el Derecho Procesal tampoco existe retroactividad, pues ésta siempre es de excepcion, LA VIGENCIA Y LOS PROCESOS EN TRAMITE. 27 Lo que sucede en el Derecho Procesal, no es que las leyes se apliquen en forma retroactiva, sino que por virtud de la funcién y naturaleza de estas leyes su aplicaci6n se realiza en forma inmediata al proceso compuesto por una serie de actos, Si alguna norma plantea problemas es la antigua que pre- tende seguir en vigencia (ultractividad). Debemos tener presente, que el proceso es independiente del derecho de fondo cuya actuacién y satisfaccién se persigue en el mismo y se compone de una serie de actos, que por ser independientes permiten la aplicacién de la nueva ley en las etapas sucesivas a la vigencia de ésta, Ademés es claro que el proceso es el instrumento para Ja realizacién de los derechos sustantivos. En tal sentido, si el legislador entiende que este instrumento ya no sirve, ya no es idéneo para el fin que se le habia asignado, es légico que se aplique de inmediato la nueva norma creada. Veamos el régimen del art, 12. Creo que ha sido muy importante su inclusién, para solucionar los problemas que se plantean en doctrina y jurisprudencia, sobre la aplicacion de la norma procesal en el tiempo. Esto significa que si surge una nueva norma procesal, que no se pronun- cia acerca de su vigencia, va a regir esta norma del art, 12. Este régimen general puede ser derogado por otra ley que establezca un criterio diferente de vigencia; pero en ausencia de norma éste serd el régimen aplicable: EI ler. inciso de la norma citada expresa: “Las normas procesales son de aplicacién inmediata y alcanza incluso a los procesos en trémite”. Como vimos este no es el criterio recogido por et Cédigo para su propia vigencia. El 2do. inciso establece las excepciones: “No obstante no regiran para los recursos interpuestos ni para los trimites diligencias o plazos que hubieren empezado a correr 0 tenido principio de ejecucién antes de su entrada en vigor, los cuales se regirn por la norma precedente”. En cuanto a los recursos la interposicin hace aplicable la ley anterior. Es decir que si un recurso se deroga, pero ya estaba interpuesto debe tramitarse y resolverse, con arreglo a Ja ley anterior. Por el contrario si un recurso se crea se aplica inmediatamente, Tampoco alcanza la nueva ley a los plazos que hayan comenzado a correr; ni a los trémites y diligencias que hayan tenido principio de ejecucién. Tramite segin el diccionario de la Real Academia “es el paso de una parte a ta otra o de una cosa a la otra” y es también “cada uno de los estados. y diligencias que hay que reconocer en un negocio hasta su conclusién”. Diligencia es toda actuacién procesal con excepcién de los actos ordena- torios y decisorios y ain la documentacién de los mismos. La locuci6n “tenido principio de ejecucion” alude a la ejecucion iniciada, pero comprende ademés la resolucién del Tribunal que ordena la practica y aiin la gestion de la parte que reclama tal resolucién ordenatoria. Creemos que la soluci6n legal es adecuada: permite aplicar la nueva ley - instrumento considerado més adecuado por el legislador— a los tramites, diligencias o etapas independientes que no han tenido comienzo de ejecu- cién; permite mantener la ultractividad del viejo régimen, en las etapas o tramites que a la fecha de entrada en vigor del nuevo no se hayan agotado 0 28 SELVA KLETT consumado, Creemos que se trata de la aplicacién del principio constitucio- nal de la preordenacién legal de las formas o principio de legalidad consagra- do en el art. 18. El inc. 3 regula también una cuestion arduamente debatida: “Asimismo, el tribunal que esté conociendo en un asunto continuard en el mismo hasta su terminacion, aunque la nueva norma modifique las reglas de competencia”. Consagra el principio de la perpetuatio jurisdictionis, la que queda fijada desde la demanda. Entendemos que comprende las modificaciones tanto de la competencia como de la jurisdiccién en la acepeién que tiene a la luz de nuestro Derecho Positivo art. 6 ley 15.750. 