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UNIVERSIDAD POPULAR AUTONOMA DE VERACRUZ

FACULTAD DE PSICOPEDAGOGIA

ASIGNATURA:
PSICOPEDAGOGIA DE LA LECTOESCRITURA

TEMA:
INVESTIGACION
PROBLEMAS DE LA LECTOESCRITURA

DOCENTE:
PSIC. LORAYNE DEL C. GONZALEZ MADRIGAL

ALUMNO:
ALOR MARTINEZ RUBEN

CUATRIMESTRE:
TERCERO

FECHA:
20 DE JUNIO 2021
INTRODUCCIÓN. –

Todo ser vivo tiene la necesidad de aprender, en especial el ser humano que de
forma innata lo traemos, dado que cada etapa de la vida desde la más tierna hasta
la adulta constantemente estamos aprendiendo, por tal motivo nos vemos en la
necesidad de desarrollar ciertas habilidades las cuales nos permitan llegar hasta
ese punto.

El objetivo de la siguiente investigación, es precisamente mostrar al lector, algunos


aspectos que tienen que ver con la adquisición de conocimientos, en especial la
lectoescritura, te mostraremos qué es la lectoescritura, cuáles son los principales
aspectos que están relacionados con ella, las principales características que
pudiera presentar el alumno con problemas de este índole, y además todo el
proceso que conlleva desarrollar las habilidades básicas de la lectura y la escritura
y su estrecha relación entre ambas.
LECTOESCRITURA. –

La lectoescritura es el concepto que recoge las habilidades de escribir y saber


interpretar un texto, es decir, leer y entender un documento de una lengua
determinada.

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El aprendizaje de la lectura y la escritura es un proceso gradual que comienza en


las etapas educativas iniciales. Desde Educación Infantil se va perfeccionando a lo
largo de gran parte del periodo escolar.

Tanto la lectura como la escritura son habilidades necesarias para establecer, de


forma progresiva, aprendizajes más complejos. Como adultos tenemos
automatizados los procesos de lectura y escritura y nos parece algo sencillo.
Algunos niños y adolescentes pueden sufrir mucho si no logran automatizarlos.
Estos estudiantes van a cometer muchos errores de ortografía, leer despacio y con
poca precisión o no van a entender lo que han leído.
TRANSTORNOS DE LA LECTOESCRITURA. –

Cuando el aprendizaje de la lectura o de la escritura no tiene la evolución esperada


en acorde a la edad y al nivel de inteligencia del niño o del adolescente, podríamos
estar hablando de un Trastorno específico de aprendizaje. Este problema conlleva
una dificultad para aprender las aptitudes académicas básicas que tiene lugar
durante el periodo de desarrollo, que coincide con la etapa escolar. Las aptitudes
académicas básicas incluyen: la lectura de palabras, la comprensión de la lectura,
la expresión escrita, la ortografía, el cálculo y el razonamiento para resolver
problemas matemáticos. Estas aptitudes tienen que ser enseñadas y aprendidas, a
diferencia de otros hitos del desarrollo que surgen con la maduración de la corteza
cerebral, como caminar y hablar. Estas aptitudes básicas permiten aprender otras
materias académicas, como la historia, las matemáticas o la geografía.

En la mayoría de los niños, las dificultades del aprendizaje suelen ser ya muy
evidentes en los primeros años escolares. Sin embargo, en algunos casos, estas
dificultades pueden no manifestarse hasta cursos más avanzados cuando las
exigencias académicas superen las capacidades limitadas del menor.

“Las dificultades de aprendizaje suelen manifestarse en los primeros años


escolares.”

Problemas de aprendizaje. –

Los Trastornos del aprendizaje en las áreas académicas de expresión escrita,


lectura y matemáticas son muy frecuentes y afectan a entre un 5 y un 15 % de los
niños en edad escolar.
Cuando las dificultades se relacionan con la lectura y la escritura, se denomina
también Dislexia. Además de encontrar dificultades con la lectoescritura, algunas
personas presentan dificultades con las matemáticas y tienen problemas para hacer
operaciones aritméticas sencillas o para tener un razonamiento matemático
correcto.

