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EL FINAL DE LA JORNADA

Hace pocos días encontré una lección de seguridad respecto un accidente de montacargas al
finalizar el turno de trabajo que me hizo pensar en esos minutos antes de terminar nuestra
jornada laboral y terminé con dos puntos que en esos momentos que pueden ser críticos:
1. Las carreras
Es frecuente que al acercarse la hora de salir, comencemos a actuar más de prisa. Prisa por
terminar lo que estamos haciendo, prisa por cambiar nuestra ropa, prisa por colgar la llamada en
curso o prisa por arreglarnos si tenemos una cita con alguien después de trabajar.
Con frecuencia esta prisa lleva a que cometamos errores tontos como dejar de revisar la ortografía
del documento que estamos haciendo, de mayor riesgo como avanzar corriendo por los
corredores o algunas veces graves como el del montacargas.

2. Orden y aseo
Esa misma prisa la he observado y con mucha frecuencia, con el puesto de trabajo. La prisa por
salir no tiene por qué sacrificar el orden y el aseo, pero infortunadamente lo hace.
Recuerdo alguna ocasión en que el trabajador de una bodega en su prisa, hizo un movimiento y
derramó un vaso de agua sobre los documentos que tenia sobre la mesa. El resultado, obviamente
tuvo que repetirlos y al final salió más tarde.
En otra ocasión la señora de recepción arrastró con su brazo todo lo que había en la superficie del
escritorio hacia el cajón. Cerró el cajón y salió. Al regresar al siguiente día, encontró que el esmalte
para uñas se había derramado dentro del cajón arruinando literalmente todo lo que había en él.
Y una historia de terror ocurrió en una pequeña fábrica de pinturas En el área contigua a la bodega
de materias primas -algunas de ellas explosivas- por salir de prisa dejaron el lugar en desorden y
alguna ropa untada con lubricantes tirada en el piso. Adicionalmente, un calentador de aire quedó
encendido. Después de unas horas, el calentador al parecer por recalentamiento inició un incendio
facilitado por la ropa untada con combustible que terminó en un gran incendio en la bodega. De
haber salido en calma y dejando el lugar en orden -y el calentador desconectado- este accidente
no habría ocurrido

El final del turno debe realizarse con calma siguiendo las normas y protocolos existentes y
especialmente el sentido común.

Evitemos la prisa y guardemos el orden siempre. Estos son dos grandes generadores de
accidentes.

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