Está en la página 1de 20

FAIRBAIRN

Nació en Edimburgo, Inglaterra en 1889, primero siguió la teoría kleiniana y


despúes se sumó al grupo de los independientes, elaboró una teoría del aparato
mental al que llamó la situación endopsíquica básica.

PARTE PRIMERA

UNA TEORIA DE LAS RELACIONES OBJETALES DE LA PERSONALIDAD

CAPÍTULO 1

FACTORES ESQUIZOIDES EN LA PERSONAUDAD (1940)

La crítica para la que debo ahora prepararme es que, según mi modo de pensar,
todos sin excepción deben ser considerados como esquizoides. En realidad estoy
bastante preparado para aceptar esta crítica, pero sólo con una limitación muy
importante, La limitación que confiere sentido al concepto es que todo depende del
nivel mental en que se lo considere. El fenómeno esquizoide fundamental es la
presencia de disociaciones en el yo; y se necesitaría un hombre audaz para
proclamar que su yo está tan perfectamente integrado que es incapaz de revelar
ninguna prueba de disociación en los niveles más profundos, o que tal prueba de
disociaciones en el yo en ninguna circunstancia se manifestaría en niveles más
superficiales, incluso en circunstancias de extremo sufrimiento, penalidades o
privación.

Aquí el factor más importante es la profundidad mental que es necesario sondear


antes de que se revelen pruebas de disociación del yo. En mi opinión, de cualquier
modo, cierto grado de disociación del yo está invariablemente presente en el nivel
mental más profundo, o (para expresar lo mismo en términos tomados de Melanie
Klein) la posición básica de la psique es invariablemente una posición esquizoide.

Probablemente la mayoría de la gente ha tenido alguna experiencia de esa


extraña confusión de pasado y presente, o de fantasía y realidad, conocida como
déja vu. Y estos fenómenos, me aventuro a sugerir, son esencialmente fenómenos
esquizoides. Hay un fenómeno universal, empero, que prueba en forma bastante
concluyente que todos sin excepción somos esquizoides en los niveles más
profundos: el sueño. (p. 24)

El yo del bebé puede describirse ante todo como un "yo bucal". (P. 26)

En lo que respecta al bebé, la boca es el órgano principal de deseo, y, lo más


importante de todo, el primer medio de contacto social íntimo. La primera
relación social establecida por el individuo es la relación con la madre; y el
centro de esta relación es la situación de succión, en la que el pecho de la
madre es el punto central del objeto libidinoso, y la boca el punto central de
la propia actitud libidinosa. De acuerdo con esto, el carácter de la relación
así establecida ejerce una profunda influencia sobre las relaciones
siguientes del individuo y sobre su siguiente actitud social en general.
Cuando las circunstancias son tales que originan una fijación libidinosa en
la temprana situación oral en cuestión, persiste en forma exagerada la
actitud libidinosa apropiada a la primera fase oral y da lugar a efectos de
gran alcance; y la naturaleza de estos efectos puede quizá ser considerada
mejor a la luz de los aspectos principales que caracterizan la temprana
actitud oral misma. Estos pueden resumirse como sigue: 1) Aunque la
relación emocional involucrada es esencialmente una relación entre el niño
y su madre como una persona, y aunque debe reconocerse que su objeto
libidinoso es realmente su madre como un todo, sin embargo su interés
libidinoso está esencialmente localizado en el pecho; y el resultado es que,
en la proporción en que ocurran perturbaciones en la relación, el pecho
mismo tiende a asumir el papel de objeto libidinoso, esto es, el objeto
libidinoso tiende a asumir la forma de un órgano corporal u objeto parcial
(en contraste con el de persona u objeto total). 2) La actitud libidinosa es
esencialmente una actitud en la que predomina el aspecto de tomar sobre
el de dar. 3) La actitud libidinosa se caracteriza, no sólo por tomar, sino
también por incorporar e insernolizor, 4) La situación libidinosa es una
situación que confiere tremenda significación a los estados de plenitud o
vacío. Así, cuando el niño está hambriento, está, y presumiblemente se
siente, vacío; y cuando ha sido alimentado hasta satisfacerse, está, y
presumiblemente se siente, lleno. Por otra parte, el pecho de la madre, y
presumiblemente desde el punto de vista del niño, la madre misma, está
normalmente llena antes de la mamada y vacía después, condiciones
maternas que el niño debe ser capaz de apreciar en función de su propia
experiencia de estar lleno o vacío. En circunstancias de privación, el vacío
llega a asumir para el niño un significado bastante especial. No sólo se
siente él mismo vacío, sino que también interpreta la situación en el sentido
de que ha vaciado a su madre, particularmente, ya que la privación tiene el
efecto no sólo de intensificar su necesidad oral, sino también de impartirle
una cualidad agresiva. La privación tiene el efecto adicional de aumentar el
campo de su necesidad incorporaría, de modo que llega a incluir no
simplemente los contenidos del pecho, sino también el pecho mismo, e
incluso su madre como un todo. La ansiedad que experimenta ante la
posibilidad de vaciar el pecho da así origen a -la ansiedad de destruir su
objeto libidinoso: y el hecho de que habitualmente la madre lo deje después
de la mamada debe tener el efecto de contribuir a esta impresión.
Consecuentemente su actitud libidinosa adquiere para él la implicación de
que involucra la desaparición y destrucción de su objeto libidinoso; una
implicación que tiende a ser confirmada en un estado posterior cuando
aprende que el alimento que es comido desaparece del mundo externo, y
que no puede al mismo tiempo "comerse la torta y tenerla”. Estos diversos
aspectos de la actitud libidinosa que caracterizan la temprana fase oral se
intensifican y perpetúan en la proporción en que ocurre una fijación a esta
fase; y todos actúan como factores en la determinación de la caracterología
y sintomatología esquizoide. En lo que sigue se consideran algunos de los
desarrollos a los que estos factores, a su turno, parecerían dar origen.
(p.26-27)

