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TAREA #2
Alumno:
Gabriel Robles.
Profesor:
Nancy Yedra.
Cuando Herodes muere en el año 4 a.C., su reino fue dividido entre tres de
sus hijos sobrevivientes: Arquelao heredó Judea y Samaría; Herodes
Antipas, rey que ordenó decapitar a Juan el Bautista (4 a.C. hasta 30 d.C.),
tomó Galilea y Perea, y Felipe recibió Iturea, Traconite y los territorios del
noreste (Lucas 3: 1). Sin embargo, la brutalidad de Arquelao precipitó una
gran oposición de parte de los judíos, y los romanos lo desterraron; estos
pusieron a Judea y Samaría bajo el control de un procurador (un
gobernador responsable directamente a los romanos).
Durante el período de Cristo, todo el mundo civilizado, salvo los poco
conocidos reinos del Lejano Oriente, estaban bajo el domino romano. Su
imperio se extendía desde el océano Atlántico hasta el río Eufrates y desde
el río Danubio hasta el desierto de Sahara. Los judíos gozaban de cierta
libertad política y religiosa, pero tenían que pagar pesados impuestos al
gobierno romano. Los judíos deseaban la libertad, pero eran demasiado
débiles para expulsar a sus conquistadores; así se despertó en ellos la
esperanza mesiánica prometida por los profetas del Antiguo Testamento.
2. Los saduceos: Eran menos numerosos que los fariseos pero ejercían el
poder político bajo el gobierno de la dinastía de los Herodes. En cuanto a
sus doctrinas, sólo aceptaban los cinco libros de Moisés y rechazaban la ley
oral en que se apoyaban los fariseos; como racionalistas, negaban las
doctrinas de la inmortalidad del alma, de la resurrección y de la existencia
de ángeles y demonios. También, los miembros de esta secta, estaban
abiertos a la cultura helénica y eran oportunistas, aliándose con la facción
dominante para conservar su prestigio e influencia.
4. Los zelotes: Estos constituían un grupo político más bien que una secta
religiosa. Querían liberar a Palestina por las armas. Este partido
revolucionario persuadió finalmente a los judíos a sublevarse contra los
romanos, lo cual condujo a la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C.
Simón uno de los discípulos de Jesús pertenecía a este partido.
Por consiguiente, los grandes profetas hebreos habían predicho que Dios
inauguraría una edad dorada en la cual Israel disfrutaría de paz, prosperidad y
dominio sobre la tierra. Se levantaría un gran Rey, el hijo de David, cuya misión
sería darles la victoria y llevarlos a la gloria. Estas profecías y la dura opresión
romana alimentaban la esperanza mesiánica entre los judíos, esperanza que se
llamaba "la consolación de Israel" o "la redención" (Lucas 2:25.38; 3:15).
Por lo cual, para establecer el reino espiritual por la vía de la cruz de Cristo,
el mundo tuvo que ser preparado para el Evangelio, según el plan divino. Entre los
factores que prepararon el camino para la venida de Jesucristo, se destacan:
Con esto vemos, que nuestro Señor Jesucristo llegó al mundo cuando las
condiciones eran más propicias para recibir su mensaje y para extender su Iglesia
en la tierra. "Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de
mujer" (Gálatas 4:4).
GLOSARIO.
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