Está en la página 1de 10

Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología (2013) 33, 136---145

Revista de

LOGOPEDIA, FONIATRÍA y AUDIOLOGÍA


www.elsevier.es/logopedia

ORIGINAL

El retraso en el desarrollo del lenguaje y los problemas de


comprensión lectora: una exploración del modelo simple
de lectura
Gabriel Mesa Melgarejo, María José Tirado Maraver ∗ y David Saldaña Sage

Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación, Universidad de Sevilla, Sevilla, España

Recibido el 10 de marzo de 2012; aceptado el 23 de junio de 2012


Disponible en Internet el 7 de septiembre de 2012

PALABRAS CLAVE Resumen El presente estudio analiza las relaciones entre el retraso en la adquisición del len-
Cociente intelectual guaje oral y los problemas de comprensión lectora. Participaron 74 alumnos y alumnas de 7 a
no verbal; 12 años. Se recogieron datos sobre el lenguaje en sus diferentes dimensiones (morfología, sin-
Comprensión lectora; taxis, semántica y pragmática), comprensión lectora, velocidad lectora, memoria de trabajo y
Memoria de trabajo; razonamiento perceptivo. Se formaron 4 grupos de la muestra inicial en función de si presen-
Modelo simple de taban o no dificultades en lenguaje y comprensión lectora, de modo que el 47% del total no
lectura; presentaban dificultades de ningún tipo, el 24% presentaban tanto problemas de comprensión
Retraso del lenguaje lectora como de lenguaje oral, el 20%, retraso en comprensión lectora pero no en el lenguaje
oral, y el 8%, retraso en el lenguaje pero no en comprensión lectora. El 75% de los niños con
retraso en el lenguaje presentaban además problemas de comprensión lectora, pero solo el 55%
de los que presentaban problemas de comprensión lectora tenían dificultades en la adquisición
del lenguaje oral. Tanto los niños con retraso en el lenguaje oral y comprensión lectora, como
los niños con retraso en la comprensión lectora, obtuvieron puntuaciones inferiores al grupo sin
dificultades en CI no verbal y memoria de trabajo. Por otro lado, el CI no verbal y la puntua-
ción en pragmática resultaron ser los mejores predictores de los problemas en la comprensión
lectora. Los resultados se interpretan en el marco del modelo simple de lectura.
© 2012 AELFA. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.

KEYWORDS Language delay and poor reading comprehension: Exploring the simple view
Nonverbal of reading
intellectual quotient;
Reading Abstract The present study examined the relationship between language delay and poor rea-
comprehension; ding comprehension. The research involved 74 children aged 7-12 years old. We collected data
Working memory; on language in its various dimensions (morphology, syntax, semantics and pragmatics), reading
comprehension, reading speed, working memory and perceptual reasoning. Four groups were

∗ Autor para correspondencia.


Correo electrónico: mjtirado@us.es (M.J. Tirado Maraver).

0214-4603/$ – see front matter © 2012 AELFA. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.rlfa.2012.06.001
El retraso en el desarrollo del lenguaje y los problemas de comprensión lectora 137

formed from the initial sample, according to whether or not they had difficulties in language
Simple view and reading comprehension. Of the total sample, 47% had no difficulties, 24% showed both poor
of reading; reading comprehension and language delay, 8% showed language delay but no difficulties in rea-
Language delay ding comprehension, and 20% showed delay in reading comprehension but not in oral language.
Seventy-five percent of children with language delay also had poor reading comprehension, but
only 55% of children with poor reading comprehension had difficulties in oral language. Chil-
dren with delayed language and reading, and children with delays in reading comprehension had
lower scores in nonverbal IQ and working memory than the group without difficulties. Perceptual
reasoning and the pragmatics scores were the best predictors of poor reading comprehension.
The results are interpreted in the context of the simple view of reading.
© 2012 AELFA. Published by Elsevier España, S.L. All rights reserved.

Las dificultades de comprensión y el modelo de modo notable a la posterior variabilidad en la habili-


simple de lectura dad lectora mecánica, la comprensión parece influida por el
nivel de vocabulario y la sintaxis (Lundberg, 2002; Hulme y
Aunque la lectura es una habilidad esencial para el éxito aca- Snowling, 2011; Oakhill, Cain y Bryant, 2003; Oakhill, Hartt
démico y profesional, existe un número sustancial de niños y Samols, 2005; pero véase Cain y Oakhill, 2006, para la
y niñas con dificultades para llegar a dominarla de forma influencia del vocabulario también sobre la lectura en pala-
competente. Al margen de las diferencias existentes entre bras en niños y niñas con problemas de comprensión). Una
sistemas educativos más o menos exitosos, se da una gran de las conclusiones que se deriva de estas investigaciones
diversidad en su adquisición. es que aunque en los primeros años el acceso a la deco-
Ahora bien, la lectura no es una competencia unitaria, dificación es lo que constituye la principal barrera para la
y el origen de su fracaso puede ser distinto en cada caso. lectura eficiente, la influencia de otras variables lingüísti-
El modelo simple de lectura (Gough y Tunmer, 1986; Hoover cas crece con la edad. Las diferentes trayectorias evolutivas
y Gough, 1990) propone que el éxito lector se debe esen- corresponden, en casos extremos, a 2 grupos de individuos
cialmente a la combinación de una lectura de palabras y con limitaciones en cada una de estas dimensiones de la
una comprensión oral adecuadas, y que los problemas de lectura: los lectores con dislexia o problemas en la lec-
lectura derivarían de dificultades asociadas a una u otra. El tura mecánica, y los lectores con dificultades específicas
modelo en su formulación original proponía, además, una de comprensión lectora (Nation, Cocksey, Taylor y Bishop,
relación multiplicativa entre estas dimensiones, tal y como 2010).
se muestra en la siguiente fórmula (para una formulación Se entiende así que la lectura puede fracasar por difi-
alternativa véase, por ejemplo, Georgiou, Das y Hayward, cultades en los procesos asociados a la decodificación,
2008): pero también por otros factores de naturaleza diferente.
Precisamente el modelo simple entiende que se trata de
factores comunes a la comprensión oral, que constituye el
EL = DC × CO
segundo componente multiplicativo de la ecuación. Se pre-
supone que, al margen de la traducción del código escrito al
donde EL es eficiencia lectora, DC decodificación y CO oral implicada en la decodificación, los procesos discursivos
comprensión oral.Para que la ecuación tenga sentido, es necesarios para la comprensión de textos orales y escritos
necesario aceptar que los procesos de mecánica lectora no son sustancialmente diferentes. En consonancia con esta
no son suficientes para explicar la eficiencia lectora, y última premisa, los niños con dificultades en la compren-
que puede haber personas con limitaciones en la eficiencia sión oral o retraso en el lenguaje con reflejo en los procesos
lectora que no quedan explicadas por su nivel de deco- del discurso, y los niños con dificultades específicas en la
dificación. De lo contrario, no sería necesario un segundo comprensión lectora no debida a la decodificación, debe-
componente en la parte derecha de la ecuación. Cierta- rían constituir grupos con un grado alto de solapamiento.
mente, en la literatura existen evidencias de que esta Son estos grupos los que centran nuestro interés.
distinción cuenta con apoyos empíricos (Savage, 2006). Se
ha observado que las influencias genéticas sobre la lectura
mecánica y la comprensión lectora son diferentes (Harlaar, Retraso en el lenguaje y pobre comprensión
Cutting, Deater-Deckard, Dethorne, Justice, Schatschneider
et al., 2010; Ricketts, 2011). Además, los predictores cogni- Han sido varios los trabajos que han hipotetizado sobre la
tivos y lingüísticos de una y otra no son coincidentes. Varios relación entre el retraso en el desarrollo de la lengua oral
estudios longitudinales han puesto de manifiesto que los y los problemas de lectura. Así, por ejemplo, el equipo
predictores del desarrollo de la decodificación lectora y la de Bishop (Snowling, Bishop y Stothard, 2000; Stothard,
comprensión lectora son distintos, y que una baja eficiencia Snowling, Bishop, Chipchase y Kaplan, 1998) realizó un estu-
lectora no tiene por qué reducirse a problemas en la decodi- dio longitudinal con niños diagnosticados al inicio de su
ficación. Mientras que en el caso de la primera la conciencia escolarización con trastorno específico del lenguaje (TEL),
fonológica y otros procesos asociados a ella contribuyen en el que encontró importantes dificultades en lectura
138 G. Mesa Melgarejo et al