2. Laaplicacién de la norma procesal en el espacio. Como vimos toda norma tiene un ambito temporal y un dmbito espacial de vigencia. Esto significa que sélo obliga en determinado tiempo, y en determinada porcién del espacio. Los llamados conflictos de leyes en el espacio se reducen siempre a establecer el cardcter territorial o extraterritorial de determinado precepto. En principio, las leyes vigentes en un Estado se aplican dentro del territo- rio del mismo. Lo que en derecho ptblico se Ilama territorio no es otra cosa que el ambito normal de vigencia del orden juridico de un Estado, en rela- cién con el espacio. Decimos normal, porque en ciertos casos se admite la posibilidad de que la ley obligatoria en el territorio de un Estado se aplique fuera de él, o la de que la ley extranjera tenga aplicacién en el nacional. La existencia de los problemas de que hemos venido hablando es conse- cuencia necesaria de la pluralidad de legislaciones ya sea en el interior de un Estado, ya en el orden internacional, y ello porque la actividad de las perso- nas no se desenvuelve siempre, desde el punto de vista del derecho, en el 4m- bito espacial de vigencia del Estado a que pertenecen. El problema de los conflictos de leyes en el espacio es una de las cuestio- nes fundamentals estudiadas por el D.L.P. y sdlo estudiaremos en esta oca- sién las consideraciones especiales que nos merezcan desde un punto de vista estrictamente procesal. Entrando ya al estudio de las nuevas normas, el art. 13 establece el prin- cipio de Ja territorialidad de la norma procesal. Sefiala: “Este Codigo regira en todo el territorio nacional sin perjuicio de lo dispuesto por las convenciones internacionales suscriptas y ratificadas por el Estado”, Esto significa, que todo proceso Ilevado a cabo en Uruguay, se reglara por las normas de este Cédigo, en tanto se encuentren vigentes. Este es el principio general: todos los actos de un proceso que se realiza en Uruguay, ain cuando la relacién sustantiva deba ser decidida por aplica- cién de un Derecho Extranjero, se ejecutaran con arreglo a nuestras leyes procesales. Obviamente, este principio tiene un claro fundamento: siendo la funci6n jurisdiccional una de las tres esenciales del Estado, es natural que sean las reglas de éste y no las de un pais extranjero, las que regulen los actos procesales que se realizan dentro del territorio. Este principio, admite segan la propia redaccién del articulo en examen algunas excepciones establecidas por las convenciones internacionales ratifica- LA VIGENCIA Y LOS PROCESOS EN TRAMITE 29 das por nuestro pais. Pero, ademés, las que aparecen en el Titulo X del Libro Segundo que trata de las “normas procesales internacionales”. Como lo esta- blece el art, 524 estas normas son de caracter supletorio y se aplican en au- sencia de tratado o convencién. El art, 525.1 corrobora el principio general consagrado por el art. 13. En efecto, sefiala la norma citada que “los procesos y sus incidentes, cualquiera sea su naturaleza se sujetardn a las leyes procesales de la Republica”, Todo proceso que se desarrolle en nuestro pais se llevar a cabo de acuer- do con nuestras normas procesales, Esta norma aparece en el art. 2402 CC y en los tratados que vinculan a nuestro pais (art. lo. de los Tratados de Mdeo. de 1889 y 1940). Ahora bien, en materia probatoria el art. 525.2 consagra una solucién distinta, en cuanto a la admisibilidad y valoracion de la prueba, similar a la consagrada en los Tratados antes citados. Reza la norma mencionada; “Las pruebas se admitiran y valoraran segiin la ley a que estd sujeta la relacién juridica objeto del proceso. Se exceptiian aquellas pruebas que estén prohi- bidas por la legislacion nacional”. Es decir, que atin cuando el proceso se esté realizando en Uruguay, en estas dreas —admisibilidad y valoracion de la prueba- se aplica la ley a que esté sujeta la relaci6n juridica objeto del proceso. Pongamos un ejemplo: Un uruguayo domiciliado en nuestro pats es par- ticipe en un accidente en Brasil, pais con el que no tenemos tratado que re- gule la especie. De acuerdo a lo dispuesto por el art. 2401 CC (norma supletoria), seria competente el Juez del Estado, a cuya ley corresponde el conocimiento de la relacion (el accidente se produjo en Brasil, la ley aplicable seria la brasilera y el Juez competente también). Pero el 20. inciso de la norma citada le otorga una opcion al actor. “Tratandose de acciones personales patrimoniales, éstas también pueden ser ejercidas, ante los jueces del pais del domicilio del demandado”; en el ca- so, Uruguay. El actor efectivamente plantea su demanda ante nuestros Tribunales, por ejemplo a fin de facilitar 1a ejecucién de la sentencia, puesto que los bienes del demandado se encuentran en su totalidad en nuestro pais. EI proceso se llevard a cabo segtin nuestras normas procesales (arts. 13 y 525.1). Sin embargo, en cuanto a la admisibilidad y valoracién de la prueba, el Juez uruguayo deberd estar a las normas brasileras, pues son éstas las que ri- gen la relaci6n sustantiva (art, 525.2). Esto tiene importancia, puesto que atin radicado el proceso en Uruguay, estas cuestiones sobre admisibilidad y valoracién de la prueba, también en al- gin sentido formal, escapan al régimen general (lex fori) y se regulan por las normas que rigen la relacién juridica objeto del proceso. Por ejemplo, si se estableciera un sistema de valoracién de la prueba, ta- sado legalmente, para los medios que en Uruguay se