Los conocimientos actuales sobre la organización motora constatan que la información
sensorial y motora tiene en los circuitos parietofrontales un sustrato neural común que permite crear un sistema motor que incluya funciones más cognitivas como son la percepción, imitación, compresión entre otras. La organización compleja permitirá una mayor recuperación de las funciones, en el caso de daño en el sistema nervioso, o bien un mayor aprendizaje de patrones motores en el sujeto sano. La observación, la imitación y la imagen de la acción son funciones cognitivas que representan una forma de acceder y actuar en el sistema motor sin la necesidad de ejecutar la acción, por lo tanto estas son acciones perceptivas y cognitivas que no implican la actividad motora del paciente, pero si generan experiencias y flujos de información aferentes similares a las que se producirían al realizar el movimiento.