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SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN ACADÉMICA 1

Criterios de calificación TA3


202002
Integrantes:
1. Alegría Jiménez, Hugo Javier 2. Huaman Chumbiriza, Darlin Milena

3. Díaz Palomo, Juan José 4. Llanos Valencia, Luis Mario


5. Mamani Aro, Leydi Yaquelin

OBSERVACIONES
─ Este avance deberá responder al tema y a la pregunta de investigación aprobados por el docente. No
se aceptarán trabajos con modificaciones que no hayan sido previamente consultadas y aprobadas.
─ Se adjunta el esquema de redacción corregido.
─ El docente hará uso de un sistema de coevaluación que tendrá efecto en la nota.

Tema: Las causas y consecuencias del estrés en los jóvenes en Lima Metropolitana y
Callao entre los años 2000 y 2020.

Pregunta de investigación: ¿Cuáles son las causas y consecuencias del estrés en los
jóvenes en Lima Metropolitana y Callao entre los años 2000 y 2020?

Involucramiento del alumno en el


trabajo grupal Nota individual final dada
Principales acciones realizadas
Apellidos y nombre Firma por el profesor (redondeo
para el trabajo grupal
simple)
(0 a 100 %)

Elaboración de 7
Alegría Jiménez,
fichas para el 100% Javier
Hugo Javier
desarrollo del texto.

Huaman Elaboración de 5
Chumbiriza, fichas para el Darlin
Darlin Milena desarrollo del texto. 100%

Elaboración de 6
Díaz Palomo,
Juan José
fichas e introducción 100% Juan D
del cuerpo del texto

1
Elaboración de 7
Llanos Valencia,
fichas para el 100% Luis
Luis Mario
desarrollo del texto.

Elaboración de 8
Mamani Aro,
Leydi Yaquelin
fichas para el 100% Leydi
desarrollo del texto.

Cuerpo del texto


1. Las causas del estrés en los jóvenes

Por el entorno académico

1.1.1 Presión ligado al sistema educativo

1.1.2 El perfeccionismo perseguido por los estudiantes

1.1.3 Preocupación de la inminente vida académica

Por el entorno laboral

1.1.4 Inestabilidad Económica

1.1.5 Oportunidad de empleo o desempleo

1.1.6 Constante exigencia frente al mundo laboral

Por el entorno social

1.1.7 Expectativas de miembros familiares

1.1.8 Vulnerabilidad del sujeto al interactuar con nuevos amigos

1.1.9 El estrés social como uno de los factores causales

2. Las principales consecuencias del estrés en los jóvenes

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2.1 Dificultades fisiológicas

2.1.1 Trastornos alimenticios

2.1.2 Trastornos del sueño

2.1.3 Otras enfermedades frecuentes

2.2 Efectos Psicológicos.

2.2.1 Posibles Trastornos adquiridos

2.2.2 Deterioro de las habilidades cognitivas.

2.2.3 Emociones negativas

2.3 Consecuencias conductuales

2.3.1 Aislamiento social

2.3.2 Indefensión aprendida

2.3.3 Consumo de Sustancias

3. Prevención y afrontamiento al estrés

3.1 Ideas de prevención al estrés

3.1.1 Cómo identificar un entorno estresante

3.1.2 Administrar y organizar el tiempo

3.1.3 Establecer Objetivos y Prioridades.

3.2 El afrontamiento al estrés centrado en el problema

3.2.1 Concepto

3.2.2 Contraposición al estrés académico

3.2.3 .Autorregulación en el entorno deportivo

3
3.3 El afrontamiento al estrés centrado en la emoción

3.3.1 Concepto

3.3.2 Contraposición al bajo estado emocional

3.3.3 Tolerar la frustración

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Estado de la cuestión sobre las causas y consecuencias del estrés en los jóvenes en
Lima Metropolitana y Callao entre los años 2000 y 2020

Las causas del estado de sobre activación en los jóvenes ha sido un tema en cuestión a nivel
mundial durante décadas. Actualmente, numerosos estudios relacionan su principio de
causalidad con un evento inesperado o un hecho que desborde la cotidianidad del individuo.
No obstante, como se aprecia anteriormente, es preciso identificar al estrés como un estado
natural del organismo frente a un agente estresor, es decir, una sobre activación imposible
de evitar.

Dicho esto, la presencia del estrés en nuestro organismo ha experimentado un proceso


adaptativo a diversos estímulos con el transcurso de los años. Parte desde el periodo
Paleolítico al percibir un tigre de dientes de sable e inmediatamente huir de él, hasta la
actualidad al encender el dispositivo celular y observar una lista interminable de actividades
pendientes. Existen varios factores causales y entre ellos se encuentran factores
académicos, laborales y sociales.

