La formación en valores de los ciudadanos aporta beneficios que van
desde la armonía social hasta salvaguardar la seguridad pública. Con la
formación en valores se previene a la juventud para que no se sienta atraído por las disyuntivas morales, en las que se plantea un problema ético al plantearse la alternativa de un valor y un contravalor, en los casos en que el profesionista no tiene conciencia ética, le cuesta mucho trabajo decidir, toda vez que se ha creado una falsa conciencia en su intelecto al resolver su conflicto con el lema tan desgastado popularmente “el fin justifica los medios”. Una conciencia verdadera no duda en decidir por el valor, evitando así, caer en actos de corrupción. El alcance de las competencias éticas de los objetivos de la educación en valores consiste en que el estudiante será capaz de “tomar decisiones y propuestas de solución a problemáticas de su entorno profesional, con base a sus propias convicciones, que reconocen su individualidad, así como en la responsabilidad ética y moral, reflexionando en las consecuencias de sus actos”.
La ética es muy importante porque se refiere a las costumbres y a la
conducta humana, es decir que trata del comportamiento de las personas, además tiene que ver con los valores de cada persona. La ética nos enseña a comportarnos en la sociedad, también nos enseña los valores. Porque cada persona debe ser formada con base fundamental en la ética, a saber, respetar los derechos y valores de cada persona, tratarlas de igual manera a todas dentro de la sociedad sin importar el estatus social de cada persona.
Facilita y permite que los actos de una persona se basen en principios y
valores, lo que redunda en beneficio propio y de la sociedad. Se trata de la ética, conducta fundamental en toda actividad humana que promueve los comportamientos moralmente correctos que deben tener los individuos entre sí. No obstante, en el ámbito profesional, la ética busca regular las actividades que se realizan en el marco de una profesión; pero cuando ésta no se aplica de manera correcta, puede afectar negativamente a otros. Por ello, la instauración de códigos deontológicos o disciplinarios en el trabajo resultan claves.
La importancia de la ética deriva de su objeto de estudio: la moral.
Desde que le hombre se agrupo en sociedades tuvo la necesidad de desarrollar una serie de reglas que le permitieran regular su conducta frente a los otros miembros de la comunidad. De manera que la moral es una constante de la vida humana. Los hombres no pueden vivir sin normas ni valores. Es por eso que se ha caracterizado al hombre como un "animal ético".