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Tutela Procesal del Consumidor Sobreendeudado

Autor: Camilo Emiliano Appas


Sumario: I. Introducción. II. Sobreendeudamiento del consumidor: Régimen legal
actual y tutela judicial efectiva. III. Tutela procesal del consumidor sobreendeudado:
Proyectos en Argentina. IV. Necesidad de un procedimiento específico para el
sobreendeudamiento del consumidor. Pautas que debe tener para la tutela judicial
efectiva. V. Tutela procesal del consumidor sobreendeudado y su situación en Brasil.
VI. Conclusiones.

Tutela Procesal Del Consumidor Sobreendeudado

1. Introducción
Sabido es que por el fenómeno de la globalización, hoy nos encontramos inmersos en
una sociedad de consumo, el que está fomentado por diversos medios que llevan al
consumidor a agrandar sus deseos de adquirir más bienes de uso y servicios sin tener en
cuenta su capacidad económico-financiera de hacer frente a sus compromisos y donde
quién da créditos no se preocupa más que por seguir vendiendo, generando acreencias.
Esta sociedad de consumo arrastra a las personas creando nuevas necesidades,
otorgando facilidades de pago, con mínimas exigencias y, como consecuencia de ello,
se transforma en costumbre la obtención de créditos.
Podemos señalar brevemente, desde un aspecto psicológico, que dentro de esta situación
la tenencia de bienes es un parámetro de comparación entre las personas, es decir que
marca una diferencia entre quién tiene más y quien tiene menos, donde el que menos
tiene, tiene deseos de tener más y como consecuencia de esto, el consumo se realiza “a
cualquier precio”, lo que lleva al consumidor a estar en una situación financiera
desfavorable, que llamamos sobreendeudamiento.
Este sobreendeudamiento es una constante en esta sociedad, y que se manifiesta al
superar un cierto nivel de deudas, es decir que se trata de una situación patrimonial que
obedece a la relación existente entre los ingresos del consumidor, y su verdadera
capacidad de afrontar regularmente sus obligaciones exigibles –deudas-.
Esta sociedad espera que los consumidores hagan eso: consuman, porque moviliza la
economía. Pero para consumir, se ha sostenido que el elemento imprescindible es el
crédito: se trata de una facilidad que se otorga para conseguir un bien que de pago en
contado/efectivo no se podrían obtener. Se podría resumir bajo el slogan: “compre hoy,
pague mañana”.
Nos encontramos en una etapa de proliferación del crédito por la cual hay un “aumento
de la disponibilidad general del crédito para los no comerciantes”, “pues… hasta hace
poco el crédito solo estaba accesible para comerciantes o personas con un abultado
patrimonio”1; o sea, se dan créditos a personas que no tienen una garantía patrimonial
suficiente, a veces, basta con presentar solo una identificación , o a lo sumo un recibo o
boleta de sueldo (fomentando así el consumo, y empujando a muchas personas al
sobreendeudamiento que termina en un proceso concursal/falencial). Es por ello que se
sostiene que el sobreendeudamiento va de la mano con el crédito.
De este modo, podemos afirmar que el sobreendeudamiento del consumidor es una
problemática económica y social, pues en la mayoría de los casos también podemos
hablar de sobreendeudamiento del grupo familiar, por lo que el sobreendeudamiento
deja de ser “una cuestión de los particulares, sino que trasciende la esfera privada para
ingresar al ámbito de orden publico económico que engasta en las políticas de bienestar
general”2.
Si bien nuestro sistema legal (tanto en la constitución como demás leyes que regulan la
materia) otorgan protección al más débil en una relación de consumo, tratando de
equilibrar la desigualdad existente entre el comerciante/proveedor y el
consumidor/usuario, surge la necesidad ante el sobreendeudamiento de una tutela legal
y jurisdiccional que tienda a solucionar este problema y que efectivamente proteja a los
consumidores más vulnerables evitando un abuso de su situación social, económica y
financiera.
De este modo, como el sobreendeudamiento lleva a la persona a una crisis financiera
(lógicamente), resulta necesario brindar una protección procesal que le permita
reorganizar, “congelar”, redefinir o reestructurar sus deudas.
Mediante el presente trabajo trataré de analizar la protección procesal con la que cuenta
hoy el consumidor sobreendeudado, si esta es suficiente o no, y acerca de la necesidad
de una mejor tutela procesal diferenciada para el consumidor que se encuentra en estado
de insolvencia.