Respecto al entorno académico, el cual es uno de los principales factores que generan estrés
en los jóvenes podemos decir que se evidencia la presión ligada al sistema educativo. Es
visto que uno de los principales factores que influyen en la generación del estrés son los
estudios superiores o universitarios, esto mayormente se encuentra ligado al modelo
educativo que los jóvenes deben seguir para completar sus estudios. La autora Isabel Martín
Monzon escribió un artículo en la revista Apuntes de Psicología acerca del estrés de los
jóvenes en la universidad en el se cual menciona,

Específicamente, entre los diversos factores potencialmente estresantes, (...) el


impacto que el sistema educativo, con sus presiones, demandas y
disfunciones, puede llegar a tener sobre la salud, el bienestar y el rendimiento
académico de los estudiantes universitarios, lo que la investigación desde la
perspectiva psicosocial denomina estrés de rol o estrés académico. (...) Todos
estos factores aparecen en un mismo entorno organizacional: la Universidad.
En particular, este entorno (...) representa un conjunto de situaciones

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altamente estresantes debido a que el individuo puede experimentar, aunque
sólo sea transitoriamente, una falta de control sobre el nuevo ambiente,
potencialmente generador de estrés y, en último término, potencial generador
–con otros factores- del fracaso académico universitario. (Martín, 2007 p.89)

Habiendo revisado la cita anterior, nos damos cuenta de que el entorno universitario es
uno de los principales factores generadores de estrés, debido a que puede conducir a los
jóvenes a una falta de control sobre el nuevo ambiente al cual estos están accediendo,
generando diferentes presiones, demandas y disfunciones sobre su salud, su bienestar y
su rendimiento académico. Además, el estrés académico puede ser un generador del
fracaso académico.

El estrés académico es un estado esencialmente de carácter psicológico debido a la


capacidad del individuo de discernir aquellos agentes estresores en relación con la
valoración cognitiva que él mismo realiza. Según Arturo Barraza:

El estrés académico es un proceso íntegramente psicológico, sistémico y de


índole adaptativa que se manifiesta descriptivamente a través de tres
principales sucesos. En primer lugar, el individuo se muestra comprometido a
afrontar una serie de demandas, las cuales en su propia valoración, son
consideradas como agentes estresores. Posteriormente, dichos agentes
producen un desequilibrio sistémico, es decir, una situación estresante, la cual
se evidencia en un conjunto de síntomas de distinta naturaleza. Finalmente, el
desequilibrio obliga al individuo a ejecutar actos de afrontamiento con el
propósito de restablecer el equilibrio sistémico. (Barraza, 2006, como se citó
en Galdós-Tanguis, 2014, p. 15)

Es evidente que un superior rendimiento académico es proporcional a la intensidad del


estrés que adopta el individuo, ya que son capaces de percibir una mayor magnitud de
estrés al mostrar un incremento de interés en dicho ámbito. No obstante, la tendencia a la
continuidad del estrés para lograr un perfeccionismo, el cual es imposible de lograr,
provocará una disminución de rendimiento académico. Puesto que, el individuo estará
propenso a contraer síntomas del estrés identificados como la frustración y ,adicionalmente,

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adquirirá una actitud intolerante al fallo.

Cada etapa que transcurre a lo largo de la vida es importante, ya que este proceso largo nos
define como personas. Por ello, la vida universitaria es un proceso personal que requiere de
cierta adaptación para adentrarse a cambios drásticos de los cuales no se está acostumbrado
del como suele ser la vida cotidiana. Cornejo y Lucero (2005), nos dice que los jóvenes
presentan dificultad para adecuarse a la viveza académica:

Los resultados obtenidos en este trabajo mostraron que los problemas


principales referidos por los estudiantes se centran problemas personales, de
adaptación a la nueva etapa académica que inician, y familiares, reflejando
problemáticas comunes en los adolescentes y jóvenes que experimentan una
experiencia de transición y cambio; manifestándose en la falta de seguridad en
sí mismos, acompañado del temor a no poder responder a las exigencias
académicas, como también al alejamiento de su grupo familiar de origen (p.
10).

Se puede sostener que los jóvenes suelen presentar problemas para poder familiarizarse en
su nueva etapa de vida académica, el cual puede tener diferentes causas, ya sea el simple
hecho de que es algo nuevo en su vida o que la gran mayoría de los cambios requieren de
una adaptación rápida. También, a partir de la cita, la relación que mantiene con la familia
es otro punto importante que garantiza la seguridad de los jóvenes y por consecuente
podrán desenvolverse mejor en su vida universitaria.

En el entorno social se pueden identificar tres causas por las cuales los jóvenes llegan a ser
propensos a sentir estrés. Una de ellas es la relación familiar, que juega un papel importante
para el desarrollo y vivencia de los jóvenes, también tenemos a las relaciones
interpersonales que se asocia con la convivencia de personas de su misma edad ya sean
compañeros o amigos, y por último tenemos el estrés social y sus factores. Estas tres causas
se detallarán a continuación.

Por un lado, tenemos al entorno más importante que nos rodea en nuestra etapa de
desarrollo en la juventud que es nuestra familia. Por ello, tener una constante comunicación

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es valiosa. Según Cantú, Alegre, Martínez, Chávez, Arellano, Saucedo, Talamantes y
Landero (2010), la comunicación en la relación de la familia es pieza clave:

Las relaciones familiares se harán más sólidas si se establece una buena


comunicación, por el contrario, si los canales de comunicación se encuentran
bloqueados de manera impositiva habrá una resistencia a cambiar, dando como
resultado el desarrollo de un síntoma que pudiera alterar el desarrollo de los hijos
(p. 85).

Como se puede apreciar en el texto, la familia tiene cierta decisión y opinión sobre la vida
de los seres más queridos. Por consiguiente, la comunicación que tienen padres e hijos es
primordial. Gracias a ello, la relación familiar será más sólida al momento de pasar por
momentos difíciles o tomar decisiones importantes en nuestra vida. Conforme a María
Mercado y Ever Mamani (2017), los padres poseen grandes expectativas de vida
profesional hacia sus hijos.