1. - LA TENDENCIA A LA ORIENTACIÓN HACIA UN OBJETO PARCIAL


(ÓRGANO CORPORAL)
Aquí puede señalarse que la orientación hacia objetos parciales en individuos
que manifiestan rasgos esquizoides, es en gran medida un fenómeno regresivo
determinado por una relación emocional insatisfactoria con los padres, y en
particular con la madre, en un estadio de la infancia siguiente a la temprana
fase oral en la que se origina esta orientación. El tipo de madre especialmente
apta para provocar esta regresión es la madre que fracasa en convencer a su
hijo por medio de expresiones espontáneas y sinceras de afecto, de que lo
quiere como persona. Tanto las madres posesivas como las indiferentes caen
dentro de esta categoría. La peor de todas es quizá la madre que produce la
impresión tanto de dominación como de indiferencia. (p.28)

El fracaso por parte de la madre en convencer a su hijo de que realmente lo


ama como persona, hace difícil para él sostener una relación emocional con
ella sobre una base personal, y el resultado es que, para simplificar la
situación, tiende regresivamente a restaurar la relación en su forma anterior y
más simple, y a revivir su relación con el pecho de la madre como objeto
parcial.(p.28)

2. - PREDOMINIO DEL TOMAR SOBRE EL DAR EN LA ACTITUD


LIBIDINOSA

En conformidad con la predominancia del tomar sobre el dar en la temprana


actitud oral, los individuos con tendencia esquizoide experimentan considerable
dificultad ante dar en el sentido emocional. En conexión con esto es interesante
recordar que, si la tendencia incorporativa oral es la más fundamental de todas las
tendencias, las próximas en importancia para el organismo son las actividades
excretorias (defecación y micción). (P.29)

Representan las primeras actividades creativas del individuo, y su producto. Son


sus primeras creaciones; los primeros contenidos internos que externaliza, las
primeras cosas que le pertenecen y que da. En este aspecto las actividades
excretorias contrastan con la actividad oral, que esencialmente implica la actitud
de recibir. (P.29)
3. - EL FACTOR INCORPORATIVO EN LA ACTITUD LIBIDINOSA

La actitud oral temprana es una actitud caracterizada, no sólo por tomar, sino
también por incorporar o internalizar. El reestablecimiento regresivo de la actitud
oral temprana parecería ser rápidamente provocado por una situación de
frustración emocional en la que el niño llega a sentir: a) que la madre no lo quiere
realmente por él mismo como persona, y b) que su propio amor por su madre no
es realmente valorado y aceptado por ella. Esta es una situación muy traumática
que da lugar a una situación consiguiente caracterizada por: a) El niño llega a
considerar a su madre como un objeto malo en la medida en que no parece
amarlo. b) El niño llega a considerar las expresiones exteriores de su propio amor
como malas, con el resultado de que, en un intento de mantener su amor tan
bueno como es posible, tiende a retenerlo dentro de sí. e) El niño llega a sentir
que las relaciones de amor con objetos externos en general son malas, o por lo
menos arriesgadas. (P-32)

El resultado neto es que el niño tiende a transferir sus relaciones con sus objetos
al reino de la realidad interna. Este es un reino en el que su madre y el pecho ya
han sido instalados como objetos internalizados, bajo la influencia de situaciones
de frustración durante la temprana fase oral; y bajo la influencia de situaciones de
frustración siguientes, la internalización de los objetos es luego utilizada como
técnica defensiva. (P.32)

