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LOS ACLLAHUASIS

En el Imperio Inca, donde


una institución
exclusivamente femenina
consiguió destacar tanto
en la sociedad indígena,
como en la pluma del
cronista. Según Huamán
Poma Los acllahuasis
fueron fundados en el
Cusco por el Inca Lloque
Yupanqui (1260-1290 d.c).
por su parte Bernabé Cobo
describe como eran esta
institución "...el acllahuasi
o casa de mujeres
escogidas era institución
que reunía a las
Vista del conjunto de los morteros o acllahuasi en las Mamaconas o Señoras
ruinas de MACHU PICCHU
Madres que actuaban
como maestras y a un número de muchachas que ingresaban a un régimen de
clausura entre los diez y doce años. Eran recogidas a modo de tributo entre las
más nobles y hermosas...". Los Acllahuasis, tenían estatutos, algunas muchachas
ingresaban a los 8 a 10 años de edad, otras ingresaban con más años. Todas
eran escogidas en función a su origen social y a excepcionales cualidades físicas
y morales; eran hijas de los orejones las que ingresaban al acllahuasi cusqueño, y
las hijas de los curacas y otros miembros de la nobleza ingresaban a los
acllahuasis provincianos.
Las acllas eran seleccionadas entre hermosas doncellas que entraban a la
pubertad. Después de algunos años de preparación debían elegir entre ser acllas
del Sapa Inca o acllas del Sol. Sí elegían la primera opción podías convertirse en
mujeres del Sapa Inca, de importantes autoridades o poderosos jefes militares. La
segunda opción las consagraba al servicio religioso y podía convertirse en
mamaconas. Por su parte Espinosa describe con eras las acllas …eran mujeres
escogidas por el Estado incaico por sus habilidades textiles y culinarias, recluidas
dentro de un centro de aprendizaje especializado llamado acllahuasi, donde
existía todo el equipo necesario de la época para la producción textil en masas,
siendo esta su funciona principal, además de ser sacerdotisas de los dioses, y
preparadoras de alimentos y bebidas durante los rituales y fiestas. (Espinosa,
2011:212)
¿QUIENES ERAN LAS ACLLACUNA?.
El padre Fray Domingo de Santo Tomás no menciona la palabra aclla en su
lexicón, pero informa que “acllani” significa “escoger o elegir algo” (Santo Tomás,
1951: 230, citado por Alberti, 1986:154). Comparando ambas fuentes, se puede
entender a las acllas como escogidas, elegidas.
Gracia Ortiz nos manifiesta que son múltiples los
apelativos y las comparaciones con los que estas
mujeres han quedado identificadas. Los cronistas
andinos, Huaman Poma y Juan de Santa Cruz,
fueron quienes conservaron la pureza de su
término quechua al referirse a ellas como
acllacuna. Por otro lado, para el mestizo
Garcilaso eran las vírgenes escogidas o esposas
del Sol, y entendía se asemejaban a las monjas.
Rostworowski (1988:11) advierte que esta
institución fue comparada por los españoles con
los conventos cristianos, pero en realidad sus
funciones estaban lejos de tales propósitos. Ello
demuestra claramente como es que, durante el
análisis de la realidad incaica, los españoles (o
los que tuvieron educación occidental como
Garcilaso) tuvieron preconceptos europeos, los cuales generan una descripción
falsa de lo real .Sin embargo, todos ellos componen un conjunto de nombres que
difícilmente nos permiten conformarnos una imagen nítida. Para ello, una
definición concisa y que puede servirnos como introducción es la que hace Pilar
Alberti Manzanares cuando afirma que el grupo de las escogidas era una
institución de origen estatal, conformada para atender a las necesidades de éste y
regida por unas severas normas que organizaba sus actividades (Alberti, 1986:
169).
CARACTERÍSTICAS DE UNA ACLLA