Las expectativas de los padres es que sus hijos logren metas, aspiraciones y
objetivos profesionales en función a las necesidades socioeconómicas de la familia.
Desean que sus hijos estudien en universidades, instituciones superiores hasta
obtener la Licenciatura y a nivel Técnico medio y superior. Y que ocupen altos
cargos valorados por la sociedad (p. 17).

Como se apunta, los padres poseen grandes aspiraciones sobre la vida de sus hijos, en ellos
recae la responsabilidad de cumplir dichas expectativas, que a largo plazo de no ser la
decisión correcta se convierte en una preocupación y estrés por no sentir la falta de apoyo
que debió recibir de los padres. Los jóvenes tienen etapas donde requieren su aprobación,
como en la toma de una decisión importante. Por lo tanto, cuando se toman decisiones que
del todo no son aprobadas por la familia es causa de que los hijos avancen sin el soporte de
la familia lo que en consecuencia altera su estabilidad emocional.

Por otro lado, las relaciones interpersonales juegan un papel importante dentro de las causas
del estrés en los jóvenes. De acuerdo con Jorge Macías (2017), en la vida social los jóvenes
son vulnerables en las relaciones interpersonales.

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En la aceptación social es importante conocer el papel que juega la Inteligencia
Emocional en cada uno de los jóvenes por medio de la Habilidades Sociales lo que
permitirá establecer las líneas de acción en programas de intervención con
adolescentes socialmente vulnerables en cada una de las etapas que se encuentran
los problemas en las relaciones interpersonales aparecen cuando carecemos de
habilidades sociales, tenemos problemas de autocontrol como la ira, agresividad o
nos sentimos inseguros y poco valorados (p. 5).

Del autor podemos decir que, en la etapa de la juventud tener una vida rodeada de
compañeros y personas que entiendan tu forma de pensar es importante, pero muchas veces
los jóvenes no suelen tener la habilidad para poder socializar naturalmente con las personas
que lo rodean, por esta razón, podemos decir que esta sensación de soledad social en las
relaciones interpersonales es causa de que muchas veces se genere el estrés en los jóvenes.

Con arreglo a Bonifacio Sandín (2002), dentro del entorno social se puede percibir factores
causales del estrés, en diferentes tipos de estresores.

Uno de los errores que se ha venido produciendo con cierta frecuencia en la


investigación de la relación entre el estrés social y la salud ha consistido en
contrastar la preponderancia de uno u otro tipo de estresor sobre los restantes, sin
tener en cuenta que los estresores están estrechamente relacionados entre sí (…) (p.
150).

A partir de lo dicho, la relación entre el estrés social y nuestra salud a dependido de varios
tipos de estresores que se evidencian con cierta relación. De los cuáles una de las causas
puede ser, el ambiente que tiene el entorno social, y por ende de las personas que lo
conforman, esta causa implica que nuestro estado de estrés se sujeta mucho del medio que
se percibe.

Adicionalmente en el entorno laboral se conoce que la inestabilidad económica es una


preocupación constante que recae ya sea en algún miembro de la familia que se encarga de
solventar los gastos del hogar o también para aquellos jóvenes que están proceso de
independizarse, junto a esta preocupación se suma el ambiente en el que labora, que

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dependerá del estado en el que este se encuentre. Mateo Torres (2017), nos habla acerca de
los factores que pueden generan el estrés en el ambiente de trabajo.

La situación de inestabilidad laboral y subempleo antes descrita puede derivarse en


insatisfacción laboral, la presencia de factores que afectan el desempeño laboral, y
factores que propician la aparición del estrés; entendiendo que el estrés es
resultado de un desequilibrio entre las demandas del entorno y los recursos
personales, que se presenta cuando las demandas y exigencias sobrepasan los
recursos del individuo ( p. 5).

De lo dicho por Torres, se afirma que la inestabilidad laboral tiene varios factores las cuales
afectan directamente al estado emocional de las personas que pueden llegar a presentar
estrés ya sea en su lugar de trabajo o en el hogar. Encontrarse en un ambiente donde no
sientes que puedes lograr tus objetivos, claramente es un entorno en cual no deseas trabajar.
Por consiguiente, se llega a renunciar a diferentes empleos, ya que un ambiente adecuado es
aquel en el que puedes trabajar en armonía.

En el lugar de trabajo se pasa la mayor parte del tiempo, entonces de este ambiente se
espera la mayor comodidad posible, con buenos tratos y compañeros con los que puedas
relacionarte. De lo contrario, este entorno se vuelve estresante y perjudicial con tu
permanencia en el empleo. En correspondencia a Santiago Gascón, Margarita Olmedo, Jose
Bermúdez, Rosa García y Hector Ciccotelli (2003), los problemas económicos y familiares
ocasionados por el estrés pueden generar el desempleo.

El desempleo es considerado un suceso vital mayor. La mera noticia de despido


provoca importantes cambios psicológicos (26), motivados por la valoración
cognitiva del evento. Al hacerse crónica, la situación de desempleo suele ir
acompañada de un mayor número de situaciones diarias de estrés diario –
problemas económicos, maritales, familiares, etc (p. 10).

Tener un empleo estable es imprescindible para mantener una estabilidad económica y por
ende una estabilidad mental, como ya se mencionó anteriormente no tener un empleo
alcanza a generar cambios en tu estado emocional como es el estrés, junto a este problema

10
inminente se encuentra muy de cerca la situación de relación que se mantiene con la
familia.

