CUANDO PASE EL 

TEMBLOR
VULNERABLE: DEL LAT. VULNERABĬLIS.  1. ADJ. QUE PUEDE SER HERIDO O
RECIBIR LESIÓN, FÍSICA O MORALMENTE.
DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA, REAL ACADEMIA ESPAÑOLA.

Para el momento de la hecatombe, el hombre plenamente consciente de

su vulnerabilidad ya se consideraba a sí mismo un experto en la materia.
Lo llamaba su meteorología y climatología.

Por las calles, más que un transeúnte, era un roedor mesozoico

atravesando la jungla con fugaz prevención. Sabía que la llovizna más
tenue erosionaba montañas con el tiempo preciso. La cola de huracán de
más baja categoría podía resquebrajar sin esfuerzo esos ventanales de
vidrio que un día prestaban refugio y sus astillas traspasaban la dermis
hasta incrustarse en los órganos. Los amores eran una pretensión
adolescente que se pagaba caro.

En el momento en el que el comedor perdió la primera pata tuvo un

episodio de mala sinestesia. Sintió al túnel entre el vientre y la tráquea
comprimirse como lo hace una lata de refresco aplastada en su centro por
todos los neumáticos de una gandola. Sus piernas se quebraron y
ardieron como deben hacerlo tras una caída hasta el centro volcánico de
la tierra.

Los terremotos son el Jacques Derrida menos compasivo de la

naturaleza. Hay quienes buscan huir ascendiendo a la colina más alta en
un automóvil blindado y hacerse inalcanzables para el maremoto, pero la
convulsión de la tierra permanecerá allí, ineludible. Incluso en el
descenso, una vez pasada su cumbre, deberán hacer frente a las réplicas y
los escombros.
Las calles tras un temblor son transeúntes sintiéndose grillos, pequeñas
criaturas en un mundo de mil veces su tamaño. Amores declarados
demasiado tarde. Tesoros devaluados y embalajes puestos en ridículo. La
mansión de tres millones de dólares de un alcalde corrupto reducida a
polvo y la divisibilidad infinita del último trozo de pan entre los que un
día se proclamaron perennes enemigos.

Pasado el temblor el experto la besó. Cuando ella, con intención

reconciliatoria, quiso retomar aquella pelea, su respuesta fue tajante: no
hablemos de eso.