1
ANCHAVAL, Hugo, Insolvencia del consumidor, Editorial Astrea Año 2011, p. 18
2
JUNYENT BAS – IZQUIERDO, El sobreendeudamiento del consumidor y el derecho a quebrar, II.4,
p. 10
2. Sobreendeudamiento del consumidor: Régimen legal actual y tutela judicial
efectiva.
Frente al sobreendeudamiento, nuestro régimen falimentario conoce 2 grandes procesos:
el concurso preventivo y la quiebra.
Mediante el primero, el deudor trata de reorganizar su deuda, logrando un acuerdo con
sus acreedores respecto a cómo hará efectivo el cumplimiento de sus obligaciones,
mientras que el segundo se trata de un proceso liquidativo, por el cual el deudor es
desapoderado de sus bienes, los que se proceden a enajenar para afrontar su pasivo.
Estos procedimientos tienen un requisito objetivo que es la cesación de pagos (art. 1
LCQ) a la cual podemos definir como el estado de situación patrimonial por el que el
deudor está imposibilitado de hacer frente de manera regular a sus obligaciones
exigibles; y como requisito subjetivo, que el sujeto sea concursable (Art. 2 LCQ)
La LCQ no brinda un procedimiento especial al consumidor para superar su crisis, si
bien regula el pequeño concurso (Art. 288 LCQ), éste permite que cualquier sujeto
concursable, se trate de un deudor consumidor o no, pueda someterse a dicho proceso
cumpliendo tan solo con uno de sus requisitos:
A los efectos de esta ley se consideran pequeños concursos y quiebras aquellos en los
cuales se presente, en forma indistinta cualquiera de estas circunstancias:
1. Que el pasivo denunciado no alcance el equivalente a trescientos (300) salarios
mínimos vitales y móviles.
2. Que el proceso no presente más de veinte 20) acreedores quirografarios.
3. Que el deudor no posea más de veinte (20) trabajadores en relación de dependencia
sin necesidad de declaración judicial.
Reuniendo una de dichas circunstancias es suficiente para considerar “pequeño” al
concurso o quiebra en cuestión y por lo tanto se aplique el régimen del art. 289 LCQ.
Atento a las circunstancias que rodean a un consumidor sobreendeudado, debo señalar
que tanto este procedimiento especial (pequeño concurso) como la ley en sí misma, no
tienen en cuenta especialmente la problemática de una persona consumidora sin
patrimonio realizable.
Aunque se regulen distintos procedimientos en la ley, mediante estos no se logra
garantizar el real cumplimiento del derecho a la tutela judicial efectiva que tienen los
consumidores (como toda persona).
Este derecho a la tutela judicial efectiva, como derecho fundamental que goza de
reconocimiento constitucional, comprende —la necesidad de— un procedimiento que
haga efectivos (valga la redundancia) sus derechos e intereses, la protección del debido
proceso y el acceso a la justicia —entre otros derechos y garantías—.
En relación al segundo debo señalar que se refiere a la oportunidad de ser escuchado
con todas las garantías del procedimiento, y el respeto a todos sus derechos dentro del
mismo, con una sentencia que tenga en cuenta no solo lo jurídico-objetivo sino también
la situación que lo rodea, y que se haga plenamente en la realidad, y el tercero refiere al
acceso libre, gratuito (para el consumidor) y sin restricciones a la jurisdicción.
Respecto al primer ítem (necesidad de un procedimiento), hare referencia más adelante.
3. Tutela procesal del consumidor sobreendeudado: Proyectos en Argentina.
Antes de referirme al título de este capítulo, entiendo que corresponde destacar que “los
derechos plasmados en la Ley Fundamental no son solo garantías jurídico formales, al
Gobierno en general le viene impuesto el deber genérico de aseguramiento positivo de
los derechos fundamentales…”3.
Ahora bien, para que la tutela judicial efectiva se operativice respecto del consumidor
sobreendeudado, surge la necesidad de la creación o el diseño de un mecanismo
procesal que permita la protección fehaciente de sus derechos y los de los acreedores,
específicamente un proceso que acompañe al consumidor, con sus reglas especificas,
desde la regulación de competencia, hasta cómo será el proceso de liquidación y
rehabilitación del sobreendeudado, con correlato al valor persona, su dignidad y el
honrar a las deudas.
No se trata de una creación pretoriana por parte del Juez a lo que me refiero, sino a una
decisión del Estado de garantizar y proteger a la frágil y vulnerable, que se encuentra en
una crisis económica producto del consumo, excesivo.
En este contexto de necesidad, puedo mencionar que hace unos años se elaboro un
proyecto acerca del “Régimen de sobreendeudamiento para pequeños deudores”4
(proyecto S-1422/13), como también el que refiere al de la “Ley de insolvencia
Familiar” 5, y la modificación a la ley de concursos y quiebras, incorporando el capitulo
IV al titulo IV lo que denomina como “Concurso de las personas humanas que no
realizan actividad económica organizada y otros sujetos” elaborado por la Comisión
para la Reforma de la ley 24522 6 .