Dificultades de lectura. –

Las dificultades en la lectura suelen reflejarse en cuatro características:

 Precisión de la lectura de palabras


 Velocidad de lectura
 Fluidez de lectura
 Comprensión de la lectura.

Por tanto, no solo hay que fijarse en que el niño lea rápido, preciso y con fluidez,
sino que también debe comprender lo que está leyendo. Para ello, debemos
asegurarnos de que es capaz de explicar el sentido del texto o frase.

Dificultades de escritura. –

Cuando las dificultades se asocian únicamente al proceso de escritura podremos


encontrar todos o alguno de los siguientes errores:

 Mala distribución de palabras y frases en el espacio: cuando observamos la


escritura del niño en un folio en blanco, la distribución de las frases, palabras
o texto es muy irregular y no está organizada dentro del espacio disponible.
 Escritura poco legible.
 Demasiada presión al escribir.
 Agarre inadecuado del lápiz.
 Letras pequeñas y poco precisas.
 Repetición de trazos dentro de las palabras
 Letras incompletas o invertidas.
 Presencia de errores ortográficos (en el caso de que los errores fuesen
únicamente de este tipo estaríamos hablando de disortografia).
 Presencia de errores como omisión de letras o sílabas, rotación de letras,
sustitución e inversión de grafemas.

ADQUISICIÓN DE LA LECTOESCRITURA. –

Proceso de enseñanza y aprendizaje:

Uno de los hitos más relevantes en la infancia es la adquisición de la lectura y la


escritura. Es esencial para ello que exista un proceso de enseñanza-aprendizaje
adecuado. No obstante, hay niños que presentan problemas en estos ámbitos.

Antes de expresar que un niño muestra alteraciones en la lectoescritura, hay que


descartar que padezca alteraciones en la visión o en la audición, que no tenga
problemas físicos que puedan interferir en la lectura, ausencia de desórdenes
emocionales o neurológicos y un C.I. normal que le permita desarrollar estas
capacidades.

Existen diferentes causas por las que un niño puede presentar alteraciones en la
lectoescritura, como puede ser un método de enseñanza inadecuado o factores
ambientales poco favorecedores, entre otros. También valoraremos otros aspectos
importantes como la dificultad en la copia, modificaciones en la lateralidad, la
percepción, la psicomotricidad, la atención, el cálculo, la memoria, el seguimiento
de órdenes complejas…
La escritura y la lectura son procesos distintos, pero dos caras de una misma
moneda. Se valen de un mismo código a descifrar, sin embargo, los propósitos por
los cuáles se escribe son distintos de aquéllos por los cuales se lee. Al producir
escritura el sujeto se vale de los mismos signos, pero la intencionalidad lo orienta a
la búsqueda de las combinaciones posibles con el objeto de llegar a construir
exactamente lo que quiere expresar.

Puede suceder que el niño o niña sufra un retraso en el desarrollo de la adquisición


de la lectura y, por ende, en la escritura. Este retraso suele ser más evidente en la
edad en la que los niños/as comienzan a aprender a leer, entre los 6 y 8 años de
edad, aunque se puede empezar a detectar a partir de los 4-5.

Signos de alarma para identificar las dificultades en la lectura y escritura. –

Respecto al área de la escritura:

 Alteración del orden de las letras de manera total o parcial


 Problemas en la orientación de los trazos de ciertas letras
 Confusión de letras similares, como por ejemplo /p/-/b/ p /d/-/b/
 Torpeza y falta de coordinación manual
 Postura inadecuada tanto del niño como del papel a la hora de escribir
 Exceso de tensión o falta de la misma a la hora de escribir
 Múltiples errores a la hora de escribir (omisiones, sustituciones, inversiones
o adiciones)
En cuanto el área de la lectura:

 Deterioro en la lectura
 Rendimiento significativamente inferior al esperado en relación a sus
características personales y escolares.
 Presentar dificultad para distinguir algunas letras o para leerlas en el orden
adecuado.
 Omitir letras o palabras.
 Lectura lenta, con silabeos, pérdida de línea… tiene dificultad para leer
palabras y frases.
 Falta de comprensión lectora.