Si indagamos en lo que caracteriza a los individuos con un elemento esquizoide


en su personalidad, encontramos pruebas de lo siguiente, entre otros rasgos: 1)
que en su vida temprana lograron la creencia, sea a través de aparente
indiferencia o aparente dominación por parte de la madre, de que ella no los
quería y valoraba realmente como personas con derechos propios; 2) que influidos
por la resultante sensación de privación e inferioridad, quedaron profundamente
fijados a su madre; 3) que la actitud libidinosa que acompañaba a esta fijación no
sólo estaba caracterizada por extrema dependencia, sino también convertida en
altamente autoconservadora y narcisista por la angustia ante una situación que se
presentaba portadora de una amenaza para el yo; 4) que a través de la regresión
a la actitud de la temprana fase oral, no sólo se intensificó la catexia libidinosa de
un "pecho-madre" ya internalizado, sino que también el proceso de internalización
misma se extendió demasiado a relaciones con otros objetos; y 5) que resultó una
sobrevaloración general del mundo interno a expensas del externo. (P.36-37)

4- VACIAMIENTO DEL OBJETO COMO UNA IMPLICACIÓN DE LA ACTITUD


LIBIDINOSA

El vaciamiento del objeto es una implicación del carácter incorporativo de la


temprana actitud oral. (P.38)

Se señaló cómo, en circunstancias de privación, la angustia que surge en la mente


del niño por su propia vaciedad origina angustia porque la vaciedad pueda afectar
al pecho de la madre. Se señaló también cómo llega a interpretar cualquier
aparente o real vaciedad del pecho de la madre como debida a sus propios
intentos de incorporación, y así llega a albergar angustia por ser responsable de la
desaparición y destrucción, no simplemente del pecho de la madre, sino de la
madre misma; angustia considerablemente incrementada por el efecto de la
privación, que imparte una tonalidad agresiva a su necesidad libidinosa. (P.38)

CAPÍTULO II

TEORíA DEL DESARROLLO DE LAS RELACIONES DE OBJETO, BASADA EN


EL TIPO DE DEPENDENCIA DEL OBJETO

Una de las principales conclusiones a las que he llegado por medio del estudio de
los casos esquizoides es que el desarrollo de las relaciones de objeto es
esencialmente un proceso por el cual la dependencia infantil del objeto da lugar,
en forma gradual, a la dependencia madura del mismo. Este proceso de desarrollo
se caracteriza: a) por el abandono progresivo de una relación de objeto primaria,
basada en la identificación primaria 6 y b) por la adopción gradual de una relación
de objeto, basada en la diferenciación de este último.(P-47)

Una de las conclusiones a las que he arribado es que la situación edípica


constituye, en esencia, un fenómeno sociológico más que psicológico. Desde el
punto de vista sociológico, sería difícil exagerar su importancia. Empero, desde el
punto de vista psicológico es un fenómeno relativamente superficial, cuya mayor
importancia radica en el hecho de que representa una diferenciación del único
objeto de la fase ambivalente (fase oral secundaria), en dos objetos, siendo uno el
objeto aceptado, identificado con uno de los padres, y el otro el objeto rechazado,
identificado con el otro padre. Así, la culpa atribuida a la situación edipica no
deriva tanto del hecho de que esta situación sea triangular, sino: l) de que el deseo
incestuoso representa el robo del amor que no es libremente otorgado, cometido a
uno o a ambos padres, y 2) de que el niño siente que su amor es rechazado
porque es malo. (P-50)

El análisis de los enfermos esquizoides fue lo que me convenció de la importancia


capital de las relaciones de objeto, porque en ellos se ven con mayor claridad las
dificultades que surgen al respecto. (P.51)

Lo que se hace más evidente en el análisis de un esquizoíde, es que la mayor


necesidad de un niño consiste en obtener la seguridad decisiva: a) de que es
amado por sus padres, y b) de que éstos aceptan su amor. Su capacidad para
renunciar sin desconfianza a su dependencia infantil, radica en la medida en que
obtiene tal evidencia, en forma lo suficientemente convincente corno para
capacitarlo a depender sin peligro de los objetos reales. Si tal evidencia falta, su
relación con sus objetos, en lo que se refiere a la separación, está cargada con
demasiada angustia como para capacitarlo a renunciar a la actitud de
dependencia infantil, dado que tal renunciamiento sería equivalente a perder toda
esperanza de obtener alguna vez la satisfacción de sus necesidades emocionales
insatisfechas. El mayor trauma que puede experimentar un niño es la frustración
de su deseo de ser amado y de que su amor sea aceptado, y, desde e! punto de
vista del desarrollo es el único que tiene realmente importancia. (P.51-52)