Por otro lado, como miembros de un lugar de trabajo, existe un objetivo, el cual es llegar a
dar todo el esfuerzo y dedicación por hacer la mejor labor posible, siempre y cuando midas
los límites de la capacidad que posees. Este punto es importante, ya que el hecho de no
llegar a cumplir las actividades designadas en tu entorno laboral puede llegar a ser causa
del estrés .Conforme a Rafael Félix, Claudia García y Santa Mercado (2018), la saturación
de trabajo es otra de las causales del estrés que se puede encontrar en el entorno laboral:

Hay que tomar en cuenta que el hecho de vivir en una generación donde se es bien
visto estar todos los días con una agenda llena de actividades, realizar múltiples
actividades hasta el punto de saturarse de trabajo tiene connotaciones “positivas”
ante la sociedad, por lo cual, muchos creen que mantenerse ocupados de labores es
signo de bienestar y admiración por los demás, manteniendo este estilo de vida
poco saludable (p. 36).

El desempeño que se presente en el entorno laboral es de acuerdo a las capacidades y al


ritmo de trabajo. Asimismo, otro punto importante que también se debe resaltar es el de la
organización, ya que lograr cumplir con todas las actividades o trabajos asignados es
prioridad, pero solo se logran si se tiene un orden y tiempo adecuado, de lo contrario la
congestión de trabajo causa inestabilidad emocional que tendrá como eje central el estrés.

El estrés es un estado donde la persona está expuesta a padecer diversos desórdenes, y estos
generan que el organismo no esté funcionando por completo, en consecuencia, se producen
diferentes trastornos y enfermedades. Una de ellas es la obesidad, conocida por la
acumulación excesiva de grasa en el cuerpo, que son consecuencia de una ingesta basada en
alimentos altamente calóricos. Los especialistas Deissy Herrera-Covarrubias, Genaro
Coria-Avila, David Muñoz-Zavaleta, Olivier Graillet-Mora, Gonzalo Aranda-Abreu, Fausto
Rojas-Durán, María Hernández y Nafissa Ismail (2017), señalaron que el estrés se relaciona
con la consecuencia mencionada, puesto que este produce una actividad incrementada del
eje hipotálamo-pituitario-adrenal (HPA) y el proceso irregular de la hormona llamada
Grelina (Ghr) (p. 10).

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Esto implica que la obesidad se debe a distintas irregularidades del organismo originadas
por el estrés. La primera se origina en el eje HPA, que luego produce el exceso en la
secreción de cortisol ocasionando un desorden en el organismo que al final se evidencia en
el incremento del peso. La segunda, que se origina por la alteración de la hormona Ghr,
desencadena disfunciones metabólicas, provocando que se eleve la ingesta de alimentos,
especialmente carbohidratos, y favorecen la ganancia de masa corporal. Por lo tanto, el
estrés puede generar en el organismo distintos desórdenes que, al no ser diagnosticado a
tiempo, estos se pueden complicar y provocar enfermedades de mayor gravedad.

Los patrones del sueño humano son la consecuencia de la interacción compleja de procesos
relacionados al desarrollo y maduración del individuo y agentes internos de su organismo.
Los patrones del sueño en el adolescente son considerablemente distintos con respecto a los
patrones de etapas de desarrollo pasadas, por ende, las consecuencias negativas de tal
interacción también son desiguales. Generalmente, las primeras observaciones son la
dificultad para dormirse y despertarse en reducidos intervalos de tiempo, lo cual produce un
ciclo vicioso de sueño que, posteriormente, es reflejado como somnolencia diurna.
Finalmente, como consecuencia primaria, perjuicio en el estado de ánimo, tendencia
depresiva e inferior rendimiento cognitivo. Según los especialistas M Merino Andreu y Pin
Arboleadas

El tiempo dedicado al sueño es básico, pero no lo es menos la regularidad de


horarios; la irregularidad de horarios se ha relacionado con un peor rendimiento
escolar, alteraciones en la atención, concentración, razonamiento y habilidades
psicomotoras así como un incremento de su irritabilidad, ansiedad y depresión
aunque regularmente duerman (sic) 8 horas. (Merino & Pin, 2013, p. 32)

Es perceptible que la regularidad del sueño debe ser idóneamente establecida para el
correcto funcionamiento fisiológico del individuo e incluso tomando en consideración
particularidades de este. Puesto que, si dicho inconveniente no es identificado y tratado
oportunamente, el individuo estará expuesto a incontables sucesos estresantes que derivarán

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en trastornos complejos como ansiedad de alto grado o depresión. Por último, afectarán a la
cotidianidad de su vida, entorno social y autopercepción de afrontamiento.

Por lo que se ha visto anteriormente, distintos trastornos son consecuencias del estrés, pero
también los diversos malestares como el dolor de cabeza, estómago, espalda, entre otros,
son efectos que son conocidos de manera general. Sin embargo, existen otras enfermedades
fisiológicas, como las infecciosas y las cardiovasculares que son causadas por el estrés.

