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Cómo determinar quién tiene la culpa en un accidente de tránsito: Pautas a tener en

cuenta

Por Dr. Federico Mendez / Daños / 17/02/2019

4.3 (31)

Nadie se encuentra exento de tener un accidente vial y ya sea un incidente pasajero o

un hecho trágico, es preciso saber analizar la situación y entender, quién es el

responsable de lo ocurrido. En cualquier caso, habrá que diferenciar muy bien las

pautas para determinar la responsabilidad –generalmente basadas en las reglas de

tránsito y prioridades de paso– respecto de las posibilidades probatorias reales que

tenemos de demostrar la forma de ocurrencia del hecho. Entonces ¿Cómo determinar

quién tiene la culpa en un accidente de tránsito?

Indice de temas

Pautas para determinar quién tiene la culpa en un accidente

Vehículo embestido por sobre vehículo embistente

Prioridad de paso en esquina no semaforizada de arterias de igual jerarquía

¿Avenida tiene prioridad sobre derecha?

Quién llega primero a la encrucijada

Quien ingresa a la circulación desde un estacionamiento, o abre la puerta de su

rodado, debe tener especial precaución al hacerlo, fijándose que no esté por pasar

ningún vehículo

Ubicación de los daños


Vehículo de menor porte –bicicleta, moto, etc.– por sobre aquel de mayor dimensión

Quien circula a velocidad reglamentaria por sobre quien no lo hace:

Demás prioridades que surgen de las leyes provinciales y de la Ley nacional de

tránsito

Pautas para determinar quién tiene la culpa en un accidente

Para tener aún más claro el tema hay una serie de consideraciones que dan indicios

de quien puede ser culpable en un accidente de tránsito en el que están implicados

dos vehículos. Algunas de las pautas objetivas que permiten determinar quién tiene la

culpa en un accidente de tránsito son las siguientes:

Vehículo embestido por sobre vehículo embistente

Como bien ha señalado la sala “J” de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil

en forma conteste con la jurisprudencia mayoritaria, “El hecho de ser el vehículo

embistente origina una presunción de culpa de su conductor que sólo cede ante la

prueba en contrario” (fallo “L. J. A. y otros c/ R. J. H. y otros s/ daños y perjuicios”

del 1° de febrero de 2013, MJ-JU-M-78348-AR | MJJ78348 | MJJ78348).

Prioridad de paso en esquina no semaforizada de arterias de igual jerarquía

Siempre tendrá prioridad de paso quien circula en la arteria de la derecha. En

Provincia de Buenos Aires esa prioridad es más “absoluta” que en Capital Federal,

conforme la interpretación mayoritaria de la jurisprudencia y de las propias

aseguradoras. Ello dependerá de la normativa de tránsito de cada jurisdicción, pues

existe una ley nacional de tránsito, pero paralelamente también existen códigos de
tránsito provinciales/locales.

¿Avenida tiene prioridad sobre derecha?

Siguiendo con el punto anterior, este es un caso emblemático, pues según el código

de tránsito porteño, quien circula por avenida tiene prioridad por sobre quien circula

por la derecha, mientras que en la Provincia de Buenos Aires no es así, pues se está a

la letra de la Ley Nacional de Tránsito. Esta ley del año 1994 fue modificada -a nivel

local- en el año 2006 por la ley 2148 de la legislatura de la Ciudad Autónoma de

Buenos Aires, en donde se prioriza la avenida como arteria principal por sobre la

arteria que está a la derecha: “Artículo 6.7.2 (…) Los conductores deben ceder el

paso: (…) En encrucijadas sin semáforo de arterias de distinta jerarquía, a los

vehículos que circulan por la arteria de más importancia, siendo el orden de

prevalencia el siguiente: avenida, calle, pasaje”.

Quién llega primero a la encrucijada

Como indicio para evaluar quién llegó primero a un cruce de arterias

perpendiculares, debemos observar la localización de los daños en cada vehículo,

porque se infiere que si los daños producidos por el vehículo embistente se

encuentran en la parte lateral trasera del vehículo embestido, este último seguramente

llegó en primer lugar a la encrucijada, pues ya estaba a punto de terminar el cruce de

calles.

Quien ingresa a la circulación desde un estacionamiento, o abre la puerta de su


rodado, debe tener especial precaución al hacerlo, fijándose que no esté por pasar

ningún vehículo

Importante jurisprudencia ha dicho que “La apertura de una puerta -de un rodado

detenido junto a la acera- hacia el carril que permite el paso a los vehículos sin que

quien la efectúa se asegure de poder hacerlo, constituye una conducta imprudente

que revela la indiferencia de su autor respecto de las consecuencias dañosas que el

hecho pueda acarrear. Así, resulta irrelevante el carácter de embistente del conductor

de la bicicleta que circula por la derecha -conforme lo dispuesto por el art. 45, inciso

f)de la ley 24.449- porque no se acreditó que lo hiciera a gran velocidad y la apertura

de la puerta constituyó un obstáculo insalvable para él, aun cuando sea una

contingencia del tránsito que debe ser prevista por quienes circulan cerca de los

vehículos estacionados, pues no se trata de un principio de carácter absoluto que

obligue a mantener una distancia lateral mínima para facilitar aquel accionar.”