mecánica y comprensión lectora. En otro trabajo, Catts, por Swanson, Zheng y Jerman (2009). Dicho trabajo encontró
Fey, Tomblin y Zhang (2002) encontraron que el 60% de los diferencias con tamaños de efecto moderado entre los niños
niños con diagnóstico de TEL en preescolar tenían problemas con y sin trastornos de la lectura tanto en las medidas de
de lectura posteriormente. Ahora bien, Bishop, McDonald, MT como en las variables centradas en la memoria a corto
Bird y Hayiou-Thomas (2009) describieron a un grupo de plazo.
niños y niñas con retraso en el lenguaje que no presen- Pero no es solo la MT la variable que podría estar influ-
tan dificultades en la lectura de palabras. Estos resultados yendo en el desarrollo de la comprensión lectora. Visto
les llevaron a argumentar que las dificultades en el len- el papel tan relevante que procesos como la realización
guaje oral no tienen por qué desembocar necesariamente de inferencias, la supervisión de errores o la planificación
en problemas de lectura mecánica, pero limitan la com- juegan en la comprensión lectora (Oakhill y Cain, 2000),
prensión lectora de forma más específica. Kelso, Fletcher sería esperable que el cociente intelectual (CI) y los pro-
y Lee (2007) también habían encontrado niños y niñas con cesos de pensamiento asociados al desarrollo cognitivo se
retraso en el lenguaje cuyas habilidades fonológicas esta- correlacionaran de alguna manera con la comprensión lec-
ban intactas, pero que presentaban problemas específicos tora. Ahora bien, no todos los trabajos han encontrado esta
de comprensión lectora. Por tanto, las alteraciones en el asociación. Así, Scarborough (1998) solo halló una relación
desarrollo de la lengua oral, aun cuando tienen un efecto inversa entre el CI en segundo curso de primaria y el deletreo
global sobre la lectura, podrían incidir, al menos en algu- en octavo curso, sin que pareciera predecir la comprensión
nos niños y niñas, de forma más notable en la comprensión o la mecánica lectoras. Sin embargo, más recientemente,
lectora. Hulslander, Olson, Willcutt y Wadsworth (2010) informaron
A la inversa, Nation, Clarke, Marshall y Durand (2004) de que en su caso las medidas de CI a los 10 años predecían la
indicaban que una parte de una muestra de niños con pro- comprensión lectora a los 16. Parece, por tanto, relevante
blemas de comprensión lectora cumplía además los criterios analizar el papel de los componentes cognitivos de inteli-
diagnósticos de los retrasos en la adquisición del lenguaje gencia general al margen de la contribución específica de la
(entre el 23 y el 83% dependiendo del instrumento), aun- MT.
que no habían sido identificados por sus profesores como En resumen, entre los factores que podrían explicar los
alumnos con dificultades en el lenguaje oral. Otros trabajos, problemas en la lectura se encuentran las dificultades pro-
como los de Yuill y Oakhill (1991), Stothard y Hulme (1992, pias de la lengua oral en el modelo simple de lectura. De
1996) o Nation, Adams, Bowyer-Craine y Snowling (1999), cumplirse este modelo, se esperaría un gran solapamiento
apuntan en la misma dirección. entre los niños y niñas con retraso en el lenguaje y aque-
Este solapamiento, por tanto, apoyaría la idea de que llos con problemas de comprensión lectora. Por otro lado,
el desarrollo deficiente de la lengua oral es un factor podría resultar que otros factores modulan o explican de
importante en la aparición de los problemas de compren- algún modo la relación entre comprensión oral y lectora,
sión lectora, una vez resuelta la decodificación. Ahora siendo la MT y el CI los 2 candidatos que se exploran en el
bien, la comorbilidad entre los retrasos en la adquisición presente trabajo.
del lenguaje y los problemas de comprensión lectora tam- Aunque el modelo simple de lectura mantiene predic-
bién podría ser debida a diferentes factores cognitivos que ciones sobre el papel de la lectura mecánica, este no
afectan conjuntamente a los niños con retraso en la adqui- es el foco del actual estudio. Según el planteamiento de
sición del lenguaje y problemas específicos de comprensión Gough y Tunmer (1986), un lector puede presentar difi-
lectora. cultades si no accede correctamente a la decodificación.
Uno de los procesos más intensivamente investigados en Esta posibilidad ha sido expresamente excluida de nues-
relación con los problemas de comprensión en lengua oral tra investigación, como se verá, al eliminar de la muestra
y escrita es la memoria de trabajo (MT). Así, en el ámbito de participantes a alumnado con problemas en la fluidez
de los TEL se han encontrado limitaciones importantes en lectora. La variabilidad, así, se reduce a la atribuible al
los procesos de MT y a corto plazo, pese a que se trata de factor de comprensión y otros procesos no contemplados
niños y niñas con un desarrollo cognitivo por lo demás nor- en el modelo, tal y como queda reflejado en los siguientes
mal (Montgomery, Magimairaj y Finney, 2010). Un déficit en objetivos:
la MT en los niños con retraso en la adquisición del lenguaje
supone que no dispongan de los suficientes recursos aten-
cionales para hacer inferencias, mantener información de 1. Identificar el nivel de solapamiento en las clasificaciones
otras partes del texto o enlazar las diferentes ideas de un de los niños con pobre comprensión lectora y los niños
texto, lo que explicaría las dificultades en la comprensión con trastornos específicos del lenguaje. La hipótesis de
lectora. partida es que, siguiendo el modelo simple de lectura, el
En estudios cuyos participantes han sido seleccionados grado de solapamiento será elevado, encontrándose que
basándose exclusivamente en sus problemas de comprensión niños y niñas con dificultades en la lengua oral también
lectora, y no a los de lenguaje, también se encuentran difi- las presentarán en la comprensión de textos escritos, y
cultades en los procesos de MT. Así, en un trabajo reciente viceversa.
(Nevo y Breznitz, 2011) se ha encontrado que ciertos com- 2. Analizar los aspectos del desarrollo del lenguaje oral que
ponentes de la de MT, evaluados a los 6 años de edad, han podrían resultar más relacionados con las dificultades en
resultado ser buenos predictores de diferentes aspectos de comprensión lectora. Así, se mantiene como hipótesis
la lectura, incluida la comprensión, un año más tarde. Esta que serán los procesos semánticos y sintácticos, medidos
investigación está en consonancia con la mayor parte de los a través de pruebas de lenguaje oral, los más relaciona-
estudios anteriores, que fueron revisados en un metaanálisis dos con la comprensión lectora.
El retraso en el desarrollo del lenguaje y los problemas de comprensión lectora 139

