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National University College

Programa Educación
Maestría en Currículo

Análisis crítico: El código de ética y su influencia en el


liderazgo dentro del escenario educativo

Glorymar Vázquez Aquino


# est: 1707826479
10 de septiembre de 2018
El código de ética y su influencia en el liderazgo dentro del escenario educativo

El líder educativo debe conocer que la ética no se rige simplemente por unas reglas a

seguir o de un tipo de comportamiento en específico hacia otros, sino que debe ser un estilo de

vida. Cuando una persona adopta un estilo de vida en específico, quiere decir que esa persona

vive para lo que hace, en nada le incomoda, o lo hace de manera robotizada o predecible,

simplemente lo hace porque es parte de él y le apasiona hacerlo o vivirlo de esa manera. Cuando

la ética se trabaja de esta manera hay menos posibilidades de errores o de modelajes incorrectos.

Es necesario enfatizar que si se quieren unos empleados que trabajen correctamente los

principios éticos, el líder debe ser el modelo por excelencia para que esto ocurra.

Carolyn R. Taylor en su artículo “Toward a moral view of education and school improvement”

explica cómo se ha encajonado la buena educación a ser medida por puntaciones altas y pruebas

estandarizadas. Esto no define una buena educación, pues quizás los estudiantes salen con altas

puntuaciones en lectura y matemáticas, pero luego no saben nada de ciencia, de artes o de

civismo o estudios sociales, literatura o lenguas extranjeras y vemos como la ignorancia cubre

sus mentes en cuanto a esto. Además de esto la autora plantea, que debido a este sistema, son

penalizados los maestros por no lograr los números que son obligatorios según el gobierno,

porque es el gobierno y los políticos los que definen la “buena educación” por puntuaciones altas

en pruebas estandarizadas. La autora enfatiza cuán importante es el liderazgo moral efectivo

para lograr el cambio necesario de escuelas donde se comercializan las pruebas obligatorias a

escuelas donde el aprendizaje sea democrático. Este tipo de aprendizaje debe ser uno relajado,

interesante, que tenga motivación, debe ser un aprendizaje significativo.

Es de suma importancia que el líder educativo tenga un alto nivel de liderazgo moral y

ético. El líder educativo es el que va a empoderar o adiestrar a sus maestros para que sean los
agentes de cambio que el sistema educativo necesita. El líder educativo a su vez es el que da el

apoyo y la ayuda que tanto maestros como estudiantes necesitan, pero él debe ser el modelo a

seguir para cada uno de ellos. Es el maestro dentro del salón de clases el agente de cambio que

provocará un cambio radical en cada uno de sus estudiantes. Es el maestro el que buscará

estrategias y formas de impartir la enseñanza y el aprendizaje para lograr un aprendizaje

significativo en cada uno de sus estudiantes, no importando lo que dicte el gobierno o la

sociedad. Lo más importante es que el maestro sea un agente innovador y creador explorando

constantemente aquello que modifica y busca formas diferentes de llegar al estudiante, para que

de esa manera pueda lograr el máximo aprendizaje en sus estudiantes y no sólo eso, sino que

logre que ellos quieran seguir aprendiendo y así puedan mejorar cada vez más. "Al considerar la

posibilidad de empoderar a nuestros estudiantes e inculcar en ellos la esperanza y el privilegio de

adquirir esas mismas habilidades necesarias de alfabetización, los educadores deben auto

examinar sus propias aulas para determinar cómo la dinámica de el lenguaje y el poder

contribuyen al analfabetismo de sus estudiantes "(Taylor & Brown, 2009, p.21).

“Al implantar la ley No Child Left Behind los administradores han cambiado sus

enfoques de educar la forma "correcta" y se conforman a "El aparentemente discurso

contradictorio de la competencia, los mercados y la elección por un lado y la responsabilidad, el

rendimiento objetivos, estándares, plan de estudios nacional, por el otro lado... "(Apple, 2001,

p.66). . Por lo tanto, el propósito inicial de liderazgo como un medio para avanzar y promover la

visión de una educación equitativa para todos los estudiantes ha decaído y por lo tanto está vacío

de la fibra moral necesaria para un liderazgo efectivo. Heilman (2004) criticó la eficacia de

