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jardinería en España ha tenido una evolución acorde con los diferentes sellos
estilísticos desarrollados en el arte y la cultura españolas, al tiempo que ha estado
marcada por numerosas influencias a lo largo de su historia, desde el jardín
romano e islámico, pasando por el italiano, francés e inglés, hasta la aparición de
la vanguardia y el uso de nuevas tecnologías en el siglo XX, que junto al desarrollo
del diseño, el urbanismo y la arquitectura paisajista han desembocado en una nueva forma
de concebir la jardinería y su ubicación en el entorno.
El jardín español ha estado marcado por su clima y orografía. El suelo es por lo general
más seco que en sus países vecinos, Portugal o Francia, y la radiación solar es más
intensa, especialmente en verano, lo que llevó a la creación de jardines de pequeño
tamaño y acotados en espacios cerrados, no integrados en el paisaje como en otros
países. Un factor fundamental ha sido el aprovechamiento del agua, escasa en algunas
zonas y de reparto desigual según las diferentes comunidades de la península.
La vegetación de España es muy variada, ya que participa de cuatro
regiones fitogeográficas diferentes: mediterránea, eurosiberiana, boreoalpina y macaronesi
ana. a jardinería en España ha tenido una evolución acorde con los diferentes sellos
estilísticos desarrollados en el arte y la cultura españolas, al tiempo que ha estado
marcada por numerosas influencias a lo largo de su historia, desde el jardín
romano e islámico, pasando por el italiano, francés e inglés, hasta la aparición de
la vanguardia y el uso de nuevas tecnologías en el siglo XX, que junto al desarrollo
del diseño, el urbanismo y la arquitectura paisajista han desembocado en una nueva forma
de concebir la jardinería y su ubicación en el entorno.
El jardín español ha estado marcado por su clima y orografía. El suelo es por lo general
más seco que en sus países vecinos, Portugal o Francia, y la radiación solar es más
intensa, especialmente en verano, lo que llevó a la creación de jardines de pequeño
tamaño y acotados en espacios cerrados, no integrados en el paisaje como en otros
países. Un factor fundamental ha sido el aprovechamiento del agua, escasa en algunas
zonas y de reparto desigual según las diferentes comunidades de la península.
La vegetación de España es muy variada, ya que participa de cuatro
regiones fitogeográficas diferentes: mediterránea, eurosiberiana, boreoalpina y macaronesi
ana. a jardinería en España ha tenido una evolución acorde con los diferentes sellos
estilísticos desarrollados en el arte y la cultura españolas, al tiempo que ha estado
marcada por numerosas influencias a lo largo de su historia, desde el jardín
romano e islámico, pasando por el italiano, francés e inglés, hasta la aparición de
la vanguardia y el uso de nuevas tecnologías en el siglo XX, que junto al desarrollo
del diseño, el urbanismo y la arquitectura paisajista han desembocado en una nueva forma
de concebir la jardinería y su ubicación en el entorno.
El jardín español ha estado marcado por su clima y orografía. El suelo es por lo general
más seco que en sus países vecinos, Portugal o Francia, y la radiación solar es más
intensa, especialmente en verano, lo que llevó a la creación de jardines de pequeño
tamaño y acotados en espacios cerrados, no integrados en el paisaje como en otros
países. Un factor fundamental ha sido el aprovechamiento del agua, escasa en algunas
zonas y de reparto desigual según las diferentes comunidades de la península.
La vegetación de España es muy variada, ya que participa de cuatro
regiones fitogeográficas diferentes: mediterránea, eurosiberiana, boreoalpina y macaronesi
ana. a jardinería en España ha tenido una evolución acorde con los diferentes sellos
estilísticos desarrollados en el arte y la cultura españolas, al tiempo que ha estado
marcada por numerosas influencias a lo largo de su historia, desde el jardín
romano e islámico, pasando por el italiano, francés e inglés, hasta la aparición de
la vanguardia y el uso de nuevas tecnologías en el siglo XX, que junto al desarrollo
del diseño, el urbanismo y la arquitectura paisajista han desembocado en una nueva forma
de concebir la jardinería y su ubicación en el entorno.
El jardín español ha estado marcado por su clima y orografía. El suelo es por lo general
más seco que en sus países vecinos, Portugal o Francia, y la radiación solar es más
intensa, especialmente en verano, lo que llevó a la creación de jardines de pequeño
tamaño y acotados en espacios cerrados, no integrados en el paisaje como en otros
países. Un factor fundamental ha sido el aprovechamiento del agua, escasa en algunas
zonas y de reparto desigual según las diferentes comunidades de la península.
La vegetación de España es muy variada, ya que participa de cuatro
regiones fitogeográficas diferentes: mediterránea, eurosiberiana, boreoalpina y macaronesi
ana. a jardinería en España ha tenido una evolución acorde con los diferentes sellos
estilísticos desarrollados en el arte y la cultura españolas, al tiempo que ha estado
marcada por numerosas influencias a lo largo de su historia, desde el jardín
romano e islámico, pasando por el italiano, francés e inglés, hasta la aparición de
la vanguardia y el uso de nuevas tecnologías en el siglo XX, que junto al desarrollo
del diseño, el urbanismo y la arquitectura paisajista han desembocado en una nueva forma
de concebir la jardinería y su ubicación en el entorno.
El jardín español ha estado marcado por su clima y orografía. El suelo es por lo general
más seco que en sus países vecinos, Portugal o Francia, y la radiación solar es más
intensa, especialmente en verano, lo que llevó a la creación de jardines de pequeño
tamaño y acotados en espacios cerrados, no integrados en el paisaje como en otros
países. Un factor fundamental ha sido el aprovechamiento del agua, escasa en algunas
zonas y de reparto desigual según las diferentes comunidades de la península.
La vegetación de España es muy variada, ya que participa de cuatro
regiones fitogeográficas diferentes: mediterránea, eurosiberiana, boreoalpina y macaronesi
ana. a jardinería en España ha tenido una evolución acorde con los diferentes sellos
estilísticos desarrollados en el arte y la cultura españolas, al tiempo que ha estado
marcada por numerosas influencias a lo largo de su historia, desde el jardín
romano e islámico, pasando por el italiano, francés e inglés, hasta la aparición de
la vanguardia y el uso de nuevas tecnologías en el siglo XX, que junto al desarrollo
del diseño, el urbanismo y la arquitectura paisajista han desembocado en una nueva forma
de concebir la jardinería y su ubicación en el entorno.
El jardín español ha estado marcado por su clima y orografía. El suelo es por lo general
más seco que en sus países vecinos, Portugal o Francia, y la radiación solar es más
intensa, especialmente en verano, lo que llevó a la creación de jardines de pequeño
tamaño y acotados en espacios cerrados, no integrados en el paisaje como en otros
países. Un factor fundamental ha sido el aprovechamiento del agua, escasa en algunas
zonas y de reparto desigual según las diferentes comunidades de la península.
La vegetación de España es muy variada, ya que participa de cuatro
regiones fitogeográficas diferentes: mediterránea, eurosiberiana, boreoalpina y macaronesi
ana.

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