Las fases del aprendizaje de la lectura. -

La logográfica:

En la que el niño identifica logos, imágenes con palabras. Conoce marcas y


símbolos por su dibujo.

La alfabética:

En la que inicia a relacionar las letras con su sonido. Se familiariza con el alfabeto
y puede leer fonemas e incluso sílabas.

La ortográfica:

En la que ya reconoce grupos de letras y palabras. Comienza a leer.


Fluida-expresiva:

En la que el niño lee perfectamente respetando la puntuación, representando la


lectura y entendiendo lo que lee. Es factible que surjan dificultades en el progreso
de estas etapas.

Principales trastornos en el aprendizaje de la lectura. –

Son la lectura carencial o disléxica, y quizás la más divulgada de las dificultades de


aprendizaje. Literalmente dislexia significa “mala calidad en la palabra”. Sin
profundizar, la dislexia puede ser fonológica, superficial o profunda. Se confunden
u omiten letras, sílabas o palabras. Se altera el orden de éstas o se equivocan en el
sonido de letras similares.

 La lectura bradiléxica consiste en que el niño lee sin errores, pero muy
despacio.
 La antítesis de la anterior o lectura taquiléxica, o sea el niño lee a
demasiada velocidad.
 La lectura disrítmica estriba en no respetar las pausas ni el orden, así como
los signos de puntuación. Lee a momentos rápido y en otros despacio.
 La lectura mnésica es en la que el niño se aprende el texto de memoria a
fuerza de oírlo y aparenta que lee, pero cuando se le indica algo específico
para leer no sabe.
 La lectura imaginaria la realiza el niño, basándose en los dibujos e
inventándose la historia sin que coincida auténticamente con las palabras.
 La lectura arrastrada emerge por dificultades en la percepción global que
impide obtener correctamente el conjunto de la lectura y genera demora en
la lectura para conseguir asimilar el texto entero.
 La lectura repetida, el niño reitera las primeras sílabas de las palabras. En
la lectura repetida silenciosa, el niño repite las sílabas, pero para sí mismo,
en voz baja.
 La lectura mixta combina la lectura silenciosa y la arrastrada.

Otros problemas que pueden presentar dificultades en la lectoescritura es el


trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). No hay que confundir la
dislexia con el TDAH. Los niños con dificultades con la lectura podrían ser inquietos
y esto puede confundirse.

También hay que considerar un trastorno en este caso auditivo como es el trastorno
del procesamiento auditivo o TPA, el cual afecta a la habilidad de los niños para
procesar la información que escuchan. Puede dificultar que los niños entiendan bien
lo que las personas hablan o bien les complica el seguimiento del relato de una
historia en voz alta. Maticemos que la lectura requiere la capacidad de conectar los
sonidos con las letras.

Estos trastornos se detectan con un examen que evaluará su capacidad de lectura


siempre teniendo en cuenta la edad del niño y la formación. Se realiza mediante
lectura de letras, sílabas, textos con dibujos y sin ellos, en letra de imprenta y
manuscrita. A partir de los resultados se establece si el pequeño tiene algún
problema para leer que deba corregirse.

Leer es un proceso de construcción de la significación de un texto en el que se


coordinan datos del texto con datos del contexto. El papel del lector activa sus
competencias lingüísticas y cognitivas a fin de participar en este proceso de
transacción con el texto. Las estrategias para que sea exitosa la lectura son la del
muestreo, la anticipación, predicción, autocorrección y la inferencia.
Partamos que aprender a leer es una tarea difícil y decisiva base de posteriores
aprendizajes. Un niño no aprende a leer y a escribir para hacer tareas o para superar
el año escolar, consideremos que la realidad de un niño no es que le importe el
futuro, el niño necesita aprender cosas que le sean de utilidad hoy y no mañana.