 Una condición era indispensable: la virginidad. Con el fin de garantizar este


requisito ingresaban a la edad aproximada de ocho años Asimismo, era
necesario velar por el mantenimiento de este estado. Para ello quedaban
recluidas en los acllahuasi o casas de escogidas bajo la atenta mirada de
porteros, que en ocasiones eran eunucos o ancianos (Huaman, 1987: 192).
El cumplimiento de esta norma era sumamente estricta, por lo que con el fin de
evitar el contacto con varones Garcilaso afirma que sólo podían entablar
conversaciones con mujeres de la familia real (Garcilazo, 2003: 235). En el caso
de que se descubriese que alguna había incumplido la regla era castigaba con la
muerte junto con su amante. Variados eran los medios por los que se ejecutaba la
condena: ahorcados, enterrados vivos, o colgados por los cabellos, ésta última
forma incluso queda ilustrada en la obra de Huaman Poma.

Castigo por la
pérdida de la
virginidad de
una escogida
junto a su
amante según
Huaman.
(HUAMAN,
1987: 307).

 U
na

vez que se cumpliese el requisito de la virginidad a la institución podían


acceder no sólo aquellas pertenecientes a las capas sociales más
destacadas, como hijas de curacas o miembros de la familia real, sino
también aquellas de las capas humildes. Por lo general, en este último caso
la ausencia de un linaje destacado quedaba en un segundo plano cuando la
belleza de la chica era destacable. Y es que, como afirma Cieza, las
consideraciones estéticas podían ensombrecer a las sociales.
Las nuevas servidoras del Sol cambiarían de vestiduras, se colocaban el uncu
blanco y una guirnalda dorada en el pelo. Su nueva representante era la
mamacuna superior del centro. Cada año coincidiendo con la siega se renovaba el
juramento en el que se prometía obediencia a dioses y sacerdotes, al Inca y a sus
ministros. Se celebraba una fiesta en la que se organizaba un espléndido
banquete en el que se ofrecían bebidas y comidas preparadas por las acllacuna.

CLASIFICACIÓN DE LAS ACLLAS DENTRO DEL ACLLAWASI


Hablar de una clasificación exacta de las acllas dentro del acllahuasi que haya
sido aceptada por el Estado cuzqueño es muy arriesgado, ya que cada cronista
presenta su propia clasificación. La más difundida es de la Poma (Nueva Corónica
y Buen Gobierno, Pág. 213-214) siendo la que mejor puede informarnos sobre los
tipos de actividades en el acllahuasi, ya que su clasificación es la más minuciosa.
Clasifica a las acllas en dos grandes grupos: “seis maneras de las vírgenes de los
ídolos y seis maneras de las vírgenes comunes”.

ACLLAS DE LOS ÍDOLOS


La clasificación siguiente está en orden de importancia dentro de sus funciones
sagradas. Todas se mantenían vírgenes perpetuas y vivían en el acllahuasi hasta
la muerte, por lo que es posible que de aquí no se extraían mujeres para la
redistribución. En este grupo se podían encontrar a las ñustas, hijas de curacas o
de personajes de gran importancia.
 GUAYRUR AQLLA: Vírgenes del Sol y la Luna. De 20 años. Son las acllas
más importantes con respecto al culto de los dioses.
 SUMAC ACLLA: Vírgenes de Uaracauri. De 30 años.
 UAYROR ACLLA SUMAC: Vírgenes de las huacas principales. De 25
años.
 SUMAC ACLLA CATEQUIN: Vírgenes de las huacas secundarias. De 35
años. Hilaban y tejían para las huacas.
 CHAUPI CATIQUIN SUMAC ACLLA: Vírgenes de las huacas menores. De
40 años
 PAMPA ACLLACONAS: Vírgenes de huacas comunes. De 50 años.
Tejían.