El sistema inmunológico es el encargado de prevenir las infecciones, ya que su principal


función es defender al cuerpo de estas, pero el estrés es uno de los causantes de la
disminución de su eficacia. Así, los especialistas Miriam Sánchez, René González, Vianed
Marsán y Consuelo Macías (2006) señalaron:

Existen varias evidencias de que el estrés conduce a una capacidad disminuida para
combatir la infección. (...) La actividad incrementada del eje HPA estimula la
secreción de corticosteroides (tales como el cortisol) procedentes de la corteza
adrenal, los cuales incrementan los niveles de glucosa en sangre e inhiben la
liberación de interleucinas (ILs) e interferones (IFNs), por lo que los linfocitos son
menos respondedores a los agentes invasores y el organismo está más propenso a
contraer la infección (párr. 9).

Los estudiosos explican que el estrés genera una disminución en la capacidad de


intervención del sistema inmunológico, ya que, a través del proceso mencionado, genera
que el organismo no esté preparado para combatir las infecciones. En consecuencia, las
personas que sufren de este malestar están más expuestas a contraerlas o a desarrollar otras,
que comprometan más la salud.

Así como las enfermedades infecciosas son una consecuencia no muy conocida del estrés,
es importante conocer que existen problemas ligados al sistema circulatorio y al corazón.
Como indica Cesáreo Fernández (2009), las enfermedades cardiovasculares, como la
isquemia cerebral y miocárdica, también son causadas por el estrés, pero no son las únicas:
la hipertensión arterial y las arritmias malignas son otros padecimientos presentados.
Asimismo, estas últimas, pueden generar que se presente un mayor riesgo (pp. 584-585).

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Como señala el autor, el estrés forma parte de los causantes de las enfermedades
cardiovasculares, lo que puede empeorar el pronóstico de estas o desencadenar otras si no
es tratado a tiempo. Sobre la hipertensión arterial y las arritmias malignas, esto se produce
porque el estrés altera el proceso del sistema circulatorio y, también, se presenta una
destrucción de los trombos. Asimismo, se debe prestar atención a los efectos que puede
generar en el corazón, puesto que, se puede producir enfermedades más graves relacionadas
con este órgano.

El estrés trae como consecuencia algunos efectos psicológicos que afectan gravemente a
nuestra salud, entre ellos encontramos trastornos, deterioro de habilidades cognitivas y
emociones negativas. Otra de las enfermedades que genera el estrés son problemas de
depresión, esta se refleja cuando los jóvenes sienten tristeza, pérdida de placer o interés.
Como se mencionó anteriormente una de las causas del estrés era el modelo académico,
teniendo como consecuencia el posible fracaso académico, teniendo como consecuencia
adicional que los jóvenes no puedan cumplir con sus objetivos.

Ante la evidencia de depresión en los estudiantes, se hace necesario establecer


su relación con el rendimiento académico de los mismos. La presencia de
dificultades para el cumplimiento de las responsabilidades académicas por parte
de los estudiantes se da con mayor frecuencia en aquellos que presentan estadios
más severos de depresión, esto concuerda con los resultados obtenidos en
estudios similares en adolescentes (25,26). En este sentido se logró establecer
que, entre los estudiantes con depresión severa, el 92,9 %tiene problemas
académicos moderados o severos.(Gutiérrez, Montoya, Toro, Briñón, Rosas,
Salazar, 2010, párr.22)

En base a la cita anterior podemos darnos cuenta de que la depresión se da cuando los
jóvenes estudiantes no pueden cumplir con muchas de sus responsabilidades académicas,
de esta manera empiezan a evidenciar un estado de tristeza por no cumplir con estas,
generando dificultades psicológicas y produciendo el pensamiento de un posible fracaso
académico, adicionando a esto la depresión también trae consigo problemas de memoria a
las personas y problemas con su salud física.
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Las habilidades cognitivas son aptitudes del ser humano relacionadas con el proceso de la
información, esto se ve muy bien desarrollado cuando los estudiantes universitarios usan su
mente para realizar trabajos y la resolución de problemas. Cuando se tiene un ambiente
estresante los jóvenes sufren un deterioro de habilidades cognitivas.

‘Y como afirman Hernández, Pozo y Polo (1994) esto puede deberse al hecho de
que los sujetos con alto estrés centran más su atención en el malestar y en aspectos
internos (Gutiérrez, 1996), mientras que aquellos con bajo estrés pueden centrarse
más en la tarea’(Beyoda & Vasquez, 2019, p. 26)

De esta manera podemos afirmar que las habilidades cognitivas se van deteriorando cuando
nosotros nos encontramos viviendo situaciones estresantes, ya que nos centramos en el
problema y olvidamos los aspectos académicos, deteriorando nuestras habilidades
cognitivas.

Otras de las consecuencias psicológicas a tomar en cuenta son las emociones negativas en
los jóvenes, esto es causado por situaciones estresantes. Al pasar por un cuadro de estrés los
jóvenes pueden manifestar emociones negativas debido a que muchos de los jóvenes
pierden el control de diversas situaciones. Este tema se ve estudiado por los autores Erika
Bedoya y DiegoVásquez, los cuales en su Artículo de investigación mencionan:

Según Tejeda et al. (2002), el estrés tiene que ver con tensión física, mental o
emocional generada por demandas ambientales, situacionales o personales, con
sucesos inesperados que producen mayor estrés que aquellos en que las personas
tienen mayor control, lo cual podría explicar el hecho de que nuestra muestra
presenta niveles adecuados de percepción de estrés ya que los exámenes son
actividades programadas previamente (se pueden anticipar) y para las cuales ellos
conocen lo que deben estudiar. (Beyoda & Vasquez, 2019, p. 26).