3
BERIZONCE, Roberto Omar, Tutelas Procesales Diferenciadas, p. 22, ed. Rubinzal Culzoni
4
Puede consultárselo en: www.senado.gov.ar/parlamentario/parlamentaria/335027/downloadPdf
5
Puede consultárselo en: www.ucargentina.org.ar/Proyecto-Insolvencia-fliar.pdf
6
Puede consultárselo en: http://fernandojaviermarcos.blogspot.com.ar/2016/12/el-concurso-de-la-
persona-humana-que-no.html
a) Régimen de sobreendeudamiento para pequeños deudores.
Entre los argumentos que justifican el proyecto de ley, se ha sostenido que su finalidad
es brindarles soluciones a las personas que presentan “un grave estado de déficit
económico financiero debido a que han contraído deudas originadas en el consumo de
bienes o servicios y no puedan hacer frente a aquellas obligaciones vencidas o
próximas a vencer.”
Precisamente indican que es necesaria la regulación de una quiebra especial para los
consumidores, porque el régimen actual de la ley 24.522 (LCQ) es el procedimiento
aplicable, y transgrede gravemente los derechos humanos reconocidos en la
Constitución Nacional, como el derecho a una vivienda digna, la intimidad,
inviolabilidad de la correspondencia, derecho al trabajo y la libertad de circulación.
Así, frente a esta problemática, señalan los autores, que el proyecto tiene por objeto
poner fin a la situación de sobreendeudamiento estableciendo una nueva regulación para
todos aquellos consumidores que se encuentren en un estado de sobreendeudamiento,
debiendo peticionarlo el deudor cuando tenga deudas domiciliarias y/o familiares no
profesionales exigibles y a vencer o próximas ello originadas por el consumo, u
obligaciones asumidas como garante o deudor solidario de un empresario individual.
El proyecto en su art. 3 define lo que es el “estado de sobreendeudamiento”, siendo un
procedimiento que se inicia a instancia del deudor, respecto de las deudas que sean
exigibles y a vencer que se hayan originado por el consumo individual o familiar, y
obligaciones fiscales, y las asumidas como garante o deudor solidario, debiendo ser
deudor de buena fe.
Una vez que el deudor solicita la aplicación del régimen, el juez competente solicitará la
opinión de un síndico, quien deberá dictaminar si corresponde seguir el procedimiento
de conciliación extrajudicial (por reunir activos realizables) o si se debe seguir el
proceso de restablecimiento personal por no reunir o tener pocos activos realizables.
En todos los casos, el síndico deberá pronunciarse acerca del grado de responsabilidad
en que, directa o indirectamente, los acreedores incurrieron para que el deudor se halle
en la situación económico financiero que origino la aplicación de la presente ley.
Cuando la responsabilidad del acreedor haya contribuido en forma significativa y
determinante a la situación del deudor anteriormente mencionada, el juez podrá
disminuir proporcionalmente el crédito según el grado de responsabilidad que determine
el síndico.
Respecto del procedimiento de conciliación extrajudicial, en este intervendrán como
parte el síndico, el deudor y los acreedores denunciados. Establece un plazo de 6 meses
como máximo para llegar a una conciliación. Luego ese acuerdo debe ser homologado
judicialmente.
Con relación al proceso de restablecimiento personal este se da cuando el deudor se
encuentra en una situación irremediablemente comprometida. El juez cita a las partes a
los fines de hacerles saber la apertura del proceso, convocándolos a una “audiencia
informativa” por la cual los acreedores le comunican la información acerca de la
existencia monto y cuantía de su crédito y el deudor podrá ser oído respecto de las
causas de su sobreendeudamiento. Se designa un enajenador y se procederá a la
enajenación de bienes con excepción de los inembargables o cuya realización sea
antieconómica y del inmueble del deudor si es su única vivienda u hogar.
Con las sumas obtenidas, y reservados los gastos y honorarios, se procederá a pagar los
créditos que se presentaron. Si lo producido no alcanza para pagar los créditos se pagan
los gastos y honorarios del proceso, y el saldo se divide por la cantidad de acreedores
denunciados y presentados. Si existieren créditos con privilegios, se aplica lo dispuesto
en el régimen de privilegios de la ley 24.522 de Concursos y Quiebras y sus
modificatorias. Así una vez pagadas las deudas el juez debe dictar una resolución que
declare extinguidas todas las deudas que tuviese el deudor, salvo las originadas por
créditos alimentarios, reparaciones pecuniarias y multas fijadas judicialmente, no
pudiendo ningún acreedor reclamar en el futuro todo o parte de su crédito impago, sean
créditos de fecha anteriores a la promoción del proceso.
Como se observa, este proyecto apunta a dos procesos por los cuales se pretende tutelar
los derechos del consumidor. Considero, en mi humilde opinión, que respecto de la
conciliación extrajudicial, este proceso se asemeja a un APE, con alguna que otra
diferencia, como el dictamen previo del sindico, pero lo más interesante, en cuanto a
tutela judicial efectiva se refiere, es que fija un plazo máximo para conciliar y sanciona