LA ETAPA DE TRANSICIóN ENTRE LA DEPENDENCIA INFANTIL Y LA


ADULTA, SUS TÉCNICAS Y SU PSICOPATOLOG1A

Del estudio de los casos esquizoides emerge, con la mayor claridad, que el rasgo
más característico de la etapa de dependencia infantil, es la identificación primaria
con el objeto.(P.53)
Durante este período, la conducta del individuo se caracteriza por sus esfuerzos
desesperados por separarse del objeto y por los de lograr una unión con él, es
decir, intentos desesperados "por escapar de la prisión" y "por volver al hogar".
(P.55)

Podemos resumir ahora brevemente los rasgos principales de la etapa de


transición entre la dependencia infantil y la adulta. El período de transición se
caracteriza por un proceso de desarrollo por el cual las relaciones de objeto,
basadas en la identificación, dan lugar, en forma gradual, a relaciones con un
objeto diferenciado. Por tanto, el desarrollo satisfactorio durante este período
depende del éxito que acompaña al proceso de diferenciación del objeto, el que a
su vez, depende del resultado del conflicto con respecto a la separación del
objeto, situación que es deseada y temida. El conflicto en cuestión puede echar
mano de una o de las cuatro técnicas características, es decir, la obsesiva, la
paranoide, la histérica y la íóbica, y si las relaciones de objeto son insatisfactorias,
estas técnicas forman la base de característicos desarrollos psicopatológicos de la
vida posterior. Las diversas técnicas no pueden clasificarse en forma que
correspondan a presuntos niveles del desarrollo libidinoso. Por el contrario, deben
ser considerados como técnicas alternativas correspondientes todas a la misma
etapa en el desarrollo de las relaciones de objeto. Cuál de las técnicas es
empleada o hasta qué punto es utilizada cada una de ellas, depende en gran parte
de la naturaleza de las relaciones de objeto establecidas durante la etapa anterior
de dependencia infantil. Parecería depender en particular del grado en que los
objetos han sido incorporados y de las relaciones establecidas entre el yo en
desarrollo y sus objetos internalizados. (P.57)

LA ETAPA DE DEPENDENCIA INFANTIL Y SU PSICOPATOLOGÍA

El rasgo sobresaliente de la dependencia infantil lo constituye su carácter


incondicional. El niño depende completamente de su objeto, no sólo para asegurar
su existencia y bienestar físico, sino también para la satisfacción de sus
necesidades psicológicas. (P.57.58)
También percibimos que mientras en el adulto la relación de objeto tiene una
considerable amplitud, en el niño tiende a ser concentrada sobre un solo objeto.
De manera que en éste, la pérdida de un objeto es mucho más desoladora. (P.58)

La dependencia infantil es equivalente a la dependencia oral, hecho que debiera


ser interpretado, no en el sentido de que el niño es intrínsecamente oral, sino en el
de que el pecho es su objeto primario.(P.58)

En la fase oral primaria el objeto natural es el pecho, pero en la fase oral


secundaria, lo es la madre. La transición de una a otra fase está, pues, marcada
por la sustitución de un objeto total (o persona), por un objeto parcial. Sin
embargo, el objeto continúa siendo tratado como un objeto parcial (el pecho), con
el resultado de que la madre se transforma en un objeto de incorporación. (P.59)

el conflicto emocional que surge durante la fase oral primaria con respecto a las
relaciones de objeto, toma la forma de la alternativa "chupar o no", es decir, "amar
o no". Éste constituye el conflicto subyacente en el estado esquizoide. Por otra
parte, el conflicto que caracteriza a la fase oral secundaria se resuelve en la
alternativa "chupar o morder", es decir, "amar u odiar", lo que constituye el
conflicto subyacente en el estado depresivo. En forma similar, se verá que el
mayor problema del individuo esquizoide, es cómo amar sin destruir con su amor,
mientras que el mayor problema del individuo depresivo es cómo amar sin destruir
con su odio. (P.60)

Entre otros fenómenos esquizoides podemos mencionar el sentimiento de estar


destruido, de irrealidad, la intensa autoconciencia y un sentimiento de
autoobservación. En conjunto, estos distintos fenómenos indican claramente que
una escisión real del yo ha ocurrido. (P.61)

No es suficiente establecer que la escisión del yo que caracteriza a los estados


esquizoides agudos, sea sólo debida a una sustracción de la libido de las
relaciones de objeto, porque tal sustracción sigue aún actuando. La libido puede
ser sustraída en varios grados, hasta de aquella parte de la psique que está, por
así decir, más cerca de los objetos exteriores. Puede ser sustraída del dominio de
10 consciente y dirigida hacia el inconsciente. Cuando esto sucede, es como si el
mismo yo fuera retirado hacia el inconsciente, pero la posición real parecería ser
que cuando la libido abandona la parte consciente del yo (tal como acontece), la
parte inconsciente del yo es todo lo que queda para comportarse como un yo
actuante. (P.62)