NCLB en lo que respecta a cómo mejorar los datos en el rendimiento estudiantil no es lo mismo

que mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje. Heilman declaró: "En respuesta a esta
legislación, innumerables administradores están actualmente aprendiendo a analizar, interpretar y

aplicar datos de prueba estandarizados sobre el rendimiento estudiantil para cambiar la

instrucción y mejorar los puntajes de las pruebas. Es un error, sin embargo, considerar

alegremente este desarrollo para significar un paso hacia la enseñanza y el aprendizaje

mejorados" (p.91). Heilman ofreció otras alternativas para mejorar los análisis de datos como

medidas de calidad de enseñanza, tales como carteras de docentes y evaluaciones múltiples, que

son más democráticos y permitir una mayor creatividad en lo enseñando” (Taylor, C. R., 2011,

pág. 7). La autora enfatiza la crisis en el liderazgo moral educativo. Esto sucede debido a los

muchos mandatos del gobierno federal y estatal y a esto se le añade las fallas escolares y la

necesidad de reformar el currículo. Pero se necesita un liderazgo moral efectivo para hacer la

reforma necesaria y así transformar a las escuelas públicas en comunidades de aprendizaje

democrático. Las elecciones morales están presentes en prácticamente todas las decisiones

educativas, sean pequeñas o grandes. Por esta razón el liderazgo moral educativo y los códigos

de ética deben estar presentes en el ambiente escolar. El código de ética y el liderazgo educativo

están totalmente relacionados en el escenario educativo pues esto es lo que debe guiar al líder

educativo y a sus profesores a educar y modelar correctamente las conductas y actuaciones de

sus estudiantes dentro y fuera de la escuela. Los estándares profesionales para el líder educativo

de Estados Unidos son:

1. Desarrolla, defiende y proclama una misión y visión y valores de alta calidad.

2. Actúa éticamente y de acuerdo a las normas profesionales.

3. Lucha por la equidad de la oportunidad educativa y por prácticas culturalmente receptivas.


4. Desarrolla y apoya sistemas intelectualmente rigurosos y coherentes de currículo, instrucción

y evaluación.

5. Cultiva el servicio inclusivo, atento y solidario con la comunidad escolar.

6. Desarrollar la capacidad profesional y práctica de personal escolar.

7. Fomenta una comunidad profesional de maestros y otro personal profesional.

8. Involucra a las familias y la comunidad en formas significativas, recíprocas y mutuamente

beneficiosas.

9. Administra las operaciones y recursos escolares para promover el éxito académico y el

bienestar de cada estudiante.

10. Actúa como agente de mejora continua.

El código de ética educativo detalla lo siguiente:

1. Conducta ética hacia los estudiantes


 Fomentar las virtudes cívicas
 Integridad
 Diligencia
 Responsabilidad
 Cooperación
 Lealtad
 Fidelidad
 Respeto por la ley, la vida humana, los demás y por sí mismos.
 Trata de manera considerada y justa con cada estudiante
 Resuelve problemas
 Disciplina, de acuerdo con la ley y la política de la escuela
 No expone intencionalmente al estudiante al menosprecio
 Protege al alumno de las condiciones perjudiciales para el aprendizaje, la
salud o la seguridad.
 No revela información confidencial sobre los estudiantes, a menos que lo
exija la ley.
2. Conducta ética hacia las prácticas y el rendimiento
 Solicita, acepta o asigna un puesto o una responsabilidad sobre la base de
calificaciones profesionales, y se adhiere a los términos de un contrato o
cita.
 Mantiene la salud mental, la resistencia física y la prudencia social
necesarias para realizar las tareas de cualquier tarea profesional.
 Continúa el crecimiento profesional.
 Cumple con las políticas escritas de la escuela local y las leyes y
regulaciones aplicables que no entren en conflicto con el código de ética.
 No tergiversa intencionalmente las políticas oficiales de la escuela o las
organizaciones educativas, y distingue claramente esas opiniones de sus
propias opiniones personales.
 Representa honestamente todos los fondos comprometidos con su cargo.
 No usa privilegios institucionales o profesionales para ventaja personal o
partidista.

3. Conducta ética hacia colegas profesionales

 Ejemplifica las relaciones éticas con colegas, otorga un trato justo y


equitativo a todos los miembros de la profesión.
 No revela información confidencial sobre colegas a menos que lo exija la
ley.
 No hace deliberadamente declaraciones falsas sobre un colega o el sistema
escolar.
 No interfiere con la libertad de elección de un colega, y trabaja para
eliminar la coacción que obliga a los educadores a apoyar acciones e
ideologías que violan la integridad profesional individual.

