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INSTITUTO TECNOLOGICO DE BOCA DEL RIO

INGENIERIA MECANICA

DESCRIPCION DE UNA CENTRAL TERMOELECTRICA

MARTINEZ VENTURA ENRIQUE ANTONIO 16990392

GRUPO: 8MB PERIODO: FEBRERO-JULIO 2021

OSUNA MARMOLEJO ISAAC

SISTEMAS DE GENERACION DE ENERGIA


Descripción de una central termoeléctrica.
Las centrales termoeléctricas clásicas utilizan como fuente de energía el calor que
proviene de los combustibles fósiles como el carbón, el gas natural y derivados del
petróleo. El combustible se quema en una caldera generando una energía calorífica
que se utiliza para producir vapor a partir del agua que circula por una serie de
conductas. Este vapor de agua es el que acciona las palas de la turbina de vapor, y
convierte así, la energía calorífica en energía mecánica, la cual dará lugar, a
continuación, en la generación de energía eléctrica en el alternador. Las centrales
térmicas suelen situarse próximas al mar o ríos para poder abastecerse del agua
necesaria para la refrigeración. Estas centrales pueden funcionar tanto con carbón,
fuel-oil como con gas natural. Generalmente el fuelóleo llega a las centrales
mediante unos oleoductos y almacena con tanques en la misma central. El gas
natural, por su parte, llega a la central mediante un gasoducto conectado a la red
de abastecimiento de gas.

INTRODUCCION

Prácticamente todas las centrales termoeléctricas son de carbón, nucleares,


geotérmicas, energía solar térmica, combustión de biomasa, así como hay algunas
centrales de gas natural. El calor residual de una turbina de gas puede usarse para
producir trabajo mecánico el cual genera el vapor como en la máquina de vapor de
un ingeniero James Watt y a su vez producir electricidad, en lo que se conoce como
un ciclo combinado, el cual mejora la eficiencia. El vapor introducido en el émbolo
permite accionar gracias al pistón un rotor que genera la electricidad. Si bien es
eficiente se desplazó gracias a la invención de la turbomáquina. Las centrales
termoeléctricas no nucleares, particularmente las de combustibles fósiles, se
conocen también como centrales térmicas o centrales termoeléctricas
convencionales.
Las centrales térmicas convencionales pueden emplear fuentes de energía no
renovable, como el carbón, el petróleo y el gas, o fuentes de energía renovable,
como la biomasa.
Las centrales que utilizan combustibles fósiles generan mucha energía en un
espacio grande y emiten gases muy contaminantes. En cuanto a las que emplean
biomasa, si su consumo supera la capacidad de regeneración de la vegetación de
la que se nutre, pueden producir deforestación.

Centrales termoeléctricas de ciclo convencional


Se llaman centrales clásicas o de ciclo convencional a aquellas centrales térmicas
que emplean la combustión del carbón, petróleo (aceite) o gas natural para generar
la energía eléctrica.
Son consideradas las centrales más económicas, por lo que su utilización está muy
extendida en el mundo económicamente avanzado y en el mundo en vías de
desarrollo, a pesar de que estén siendo criticadas debido a su elevado impacto
medioambiental.
Diagrama de funcionamiento de una central térmica de carbón de ciclo
convencional:

Diagrama de una central térmica de carbón de ciclo convencional


1. Torre de refrigeración 10. Válvula de control de gases 19. Supercalentador
11.Turbina de vapor de alta
2. Bomba hidráulica 20. Ventilador de tiro forzado
presión
3. Línea de transmisión (trifásica) 12. Desgasificador 21. Recalentador
4. Transformador (trifásico) 13. Calentador 22. Toma de aire de combustión
14. Cinta
5. Generador eléctrico (trifásico) 23. Economizador
transportadora de carbón
6. Turbina de vapor de baja
15. Tolva de carbón 24. Precalentador de aire
presión
7. Bomba de condensación 16. Pulverizador de carbón 25. Precipitador electrostático
8. Condensador de superficie 17. Tambor de vapor 26. Ventilador de tiro inducido
9. Turbina de media presión 18. Tolva de cenizas 27. Chimenea de emisiones
28. Bomba de alimentación