aprecian segin las reglas de la sana critica, a esas normas deberd estarse, porque asi lo dispone el art. 525.2. De cualquier manera, el propio texto establece una clara limitacién en cuanto a la admisibilidad: “Se exceptian aquellas pruebas que estén prohi- 30 SELVA KLETT bidas por la legislacién nacional”. Se trata de pruebas que violan principios esenciales de nuestro ordenamiento juridico. Resumiendo: El proceso se reglar en principio y en todos los actos por las normas nacionales. En cuanto a la admisibilidad de la prueba se regird por la norma brasilera, con el limite por demas légico, que no se violen prin- cipios esenciales de nuestro Ordenamiento Juridico; la valoracién de la prue- ba también se reglaré por la norma brasilera. Toda la etapa de produccién, de diligenciamiento de prueba que se reali- ce en nuestro pais, se reglara por las normas uruguayas. El planteamiento de este caso, nos lleva a otro tema, que el nuevo Cédi- go trata bajo el titulo ‘“‘de la cooperacién judicial internacional”. En este mismo caso, tal vez la mayor parte de la prueba, testigos, infor- mes judiciales, deba producirse en el Brasil. Para la realizacién de tales prue- bas el art. 526 establece normas muy concretas. Asf el art. 526.1: El medio a utilizar serd el exhorto o carta rogatoria, Las soluciones legales se vienen aplicando en virtud de los tratados y con- venciones que vinculan a nuestro pais. La tramitacion del exhorto se realiza “de acuerdo con las leyes procesa- les de su cumplimiento”. Es el mismo principio de aplicacién territorial de las leyes procesales (art, 527.3). Lo que si me parece importante destacar, es lo dispuesto por el inc. 20. de este art. 527.3. Los tribunales, a solicitud del organo jurisdiccional requirente, podran observar en el diligenciamiento del exhorto o carta rogatoria, formalidades © procedimientos especiales, siempre que ello no fuera contrario a la legis- lacién nacional”. Esta norma tiene su antecedente en las Convenciones de Panama de 1975 y Convenios Bilaterales con Argentina y Chile. Significa una excepcién al principio de la territorialidad, y puede aplicar- se siempre y cuando no implique una violacién trascendente a los principios esenciales de nuestro pais. 4Por qué decimos que constituye una excepcién? Y bien, porque en los procesos radicados en nuestro pais, rigen nuestras normas procesales, y precisamente esta norma permite, que se apliquen fi malidades o procedimientos especiales previstos en el Ordenamiento Juridi- co del requirente, del exhortante; obviamente siempre con el limite preciso, de que ello no constituya una violacién de nuestro Orden Piiblico. Por iiltimo, corresponde realizar una breve referencia a la aplicacién del Derecho Extranjero. Cuando comenzamos el tema de la aplicacién de la nor- ma sefialamos, que uno de los problemas que se planteaban, era precisamen- te, el de la elecci6n de la misma. El magistrado enfrentado a la resolucién de un problema planteado de- berd determinar qué norma es aplicable. En este estado puede suceder, que de acuerdo a las normas de DIP, deba aplicar un Derecho Extranjero. Pues bien, para el caso en que no exista tratado que vincule a nuestro pais con el pais cuyo derecho habra de aplicarse, rige el precepto del art. 525.3. LA VIGENCIA Y LOS PROCESOS EN TRAMITE 31 En lo esencial y recogiendo la tesis consagrada por la CIDIP II (1979 Mdeo.), Convencion sobre normas generales y sobre Prueba e Informacion del D.E. se indica que el Juez debe aplicar de oficio el Derecho Extranjero. Esto significa que una vez que el Tribunal tiene claro que la norma que regula la relacién juridica sujeta a su conocimiento, es extranjera, debe apli- carla sin més, de oficio, puesto que en su actividad jurisdiccional esta atado por el principio iura novit curia. Es su deber primordial aplicar al caso la solucién que corresponda, y si la norma que resulta aplicable es la extranjera, debe asi hacerlo, para dar fiel cumplimiento a la funcién que tiene asignada. En tal sentido, y como corolario de este deber, el Tribunal deberé bus- car la norma, por los medios que estime adecuados, sin perjuicio de la colabo- racién que en tal aspecto puedan desarrollar las partes (art, 525.3 inc. 20.). Y ademés, en la aplicacion del D.E., y en su interpretaci6n, el mismo art. consagra la solucién que el Tribunal debe hacerlo “tal como lo harfan los tribunales a cuyo orden jur{dico pertenezca la norma respectiva”, En este ambito —régimen supletorio— como vimos se consagra: 1) el deber de aplicacién de oficio del D.E. 2) el deber-corolario de la busqueda del Juez de la norma apropiada al caso, sin perjuicio de la colaboracién que puedan prestar las partes a la labor jurisdiccional. 3) el deber de aplicar e interpretar la norma “tal como lo harfan los Tri- bunales a cuyo orden juridico pertenezca la norma”. 