A modo que las demandas ambientales, situaciones o personales generan diversos procesos

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inesperados, trayendo como consecuencia la disminución del bienestar emocional del
joven, observándose cuadros problemas emocionales, estos mayormente cuando los jóvenes
no pueden tener control sobre las situaciones que están pasando, estas demandas tienden a
empezar como cuadro de severa ansiedad por no poder cumplir con sus labores en un
entorno estresante, aunque tampoco se descarta que estas situaciones estresantes se
encuentran en los ambientes familiares.

La adolescencia es considerada una etapa de suma importancia, ya que se establece la


constitución de la personalidad, en el cual el individuo se sitúa en un proceso de
afianzamiento de aptitudes y competencias que le posibilita su integración y adaptación el
entorno. Adicionalmente, internalizar patrones culturales y éticos para, posteriormente,
desarrollar y consolidar su autonomía y autopercepción frente al entorno social frecuentado.

Sin embargo, supongamos una sucesión de acontecimientos negativos, a criterio del sujeto,
que influenciaron en la constitución de la personalidad, habilidades, metas, entre otros. Este
individuo está propenso a desarrollar un comportamiento de aislamiento social, lo cual
deriva en estados estrés y ansiedad al momento de interactuar que, posteriormente, limitará
la vida cotidiana del sujeto y actuará como fobia. Según las especialistas María Lourdes
Tapia, María Teresa Florentino y María Susana Correche,

Los individuos tienden a percibirse como constituidos por un cuerpo de


necesidades que deben ser satisfechas constantemente, aunque establezcan
vínculos con otros semejantes, la fragmentación de la experiencia y la
progresión del individualismo, que destruye los vínculos comunitarios de
sostén, hacen que se encuentren fundamentalmente solos entre otros individuos
que persiguen su propia satisfacción. (Tapia et al., 2003, p.164)

Es oportuno remarcar las diferencias entre la introspección y el aislamiento social en un


individuo. El primero de ellos, dícese de una persona introvertida, es una actitud elegida
por el sujeto, la cual constantemente se relaciona con una catarsis sobre ellos mismos. Por
el contrario, el individuo que evidencia aislamiento social, generalmente, se ve en la
obligación de adoptar tal actitud como mecanismo de defensa. No obstante, es preciso
recordar que somos seres sociales en mayor o menor medida, y esta soledad impuesta

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tiende a traer consecuencias perjudiciales como depresión, ansiedad intensa, entre otros.

Una reflexión a dicha fobia recae en la actitud extremista que adopta el sujeto para afrontar
el entorno interactivo. Una de ellas es el planteamiento utópico de una vida en la cual el
sujeto se idealiza como un individuo ermitaño e indiferente con respecto al medio, más tal
actitud solo aligera momentáneamente la elusión de la interacción.

El término de indefensión aprendida proviene de un experimento del psicólogo Martin


Seligman que consistió en el reforzamiento positivo o negativo según una conducta
apropiada o inapropiada, respectivamente, adoptada por el perro. Posteriormente, Seligman
empezó a realizar un refuerzo negativo a la conducta apropiada del animal, es decir, lo
contrario a lo habitual. Finalmente, realizaba un refuerzo aleatorio frente a la conducta del
animal, lo cual produjo en el perro una sensación de irrelevancia en sus acciones, ya que el
sujeto de prueba no tiene el control de la situación.

Dichos actos originaron como principal consecuencia síntomas de depresión. La


indefensión aprendida es identificada cuando los acontecimientos no responden acuerdo a
nuestras acciones, lo cual genera una sensación de pérdida del control de la situación o
entorno en el que nos encontramos que, posteriormente, derivará en trastornos mentales
como la depresión.

La indefensión aprendida puede ser conceptualizada, en este sentido, como uno


de los más importantes mediadores psicológicos que conduce a la perpetuación
de la desigualdad de oportunidades (entre hombres y mujeres, ricos y pobres,
…); y su superación como una de las principales condiciones para avanzar en
la construcción de una sociedad más justa (Díaz-Aguado, Segura, Martínez
Arias et al, 1996) .(p.124)

Es factible percibir que la indefensión aprendida puede producir consecuencias


perjudiciales para nuestras aptitudes cognitivas, estado motivacional y estado emocional.
Puesto que, el individuo afectado presenta la creencia de la irrelevancia de sus acciones con
respecto a acontecimientos que configuran su vida. El principal problema es la indefensión
aprendida es su globalización, es decir, creer que no estamos en la capacidad de realizar

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una acción ordinaria. Dicha actitud puede recaer en una baja autoestima, apatía del
individuo con respecto a su entorno, entre otros.

Una de las consecuencias del estrés muy perjudiciales que se han notado es el consumo de
sustancias. De acuerdo con Lisset Damian (2017), el estrés es consecuencia del mal estado
emocional y por ende del consumo de sustancias.

Se han hallado indicios físicos, psicológicos y comportamentales, que se


enlazan desfavorablemente con el uso inadecuado del tiempo libre y las horas
de sueño que deberían tomar, pero que no lo hacen debido al estrés. Dicho de
otro modo, a mayor disposición de los indicios mencionados anteriormente, se
desarrollan los malos hábitos. También, se ha hallado que solo los índices
comportamentales se han visto relacionados negativamente con los hábitos de
alimentación. Sin embargo, se ha notado que estos síntomas se relacionan
estrechamente con el consumo de alcohol, tabaco y de drogas (p. 7).