ACLLAS COMUNES

Tenían distintas funciones laicas. Aquí se encontraban mujeres de distintos rangos


sociales. Puede que de aquí se pudieran extraer a las mujeres para la
redistribución estatal, a excepción de las mamaconas, que pasaban toda su vida
enclaustradas. Si no eran regaladas, pasaban su vida en el acllahuasi.
 ACLLAS DE LOS INCAS: Eran las vírgenes más hermosas y servían a los
incas en la preparación de alimentos, chicha, tejer sus ropas, etc. Estos no
pecaban con ellas. De 25 años.
 ACLLA PAMPA CIRUEC: Eran las campesinas del acllahuasi. Trabajaban
en las chacras del recinto y tejían. No menciona la edad.
 ACLLAS CANTORAS Y MÚSICAS: De buena voz y de edad de 12 años.
Cantaban y tocaban para el Inca y la Coya, en ceremonias, e incluso tal vez
para las mimas acllas.
 VINACHICOC ACLLA: Pequeñas de 4
años que recién aprendían a tejer.
 ACLLACONAS DEL INCA: podían ser
corrompidas por el mismo inca, por lo
que debieron ser acllas que pudieron ser
esposas secundarias del inca. De 30
años. Tejían y hacían chicha para el
inca.
 LAS MAMACONA: son las de mayor
edad, iniciaban a las recién llegadas en
las distintas ocupaciones que conllevaba
pertenecer a esta institución. Sin duda
alguna, aquella actividad que más celebraron los cronistas fue la de ser
expertas tejedoras e hiladoras. Las menciones a la delicadeza y maestría
de sus tejidos son innumerables (Cieza, 1984: 300). Sin embargo, aunque
este sea el oficio más aclamado no era ni mucho menos el único; de hecho
sus actividades alcanzaban a una amplia variedad de facetas como las de
realizar la bebida ritual del maíz, la chicha, (Cieza, 1985: 150); elaborar el
pan ceremonial,(Huaman, 1987: 298); mantener vivo el fuego sagrado
empleado en los sacrificios (Garcilaso, 2003: 423); cantar y tocar
instrumentos musicales en ceremonias (Huaman,1987: 298); así como
participar en las principales festividades y rituales religiosos.

