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Los primeros auxilios son las primeras medidas que ponemos en marcha cuando una persona
ha sufrido un accidente, lesión o enfermedad repentina, hasta que esa persona pueda ser
llevada a un centro médico especializado en donde la atiendan. Entre las consideraciones a
tener en cuenta a la hora de actuar, destacamos:
1. Hay que velar por la seguridad propia, identificando el origen del daño del afectado y
evitando que nos pueda ocurrir a nosotros. Hay que tener en cuenta que sin nuestra
seguridad nunca podremos ayudar al prójimo.
6. Una vez establecido contacto con los servicios de emergencia lo más aconsejable es
seguir al pie de la letra sus indicaciones.
Es importante tener en cuenta a la hora de actuar algunas de las variables más frecuentes que
se pueden dar, como son el número de personas que pueden proporcionar auxilio, una o más
de una, ya que varios de los puntos podrían realizarse de manera simultánea acortando los
tiempos de respuesta.
Es imprescindible saber que estos casos de emergencia cada segundo es importante y hay que
tratar de realizar todas las acciones de la manera más rápida posible sin poner la calma y sin
cometer errores.
Por ello, los padres deben estar entrenados en cómo actuar cuando sus hijos sufren de algún
accidente hasta que puedan ser atendidos por el personal sanitario.
Una regla crucial en estos momentos es que el padre o madre mantenga la calma y le dé
seguridad al pequeño. El niño siempre necesita que su figura principal de referencia se
mantenga tranquila, puesto que es su “contenedor emocional”, el que le ayuda a regular y
gestionar sus emociones. Si los padres se mantienen seguros, el niño se sentirá seguro y
protegido.
En caso de que debamos actuar ante una persona que está sufriendo combustiones febriles,
debemos seguir las siguientes indicaciones:
Pide al afectado que ponga la cabeza hacia delante para que caiga la sangre. No
inclinar su cabeza hacia atrás bajo ningún concepto.
Coloca al afectado de pie e inclinado, con la cabeza más baja que el cuerpo. Pasa una
mano por sus axilas para sujetar su pecho y con la otra mano dale hasta 5 golpes con
la parte inferior de la palma de la mano en la parte alta de la espalda entre sus
omoplatos.
Existen muchas situaciones cotidianas que deben resolverse de manera inmediata como
pueden ser los casos de atragantamiento mediante la maniobra de Heimlich o compresión
abdominal, o las reanimaciones cardiopulmonares. Para realizar estas operaciones de manera
adecuada lo más aconsejable es asistir a pequeños cursos prácticos de primeros auxilios.
Lo primero es rescatarlo sin poner nuestra vida en peligro o avisar a los servicios de
socorro.
Una vez fuera del agua, colocar al afectado con la cabeza en posición más baja que el
pecho para que no se atragante con su propio vómito.
Ante todo, en caso de accidente, debemos saber mantener la calma y actuar siempre en base a
los siguientes objetivos:
Siempre que puedas no dejes sola a la persona a la que estás atendiendo, puede ser
muy traumático quedarse solo en una situación de peligro en la que uno se encuentra
asustado.