CAPÍTULO III LA REPRESIÓN Y EL RETORNO DE LOS OBJETOS MALOS CON


ESPECIAL REFERENCIA A LAS "NEUROSIS DE GUERRA" 1 (1943)

1. LA IMPORTANCIA DE LAS RELACIONES DE OBJETO

Creo que ya es tiempo de que la atención del psicopatólogo, centralizada en el


pasado, primero sobre el impulso y luego sobre el yo, se concentre sobre el objeto
hacia el que se dirige el impulso. Para expresarme con mayor claridad, diré que ha
llegado el momento de que se establezca una psicología de las relaciones de
objeto. La obra de Melanie Klein ya ha preparado el terreno para tal evolución del
pensamiento, y por cierto que sólo a la luz de su concepto de objetos
internalizados, se puede esperar que el estudio de las relaciones de objeto dé
origen a importantes resultados para la psicopatología.(p.69-70)

Desde mi punto de vista, puede decirse que la psicología comprende el estudio de


las relaciones del individuo con sus objetos, mientras que, en términos similares,
puede decirse que la psicopatología comprende, en forma más específica, el
estudio de las relaciones del yo con sus objetos internalizados. (p.70)

He expuesto mis ideas por primera vez, en un artículo titulado "Revisión de la


psicopatología de las psicosis y psiconeurosis", publicado recientemente en The
Internacional [ournol o/ Psycho-Analysis. (Capítulo 11). Dos de las conclusiones
más importantes formuladas en este artículo, son las siguientes: 19, que en
comparación con las relaciones de objeto, las actitudes libidinosas son
relativamente de poca importancia, y 29, que el propósito final de la pulsión
libidinosa lo constituye el objeto y no la gratificación. (p.70)

2. LA NATURALEZA DE LO REPRIMIDO
En El yo y el. ello, en su exposición sobre las funciones represoras del yo, dice
Freud: "Sabernos que, en general, el yo lleva a cabo las represiones en provecho
y al servicio del superyó". Si las relaciones de objeto son tan enormemente
significativas como he llegado a creer, esta afirmación pasa a tener una particular
importancia, ya que, si tal como lo ha dicho Freud, el superyó representa un
"residuo de las primeras elecciones de objeto realizadas por el ello" 5, puede
considerarse a esta estructura endopsiquica, como un objeto internalizado con el
que el yo tiene una relación. Como lo ha establecido Freud con tanta exactitud,
esta relación se basa en un proceso de identificación. Por supuesto que la
identificación del yo con el superyó es raramente completa, si es que alguna vez
se lleva a cabo. Pero, mientras exista, se debe considerar a la represión como
función de la relación del yo con un objeto internalizado, al que se acepta como
"bueno".(p.71)

La obra de Melanie Klein no deja lugar a dudas de que los objetos malos se
encuentran en la psique. Por lo tanto, la necesidad de una psicología basada en
las relaciones de objeto, nos llevará a deducir que si la clave del trabajo de la
represión radica en la relación del yo con los objetos buenos internalizados, la
clave de la naturaleza de lo reprimido ha de radicar en la relación del yo con los
objetos malos internalizados.(p.71)

Por lo tanto, la necesidad de una psicología basada en las relaciones de objeto,


nos llevará a deducir que si la clave del trabajo de la represión radica en la
relación del yo con los objetos buenos internaliza dos, la clave de la naturaleza de
lo reprimido ha de radicar en la relación del yo con los objetos malos
internalizados.(p.71)

3. Los OBJETOS REPRIMIDOS

Es interesante señalar que el niño vive la relación con un objeto malo, no sólo
como algo intolerable sino también como algo vergonzoso. (p.73)

El hecho de que la relación con un objeto malo sea vergonzosa, sólo puede ser
satisfactoriamente explicado presumiendo que en la temprana infancia todas las
relaciones de objeto están basadas en la identificación. Deducimos así, que si al
niño le parecen malos sus objetos, él mismo se considera malo, y podemos
establecer, en forma categórica, que si un niño se siente malo es, invariablemente,
porque tiene objetos malos. Lo mismo podemos decir si se porta mal, y esta es la
razón de por qué un niño delincuente tiene siempre (desde el punto de vista del
niño), padres malos. (p.73)

Es imposible atravesar la infancia sin tener objetos malos que se internalizan y


reprimen. Por consiguiente, en todos nosotros se encuentran en los niveles más
profundos de nuestra psique, objetos malos internalizados. El hecho de que un
individuo dado se torne delincuente, psiconeurótico, psicótico o simplemente
"normal", parecería depender, sobre todo, de la actuación de tres factores: 1) del
grado en .que los objetos malos han sido ubicados en el inconsciente y del grado
de maldad que los caracteriza; 2) del grado en que el yo está identificado con los
objetos malos internalizados, y 3) de la naturaleza y poder de las defensas que
protegen al yo, de estos objetos. (p.74)

