Asignatura: TSE132 Teoría del Desarrollo Sección: 1000
Estudiantes: NO. De Cuenta 1. Carlyle Iveth Martínez Gálvez (Coordinadora) 2019101722 2. Dirian Marcela Mortecinos 20121013471 3. Rosa Estefany Vásquez Melgar 20201005271 4. Susana Midence 20171033323 5. Javier Alexander Godínez Gómez 20201001268
Docente: Licenciada Zoila Argentina Madrid Rossel
Tema: Teorías del desarrollo (Teoría de la modernización)
Tegucigalpa, M.D.C. 08 de marzo del 2,021
TEORIA DE LA MODERNIZACION
La modernización es un proceso socio-económico de industrialización y tecnificación. A
diferencia de la modernidad o el modernismo es, usando el concepto de Jacques Derrida, siempre en un estado futuro o por venir, cuyo fin es llegar a la modernidad.
Análisis de la modernización en honduras
Cualquier estado como órgano, de representación y como una forma de organización
social va a reflejar la estructura económica de una sociedad determinada. Los estados modernos se constituyeron cuando las relaciones capitalistas hacían su irrupción y destruían de diferente forma las bases del estado feudal que correspondía a las necesidades de aquel viejo sistema basado en el dominio de la tierra. El caso de Honduras una vez declarada la independencia se hacen los primeros intentos de organización del estado, intereses que se vieron frustrados por los intereses de liberales y conservadores que en su lucha por ambiciones mezquinas sembraron el caos e impidieron toda forma de organización social que sentará las bases para el desarrollo. Le toco a MARCO AURELIO SOTO promover la institucionalidad estatal del país, aprobando leyes modernas en el comercio, minería, agricultura, educación e impulsando la construcción de una débil infra estructura que mejoro las comunicaciones. Pero aquella forma de organización social surgió con un pecado original: se correspondían con la expansión del capitalismo que para estos años buscaba anidar en todas partes del planeta y que de esta manera los viejos grupos de terratenientes entablan una relación con los dueños de las compañías extranjeras que llegaban al país atraídos por los recursos mineros y por una política generosa de concesiones que proporcionaba grandes dividendos. Los grupos económicos criollos al no tener una propuesta del país prefirieron transar con los capitalistas extranjeros y de esta manera dar paso a un estado que expresara esa condición de un país con una economía heterogénea y de grandes contrastes tecnológicos y sociales. Una nación de débil desarrollo capitalista que todavía hoy impone su sello particular en todos los aspectos de la vida de la sociedad. Uno de los esfuerzos más recientes orientados al desarrollo del estado fue la aprobación en 1991 de la ley de modernización del estado, en el marco de esta ley surgieron varias iniciativas de forma como las hechas a los órganos contralores, con la creación con la creación del tribunal superior de cuentas TSC, reformas a la ley electoral y de las organizaciones políticas se impuso la autonomía municipal se crea la COMISION NACIONAL DE BANCOS Y SEGUROS CNBS y se modifica la base tributaria en el país. Esto ocurre como parte de las exigencias que imponían los organismos Internacionales de crédito eran las condicionalidades para entrar a un mercado mundial que obligaba y sigue presionando a la implementación de una política más flexible en el comercio, actividad productiva y laboral. Una nueva forma de acumulación de riqueza. Después de varias décadas de esfuerzos de modernización del estado, en la práctica, no se ven los resultados por el contrario lo que tenemos son instituciones que colapsan bajo la presión de una corrupción galopante, inoperancia de una burocracia improductiva y de la presencia de algunos sectores económicos que se acostumbraron a la obtención de ganancias más en la especulación financiera que en la actividad productiva. Unos de los fenómenos que se produjo en honduras a partir de 1950 es la diversificación de las actividades des económicas, el producto interno bruto del país se duplico entre 1952 y 1964 lo que significa u crecimiento del 100% Los cambios que ocurrieron en la estructura productiva del país dieron como resultado transformaciones en el monto de las composiciones de las exportaciones la aparición de nuevas actividades económicas, cambio de las pautas de consumo, modificación en la estructura social y crecimiento del aparato estatal. En años recientes, Honduras había registrado las segundas tasas de crecimiento económico más altas de Centroamérica, superadas solo por las de Panamá. El crecimiento del PIB del país alcanzó el 4,8 por ciento en 2017, el 3,7 por ciento en 2018 y el 2,7 por ciento en 2019, por encima del promedio en Centroamérica y muy por encima del promedio en América Latina y el Caribe (ALC). Honduras posee múltiples fortalezas con el potencial para un crecimiento más rápido y una mayor prosperidad compartida, con su ubicación estratégica, una creciente base industrial, esfuerzos continuos para diversificar sus exportaciones y una población joven y en crecimiento. Sin embargo, el país enfrenta altos niveles de pobreza y desigualdad. Un 48,3 por ciento de las personas viven en pobreza en el país (2018, con las líneas oficiales de pobreza actualizadas) y el porcentaje de personas viviendo en pobreza en zonas rurales (60,1 por ciento) es mayor que en zonas urbanas (38,4 por ciento). La desigualdad (GINI 52,1 en 2018, entre los más altos de la región y del mundo) también resultó en una de las clases medias más pequeñas en ALC (11 por ciento en 2015, en comparación con el promedio regional de 35 por ciento). La pandemia de la COVID-19 está afectando significativamente la economía de Honduras. Se espera que el PIB del país se contraiga un 7,1 por ciento en 2020 debido a una caída más pronunciada de lo esperado en el comercio, la inversión y el consumo en medio de la desaceleración mundial y las prolongadas medidas de contención. Una contracción del PIB más profunda de lo esperado y un alto desempleo en Estados Unidos, el socio clave comercial y de inversión de Honduras y la mayor fuente de remesas, amplificaron esta contracción. Se espera que las pérdidas de empleo e ingresos afecten a los pobres, los vulnerables y la clase media. Para minimizar el impacto negativo en la actividad económica y el bienestar social, el Gobierno adoptó estrictas medidas de contención, autorizó financiamiento por US$ 2.500 millones (10 % del PIB) y priorizó los servicios de salud y asistencia, incluido el apoyo a las necesidades básicas de hogares pobres, así como a las empresas. Un marco macroeconómico prudente ayudó a contener las vulnerabilidades, impulsadas por el programa con el FMI. La pandemia de la COVID-19 está afectando significativamente la economía de Honduras. Se espera que el PIB del país se contraiga un 7,1 por ciento en 2020 debido a una caída más pronunciada de lo esperado en el comercio, la inversión y el consumo en medio de la desaceleración mundial y las prolongadas medidas de contención. Una contracción del PIB más profunda de lo esperado y un alto desempleo en Estados Unidos, el socio clave comercial y de inversión de Honduras y la mayor fuente de remesas, amplificaron esta contracción. Se espera que las pérdidas de empleo e ingresos afecten a los pobres, los vulnerables y la clase media. Se espera que la economía de Honduras se recupere en 2021 a un crecimiento del 4,9 por ciento, en medio de la reactivación de la actividad económica interna y la recuperación de la inversión y la demanda externa. No obstante, persisten los riesgos y los desafíos. Una recesión mundial más profunda en medio de una pandemia prolongada podría debilitar la recuperación económica y seguir amenazando la salud y el bienestar de la población.