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la marginalidad vista como un proceso muy vinculado a la reproducción

material de la sociedad y a tendencias de exclusión y de rebote desde el centro


hasta las márgenes, pero también como proceso multidimensional que engloba la
ínter subjetividad, lo cultural y lo simbólico como elementos muy importantes en
su configuración, es decir, no basta con accionar sobre los condicionamientos
económicos, sino que hay también una lógica ínter subjetiva y cultural de
reproducción de la marginalidad y sus comportamientos.

Jiménez Hernández: plantea que la pobreza y la indigencia no son sinónimos


de marginalidad, porque una persona puede ser pobre por falta de ingresos o por
falta de capacidades para asumir sus realidades pero no necesariamente tiene que
ser un marginado, del mismo modo a la indigencia se llega por diferentes causas
como la demencia senil, el alcoholismo, la religión, las migraciones, etc. y no es
condicionante ser marginado para ser indigente.

Alexis Márquez Rodríguez: expone "que la marginalidad reside en la exclusión


compulsiva, nuca voluntaria de individuos y grupos de personas del disfrute de
servicios básicos e imprescindibles para la supervivencia de cualquier tipo de
sociedad".

América Latina y el Caribe (CEPAL): se consideran marginales "aquellos


individuos que no están incorporados directamente a las instituciones
fundamentales del Estado Nacional".

La calidad de vida de muchos sectores es deprimente. Viven en viviendas


improvisadas por ellos mismos donde no hay agua potable y si se consigue es de
forma precaria. Las carencias que sufren esas personas son innumerables, no existe
un establecimiento adecuado para la basura. Y ni se diga de empleos, porque no
hay. Las condiciones de trabajo de los moradores de estos sectores no les permiten
satisfacer las necesidades básicas.

La realidad nos arropa, esto no se encuentra al margen de la sociedad de nivel


sino que esto es producto de esa misma sociedad y no me hago ajena también me
incluyo.

Necesidades básicas, pobreza, calidad de vida, salud, vivienda, miseria,


segregación urbana y vulnerabilidad social. Son los elementos que componen la
marginalidad, pero al fin son infinitas.

Los marginados de la ciudad son los hombres, las mujeres, los niños y los
ancianos que vemos en las calles ejerciendo el oficio de la miseria. Algunos tienen
la suerte de encontrar trabajo, aunque eventual y mal pagado, como albañiles,
sirvientes, barrenderos, obreros o aprendices. Sin embargo la mayoría trata de
obtener ingresos desempeñándose como limpiadores de parabrisas, vendedores
ambulantes, prostitutas, rateros o mendigos.

Se ha dicho que la marginalidad es producto de un explosivo crecimiento


demográfico, de las vastas migraciones de campesinos a las urbes, del
analfabetismo y de la falta de capacitación.

También es frecuente atribuir la marginalidad a causas culturales: se dice, por


ejemplo, que la gente pobre es floja e ignorante, o bien, que los campesinos son
tontos y no quieren trabajar la tierra. Estos prejuicios afectan aún más a los
marginados, pues se sienten rechazados, inferiores e incapaces de salir adelante; en
consecuencia se vuelven apáticos y reproducen sus problemas: beben alcohol "para
olvidar", maltratan a sus hijos, y en muchos sentidos se autodestruyen.

Historia la marginalidad

El conocimiento del hombre Antiguo hoy es tan amplio que puede hasta
desilusionarnos, por cuanto muchas veces revela más bien la pequeñez del ser
humano -fenómeno universal- que su grandeza. Sin embargo, a nuestro parecer
justamente son esos otros aspectos de la Historia, como también otros análisis -del
discurso, epistemológicos, sociológicos, antropológicos, etc.- los que posibilitan
una Historia verdaderamente Universal, vale decir que comprende todo el
"universo" humano, y una disciplina con conciencia democrática y pluralista.

En otras palabras, la construcción de nuevos "mundos de análisis" es El


camino para lograr que los estudios históricos se actualicen y logren un mayor
compromiso de quienes la aprenden.

En ese contexto la Historia de la Marginalidad es, sin duda, un aporte


significativo. De reciente creación y nacida bajo el alero de la Historia Social y
Teoría de las Mentalidades, la Historia de la Marginalidad se ocupa de temáticas
por largo tiempo no consideradas relevantes y tradicionalmente postergadas por la
Historiografía.

No obstante su fortaleza más que en temas absolutamente nuevos, radica en el


ángulo desde el cual observa el historiador, buscando alcanzar otros rincones de la
Historia. Su objeto de estudio se relaciona con aquellos individuo
"noprotagonistas", hombres y mujeres anónimos, ajenos al proceso decisional, a
pesar de haberlo vivido y padecido en carne propia.
Es más, estamos convencidos que la Marginalidad es un variado y complejo
grupo que siempre ha existido. Esto último resulta comprensible si aceptamos el
hecho que toda sociedad implica, más allá de nuestras simpatías, convicciones o
idealismos, una evidente distinción entre dos grandes categorías: los integrados o
elite y los marginales o periferia social. Bajo esta lectura los "grupos medios", o sea
quienes no pertenecen a la elite ni a la marginalidad pura, los entendemos como
"transeúntes" de la marginalidad, deseosos de pertenecer a la elite, pero
imposibilitados. Dentro de la marginalidad social hay que diferenciar entre

1. El marginado por decisión: quien decide marginarse producto de un acto


consciente evidenciando su rechazo social, en especial de las elites de turno, y desea
permanecer distante.

2. El marginado contra su voluntad: son los marginados por "naturaleza",


habitualmente producto de un determinado contexto familiar.

Concepto de marginalidad.

El concepto de marginalidad surgió en el decenio de 1960 en América Latina


para denotar a los grupos poblacionales que migran del campo y rodean las
principales metrópolis latinoamericanas con un cinturón de pobreza.

El término empezó a usarse principalmente con referencia a características


ecológicas urbanas que degradan las condiciones ambientales e inciden en la
calidad de vida de los sectores de población segregados.

Esta población se halla radicada en áreas no incorporadas al sistema de


servicios urbanos, en viviendas improvisadas y sobre terrenos ocupados
ilegalmente.

En consecuencia en dichos sectores el agua potable sólo se consigue en forma


precaria o transitoria; debido a la carencia de redes cloacales el drenaje de aguas
servidas se realiza en las calles o en las acequias y no se hace una disposición
adecuada de la basura, ya sea por falta de recolección o porque los desperdicios se
convierten en un recurso económico para los pobladores.

El término marginalidad se usa también en relación a las condiciones de


trabajo y al nivel de vida de varios sectores de una la población. Simultáneamente
el estado de la marginalidad alcanzaba otros aspectos esenciales, tales como la
participación política, la sindical, la participación formal e informal y en general la
ausencia o exclusión de la toma de decisiones ya sea al nivel de comunidad local, de
la situación en el trabajo, o en el orden de instituciones y estructuras más amplias.
Hay autores que afirman que la población marginal, en realidad, no se
encuentra al margen de la sociedad moderna capitalista, sino que esta población es
producto de esa sociedad y sus actividades se articulan perfectamente con

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