1. LA DEFENSA MORAL CONTRA LOS OBJETOS MALOS

Si bien es cierto que el niño delincuente rehúsa admitir que sus padres son objetos
malos, no sucede lo mismo cuando se trata de aceptar que él mismo lo es. Por lo
tanto, es evidente que el niño preferirá ser malo él, a tener objetos malos, y de
esta manera nos asiste razón al suponer que uno de los motivos que lo llevan a
ser malo, es el deseo de tornar "buenos" a sus objetos. Por supuesto, decir que el
niño carga con el peso de la maldad que tienen sus objetos, equivale a decir que
ínternaliza sus objetos malos.(p.74)

La forma más precoz de defensa a la que recurre el yo en desarrollo en su


esfuerzo desesperado para enfrentar a los objetos malos internalizados, es, por
lógica, la más simple y la más rápidamente útil, es decir, la represión. (p.74-75)

Deben distinguirse dos tipos de maldad que propongo describir, respectivamente,


como maldad "incondicional" y "condicional". Debo señalar que al referirme a un
objeto como "incondicionalmente malo", quiero significar que es "malo desde un
punto de vista libidinoso", y al referirme a un objeto como "condicionalmente
malo", quiero significar que es "malo desde un punto de vista moral". Los objetos
malos que el niño internaliza, son incondicionalmente malos, porque sólo se trata
de perseguidores internos (dado que las relaciones infantiles se basan en la
identificación) o, en la medida en que su yo establece una relación con ellos, él
también es incondicionalmente malo. Con el fin de reparar este estado de maldad
incondicional, realiza lo único que es de esperar: internaliza sus objetos buenos
que entonces asumen el papel de superyó. (p.75)

S. LA DINÁMICA DE LA INFLUENCIA DE LOS OBJETOS MALOS

El niño no sólo internaliza sus objetos malos porque se le imponen y trata por este
medio de controlarlos, sino también, y sobre todo, porque los necesita. Si los
padres son objetos malos, no puede rechazarlos, ni siquiera cuando no se le
imponen, porque sin ellos no puede hacer nada. No puede rechazarlos ni aun en
el caso de que lo ignoren, porque si lo ignoran, aumenta su necesidad por ellos
(p.76)

LA SITUACIÓN ENDOPSÍQUICA BASICA y REVISIÓN DE LA TEORÍA DE LA


ESTRUCTURA MENTAL

Fairbairn realizó una revisión de la teoría de las instancias psíquicas de Freud y


propuso nuevos conceptos para entender de forma distinta estas instancias. Los
términos que él utilizó fue yo central que es igual al yo, el yo libidinoso es el ello y
el saboteador interno es el superyó, las diferencias con la teoría de Freud son las
siguientes:

Diferencias entre yo central y yo


 El yo central no tiene origen en el ello.
 El yo central es una estructura primaria y de ella derivan las otras
estructuras.
Diferencias entre yo libidinoso y ello
 El yo libidinoso (ello) deriva del yo central
 El yo libidinoso no solo es un reservorio de impulsos instintivos, sino que es
comparable al yo central, en lo que se diferencia del yo central es en su
carácter infantil, menor organización, menor adaptación a la realidad y tiene
mayo devoción a los objetos internalizados.
Diferencias entre saboteador interno y superyó
 El saboteador interno no es considerado un objeto interno
 Es una estructura del yo
 El saboteador interno es considerado como exento de todo significado
moral
 No se atribuye a su actividad el afecto de la culpa
 No desplaza al concepto de super yo pero el super yo se origina en un nivel
de organización mental superior a aquel en el que actúa el saboteador
interno.

EL ORIGEN DE LA SITUACIÓN ENDOPSÍQUICA BASICA y DE LA


MULTIPLICIDAD DE YOS

“La experiencia de frustración libidinosa es la que hace surgir la agresión del niño
en relación a su objeto libidinoso, dando así lugar a un estado ambivalente.” 114

Es decir que el niño ve a la madre que a la vez es un objeto bueno y malo, ya que
aunque satisface también frustra. Como consecuencia el bebé internaliza a la
madre como un objeto malo, para poder manejarlo o coartarlo desde lo interno, el
objeto malo es el que se internaliza siempre en primer lugar ya que el bueno
satisface y se puede tratar en lo externo. Este objeto internalizado que no
satisface por una parte frustra y por otra tienta y atrae. Aquí surge otra división del
objeto interno malo en dos objetos, el objeto tentador (yo libidinoso) y el objeto
frustrador (saboteador interno), los cuales reprime y como consecuencia de la
represión, el yo desarrolla seudopodios, esto representa la fase inicial de la
división del yo. Debido a la relación que tienen estos seudopodios con los objetos
rechazados, también son rechazados por el yo central, lo que genera la
multiplicidad de yos, es decir que se genera el yo central, el yo libidinoso y el
saboteador interno. ESTE ES EL PATRÓN ESTRUCTURAL DE LO QUE
FAIRBAIRN DENOMINA LA SITUACION ENDOPSIQUICA BASICA.

