conclusiones

Nuestros resultados muestran que un contenido muy bajo de iones sulfato en la

solución nutritiva redujo el peso seco de los brotes, la tasa de fotosintética, el

contenido de clorofila y el número total de frutos.

El tratamiento con S se asoció con altas concentraciones de P, Ca y Mg, pero

bajas concentraciones de S en las hojas. La falta de iones sulfato en la solución

nutriente tuvo serias consecuencias sobre la fisiología del crecimiento y el número

de frutos totales de las plantas de tomate de invernadero. Sin embargo, una

concentración de sulfato de 20,8 mmol 1-1 en la solución nutritiva no redujo el

rendimiento de tomate después de 16 semanas de crecimiento en lana de roca,

pero redujo el contenido de Ca en las hojas. El tomate es capaz de blanquear

altos niveles de sulfato siempre que las raciones entre los elementos mayores y

los iones sulfato sean las adecuadas para evitar desequilibrios minerales en el

tejido foliar e incluso Ca antagonis. Además, el color de la fruta fue el único

indicador de calidad de la fruta afectado negativamente, a pesar de un aumento en

el contenido de K en las hojas.

Las plantas de tomate parecían propensas a la escasez de sulfato pero tolerantes

a concentraciones de sulfato de hasta 20,8 mmpl 1-1 en la solución nutriente. Los

resultados de esta investigación sugieren que la acumulación de sulfatos no

representa ningún problema cuando la relación entre los iones sulfatr y los

elementos principales (es decir, Ca, K y Mg) en la solución nutritiva es la

adecuada.
Finalmente, se deben realizar más estudios de acumulación de sulfato,

especialmente en sistemas cerrados de cultivo para tomates, con el fin de

describir la dinámica de la acumulación de sulfato. Además, son necesarios

estudios sobre la composición mineral de la savia cruda en diferentes órganos de

la planta para comprender la cinética de absorción y el metabolismo de los

sulfatos en la planta.