Básicamente, el funcionamiento de este tipo de centrales es el mismo


independientemente del combustible que se consuma. Así, este se quema en la
caldera, liberando calor que se usa para calentar agua.
El agua calentada se transformará en vapor con una presión muy elevada, que es
la que hace girar una turbina de vapor, lo que transformará la energía interna del
vapor en energía mecánica (rotación de un eje).
La producción de electricidad se generará en el alternador, por la rotación del rotor
(que comparte el mismo eje que la turbina de vapor) y mediante la inducción
electromagnética.
La electricidad generada pasa por un transformador, que aumentará su tensión para
el transporte.
El vapor que sale de la turbina de vapor se envía a un condensador
(termodinámica) para transformarlo en líquido y retornarlo a la caldera para empezar
de nuevo un nuevo ciclo de producción de vapor.
Centrales termoeléctricas de ciclo combinado.
En la actualidad se están construyendo numerosas centrales termoeléctricas de las
denominadas de ciclo combinado, que son un tipo de central que utiliza gas
natural, gasóleo o incluso carbón preparado como combustible para alimentar
una turbina de gas. Luego los gases de escape de la turbina de gas todavía tienen
una elevada temperatura, se utilizan para producir vapor que mueve una segunda
turbina, esta vez de vapor. Cada una de estas turbinas está acoplada a su
correspondiente alternador para generar energía eléctrica.
Normalmente durante el proceso de partida de estas centrales solo funciona la
turbina de gas; a este modo de operación se lo llama ciclo abierto. Si bien la mayoría
de las centrales de este tipo pueden intercambiar el combustible (entre gas y diésel)
incluso en funcionamiento.
Como la diferencia de temperatura que se produce entre la combustión y los gases
de escape es más alta que en el caso de una turbina de gas o una de vapor, se
consiguen rendimientos muy superiores, del orden del 55 %.
Este tipo de centrales generaron el 32 % de las necesidades españolas de energía
eléctrica en 2008.

Impacto ambiental.

La emisión de residuos a la atmósfera y los propios procesos de combustión que se


producen en las centrales térmicas tienen una incidencia importante sobre el medio
ambiente. Para tratar de paliar, en la medida de lo posible, los daños que estas
plantas provocan en el entorno natural se incorporan a las instalaciones diversos
elementos y sistemas.
Algunos tipos de centrales termoeléctricas contribuyen al efecto
invernadero emitiendo dióxido de carbono. No es el caso de las centrales de energía
solar térmica que, al no quemar ningún combustible, no lo hacen. También hay que
considerar que la masa de este gas emitida por unidad de energía producida no es
la misma en todos los casos: el carbón se compone de carbono e impurezas. Casi
todo el carbono que se quema se convierte en dióxido de carbono; también puede
convertirse en monóxido de carbono si la combustión es pobre en oxígeno. En el
caso del gas natural, por cada átomo de carbono hay cuatro de hidrógeno que
también producen energía al combinarse con oxígeno para convertirse en agua, por
lo que contaminan menos por cada unidad de energía que producen y la emisión de
gases perjudiciales procedentes de la combustión de impurezas —como los óxidos
de azufre— es mucho menor.
Ventajas.

• Son las centrales más baratas de construir (teniendo en cuenta el precio


por megavatio instalado), especialmente las de carbón, debido a la
simplicidad (comparativamente hablando) de construcción y la energía
generada de forma masiva.
• Las centrales de ciclo combinado de gas natural son mucho más
eficientes (alcanzan el 50 %) que una termoeléctrica convencional,
aumentando la energía eléctrica generada (y por tanto, las ganancias)
con la misma cantidad de combustible, y rebajando las emisiones citadas
más arriba en un 20 %, quedando así en 0,54 kg de CO2, por kWh
producido.
• La gran cantidad de energía térmica generada (en las más eficientes, al
menos el 50 % del total de la energía consumida) podría emplearse como
energía residual para calefactar (o incluso refrigerar) edificios mediante
una red de distribución.

Desventajas.

• El uso de combustibles genera emisiones de gases de efecto


invernadero y, en algunos casos, de lluvia ácida a la atmósfera, junto a
partículas volantes (hollines) en las de carbón, si no están bien depurados
los humos.
• Los combustibles fósiles no son una fuente de energía infinita, por lo tanto
su uso está limitado por la disponibilidad de las reservas y/o por
su rentabilidad económica.
• Afectan negativamente a los ecosistemas fluviales cuando la
refrigeración se hace mediante el agua del río en cuestión 8 (lo que no es
frecuente, pues es más eficiente hacerla mediante vaporización).
• Los Objetivos de Desarrollo Sostenibles condenan el uso de carbón
como combustible: El ODS 7 garantiza el acceso a una energía asequible,
fiable y sostenible procedente de fuentes renovables.

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