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La educación en el virreinato[editar]
La educación virreinal estuvo sometida a los moldes europeos y se caracterizó
por el memorismo, la religiosidad, la rigurosidad y el clasicismo. En ella
influenció y desempeñó gran papel la Iglesia a través de sus órdenes
religiosas, destacando en esta labor los jesuitas. La implantación de la
educación siguió en orden inverso al de la educación actual, es decir, primero
se implantó la educación superior, después el grado intermedio y, por último, la
educación elemental.
Educación elemental o de primeras letras[editar]
La educación básica se dio a través de las escuelas conventuales, parroquiales
y las escuelas misionales. Allí se enseñaba a leer a los niños, escribir, cantar,
así como los preceptos básicos. Las mujeres estuvieron casi marginadas del
proceso educativo. También existían colegios menores que eran dirigidos a
párrocos e indígenas. Los objetivos eran enseñar a leer, escribir, además, a
catequizar.
Educación intermedia[editar]
La educación intermedia en el Virreinato del Perú se dio en los colegios
mayores y de caciques; estos asumían una mezcla de lo que hoy se conoce
como educación secundaria o intermedia. Los colegios mayores cumplían una
suerte de función auxiliar con determinadas universidades, como el caso de los
colegios San Felipe y San Martín, que servían de internado para los alumnos
de la Universidad de San Marcos.
Entre los principales colegios mayores se puede mencionar los siguientes:
Arte y cultura[editar]
El arte durante los primeros años virreinales fue exclusividad de los religiosos y
su uso tuvo un fin práctico, principalmente en el adoctrinamiento. La ciudad de
Lima jugó un rol preponderante en el desarrollo del arte en el virreinato del
Perú. Su rápido crecimiento urbano, la acumulación de riqueza por parte de los
encomenderos y la construcción de templos e iglesias fueron motivos para la
demanda de pinturas y esculturas de las principales ciudades de los reinos
españoles. Especial preferencia se tuvo por las obras provenientes
de Flandes e Italia, aunque las obras sevillanas y andaluzas tuvieron
igualmente gran demanda.