3. Interpretacién de la norma procesal La interpretacion de la norma procesal no se diferencia de las otras nor- mas jurfdicas. Simplemente estudiaremos aqui las particularidades. Interpretar es desentrafiar el sentido de una expresion. Se interpretan las expresiones para descubrir lo que significan. Interpretar la ley es descubrir el sentido que encierra. La interpretacion de las normas procesales se rige por lo dispuesto en el Titulo Preliminar del Cédigo Civil, que se aplica a todas las ramas del Derecho. En base a estas consideraciones, y no voy a abundar en el tema, el primer elemento a considerar es el gramatical (art. 17 CC): no se desatender su te- nor literal a pretexto de consultar su espiritu. Se sefiala ademas que las palabras se entenderdn en su sentido natural y obvio, pero cuando el legislador las haya definido expresamente para ciertas materias se les dara en éstas su significado legal (art. 18 CC). En el art. 19 se hace referencia a las palabras técnicas, que en principio deben tomarse en el sentido que les den los que profesan el mismo arte o ciencia. Cuando el método gramatical no agota el problema, segiin lo dispone el inc, 20, del art. 17 puede recurrirse a la “intencién o espiritu claramente ma- nifestados en ella misma o en la historia fidedigna de su sancién”. Se investiga cual es la ratio legis, es decir la finalidad de la ley. La norma tiene una razon de ser que deriva de ella misma, y del propio contexto de la ley, de tal modo que corresponde realizar un estudio sistematico del conjun- to de las disposiciones. El art. 20 sefiala “El contexto de la ley servird para 32 SELVA KLETT ilustrar el sentido de cada una de sus partes de manera que haya entre todas ellas, la debida correspondencia y armonia”. El art. 14 del Cédigo General del Proceso establece que en caso de duda se deberd recurrir a las normas generales, teniendo presente los principios ge- nerales de derecho y especiales del proceso y la necesidad de preservar las garantias constitucionales del debido proceso y de la defensa en el mismo. Es decir que en caso de duda sobre el sentido de la norma procesal, el intérprete deberd tener en cuenta los principios generales de derecho, y en forma especial la necesidad de preservar las garantias del debido proceso y de defensa. Pero ademas, y segtin lo indica claramente el inc. 1o. del art. en examen “el tribunal deberd tener en cuenta que el fin del proceso es la efectividad de los derechos sustanciales”. Esta norma es muy importante y significa poner claramente de relieve cual es la finalidad de! proceso; el proceso por el proceso no tiene significa- do alguno; el proceso debe servir para encontrar una solucién al problema de fondo planteado. Obsérvese con qué precisién el art. 11 trata el derecho al proceso. Asi el ordinal 1o.: “Cualquier persona tiene derecho a acudir ante los tribunales a plantear un problema juridico concreto, de oponerse a la solucién recla- mada y a ejercer todos los actos procesales concernientes a la defensa de una u otra posicién procesal y el Tribunal requerido tiene el deber de prover so- bre sus peticiones”. Y el mismo art. en su numeral 4 sefiala que “‘todo sujeto de derecho ten- dré acceso a un proceso de duracién razonable que resuelva sus pretensiones”. Creo que esta norma es de indudable trascendencia, porque da una direc- tiva muy clara al Tribunal: el proceso debe servir para la efectividad de los derechos sustanciales, y efectividad significa que al cabo de un proceso se le diga al justiciable, “Ud. tenfa o no tenia raz6n, por tal o cual motivo”. Entiendo que es de fundamental trascendencia, porque acerca el proce- so a los justiciables. A las personas que recurren a un proceso, les interesa que los problemas que plantean sean resueltos. El comin de la gente no en- tiende, por qué la sentencia se mantiene a veces en consideraciones mera- mente formales y no se expide sobre la cuestién de mérito. Por eso, él tribunal cuando interprete la norma procesal deberé tener muy claro cual és la finalidad del proceso y deberd ser extremadamente cautelo- so para establecer una interpretacion que le impida expedirse sobre el fondo del asunto, 4, Integracion de las normas procesales. El problema de la integracién se plantea en ausencia de norma concreta, que resuelva el caso, ante un vacio legal, a diferencia de la interpretacion que obviamente presupone la existencia de una norma, En caso de vacio legal, el Juez, de cualquier manera debe fallar, porque ese es precisamente el deber que define la funcién que ejerce (Art. 25.1). Este art, se remite al 15, que es el que regula la integracion en materia de normas procesales.

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