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PRINCIPIOS BÁSICOS DE PRIMEROS AUXILIOS EN POBLACIÓN INFANTIL

Links

1. http://www.osh.or.jp/Emergencymedical/espanol.pdf
GUÍA DE PRIMEROS AUXILIOS PARA NIÑOS

2. https://www.efesalud.com/primeros-auxilios-en-ninos-emergencia

Primeros auxilios en niños: ¿Sabemos actuar


frente a una emergencia? 
Laura Martínez Tébar | MADRID / EFE / LAURA MARTÍNEZ TÉBAR Miércoles 31.01.2018

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Los niños son potencialmente vulnerables a las lesiones. Su curiosidad y sus


ganas de experimentar, unido a su dificultad para advertir o responder ante el
peligro, les sitúa ante una desprotección que puede llegar a comprometer su
vida. Asimismo, las posibilidades de enfermar son mucho mayores durante los
primeros años de vida. Para saber qué hacer en una situación de urgencia,
pediatras del Hospital Niño Jesús (Madrid), uno de los centros con más
prestigio y número de enfermos pediátricos en España, han elaborado una ‘Guía
práctica de primeros auxilios para padres”
Imagen: Hospital Infantil Universitario Niño Jesús. Ilustración: Carmen Ledesma

Los accidentes o lesiones no intencionales son la principal causa de muerte en niños. Según la
OMS, cerca de 830.000 niños menores de 18 años fallecen a causa de este tipo de lesiones.

Unas mil defunciones de niños se podrían evitar cada día en el mundo si se siguieran medidas
eficaces para la prevención de lesiones, subraya la organización.
En España, el 8% de los niños (de 0 a 14 años) sufrió un accidente en el último año, de los cuales,
un 70% fueron atendidos por los servicios de urgencias, según datos de la última Encuesta
Nacional de Salud (2011-2012).

Tan importante es la prevención como saber prestar primeros auxilios.


Sin embargo, la falta de formación en este campo nos puede impedir
saber qué hacer ante estas situaciones o, en el peor de los casos,
precipitarnos a actuar incorrectamente.

Esta realidad ha impulsado a pediatras del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús (Madrid), uno
de los centros con más prestigio y número de enfermos pediátricos en España, a elaborar una
‘Guía práctica de primeros auxilios para padres’.

La guía “nació con el objetivo de formar a padres, cuidadores, docentes y a todos aquellos que
están en contacto con niños, ya que hemos detectado un déficit de conocimiento sobre qué hacer
en situaciones de gravedad”, explica a Efe el pediatra Juan Casado, coautor junto a la doctora
Raquel Jiménez.

Ello, gracias a las ilustraciones, vídeos y mensajes muy visuales que explican paso a paso cómo
reconocer algunas de las situaciones que más preocupan a los padres, bien por su frecuencia o
aparente gravedad.

La guía es descargable de forma gratuita a través de la  página web  del hospital.
(Izq.) El doctor Juan

Casado Flores, pediatra del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús; (der.) La doctora Raquel Jiménez, ambos autores de la ‘Guía práctica de primeros auxilios para

padres’. Imagen cedida

Principales urgencias pediátricas y primeros


auxilios
Ante un accidente o enfermedad repentina es decisivo conocer las pautas para llevar a cabo
primeros auxilios, mantener la calma y, sobre todo, actuar rápidamente: “Saber qué hacer ante los
primeros síntomas condiciona enormemente la evolución del niño y puede salvarles la vida”,
sostiene Casado.

1 – Fiebre, tos, vómitos, diarreas


Se tratan de los motivos más comunes de consulta infantil en los servicios de urgencia y atención
primaria. Aunque son situaciones que suelen intranquilizar bastante a los padres, en principio “son
síntomas que suelen remitir de forma espontánea”, comenta el doctor.

En el caso de la fiebre, por ejemplo, “los padres se obsesionan con bajar la temperatura del niño”.
Nada más lejos de la realidad, “la fiebre no es peligrosa” y es muy improbable que pueda llegar a
dañar el cerebro, añade.
No obstante, debemos llevar al niño al médico si los síntomas son persistentes o empeoran (sobre
todo si es menor de tres años).

2 – Convulsiones y desmayos
Son episodios que asustan mucho a los padres, pero ante los que hay que mantener la calma ya
que, como es en el caso de los desmayos o las convulsiones febriles, “estas son muy frecuentes
en los primeros años de vida y no tienen por qué tener importancia”, apunta el doctor.

Llamaremos a emergencias si la convulsión no cede espontáneamente y sobrepasa los dos


minutos y, en el caso de un desmayo, si el niño tarda más de un minuto en recuperar la conciencia,
tiene dolor en el pecho o tiene dificultades para respirar.

3 – Intoxicación y envenenamiento
Si el niño ha ingerido o inhalado una sustancia tóxica (medicamentos o lejía, por ejemplo), “lo que
no debemos hacer nunca es intentar provocarle el vómito”, advierte el doctor. Solo retiraremos la
sustancia en caso de que sea sólida. En cualquier caso, es conveniente llamar a emergencias o
acudir a urgencias y llamar al centro de toxicología.

