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La redacción publicitaria es aquella que habla de hechos concretos y reales con el objetivo de
persuadir e incitar al consumidor en comprar un producto o servicio. En ella se utilizan distintas
clases de palabras para generar deseo de compra y adquisición. El redactor publicitario, a
diferencia de los demás escritores, es que el observa las cosas desde el punto de vista del
público objetivo y la perspectiva del negocio.
Redactor Publicitario
El redactor publicitario es quien se encarga de redactar los textos del negocio de manera que
representen la voz de la marca, conecten con la audiencia o público objetivo y transmitan un
mensaje para, finalmente, vender.
Cualidades:
Debe vender por escrito: Un buen copywriter ha de ser un buen vendedor que sepa transmitir
por escrito las cualidades del servicio o producto y generar admiración, interés y deseo que
conduzcan al usuario que lee su artículo a la ansiada conversión: la venta.
Tiene que ser persuasor: Un redactor publicitario debe vender persuadiendo, es decir, hacerlo
de forma sutil, pero que enganche, generando una situación al plantear una necesidad al lector
que, a lo mejor, ni siquiera había imaginado tener.
Ha de saber comunicar: Debe ser capaz de transmitir de forma que los compradores perciban
el producto o servicio. Además, ha de lograr que sean capaces de ver a ese producto o servicio
de manera diferente a otros similares en su nicho de mercado.
Creatividad: Un buen redactor busca, inventa, crea ideas que hagan participar al público,
evoquen reacciones y resuelvan problemas.
Curiosidad: Pensamos con nuestra experiencia, decía Rudolf Flesch en “The art of clear
thinking”, y tiene mucho sentido, la curiosidad nos lleva a investigar, a atrevernos a hacer cosas
nuevas, diferentes, que se convierten en vivencias, que poco a poco van formando parte de
nuestra experiencia de vida, ya sea personal, familiar o profesional.
Imaginación: Una mente imaginativa es una mente abierta, por lo que un buen copywriter tiene
alma de niño, es decir, su mente está siempre como una pizarra limpia, preparada para ser
escrita.
Empatía: En la actualidad, los consumidores saben lo que quieren, tienen un mayor nivel de
educación y son más sofisticados, un buen copywriter ha de conseguir empatizar con el público
y hacerlo de manera natural.
Diferenciación: Tener la capacidad para diferenciarse del resto debe ser una habilidad
intrínseca en el profesional de la redacción, sobre todo, cuando esta diferenciación busca la
excelencia en su proyecto personal.