Tabla 1 Medias (y DT) de los subgrupos resultantes de dividir la muestra total en función de los niveles de lenguaje y comprensión
lectora, respectivamente
Grupo según lenguaje Grupo según comprensión

Grupo sin retraso Grupo con retraso Grupo sin problemas Grupo con problemas
en el lenguaje en el lenguaje de comprensión de comprensión
(n = 50) (n = 24) (n = 41) (n = 33)
Edad 8,98 (1,11) 9,13 (1,13) 8,89 (1,08) 9,20 (1,14)
CI no verbal 107,50 (11,20) 95,13 (11,41)** 109,15 (12,15) 96,45 (9,30)**
MT 104 (11,79) 89,83 (8,89)** 104,39 (11,78) 93,21 (11,23)**
Velocidad lectora 96,16 (31,06) 78,59 (28,69) 95,86 (31,85) 83,75 (29,55)
(palabras/min)
p global (BLOC) 54,18 (16,78) 8,54 (4,42)** 50,22 (22,55) 25,91 (22,97)**
p sintaxis 58,74 (15,83) 23,46 (14,07)** 53,73 (19,06) 39,30 (24,44)
p morfología 44,12 (18,46) 8,21 (7,90)** 40,02 (21,85) 23,09 (21,44)**
p semántica 62,44 (20,32) 24,50 (16,35)** 60,00 (22,37) 37,88 (24,38)**
p pragmática 43,28 (21,22) 14,08 (10, 66)** 43,34 (23,82) 21,97 (15,28)**
Nota: Los contrastes indicados se han efectuado entre los grupos de lenguaje, por un lado, y los de comprensión lectora, por otro.
** p < 0,01.

3. Valorar el CI y la MT como factores incluyentes en la Instrumentos


aparición de los problemas de comprensión lectora por
encima del desarrollo del lenguaje oral. Se propone El alumnado fue evaluado a través de 3 pruebas:
que estas variables contribuirán significativamente a la
diferenciación entre niños con y sin problemas de com-
prensión lectora, al margen del papel de los procesos del a) BLOC Screening Revisado (BLOC-S-R: Puyuelo, Renom,
lenguaje oral. Solanas y Wiig, 2007), se utilizó para detectar alum-
nos con retraso en la adquisición del lenguaje. Está
compuesto por 144 ítems agrupados en 4 escalas: mor-
Método fología (con 47 ítems), sintaxis (45 ítems), semántica
(29 ítems) y pragmática (23 ítems), con la posibili-
Participantes dad de un rango máximo de puntuación directa de
108.
El estudio se realizó con una muestra de 74 niños y niñas b) TALE-2000. Escalas Magallanes de Lectura (TALE-2000:
de colegios de las provincias de Sevilla y Huelva con edades Toro, Cervera y Urío, 2000). Se aplicaron las tareas de
comprendidas entre los 7 y los 12 años (M = 9,08, DE = 1,14). fluidez y comprensión lectoras. La fluidez lectora tenía
De una selección inicial del alumnado identificado por el en cuenta, además de la velocidad de lectura, la calidad
profesorado de los centros como escolares con dificultades de la lectura (palabra a palabra, vacilante, mecánica y
en las competencias de lenguaje oral y escrito del área de con pausas y entonación) y el número y tipo de errores
Lengua Española y Literatura, y que no presentaran necesi- (vacilaciones, repeticiones y rectificaciones). La com-
dades educativas específicas adicionales, fueron excluidos prensión lectora se midió a partir de los errores que
5 alumnos y alumnas: una niña que procedía de Etio- cometían los niños en una serie de preguntas referentes
pía, con tan solo 2 años de escolarización, y 4 niños más a un texto adecuado a su edad.
que presentaban un percentil superior a 15 e inferior a c) WISC-IV (Wechsler, 2005): empleado para medir el CI no
32 en la escala de lenguaje BLOC-Screening-R (véase más verbal y la MT. Se utilizaron 2 de sus escalas: la de razo-
abajo en la sección «Instrumentos»). Uno de estos pre- namiento perceptivo, que proporciona el CI no verbal y
sentaba además una lectura silábica y no respetaba las se compone de 3 tareas (cubos, conceptos y matrices), y
pausas. la de MT (dígitos y letras y números).
Todos los participantes obtuvieron puntuaciones en CI no
verbal (M = 103,49, DT = 12,62) y MT (M = 99,41, DT = 12,76)
dentro de los parámetros de la normalidad. Su puntuación Procedimiento
centílica global media en el BLOC fue de 39,38 (DT = 25,65),
con un rango desde el centil 2 hasta el 87. En lo que se Se realizaron 2 sesiones individuales con cada niño, de apro-
refiere a velocidad lectora, mostraron una puntuación media ximadamente una hora de duración cada una de ellas. En
de 90,46 palabras por minuto (DT = 31,23), tratándose en la primera sesión se administró la prueba BLOC. En una
todos los casos de una lectura con pausas y entonación ade- segunda se les aplicaba en primera instancia las escalas
cuadas de acuerdo con el instrumento de evaluación de la de razonamiento perceptivo y MT del WISC-IV, seguidas del
lectura. TALE-2000.
140 G. Mesa Melgarejo et al

