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PARTE PRIMERA
CAPÍTULO 1
La crítica para la que debo ahora prepararme es que, según mi modo de pensar,
todos sin excepción deben ser considerados como esquizoides. En realidad estoy
bastante preparado para aceptar esta crítica, pero sólo con una limitación muy
importante, La limitación que confiere sentido al concepto es que todo depende del
nivel mental en que se lo considere. El fenómeno esquizoide fundamental es la
presencia de disociaciones en el yo; y se necesitaría un hombre audaz para
proclamar que su yo está tan perfectamente integrado que es incapaz de revelar
ninguna prueba de disociación en los niveles más profundos, o que tal prueba de
disociaciones en el yo en ninguna circunstancia se manifestaría en niveles más
superficiales, incluso en circunstancias de extremo sufrimiento, penalidades o
privación.
El yo del bebé puede describirse ante todo como un "yo bucal". (P. 26)
La actitud oral temprana es una actitud caracterizada, no sólo por tomar, sino
también por incorporar o internalizar. El reestablecimiento regresivo de la actitud
oral temprana parecería ser rápidamente provocado por una situación de
frustración emocional en la que el niño llega a sentir: a) que la madre no lo quiere
realmente por él mismo como persona, y b) que su propio amor por su madre no
es realmente valorado y aceptado por ella. Esta es una situación muy traumática
que da lugar a una situación consiguiente caracterizada por: a) El niño llega a
considerar a su madre como un objeto malo en la medida en que no parece
amarlo. b) El niño llega a considerar las expresiones exteriores de su propio amor
como malas, con el resultado de que, en un intento de mantener su amor tan
bueno como es posible, tiende a retenerlo dentro de sí. e) El niño llega a sentir
que las relaciones de amor con objetos externos en general son malas, o por lo
menos arriesgadas. (P-32)
El resultado neto es que el niño tiende a transferir sus relaciones con sus objetos
al reino de la realidad interna. Este es un reino en el que su madre y el pecho ya
han sido instalados como objetos internalizados, bajo la influencia de situaciones
de frustración durante la temprana fase oral; y bajo la influencia de situaciones de
frustración siguientes, la internalización de los objetos es luego utilizada como
técnica defensiva. (P.32)
CAPÍTULO II
Una de las principales conclusiones a las que he llegado por medio del estudio de
los casos esquizoides es que el desarrollo de las relaciones de objeto es
esencialmente un proceso por el cual la dependencia infantil del objeto da lugar,
en forma gradual, a la dependencia madura del mismo. Este proceso de desarrollo
se caracteriza: a) por el abandono progresivo de una relación de objeto primaria,
basada en la identificación primaria 6 y b) por la adopción gradual de una relación
de objeto, basada en la diferenciación de este último.(P-47)
Del estudio de los casos esquizoides emerge, con la mayor claridad, que el rasgo
más característico de la etapa de dependencia infantil, es la identificación primaria
con el objeto.(P.53)
Durante este período, la conducta del individuo se caracteriza por sus esfuerzos
desesperados por separarse del objeto y por los de lograr una unión con él, es
decir, intentos desesperados "por escapar de la prisión" y "por volver al hogar".