Debido a lo anterior Fairbairn concluye que:

 El yo está disociado, lo cual se ajusta al patrón de la posición esquizoide,


en lo cual difiere con Freud y con Klein, pues estos se basaban en la
posición depresiva para el desarrollo del aparato mental.
 La disociación del yo en la posición esquizoide, se debe a que hay un
monto de agresión a disposición del yo central, lo cual permite la dinámica
de separación del yo central con los yo subsidiarios (yo libidinoso y
saboteador interno)
 El saboteador interno y el yo libidinoso están reprimidos (La represión se
dirige primariamente contra los objetos malos internalizados y
secundariamente a los yo subsidiarios)

DISTRIBUCIÓN DE LA LIBIDO Y LA AGRESIÓN

La frustración por parte de la madre, a nivel emocional genera sentimiento de falta


de amor y de rechazo, la expresión de odio hacia ella como objeto rechazante es
peligrosa ya que por esto lo rechazará aún más (aumentando su maldad), si
expresa la agresión se ve amenazada la pérdida de la libido y de la estructura del
yo, además la madre lo amará menos (disminuyendo su bondad). Si expresa su
necesidad libidinosa, corre el riesgo de descargar su libido en un vacío emocional,
lo que generaría humillación y vergüenza y a su vez que el sentido de su propio
valor se vea amenazado.

De estas dos amenazas la pérdida del objeto bueno genera el afecto de la


depresión y es la base para un estado melancólico, la pérdida de la libido y del yo
da paso al afecto de futilidad y es la base para un estado esquzoide.

La represión
Se ejerce primariamente contra los objetos internalizados que se consideran
malos, y no contra impulsos dolorosos o malos como lo establece Freud.

La represión se origina en el rechazo del objeto necesitado y del objeto rechazante


por el yo indiviso esta sería la represión primaria, pero hay un proceso secundario
de represión en el cual el yo central (residuo del yo indiviso) rechaza al yo
libidinoso y al saboteador interno, el proceso de represión es el siguiente:

El exceso de libido es tomada por el yo libidinoso y el exceso de agresión por el


saboteador interno, el saboteador interno ataca al yo libidinoso, mientras el yo
libidinoso dirige el exceso de libido hacia el objeto deseado.

Cuando se considera la importancia total de este proceso, se hace evidente que el


ataque empedernido que realiza el saboteador interno contra el yo libidinoso debe
actuar como un factor, muy poderoso en la promoción de los propósitos de la
represión. En lo que se refiere a la dinámica, parecería ser que éste es el factor
más importante en el mantenimiento de la represión. Pag 119

Defensa moral

La represión surge como defensa contra los objetos “malos”, la culpa surge como
defensa contra situaciones que implican objetos malos internalizados. Es decir que
“al niño le resulta más tolerable considerarse condicionalmente (es decir,
moralmente) malo, que considerar a sus padres incondicionalmente (es decir,
libidinosamente) malos. Para describir el proceso por el cual se produce el cambio
de la segunda a la primera actitud, introduje el término "defensa moral", y mi punto
de vista es que el superyó se establece sólo a instancias de la "defensa moral"
Pag. 100

Complejo de edipo

Para Freud la represión se genera a raíz del complejo de Edipo, para Fairbairn,
como una forma de impedir la expresión de la libido y de la agresión del niño
hacia su madre como objeto frustrante, además señala que la situación edípica lo
que hace es que enfrenta al niño con dos objetos parentales distintos y ahora
debe enfrentar con su padre las mismas dificultades que vivió con su madre como
objeto frustrante, el niño presenta necesidad de los genitales de ambos padres y
comienzan a establecerse los celos por alguno de ellos, generalemente esto está
determinado por el sexo del niño y por las relaciones emocionales con los padres.

