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REPUBLICA BOLIVARINA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LAS RELACIONES INTERIOR Y JUSTICIA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION SUPERIOR

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD

CEFO-UNES TRUJILLO

HERIDAS

PROFE:

ELADIO VILORIA

INTERGRANTES:

VALERA ALEXIS

VALERA JOHAN

GARCIA OSCAR

JUSTO JESUS

AZUAJE ENYELVER

SERVICIO POLICIAL

AMBIENTE #2

18-06-21
INDICE

HERIDAS…………………………………………………………… 1

CLASIFICACION DE HERIDAS Y TIPOS.………………. 1,2,3

TRATAMIENTO……………………………………………….. 3,4,5,6

ANEXOS………………………………………………………….. 7

CONCLUSION…………………………………………………. 8
INTRODUCCION:

Este trabajo tiene como propósito fundamental saber cuáles son las diferentes heridas,
saber cuál es su

clasificación, los tipos de heridas y lo más importante su tratamiento en este trabajo


desarrollaremos el tema heridas con el fin de dejar un conocimiento relativo.
DESARROLLO:

 Heridas
Las heridas son lesiones relativamente frecuentes en el día a día de una
persona. La mayoría de ellas no son graves, pero siempre es recomendable
limpiarlas y desinfectarlas con el objetivo de que cicatricen bien y que se restaure
la superficie de la piel afectada.

Es producto de una agresión o un traumatismo en la que se produce una


alteración en la integridad de la piel y en las partes blandas de la misma. Los
agentes que producen las heridas pueden ser de distinto origen como lo son:

Agentes físicos, como cortes, quemaduras o golpes.

Agentes biológicos, como bacterias, virus y hongos.

Agentes químicos, como ácidos.

 Clasificación de las heridas


Las heridas se pueden clasificar desde diferentes puntos de vista o aspectos. A
continuación veremos algunos de los más comunes, si bien se pueden encontrar
otras categorizaciones:

Según el objeto o el mecanismo causante, la herida puede ser:

Cortante o incisa: Es ocasionada por un objeto cortante, como un cuchillo o un


vidrio. Los bordes de la herida están limpios y definidos. En este tipo de heridas, el
sangrado suele ser abundante.

Punzante: Es producida por un objeto punzante, como un clavo. La gravedad de


la herida depende de la profundidad y de si daña nervios o vasos sanguíneos.

Contusa: Es ocasionada por el impacto de un objeto como una piedra o un


martillo. En estas heridas, los bordes son irregulares y suelen presentar un
hematoma.

Por desgarro: Es producida por objetos con dientes en su parte cortante, como
una motosierra. Los bordes son irregulares.

Por raspadura: Producidas por objetos con dientes o palas, como una
trituradora de comida, o por el asfalto, cuando la piel se arrastra por él en un
accidente de tráfico y la carne queda al descubierto.

Según la profundidad, la herida puede ser:

Superficial: Cuando solo atraviesa la piel.

Profunda: Cuando la herida atraviesa el tejido subcutáneo.

Penetrante: Cuando penetra una cavidad, como puede ser la boca, el abdomen,
la vagina, etc.

Perforante: Cuando atraviesa el cuerpo.

Según la cicatrización, la herida puede ser:

Aguda: Es aquella que el organismo es capaz de cerrar o sanar en el tiempo


esperado. La cicatrización se producirá sin infección y en un periodo que suele
oscilar entre siete y catorce días.

Crónica: Es aquella que el organismo no puede cerrar o sanar en el tiempo


esperado, ya que la herida suele ser más profunda y la zona suele estar
inflamada. El proceso de reparación y cicatrización es desordenado se alarga en
el tiempo.

Según su riesgo de infección, la herida puede ser:

Limpia: Es la realizada en un entorno aséptico, por ejemplo en un quirófano.

Contaminada: Ha estado expuesta a bacterias un corto periodo de tiempo.

Sucia o infectada: Ha estado expuesta a bacterias un periodo largo de tiempo


Según la integridad de la piel, la herida puede ser:

Abierta: Se observa la separación de los tejidos blandos de la piel. Estas


lesiones tienden a infectarse con facilidad.

Cerrada: No se observa lesión aparente, pero hay hemorragia debajo de la piel,


en cavidades o vísceras. Así, los tejidos dañados no están expuestos al exterior.

Según la gravedad de la herida: Es probablemente una de las


categorizaciones más representativa. Una herida puede ser leve o grave. La
gravedad se medirá en función de otros factores: si la herida es superficial o
profunda, si está contaminada o no, si está abierta o cerrada, si el objeto o
mecanismo que lo ha causado puede quedar en el interior del cuerpo, etc.

 Tratamientos
Antisépticos

Para evitar la infección de la herida deben emplearse antisépticos. Éstos son


productos químicos que se aplican sobre los tejidos vivos con la finalidad de
eliminar todos los microorganismos patógenos o inactivar los virus. No presentan
actividad selectiva, ya que eliminan todo tipo de gérmenes.

En el mercado hay diferentes tipos de antisépticos con propiedades y mecanismos


de acción bien diferenciados.