FINALIDAD DEL ACLLAWASI


Como hemos indicado anteriormente, una aclla podía tener múltiples tareas
asociadas a su posición. Pero la mayor tarea donde destacaban las escogidas era
por ser ellas exclusivamente quienes se encargaban del tejido sagrado. Eran sus
manos expertas y sagradas las que hilaban y tejían las telas destinados al
ceremonial, a la vestimenta de la familia real, así como a ser entregados como
dones sagrados a quienes el Inca quisiese distinguir o gratificar, como curacas,
colonos y soldados. Hay que tener en cuenta que El tejido en los Andes tenía
significados que van más allá de los meramente utilitarios. Su consideración
sagrada lo convertía en una gran ofrenda para el culto a los dioses, e incluso
podía destinarse al sacrificio. Cuando era regalado por el Inca se consideraba uno
de los mayores agasajos posibles, y sancionaba relaciones amistosas y alianzas
(Alberti, 1985: 564-567). Ello significaba que los acllahuasi estaban convertidos en
auténticos centros de producción de bienes sagrados. En este sentido se ha
destacado sobremanera la actividad tejedora y cómo Cuzco disponía de ellas
como mano de obra intensiva para atender a sus necesidades redistributivas
(Rostworowski, 1995: 13).
Entonces se podría decir que la
verdadera finalidad era la de la
producción textil en masas para
el Estado incaico, como bien
reconoce Murra (1987:118-
119).
La producción textil para el
Estado tenía una finalidad:
mantener la economía de
redistribución estatal. El valor
económico de esta producción
tan específica se ocultaba
detrás de su simbología. Los
beneficios que generaba a
Cuzco era el mantenimiento de
la paz política y social a través
de las buenas relaciones entre
Ilustración de Huaman Poma de las acllacuna ayllus y Estado para garantizar
hilando. (HUAMAN, 1987: 297). la aportación tributaria de su
población. Es sabido de que entre los regalos más apreciados que podía dar el
Inca era la coca, mujeres y ropas. Esta acción se generaba como una forma de
compensar a los fieles, guerreros o personas cuya actividad generaron un bien al
Estado inca. La dádiva a modo de redistribución fortalecía los lazos con las etnias
conquistas o con los generales, ejerciéndose una situación estable entre ambas
partes. Así, la economía incaica necesitaba para la redistribución cantidades muy
grandes de ropas para mantener el equilibrio deseado, así como de coca y de
mujeres.
Los cronistas resaltan, lo que sería su segunda función, su papel religioso como
sacerdotisas, razón por la cual siempre los acllahuasis se encontraban cerca de
templos al Sol o a la Luna. Se puede considerar esta una “excusa” para la
reclutación de las mujeres, ya que ser sacerdotisa genera prestigio tanto para la
mujer como para los familiares de esta. Otra escusa del Estado incaico era la de
que se escogían a las mujeres más bellas. De este modo alagaban la vanidad de
la preferida, lo que suponía un prestigio para ella, y la de sus progenitores, por
imaginarse estos que tenían hijas lindas (Espinoza, 2011:213; Alberti, 1986:171),
fomentándose el deseo de ser una aclla, y obviamente generando facilidad al
momento de recluir mujeres por el Estado.
La extensión de los acllahuasi se realizó por el amplio territorio del Tahuantinsuyo.
Cieza describe como a lo largo de los caminos que vertebraban la comunicación
en el Estado se erigían estos edificios (Cieza, 1985: 181), algo que se ha sido
corroborado arqueológicamente (Alberti, 1986: 158-169). Elena Aibar ha ubicado
poco más de veinte acllahuasis en el territorio imperial, pero valdemar Espinoza
dice que fueron aproximadamente cuarenta. Los más grandes, en Cusco, Puno y
Huánuco, llegaron a albergar 1 500 y hasta 2 000 acllas.. Un ejemplo claro es en
el valle Pachacámac, se fundase en él casa de las vírgenes escogidas; que eran
dos cosas muy estimadas de las provincias que las alcanzaban a tener, esto es, la
casa del Sol y las vírgenes, porque en ellas semejaban al Cuzco, y era lo más
preciado que tenían” (Garcilaso, 2003: 447)

Acllahuasi casa de las escogidas en pachacamac


Conclusiones:
El acllahuasi funcionó como un centro de producción textil en masas, además de
ser un foco de enseñanza de las actividades femeninas (a cargo de las
mamaconas), con gran nivel de especialización, gracias a división de trabajo y la
practica constante. También funcionó como un almacén de mujeres de donde el
inca disponía para la redistribución ya mencionada.
Dicha institución tuvo gran importancia dentro del equilibrio económico incaico, lo
que demuestra el gran papel que jugó la mujer dentro del mundo andino.
Bibliografía

 HUAMAN POMA DE AYALA, Felipe. Nueva crónica y buen gobierno. 1ª


edición. Madrid: Historia 16,1987.

 ROSTWOROWSKI, Maria. La mujer en el Perú Prehispánico. Documento


de Trabajo, 72. Serie Etnohistoria, 2. 1995, núm. 72, p. 1-23

 ALBERTI MANZANARES, Pilar. Mujer y religión: Vestales y acllacuna dos


instituciones religiosas de mujeres. Revista Española de Antropología
Americana.1987, núm. 17, p., 155-196.

 Murra, J. (1987). La organización económica del estado inca. Siglo XXI


Editores. 4ta edición. México.

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 GARCILASO DE LA VEGA, el Inca. Comentarios reales. 1ªedición. Madrid:


Espasa Calpe, 2003.

 Guamán Poma de Ayala, Felipe ([1615]1980) Nueva Corónica y Buen


Gobierno. Tomo I. Prólogo de Franklin Pease. Biblioteca Ayacucho.
Caracas.

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