Al niño le resulta muy intolerable tener que enfrentarse con un solo objeto
ambivalente, pero cuando tiene que hacerlo con dos, le resulta más intolerable
aún. Intenta por tanto simplificar una situación compleja en la que se encuentra
abocado con dos objetos necesitados y dos objetos rechazantes, convirtiéndola en
una en la que sólo tendrá que hacer frente a un solo objeto necesitado y a un solo
objeto rechazante, 'propósito que logra, por supuesto, con un grado variable de
éxito concentrándose sobre el aspecto necesitado de un padre y el aspecto
rechazante del otro.' De manera que con fines prácticos iguala a un objeto
parental con el objeto necesitado y al. otro con el objeto rechazante, y al hacerlo,
el niiio construye para sí mismo la situación edípica. No obstante, la ambivalencia
hacia los dos padres persiste en el fondo, y en lo más profundo tanto el objeto
necesitado como el objeto rechazante permanecen siendo lo que eran
originalmente, es decir, figuras de la madre. 126

LAS RELACIONES DE OBJETO

La libido busca al objeto y no el placer como lo formula Freud, por lo que el origen
de las condiciones psicopatológicas debe buscarse en las perturbaciones de las
relaciones de objeto durante el desarrollo.

Respecto a la crítica que hace a la teoría de Freud señaló que “Al mismo tiempo,
se puede ver que esta afirmación se reduce al mero enunciado de que la tensión
es la tensión, ya que la tensión naturalmente busca descarga, y la descarga
naturalmente trae alivio, y este enunciado deja completamente sin respuesta a la
cuestión de la naturaleza de las fuerzas bajo tensión, y la dirección o fin de estas
fuerzas.” Pag 139-140

Freud asegura que la libido busca el placer y que es esto lo que regula el curso de
los procesos mentales, sin embargo se daba cuenta que los neuróticos se
adhieren a experiencias dolorosas, lo cual contradecía su teoría, como solución a
esta contradicción con el principio del placer, introdujo el concepto compulsión a la
repetición, la respuesta que brinda Fairbairn es que esta tendencia a adherirse a
experiencias dolorosas se explica en la idea de que la libido no busca el placer
sino al objeto.

Crítica a la teoría del impulso

En un análisis se le revela al paciente la naturaleza de sus impulsos pero no se le


capacita para saber qué hacer con ellos.

“Qué es lo que debe hacer el individuo con sus "impulsos" constituye nítidamente
un problema de las relaciones de objeto.” Pag 93

ESTRUCTURA DINAMICA Y DE PERSONALIDAD

Aspectos principales

 Las zonas erógenas son canales mediadores de búsqueda de objeto y no


de fines libidinosos, además las fases de desarrollo (propuestas por
Abraham), son técnicas empleadas por el yo para regular la relación con
objetos internalizados
 La teoría del desarrollo del yo debe ser considerada en términos de
relaciones con objetos, especialmente los que ha sido internalizados
durante la vida temprana bajo presión de privación y frustración.
 El desarrollo del yo es un proceso en el que un estado de dependencia
infantil (identificación con el objeto) es abandonado en pro de un estado de
dependencia adulta madura (diferenciación entre el objeto y uno mismo)

 El proceso de desarrollo del yo, es un proceso de tres estadios:


 Dependencia infantil (que corresponde a las "fases orales", en donde la
oralidad refiere al pecho como objeto primario). Esta se divide en:
o Fase oral primaria en donde el objeto es el pecho y se caracteriza
por una actitud de succión e incorporación preamvibalente
o -Fase oral secundaria en donde el objeto es la madre y se
caracteriza por la actitud de ambivalencia emocional, si el objeto se
percibe como bueno lo incorpora, si se percibe como malo lo rechaza
es decir vomita o enferma
 Estadio de transición dependencia infantil- tomar, dependencia madura-
dar (corresponde a las fases anales y primera genital)
 Estadio de dependencia adulta o madura, (correspondiente a la " genital").

 La esquizofrenia (relaciones objetales sobre la succión- amor) y la


depresión (relaciones objetales sobre morder-odio) están relacionadas
etiológicamente con perturbaciones del desarrollo durante el estadio de
dependencia infantil.
 Los síntomas obsesivos, paranoides, histéricos y fóbicos derivan
etiológicamente de la actuación de cuatro técnicas específicas, empleadas
por el yo en un intento de manejar las dificultades en las relaciones
objetales durante el estadio de transición. Esas técnicas actúan como
defensas contra la emergencia de tendencias esquizoides y depresivas,
originadas durante el primer estadio del desarrollo del yo.
 El afecto característico de los estados depresivos, es la depresión, el de los
estados esquizoides es una sensación de futilidad.

Algunos de sus artículos son los siguientes:

 Notas sobre las fantasías religiosas de una paciente


 Aspectos en el análisis de una paciente con una anormalidad física genital
 El efecto de la muerte de un rey sobre pacientes en análisis
 La significación sociológica del comunismo considerada a la luz del
psicoanálisis
 La psicología como tema prescripto y proscripto
 La neurosis de guerra su naturaleza y significación
 Tratamiento y rehabilitación de delincuentes sexuales

LIBRO: ESTUDIO PSICOANALITICO DE LA PERSONALIDAD

AUTOR: W. RONALD D. FAIRBAIRN

También podría gustarte