Ciertamente tener trabajos y actividades que demandan cierto tiempo suelen ocupar gran
parte de nuestras horas de sueño, lo que puede ocasionar tener malos hábitos, como
puede ser el de consumir un exceso de cafeína, y en mayor grado de preocupación
consumir alcohol, tabaco y drogas. Relacionado a lo anterior está en cómo organizamos
nuestro tiempo, con un horario adecuado para poder llegar a presentar trabajos, tareas o
actividades, ese problema puede solucionarse.

Luego de que identificamos las situaciones estresantes y que sabemos que consecuencias
nos ocasionan, necesitamos distinguir qué estamos haciendo para prevenir que esto ocurra.
Existen estrategias que ayudan tanto a prevenir el estrés como a afrontar las posibles
consecuencias antes un cuadro estresante.

Los entornos con diversas situaciones que no podemos manejar con causales del estrés, por
este motivo debemos aprender a identificarlos, de esta manera poder controlarlos. A
menudo no somos conscientes de las graves consecuencias que puede ocasionar el estar en
situaciones donde las preocupaciones o los desafíos nos invaden, entrando en un punto de
desesperación y angustia. El centro de Salud Mayo Clinic escribió un artículo sobre

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medidas para afrontar el estrés, de esta forma nos mencionan.

El control eficaz del estrés comienza con la identificación de sus fuentes de


estrés y la creación de estrategias para controlarlas. Una forma de hacerlo es
elaborar una lista de las situaciones, preocupaciones o desafíos que
desencadenan su respuesta de estrés. Tómese un momento para escribir
algunos de los problemas principales que enfrenta actualmente. Notará que
algunos de sus factores estresantes son eventos que le suceden, mientras que
otros parecen originarse en su interior. (Mayo Clinic, 2019, párr. 7)

De esta manera al aprender a controlar el estrés con respecto a diferentes situaciones,


desafíos o preocupaciones, evitamos que los problemas nos invadan y dejamos de
encontrarnos en un ambiente de estrés total. También como mencionan podemos identificar
los principales problemas que nos generan estrés o dificultades para de esa manera
combatirlos y que no sucedan más.

Como mencionamos anteriormente uno de los principales factores que generan estrés son
los entornos, entres estos encontramos que existen diversos problemas, y muchas veces esto
se debe a una mala administración de nuestro tiempo. Muchas veces creemos que podemos
lograr todo lo que nos propongamos en un periodo corto de tiempo, pero sin una buena
administración no se podrá lograr.

La mala administración del tiempo puede provocar fatiga o apatía así como la
sensación de no ser productivo, esto sucede cuando los estudiantes perciben un
excesivo material de estudio en tan poco tiempo, para eso los estudiantes
deberán establecer horarios de trabajo más realistas con horarios de descanso
que puedan ser utilizados como espacio comodín ante situaciones imprevistas,
además de priorizar los materiales de estudio según su relevancia en cuanto al
tiempo de entrega y su importancia. (Escobar, Soria De Mesa, López, Peñafiel,
2018, p.176)

19
La razón por la cual se mencionó todo lo anterior es porque debemos aprender a
administrar nuestro tiempo y dentro de esta encontramos la solución que nos recomienda
buscar horarios de descanso, de esta manera evitamos estresarnos entre la saturación de
obligaciones que debemos culminar. La mayoría de estas situaciones se tornan más
estresantes cuando son situaciones imprevistas o que no hayas planificado, pero si se tiene
horarios podemos buscar un buen momento para culminar con las mismas.

Para concluir debemos establecer objetivos y prioridades. Muchas veces nos sentimos
abrumados porque pensamos que no tenemos el tiempo suficiente para la gran carga de
tareas con las que contamos, de esta manera resulta muy útil, elegir objetivos que queremos
lograr y algunas prioridades a trabajar.

A pesar de poner en práctica la administración del tiempo para evitar


sentirse abrumado con respecto a la carga de tareas la cual será muy útil, se
debe ser realista y consciente de las posibilidades así como las limitaciones.
Es importante establecer prioridades y reconocer que algunas cosas no
pueden hacerse en ese momento, priorizar es una habilidad que se debe
aplicar en conjunto con la administración del tiempo (Escobar, Soria De
Mesa, López, Peñafiel, 2018). [JA6]

Por ende, debemos establecer prioridades, con situaciones o cosas que debemos realizar en
el momento, y las que debemos aplicar junto a una buena administración de tiempo,
tomando en cuenta que tenemos limitaciones.

El afrontamiento centrado en el problema hace referencia, de acuerdo a Bishop (1994


citado en González Vigil, 2008), en que las estrategias de afrontamiento se relacionan
directamente con las acciones que cada persona emplea para minimizar o reinterpretar lo
que genera la situación estresante, y son “las acciones directas para manejar el estresor (...),
la búsqueda de información, la supresión de las actividades distractoras, la postergación del
afrontamiento (esperando el momento adecuado para actuar) y la búsqueda de soporte

20
social” (p.53).

Este método consiste en el afrontamiento activo, pues estas respuestas pueden llegar a
controlar la situación estresante y así evitar que continúe la influencia del agente estresor.
Asimismo, algunas recomendaciones de este método para hacer frente a las situaciones
estresantes son llevar a cabo alguna actividad con la finalidad de controlar estas situaciones,
informarse del tema, entre otros. Además, este tipo de afrontamiento es utilizado cuando es
percibido como controlable el problema.