al que ocasione de la demora; y en relación al segundo, se asemeja —salvando las
distancias— a una pequeña quiebra, pero que no termina de proteger al consumidor ni
brindarle una solución definitiva.
Lo que es dable a destacar del proyecto es la creación de un Registro Nacional de
Personas Sobreendeudadas, que tomara nota de los procedimientos que se lleven a cabo,
por la publicidad que significará y a su vez evitará la reincidencia de
sobreendeudamiento en un futuro.
b) Ley de insolvencia Familiar
Este proyecto fue desarrollado por la Unión de Consumidores de Argentina. Comienza
por dar definiciones, y en especial pone atención a las causales del sobreendeudamiento:
Pérdida de empleo por despido directo y/o indirecto; Precariedad de empleo o empleo
no registrado; Incapacidad temporal o permanente; Enfermedad grave o crónica que
implique un gasto excesivo en tratamientos y/o medicamentos; Separación personal,
divorcio vincular o disolución de la sociedad conyugal; Fallecimiento de uno de los
cónyuges o concubino; y Asunción de gastos imprevistos producto de coyunturas
especiales.
Fija, como el proyecto anterior dos procedimientos, uno administrativo, que es simple,
breve, gratuito y confidencial, que se inicia a petición del insolvente. La autoridad ante
la cual se lleva a cabo el proceso debe notificar a los acreedores para que efectúen sus
descargos, y luego un equipo técnico apreciara la situación económica-financiera del
deudor. Si declara procedente la solicitud, debe contener el plan de saneamiento
económico, el cual será presentado a las partes en la audiencia de conciliación.
El plan de saneamiento económico tendrá los siguientes objetivos con respecto a la
persona deudora: Recuperar su economía familiar; Restablecer su situación financiera;
Garantizar su subsistencia y de las personas que dependan económicamente de ella a
través de un monto mínimo existencial de vida colegido de los ingresos familiares;
Evitarle cualquier situación de exclusión social e inestabilidad sicológica.
El inicio de este proceso suspende las causas judiciales y prohíbe que el solicitante
acceda a créditos o se obligue afectando su patrimonio.
Pone foco en que las entidades especializadas en información crediticia deberán
suspender el acceso y el intercambio de la información personal y crediticia del
solicitante de forma inmediata al momento de recibir la notificación correspondiente por
parte de la autoridad. Si no se logra el acuerdo conciliatorio se sigue el procedimiento
judicial
En efecto cuando en el procedimiento administrativo no se lograse un acuerdo
conciliatorio, o en el caso de que no fuere exitosa la conciliación con uno o más
acreedores, la persona usuaria de servicios financieros podrá requerir la intervención del
juez competente, a los efectos de que éste establezca un plan de saneamiento económico
del deudor. Este procedimiento es gratuito para el deudor
Se citará al deudor a ratificar la solicitud y se notificara a los acreedores denunciados
quienes podrán exponer sus observaciones, dentro del plazo que fije el juez. También se
dará publicidad mediante la publicación de edictos o anotación judicial de la admisión
del expediente luego de ello se fijara fecha de audiencia en la que deben comparecer
deudor y acreedores acompañando la documentación que tuvieren en su poder. El
deudor puede acompañar propuesta de pago
Si no se llega a un acuerdo, se procederá a analizar la reestructuración judicial de la
insolvencia: en efecto analizada toda la situación económica, jurídica, crediticia y
financiera del deudor, el Juzgado dictará sentencia fijando: El plan de reestructuración
de deuda, con el objetivo de restablecer la situación financiera del deudor, permitiéndole
la satisfacción de sus deudas, y garantizándole simultáneamente el bienestar de su
familia y el mantenimiento de un nivel digno de existencia (monto del mínimo de vida);
La anotación correspondiente de la situación jurídica que se genere, dentro de los
registros de historial crediticio que provean o administren los organismos
administradores de esta clase de información; y toda otra cuestión que estime relevante.
Específicamente dispone que el Juez en su resolución debe valorar, las siguientes
circunstancias con respecto al Consumidor deudor: La voluntad mostrada para cumplir
con sus obligaciones; Su historial crediticio antes de la situación de insolvencia; La
veracidad de lo argumentado; y El ejercicio cierto de prácticas de consumo responsable.
Respecto del plan de reestructuración de deuda, este no puede superar el plazo de 5 años
También se debe poner de relieve que propicia a la prevención del sobreendeudamiento
mediante la educación sobre el consumo.
Este proyecto observa una mejor tutela para los consumidores, tanto administrativa
como judicialmente, quizás el más acertado de los proyectos que se elaboraron, sin
embargo aún no ha tenido el tratamiento que merece. Permite que los consumidores
puedan sanear su situación económica y financiera sea llegando a un acuerdo por vía
administrativa o por vía judicial.