Resultados

Comprensión
Caracterización de los niños con retraso
del lenguaje

lectora
---0,33**
0,51**
0,41**

0,47**

0,39**
0,45**
0,50**
0,26*
0,15

1,00
El primer análisis que se realizó fue sobre las puntuaciones
de la prueba BLOC-S-R. El grupo inicial (n = 74) quedó divi-
dido en 2 subgrupos: un grupo que presentaba retraso en el

p pragmática
lenguaje oral (n = 24), establecido por presentar un percentil
inferior a 15 en la prueba de lenguaje, y otro que no exhibía
ninguna dificultad en el lenguaje oral (n = 50), determinado

0,43**
0,46**
0,35**

0,75**
0,45**
0,58**
0,48**
0,08

1,00
por presentar un percentil superior a 32 en dicha prueba

---
(tabla 1 para las puntuaciones totales y parciales en lengua
oral de cada grupo). Se compararon estos grupos en edad,

p semántica
CI no verbal, MT, velocidad lectora, puntuación en el BLOC y
en sus perfiles del lenguaje (sintaxis, morfología, semántica

0,49**
0,50**

0,80**
0,53**
0,63**
---0,04

0,12

1,00
y pragmática).

---
---
Correlaciones (Spearman) entre las variables de lenguaje, lectura y cognitivas en el conjunto de la muestra (n = 74)
Se realizaron contrastes para determinar la normalidad
mediante la prueba de Kolmogorov-Smirnov, encontrándose

p morfología
que el CI no verbal, la MT y las diferentes escalas del len-
guaje no se ajustaban a una distribución normal (p < 0,001).
Sin embargo, la variable edad y la variable velocidad lectora

0,51**
0,53**
0,39**

0,88**
0,73**
0,02

1,00
sí resultaron presentar una distribución normal.

---
---
---
Para determinar si existían diferencias estadísticamente
significativas entre las medias de las variables entre el grupo

p sintaxis
que presentaba retraso en la adquisición del lenguaje oral
y el grupo que no tenía problemas en el lenguaje oral,

0,57**
0,57**
0,39**

0,79**
0,01

1,00
se aplicó la prueba de Mann-Whitney para las variables

---
---
---
---
que no seguían la normalidad y pruebas t para la variables
que sí lo hacían. Dada la naturaleza no paramétrica de parte
p global BLOC

de los análisis, se optó por utilizar el tamaño de efecto de


correlación r (Rosenthal, Rosnow y Rubin, 2000), aceptable
tanto en estos casos como en aquellos en los que se utiliza-
0,64**
0,60**
0,39**
0,07

1,00
ron pruebas paramétricas (Field, 2005). A modo orientativo,

---
---
---
---
---
se considera un tamaño de efecto grande aquel que resulta
superior a 0,5, e intermedio el superior a 0,3.
Estas pruebas nos mostraron que existieran diferencias
Velocidad lectora

significativas entre las medias en todas las variables: en CI


no verbal U (n = 74) = 211,50, p < 0,001, r = 0,52, en lo que se
refiere a MT, U (N = 74) = 205,50, p < 0,001, r = 0,53; en cuanto
---0,24*
0,23*
0,25*

a las escalas de lenguaje, en morfología U (n = 74) = 18,00,


1,00

p < 0,001, r = 0,78, en sintaxis U (n = 74) = 71,50, p < 0,001,


---
---
---
---
---
---

r = 0,71, en semántica U (n = 74) = 105.50, p < 0,001, r = 0,67,


y en pragmática U (n = 74) = 129,50, p ≤ 0,001, r = 0,64; a
0,61**
---0,15

1,00

excepción de la velocidad lectora t (72) = 44,78, p = 0,59 y


MT

---

---
---
---
---
---
---

edad t (72) = 48,89, p = 0,22 (tabla 1).


Asimismo, se analizaron las relaciones que había entre las
CI no verbal

diferentes variables, destacando la importante correlación


que existía entre la puntuación que obtuvieron los niños en
---0,11
1,00

el BLOC-S-R con la MT y el CI no verbal (tabla 2).


---
---

---
---
---
---
---
---

Caracterización de los niños con problemas de


Edad

1,00

comprensión lectora
---
---
---

---

---
---
---
---

Concluimos este primer análisis con la prueba TALE-2000,


con la cual obtuvimos del grupo inicial (n = 74) 2 subgrupos:
p global BLOC

p pragmática
Comprensión
p morfología
p semántica
CI no verbal

un primer grupo que no presentaba problemas de compren-


p < 0,05.
p < 0,01.
Velocidad

P sintaxis
lectora

lectora

sión lectora (n = 41), determinado por un percentil superior


Tabla 2

a 20 en la prueba de comprensión, y un segundo grupo que


Edad

tenía problemas de comprensión lectora (n = 33), con un


MT

*
**

percentil inferior o igual a 20 en la prueba de comprensión.


El retraso en el desarrollo del lenguaje y los problemas de comprensión lectora 141

Tabla 3 Frecuencia de casos en función del grupo de pertenencia


Grupo según comprensión

Grupo sin problemas Grupo con problemas Total


de comprensión de comprensión
Grupo según lenguaje
Grupo sin retraso en el lenguaje 35 15 50
47% 21% 68%
Grupo con retraso en el lenguaje 6 18 24
8% 24% 32%
Total
41 33 74
55% 45% 100%
Nota: Porcentajes sobre el total del grupo de participantes.