(P.55)
el conflicto emocional que surge durante la fase oral primaria con respecto a las
relaciones de objeto, toma la forma de la alternativa "chupar o no", es decir, "amar
o no". Éste constituye el conflicto subyacente en el estado esquizoide. Por otra
parte, el conflicto que caracteriza a la fase oral secundaria se resuelve en la
alternativa "chupar o morder", es decir, "amar u odiar", lo que constituye el
conflicto subyacente en el estado depresivo. En forma similar, se verá que el
mayor problema del individuo esquizoide, es cómo amar sin destruir con su amor,
mientras que el mayor problema del individuo depresivo es cómo amar sin destruir
con su odio. (P.60)
2. LA NATURALEZA DE LO REPRIMIDO
En El yo y el. ello, en su exposición sobre las funciones represoras del yo, dice
Freud: "Sabernos que, en general, el yo lleva a cabo las represiones en provecho
y al servicio del superyó". Si las relaciones de objeto son tan enormemente
significativas como he llegado a creer, esta afirmación pasa a tener una particular
importancia, ya que, si tal como lo ha dicho Freud, el superyó representa un
"residuo de las primeras elecciones de objeto realizadas por el ello" 5, puede
considerarse a esta estructura endopsiquica, como un objeto internalizado con el
que el yo tiene una relación. Como lo ha establecido Freud con tanta exactitud,
esta relación se basa en un proceso de identificación. Por supuesto que la
identificación del yo con el superyó es raramente completa, si es que alguna vez
se lleva a cabo. Pero, mientras exista, se debe considerar a la represión como
función de la relación del yo con un objeto internalizado, al que se acepta como
"bueno".(p.71)
La obra de Melanie Klein no deja lugar a dudas de que los objetos malos se
encuentran en la psique. Por lo tanto, la necesidad de una psicología basada en
las relaciones de objeto, nos llevará a deducir que si la clave del trabajo de la
represión radica en la relación del yo con los objetos buenos internalizados, la
clave de la naturaleza de lo reprimido ha de radicar en la relación del yo con los
objetos malos internalizados.(p.71)
Es interesante señalar que el niño vive la relación con un objeto malo, no sólo
como algo intolerable sino también como algo vergonzoso. (p.73)
El hecho de que la relación con un objeto malo sea vergonzosa, sólo puede ser
satisfactoriamente explicado presumiendo que en la temprana infancia todas las
relaciones de objeto están basadas en la identificación. Deducimos así, que si al
niño le parecen malos sus objetos, él mismo se considera malo, y podemos
establecer, en forma categórica, que si un niño se siente malo es, invariablemente,
porque tiene objetos malos. Lo mismo podemos decir si se porta mal, y esta es la
razón de por qué un niño delincuente tiene siempre (desde el punto de vista del
niño), padres malos. (p.73)
Si bien es cierto que el niño delincuente rehúsa admitir que sus padres son objetos
malos, no sucede lo mismo cuando se trata de aceptar que él mismo lo es. Por lo
tanto, es evidente que el niño preferirá ser malo él, a tener objetos malos, y de
esta manera nos asiste razón al suponer que uno de los motivos que lo llevan a
ser malo, es el deseo de tornar "buenos" a sus objetos. Por supuesto, decir que el
niño carga con el peso de la maldad que tienen sus objetos, equivale a decir que
ínternaliza sus objetos malos.(p.74)
El niño no sólo internaliza sus objetos malos porque se le imponen y trata por este
medio de controlarlos, sino también, y sobre todo, porque los necesita. Si los
padres son objetos malos, no puede rechazarlos, ni siquiera cuando no se le
imponen, porque sin ellos no puede hacer nada. No puede rechazarlos ni aun en
el caso de que lo ignoren, porque si lo ignoran, aumenta su necesidad por ellos
(p.76)
“La experiencia de frustración libidinosa es la que hace surgir la agresión del niño
en relación a su objeto libidinoso, dando así lugar a un estado ambivalente.” 114
Es decir que el niño ve a la madre que a la vez es un objeto bueno y malo, ya que
aunque satisface también frustra. Como consecuencia el bebé internaliza a la
madre como un objeto malo, para poder manejarlo o coartarlo desde lo interno, el
objeto malo es el que se internaliza siempre en primer lugar ya que el bueno
satisface y se puede tratar en lo externo. Este objeto internalizado que no
satisface por una parte frustra y por otra tienta y atrae. Aquí surge otra división del
objeto interno malo en dos objetos, el objeto tentador (yo libidinoso) y el objeto
frustrador (saboteador interno), los cuales reprime y como consecuencia de la
represión, el yo desarrolla seudopodios, esto representa la fase inicial de la
división del yo. Debido a la relación que tienen estos seudopodios con los objetos
rechazados, también son rechazados por el yo central, lo que genera la
multiplicidad de yos, es decir que se genera el yo central, el yo libidinoso y el
saboteador interno. ESTE ES EL PATRÓN ESTRUCTURAL DE LO QUE
FAIRBAIRN DENOMINA LA SITUACION ENDOPSIQUICA BASICA.