Un correcto proceso educativo debería preocuparse siempre por el presente,


intentando no arruinar lo que se ha hecho en el pasado y utilizarlo en todas y cada
una de sus potencialidades. Dr. Tonucci

Son numerosos los niños que aprenden a leer y a escribir con una moderada
eficacia, el inconveniente es que han aprendido a considerar a la lectura y a la
escritura como actividades aburridas y agotadoras que se deben hacer
obligatoriamente. Los niños pueden leer y escribir, pero no eligen hacerlo
libremente.

Sería idóneo llevar a cabo el aprendizaje como un proceso constructivo y dinámico


y no como una secuencia de pasos sin sentido que se convierten rápidamente para
los niños en actividades desagradables.

La lectura es importante para desarrollar la atención y concentración, desarrollar la


capacidad de decodificación y comprensión de mensajes, ayudar al
descentramiento y a la empatía, tener actitud dialógica para escuchar y aprender de
los demás, ponernos en contacto con nuestra introspección, es una forma
indispensable para ponerse en contacto con el mundo, con el conocimiento, otras
realidades, con el pasado, diversas opiniones… Gran parte de información nos llega
por escrito. El conocimiento amplía nuestra perspectiva y el desarrollo de criterios
para comprender e interpretar nuestra propia realidad.
Estar actualizados, en esta época en que los avances científicos y tecnológicos
avanzan rápidamente, quien no lee, queda desfasado.

Detección temprana de las dificultades de lectoescritura. –

La mejor intervención y ayuda a sus necesidades que se le puede brindar a un


menor con dificultades de lectoescritura es una detección temprana.

PRINCIPALES DE PROBLEMAS ASOCIADOS A LA LECTOESCRITURA. –

Dislexia. –

Dislexia se define como dificultad para leer. Cuando los niños están aprendiendo a
leer y a escribir en el jardín infantil y en primer grado, es común que confundan la
letra “b” con la “d”, el número “6” con el “9” y que confundan otros tipos de palabras.
Es importante aclarar que esto no es un problema de visión, sino que el cerebro
está invirtiendo o modificando la secuencia de la información que recibe de los ojos.
La mayor parte de los niños supera este problema antes de los siete años
aproximadamente. Sin embargo, en el caso de los jóvenes disléxicos, los problemas
de lectura persisten.

En otra forma de dislexia, la mente identifica correctamente la palabra que “ve”, pero
tarda en relacionarla con su significado. Estos adolescentes leen muy despacio y
es posible que tengan que releer el material varias veces antes de comprenderlo.
Otras actividades de comunicación también pueden presentar dificultades, tales
como comprender el lenguaje oral y expresarse de forma oral y escrita
Disgrafía. –

Disgrafía (o agrafía) se define como dificultad para escribir, como resultado de la


dislexia, de una coordinación motora deficiente o de problemas para entender
(interpretar) el espacio. La forma de manifestarse depende de la causa. Un informe
escrito por un adolescente con Disgrafía debido a la dislexia tendrá muchas
palabras ilegibles o mal escritas. Por otra parte, la torpeza motora o una deficiencia
en la percepción visual y espacial sólo afecta la letra, no la ortografía

Discalculia. –

La discalculia se define como dificultad para hacer cálculos matemáticos. Las


matemáticas son un problema para muchos estudiantes, pero la discalculia puede
hacer que un adolescente no comprenda incluso conceptos matemáticos básicos.

Discapacidad de la memoria y el procesamiento auditivo. –

Las discapacidades de la memoria y el procesamiento auditivo incluyen la dificultad


para comprender y recordar palabras o sonidos. Es posible que un adolescente
escuche con normalidad y, sin embargo, no recuerde las partes importantes porque
su memoria no está almacenándolas ni descifrándolas de manera correcta. O tal
vez escuche una frase, pero no pueda procesarla, especialmente si se usan
palabras complejas, es muy larga o se dice rápidamente, o si hay ruido de fondo.
En el caso de los jóvenes con trastornos de procesamiento auditivo central (TPAC),
el zumbido de un ventilador o los sonidos típicos de una clase pueden interferir con
el aprendizaje.
Trastorno por déficit de atención e hiperactividad —TDHA. –

La American Academy of Pediatrics (AAP) ha publicado recomendaciones sobre las


pautas para el diagnóstico y el tratamiento del trastorno por déficit de atención e
hiperactividad. Las pautas, elaboradas por un panel de expertos en medicina, en
salud mental y en educación, están dirigidas a los médicos de atención primaria (y
también a los padres) para ayudar a comprender mejor cómo reconocer y tratar el
TDHA, el trastorno neuroconductual más común de la niñez.