Se siguió el mismo procedimiento para el análisis de los oral. Ahora bien, fueron solamente el 55% de los niños que
datos del grupo de alumnado que presentaba retraso en el presentaban problemas de comprensión lectora.
lenguaje oral, es decir, en primer lugar se realizaron contras- Los 4 grupos obtenidos a partir de si los sujetos mostraban
tes para determinar la normalidad mediante la prueba de o no dificultades en comprensión lectora y/o retraso en el
Kolmogorov-Smirnov, encontrándose que el CI no verbal y la lenguaje oral fueron comparados en edad, CI no verbal, MT,
escala de pragmática no se ajustaban a los supuestos de nor- velocidad lectora, puntuación global en el BLOC y las dife-
malidad, mientras que la MT, la velocidad lectora, la edad, rentes escalas del lenguaje (tabla 4). Para concretar si había
la puntuación global en el BLOC y las escalas en morfología, diferencias estadísticamente significativas, entre los 4 gru-
semántica y sintaxis se ajustaban a una distribución normal. pos se realizó una prueba no paramétrica de Kruskall-Wallis,
Por otro lado, para observar si existían diferencias esta- que puso de manifiesto diferencias significativas en todas las
dísticamente significativas entre las medias del grupo que variables, salvo la edad y la velocidad lectora (p < 0,001). Se
mostraba problemas de comprensión lectora y el grupo que procedió a una comparación por pares mediante la prueba
no tenía dificultades de comprensión, se realizó la prueba de Mann-Whitney, con corrección de Bonferroni. Obsérvese
de Mann Whitney para las variables que no respondían a una que las probabilidades empíricas incluidas a continuación se
distribución normal, y pruebas t para el resto de variables encuentran ya corregidas.
que sí seguían dichos criterios. Como era previsible, las mayores diferencias se encontra-
Se encontraron diferencias significativas en las varia- ban entre el grupo sin problemas y el grupo que presentaba
bles CI no verbal U (n = 74) = 284,50, p ≤ 0,001, r = 0,51, en problemas de comprensión lectora y de lenguaje simultá-
la MT t (72) = 4,14, p < 0,001, r = 0,44, en la puntuación neamente. Así, se obtuvieron diferencias significativas para
del BLOC t (72) = 4,57, p < 0,001, r = 0,88, y en las esca- el CI no verbal U (n = 53) = 47,00, p < 0,001, r = 0,69, en
las de lenguaje morfología t (72) = 3,34, p = 0,001, r = 0,36, MT U (n = 53) = 65,50, p < 0,001, r = 0,67, en lo referente a
semántica t (72) = 3,97, p < 0,001, r = 0,43 y pragmática U las escalas de lenguaje; en morfología U (n = 53) = 10,00,
(n = 74) = 319,50, p ≤ 0,001, r = 0,47. No ocurrió lo mismo en p ≤ 0,001, r = 0,79, en sintaxis U (n = 53) = 45,50, p < 0,001,
edad, velocidad lectora y la escala de sintaxis de la prueba r = 0,74, en semántica U (n = 53) = 35,50, p < 0,001, r = 0,76,
BLOC (tabla 1). en pragmática U (n = 53) = 48,50, p < 0,001, r = 0,70. En lo
que se refiere a velocidad lectora y edad no se encon-
tró ninguna diferencia, mostrando que estas variables no
eran responsables ni de las dificultades de comprensión
Solapamiento entre los grupos de pobre lectora, ni del retraso en la adquisición del lenguaje.
comprensión lectora y retraso en la adquisición Por otro lado, entre el grupo sin ningún problema y
del lenguaje el grupo que presentaba problemas de comprensión lec-
tora se encontraron únicamente diferencias en la escala
A continuación se determinó el nivel de solapamiento entre de pragmática U (n = 50) = 140,50, p = 0,012, r = 0,42. En la
grupos. Para ello se realizó una tabla de contingencia en comparación entre el grupo sin problemas y el grupo que
la que se analizaba la frecuencia de casos en función del presentaba problemas de lenguaje se encontraron dife-
grupo de pertenencia, tanto del lenguaje oral como de la rencias significativas en todas las escalas del lenguaje:
comprensión lectora (tabla 3). Se evidenció que existía una en morfología U (n = 41) = 6,00, p ≤ 0,001, r = 0,76, en sin-
relación clara entre el retraso en el lenguaje oral y los taxis U (n = 41) = 5,00, p < 0,001, r = 0,79, en semántica
problemas de comprensión lectora, ␹2 (3, n = 74) = 23,83, U (n = 41) = 18,00, p < 0,001, r = 0,73, y en pragmática U
p < 0,001, ␾ = 0,44. Así, los alumnos que mostraban proble- (n = 41) = 12,50, p < 0,001, r = 0,72. Además se comparó el
mas en la adquisición del lenguaje y presentaban, además, grupo que tenía solamente dificultades de comprensión lec-
problemas de comprensión lectora suponían el 24% del total tora con los grupos que presentaban únicamente retraso
de la muestra, pero lo que es más relevante, representaban en el lenguaje y simultáneamente problemas de compren-
el 75% de los niños y niñas que tienen problemas de lenguaje sión y retraso en el lenguaje. En el primero de los casos
142 G. Mesa Melgarejo et al

Tabla 4 Comparación entre los diferentes tipos de grupos en función de sus dificultades (media y desviación estándar)

Grupo sin Grupo con retraso Grupo con Grupo con retraso en la
dificultades en la adquisición problemas de adquisición del lenguaje y
del lenguaje comprensión problemas de comprensión
p global (BLOC) 56,91 (16,79)1,2 11,17 (2,63)2 47,80 (15, 47)3 7,67 (4,60)1,3
p sintaxis 58,54 (15,94)1,2 25,67 (8,45)2,3 59,20 (16,12)3,4 22,72 (16,43)1,4
p morfología 45,11 (19,16)1,2 10, 33 (9,27)2,3 41,80 (17,13)3,4 7,50 (7,56)1,4
p semántica 65,63 (19,56)1,2 27,17 (15,80)2 55,00 (20,89)3 23,61 (16,88)1,3
p pragmática 48,46 (21,69)1,2,3 13,50 (9,35)3 31,20 (14,53)2,4 14,28 (11,31)1,4
Edad 8,96 (1,13) 8,50 (0,67) 9,04 (1,10) 9,34 (1,19)
CI no verbal 109,91 (11,30)1 104,67 (16,88) 101,87 (8,96)2 91,94 (7,03)1,2
MT 106,14 (11,27)1 94,17 (10,03) 99,00 (11,80)2 88,39 (8,28)1,2
Velocidad lectora 97, 59 (32,49) 85, 79 (28,24) 92,82 (28,22) 76,19 (29,24)
(palabras/min)
Nota: Las comparaciones son estadísticamente significativas en la misma fila a p < 0,05 (corregido), entre las medias con el mismo
superíndice.