Apósitos

En ocasiones se debe recurrir al uso de apósitos.

Años atrás, la curación únicamente se realizaba en ambiente seco, dejando las


heridas al aire o cubriéndolas con un apósito estéril (gasa). Este ambiente
retrasaba la cicatrización debido a que la ausencia de humedad provoca que las
células epidérmicas tendiesen a desplazarse hacia el interior de la herida, con lo
que se retrasaba su cicatrización; las células sanas se deshidratan, se necrosan y
se forma una costra que se fija a los extremos inferiores de la herida mediante
fibras de colágeno que impiden la aparición de tejido nuevo.

A través de la cura húmeda se disminuye el dolor, se ejerce un papel preventivo al


evitar la fricción, se permite el baño y la ducha, se consigue un efecto barrera
frente a microorganismos externos, se reduce el tiempo de cicatrización y se
obtienen menores tasas de infección respecto a la cura seca.

Hay diferentes tipos de apósitos basados en cura húmeda:

* Alginatos. En placa y en cinta.

* Hidrocoloides. En placa, en gránulos y en pasta.

* Hidrogeles. En placa, en estructura amorfa (geles).

* Poliuretanos. En película, hidrofílicos (foam), hidrocelulares en placa,


hidrocelulares para cavidad, espumas de polímero, gel de espuma de poliuretano.

Apósitos de silicona.

Se aconseja el empleo de apósitos de poliuretano reductores de cicatrices nuevas


y antiguas cuando la herida está cerrada y cuando la cicatriz ya está definida.

Las últimas presentaciones comercializadas son apósitos en aerosol y líquidos


que en contacto con la piel forman una película protectora.

* La limpieza de la herida ideal es con suero fisiológico a temperatura ambiente


o con agua y jabón neutro. Se debe evitar el agua fría porque retarda la
cicatrización de la herida. No se debe irrigar a presión para no lesionar el tejido de
granulación que empieza a desarrollarse.

* Los antisépticos deben aplicarse 2-3 veces al día o siempre que se cambie el
apósito. Se pueden utilizar como mínimo las primeras 24-48 h y se puede ampliar
a 72 h, hasta la aparición de tejido de granulación (neovascularización,
contracción y epitelización).

* No se deben mezclar los antisépticos, excepto en los casos en los que


potencien su acción (p. ej., alcohol y yodo).

Ante una quemadura leve

En una quemadura leve de grado I o incluso de grado II, producida


generalmente por agua caliente, llama de fuego, etc., se debe proceder del
siguiente modo:

* Enfriar con chorros de agua fría durante 10-15 min.


* Lavar con suero fisiológico o con agua y jabón neutro.

* Utilizar un antiséptico.

* Cubrir con un apósito hidrocoloide.

Ante una herida leve

* Lavarse bien las manos con agua y jabón para evitar infecciones.

* Usar guantes protectores como medida de protección.

* Lavar completamente la herida con agua y un jabón suave e irrigar con suero
fisiológico.

* Detener la hemorragia ante una herida sangrante. Presionar con un apósito


seco o empapado en agua oxigenada para detener el sangrado. Si el sangrado es
persistente se debe remitir a un servicio de urgencias.

* Aplicar el antiséptico de elección.

* Si existe la posibilidad de que la herida se contamine o se vuelva a abrir por


fricción, se debe cubrir una vez que se haya detenido el sangrado. Los apósitos
recomendados son los hidrocoloides.

Ante una punción menor

* Lavarse las manos y usar guantes.

* Utilizar un chorro de agua durante unos minutos para enjuagar el sitio de la


punción y lavar con jabón.

* Buscar objetos dentro de la herida y, de encontrar alguno, aconsejar acudir al


médico.

* Recordar al paciente la necesidad de estar adecuadamente vacunado frente al


tétanos. No olvidar la dosis de recuerdo cada 10 años.

Ante una úlcera por presión

* Limpiar las lesiones inicialmente y en cada cura con suero fisiológico.


* Usar la mínima fuerza mecánica para la limpieza de la úlcera para facilitar el
arrastre de los detritus, bacterias y restos de curas anteriores, así como para su
secado posterior. La presión de lavado más eficaz es la proporcionada por la
gravedad o, por ejemplo, a través de una jeringa.

* No limpiar la herida con antisépticos locales (povidona yodada, clorhexidina,


agua oxigenada, alcohol, etc.) o limpiadores cutáneos.

* Cubrir con apósitos especiales para úlceras.


ANEXO:
CONCLUSION:

Tomando en cuenta lo explicado anteriormente para concluir es necesario resaltar los


puntos más importantes del desarrollo de este trabajo, los cuales son las heridas y su
clasificación, tipos, y tratamiento hablamos sobre cómo actuar en este caso y como usar
nuestro conocimiento.

Después de haber analizado cada punto, se concluye que el tema de heridas es un


conocimiento realmente necesario para cada individuo de la sociedad moderna ya que
tomando en cuenta la manera en la que estos accidentes suelen ocasionarse, conocer de
forma eficaz lo establecido en el presente trabajo podría definir la diferencia de cada una
de estas heridas y como asistirlas.

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