4 – Quemaduras
Un despiste con una plancha encendida o la vitrocerámica, el contacto con lejía o un niño expuesto
al sol sin protección pueden provocar quemaduras. Enfriaremos la zona afectada con agua durante
15-20 minutos (nunca con hielo directamente) y, muy importante, nunca romperemos las ampollas
(si existieran).
5 – Traumatismos
Las caídas producidas al jugar, correr, saltar, por peleas… son muy habituales y, a su vez, forman
parte de su proceso de aprendizaje. La cabeza, las extremidades, la boca y dientes, el pecho y el
abdomen son las zonas en las que más golpes y lesiones se producen.

Aunque la mayoría de daños suelen ser leves, pueden darse casos de mayor gravedad. Por ello,
debemos prestar especial atención a los traumatismos craneoencefálicos ya que pueden provocar
severas lesiones cerebrales.

Proteger el acceso a escaleras con vallas o puertas, utilizar sistemas de retención en los
desplazamientos en coche, o ponerles el casco antes de coger la bicicleta o practicar deportes de
riesgo, son algunas de las medidas preventivas que nos ayudarán a evitar traumatismos.

6 –Asfixia (atragantamientos o ahogamientos)


E

n situaciones de atragantamiento y asfixia, es vital realizar una maniobra de desobstrucción de la vía aérea hasta que el niño expulse el objeto. En caso de que quede

inconsciente hay que realizarle maniobras de reanimación cardiopulmonar. Imagen: Hospital Infantil Universitario Niño Jesús

Conforme el bebé va creciendo va aprendiendo a llevarse todo tipo de objetos a la boca.


Caramelos, trozos de comida, juguetes, monedas, globos… son algunos de los objetos con los que
los niños más se atragantan.

El primer paso será animar a que el niño tosa. Si la obstrucción es grave, debemos llamar
inmediatamente a emergencias y, mientras llegue la ayuda del personal sanitario, realizar
maniobras de desobstrucción de la vía aérea (maniobra de Heimlich), siempre teniendo en cuenta
si el niño es menor o mayor de un año (ya que la técnica varía levemente).

Respecto a los ahogamientos, las piscinas y las playas suponen un severo riesgo para los niños.
De hecho, la OMS alerta que las muertes por ahogamientos infantiles suponen un grave problema
de salud pública, pues cada día se ahogan más de 450 niños y son miles los que padecen de por
vida discapacidades graves en los casos de ahogamiento no mortal.
Ante estas situaciones, será vital saber cómo realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar
(RCP), mediante respiraciones de rescate (boca a boca) y comprensiones torácicas (masaje
cardíaco).

7 – Heridas (cortes, rasguños y rozaduras)


La prioridad será detener la hemorragia presionando directamente sobre la herida con gasas o un
paño limpio (previamente nos lavaremos bien las manos para evitar riesgo de infección).

¿El sangrado no cesa y la gasa está empapada? Aplicaremos otra gasa encima de anterior (nunca
retirarla) y continuaremos presionando. Si aun así no deja de sangrar, es muy larga o profunda o
da signos de infección, debemos acudir al médico.

8 – Manchas y sarpullidos
“Comprobaremos que no están asociadas a infecciones graves u otros trastornos estirando la piel o
poniendo un vaso trasparente encima de las manchas o sarpullidos. En caso de que no
desaparezcan, debemos acudir inmediatamente a urgencias”, indica el doctor.

9 – Reacción alérgica
Pueden desencadenarse por alimentos, medicinas, picaduras de insectos, pólenes y otras
sustancias. Si la reacción es leve bastará con administrar un antihistamínico vía oral.

En caso de anafilaxia o reacción alérgica grave, solicitaremos urgentemente ayuda. Si disponemos


de un autoinyector de adrenalina deberemos administrárselo.

10 – Picaduras (abejas, avispas, medusas…)

Las picaduras de medusas pueden resultar muy dolorosas para los niños y generar

complicaciones en caso de reacción alérgica. EPA/JENS BUETTNER

Por lo general, limpiaremos la herida con agua y jabón, aplicaremos agua o hielo. “Nunca
utilizaremos remedios caseros como la pasta dentífrica”, alerta el doctor.

En el caso de las medusas, debemos retirar los restos de los tentáculos con una toalla y enjuagar
la zona con agua de mar, nunca con agua dulce.

En los momentos posteriores, vigilaremos si el niño presenta síntomas de una reacción alérgica
grave y, de ser así, deberemos llevarle inmediatamente a un centro de salud.
La importancia de la prevención
Un alto porcentaje de las familias encuestadas en el estudio ‘Accidentes en la población española
infantil’, realizado por la Fundación Mapfre y la Asociación Española de Pediatría (AEP),
consideran que los accidentes se deben al azar o a la imprudencia del niño y no a un descuido por
su parte.
Aunque “la mayoría de accidentes se producen por causa fortuita”, tal como afirma Casado, los
padres “no deben pasar por alto llevar a cabo medidas preventivas tales como ponerles el casco
cuando vayan en bicicleta, mantener medicinas y productos tóxicos alejados, entre otras”.

Una percepción peligrosa que tanto la OMS como la AEP reclaman que se modifique a fin de que
los padres no conciban los “accidentes” como un hecho inevitable, sino como un hecho sobre el
que se puede influir y, sobre todo, prevenir.

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