(Sumario N°17127 de la Base de Datos de la Secretaría de Jurisprudencia de la

Cámara Civil- Boletín N°3/2007: Autos: “Lezcano, J. A. c/ Santucho, C. D. y otro

s/Daños y Perj”. Mag.: Ojea Quintana, Borda, Ponce. Sala I- 07/11/2006 – Nro. Exp.:

L.76806- Jur. de la Nación – Civil.”).

Ubicación de los daños

Entre quienes circulan por la misma arteria, quien presenta el daño en la parte

delantera de su vehículo tiene –prima facie– responsabilidad en los daños generados

en la parte trasera del vehículo que circulaba delante de él. Esto es así pues, aunque

el vehículo que circulaba adelante hubiera frenado imprevistamente provocando el


siniestro, se infiere que hay responsabilidad de quien circulaba detrás por no

mantener la distancia reglamentaria que hubiera evitado el impacto.

Vehículo de menor porte –bicicleta, moto, etc.– por sobre aquel de mayor dimensión

En este sentido, la CSJ de la Provincia de Buenos Aires ha dicho: “Si los riesgos no

son de la misma naturaleza o de igual grado –choque de un automóvil con una

motocicleta o de ésta con una bicicleta– conforme a los fundamentos de la teoría del

riesgo creado (art. 1113, Código Civil), en ausencia de prueba sobre la culpa debe

subsistir la inherente a la cosa de mayor riesgo, pero esta determinación no debe

hacerse en abstracto sino en concreto, atendiendo a la mayor o menor peligrosidad

que ofrezca una cosa respecto de la otra, aunque ambas sean de la misma naturaleza”

(Fallo “De Viana de González Terán, Rosa Aurelia c/ Rodríguez, Daniel Hugo y otros

s/ Daños y perjuicios”). Por su parte, la Sala A de la Cámara Nacional de Apelaciones

en lo Civil ha dicho en un reciente fallo que la “…prueba del hecho de la víctima, en

tanto causa de exoneración del responsable, debe ser aportada por este en forma

certera e indubitada, sin que sea suficiente con la simple duda acerca del modo en

que sucedieron los hechos (…). Es que, a mi entender, la situación del automóvil se

encuentra alcanzada por la presunción establecida por el artículo 1113, párrafo

segundo in fine del Código Civil, que regula lo atinente a la responsabilidad civil por

el riesgo de las cosas, porque se ha entendido que esa norma es de estricta aplicación

a los accidentes en que la colisión se produce entre un automotor y una motocicleta

de escaso porte (…). Así, pues, el solo hecho de haberse demostrado que el vehículo

de mayor porte tomó contacto con la motocicleta, determinó que la víctima tuviese a
su favor una presunción de responsabilidad que alcanza al dueño y guardián de la

cosa riesgosa, quien, para eximirse de tal atribución, debía demostrar que el evento

acaeció por culpa de la víctima, la de un tercero por quien no debía responder, o el

caso fortuito que fractura el nexo de causalidad. En ese sentido, la doctrina plenaria

dictada in re: ‘Valdez, Estanislao F. c/ El Puente SAT y otro s/ Daños y perjuicios’ del

10 de noviembre de 1994, se entiende excluida en los supuestos en que uno de los

rodados que protagoniza el accidente es de escaso porte…” (autos “Cáceres, Jésica

María c/ Bergmann, Carlos Ricardo y otros s/ Daños y perjuicios”, Expte. n°

109.178/2008).

Quien circula a velocidad reglamentaria por sobre quien no lo hace:

“… [La] prioridad de paso asiste solamente al vehículo que, circulando a velocidad

reglamentaria, accede al cruce desde la derecha” (cf. Brebbia, Roberto H.,

Problemática jurídica de los automotores, t. I, Buenos Aires, Astrea, 1982, p. 181, y

precedentes jurisprudenciales citados en la nota nº 63; Prevot, Juan Manuel, Daños y

perjuicios. Parte especial, Buenos Aires, La Ley, 2008, p. 106, n° 453, 454 y 455).

Demás prioridades que surgen de las leyes provinciales y de la Ley nacional de

tránsito

Es menester señalar que ninguna de estas prioridades es absoluta en términos

estrictamente jurídicos, pues habrá que estar a las constancias del caso. Por ello, si

bien las pautas antes mencionadas son de inmensa utilidad para determinar quién

tiene la culpa en un accidente de tránsito, poco valor tendrán si –por ejemplo– la


supuesta víctima del hecho denuncia ante su propia compañía de seguros haber sido

la responsable en el accidente y ello consta en dicha denuncia. También cabe resaltar

que estas prioridades son más importantes en la etapa prejudicial que en la judicial,

donde ya van a regir principios de carga de la prueba y de bilateralidad que pueden

alterar y profundizar los aspectos a analizar para determinar la responsabilidad del

hecho dañoso.

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