4. Conducta ética hacia los padres y la comunidad


 Proteger la soberanía pública sobre la educación pública y el control
privado de la educación privada.
 Reconoce que la educación de calidad es el objetivo común del público,
los consejos de educación y los educadores, y que un esfuerzo cooperativo
es esencial entre estos grupos para alcanzar ese objetivo.
 Hace esfuerzos concertados para comunicar a los padres toda la
información que debe revelarse en interés del estudiante.
 Se esfuerza por comprender y respetar los valores y las tradiciones de las
diversas culturas representadas en la comunidad y en su clase.
 Manifiesta un rol positivo y activo en las relaciones escuela / comunidad.
Al comparar los estándares profesionales para el líder educativo con el código de ética podemos

ver cómo estos se parecen pues son cómo un resumen, si podemos así decirlo, de la ética, va uno

entrelazado con el otro.

La evidencia que se presenta que está asociada con el código de ética de Puerto Rico y de los

Estados Unidos y que influye en el liderazgo educativo y en el escenario educativo es la ley de

“No Child Left Behind” pues esta ley exige a los maestros a educar a los niños de tal manera que

se les eduque de igual manera sin dejar ninguno desplazado o mal atendido o que no aprenda

igual a los demás. Adicional a esto está la exigencia de las pruebas estandarizadas que

determinan cuanto han aprendido los estudiantes y cómo, según ellos, han trabajado los

maestros. Pero esto no le hace justicia a los maestros, ni al sacrificado trabajo que han hecho.

“Los administradores deben estar moralmente obligados a no caer presa de la mercantilización

de la educación; sin embargo, ellos deben apoyar a los maestros como agentes de cambio en la

educación y la transformación de entornos de aprendizaje equitativos para todos los estudiantes,

iniciando así el proceso de transformación liderazgo en las escuelas. La noción aquí involucra la

narrativa del "liderazgo moral" efectivo que es necesario para una transformación escolar total y

el aprendizaje de comunidades democráticas para profesores y estudiantes” (Taylor, C. R., 2011,

pág. 8). Es algo muy real y necesario lo que expresa la autora respecto a la manera de evaluar y

de enseñar correctamente. Sin embargo la lucha no es simplemente con alguien o algo al mismo

nivel, por el contrario es pelear y luchar con un sistema completo de gobierno que dicta las leyes

y decide que se hace y que no se hace. La lucha ha de ser dura, pero si los líderes y profesores

son consistentes a nivel estatal y todos se unen y presentan cuán importante es este cambio y

además presentan los beneficios del cambio tanto para la escuela como para los educadores,
administradores, para el gobierno y la sociedad en general, entonces lograrán el cambio que tanto

se necesita.

Las dos controversias más marcadas en este artículo son como la autora plantea las fallas que hay

en el sistema debido al mandato de la ley “No Child Left Behind” y cómo esta ha afectado el

progreso de promedios anual debido a las fallas escolares al incrementar las evaluaciones anuales

en diferentes niveles de grado. Debido a esto ha habido escándalos por las pruebas

estandarizadas y se han promovido estudiantes para respaldar los números obligatorios de AYP.

Debido a esto los estudiantes van a las universidades o al mundo del trabajo con poca o ninguna

preparación para la vida. Han sido preparados con una educación basada en unos exámenes

estandarizados o unos promedios creados. Por esta razón este tipo de educación debe cambiar a

una educación democrática donde el estudiante pueda pensar de manera crítica donde pueda

tomar decisiones de carácter social o de interés nacional.

Lo antes planteado por Carolyn R. Taylor es una realidad que debemos vivir los maestros

día a día. La educación se ha basado demasiado en pruebas y exámenes, pero no les hemos

enseñado a los estudiantes sobre cómo vivir y desarrollarse correctamente dentro de la sociedad.

Debemos enseñarles qué cosas son éticamente correctas para que sean hombres y mujeres útiles

en la sociedad del mañana. Además hemos pasado por alto que hay diferentes estilos de

aprendizaje y diferentes inteligencias y esta es otra razón que nos dice que ya las pruebas

estandarizadas y los exámenes deben usarse mínimamente o eliminarse por completo porque no

le hacen justicia al estudiante, al maestro y a la escuela. Cuando del líder educativo y los

profesores se hacen dueños de esta información y deciden que quieren un cambio para su

escuela, estudiantes y comunidad, entonces veremos los cambios que por tanto tiempo hemos

deseado. Pero el cambio comienza por aquellos llamados a ser los modelos de esta cultura ética
que debe modelar el cambio que se espera, tanto maestros, cómo líderes y funcionarios

educativos son los llamados a generar el cambio que será efectivo y exitoso para nuestra

comunidad y sociedad.
Referencias

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Cardona, C. (2005) Ética del quehacer educativo (3.a ed.). Madrid, España: RIALP, S.A.


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sessmgr05.

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