c) Proyecto de “Concurso de las personas humanas que no realizan actividad


económica organizada y otros sujetos”
Este proyecto sometido a debate aún, establece un procedimiento que se aplica a
personas humanas que sean empleados en relación de dependencia o ejerzan una
profesión liberal o actividad autónoma independiente y los que sean empleadores y
tengan hasta 3 trabajadores en relación de dependencia, que reúnan los presupuestos
objetivos de cesación de pagos, dificultades financieras o económicas generales o con
sobreendeudamiento.
Establece una etapa de conciliación que debe durar 90 días desde la publicación de
edictos de apertura del procedimiento. Los acreedores tienen 10 días para verificar sus
acreencias, y el conciliador colabora para que las partes lleguen a un acuerdo, que
necesita la aprobación de la mayoría absoluta del capital que se verifica y es admisible.
Se puede homologar o se puede otorgar un periodo de 30 días para una nueva
conciliación para superar las impugnaciones o la falta de acuerdo. Si en ese caso no se
acuerda, el juez puede otorgar una tercera conciliación, o proceder a la liquidación de
los bienes, sin que se declare la quiebra.
Brevemente cabe señalar que este procedimiento se aparta de los dos anteriores, en tanto
solo prevé una vía judicial, descartando la administrativa y permite la negociación y el
acuerdo privado entre las partes. Le da un rol protagónico al conciliador, y el rol del
juez se “limita” al control de legalidad y al dictado de la sentencia de verificación y
homologación del acuerdo.

4. Necesidad de un procedimiento especifico para el sobreendeudamiento del


consumidor. Pautas que debe tener para la tutela judicial efectiva.
Como se señaló anteriormente, la Ley de Concursos y Quiebras otorga una solución,
deficiente, para el sobreendeudamiento del consumidor.
Precisamente, lo expuesto hasta acá denota claramente la necesidad de una regulación
urgente, un procedimiento preciso y especifico que permita al consumidor
sobreendeudado superar su crisis económica.
Para la elaboración de una regulación específica debemos tener en cuenta que la
protección del sobreendeudado tiene raigambre constitucional. Así podemos señalar al
art. 14 bis, 16, 17, 42 de la Constitución Nacional.
El art. 14 bis refiere al derecho a una vivienda digna, y el art. 17 al derecho de
propiedad. La Corte Suprema de la Nación Argentina, en el fallo Rinaldi, dio prioridad
al derecho a la vivienda digna por encima del derecho a la propiedad que tienen los
acreedores, ya que consideró que los hogares de los consumidores se encontraban en
riesgo de ejecución por parte de los acreedores debido a la grave crisis económica y
social del año 2001/2002 en la que se vio sumergida nuestra nación. Claramente señala
que “La Constitución, al tutelar a los consumidores, obliga a sostener una
interpretación coherente del principio protectorio, que en el caso se refiere,
concretamente, al problema del 'sobreendeudamiento”7
También el art. 14 bis establece la protección integral de la familia, en tanto el
sobreendeudamiento es una problemática económica y social, pues en la mayoría de los
casos, cuando se endeuda un consumidor, podríamos hablar también del
sobreendeudamiento de su grupo familiar, trascendiendo una cuestión de un particular,
siendo necesaria una política que promueva el bienestar general como lo indica el
Preámbulo de la Constitución Nacional.
El art. 16 CN, que refiere al derecho a la igualdad, debe ser entendido dentro de un
marco en que el consumidor se encuentra en un plano inferior a la hora de efectuar un
negocio, pues es la parte débil de la relación de consumo. La ley de defensa del
consumidor viene a hacer efectiva esa igualdad, en mayor o menor medida.
El art. 42 CN, incorporado con la reforma del año 1994, ya contempla una protección al
consumidor, donde puede encontrarse incluida la problemática del sobreendeudamiento,
por lo que esta situación goza de protección.
Ahora bien, siendo estos artículos los principales en lo que hacen a la defensa del
consumidor, para que este goce de una tutela judicial eficaz, el proceso por el cual debe
ser sometido un consumidor sobreendeudado debe reunir las siguientes características,
para poder garantizar un acceso efectivo y real a la justicia:

1. Apuntar a un procedimiento abreviado o la simplificación del Proceso.


Se sugiere o se alude básicamente a la celeridad dentro de un proceso, que este sea
llevado a cabo dentro de un plazo exiguo, principalmente sin dilaciones, que sea ágil y
satisfaga la situación que atraviesa el consumidor sobreendeudado.
La ley de defensa del consumidor entre muchas disposiciones, establece el tipo de
procesos judiciales para ventilar los pleitos que involucren tales cuestiones; en concreto
dispone el art. 53 LDC que en las acciones regirán “las normas del proceso de
conocimiento más abreviado” que rija en la jurisdicción. Este proceso más abreviado,
generalmente es el juicio sumarísimo, el cual tiene estructurado un trámite que se
caracteriza por la concentración de actos y plazos procesales que por la urgencia o
necesidad del asunto, concediéndole la ley una tramitación breve.