Tabla 5 Parámetros de la regresión logística con la presencia de problemas de comprensión como variable dependiente (modelo
final)

B E.T. Wald Gl Sig. Exp(B) I.C. 95% para Exp(B)

Inferior Superior
RPCI ---0,096 0,030 10,381 1 0,001 0,909 0,858 0,963
PragPB ---0,263 0,129 4,179 1 0,041 0,769 0,598 0,989
Constante 13,276 3,314 16,048 1 0,000 582797,242

se encontraron diferencias significativas en morfología U automática por pasos basado en el criterio de la


(n = 21) = 1,00, p < 0,001, r = 0,75, y sintaxis U (n = 21) = 3,00, razón de la verosimilitud. La solución final adoptada
p < 0,001, r = 0,79. En las escalas de pragmática, semántica y incluía a las variables CI no verbal y puntuación en la
el resto de variables no se encontraron diferencias significa- escala pragmática del BLOC-R (tabla 5). La ecuación que
tivas. En el segundo de los casos se encontraron diferencias incluía a estos 2 predictores mostraba una bondad de ajuste
significativas en CI no verbal U (n = 33) = 51,50, p < 0,012, adecuada, X2 (8, n = 74) = 5,32, p = 0,723 en la prueba de Hos-
r = 0,52, en MT U (n = 33) = 62,50, p = 0,042, r = 0,46, y en mer y Lemeshow. El porcentaje de varianza explicada por
todas las escalas del lenguaje: morfología U (n = 33) = 1,00, el modelo fue del 30% (R2 de Nagelkerke), clasificándose
p < 0,001, r = 0,79, sintaxis U (n = 33) = 18,00, p < 0,001, correctamente el 77% de los casos (tabla 6).
r = 0,75, semántica U (n = 33) = 38,50, p < 0,001, r = 0,64,
y pragmática U (n = 33) = 52,50, p < 0,018, r = 0,55. No se
encontraron diferencias en velocidad lectora y edad. Por
Discusión
último, se comparó el grupo que presentaba dificultades
del lenguaje y el grupo que tenía tanto problemas de En el presente estudio se ha comparado el desarrollo de la
comprensión como dificultades en el lenguaje, sin que se lengua oral y de la comprensión lectora en niños y niñas en
evidenciaran diferencias estadísticamente significativas en edad escolar aplicando los principios generales del modelo
ninguna de sus variables (tabla 4). simple de lectura. Se ha hecho mediante un diseño que
permite excluir el papel de la mecánica lectora en las difi-
cultades de comprensión al eliminar a participantes con
Predicción de los problemas de comprensión problemas claros en este ámbito. Los grupos resultantes, de
lectora a partir de las dificultades en el lenguaje este modo, se encontraban siempre equiparados en veloci-
dad lectora. Se han comparado las puntuaciones en diversas
Una vez comprobada la ausencia de multicolinealidad y una dimensiones del lenguaje entre grupos con y sin dificultades
adecuada ratio de casos a variables (10 a 1), se procedió en lengua oral y en lengua escrita, y se ha establecido cuá-
a efectuar una regresión logística binaria con la varia- les de ellos tienen mayor valor discriminativo a la hora de
ble de adscripción al grupo de pobre comprensión lectora analizar los problemas de comprensión lectora.
como dependiente. Se introdujeron como predictoras En primer lugar, cabe señalar que en casi el 75% de los
las variables de puntuación directa de las escalas sin- niños se produce una coincidencia en las dificultades en
táctica, semántica, morfológica y pragmática en el lenguaje oral y en comprensión, de modo que ambas se
BLOC-S-R, así como el CI no verbal y la puntua- encuentran ausentes o presentes. Este dato apoyaría ini-
ción en MT, mediante el procedimiento de introducción cialmente la viabilidad del modelo simple de lectura en la
El retraso en el desarrollo del lenguaje y los problemas de comprensión lectora 143

Tabla 6 Porcentaje de predicción correcta explicada por el modelo en el grupo según comprensión lectora
Casos seleccionados

Grupo según comprensión Porcentaje

Observado Comprensión normal Pobre comprensión correcto


Grupo según comprensión
Comprensión normal 32 9 78,0
Pobre comprensión 8 25 75,8
Porcentaje global 77,0

mayor parte de los participantes y apuntaría a la necesidad correctamente al 77% de los casos, el CI no verbal se
de considerar también el ámbito de lo oral a la hora de abor- constituye en factor predictivo, desplazando a variables
dar los problemas de lectura. Son resultados que concuerdan de naturaleza lingüística como las puntuaciones semántica
con los obtenidos en trabajos anteriores que hallaban difi- o sintáctica. Este resultado coincide con el obtenido por
cultades en comprensión lectora entre una mayoría de los Kershaw y Schatschneider (2012), que encontraron que el
participantes con trastornos del lenguaje (Bishop et al., CI era un predictor significativo de la comprensión lectora
2009; Botting, Simkin y Conti-Ramsden, 2006; Catts et al., en los estudiantes de tercer curso de primaria.
2002; Kelso et al., 2007). Por lo tanto, cabría hablar de un modelo simple de lectura
Abundan en la misma dirección las comparaciones que, ampliado para incorporar a procesos cognitivos que quizá
en medidas de lengua oral obtenidas a través del BLOC, tengan un valor general añadido a los factores psicolingüís-
se han realizado entre los niños de pobre comprensión y ticos comunes a la lengua oral y escrita. Pese a que no se
los demás. Así, los primeros obtienen puntuaciones más han valorado expresamente, una hipótesis razonable podría
bajas en 3 de las 4 escalas de este instrumento. Este hallazgo ser el que habilidades como la autorregulación y la capa-
es contrario a la hipótesis que nos habíamos planteado, que cidad de realizar inferencias, entre otras, se relacionan y
postulaba una influencia clara de los procesos semánticos y quedan reflejadas de modo indirecto en la medida de CI no
sintácticos. Es quizá llamativo el hecho de que la sintaxis no verbal que hemos utilizado. La literatura aporta resultados
sea una de las escalas que marca diferencias entre ambos que muestran la importancia de estos procesos en una com-
grupos, aunque también aquí las puntuaciones son inferiores prensión lectora exitosa (Cain y Oakhill, 2006; Oakhill et al.,
sin alcanzar la significatividad. Es posible que el hecho de 2003). Por tanto, se puede hipotetizar que algunos niños y
excluir al alumnado con mayores dificultades o necesidades niñas, pese a contar con una adecuada competencia oral
educativas específicas implique que los niños participantes para situaciones de vida cotidiana, no tienen los recursos
hayan encontrado algo menos difíciles las tareas de esta cognitivos suficientes para una probablemente más exigente
escala. comprensión de un texto expositivo. Sería lo que les sucede
Ahora bien, pese a que el conjunto de los resultados apo- a los niños y niñas con buenas puntuaciones en desarrollo
yan la comorbilidad de problemas en lenguaje oral y escrito, de la lengua oral pero baja comprensión lectora.
la coincidencia no es total y es necesario tener en cuenta Sin embargo, el CI no verbal no parece jugar el efecto
otros factores. contrario de compensación frente a limitaciones en la len-
Por lo pronto, en uno de cada 4 casos, los niños y niñas gua oral en los niños y niñas con retraso en el lenguaje que
presentan problemas en un dominio sin que sean evidentes han resuelto exitosamente la tarea de comprensión lectora.
en el otro, en una situación que tiene un encaje más difícil Determinar qué factores posibilitan que estos niños, con
con el modelo simple de lectura. Es el caso de 6 niños que mayor retraso global en su lenguaje oral, no queden inclui-
tienen dificultades en el desarrollo de la lengua oral, pero dos sin embargo en el grupo de pobre comprensión, es algo
no en la comprensión lectora, o el 20% del total en el que que queda pendiente para futuros estudios. En el nuestro,
sucede lo contrario. Este grupo, el de niños con problemas ninguno de los factores extralingüísticos, como el CI o la
de comprensión lectora sin dificultades orales, constituye MT, distinguen a este grupo----el de los niños con problemas
además cerca de la mitad de los niños con problemas de de lenguaje sin dificultades de comprensión lectora---- de los
lectura (15 de un total de 33). Dado que tampoco tienen pro- demás.
blemas en la decodificación lectora, es necesario por tanto Por otro lado, resulta sorprendente que, de entre las dife-
contemplar otros potenciales factores que no están en la rentes variables lingüísticas consideradas, sea precisamente
formulación original del modelo simple de lectura a la hora la escala pragmática del BLOC, y no la semántica o la sin-
de discriminar entre estos grupos. Las 2 variables cognitivas táctica, la que emerja como predictora de las dificultades
adicionales propuestas juegan un papel relevante según los de comprensión. Esta escala es la que requiere una com-
datos encontrados. prensión más sutil del lenguaje, abordando aspectos menos
Así, tanto la MT como el CI no verbal, aun presen- explícitos e inferenciales. Ello podría explicar su mayor rela-
tando valores dentro de la normalidad en toda la muestra, ción con la comprensión lectora. Por otro lado, como se ha
son significativamente inferiores en el grupo de pobre apuntado más arriba, es posible que las escalas sintáctica o
comprensión. De los 2, el CI resulta ser más discrimina- semántica no sean lo suficientemente sensibles a las diferen-
tivo. En la regresión logística realizada, capaz de asignar cias interindividuales en una población como la estudiada
144 G. Mesa Melgarejo et al

