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La tesis fundamental que sustentamos es que el objetivo primigenio de la enseñanza de la

historia es la formación de la identidad nacional.

 se usa la enseñanza de la historia en numerosos países latinoamericanos para


reproducir su propia imagen en un sesgo confirmatorio y narcisista

 la enseñanza de la propia historia apoya en buena medida de la enseñanza


nacionalismo

 la crítica nunca puede aparecer

Hay que tener en cuenta dos cuestiones que se interrelacionan

1. En primer lugar, cada sociedad posee una cultura dominante. Es decir, la sociedad se
sustenta en un núcleo de valores que poseen dos características: son cuasi-trascendentales
y funcionan mediante una economía mitológica. Estos valores son compartidos, sostenidos
e interiorizados por todos. Es la identificación (afectiva) con estos valores lo que liga a lo
miembros de una comunidad.

2. En segundo lugar, estos valores se vuelcan a través de la enseñanza de la historia escolar . La


historia aparece en la escuela a finales del siglo XIX y comienzos del XX como un
instrumento ideológico de carácter doctrinal para fortalecer los Estados nación. El objetivo
fundamental de esta asignatura no es tanto la comprensión por parte de los alumnos de los
problemas historiográficos per se, sino más bien inculcarles, desde pequeños, “el amor a la
patria”. Y esto se hace de dos maneras:

 A través del aprendizaje formal  desde el plan de estudios.

- El enfoque suele ser enciclopédico, con énfasis en una aproximación amplia y


profunda de los temas tratados, con particular énfasis en los de carácter
culturalista y político (tienen prioridad el periodo de independencia, con relatos
muy pormenorizados de las guerras contra la metrópoli, y los procesos de
organización política). También cobra alta relevancia la enseñanza de los héroes y
próceres.

- La enseñanza de la historia es considerada verbalista: se suele considerar que la


asimilación de sus contenidos no requiere razonamiento u otras habilidades
cognitivas complejas, sino solamente memorización rutinaria y actividades
repetitivas.

- No se discuten la naturaleza misma de las cuestiones historiográficas.

- Los profesores no suelen hacer demasiado hincapié en la complejidad disciplinar


de sus contenidos ni abundan las visiones renovadoras y críticas de la didáctica de
esta materia.

 A través del aprendizaje informal  actividades relacionadas con los símbolos


nacionales.

- Son rituales que se repiten todos los años, por lo general ligados a efemérides (en
las que se conmemora un determinado evento de carácter histórico, ej.,
independencia, muerte de un prócer) pero también incluye cuestiones afincadas
en lo rutinario (cantar el himno, izar la bandera, etc.).

- Son un dispositivo esencial para configurar una comprensión de los fenómenos


históricos más cercana a la mitología que a la propia historiografía

- En América Latina son una práctica cotidiana en la escuela (no sólo en la primaria y
secundaria sino incluso en el jardín de infantes).

La enseñanza de la historia, como medio para reforzar la identidad nacional, trae serias
consecuencias:

 en el aula, hace de la historia una materia aburrida y demasiado repleta de detalles


irrelevantes (fechas, batallas, nombres de gobernantes, etc).

 en los sujetos, formatea la manera en que considera el pasado histórico y deriva en casos
de asimilación deformante, en lugar de dar lugar a sujetos críticos. La clave está en lograr la
identificación con dichos valores.

 en la didáctica, liga la historia a prácticas educativas tradicionales y poco creativas.

Por el contrario, la enseñanza de la Historia, en el sentido académico del término, es:

una dosis calculada de raciocinio,

que pretende cimentar los conceptos historiográficos,

y activar el sentido.

Por eso, en lugar de poseer un abarcamiento informativo total (enciclopedia), posee más bien
densidad informativa (pensamiento, critica y rigurosidad). Eso la hace menos diáfana para la
mente (entran en juego conceptos como el de «antiguo régimen» o «revolución industrial»)

Así, entre estos dos grandes escenarios didácticos -entre la enseñanza patria y la invitación
rigurosa a la historiografía- se debate la enseñanza de la Historia en Latinoamérica.

Estos representan más bien los polos extremos que abarcan un mismo problema:

 no se trata de lo uno o lo otro.

 el problema educativo central es encontrar un trabajo didáctico para que la mayoría de


los alumnos (que el día de mañana serán ciudadanos) transite desde la emoción mítica
hasta la comprensión de los conceptos sociales e historiográficos.

Donde nos encontramos entonces con mayores diferencias y particularidades con respecto a
los países europeos es al analizar las prácticas educativas relacionadas con la formación de la
identidad nacional: los símbolos patrios son un medio y no un fin.

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