7
Cfr. CSJN, “Rinaldi, Francisco Augusto y otro c. Guzmán Toledo, Ronal Constante y otra s/ Ejecución
Hipotecaria” Fallos 330:855
Así, en consonancia a ello, el proceso de concurso o liquidación del consumidor
sobreendeudado debe asimilarse en cuanto al tiempo y la celeridad con la que debe
llevarse a cabo y la concentración y simplificación de los actos procesales..
Esto además refiere al dictado de medidas tutelares anticipatorias que tiendan a evitar la
agravación de la situación del consumidor (presupuesto factico del proceso), como ser
el levantamiento de embargos, el cese de la cesión de haberes, entre otras.
El dictado de medidas preventivas, o anticipatorias tiende incluso a un proceso
monitorio, en tanto la tutela del consumidor es de interés social, pues el
sobreendeudamiento es un conflicto económico, familiar y social.
2. Acceso irrestricto a la justicia
Teniendo en cuenta lo establecido en la LDC, se considera conveniente el beneficio de
justicia gratuita (art. 53 LDC). Es decir que el pleno acceso a la jurisdicción no debe
gravar el ejercicio de peticionar un acuerdo o la liquidación patrimonial del consumidor,
ya que el acceso a la justicia no debe ser conculcado por imposiciones económicas.
Ello también tiene en cuenta las disposiciones del sistema interamericano de protección
de los derechos humanos, en tanto el art. 1 de la Convención Americana dispone y
obliga la garantía del libre y pleno ejercicio de los derechos y libertades de toda
persona.
Además, como el acceso a la justicia es un derecho constitucionalmente protegido, y los
magistrados de todos los grados deben brindar una tutela efectiva del derecho, y más
cuando se encuentren involucrados personas con alto grado de vulnerabilidad, como lo
es una persona que se encuentra en inmersa en una crisis económica, por lo que para
que el Poder Judicial pueda garantizar el correcto acceso a la justicia, y los magistrados
brindarle la tutela efectiva de sus derechos, el consumidor sobreendeudado debe poseer
asistencia letrada por profesionales idóneos acorde a sus necesidad probadas en el
proceso judicial.

3. Mayores facultades del juez que permitan un rol más activo y activista.
Al ampliar las potestades que tiene el Juez, como director del proceso, llevándolo a un
verdadero activismo, en el que pueda tener un mejor orden y gestión del proceso, que
permita esclarecer las responsabilidades tanto de consumidor sobreendeudado como de
sus acreedores, en colaboración con un técnico especializado como lo es el síndico.
Son necesarias también las facultades de control del proceso de conciliación al que se
pueden someter las partes, de la elaboración y los términos del acuerdo al que hubieren
llegado, y luego control del cumplimiento del acuerdo.
El juez debe ser activo, en tanto me refiero a la diligencia, operatividad y dinámica con
la que el juez cumple sus deberes funcionales, como también activista, ya que debe
tener una visión que tiende al progreso y la evolución en la sociedad, que interpreta el
problema y las circunstancias que rodea al sobreendeudado, y emite sus decisiones
constructivamente y que tiendan a “impulsar y guiar, innovadoramente, el accionar del
gobierno”8 en la solución de este problema.
4. Autocomposición como solución del conflicto —Honrar sus deudas—:
Como lo hicieron algunos proyectos, y como también lo dispone la Ley de Concursos
—al regular el APE— se debe dar la posibilidad de que el deudor pueda buscar una
solución al problema, un acuerdo con sus acreedores, que sea sometido control
jurisdiccional a los fines de evitar un abuso, y como una etapa preliminar al proceso
concursal o de liquidación, dependiendo de la situación del consumidor.
Para ello, resulta menester se establezca la obligatoriedad de la comparencia en esta
etapa preliminar de los acreedores (por principio de colaboración de las partes y por el
interés que tienen de hacer efectivos sus créditos), so pena de que en caso contrario, la
conducta que asuma lo haga incurrir en responsabilidad por la situación del consumidor.
Es sumamente importante que el deudor pueda entender y comprender su situación,
pueda honrar sus deudas y tenga la posibilidad de lograr un acuerdo, en el que los
acreedores denunciados están obligados a comparecer y escucharlos (no así a llegar a un
acuerdo).

5. Saneamiento del desequilibrio económico


Como sostiene Junyent Bas, respecto de la rehabilitación del fallido “este aspecto
también se encuentra impropiamente reglado en la ley que no establece los límites de la
liberación, pues parece totalmente injusto que cualquier comerciante o empresario, e
incluso un consumidor, pueda quedar exento de pagar deudas alimentarias o los propios
gastos del proceso que su quiebra ha aparejado… De tal modo este “nuevo comienzo”,

8
MORELLO Augusto .M, La corte Suprema en acción, 2° Ed., LexisNexis, Buenos Aires, 2007, pp.134
y ss.
puede ser una solución positiva o negativa según la situación de la persona fallida, y
concretamente, con relación al consumidor no existe respuesta legislativa concreta.”9
Es por ello, que resulta necesario que este proceso permita que el consumidor pueda
limpiar su pasivo completamente, liberarse de todas sus deudas y pueda volver a
empezar en el mundo económico. Es decir que el consumidor pueda empezar desde cero
Esto es lo que se conoce como “fresh start”.