La represión
Se ejerce primariamente contra los objetos internalizados que se consideran
malos, y no contra impulsos dolorosos o malos como lo establece Freud.
Defensa moral
La represión surge como defensa contra los objetos “malos”, la culpa surge como
defensa contra situaciones que implican objetos malos internalizados. Es decir que
“al niño le resulta más tolerable considerarse condicionalmente (es decir,
moralmente) malo, que considerar a sus padres incondicionalmente (es decir,
libidinosamente) malos. Para describir el proceso por el cual se produce el cambio
de la segunda a la primera actitud, introduje el término "defensa moral", y mi punto
de vista es que el superyó se establece sólo a instancias de la "defensa moral"
Pag. 100
Complejo de edipo
Para Freud la represión se genera a raíz del complejo de Edipo, para Fairbairn,
como una forma de impedir la expresión de la libido y de la agresión del niño
hacia su madre como objeto frustrante, además señala que la situación edípica lo
que hace es que enfrenta al niño con dos objetos parentales distintos y ahora
debe enfrentar con su padre las mismas dificultades que vivió con su madre como
objeto frustrante, el niño presenta necesidad de los genitales de ambos padres y
comienzan a establecerse los celos por alguno de ellos, generalemente esto está
determinado por el sexo del niño y por las relaciones emocionales con los padres.
Al niño le resulta muy intolerable tener que enfrentarse con un solo objeto
ambivalente, pero cuando tiene que hacerlo con dos, le resulta más intolerable
aún. Intenta por tanto simplificar una situación compleja en la que se encuentra
abocado con dos objetos necesitados y dos objetos rechazantes, convirtiéndola en
una en la que sólo tendrá que hacer frente a un solo objeto necesitado y a un solo
objeto rechazante, 'propósito que logra, por supuesto, con un grado variable de
éxito concentrándose sobre el aspecto necesitado de un padre y el aspecto
rechazante del otro.' De manera que con fines prácticos iguala a un objeto
parental con el objeto necesitado y al. otro con el objeto rechazante, y al hacerlo,
el niiio construye para sí mismo la situación edípica. No obstante, la ambivalencia
hacia los dos padres persiste en el fondo, y en lo más profundo tanto el objeto
necesitado como el objeto rechazante permanecen siendo lo que eran
originalmente, es decir, figuras de la madre. 126
La libido busca al objeto y no el placer como lo formula Freud, por lo que el origen
de las condiciones psicopatológicas debe buscarse en las perturbaciones de las
relaciones de objeto durante el desarrollo.
Respecto a la crítica que hace a la teoría de Freud señaló que “Al mismo tiempo,
se puede ver que esta afirmación se reduce al mero enunciado de que la tensión
es la tensión, ya que la tensión naturalmente busca descarga, y la descarga
naturalmente trae alivio, y este enunciado deja completamente sin respuesta a la
cuestión de la naturaleza de las fuerzas bajo tensión, y la dirección o fin de estas
fuerzas.” Pag 139-140
Freud asegura que la libido busca el placer y que es esto lo que regula el curso de
los procesos mentales, sin embargo se daba cuenta que los neuróticos se
adhieren a experiencias dolorosas, lo cual contradecía su teoría, como solución a
esta contradicción con el principio del placer, introdujo el concepto compulsión a la
repetición, la respuesta que brinda Fairbairn es que esta tendencia a adherirse a
experiencias dolorosas se explica en la idea de que la libido no busca el placer
sino al objeto.
“Qué es lo que debe hacer el individuo con sus "impulsos" constituye nítidamente
un problema de las relaciones de objeto.” Pag 93
Aspectos principales