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Quizá la mayor dificultad a la que nos enfrentamos en este trabajo es la
de dar una definición acertada sobre lo que se entiende por Estado. El
concepto de Estado es difícil de ser asido. Por ello, pensamos que lo
mejor era hacer una presentación general de su proceso de constitución
y eso se ha materializado en estos dos primeros capítulos donde
intentaremos -sobre la base de los temas de igualdad, justicia,
propiedad y libertad, entre otros- tener una idea más precisa de lo que
es el Estado.
Debemos señalar que los temas trabajados en estos dos capítulos son
como trazos que no pretenden agotar ni presentar todos los asuntos que
se pueden plantear en relación con el Estado, solamente recogen las
ideas que pensamos son relevantes para nuestra reflexión.
30
Además, lo que nos importa verdaderamente es dejar elementos para la
presentación de la comunidad política en el Perú.
31
CAPÍTULO I
32
¿Por qué nos interesa empezar la reflexión sobre el Estado moderno
desde la comunidad política antigua? Como ya lo hemos manifestado
hay varias razones. Una primera de ellas es la de limitar cierta
pretensión que reduce todo a la modernidad y no comprende que los
temas de la organización social, del Estado y de la política son tan viejos
como la humanidad, y que la modernidad para ser bien comprendida
exige una visión de mayor alcance y profundidad. En segundo lugar,
porque del análisis de las experiencias estatales y políticas antiguas
podemos abrirnos a una mirada más real de lo que la comunidad
política realmente significa. En el caso de los griegos, como en la
reflexión sobre la China y el Japón que haremos, se puede ofrecer un
horizonte más completo para el estudio de la comunidad política
antigua, y alumbrar desde esta mirada –y ese es nuestro interés- el
papel y el sentido de la constitución del Estado moderno. Finalmente, y
en tercer lugar, nos interesa tener una perspectiva amplia para abordar
los problemas del Estado moderno en el Perú.1
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Antes de iniciar el estudio del Estado es conveniente hacer una
precisión sobre lo que se ha venido en llamar “Estado antiguo”. La
denominación Estado para este período es poco apropiada y ya Norberto
Bobbio señalaba que el uso de dicho término empieza en la modernidad
y fue Maquiavelo el primero en usarlo.2 Además, las características de la
sociedad y de la organización política del mundo antiguo no son
homogéneas ni iguales en todos los lugares del mundo por ello hemos
preferido usar la denominación comunidad política antigua.
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Festugiére relata un episodio que puede resaltar más este punto; el
ocurrido entre Jerjes, rey de los persas y Demarato, un rey espartano
refugiado en su corte antes de la guerra entre persas y griegos.
Demarato coloca el tema de la libertad como el punto clave para
entender el comportamiento de los espartanos en la guerra, los griegos
aunque pocos, no se rendirán porque son libres y temen a la ley más
que lo que los persas temen a Jerjes.5
La comunidad entre los griegos es, pues, un fruto que nace por haber
eliminado al amo. No hay compatibilidad entre amo y comunidad
política porque al forjarse esta el ejercicio de hombres libres no puede
permitir la existencia del amo.6 La polis refleja precisamente esa idea
crucial: la comunidad es un signo de libertad basada en el ejercicio de
igualdad de los ciudadanos.
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puede haber justicia en un régimen donde los hombres no son iguales y
reina la asimetría. Vernant escribía hace años que:
7
Vernant, Jean-Pierre, ob., cit., pág. 48. Cfr. Aristóteles, Constitución de los
atenienses. 4, 2. “En la época de Dracón se “concebía la ciudadanía a los que
podían proveerse del armamento del hoplita.” Aristóteles, ob. cit., página 60
8
Vernant, Jean-Pierre, ob., cit., páginas 77 y 78.
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valoriza; la salvación de la polis reposa sobre aquéllos a
quienes se denomina oi mesoi, porque, hallándose a igual
distancia de los extremos, constituyen un punto fijo para
equilibrar la ciudad. En relación con ese centro, los
individuos y los grupos ocupan todos posiciones simétricas.