6. Determinar responsabilidades para prevenir


Si un consumidor llega a estar inmerso en una crisis económico/financiera, como lo es
el sobreendeudamiento, debe haber un responsable. Es por ello que el juez debe
preguntarse de quién es la responsabilidad de que el consumidor-deudor se encuentre
sobreendeudado. ¿Es responsabilidad suya? ¿Es responsabilidad de sus acreedores? ¿O
es una responsabilidad compartida?
De esta forma resulta imprescindible que el Juez pueda efectuar una determinación de
responsabilidad del sobreendeudamiento.
En este punto considero oportuno mencionar que la actitud del consumidor permite
determinar si su sobreendeudamiento es activo o pasivo. Será activo cuando el deudor
ha contribuido activamente para colocarse en la situación de imposibilidad de pago,
cuando hay un exceso de toma de crédito (asunción excesiva de deuda). Y será pasivo
cuando por circunstancias no previsibles (como el desempleo, una enfermedad, etc.,)
afectan gravemente la capacidad económica del deudor colocándolo en dicha situación.
No se debe perder de vista que los proveedores —ahora acreedores del consumidor
sobreendeudado— son la parte fuerte en la relación jurídica con el consumidor: ellos
son los que tienen los medios necesarios para saber si el deudor tiene los medios
suficientes para hacer frente a sus obligaciones, si puede otorgar una garantía de
cumplimiento real de la deuda, pues tienen acceso a un banco de datos sobre los
deudores y su historial crediticio, pues son los principales interesados en que se lleve a
cabo su negocio.
Lo que interesa es que se determine si hubo buena fe en la relación acreedor-deudor, y
la influencia que tuvo en el sobreendeudamiento del consumidor.
El juez debe tener facultades para conocer si la parte que otorgó el crédito lo hizo
responsablemente, elaborando un estudio sobre el patrimonio del consumidor, sus

9
JUNYENT BAS Francisco, El sobreendeudamiento del consumidor y las vías de saneamiento – XIX
Jornadas Nacionales de Institutos de Derecho Comercial de la Republica Argentina – Rosario Junio 2012.
posibilidades reales de pago, o si ignoró la verdadera capacidad económica del deudor
al darle la posibilidad de obtener el crédito con mínimos requisitos, como por ejemplo:
los créditos que otorgan los comercios con solo el DNI; y las altas tasas de interés que
se aprovechan de la situación real del consumidor.
En este contexto, si se determinare responsabilidad por parte de los acreedores, deben
revisarse los contratos celebrados, las condiciones más gravosas o abusivas, y
imponerles la renegociación su deuda en caso de negativa, como así también son
pasibles de sanciones por su conducta irresponsable. Ello apunta a la protección de los
posibles consumidores futuros.
Si es el consumidor el responsable, debe compelerse al cumplimiento de las deudas, y
fomentarse la educación del consumidor, como así también su inscripción en algún
registro de consumidores sobreendeudados, para evitar que vuelva a colocarse en dicha
situación.
Lo importante es que determinándose la responsabilidad, pueda evitarse que en el futuro
se realicen actos abusivas o negligentes que coloquen a los consumidores en una crisis
de endeudamiento.

5. Tutela procesal del consumidor sobreendeudado y su situación en Brasil


De forma breve, he de referirme a la regulación que estableció nuestro país vecino con
respecto a la temática. En efecto, debo señalar que el municipio de San Pablo (líder en
políticas de atención al consumidor en Latinoamérica y el mundo) creó el “Núcleo de
Sobreendeudamiento” oficina destinada a la atención del consumidor sobreendeudado.
Además, es dable destacar que en la ciudad de Porto Alegre, se viene desarrollando con
gran éxito el llamado “Proyecto Piloto – Tratamiento de las situaciones de
Superendeudamiento del Consumidor”10 el cual es una creación conjunta entre el Poder
Judicial, la Universidad, organizaciones de defensa del consumidor, etc.
En Brasil no había un tratamiento legislativo específico para el sobreendeudamiento de
los consumidores, por lo que, basándose en principios contenidos en artículos de la
Constitución Federal Brasilera, el Código Civil y el Código de Defensa del
Consumidor, se ha implementado un sistema de renegociación de las deudas de los
consumidores, el mencionado “Proyecto Piloto de Tratamiento del Sobreendeudamiento
del Consumidor”. 11
10
Puede consultar en: www.tjrs.jus.br/export/processos/conciliacao/doc/projeto_superendividamento.pdf
11
CLEMENT Florencia, “El sobreendeudamiento de los consumidores. Tratamiento en el Derecho
Comparado y primeras aproximaciones en Argentina“, XVI Encuentro De Jóvenes Investigadores De La
Dicho proyecto observa el modelo francés de la reeducación, y es implementado a
través del Poder Judicial. Este Proyecto Piloto está fundado en un proceso simple e
informal, con la finalidad de no provocar el colapso judicial, además de utilizar la
estructura material y los recursos humanos ya existentes.
Asimismo, cuenta con una modalidad de conciliación extrajudicial y una judicial. La
primera se desarrolla cuando el deudor sobreendeudado voluntariamente busca
beneficiarse con el procedimiento; la segunda en los casos en que ya existe acción
judicial entre él y sus acreedores.
Habiendo obtenido resultados muy positivos se elaboró el “Anteproyecto de Ley que
dispone sobre la prevención y el tratamiento de las situaciones de sobreendeudamiento
de consumidores personas físicas de buena fe” que sirvió como puntapié inicial para que
la discusión del problema tome dimensión nacional. Debo destacar también que en
Brasil podemos encontrar el Código de Defensa del Consumidor.
Como novedad, en estos últimos días se ha elevado una propuesta en el Senado para que
las personas con deudas que sobrepasen o estén cerca de sobrepasar su capacidad de
pago puedan garantizar una renta mínima mensual. Este proyecto prevé una fase previa
a la llamada insolvencia civil, decretada cada vez que las deudas superan la importancia
de los bienes del deudor.
El replanteamiento de las deudas debe ser requerido a un juez y prevé una serie de
condiciones para que el sobreendeudado quite sus deudas sin comprometer su
supervivencia. Entre ellas están la necesidad de que el deudor compruebe la situación de
"vulnerabilidad financiera", es decir, cuando el "endeudamiento supere o amenace
seriamente sobrepasar el valor de sus bienes embargados".
Los beneficios previstos son, además de la preservación de un ingreso mínimo,
condiciones especiales para renegociar las deudas, la dilación del plazo de pago en hasta
cinco años y, al final de este plazo, la suspensión del débito que aún queda.
El autor del proyecto señalo que el objetivo es permitir que las personas físicas tengan
oportunidades similares a las de las empresas que entran en proceso de quiebra para la
recuperación judicial. "Es importante incluso para el acreedor que el consumidor,
incluso endeudado, tenga condiciones de recuperarse y vuelva a tener condiciones de

