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La inserción de las oraciones introductorias en la Misa.

Padre Manuel Antonio García Salcedo.


Arquidiócesis de Santo Domingo.

En la década de los años 70s del siglo XX, los historiadores carecían del balance investigativo
en el caso de lo acontecido eclesiásticamente en el siglo IX y X. Si bien es cierto que se le ha
llamado a este periodo Aobscurum Seculum, también hay que referirlo como siglos de grandes
luces litúrgicas y científicas como es el caso de la inserción de oraciones y ritos que han venido
a estructurar orgánicamente la celebración central de la fe cristiana: La Eucaristía. El merito de
ello se le atribuye a los monjes benedictos y posteriormente a la Abadia de Cluny.

En el siglo IX se introduce un preámbulo ritual llamado el Introito, el saludo al altar por parte
del sacerdote, quien ha seguidas hace el saludo a la comunidad, como primer contacto con
Cristo, fundamento o piedra de la fe y con la asamblea de fe. El cielo y la tierra se encuentran
mediante estos saludos ha resaltar sin ser opacados por alguna distracción de los sentidos en
otras actividades.

En el siglo X se requiere resaltar el carácter penitencial de la Eucaristía posterior a la Confesión


Sacramental. La proclamación de las Sagradas Escrituras y la Comunión Sacramental requerían
una resonancia de la purificación de obras referidas en dos oraciones que luego se integraron en
un solo acto: El Confiteor, el Yo Confieso, y el Ideo Precor, El Por eso ruego a…

Enfatizamos que el Ideo Precor, que existía por separado anteriormente en la liturgia, agregaba
a la intercesión de la Beatam Mariam Semper Virginem a un extenso número de santos, según la
devoción que se les tuviera en dicha Iglesia local.

Aquella simbiosis de conversión se orienta la invocación del sacerdote de carácter absolutorio


en dicha época con el Misereatur, Dios misericordioso tenga piedad…. Con la reforma católica
del Concilio Ecuménico de Trento, número XIX en la lista de XXI concilios ecuménicos de la
Iglesia Católica Romana, se acentúa el aclarando del perdón de los pecados mortales o graves
contra los 10 mandamientos requerido de la confesión sacramental individual porque el
Confiteor resulta insuficiente para ello.

En nuestro entrega antepenúltima dedicamos varios párrafos al himno litúrgico del Gloria in
Excelsis… redondeamos lo dicho con el dato de la propagación de este himno desde la Iglesia
de Roma por todo el orbe cristiano, y retroalimentado en su composición por artículos litúrgicos
del medio oriente cristiano. Ambas tradiciones, la latina y la griega de inicios de la edad media
poseen este patrimonio común litúrgico que en el siglo IX paso a ser normativo y de rigor su
canto para toda celebración dominical eucarística en occidente.

Los ritos iníciales o introductorios de la Santa Misa han complementado y armonizado la Divina
Liturgia Eucarística que originalmente iniciaba con el Oremus u Oración Colecta que se
utilizada desde el siglo V como acogida de la Palabra y la Carne de Cristo encarnada y
sacrificada para nuestra redención pascual.

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