aquí. Vista la variabilidad entre las puntuaciones en estas últimos autores, y a las Becas PIF del Plan Propio de la Uni-
escalas, sin embargo, esta hipótesis parece menos probable. versidad de Sevilla, de la que es beneficiaria la segunda
El papel de las variables cognitivas no lingüísticas, espe- autora.
cialmente el CI no verbal, ha resultado ser más relevante
de lo esperado. Es necesario profundizar en los procesos Agradecimientos
y estrategias cognitivos a los que podría estar apuntando,
dado que no se trata en nuestro trabajo de problemas aso- Los autores desean expresar su agradecimiento a los cole-
ciados a discapacidad intelectual, sino de la variabilidad gios, familias y niños y niñas que han participado en el
interindividual en capacidades que se pueden abordar de estudio.
forma muy sencilla en el contexto del aula ordinaria.
En cualquier caso, la relación entre la lengua oral y
la comprensión lectora es indudable. Un retraso en la pri- Bibliografía
mera coincide en la mayor parte de los niños en la segunda.
La mejora de la competencia lectora y la prevención de Bishop, D. V. M., McDonald, D., Bird, S., & Hayiou-Thomas, M. E.
(2009). Children who read words accurately despite language
las dificultades de comprensión exigen, con toda probabi-
impairment: who are they and how do they do it? Child Deve-
lidad, no solo un incremento en el tiempo y la calidad de la lopment, 80(2), 593---605.
enseñanza de la lectura, sino también un reforzamiento del Botting, N., Simkin, Z., & Conti-Ramsden, G. (2006). Associated
trabajo en las competencias de manejo de la lengua oral. reading skills in children with a history of Specific Language
Esta investigación no está exenta de limitaciones. En pri- Impairment (SLI). Reading and Writing, 19(1), 77---98.
mer lugar, no conviene olvidar que no se trata de un estudio Cain, K., & Oakhill, J. (2006). Profiles of children with specific rea-
poblacional, sino que la muestra, limitada por otro lado, ha ding comprehension difficulties. British Journal of Educational
partido de la valoración del profesorado del alumnado con Psychology, 76(4), 683---696.
retraso en el lenguaje oral. Algunos participantes no presen- Catts, H. W., Fey, M. E., Tomblin, J. B., & Zhang, X. (2002).
taban dificultades ni en la comprensión oral ni en la escrita, A longitudinal investigation of reading outcomes in children with
language impairments. Journal of Speech, Language, and Hea-
pese a que sus maestros y maestras los habían identificado
ring Research: JSLHR, 45(6), 1142---1157.
como posibles candidatos de riesgo por su bajo rendimiento Field, A. (2005). Discovering Statistics Using SPSS (and Sex, Drugs
en las competencias del área de Lengua Española y Lite- and Rock’n’roll) (2nd ed.). London; Thousand Oaks; California:
ratura. Aunque no era el objetivo del presente estudio, se Sage Publications.
hace necesario profundizar en el peso de la valoración de Georgiou, G. K., Das, J. P., & Hayward, D. (2008). Revisiting the
la comprensión en los procesos habituales de evaluación de «Simple View of Reading» in a group of children with poor reading
las competencias de lenguaje en el sistema educativo, así comprehension. Journal of Learning Disabilities, 42(1), 76---84.
como los mecanismos por los que se efectúa. Gough, P. B., & Tunmer, W. E. (1986). Decoding, reading and reading
Por otro lado, la neutralización de la influencia de la disability. Remedial and Special Education, 7, 6---10.
mecánica lectora a través del diseño utilizado puede haber Harlaar, N., Cutting, L., Deater-Deckard, K., Dethorne, L. S.,
Justice, L. M., Schatschneider, C., et al. (2010). Predicting
llevado a excluir variables como la conciencia fonológica o la
individual differences in reading comprehension: a twin study.
denominación rápida que pudieran tener un efecto indirecto Annals of Dyslexia, 60(2), 265---288.
sobre la comprensión lectora. Hoover, W. A., & Gough, P. B. (1990). The simple view of reading.
En cualquier caso, esta investigación aporta datos adi- Reading and Writing an Interdisciplinary Journal, 2(2), 127---160.
cionales al debate existente sobre si comprender un Hulme, C., & Snowling, M. J. (2011). Children’s reading compre-
texto es simplemente eso: comprender un texto, sea este hension difficulties: nature causes, and treatments. Current
oral o escrito, o si leer es algo más que comprender el dis- Directions in Psychological Science, 20(3), 139---142.
curso oral que queda después de decodificar un material Hulslander, J., Olson, R. K., Willcutt, E. G., & Wadsworth, S. J.
escrito. En la práctica profesional convendrá no olvidar que (2010). Longitudinal stability of reading-related skills and their
la comprensión lectora es una dimensión más del desarro- prediction of reading development. Scientific Studies of Rea-
ding: The Official Journal of the Society for the Scientific Study
llo de lenguaje, muy relacionada con la competencia oral.
of Reading, 14(2), 111---136.
Una evaluación completa no puede ignorar este hecho y Kelso, K., Fletcher, J., & Lee, P. (2007). Reading comprehension in
deberá incorporar componentes aparentemente tan ale- children with specific language impairment: an examination of
jados de la comprensión de textos como las habilidades two subgroups. International Journal of Language & Communi-
pragmáticas; destrezas comunicativas tan entrenables como cation Disorders, 42(1), 39---57.
otros procesos seguramente muy relacionados con la lectura Kershaw, S., & Schatschneider, C. (2012). A latent variable approach
como la capacidad de realizar inferencias, producir analo- to the simple view of reading. Reading and Writing, 25(2),
gías o razonar sobre la información no verbal, que tampoco 433---464.
conviene olvidar. Lundberg, I. (2002). The child’s route into reading and what can go
wrong. Dyslexia, 8(1), 1---13.
Montgomery, J. W., Magimairaj, B. M., & Finney, M. C. (2010). Wor-
king memory and specific language impairment: an update on
Financiación the relation and perspectives on assessment and treatment.
American Journal of Speech-Language Pathology/American
Esta investigación se pudo realizar gracias a la financia- Speech-Language-Hearing Association, 19(1), 78---94.
ción recibida por el Ministerio de Ciencia e Innovación, a Nation, K., Adams, J. W., Bowyer-Craine, C. A., & Snowling, M. J.
través del proyecto «Comprensión e Inferencias Pragmáti- (1999). Working memory deficits in poor comprehenders reflect
cas y Referenciales en los Trastornos del Espectro Autista y underlying language impairments. Journal of Experimental Child
del Lenguaje», PSI2010-17401, del que forman parte los 2 Psychology, 73, 139---158.
El retraso en el desarrollo del lenguaje y los problemas de comprensión lectora 145