UNL y VII Encuentro De Jóvenes Investigadores De Universidades De Santa Fe – Santa Fe - Septiembre


2012 - puede consultarlo en: www.academia.edu
regresar al mercado consumidor", afirmó el senador, que dijo inspirarse en legislaciones
ya existentes en países como Francia y Estados Unidos.12

6. Conclusiones
El incremento del nivel de endeudamiento de las familias en los últimos años, hace de
esta una cuestión importante para el estado pues se debe desarrollar un política de
prevención y saneamiento del sobreendeudamiento de los consumidores, por lo menos
para aquellos casos en los que la crisis financiera de su economía se origina en
contingencias imprevisibles (fallecimiento, desempleo, enfermedad, entre otros) que
colocan al consumidor ante la imposibilidad de hacer frente al conjunto de su
obligaciones de pago (sobreendeudamiento pasivo).
Las respuestas que hoy brinda el sistema jurídico vigente, no son suficientes para esta
problemática puesto que “la situación del consumidor es diferente a la de una
empresa”13, resultando que el sistema apunta a solucionar la crisis empresarial y no al
sobreendeudamiento del consumidor.
El bien jurídico tutelado en los procesos de crisis empresariales, contemplados por la
Ley de Concursos y Quiebras, resulta distinto con el sobreendeudamiento del
consumidor, ya que contempla cronogramas precisos, reglas que proveen continuidad a
la actividad empresaria y el trabajo y producción, y para los consumidores se debe
pensar en un nivel de vida personal y familiar dignos y preservarlos (tutela efectiva).
Los proyectos de ley elaborados no han logrado su sanción, y tampoco podrían aportar
una solución que tutele efectivamente los derechos del consumidor sobreendeudado.
Resulta menester la creación de un sistema que tenga en cuenta las pautas aportadas: un
proceso simplificado o abreviado, con garantía de acceso irrestricto a la justicia, con
jueces que tengan amplios poderes y facultades para proteger al consumidor, que
permita la autocomposición del sobreendeudado para honrar sus deudas, y de esta forma
lograr el saneamiento real de la situación económico/financiera del deudor con
determinación de las responsabilidades de dicha crisis. Además la tarea de hoy no solo
debe compeler a solucionar el problema sino también a su prevención, mediante la
educación a los consumidores y las sanciones a los proveedores/comerciantes, entre
otras medidas.

12
Puede consultarse en: http://atarde.uol.com.br/economia/noticias/1893947-proposta-cria-opcao-para-
superendividado-quitar-debitos-sem-decretar-falencia
13
ANCHÁVAL, Hugo Alberto, Los límites de la quita concursal, ¿Son recomendables para un
consumidor sobreendeudado?, LA LEY, Buenos Aires, 2008, pág. 2
El proyecto piloto de Brasil y el nuevo proyecto pueden ser la fuente para la elaboración
de un proceso, contemplando el derecho a una vivienda digna, su supervivencia, y sobre
todo que pueda reinsertarse en el mundo financiero.
Este particular conflicto dentro de una sociedad de consumo requiere la búsqueda de un
procedimiento novedoso con técnicas procesales que se adecuen y sean funcionales para
su solución, siendo fundamental que se conforme una verdadera tutela procesal
diferenciada para el consumidor sobreendeudado, que fundamentalmente garantice un
mejor acceso y desempeño de la justicia, y que facilite que el consumidor pueda llegar a
cumplir con sus compromisos crediticios, y poder “rehabilitarse” en paz, con
perspectivas de un nuevo comenzar en la vida económica social.

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