Por otra parte también se conocen las consecuencias que traen los ambientes académicos y
en los mismos el cumplimiento de deberes que a los jóvenes les causa cuadros de estrés y
muchas veces de ansiedad, ante lo mencionado daremos a conocer maneras para prevenir
las situaciones de estrés en los ambientes académicos.

La autorregulación es la capacidad de control y gestión de agentes introspectivos como el


estado emocional, juicio crítico del individuo, entre otros; los cuales asisten al
afrontamiento del individuo con su entorno. Adicionalmente, el constructo competencia
percibida se define como la convicción del individuo sobre su grado de capacidad para
conseguir éxito en la ejecución de una acción. En este caso, el alto rendimiento deportivo es
un excelente contexto para evidenciar la relación entre el deportista y su entorno deportivo
o disciplinario. Según Decy y Ryan, acompañado del aporte de Ruíz y Arruza años después
(2005, como se citó en Arruza et al., 2011).

Asimismo, durante los últimos años se ha constatado que el rendimiento


deportivo está determinado por las características personales de cada
deportista, y que la activación y el estado de rendimiento óptimo son
específicos e individuales. En la teoría de la autorregulación (Deci y
Ryan, 1985) juegan un papel fundamental la competencia percibida y la
motivación intrínseca así como los pensamientos y los juicios que el
deportista tiene sobre su capacidad para actuar, en donde resultan
importantes los procesos vicarios, simbólicos y autorreguladores (Ruiz y
Arruza, 2005, p. 536).

21
Es preciso destacar que la individualidad en el entorno deportivo es evidenciada en el
conjunto de procesos particulares puestos en ejecución por el deportista con el propósito de
lograr un rendimiento óptimo. Uno de ellos es la influencia en el equilibrio emocional y el
comportamiento mediato e inmediato del deportista, ya que este puede verse afectado por
una alteración en las dimensiones de la estructura afectiva de su entorno. Dicho esto, es
preciso señalar que una eficiente autorregulación del individuo es el resultado de una
continua preparación y entrenamiento con respecto a la adaptación competente y
autoconocimiento del individuo.

Por otra parte, el afrontamiento centrado en las emociones se basa en el esfuerzo de las
personas por controlar las consecuencias que se pueden generar en sus estados emocionales
por el estrés. El empleo de este método es cuando la persona considera que puede hacer
poco o nada para controlar la situación que lo mantiene con estrés. Entonces, se centran en
controlar los efectos negativos para poder adaptarlo a las situaciones estresantes
(Bishop,1994, citado en González Vigil, 2008, pp. 53-54).

Esta forma de afrontamiento es de tipo pasivo, pues se centra en regular las emociones que
son generadas por el estresor. Asimismo, nos indica que para que la persona pueda
adaptarse a la situación estresante, pueden reinterpretar positivamente los eventos, aceptar
las situaciones estresantes u olvidar estas cambiando de actividad, negar la realidad,
expresar las emociones negativas, entre otros. No obstante, Elizabeth Cárdenas y Gizelle
Flores (2020, p. 34), mencionan que la negación de la realidad puede ser un método no muy
recomendado para algunas personas, ya que puede ser negligente en algunos casos, y puede
llevar a poner en riesgo su vida. En este caso, se pueden emplear métodos como la
meditación, la descarga emocional, los deportes, el apoyo social, etc.

La frustración es una respuesta emocional al incumplimiento de un hecho por el cual el


individuo evidenciaba un grado interés acompañado, generalmente, de altas expectativas.
Cabe resaltar la relación entre la gestión de frustración y expectativas, ya que, si el
individuo no tiene en consideración el realismo de sus habilidades y competencias, este está
propenso a consecuencias perjudiciales como depresión, desmotivación y desapego de
objetivos.

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Actualmente, la tolerancia a la frustración es una de las capacidades más importantes que
un individuo puede aprender, puesto que estará decidido a tomar riesgos en ámbitos que no
son habituales para él. Por el contrario, supongamos que el individuo sea el hijo de un
ebanista en la edad media; este sujeto está destinado a la talla de madera y fabricar muebles
toda su vida. Por ende, el individuo no presentará frustración, ya que ejerce continuamente
un rubro con evidente excelencia, más es el único en la categoría. Según Abram Amsel,
(1958, como se citó en Moreno et al., 2000, p. 144)

Amsel (1958) habla de la reacción de frustración en el sujeto y de las


condiciones del contexto que la producen. Respecto a la reacción de
frustración, hace referencia a la respuesta manifiesta, el inicial aumento
de la motivación (velocidad de la respuesta) y una eliminación o
disminución final de dicha respuesta. Supone, también, que esas respuestas
se dan por la hipotética reacción de frustración del individuo, la cual abarca
los dos momentos: 1) aumento del vigor y 2) decaimiento de la respuesta.

Es preciso destacar que la frustración es un indicio de una vida compleja y abundante en


riesgos, y es una evidencia positiva, ya que el individuo está frustrado por la constante
estimulación frente de entornos desconocidos por él. El incumplimiento de un objetivo
específico es factible en todos los escenarios, pero lo importante recae en la capacidad de
resiliencia que adopta el individuo para determinar el próximo paso posterior al fallo o
evento no deseado. Generalmente, los humanos trazan expectativas muy altas que tienden a
la perfección que, ya mencionado antes, es imposible. El individuo debe tener en
consideración la posibilidad del fallo y reutilizar la motivación en el afrontamiento al
proceso en un futuro cercano.

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