Nation, K., Clarke, P., Marshall, C. M., & Durand, M. (2004). Hid- evidence from teenagers who are extremely poor readers. Scien-
den language impairments in children: parallels between poor tific Studies of Reading, 10, 143---164.
reading comprehension and specific language impairment? Jour- Scarborough, H. S. (1998). Predicting the future achievement of
nal of Speech, Language, and Hearing Research: JSLHR, 47(1), second graders with reading disabilities: Contributions of pho-
199---211. nemic awareness, verbal memory, rapid naming, and IQ. Annals
Nation, K., Cocksey, J., Taylor, J. S. H., & Bishop, D. V. M. (2010). A of Dyslexia, 48(1), 115---136.
longitudinal investigation of early reading and language skills in Snowling, M., Bishop, D. V. M., & Stothard, S. E. (2000). Is preschool
children with poor reading comprehension. Journal of Child Psy- language impairment a risk factor for dyslexia in adolescence?
chology and Psychiatry, and Allied Disciplines, 51(9), 1031---1039. Journal of Child Psychology and Psychiatry, and Allied Discipli-
Nevo, E., & Breznitz, Z. (2011). Assessment of working memory com- nes, 41(5), 587---600.
ponents at 6 years of age as predictors of reading achievements Stothard, S. E., & Hulme, C. (1992). Reading comprehension dif-
a year later. Journal of Experimental Child Psychology, 109(1), ficulties in children: The role of language comprehension and
73---90. working memory skills. Reading and Writing, 4, 245---256.
Oakhill, J., & Cain, K. (2000). Children’s difficulties in text com- Stothard, S. E., & Hulme, C. (1996). A comparison of reading
prehension: assessing causal issues. Journal of Deaf Studies and comprehension and decoding difficulties in children. Reading
Deaf Education, 5(1), 51---59. comprehension difficulties: Processes and remediation. Mah-
Oakhill, J., Cain, K., & Bryant, P. (2003). The dissociation of word wah, NJ: Erlbaum.
reading and text comprehension: Evidence from component ski- Stothard, S. E., Snowling, M. J., Bishop, D. V. M., Chipchase, B. B., &
lls. Language and Cognitive Processes, 18(4), 443---468. Kaplan, C. A. (1998). Language-impaired preschoolers: a follow-
Oakhill, J., Hartt, J., & Samols, D. (2005). Levels of comprehension up into adolescence. Journal of Speech Language, and Hearing
monitoring and working memory in good and poor comprehen- Research: JSLHR, 41(2), 407---418.
ders. Reading and Writing: An Interdisciplinary Journal, 18(7), Swanson, H. L., Zheng, X., & Jerman, O. (2009). Working memory,
657---686. short-term memory, and reading disabilities: a selective meta-
Puyuelo, M., Renom, J., Solanas, A., & Wiig, E. H. (2007). Evaluación analysis of the literature. Journal of Learning Disabilities, 42(3),
del lenguaje. BLOC-Screening-R. Barcelona: Elsevier-Masson. 260---287.
Ricketts, J. (2011). Research review: reading comprehension Toro, J., Cervera, M., & Urío, C. (2000). ELME. TALE-2000. Escalas
in developmental disorders of language and communica- Magallanes de Lectura y Escritura. Baracaldo, Vizcaya: Albor-
tion. Journal of Child Psychology and Psychiatry, 52(11), Cohs.
1111---1123. Wechsler, D. (2005). WISC-IV: Escala de Inteligencia de Wechsler
Rosenthal, R., Rosnow, R. L., & Rubin, D. B. (2000). Contrasts and para Niños-IV. Madrid: Publicaciones de psicología aplicada.
Effect Sizes in Behavioral Research: A Correlational Approach. TEA.
Cambridge, UK: Cambrigde University Press. Yuill, N. M., & Oakhill, J. (1991). Children’s problems in text
Savage, R. (2006). Reading comprehension is not always the pro- comprehension: an experimental investigation. Cambridge:
duct of nonsense word decoding and linguistic comprehension: Cambridge University Press.

También podría gustarte