El agora, que realiza sobre el terreno ese ordenamiento
espacial, constituye el centro de un espacio público y
común. Todos cuantos penetran en él se definen, por ello
mismo, como iguales, como isoi. En virtud de su presencia
en ese espacio político, entran los unos con los otros en
relaciones de reciprocidad perfecta.9
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Platón será uno de los pensadores que propugnará un modelo de
sociedad donde los intereses comunales deberán ser celosamente
resguardados por hombres y mujeres dedicados de lleno a ésta. 10 Para
ello, estas mujeres y hombres tendrán que sacrificar familia y bienes y
solo tener como objeto de vida los intereses ciudadanos. Platón lleva al
extremo el comunitarismo y no es extraño que su proyecto haya sido
considerado más exigente y radical que las propuestas políticas de los
últimos siglos: hombres y mujeres dedicados a la comunidad y solo a la
comunidad, porque ello representa la plenitud de la vida humana, la
vida buena.
10
Se refiere al caso de los guardianes dedicados íntegramente a la polis. Cfr. Platón,
República, 416ª y ss. También República, 457ª y ss.
11
El significado de aristos como el mejor, intelectual y moralmente hablando.
12
Platón, Timeo 69c: “Todas estas cosas que habían sido hechas de la manera
dicha, por la acción de la necesidad, el demiurgo de la belleza suprema y de lo
óptimo las tomó como accesorias para la producción de lo que es generado, a fin de
poner al día al Dios que se basta a sí mismo y que es el más perfecto: el Mundo.”
13
Platón, Gorgias 508ª: “Me parece que tú no fijas la atención en estas cosas,
aunque eres sabio. No adviertes que la igualdad geométrica tiene mucha
importancia entre los dioses y entre los hombres; piensas por el contrario, que es
preciso fomentar la ambición, porque descuidas la geometría.”
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tal, y por ende, tiene sentido, perspectiva y motivación un proyecto
político que busque su plasmación. La construcción de la polis no es
solo una cuestión de voluntad, expresa la misma realidad con la que el
cosmos está constituido. El cosmos como la política obedece a una
misma estructura.
14
Vernant, Pierre, ob., cit., página 103-104.
15
Vernant, Pierre, ob., cit., página 60.
16
Aristóteles, Política, zoon politikon, Libro II, 1253ª
17
Aristóteles, “un dios o una bestia”. Política, Libro II, 1253ª 1
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considerado poco realista el criterio de que los hombres renuncien a la
familia y al patrimonio para dedicarse a la polis como lo sugería Platón
en la República. Aristóteles entiende también la actividad política como
una actividad de realización de la vida humana porque esta no es solo
un organismo biológico, es principalmente, un órgano moral. Pero, en
Aristóteles, la política, la justicia, como la comunidad parten
principalmente de los intereses humanos reales y desde ahí deben
construirse. Por ello Aristóteles, para conocer la actividad política de los
seres humanos, analizar la virtud de la justicia, y comprender el papel
de la comunidad política, no parte de modelos que son, según él
irrelevantes para su estudio, sino que estudia y compara las
experiencias políticas reales expresadas en las constituciones griegas. 18
En ellas aprecia lo que los hombres han hecho en materia política y sus
maneras de construir comunidades políticas.
c. La posición de Epicuro
18
Dicen muchas historias de la filosofía de Aristóteles que este tenía delante de sus
ojos a 160 constituciones griegas. Cfr. R de Yurre, Gregorio, Historia de la Filosofía
Griega, Vitoria, Editorial del Seminario, 1954, página 324.