Entre el 4 % y el 12 % de todos los niños en edad escolar tienen TDHA. Por lo


general, el primer paso que es diagnosticar la afección, no puede hacerse con éxito
hasta que el niño tenga aproximadamente seis años.

Trastorno del espectro autista/Trastorno generalizado del desarrollo. –

El autismo es un trastorno con una variedad de síntomas que van de leves a graves.
Las etiquetas, como autismo clásico, síndrome de Asperger y trastorno generalizado
del desarrollo no especificadas de ninguna otra manera son confusas porque los
jóvenes con estas afecciones tienen muchas características en común,

como capacidades sociales deficientes, hipersensibilidad a imágenes y sonidos,


dificultades para adaptarse al cambio y otros intereses idiosincrásicos (distintivos).
La diferencia entre un niño y otro es, frecuentemente, una cuestión de grado. Como
resultado, todos estos diagnósticos son parte de un trastorno del espectro autista.

El síndrome de Asperger y el autismo ocupan lados opuestos del espectro; de


hecho, el síndrome de Asperger (SA), a menudo, es conocido como autismo “leve”.
Si bien la mayoría de los niños con SA tienen una inteligencia promedio o superior
al promedio, cuatro de cada cinco niños y niñas autistas demuestran algún grado
de discapacidad intelectual. Otra diferencia clave involucra el habla. Los niños con
autismo, por lo general, tienen un retraso en el habla.
Por otro lado, los niños con síndrome de Asperger tienden a ser verbalmente
precoces. Y una vez que comienzan a hablar, es como un dique que se rompe. El
Dr. Hans Asperger, el pediatra austríaco que descubrió el trastorno, llamaba a sus
pacientes “pequeños profesores”, por sus inclinaciones a dar cátedra.
CONCLUSIÓN. –

Todos los seres humanos por naturaleza tenemos la necesidad de aprender; Sobre
todo en la edad más temprana, porque es en esta etapa en donde se pueden
adquirir los principales conocimientos, pero en algunos casos existen algunos
factores que pudieran considerarse genéticos los cuales no le permiten al niño
desarrollar ciertas habilidades en el aprendizaje como lo son la lectura y escritura
condicionando esto su avance académico; El análisis de este material, mostró
claramente cuáles son estos llamados trastornos de aprendizaje, que suelen ser el
algunos casos temporales, desapareciendo con los años, pero que el algunos casos
son permanentes en los cuales son necesarios la asistencia de un especialista, el
cual con efectivos tratamientos y terapias lo lleve a resolver gradualmente este
problema.

Por este motivo, intervenir lo antes posible es clave para mejorar el pronóstico. Se
recomienda realizar una evaluación neuropsicológica ante la sospecha de un
problema de aprendizaje. Esta evaluación permite identificar las dificultades
existentes y proporciona una base sobre la que dar las orientaciones necesarias a
los menores, a sus padres y a sus tutores.

Enseñar a leer y escribir, así como enseñar a pensar, es educar para la esperanza
de una mejor calidad de vida.
BIBLIOGRAFIA. –

https://www.healthychildren.org/Spanish/health-issues/conditions/learning-
disabilities/Paginas/types-of-learning-problems.aspx

http://educaryaprender.es/trastornos-aprendizaje-lectoescritura-deteccion-
temprana/

https://editorialcepe.es/wp-content/uploads/2017/11/9788416941339.pdf
ALOR MARTINEZ RUBEN
Psic. de la lectoescritura 20 junio 2021

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