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"Epicuro y Zenón vivieron en una época en la que siempre se corría el riesgo del
hambre y de la muerte. Epicuro fundó el Jardín en el 306 y murió en el 270. Zenón
fundó el Pórtico en el 301 y murió en el 261. En este espacio de cuarenta y cinco
años, apenas la vida de un hombre, Atenas cambió de amo siete veces, se rebeló
en tres oportunidades y estas rebeliones acabaron en sangre; sostuvo cinco
bloqueos y fue tomada en tres ocasiones; finalmente, durante esos cuarenta y
cinco años las guarniciones macedonias ocuparon el Pireo, los puertos de Ática y
hasta durante cinco años la colina de las Musas en Atenas. En verdad fue uno de
esos períodos en que se tiene el sentimiento del absurdo, en que parece que el
absurdo rige al mundo. Y es precisamente entonces cuando la noción de absurdo
aparece por primera vez en la filosofía de la vida bajo el nombre de Tyché, la
Probabilidad, la Fortuna, de la cual la época helenística hace una divinidad, la única
divinidad omnipotente. Estos dos sistemas de moral se formaron, pues, en tiempos
de miseria." Festugiére, A, Libertad y civilización entre los griegos, Buenos Aires,
Eudeba, 1973, página 43.
40
ausencia de la ciudad, le exige “meditar en lo que procura la felicidad”. 20
Aquello que puede procurar la felicidad es el ejercicio de la filosofía. La
filosofía procura la felicidad en la misma medida en que "una medicina
cura la enfermedad”.21 Conviene anotar como la ausencia de polis anula
el sentido de la felicidad. Aunque es necesario señalar que Epicuro lo
entiende de otra manera. Para Epicuro la tarea de la sabiduría consiste
en devolverle a la humanidad su felicidad perdida. 22 Pero esta no pasa
ya por la actividad política.
41
sacrificarse todo, incluyendo explícitamente los afectos y los intereses
privados. En ello difiere Epicuro. "El más grande fruto de la justicia,
-dirá- es la serenidad del alma”.28 La conquista de la justicia es la
conquista de la ataraxia, de la serenidad y de la paz: "El justo es el más
imperturbable, y el injusto está repleto de mayor perturbación”. 29 El que
sigue a la filosofía, a la sabiduría, dice Epicuro, se siente libre: "el ser
bienaventurado e inmortal no conoce turbación alguna, ni la causa a
otro; de ahí que no sufra ni la ira ni el temor." 30 Incluso Epicuro intenta
enfrentar el temor a la muerte y el temor a los dioses. “No teme morir,
pero la vida no es una carga”.31 La justicia está vinculada al manejo real
de la vida.
28
Epicuro, Fragmentos y Testimonios escogidos, 41. En: García Gual, Carlos y
Acosta, Eduardo, Ética de Epicuro. La génesis de una moral utilitaria. Texto bilingüe
griego-español, Barcelona, Barral Editores, 1974, página 153.
29
Epicuro, Máximas Capitales, XVII (D.L., X, 139-154). En: García Gual, Carlos, ob.
cit,. página 109.
30
Festugiere, A., ob. cit, página 47.
31
Carta a Meneceo…
32
Dice al finalizar la Carta a Meneceo: "Así pues, estas cosas y las que a ellas son
afines medítalas día y noche contigo mismo y con alguien semejante a ti y nunca,
ni despierto ni en sueños, sufrirás turbación, sino que vivirás como un dios entre
los hombres. Pues en nada se asemeja a un ser mortal un hombre que vive entre
bienes inmortales". Epicuro, ob. cit, página 101.
33
Epicuro, Carta a Meneceo (D.L., X, 131-132). Epicuro, ob. cit., páginas 97-99.
34
Epicuro, ídem, página 99.
35
Epicuro, Máximas Capitales XXXIII (D.L., X, 139-154). Epicuro, ob. cit., página
115.
36
Farrington, B., ob. cit, página 109.
42
principio del asentimiento voluntario" 37 entendido como una
prolongación de la libertad y del placer. Para él, la sola construcción de
la comunidad política al estilo aristotélico suponía vulnerar el principio
natural de relación entre los hombres. Por eso no parece nada
descabellado que coloque como fundamento de la relación entre los
hombres la amistad, reentendiéndola como "el no hacer ni sufrir daño".
2. La tradición oriental
38
Epicuro, Máximas Capitales, XXVIII (D.L., X, 139-154). Epicuro, ob. cit, página
113.
43
búsqueda de armonía. No se trata, por ejemplo, como en Platón, de una
tensión que excluye lo particular en beneficio del universal: las cosas
por las ideas. Más bien, se trata, de una tensión que se sitúa en las
cosas mismas y busca por ello su articulación y armonía.
44
Todo esto nos lleva a la reflexión de una relación que articula el orden y
la armonía del espacio con el sentido original y central de la comunidad
política. Esta comunidad es, por ello, centro físico y centro político de la
actividad cósmica y de toda actividad humana.
45
el que no siente vergüenza y desagrado no es hombre, que
el que no siente gratitud y modestia no es hombre y que el
que no tiene sentimientos de aprobación o desaprobación
no es hombre. El sentimiento de compasión está en la base
del amor al prójimo. El sentimiento de vergüenza y
desagrado está en la base de la rectitud. El sentimiento de
gratitud y modestia está en la base de la corrección y los
sentimientos de aprobación y desaprobación están en la
base de la sabiduría”.45
45
El libro de Mencio, VI, 1 a 5.
46
Poesía de Ryorwan, en Suzuki, Daisetz T, El zen y la cultura japonesa, Barcelona,
Paidós, Orientalia, 1996, página 243.
46
Y también,
En Iwamuro,
en mitad del campo,
hay un pino solitario;
¡Qué piedad siento por ese pino aislado,
completamente solo,
empapado por la lluvia!
Si fuera un ser humano,
Le daría una capa,
Lo cubriría con un sombrero de lluvia …
¡digno de compasión, en verdad, es ese pino
solitario!47
47
Ryorwan, ob. cit., página 247.
48
Castro, Augusto, “El buen halcón oculta la garra. Una reflexión sobre la
modernidad del Japón”, Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial
Lima, 2002, página 35 y ss.
47
No obstante, los dos cumplen su destino.49
Mientras vivas
sé un hombre muerto,
completamente muerto,
y compórtate como quieras,
y todo estará bien.52
49
Ob. cit., página 254.
50
Jiyen, el Monje (1155-1225) en Daisetzu T. Suzuki, ob. cit. página 261.
51
Saigyo, página 262.
52
Bunan, ob. cit., página 73
48
pensamiento ha sido una constante fundamental de la tradición
mahayanista y de la tradición japonesa en particular. Ha sido un
ejercicio de lucha permanente contra el racionalismo y por ser libre.
Esto se ha manifestado en la constitución de mujeres y hombres
capaces de entender la naturaleza solo como un medio y de atisbar a la
vez, el profundo sentido de lo absoluto en cada expresión de ella. Quizá
el poema de Takuan pueda expresar mejor que nosotros esta idea
Una forma de ver las cosas así entiende que cualquiera es apto y está
capacitado para construir su destino, como el dondiego o el pino.
Cualquier persona puede enfrentar la muerte y liberarse de ella. Esta
mirada de la vida extrema la posición de Mencio basada en la
benevolencia y en la comprensión y la vuelve norma universal de todos
los seres y de la naturaleza. El sentido budista y neoconfuciano japonés
es eminentemente igualitarista y comunitario porque todos los hombres
tienen “un corazón incapaz de soportar los sufrimientos de otros” como
decía Mencio. La comunidad humana, es, pues, el esfuerzo
mancomunado por superar la fragilidad de la vida y trascender a la
muerte. ¿No es acaso, el lema del samurai, funcionario, soldado y líder
del pueblo, “no tenerle miedo a la muerte”? Es el misticismo japonés el
que sienta la base de su comunidad política.
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diferencia se acentuará en torno al papel que cumple el individuo. Por
otro lado, la modernidad llegará en diferentes momentos a todos los
pueblos y su proceso será distinto en cada uno como hemos señalado al
principio. La diferencia en las formas estatales se establecerá en razón
de lo que en cada sociedad se moderniza, es decir, en la renovación o
modernización de su vieja tradición que expresa la particular manera en
la que el individuo se comprende a sí mismo. Nos parece por ello
natural que este proceso de transformación de la comunidad política
antigua en Estado moderno se haya convertido en uno de los asuntos
más relevantes de la modernidad.
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